Aproximaciones Al Estudio Del Español Como Lengua de - Diego Pascual y Cabo & Julio Torres & Javier Muñoz-Basols - 2021 - Routledge - 9780429443657 - Anna's Archive
Aproximaciones Al Estudio Del Español Como Lengua de - Diego Pascual y Cabo & Julio Torres & Javier Muñoz-Basols - 2021 - Routledge - 9780429443657 - Anna's Archive
“A top-shelf collection written by the field’s experts. Cubre los temas imprescindibles
para entender la amplitud actual del campo del español como lengua de herencia; los
editores merecen un agradecimiento adicional por realizarlo en español. Utilísimo
tanto para instructores como para investigadores.”
Kim Potowski, The University of Illinois at Chicago, USA
APROXIMACIONES AL ESTUDIO
DEL ESPAÑOL COMO LENGUA
DE HERENCIA
Aproximaciones al estudio del español como lengua de herencia reúne diversas perspectivas sobre
el estudio del español como lengua de herencia en el contexto de los Estados Unidos.
El volumen presenta una amplia gama de enfoques lingüísticos, modelos pedagógicos e
innovaciones programáticas. Dirigido a investigadores noveles y experimentados, al igual
que a estudiantes y profesionales de la enseñanza, es un volumen ideal para aquellas personas
que desean actualizar sus conocimientos del campo y obtener una perspectiva panorámica
sobre la investigación y la enseñanza del español como lengua de herencia.
Características principales:
Escrito de manera clara y accesible, Aproximaciones al estudio del español como lengua de
herencia es un recurso indispensable para cursos de grado y posgrado en español sobre el
español como lengua de herencia.
The Routledge Advances in Spanish Language Teaching series provides a showcase for
the latest research on the teaching and learning of Spanish. It publishes high-quality
authored books, research monographs and edited volumes on innovative methods
and theories.
The series takes a multiple-perspective approach, with titles focusing on core
topics in the areas of applied linguistics, Spanish language and grammar, second
language skills, sociolinguistic and cultural aspects of language acquisition and
Spanish for academic purposes. Through a discussion of problems, issues and pos-
sible solutions, books in the series combine theoretical and practical aspects, which
readers can apply in the teaching of the language.
Introducción 1
PARTE I
Aproximaciones lingüísticas al español como lengua
de herencia 9
PARTE II
Aproximaciones innovadoras a la enseñanza del
español como lengua de herencia 79
PARTE III
Aproximaciones programáticas al español como
lengua de herencia 207
Índice291
LISTADO DE FIGURAS Y TABLAS
Figuras
4.1 Las tres categorías de frecuencia léxica 55
5.1 Corpus para el estudio de la pragmática del ELH 71
6.1 Un ejemplo de una tarea 84
6.2 Un ejemplo de una actividad que no constituye una tarea 85
6.3 Esquema basado en la tarea de Ellis (2003) 87
6.4 Metodología basada en tareas. Ejemplo del esquema de Ellis con
una tarea 88
7.1 Versión grupal de la canción Latinoamérica de Calle 13 104
12.1 Plan para el desarrollo de la historia digital 174
14.1 Esquema de relación para implementar la escritura creativa 200
Tablas
2.1 La influencia interlingüística sobre la morfosintaxis español de
los niños bilingües 31
14.1 Tres extractos de los poemas sobre el impacto afectivo
del español 195
14.2 Dos extractos de los poemas sobre las realidades diatópica
y diastrática 196
14.3 Figuras retóricas que pueden usarse para la enseñanza de
elementos gramaticales 198
BIOGRAFIAS DE LOS AUTORES
Durante los últimos 15 años, el campo del español como lengua de herencia (ELH)
ha gozado de una visibilidad cada vez mayor. Esto se debe a la necesidad de identi-
ficar, entender y responder a las metas y las motivaciones de nuestros aprendices del
ELH, sobre todo en el contexto de los Estados Unidos donde la población hispano-
hablante representa una gran porción de la sociedad (véase Torres, Pascual y Cabo y
Beusterien 2017). Brevemente, los hablantes del ELH, para aquellos que son nuevos
en el campo, son bilingües que han adquirido el español principalmente como una
lengua minoritaria en el contexto de su hogar/comunidad y que, además, tienen
una conexión ancestral con la lengua y su cultura (p. ej., Valdés 2001). Al ser una
lengua minoritaria en comparación con el inglés, el español no goza del mismo
prestigio sociopolítico, cultural y educativo. Como consecuencia de este contexto
sociolingüístico, el conocimiento y el uso del español entre los hablantes de her-
encia varía mucho en comparación con el de los hablantes monolingües o incluso
el de otros bilingües en comunidades hispanohablantes donde el español es lengua
mayoritaria (p. ej. Puerto Rico).
Según un informe elaborado recientemente por el Instituto Cervantes (2018),
la población hispanohablante en los Estados Unidos ya está por encima de los
42 millones, y el 72% de esta población afirma hablar español en su hogar. Esta
cifra supera con creces la mayoría de los países donde el español es lengua oficial.
Aunque existe una disminución intergeneracional en el uso del español entre la
población hispanohablante en los Estados Unidos, un alto porcentaje sobre todo
de primera y segunda generación, valora y promueve el uso de español (p. ej.,
Hugo López, Gonzalez-Barrera y López 2017). Además, se estima que un 53% de
hispanohablantes de segunda generación se autodenomina como bilingüe (Taylor,
Hugo Lopez, Martínez y Velasco 2012). El Instituto Cervantes (2018) también
informa que, excluyendo los Estados Unidos y la Unión Europea, existen otros 24
países a nivel mundial con comunidades hispanohablantes en donde el español es
DOI: 10.4324/9780429443657-1
2 Introducción
lengua minoritaria. Por ejemplo, el español ocupa el séptimo lugar entre las lenguas
más habladas en Australia (Ndhlovu y Willoughby 2017). Por otro lado, la Unión
Europea, a excepción de España, cuenta con unos 1.400.000 de hispanohablantes
(Instituto Cervantes 2018). Dentro del contexto de ELH, destaca la experiencia
bilingüe de los repatriados o aquellas personas que regresan (in)voluntariamente
a su país de origen, como es el caso de algunos mexicanos en los Estados Unidos
(p. ej., Román González y Zúñiga 2014). Los repatriados son personas deportadas
a su país de origen por las autoridades del país nuevo donde residen. En el caso de
los adultos repatriados, muchos emigraron a una edad temprana y posteriormente
crecieron con la lengua mayoritaria como lengua dominante, sobre todo si esta fue
su única lengua de escolarización. Al volver a un entorno donde el español es la
lengua mayoritaria, estas personas se enfrentan a desafíos lingüísticos y sociocul-
turales que suponen barreras para su integración.
La edición y publicación de un trabajo de este tipo nace, en parte, por nuestra
inquietud intelectual y profunda vocación de servicio académico hacia el trabajo
con aprendices del ELH en distintos contextos. Este es un servicio a un campo
de estudio que necesita (y reclama) una oferta de mayor profundización teórica y
práctica escrita exclusivamente en la lengua española. Y es que, si hacemos un breve
repaso retrospectivo, veremos que este campo de estudio se desarrolló tímidamente
en los años 60 y 70, como respuesta a una ola de actos y discursos lingüísticos,
sociales, políticos, culturales y raciales (etc.) que no solo pretendían silenciar a la
comunidad hispana sino también desposeerla de su lengua y su cultura. Desde ese
primer momento, para su máxima difusión, se hizo uso del inglés de manera casi
exclusiva siendo así la disponibilidad de recursos en español limitada, por no decir
casi inexistente. Hoy, en 2021, el panorama ha cambiado sustancialmente y aunque
el inglés sigue siendo la lengua dominante, el reclamo de la comunidad académica
por un mayor compromiso hacia el español es innegable. Así pues, hemos decidido
publicar este volumen en español, para legitimar nuestra lengua y para modelar otra
forma de resistencia, de crítica y de acción ante el inglés como lengua vehicular.
Tal y como lo vemos, el exclusivo uso del inglés para hablar sobre el ELH pone de
manifiesto una jerarquía lingüística encubierta que minoriza y empequeñece nues-
tro objeto de estudio en sí mismo y sus comunidades de hablantes bilingües, algo
que desde nuestro punto de vista es difícil de reconciliar. Teniendo esto en cuenta,
con este volumen no solo queremos dar continuidad a todo el camino recorrido
desde aquellos primeros trabajos de Guadalupe Valdés, Lucia Olivares, y Ana Roca
(entre otras), queremos ofrecer un espacio en el que se pueden encontrar los adel-
antos teóricos y propuestas de acción más recientes en español.
Aunque no es el primer ni el único libro que aborda este tema (p. ej., Beaudrie y
Fairclough 2012; Fairclough y Beaudrie 2016; Pascual y Cabo 2016), ni tampoco el
único escrito en español (véase p. ej., Colombi y Alarcón 1997), a día de hoy, sí es sin
duda el más reciente y el más completo. A través de una colección de ensayos, reflex-
iones y guías didácticas, que ya individualmente constituyen aportaciones valiosas,
el contenido incluido en este volumen representa los últimos avances en un campo
dinámico y en expansión como es el del ELH. Desde nuestro punto de vista, es por
Introducción 3
sus amplias aportaciones teóricas y prácticas, por estar escrito en español y por la
gran variedad temática que ofrece que este trabajo puede convertirse en un texto
de referencia en el campo. Además, es importante enfatizar que parte del valor y la
importancia de este volumen radica, a nuestro parecer, en que el contenido teórico
y práctico de los capítulos aquí incluidos va más allá de las definiciones y de los
conceptos básicos. Cada uno de los capítulos muestra una perspectiva exhaustiva
pero accesible y útil para cualquier perfil de lectores.
Por lo tanto, debido a su vasto contenido, este volumen será muy útil para la for-
mación de profesores y maestros de hablantes del ELH. El crecimiento del campo
del ELH ha dado lugar también a la necesidad de preparar a docentes que puedan
entender la experiencia lingüística de los hablantes del ELH para diseñar lecciones y
currículos adecuados. El campo reconoce que las necesidades de los aprendices del
ELH difieren de las de los aprendices del español como segunda lengua. Entonces,
a través de las lecturas y reflexiones de los siguientes capítulos, los nuevos docentes,
así como aquellos con años de experiencia en la enseñanza del español podrán
capitalizar el conocimiento de estas páginas para brindar una experiencia educativa
valiosa a sus alumnos. Nuestro deseo es que las páginas de este volumen ofrezcan
herramientas útiles para llevar a cabo esta labor.
Con Aproximaciones al estudio de español como lengua de herencia nos hemos pro-
puesto recopilar trabajos que exploren y reflexionen acerca de la experiencia
bilingüe de los hablantes del ELH, fundamentalmente en el contexto de los Esta-
dos Unidos. Escogimos el término Aproximaciones como parte del título para
enfatizar las complejidades relacionadas con dicha experiencia, y para la cual ha
sido imprescindible la colaboración interdisciplinar de investigadores y pedagogos
con distintos enfoques teóricos. Por lo tanto, este volumen adopta una postura
multifacética que ofrece un panorama de perspectivas teóricas y pedagógicas con
el propósito de proveer las herramientas adecuadas tanto a investigadores como a
pedagogos y a coordinadores de programas, cuyos intereses pueden variar enor-
memente según sus metas y según las necesidades de los aprendientes del ELH en
sus distintas comunidades. De esta manera, el volumen será un recurso útil tanto
para principiantes como para especialistas avanzados, ya que en estas páginas se
proporciona información resumida y actualizada sobre el desarrollo de teorías y
proyectos relacionados con el campo de ELH. Esta visión panorámica permite
la profundización y actualización de algunas cuestiones de probada relevancia al
mismo tiempo que nos acerca al aprendizaje de nuevas aproximaciones que puedan
servir de inspiración para proyectos innovadores de investigación y enseñanza. No
obstante, el eje principal que une estos capítulos son los hablantes del ELH como
individuos que atraviesan una experiencia bilingüe que conlleva distintas repercu-
siones socioafectivas, lingüísticas y educativas entre otras. Por lo tanto, es de suma
importancia entender bien estas repercusiones para garantizar una experiencia edu-
cativa significativa y en consonancia con las metas de aprendizaje de los hablantes
del ELH.
Aunque una de las metas principales de esta experiencia educativa es el man-
tenimiento y el desarrollo del ELH, esta debe transcender los aspectos lingüísticos.
4 Introducción
La participación en programas y cursos del ELH, sobre todo para los hispanos en el
contexto estadounidense, puede conllevar a un rendimiento académico más favora-
ble. Por ejemplo, se ha empezado a documentar que existe un vínculo entre el nivel
de alfabetización en el ELH y el asistir a una universidad entre jóvenes hispanos
en los Estados Unidos (Jang y Brutt-Griffler 2019) al igual que los programas del
ELH pueden promover la retención y la graduación de estudiantes hispanos en las
universidades (Prada y Pascual y Cabo, en prensa). Los programas del ELH se deben
alinear también con las metas personales y profesionales de los aprendices del ELH.
Es decir, sus experiencias educativas en los cursos del ELH necesitan fortalecer las
conexiones entre sus experiencias bilingües y sus respectivos campos profesionales.
De igual importancia, estos cursos y programas les deben aportar a los aprendices
del ELH un espacio para cuestionar y reflexionar sobre sus experiencias lingüísticas
relacionadas con temas de identidad, colonialismo, racialización e injusticia social,
entre otros, a raíz de su realidad sociopolítica. Al igual que el desarrollo lingüís-
tico, es importante mantener estas metas extralingüísticas en mente al trabajar con
aprendices del ELH para brindarles una experiencia educativa integral. Por lo tanto,
otra ventaja crucial de un volumen multifacético como este es que ofrece distintos
modelos de cómo alcanzar estas metas extralingüísticas según las preferencias de
cada profesional en el campo y las necesidades de su contexto educativo.
Este volumen se puede organizar de distintas maneras. Nosotros hemos optado
por dividirlo en torno a tres áreas temáticas: conocimiento lingüístico, estrate-
gias pedagógicas y programas educativos. La primera área consiste en entender el
conocimiento lingüístico del español como consecuencia de un entorno bilingüe
donde el español es lengua minoritaria. Como tal, se han identificado una serie
de propiedades lingüísticas que son más propensas a cambios que se distancian de
variaciones del español monolingüe. Se ha demostrado también que los hablantes
del ELH muestran mayor variabilidad en cuanto a uso de la lengua minoritaria
ya que su conocimiento lingüístico depende de factores internos y externos (p.
ej., la motivación, la cantidad y calidad de input). La segunda área se refiere a
las estrategias pedagógicas que promueven recursos óptimos para la enseñanza
y el aprendizaje del ELH en un salón de clase. Dada la experiencia bilingüe de
los aprendientes del ELH, es de suma importancia entender cómo los aprendi-
entes del ELH responden a intervenciones pedagógicas en el aula para avanzar su
conocimiento del español, especialmente en contextos académicos. Por último,
la tercera área tiene que ver con el diseño de programas educativos cuyas metas
sobrepasen el desarrollo lingüístico para incluir también aspectos socioafectivos y
profesionales.
Ciertamente, estas tres áreas ya se han explorado de cierta manera en publi-
caciones previas (Roca y Colombi 2003; Beaudrie y Fairclough 2012; Pascual y
Cabo 2016; Potowski 2018). Dicho esto, en este volumen se pueden destacar tres
novedades importantes. Primero, no solo repasamos y actualizamos la literatura
previa con las aportaciones recientes más importantes, sino que también incluimos
una serie de propuestas nuevas (p. ej., el translenguaje o la investigación-acción
para maestros). Pensamos que, en su conjunto, estos capítulos proporcionarán el
Introducción 5
Bibliografía
Beaudrie, S., y M. Fairclough. 2012. Spanish as a Heritage Language in the US: The State of the
Field. Washington, DC: Georgetown University Press.
Colombi, M. C., y F. X. Alarcón. 1997. La enseñanza del español a hispanohablantes: Praxis y
teoría. Lexington, MA: DC Heath & Company.
Fairclough, M., y S. M. Beaudrie. 2016. Innovative Strategies for Heritage Language Teaching:
A Practical Guide for the Classroom. Washington, DC: Georgetown University.
Hugo López, M., A. Gonzalez-Barrera, y G. López. 2017. “Hispanic Identity Fades Across
Generations as Immigrant Connections Fall Away”. Pew Research Center.
Instituto Cervantes. 2018. “El español: Una Lengua Viva. Informe 2018”. Instituto Cervantes.
Jang, E., y J. Brutt-Griffler. 2019. “Language as a Bridge to Higher Education: A Large-
Scale Empirical Study of Heritage Language Proficiency on Language Minority Students’
Academic Success”. Journal of Multilingual and Multicultural Development 40 (2): 322–37.
Ndhlovu, F., y L. Willoughby. 2017. “Migration, Heritage Languages, and Changing
Demographics in Australia”. En The Routledge Handbook of Heritage Language Education,
eds. O. E. Kagan, M. M. Carreira, y C. H. Chik, 22–32. New York: Routledge Press.
Pascual y Cabo, D. 2016. Advances in Spanish as a Heritage Language. Ámsterdam: John
Benjamins.
Prada, J., y D. Pascual y Cabo. En prensa. “Towards an Understanding of the Relationship
between Heritage Language Programs and Latinx Student Retention and Graduation:
An Exploratory Study”. En Outcomes of University Spanish Heritage Language Instruction,
ed. Melissa Bowles. Washington, DC: Georgetown University Press.
Potowski, K. 2018. The Routledge Handbook of Spanish as a Heritage Language. New York:
Routledge.
Roca, A., y C. M. Colombi. 2003. Mi Lengua: Spanish as a Heritage Language in the United
States: Research and Practice. Washington, DC: Georgetown University Press.
Román González, B., y V. Zúñiga. 2014. “Children Returning from the U.S. to Mexico:
School Sweet School?” Migraciones Internacionales 7: 277–86.
Taylor, P., M. Hugo Lopez, J. Martínez, y G. Velasco. 2012. “When Labels Don’t Fit: His-
panics and their Views On Identity”. Pew Research Center.
Torres, J., D. Pascual y Cabo, y J. Beusterien. 2017. “What’s Next?: Heritage Language
Learners Pave the Path for Spanish Teaching”. Hispania 100: 271–76.
Valdés, G. 2001. “Heritage Language Students: Profiles and Possibilities”. En Heritage Lan-
guages in America: Preserving a National Resource, eds. J. K. Peyton, D. A. Ranard y S.
McGinnis, 37−80. Washington, DC: Center for Applied Linguistics and Delta Systems.
PARTE I
Aproximaciones
lingüísticas al español
como lengua de herencia
1
LA FONÉTICA Y FONOLOGÍA
DEL ESPAÑOL COMO LENGUA
DE HERENCIA
Rajiv Rao y Mark Amengual
1 Introducción
En consonancia con el incremento en la cantidad y variedad de estudios sobre el
bilingüismo, la investigación sobre la producción y percepción de las dos lenguas de
hablantes bilingües, y específicamente los factores que contribuyen a la transferencia
fonológica en el habla de este grupo de hablantes, ha recibido una creciente aten-
ción en las últimas décadas. Estos estudios han demostrado que para la investigación
de la fonética y fonología bilingüe es necesario incluir variables como la edad de
adquisición, competencia lingüística, dominancia lingüística, uso y exposición a la
primera (L1) y segunda (L2) lengua, junto con otras variables extralingüísticas de
relevancia para la comunidad bilingüe que se investigue. Un grupo de bilingües
que recientemente ha sido el foco de una gran diversidad de estudios experimen-
tales, especialmente en los Estados Unidos (el único contexto social tratado en este
capítulo por cuestiones de espacio), es el de los hablantes de español como lengua
de herencia (ELH) (Rao y Ronquest 2015; Rao y Kuder 2016; Ronquest y Rao
2018; para un ejemplo de hablantes de ELH en otro contexto social, véase Lleó
2018 y las referencias allí incluidas).
Este capítulo proporciona un resumen de la investigación de las vocales, las conso-
nantes y los aspectos prosódicos que se han llevado a cabo hasta la fecha. Los resultados
de estos estudios se presentan teniendo en cuenta las variables lingüísticas y extralingüís-
ticas que se han investigado tanto en estudios de producción como de percepción.
Finalmente, teniendo en cuenta los conocimientos que nos brindan estos estudios, se
sugieren posibles direcciones para investigaciones futuras en base a lagunas existentes.
2 Vocales
Los estudios sobre el sistema vocálico de los hablantes de ELH se han centrado
sobre todo en comparar la producción acústica de estos hablantes bilingües con la
DOI: 10.4324/9780429443657-3
12 Rajiv Rao y Mark Amengual
de hablantes monolingües de español. Todas las variantes del español distinguen por
lo menos cinco vocales contrastivas /i, e, a, o, u/ en un sistema vocálico simétrico
y con relativamente poca variación diatópica o geográfica (Hualde 2005). Por otro
lado, el sistema vocálico del inglés tiene un inventario fonológico notablemente
más grande, con el número de fonemas vocálicos entre 11 y 15, y con una consid-
erable variación dialectal y social (Ladefoged 2005).
Aunque sea cierto que los cambios vocálicos no son tan comunes en español
como en otras lenguas con las que está en contacto y que tienen un sistema vocálico
con más fonemas, como el inglés (Casillas y Simonet 2016; Byers y Yavas 2017),
catalán (Simonet 2011; Amengual 2016a, 2016b), gallego (Amengual y Chamorro
2015; Tomé Lourido y Evans 2019) o galés (Bell 2017), algunos estudios han dem-
ostrado efectos de transferencia fonológica del inglés en la producción en español
de hablantes de ELH. Por ejemplo, los resultados de Willis (2005) demuestran que
los hablantes de ELH producen la vocal /a/ en una posición más anterior (más
similar al inglés), la /o/ en una posición más baja y la /u/ más anterior y más baja
en comparación con descripciones previas de las vocales del español.
Además, una serie de estudios se ha centrado en investigar la transferencia al
español de un proceso fonológico muy productivo en inglés: la reducción vocálica
en sílaba átona. Ronquest (2012, 2013), Alvord y Rogers (2014), Elias, McKinnon
y Milla-Muñoz (2017) y Solon, Knarvik y DeClerck (2019) han proporcionado
datos demostrando evidencia de reducción vocálica en el habla de hablantes de
ELH. La mayoría de estos estudios también muestra que es precisamente en el habla
espontánea donde se registran estos efectos de transferencia, poniendo de relieve
la necesidad de considerar la variación estilística y el efecto de la metodología
experimental en el estudio de la reducción vocálica (Ronquest 2016). Por otro
lado, en un estudio que se enfoca en datos obtenidos en una tarea controlada, Elias,
McKinnon y Milla-Muñoz (2017) demuestra que el uso de alternancia de códigos
provoca interferencia fonética del inglés, incrementando la reducción vocálica en
español en hablantes de ELH.
Dos estudios adicionales analizan las vocales según variables no mencionadas
hasta este punto. Mazzaro, Cuza y Colantoni (2016) tratan el efecto de edad en
la habilidad de distinguir contrastes vocálicos y consonánticos del español, com-
parando la percepción de hablantes de ELH con la de inmigrantes de larga duración
(y un grupo de control de monolingües de español). Los autores no encuentran
evidencia que sugiera que ha habido atrición de las habilidades perceptuales de los
hablantes de ELH. Finalmente, el estudio de Shea (2019) hace hincapié en factores
relacionados con dominancia (p. ej., edad de adquisición del inglés, uso de español,
alternancia de códigos) y proficiencia (p. ej., vocabulario, pausas, nombrar fotos)
y su influencia en la producción de los sistemas vocálicos de las dos lenguas de los
hablantes de ELH. Su comparación de vocales españolas e inglesas producidas por
sus participantes señala variación compartida y única con respecto a los factores
analizados, con resultados más concluyentes en cuanto a la proficiencia. En térmi-
nos generales, Shea destaca la importancia de considerar dominancia y proficiencia
como conceptos separados pero vinculados en el estudio de hablantes de herencia
La fonética y fonología 13
y de buscar otras formas de explorar cuestiones de dominancia (p. ej., afinidad cul-
tural, identidad; véase Kissling 2018 en el siguiente apartado).
3 Consonantes
La mayor parte de los estudios de las consonantes en español producidas por hablan-
tes de ELH se ha centrado en las oclusivas sordas (/p, t, k/) y sonoras (/b, d, g/), las
vibrantes (o róticas; /ɾ, r/) y la lateral (/l/) (véase Hualde 2005 para una discusión
detallada de cada una de estas clases). Las diferencias acústicas y articulatorias entre
estos sonidos en español e inglés posibilitan el estudio de la interferencia fonológica
ya que representan fonemas compartidos entre ambas lenguas, cuyas realizaciones
acústicas son diferentes, en mayor o menor grado, según el segmento. Por otro lado,
se han estudiado las fricativas desde una perspectiva sociolingüística.
En uno de los primeros estudios que compara la producción de las oclusivas sor-
das y sonoras de hablantes de ELH con la de aprendientes de español como L2, Au
et al. (2002) encuentran que los hablantes de ELH siguen los patrones monolingües
en su producción de las oclusivas sordas y sonoras más que los hablantes de español
como L2. Este estudio también demuestra que los hablantes que estuvieron expues-
tos al español durante la infancia, pero que no aprendieron la lengua hasta los 14
años, tenían una ventaja en su pronunciación en comparación con los hablantes
que aprendieron el español a los 14 años, pero que no tuvieron esa exposición
temprana a la lengua. En dos estudios posteriores (Knightly et al. 2003; Au et al.
