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Diseño Curricular Por Competencias Universidad de Carabobo

El documento establece lineamientos para el diseño y rediseño curricular en la Universidad de Carabobo, basándose en directrices internacionales y experiencias previas. Se estructura en tres secciones que abordan políticas de formación por competencias, bases curriculares y un abordaje metodológico, enfatizando la importancia de la multidisciplinariedad y la participación de todos los actores educativos. Además, se busca adaptar el currículo a las necesidades del mercado laboral y a las demandas sociales, promoviendo un enfoque constructivista y humanista en la formación profesional.

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Diseño Curricular Por Competencias Universidad de Carabobo

El documento establece lineamientos para el diseño y rediseño curricular en la Universidad de Carabobo, basándose en directrices internacionales y experiencias previas. Se estructura en tres secciones que abordan políticas de formación por competencias, bases curriculares y un abordaje metodológico, enfatizando la importancia de la multidisciplinariedad y la participación de todos los actores educativos. Además, se busca adaptar el currículo a las necesidades del mercado laboral y a las demandas sociales, promoviendo un enfoque constructivista y humanista en la formación profesional.

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LINEAMIENTOS QUE ORIENTAN EL TRABAJO CURRICULAR EN

LA UNIVERSIDAD DE CARABOBO

RESUMEN EJECUTIVO

El documento que se desarrolla a continuación contiene los lineamientos que se


propone orienten el trabajo de diseño y rediseño curricular en la Universidad de Carabobo.
Para su elaboración se partió de un análisis de las directrices en esta materia emanadas por
los organismos rectores a nivel mundial y de las experiencias desarrolladas por instituciones
internacionales y nacionales. Asimismo, se tomó en consideración las debilidades de los
diseños curriculares de la institución, detectadas a través de la aplicación de los instrumentos
propuestos por la Comisión Nacional de Currículo en el año 2005, para diagnosticar el
estado del arte de las carreras con miras a la participación en el Convenio de la Comunidad
Andina de Naciones (CAN). En tal sentido, se revisaron documentos emanados de la
UNESCO-CRESALC, de la Conferencia Iberoamericana de Ministros de Educación y de la
Conferencia Regional de Educación Superior. Y las iniciativas propuestas en el Proyecto de
Bolonia, el Proyecto Tuning, el Sistema de Evaluación y Acreditación, la Comunidad Andina
de Naciones (CAN), el Proyecto Tuning América Latina, el Sector educativo del
MERCOSUR, el Centro Interamericano para el Desarrollo del Conocimiento en la Formación
Profesional (CINTERFOR), el Sistema de Evaluación y Acreditación de la Calidad (SEA) y la
Comisión Nacional de Currículo (CNA).

Este documento está estructurado en tres grandes secciones, en la primera se


presentan las “Políticas y Tendencias en la Formación por Competencias” y el “Marco
Referencial”. La segunda parte incluye las “Bases Curriculares” que abarcan las “Bases
Legales”, las “Bases Filosóficas”, las “Bases Psicológicas”, las “Bases Andro
Pedagógicas” y las “Bases Teóricas”. Y en la última sección se desarrolla el “Abordaje
Metodológico”, a través de las fases de Deconstrucción, Reconstrucción, Administración y
Evaluación y Seguimiento.

En tal sentido, la propuesta se ajusta al marco legal de la República Bolivariana de


Venezuela, en lo referente a la legislación educativa nacional. A saber: (a) Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela (1999), (b) Ley Orgánica de Educación (1980), (c) Ley
de Universidades (1970), (d) Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre
de Violencia (2007), (e) Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente (LOPNA)
(1998) y (f) Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas (2005). Además, se
consideraron un conjunto de documentos que orientan el trabajo curricular.

Desde el punto de vista tecno curricular, esta propuesta asume el humanismo como
teoría socio filosófica, y el cognoscitivismo y el constructivismo como fundamento
psicológico. Asimismo, se adopta la teoría del enfoque de sistemas como basamento
sociológico y los principios de la pedagogía y andragogía como sustentos andrago
pedagógicos para el desarrollo de aprendizajes de adolescentes y adultos. Desde el punto

2
de vista teórico esta perspectiva responde a un enfoque complejo, asumiendo los postulados
del pensamiento complejo de Morin. En consecuencia, los procesos formativos asumen la
multidisciplinariedad, la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad como premisas
fundamentales. Y para el diseño curricular se adoptan los principios de transversalidad,
pertinencia, hologramático, coherencia, flexibilidad y educación permanente.

Así, bajo estos lineamientos las competencias profesionales genéricas y específicas


constituyen el conjunto de características que las personas poseen o desarrollan en función
de las necesidades del entorno y de sus motivaciones y aspiraciones personales. Por ende,
implican saber, saber hacer, tener actitudes para ejecutar eficientemente un grupo similar de
acciones, además de un conjunto de valores que guíen las acciones. Es así como pare el
proceso de diseño del currículo se toma en consideración los requerimientos del mundo
laboral profesional, los problemas de la sociedad y el proyecto ético de vida de los
estudiantes. Adicionalmente, hay participación amplia de todos los actores involucrados en el
hecho educativo como docentes, estudiantes y personal administrativo y obrero; y se plantea
una continua sistematización de los cambios a partir de la evaluación, de la planeación y de
la ejecución.

El proceso de diseño o rediseño curricular parte de un diagnóstico de las experiencias


de la realidad social, de la práctica profesional, del estado del arte de la disciplina particular y
del mercado laboral, lo que permite determinar las necesidades de formación profesional. De
estos insumos se derivan las competencias indispensables para definir el perfil de egreso del
futuro profesional. Para operacionalizar estas acciones se plantean, en el caso del rediseño
curricular, las fases de Deconstrucción, Reconstrucción, Administración y Evaluación y
Seguimiento, obviando la primera de ellas cuando se diseñan ofertas académicas nuevas.

1. INTRODUCCION

El proceso de rediseño curricular, bajo el enfoque por competencias profesionales,


propuesto para la Universidad de Carabobo, adopta una orientación constructivista y
humanista, lo que implica un mayor compromiso social de sus egresados y egresadas. De
modo que se asume como premisa fundamental la articulación entre la teoría y la práctica,
en consecuencia, el proceso de aprendizaje se fundamenta en las necesidades reales de los
y las estudiantes y su entorno, además se vincula con las demandas del sector laboral,
fortaleciendo la formación integral de ciudadano y ciudadana objeto de aprendizaje.

Todo este proceso se llevará a cabo atendiendo la situación actual de los diseños
curriculares de la institución, la cual fue determinada a través de la aplicación de los
instrumentos para diagnosticar el estado del arte de las carreras (CNC, 2005), con miras a la
participación en el Convenio de la Comunidad Andina de Naciones (CAN). En este proceso
se detectaron algunas debilidades, tales como: (a) los diseños no han sido elaborados con
base en competencias profesionales, (b) en muchos de los casos el sistema de prelaciones
no atiende realmente al requerimiento de conocimientos previos que deben poseer los y las

3
estudiantes, (c) existe mucha frondosidad curricular a pesar del trabajo de racionalización
académica efectuado en el año 2000, (d) existe poca relación teoría práctica en el desarrollo
de los planes de estudio, (e) se hace necesario revisar las asignaturas electivas y optativas
de manera que ellas respondan realmente a su concepción original y no a ofertas que, en la
mayoría de los casos, no son de interés para los y las estudiantes.

