Tutela jurídica del patrimonio cultural
Según lo que fuimos viendo en clases anteriores podemos concluir que el patrimonoi cultural
consiste en una herencia colectiva surgida de hechos acontecidos, personajes ilustres y objetos
materiales que trascendieron el paso del tiempo y que llegaron a formar parte y esencia de la
historia de un lugar sirviendo de nexo entre las genraciones.
¿Quién decide qué cosas o manifestaciones merecen ser catalogadas como bien patrimonial? En
primer lugar es la comunidad la que, en un momento dado de su desarrollo, lo escoge y
selecciona como un elemento cultural que debe ser conservado debido a valores que trascienden
su uso o función primitiva. En una segunda instancia es el Estado quien debe garantizar esa
preservación a partir de su tutelaje jurídico.
El concepto de patrimono cultural no es un concepto jurídicamente unívoco en tanto abarca una
amplia gama de objetos y manifestaciones (cuya catalogación revisaremos con más detenimiento
la clase que viene) que incluyen bienes materiales, tanto culturales como naturales, y bienes
inmateriales asociados a la tradición cultural de una comunidad. Esta diversidad obliga a que
existan distintas leye sobre diferentes bienes o categorías y que cada legislación use su propia
definición de bien cultural.
En la reforma constitucional de 1994 la Argentina incorporó en el artículo 41, referido al
medioambiente, la protección del patrimonio cultural y natural:
“Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo
humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin
comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental
generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establezca la ley.
Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de los recursos
naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, y a la
información y educación ambientales.
Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos de
protección, y a lasprovincias, las necesarias para complementarlas, sin que aquellas
alteren las jurisdicciones locales.”
Incorporado de esta manera en la CN, se le da al patrimonio cultural el carácter de un derecho
colectivo. Corresponde tanto a la Nación como a las provincias hacer efectiva esta protección
emitiendo las leyes necesarias a tal fin. Corresponde a la Nación emitir leyes marco (contenidos
mínimos que requieren de un desarrollo legislativo ulterior) que deberán ser complementadas por
las leyes provinciales. La facultad de reglamentar las leyes (establercer cómo serán apliacadas)
corresponde tanto a Nación como a las provincias. Estas leyes tienen diferente jerarquía jurídica:
en primer lugar prevalece la Constitución Nacional que es la ley suprema de la Nación. En un
segundo nivel están los tratados internacionales ratificados por Argentina, que tienen rango
constitucional. Luego vienen las leyes nacionales sancionadas por el Congreso Nacional que
deben respetar lo establecido en la Constitución y en lo tratados internacionales ratificados por la
Argentina. En cuarto lugar vienen las leyes provinciales que, si bien legislan sobre cuestiones que
le competen exclusivamente a las provincias, deben estar en consonancia con la Constitución
Nacional y con las leyes nacionales.
La Argentina carece de una Ley de Patrimonio General, por lo que en diferentes momentos se
han dictado leyes que han dividido el patrimonio en diferentes áreas estableciendo distintos
órganos de aplicación para cada una de ellas.
Como señala Endere, los bienes culturales poseen diferente estatus jurídico en Argentina: los
yacimientos arqueológico y paleontológicos son de propiedad estatal desde el momento de su
descubrimiento mientras que otros bienes culturales pueden ser propiedad estatal o privada. Para
que un bien sea declarado bien patrimonioal necesita una declaratoria nacional o provincial. Esta
declaratoria no afecta la titularidad sobre el bien, pero limita la libertad del titular si este bien es
declarado de interés público. En ciertas ocasiones, el bien puede ser expropiado por el Estado
previa indemnización al titular.
Podemos tomar como ejemplo la ley provincial N° 7535 sobre la protección cultural de la
provincia de Tucumán. Esta ley identifica y proteger el conjunto de edificios y lugares
considerados patrimonio cultural de la provincia. En el atículo 7 se especifica que el
incumplimiento por parte del titular del bien habilita a la expropiación del mismo. El artículo 8
aclara qué implica la declaración de un bien como patrimonial y el artículo 11 enumera las
obligaciones de los propietarios de un bien patrimonial.
Por último, tener en cuenta que el artículo de Endere tiene algunos años y hay, por lo tanto,
algunas desactualizaciones: la ley de Régimen de Registro de Patrimonio Cultural fue
ntos
reglamentada en 2020.
e se han dictadoleyes que han dividido el aptrimomnioderecho a
un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y
para que l 7535 sobre pas actividades productivas satisfagan las
necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones
futuras; y tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental
generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo
establezca la ley.
Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la
utilización racional de los recursos naturales, a la preservación
del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, y a
la información y educación ambientales.
Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los
presupuestos mínimos de protección, y a las provincias, las
necesarias para complementarlas, sin que aquéllas alteren las
jurisdicciones locales”