2008) los resultados confirman que el hecho de estar expuesto, aunque sea pasiva-
mente, al español a una edad temprana proporciona una ventaja en la adquisición
de la fonología de las consonantes oclusivas en español. Kim (2011) investiga la
percepción y producción de las oclusivas sordas y sonoras por parte de hablantes de
ELH en inglés y español. Aunque los resultados en el experimento de percepción
indican que los hablantes de ELH y hablantes nativos siguen un patrón similar, los
hablantes de ELH produjeron oclusivas sordas acústicamente más influenciadas por
el inglés que las de los hablantes nativos. Finalmente, en un estudio de la oclusiva
sorda /t/, Amengual (2012) muestra un efecto de cognados en la realización acús-
tica de hablantes de ELH, hablantes de herencia de inglés, aprendientes de español
como L2 y aprendientes de inglés como L2. Se midió el tiempo, en milisegundos,
que transcurre entre la explosión de la oclusiva y el momento en el que empieza
la sonoridad de la vocal siguiente (voice onset time, VOT). En este experimento,
la /t/ en palabras en español que tenían una similitud fonológica, ortográfica y
semántica con una palabra en inglés se pronunciaron con mayor influencia del
inglés (i.e., mayor VOT) que la /t/ en palabras que no tenían forma ni significado
equivalente en inglés.
Un proceso fonológico bien conocido en el español (que no existe en inglés)
es la reducción articulatoria (lenición o espirantización) de las oclusivas sonoras
/b, d, g/, las cuales aparecen como aproximantes [β, ð, ɣ]. Este proceso ocurre
más claramente en posición intervocálica en una palabra (p. ej., la /b/ en caballo) y
entre palabras (p. ej., la /b/ en la boca), pero también en todos los otros contextos
14 Rajiv Rao y Mark Amengual
salvo en posición post-nasal (p. ej., ambos, hongo), post-pausal y post-/l/ (solo para
/d/; p. ej., caldo). Rao (2014), quien investiga la producción de hablantes de ELH
de la /b/ en posición intervocálica, demuestra que factores como la experiencia
previa y actual con el español, la sílaba tónica, la actividad de lectura y la posición
entre palabras contribuyeron a que la articulación de /b/ fuera producida de forma
menos aproximante (con mayor influencia del inglés). En un estudio posterior,
Rao (2015) analizó /b, d, g/ y encontró que /b/ se produjo con más influencia
del inglés (menos lenición) que /d, g/, y por tanto es más vulnerable a la interfer-
encia fonológica del inglés. Finalmente, Amengual (2019) investiga la realización
de /b, d, g/ en posición intervocálica por parte de aprendientes de español como
L2 (bilingües tardíos) y hablantes de ELH que son dominantes en inglés (bilingües
tempranos). El grupo de bilingües tempranos fue dividido en bilingües simultá-
neos y secuenciales. Los resultados demuestran que todos los hablantes produjeron
una consonante intervocálica de forma más aproximante que en posición inicial.
Sin embargo, los bilingües secuenciales pronunciaron estos mismos segmentos con
un mayor grado de lenición que los bilingües simultáneos, lo que sugiere que la
cantidad de input que un bilingüe recibe durante sus primeros años de desarrollo
lingüístico tiene un efecto en la pronunciación en la edad adulta.
Con respecto a las vibrantes, la simple /ɾ/ y la múltiple /r/ son contrastivas en
contexto intervocálico en español (p. ej., pero/perro), con una diferencia de dura-
ción/número de contactos linguales, pero en inglés la vibrante múltiple no existe
y la simple es un alófono de /d/ y /t/ realizada en sílaba átona (p. ej., pedal, petal).
Henriksen (2015) investiga la producción de vibrantes por parte de hablantes de
descendencia mexicana de primera y segunda generación. Aunque hubiera mucha
variabilidad individual, estos hablantes produjeron la vibrante múltiple mayoritari-
amente con una oclusión, en contraste con las descripciones fonológicas que indi-
can dos o más oclusiones en su producción. El contraste fonémico entre la vibrante
simple y múltiple se mantiene mediante la duración del segmento en los casos
en los que el número de oclusiones no permite contrastarlas. Amengual (2016c),
además de incluir un grupo de aprendientes de español como L2, divide los hablan-
tes de ELH en dos grupos: dominantes en inglés y dominantes en español. Los
resultados muestran que los hablantes de ELH dominantes en inglés pronunciaron
las vibrantes múltiples con menor número de oclusiones que el grupo dominante
en español (más como los aprendientes), pero que las producciones de la vibrante
simple por parte de los hablantes de ELH dominantes en español e inglés son
más similares (en oposición a los aprendientes). Además, los tres grupos utilizan la
duración para mantener el contraste entre /r/ y /ɾ/. Finalmente, la aproximación
novedosa de Kissling (2018) utiliza un análisis de la producción de vibrantes como
un vehículo para arrojar luz sobre algunos retos metodológicos en el campo de la
variación fonética de hablantes de lenguas de herencia. El aspecto más llamativo
del estudio es que agrupar a los hablantes de ELH según su uso de español en casa
en la niñez (aproximación deductiva/más común en estudios previos) frente a una
serie de variables extralingüísticas (aproximación inductiva/innovadora) influye en
la interpretación de los resultados estadísticos. En resumen, la autora propone que
La fonética y fonología 15
4 Prosodia
La gran mayoría de los estudios acústicos y teóricos (p. ej., según el modelo
Autosegmental y Métrico y Sp_ToBI; Pierrehumbert 1980; Aguilar, de-la-Mota y
Prieto 2009) sobre la prosodia de los hablantes de ELH se ha fijado en la entonación
16 Rajiv Rao y Mark Amengual
articulan llanas como si fueran agudas. Kim (2016) extiende su discusión de la per-
cepción y producción de prominencia por incluir estímulos al nivel de la palabra
y de la oración. Los hablantes de ELH siguen el mismo patrón descubierto en los
estudios anteriores, lo cual tiene sentido porque han oído más que han producido
su lengua de herencia (LH).
Hay otras variables que merecen una mayor atención como, por ejemplo, la
edad de los hablantes y la atrición en la LH, el contexto social urbano o rural,
el nivel de educación y los efectos de educación formal en la LH, la compar-
ación entre individuos de diferentes generaciones dentro de una misma familia y
las diferencias entre los hablantes de ELH en los Estados Unidos y los que residen
en otros países (p. ej., Lleó 2018). De la misma manera, hay una pregunta teórica
de difícil resolución pero que nos debe motivar a seguir indagando en estudios
futuros: ¿las características fonológicas de los hablantes de ELH son el resultado de
la transferencia del inglés o son el producto de una variedad de contacto que ya se
usa en la comunidad? Está claro que para contestar esta pregunta y las demás que
proponemos en este capítulo va a ser necesario controlar las variables que pueden
influir en la producción, percepción, y procesamiento del ELH. Por ejemplo, un
punto que merece una atención especial tiene relación no solo con la cantidad del
input sino la calidad del input al que están expuestos los hablantes de ELH. Sin duda
que para completar un estudio más completo del habla bilingüe es indispensable
que se investigue y cuantifique el lenguaje usado en el ámbito familiar y también en
las redes sociales en las que se encuentran los hablantes de ELH. Además, en lugar
de comparar valores grupales estudios futuros deben también estudiar la variación
individual.
Por último, los resultados de los estudios fonológicos sobre los hablantes de ELH
deben hacer hincapié en contextualizarse en un marco teórico para contribuir
así a las aproximaciones lingüísticas, cognitivas y sociolingüísticas del bilingüismo.
Aplicar modelos como, por ejemplo, el Revised Speech Learning Model (Flege y
Bohn 2021), el Perceptual Assimilation Model-L2 (Best y Tyler 2007) y el Second
Language Linguistic Perception (Escudero 2005), entre otros, a datos de hablantes de
ELH de distintos perfiles sería útil porque nos daría paso a un mejor entendimiento
sobre los principios internos que rigen la adquisición de sus lenguas y los cambios
fonológicos a lo largo de sus vidas. Una mayor aplicación e introducción de las
teorías del aprendizaje de habla a nuestro campo favorecería la comparación con
otros tipos de bilingües, lo cual fomentaría más diálogos sobre los mecanismos
subyacentes que moldean la gramática fonológica de bilingües a nivel más global.
En conclusión, este capítulo ha ofrecido un resumen de estudios sobre el sistema
vocálico, consonántico y prosódico de los hablantes de ELH y de las variables que
influyen en dichos sistemas. Se espera que las sugerencias para el futuro que han
sido propuestas provoquen una nueva ola de estudios que profundizará nuestro
conocimiento de los sistemas de sonidos no solo de los hablantes de ELH, sino de
las poblaciones bilingües en general.
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22 Rajiv Rao y Mark Amengual
Preguntas de reflexión
En tus propias palabras, responde las siguientes preguntas:
1 Introducción
Este capítulo presenta una síntesis de la investigación de la morfosintaxis del español
en niños bilingües. Nuestro enfoque se centra en los hablantes de español como
lengua de herencia (ELH) en los Estados Unidos, niños latinos que crecen en un
contexto bilingüe donde el español es una lengua minoritaria. Exploramos tres
preguntas acerca del lenguaje de estos niños1:
DOI: 10.4324/9780429443657-4
La morfosintaxis del español como lengua 25
producen frases nominales concordantes tales como la cuna, la llave, este coche y,
poco después, producen frases discordantes como la globo, un llave (Hernández Pina
1984). Alrededor de la edad de 2;6, los artículos concuerdan con los sustantivos
de forma sistemática y alrededor de la edad de 3;0, los adjetivos también siguen
dicho patrón (Hernández Pina 1984; Mariscal 2008). Por tanto, se observa que el
desarrollo sigue una “trayectoria en forma de U”: es decir, empiezan con frases
concordantes (que en realidad son fusionadas), pasan a frases sin concordancia y,
finalmente, vuelven a producir frases concordantes. Si los niños bilingües se pare-
cen a los monolingües, encontraremos frases nominales concordantes en la primera
etapa del desarrollo.
Silva-Corvalán (2014) grabó conversaciones naturales con sus dos nietos bil-
ingües en California, Nico y Brennan, cuando tenían entre 0 y 6 años y solo
encontró tres frases sin concordancia, por ejemplo, “está muy bonito la tapa”. Es
posible que la carencia de discordancia durante la primera etapa se deba a que sus
frases nominales fueran unidades fusionadas.
Hay evidencia de que los niños bilingües sí adquieren los patrones generalizados.
Brennan sobrerregularizó el patrón masculino-o a los 4;4 en “mis manos limpios”
(Silva-Corvalán 2014, 77). Goebel-Mahrle y Shin (2020) estudiaron 3893 determi-
nantes, adjetivos, y pronombres de objeto en narrativas y en conversaciones natu-
rales con seis niños monolingües en México y con 46 niños en los Estados Unidos,
hablantes de ELH. Tanto los niños en los Estados Unidos como los de México casi
siempre concordaron los determinantes con los sustantivos. Sin embargo, en con-
textos experimentales se ha observado que los niños bilingües producen ejemplos
discordantes con determinantes y adjetivos (Cuza y Pérez-Tattam 2016; Montrul
y Potowski 2007). Es posible que, aunque adquieran los patrones, estos no están
muy arraigados y, por lo tanto, los niños se desvían esporádicamente de ellos. En
cuanto a los pronombres de objeto, Goebel-Mahrle y Shin (2020) y Shin et al.
(2019) encontraron que los niños mayores en los Estados Unidos suelen producir
lo para referirse tanto a los referentes femeninos como a los masculinos. De hecho,
en el estudio de Shin et al. (2019) con niños hispanohablantes con edades entre 3;3
y 8;10, residentes en los Estados Unidos había más casos de discordancia cuanta
más edad y más conocimiento del inglés tenían. Parece que la discordancia entre
el pronombre de objeto directo y el sustantivo aumenta concomitantemente con
el aprendizaje del inglés. Si es así, dicho aumento apoyaría la conclusión de que la
gramática mental se reorganiza al fortalecer los rasgos gramaticales ingleses (Cuza
y Pérez-Tattam 2016).
aspecto y modo. Jackson-Maldonado (2012) encontró que los niños bilingües (de
1;8 a 2;4) produjeron menos variedad de lexemas verbales con categorías verbales
de tiempo, aspecto y modo en comparación con niños monolingües de la misma
edad. Esto sugiere una demora en la productividad de estas categorías morfológicas.
El estudio de Silva-Corvalán (2014) apoya esta conclusión; Brennan solo produjo
los tiempos más frecuentes (por ejemplo, el presente indicativo, el pretérito), mien-
tras que Nico produjo más variedad de tiempos verbales. De hecho, Silva-Corvalán
(2018) argumenta que los adultos que hablan ELH, si no reciben mucho input,
frecuentemente no consiguen aprender los tiempos más infrecuentes como el plus-
cuamperfecto de indicativo o algunas formas del subjuntivo.
Los niños bilingües producen preposiciones colgadas en español entre los 3;0 y 5;0
años (Silva-Corvalán 2014, Vásquez Carranza 2009). Los ejemplos (5) y (6), produ-
cidos por el nieto de Silva-Corvalán, muestran este fenómeno:
(13) . . . él, dijo él “para atrás” y él empuja para atrás, tan, tan atrás porque él tiene
esos [antenas]. (Silva-Corvalán 2014, 158–159).
Ya que los pronombres del objeto directo en inglés aparecen después del verbo, se
puede predecir que los niños bilingües producirán el clítico en posición posverbal
en español (15) más frecuentemente que los monolingües. Esto es lo que encon-
traron Pérez-Leroux, Cuza y Thomas (2011) en su estudio de 20 niños bilingües en
Canadá. Silva-Corvalán (2018) también encontró una tasa un poco elevada de los
clíticos posverbales en el español de sus dos nietos, pero igual siguieron las restric-
ciones léxicas esperadas: produjeron clíticos preverbales más con estar e ir que con
otros verbos como tener, querer.
Por otro lado, Shin, Requena y Kemp (2017) compararon 17 niños bilingües
en Washington/Montana (de 6;0 a 11;9) con 21 adultos de su misma comunidad
y con 43 niños monolingües en México (de 6;3 a 11;9) y no encontraron ningún
aumento de los clíticos posverbales. De hecho, cuando se separaron las con-
strucciones con estar e ir de las construcciones con verbos como poder y querer,
se encontró que los niños produjeron patrones similares a los adultos de sus
comunidades. Estos estudios en conjunto sugieren que puede haber un aumento
del clítico en posición posverbal, que se verá, sobre todo, en niños cuya lengua
dominante es el inglés. Parece, por tanto, que los mismos factores lingüísticos
restringen el uso, incluso cuando hay un aumento de la variante paralela a la del
inglés.
TABLA 2.1
La influencia interlingüística sobre la morfosintaxis española de los niños
bilingües.
Menos variación
Exploramos aquí dos de las teorías principales que intentan explicar las FNs mix-
tas. Por un lado, la teoría minimalista (MacSwan 1999; Moro Quintanilla 2014),
y por otro, la de la lengua matriz (Myers-Scotton 1993) (cf. Torres Cacoullos
et al. (2021), quienes presentan otra perspectiva). De manera resumida, Moro
Quintanilla (2014) argumenta que la lengua que contenga más rasgos phi, como
La morfosintaxis del español como lengua 33
También hubo diferencias entre los niños de ambas comunidades. Los de Los Ánge-
les produjeron más FNs mixtas que los de Michigan (140 y 48, respectivamente),
además, también produjeron un porcentaje de determinantes en inglés más bajo
(9% y 59% del total de ejemplos, respectivamente). Estos resultados muestran que
existen diferencias de cambio de código en estos dos grupos que pueden deberse a un
proceso en el desarrollo de los rasgos phi en español, pues los niños de Michigan son
los que producen más determinantes en inglés y son además los más jóvenes. Como
vimos anteriormente, incluso los niños monolingües producen frases sin concordan-
cia antes de los 2;6 (Hernández Pina 1984). O bien, podría deberse a la comunidad
donde viven. En Michigan el uso del español y la alternancia de código es mucho
menos frecuente que en la comunidad bilingüe de Los Ángeles. Quizás por ello,
34 Naomi L. Shin y Desirée Ramírez-Urbaneja
los niños en Michigan producen menos FNs mixtas y cuando lo hacen, se desvían
de los patrones más típicos (Paradis, Genesee y Crago 2011; Silva-Corvalán 2014).
Podemos concluir que, al igual que los adultos, los niños bilingües en los Estados
Unidos no realizan cambios de lengua intraoracionales de manera arbitraria, sino
que siguen un sistema, incluso ya desde una temprana edad y que no lo siguen por
imitación, sino que crean sus propios patrones, como vimos en el ejemplo 18.
5 Conclusiones
Este capítulo explora la morfosintaxis del español en el habla de niños hablantes de
ELH en Estados Unidos para averiguar si el desarrollo es más lento en comparación
con el de los niños monolingües y si se puede notar la influencia de las estructuras
del inglés. Los estudios sobre la marcación diferencial del objeto y la morfología
verbal indican que los niños bilingües adquieren estos patrones morfosintácticos
más lentamente que los niños monolingües. Falta más investigación para saber si se
puede concluir lo mismo para la concordancia del género. Las teorías actuales de la
adquisición pueden explicar la generalización de que recibir menos input en espa-
ñol demora la adquisición de la morfosintaxis; los niños necesitan experimentar una
cierta cantidad de muestras para poder generalizar sobre ítems léxicos y construir
esquemas gramaticales abstractos.
El capítulo también indica que la variación, la edad y la metodología son rel-
evantes para comprender la influencia interlingüística durante la adquisición bil-
ingüe. En cuanto a los fenómenos categóricos como las preposiciones colgadas, la
influencia inglesa es evidente antes de los 5 años de edad. A partir de los 5 años,
esta influencia todavía se observa en los experimentos, pero no tanto en el habla
natural. Esto sugiere que se reprimen estas estructuras, pero no se descartan. En
cuanto al uso de las estructuras morfosintácticas variables, las diferencias entre los
niños monolingües y bilingües no desaparecen con la edad, lo cual apoya la idea
de que cuanto más variable sea la estructura, más influencia interlingüística habrá.
Muchas preguntas todavía prevalecen en la investigación. Sería interesante
examinar si las frases tempranas muestran la adquisición de patrones abstractos,
ya que los niños suelen producir frases hechas fusionadas que no proporcionan
evidencia de la adquisición de los esquemas abstractos. Por ejemplo, se ha pro-
puesto que los niños monolingües adquieren la marcación diferencial del objeto
muy temprano, pero todavía no sabemos si las frases que producen se restringen
a ciertos lexemas. De ser así, el desarrollo tardío reflejaría la adquisición tardía de
combinaciones léxicas específicas.
Otro tema importante que se debe subrayar más en los estudios futuros es la
variación. Por ejemplo, en vez de preguntar cuándo y cómo los niños usan el mar-
cador a ante objetos directos animados y específicos, sería útil preguntar cuándo
y cómo el uso de a refleja la influencia probabilística de los factores lingüísticos
que lo afectan. Se ha visto que la variación también es importante para com-
prender la influencia interlingüística. Se debe tomar en cuenta cuán variable es
una estructura al formular las hipótesis sobre qué partes de gramática reflejarán la
La morfosintaxis del español como lengua 35
influencia interlingüística. También vimos que los experimentos y los estudios del
habla natural nos brindan resultados divergentes, lo cual refuerza la importancia de
métodos mixtos para entender mejor los procesos cognitivos que subyacen en el
desarrollo lingüístico.
Finalmente exploramos la alternancia de código, enfocando las FNs mixtas. Se
vio que la lengua del determinante siempre corresponde a la lengua del verbo, lo
cual apoya la conclusión de que los niños bilingües alternan entre sus dos idiomas
de manera sistemática, al igual que los adultos. A la vez, faltan más estudios sobre la
alternancia de códigos para poder comparar los niños de diferentes comunidades,
ya que en algunas el español es más disperso que en otras y las ideologías lingüís-
ticas, que tienen un efecto importante sobre el uso de las lenguas, varían según el
contexto sociopolítico (Ortega, este volumen).
Nota
1 Las primeras dos preguntas se exploran en Shin (2018).
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Zentella, A. C. 1997. Growing Up Bilingual: Puerto Rican Children in New York. Wiley-Blackwell.
Preguntas de reflexión
En tus propias palabras, responde las siguientes preguntas:
1 Introducción
Si tuviéramos que describir el perfil lingüístico de los hablantes de español como
lengua de herencia (ELH) con una sola palabra, sin duda no podría ser otra que
heterogéneo. Y decimos heterogéneo ya que a diferencia de la homogeneidad percibida
que se suele atribuir (no sin polémica) a los hablantes monolingües de la misma
lengua, los hablantes de herencia suelen presentar un comportamiento lingüístico
caracterizado por un amplio margen de variabilidad inter- e intraindividual observ-
able tanto en su capacidad de producción como en su comprensión (p. ej., Montrul
2008, 2016; Polinsky 2018). Dicha variabilidad puede abarcar desde un cono-
cimiento sofisticado de las características fonológicas, léxicas y (morfo)sintácticas
del español regional (y en ocasiones incluso del estándar), hasta un conocimiento
receptivo, quizá insuficiente, para poder participar en prácticas comunicativas
básicas (Montrul 2013a). Y es que a pesar de que el proceso de adquisición de
la lengua de herencia (LH) suele ocurrir desde una temprana edad y en base a
interacciones comunicativas en el contexto familiar —como ocurre en contextos
monolingües— existen una serie de factores (extra)lingüísticos que moldean el
desarrollo lingüístico de la lengua de herencia de forma diferente. Los factores que
hasta el momento se han identificado como más relevantes son: (i) su condición de
lengua minoritaria y estigmatizada frente a la lengua de prestigio en la sociedad; (ii)
la vitalidad y el valor socioafectivo de la LH tanto en la comunidad como dentro
del ámbito familiar; (iii) la falta de oportunidades o incluso el rechazo a hacer uso
de la lengua en el ámbito público (y en muchas ocasiones también en el privado);
(iv) la falta de acceso a escolarización formal en español; (v) la edad de adquisición
de cada una de las dos lenguas y el subsecuente cambio de dominancia a la lengua
de la sociedad; (vi) la cantidad, la calidad y la frecuencia del input recibido; y (vii)
la influencia interlingüística de la lengua dominante (p. ej., Montrul 2008, 2016;
Polinsky 2018).
DOI: 10.4324/9780429443657-5
40 Diego Pascual y Cabo y Silvina Montrul
como de las consonantes (p. ej., Rao y Ronquest 2015) y el acento prosódico
(Kim 2019). Al igual que ocurre con el sistema fonológico, el ámbito sintáctico
también parece ofrecer mayor grado de resistencia a la influencia interlingüística
ya que las gramáticas de las LH suelen mantener la estructura básica de la lengua
(p. ej., Zapata, Sánchez, y Toribio 2005). No obstante, también existe evidencia
que demuestra cierta vulnerabilidad relativa de algunas propiedades sintácticas que
se encuentran en la interfaz con la semántica y pragmática, como lo son el caso
de la inversión de sujeto y verbo en oraciones interrogativas (Cuza 2013) o el de
aislamiento preposicional (Pascual y Cabo y Gómez Soler 2015).
Otra de las características más notables dentro del repertorio lingüístico de los
hablantes de LH es su capacidad de alternar el uso de las lenguas dentro del mismo
discurso. En contra de lo que generalmente se piensa, el cambio de código no
es un fenómeno extraordinario ni una señal de confusión cognitiva. Es una con-
ducta bilingüe normal, que surge espontáneamente cuando un hablante bilingüe
usa y mantiene activos dos sistemas lingüísticos en su mente. La aparición natural
y espontánea de la alternancia de código se observa ya en niños bilingües de dos
años, cuando empiezan a usar frases de dos palabras y combinan las dos lenguas
(Deuchar y Quay 2000). Es más, en bilingües adultos, su uso natural requiere un
conocimiento bastante profundo y sofisticado de las dos lenguas ya que las restric-
ciones gramaticales que rigen este fenómeno lingüístico combinan reglas de ambas
lenguas (p. ej., Poplack, 1980; Bullock y Toribio, 2009).
Además de lo expuesto hasta ahora, la comunidad investigadora coincide de
manera general en que el área de la morfosintaxis se destaca, entre todas ellas e
independientemente de la lengua examinada, como el área más vulnerable en los
sistemas gramaticales de las lenguas de herencia (p. ej., Montrul 2008, 2015; Polin-
sky 2018). A modo de ejemplo, a continuación, hacemos referencia a algunas de
las propiedades más representativas del español y nos limitamos a la morfología
nominal.
3 Morfosintaxis
Si bien es cierto que parece haber más variabilidad de la que se pensaba con
respecto al uso de esta propiedad en contextos monolingües (p. ej., Company
Company 2002; Montrul 2013b), los niños monolingües alcanzan desde bastante
temprano un dominio a nivel del adulto (p. ej., Rodríguez-Mondoñedo 2008).
Sin embargo, la adquisición de este fenómeno en contextos bilingües es consid-
erablemente más difícil. Ticio (2015), por ejemplo, presenta datos de producción
espontánea de 6 niños bilingües (inglés-español y español-catalán) y mostró que a
los tres años omitían la preposición a más del 70% en contextos obligatorios. Mon-
trul y Sánchez-Walker (2013) también estudiaron niños bilingües en edad escolar y
confirmaron que los problemas con la adquisición de la marcación diferenciada del
objeto directo persisten a esta edad también. Aunque los hablantes de ELH adultos
parecen ser más precisos que los niños bilingües con este fenómeno, los adultos no
alcanzan el nivel monolingüe, incluso aquellos que tienen un dominio avanzado.
Así, por ejemplo, Montrul y Bowles (2009) reportaron datos de producción y
comprensión de dos estudios diferentes. En el primero, examinaron la producción
semicontrolada y los juicios gramaticales de 67 hablantes de ELH con respecto
a oraciones que omitían el uso obligatorio del marcador a (p. ej., *Patricia conoce
mi hermana) y encontraron que mientras que el grupo de referencia monolingüe
rechazó categóricamente este tipo de oraciones, los hablantes de ELH las aceptaban
de forma muy variable, con un mayor índice de aceptación entre aquellos bilingües
con menor dominio en la LH. En un segundo experimento, las autoras recogieron
los juicios de aceptabilidad de 69 hablantes de ELH tras exponerlos en este caso
a oraciones gramaticales y agramaticales. Como era de esperar, las investigadoras
encontraron, una vez más, altos índices de variabilidad entre los hablantes de ELH.