Ahora bien, la adopción del enfoque del diseño curricular por competencias implica un
cambio paradigmático profundo que contribuirá de manera significativa a solventar las
debilidades en materia curricular de nuestra institución. Así, en primer lugar, es preciso
realizar una mayor difusión de los diseños curriculares, entre los y las docentes y entre los y
las estudiantes, a fin de lograr mayor disciplina en su desarrollo; así como ofrecerles la
capacitación y actualización pedagógica-andragógica necesaria para obtener un desarrollo
curricular acorde con las tendencias, tanto en la formación profesional propiamente dicha
como en las destrezas educativas. Al mismo tiempo, al considerar estrictamente los niveles
de logro para el desempeño profesional, se revisaría la ubicación de los saberes en función
de tales niveles, es decir, en pregrado y en postgrado, evitando así la repetición de
contenidos. Además, se observa que la carga en créditos no ha sido calculada tomando
como base las horas que necesitan los y las estudiantes para asistir a clases presenciales y
el tiempo para las asesorías, el estudio y preparación en sus unidades curriculares,
pasantías y otras actividades. Igualmente, implica alcanzar una vinculación de la docencia, la
investigación y la extensión en las estrategias de aprendizaje a ser utilizadas en el desarrollo
de los cursos. Y, finalmente, conlleva a realizar un seguimiento de carácter sistemático al
desarrollo de los planes de estudio. En síntesis, la estructura organizacional y normativa de
la Universidad requiere de una adaptación a los nuevos paradigmas.

Este Documento consta de tres grandes secciones, en la primera se presentan las


“Políticas y Tendencias en la Formación por Competencias”, así como el “Marco
Referencial”. En la segunda se incluyen las “Bases Curriculares” que abarcan las “Bases
Legales”, las “Bases Filosóficas”, las “Bases Psicológicas”, las “Bases Andro
Pedagógicas” y las “Bases Teóricas”. A su vez, las “Bases Teóricas” comprenden
nociones sobre el “Pensamiento Complejo” y los “Principios y Fundamentos
Curriculares” que orientan el diseño curricular por competencias. Y la tercera sección esta
dedicada al “Abordaje Metodológico”, incluyendo las fases de Deconstrucción,
Reconstrucción, Administración y Evaluación y Seguimiento.

2.-FUNDAMENTACION

2.1. POLÍTICAS Y TENDENCIAS EN LA FORMACIÓN POR COMPETENCIAS

El mundo actual se caracteriza por cambios acelerados, producto del proceso de


globalización, el impacto de las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) y la
necesidad de gestionar la diversidad, lo cual hace necesario un entorno educativo
significativamente diferente. En tal sentido, entre las conclusiones de la Declaración Mundial

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sobre la Educación Superior en el siglo XXI: visión y acción, se destaca la necesidad de
tomar en consideración, de manera sistemática, las tendencias que se dan en el mundo
laboral y en los sectores científicos, tecnológicos y económicos. Asimismo, se planteó que es
necesario garantizar que el y la profesional adquiera herramientas para aprender a
emprender, por lo que se requiere una Educación Superior centrada en el y la estudiante y
donde se garantice la actualización constante de los saberes, en otras palabras, que
adquieran competencias tanto para el desempeño personal como profesional (UNESCO-
CRESALC, 1998).

En el XXXI Encuentro de Comisiones de Delegados de la Sociedad de Arquitectos del


Uruguay (SAU): nuevos desafíos al ejercicio profesional, Boero (2007) plantea que se debe
realizar una revisión del tiempo de duración de las carreras, de la frondosidad curricular y de
la sobre especialización de los egresados y egresadas. En este mismo orden de ideas, en la
Conferencia Iberoamericana de Ministros de Educación (2008), se propuso como eje central
de las metas para el 2021, mejorar y adaptar el diseño de la educación tecno profesional a
las demandas laborales, fomentando la modalidad del diseño por competencias para el
desarrollo de los diferentes programas.

Por su parte, en la Declaración Final de la Conferencia Regional de Educación


Superior (CRES, 2008) se afirma que para asegurar un significativo crecimiento de la
cobertura educacional, es imprescindible que la Educación Superior genere estructuras
institucionales y propuestas académicas que garanticen el derecho a ella y la formación del
mayor número posible de personas competentes, destinadas a mejorar sustancialmente el
soporte sociocultural, técnico, científico y artístico que requieren los países de la región.

En consecuencia, las instituciones deben crecer en diversidad, flexibilidad y


articulación, así como producir transformaciones en los modelos educativos. Partiendo del
hecho de que los diseños curriculares emergen de las necesidades sociales, las
competencias surgen como elementos integradores capaces de seleccionar, entre una
amplia gama de posibilidades, los saberes apropiados para determinados fines. Este hecho
implica un desplazamiento de una educación centrada en la enseñanza hacia una educación
enfocada en el desarrollo de competencias, lo que conduce a un cambio en el papel del
educador y educadora, en el enfoque de las actividades educativas y, en definitiva, en la
organización del proceso educativo.

El diseño curricular bajo el enfoque de competencias profesionales tiene sus orígenes


en el Proyecto de Bolonia (1999), donde se establece que para el 2010 debe existir una
Educación Superior coherente, compatible y competitiva, enfatizando en la importancia del
desarrollo curricular, la cooperación entre las instituciones, los esquemas de movilidad y la
integración de la formación e investigación. Bajo estos lineamientos, en el año 2000 surge el
Proyecto Tuning (2007) para sintonizar la estructura educativa que poseían, proyecto que se
extiende posteriormente a América Latina con cuatro carreras en sus inicios.

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En el ámbito nacional, la OPSU, el Núcleo de Vicerrectores Académicos, la Comisión
Nacional de Currículo (CNC) y las comisiones regionales e institucionales responsables del
trabajo curricular, se han avocado a la tarea de buscar alternativas que permitan incorporar a
las instituciones educativas del país en este paradigma. Así, la CNC, como organismo asesor
del Núcleo de Vicerrectores Académicos, ha desarrollado estrategias para la implantación del
diseño curricular por competencias en las diferentes universidades. En la actualidad, la
mayoría de éstas se encuentran involucradas en este proceso, bien sea en la etapa de las
instancias competentes para su implantación, o bien tomando las previsiones para realizar
los cambios organizacionales que este nuevo enfoque curricular demanda. Adicionalmente,
el Sistema de Evaluación y Acreditación ha presentado estrategias e indicadores que
motivan al diseño de los currículos universitarios por competencias.

2.2. MARCO DE REFERENCIA

2.2.1 Subsistema de Evaluación y Acreditación (SEA) (Villarroel, 2003)

El Consejo Nacional de Universidades en el año 2002 creó el Subsistema de


Evaluación y Acreditación (SEA), para asegurar la calidad de las Universidades
Venezolanas. Posteriormente, la OPSU presentó en el año 2004, un documento con los
requerimientos para la tramitación y evaluación de proyectos de creación de instituciones y
carreras de pregrado, cuyo propósito es asegurar la calidad básica en todos los nuevos
proyectos de “Institución y Carreras, Extensiones y Núcleos de Universidades”. En la
exposición de motivos del documento, se incorporan los conceptos de estándar de calidad,
estudio de factibilidad y los escenarios de desempeño, los cuales generarán los perfiles
profesionales genéricos y específicos con base en la definición de las competencias. El
proyecto anexa un glosario de términos que, en relación a la definición de competencias,
señala que constituyen un desempeño social complejo que expresa los conocimientos, las
habilidades, las aptitudes, las actitudes y el desarrollo integral de una persona dentro de una
actividad específica.
En el marco operativo el instructivo sugiere las siguientes competencias:

 Capacidad de aplicar conocimientos.


 Capacidad de resolución de problemas.
 Capacidad de aprender
 Manejo apropiado del idioma en forma oral y escrita.
 Manejo de tecnologías de información y comunicación.
 Capacidad para trabajar en equipo.

2.2.2 Comunidad Andina de Naciones (CAN) (Comisión de la Comunidad Andina,


1998)

La Comunidad Andina de Naciones (CAN), en el año 1998, aprobó una propuesta de


reconocimiento mutuo de licencias, títulos profesionales y acreditaciones en el seno de los

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países miembros. Este reconocimiento para la prestación de servicios profesionales es un
principio general que desarrolla la libre movilidad de bienes, personas y servicios, mediante
la libertad de circulación de estudiantes, académicos y académicas, proveedores y
proveedoras de servicio en general y profesionales en particular.

