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Cuidados Al Recién Nacido Con Malformaciones Anorrectales Lic

Las malformaciones anorrectales (MAR) son defectos congénitos que afectan la ubicación del ano y pueden involucrar el tracto genitourinario, con una incidencia de 1 en 4000-5000 recién nacidos. Existen diversas clasificaciones de MAR que guían el tratamiento, que puede incluir cirugía en el período neonatal, dependiendo de la gravedad y las anomalías asociadas. Un diagnóstico temprano y un manejo adecuado son cruciales para el pronóstico y la calidad de vida del neonato.

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Cuidados Al Recién Nacido Con Malformaciones Anorrectales Lic

Las malformaciones anorrectales (MAR) son defectos congénitos que afectan la ubicación del ano y pueden involucrar el tracto genitourinario, con una incidencia de 1 en 4000-5000 recién nacidos. Existen diversas clasificaciones de MAR que guían el tratamiento, que puede incluir cirugía en el período neonatal, dependiendo de la gravedad y las anomalías asociadas. Un diagnóstico temprano y un manejo adecuado son cruciales para el pronóstico y la calidad de vida del neonato.

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Cuidados al recién nacido con malformaciones anorrectales Lic.

María San Miguel 0 Definición Las


malformaciones anorrectales (MAR) son la causa más frecuente de obstrucción intestinal
congénita. Forman parte de una patología donde el ano no se encuentra en su ubicación
anatómica normal y el tracto genitourinario frecuentemente se ve afectado. Existen diversos tipos
de MAR, que implican distinto compromiso para el recién nacido (RN) según los sistemas que
involucren y por ende, diferentes tratamientos. Así surgen varias clasificaciones, según sexo,
presentación, ubicación y abordaje terapéutico. El entendimiento de las anomalías asociadas, y el
manejo tanto clínico como quirúrgico en el período neonatal serán clave para el futuro de
neonato. Incidencia y embriología Las MAR se presentan 1 cada 4000–5000 RN vivos. Se
desconoce la etiología de la malformación, aunque se presume que son anomalías que ocurren en
la separación de la cloaca, entre la cuarta y la octava semana de gestación. Desde el punto de vista
embriológico y anatómico, el sistema urogenital se desarrolla de un pliegue mesodérmico común
situado a lo largo de la pared posterior de la cavidad abdominal. La cloaca es una cavidad revestida
de endodermo en contacto directo con el ectodermo superficial. Se forma alrededor de los
veintiún días de gestación. En la semana siete de gestación se produce la división de la membrana
cloacal dando lugar al tabique urorrectal y se forma el cuerpo perineal. La desviación del tabique
puede ocasionar atresia rectal y comunicaciones anómalas entre el recto y la uretra, la vejiga o la
vagina. De esta manera, el complejo anorrectal no se desarrolla adecuadamente. Los músculos
que rodean el recto también podrán hacerlo defectuosamente, con implicancias futuras en su
inervación voluntaria e involuntaria para permitir la continencia fecal. Clasificación Existen
diferentes clasificaciones de las MAR. Por un lado Wingspread, las dividió en altas, intermedias y
bajas de acuerdo a la altura del recto con respecto a la inserción pelviana del músculo elevador del
ano. Esta clasificación no ofrece utilidad en cuanto a pronóstico y tratamiento. Por este motivo
muchos prefieren la clasificación contemporánea propuesta por Alberto Peña, donde se
especifican los distintos tipos de fístulas rectales, sus variantes de acuerdo al sexo y las
malformaciones más complejas. Su ventaja es que permite comprender el enfoque clínico y la
anatomía quirúrgica así como la evaluación de los resultados funcionales. Fístula perineal: Se
presenta en ambos sexos. El extremo distal del recto desemboca en forma de fístula por delante
del área del ano teórico. En el neonato de sexo masculino la fístula puede encontrarse a lo largo
del rafe medio, desde el ano teórico hasta el prepucio. (Figura 1 y Foto 1) En las niñas se
caracteriza por encontrarse rodeada de piel. La fístula desemboca en el periné por delante del
esfínter anal, donde un “puente cutáneo” lo separa del introito vaginal. (Figura 2) El diámetro de la
fístula generalmente es insuficiente para asegurar la completa evacuación. Presenta baja
incidencia en niñas. 0 Enfermera asistencial, Servicio de Neonatología, Sanatorio de la Trinidad
Palermo. Correo electrónico: [email protected] Figura 1: Fístula perineal en varones
Figura 2: Fístula perineal en mujeres Foto 1: Fístula perineal en varones 17 EnfermeríaNeonatal
Fístula rectouretral bulbar y prostática: La desembocadura rectal tiene lugar a diferentes niveles
de la cara posterior de la uretra. Cuando la fístula comunica con la porción bulbar de la uretra se
denomina fístula rectobulbar. (Figura 3) A nivel del ano teórico hay respuesta contráctil a la
estimulación, buen tono muscular del periné lo que lleva a pensar que presenta un adecuado
aparato esfinteriano. Por lo general, el sacro es normal. Se denomina fístula rectouretral prostática
cuando el recto desemboca a un nivel más alto. Presenta un periné plano y con débil tono
muscular. Generalmente hay anomalía sacra e hipoplasia esfinteriana. (Figura 4) En ambos casos
puede llegar a observarse meconio a través de la uretra. Tanto el recto como la uretra comparten
pared. La fístula rectouretral bulbar es la MAR más frecuente en el varón seguida de la prostática.
Fístula rectovestibular: Es la MAR femenina más frecuente. El recto desemboca posterior al himen
en el vestíbulo vaginal. (Figura 5) El calibre de la fístula es variable, llegando en algunos casos a
permitir evacuaciones completas o en su defecto requerir dilataciones hasta la cirugía. Presentan
buen sacro y mecanismos esfinterianos. El recto y la vagina comparten la pared. Este tipo de MAR
puede pasar desapercibida en muchos casos hasta el curso de una gestación o del parto mismo.
Muchas pacientes al descubrirla solicitan su intervención quirúrgica por cuestiones higiénicas.
Fístula rectovesical (cuello): Representa el 10% de los casos de sexo masculino. El recto
desemboca en el cuello de la vejiga. (Figura 6) No comparten pared. Presenta periné plano. Puede
observarse la presencia de meconio en orina. Frecuentemente asociados con anomalías urinarias y
sacras. Es considerada una MAR alta, requiriendo para su corrección abordaje tanto por vía
abdominal como perineal. Ano imperforado sin fístula: El recto se encuentra cercano a la piel, a 2
cm aproximadamente. Comparte pared común con la vagina o la uretra en el varón. Presenta buen
desarrollo del aparato esfinteriano y del sacro. Mayormente se observan en pacientes con
síndrome de Down, y más frecuente en el sexo femenino. Atresia rectal: El recto se encuentra
cerrado en su totalidad, uno o dos centímetros por encima del ano a diferencia de la estenosis
rectal en donde existe una comunicación recto-anal filiforme. La sospecha de MAR tendrá lugar en
ausencia de meconio al intentar progresar una sonda rectal con respuesta negativa. A simple vista,
la conformación del ano es de aspecto normal al igual que el esfínter y el sacro. Presenta buen
pronóstico de continencia fecal futura y predominio en el sexo femenino. Fístula rectovaginal: Es
una MAR poco frecuente. Suele diagnosticarse erróneamente como cloaca persistente o fístula
vestibular. Las niñas con fístula rectovaginal deben presentar meconio saliendo de la vagina a
través del himen. (Figura 7) Presentan una alta incidencia asociada con malformaciones
genitourinarias (MGU). Cloaca persistente: Es la MAR más compleja. Es la tercera malformación
femenina más frecuente, luego de la fístula rectovulvar y rectovestibular. Tanto el recto como la
vagina y la uretra convergen en un canal común a nivel perineal observable al examen físico. Suele
haber hipertrofia del capuchón del clítoris. (Figura 9 y Foto 2) Figura 6: Fístula rectovesical Figura
5: Fístula rectovestibular Figura7: Fístula rectovaginal alta Figura 3: Fístula rectobulbar Figura 4:
Fístula rectobulbar prostática 18 EnfermeríaNeonatal La longitud del canal cloacal es variable. Por
este motivo, Peña clasificó a esta malformación, como cortas cuando el canal es menor de 3 cm y
largas cuando la extensión es mayor a esta longitud, pudiendo llegar hasta 10 cm. Hay un alto
porcentaje de MGU, con mayor incidencia en los pacientes en donde la longitud de la cloaca es
mayor a 3 cm. Es común observar duplicación de la vejiga ocupada por hidrocolpos, dando lugar a
incontinencia urinaria asociada. Puede requerir derivación urinaria. El periné, la musculatura y el
