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Tema 8. Didáctica de La Lengua Española Ii

El documento aborda la didáctica de la ortografía, destacando su importancia en la educación y los objetivos de su enseñanza, que incluyen el dominio de vocabulario y la correcta escritura. Se analizan los contenidos ortográficos y su secuenciación en función de la edad y desarrollo cognitivo del alumno, así como las metodologías y recursos didácticos para facilitar el aprendizaje. Se enfatiza la necesidad de un enfoque equilibrado que valore tanto la corrección ortográfica como la comunicación efectiva.
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Tema 8. Didáctica de La Lengua Española Ii

El documento aborda la didáctica de la ortografía, destacando su importancia en la educación y los objetivos de su enseñanza, que incluyen el dominio de vocabulario y la correcta escritura. Se analizan los contenidos ortográficos y su secuenciación en función de la edad y desarrollo cognitivo del alumno, así como las metodologías y recursos didácticos para facilitar el aprendizaje. Se enfatiza la necesidad de un enfoque equilibrado que valore tanto la corrección ortográfica como la comunicación efectiva.
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TEMA 8: DIDÁCTICA DE LA ORTOGRAFÍA

8.1. Importancia de su enseñanza. Objetivos.

8.2. Los contenidos ortográficos: selección, organización y secuenciación.

8.3. Las dificultades ortográficas y sus causas.

8.4. Metodología para su enseñanza. Estrategias y recursos didácticos.

8.5. Las actividades ortográficas.

8.1. Importancia de su enseñanza. Objetivos.

La definición que ofrece la Real Academia de la Lengua Española de la ortografía es la


siguiente: ¨conjunto de normas que regula la representación escrita de una lengua¨.
Enseñar la ortografía consiste, pues, en facilitar al alumno todos los procedimientos
posibles con el fin de que aprenda a escribir correctamente y valerse de ello para su
promoción personal.

Si sólo existiese una letra para representar cada fonema de nuestra lengua y un fonema
para cada letra, el aprendizaje escolar ortográfico sería más sencillo. Estamos apuntando
a un tema tan viejo como interesante para quienes se enfrentan a la difícil tarea de
enseñar la ortografía: la reforma de la ortografía. Existen muchas propuestas de reforma.
¿Es preferible reformarla o enseñarla? Nosotros pensamos que la enseñanza de la
ortografía es posible sin necesidad de unos costos enormes. Simplemente es necesario
dar con el método adecuado. La pregunta, por tanto, sería: ¿Reformar la ortografía o
mejorar la enseñanza de la misma? La reforma de la ortografía se encuentra a su vez con
dos grandes dificultades: no hay acuerdo pleno entre los ortógrafos reformistas y el
coste que supone es perjudicial para el legado cultural hispánico. No hay acuerdo entre
los ortógrafos reformistas ni sobre las grafías que se deben elegir, ni tampoco sobre el
modo de realizar dicha reforma. Si se produjera de repente una reforma radical en el
español basada en criterios fonéticos, la lengua se dividiría en tantos fragmentos como
regiones del mundo donde se habla, por lo que se llegaría en poco tiempo a la
incomunicación. Por lo tanto, optamos por la enseñanza de la ortografía buscando
nuevas técnicas y adecuando la enseñanza a los medios que nos proporciona nuestra
época.

La enseñanza de la ortografía en la escuela conlleva una serie de valores como:

o Aspectos comunicativos-personales: seguridad personal, facilitación de la


composición, redacción, expresión libre y creativa,…

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o La ortografía sigue siendo un símbolo de cultura y de distinción académica. Por
una serie de incorrecciones ortográficas podemos calificar a una persona de
inculta.

o Aspectos pragmáticos: como respuesta a una sociedad tecnológica, el uso de


calculadoras, ordenadores, etc.

o Aspectos psicológicos: cultivo de la atención, cultivo de la memoria visual y


auditiva, cultivo de la discriminación perceptivo-auditiva, cultivo de la
discriminación perceptivo-visual, cultivo del razonamiento,…

o El dominio de la ortografía es esencial para aprender a escribir y, por lo tanto,


para una correcta formulación de nuestros pensamientos, ya que al no precisar
distraer atención en el automatismo que supone una correcta seguridad
ortográfica, el pensamiento fluye con plenitud en el acto esencial de la
comunicación escrita.

o La ortografía es también muy útil para la enseñanza de la lectura.

o La ortografía funciona como un sintetizador socio-cultural, es decir, mantiene


con mayor firmeza la unidad de una lengua hablada por muchas personas
originarias de países muy alejados. Si la ortografía cambiase para ajustarse sólo a
criterios fonéticos, el español podría fragmentarse, y si se representara en la
escritura, con el paso del tiempo, aparecerían graves problemas de comprensión.

o La ortografía funciona también como elemento normalizador, por ejemplo ante


los cambios irreversibles que ocasiona la imparable invasión del inglés y el
creciente desconocimiento de reglas ortográficas y hasta sintácticas que impera
en las comunicaciones actuales, particularmente en internet. El porvenir de una
lengua no depende de la eliminación de las reglas, sino de su cumplimiento.

o Tiene, además, valor como cultivo de lo formal, ordenado y pulcro, con los
valores educativos y cívicos que ello conlleva.

o Por último, son también importantes las razones de tipo histórico: la consecución
y el reflejo de la evolución de la lengua. ¿De dónde venimos y hacia dónde
vamos?

Hemos visto la enorme importancia de enseñar la ortografía. Sin embargo, y


paradójicamente, es evidente que en la actualidad, quizás por la tendencia social hacia la
desaparición de formalismos, se observa una relajación en el rigor de la enseñanza de la
ortografía. La ortografía es una cuestión de formas y estas cuestiones poco interesan
ahora, tan preocupados como estamos por la rapidez, la eficacia, la electrónica y los
aspectos del contenido. Por ello es preciso reivindicar la importancia de los aspectos
formales. Esto no significa que debamos caer en la obsesión por la ortografía que nos
llevaría a clasificar un texto sin errores ortográficos como bien escrito. La consecuencia
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de ello sería catastrófica, ya que se pierde el norte de lo que es la lengua como
globalidad. Si se dedica tanto interés y trabajo a la ortografía, se olvida que la finalidad
es la comunicación.

Los OBJETIVOS esenciales que plantea la enseñanza de la ortografía son:

o Dominar una serie de vocablos con dificultad ortográfica correspondiente al


vocabulario de uso, de acuerdo con el medio que rodea al alumno, con su edad y
con sus necesidades de expresión.

o Aprender un reducido número de reglas, lo más sencillas y económicas posibles,


con la finalidad de conseguir un nivel óptimo de generalización.

o Habituar al frecuente uso del diccionario.

o Proporcionar métodos y técnicas para el estudio de nuevas palabras.

o Ampliar y enriquecer su vocabulario.

o Desarrollar hábitos de la correcta pronunciación de las palabras.

o Despertar la conciencia de que es necesario escribir correctamente todas las


palabras del idioma. Es decir, crear actitudes de preocupación por la correcta
escritura.

o Saber apreciar la belleza, expresividad y contenido de la lectura de cualquier


fragmento en prosa o en poesía. Es decir, Despertar el gusto por la escritura y la
lectura.

o Adiestrar la mente para que puedan analizarse operaciones intelectuales


complejas y crearse tantas formas escritas como ideas aparezcan. Crear la
capacidad de generalizar y también de considerar excepciones.

o Estar dispuesto a la autoevaluación en cualquier situación del proceso escrito.