Este mecanismo de reconocimiento mutuo implica reconocer la validez de los títulos y


diplomas expedidos en cualquiera de los países y autorizar a sus portadores para el ejercicio
de dichas profesiones, así como unificar, en lo posible, sus respectivos planes de estudios
universitarios.

En consecuencia, los núcleos y comisiones permanentes del CNU, se avocaron a la


tarea de evaluar y acreditar los perfiles y planes de estudio de las carreras, para luego
implantar el sistema de reconocimiento en los países miembros de la CAN. En las
universidades nacionales se realizó un trabajo de diagnóstico de los diseños de las carreras,
a través de un instrumento elaborado en la CNC, con miras a alcanzar su homologación.
Estas iniciativas se paralizaron a raíz de la salida de Venezuela de este organismo (Consejo
Nacional de Universidades. Secretaria Permanente, 2004, Mayo 03).

2.2.3 Tuning América Latina (González, Wagenaar. y Beneitone, 2004; Tuning


América Latina, 2007)

Este proyecto constituye un trabajo conjunto que construye lenguajes y mecanismos


para la comprensión recíproca de los sistemas de enseñanza superior, que faciliten los
procesos de reconocimiento de carácter transnacional y transregional. Ha sido concebido
como un espacio de reflexión de actores comprometidos con la Educación Superior, que a
través de la búsqueda de consensos, contribuye para avanzar en el desarrollo de
titulaciones, comparables y comprensibles, de forma articulada en América Latina.

Tuning América Latina abarca cuatro grandes líneas de trabajo:


 Competencias Genéricas y Específicas de las Areas Temáticas.
 Enfoques de Enseñanza, Aprendizaje y Evaluación de las Competencias:
 Créditos Académicos:
 Calidad de los programas.

El Proyecto Tuning incluye un modelo de diseño, implantación y administración de


planes de estudios, donde las competencias se desarrollan de una manera progresiva a
través de en una serie de unidades o módulos en diferentes etapas del programa. Este
modelo contempla las siguientes etapas:

 Definición del perfil conducente al título.


 Descripción de los objetivos del programa y de los resultados del aprendizaje, en
términos de conocimientos, comprensión, habilidades y capacidades.
 Identificación de las competencias genéricas y específicas de cada área.

7
 Traducción al plan de estudios, es decir, selección de los contenidos y estructura
modular y créditos.
 Traducción a unidades y actividades educativas para alcanzar los resultados de
aprendizaje definidos.
 Definición de los enfoques didácticos y de aprendizaje y de los métodos de
evaluación.
 Desarrollo de un sistema de evaluación concebido para incrementar de modo
constante su calidad.

2.2.4 MERCOSUR Educativo (MERCOSUR Educativo, 2006)

La misión del Sector Educativo del MERCOSUR (SEM) se centra en conformar un


espacio educativo común, estimulando la formación de la conciencia ciudadana para la
integración, la movilidad y los intercambios, con el objeto de lograr una educación de calidad
para todos, en un proceso de desarrollo con justicia social y respeto a la diversidad cultural
de los pueblos de la región. En cuanto la Educación Superior, el reto se centra en la
conformación de un espacio académico regional, el mejoramiento de su calidad y la
formación de recursos humanos. Así, las metas consisten en:

 Aprobar un Acuerdo de Acreditación de Carreras de Grado y de Movilidad.


 Implantar un “Programa de Capacitación de Pares Evaluadores y de Movilidad de
Estudiantes, Docentes, Investigadores e Investigadoras y Administradores y
Administradoras”.
 Consolidar los programas de postgrado en la región.
 Implementar acciones en el área de formación docente.
 Aprobar un “Acuerdo de Reconocimiento de Títulos de Nivel Terciario no
Universitario” para la prosecución de estudios en los países del MERCOSUR.

De modo que se pretende mejorar, por una parte, la formación de recursos humanos
para promover el desarrollo y, por otra, actualizar y armonizar los sistemas educativos. En tal
sentido, se propone el diseño de un procedimiento e instrumentos de evaluación de un
sistema de certificación por competencias, centrado en:
 La situación de debates y estado de implantación de los procedimientos e
instrumentos para un sistema de certificación por competencias en los países del
MERCOSUR.
 Recomendaciones fundadas acerca de criterios, procedimientos e instrumentos de
evaluación para un sistema de certificación por competencias.

2.2.5 Centro Interamericano para el Desarrollo del Conocimiento en la


Formación Profesional (CINTERFOR) (CINTEFOR - OIT, 2008)

La Organización Internacional del Trabajo, en reunión realizada en Abril de 1961, en


Buenos, Aires, aprobó la creación de un Centro Interamericano de Investigación y

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Documentación sobre la Formación Profesional-CINTERFOR. Esta organización asume los
siguientes planteamientos:

 La política de educación y formación profesional de un país debería ser determinada


sobre la base de un plan nacional que esté en armonía con una política nacional de
desarrollo económico y social. Dicha política debe conducir a elevar el nivel de vida,
mediante la utilización efectiva de todo el potencial de mano de obra del país en
empleo productivo.
 La política de educación y formación profesional debería centrarse en: (a) adecuar la
enseñanza a la realidad económica y social; (b) incorporar en los cursos de formación
profesional el tema de las relaciones humanas; (c) revisar los sistemas y métodos de
formación profesional, teniendo en cuenta que la formación es un medio de
desarrollar las aptitudes profesionales de una persona dentro de los límites de las
posibilidades de empleo; y (e) entender la formación como un proceso que debería
continuar durante toda la vida profesional de un individuo, según sus necesidades.

En este sentido, se establece que la competencia laboral es la construcción social de


aprendizajes significativos y útiles, especialmente para el desempeño en una situación real
de ejercicio profesional. Esta se obtiene a través del proceso instruccional y también, en
gran medida, mediante el aprendizaje por experiencia propia de las situaciones concretas de
trabajo.

3. BASES CURRICULARES.

Definir las bases curriculares del diseño basado en competencias, implica transitar por la
orientación legal, filosófica, psicológica, sociológica, andrago-pedagógica y teórica que lo
sustenta.

3.1 Bases Legales

Las universidades tienen la obligación de fundamentar las carreras que ofrecen en el


marco legal de la República Bolivariana de Venezuela, en la legislación educativa nacional y
en un conjunto de documentos que orientan el trabajo curricular. A saber:

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), en su Preámbulo,


indica que el fin supremo es establecer una sociedad democrática, participativa y
protagónica, multiétnica y pluricultural en un estado de justicia federal y descentralizado que
asegure, entre otros derechos, el de la cultura y la educación. Adicionalmente, en las normas
establecidas en el Capítulo VI, “De los Derechos Culturales y Educativos”, específicamente
las contenidas en los Artículos 102 al 111 que recogen entre otros principios:

 La educación es un derecho humano y un deber social fundamental, es democrática,


gratuita y obligatoria.

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 La educación es un servicio público y está fundamentada en el respeto a todas las
corrientes del pensamiento, con la finalidad de desarrollar el potencial creativo de
cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad.
 Toda persona tiene derecho a una educación integral.
 El derecho a educar y a la existencia de instituciones educativas públicas y privadas.
 La obligatoriedad de la educación ambiental.
 La incorporación del conocimiento y aplicación de las nuevas tecnologías y de sus
innovaciones en los procesos de enseñanza y aprendizaje.
 El reconocimiento de la autonomía universitaria como principio y jerarquía que
permite a la comunidad universitaria dedicarse a la búsqueda del conocimiento a
través de la investigación científica, humanística y tecnológica, para beneficio
espiritual y material de la Nación.
 Reconocimiento del interés público por la ciencia, la tecnología, el conocimiento, la
innovación y sus aplicaciones.