En el 2014, Montrul volvió a examinar el estado de esta misma propiedad al
nivel de comprensión y producción escrita entre 64 hablantes de herencia de origen
mexicano-americano. Además, como novedad en este estudio, Montrul se planteó
si las diferencias lingüísticas que se observan pueden tener su origen en el input que
reciben. Para ello, recogió datos de 23 inmigrantes adultos mexicanos que llevaban
residiendo en los Estados Unidos más de 25 años de media. Dicho planteamiento
se basa en el supuesto de que los hablantes de herencia no están expuestos a input
monolingüe sino a input bilingüe (i.e., atrición intergeneracional (p. ej., Pascual y
Cabo y Rothman 2012)).
Los resultados de este estudio mostraron que los hablantes de ELH tienen difi-
cultades con esta propiedad tanto en producción como en comprensión. Estos
44 Diego Pascual y Cabo y Silvina Montrul
resultados contrastan con los de los hablantes monolingües, los cuales suelen ser más
categóricos y en línea con las descripciones que aparecen en la literatura teórica,
al menos con los objetos directos animados y específicos. Para destacar son los
resultados obtenidos del grupo de inmigrantes bilingües, ya que mostraron difer-
encias tanto en el ámbito de comprensión como en el de producción (i.e., omisión
del marcador a en contextos obligatorios). En su conjunto, todos estos resultados
muestran una tendencia clara hacia la simplificación de esta propiedad en el español
como LH e indica que las dificultades que se observan no son solo una cuestión
de producción, sino también de representación lingüística mental. A su vez, estos
resultados nos hacen pensar en el papel que puede llegar a desempeñar no solo la
cantidad sino también la calidad del input en su adquisición y posterior desarrollo.
Para ilustrar esta idea, consideremos algunos de los estudios llevados a cabo en los
últimos años con los verbos psicológicos del tipo gustar/encantar.
Las dificultades morfológicas y sintácticas que presentan estos verbos para su adqui-
sición también han sido objeto de estudio en múltiples investigaciones. Por ejem-
plo, en otro análisis de producción espontánea de la base de datos del CHILDES,
Gómez Soler (2011) notó que los niños monolingües son capaces de usar con-
strucciones del tipo gustar/encantar de manera productiva desde antes de los 2 años
de edad. Y aunque encontró algunos errores de concordancia verbal y de uso del
clítico, esos errores parecen disiparse para antes de los 3 años de edad. Para comple-
mentar su análisis, Gómez Soler (2012) recogió datos de comprensión que examin-
aban los juicios valorativos (truth-value judgment task) de niños de entre 3 y 4 años
de edad. Aunque los niños de los dos estudios eran diferentes, sus resultados, tanto
en la comprensión como en la producción, fueron semejantes. De ahí que Gómez
Soler propusiera que la adquisición de esta propiedad en niños monolingües de
español peninsular se completa a los 4 años de edad.
Sin embargo, estos verbos y sus sujetos dativos no resultan fáciles para los bil-
ingües de lengua dominante inglés. En un estudio exploratorio con 24 hablantes de
ELH, Toribio y Nye (2006) examinaron la producción e interpretación de las tres
características más destacables asociadas con el verbo gustar, como lo son el marca-
dor de caso dativo, el doblado de clítico y la concordancia de persona y número. En
sus resultados mostraron dos tendencias principales: la omisión sistemática del uso
obligatorio de la preposición a ante el experimentador (2a versus 2b) y el uso del
objeto preverbal como el sujeto de la oración. Partiendo de la base de esos resul-
tados, de Prada Pérez y Pascual y Cabo (2011) diseñaron un estudio que permitía
evaluar las intuiciones gramaticales de los hablantes de ELH en diferentes contextos
y compararlas con las de un grupo de inmigrantes bilingües español-inglés. Además
de confirmar los resultados de Toribio y Nye (2006), de Prada Pérez y Pascual y
Cabo (2011) observaron que algunas de las diferencias que surgían en los juicios
gramaticales de los hablantes de ELH, eran comparables a las del grupo de refer-
encia de inmigrantes. Es decir, encontraron evidencia inicial de un posible efecto
de atrición intergeneracional. Inspirado por estos resultados, Pascual y Cabo (2013)
comparó la comprensión y producción de los verbos como gustar en 110 hablantes
de ELH, todos de origen cubano para así controlar no solo la variación dialec-
tal sino también el posible efecto de atrición intergeneracional. Sus participantes,
divididos en cinco grupos según su edad (i.e., niños y adultos) y perfil lingüístico
(i.e., hablantes de herencia, hablantes monolingües, inmigrantes bilingües) com-
pletaron un extenso cuestionario demográfico, dos pruebas de juicios gramaticales
y una tarea de producción oral. Dicho estudio tenía dos objetivos principales: por
una parte examinar la propuesta de re-análisis según la cual los verbos como gustar
podrían aparecer en contextos innovadores (p. ej., pasivas, sin marcador de caso
dativo), al haber pasado de ser un verbo estrictamente intransitivo (inacusativo) a
uno que puede ser transitivo; el segundo objetivo era explorar de manera indirecta
el desarrollo lingüístico de las propiedades morfosintácticas de los verbos como
gustar, desde la niñez a la edad adulta. Los resultados confirmaron la hipótesis del
re-análisis propuesta porque solo los hablantes de ELH aceptaron el verbo gustar en
voz pasiva. En cuanto al segundo objetivo, los resultados apoyaron la idea de que
46 Diego Pascual y Cabo y Silvina Montrul
los hablantes de ELH adquieren una propiedad diferente de la que adquieren los
hablantes de español monolingüe quizá debido a diferencias en la cantidad y calidad
del input al que están expuestos en español a diario y a lo largo de su vida. Es decir,
además de recibir input limitado, la producción oral de los inmigrantes bilingües
fue diferente de la de los monolingües, particularmente en lo que respecta a la pro-
ducción del marcador de caso dativo a.
Montrul (2016) también examinó la posible erosión del caso dativo entre 56
hablantes de ELH de origen mexicano-americano. Para ello, administró una tarea
de comprensión (i.e., juicios de aceptabilidad gramatical bimodal) manipulando la
presencia/omisión del marcador dativo a tanto en contextos gramaticales y agra-
maticales. Sus resultados fueron similares a los de Pascual y Cabo (2013) en cuanto
a que los HH mostraron un alto índice de aceptabilidad en oraciones que omitían
dicha preposición. Al comparar estos resultados con los de sus grupos control,
(monolingües de español en México e inmigrantes mexicanos en los Estados Uni-
dos), Montrul descubrió que también ellos aceptaban ese tipo de construcciones a
priori agramaticales. Estos resultados confirman los hallazgos previos en cuanto a
que los cambios estructurales que se observan en contextos de lenguas en contacto,
además de por una falta significativa de input durante los primeros años de su vida,
también se pueden deber a la atrición sufrida por los inmigrantes después de varios
años de exposición al inglés residiendo en los Estados Unidos (p. ej., de Prada Pérez
y Pascual y Cabo 2011; Pascual y Cabo 2013).
lingüísticos a sus propios hijos directamente, ya que ellos son la fuente principal, y
en algunos casos la única, de la lengua materna.
6 Conclusión
En este capítulo hemos hecho una síntesis de la investigación de la morfosintaxis
como subcomponente del sistema lingüístico de los hablantes adultos de ELH, pro-
fundizando en la descripción de tres propiedades representativas: la concordancia
de género/número, el marcador de objeto directo, y verbos psicológicos del tipo
gustar/encantar.
Acabamos como empezamos, destacando la gran heterogeneidad y variabilidad
que existe entre los hablantes de herencia de una misma comunidad (e incluso
dentro del mismo individuo). Como hemos visto, tal variabilidad abarca desde un
conocimiento amplio y sofisticado del español regional (y en ocasiones incluso
del estándar), hasta un conocimiento receptivo o incluso insuficiente para poder
participar en prácticas comunicativas básicas. Por último, esperamos que las sug-
erencias teóricas y metodológicas que hemos propuesto les inspiren en sus futuras
investigaciones para así continuar profundizando nuestro conocimiento del sistema
lingüístico de los hablantes de ELH.
Notas
1 Para saber más sobre el sistema lingüístico de los hablantes de herencia en edades infan-
tiles, vean el capítulo de Shin y Ramírez-Urbaneja en este volumen.
2 En este capítulo usamos descriptores como superior/inferior sin intención alguna de crit-
icar o demeritar la comunidad de hablantes de herencia. Estos calificativos simplemente
describen el resultado de su comportamiento lingüístico en tareas experimentales o de
observación con referencia a lo que se anticipa según las descripciones que se encuentran
en la literatura teórica.
3 Pero véase Fábregas (2013) para un análisis completo de esta propiedad.
50 Diego Pascual y Cabo y Silvina Montrul
4 El uso de este término ha sido y sigue siendo fuente de debate en los últimos años. Para
más detalle, referimos a los lectores interesados a Pascual y Cabo y Rothman (2012),
Kupisch y Rothman (2018), Domínguez, Hicks y Slabakova (2019) y Bayram, Kupisch,
Pascual y Cabo, y Rothman (2019).
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Preguntas de reflexión
En tus propias palabras, responde las siguientes preguntas:
1 Introducción
En este capítulo nos proponemos explorar el conocimiento léxico de los hablantes
bilingües cuya lengua materna/heredada es el español. Aunque nuestro propósito
es indagar en el español como lengua de herencia (ELH), se incluyen estudios relevantes
que abarcan otras lenguas para dar una visión más completa del tema. El capítulo
sigue una organización en torno a los distintos métodos y procedimientos que se
han empleado para examinar el conocimiento léxico de los hablantes, ya que las
conclusiones de todo estudio están condicionadas por el método de recolección
de datos.
Al examinar el lenguaje de los hablantes de ELH se suelen hacer comparaciones
con estudiantes de segunda lengua (L2) o con hablantes monolingües. En efecto,
las descripciones existentes del conocimiento léxico de los hablantes de ELH deri-
van de ambos tipos de comparaciones. Por un lado, se sugiere que el vocabulario
constituye un punto fuerte para los hablantes de ELH, sobre todo cuando los com-
paramos con aprendices de L2. Bowles, Adams y Toth (2014) indican que los
hablantes de ELH pudieron aportar más a la interacción en parejas que los aprendi-
ces de L2 precisamente por su conocimiento superior del vocabulario. Asimismo,
Montrul (2016, 297) precisa que los hablantes de ELH tienen un “mejor dominio
de vocabulario” que los aprendices de L2. Por otro lado, hay estudios que resaltan
las carencias léxicas de los hablantes de ELH. Hace 20 años Valdés y Geoffrion-
Vinci (1998, 484) señalaban las limitaciones léxicas de este grupo en el discurso
académico oral; su análisis reveló que los hablantes de ELH “tenían un repertorio
más limitado de vocabulario especializado” en comparación con un grupo de estu-
diantes mexicanos con el mismo nivel sociocultural. Más recientemente, Swender
et al. (2014) demostraron que a muchos hablantes de ELH les falta vocabulario para
expresarse sobre temas de actualidad y para abordar temas abstractos en el contexto
de una entrevista oral.
DOI: 10.4324/9780429443657-6
54 Eve Zyzik
Estamos por lo tanto frente a una disyuntiva: ¿tienen los hablantes de ELH un
vocabulario amplio o más bien limitado? Es imposible responder de manera satis-
factoria a esta pregunta sin tomar en cuenta los métodos de recolección de datos
ya que el método incide sobremanera en los resultados obtenidos. Antes de pasar
revista a la investigación en esta área (véase también Fairclough y Garza 2018),
debemos repasar algunos puntos clave sobre la naturaleza de nuestro conocimiento
léxico.
FIGURA 4.1 Las tres categorías de frecuencia léxica (Schmitt y Schmitt 2014).
Estas palabras de alta frecuencia tienen un alcance aún mayor en la lengua hablada
(véase Adolphs y Schmitt 2003, para datos del inglés).
En el campo de enseñanza de segundas lenguas se ha propuesto, lógicamente,
que los materiales didácticos enfaticen las palabras de alta frecuencia. Para Blake
y Zyzik (2016, 56) dichas palabras constituyen “un excelente punto de partida”
para los aprendientes de L2. Sin embargo, el punto de partida para los hablantes de
ELH ha de ser distinto porque, como se explicará más adelante, es probable que ya
conozcan la mayoría de las palabras de alta frecuencia (Fairclough 2011).
varias opciones) y tareas de recuperación (en las que el participante tiene que recu-
perar la palabra o el significado en base a un estímulo).
A continuación, se revisan cinco métodos de recolección de datos (el test de
fluidez verbal, la encuesta de disponibilidad léxica, la prueba de decisión léxica, la
tarea de juicio de aceptabilidad y la producción espontánea) y se comenta la viabi-
lidad de cada uno para el estudio de las lenguas de herencia.
también aparecen en los datos de los hablantes de ELH, pero ocupan una posición
inferior, lo cual sugiere que no son recuperadas con tanta celeridad.
y el tiempo de reacción. Los resultados apuntan a una ventaja para los hablantes
de ELH en cuanto a las palabras que se adquieren temprano en la primera lengua.
Sin embargo, los aprendices de L2 fueron más rápidos en responder a las palabras
en las tres categorías. Es posible que este último resultado tenga más que ver con la
modalidad de la prueba (presentación escrita de las palabras) que con la habilidad
de acceder a las palabras en el lexicón.
(1) Durante esta crisis económica mucha gente está ahorrando dinero a través de la
jardinería. Por ejemplo, mi tía sólo consume los tomates, la cebolla y la lechuga
de su jardín.
Mi tía creció tomates, cebolla y lechuga en su jardín.
Los resultados revelaron que los hablantes de ELH tienden a aceptar algunos verbos
intransitivos en la estructura transitiva. En concreto, había cinco verbos intransitivos
que registraron puntajes muy altos en la escala de aceptabilidad: crecer, tropezar, caber,
60 Eve Zyzik
explotar y caminar. Además, los verbos permanecer y aparecer también fueron aceptados
en la estructura transitiva por un 25% de los hablantes de ELH. Se concluyó que la
transferencia del inglés es un factor determinante, pero no suficiente, para explicar
todos los datos.
En un estudio reciente, Zyzik y Sanchez (2019) utilizan una TJA para examinar
las palabras complejas, esto es, las que constan de varios morfemas. En concreto, se
examinan aquellas palabras en español que se consideran “creativas” porque, a pesar
de no figurar en los diccionarios, están bien formadas desde el punto de vista mor-
fológico. Se diseñó una TJA con oraciones que contenían palabras creativas (profun-
dez) y un número parejo de oraciones con las palabras convencionales (profundidad).
Los resultados indican que, a grandes rasgos, los hablantes de ELH aceptaban tanto
la forma convencional como la creativa. Zyzik y Sanchez proponen que un sus-
tantivo como profundez resulta aceptable para muchos hablantes de ELH porque
lo relacionan con otros sustantivos que terminan en –ez (timidez, niñez, etc.). Es
decir, las formas creativas son aceptadas por la presión analógica que ejercen otras
palabras conocidas.
Para finalizar, las TJA parecen ser una opción metodológica viable cuando se
quiere examinar el vocabulario en contexto, ya sea una oración o un contexto más
extenso. Algunos aspectos del conocimiento léxico, como la transitividad de los
verbos, no pueden investigarse sin el apoyo de una oración.
idioma” (Jarvis 2013, 16). Tracy-Ventura (2017) explica que el usar palabras de baja
frecuencia se interpreta como indicio de un conocimiento léxico más avanzado y
sofisticado. Para llevar a cabo este tipo de análisis, hay que clasificar las palabras en
la muestra según su frecuencia en un corpus de referencia (por ejemplo, el corpus
de Davies 2006). Una vez clasificadas las palabras en los distintos niveles (primero,
segundo, tercero, etc.), se calcula el porcentaje de palabras de baja frecuencia. Este
último paso requiere que el investigador decida cuál es el límite entre las palabras
de alta y baja frecuencia.
Fairclough y Belpoliti (2016) aplicaron ambas medidas para analizar los textos
escritos de un grupo de hablantes de ELH que describen como bilingües recep-
tivos. Las autoras concluyen que los textos tienen mucha repetición, observación
que se ve reforzada por el bajo índice de diversidad léxica (4.05 según el cálculo de
Guiraud). En cuanto a la sofisticación léxica, los datos indican que casi el 93% de las
palabras usadas se ubican en el primer nivel de frecuencia, es decir, las 1000 palabras
más frecuentes en español. Las dos medidas juntas —la diversidad y la sofisticación
léxicas— apuntan a “un vocabulario reducido que consta de palabras de alta fre-
cuencia que se repiten constantemente” (Fairclough y Belpoliti 2016, 197). Las
autoras nos recuerdan que el vocabulario es un aspecto esencial de la lectoescritura
y, por lo tanto, es importante que se amplíe la enseñanza del léxico en los cursos
para estudiantes de ELH.
4 Conclusión
Dado que conocer una palabra implica varias dimensiones (Nation 2001), en este
capítulo se han abordado solo algunos aspectos relacionados con el conocimiento
léxico de los hablantes de ELH. Quizás la omisión más seria es que nos hemos
limitado a un tratamiento del vocabulario como palabras aisladas, aunque está claro
que las palabras forman combinaciones que se almacenan como unidades léxicas
(colocaciones, locuciones, etc.), las cuales constituyen una parte integral de nuestro
conocimiento léxico (véase Zyzik, 2021). Asimismo, por razones de espacio, no
hemos incluido las tareas de denominación de dibujos, aunque estas se han utili-
zado en una variedad de estudios con hablantes bilingües para establecer el dominio
relativo entre idiomas (véase Montrul et al. 2013).
No hay que olvidar que al examinar los vocablos en español que conocen los
hablantes de ELH, se está investigando solo una parte de su conocimiento léx-
ico ya que estos hablantes también conocen miles de palabras en inglés, las cuales
afectan inevitablemente su expresión oral y/o escrita en español. En este capítulo
no hemos tratado los fenómenos léxicos que se dan por interferencia del inglés (por
ejemplo, los préstamos, los calcos) porque son numerosos los estudios que comen-
tan los anglicismos en el plano léxico y cómo se han ido afianzando en el español
de los Estados Unidos (véase Fairclough 2013; Ortigosa 2010; Otheguy y Stern
2010). Tampoco se han revisado aquí los estudios sobre las creaciones léxicas (véase
Lima Valdez 2018; Sánchez Muñoz 2007), fenómeno que suele estudiarse como
una manifestación de transferencia léxica.
62 Eve Zyzik
Volvamos a la pregunta con la que se inició el capítulo: ¿Por qué algunos estu-
dios nos llevan a pensar que los hablantes de ELH tienen un amplio conocimiento
léxico mientras que otros indican que tienen un vocabulario reducido o limitado?
Como se ha visto, una de las explicaciones seguramente radica en la metodología
utilizada. Por lo general, las tareas controladas que miden el reconocimiento de las
palabras (por ejemplo, la tarea de decisión léxica en Fairclough 2011) dan resultados
favorables. Por el contrario, las tareas de producción espontánea (como las entre-
vistas orales en Swender et al. 2014) apuntan en la dirección contraria, haciendo
destacar las limitaciones léxicas de los hablantes de ELH. Estos resultados no son en
realidad contradictorios, sino que confirman una tendencia observada desde hace
años en el estudio del desgaste lingüístico: que el reconocimiento de las palabras
se deteriora solamente en los casos más severos de pérdida de la lengua (Schmid y
Köpke 2009). Los hablantes de ELH que continúan usando el español en la vida
diaria, aunque sea solamente en el ámbito familiar, difícilmente van a perder la
habilidad de reconocer las palabras. Además de la cuestión metodológica, hemos
insistido en la importancia de la frecuencia léxica como factor clave. Como se
explicó en la sección 2, hay un conjunto reducido de palabras de alta frecuencia que
sirven para desempeñar todo tipo de funciones comunicativas. Un hablante nativo
que conozca 30.000 palabras utiliza solamente una pequeña parte de su caudal
léxico en el día a día. Por consiguiente, no es erróneo concluir que los hablantes
de ELH tienen un lexicón amplio, pero dentro de la categoría de las palabras de alta
frecuencia y (quizás) también de las de mediana frecuencia.
Estas observaciones deben tomarse con cautela ya que contamos con pocos estu-
dios que han investigado el conocimiento léxico de los hablantes de ELH directa-
mente. Aunque hay estudios que aportan datos valiosos, muchos fueron diseñados
con otra finalidad (por ejemplo, medir el nivel de competencia oral). Sorprende
la escasa investigación en este ámbito considerando que el conocimiento léxico
se sigue desarrollando a lo largo de la vida y, por lo tanto, constituye un objetivo
tangible para los aprendientes de ELH en un contexto de educación universitaria.
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64 Eve Zyzik
Preguntas de reflexión
En tus propias palabras, responde las siguientes preguntas:
4 ¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de escoger una tarea controlada o una
tarea de producción espontánea?
5 ¿Qué criterio(s) podríamos seguir para la inclusión o exclusión de fenómenos
léxicos que se dan por interferencia del inglés (por ejemplo, los préstamos, los
calcos)?
5
PRAGMÁTICA Y MULTIMODALIDAD
EN EL ESPAÑOL COMO LENGUA DE
HERENCIA
Elisa Gironzetti
1 Introducción
En los últimos años, el número de estudios sobre el ELH y su enseñanza ha aumen-
tado exponencialmente —sobre todo en los Estados Unidos, país que ha visto la
población hispana crecer hasta alcanzar los 56,5 millones en 2015 (Pew Research
Center 2017)— y tanto los ámbitos de investigación como las perspectivas de análi-
sis y los modelos pedagógicos se han ampliado. A la vez, asistimos a un recobrado
interés por el estudio de la pragmática del español y su enseñanza, un campo cada
vez más visible a través de la publicación de números monográficos en revistas espe-
cializadas como el Journal of Spanish Language Teaching (Gironzetti y Koike 2016) y
System (Yates y Alcón Soler 2015), y volúmenes editados como L2 Spanish Prag-
matics: From Research to Teaching (Dumitrescu y Andueza 2018) y el Handbook of
Spanish Pragmatics (Koike y Félix-Brasdefer 2020). Testigos de este renovado interés
son también los numerosos congresos, talleres y paneles celebrados sobre este tema
y la disponibilidad de herramientas de análisis y recursos digitales, como el Corpus
Español Multimodal de Actos de Habla (https://coremah-1a37f.firebaseapp.com/)
o el corpus con anotaciones pragmáticas del español de Texas (http://spanishin
texas.org/).
Las investigaciones sobre la pragmática del español son hoy en día bastante
numerosas y se han llevado a cabo principalmente con hablantes nativos de diferentes
variedades de español, mediante comparaciones o análisis inter o intra-grupales
(véase, entre otros, Placencia 1998, sobre español peninsular y ecuatoriano; Mar-
quéz Reiter 2002, sobre español peninsular y uruguayo; García 2004, sobre el
español caraqueño y limeño). Menos numerosos, pero igualmente relevantes, han
sido los estudios sobre la pragmática del español como segunda lengua (L2), que
incluyen trabajos descriptivos y comparativos con poblaciones de hablantes nativos y
estudiantes de español L2 con diferentes niveles de dominio del idioma y diferentes
DOI: 10.4324/9780429443657-7
Pragmática y multimodalidad 67
2 Estado de la cuestión
2.1.3 La cortesía
La cortesía es una forma de interacción social condicionada por las normas socio-
culturales de una sociedad (Félix-Brasdefer 2006, 2159) que los hablantes negocian
Pragmática y multimodalidad 69
2015)—, la falta de estudios que analicen o describan el(los) contexto(s) en los que
los hablantes de ELH se relacionan y socializan usando el español frente a, en los
Estados Unidos, el inglés —ya que estas prácticas tienen un impacto en el desarrollo
de sus habilidades pragmáticas— y estudios (semi)longitudinales que muestren el
desarrollo de estas habilidades en el tiempo. Cabe destacar que estas limitaciones no
pertenecen solamente al ámbito pragmático, sino que afectan a los estudios sobre
ELH en general.
En cuanto al método de análisis, si bien la comparación de los hablantes de
ELH con hablantes nativos o de español L2 sirve para destacar las diferencias que
existen entre estos grupos, se echan en falta estudios que analicen y comparen el
discurso en español y en inglés de los hablantes de ELH de diferentes generaciones
sociolingüísticas y en diferentes contextos geográficos, más allá del “hablante de
nivel intermedio y de origen mexicano” que suele estar representado en la mayoría
de los estudios de corte pedagógico (Gironzetti y Belpoliti 2018). Para este fin,
una vía de investigación todavía poco explorada es la recopilacióny anotación de
corpus locales de ELH (Figura 5.1), cuyo análisis permitiría establecer puntos de
comparación y llegar a conclusiones más generales. Hoy en día disponemos de unos
poco corpus del ELH —frente a los numerosos corpus de español L2— por lo
que se echa en falta, por una parte, la creación de nuevos corpus que cubran áreas
geográficas o demográficas todavía no representadas y, por otra, un mayor número
de estudios que profundicen en el análisis comparativo de estos corpus.
Los corpus que cuentan con grabaciones de audio o vídeo permitirían explorar
también el componente multimodal de la comunicación en ELH. Los estudios de
la pragmática del ELH llevados a cabo hasta la fecha desatienden el componente
multimodal de la comunicación, es decir, la interacción o integración de diferentes
modos o sistemas semióticos. Quedan abiertas, pues, nuevas vías de investigación
que se centren, entre otros aspectos, en cómo los hablantes de ELH crean signifi-
cado integrando lenguaje verbal y no verbal (p. ej., gestos, expresiones del rostro,
uso de la prosémica) o discurso oral y escrito (p. ej., en presentaciones académicas);
cómo integran imágenes o música en la interpretación de textos multimodales
(p. ej., películas, anuncios publicitarios, memes); con qué propósitos y en qué situa
ciones integran estos diferentes sistemas semióticos y cómo influye el contexto en
su uso y comprensión.