8.2. Los contenidos ortográficos: selección, organización y secuenciación.

Los contenidos ortográficos abarcan tres grandes sectores:

o Ortografía básica de la palabra: aprendizaje de las reglas y de los vocablos.

o Ortografía básica de la frase o de contenido puntual: aprendizaje de los signos de


puntuación.

o Ortografía suprasegmental: aprendizaje de la acentuación y el uso de las


mayúsculas.

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El contenido de la ortografía no es sólo la correcta escritura de los grafemas, sino
también de las palabras y las frases que constituyen los textos con su correspondiente
puntuación y estructura. Entendemos que son éstos los que ayudan a pasar a palabras las
ideas que hay en la mente, y para ello hay que dominar el código escrito y usarlo como
vehículo de expresión comunicación. Muchos profesores piensan que los signos de
puntuación son menos preocupantes que la ortografía de la palabra. Sin embargo, un
texto no podrá entenderse si los signos de puntuación no están bien empleados. Enseñar
a puntuar exige por parte del alumno un ejercicio mental que va más allá de la propia
escritura del texto, pues le obliga a estructurar en su mente lo que quiere decir para
comunicarse mejor.

La mayoría de los autores están de acuerdo en posponer el aprendizaje de las reglas


hasta aproximadamente los once años de edad, que es cuando el alumno alcanza el
pensamiento lógico-deductivo que le permite utilizarlas: las reglas se basan en la
deducción. En la selección de estas reglas vamos a obviar las que tengan un ¨alto coste
de aprendizaje¨, es decir, reglas con una alta dificultad de memorización y comprensión.
También se evitarán aquellas con un ¨alto coste de aplicación¨, es decir, los que
necesiten una alta inversión de tiempo y esfuerzo para servirse de ellas en a la
resolución de problemas ortográficos. Se evitará el aprendizaje de reglas que:

 Tengan un enunciado complejo.

 Contengan muchas excepciones.

 Afecten a un número reducido de vocablos o de uso infrecuente.

 Entren en colisión con interferencia con otras reglas ya estudiadas.

Para la selección de las reglas, nos hemos de valer de una serie de criterios:

 Que el enunciado sea fácil de entender y memorizar.

 Que el número de excepciones sea lo más reducido posible.

 Que abarque en su aplicación un gran número de vocablos.

 Que no interfiera el aprendizaje de otras reglas.

 Que sea fácilmente inducible por el alumno.

Por otra parte, lo ideal a la hora de enseñar ortografía es que se trate en torno a un
vocabulario básico. Aquellos vocablos que posean unas frecuencias de uso que los
hagan imprescindibles para la comunicación más elemental. Se considera vocabulario
básico el formado por vocablos que aparecen una o más veces entre 10.000 palabras.
Total 1.107 palabras. Se considera vocabulario fundamental el formado por vocablos
que aparecen cinco o más veces entre 10.000 palabras. Total 210 palabras. Más de la

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mitad de esas palabras presentan dificultades ortográficas. (Se adjunta fotocopia con el
vocabulario elemental).

Sugerimos que las siguientes reglas ortográficas sean estudiadas desde las primeras
edades escolares. Nos basamos en las propuestas de autores como Vicente Barberá o
Esteve y Jimenez:

1. B delante de r, l.

2. B detrás de m (salvo en algunos nombres extranjeros)

3. B en las palabras que empiezan por bibl-, bu-, bur-.

4. B en las palabras que terminan en –bundo.

5. V detrás de b, d, n.

6. G en las palabras que empiezan por geo-.

7. H en las palabras que empiezan por ipo-, idr-, iper-, osp-.

8. H en las palabras que empiezan por um- seguido de vocal

9. S delante de las consonantes b, d, g, l, m.

10. Y al final de la palabra si no es vocal acentuada

11. Tilde en las palabras agudas acabadas en vocal, n, s.

12. Tilde en las palabras llanas acabadas en consonante distinta de n, s.

13. Tilde en todas las esdrújulas y sobresdrújulas.

14. Uso de la mayúscula.

15. Normas sobre la utilización de la r.

16. Terminaciones del pretérito imperfecto de indicativo de la primera conjugación.

17. Palabras que terminan en –illo –illa.

18. Palabras que comienzan por hue-.

19. Las palabras terminadas en z hacen el plural en –ces.

Respecto a aquellas reglas conflictivas como la utilización de la v/b, g/j, y h se


recomienda adquirir el afianzamiento de éstas a través del vocabulario de uso.

En cuanto a su secuenciación, proponemos la siguiente dosificación:

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 Pre-ortografía: Del mismo modo que existe una serie de actividades de
prelectura, existen también una serie de actividades de pre-ortografía. Se trata de
una serie de ejercicios preparatorios para una reflexión ortográfica tendente a
delimitar con claridad las palabras como estructuras independientes.

 Primer Ciclo (6 a 8 años): Los alumnos deben dominar la ortografía natural o


fonética. Es decir, se tratará de prevenir y corregir las erratas gráficas que
afectan a la pronunciación usual de las palabras. El contenido ortográfico debe
estar estrechamente vinculado al vocabulario aprendido. También es importante
integrar la enseñanza de la ortografía con el resto de los aprendizajes
lingüísticos. Igualmente importante es el evitar el contacto de los alumnos con
imágenes gráficas incorrectas. La utilización de técnicas multisensoriales,
cuadernos ortográficos o diccionarios personales son algunos ejemplos de
recursos didácticos para esta etapa. Éste es un ciclo esencialmente preparatorio.

 Segundo Ciclo (8 a 10 años): En esta etapa ha de tener prioridad el aprendizaje


directo de los vocablos usuales con dificultades ortográficas según la siguiente
progresión:

o Vocabulario infantil que pertenece al vocabulario común.

o Vocabulario infantil que no pertenece al vocabulario común.

o Términos cacográficos de índole local o individual.

o Vocabulario común solamente en función de la mayor o menos


frecuencia e importancia social.

En esta etapa, es muy importante el manejo del diccionario, por lo que habrá que
proporcionarles los conocimientos necesarios para el manejo del diccionario y la
formación del hábito de consultarlo cada vez que tengan una duda.

Aunque tengan que tomarse ciertas reglas ortográficas como contenidos de


enseñanza para estos niveles, éstas han de trabajarse de manera inductiva a partir
de los vocablos usuales. Éste es el momento adecuado de desarrollo y
consolidación de la ortografía. Éste es un ciclo de desarrollo y ejercitación
inductiva.