La Ley Orgánica de Educación (1980), en los Artículos 2 al 7, define la política y la


filosofía del sistema educativo nacional encaminado a lograr el pleno desarrollo de la
personalidad y el logro de un individuo sano, culto, crítico y apto para convivir en un sociedad
democrática, justa y libre, basada en la familia, en el trabajo, en la transformación social, con
los valores de la identidad nacional, la tolerancia, la comprensión y el fortalecimiento de la
paz entre las naciones. La educación fomentará el desarrollo de la conciencia ciudadana
para la conservación y defensa del ambiente, uso de los recursos naturales y formación de
equipos humanos para el desarrollo del país en forma integral. Además, se señala que el
proceso educativo debe estar vinculado al trabajo con el fin del armonizar la educación con
las actividades productivas del país.

La Ley de Universidades (1970) en los Artículos 2 y 3 enuncia que las universidades


son instituciones que se orientan a la contribución de las soluciones de los problemas
nacionales; ejercen la función rectora de la educación, la ciencia y la cultura, por lo que se
les otorga la misión de las actividades de investigación y enseñanza; y tienen como misión
complementar los ciclos de enseñanza previos y la formación de los profesionales cuya
acción se oriente al desarrollo del país.

La Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (2007)
en los Artículos 24, 25 y 27, indica la incorporación necesaria en los planes, proyectos y
programas de estudios, de actividades dirigidas a transmitir a los y las estudiantes los
valores de la igualdad de género, el respeto, la mutua tolerancia, la autoestima y, en general,
la igualdad de condiciones entre hombres y mujeres. Para tal fin, se impone transversalizar
los planes de estudio, evitando la discriminación o violencia en contra de las mujeres.

Asimismo, las bases legales incluyen el contenido de las siguientes leyes:


 Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente (LOPNA) (1998).
 Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas (2005).

10
Adicionalmente, aportan elementos importantes los documentos que se refieren a
continuación:

 El Instructivo para Tramitar ante el Consejo Nacional de Universidades la Creación de


Instituciones de Educación Superior, de Carreras Nuevas en las Instituciones
Existentes (29/04/1994.).
 Políticas y Estrategias para el Desarrollo de la Educación Superior en Venezuela
2000-2006. Conferencia de la Vice-Ministra de Educación Superior dictada en Mérida
en el 2001.
 Políticas, Programas y Acciones del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Boletín Estadístico Estudiantil 1997-2001. Editado por la Universidad Central de
Venezuela (2002).
 Sistema de Evaluación y Acreditación de las Universidades (Documento Preliminar)
(MECD-CNU-OPSU, 2000).
 Proyecto Alma Mater para el Mejoramiento de la Calidad y la Equidad de la
Educación Universitaria en Venezuela. Caracas, Noviembre de 2002, Cuadernos
OPSU.
 Encuesta Nacional de Recursos Humanos. (Conindustria-Fundei, 1998).
 Programas de Gestión de Tecnología de los Ministerios de Ciencia y Tecnología y
Producción y Comercio (2001)
 Proyecto Educativo Nacional. (MECD. Mayo del 2001).
 Estatuto del Profesor Universitario de la Universidad de Carabobo (2009)
 Informes Presentados por la Comunidad Andina de Naciones Respecto al Sistema de
Reconocimiento (Mutuo) de Licencia, Títulos Profesionales, y Acreditaciones en la
Comunidad Andina (CAN, Agosto 1997 – 2002).

3.2 Bases Filosóficas

En primer término, es preciso destacar los aportes que hace el humanismo, como
teoría socio filosófica centrada en la persona, al diseño por competencias. Desde esta
corriente filosófica se intenta superar el concepto educativo basado en la conducta
observable y en los procesos de estimulo y respuesta, que en nombre de la objetividad,
cosifican al sujeto, invisibilizando sus capacidades cognitivas, humanas, sociales, culturales,
profesionales y laborales pertinentes a la realidad del contexto en el cual este se
desempeña. (Lesjter, 2003) Por el contrario, esta concepción hace de la persona el centro de
toda acción de aprendizaje.

En consecuencia, es pertinente, frente a las exigencias del currículo por competencia,


plantear una educación basada en el ser, saber, saber hacer y convivir, como cuatro ejes
rectores fundamentales que impulsan el desarrollo de las competencias genéricas,
profesionales y específicas en las distintas áreas del conocimiento. Por otra parte, desde

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este enfoque, se requiere la flexibilización del conocimiento y el reconocimiento de la otredad
como expresión para garantizar la diversidad humana y cultural.

3.3 Bases Psicológicas

En la modalidad del diseño por competencias, se retoman las teorías psicológicas de


aprendizaje dadas desde el cognoscitivismo y el constructivismo, a partir de las cuales se
reivindica el valor de las estructuras cognoscitivas del ser humano y las capacidades para
insertarse en un aprendizaje basado en la zona de desarrollo próximo con pertinencia socio-
cultural. De modo que, se hace referencia a los aportes de Ausubel, Vygostky y Rogers,
como alternativas posibles para la construcción de un currículo, en el que se rescate el valor
de la metacognición, los aprendizajes significativos, el pensamiento crítico, reflexivo y
creativo y el valor de lo sociocultural (Lesjter, ob. cit.).

Es así como, Ausubel (1963) plantea que el aprendizaje depende de la estructura


cognitiva previa que se relaciona con la nueva información, entendiéndose por estructura
cognitiva, al conjunto de conceptos e ideas que un individuo posee en un determinado
campo de conocimiento, así como la forma en la cual los ha organizado. Para este autor una
metacognición ocurre cuando los contenidos son relacionados de modo sustancial con lo que
el alumno ya sabe. Esto explica el por qué una competencia no puede estar representada
por saberes y habilidades no pertinentes con la realidad en la cual está inserto quien la
posee, por el contrario, ella debe representar sistemas de relacionalidad entre lo que la
persona conoce, hace y lo que la realidad social e institucional requiere. Se trata de lograr un
aprendizaje para la vida, basado en competencias pertinentes socialmente.

Asimismo, el autor adopta la teoría de aprendizaje del constructivismo social, bajo la


cual se considera al individuo como un producto del proceso histórico y social, donde el
lenguaje desempeña un papel primordial y el conocimiento constituye un proceso de
interacción entre el sujeto y el medio, asumiendo el medio desde una perspectiva social y
cultural. Este autor, hace mención a un sistema de aprendizaje basado en la interacción con
los demás, al cual llama “Zona de Desarrollo Próximo” o posibilidad de los individuos según
el cual se puede aprender en el ambiente social y en la interacción con los demás. En este
sentido, desde la “Zona de Desarrollo Próximo” el proceso de enseñar a aprender se
convierte en un sistema de mediación, más allá de lo instruccional, el cual abarca lo cultural,
lo social y lo histórico. Según esta visión, se habla de estrategias metacognitivas centradas
en el desarrollo del pensamiento creativo y flexible, y en procesos educativos reflexivos y
autónomos, en los que los individuos aprenden y reaprenden continuamente, y desarrollan
autonomía, criticidad y responsabilidad con la vida desde una actitud saludable,
comprometida y creativa (Rogers, 1987).

12
3.4 Bases Sociológicas

Dentro de las teorías que fundamentan el diseño se puede destacar la teoría del
enfoque de sistemas. Bajo esta teoría es posible comprender una estructura como un todo
integrado con sus partes en relación, entendido como procesos o tejidos que se vinculan a
partir de puntos en común (Lesjter, ob. cit.). En el caso del diseño por competencia, se trata
de un sistema universitario que vincula a las carreras a través de competencias genéricas,
que a su vez permiten precisar las relaciones que, desde las competencias profesionales y
específicas, establecen el tronco común de perfiles, independientemente del contexto
sociocultural, geográfico y económico que defina a cada unidad académica del sector
universitario

3.5 Bases Andrago Pedagógicas

Bajo el enfoque de la formación por competencias es preciso comprender y diferenciar


qué implica hacer pedagogía y hacer andragogía, ya que los y las estudiantes que ingresan
a la universidades, están entre estos dos procesos por las edades en las que oscilan su
participación universitaria, entre 16 años y más; edades en las que según Piaget, citado en
Lejter (ob. cit.): “El sujeto todavía conserva referentes de la adolescencia con constructos
ciertamente de la edad infantil” (p. 23).