4 Pragmática multimodal
Tradicionalmente, tal y como muestran los estudios reseñados en la sección ante-
rior, el estudio de la competencia pragmática se ha abordado desde una perspec-
tiva linguocéntrica (Erickson 2004); sin embargo, como ya afirman Kress y van
Leeuwen, “all texts are multimodal” (1998, 186). Si consideramos, por ejemplo, la
interacción cara a cara, el papel de los gestos, las expresiones faciales y su relación
con la expresión verbal son particularmente relevantes y constituyen un compo-
nente central de la competencia comunicativa de un hablante.
En los últimos años ha habido un creciente interés por explorar esta dimen-
sión multimodal de la comunicación desde diferentes enfoques y disciplinas, entre
estas la pragmática. Los estudios de pragmática multimodal tienen como objetivo la
comprensión del significado multimodal en contexto; su objeto de estudio va más
allá de la lengua e incluye diferentes sistemas semióticos con el fin de explorar
cómo interactúan para generar significado (Bateman 2018), es decir, cómo la len-
gua influye en los otros modos de comunicación y viceversa (O’Halloran, Tan y K.
L. E. 2014). En el marco de la pragmática multimodal, el estudio de la lengua se
aborda desde una perspectiva interaccional y social (Beltrán-Palanques y Querol-
Julián 2018), integrando, además, las aportaciones y enfoques de los estudios de
semiótica (Kress y van Leeuwen 1996, 2001) y análisis del discurso (O’Halloran
2004). Si bien los estudios en este campo son escasos, varios autores proponen
modelos de análisis y abogan por la integración de pragmática y multimodalidad
para el estudio de la interacción cara a cara, la creación y comprensión de signifi-
cado en los cómics, el uso de las metáforas y la traducción (véase, p. ej., Beltrán-
Palanques y Querol-Julián 2018).
5 Conclusión
En este capítulo se ha ofrecido una visión representativa del sistema prag-
mático de los hablantes de ELH a partir de los trabajos llevados a cabo hasta la
74 Elisa Gironzetti
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Preguntas de reflexión
En tus propias palabras, responde las siguientes preguntas:
Aproximaciones
innovadoras a la
enseñanza del español
como lengua de herencia
6
EL ENFOQUE POR TAREAS EN EL
APRENDIZAJE DEL ESPAÑOL COMO
LENGUA DE HERENCIA
Julio Torres y Melissa Baralt
1 Introducción
La enseñanza de lenguas mediante el enfoque por tareas es un marco pedagógico
cuyos fundamentos teóricos provienen de una filosofía educativa que posiciona al
aprendiente como figura central (Long 2015). Debido a esto, este tipo de enseñanza
toma en cuenta los recursos psicolingüísticos y socioculturales de los que dispone
el aprendiente a la hora de realizar una tarea pedagógica (Ellis 2000). El enfoque
por tareas, por lo tanto, promueve que el eje principal de un programa de estudios
(o curso) sea la tarea. Según Long y Crookes (1992), este programa de estudios se
puede denominar como analítico, ya que se organiza utilizando tareas que corre-
sponden con metas comunicativas que se asemejan o mimetizan la vida real (pedir
direcciones para llegar a un museo por metro, hacer una reservación de hotel por
teléfono, entre otras). Este concepto difiere de lo que se entiende como un programa
de estudio sintético, el cual se organiza a través del uso de estructuras lingüísticas o
funciones comunicativas (el uso del subjuntivo en cláusulas adverbiales, el uso de
‘¿me puede?’, entre otras). Ambos conceptos suelen unirse, sin embargo, cuando
se promueve un programa híbrido en el cual los docentes adoptan un programa de
estudios sintético o convencional que incorpora tareas comunicativas específicas,
diseñadas para promover el uso de ciertas estructuras lingüísticas (Ellis 2018). La
implementación del enfoque por tareas, por lo tanto, puede variar según el con-
texto local del docente.
A pesar de que existen varias ventajas en cuanto al uso del enfoque por tareas,
en este capítulo sólo se mencionarán dos por razones de espacio. La primera es que
este enfoque cuenta con una base empírica bastante amplia, de más de 25 años de
investigación (Van den Branden, Bygate y Norris 2009; Robinson 2011; Baralt,
Gilabert y Robinson 2014; González-Lloret y Ortega 2014; Long 2015; Sato y
Ballinger 2016). Estos estudios han demostrado que las tareas pueden servir como
DOI: 10.4324/9780429443657-9
82 Julio Torres y Melissa Baralt
noticias por la radio, leer un artículo en el periódico, escribir una lista de comidas
para comprar en el supermercado, llamar a la oficina del médico para hacer una
cita, entre otras. A partir de esta definición original, estudiosos de este método de
la enseñanza han ofrecido varias definiciones acerca de lo que es una tarea (Candlin
1987; Skehan 1996; Van den Branden 2006; Swales 2009; Norris 2009; González-
Lloret y Ortega 2014). Para este capítulo se ha adoptado la definición general de
Ellis (2003) que fija una tarea como una actividad pedagógica que se relaciona al
mundo real y que puede involucrar procesos de comprensión o de producción oral
y escrita. También se ha tenido en cuenta la lista de criterios que según Ellis (2009)
debe poseer una tarea:
✓ el significado es primordial;
✓ hay una brecha comunicativa;
✓ el aprendiente usa sus propios recursos lingüísticos;
✓ hay un resultado no-lingüístico.
A partir del primer criterio de Ellis, la tarea requiere que el aprendiente produzca
significado en un contexto que se aproxima al mundo real. En este sentido, el con-
texto aparece en la descripción de la tarea cuando a los aprendientes se les pide que
imaginen que trabajan para la compañía multinacional Microsoft como director/a
de marketing. La producción del significado, por su parte, se materializa a través de
la escritura del mensaje que se tiene que redactar para ejecutar la tarea. En cuanto a
la brecha comunicativa propuesta por Ellis, la tarea cumple con este criterio debido a
que el aprendiente tiene que resolver un problema. En la descripción de la actividad
se explica que la clienta había hecho una queja sobre la comercialización de unos
programas y se les pide a los aprendientes que redacten un mensaje para solucionar
este asunto. Como la descripción de la tarea no contiene ninguna información que
imponga el uso de una estructura lingüística específica, el aprendiente, como bien
señala el tercer criterio de Ellis, va a disponer de sus propios recursos lingüísticos para
completar la actividad. Esto no significa, sin embargo, que se tenga que descartar la
enseñanza de los elementos gramaticales que puedan apoyar la ejecución de la tarea.
De hecho, en la segunda sección del capítulo se explicará cómo se pueden presen-
tar y evaluar las estructuras lingüísticas en las fases previa y posterior a la tarea. Por
último, al final de la actividad hay un resultado no-lingüístico ya que el producto de
la tarea es una posible solución al problema, algo que los aprendientes demostrarán
cuando compartan sus mensajes con sus compañeros de clase.
Basado en el mismo tema de la tarea anterior, a continuación, se ofrece un
ejemplo de una actividad que no constituye una tarea. Como se puede apreciar en la
Figura 6.2, en esta actividad también se les instruye a los aprendientes que escriban
3 Metodología
De igual importancia al diseño y selección de la tarea es la metodología usada para
su implementación en las aulas. Dicha metodología establece la manera en que
el docente introduce un tema, prepara a los aprendientes para que lleven a cabo
la tarea con éxito y enfoca la atención para facilitar que los aprendientes asocien
86 Julio Torres y Melissa Baralt
En esta tarea ustedes han tenido que elegir un espacio para arrendar para su
pequeño negocio y, de las cuatro opciones que tienen, justificar su decisión
con una lista escrita de sus razones. Van muy bien. ¡Ahora les tengo noticias!
El Condado de Miami-Dade acaba de anunciar que para el 2019 va a ofrecer
beneficios para los pequeños negocios que compren un inmueble en vez de
alquilar. Los negocios que califican como negocios pequeños con empresa-
rios o dueños que son mujeres, minorías, o personas de color, si compran un
inmueble, pueden pedir un préstamo de hasta $20,000 sin interés.
Ahora con esta nueva información, vuelvan a analizar las cuatro opciones
de inmuebles. Esta vez, elijan un espacio que comprarían y escriban una lista
de sus razones que justifiquen esta decisión.
Cuando terminen, estén listos para presentar a la clase el espacio que eli-
gieron para alquilar y su lista del por qué, y también, el espacio que eligieron
para comprar y su lista del por qué. ¡Vamos a ver qué tan diferentes son sus
razones!
El enfoque por tareas 87
FIGURA 6.4 Metodología basada en tareas. Ejemplo del esquema de Ellis con una tarea.
El enfoque por tareas 89
aplicado a la tarea que se presentó en la Figura 6.1. Nótese que la fase previa es más
extensa, en ella se les asignan dos hojas a los aprendientes (una con la queja que
envió la Sra. Gómez por correo electrónico y otra con las instrucciones a seguir
para ejecutar la tarea). Según las instrucciones los aprendientes tendrán que hacer la
tarea de manera individual y tendrán un tiempo límite para ello. Es muy importante
que en esta fase los aprendientes entiendan que al final de la actividad van a tener
que mostrar la evidencia no-lingüística de la tarea.
Nótese que según este plan metodológico el docente va a esperar hasta la fase
posterior de la tarea para enfocarse en la forma gramatical (la cortesía verbal y las
formas verbales correspondientes a “tú” versus “usted”). El tiempo que se le dedica
a este enfoque, por su parte, debe depender de las metas de la tarea y de las necesi-
dades de los propios aprendientes.
Arizona. Debido a esto, los docentes deben cuestionar los esencialismos típica-
mente asociados con sus experiencias (Potowski 2012).
Los temas de las tareas deben incluir las diversas identidades de estos aprendi-
entes para quienes los factores de identidad vinculados a la lengua tienen mayor
peso a diferencia de los aprendientes de español como L2 “para quienes la L2 no es
tan personal y conflictiva” (Sanz y Torres 2018, 182). Una manera de implementar
este concepto a través de la metodología basada en tareas sería crear situaciones
inclusivas (ella tiene un esposo, ella tiene una esposa, etc., p. ej., Gómez 2017) que
reflejen la complejidad de identidades en las comunidades latinas.
En conclusión, aunque se necesitan más estudios empíricos que examinen los
efectos del enfoque por tareas en el comportamiento lingüístico de los aprendientes
de herencia, la adaptación de este enfoque es prometedor y viable para promover el
aprendizaje y mantenimiento del español como lengua de herencia.
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96 Julio Torres y Melissa Baralt
Preguntas de reflexión
En tus propias palabras, responde las siguientes preguntas:
1 Introducción
La enseñanza del español como lengua de herencia (ELH) se encuentra en un
momento importante de investigación pedagógica para cumplir con las agendas
culturalmente sensibles y socialmente responsables que se han propuestos para las/
los estudiantes latinxs en los últimos años (Lynch 2014; Valdés 2015; Martínez
2016; Torres, Pascual y Cabo y Beusterien 2017; Carreira y Kagan 2018; Valdés y
Parra 2018; Leeman 2018). Varios autores en este campo sugieren que las propues-
tas del aprendizaje por diseño (AD) y de la literacidad múltiple (LM) (New London
Group 1996; Kalantzis y Cope 2005; Kalantzis et al. 2016) son ideales para estas
agendas. Sus investigaciones han demostrado que la instrucción a partir de estos
marcos beneficia al alumnado latinxs de varias maneras, entre ellas: desarrolla sus
habilidades funcionales (Parra et al. 2018a, 2018b; Zapata y Lacorte 2018; Carreira
2016); metalingüísticas (Zapata 2018b), estilísticas (Parra et al. 2018b), de concien-
cia crítica (Martínez y San Martín 2018; Samaniego y Warner 2016; Leeman y
Serafini 2016) y de liderazgo; fortalece la autoestima (Parra et al. 2018a; Sánchez-
Muñoz 2016) y la conexión con las comunidades (Parra 2013; Ruggiero 2018,
Martínez y San Martín 2018). El propósito de este capítulo es, pues, presentar los
principios del AD y la LM y las razones por las cuales algunos autores los consid-
eran una “combinación perfecta” (A match made in heaven: Zapata 2018a, 1) para la
enseñanza ELH. En la primera parte del capítulo, resumo los principios del AD y la
LM. En la segunda, presento los puntos de encuentro conceptual y didáctico con la
ELH. En una tercera parte, doy ejemplos concretos de cómo integrar los principios
del AD y la LM en la clase ELH. Para concluir, reflexiono sobre los futuros pasos
para que la combinación entre el AD, la LM y la ELH siga siendo “perfecta” para
la enseñanza ELH en el siglo 21.
DOI: 10.4324/9780429443657-10
98 María Luisa Parra Velasco
la tercera sección de este capítulo daré ejemplos de cómo se pueden generar estos
movimientos a partir de distintas actividades en el aula ELH.
3.2.4 Evaluaciones inclusivas
Finalmente, el marco del AD considera que la planificación de las evaluaciones
debe estar alineada con el resto de la filosofía de la enseñanza que propone. El
profesor debe diseñar evaluaciones comprensivas e inclusivas que correspondan al
dinamismo de la enseñanza y del aprendizaje en el aula (Kalantzis y Cope 2012,
87). Esta es una propuesta similar a la hecha en el campo ELH donde la evaluación
debe dar información tanto sobre el aprendizaje del alumnado como sobre la efica-
cia de los métodos pedagógicos que se usan. Fairclough (2012, 262) propone, por
ejemplo, que el diseño de ejercicios de evaluación debe ser un ejercicio multifacé-
tico donde se considere explorar el progreso de las múltiples habilidades desarro
lladas a partir de tareas formativas y sumativas (Carreira 2012). Cabe notar que el
diseño de las tareas de evaluación no sólo implica incorporar lo enseñado en clase
sino también considerar los contextos dentro de los cuales los/las jóvenes latinxs
han adquirido las características idiosincráticas de su lengua (Beaudrie 2012, 2016).
Es decir, hay que incluir ejercicios que correspondan a los diferentes niveles de
dominio de la lengua así como a las diferentes variedades dialectales representadas
en la clase (Beaudrie, Ducar y Potowski 2014).
para nombrar a cada una de estas mezclas. Estas obras de arte siven para hacer
un análisis, ya crítico, y problematizar los discursos y las ideologías dominantes
que se han generado a lo largo de la historia de Latinoamérica hacia las perso-
nas de diversos orígenes étnicos y raciales. Parte central de estas ideologías es la
estigmatización de las formas de hablar de los grupos que no siguen las normas
cultas de la lengua dominante, tema directamente relacionado con las experi-
encias latinxs por el uso de las variedades coloquiales y prácticas de translengua
en comunidades de los Estados Unidos. El poema Malinche de Castellanos
facilita un trabajo de análisis funcional del texto y crítico sobre el tema del
género y los discursos que se han generado hacia la figura de Malinche a lo
largo de la historia en México.
4 Aplicar apropiada y creativamente. Como última actividad del módulo, se analiza
y disfruta la letra, la música y el video de la canción Latinoamérica del grupo
Calle 13. La letra de la canción es un recorrido por la geografía latinoameri-
cana, así como por sus principales hechos históricos y aportaciones culturales.
La música incluye influencias rítmicas variadas y se canta en quechua, español
y portugués. El video presenta la gran variedad étnica y racial que caracteriza
a la región con hermosas caras de personas de todas las edades y clases sociales.
El análisis del contenido y de la estructura de la letra de la canción sirve como
modelo para una versión creativa que se le pide al grupo dividido en equipos.
Como vemos en el fragmento en la Figura 7.1, uno de estos equipos elaboró
su canción incorporando desde su perspectiva bicultural temas significativos
que se trataron en el módulo: la raza (“tengo piel oscura”), el mestizaje (“soy
producto de la mezcla) y la diversidad social (“Soy mexicano, paisa y chi-
cano”, “Soy puertorriqueño, boricua y taino”.). Incorporan temas de familia
(“La Abuela”), de cultura, comida, la música y de la geografía entremezclando
referencias a los territorios de los Estados Unidos con aquellos de su país de
origen (“el campo en el sol de California”, “el cañaveral”, “mi isla”). También
hacen referencia a su trabajo, esfuerzo y orgullo, temas centrales en su propia
experiencia de migración. El fragmento muestra un uso creativo de la lengua
que parte de un diseño dado e incorpora temas y reflexiones de primerísima
importancia para su identidad latinx.
Notas
1 Los materiales han sido desarrollados en colaboración con la profesora Carolina Melgarejo-
Torres, Williams College.
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Preguntas de reflexión
En tus propias palabras, responde las siguientes preguntas:
1 Introducción
Desde su introducción al campo de la educación bilingüe en los años 90, el con-
cepto de translanguaging ha recibido atención creciente. Translanguaging es la tra-
ducción al inglés por Colin Baker (2001) de trawsieithu, un término creado por Cem
Williams en referencia al uso de inglés y galés en los Welsh language maintenace
programs. Trawsieithu emergió en un contexto educativo caracterizado por una
política de separación lingüística estricta —un “separate bilingualism” (Blackledge
y Creese 2010, 102) que aún hoy impera en las dinámicas ideológicas de la edu-
cación bilingüe (García 2011; Sánchez, García y Solorza 2017) y las clases de lenguas
extranjeras y adicionales (Prada y Turnbull 2018) permaneciendo “powerful and
pervasive in political and academic discourses” (Blackledge y Creese 2010, 109).
A pesar de sus orígenes en la educación bilingüe, conceptualizaciones subsi-
guientes de translanguaging conectan con otros campos como la sociología del
lenguaje y la cognición social, y se materializan en contextos variados, como las
artes, el discurso público, el paisaje lingüístico, los contextos crosculturales y la
traducción. Todavía en desarrollo, translanguaging a menudo se representa en
competición/diálogo con otros términos, como metrolingualism (Makoni y Pen-
nycook 2007), poly-languaging (Ag y Jørgensen 2013) y codemeshing y trans-
lingual practice (Michael-Luna y Canagarajah 2007; Canagarajah 2011a). Este
capítulo provee una panorámica sobre la multiplicidad de orientaciones, apli-
caciones y conceptualizaciones que hacen del translanguaging una noción rica
y densa con proyección amplia como herramienta conceptual, como enfoqué
teórico, y como posición filosófica en diferentes actividades sociales y educativas.
Particularmente, se abre un diálogo entre el ‘español como lengua de herencia’
(ELH) y la translingüística. El argumento presentado identifica continuidades
entre el estado de la cuestión de translanguaging y componentes centrales del
DOI: 10.4324/9780429443657-11
112 Josh Prada
signature pedagogy del ELH en los Estados Unidos (Parra 2014) derivando impli-
caciones teóricas y aplicaciones pedagógicas.
Se comienza por ofrecer una definición de translanguaging basada en dos per-
spectivas: una más conservadora y una más radical, y por desglosar translanguaging
en cuatro niveles: translanguaging como 1) las prácticas lingüísticas de los hablantes
bilingües, 2) como sistema lingüístico, 3) como práctica(s) pedagógica(s) y 4) en
base a sus aspectos filosófícos. Se continua con una discusión crítica que acerca la
translingüística al campo de ELH.
2 ¿Qué es translanguaging/translenguar?
de las prácticas lingüísticas de los hablantes de ELH dentro de sus redes sociales
(p. ej., con familiares y entre miembros de la comunidad).
Translenguar, a menudo, permite navegar contextos caracterizados por una rigi-
dez ideológica que se aplica con más firmeza al individuo racializado, de quien se
espera un esfuerzo extra para adherirse a unos patrones glorificados. Por ello, las
prácticas translinguales de los hablantes de ELH deberían verse como prueba de
compromiso para con la finalidad del acto comunicativo, no como seña de carencia
lingüística. Sin duda, el área de ELH (quizás inadvertidamente) ha sido pionera en
cuestionar el rol del estándar, del hablante monolingüe y de las variedades educadas
desde los trabajos de Guadalupe Valdés y colegas en los 70 y 80. Tristemente, existe
una problemática de alineación entre la filosofía y la práctica. Generalmente, hay
una concienciación entre profesionales del campo, aunque a menudo no se mate-
rialice en el curriculum, en la clase, y/o en los discursos académicos que guían el
desarrollo de la profesión. A continuación, se evalúan algunos de estos aspectos.
multilingües a menudo se pierde frente al rol y la búsqueda del estándar. Por ello, la
proficiencia entre hablantes de ELH debe ser comprendida de forma sistémica y en
base a las conexiones entre trayectorias personales, repertorios lingüísticos especí-
ficos y capacidades comunicativas contextualizadas, reflejando lo que Valdés (2005)
denominó el gran número de proficiencias funcionales. Medir las capacidades de los
hablantes de ELH cuyos sistemas lingüísticos son, por naturaleza, diferentes a los de
los monolingües, presenta un problema fundamental de conceptualización y tiene
consecuencias perjudiciales para este perfil: un problema arraigado en la episte-
mología del campo y cuya contestación, se admite, no depende solo de las acciones
llevadas a cabo en el área de ELH sino también en otras estructuras sociohistórica-
mente prominentes. La perspectiva presentada aquí pide repensar las asunciones
que naturalizan taxonomías tradicionales, en este caso, la del nativo monolingüe
educado como hablante idealizado (p. ej., Aneja 2016; Bonfiglio 2013; Gramling
2016).
García y Li Wei continúan con “to build background knowledge so that stu-
dents can make meaning of the content being taught and of the ways of languaging
in the lesson”. En referencia se subraya que conceptualizar la enseñanza de ELH
como language teaching no hace justicia al trabajo de muchos docentes en este
campo ni a la orientación de la profesión, donde se busca promover la inclusión
de background knowledge más allá de lo lingüístico (p. ej., Beaudrie y Fairclough
2012; Pascual y Cabo y Prada 2018). Esta característica contribuye tambien a sat-
isficer el tercer punto de García y Li Wei: “to deepen understandings and socio-
political engagement, develop and extend new knowledge, and develop critical
thinking and critical consciousness”. Desde que Leeman (2005) conectara la peda-
gogía crítica con la enseñanza de ELH, este elemento ha continuado presente en
la literatura (p. ej., Correa 2011; Leeman 2018), abriendo el foco de objetivos para
también incluir el desarrollo de puentes con la comunidad. La noción “critical”,
tal y como la incorporó Leeman, hace referencia al entendimiento, interacción con
(y transformación, en medida de lo posible de) las comunidades locales (p. ej., Lee-
man, Rabin y Román-Mendoza 2011; Pascual y Cabo, Prada y Lowther-Pereira
2017).
Énfasis pedagógicos como los anteriores, confluyen y promueven el siguiente
objetivo de García y Li: “to interrogate linguistic inequality and disrupt linguistic
hierarchies and social structures”. De hecho, uno de los puntos de partida del sig-
nature pedagogy en ELH es que los currículos de español tienden a adoptar una
perspectiva prescriptivista (Leeman, Rabin y Román-Mendoza 2011) derivando
en una institucionalización del lenguaje que posiciona a los hablantes/estudiantes
ELH en desventaja (Leeman 2005; Martínez 2003), lo que se refleja en propues-
tas recientes que buscan centralizar la relación entre sociolingüística y pedagogía
(p. ej., Beaudrie y Fairclough 2012; Leeman y Serafini 2016; Pascual y Cabo y
Prada 2018). Leeman y Serafini (2016), por ejemplo, presentaron un marco detal-
lado de naturaleza crítica y translingual enfocado en explorar la variación lingüís-
tica, las actitudes e ideologías del lenguaje, los fenómenos relacionados con las
lenguas en contacto, la consciencia lingüística crítica, y la competencia translingual
y transcultural, y que rechaza la noción de una lengua meta delimitable y enfatiza
el carácter multilingüe y multidialectal de los Estados Unidos.
García y Li Wei también proponen desarrollar “cross-linguistic metalinguistic
awareness so as to strengthen the students’ ability to meet the communicative exi-
gencies of the socio-educational situation”. En el entorno universitario, los cursos
y programas de ELH se alojan en departamentos de lenguas, lo que puede llevar
a sobre-enfatizar el foco lingüístico. La inclusión de critical language awareness
(Holguín Mendoza 2018; Leeman 2018) por un lado, y metalinguistic awareness
(Correa 2011) por otro, ayudan a guiar el diseño de espacios donde, por un lado
se hable sobre lengua en relación a las estructuras sociales, y por otro, en relación a
estructuras cognitivas.
Quizás uno de los puntos más característicos (y para las posiciones más conser-
vadoras, radicales) de la perspectiva translingual es el uso flexible del lenguaje en el
salón de clase (p. ej., Palmer et al. 2014), una dinámica que contradice las políticas
Translanguaging thinking 121
4 Conclusión
El objetivo de este capítulo ha sido acercar la noción de translanguaging al campo
del ELH con el fin de estimular nuevas formas de pensar y actuar. La propuesta
presentada se ha centrado en cuestionar (en ciertos casos) y en reforzar (en otros)
algunos de los elementos fundamentales de la teoría y la práctica pedagógica que
guían nuestras actividades. La perspectiva translingual nos ayuda a evaluar de forma
crítica qué enseñamos y cómo lo enseñamos, y al hacerlo nos ayuda también a (re-)
posicionarnos. El translanguaging promueve la inclusión de las experiencias que
emergen en los márgenes sociolingüísticos, transformándolas en herramientas para
aprender y enseñar. Esta perspectiva nos ayuda a democratizar el acceso a los mate-
riales y a las discusiones; nos ayuda a posicionarnos desde el bi-/multilingüismo por
medio de prácticas que nivelan experiencias y habilidades.
Para hacerlo, la adopción de translanguaging thinking nos exige evaluar la inter-
sección entre ideología y pedagogía, y explorar cómo esta, a menudo, naturaliza los
espacios educativos que censuran aquellas formas de hablar, de actuar y de existir
122 Josh Prada
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126 Josh Prada
Preguntas de reflexión
En tus propias palabras, responde las siguientes preguntas:
1 ¿Qué es translanguanging/translenguar?