 Tercer Ciclo (10 a 12 años): En este ciclo nos centraremos en el hábito de


generalización de las reglas y al trabajo deductivo con ellas. En esta fase es
cuando el escolar está preparado para la aplicación y generalización de las reglas
ortográficas mientras que en las anteriores fases se les han ido presentando de
manera inductiva. También en esta fase se irá ampliando el vocabulario gráfico
usual con vocablos de tipo científico-técnico de las distintas áreas. El tercer ciclo
es un ciclo de recapitulación, ampliación y perfeccionamiento.

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En cuanto a actitudes y procesos, existe también una clara secuenciación por etapas:

 De 6 a 7 años es el momento de la incisión lectoescritora. Estamos en la fase de


copia. El niño comete errores de repetición, transposición y omisión. En esta
primera fase, los niños sólo copian por lo que no se producen errores
ortográficos propiamente dichos sino faltas de atención. En una segunda etapa,
no copia lo que ve, sino que copia a través de imágenes: intenta escribir como
lee o como habla y las faltas que comete ya poseen sentido ortográfico.

 De 7 a 8 años es el momento del dictado. Estamos en la fase de transcripción.


Éste es el momento para introducir el trabajo formal en ortografía. El niño no
¨copia¨ sino que transcribe aquello que recuerda o que piensa.

 10 años es el momento actitudinal. Estamos en la fase de actitud positiva hacia


una comunicación correcta. El niño desea escribir palabras de forma correcta.

 11 a 12 años es el momento normativo. Estamos en la fase de aplicación de


reglas y procesos de generalización.

Veamos a continuación otra secuenciación de los contenidos propuesta por Cassany:

PRIMER CICLO SEGUNDO CICLO TERCER CICLO

Usar correctamente las Usar las mayúsculas a Usar correctamente las


mayúsculas a principio de principio de oración, letras mayúsculas.
oración, después de punto después de punto, en
y en nombres propios. nombres propios y tras los
dos puntos en los saludos.

Dominar la ortografía Dominar la ortografía Dominar la ortografía


fonética e iniciarse en la fonética y las dificultades fonética y las reglas
utilización de reglas ortográficas que se ortográficas que entrañan
sencillas. resuelven con la aplicación mayor dificultad, así como
de reglas sencillas. la escritura de las palabras
Iniciarse en el uso de reglas que no siguen reglas y
ortográficas que entrañan pertenecen al vocabulario
mayor dificultad y en la usual básico.
escritura correcta de
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palabras que pertenecen al
vocabulario básico y usual
y no siguen reglas.

Iniciarse en la separación Ser capaz de clasificar Acentuar palabras


de sílabas de manera palabras según la posición correctamente.
intuitiva. de la sílaba tónica e
iniciarse en la acentuación
de palabras sencillas

Utilizar el punto final de Iniciarse en el uso de los Dominar el uso de los


oración y comprender la signos ortográficos y de signos ortográficos y de
utilidad de los signos de puntuación. puntuación así como usar
interrogación y con propiedad las palabras
exclamación. que o bien son homófonas
o bien se diferencias por la
función gramatical que
desempeñan en la oración

Conocer y utilizar las


abreviaturas corrientes.

8.3. Las dificultades ortográficas y sus causas.

Hay que reconocer una situación de hecho: la ortografía anda mal en nuestros centros de
enseñanza. Al revisar los cuadernos de los alumnos de primara, es corriente encontrar
numerosas faltas de ortografía, a nivel de enseñanza media, las cosas no marchan mejor;
a nivel universitario, son conocidas las quejas de catedráticos y profesores. Además, la
ortografía es vivida de manera traumática en los medios escolares, debido a la
inseguridad de la utilización de signos ortográficos. Diversos autores apuntan las
posibles causas por las que la perfección ortográfica no es una realidad en nuestros días:

 La situación de olvido en la que se encuentra por considerarla un mero aspecto


estético o indicador cultural, y no un valor formativo.

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 La comprobación de la ineficacia de los métodos empleados en su enseñanza.

 La sobrevaloración que sufre, dejando a un lado otros aspectos lingüísticos, con


lo cual no se aprende correctamente al no tener una finalidad fuera de sí misma.

 La disminución de su importancia dentro del currículum escolar.

A nadie se le oculta la dificultad ¨de hecho¨ que existe en la enseñanza-aprendizaje de la


ortografía española: como bien sabemos esto se debe a la relación puramente
convencional que existe entre el código oral y el escrito. Por tanto, podemos afirmar, sin
temor a equivocarnos, que el lenguaje escrito no puede representar exactamente al
lenguaje oral. La ortografía del español tiene una dificultad intrínseca que es fruto del
criterio ecléctico con el que se ha ido configurando: la fonética, la etimología y el uso
constante.

Una ortografía en la que no hubiera desajustes entre el código gráfico y el oral podría
considerarse como ortografía ideal: un solo grafema para cada fonema. La ortografía
española se ha mantenido relativamente cerca de la pronunciación, sin embargo, aún
hay diferencias entre los dos códigos porque no se corresponden fielmente.

Como a menudo resulta imposible fundamentar las normas ortográficas en la razón, la


ortografía desconcierta las facultades lógicas del niño y le habitúa a aceptar lo absurdo,
a creer ciegamente lo que no comprende. Y como la enseñanza de la ortografía se sitúa
al inicio del ciclo escolar, la inseguridad marca la mente infantil para el resto de su
periodo de aprendizaje. La innata capacidad intelectual del niño para descubrir lo
universal en lo particular se ve frustrada por las irregularidades y arbitrariedades de la
convención ortográfica. También hay que tener en cuenta que la capacidad de
generalización de un niño es limitada y, por lo tanto, también lo es su capacidad de
aplicar una regla conocida a las palabras o casos que se encuentre al escribir.

La ortografía es una materia árida y difícil para los escolares. Las dificultades
ortográficas surgen, sobre todo, por el desajuste entre los fonemas y el sistema de
símbolos utilizados para su representación escrita. Una de las soluciones que se han
propuesto es la de ¨fonologizar¨ la escritura. Algunos autores (entre los que destaca el
escritor Gabriel García Márquez) han definido la ortografía vigente como ¨absurda¨ e
insisten en hacer el sistema ortográfico más lógico, sencillo y asequible para todo el
mundo. Algunas de las propuestas realizadas han sido: la supresión de la v, la supresión
de la h, la eliminación de la polivalencia entre la g y la c., supresión de la ll a favor de y.
Éste es tan sólo uno de los muchos ejemplos que han sugerido los partidarios de la
reforma ortográfica. En teoría, la finalidad de esta reforma sería que la lengua sea más
sencilla y se aprenda con más facilidad. Ante estas propuestas, autores como Francisco
Rico (miembro destacado de la RAE) responden: ¨No se puede poner un cambio
ortográfico drástico y, además, es una tontería (…) Hay países en Hispanoamérica que
distinguen perfectamente la pronunciación de la b y la v. Y hasta la h, muda para
nosotros, tienen sonido en algunos países de habla hispana… (…) No necesitan que les
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digan que escriban como hablan, porque entonces acabará convirtiéndose esto en una
terrible Torre de Babel. Estamos intentando que América Latina y nosotros, es decir,
España, nos unamos cada vez más. Y nosotros nos sólo nos unimos por la vía de la
economía. Nos unimos fundamentalmente por el idioma y la cultura. Y si empezamos a
hacer cada uno de su capa un sayo, acabaremos por no entendernos en absoluto.¨ En
cualquier caso, no existe consenso sobre los cambios necesarios y sobre quién debería
ocuparse de realizarlos.