Pedagogía, según Álvarez (2001), significa docencia para niños y adolescentes y


Andragogía, según Alcalá (1997), es la ciencia y el arte, que inmersa en la educación
permanente, se desarrolla a través de una práctica fundamentada en los principios de
participación y horizontalidad. Se entiende así la Andragogía como Educación de Adultos, lo
cual indica que las formas de aprendizaje y enseñanza, así como de evaluación en este ciclo
de vida, no son las mismas que en la Pedagogía.

La Andragogía, a diferencia de la Pedagogía, de acuerdo a lo señalado por Lejter (ob.


cit.), requiere que al adulto se le reconozca su bagaje histórico, cultural y social, que participe
en el aprendizaje y que construya su propio conocimiento con ayuda del mediador. De
manera que el adulto necesita saber el por qué debe aprender algo y debe involucrarse en la
planificación y evaluación de la instrucción. Además, el aprendizaje de los adultos, se centra
en la solución de problemas y no en los contenidos. En consecuencia, la instrucción se
enfoca más en el proceso que en los contenidos.

En otras palabras, el aprendizaje andragógico se basa en la confrontación directa de


problemas prácticos, sociales o personales, constituyendo la autoevaluación el método
principal para determinar si el aprendizaje se ha logrado. Así, entre los principios que rigen la
educación de adultos destacan, priorizar la experiencia de los individuos, adaptar el
aprendizaje a la edad de los participantes y garantizar que el participante intervenga en la
organización de su propio aprendizaje (Lejter, ob. cit.).

13
Por su parte, la Pedagogía, a diferencia de la Andragogía, tal y como lo señala Álvarez
(ob. cit.), “requiere de un instructor más que de un mediador, que sin coartar las
potencialidades de niños, niñas y adolescentes, estimule la creatividad y el pensamiento
reflexivo bajo estrategias de aprendizaje supervisadas y dirigidas para el logro de las metas
esperadas”. (p. 34).

3.6 Bases Teóricas

La construcción del currículo, desde la perspectiva de las competencias, responde a un


enfoque complejo. Esta perspectiva integra el liderazgo y la gestión de calidad, con los
postulados del pensamiento complejo de Morin. En este sentido, el proyecto educativo
responde a un modelo orientado por el trabajo en equipo y la planificación estratégica, con el
fin de orientarse a la gestión de calidad, la autoevaluación y la acreditación (Tobón, 2004).

3.6.1 Pensamiento Complejo

Bajo este paradigma, el currículo es asumido como un campo multidimensional y


complejo, reflejo de la realidad educativa. Así, según lo señala Morin (2002), el currículo
debe asumir los principios del pensamiento sistémico, entre los que destacan el
hologramático, el recursivo y el retroactivo. Estos principios implican la no fragmentación del
conocimiento, la flexibilidad y la integralidad. En este contexto, una de las funciones básicas
de la educación es la formación de un ciudadano y ciudadana capacitado para elaborar
respuestas desde su misma condición de complejidad (Briceño, 2008). Así, puede plantearse
la integración curricular desde un enfoque basado en la fusión de saberes que encierran una
nueva manera de tratar, organizar y producir conocimiento. En consecuencia, se asumen
tres grandes enfoques:

 Multidisciplinariedad: representa el nivel mínimo de integración disciplinar.


Básicamente consiste en reunir diferentes asignaturas en torno a un referente, por lo
general, de marcado carácter académico (Martínez, 1997).
 Interdisciplinariedad: interacción entre los objetos de estudio de las diferentes
disciplinas, logrando la interacción de sus aportes respectivos en un todo coherente y
lógico (Martínez, ob. cit.)

 Transdisciplinariedad: plantea lo que está al mismo tiempo entre, a través de, y


más allá de las disciplinas. Su finalidad es la comprensión del mundo y la articulación
de saberes. Es una estrategia didáctica que pone en juego una serie de saberes para
facilitar la interiorización de los conocimientos (Pujol, 2009)

3.6.2 Principios Curriculares

En el diseño por competencias se enfoca el currículo desde los principios de:

14
 Transversalidad: tiene como propósito el desarrollo integral del y la estudiante
mediante la acción pedagógica de áreas o proyectos curriculares y la incorporación
de temas críticos y emergentes de su medio social (Barreto, 1997).

 Pertinencia: principio que se relaciona con el impacto y calidad en el diseño


esperado, privilegiando la argumentación desde la prospectiva de la atención
razonable a las necesidades futuras, de acuerdo con las provisiones de los cambios
científicos, tecnológicos, demográficos, sociales, económicos y políticos (Barreto, ob.
cit.).

 Hologramático: se refiere a la integralidad curricular, dada por la inclusión en la


propuesta curricular de campos, tales como medio ambiente, ciudadanía, derechos
humanos, salud, organización, entre otros (Santos, 2000)

 Coherencia: elaboración y presentación de los conocimientos a fin de darle sentido y


aplicabilidad teórica y práctica en su desarrollo profesional, académico y científico
(Zabalza, 1997).

 Flexibilidad: proceso de intercomunicación disciplinaria orientado a, facilitar la


movilidad de actores académicos, acelerando los flujos de comunicación, conectar el
conocimiento con la acción y democratizar la regulación del trabajo académico
(Pedroza, 2005 citado por Escalona, 2008).

 Educación permanente: Según la UNESCO (1998) el conocimiento contemporáneo,


su renovación y vertiginoso incremento lleva al concepto actual de educación
permanente como complemento indisoluble de los estudios conducentes a grados y
títulos.

3.6.3 Diseño Curricular por Competencias.

El diseño curricular por competencias se define como una actividad de selección de


contenidos, actitudes, capacidades y conocimientos básicos para vivir en la sociedad y
desempeñarse en ella. El diseño del currículo, bajo este paradigma, toma en cuenta, tanto
los requerimientos del mundo laboral profesional, como los problemas de la sociedad y el
proyecto ético de vida de los estudiantes (Vargas, 2004). Bajo esta perspectiva, hay
participación amplia de todos los elementos relacionados con el programa académico tales
como docentes, estudiantes y personal administrativo y obrero; y se plantea una continua
sistematización de los cambios a partir de la evaluación, de la planeación y de la ejecución.
Además, está orientado hacia los resultados, pero teniendo como base los procesos y busca
apoyar los procesos de gestión de la calidad en los programas.

Ahora bien, las competencias a juicio de Canquiz e Inciarte (2006), constituyen el


conjunto de características que las personas poseen o desarrollan en función de las

15
necesidades del entorno y de sus motivaciones y aspiraciones personales; abarcando el
saber reflexionar, valorar, organizar, seleccionar e integrar la mejor opción para el desarrollo
de la actividad profesional. En consecuencia, implica saber, saber hacer, tener actitudes para
ejecutar eficientemente un grupo similar de acciones, además de un conjunto de valores que
guíen las acciones. En otras palabras, la competencia se define como las capacidades que
todo ser humano necesita para resolver, de manera eficaz y autónoma, las situaciones de la
vida, fundamentada no sólo saber qué y saber cómo, sino saber ser persona en un mundo
complejo, cambiante y competitivo.

El objetivo de formación plantea una clasificación de las competencias en genéricas y


específicas. Las competencias genéricas son aquellas comunes a varias ocupaciones o
profesiones, las cuales se complementan con las relacionadas con cada área de estudio. Las
competencias específicas son las propias de una determinada ocupación o profesión y, por
lo tanto, tienen alto grado de especialización y procesos educativos específicos.