sacro suelen estar bien desarrollados en la cloaca corta. Malformaciones asociadas Más del 50%
de los recién nacidos que presentan MAR tienen otras malformaciones asociadas: renales, en las
vía urinarias, digestivas, esqueléticas, cardiovasculares, en el neuroeje y genitales. Las MAR se
asocian con neonatos con síndrome de Down y es parte del espectro malformativo del síndrome
de VACTER y VACTERL. La asociación VACTERL es un acrónimo nemotécnico de una serie de
malformaciones sin causa conocida y de aparición esporádica. Cada letra representa un defecto de
algún sistema: vertebrales, anales, cardiacas, traqueoesofágicas, renales y de los miembros.
Diagnóstico Se lleva a cabo un minucioso examen clínico perineal del neonato. Mediante el mismo
se logrará diagnosticar un alto porcentaje de los distintos tipos de MAR. Su detección será clave
para la decisión quirúrgica posterior entre una anoplastía o una colostomía. Se realizará un
colostograma distal para precisar qué tipo de fístula a las vías urinarias tiene el neonato. En una
MAR cloacal se procederá a una genitografía a fin de identificar la vagina, el útero y el recto así
como la longitud del canal. La presencia de meconio revela la comunicación rectal con la piel
perineal. Al no visualizarse en el periné, se deberá colocar un colector de orina para pesquisar la
presencia de meconio en la misma. La característica de la orina será verdosa y en el sedimento
microscópico se observará lanugo junto con células epiteliales. Frente a la evidencia de una fístula
urinaria se realizará una colostomía. Ante la ausencia de meconio y la sospecha de MAR, se
realizará un invertograma. El invertograma de Wangesteen y Rice consiste en una radiografía de
perfil con el neonato con la cabeza hacia abajo, piernas flexionadas en un ángulo de 90 grados con
foco anal. (Foto 3) Se colocará una marca radiopaca en el sitio anatómico del ano teórico. Se
deberá esperar alrededor de 24 h de vida de manera que el aire deglutido tenga tiempo de
alcanzar el recto distal, donde el mismo servirá de contraste para el estudio radiológico
determinando la altura del recto. La realización de una radiografía con el RN en posición prono y la
pelvis elevada ha demostrado la misma imagen radiológica obtenida con un invertograma (Figura
9). El riesgo de aspiración bronquial y dificultad respiratoria visto en este primero ha sido
prácticamente nulo. En su contra, Pena refiere que se ha observado que la contracción del
mecanismo muscular comprime el intestino distal. Por lo tanto, el aire intestinal se puede ver por
encima de la línea pubococcígea indicando erróneamente la presencia de un defecto mucho
mayor. Por este motivo, sigue siendo de elección la realización del invertograma. Foto 2: Cloaca
persistente Foto 3: Invertograma en una MAR baja Figura 9: Posición prono y pelvis elevada Figura
8: Cloaca persistente 19 EnfermeríaNeonatal Como se mencionó anteriormente, los pacientes con
MAR presentan anomalías asociadas. Los pacientes con atresia de esófago suelen presentar en el
transcurso de pocas horas distención abdominal. Dicho cuadro será un importante signo de alarma
para no demorar la cirugía esofágica, ya que la distención abdominal produce restricción
ventilatoria grave. Se evitará de esta forma la fuga de aire al estómago que pudiera provocar un
estallido del mismo, como el reflujo del contenido digestivo a la vía aérea con la consecuente
neumonía. En estos pacientes estará contraindicado el invertograma hasta su corrección
traqueoesofágica. En las niñas, rara vez no se constata la salida de meconio, ya que por lo general
desemboca en el vestíbulo vaginal o en la vulva. La presencia del mismo no es indicador de la
altura de la bolsa como ocurre en los varones. Si su desembocadura se encuentra rodeada de piel,
ya sea perineal o vulvar, la MAR es baja. Cuando la desembocadura es en mucosa vestibular o
vaginal la MAR es intermedia o alta. En las niñas con un único orificio perineal, en donde no se
distingue la vagina de la uretra, debe sospecharse de una MAR cloacal. La contaminación fecal de
las vías urogenitales dará lugar a infecciones urinarias a repetición, importante causa de
morbimortalidad. Se realizará una ecografía abdominal a todos los pacientes, así como una
radiografía de sacro ya que su malformación tendrá implicancias futuras en la continencia fecal.
Tratamiento en el periodo neonatal La mayoría de las MAR no suelen ser sinónimo de urgencia
quirúrgica, siempre y cuando el neonato no presente distención abdominal y cuente con una
fístula para descomprimir el intestino. No ocurrirá lo mismo si el paciente presenta una atresia de
esófago tipo III u otra malformación asociada que comprometa la vida. En este caso deberá
realizarse el cierre de la fístula traqueoesofágica como primera medida. Salvo excepciones, el
cirujano tendrá tiempo de evaluar la posibilidad de realizar la corrección primaria sin colostomía
en el período neonatal o realizar una colostomía y corregir el defecto en un segundo tiempo. Se
podrá realizar la cirugía en forma programada y de acuerdo a la situación clínica del paciente. En
ambos sexos, los defectos bajos por lo general se corregirán en el período neonatal a través de
una anoplastía sin colostomía. Tratamiento en el varón En aquellos que presenten una fístula a la
vía urinaria, se les realizará una colostomía sigmoidea a cabos divorciados. Así, se evitará el pasaje
de materia fecal a la vía urinaria que provocaría infecciones urinarias a repetición. Tratamiento en
la niña En este grupo, Martínez Ferro sugiere que las fístulas rectovulvares deben corregirse en el
período neonatal a través de una anoplastía sin colostomía. En las fístulas vestibulares o vaginales,
la colostomía debe ser sigmoidea con espolón. En las MAR cloacales se realizará una colostomía
transversa a cabos divorciados ya que el sigmoides puede utilizarse en su corrección además de
tener comunicación con la vía urinaria. Se deberá drenar el hidrocolpos para evitar la obstrucción
urinaria grave mediante el uso de catéteres o una colostomía en caso extremo. Muchas veces
estas pacientes presentan dos hemivaginas; se deberá asegurar que ambas se han descomprimido.
Luego de varios meses, se recomienda el examen endoscópico de la cloaca para trazar su
anatomía para su reconstrucción futura. No se recomienda realizarla en una primera instancia, ya
que el periné se encuentra edematizado. En los neonatos que fueron sometidos a una colostomía,
la corrección definitiva se hará luego de los seis meses de edad aproximadamente. Se realizará la
técnica creada y difundida por Pena llamada anorectoplastía sagital posterior (ARSP). Implica
incidir sagitalmente el periné y los músculos hasta localizar la bolsa rectal y la fístula. Se movilizará
y descenderá el recto de forma anatómica mediante los músculos al ano teórico. Un
electroestimulador será utilizado durante la cirugía para localizar los músculos. La
videolaparoscopía complementaria podrá utilizarse para acceder al abdomen para la corrección
quirúrgica de fístulas del cuello vesical, cloacas altas o en casos en los que haya dificultades en la
movilización del recto ubicado muy alto en la pelvis. Manejo postoperatorio: dilataciones anales
Durante el postoperatorio, a los quince días aproximadamente de realizada la ARSP, se comenzará
con las dilataciones progresivas del neo-ano a modo de evitar la estenosis. Se progresará un
calibre por semana hasta los 14 mm aproximadamente. Para ello se utilizarán bujías tipo Heggar
de acrílico. La frecuencia será establecida de acuerdo a cada paciente aunque por lo general se
realizará dos veces al día. Al llegar al calibre deseado, mediante un neo-ano elástico y de
dimensión estable, el tránsito intestinal podrá restablecerse nuevamente prescindiendo de la
colostomía. Se seguirán realizando las dilataciones anales hasta que las bujías pasen con facilidad y
sin presentar dolor en donde se comenzará a espaciar su realización. Al inicio, puede ser frecuente
observar la presencia de dermatitis perineal al comenzar las deposiciones. Estas serán desligadas y
frecuentes. El rol de los padres será fundamental en esta etapa; se los instruirá en la realización
del procedimiento. Complicaciones • Ensuciamiento: Síntoma de constipación grave en pacientes
que habían desarrollado defecación voluntaria en el postoperatorio. Se evidencia mediante el
escurrimiento de materia fecal líquida que se debe a impactación fecal. • Constipación: Es
esperable luego del cierre de la colostomía. Deberá tratarse para evitar la hipomotilidad e
impactación que condicionará la dilatación progresiva del recto. 20 EnfermeríaNeonatal • Detectar