No existe ningún alfabeto que tenga una representación exacta de su lengua. En español
tenemos 28 letras para representar 24 fonemas, lo que demuestra que no hay una
correspondencia exacta:

o Un solo fonema se representa por más de una letra: por ejemplo, el fonema velar
/x/ que se escribe por medio de las letras g o j. También el fonema /s/ que se
puede representar por medio de las letras, c, z o s. También el fonema /b/ que se
representa por medio de los grafemas b y v. El fonema /k/ se puede representar a
través de tres letras: qu, k, c.

o Hay grafemas que representan más de un fonema: por ejemplo las letras c y g
ante a, o, u o los mismos grafemas ante e, i. También el grafema y que suena /i/
cuando actúa en función copulativa.

o Hay grafemas que no representan ningún grafema: por ejemplo h o el grafema u


en los dígrafos gu (guerra) y qu (querer)

o Hay grafemas que representan un conjunto de fonemas: por ejemplo el grafema


x que representa el fonema /k/ más el fonema /s/.

o Hay conjuntos de grafemas que representan un solo fonema: por ejemplo, c más
h para el fonema /Ĉ/. O los grafemas q más u para representar el fonema /k/.

Los errores ortográficos más comunes son:

o Sustituciones: de letras o palabras homófonas, de vocales, de consonantes

o Inversiones, metátesis o transposiciones: grabiel, calse, polmo, Perdo,…

o Rotaciones: la letra correcta es sustituida por otra que puede resultar de haber
girado o rotado en el plano del papel (cadallo por caballo).

o Omisiones de letras o sílabas: de letras mudas (aber), de letras con sonido (lee),
de uno de los componentes de las consonantes dobles (aroz), de una letra de una
sílaba (sato/santo).

o Adiciones, repeticiones o añadidos: de letras en general (comeponen/componen),


de sílabas (jugagoba/jugaba).

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o Separaciones o uniones anormales: (ama pola/ amapola) (contra poner/
contraponer)

o Ortografía de reglas y acentuación; las más típicas son:

 B por V; V por B

 J por G; G por J

 RR por R; R por RR

 LL por Y; Y por LL

 Uso de la H

 N por M

 I por Y

 Omisión de acentos

 Errores en los signos de puntuación: comas, puntos, dos puntos, punto y


coma, paréntesis, comillas, signos de exclamación e interrogación,
mayúsculas, …

 Errores que se relacionan con el subsistema morfosintáctico: ignorancia


de géneros, problemas de concordancia, ignorancia de formas verbales,
iognorancia de la morfología de la palabra.

 Errores relacionados con los homófonos: echo/hecho

 Errores no incluibles en los tipos anteriores: por etimología (Ceus/Zeus),


originarias de otras lenguas, etc.

8.4. Metodología para su enseñanza. Estrategias y recursos didácticos.

La ortografía suele ser el caballo de batalla del área de Lengua durante los primeros
años de enseñanza obligatoria. Asociada a la adquisición de la lectoescritura y, por lo
tanto, a los ejercicios de correspondencia sonido-grafía y de lectura en voz alta, la
ortografía se desvincula de los demás componentes lingüísticos, llega a ser autónoma y
pierde el carácter comunicativo que tiene la lengua, para llegar a ser sólo un conjunto de
reglas normativas y memorísticas. Tampoco se trata de entender que la ortografía es
irrelevante y que hay que dejarla de lado. Hay que replantear el estatus otorgado a la
ortografía así como renovar las técnicas de aprendizaje, de práctica, de evaluación y
corrección, etc. También hay que modificar la imagen que tiene de difícil, compleja,
aburrida, prestigiosa e inalcanzable. De hecho, los errores gráficos no suelen impedir el
proceso comunicativo. Es importante constatar que el niño de entre 7 y 10 años tiene
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mucha más capacidad de producir textos que de controlar la corrección. Los niños oyen
palabras (sobre todo en medios de comunicación) que nunca han visto escritas. Si la
reacción del maestro al corregir estos textos es represiva, diciéndole que no cometa
tantas faltas, indirectamente se le da a entender que la actitud de aprender palabras de
todo lo que escucha no es buena. Hay que motivar a los alumnos a la escritura desde los
primeros niveles. Si desde el principio se insiste en los aspectos menos agradecidos
(ortografía, normativa, convenciones), relegando aspectos como la creatividad, la
imaginación, la comprensión, es muy probable que el alumno acabe pensando que esto
de escribir no es nada interesante. Al revés, al principio, hay que dar confianza para
escribir, para comunicarse por escrito. Por lo tanto, pensamos que la ortografía debería
ser una materia transversal en el verdadero sentido de la palabra. La ortografía permite
ser enseñada desde cualquier área y en cualquier circunstancia. De hecho, en didáctica
del lenguaje existe un principio que no debemos olvidar nunca: el de la co-implicación.
Quiere decir que cuando enseñamos y/o aprenden ortografía, también enseñamos
vocabulario, composición escrita, lectura,…

A continuación, vamos a ofrecer cuatro tipos de métodos para la enseñanza de la


ortografía. Antes de pasar a explicarlos, es importante aclarar que ninguno de estos
métodos se excluyen sino que se complementan entre sí. Además, no existe ningún
método ideal, sino que el mejor método es el que elija el maestro teniendo en cuenta el
tipo de alumnos y de circunstancias a las que se enfrente.

1. MÉTODOS DEDUCTIVOS: se parte de la ley general para comprobar que se cumple


en lo particular. Este método se basa en el aprendizaje ortográfico de las reglas.
Tradicionalmente este método se lleva a cabo seleccionando las reglas
ortográficas que se van a estudiar para memorizarlas junto con las excepciones,
y que el alumno aplique esas reglas a las palabras que están reguladas por ella.
Junto con la memorización de la regla, se utilizan la copia de palabras en las que
se ha cometido un error y el dictado, entendido como la transcripción en
grafemas de los fonemas que se perciben auditivamente. Respecto al método
deductivo, existen diversas opiniones a favor y en contra. Muchos son los
detractores de la copia repetida de palabras y también del dictado tradicional: se
afirma que la práctica del dictado es una situación de aprendizaje artificial
porque no es una práctica frecuente en nuestra sociedad. Además suele tratarse
de un texto desconocido y no preparado previamente y tiene como único
objetivo el control de los errores y favorece una pedagogía del error y de la
sanción. Además, cuando se dicta, el escolar pierde la globalidad significativa
del texto, puesto que se hace palabra a palabra o sintagma a sintagma dada su
dificultad y se suelen llevar a cabo hipercorrecciones. Por otra parte, en un
sistema tradicional, la corrección de este tipo de dictados se suele dejar para el
día siguiente; es el profesor quien lo corrige y lo entrega a los alumnos. No
obstante, existen otro tipo de dictados que pueden utilizarse como alternativas y
que desarrollaremos en el último apartado de este tema.

