Virreinatos de la Monarquía Hispánica en América
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Virreinatos, Capitanías Generales y
provincias españolas en América hacia 1800.
Se otorga por primera vez el título de virrey para las tierras por descubrir al
otro lado del Atlántico a Cristóbal Colón (Virreinato colombino), aunque se le
dio más importancia al título de «Almirante de la Mar Océana». En 1511, según
lo dispuesto en las Capitulaciones de Santa Fe, fue nombrado virrey Diego
Colón, quien sí le dio importancia a dicho título. El cargo de Virrey comienza a
aparecer como cargo no hereditario en 1535 con la creación del «Virreinato de
la Nueva España», donde fue su primer virrey Antonio de Mendoza y Pacheco, y
en 1542 al crearse el «Virreinato del Perú», fue su primer virrey Blasco Núñez
de Vela.
Existió una evolución en la Corona Española respecto a la calidad de la persona
que debía ocupar dicho cargo. Para los Austrias, los virreyes debían ser
personas de la nobleza (generalmente militares); en cambio para los Borbones,
los virreyes eran preferentemente de clase media (generalmente funcionarios
de carrera que fueran letrados).
El virrey, como representante personal del Rey de España, es recibido en
América con toda solemnidad, contaba con una guardia personal y era recibido
con un palio, que era un privilegio del Rey y del Santísimo Sacramento.
Debido a la gran extensión de sus posesiones en América, la Corona Española
creó los siguientes virreinatos (virreynatos en la antigua ortografía) como las
principales autoridades regionales:
Nombre Period Notas
o
Virreinato de 1492-
Véase Capitulaciones de Santa Fe.
las Indias 1535
Virreinato de
1535- En un comienzo abarcaba desde Alaska hasta Costa
Nueva
1821 Rica y Filipinas. Véase Virreyes de Nueva España.
España
En un comienzo abarcaba gran parte
Virreinato del 1542-
de Sudamérica (sin contar los Dominios de
Perú 1824
Portugal ni Venezuela). Véase Virreyes del Perú.
Virreinato de
1717-
Nueva Véase Virreyes de Nueva Granada
1819
Granada
Virreinato del En un comienzo tenía las islas Malvinas. Además, de
1776-
Río de la las islas africanas: Fernando Poo y Annobón.
1810
Plata Véase Virreyes del Río de la Plata
Controversia de si los Virreinatos Americanos eran Colonias o
Provincias
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Según el abogado e historiador peruano Fernando de Trazegnies, el estatus de
los Virreinatos era como el de un Reino entre los Reinos de Indias, y que el
hecho de que se practicase un Pluralismo jurídico en el Derecho indiano sería
prueba suficiente de que la Corona no buscó practicar un Colonialismo de
explotación (donde se ignoran las instituciones locales, que protegen los
derechos socioeconómicos del pueblo avasallado, bajo excusa de Derecho de
conquista), sino la integración política a la Monarquía Hispánica de la misma
forma plural que ya había hecho con el resto de sus territorios en Europa, con
base en los característicos Fueros de la Monarquía tradicional y compuesta que
mantenían las leyes regionales de cada nación integrada a la Monarquía
Española (y que incluso se practicaba dentro de la España peninsular tras
la Reconquista, como los Fueros de Aragón o los Fueros de Navarra). Esto
quedaría evidenciado con la creación de la República de indios en la que
seguirían vivas las tradiciones políticas del Derecho consuetudinario indígena
como un estado dentro de los varios estados que conformaban la Monarquía
Compuesta, o el deseo de los conquistadores españoles por pactar con
los Señores Naturales de las nuevas tierras (Nobleza indígena y Caciques) para
legitimar la conquista en el Derecho natural e integrarlos en el Sistema
señorial, guardando respetos por la soberanía de los nativos y
sus Señoríos étnicos, los cuales no podían ser privados de sus derechos y solo
era posible su anexión al Imperio español a través de pactos de alianza (cuyas
condiciones de tales pactos debían incluir la parte del soberano indígena,
protector del indio del común).8
"Sin embargo, aunque existiera una sola Corona, la diversidad de los reinos se
mantenía, con sus propios fueros, con su derecho nacional. De manera que, al
tomar posesión de América, la Corona de Castilla procede de forma semejante
que en España para manejar la diversidad; y es así como reconoce dos grandes
reinos: el de Nueva España (hoy México) y el de Nueva Castilla (hoy Perú). Y su
primera reacción es gobernarlos en la misma forma plural como en España, es