signos de infección periostoma así como cantidad y características del exudado. Se realizará cultivo
bacteriológico del exudado. • Evaluar la necesidad de colocar un apósito o bolsa colectora sobre el
ostoma de acuerdo a la cantidad y las características de las deposiciones. • Utilizar productos
llamados “de barrera” para evitar la irritación/ lesión de la piel periostoma. Los mismos no
deberán contener alcohol. • Elegir el sistema colector de acuerdo a cada ostomía y paciente,
teniendo siempre en cuenta que cuente con un poder de adhesión que garantice la movilidad del
niño y prevenga la irritación de la piel periostoma. • La piel deberá higienizarse con agua tibia
pudiendo utilizar jabón neutro. No se deberá frotar la misma. Deberá estar seca antes de colocar
la bolsa de colostomía. • El aro deberá adaptarse alrededor del ostoma evitando ser comprimido,
pero sí aislando la piel periostoma de la materia fecal. • El orificio deberá ser 3 mm más grande
que el diámetro del ostoma. Algunos fabricantes adjuntan medidores para mayor precisión. En
cada cambio de anillo deberá medirse el ostoma, ya que estos suelen sufrir modificaciones en el
transcurso de los meses. • La bolsa de colostomía será cambiada según necesidad. Ante el mínimo
signo de infiltrado entre el adhesivo y la piel, deberá ser removida. • Deberá ser vaciada con
frecuencia si hay hiperactividad colónica. La higiene de la misma se realizará con agua destilada. •
Detectar la presencia de eritema, edema, dolor, erosiones de la piel y sangrado. Identificar la
causa de dermatitis química, traumática o alérgica. La pérdida de la integridad cutánea periostoma
puede estar condicionada por varios factores: tipo de estoma y ubicación, consistencia y calidad
de las deposiciones, estado nutricional y general del paciente, disponibilidad del material
adecuado así como la habilidad de los profesionales de enfermería. • Evitar el uso de secadores de
aire caliente que pudieran producir irritaciones y/o quemaduras de la mucosa. • Evitar la
utilización de soluciones yodadas ya que pueden producir quemaduras. • Evaluar la presencia de
cólicos, distención abdominal así como la ausencia de deposiciones por la ostomía. • Detectar la
presencia de diarrea. El riesgo de deshidratación es alto. • Evacuar dudas y miedos de los padres
en cuanto al manejo de la ostomía: dolor, baño, vestimenta, absorción de la medicación según el
tipo de ostomía. • Respetar el sueño del niño, planificando los cuidados en el momento en que el
mismo se encuentre despierto. Técnica de irrigación del colon distal: • Realizar lavados del
intestino distal con irrigaciones periódicas para evitar la colección de moco. Se utilizará una sonda
de goma blanda y de calibre adecuado o sonda K30 y jeringa de plástico de 60 cm con solución
fisiológica (SF). • Introducir la sonda lubricada por el ostoma distal e instilar SF según la indicación
(Foto 4 y 5) En los varones con ano imperforado y fístula recto-uretral, la SF saldrá por la uretra y
por el ostoma distal. En las niñas con ano imperforado y fístula vestibular o cloaca, la SF saldrá por
la vulva. • Las irrigaciones se realizarán cada dos días. En los días previos a la corrección quirúrgica
de la MAR los lavados serán realizados una o dos veces por día. • Se deberá instruir a los padres
para su realización domiciliaria. • Incontinencia fecal: Presente en aquellos pacientes con
movimientos defecatorios involuntarios y ensuciamiento. • Incontinencia urinaria. Calidad de vida/
pronóstico Como hemos visto a través de los diferentes tipos de MAR, estas comprenden un
espectro de defectos de variable complejidad y pronóstico, llegando incluso a comprometer la
continencia fecal, urinaria y la función sexual. En cuanto a la continencia fecal, se ha observado
que a mayor hipoplasia del sacro, menor será la continencia. Los pacientes con fístula perineal
serán los que tengan el mejor pronóstico, mientras que los que presenten una fístula vesical
(cuello) tendrán un pronóstico más reservado. La falta de control en la defecación puede traer
aparejado complicaciones en la adaptación social. El rol educativo de enfermería será sumamente
importante. Se debe comenzar a trabajar desde el inicio junto a los padres en aquellas MAR de mal
pronóstico en el control defecatorio. Se incluirán asesoramiento alimentario, enemas diarios, así
como el uso de fármacos que moderen la motilidad intestinal. A pesar de la correcta reparación
quirúrgica, deberá considerarse a cada paciente como potencialmente crónico, por las secuelas
anatomo-funcionales mencionadas anteriormente. Cuidados de enfermería La vivencia de los
padres respecto a la patología de su hijo, condicionará la respuesta del niño. El profesional de
enfermería deberá funcionar como nexo entre los distintos miembros de la familia para facilitar la
adaptación a la nueva realidad. La participación precoz y continua de los padres en los cuidados de
su hijo facilitará la aceptación del nuevo escenario. Se debe fortalecer la confianza y la autonomía
de los padres ofreciendo cuidados de calidad que contemplen sus necesidades físicas, psíquicas y
sociales. Cuidados al nacimiento: • Realizar examen clínico perineal en busca de referencias
anatómicas de MAR. • Colocar una SOG de gran calibre para evitar la distención abdominal. •
Valorar la presencia de meconio. • Colocar un colector de orina para pesquisar la presencia de
meconio en la misma. • Asistir en la realización de estudios complementarios como invertograma,
colostograma y/o genitografía. • Considerar la necesidad de administración de oxígeno o presión
positiva a través de la valoración continua del patrón respiratorio, gases en sangre y saturometría
continua. La distención abdominal puede llevar a dificultad respiratoria restrictiva o viceversa.
Cuidado de la ostomía: • Valorar la coloración de la mucosa intestinal. La misma deberá ser rosada
indicando una adecuada perfusión tisular. • Observar la presencia de sangrado, edema,
dehiscencia, oclusión, evisceración, prolapso, estenosis o granulomas en el ostoma. 21
EnfermeríaNeonatal Cuidado posoperatorio inmediato de la ARSP • Valorar la presencia de
taquicardia, hipotensión y signos indirectos de dolor. • Administrar analgesia y antibióticos según
indicación mé- dica. • En varones con fístula urinaria, la sonda vesical deberá permanecer cuatro
días aproximadamente. No deberá recolocarse la sonda en caso de salida accidental. • Valorar la
presencia de globo vesical. • Valorar la tolerancia oral del paciente luego del ayuno
postoperatorio. • Realizar balance estricto de ingresos y egresos. Realizar ritmo diurético. • El
periné deberá permanecer limpio y seco. Cuidado de la dilatación del neo-ano: • Realizar las
dilataciones anales según la indicación del cirujano. Se comenzará con las mismas a los 15 días
aproximadamente de la cirugía con el fin de evitar su estenosis. • Se comenzará utilizando el
mismo calibre que en la cirugía. • Valorar la presencia de sangrado del neo-ano pudiendo este
sangrar durante las primeras 48 h. Se lubricará la bujía con vaselina. No es recomendable el uso de
anestésicos locales debido a su absorción por vía rectal. • Se buscará que el periodo de
dilataciones sea lo más corto posible para evitar el disconfort. • Realizar dilataciones dos veces al
día, durante un minuto. De ser necesario deberá realizarse entre dos personas: una sostendrá al
niño y la otra realizará la dilatación. • Instruir a los padres en su realización, momento que se
aprovechará para exponer dudas. Cuidado luego del cierre de la colostomía: • Valorar el número
de las deposiciones diarias. Las mismas se encontrarán aumentadas los primeros meses para luego
ir disminuyendo en el caso de los pacientes con colon íntegro y buen pronóstico de continencia. •
Valorar las características de las deposiciones así como la zona perineal ya que durante los
primeros meses es frecuente observar dermatitis perineal. El desafío para todos aquellos que
cuidamos RN no finaliza en la instancia quirúrgica sino también en el seguimiento para el control,
tratamiento y cuidados de las secuelas persistentes, tanto de la malformación en sí como de los
sistemas involucrados. El cuidado de los RN con MAR requiere de cuidado interdisciplinario y
profesionales de enfermería con conocimientos actualizados y compromiso activo en el mismo. En
el camino por recorrer que enfrentarán tanto el paciente como su familia, debemos ser
conscientes de la importancia y la responsabilidad que nuestro cuidado tiene en la evolución y su
vida futura. Como profesionales de enfermería tenemos el desafío de transmitir y enseñar a los
padres, cuidados con competencia, seguridad y credibilidad.