4. ABORDAJE METODOLOGICO.

Las necesidades de formación profesional surgen de un diagnóstico de las


experiencias de la realidad social, de la práctica profesional, del estado del arte de la
disciplina particular y del mercado laboral. De estos insumos se derivan las competencias
indispensables para definir el perfil de egreso del futuro profesional (Lluch, 1997). De manera
que, los programas de formación por competencias profesionales se caracterizan por los
elementos que se enumeran a continuación: (a) las competencias son identificadas y
validadas por expertos; (b) los criterios de evaluación se derivan del análisis de las
competencias y las condiciones de logro son claramente especificadas; (c) la instrucción se
dirige al desarrollo de cada competencia; (d) los estudiantes establecen su propio ritmo de
aprendizaje; (e) las estrategias metodológicas reflejan situaciones reales de trabajo; (f) la
evaluación abarca el conocimiento, las actitudes y el desempeño de la competencia; y (g) las
experiencias de aprendizaje son guiadas a través de procesos de retroalimentación
permanente (Canquiz e Inciarte, 2006; Mertens, 1996).

Luego de una extensa y profunda revisión bibliográfica y largas jornadas de trabajo, la


Dirección General de Docencia y Desarrollo Curricular asume el siguiente procedimiento
metodológico para el rediseño curricular:

 Deconstrucción.
 Reconstrucción.
 Administración.
 Evaluación y seguimiento.

Y para el diseño de nuevas ofertas académicas:

 Construcción.

16
 Administración.
 Evaluación y seguimiento.

4.1.-Deconstrucción

La deconstrucción consiste en realizar un análisis de la pertinencia del currículo actual,


para tomar conciencia de las insuficiencias, vacíos, obstáculos y resistencias al cambio. La
deconstrucción se inicia con un proceso de Observación y Diagnóstico, que permite obtener
información de los aportes de los diversos entes que planean, rigen, ejecutan y controlan los
procesos de educación y formación en las diferentes carreras. Esta fase implica un proceso
de auto reflexión, un análisis crítico del currículo actual, así como una evaluación de su
pertenencia. La información obtenida será la base para la posterior definición de las
competencias genéricas y específicas y para la reconstrucción del currículo (López, 2001;
Restrepo, 2000). Para la fase de Observación y Diagnóstico del currículo se consideran las
siguientes fuentes:

 Internas: misión, visión, objetivos y normativa institucional, diseños curriculares y


las líneas de investigación de la Universidad de Carabobo y las específicas de las
facultades, escuelas y departamentos. Los aportes de dichas fuentes, permitirán
reconocer los aspectos relacionados con la estructura, el modelo y la estrategia
pedagógica, los procesos de formación y la normativa.

 Externas: incluyen las concepciones y lineamientos de la UNESCO, el Ministerio


para el Poder Popular de la Educación Superior, los Planes Nacionales y
Regionales de Desarrollo Económico y Social, las Universidades, los Centros de
Investigación, los Gremios, las Empresas e Instituciones de Producción y de
Servicios, el Ministerio del Trabajo, así como un análisis del área de influencia de la
institución y de ofertas académicas de otras latitudes, entre otros. El aporte
obtenido da lugar a las competencias sociales y laborales que debe desarrollar el y
la estudiante en dichos contextos. La determinación de las competencias laborales
se realiza mediante la metodología del análisis funcional.

4.2. Reconstrucción o Construcción

Para llevar a cabo esta etapa se utilizan como insumos los productos de la etapa
anterior. Con esta información se procede a organizar el diseño curricular y seleccionar el
enfoque metodológico de formación. En primer término, se determinan las competencias
profesionales genéricas y específicas, se definen los elementos de competencia y se
construye el diseño curricular. Los elementos de competencia describen lo que el profesional
debe ser capaz de hacer en el desempeño laboral y se expresan mediante, indicadores de
logro o criterios de desempeño, niveles de competencia, rangos de aplicación, saberes
esenciales y evidencias requeridas. (Agudelo, 2002; López, 2001; Tobón, 2004). Cabe
destacar que, en el caso de diseño curricular de ofertas académicas nuevas, en esta fase se

17
incluye el análisis de las líneas de investigación de la Universidad de Carabobo y las
específicas de las facultades, escuelas y departamentos y de los documentos emanados por
los entes externos enumerados en el párrafo anterior.

De modo que esta etapa incluye las siguientes actividades:

 Proceso de Sensibilización
 Definición de la Profesión
 Definición de las Competencias
 Diseño de los Módulos de Aprendizaje
 Organización de la Malla Curricular
 Diseño Educativo

4.2.1 Proceso de Sensibilización

En primer lugar es necesario realizar una sensibilización a todo el personal de la


institución involucrado en el proceso de reforma curricular, ya que el requisito más importante
para que resulte exitoso el proceso de diseño curricular es que, los profesores y profesoras
los y las estudiantes y el personal administrativo y obrero estén sensibilizados de la
importancia del nuevo enfoque del diseño curricular por competencias, para el logro de los
objetivos.

El proceso de sensibilización incluye las siguientes etapas:

 Concientización
 Introspección
 Identificación
 Perspectiva
 Integración
 Retroalimentación

En la etapa de Concientización se realiza una retrospectiva donde son considerados


los aspectos principales que hacen que surjan las necesidades para lograr que los
implicados en este proceso logren persuadir e identificar las necesidades. Esto se puede
definir mediante la medición de los antecedentes, además de la evolución y los avances que
se han suscitado a través de los años. La fase de Introspección debe ser muy clara, precisa
y lo suficientemente dinámica para que los involucrados sientan esa sensación que los
introduzca a tener una percepción diferente de la situación a que se enfrentarán. En la etapa
de Identificación se detectará como se desarrolla el currículo vigente, con el objeto de poder
establecer las fortalezas, debilidades y vacíos. La fase de Perspectiva constituye una
actividad donde se señalan los pronósticos respecto a los programas y planes del proceso
de diseño curricular por competencias. La Integración es la etapa más crítica, ya que en ella
se realizarán las actividades planeadas en el nuevo diseño curricular. Y en la

18
Retroalimentación se analizan detalladamente las actividades desarrolladas, como
consecuencia natural se podría establecer un plan estratégico más detallado y completo de
las actividades, contemplando mejoras a lo realizado anteriormente.

4.2.2 Definición de la Profesión

Está relacionada con el desempeño que le corresponderá cumplir al futuro


profesional, una vez que egrese de la carrera. Debe estar en correspondencia con el perfil de
egreso académico profesional por competencias para cada una de las carreras. A este
respecto es preciso recordar que, a través del diseño curricular basado en competencias
profesionales, se forman seres humanos que conciban el aprendizaje como un proceso
abierto, flexible y permanente, no limitado al período de formación escolar. En consecuencia,
esta perspectiva promueve la combinación de momentos de aprendizaje académico con
situaciones de la realidad laboral, de su actuación como persona y su entorno social
(Canquiz e Inciarte, 2006).

4.2.3 Definición de las Competencias

Esta etapa se refiere a la identificación de las competencias genéricas y especificas a


ser adquiridas por los y las estudiantes de cada carrera, incluyendo los siguientes elementos:

Indicadores de Logro (Criterios de desempeño)


Niveles de Competencia
Descripción de los Saberes
Evidencias Requeridas

Así, sobre la base de la definición del profesional se establecen las competencias


genéricas y las específicas de cada una de las carreras, incorporando la formación integral
por niveles de complejidad en los diferentes tipos de competencias. A continuación se
definen los elementos constitutivos (Irigoin y Vargas, 2002; López, 2001; Tobón, 2004).

 Indicadores de Logro (Criterios de Desempeño): son los resultados que una


persona debe demostrar en el manejo de un elemento de competencia en situaciones
reales del trabajo, del ejercicio profesional o de la vida diaria, teniendo como base
unos determinados requisitos de calidad con el fin de que el desempeño sea idóneo.
Para describir los criterios de desempeño se identifica un elemento de competencia,
para luego indicar qué pautas concretas y observables se deben tener en cuenta para
evaluarlo.

