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Parcial Final Sociología de La Educación

El trabajo analiza el artículo de Santiago Bermúdez sobre el uso del celular en la educación, conectándolo con conceptos de Zygmunt Bauman y otros autores sobre la modernidad líquida. Se discuten los efectos de la tecnología en la educación y la necesidad de adaptarse a una sociedad en constante cambio, donde la educación debe ser relevante y útil para los estudiantes. La reflexión concluye que la educación no solo debe generar conocimiento, sino también adaptarse a las nuevas realidades sociales y económicas.

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Parcial Final Sociología de La Educación

El trabajo analiza el artículo de Santiago Bermúdez sobre el uso del celular en la educación, conectándolo con conceptos de Zygmunt Bauman y otros autores sobre la modernidad líquida. Se discuten los efectos de la tecnología en la educación y la necesidad de adaptarse a una sociedad en constante cambio, donde la educación debe ser relevante y útil para los estudiantes. La reflexión concluye que la educación no solo debe generar conocimiento, sino también adaptarse a las nuevas realidades sociales y económicas.

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Parcial Final Sociología de la Educación

El presente trabajo escrito tiene como finalidad el análisis y reflexión del artículo publicado
por Santiago Bermúdez, “ El celular en el aula, una herramienta educativa que no debemos
dejar pasar”. Este estudio entrelaza los conceptos del artículo con autores como Zygmunt
Bauman, haciendo énfasis en su concepto de “modernidad líquida”; Fernando Gil Villa ,
Bourdieu y Chang. A lo largo de la reflexión se abordan interrogantes como qué genera la
educación, si sufre daños colaterales con respecto a lo que sucede en la sociedad donde está
inmersa, entre otras incógnitas.

Zygmunt Bauman, nacido el 19 de noviembre de 1925, en Polonia, criado en una humilde


familia judía, huyó de los nazis y tomó un tren a Rusia en 1939. Se unió a la 4ª División del
Ejército Polaco en el exilio en la Unión Soviética y entró en Polonia con ella, en ese entonces
se convirtió en miembro del Partido Comunista. Influido por Antonio Gramsci, su
investigación se centra en la estratificación social y analiza la relación entre modernidad,
burocracia, racionalidad y exclusión social. Desde la década de 1950 ha trabajado en temas
como el Holocausto, las clases sociales, la modernidad, la posmodernidad, el consumismo y
la globalización. Como referente sociológico, propuso en 1999 el concepto de "modernidad
líquida", una etapa en la que todo lo sólido se vuelve líquido, en la que "nuestros acuerdos
son temporales, pasajeros, válidos solo hasta nuevo aviso". Zygmunt Bauman falleció el
lunes 9 de enero de 2017 a los 91 años en la ciudad de Leeds, Reino Unido. Uno de los libros
más aclamados del autor es titulado “Modernidad Líquida”, donde desarrolla la idea de la
misma; teoría que describe la forma de vida de la sociedad actual y cómo ésta corrompe con
las estructuras del pasado.

La primera etapa del presente trabajo escrito consiste en el desarrollo y análisis del prólogo
del libro, titulado “Acerca de lo leve y lo líquido”. En las primeras páginas, Bauman nos da
definiciones de ciertas palabras para encontrar el contexto y acoplarnos a sus conceptos,
palabras como “fluidez”, “líquidos”, “sólidos”, “enlace”, entre otros tantos. Los líquidos, nos
dice el autor, son “una variedad de fluidos” los cuales preservan sus moléculas en una
disposición ordenada en diámetros moleculares. Mientras que los sólidos son aquellos que
conservan su forma.

A continuación, el autor nos detalla ciertas características de los fluidos y los sólidos, por
ejemplo, diferencia los fluidos porque ellos no se fijan al espacio ni al tiempo, mientras que
los sólidos delimitan su espacio y “neutralizan” el impacto del tiempo. En resumidas
palabras, los sólidos cancelan el tiempo, mientras que, de hecho, lo que le importa a los
líquidos es el tiempo. Por estas razones y otras más enunciadas en el texto, es que la liquidez
es una metáfora que captura la naturaleza de la fase en la cual estamos, la Modernidad.
Continúa Bauman, y nombra la expresión “derretir los sólidos” del Manifiesto Comunista,
frase que nos habla de una sociedad que está estancada y es resistente. La disolución de los
sólidos condujo a un camino libre, donde apareció la racionalidad instrumental (según
Bewer).

Es así, que el autor plantea una brecha entre la sociedad moderna líquida y la sólida, la
primera, según las características atribuídas por Bauman, es una sociedad inestable y
cambiante, donde nada está definido y nada dura; la sólida, por lo contrario, era ordenada,
predecible y estable.
Pero, ¿qué fué lo que produjo este cambio? Un atributo especial de la Modernidad fue el
cambio en la relación entre espacio y tiempo, “la modernidad empieza cuando el espacio y el
tiempo se separan de la práctica vital entre sí”, antes eran conceptos que estaban entrelazados,
hoy en día hay una ruptura entre ellos. ¿Cómo se llegó a eso? Uno de los principales motivos
es el crecimiento a paso agigantado de la tecnología y los nuevos medios de comunicación.
Esto trae enormes consecuencias en nuestra vida cotidiana, desde la forma de entretenernos,
la forma de trabajar, de transportarnos y hasta de comunicarnos con los demás.