Ano imperforado

Written by Ann Pietrangelo | Published on 27 de julio de 2012


Medically Reviewed by Brenda B. Spriggs, MD, MPH, FACP

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 Información general

 Síntomas

 Riesgos

 Diagnóstico

 Tratamiento

 Pronóstico

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Part 1 of 6: Información general

Información general

El ano imperforado es una anomalía congénita por la cual el ano carece de abertura o está
bloqueado. Según National Library of Medicine [Biblioteca Nacional de Medicina, NML], dicha
anomalía se produce aproximadamente en uno de cada 5.000 nacimientos y ocurre con mayor
frecuencia en el sexo masculino que en el femenino. (NML, 2011) En las bebés con ano
imperforado generalmente el recto, la vejiga y la vagina comparten una misma abertura grande.
Esta abertura se llama cloaca
Esta afección se desarrolla en el útero entre la quinta y séptima semana de embarazo. Se
desconoce la causa. Con frecuencia esta afección se presenta junto con otros defectos en el recto.

Usualmente el diagnóstico se emite poco después del nacimiento. Se trata de una afección muy
grave que requiere tratamiento inmediato. La mayoría de los bebés necesita cirugía para reparar
la anomalía. El pronóstico después de la cirugía en muy bueno.

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Part 2 of 6: Síntomas

Síntomas

Normalmente los signos del ano imperforado son evidentes poco después del nacimiento e
incluyen lo siguiente:

 falta de abertura anal

 abertura anal en el lugar equivocado (por ejemplo, demasiado cerca de la vagina)

 falta de heces en las primeras 24 a 48 horas de vida

 heces que pasan por el lugar equivocado (uretra, vagina, escroto, base del pene)

 abdomen inflamado

 conexión anómala (fístula) entre el recto y el sistema reproductor o el tracto urinario

Según Cincinnati Children's Hospital (CCH) [Hospital de Niños de Cincinnati] aproximadamente la


mitad de los bebés que nacen con el ano imperforado tiene otras anomalías. (CCH, 2010) Algunas
de ellas son:

 defectos en los riñones y el tracto urinario

 anomalías en la columna vertebral

 defectos en la tráquea

 defectos en el esófago

 defectos en los brazos y piernas

 síndrome de Down (trastorno cromosómico relacionado con retraso cognitivo,


discapacidad intelectual, rasgos faciales característicos y tono muscular débil)

 enfermedad de Hirschsprung (bloqueo del intestino grueso)

 atresia duodenal (la primera porción del intestino delgado no está desarrollada
correctamente)
 defectos cardíacos congénitos

Part 3 of 6: Riesgos

Riesgos

Se trata de una afección muy grave que requiere atención inmediata. La incapacidad de eliminar
las haces puede causar estreñimiento, dolor abdominal y obstrucción intestinal. Puede producirse
una infección cuando las heces pasan por el tracto urinario debido a una fístula.

Part 4 of 6: Diagnóstico

Diagnóstico

Por lo general, es suficiente hacer un examen médico después del nacimiento. Las pruebas con
imágenes pueden confirmar el problema y revelar la magnitud de las anomalías. Por ejemplo:

 radiografías del abdomen

 ecografía abdominal

Después de diagnosticar el ano imperforado, el médico también debería hacer análisis para
detectar otras anomalías relacionadas con esta enfermedad. Algunas de esas pruebas son:

 radiografías de la columna vertebral para detectar anomalías óseas

 ecografía de la columna vertebral para detectar anomalías en los cuerpos vertebrales


(huesos de la columna)

 ecocardiograma para detectar anomalías cardíacas

 imágenes por resonancia magnética (IRM) para detectar evidencias de defectos en el


esófago tales como formaciones de fístulas con la tráquea

Part 5 of 6: Tratamiento

Tratamiento

Casi siempre es necesario intervenir quirúrgicamente. A veces es necesario realizar múltiple


cirugías para corregir el problema. De ser necesario, se hace una colostomía temporal para
permitir que el bebé crezca antes de la cirugía.

En la colostomía, el cirujano crea dos pequeñas aberturas (estomas) en el abdomen. La parte


inferior de los intestinos se adjunta a una de ellas y la parte superior, a la otra. Las heces se
recogen en un reservorio adjunto fuera del cuerpo.