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En cuanto a la copia repetitiva y mecánica de palabras, sería más bien
conveniente habituar al alumno a la comprobación reiterada de la palabra
copiada, utilizando instrumentos como el diccionario, los ficheros ortográficos,
el texto o palabra origen y su autocorrección,

Por otra parte, las reglas ortográficas se pueden enseñar, pero sería conveniente
plantearse una selección de las más rentables, que no tengan prácticamente
excepciones, y además deberían graduarse según la dificultad que planteen para
cada uno de los ciclos de la enseñanza. No obstante, en general, el método
deductivo tiene más posibilidades en el mundo adulto que en las primeras
edades.

En los métodos deductivos se aplicará sobre todo la aplicación, la comprobación


y la demostración.

2. MÉTODOS INDUCTIVOS: de los hechos particulares a la ley general. Este método


parte de la observación y comparación de los casos particulares para llegar a los
postulados generales. Es decir de lo concreto particular a lo abstracto general.
Los alumnos, en el método inductivo, descubren las reglas por sí mismos a
través del siguiente proceso:

 Observación de una serie de palabras concretas que cumplan la regla que


vamos a inducir.

 Se comparan y estudian otra serie de palabras que cumplan la misma


dificultad.

 A partir de las observaciones hechas por los alumnos, y con la ayuda del
profesor, se llega a la norma general; es decir, a la inducción de la regla
propiamente dicha, a la generalización de lo observado.

 Se practica la regla ortográfica inducida en otra serie de palabras


reguladas por la misma.

Este método también plantea algunos problemas: el más importante es que la


corrección en el aula es lenta y pesada. Por otro lado, el método inductivo
plantea una serie de ventajas en la enseñanza de la ortografía, entre otras que el
papel del alumno es más activo y, por tanto, se implica más en su proceso de
enseñanza aprendizaje. Parece más efectivo razonar el uso de la regla, partir de
la observación, formular hipótesis, habituarse a dudar, comparar fenómenos
ortográficos, investigar, acotar la duda o la dificultad y comprobarla con
instrumentos y libros de consulta.

En los métodos inductivos, se aplicará sobre todo, la observación, la


experimentación y la comparación.

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3. MÉTODOS ANALÍTICOS: de lo compuesto a lo simple. Para la enseñanza de la
ortografía, se puede partir del texto para llegar a la ortografía de la letra: (texto-
frase-palabra-sílaba-letra). En los métodos analíticos se aplicará sobre todo la
división y la clasificación.

4. MÉTODOS SINTÉTICOS: de lo simple a lo compuesto. Para la enseñanza de la


ortografía, se puede partir de la letra para llegar a la ortografía del texto: (letra-
sílaba-palabra-frase-texto). En los métodos sintéticos se aplicará sobre todo la
conclusión, la definición, el resumen y la recapitulación. Es difícil que el método
analítico y el sintético se den por separado. Normalmente utilizamos y
mezclamos los dos.

La ortografía en sí no motiva, por ello hay que procurar:

o Favorecer la autoestima que crea una conciencia de satisfacción por el éxito, el


progreso y los logros obtenidos.

o Proporcionar técnicas de autocontrol individual, de modo que el alumno aprecie


el progreso.

o Facilitar estímulos sociales: alabanzas, recompensas, dar ánimos,…

o Proponer ejercicios estimulantes.

o Trabajar en equipo y por parejas.

o No desprestigiar al alumno con sanciones negativas en público, salvo en muy


raras ocasiones.

o Fomentar hábitos lectores. Los buenos lectores desarrollan una ortografía


adecuada.

o Usar un enfoque lúdico.

o Usar un enfoque ideo-visual también puede ser enormemente útil. Se trata de


asociar la idea, el significado del vocablo con aspectos visuales que refuercen el
aprendizaje. Algunos estudios han demostrado que en el aprendizaje de la
ortografía, el 83% se hace a través de la vista, el 11% mediante el oído y el 6% a
través de otros sentidos.

o Conferirle a la ortografía un tratamiento más contextualizado y comunicativo.

o En cuanto al refuerzo, la psicología ha demostrado que el refuerzo del


aprendizaje inmediatamente después de presentado ofrece más posibilidades de
ser adquirido. Cuando el alumno conoce la escritura correcta de la palabra
inmediatamente después de haberla escrito, estamos aplicando uno de los
principios básicos de la psicología del aprendizaje: el tiempo que debe mediar
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entre la respuesta dada por un alumno y su reforzamiento debe ser el menor
posible.

Al hablar de la metodología es también importante hablar de la evaluación ortográfica.


El método tradicional se basa en la penalización, términos numéricos por cada falta
cometida en los exámenes o ejercicios, máximo de faltas permitidas en un ejercicio, no
se corregirá ni puntuará el examen si el número de faltas supera…, dictados
eliminatorios,… Según la finalidad de la actividad evaluativa, deberíamos realizar
planteamientos diferentes. Debería realizarse una discriminación de errores, ya que no
todos tienen la misma importancia. Además el mismo error sólo debería contar una vez
en el mismo texto. Si no se trata de un examen de ortografía sino de un texto de
extensión libre, hay que tener cuidado de no penalizar a los que más escriben. Se trata
sobre todo de realizar una evaluación formativa, es decir analizar los errores cometidos
y establecer las causan por las que se cometen esos errores. Lo ideal sería prever con
antelación los errores más comunes. La psicología nos enseña que la primera imagen
que se graba suele ser la que perdura. Una vez que la imagen se ha fijado de manera
incorrecta, es preciso realizar una doble tarea: eliminar la imagen incorrecta y fijar la
imagen correcta. En la enseñanza de la ortografía es importante aplicar la regla de
¨prevenir antes que curar¨ y corregir, cuanto antes, de forma positiva, los errores
pequeños antes que se produzcan fijaciones.

El profesor no debe llenar de tachaduras o correcciones lo que el niño ha escrito: tal vez
subrayar la palabra o letra errónea para que el niño lo corrija él mismo. Una corrección
tradicional, puede simplificar el problema porque la ortografía es aislable, objetiva y
cuantificable, pero no garantizan una información válida sobre el dominio global de la
lengua.

No se debe imponer la ¨penitencia¨ de copiar x veces. Es preciso que los errores sean
analizados y comprendidos por el alumno. Es aconsejable que los alumnos utilicen un
diccionario especial, donde anoten, por orden alfabético, los vocablos en los que
comenten errores. Algunos ejercicios interesantes para la corrección de errores
ortográficos serían:

 Formar oraciones con el vocablo o vocablos con errores.