2 ¿En qué se parece/diferencia el translanguaging/translenguar del cambio de
código? Puedes utilizar una comparación o una metáfora para explicar tu per-
spectiva. Una vez hecho esto, considera qué nos permite y cómo nos limita
cada uno.
3 ¿Por qué es relevante (o no) el translanguaging para la clase de ELH?
4 ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de adoptar la perspectiva translingual en
la clase de ELH? ¿Y en la investigación dentro del campo de ELH?
5 Diseña una actividad pedagógica/planea una lección que adopte aspectos de la
pedagogía translingual para una clase de ELH con la que tengas familiaridad y
redacta un comentario descriptivo que fundamente tus decisiones.
9
LA TRADUCCIÓN EN LA
ENSEÑANZA DEL ESPAÑOL
COMO LENGUA DE HERENCIA
Laura Gasca Jiménez
1 Introducción
En el campo de la lingüística aplicada, cada vez son más comunes los enfoques
plurilingües basados en la conceptualización de que los repertorios lingüísticos de
los aprendientes están interconectados (véase, por ejemplo, García 2009; Canaga-
rajah 2011; Corcoll y González Davies 2015; Li Wei 2018; Prada, este volumen).
Entre ellos, García (2009) y Canagarajah (2011) defienden que las diferentes lenguas
de los hablantes forman un repertorio lingüístico integrado, mientras que Corcoll y
González Davies (2015) se oponen a la compartimentación de lenguas en contextos
formales de enseñanza. Es importante aclarar que el concepto de plurilingüismo
es diferente al de multilingüismo. Mientras que el multilingüismo puede hacer ref-
erencia al conocimiento de varias lenguas o la coexistencia de distintas lenguas en
una sociedad determinada, el plurilingüismo se refiere a la existencia de una com-
petencia comunicativa que incluye los conocimientos y las experiencias lingüísticas
y en la que las lenguas se relacionan e interactúan (Consejo de Europa 2002; Pic-
cardo 2017). Como consecuencia de esta nueva conceptualización, ha proliferado
el desarrollo y la implementación de estrategias pedagógicas que favorecen la inter-
acción entre lenguas durante el proceso de enseñanza-aprendizaje. No obstante, si
bien los enfoques plurilingües ofrecen una alternativa a la perspectiva monolingüe
inherente en la enseñanza de lenguas (p. ej., Cook 1997), esta área sigue aferrada al
postulado monolingüe de que las lenguas se compartimentan de forma independi-
ente, por lo que deben mantenerse estrictamente separadas durante el aprendizaje.
El presente capítulo ofrece, en primer lugar, una revisión del giro plurilingüe
en la enseñanza de lenguas y la consecuente proliferación de estrategias pedagógi-
cas plurilingües como la traducción e interpretación. A continuación, presenta un
resumen de la presencia de la traducción e interpretación en la enseñanza del espa-
ñol como lengua de herencia (ELH), enfatizando las oportunidades que presenta
DOI: 10.4324/9780429443657-12
128 Laura Gasca Jiménez
como herramienta pedagógica y destreza para este campo. Por último, destaca los
principales desafíos que presenta la integración de la traducción y esboza estrategias
para la implementación de enfoques que incluyan su uso.
hablan las lenguas de herencia, mientras que Fairclough (2016b) aboga por el desar-
rollo de dialectos adicionales. No obstante, cabe destacar que rara vez se explora
explícitamente la relación entre la enseñanza de lenguas de herencia y la traduc-
ción. A continuación, se ofrece un resumen de las referencias que se han hecho a la
traducción desde la enseñanza de lenguas de herencia y se enfatizan las posibilidades
que presenta para este campo de enseñanza.
En primer lugar, se ha insistido en el valor instrumental de la traducción e
interpretación como salida profesional. Carreira (2014), en su investigación sobre
las oportunidades profesionales para los hablantes de lenguas de herencia, destaca
la demanda de traductores e intérpretes en los Estados Unidos, particularmente
en contextos jurídicos y de la salud. De forma similar, varias investigaciones han
puesto de manifiesto que tanto la traducción como la interpretación son actividades
comunicativas que forman parte de la experiencia de muchos hablantes de herencia
en el contexto estadounidense (p. ej., Tse 1995; Valdés 2003; Orellana et al. 2003;
López, Lezama y Heredia 2019).
Siguiendo la misma línea, otras investigaciones han examinado el desarrollo de
destrezas de traducción e interpretación a partir de sus experiencias no profesion-
ales (p. ej., Harris y Sherwood 1978; McQuillan y Tse 1995; Valdés 2003; Gasca
Jiménez 2019). Por otro lado, García (2013) critica la exclusión de las prácticas
lingüísticas propias del alumnado de la enseñanza de lenguas y defiende una peda-
gogía más integradora que incluya las dos lenguas. Entre otras prácticas pedagógicas
plurilingües, esta autora propone el uso de la traducción. Desde la enseñanza de
lenguas de herencia se ha puesto mucho énfasis en los últimos años en la impor-
tancia de reconocer y representar las experiencias previas de los estudiantes (Valdés
y Parra 2018), de modo que cada vez resulta más evidente la necesidad de integrar
la traducción.
En segundo lugar, se ha acentuado el potencial de la traducción como her-
ramienta pedagógica en investigaciones de corte pedagógico. Principalmente se
ha destacado el uso de la traducción para fomentar la adquisición de destrezas
lingüísticas, expandir el conocimiento léxico y mejorar las actitudes de los estu-
diantes hacia la lengua de herencia (LH). Fairclough (2016a), en su reflexión
sobre nuevos enfoques pedagógicos en la enseñanza del ELH, señala que la
traducción podría emplearse en combinación con los enfoques críticos (p. ej.,
Leeman 2018) y la multialfabetización (p. ej., Samaniego y Warner 2016) para
promover una conciencia lingüística crítica y expandir el repertorio lingüístico
de los estudiantes. Del mismo modo, esta autora promueve el uso de la traduc-
ción como herramienta contrastiva para fomentar el desarrollo de dialectos adi-
cionales (Fairclough 2016b). Gasca Jiménez (2019) subraya que, empleada junto
con otros enfoques, la traducción, conceptualizada como mediación, tiene el
potencial de contribuir a la alfabetización bilingüe. Belpoliti y Plascencia-Vela
(2013) recomiendan el uso de actividades basadas en la traducción para favorecer
la adquisición de léxico. Colina y Lafford (2017) afirman que la traducción
puede tener un impacto positivo en el desarrollo de una competencia lingüística
La traducción 131
4 Desafíos
Hay, por lo menos, dos desafíos, estrechamente relacionados, que dificultan la
incorporación de la traducción en la enseñanza de lenguas de herencia. Por un
lado, las actividades de traducción siguen asociándose con traducciones mecánicas,
descontextualizadas y sin una metodología particular, cuyo objetivo principal es la
práctica de dificultades específicas de naturaleza léxica y gramatical. Este tipo de
actividades se caracterizan por enfatizar exclusivamente el producto, la traducción,
y no el proceso traductor, lo que perpetúa la idea errónea de que los factores que
determinan una traducción son exclusivamente lingüísticos. El uso de este tipo
de actividades de traducción en el contexto de la enseñanza de lenguas de her-
encia supondría una vuelta a los enfoques prescriptivistas que caracterizaron los
orígenes de este campo y que, al día de hoy, se han dejado a un lado en interés de
las necesidades de los estudiantes. Por otro lado, existe una gran desconexión entre
la traductología y la enseñanza de lenguas en general y de lenguas de herencia en
particular. Como apuntan Mellinger y Gasca Jiménez (2019), la relación entre la
didáctica de la traducción e interpretación y la enseñanza de lenguas de herencia no
se ha explorado a pesar de los puntos de encuentro que existen entre las dos áreas
dadas las habilidades lingüísticas y las experiencias no profesionales de los hablantes
de lenguas de herencia con la traducción e interpretación.
5 Recomendaciones pedagógicas
Desde los primeros postulados teóricos sobre la traducción pedagógica, todos los
autores que se han centrado en esta área de investigación han coincidido en que
la práctica de la traducción debe introducirse de forma sistemática en la enseñanza
para que tenga un efecto positivo. Como consecuencia de la conceptualización
prevalente de la traducción y la desconexión entre la traductología y la enseñanza
de lenguas, resulta necesario recurrir a la didáctica de la traducción e interpretación
en búsqueda de enfoques que faciliten la integración de la traducción en la ense-
ñanza del ELH.
En la didáctica de la traducción, ha tenido lugar en los últimos años una evolu-
ción de un enfoque transmisionista a uno más constructivista (Kiraly 2000). El
enfoque transmisionista, basado en el positivismo, partía de la premisa de que el
conocimiento es estático y, por lo tanto, puede transmitirse y acumularse. La ense-
ñanza giraba en torno al profesor, que poseía todo el conocimiento, relegando a
los estudiantes al rol de receptores pasivos. La traducción se presentaba desligada
de todo marco comunicativo; los estudiantes recibían un texto descontextualizado,
lo traducían de forma individual y el profesor se ocupaba de corregirlo, oración
por oración, centrándose principalmente en cuestiones de naturaleza léxica y gra-
matical. En este contexto, la comunicación era unidireccional, del profesor hacia el
alumno, y no había lugar para la colaboración entre los estudiantes sin la mediación
directa del profesor. A partir de la propuesta decisiva de Kelly (2005), que enfatiza
los objetivos de aprendizaje, se han favorecido enfoques que conceptualizan la
La traducción 133
contribuir al desarrollo de una conciencia lingüística crítica (p. ej., Martínez 2003).
Además, la naturaleza colaborativa del enfoque por tareas de traducción fomenta
el reconocimiento y el intercambio de experiencias entre los estudiantes, quienes
asumen un rol activo y van paulatinamente adquiriendo más autonomía.
En cuanto al tipo de actividades, tareas y proyectos, la traducción, como pro-
ceso dinámico de comunicación, ofrece muchas posibilidades para la enseñanza de
lenguas de herencia. A continuación, se incluyen algunas sugerencias que pueden
usarse como punto de partida y adaptarse a diversos contextos educativos. En gen-
eral, es recomendable incluir tanto actividades como tareas y, si se da la posibilidad,
proyectos auténticos. Además, conviene combinar traducciones escritas y orales,
tanto directas como inversas. Las actividades y tareas pueden incorporarse en las
clases de lengua, mientras que los proyectos auténticos podrían reservarse para las
clases de traducción e interpretación, dado que suelen tratarse de proyectos que
asumen habilidades de traducción más avanzadas y un mayor compromiso por parte
de los estudiantes.
Antes de comenzar con actividades de traducción, se pueden presentar otras
estrategias de mediación que resultan útiles para la traducción, como las siguientes:
sintetizar, ampliar, representar visualmente, parafrasear o cambiar el registro de un
texto o discurso. Por ejemplo, los estudiantes pueden parafrasear un texto autén-
tico y comparar su paráfrasis con la de otro estudiante o encontrar sinónimos de
palabras y expresiones específicas de un discurso auténtico. Estas estrategias pueden
combinarse con tareas que fomenten el uso de todo su repertorio lingüístico y la
capacidad de alternar entre lenguas. Por ejemplo, en las tareas de escritura se les
puede pedir que, primero, lean un texto en inglés, luego, respondan a preguntas de
reflexión en inglés y, por último, que escriban un ensayo argumentativo en la LH.
También es conveniente incluir actividades que requieran explícitamente el uso de
materiales de consulta diversos como diccionarios y corpus, tanto monolingües
como bilingües.
Para fomentar la identificación de problemas de traducción y desarrollar la
capacidad de encontrar soluciones, los estudiantes pueden llevar a cabo actividades
de posedición. Por ejemplo, los estudiantes reciben una traducción realizada con
un traductor automático junto con el texto original y, tras reflexionar sobre la
función de la traducción, realizan los cambios que consideren necesarios. A con-
tinuación, presentan sus cambios ante la clase y justifican sus elecciones. También
se les puede pedir que tomen nota de traducciones que encuentren en su día a
día como carteles, menús, etc. para que en clase reflexionen con sus compañeros
sobre las funciones de dichas traducciones y decidan si las alterarían y el porqué.
También se podrían incluir actividades de traducción visual. Los estudiantes pod-
rían usar programas de subtitulación (p. ej., EZtitles o Subtitle Edit) para traducir
fragmentos de películas y series. Por otro lado, las representaciones son muy útiles
para desarrollar habilidades de interpretación. En grupos, los estudiantes reciben
una situación determinada y diferentes roles, con uno de ellos actuando como
intérprete. Llevan a cabo la representación y la graban en vídeo. A continuación,
La traducción 135
6 Conclusión
En este capítulo se ha hecho hincapié en el giro plurilingüe que está ocurriendo
en la enseñanza de lenguas, así como en la consecuente implementación de estrate-
gias pedagógicas que favorecen la interacción entre lenguas como la traducción.
Además, se ha señalado que, desde la enseñanza de lenguas de herencia, algunas
voces han apuntado hacia los beneficios de la traducción, pero se ha enfatizado que
esta actividad sigue sin estar representada a pesar de formar parte de la experiencia
de los estudiantes y de su valor instrumental y pedagógico. Por último, se ha hecho
referencia a los desafíos que supone la incorporación de la traducción en la ense-
ñanza de lenguas de herencia y se ha propuesto el enfoque por tareas de traducción
procedente de la didáctica de traducción e interpretación para facilitar este proceso.
Igualmente, se han ofrecido pautas pedagógicas y ejemplos concretos de cómo usar
la traducción en este contexto de enseñanza.
Resulta imprescindible enfatizar la necesidad de que se lleven a cabo más estu-
dios empíricos para determinar la efectividad de la traducción en el contexto de la
enseñanza de lenguas de herencia. De la misma manera, como recalcan Mellinger
y Gasca Jiménez (2019), es primordial que tanto en los estudios de investigación
como en la pedagogía de base empírica en el área de la traductología se tomen en
cuenta las experiencias lingüísticas de los hablantes de lenguas de herencia.
136 Laura Gasca Jiménez
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Preguntas de reflexión
En tus propias palabras, responde las siguientes preguntas:
1 Introducción
En nuestro mundo cada vez más globalizado, los movimientos migratorios acarrean
también, movimientos de naturaleza lingüística, ya que los migrantes se desplazan
hacia espacios donde hay normas lingüísticas locales establecidas; pues las personas
que radican en estos espacios tienen ideologías y expectativas fijas en torno a lo
lingüísticamente apropiado o inapropiado (Bloommaert 2010). A esta situación se
enfrentan los migrantes repatriados que son hablantes de español como lengua de
herencia (ELH), en los países de retorno.
Si bien, los hablantes de una lengua de herencia (LH) tienen un gran cono-
cimiento de la cultura de su comunidad de origen, sus conocimientos de la lengua
son variables (Valdés 2001; Wiley 2001a; Carreira y Kagan 2011). Por esta razón,
la variedad lingüística de los hablantes de ELH es, frecuentemente, una variante
estigmatizada (Carreira y Kagan 2011).
Cuando los hablantes de ELH son repatriados al país de origen, se encuentran
con normas lingüísticas locales que clasifican y estigmatizan al ELH como foráneo
y alejado de la variedad del español regional. Estos prejuicios lingüísticos se suman
a los estigmas que existen hacia los mexicanos que migran a los Estados Uni-
dos, y que se intensifican hacia quienes son repatriados (Albicker y Velasco 2016).
Los estigmas en torno al ELH catalogan a sus hablantes como lingüísticamente
DOI: 10.4324/9780429443657-13
Los repatriados 141
continuar sus estudios en México. Cabe subrayar que ninguno de los entrevistados
tomó algún curso de español en los Estados Unidos.
6.1 Jesús
Jesús es un hombre de 55 años que migró con su familia a los Estados Unidos
cuando tenía 2 años de edad. Ahí, cursó desde el preescolar hasta la preparatoria y
algunos años de universidad. Nunca llevó clases de español, en la época en la que
cursaba la escuela no había programas que las ofrecieran. Los padres de Jesús sola-
mente hablaban español, así que se comunicaba con ellos en esta lengua, y fue a
través de esta interacción que se mantuvo conectado con su LH.
Jesús aprendió a leer y a escribir en español por su cuenta. Inició por el interés
de leer la sección de deportes del periódico, cuando tenía 14 años. Para poder
entender el significado de algunas palabras, pedía ayuda a su hermano mayor, y su
adquisición de la lectoescritura del español fue intuitiva y autodidacta.
Cuando Jesús fue repatriado, ser un hablante de ELH representó un obstáculo
para él al momento de buscar su primer empleo en México: “Sí, era más difícil ser
contratado por mi español. Todo iba bien, hasta que empezábamos a hablar espa-
ñol. Me decían: ‘de hecho, tu español es . . . muy pocho’. Cuando les preguntaba,
me decían que era porque usaba la palabra okey y otras cosas”.
Aunque las características lingüísticas de su español como LH fueron un obs-
táculo en sus primeros intentos de buscar un empleo, fue su fluidez en inglés lo que
le permitió ascender de puesto en uno de sus trabajos. En su empleo actual hace
uso de ambas lenguas, ya que trabaja en un call center, donde atiende clientes nor-
teamericanos tanto anglosajones como hispanohablantes. Sin embargo, ha tenido
clientes que le indican que no entienden su español y que preferirían utilizar los
servicios de otro intérprete.
Jesús comentó que ha sido señalado como pocho por su manera de hablar espa-
ñol, pero que esto no le ha impedido salir adelante. En cambio, frecuentemente
pide ayuda a sus colegas en el trabajo con su pronunciación del español, mientras
que él les corrige su pronunciación del inglés.
6.2 Leonel
Leonel es originario de Autlán, Jalisco, y migró con sus padres a los Estados Uni-
dos cuando tenía 5 años. Ahí cursó la primaria, la secundaria y algunos años de
preparatoria. Sus padres solamente hablaban español, por lo que sus hermanos y
él utilizaban esta lengua para comunicarse con ellos. Leonel, al igual que Jesús, se
enseñó a sí mismo a leer y a escribir en español, y a los 11 años de edad, ya se había
interesado por aprender a leer todo tipo de textos.
Cuando Leonel fue repatriado a México, se fue para Autlán, Jalisco, donde
atravesó por un choque cultural y lingüístico fuerte. Como consecuencia, llegó a
pensar que la lengua que hablaba en Los Ángeles con sus padres y hermanos “no
era español”. En Autlán, las personas no entendían su forma de hablar y empezó a
Los repatriados 147
incorporar palabras del español local: “Yo llegaba y decía, en casa de mi tía, pues,
por ejemplo: ‘parquea la troca’. Y se me quedaban viendo: ‘¿qué es eso y a qué
te refieres?’ Y ya pues [decía]: ‘estaciona la camioneta’. Según yo hablaba español,
pero muchas veces, de a tiro no me daba a entender y se me quedaban viendo,
como: ‘¿de qué estás hablando?’”
Cuando Leonel migró de Autlán a Tijuana se sintió más cómodo con sus usos
del español, además de que había otras personas que hablaban inglés como él: “En
Tijuana es muy diferente (a Autlán) debido a la población de habla inglesa. Aquí
ya hay mucha persona deportada. Mucha persona que se ha regresado a Tijuana,
y pues es más común el inglés. Una vez al día, te encuentras con una persona que
habla inglés. Me sentí más a gusto aquí [en Tijuana], porque aquí tuve más oportu-
nidad de ejercer el inglés, cosa que allá (en Autlán) era muy raro”.
Puesto que en Autlán están menos familiarizados con las variantes norteameri-
canas del español, por ser una ciudad ubicada en el centro del país, Leonel sintió
que debía modificar su léxico. En cambio, en Tijuana, al tener contacto con otros
hablantes de inglés y de ELH repatriados como él, se ha sentido menos intimidado
lingüísticamente, aunque ha modificado su español para pasar desapercibido.
Actualmente, Leonel, al igual que Jesús, trabaja en un call center para poder man-
tener a sus dos hijas pequeñas haciendo uso del inglés y del español.
6.3 Karina
Karina es una joven que nació en México, y que migró a Oakland, Estados Unidos,
con su familia a los 7 años de edad. En México cursó desde preescolar hasta el seg-
undo año de primaria, y el resto de su educación básica, secundaria y preparatoria
la realizó en los Estados Unidos.
Dado que cursó dos años de educación primaria en México, Karina adquirió las
bases de la escritura en español. Sin embargo, su aprendizaje del español académico
ha sido intuitivo. Karina desconocía que su familia iba a regresar a México y cuenta
que no hizo muchos esfuerzos por aprender las reglas académicas de escritura.
En Tijuana, Karina estudia una carrera en enseñanza de lenguas. Lo cual, le ha
permitido aprovechar sus recursos lingüísticos. Como hablante de ELH, estudiar
la universidad en México no ha sido fácil para ella, ya que sus maestros no manifi-
estan empatía hacia su incapacidad de comprender algunos contenidos de la clase,
aunque saben que ella es hablante de ELH: “pues pedí ayuda a la maestra y como
que no me quiso ayudar. Me dijo que me iba a dar chance de tomar un (exa-
men) ordinario. Esa fue su chance, pero yo sentía que iba muy rápido, la maestra.
Entonces, pedí ayuda a mis compañeros que me trataban de explicar. A veces, me
explicaban pero no entendía. Seguir hablando, haciendo amigos, fue lo que me ha
estado ayudando”.
Como parte de su formación en enseñanza de lenguas, Karina ha tenido que
tomar cursos de gramática avanzada sin haber estudiado previamente la gramática
del español, y ha sido gracias al apoyo de sus compañeros de clase, que ha podido
avanzar en sus cursos.
148 Valeria Valencia-Zamudio
En los centros de atención para migrantes, las sesiones de tutoría para hablantes
de ELH repatriados, deben incluir discusiones críticas en torno a lo siguiente:
Finalmente, el fomentar:
8 Conclusión
Los hablantes de ELH repatriados experimentan distintos tipos de estigmatización
lingüística y cultural, enfrentándose con los valores locales de lo lingüísticamente
apropiado e inapropiado. Conviven con los estigmas locales en torno a la identidad
mexicoamericana, la identidad chicana, la mezcla de lenguas, y la pronunciación
y usos léxicos considerados foráneos, de manera que es común que les etiqueten
como pochos. Por este motivo, y tomando como punto de partida las propuestas de
la pedagogía crítica, se hace necesaria la creación de talleres para hablantes de ELH
150 Valeria Valencia-Zamudio
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152 Valeria Valencia-Zamudio
Preguntas de reflexión
En tus propias palabras, responde las siguientes preguntas:
1 ¿Cuáles son algunos de los desafíos a los que se enfrentan los repatriados?
2 ¿Qué es y cómo se implementa la pedagogía crítica?
3 Explica cómo la inclusión de actividades que promueven la conciencia lingüís-
tica puede permitir al estudiante del ELH repatriado establecer una mejor
conexión con su nuevo entorno.
4 ¿En qué se diferencian los conceptos de conciencia lingüística y de conciencia
lingüística crítica?
5 Siguiendo las pautas del capítulo, diseña dos actividades que mejoren el tránsito
lingüístico cultural a los repatriados.
11
CONCIENCIA METALINGÜÍSTICA
EN LA ENSEÑANZA DEL ESPAÑOL
COMO LENGUA DE HERENCIA
Amàlia Llombart-Huesca
1 Introducción
Una cuestión básica en el estudio del conocimiento lingüístico es la distinción entre
conocimiento implícito y conocimiento explícito. El conocimiento implícito se
caracteriza por ser procedimental —un conocimiento que permite hacer algo
de forma automática— y epilingüístico —entendido como un conocimiento
intuitivo de las reglas gramaticales. Por su parte, el conocimiento explícito es un
conocimiento declarativo de hechos acerca de la lengua, y metalingüístico— un
conocimiento consciente de las reglas de la lengua. (Véase R. Ellis 2005 para leer
un resumen de las características del conocimiento implícito y explícito de la
lengua y referencias de estas definiciones). El conocimiento metalingüístico ha
sido tema de interés del campo de la enseñanza de lenguas extranjeras (N.C. Ellis
2005), así como del campo del desarrollo de la alfabetización y habilidades lectoes
critoras, tanto en el contexto monolingüe como en el de la educación bilingüe
(Bialystok 2007).
El papel del conocimiento metalingüístico de la lengua y el uso de pedagogías
basadas en este han sido temas recurrentes también en el campo de la enseñanza
del español como lengua de herencia (ELH). Varios investigadores (Valdés 1995;
Beaudrie 2009; Bowles 2011; Correa 2011; Montrul e Ionin 2012, entre otros) han
señalado las dificultades de los estudiantes de ELH con el conocimiento metalin
güístico comúnmente empleado en las clases de español como lengua extranjera
(ELE). Por ejemplo, se ha señalado que los estudiantes de ELH obtienen peo-
res resultados que los aprendices de ELE en tareas que enfatizan el conocimiento
metalingüístico, pero mejores que estos en tareas que enfatizan el conocimiento
implícito (Krashen 2000; Bowles 2011; Correa 2011; Montrul e Ionin 2012). Por
otra parte, se ha señalado que las explicaciones gramaticales explícitas resultan con-
fusas para los estudiantes de ELH (Beaudrie 2009) e incluso negativas para su pro-
ducción y seguridad lingüística (Krashen 2000; J. Anderson 2008).
DOI: 10.4324/9780429443657-14
154 Amàlia Llombart-Huesca
En este capítulo se propone que la discusión del papel del conocimiento meta
lingüístico en el desarrollo lingüístico de los estudiantes de ELH se ha encon-
trado limitada por tres factores: i) la equiparación de conocimiento metalingüístico
con una perspectiva normativista de la enseñanza de la lengua, ii) la enmarcación
(paradójica) de esta discusión en el campo de la adquisición de segundas lenguas
(ASL) y iii) el uso de una definición estrictamente lingüística de lo que se consi
dera “metalingüístico”, sin incorporar aspectos cognitivos que sí son considerados
en una definición psicolingüística. El capítulo también presenta las características
básicas de la conciencia y conocimiento metalingüísticos en el marco de la inves-
tigación psicolingüística y sus posibles aplicaciones para el desarrollo de las habili-
dades de lectoescritura básica de los estudiantes de ELH.