El tipo de cirugía correctiva dependerá de los detalles específicos de la anomalía, como qué tan
bajo está recto del bebé, cómo se ven afectados los músculos circundantes y si hay fístulas.
Todas las fístulas que se encuentren se cierran mediante un procedimiento llamado anoplastia
perineal de modo que el recto ya no esté conectado con la uretra o la vagina. Se genera un ano en
la posición normal.

El procedimiento se denomina descenso endorectal transanal cuando el recto se jala y conecta al


nuevo ano.

Para evitar que el ano se estreche, podría ser necesario estirarlo periódicamente (dilataciones
anales). Esto se repite periódicamente por algunos meses. Los profesionales de la salud pueden
enseñarle a los padres cómo hacerlo en casa.

Part 6 of 6: Pronóstico

Pronóstico

A las pocas semanas de la cirugía, se le sindicará a los padres cómo realizar las dilataciones anales
para garantizar que la abertura anal es lo suficientemente grande para permitir que pasen las
heces. Algunos niños sufrirán problemas de estreñimiento y tardarán más en aprender a ir al baño.
En el futuro podría ser necesario administrar ablandadores de heces, enemas o laxantes para
aliviar el estreñimiento. Sin embargo, la mayor parte de las veces la cirugía puede reparar las
anomalías y a la mayoría de los niños les va bien. Se recomienda un régimen alimentario con alto
contenido de fibra y citas médicas de seguimiento durante la niñez.

ANO IMPERFORADO ATRESIA ANAL

Última actualización 26 de agosto 2013

Definición

¿Qué es el ano?

Clasificación de malformaciones anorectales

Ano imperforado en una niña

Ano imperforado en un niño

Causas

¿Qué le pasa al bebé?

Síntomas

Diagnóstico

Tratamiento
Convalecencia

Pronóstico

Prevención

Referencias

DEFINICIÓN

El ano imperforado es una enfermedad congénita (presente en el momento de nacer) adquirida


durante la vida embrionaria entre la sexta y la octava semanas de gestación que se caracteriza por
ausencia de una abertura anal normal. Por lo general, el diagnóstico se hace al nacimiento (se
checa rutinariamente con la exploración en la sala de labor al intentar introducir una sonda por el
ano).

Con mucha frecuencia se asocia con defectos en otras partes del tubo digestivo, como atresia de
esófago y con malformaciones en otros sistemas como el urinario y el cardiovascular. Aunque el
término describe exactamente la apariencia externa del bebé, no alcanza a puntualizar la
complejidad de la malformación interna. Una malformación del ano implica que los músculos y los
nervios que están asociados con esta parte final del intestino generalmente tienen el mismo grado
de malformación.

El ano imperforado es más común en varones que mujeres. Desafortunadamente el defecto en


varones es más serio ya que en la mayoría de estos el intestino grueso (recto) termina en una
fístula (comunicación falsa) interna conectada al sistema urinario ya sea la uretra prostática, uretra
membranosa ó a la vejiga. Las mujeres casi siempre tienen una fístula externa al periné, al
vestíbulo de los órganos genitales externos ó en ocasiones a la vagina.

¿QUÉ ES EL ANO?

El ano es el orificio en que termina el tubo digestivo y por el cual salen los desechos del organismo
en forma de excremento. Está ubicado en la parte final del intestino y mediante los músculos y
nervios que lo conforman, las heces fecales son expulsadas a través del ano.

¿Qué es el ano? ¿Qué es el ano?


El recto es la parte terminal del tubo digestivo. Es la continuación del colon sigmoideo y termina
abriéndose al exterior por el orificio anal.

Normalmente, en el desarrollo del feto durante el embarazo, el intestino desciende a través de la


cavidad abdominal hasta llegar al esfínter rectal. Este esfínter contiene, como ya lo mencionamos,
los nervios y músculos necesarios para sentir y controlar los movimientos intestinales. Cuando hay
“ano imperforado”, el descenso del intestino (durante su desarrollo intrauterino), se detuvo en
algún punto antes de llegar al recto; esto se describe también como una “anomalía anorectal”.

CLASIFICACIÓN DE MALFORMACIONES ANORECTALES

Estas malformaciones pueden presentarse de las siguientes maneras.

El recto puede terminar en una “Bolsa Ciega” cerrada (como un saco) y no se comunica con el
intestino grueso.

Puede haber fístulas (comunicaciones, caminos, aberturas) hacia la vejiga, uretra y base del pene
en los varones y hacia la vagina o hacia el periné en las mujeres.

El ano presenta estrechamiento (estenosis).

Ausencia del ano.

Dependiendo de su localización se clasifican en: Bajas y Altas

Baja o Imperforación Anal Baja con Fístula Perineal. Cuando el recto atraviesa completamente los
músculos elevadores del ano. En este caso hay una fístula (orificio anormal pequeño) por donde el
bebé elimina el meconio (primera evacuación del recién nacido). En este caso sólo una membrana
obstruye la salida de esta primera evacuación.

Alta o Imperforación Anal Alta.- Se define así a aquellas lesiones del recto que se en encuentran
por encima de los músculos elevadores del ano. En estos casos, las malformaciones de riñón y vías
urinarias son del 60% al 90%.

ANO IMPERFORADO EN UNA NIÑA

Ano imperforado en una niña

Corte transversal de una anatomía femenina normal mostrando las posiciones relativas de la
vejiga, el útero/vagina y el recto
Ano imperforado en una niña

Ano imperforado, lesión baja: el ano no se ha desarrollado y el recto está cubierto por piel.

Ano imperforado en una niña

Ano imperforado, lesión alta: el recto termina en un saco ciego, que en esta gráfica se conecta a la
vagina mediante una fístula (una estructura tubular estrecha).

ANO IMPERFORADO EN UN NIÑO

Ano imperforado en un niño

Corte transversal de una anatomía masculina normal mostrando las posiciones relativas de la
vejiga, la uretra y el recto.

Ano imperforado en un niño

Ano imperforado, lesión baja: el ano no se desarrolló y el recto está cubierto por piel.

Ano imperforado en un niño

Ano imperforado, lesión alta: el recto termina en un saco ciego, que en esta gráfica se conecta a la
uretra mediante una fístula (comunicación)

CAUSAS
Las malformaciones anorectales (MARA) son un tipo de defectos al nacimiento que se pueden
presentar en el sistema digestivo del cual se desconoce la causa. Sin embargo, los estudios que se
han realizado (Dr. Alberto Peña et al.) tanto en humanos como en animales sugieren que hay una
importante contribución genética. Ellos encontraron que hay una incidencia mayor que la
esperada de que un bebé con ano imperforado tuviera uno o más miembros de la familia con el
mismo defecto.

Es importante también observar que el ano imperforado es una malformación congénita que
puede ser única o estar asociada a otras anomalías también congénitas (en este tipo de anomalías
se han encontrado errores en los genes) como en el acrónimo VACTERL (por sus siglas en inglés),
en el que el bebé padece malformaciones del ano, de las vértebras, corazón, riñón, esófago y de
los brazos y piernas, así como en algunos bebés con el Síndrome de Down y en algunas
malformaciones congénitas del pulmón. Frecuentemente está asociado a malformaciones de las
vías urinarias (riñón, vejiga, uréteres) en el 30%, lo que aumenta la gravedad y las complicaciones
del ano imperforado.

Sin embargo, en la actualidad todavía se desconoce la forma exacta de la influencia genética en las
malformaciones anorectales y se piensa que es necesario tener en cuenta también la influencia del
medio ambiente.

¿QUÉ LE PASA AL BEBÉ?

Manifestaciones Físicas: Las manifestaciones que presenta el bebé pueden ser cualquiera de las
siguientes:

Ausencia del orificio anal.