 Buscar palabras homónimas a las corregidas

 Completar un texto incompleto con los vocablos a corregir

 Dividir los vocablos problemáticos en sílabas (o letras) y construir con ellas


otras palabras posibles.

 No hay que hacer ejercicios inmediatamente después de detectar los errores: el


trabajo intensivo con las palabras en las que el alumno se ha equivocado tiene
más apariencia de castigo o de recuperación de actividad que de aprendizaje.

15
 Hay que determinar las causas de los errores cometidos. El origen de errores
similares puede ser muy diferente: palabras muy alejadas del vocabulario básico,
alto grado de arbitrariedad, poca correspondencia sonido/grafía, problemas
auditivos de un alumno en concreto, desconocimiento de la regla, olvido, …Por
lo tanto, el planteamiento didáctico será también diferente.

Para terminar, hay que hacer una reflexión global que tal vez nos ayude a comprender
por qué los alumnos comenten faltas a pesar de los esfuerzos que todos dedicamos para
que no ocurra. El dominio completo de la ortografía, como sistema gráfico de la lengua,
sólo se consigue con el hábito de la lectura asidua, la consulta del diccionario y la
práctica de la expresión escrita. También conviene recordar que nadie llega a dominar la
ortografía de un número infinito de palabras de una lengua. Sólo con el uso real y
práctico de la escritura se consolidan los conocimientos y se fijan las normas en la
memoria.

8.5. Las actividades ortográficas.

Algunos ejercicios y actividades que pueden motivar el aprendizaje ortográfico son:

o Adivinanzas: adivina la palabra que he escrito si tiene dos sílabas y termina en -


vir. Adivinar una palabra determinada que tendrán que escribir correctamente.

o Agregar: escribir una sílaba en la pizarra; cada alumno puede añadir una letra o
una sílaba con tal de que se forme una nueva palabra.

o Crucigramas, sopa de letras, el ahorcado, veo-veo, dictiopinta, ortograma,


boogle, el espejo, scrable,…

o ¿Te acuerdas?: se entrega un texto a toda la clase y se pide a los alumnos que
memoricen aquellas palabras que consideren más difíciles. A continuación se
divide la clase en dos grupos. El grupo A pregunta el deletreo de algunas palabas
al grupo B y cuando acierta, se sientan. Pierden los tres alumnos que se quedan
de pie porque no ha sabido deletrear correctamente la palabra que se les ha
preguntado. Luego se intercambian los papeles y es el grupo B el que pregunta
al grupo A.

o Cóctel de palabras: Se elige una palabra con dificultad ortográfica y se escribe


en la pizarra. Se da un tiempo determinado para que busquen otras palabras
nuevas cuyas letras estén contenidas en la palabra modelo. Otra opción sería
buscar otra palabras a partir de cada una de las letras de la palabra modelo.

o Ordenar letras para formar palabras comprensibles.

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o Dibujar la palabra (sobre todo indicado para los primeros niveles): por ejemplo,
la palabra bomba con una mecha en la o, o la palabra lluvia con letras en forma
de gota.

o Buscar objetos: por ejemplo, buscar en un dibujo determinado objetos que se


escriban con el dígrafo gu-.

o Encadenados: un alumno dice una palabra cualquiera y el siguiente ha de decir


otra que empiece con la misma letra con la que acaba la que ha dicho su
compañero. También se pueden hacer encadenando sílabas. Otras variantes: que
las palabras tengan relación entres sí, que cambie sólo una letra o un sílaba,…

o Bingo ortográfico. Se prepara una lista de palabras en la pizarra con grafías


diferentes, según lo que se esté trabajando. Se escriben cinco columnas de ocho
o diez líneas. Cada alumno prepara una carta de juego. De cada columna debe
escoger tres palabras y las anota en línea vertical. El profesor va cantando las
palabras al azar, y el alumno que tiene la palabra la tacha. El primero que tacha
cinco palabras en horizontal canta línea y el que las tacha todas canta bingo.

o El juego de la oca o del parchís: siguiendo las reglas del juego, se va tirando por
turnos. Tras cada tirada, el compañero de la izquierda pide al compañero que en
ese momento está tirando que escriba una palabra sacada del fichero de errores.
Si la escribe correctamente sigue adelante. En las casillas negativas, hay que
acertar dos palabras para salir de ellas.

o Rimas: los alumnos dicen y deletrean palabras que rimen con otras pronunciadas
por el profesor o compañeros.

o Familias de palabras: el profesor propone palabras primitivas de dificultad


ortográfica y los alumnos escriben derivadas y compuestas.

o Ejercicios de homónimos.

o Ejercicios de cambios de letras.

o Ejercicios de corrección de errores: este tipo de ejercicios tienen el peligro de


crear en el alumno imágenes defectuosas. No obstante, se podría practicar con
las debidas precauciones en aquellos alumnos que posean cierta seguridad y en
textos que posean errores que ellos conozcan bien. Se trata de crear una
sensibilidad hacia los errores.

o Ejercicios de completar huecos.

o Dramatizaciones de la ortografía: Greguerías de Ramón Gómez de la Serna (¨La


T es el martillo del abecedario¨ ) Asociar cada letra del abecedario con un
objeto, animal, planta,… trabajando también la metáfora y el humor.
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o Actividades basadas en textos: cualquier texto motivador se puede adaptar a las
necesidades ortográficas de cada uno de los ciclos (poemas, refranes, cuentos).

o ¨De la Habana viene un barco cargado de¨ … (palabras que empiecen por hache,
por be, o por uve)

o Se presentan textos o palabras sueltas, en las que hemos omitido ciertas palabras
(si es un texto) o alguna letra, y se pide al alumno que lo complete.

o Seguir una clave: ¿cuál es la palabra misteriosa?

o Tomar una narración como base y seguir el método inductivo para el estudio del
uso de una grafía cualquiera.

o Manipular la puntuación en textos para crear un efecto humorístico.

o Método audiovisual: Acompañar el trazado de la letra con dificultad ortográfica

con un objeto, animal, planta,… que tenga la misma forma. Ejemplo: ASO.

o Refuerzo de las palabras con dificultad, asociando dichas palabras con un color
y proponiendo actividades en las que los niños deben relacionar dos colores
iguales.

o Observar los dibujos y escribir los nombres debajo.

o Elaborar hipótesis sobre la ortografía de una palabra.

o Escribir la ¨biografía¨ de una palabra: su etimología.

o Usar los errores creativos.

o Confeccionar murales para pegarlos en las paredes del aula.

o Atribuir adjetivos a determinadas letras.

o Ejercicios basados en canciones: para el primer ciclo, canciones que relacionan


cada letra del alfabeto con una palabra que comience por ella. Para el segundo
ciclo, canciones que refuerzan la escritura de los fonemas.