2.2 Marco de la ASL
Otro factor limitante en la discusión del papel del conocimiento metalingüístico en
la enseñanza de ELH es el marco ASL que todavía domina esta discusión. El campo
de la enseñanza de ELH en Estados Unidos tuvo su origen en el reconocimiento
Conciencia metalingüística 155
y simbólicos del lenguaje. Esto explica la observación de que los hablantes de ELH
obtienen mejores resultados cuando el enfoque de la tarea experimental se encuen-
tra en el significado en lugar de la forma (Montrul e Ionin 2012).
Además de las dos dimensiones (análisis y control), la conciencia metalingüística
se manifiesta en diferentes áreas: fonológica, morfológica, sintáctica, textual y prag-
mática (Gombert 1992). En la siguiente sección se ofrece un resumen de las dos
primeras, por su papel en el desarrollo de la ortografía y la lectura.
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Preguntas de reflexión
En tus propias palabras, responde las siguientes preguntas:
1 ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de no corregir las formas lingüísticas que
producen los hablantes del ELH?
2 Analiza y describe el conocimiento implícito y el conocimiento explícito que
tienes de tu L1 (o una de ellas): sus características, la manera en que los desa
rrollaste, su finalidad, etc.
Conciencia metalingüística 165
2 Multialfabetización y multimodalidad
La alfabetización, entendida como una serie de habilidades necesarias que codifi-
can y descodifican la lectura y la escritura, se ha expandido gracias a los avances
tecnológicos (Pennycook 2001). En la actualidad la multialfabetización se define
como una práctica social fluida, sociocultural, multimodal y dinámica (Chen 2013;
Parra, este volumen). Es decir, la alfabetización en el siglo XXI se define como
la forma en la que la sociedad “diseña” significado con la intención de reflejar las
prácticas del mundo real en el aula (p. ej., un tuit bilingüe, un blog periodístico,
etc.). Diseñar significado implica la integración creativa de los recursos al alcance
del usuario con respecto a diversos propósitos, contextos, formas discursivas (The
New London Group 1996) y repertorios lingüísticos inclusivos como el trans-
lingüismo (Canagarajah 2013). Estos textos comunicativos se construyen no solo
a través del estudiante (diseñador), sino a través de las experiencias, del análisis de
la audiencia y del mensaje que se quiere comunicar con los recursos disponibles
(Zapata 2018). Esta noción de texto —con sus correspondientes géneros y prácticas
lingüísticas socialmente situadas— conlleva una mayor flexibilidad y nos obliga a
aceptar textos que desafían estructuras académicas tradicionales (p. ej., una narra
ción, una argumentación, un ensayo expositivo, etc.).
168 Idoia Elola, Ana Padial y Paola Guerrero-Rodríguez
Dos estudios que adoptan con éxito el marco del aprendizaje por diseño son
Zapata (2018) y Martínez y San Martín (2018). Zapata (2018) usó la herramienta
social Glogster con sus estudiantes de ELH para desarrollar una narrativa multi-
modal e híbrida en la que se integraban texto, contenido visual tal como videos y
fotos, y una reflexión final sobre el proyecto. La autora también integró actividades
en el salón de clase y fomentó la retroalimentación colaborativa y discusiones asin-
crónicas vía chats. Los estudiantes consiguieron tener una idea clara de lo que era
el género narrativo y prestaron atención a la ortografía (especialmente tildes). En
cuanto a la multimodalidad del texto en Glogster, la mayoría de los estudiantes
concluyó el proyecto de forma adecuada. Cabe destacar que algunos estudiantes
experimentaron frustración por trabajar con un texto digital al que no estaban
acostumbrados. En el caso de Martínez y San Martín (2018) los participantes tra-
bajaron con HDs en un proyecto narrativo digital sobre los conflictos que afrontan
los pacientes por no dominar el inglés; el objetivo era explorar el papel de las len-
guas y su poder en contextos de asistencia médica. Tras una entrevista formal, los
estudiantes crearon una síntesis sobre la información biográfica, identificación y
explicación de la enfermedad, sus experiencias en el sistema médico, el impacto de
esas experiencias en el paciente, y desarrollaron una evaluación crítica de la historia
desde su punto de vista. Después, los estudiantes tomaron fotos y videos, grabaron
las narraciones, y crearon una HD. Las HDs les ayudaron a: a) cuestionar creencias
previas y el estatus quo, b) considerar las inequidades de la interpretación de la salud
en relación a la lengua y c) reflexionar sobre cómo se veían ellos mismos como
futuros profesionales de la salud.
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Preguntas de reflexión
En tus propias palabras, responde las siguientes preguntas:
I. Introducción
Si bien es cierto que la literatura latina de los Estados Unidos se halla en auge, la
presencia académica de estas obras literarias es todavía escasa. Comúnmente, esta
producción artística se ha percibido en la academia como un fenómeno de estudio
sociológico (Horno-Delgado et al. 1989; Kevane y Heredia 2000; Kevane 2001).
La clasificación de textos literarios según límites lingüísticos y nacionales hace
que la literatura latina estadounidense no encaje sin constante cuestionamiento
en nuestras áreas departamentales. Horno-Delgado et al. (1989) explican que los
departamentos de español a menudo condenan en estos textos “the ‘mangling’ of
the language, a phenomenon they grace with the word ‘Spanglish’” (5). Los depar-
tamentos de inglés, por su parte, pueden considerar que el bilingüismo en estos
textos hace que sean inaccesibles a los lectores no hispanohablantes. El uso de inglés
y español en esta producción cultural deviene un motivo suficiente para que no se
la considere literatura “legítima” (Horno-Delgado et al. 1989, 5; cf. Kevane 2001),
merecedora de ser estudiada. Alternativamente, Kevane (2001) sugiere incorporarla
en programas de American studies con el objetivo de examinar perspectivas discrep-
antes respecto a lo que es “Estados Unidos”. Aldama (2015) se pregunta en Latino/a
Literature in the Classroom qué enseñamos cuando enseñamos literatura latina (22) y
explica que a menudo depende del marco institucional y departamental. Las cues-
tiones que solemos tener en cuenta son la herencia étnica de los autores, el idioma
que usan en sus obras, el contenido temático de estas y el periodo histórico literario
que cubren. Concluye que este es un constructo pedagógico de clasificación fluida.
En un estudio reciente realizado en una universidad privada del sur de la Florida
notamos que, en general, el estudiantado del aula de ELH (español como lengua de
herencia) tiende a proyectar una visión esencialmente monolítica de la(s) lengua(s)
en sus experiencias académicas, caracterizando los textos literarios multilingües
DOI: 10.4324/9780429443657-16
La literatura latina estadounidense 179
los latinos en los Estados Unidos, creando así lo que podríamos denominar “la
ontología del guion” (ver Pérez-Firmat 1995, 2000). Argumentamos que el llam-
ado “cruce lingüístico” en las obras que aquí proponemos estudiar crea una estética
de la multiplicidad que desnaturaliza la noción de las identidades con guion, según
la cual los hablantes bilingües se mueven entre diferentes identidades lingüística-
mente marcadas, las cuales se asocian a imaginarios nacionales (Rampton 1995,
2010, 2013; cf. Heller 2007). La noción de cruce lingüístico puede dar cabida a
prácticas lingüísticas menos estáticas, capaces de representar identidades fluidas en
cuanto a nacionalidad, lealtad lingüística, género, clase social, raza o etnicidad, etc.
Tal como argumenta Manzor (2005) al definir el teatro “usanocubano”, no se trata
de un concepto estático y homogéneo de una identidad nacional o cultural opuesta
o separada de otra cultura (viii), como pareciera sugerir la noción binaria del guion
de Pérez-Firmat (1995). Por el contrario, se desestabilizan las culturas nacionales
predeterminadas a cada lado del guion “a través de la inserción de la diferencia,
del ‘otro’ dentro del cuerpo nacional político” (Manzor 2005, viii). Aunque estén
escritas mayoritariamente o parcialmente en inglés, estas obras forman parte de una
tradición literaria tanto estadounidense como hispanófona que cuestiona nociones
estructuralistas de lengua e identidad nacional.
Son relativamente pocos los libros de texto de ELH que integran selecciones
literarias de autores latinos estadounidenses. En Conversaciones escritas, Potowski rec-
oge algunos contenidos en alternancia de códigos, como una parte de Pardon my
Spanglish—porque because, del humorista Bill Santiago. En un capítulo dedicado a la
literatura hispana en los Estados Unidos se ofrecen cuatro textos de autores latinos
estadounidenses escritos en español. Nuevos mundos (Roca 2004) hace acopio de un
par de pasajes de The House on Mango Street (2013) de la chicana Sandra Cisneros
y de When I Was Puerto Rican (1993) de la puertorriqueña criada en Nueva York,
Esmeralda Santiago. No obstante, lo que leemos son las versiones traducidas al
español de Elena Poniatowska y de la propia Santiago respectivamente, en las cuales
el cruce lingüístico inevitablemente se pierde, además de considerables matices no
solo en cuestiones de lengua sino también de ideología, intencionalidad, e identi-
dad. Palabra abierta (Colombi, Pellettieri y Rodríguez 2000) incluye una obra de
teatro bilingüe: Coser y cantar (1991) de la dramaturga latina Dolores Prida. Estos
ejemplos de libros siguen una clasificación temática cuyo contenido radica en con-
tenidos de actualidad, tales como la inmigración, la presencia hispana en los Estados
Unidos, la globalización, o la(s) identidad(es) latinx(s), etc. Se persigue ofrecer
modelos de una gran variedad de géneros textuales, sin olvidar cuestiones de uso
gramatical y léxico. No obstante, en un sentido general echamos en falta textos lit-
erarios (poesía, narrativa, teatro y performance, cómics) que tengan relación con la
realidad del estudiante de ELH y que, por tanto, reflejen una variedad de prácticas
lingüísticas (i)limitadas con el propósito de ofrecer una visión escrita que vaya más
allá de la representación monolingüe.
A modo de ejemplo, sugerimos que la inclusión de fragmentos en lengua origi-
nal (no traducida) de las novelas de José Antonio Villareal, Américo Paredes, Cris-
tina García, Julia Álvarez, Achy Obejas o Sandra Cisneros podría aportar grandes
La literatura latina estadounidense 181
beneficios a las discusiones sobre la identidad latinx en el aula de ELH, al igual que
la narrativa (breve) de Ana Menéndez, Jennine Capó Crucet; la dramaturgia de
Migdaliza Cruz o Caridad Svich; y la obra performática de Carmelita Tropicana.
Se podría incluir también obras en las que observamos alternancia lingüística con
base en inglés, por ejemplo, en los trabajos de Junot Díaz, Roberto Fernández,
Gustavo Pérez Firmat, Tato Laviera, Cherríe Moraga y Josefina Báez; con base en
español en los cuentos “El regreso” de Sylvia Liziárraga, “¡Ojalá que no!” de Lor-
raine Torres y “Cartas a Rosa” de Rosaura Sánchez; o muy combinados como la
narrativa de Giannini Braschi o Susana Chávez-Silverman.
En algunos de estos textos (por ejemplo, las novelas Dreaming in Cuban de
Cristina García, Memory Mambo de Achy Obejas, o When I Was Puerto Rican de
Esmeralda Santiago), y según la clasificación que hace Torres (2007), el español
es “easily accessed, transparent, or cushioned” (79) a través del uso de cursivas,
traducciones, glosarios, calcos y/o la inserción de palabras o expresiones. En
otras ocasiones, vocablos o expresiones en español no tan accesibles se insertan
en el discurso inglés sin ningún tipo de marca o “cojín” de tal manera que el
lector anglófono puede sentirse algo incómodo. Torres los define como “gratify-
ing the bilingual reader” (83) y ejemplos de ellos son las obras de Achy Obejas
y Esmeralda Santiago, la narrativa de Junot Díaz, “Hurricane” de Aurora Levins
Morales o Under the Feet of Jesus de Helena Viamontes. Dentro de este grupo
hallamos aquellas palabras o expresiones que sí se traducen al inglés, pero de
forma no literal. Es lo que Aparicio (1994) califica de “tropicalized English”,
es decir, “a transformation and rewriting of Anglo signifiers from the Latino
cultural viewpoint” (796). Torres identifica aquellos textos literarios que son del
todo inaccesibles para el lector monolingüe anglófono como ejemplos de “radi-
cal bilingualism” (86), como es el caso de Yo-yo Boing! de Braschi, Killer Crónicas
de Chavez-Silverman, o Levente no. yolayorkdominicanyork de Josefina Báez. Estas
obras son auténticas odas al bilingüismo. Pero no olvidemos añadir además aquel-
los textos escritos fuera de los Estados Unidos primariamente en español con
inclusiones del inglés a varios niveles, como las novelas Sirena Selena vestida de
pena de Mayra Santos Febres y No quiero quedarme sola y vacía de Ángel Losada, o
el cuento “Pollito Chicken” de Ana Lydia Vega, además de algunos de los relatos
breves de Aurora Arias, por ejemplo “Emoticons”, o “Trago amargo (Wish-ky
Sour)” de Sherezada (Chiqui) Vicisoso.
No abogamos aquí por la creación de cursos especializados en “US latinx litera-
ture” ni por cursos de ELH basados totalmente en este tipo de textos literarios. Lo
que proponemos es incluirlos selectivamente en las clases a nivel más básico, donde
las cuestiones de identidad sociolingüística son de crucial interés y donde muchos
estudiantes podrían considerar que el cruce lingüístico refleja un lenguaje incor-
recto o inapropiado, sobre todo en el plano escrito. A continuación, exploramos
las ideas que pueden llevar a la exclusión de este tipo de textos escritos en algu-
nos espacios institucionales, particularmente entre aquellos colegas que no tienen
mucho conocimiento de los principios de la sociolingüística o de la naturaleza del
bilingüismo.
182 Francisca Aguiló Mora y Andrew Lynch
ways speakers are drawing on their resources at a time when boundaries are often
deliberately played with” (2).
uso lingüístico. La meta es que nuestros estudiantes de ELH adquieran esas capaci-
dades en un sentido amplio, tal como plantea Kern (2002):
En segundo lugar, aspiramos a que el aprendiz de ELH, así como los instructores
de la materia, conciban el multilingüismo y la multiplicidad como norma (socio)
lingüística. En la mayoría de los casos, el cruce lingüístico en los textos de escritores
US latinx es el resultado de una elección artística y estética con fines ideológicos.
No solo en el aspecto lingüístico, sino en lo emotivo, identitario, y familiar, el
estudiante de ELH puede sentirse más fácilmente identificado con estas obras y,
como consecuencia, más cómodo, lo cual le ayudará a superar posibles actitudes de
resistencia ante el uso de una lengua con la que tiene poca relación formal o institu-
cional. La idea es hacer que el aprendiz de ELH tome conciencia del conocimiento
lingüístico que ya posee en lo que se refiere a la sistematicidad del cruce lingüístico
y su funcionalidad para propósitos de construcción textual e identitaria.
Gómez Menjívar (2015) ofrece un valioso enfoque pedagógico al sugerir el
análisis de la sistematicidad de la alternancia lingüística junto con las diversas
estrategias lingüísticas aparentes en los textos de escritores US Latinx, haciendo
hincapié en las intenciones discursivas. Su principal objetivo es el de “instill in [the]
students appreciation for the literary and linguistic aspects of pieces like these, but
above all, . . . provide them with a body of evidence to counter the declarations
that Spanglish is indicative of language deterioration” (107). Otra propuesta es
acercarnos a estos textos a través de la traducción (cf. Alumbaugh 2015; Gasca este
volumen). En vez de traer al aula las versiones traducidas (totalmente en español) de
las obras originales, como sugieren muchos libros de texto, se pueden realizar activ-
idades que tienen como objetivo comparar las dos versiones. Por ejemplo, Dreaming
in Cuban de Cristina García está traducida al español peninsular por Marisol Palés
Castro como Soñar en cubano (1994). Así, se puede analizar qué ocurre cuando se
pierden los cruces lingüísticos y cómo la particularidad cubana de la versión origi-
nal mayoritariamente en inglés se pierde en la traducción al español, en la cual jerga
como Oye tío (184) o Vale (185, 190) despierta a los lectores del sueño cubano.
Otro ejemplo de aproximación a través de la traducción puede llevarse a cabo con
“Pollito Chicken” de Ana Lydia Vega, pidiéndoles a los estudiantes que conviertan
un pasaje del texto de bilingüe a monolingüe (bien al inglés o bien al español).
Luego contestan a estas preguntas: ¿qué piensas del texto traducido (monolingüe)?
186 Francisca Aguiló Mora y Andrew Lynch
¿Suena mejor así o, por el contrario, crees que el cuento pierde con la traducción?
¿Qué ha perdido/ganado el texto al convertirlo en monolingüe? Asimismo, en
los textos escritos primordialmente en inglés es interesante analizar qué palabras
aparecen en español. Por ejemplo, los términos pertenecientes a la comida pueden
estar en este idioma, enfatizando a veces el estereotipo del “spicy exoticism” con
el que a menudo nos acercamos a las identidades hispanohablantes en los Estados
Unidos (cf. Lozada-Oliva 2015; Mendible 2007; Raab 2014). Es interesante com-
parar estos textos con otras obras escritas principalmente en español y preguntar,
¿a qué campos semánticos pertenecen las palabras o expresiones que aparecen en
inglés? Además de ayudar a repasar ciertos grupos léxicos, tal ejercicio fomenta el
pensamiento crítico.
Pedagógicamente hablando, una visión del bilingüismo extremadamente bina-
ria (español versus inglés) puede llevar a desfavorecer el uso del español en las
generaciones venideras de hablantes de ELH (Zentella 2016). La innovación léx-
ica y gramatical, tal como apuntan Lynch y Potowski (2014), “es síntoma de la
vitalidad lingüística de ambas lenguas en la vida diaria de una comunidad. Donde
no haya alternancia. . . , una de las lenguas va en declive, pues no se usa” (40).
Proponemos un proceso inverso al que suele llevarse en muchos departamen-
tos de español: trabajar con una literatura multilingüe en los niveles iniciales e
intermedios de ELH como paso previo o paralelo al estudio de textos canónicos
monolingües. El hecho de partir de esta literatura multilingüe y equipararla a
obras más canónicas de la literatura hispana puede generar en el estudiantado una
mayor aceptación y motivación hacia el aprendizaje y el uso de la lengua espa-
ñola, así como el estudio de las sociedades y literaturas monolingües del mundo
hispanohablante.
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La literatura latina estadounidense 189
Preguntas de reflexión
En tus propias palabras, responde las siguientes preguntas:
1 ¿Qué implicaciones tiene para estudiantes del ELH que se consideren textos
literarios monolingües (inglés o español) como apropiados para la enseñanza
en comparación a los multilingües?
2 A partir de la información del capítulo, da dos ejemplos que muestren qué se
entiende por cruce lingüístico.
3 Explica a qué se refiere el capítulo con “la ontología del guion” y da un ejem-
plo de cómo un texto literario bilingüe puede desestabilizar esta noción.
4 Escoge un texto bilingüe y crea una lección para una clase básica del ELH que
promueva la exploración de identidad y bilingüismo en la comunidad latina.
5 Da dos ejemplos que muestren la postura que estipula que una persona bil-
ingüe no constituye dos monolingües en una.
14
LA ESCRITURA CREATIVA EN LA
ENSEÑANZA DEL ESPAÑOL COMO
LENGUA DE HERENCIA
Rossy Lima de Padilla
1 Introducción
En este capítulo se propone la innovación pedagógica en la enseñanza del espa-
ñol como lengua de herencia (ELH) mediante la incorporación de la escritura
creativa, sustentada en las siguientes bases: 1) las clases de ELH proveen una
estructura sociolingüística diversa que propicia el uso de métodos creativos para
explorar componentes afectivos, culturales y gramaticales; 2) las experiencias
individuales de los estudiantes de ELH expresadas en unidades de escritura crea-
tiva fomentan la reflexión metalingüística; y 3) el proceso guiado de la escritura
creativa, a diferencia de la redacción académica, promueve la autonomía en el
aprendizaje a través de motivaciones intrínsecas. Fairclough y Beaudrie (2016)
señalan la inminente necesidad de ser innovadores, indicando que la innovación,
si tuviera que resumirse en un solo concepto dentro del campo de la enseñanza
de la LH, sería aquella que ocurre cuando se implica al estudiante. La escritura
creativa, vis à vis, otorga agencia al estudiante, estimulando el conocimiento
crítico del lenguaje, proveyendo oportunidades para la expresión oral y repre-
senta el enfoque innovador de las siguientes postulaciones. Como en muchas
cuestiones pertenecientes a la enseñanza de la lengua de herencia, algunas cues-
tiones pedagógicas que se van a presentar a continuación han sido exploradas
inicialmente en la enseñanza de segunda lengua (L2), sin embargo, para la pre-
sente investigación han sido analizadas bajo el enfoque de la enseñanza de LH
y adaptadas a sus necesidades afectivo-culturales y lingüísticas (Flood, Heath y
Lapp 2008). Se presentan las siguientes observaciones prácticas, empleadas tam-
bién de una u otra forma en la enseñanza de un L1, L2 o L3, con el fin de acen-
tuar la importancia de estas prácticas como instrumentos en la exploración de las
variedades dialectales de los HE y los beneficios de la oralidad como vehículo
para el trabajo escrito (Morgan 1994).
DOI: 10.4324/9780429443657-17
La escritura creativa 191
Gathering Words
One day, I will write you a letter
after I have gathered enough words
and enough courage
to let them ring in my mute dreams
until they sing to me: Write us. Así.
In your childhood tongue. Recóbranos. Recover us.
At that time, I will be able to return without fear
to la lavandería with my bags of clothes
and enough words and surrender myself to the bubbles.
Este poema puede ser presentado en una clase de hablantes de herencia recep-
tivos por el uso mayoritario del inglés e ilustra lo señalado por Van Deusen-Scholl
(2003), el EH tiene motivación por reconectarse con el idioma de herencia,
por recuperar su lenguaje como una forma de unir los lazos con su cultura (Van
192 Rossy Lima de Padilla
To live in the Borderlands means knowing that the india in you, betrayed for
500 years,
is no longer speaking to you,
the mexicanas call you rajetas, that denying the Anglo inside you
is as bad as having denied the Indian or Black;
Cuando vives en la frontera
people walk through you, the wind steals your voice,
you’re a burra, buey, scapegoat,
forerunner of a new race,
half and half-both woman and man, neither-a new gender;
To live in the Borderlands means to
put chile in the borscht,
eat whole wheat tortillas,
speak Tex-Mex with a Brooklyn accent;
be stopped by la migra at the border checkpoints.
Presentar los fenómenos lingüísticos que atañen a este grupo adquiere una cuali-
dad apreciativa cuando se lleva a cabo con la implementación de material creativo.
Las explicaciones académicas sobre los conceptos del cambio de código, el denomi-
nado Spanglish, los préstamos y la creación de palabras se contextualizan dentro de
un espacio de validación por la experiencia lingüística compartida. Ofrecer ejemp-
los narrativos que hablen sobre estos procesos y sus repercusiones también exhorta
a los estudiantes a comprender la integralidad de estos fenómenos, lo cual les ayuda
a entender que estos no los aíslan, sino que los hacen parte de la diversidad que
caracteriza a Estados Unidos. Tomemos como ejemplo el poema “Spanglish” de
Tato Laviera (2015), escritor newyorican:
Spanglish
pues estoy creando spanglish
bi-cultural systems
scientific lexicographical
inter-textual integrations
two expressions
existentially wired
two dominant languages
continentally abrazándose
en colloquial combate
en las aceras del soil
imperio spanglish emerges
control pandillaje
sobre territorio bi-lingual
las novelas mexicanas
mixing with radiorocknroll
condimented cocina lore
immigrant/migrant
nasal mispronouncements
baraja chismoteos social club
hip-hop prieto street salsa
corner soul enmixturando
spanish pop farándula
standard english classroom
with computer technicalities
spanglish is literally perfect
spanglish is ethnically snobbish
spanglish is cara-holy inteligencia
which u.s. slang do you speak?
(p. 289)
3 Dimensiones afectivas
De acuerdo con Fishman (2001), los hablantes de HE tienen una motivación cul-
tural para aprender el idioma. Carreira y Kagan (2011) corroboran que las motiva-
ciones para estudiar el idioma de herencia se centran en la necesidad de conectarse
con la comunidad de hablantes a la que pertenecen para obtener un mayor cono-
cimiento de sus raíces (Carreira y Kagan 2011). Esta motivación cultural puede
explorarse en el salón de clase a través de ejercicios de escritura creativa. Chavalier
(2004) ilustra la idea del bialfabetismo de Hornberger (2004) como un continuo.
En un extremo se encuentra el bilingüe ideal, con una competencia avanzada en
ambos idiomas, lo cual le permite usar ambas lenguas en diferentes contextos y
registros. En el otro extremo se encuentran los bilingües que poseen una lengua de
herencia que ha sido restringida al uso en el hogar y que no tienen conocimiento
del registro escrito de la misma (Chevalier 2004). En el aula de español como
lengua de herencia podemos encontrar estudiantes con diversos niveles de compe-
tencia lingüística (Valdéz 2000; Colombi 2009), por lo que la escritura creativa es
una estrategia que permite 1) conocer el trasfondo lingüístico de los estudiantes, 2)
atar la realidad lingüística del hogar con la relevancia de la instrucción en el salón
de clase y 3) potenciar la motivación que tienen los alumnos por conocer más sobre
su cultura y comunidad.