Como nos indica el autor, Jun MacLaughlin habla de la llegada de la era moderna, lo que
significó un “ataque” de los “establecidos” o sedentarios, contra los pueblos nómades,
pueblos fuera de las preocupaciones territoriales, ya que estos hábitos eran mal considerados.
Sin embargo, Bauman nos dice que esa época de superioridad terminó, ahora, en la etapa
fluida de la modernidad, los nómades son los que gobiernan. Los que celebran lo efímero son
los poderosos, mientras que los que luchan para que sus posesiones duren son los que ocupan
el lugar de más abajo. Esta idea se justifica diciendo que es un efecto colateral de la nueva
fluidez.

Como docentes de esta modernidad líquida, este concepto nos invita a cuestionarnos: ¿Qué
sucede con la educación? ¿Sufre también “daños colaterales”? Lo cierto es que sí, y para
evitarse, la educación debe avanzar junto con la sociedad, de eso no hay duda. La educación
debe plantearse a quién está educando, qué características tienen los protagonistas del
aprendizaje y demostrar su utilidad para con ellos. En esta modernidad líquida, muchos niños
podrían preguntarse: ¿para qué ir a la escuela si puedo buscar todo en Google? Tornando la
educación en algún tipo de “castigo innecesario”; ¿para qué estudiar algo si de repente en
unos años ese trabajo es sustituído por un robot? todo aquello que un momento era útil, esta
sociedad lo somete a revisión. Y tal vez, en internet están casi todas las respuestas a sus
preguntas, pero sin saber leerlas, interpretarlas, analizarlas y cuestionarlas no sirven de nada.

Esta cuestión de tener todo “a un click de distancia” genera grandes consecuencias en la


personalidad de nuestros estudiantes, por ejemplo, un gran nivel de ansiedad: si quieren saber
algo lo quieren saber ya, pero el aprendizaje conlleva un proceso; entonces ¿cómo logramos
que aprendan? La clave sin duda está en generar interés y tratar temas que nos interpelan
como sociedad, al fin y al cabo, ellos serán el futuro de ésta. Por eso es que, si nuestros
estudiantes crecen en una sociedad donde desde pequeños se les ofrecen innumerables
cantidades de estímulos tecnológicos, y al mencionar la palabra “window” en una clase de
Inglés piensan primero en una computadora y su sistema operativo que en una ventana de una
casa, lo más inteligente que podemos hacer como docentes es aprovecharlos y sacarles toda
ventaja posible; ya que, como se plantea en el artículo por Santiago Bermudez, está
comprobado que la prohibición de la tecnología no hace más que “jugarnos en contra”. Un
claro ejemplo y despertar para muchos docentes fue la pandemia, la cual causó esa ruptura de
espacio - tiempo que plantea el autor, y obligó a muchos docentes a utilizar la tecnología
como principal y única herramienta, mostrando así, su lado más positivo.

Otra cuestión importante cuando hablamos de educación hoy en día, es el hecho de que ya no
se aprende solamente en la escuela como tal vez sucedía en la modernidad sólida. Los
estudiantes llegan al aula con infinidad de conocimientos en distintas áreas y es importante
reconocer estos saberes. Así como reconocer que la educación de la escuela, esa que
particularmente nos interpela como docentes, no debe limitarse a generar conocimiento,
porque de ser así rápidamente pierde el sentido para esta sociedad moderna. Como planteó
Pierre Bourdieu, en los centros educativos, luego del núcleo familiar, es donde aprendemos
reglas y normas básicas de convivencia propias de nuestra sociedad y poder sentirnos parte de
la misma. Sin dichas normas, que adquirimos todos por igual, la sociedad líquida, carente de
tantas estructuras, pasaría a evaporarse.

Si no es generadora de conocimientos, entonces ¿qué genera la educación? y ¿por qué sigue


siendo tan importante? Fernando Gil Villa, profesor de sociología oriundo de España, plantea
la teoría del capital humano; la cual aborda el hecho de que la educación ha perdido su rol y
la necesidad que surgió de darle uno nuevo. ¿Por qué se dice que la educación perdió su rol?
Al igual que Bauman, reconoce los cambios de la sociedad actual y cómo dichas condiciones
la hicieron más insignificante en algunos aspectos. ¿Cual es el nuevo rol? La educación es
vista como una inversión económica, donde aquellos que estén más formados recibirán mejor
paga y generarán mejores beneficios monetarios. Se puede afirmar entonces, que la
capacitación es igual a la demanda del mercado laboral, y la educación igual a economía;
algo que también plantea Ha Joon Chang en su libro “23 cosas que no te cuentan sobre el
capitalismo” la relación directamente proporcional: cuanto más conocimiento, más capital
humano, más empleo, mayor economía.

Esto es altamente discutido ya que, las personas no somos simplemente un bien de


producción, y nuestra vida no debería depender únicamente del sostén económico, si no
también del emocional, ese que dejamos de lado y tiende a “diluirse” más fácilmente.

La realidad es que, este nuevo rol dado a la educación tal vez se desvanezca próximamente,
ya hay niños que sueñan con vivir exclusivamente de redes sociales sin pasar a mayores
estudios si eso les garantiza el nivel económico necesario. Y tal vez, por no decir seguro que,
la educación tendrá que continuar adaptándose a esta sociedad donde lo único constante es el
cambio.
Bibliografía

-​ Bauman, Z. (2003). Modernidad Líquida. Fondo de cultura económica de España.


-​ Bauman, Z. (2007). Los Retos en la Educación en La Modernidad Líquida. GEDISA
editorial
-​ Gil, Villa, F. 1995). El estudiante como actor racional. Revista de la Educación.
-​ https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/10236/Zygmunt%20Bauman
-​ Bourdieu. P, Passeron. J. (1979) “La Reproducción”
-​ Chang. J. (2010) “23 cosas que no te cuentan sobre el capitalismo”

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