o Juegos ortográficos: existen una gran variedad de juegos multimedia para


practicar reglas ortográficas, para aprender el alfabeto, identificar palabras,
aprender fonéticamente sonidos y letras.

o Juegos con cartulinas

o ¡Te ha tocado!: Cada alumno prepara una pregunta relacionada con un contenido
ortográfico, que previamente se ha trabajado en clase, con cuatro posibles
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respuestas. Una de ellas será correcta y las otras tres, falsas. La escribe en una
ficha. Se meten todas en una caja o bolsa. En otra caja aparte, se introducen
todos los nombres de los alumnos de la clase, tantas papeletas como alumnos
haya. El maestro extrae una papeleta de la caja en la que están los nombres de
los alumnos. El nombre que aparece escrito corresponderá al concursante que va
a participar. De la caja de preguntas, se extrae una ficha y se le formula la
pregunta al concursante elegido. Si éste contesta correctamente, se apunta un
punto a su favor. Si, por el contrario, su respuesta es errónea, el profesor da la
respuesta por válida y el concursante se apunta un tanto negativo. Esta actividad
es perfecta como evaluación final.

o Conecta 4: cada alumno prepara unas fichas redondas con las letras del
abecedario, de forma que sólo tengan una ficha de cada consonante y cinco de
cada vocal. La mitad de la clase de un color y la otra mitad, de otro color. Se
prepara por parejas un tablero de cartón o madera que tenga dibujadas casillas
cuadradas con diez filas y diez columnas. Por turnos, cada uno va colocando una
ficha, empezando por la base del tablero. Gana el primer componente de la
pareja que consiga formar una palabra con un mínimo de cuatro letras en sentido
vertical, horizontal o diagonal, aprovechando tanto las letras que él ha puesto en
el tablero como las de su compañero.

o Jugar a hundir barcos.

o Recortes extraídos del periódico: recortar de los titulares de los periódicos letras,
sílabas, sintamos o palabras que contenga la g o j, verbos acabando en –ger o-
gir, que tengan h,… Se eligen en cada momento según el objetivo que se esté
trabajando. Una vez recortadas se introducen en un saco o caja. Se sacan cinco al
azar y se compone una oración con sentido con todo el material extraído.

o El dominó: se pueden construir con palabras que pertenezcan a una misma


categoría gramatical. Por ejemplo, dominó de verbos: se da a los alumnos el
infinitivo de los verbos y han de colocar debajo de cada uno la forma verbal
correspondiente para formar fichas que se encadenen unas con otras de forma
horizontal.

o El dado: se tira el dado y se buscan en el diccionario palabras que contengan


tantas letras como el número que ha salido. Variantes: que las palabras empiecen
con una grafía determinada, que pertenezcan a la misma categoría gramatical.
Que pertenezcan a un campo semántico concreto.

o ¡Alto!: Un compañero propone una letra y hay que rellenar todas las casillas
hechas en una hoja de un cuaderno con palabras que empiecen por esa letra. El
primero que consigue rellenar todas las casillas dice: ¡Alto! Se para el juego y se
suman los puntos conseguidos, 10 por cas palabra acertada. Los temas del
casillero se ponen de común acuerdo entre todos.
19
o Trabajo de campo: por ejemplo cazar errores ortográficos en la tele, en carteles
de la calle, en tiendas, en anuncios publicitarios, en etiquetas de productos.
También se puede concienciar al alumnado de cómo la publicidad manipula o
¨juega¨ muchas veces con las palabras y con su ortografía para llamar la atención
del usuario o posible comprador. Se pueden establecer distintos grupos en la
clase: uno de ellos recortará anuncios de las revistas y los periódicos, otro
tomará fotografías de las vallas publicitarias, pintadas en las pareces, etc, y otro
estará atento a los anuncios de televisión, grabándolos cuando sea posible. Lo
peligroso de la cuestión es que muchas veces nos vemos literalmente
torpedeados por anuncios en los que se nos ofrece una palabra intencionalmente
mal escrita. Para alguien que tiene asumida su escritura no constituye ningún
problema, pero sí para una persona que no conoce o no tiene fijada la grafía de
tal palabra.

o Dictados: Como hemos apuntado en el apartado anterior, existen diferentes


maneras de realizar dictados. Es interesante variar a menudo la manera de hacer
los dictados, variar también el tipo de texto que se dicta (no solo un fragmento
de buena literatura, también noticias de diario, anuncios publicitarios,
correspondencia, entrevistas, frases sueltas, textos de los propios alumnos.
Variar también el tipo de rol que juegan los alumnos (el que dicta, el que
escribe, el que corrige). Es importante concederle a los alumnos un papel activo
y combinar el dictado con otro tipo de técnicas; por ejemplo, un dictado puede
ser el punto de partida para una redacción muy creativa.

 Dictado tradicional: comentario previo del tipo de texto y del tema,


comprensión global mediante la lectura pausada, lectura segmentada del
texto tantas veces como crea conveniente el profesor, relectura completa
del texto, dejando tiempo suficiente a los alumnos para que se corrijan,
relectura silenciosa por parte de los alumnos, comparación y comentario
del dictado en pequeños grupos, corrección por parte de los alumnos con
el texto original.

 Dictado por parejas: Ofrecer un texto segmentado en dos para que, por
parejas, un alumno le dicte a otro y viceversa.

 Dictado memorístico: Dar unos minutos para que los alumnos


memoricen un fragmento, que posteriormente se dictará. Los textos
pueden ser canciones cortas, adivinanzas, poemas.

 Dictado redacción-colectivo: partir de un estímulo como una fotografía o


un dibujo y formular preguntas cuyas respuestas serán dictadas por unos
alumnos a otros, de manera que participe toda la clase, para
posteriormente realizar una redacción o dibujo sobre el personaje. Como
estímulo, el profesor puede realizar una serie de preguntas: ¿quién es?
¿de dónde viene? ¿a qué se dedica? ¿qué le gusta?
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 Dictado grupal: En grupos de cuatro y partiendo de un tema como puede
ser la hipótesis fantástica: ¿qué pasaría si de repente desapareciesen
todos los coches o el dinero del mundo?. ¿Qué pasaría si pesásemos 180
kg? Cada alumno dice una frase y se la dicta a los demás. La corrección
se realiza en grupo, utilizando materiales de consulta: diccionarios,
gramáticas.

 Dictado fonético: El profesor dicta un texto, pero repite aquellas palabras


que cualquier alumno diga en voz alta. El alumno puede repetir la
palabra tantas veces como necesite escucharla.

 Dictado telegráfico: Dictar sólo palabras plenas (sustantivos, verbos,


adjetivos, adverbios) y los alumnos deben apuntar la frase completa con
todo lo que le falta.

 Dictado para modificar: Dictar frases que los alumnos deben modificar
siguiendo las consignas dadas por el profesor (utilizar el plural, buscar
sinónimos, versión más culta, versión más informal).