Conforme a las observaciones de Parra en (citado en Fairclough y Beaudrie
2016) el hablante de herencia trae consigo sentimientos de estigmatización sobre la
variedad que habla. Estas actitudes pueden verse reflejadas en su expresión oral y en
su sentido de identidad. A través de la narración etnográfica, los alumnos recrean
sus experiencias y pueden entenderlas mejor. Las posibilidades que ofrece la prác-
tica de la narración etnográfica son muchas; puede llevarse a cabo, por ejemplo, de
manera individual, en donde los estudiantes realizan su propia narración etnográ-
fica. En este caso, se puede hacer uso de la tecnología por medio de las historias
digitales, un proyecto multimodal que tiene como fin el hacer un video. Para este
proyecto, los estudiantes preparan el texto que van a narrar, graban su narración e
incluyen fotografías o imágenes, y música. Hay siete puntos a seguir para prepa-
rar esta narración que recomienda Lamber (2006) para involucrar a la audiencia:
La escritura creativa 195
1) tener claro el punto de vista del autor; 2) incluir una pregunta dramática que
cautive a la audiencia y que se desarrolle a lo largo de la narración; 3) que la nar-
ración tenga contenido emocional; 4) que sea narrado por el autor, lo que añade
emoción al contenido al hacer énfasis en ciertos momentos clave de la narración; 5)
la selección de la música de fondo; 6) economía de palabras, se recomienda que las
historias digitales no sean de más de 4 minutos; 7) narrar con calma (Lamber 2006,
50). Es importante alentar al estudiante a partir desde la experiencia personal, hasta
el grado en el que se sientan seguros.
El prestigio percibido hacia el español en los Estados Unidos, además de la gen-
eración lingüística (Potowski 2018; Carreira 2004), es un factor determinante para
el mantenimiento de la LH. Las discusiones sobre la importancia de estudiar español
señalan la valorización de idioma para el desarrollo profesional (Fonseca-Mora y
García-Barroso 2010) pero el entorno académico se sigue enfrentando con la crítica
“purista” en la enseñanza del español y la falta de puentes culturales que se observa
en las clases de herencia (Villa 1996; Cordero 2008; Spicer-Escalante 2005). La per-
cepción del español de los HE, denominado también español de Estados Unidos, se
ve estigmatizada, como indica Potowski (2018) debido a tres posibles razones: a su
percepción como variedad rural, a que es asociado con un grupo marginalizado, o
porque contiene características que evidencian el contacto con el inglés. Sobre esta
realidad, Cordero (2008) señala que la represión lingüística causa que los hablantes
de herencia tengan sentimientos negativos hacia su variedad, cultura y herencia.
Permitirle a los estudiantes reflexionar sobre el uso del español, así como los
lazos afectivos que poseen con el idioma puede mitigar el hecho de que el libro
de texto o el currículo de la clase no gire en torno a las realidades lingüísticas del
estudiante (Boon y Polinsky 2015). Dentro de estos espacios, es de utilidad con-
tar con trabajos creativos contemporáneos, de preferencia aquellos realizados por
otros estudiantes de ELH. Los siguientes ejemplos son extractos de poemas escritos
por hablantes de herencia en una clase ELH, los cuales fueron publicados en una
antología poética (Lima y Mar 2016). Estas obras muestran la relación entre el
TABLA 14.1
Tres extractos de los poemas sobre el impacto afectivo del español
(Lima y Mar 2016).
Arturo Ybarra Claudia Puente Rodrigo Corral
Todo el pueblo se une Mis raíces ¿Cuál es la patria de un
por lo que somos, Mis tradiciones y lenguaje, latinoamericano?
por la lengua que hablamos; hacen mi cultura. ¡Dame el nombre de esa gran
que hace que todos nos Mis costumbres y creencias, tierra!
sintamos como hermanos, hacen mis raíces. Mientras la lengua suene
solidarizándonos. Tras generación se van familiar,
Con nuestra lengua hispana, pasando y canciones alaben
nos sentimos más cercanos. y la cultura sigue viva. a la unidad de los hermanos y
hermanas.
¡Así debe ser! ¡Así debería ser!
196 Rossy Lima de Padilla
TABLA 14.2 Dos extractos de los poemas sobre las realidades diatópica y diastrática (Lima
y Mar 2016).
TABLA 14.3 Figuras retóricas que pueden usarse para la enseñanza de elementos gramaticales.
suscita habilidades como el preparar un bosquejo, organizar las ideas, editar y revisar.
Una propuesta para iniciar las actividades de escritura creativa es la imitación de
otros modelos/textos que los estudiantes puedan reescribir, lo que les permite a
los alumnos familiarizarse y apropiarse del ejercicio de creación literaria mediante
una escritura controlada. A este ejercicio puede seguirle un círculo de lectura en el
que los pupilos lean sus poemas en voz alta, reciban impresiones por parte de los
otros estudiantes y se nutran al escuchar las composiciones de otros. El siguiente
paso de este proceso creativo debe de enfocarse en la revisión que se puede llevar
a cabo en grupos, parejas, o de forma individual. Las mayores complicaciones a
la hora de escribir en una L2 o una LH no provienen del desconocimiento de
las formas lingüísticas, sino en la carencia de procesos compositivos orgánicos en
la lengua meta y la transferencia de habilidades de lectoescritura entre la LH y la
lengua dominante (Valdés 2000).
Este acercamiento está enfocado en el tratamiento de ideas y de pensamiento
crítico que se ejemplifiquen a través de la escritura creativa (Badger y White 2000).
Se postula que el significado se crea a lo largo de las etapas, las cuales están marca-
das por el desarrollo de ideas y la recolección de información gramatical, estilística
y temática para obtener como resultado el texto creativo. Dentro de este proceso
debe incluirse una última etapa que ofrezca un espacio para la reflexión. A través
de este acercamiento, los estudiantes dependen más de sus habilidades lingüísticas
que en su conocimiento del idioma, además de ofrecer la flexibilidad para revisar el
texto antes de presentarlo (Badger y White 2000).
En este enfoque, es importante que el maestro o instructor evite que las caren-
cias sintácticas, léxicas o morfológicas del alumno bloqueen el proceso de com-
posición y que, también, se cerciore que el proceso contenga en sí una etapa de
revisión enfocada en la presentación escrita. Para poder ser un “facilitador” dentro
del ámbito poético, el maestro debe sugerir formas que los estudiantes puedan
seguir con destreza y que les ayuden a organizar sus pensamientos y su ejecución,
fomentar la oralidad como un instrumento vital para el trabajo escrito y ofrecer
métodos de revisión guiados y llevados a cabo en colaboración con otros (Díez
Coronado 2016). La escritura creativa no responde solamente a un acercamiento
escrito versus oral, sino a que ambos son complementarios y pueden desarrollarse
de forma paralela.
5 Esquema de implementación
El establecimiento de la escritura creativa como método pedagógico en la enseñanza
de la LH implica la sistematización de procesos que faciliten su implementación.
Como se ha mencionado anteriormente, estos procesos deben tener un enfoque
centrado en la autonomía del aprendizaje de los estudiantes. Para lograrlo, se pueden
adaptar propuestas de procedimientos como los presentados por Martínez Ezquerro
(2014). A continuación, se expone una propuesta de los procesos mencionados por
Martínez Ezquerro (2014) aunados a los procesos presentados en este capítulo.
200 Rossy Lima de Padilla
búsqueda por los materiales adecuados y por la aplicación eficaz de los mismos
fomenta el aprendizaje independiente y crea resultados auténticos.
6 Conclusión
Incorporar la escritura creativa en el currículo de la enseñanza de LH cuenta con
varios retos; algunos de ellos son: encontrar ejercicios con los que se puedan ense-
ñar objetivos claros de escritura, explorar mediante estos ejercicios el desarrollo
La escritura creativa 203
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La escritura creativa 205
Preguntas de reflexión
En tus propias palabras, responde las siguientes preguntas:
1 Menciona cuatro temas para escritura creativa que invoquen temas afectivo-
culturales.
2 ¿Cómo podemos explorar la diversidad lingüística a través de la escritura
creativa?
3 ¿Cómo pueden los instructores de ELH fomentar la innovación creativa a la
vez que la reflexión metalingüística?
4 Mientras que el contenido de material creativo puede ser muy personal, ¿pod-
rías pensar en formas de convertirlo en un proyecto colaborativo?
5 Diseña dos actividades que incorporen el uso de la escritura creativa en la clase
de ELH.
PARTE III
Aproximaciones
programáticas al español
como lengua de herencia
15
EL ENTRENAMIENTO DE
INSTRUCTORES EN PROGRAMAS
DE ESPAÑOL COMO LENGUA DE
HERENCIA
Damián Vergara Wilson y Sarah Schulman
1 Introducción
¿Cómo se entrena a nuevos instructores en la enseñanza de español como lengua
de herencia a nivel universitario? Reconocemos y reiteramos que la enseñanza del
español como lengua de herencia está en una etapa de expansión en los Estados
Unidos (Beaudrie 2012), y que esta expansión implica nuevas oportunidades y
deberes para los educadores. A partir de ahí, intentamos contribuir con conse-
jos sólidos y justificados que se aplicarán al entrenamiento de nuevos instructores
de español como lengua de herencia (ELH), especialmente al nivel universitario.
Ya hay sugerencias respecto al entrenamiento (p. ej., Beaudrie, Ducar y Potowski
2014) y agregamos a éstas argumentando a favor de la de la utilidad de la teoría
sociocultural asociada con Vygotsky (Adams y March 2015; Faltis 1990). Aquí
especificamos que nos orientamos hacia la situación universitaria en la que la mayo-
ría de los instructores de EHL serán estudiantes de posgrado, quienes suelen tener
puestos como TAs (teaching assistants “asistentes de enseñanza”) y suelen ser los
instructores principales de sus clases. Sin embargo, los conceptos se aplicarán a
educadores en diferentes ambientes.
En muchos departamentos de idiomas, un estudiante posgraduado puede recibir
lo que se llama un “TA-ship” que consiste en un puesto de enseñanza que paga
no solo un sueldo, sino que la matrícula en la institución también. Una de las
razones por qué es necesario aclarar este punto es que el título del TA no describe
adecuadamente la responsabilidad que tienen. TA son signos para teaching assistant
“asistente de enseñanza” pero, en vez de proveer apoyo a un instructor que super-
vise sus esfuerzos, como implica el título, un TA en un departamento de idiomas
suele tener su propia clase y estudiantes a los que asigna notas por sus trabajos esco-
lares. Estas clases típicamente son clases al nivel principiante o intermedio. En otras
palabras, el TA es el instructor principal de su clase. Sin embargo, suelen ser nuevos
DOI: 10.4324/9780429443657-19
210 Damián Vergara Wilson y Sarah Schulman
L2 sobre el vocabulario. Los dos hablaban una variedad mexicana, pero al señalar
que el vocabulario de su comunidad no reflejaba el vocabulario del libro, la maestra
insistía en que lo que presentaba el libro era correcto y que había que evitar todo
el vocabulario que no viniera de ello. El entrevistado se dio por vencido y dijo que
solo traía problemas debatir vocabulario con la maestra. Hay evidencia que esta
imposición ha sido un factor predominante para estudiantes de ELH y Schulman
(2019) señala que es de suma importancia contestar nociones normativas con una
tolerancia lingüística y un reconocimiento de variación que inculca el instructor.
Terminamos esta introducción con la siguiente noción: un programa de ELH,
inclusive el director y el TA, tendrá que desarrollar una gran variedad de materiales
y deberíamos considerar directamente a los estudiantes en su diseño, especialmente
las variedades lingüísticas a las que son expuestos. En términos prácticos, esto sig-
nifica que instructores de ELH trabajarán muchas más horas y con más ahínco que
sus compañeros de L2 que suelen depender casi totalmente de los libros de texto.
Pero, y esto es de suma importancia, según lo que se ha documentado a través de
investigaciones cualitativas, la recompensa que recibirán los instructores de ELH de
sus alumnos valdrá la pena porque responden a una aproximación que los valore
(Wilson e Ibarra 2015). También, hay que destacar al nuevo TA que la autonomía
que tiene le permitirá desarrollarse mucho más como instructor que el TA de L2.
Por supuesto, los TAs tendrán contacto estrecho con su comunidad de aprendizaje
y un director debería involucrarlos (al TA y a la comunidad) en el proceso de
crear materiales. De hecho, como elaboramos abajo, la situación ecológica de un
programa es una en la que hay un triángulo entre administradores, instructores, y
alumnos.
investigación una de las nociones que salía regularmente en el estudio de LTT era
que los alumnos expresaban un gran entusiasmo por la oportunidad de aportar ret-
roalimentación al programa. En el otro lado de este entusiasmo salía una frustración
ante la percepción que las evaluaciones institucionales no tenían un impacto en
el programa y que nadie las leía más allá del instructor. Anisa, una estudiante que
completó cuatro semestres en el programa ELH expresa este sentimiento de frus-
tración (traducción nuestra):
Con toda honestidad, desearía que más departamentos hicieran esto. Hay
muchos departamentos aquí que necesitan mejorar. . . . Es que no se toma el
tiempo para entender. Haces esas evaluaciones de curso, ¿verdad? Y, básica-
mente, dejé de hacerlas. No parece que tengan en cuenta lo que ponemos en
ellas. Aunque la educación es para nosotros, simplemente siguen haciendo lo
que quieren hacer. Ayuda saber que vas a escribir esto. Me hace sentir mejor.
3 Autonomía
Las ideologías lingüísticas circundantes nos guían implacablemente, ya seamos con-
sciente de ello o no. El ser director de un programa que entrena a TAs nos pone
en una posición en la que formamos un nexo entre las ideologías sociales y las
ideologías que transmitimos a los otros integrantes de la pirámide administrador-
TA-estudiante. Lo que queremos proponer aquí es que el entrenar a un instructor
de EHL no es simplemente una cuestión de enseñarles conceptos de adquisición
o prácticas eficaces para el aula. Si vamos a implementar los conceptos de la edu-
cación crítica, tenemos que poner en práctica el concepto de perezhivanie y lo que
implica la noción de conocer a nuestros alumnos. Hay que legitimar sus experi-
encias para desarrollar su visión propia como hispanohablante. A través de estas
exploraciones personales, sería posible inculcar una independencia intelectual y
profesional entre los TAs en la que ellos mismos analicen críticamente la situación
sociolingüística de sus estudiantes (Faltis, 1990). Para comenzar, los Estados Unidos
ha sido caracterizado como cementerio de idiomas (p. ej., Rumbaut 2009) por el
abandono lingüístico de lenguas que no sean el inglés. Este abandono es una reac-
ción a la situación social en los Estados Unidos que prioriza a ciertos grupos y sus
prácticas mientras que marginaliza a otros. En el más extremo de los casos el aban-
dono lingüístico puede ser resultado de esfuerzos institucionales, especialmente en
el ámbito de la educación.
Una noción ideológica que inculcamos en nuestros esfuerzos de entrenami-
ento es que la enseñanza de ELH promueve justicia social y emancipación entre
El entrenamiento de instructores 215
comunidades que han sufrido infracciones de sus derechos civiles. Más allá, la ense-
ñanza de EHL es fruto del movimiento de derechos civiles de los años 60 y 70.
Cuando un TA está decidiendo cuál es la mejor manera de enseñar un punto
comunicativo (p. ej., expresar gustos) parecería que la conexión a cuestiones ide-
ológicas no es algo que necesariamente tendría que tomarse en cuenta. Pero lo que
más queremos inculcar es que forman parte de la rueda ecológica que a la vez es
producto y productor de las ideologías sociales. Entonces, es de suma importancia
que el TA explore su posicionamiento respecto a los alumnos y que dé a los alum-
nos la oportunidad de expresar sus voces y traer su sabiduría lingüística al aula, lo
que muestra de nuevo la importancia de saber y valorizar la perezhivanie de cada
uno. Es decir, si un TA desarrolla una conciencia crítica que lo guíe a llegar a sus
propias conclusiones basadas en la realidad sociolingüística del estudiante de ELH,
puede referirse a esa conciencia en sus futuras decisiones educativas.
Para alentar esta conciencia crítica, sugerimos que el director de un programa
ELH considere la cantidad de autonomía que dé a un TA en los planes de clase y la
creación de materiales. Un TA nuevo va a celebrar victorias y sufrir derrotas en el
aula. Especialmente al principio, la experiencia de facilitar una clase puede ser un
camino rocoso y hasta los estudiantes de EHL posiblemente tengan que sobrellevar
imperfecciones. Sin embargo, un TA que tenga la libertad de fracasar y tener éxito
por sus propias decisiones llegará a desarrollar una orientación hacia la enseñanza
que un TA sin independencia no tendrá. Esto no es decir que lo dejemos solo
sin guía, sólo que debería haber espacio aceptable para que tenga la oportunidad
de desarrollarse. Mientras desarrollan sus habilidades de navegar el aula, también
aprenden sobre sí mismo y como sus creencias personales informan sus prácticas
educativas (Vygotsky, 1978).
La colaboración y comunicación que mantenemos con los TAs ha sido un área
muy fructífera en su entrenamiento. Mientras que nosotros proporcionamos los
elementos fundamentales del programa de curso, como la descripción, las metas,
y el peso de las tareas, los TAs trabajan los detalles de los horarios. Idealmente, un
TA con experiencia guía a los nuevos. De todos modos, este involucramiento llega
a ser una inversión personal para los TAs y da la oportunidad para que ellos invo-
quen su propia experiencia para representar a las necesidades de sus comunidades
de aprendizaje.
idealmente, continúa a través de su carrera. Para ayudar a los TAs a tener una mejor
transición a este papel exigente, y francamente intimidante, los directores deben
determinar qué entendimientos básicos deben tener sus TAs durante sus primeros
días en el aula. Directivas básicas pueden ser tan simples como llegar a clase con la
lista de matriculación, tener una actividad para romper el hielo y estar preparado
para discutir los objetivos básicos de la clase.
Hay que reconocer que hay competencias esperables que debería tener un TA
(véase Beaudrie, Ducar y Potowski 2014, 22) y muchos por naturaleza concu-
erdan con los conceptos Vygotskianos que describimos aquí. Por ejemplo, un
entendimiento de la situación socio-política de la variedad de los estudiantes y de
la situación de los estudiantes mismos. Independientemente de qué conocimiento y
preparación preliminar se consideren importantes, los coordinadores y supervisores
del programa deben comprometerse al desarrollo profesional continuo de sus TAs
a lo largo del año académico. Esta comunicación continua es vital para atender la
fluctuación de la autoeficacia de los TAs.
La cultivación de autonomía relacionada con la preparación de los TAs es un
proceso y la mayoría de ellos prefiere tener algún sentido de afirmación sobre su
desarrollo. Para ilustrar, varios TAs indicaron en el estudio LTT que la mayoría de
su apoyo profesional vino de TAs compañeros. Eso no quiere decir que los coor-
dinadores del programa fueran inaccesibles. Más bien, estos TAs concluyeron que
la accesibilidad de sus compañeros y el hecho de que compartieron experiencias
similares de aprendizaje hizo que tales transferencias de conocimiento fueran más
cómodas y satisfactorias. Entonces, una sugerencia es que el director debería asignar
mentores a los TAs nuevos de SHL para que puedan resolver dudas, consultarse y
desahogarse con alguien en sus propias circunstancias, pero con más experiencia.
En otras palabras, el director no es el único recurso en el desarrollo del TA.
Los siguientes fragmentos de entrevista, obtenidos de unos TAs de segundo y
cuarto semestre, proporcionan alguna idea de los pensamientos y experiencias de
aprendizaje que tenían como instructor oficial en un aula de ELH.
Sofía, hablante de ELH de Nuevo México, vino al programa ELH sin experi-
encia de enseñar. Ofreció unos comentarios francos sobre su experiencia emocional
durante los primeros meses como maestra: “Me sentí totalmente arrojada al mar, y
no sabía cómo nadar. Pues no sé nadar [se ríe], pero definitivamente tenía la per-
cepción de ahogarme un poquito. Porque no sabía nada de pedagogía . . . no sabía
cómo planear una lección. No sabía cómo estructurar una clase. Mucho de eso hay
que aprender por experiencia”.
En el campo de enseñanza, no hay un substituto para la experiencia y la
autonomía. Sofía comparte más tarde en su entrevista sobre el proceso de
desarrollar autonomía: “El primer semestre fue abrumador, pero he aprendido
como apreciar. Tengo un currículo. Tengo una programación didáctica, y eso
es bueno, pero es mi curso. Soy yo la que facilita la clase, y es distintivamente
mía. Nadie más la habría enseñado exactamente de la manera como la hago, y
eso me gusta”.
El entrenamiento de instructores 217
5 Conclusión
Las comunidades de práctica no surgen de las acciones de una sola persona. Por el
contrario, su sostenibilidad y desarrollo dependen de relaciones abiertas, que son
mutuamente interactivas, respetuosas y fiables entre todos los involucrados.
En el caso de los programas de ELH, los directores del programa inician lo que
es esencialmente una pirámide de relaciones dialécticas entre ellos, sus TAs y sus
alumnos. Los TAs a su vez proporcionan la retroalimentación del aula a sus admin-
istradores, lo que les permite a los administradores responder a las necesidades de los
TAs más adecuadamente. Este puente de apoyo se transfiere directamente a las aulas
de los TAs, ya que pueden transmitir con mayor confianza sus prácticas de ense-
ñanza y las metas del programa a sus alumnos. Por último, los alumnos de ELH, a
través de interacciones continuas en el aula con sus TAs, invariablemente dan forma
a cómo los TAs perciben su propio desarrollo como instructores.
Lo que suele faltar en este triángulo comunicativo es la conexión entre los
alumnos y los administradores del programa ELH. Como se evidencia en el estudio
LTT, los alumnos deben sentir que sus voces llevan significado dentro y fuera del
aula. Esta sensación de poder es un principio clave de la pedagogía crítica. Si bien
se puede suponer que los TAs de ELH probablemente implementen prácticas y
pedagógicas críticas que ayuden a sus alumnos a ver las estructuras de poder domi-
nantes a través de su instrucción de lenguaje, la pregunta sobre qué hacen con esta
comprensión crítica más allá del aula sigue sin respuesta.
Sin embargo, el propósito de este capítulo no es ofrecer ideas detalladas de cómo
es la pedagogía crítica en la práctica. Más bien, la evidencia de LTT sugiere la
necesidad de cultivar un ambiente de aprendizaje basado en la teoría sociocultural
de Vygotsky (Vygotsky 1978; Faltis 1990; Freire 1970; inter alia). Es decir, para val-
idar y unir todas las voces significativas que contribuyen a nuestro campo de ELH,
deberíamos recordar traer pasión por el idioma y la cultura e infundir esta pasión
en nuestros TAs y estudiantes. Finalmente, debemos escuchar para comprender
mejor el papel dialéctico de perezhivanie. Todos somos aprendices en este proceso de
educación. Con eso, concluimos con un recordatorio sobre los tres valores centrales
de la administración del programa ELH: sé paciente, sé apasionado, y sé consciente
de perezhivanie.
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Preguntas de reflexión
En tus propias palabras, responde las siguientes preguntas:
1 Introducción
El interés en el desarrollo de programas de enseñanza de idioma para fines especí-
ficos remonta a la década de los 60 con su expresión inicial en el campo ESP (o
inglés para fines específicos). Durante las últimas dos décadas, no obstante, dicho
interés se ha extendido al campo de la enseñanza de otros idiomas y especialmente
al campo de la enseñanza del español (Hutchinson y Waters 1987). El Diccionario
de términos clave de ELE define la enseñanza del español para fines específicos (EFE)
como “una enseñanza dirigida a potenciar una habilidad concreta, la que solicita el
aprendiente: la comprensión lectora de textos técnicos, la capacidad para mantener
conversaciones con fines comerciales, la comprensión y expresión orales en usos
académicos, etc.” (Atienza Cerezo et al. 2018). El diccionario, al igual, ubica el
desarrollo del EFE en la década de los 90 potenciado por la actividad económica de
España y América Latina en el mercado internacional y por la movilidad estudiantil
dentro de la Comunidad Económica Europea. Carol Klee identifica otros factores
potenciadores del EFE particulares al contexto estadounidense indicando que “in
the U.S., the development of courses in Spanish for the Professions resulted in part
from the desire to diversify the curriculum and attract more students to the study
of language as well as the push to internationalize the curriculum” (2015, 187).
Añadimos a la opinión de Klee que otro factor que ha potenciado el desarrollo de
EFE en los Estados Unidos es el cambio demográfico producido por migraciones
de poblaciones hispanohablantes en cada uno de 50 estados de la unión y la presión
que dichos cambios han ejercido en la provisión de servicios sociales y comuni-
tarios. Dichos cambios han redoblado la exigencia de profesionales con destrezas
lingüísticas en el español en los campos de la medicina, la educación, el trabajo
social y los servicios legales y jurídicos.
DOI: 10.4324/9780429443657-20
222 Glenn Martínez
Junto al desarrollo del EFE ha surgido también la enseñanza del español como
lengua de herencia (ELH). Este esfuerzo responde a un visible aumento de estu-
diantes de origen hispano que comenzaron a asistir a las universidades estadoun-
idenses después de los acontecimientos iniciados por los movimientos chicanos y
de derechos de igualdad académica durante las décadas de los 60 y los 70 (Cas-
tro y García 2011; Valdés 1983). No obstante, el desarrollo paralelo de estas dos
vertientes de la enseñanza de idiomas, ha habido poca interacción entre las dos en
los Estados Unidos. El EFE se ha desarrollado fundamentalmente dentro de la línea
de la enseñanza del español como lengua extranjera (ELE) mientras que el ELH
ha seguido un rumbo independiente enfocándose en sus objetivos principales cen-
trados en el mantenimiento del idioma, el desarrollo de un dialecto de prestigio,
la expansión de las habilidades bilingües y la transferencia de destrezas de lectoe-
scritura (Valdés 2001). Sin embargo, como bien lo demuestran las intervenciones
en esta sección del volumen, ha habido también una reciente convergencia entre
métodos y aproximaciones del ELE hacia ELH. Tal es el caso, por ejemplo, con los
recientes esfuerzos de incorporar el estudio en el extranjero y el aprendizaje y ser-
vicio (Serafini, este volumen) en programas de ELH. En este capítulo proponemos
mostrar una convergencia semejante entre el ELH y el EFE.