 Niveles de Competencia: se refiere a los grados de complejidad con las que se


espera formar las competencias en un determinado Proyecto Formativo. Bayona
(citado por Tobón, 2006), presenta un análisis de los niveles de complejidad:

19
 Nivel I: corresponde al nivel de reconocimiento y distinción. Es un nivel básico
para identificar los conceptos y la realidad donde se aplican los conceptos.
 Nivel II: corresponde al nivel de comprensión que implica contextualizar un objeto
y establecer relaciones.
 Nivel III: corresponde al mayor nivel de complejidad, donde además de reconocer
y comprender, se requiere de una producción y asumir una postura critica frente a
un problema o solución.

 Descripción de los Saberes:

 Saber Conocer: es la información específica e instrumentos cognitivos (nociones,


proposiciones, conceptos y categorías) relacionados con cada uno de los criterios
de desempeño.
 Saber Hacer: son los procedimientos necesarios para el desempeño de una
determinada actividad o tarea, basado en la utilización de materiales, equipos y
herramientas
 Saber Ser: son las actitudes necesarias para tener desempeños idóneos, basado
en la autonomía de la persona, sus valores, su autoestima y su proyecto ético
vida.
 Saber Convivir: es realizar proyectos comunes, prepararse para asumir y resolver
los conflictos, respetando los valores del pluralismo, el entendimiento mutuo y la
paz, a través de la comprensión del otro y de las formas de interdependencia.

 Evidencias Requeridas: son los productos y demostraciones, las pruebas que se


requieren, para poder determinar o juzgar la idoneidad con la cual la persona
demuestra la competencia. Estas pueden ser de tres tipos:
 De Producto: son entregados por la persona de acuerdo a una serie de
especificaciones técnicas.
 De Desempeño: situaciones donde se verifica el desempeño de la persona.
 De Conocimiento: manejo de los saberes a través de cuestionarios, escalas de
actitud y pruebas de ejecución.

4.2.4Diseño de los Módulos de Aprendizaje

Los módulos se definen como la estructura básica de la organización del currículo, con
metas claras y evaluables, con autonomía frente a los otros módulos, pero relacionándose
con ellos para reforzar competencias previas, o servir de base a la formación de
competencias de otros módulos paralelos. En general, los módulos se caracterizan por
centrarse en una competencia con el fin de lograr impactar su formación en el o la
estudiante, pero a la vez, buscan desarrollar y fortalecer competencias de otras clases. Los
módulos se relacionan entre sí para reforzar el desarrollo de las competencias y lograr que
determinados proyectos tengan continuidad durante la formación. Un módulo debe contener:
(a) competencia global, (b) unidad de competencia a formar, (c) problema o problemas a

20
resolver, (d) actividades a llevar a cabo para formar la unidad de competencia y sus
respectivos elementos y componentes, (e) actividades de evaluación de las competencias, (f)
recursos físicos y materiales requeridos, y (g) bibliografía (Catalano, Avolio y Siadogna,
2004; Estayno y Grinsztajn, 2005; Mertens, 1996). Finalmente, y asumiendo la postura de
Tobón (2004), el currículo debe integrar un modelo de gestión de la calidad, ya que todo
proceso debe cumplir con unas normas de calidad, así como también con un procedimiento
que asegure el cumplimiento de esta.

4.2.5 Organización de la Malla Curricular

En ella se ubican los módulos o bloques de saberes, relacionados entre sí y formando


una red. Permite, además, visualizar de manera integral el Pregrado y el Postgrado, ubicar
los niveles de formación, los créditos, las prácticas, la investigación, la extensión y la
certificación; así como desarrollar las competencias descritas en el perfil académico
profesional de egreso (Tobón, 2004).

Es recomendable visualizar esta malla de manera horizontal en orden creciente de la


formación del profesional, tomando en cuenta los niveles de las competencias. De esta
manera se ubica la formación por niveles desde pregrado hasta postgrado, evitando así la
frondosidad curricular y la sobre especialización en pregrado.

4.2.6 Diseño Educativo.

En esta fase se elaboraran los planes y programas para un currículo por competencias,
los cuales constituyen la orientación de los aprendizajes. En ellos se hace énfasis en la
resolución de problemas para permitir a los y las estudiantes enfrentarse a situaciones
similares en diversos contextos. En vista de la disparidad de criterios existentes respecto a la
orientación que se da al aprendizaje de los saberes, los objetivos parecen cobrar fuerza
considerados como los orientadores de los aprendizajes, siempre y cuando se integren a la
resolución de situaciones problemáticas, lo cual se confirma cuando se considera a la
pedagogía por objetivos como no limitante de la perspectiva constructivista ni de las
competencias (Catalano, Avolio y Siadogna, 2004).

Se sugiere para la redacción de los objetivos en formato de competencias, la


articulación de los contenidos conceptuales, actitudinales y procedimentales respondiendo a
una finalidad. En consecuencia, estos deben contener un qué (conceptos), un cómo
(procedimientos), una manera de demostrar su logro (actitudes) y un para qué (finalidad).
Los contenidos o saberes deben ser redactados en términos de enseñanza-aprendizajes en
función de logros de los objetivos. Su punto de partida deben ser las competencias y no las
asignaturas o unidades curriculares. Las estrategias metodológicas o de aprendizaje deben
hacer énfasis en la aplicabilidad de dichos aprendizajes y ser transferibles a otras situaciones
de la vida real. Deben estar orientadas a la construcción de aprendizajes en la resolución de
problemas con énfasis en la articulación de conocimientos, a través de un proceso abierto,

21
flexible, que sea pertinente con los cambios sociales, científicos y tecnológicos. Se
recomienda utilizar metodologías activas que estimulen la creatividad de los y las
estudiantes, quienes ocuparán un rol activo y la participación del y la docente será para
orientarlos y estimular la indagación, la reflexión y la construcción de conocimientos nuevos.
(Canquiz e Inciarte, 2006).

La evaluación de los aprendizajes debe estar inmersa en la planificación didáctica


según lo planteado en el Diseño Curricular de la Carrera, el Reglamento de Evaluación
respectivo y el Programa de Estudio. Para evaluar por competencias es necesario: (a)
evidenciar la competencia por medio del desempeño, lo cual se enuncia en términos de
indicadores de logro; y (b) enfrentar al y la estudiante a situaciones reales o a lo más
aproximado posible a las que ha de enfrentarse en la vida. Se hace énfasis en que las
estrategias de evaluación a ser utilizadas se correspondan con los procedimientos utilizados
para las aplicaciones en situaciones reales de la formación (Fuchs, 2005; Tobón, 2004).

Además, la valoración o ponderación de la evaluación debe ser coherente con las


competencias, tomando en cuenta los elementos cualitativos y los cuantitativos de dicha
actuación. En este sentido, se debe tener siempre presente que evaluar competencias
supone evaluar desempeño y las actividades de evaluación que se seleccionen deberán
permitir la aplicación de dichos desempeños. Los criterios de evaluación deberán ser
establecidos claramente y ser del conocimiento de los y las estudiantes así como de los y las
docentes para su cumplimiento de manera objetiva (Canquiz e Inciarte, 2006).

4.3 Administración

Una vez cumplidas las fases anteriores, se pone en práctica el nuevo diseño curricular.
Esta fase permite regular el proceso de su ejecución, en ella se establecen las estrategias
que viabilizarán el desarrollo del diseño propuesto. Para Irigoin y Vargas (2002) los factores
asociados con el logro de una buena calidad en la implantación del diseño curricular se
relacionan con:

 La institución educativa.
 El proceso de aprendizaje para la formación basada en competencias.
 El cuerpo docente.
 El personal administrativo y obrero
 Los participantes o estudiantes.
 Los recursos educacionales, materiales y financieros.
 La vinculación con el entorno.