El orificio anal está fuera de su lugar.

El orificio anal está muy cerca de la abertura vaginal en las mujeres.

No hay paso de la primera evacuación o meconio entre las 24 a 48 horas después del nacimiento.

El meconio o primera evacuación pasa a través de la vagina o la uretra en las mujeres y por la base
del pene o el escroto o la uretra en los varones.

El abdomen del bebé se nota muy distendido

Hay estreñimiento, dolor y dificultad al evacuar.


Cuando el bebé presenta ésta anomalía la abertura externa o ano puede ser:

Normal en su localización, pero muy pequeño y estrecho

La abertura puede estar cubierta con piel

Hay presencia de meconio en la orina debido a las fístulas o comunicaciones que se formaron

SÍNTOMAS

Si no hay ano, no existe la abertura para que el organismo pueda sacar el desecho que viene en
forma de heces fecales después del nacimiento. El recto termina en una bolsa y por lo tanto el
meconio (las primeras heces fecales del bebé se llaman meconio), permanece en el intestino. Esto
puede ser causa de vómito y de dilatación y agrandamiento del abdomen.

Cuando existe una fístula entre el intestino y la vejiga, puede haber presencia de meconio en la
orina del bebé

Si la fístula está entre el intestino y la vagina, el meconio es capaz de ser excretado a través de este
conducto.

Cuando la imperforación es alta o hay ausencia de ano, el estado de salud del bebé puede
complicarse si no es tratado con rapidez. El bebé no podrá evacuar, las complicaciones son graves
e inmediatas y pueden ser fatales para el bebé. Puede presentarse:

Dolor

Fiebre

Deshidratación y desequilibrio de sales minerales (Electrólitos)

Obstrucción Intestinal

Peritonitis (es una infección causada por la inflamación de la membrana que recubre los órganos
abdominales conocida como peritoneo).

Perforación de asas intestinales (son las curvaturas que hace el intestino para acomodarse en la
cavidad abdominal).
Sepsis (infección generalizada)

Muerte

Cuando el Ano imperforado es bajo y hay fístulas, el bebé puede evacuar algo por la fístula, pero si
no se lleva a cabo el tratamiento quirúrgico, también puede complicarse y el bebé puede
presentar:

Dolor

Infecciones de la uretra, vejiga y el periné por la salida del meconio

El bebé no quiere comer

Puede deshidratarse

Lesiones e infecciones en la piel

Pérdida de peso por su estado general.

DIAGNÓSTICO

En el momento en el que nace un bebé, el pediatra realiza una revisión física completa que incluye
explorar si el ano está permeable y si se encuentra en donde debe de estar.

Si no se realiza el diagnóstico durante la revisión sistemática, el defecto suele detectarse tras la


primera comida del recién nacido, porque poco después aparecen signos de obstrucción intestinal.

Al observarse el ano cerrado, el médico debe de hacer una serie de pruebas que lo ayuden en su
diagnóstico para evaluar el problema, determinar si la lesión es alta, baja o intermedia y si hay
otras anormalidades asociadas:

Radiografía simple de abdomen o bien algo más especializado como: Estudios radiológicos en los
cuales se utilizan substancias (radio-opacas) que permiten ver el intestino grueso del bebé, para
precisar la distancia desde el recto hasta la piel. Este estudio mostrará la localización exacta de la
malformación para el tratamiento inmediato. Las pruebas radiológicas permiten también
diagnosticar si existe alguna fístula. Esta información es útil para determinar el mejor modo de
corregir quirúrgicamente el defecto.

Esta radiografía ayuda también a determinar si hay otras anomalías en la columna vertebral o en el
hueso sacro (el último en la base de la columna que tiene forma de un triángulo).
Ultrasonido abdominal y de la espina: son útiles para examinar el tracto urinario y la columna
vertebral y detectar si hay algún problema en la parte final de la médula espinal.

Ultrasonido Renal y de Corazón. Este estudio les permite ver la forma, el tamaño y defectos que
pueda presentar estos órganos.

El ultrasonido del perineo (área rectal y vaginal) puede ayudar también a determinar la distancia.

Radiografía de tórax, de columna vertebral, de esófago y de tráquea.

Ecocardiograma para determinar si hay defectos cardiacos.

TRATAMIENTO

El tratamiento del ano imperforado es mediante cirugía, que corregirá los defectos que involucran
las malformaciones del recto y del ano. La reparación quirúrgica consiste en la creación de un
orificio para el paso de las heces (materia fecal). La ausencia total de orificio anal en un recién
nacido requiere cirugía de emergencia. La cirugía se hace bajo anestesia general.

La cirugía de ano imperforado fue revolucionada en la década de los ochenta por el doctor Alberto
Peña, cuando este introdujo una nueva técnica quirúrgica mejorando significativamente los
resultados. La cirugía correctiva (anorectoplastía) de esta condición se hace después de los seis
meses de edad, cuando el riesgo anestésico se ha reducido considerablemente y la pelvis del niño
es lo suficientemente grande para poder ver bien todas las estructuras.

Si no existe orificio anal y es clasificación Baja: El cirujano especialista creará este orificio para que
el bebé pueda evacuar y reposicionará el saco rectal (lo “jala hacia abajo”) y lo sutura en el nuevo
orificio anal es decir hará lo que se llama “anoplastía perineal”.

Si no existe orificio anal y es clasificación Baja

Cuando hay una fístula (ano imperforado clasificación Baja): el cirujano cerrará la fístula y creará
un orificio anal, el saco rectal se reposiciona en el orificio anal: Anoplastía perineal.

Si el ano imperforado es de clasificación Alta. El tratamiento quirúrgico consta de dos etapas:

Primera etapa. Es necesaria una colostomía de emergencia. La colostomía es un procedimiento


quirúrgico (temporal) que realiza el cirujano pediatra. En la colostomía el intestino grueso se
divide en dos secciones y las dos puntas son “sacadas” hacia la pared abdominal. La parte superior
permite que pasen las heces fecales a través de la apertura que se denomina “estoma” y se
recolectan en una bolsa especial. La mucosidad intestinal que se produce constantemente saldrá
por el segundo “estoma”.

Primera etapa
Con este procedimiento la digestión no se interrumpe y el bebé seguirá creciendo y
fortaleciéndose para la siguiente operación. Al diferir la salida de las heces se minimiza el riesgo de
infección cuando se haga la operación de reconstrucción.

Es conveniente esperar hasta que el bebé tenga más de seis meses para realizar la anoplastía. El
cirujano debe de enfrentar -independientemente del tipo del defecto- la gran dificultad de
encontrar, utilizar o crear nuevas estructuras nerviosas y musculares adecuadas alrededor del
recto y del ano, que le permitan al niño tener la capacidad de controlar sus esfínteres.

Segunda Etapa. Durante el período postoperatorio se llevarán a cabo una serie de dilataciones
diarias del nuevo ano (neo-ano) construido hasta llevarlo a un calibre adecuado para la edad y
lograr una cicatriz madura y suave. Finalmente una vez se completen estas dilataciones se procede
a cerrarle la colostomía al infante entre los nueve a doce meses de edad empezando entonces
éste a utilizar el nuevo ano (“neoano”) por primera vez en su vida. No es sino hasta los tres años
de edad cuando las conexiones de los nervios cerebro-espinales han madurado lo suficientemente
para poder reconocer si el niño tiene capacidad de controlar sus esfínteres.