decir, integrando las costumbres y autoridades locales dentro de una
perspectiva política mayor representada por la Corona de Castilla (...) pretende
crear dos “repúblicas” bajo una misma Corona: la “república de españoles” y la
“república de indios”, cada una con sus autoridades y reglas propias, aunque
ambas sometidas a los mandatos de la Corona. Como era evidente que el Rey
español no podía gobernar personalmente pueblos y territorios tan lejanos,
establece que tales reinos son Virreinatos, es decir, espacios políticos con
identidad propia que están a cargo de un representante personal del Monarca,
que era el Virrey. Esta no era una forma política opresiva que colocara en
inferioridad de condiciones al pueblo gobernado por el Virrey. Tampoco es una
invención especialmente diseñada para someter a los indios de América. Los
virreinatos existen en Europa y la propia Corona española ha gobernado de esa
manera algunos de los diferentes reinos hispanos; así, Valencia y Nápoles
fueron virreinatos de Aragón y, luego de la anexión de Navarra a la Corona de
Castilla, ésta quedó como un virreinato (...) No es de extrañar entonces que
esta nueva dinastía, conocida como los Austrias, utilizara un modelo imperial
de corte pluralista también para anexionar las nuevas tierras de América. Por
otra parte, la propia Bula Papal que otorgaba a los Reyes Católicos el dominio
de estas nuevas tierras, establecía el Principado Supremo y Universal para la
Corona de Castilla, pero no privaba a los reyes y señores naturales de Indias de
sus señoríos"
Fernando de Trazegnies
A su vez, el propio Imperio español y el Consejo de Indias no llegaba a percibir
a los Virreinatos Americanos como posesiones análogas a
las Factorías o Colonias administrativas, al estilo de otros imperios con un
comportamiento más mercantilista con los nativos de sus posesiones no-
europeas, sino que percibía a los Virreinatos como Provincias de ultramar, con
derechos equivalentes en jerarquía a los del resto de provincias de la Corona
de Castilla (según las Leyes de Indias), del cual eran parte integral.910 Incluso la
palabra colonia no habría sido usada en algún documento legal de la
Monarquía Española con respecto a las Indias hasta el siglo XVII, y tras la
llegada de los Borbones se usaría en referencia a su sentido etimológico clásico
de asentamientos humanos establecidos en nuevos territorios, y no en el
sentido moderno con connotaciones de Explotación económica.11
Aquello sería reafirmado en el imperio tardío por declaraciones oficiales de
la Junta Suprema Central (representante legal de la España ocupada en medio
de la Guerra de la Independencia Española).12
"Considerando que los vastos y preciosos dominios que España posee en las
Indias no son propiamente colonias o factorías como los de otras naciones, sino
una parte esencial e integrante de la monarquía española…, se ha servido S. M.
declarar… que los reinos, provincias e islas que forman los referidos dominios
deben tener representación nacional inmediata a su real persona y constituir
parte de la Junta Central… por medio de sus correspondientes diputados. Para
que tenga efecto esta real resolución, han de nombrar los Virreynatos de
Nueva España, Perú, Nuevo Reyno de Granada y Buenos Aires, y las Capitanías
Generales independientes de la isla de Cuba, Puerto Rico, Guatemala, Chile,
Provincia de Venezuela y Filipinas un individuo cada cual que represente su
respectivo distrito."
«Real Orden de la Junta Central expedida el 22 de enero de 1809»
Tales declaraciones no habrían sido cuestionadas por representantes
americanos en las Cortes de Cádiz, como el peruano Vicente Morales Duárez.13
"La América desde la conquista y sus indígenas han gozado los fueros de
Castilla. Óiganse las palabras con que termina un capítulo de las leyes tituladas
del año 1542, donde el Emperador Carlos así habla: -queremos y mandamos
que sean tratados los indios como vasallos nuestros de Castilla, pues lo son
Con respecto a esta justicia, había hecho antes en Barcelona una declaración
en Septiembre de 1529 que dio mérito a la Ley l. Título 1, del libro 3.° de la
Recopilación de las Indias, donde se dice que las Américas son incorporadas y
unidas a la Corona de Castilla, conforme a las intenciones del Papa Alejandro
VI. Debe hacerse alto en esas palabras incorporadas y unidas, para entender
que las provincias de América no han sido ni son esclavas o vasallas de las
provincias de Españ