De modo que, para garantizar que la implantación responda a lo establecido en el


diseño, es preciso planificar adecuadamente el proceso en aras de garantizar las
condiciones administrativas y académicas que lo posibilite. Así, es pertinente tomar en

22
cuenta una serie de aspectos entre los que destacan los siguientes: (Centro Interuniversitario
de Desarrollo [CINDA], 2008; González, 2007)

 Desarrollar mecanismos de difusión a objeto de hacer del conocimiento de la


comunidad educativa la necesidad y dirección del cambio que se pretende alcanzar,
así como el contenido de la propuesta en aras de lograr la mayor participación.
 Desarrollar actividades enfocadas a generar actitudes positivas entre los miembros
de la comunidad hacia el nuevo diseño curricular.
 Insertar actividades para dotar al personal docente y estudiantil de las herramientas
teóricas y metodológicas requeridas. Diseñar mecanismos de retroalimentación de los
estudiantes en formación, para efectuar las acciones de intervención que puedan
garantizar el desarrollo de las competencias.
 Desarrollar estrategias para estimular la capacidad creativa de los y las estudiantes y
los y las docentes, a fin de generar actividades de aprendizaje más eficientes de
acuerdo con la ciencia, tecnología y recursos existentes.
 Diseñar y aplicar instrumentos evaluativos que permitan evidenciar y evaluar los
cambios.
 Fortalecer el sistema de información (TIC)
 Revisar la estructura organizacional.

En consecuencia, los facilitadores y facilitadoras y los y las estudiantes deben asumir


que no se trata del cambio por el cambio o de una reforma sin cambio. Se trata de analizar
que es preciso cambiar y cómo hacerlo de la manera más efectiva (Vargas, 2002). Es así
como se requiere de líderes tanto de la materia curricular como de la administrativa, porque
después de elaborados y aprobados los diseños curriculares, aunque los actores
fundamentales del proceso educativos hayan participado en su elaboración, deben
identificarse con él y estar abiertos a los cambios y modificaciones que son consecuencia de
la nueva estructura curricular.

Todos estos cambios implican una revisión de la estructura administrativa, las áreas de
conocimiento y los procedimientos de ingreso del personal docente, la actualización y
movilidad en dichas áreas de conocimiento, la actualización del personal docente y
administrativo, los requisitos de ingreso de los nuevos y nuevas estudiantes por carrera, los
requerimientos presupuestarios, las normativas de evaluación curricular e institucional, los
procedimientos de transición del diseño actual al propuesto, las políticas y reglamentación
para el período de transición, como el régimen de equivalencias, la normativas para alumnos
y alumnas rezagados y rezagadas, los sistemas de control de estudios, así como prever
sistemas de acreditación e internacionalización de las profesiones, entre otros. De manera
que, una vez culminado el diseño o rediseño curricular correspondiente, se designarán
comisiones para que realicen las adaptaciones respectivas a los aspectos señalados en el
párrafo anterior.

23
En esta fase de administración es preciso tomar en consideración algunas directrices
generales:

 Organizar las unidades curriculares bajo diversas modalidades de aprendizaje, como


actividades teóricas, laboratorios, actividades teórico prácticas, proyectos, talleres,
pasantías, seminarios, investigación, semipresencialidad y estudios a distancia.
 Establecer un máximo de dos prelaciones directas por unidad curricular, en caso de
ser necesario preestablecerlas para facilitar su administración y control.
 Asumir el Sistema de Créditos Académicos como un mecanismo para favorecer la
apertura, la flexibilidad curricular y la movilidad estudiantil. Este sistema establece
parámetros para hacer equiparable la formación académica entre programas de
diferentes instituciones, la transferencia y movilidad estudiantil dentro de la institución
y entre instituciones nacionales e internacionales, la homologación de estudios y la
convalidación de títulos obtenidos en el exterior.
 Asumir el crédito como una unidad de medida del trabajo académico del estudiante
efectuado por el estudiante, que incluye las horas de contacto con el docente y las
horas de trabajo independiente, asesorías.

4.4.- Evaluación y Seguimiento

La evaluación curricular constituye la piedra angular de los procesos de transformación,


incorporando los principios de la gestión de la calidad y la práctica de la acreditación como
herramienta certificadora de la calidad. En el presente documento se adoptan los preceptos
propuestos por González (2007), quien plantea una innovadora relación entre institución,
estado y sociedad. Bajo esta propuesta, el mejoramiento continuo de la calidad constituye el
eje central del proceso, a través de la generación de una nueva cultura evaluativa, donde los
actores del hecho educativo constituyen sus protagonistas y, la evaluación curricular, desde
una percepción holística, representa el objeto y sujeto permanente del proceso
metaevaluativo. La propuesta se fundamenta en la tríada calidad, evaluación y currículo;
diferenciando la calidad como cumplimiento de los estándares básicos de la norma, de la alta
calidad, que representa el grado en que se superan esos patrones. Es así como, el
aseguramiento de calidad se enfoca en garantizar el cumplimiento de esos patrones;
mientras que el mejoramiento de la calidad propende el logro gradual de altos estándares de
calidad, constituyendo la gestión de calidad el macro programa que abarca ambos procesos.

El abordaje tanto cuantitativo como cualitativo del currículo y su administración como


objeto y sujeto de investigación, traslada el proceso evaluativo a un plano multidimensional,
incorporando variables de tipo afectivo, actitudinal y social. Adicionalmente, se propone
como herramienta el análisis retrospectivo y prospectivo de los datos recopilados, a fin de
establecer el grado de evolución alcanzado y contrastarlo con las nuevas exigencias. En tal
sentido, es preciso desarrollar un proceso de reflexión sobre los fundamentos, organización,
desarrollo y resultados educativos, que conlleva a identificar los ámbitos que requieren una
atención preferente. Para ello se proponen tres mecanismos secuénciales: (a) la recolección

24
y sistematización de la información, (b) análisis y (c) la emisión de juicios y recomendaciones
fundamentadas (González, 2007).

En tal sentido, el aseguramiento de la calidad debe sustentarse en elementos


conocidos, reflexionados y consensuados en las instituciones formativas. Para ello es
necesario desarrollar proyectos integrados e integrales, con planes coherentes que incluyan
indicadores que permitan constatar la pertinencia de la formación situada en el contexto y el
impacto por el entorno que a su vez produce un cambio en el sistema (Centro
Interuniversitario de Desarrollo [CINDA], 2008)

Así, para la recolección de la información se propone aplicar las dimensiones e


indicadores propuestos por la institución en los programas de evaluación de la calidad y
acreditación, los cuales, indudablemente, interconexionan íntimamente los componentes del
currículo, con las funciones de docencia, investigación, extensión y gestión. A manera de
guía, se propone utilizar las dimensiones e indicadores propuestos por González (ob. cit.)
para evaluar la calidad de la variable, las cuales se especifican en el documento de
operacionalización de estos lineamientos

Con los datos derivados de esta etapa diagnóstica, se procede a elaborar la


propuesta de actuación que debe incluir: (a) resultados y conclusiones de la fase de
diagnóstico; (b) metas que se pretende alcanzar; (c) efectos deseables de las actuaciones de
intervención; (d) acciones a través de las que se pretenden alcanzar las metas, y (e)
metodología para valorar los efectos de las intervenciones. Una vez implantados los
correctivos se procede a desarrollar una serie de procesos que permiten constatar los
resultados de la implantación del plan de mejoramiento ob. cit.).

Es preciso entonces evaluar la calidad del diseño curricular, la calidad de la


implantación del diseño, y calidad de uso, es decir, lo que el participante es capaz de hacer
de lo aprendido después que cesa la intervención educacional. En otras palabras, se trata de
que haya un diseño de buena calidad, que la ejecución del diseño esté conforme con lo que
fue la concepción y que la o el estudiante pueda posteriormente hacer algo con lo aprendido
(Irigoin y Vargas, 2002).

25
El abordaje metodológico se puede resumir en el siguiente esquema:

26
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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