La continencia fecal (la capacidad de poder aguantar ó no la salida de la materia fecal de una
forma voluntaria) puede ser afectada si el defecto es alto (i.e., fístula recto-vesical), si el músculo
del esfínter no se desarrolló adecuadamente (hipoplásico), si el bebé tiene, además, ausencia de
los últimos segmentos de sus vertebras sacras (la parte más baja de la columna vertebral) y si el
paciente tiene problemas neurológicos severos.

Se estima que entre un 60-80% de los pacientes tendrán capacidad de controlar sus esfínteres
después de la cirugía. Las mujeres tienen una ligera ventaja (90%) en los resultados positivos
finales. Una quinta parte tendrá problemas severos de adaptación que incluirán incontinencia
fecal franca, estreñimiento y/o diarrea hasta la adolescencia. En esta etapa de su vida un grupo
pequeño mejorará algo. El tratamiento médico con laxantes, antiespasmódicos y/o enemas será
una ayuda para adaptar socialmente a un grupo de pacientes adicionales.

Riesgo Quirúrgico

Antes de la cirugía el médico debe tener en cuenta los siguientes riesgos:


La Anestesia: Problemas respiratorios y reacción a medicamentos

La Cirugía: puede haber hemorragias e infecciones

El estado general del bebé: antes de la cirugía, el médico debe tener en cuenta si el bebé está
hidratado, si todavía no se presentan complicaciones, el peso del bebé, cuál fue la calificación
Apgar, si fue parto a término

Si existen otras anomalías congénitas

Complicaciones después de la Cirugía:

Daño a la uretra

Parálisis Intestinal temporal (Íleo Paralítico) El manejo de las asas intestinales durante la cirugía
puede causar esta complicación

Infecciones

CONVALECENCIA

Si la malformación fue Clasificación Baja, una vez realizada la anoplastía perineal, es probable que
el niño deba permanecer en el hospital durante varios días para vigilarlo y para que el cirujano
inicie las dilataciones del nuevo ano necesarias (evitando que al cicatrizar los tejidos se presente
un estrechamiento del orificio anal, y para darle tono muscular al nuevo esfínter anal y al periné).

Si la malformación fue clasificación Alta y es necesario dejar una colostomía temporal, las
evacuaciones del bebé saldrán por ese orificio que se dejó en el abdomen y es de suma
importancia que los médicos y las enfermeras enseñen a los papás el manejo y los cuidados que
requiere su bebé, antes de salir del hospital.

La importancia del lavado de manos, antes de iniciar los cuidados a la colostomía y después de
ella.

Conocimiento y uso del material desechable (bolsas para la evacuación que se adhieren a la piel
del abdomen y como sujetarlas).

Aseo de la región con substancias desinfectantes especiales pero no agresivas a la piel del bebé.

Cremas y polvos especiales para que la bolsa se adhiera a la piel y las heces no salgan, pues
pueden provocar quemaduras, úlceras e infecciones severas en la piel del bebé, debido a la acidez
de las heces y al alto contenido de bacterias que existen en el intestino grueso.
Lugares donde comprar el material desechable, las cremas, lociones polvos especiales etc., así
como el costo aproximado.

Qué tipo de alimentación necesita su bebé, si el bebé presenta dolor o fiebre el médico les
indicará los medicamentos y la dosis, y cuáles son los signos de alarma que, como padres, deben
de conocer para evitar complicaciones.

Dilataciones del nuevo ano: Es muy importante que la familia entera aprenda cómo hacer las
dilataciones y que sigan el programa que les indique el médico:

Debes colocar al bebé con las rodillas flexionadas hacia el pecho. Lubrica la punta del dilatador e
insértalo tres o cuatro centímetros en el recto.

Repite esto dos veces al día por 30 segundos cada vez. Cada semana deberás cambiar de dilatador
por otro de mayor tamaño según lo vaya indicando el médico.

Después de seis u ocho semanas, se llega al tamaño deseado.

Las dilataciones son mucho más sencillas en los bebés pero pueden ser dolorosas cuando se
aumenta el tamaño del dilatador deseado, pero podrás constatar que el dolor desaparece después
de algunos días. Es importante que se cambie el calibre del dilatador cada vez que sea necesario.

Las dilataciones se realizan de la misma manera en el bebé con o sin colostomía. Cuando se llega al
tamaño deseado, se empieza a planear el cierre de la colostomía.

Se debe llevar una dieta alta en residuos y utilizar reblandecedores de heces de manera continua
durante la niñez.

Secuencia de las dilataciones anales:

Una vez que el médico observa que el dilatador del tamaño deseado penetra fácilmente y sin
causar dolor, se puede disminuir la frecuencia de las dilataciones siguiendo un programa
determinado.

Si en algún momento llegaras a notar que la dilatación se dificulta, es conveniente que se lo


comuniques a tu médico.
Cierre de la colostomía:

Si la recuperación sigue sin ningún percance, la colostomía generalmente se cierra dos o tres
meses después de la reparación principal del ano. Esta es una nueva cirugía para la cual es
necesario internar nuevamente al bebé en el hospital.

En los primeros días se le preparará para la cirugía que involucra el cierre de los dos “estomas”
(bocas del intestino) que se habían preparado y la unión de las dos puntas del intestino para
restablecer la continuidad del colon.

Después de esto, a los dos o tres días, el bebé empezará a pasar heces fecales a través del nuevo
ano. El número de veces que evacúe el intestino en los días que siguen al cierre de la colostomía
generalmente es muy alto comparado con un niño normal, por lo tanto, es probable que los bebés
se rocen fuertemente por lo que es necesario cuidar y prevenir esto.

Las deposiciones van disminuyendo con los días hasta que el bebé se llega a estreñir. Este
estreñimiento puede ir desde leve hasta severo. Los padres tienen que estar pendientes de este
problema y seguir las instrucciones del médico de darle una dieta adecuada y, a veces, algún
laxante ligero para garantizar que el recto se vacía diariamente.

Después del cierre de la colostomía, el principal cuidado que debes tener con tu bebé es evitar el
estreñimiento o constipación ya que esto puede traer otras complicaciones.

Entrenamiento y control de esfínteres

La meta de todo niño al que se le ha realizado una anoplastía es llegar a tener control de
esfínteres.

Es importante conocer los tres factores específicos que juegan un papel muy importante para
lograr una continencia fecal:
El niño tiene que tener sensación (dentro del recto): Los niños que nacen con ano imperforado no
tienen la sensación intrínseca necesaria para sentir el paso de las heces fecales o gases y esto hace
que, sin sentirlo, el niño se ensucia y se llega a acostumbrar al olor de la materia fecal lo que
molesta a toda la familia y a cualquiera que esté cerca de él.

El niño tiene que tener una buena movilidad (peristaltismo) del colon (una parte del intestino): El
recto es la última porción del intestino que actúa como reservorio de las heces fecales. Es
fisiológicamente importante para acumular los deshechos en medio de los movimientos
intestinales. Normalmente, el recto permanece quieto por periodos de 24 a 48 horas (el tiempo
necesario para que se acumulen las heces) y entonces viene un movimiento intestinal fuerte que
permite un vaciado total del recto el cual, después de evacuar, vuelve a quedar quieto.◦ Si el
movimiento del recto es lento, la materia fecal no se mueve y es entonces cuando se presenta el
estreñimiento; el niño tendrá incontinencia por sobrecarga y se ensuciará.

El niño tiene que tener buenos músculos voluntarios del recto o mecanismo del esfínter: estos
músculos – o esfínter voluntario- generalmente rodean al recto y al ano y son considerados como
un componente fundamental del control o continencia fecal. Los niños con ano imperforado
generalmente sufren de diferentes grados de falta de desarrollo de estos músculos y por lo tanto,
de capacidad de controlar la salida de heces fecales.