 Dictado incompleto o medio dictado: (por ejemplo, dictar frases dejando


huecos en los verbos). Dictado tradicional en el que, de vez en cuando, el
alumno tiene que añadir algunas frases inventadas por él mismo. Al final
se pueden leer alguno de los textos resultantes en clase.

 Dictado con magnetófono: grabar textos, canciones, … dejando huecos


que los alumnos deberán completar. Los textos pueden ser elegidos o
grabados por los alumnos.

 Dictado musical: utilizando instrumentos o sonidos distintos para cada


signo de puntuación, dictar a los alumnos un texto en el que cada vez que
aparezca un signo de puntuación, en su lugar produciremos el sonido
correspondiente de dicho signo. Una variedad sería el dictado cantado:
Este dictado reproduce una situación normal que podemos encontrarnos
en la vida. Por ejemplo, hemos comprado un disco, hay una canción que
nos gusta mucho, nos gustaría tener la letra pero no está impresa. El
profesor escoge una canción y los alumnos la escuchan intentando
apuntar la letra. Después, los alumnos por parejas o en grupos intentan
completar lo que les falta comparando lo que ha apuntado cada uno.

 Dictado del secretario: simulamos que los alumnos son secretarios que
tienen que tomar nota de una carta (o de otro tipo de texto). Por eso, el
profesor lee el texto a velocidad normal, sin detenerse, y los alumnos
toman las notas que pueden. A continuación forman grupos de tres o
cuatro alumnos que han de intentar reconstruir el texto a partir de apuntes

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tomados. La reconstrucción que realicen los alumnos tiene que
conservar, como mínimo, la información relevante del texto.

o Elaboración de ficheros: en la cara delantera aparece la palabra o expresión con


dificultad y en el reverso, la solución o la regla. Existen diversos modos de
elaborar las fichas:

 La ficha puede contener en su parte anterior la palabra con dificultad


ortográfica, pero sin el grafema que produce el error, y en su parte
posterior la palabra correctamente escrita.

 Se puede acompañar la cara en la que no aparece la grafía difícil con un


dibujo alusivo a la letra, o bien con alguna indicación mnemotécnica.

 Homófonos: se pueden utilizar las frases en las que los alumnos hayan
cometido el error, diciéndoles que escriban con otro color el homófono
incorrecto según el contexto, o bien que realicen una ficha en la que
relacionen la grafía difícil de los homófonos con un dibujo.

 Derivados.

 Reglas.

 Las fichas pueden también tener una sola cara en la que aparezca el
grafema, homófono, construcción gramatical, regla, etc., objeto de
estudio y una serie de ejemplos de los mismos.

La utilización de ficheros tienen muchas ventajas: permiten la


individualización de la enseñanza, por lo que se atiende a la diversidad de
ritmos de aprendizaje, eliminan el sentido de ridículo, fracaso y frustración
que provocan los errores ortográficos ante los demás, el alumno se corrige
inmediatamente y se proporciona la recompensa y la satisfacción de haber
aprendido a escribir las palabras difíciles, La continua comprobación de las
palabras ayuda al escolar a no olvidar las grafías problemáticas, incrementa
el sentido de la responsabilidad y la conciencia ortográfica.

A continuación, exponemos algunas actividades para mejorar la memoria visual en


relación con la ortografía:

o Mirar la parte difícil de la palabra escrita en mayor tamaño o en otro color

o Relacionar la palabra con una imagen gigante de la misma o absurda o que llame
la atención. Por ejemplo, un barco, cuya b es tan alta como el cielo.

o Memorizar juntas palabras que sean parecidas, tomando como base la palabra
que el alumno sepa escribir perfectamente. Ejemplos: castillo, cepillo, pajarillo,..

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Algunas actividades para mejorar la memoria auditiva en relación con la ortografía:

o Proyectar la imagen de la palabra en la mente, pero nombra al mismo tiempo la


letra difícil. Por ejemplo, ¨vida se escribe con v¨

o Un alumno lee un texto y cada vez que uno de sus compañeros quiere que
deletree una palabra, lo interrumpe y el lector deletrea la palabra preguntada.
Los demás escuchan atentamente y si consideran que se ha equivocado la
anotan.

o Cantar la grafía difícil

Por otra parte, también es importante fomentar el uso de actividades que sirvan para
fomentar el uso del diccionario. Enseñar a los niños el manejo del diccionario desde los
primeros niveles es fundamental. Les capacitará para resolver problemas en su proceso
escolar y en su futuro profesional. Algunas actividades prácticas para el uso del
diccionario son:

 Aprender el orden alfabético

 Trabajar las distintas acepciones de las palabras

 Escoger una página del diccionario y que copien todas las palabras con
diptongo, triptongo o hiatos o cualquiera de las dificultades ortográficas que se
estén estudiando.

 Escoger una página del diccionario al azar y escribir un texto en el que estén
incluidas todas las palabras de la página ordenadas alfabéticamente.

 Resolver parejas de parónimos relacionándolas con sus definiciones

 Extraer palabras desconocidas del diccionario y que las dibujen. Después,


pueden buscarlas en el diccionario y comparar las definiciones con sus dibujos.

 La palabra misteriosa: el profesor ley una definición del diccionario sobre una
palabra concreta y el alumno ha de adivinar de qué palabra se trata. Variantes: a
partir de un refrán o un una frase hecha, buscar una palabra difícil cuyo
significado sea desconocido para todos. Los alumnos escriben su posible
definición y gana aquél que se haya acercado más a la definición correcta.

 Manejo de diccionario: por ejemplo, ganan los alumnos que logren localizar en
el diccionario mayor cantidad de palabras que contengan ciertas letras.

MATERIALES:

o Cuadernos ortográficos (con método deductivo o inductivo).

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o Diccionarios.

o Libros excelentes que trabajan con la ortografía: David juega y aprende


ortografía. También existen libros basados en cuentos: El zoo de las letras,
Cuentos ortográficos. Por medio de divertidas aventuras se explican las reglas
de ortografía. Hay un cuento para cada regla, y las palabras que contienen el
grafema objeto de estudio aparecen en negrita.

o CD audiovisuales que acompañan a muchos libros de ortografía en particular y


de lengua en general.

o Cartulinas, dados, reloj de tiempo, juegos de mesa,…

o Materiales elaborados en clase.

o Juegos de ordenador.

8.6. Bibliografía

Barberá, Vicente ed altri, Didáctica de la ortografía. Estrategias para su aplicación

práctica, Barcelona, CEAC, 2004.

Cassany, Daniel ed altri, Enseñar lengua, Barcelona, Graó, 2011.

Luceño Campos, José Luis, Didáctica de la Lengua española (lengua oral, vocabulario,

lecto-escritura, ortografía, composición y gramática), Alcoy, Editorial Marfil,


1988.

Pérez González, Jesús, Didáctica de la ortografía, Valladolid, Miñón, 1988.

Ruiz de Francisco, Isabel, La enseñanza de la ortografía. Fundamentación Lingüística y

didáctica, Departamento de Didácticas Especiales, Universidad de las Palmas de


Gran Canaria, 1994.

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