El entrenamiento para lograr un total control de esfínteres es la última meta para los bebés con
malformaciones anorectales. Aunque no siempre es posible lograrlo, los padres deben de tratar de
hacerlo de la misma manera que con un niño que tiene una anatomía normal.

Estrategias para iniciar el entrenamiento: entre los 2 y 3 años de edad, se les pide a los padres que
sienten al niño -en la bacinica o en el escusado- después de cada comida como si esto fuera un
juego y no una obligación o un castigo. Pueden acercarle libros o sus juguetes preferidos. Es
probable que sea necesario que los padres se sienten y permanezcan con el niño para que no haya
discusiones, sin embargo, si el niño se levanta, es el momento para recoger los juguetes y no
dejárselos a la mano, se acabó el juego.

Cada vez que el niño evacua o defeca en el escusado, es una acción que hay que premiar con
sonrisas, aplausos o incluso con algún caramelo o juego.

Entrenamiento en edad escolar: Si para el momento en el que va al colegio aún no está entrenado,
existen dos alternativas:
Pueden retrasar el momento de inicio de la etapa escolar un año más hasta que esté totalmente
entrenado.

Pueden usar el Programa de adiestramiento de evacuación intestinal –en forma temporal por un
año- y después volver a empezar el entrenamiento del niño.

Programa de adiestramiento de evacuación intestinal:

Este programa se basa en limpiar el colon y mantenerlo quieto (sin movimientos intestinales) por
24 horas. Para lograr esto se usan irrigaciones del colon, enemas o supositorios una vez al día.

En algunas ocasiones es necesario dar una dieta especial y medicamentos que lentifiquen los
movimientos de un colon muy activo.

El programa es un continuo proceso adaptado a cada niño y el éxito se logra a la semana de iniciar
pero necesita mucha paciencia y dedicación. Más del 90% de los niños que siguen este programa
están artificialmente limpios durante todo el día y pueden llevar una vida completamente normal.
No es conveniente enviar a la escuela a un niño que no tiene continencia fecal cuando sus
compañeros ya están entrenados a riesgo de que sufra humillaciones que le dejen problemas
psicológicos adversos.

Conforme pasa el tiempo, el niño se mostrará más cooperativo e interesado y preocupado en su


problema. Es muy probable que más adelante, el niño deje de usar enemas y se mantenga limpio
siguiendo un régimen específico de alimentación a horas determinadas que provoquen
movimientos intestinales a un horario determinado.

PRONÓSTICO

¿Cuál es el resultado a largo plazo para los niños, después de la reparación de un ano
imperforado?

La característica de pronóstico más importante es la gravedad del ano imperforado y la presencia


o ausencia de anormalidades asociadas con la espina dorsal.
Los niños con una lesión baja, especialmente aquellos que necesitan solamente una anoplastía
perineal tienen muy buena probabilidad de tener patrones de evacuación normales. Los estudios
recientes han encontrado que cerca del 75% de los niños con malformaciones anorectales que han
tenido una cirugía correcta y exitosa, recuperaron el control del movimiento intestinal al cumplir 3
ó 4 años. La mitad de ellos continua teniendo accidentes (falta de control de esfínter)
ocasionalmente que generalmente están relacionados con el estreñimiento (constipación).

Cuando este problema se trata apropiadamente, estos accidentes llegan a desaparecer


totalmente. Se calcula que un 40% de estos niños puede llegar a controlar su esfínter anal y
comportarse como niños normales pero pueden presentar algo de incontinencia cuando sufren de
diarrea.

Su dieta deber de ser siempre rica en residuos (vegetales, frutas), pocas harinas y azúcares
blancos, abundantes líquidos y medicamentos que suavicen las heces, y evitar el estreñimiento.

Los niños que tienen anormalidades de la espina dorsal en la región sacra inferior y un ano
imperforado alto, tienen poca probabilidad de lograr un funcionamiento intestinal normal.

No obstante, hasta este último grupo puede lograr ayuda mediante un programa de
adiestramiento de evacuación intestinal con cambios dietéticos, el uso de laxantes suaves y
ocasionalmente la aplicación de enemas.

PREVENCIÓN

CONSEJO GENÉTICO: Como en la mayoría de los defectos congénitos no se conoce prevención


alguna pero se recomienda a las parejas con antecedentes de malformaciones anorectales en su
familia, que acudan a consulta con un genetista.

La asesoría genética y el diagnóstico prenatal brindan a los padres el conocimiento para tener la
oportunidad de tomar decisiones inteligentes e informadas con respecto a un posible embarazo y
su pronóstico
Los padres de un bebé con malformaciones anorectales, corren un mayor riesgo de tener otro
niño con este mismo problema.

Medline plus

Ano imperforado

Es un defecto que está presente al nacer (congénito), en el cual la abertura hacia el ano falta o
está obstruida. El ano es la abertura hacia el recto a través de la cual las heces salen del cuerpo.

Causas

El ano imperforado puede ocurrir de varias maneras:

 El recto puede terminar en un bolsillo que no se conecta con el colon.

 El recto puede tener aberturas hacia otras estructuras. Estas pueden incluir la uretra, la
vejiga, la base del pene o el escroto en los niños o la vagina en las niñas.

 Puede haber estrechamiento (estenosis) o ausencia del ano.

Lo causa un desarrollo anormal en el feto. Muchas formas de ano imperforado ocurren con otras
anomalías congénitas.

Síntomas

Los síntomas de este problema pueden incluir:

 Orificio anal muy cerca de la abertura vaginal en las mujeres.

 El bebé no elimina la primera deposición al cabo de 24 a 48 horas después del nacimiento.

 Ausencia o desplazamiento del orificio anal.

 Las deposiciones salen a través de la vagina, la base del pene, el escroto o la uretra.

 Zona abdominal hinchada.

Pruebas y exámenes

Un proveedor de atención médica puede diagnosticar esta afección durante un examen físico. Se
pueden recomendar estudios imagenológicos.

Tratamiento
El bebé debe ser examinado en busca de otros problemas, como anomalías de los genitales, las
vías urinarias y la columna.

Se requiere cirugía para corregir el ano. Si el recto se comunica con otros órganos, también será
necesaria la reparación de estos órganos. Con frecuencia, se requiere una colostomía temporal
(conectar el extremo del intestino grueso a la pared abdominal de manera que las heces se
puedan recolectar en una bolsa).

Expectativas (pronóstico)

La mayoría de las anomalías se pueden corregir eficazmente con cirugía. La mayoría de los niños
con anomalías leves tienen un muy buen pronóstico; sin embargo, el estreñimiento puede ser un
problema.

Los niños que se someten a cirugías más complejas por lo regular aun tendrán control sobre sus
deposiciones la mayoría de las veces. Sin embargo, con frecuencia, necesitan seguir un programa
para el intestino, el cual incluye comer alimentos ricos en fibra, tomar ablandadores de heces y
algunas veces usar enemas.

Algunos niños pueden necesitar otras cirugías.

Cuándo contactar a un profesional médico

Este problema por lo general se descubre cuando se examina al bebé por primera vez. Llame a su
proveedor de atención si un niño tratado por ano imperforado tiene dolor abdominal o no logra
tener ningún control intestinal al cumplir los tres años.

Prevención

No se conoce ninguna forma de prevención. Los padres con antecedentes familiares de este
defecto pueden buscar asesoría genética.

Usa nuestra sección de “directorio de Genetistas” para localizar a un profesional especializado en


genética en tu área.

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