Para hacerlo, indicaremos en una primera instancia la tensión subyacente que
ha separado el EFE del ELH durante sus primeras décadas de desarrollo. Luego de
identificar estas tensiones, nos esforzaremos por descubrir algunas áreas de diso-
nancia y otros puntos de contacto entre ambos campos. Basándonos en estudios
sociológicos recientes de los hispanohablantes en ámbitos profesionales, además,
exploraremos el papel de la LH en las identidades de estos grupos. Nos valdremos
de la teoría del capital social para evaluar las experiencias de estos grupos y haremos
uso de este marco teórico para proponer algunas pautas generales para el desarrollo
de programas EFE para estudiantes de ELH.
you need” (1987, 8). La palabra clave en este aforismo es “necesidad” y, de hecho,
uno de los ejes directrices en el desarrollo del campo de la enseñanza de idiomas
para fines específicos ha sido el enfoque en las necesidades del estudiante. El Diccion-
ario de términos claves en ELE señala la centralidad de este enfoque en la perfilación
de EFE: “El programa de un curso de español para fines específicos se establece
así en función del perfil y las expectativas o beneficios que los estudiantes esperan
conseguir con este aprendizaje . . . un análisis de necesidades previo garantiza una
adecuada respuesta a estas expectativas”. El enfoque fundamental en las necesi-
dades, común a todos los esfuerzos de EFE, puede llevarse al extremo resultando
en una reducción del idioma. Tal es el caso del movimiento del español comando
o Command Spanish que surgió en la década de los 90. Command Spanish fue
una marca registrada establecida en 1996 (www.commandspanish.com) con el fin
de proveer instrucción en mandatos y frases comunes del español para personal en
las áreas de la medicina, la construcción y el orden público. Los cursos diseñados
en formato electrónico fueron además autorizados para dictarse en divisiones de
educación continua y desarrollo ocupacional en colegios comunitarios en Nuevo
México, Texas y Louisiana. Y aunque la empresa haya sido disuelta para estas fechas,
la aproximación adoptada nos demuestra ciertos puntos ciegos en la ideología del
EFE. La aproximación adoptada por Command Spanish, por ejemplo, pone de
relieve ciertas suposiciones ideológicas y divergencias de poder que no han sido
cuestionadas de forma explícita en el EFE. Por ejemplo, la reducción del idioma a
una serie de mandatos y frases útiles eleva al profesional a una posición autoritativa
y disciplinaria y a la vez construye al hispanohablante como un cuerpo dócil en
espera de recibir dicho mandato. Esta dimensión ideológica del EFE fue criti-
cada por Alastair Pennycook en los años tempranos del desarrollo del campo de la
enseñanza de idiomas para fines específicos. Pennycook decía que la enseñanza de
lenguas para fines específicos mostraba lo que él llamaba un pragmatismo vulgar. El
pragmatismo vulgar es “a position that runs the danger of reinforcing norms, beliefs
and ideologies that maintain inequitable social and cultural relations—a position
that I unashamedly believe is ethically unacceptable” (1997, 256).
El pragmatismo vulgar que identifica Pennycook se operacionaliza en el pro-
ceso del análisis de necesidades. El análisis de necesidades es un procedimiento
en el cual el diseñador curricular investiga de forma empíricamente las prácticas
lingüísticas presentes en un ambiente junto con el estado del conocimiento del
estudiante con el fin de desarrollar un programa que rellene las necesidades del
cliente que ha pedido el currículo (Basturkmen 2006). El análisis de necesidades
puede incluir el análisis lingüístico —por ejemplo, la indagación de la naturaleza
léxica y pragmática de los géneros y registros lingüísticos empleados— el análisis del
estudiante —por ejemplo, la identificación del estado actual de su dominio en el
idioma y su motivación y estilo de aprendizaje ante el segundo idioma— y el análi-
sis docente —por ejemplo, la investigación del conocimiento de posibles docentes
tanto en el dominio profesional como en la adquisición de una segunda lengua. Y
aunque el procedimiento de análisis de necesidades permanece como un elemento
central del EFE, ha sido criticado desde múltiples ángulos. Auerbach (1995), por
El español para fines específicos 225
ejemplo, anota que el análisis de necesidades favorece siempre los intereses de las
instituciones por encima de los de estudiantes debido a que las instituciones man-
tienen el control sobre la evidencia —formulando ellos las preguntas y ocupán-
dose por su propia cuenta en interpretar los resultados. Tollefson (1991) argumentó
que el análisis de necesidades se vuelve cómplice en la perpetua marginación de
poblaciones migrantes— definiendo de antemano sus necesidades y procediendo
a instruirles en base a su propia visión de necesidades. Belcher (2009) optó por
hablar mejor de un análisis de derechos en vez de un análisis de necesidades. El
diseñador curricular debe tomarse la iniciativa de preguntar sobre los derechos de
las poblaciones afectados por la enseñanza del idioma y así hacer que la enseñanza
de idiomas para fines específico promueva el cambio social tanto dentro del salón
de clase como fuera de ella (ver también Benesch 1993). El pragmatismo vulgar
identificado por Pennycook y su despliegue en el procedimiento del análisis de
necesidades en conjunto dan cara a una faceta ideológica del EFE en sus inicios.
En la actualidad, esta faceta ideológica en EFE se ha superado. Doyle (2018),
por ejemplo, aboga por un EFE que consiste en una estructura curricular tripartita
que se despliega en la competencia lingüística, los conocimientos profesionales y
la comprehensión intercultural. Long (2017), además, enfatiza que el EFE tiene
que superar la visión instrumentalista del idioma y atender a destrezas transferibles
imprescindibles como el pensamiento crítico, el análisis cuidadoso y detallado de
textos y la competencia intercultural (ver también King de Ramírez y Lafford
2018). No obstante, estos avances importantes en el campo de EFE, sigue imper-
ando una visión del estudiante de EFE como extranjero a la cultura estudiada.
Entonces, la disonancia curricular entre EFE y ELH proviene no sólo de visiones
pedagógicas distintas sino también de un sustrato ideológico repelente. Mientras
que el ELH ha reducido el español a sus dimensiones académicas y su lugar dentro
del cumplimiento de requisitos departamentales, el EFE redujo el español a sus
dimensiones prácticas y sus funciones en el cumplimiento de los quehaceres pro-
fesionales, perpetuando a la vez las desigualdades de poder entre los profesionales
y sus clientes hispanohablantes (véase Brown y Thompson 2018, 111–112 para un
análisis de estas desigualdades en materia del español para los negocios). La reduc-
ción doble que vemos en ambas vertientes estrechó la laguna que las ha separado.
Los actuales intentos de reunir EFE y ELH, por lo tanto, han tenido que expandir
las dimensiones ideológicas en ambas vertientes para encontrar en esa expansión
los puntos de contacto (véase Martínez y Schwarz 2012; King de Ramírez 2017).
una red densa de relaciones sociales recíprocas. Pues como dice Putnam: “A more
connected individual in a less connected society is less productive than a more con-
nected individual in a more connected society” (2001, 20). Putnam identifica dos
tipos de capital social: el capital “vínculo” que genera una reciprocidad y solidari-
dad específica dentro del grupo y el capital “puente” que provee vínculos a recur-
sos externos al grupo y un medio para la difusión de la información. Y mientras
que define dos tipos de capital social, no ignora las posibles relaciones que pueden
existir entre ambos. Por ejemplo, individuos que cuentan con mayores niveles de
ambos tipos de capital presentan nuevas oportunidades para la diseminación de
información sobre un grupo en particular y también para conducir nuevos recursos
desde afuera a ese mismo grupo.
En un libro posterior a su famoso Bowling Alone: The Collapse and Revival of
American Community, Putnam y su colega Lewis Feldstein se proponen a demostrar
cómo estos individuos y organizaciones despliegan el capital vínculo y el capital
puente en arras del desarrollo comunitario. El ejemplo de Valley Interfaith se dest-
aca en el libro de Putnam y Feldstein porque vemos en él una muestra de lo que los
autores llaman una organización relacional. Para Valley Interfaith, la organización
comunitaria no se trata de reuniones, consejería, el avance de un programa ni en
diseminar información. Para Valley Interfaith, la organización comunitaria se trata
de forjar y cultivar relaciones ancladas en diálogos —diálogos capaces de producir
cambios. Las relaciones, los diálogos y los cambios promovidos por Valley Interfaith
están todas arraigadas en la narración. Compartir y escuchar historias, relatos y
experiencias es el fundamento sólido de organización sobre el cual Valley Interfaith
lleva a cabo su programa de desarrollo comunitario. Putnam y Feldstein resumen la
aproximación de Valley Interfaith: “stories build relationships; they knit communi-
ties together. And IAF organizers work hard to help people interpret their stories
in a wider context, inspiring action” (2004, 23).
El perfil de Valley Interfaith nos presenta con una muestra de cómo el capital
puente y el capital vínculo se interrelacionan entre sí para promover el desarrollo y
el avance de la comunidad. Al dedicarse a la formación y cultivación de relaciones,
Valley Interfaith refuerza la exclusividad del grupo homogéneo (capital vínculo) y
a través de la fuerza de estas relaciones, Valley Interfaith utiliza sus conexiones y
su acceso a grupos y recursos externos (capital puente) para facilitar y acelerar el
cambio.
La teoría del capital social, como ha sido elaborado por Putnam y sus colegas,
nos presenta con cierta perspicacia para evaluar el papel del idioma de herencia en
la práctica profesional. El uso profesional del idioma no se trata únicamente del uso
del idioma para llevar a cabo quehaceres de la profesión. El uso profesional del idi-
oma involucra un panorama más amplio de acción —un panorama de mediación
entre el capital vínculo y el capital puente que a través del “translenguar” permite el
intercambio de historias, relatos y experiencias desde la comunidad de ELH hacia
las profesiones y el intercambio de recursos e información desde las profesiones
hacia la comunidad de ELH.
El español para fines específicos 229
(Leeman 2015). Martínez y San Martín (2018) demuestran que el uso de historias
digitales en el desarrollo de aprendientes de ELH en campos de la salud. A través de
las historias digitales recogidas en su comunidad, los aprendientes pudieron descu-
brir las experiencias de injusticia en la salud antes no conocidas y también forjar sus
identidades personales y profesionales (2018, 118–123). Las prácticas translingües,
lejos de ser un estorbo en el desarrollo de la lengua de especialización para el estu-
diante de LH, constituyen una preparación para el trabajo profesional de vincular
el capital puente a las comunidades.
6 Conclusión
En este capítulo hemos intentado esclarecer la convergencia posible entre EFE y
ELH. Hemos analizado las perspectivas y las ideologías que han mantenido una
brecha entre las dos vertientes de la enseñanza de idiomas y nos hemos valido del
trabajo sociológico de los profesionales latinos en los Estados Unidos para intentar
cerrar esta brecha. Hemos introducido algunos principios de la teoría del capital
social, según la formulación de Putnam, para expandir nuestra visión tanto de ELH
como de EFE y así encontrar el punto de contacto. La identificación de este punto
de contacto nos ha llevado a esbozar algunos principios esenciales para modelar
ELH para fines específicos hacia el futuro. Estos principios incluyen la superación
del enfoque en necesidades y la inclusión de un enfoque en deseos en conjunto
con necesidades, la inclusión de modelos y prácticas del aprendizaje y servicio,
y la inserción de una orientación translingüe en el desarrollo de ELH para fines
específicos.
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232 Glenn Martínez
Preguntas de reflexión
En tus propias palabras, responde las siguientes preguntas:
1 Introducción
El término “investigación-acción” (IA), proveniente del psicólogo social Kurt
Lewin (1946), ha adquirido múltiples definiciones a lo largo de su historia. Hoy
día representa un metaconcepto que cubre una amplia gama de metodologías y
enfoques que coinciden en reconocer su doble propósito de acción para mejo-
rar la educación y de investigación para generar comprensión de la misma. Ellis
(2012, 21–50) diferencia la IA de la investigación formal llevada a cabo en el aula,
cuya motivación es teórica, cuyo objetivo es generar conocimiento nuevo y la
cual estima la capacidad de replicar sus hallazgos, generalizarlos a otros contextos
y publicarlos. A diferencia de la investigación formal, la motivación de la IA son
consideraciones prácticas, su objetivo es la reforma de prácticas educativas y su
énfasis principal es la relevancia de la investigación para todas las personas involu-
cradas y no la publicación de sus hallazgos para un público más amplio. Por todas
estas características, la IA suele parecerles más relevante que la investigación formal
a los maestros, los lectores a los que se dirige principalmente el presente capítulo.
Colmenares E. y Piñero M. (2008) explican que la IA se puede efectuar en
tres modalidades. La modalidad técnica intenta solucionar un problema práctico
recurriendo a agentes externos y “expertos” y por ende relega al maestro al rol
de colaborador. Por el contrario, la modalidad práctica le otorga al maestro un
papel principal, conceptualizando la IA como proceso reflexivo elaborado por el
maestro-investigador con la cooperación de otros participantes, aunque el objetivo
sigue siendo fundamentalmente práctico. La IA que pretende generar el cambio
social es conocida como IA crítica o emancipatoria. Esta modalidad conceptualiza
el proceso de IA como un proyecto colaborativo e igualitario en el que el maestro
sirve de moderador, pero no tiene una responsabilidad mayor o un papel superior
en la jerarquía de participantes.
DOI: 10.4324/9780429443657-21
234 Elizabeth M. Kissling
Durante el siguiente año escolar los maestros llevan a cabo su proyecto de IA en sus
propias aulas. Sus tesis están disponibles en el repositorio institucional de investi-
gación (http://soda.sou.edu/). Tuve la oportunidad de ser instructora de este curso
y servirles de mentora a 18 maestros-investigadores de 2014 a 2016. Aunque el
propósito de IA, en términos generales, no es producir una tesis, estos proyectos
nos sirven aquí de ejemplo de cómo la IA puede mejorar la enseñanza de ELH.
gramática”. Durante esta conversación los alumnos pudieron expresar sus ansie-
dades, reconocer las experiencias de los demás y llegar a una comprensión mutua.
El efecto, según Marks, fue positivo, inmediato, impactante y duradero. Observó
un cambio apreciable en el lenguaje corporal (más sonrisas y contacto visual) y un
aumento en la interacción y participación.
Este proyecto de IA práctica resultó en la creación de materiales nuevos, a
saber, las tareas orales y escritas diseñadas para grupos mixtos y una conversación
introductoria sobre el rol de cada grupo sin estigmatizar a ciertos grupos por las
capacidades que tenían o las que estaban desarrollando. Además, contribuyó a la
formación profesional de la maestra, quien había opinado que las clases mixtas rep-
resentaban un desafío para su enseñanza, pero después de completar la IA empezó a
ver lo contrario, que estas representan oportunidades para el aprendizaje recíproco.
Quizás más importante aún, los alumnos llegaron a la misma conclusión.
3 Conclusión
Sería imposible en este espacio limitado ofrecer una guía exhaustiva para la IA,
aunque los maestros interesados pueden consultar una de las guías a su disposición
(p. ej., Latorre 2005; Colmenares E. y Piñero M. 2008; Mills 2010). Mi intento
en este capítulo ha sido inspirar a los maestros a emprender IA para el beneficio
de sus alumnos. Como mentora de muchos proyectos de IA, soy consciente del
gran esfuerzo que requiere, las dificultades que implica y por ende la oposición
que puede generar entre los maestros, pero igualmente estoy tan convencida de su
valor que me atrevo a afirmar que esas dificultades son siempre superables, aún si se
emprende la IA fuera del marco de una maestría y por ende se priva de una relación
de mentoría formalizada. He aquí algunas lecciones aprendidas por experiencia
acerca de cómo superarlas.
El primer reto de la IA es el tiempo. Los cuatro proyectos descritos aquí
empezaron con tres semanas enteras dedicadas a los pasos preliminares: la reflexión
e identificación del interrogante que sirvió para motivar el proyecto, una fase de
investigación bibliográfica durante la que los maestros leyeron más de 25 estudios
y artículos, el diseño de una intervención pedagógica y finalmente el desarrollo
de una metodología de investigación para estudiar el efecto de la intervención, el
que en algunos casos requirió más investigación y el piloteo de materiales. Durante
el año escolar siguiente, tuvieron que buscar la forma de compaginar la recogida
de datos fiables con sus innumerables actividades y requisitos diarios y exprimir
tiempo de los ajetreados días escolares, las noches y los fines de semana “libres”
para analizar sus datos, sacar conclusiones y redactar una tesis. Aunque una buena
IA puede ser mucho menos exhaustiva y formalizada comparada con las tesis de
La investigación-acción para maestros 241
maestría, idealmente engloba los mismos pasos. Para encontrar el tiempo requerido,
es imprescindible limitar el alcance del proyecto. Es imposible y poco recomend-
able tratar de abordar muchos o todos los problemas que el maestro identifique al
mismo tiempo. Al contrario, debe identificar un interrogante concreto que servirá
para limitar el foco del proyecto, quizás solo una faceta de un fenómeno inqui-
etante. También es aconsejable crear un calendario de actividades de IA para fijar
un límite razonable de tiempo que se dedicará a cada fase del proyecto y una fecha
concreta a partir de la cual el maestro debe dar por concluida esa fase, aunque su
realización no haya sido perfecta ni completa. La IA no busca la perfección sino
la comprensión. Por eso es preciso dedicar suficiente tiempo a la observación y la
reflexión en ese calendario.
Para algunos maestros, sería imposible imaginar añadir otra intervención
novedosa al currículo, porque “siempre hay algo nuevo que implementa nues-
tra administración y piensa que ayudará a los alumnos” (Guerrero, comunicado
personal). Según Dick Allwright (2003), para los maestros ya abrumados por las
exigencias de su trabajo, la IA convencional no puede lograr su objetivo mayor,
que consiste en mejorar la calidad de vida de todos los participantes, incluidos
los maestros. Sugiere que reconceptualicemos los “problemas” educativos como
“incógnitas” y no recopilemos datos nuevos para la IA, sino que nos basemos en
la observación y reflexión durante la práctica cotidiana, un proceso que denomina
la “práctica exploratoria”. Coincido con él en que la IA puede realizarse de forma
exploratoria y basarse en datos que estén al alcance, con lo cual no debe representar
una carga insoportable para los maestros.
El segundo reto es la preparación. Los maestros-investigadores con los que tra-
bajé a veces reclamaron más preparación, por ejemplo, en el manejo de datos cuan-
titativos. Igualmente, los 1.675 instructores de EL2 encuestados por Muñoz-Basols,
Rodríguez-Lifante y Cruz-Moya reportaron que para hacer investigación necesitan
más formación en metodología, orientación y asesoramiento (2017, 22). Clases de
posgrado que brindan una introducción a la IA y un sistema de mentoría pueden
colmar estas lagunas. Sin embargo, es posible que muchos maestros sobreestimen
la formación metodológica necesaria para realizar proyectos provechosos de IA. La
metodología ideal es la que se ciña a los objetivos del proyecto y las habilidades de
los participantes. Puede ser bastante sencilla en su diseño y hacer uso de materiales
disponibles. Por ejemplo, los cuestionarios sociolingüísticos utilizados en estudios
publicados están disponibles, con la ventaja añadida de que además están validados.
Un buen análisis de los datos en la IA involucra observación esmerada, reflexión
metódica y una comprensión de aritmética básica pero no requiere habilidades más
especializadas o estadística avanzada. Es más, la IA debe ser participativa, impli-
cando a los alumnos y otros docentes, quienes también deben comprender su obje-
tivo y proceso, aunque no tengan formación en metodologías de investigación. El
informe final tampoco requiere técnicas especializadas, sobre todo cuando no se
trata de una tesis de maestría. El informe final sirve para esclarecer las conclusiones
y afirmar las recomendaciones del proyecto tanto para el maestro como para los
alumnos, los administradores y todos los involucrados. Por lo tanto, debe tomar la
242 Elizabeth M. Kissling
forma más adecuada para llegar a ese público, bien sea una presentación oral, un
blogpost o un folleto.
El tercer reto es la motivación. Algunos maestros no entienden la necesidad de
IA, aunque como ya se ha dicho, puede ser extremadamente beneficiosa para su
práctica. Para otros el hecho de que no forma parte de su contrato les desincentiva a
hacer investigación (Muñoz-Basols, Rodríguez-Lifante y Cruz-Moya 2017), y para
ellos existe la posibilidad de buscar otro tipo de reconocimiento externo, como
por ejemplo la convalidación de créditos de desarrollo profesional, un comunicado
sobre el proyecto en una publicación de la escuela, o el otorgamiento de un premio
u otro reconocimiento oficial de su esfuerzo. Algunos maestros que se dedican a la
IA se topan con obstáculos, y para que no les falte la motivación para seguir ade-
lante, es imprescindible contar con el apoyo emocional de un colega, administrador
o grupo profesional, idealmente un mentor, quien no tiene que ser investigador
profesional ni especialista. Como mentora creé un sistema de entregas mensuales
para seguir el progreso de los maestros-investigadores, pero mis comentarios se
limitaron a preguntas de reflexión como “¿por qué crees que eso pasó?” y “¿qué
ves en esos datos?” Estas son preguntas que podría plantear cualquier persona inte-
resada en el tema, dispuesta a seguir el proceso de IA a largo plazo y con facilidad
de comunicación con el maestro. La buena mentoría también sirve para recordar al
maestro que las intervenciones no exitosas no constituyen fracasos. Toda acción que
genera una mayor comprensión es considerada un éxito en la IA.
La IA representa una enorme oportunidad para la formación docente, sobre
todo para maestros de ELH, quienes a menudo no pueden contar con oportu-
nidades de desarrollo profesional que respondan a sus necesidades particulares.
Lacorte (2016) enumera varias dimensiones que deberían considerarse parte de la
base de conocimientos de los instructores de ELH. Estas incluyen la comprensión
de los perfiles sociolingüísticos de los hablantes de ELH y de uno mismo como
maestro, la conciencia de la distribución del dominio del idioma entre modali-
dades y habilidades, el conocimiento de la evaluación del dominio del idioma y
la familiaridad con la adquisición de ELH. Incluyen también la familiaridad con
los acercamientos generales de enseñanza para estudiantes de ELH, las estrategias
pedagógicas para fomentar la colaboración en clases mixtas y las estrategias para
gestionar dinámicas intergrupales y personales. Además, incluyen la conciencia
de las creencias y actitudes con respecto a ELH y las variedades del idioma, a
nivel macro y a nivel micro. Desgraciadamente, los programas de preparación
docente raramente incluyen todas estas dimensiones, y no todos los maestros de
ELH pueden acceder a programas especializados. Sin embargo, la IA puede col-
mar estas lagunas formativas porque brinda oportunidades para el estudio de los
avances educativos, la observación meticulosa y la reflexión profunda. Los cuatro
maestros-investigadores de los proyectos que se han descrito aquí evaluaron su
experiencia positivamente, hasta caracterizar la IA como “transformadora”. Guer-
rero confesó, “(antes) siempre vi los déficits de los hablantes de ELH y no conté
con lo que ya sabían para planear mi instrucción” pero la IA “me hizo crecer como
maestra” porque “me ha ayudado a sentirme más segura de mi misma en saber que
La investigación-acción para maestros 243
puedo usar prácticas basadas en la investigación” para diseñar una enseñanza eficaz
para todos (comunicado personal). Por otra parte, Marks destacó la capacidad
transformadora de IA para los alumnos. Sus alumnos solían segregarse en grupos
raciales, pero después de conversar francamente sobre sus diferencias y trabajar en
grupos heterogéneos, reportaron sentirse menos segregados y más respaldados por
sus compañeros, dentro y fuera de clase. La IA puede convertir tanto a los maes-
tros como a los alumnos en aprendices de por vida, una perspectiva sumamente
necesaria para los docentes que se mueven en un ámbito tan cambiante como la
educación de los hablantes de ELH.
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Preguntas de reflexión
En tus propias palabras, responde las siguientes preguntas:
1 Introducción
Se estima que la cantidad de aprendientes latinxs que estudian en los community col-
leges (CCs) en los Estados Unidos, es decir, en instituciones postsecundarias de dos
años, es del 52% (AACC 2020) y en estados como California esa cifra sube al 80%
(Solórzano, Acevedo-Gil y Santos 2013). Sin embargo, si realizamos una búsqueda
bibliográfica en cuanto a lo que se ha publicado sobre el español como lengua de
herencia (ELH) en los últimos veinte años, rápidamente nos daremos cuenta que
los artículos dedicados al ELH en los CCs son sorprendentemente escasos. Si bien
el ELH es un campo relativamente joven (Carreira y Kagan 2018), los estudios en
esta área apuntan desproporcionadamente al desarrollo lingüístico y sociocultural
de los hablantes de herencia en universidades tradicionales de cuatro años. Sin des-
merecer la importancia del estudio del ELH dentro del contexto universitario, este
capítulo adscribe a la imperiosa necesidad de examinar los CCs como casos únicos
a fin de empoderar a los miles de estudiantes latinxs que se matriculan en los CCs
cada año no solo por su acceso abierto (open access) y su bajo costo (Snyder, de Brey
y Dillow 2019) sino también por la falta de oportunidades educativas de base que
dificulta el acceso de los estudiantes latinxs al sistema universitario (Gaxiola Ser-
rano 2017). Por otra parte, los avances que se puedan hacer en esta materia pueden
ayudar a mejorar la articulación entre los programas de ELH en los CCs y en las
universidades a fin de beneficiar a los hablantes de herencia que se transfieren de los
CCs a las universidades (transfer students); justamente, la falta de articulación (tanto
externa como interna) de los programas de ELH en los CCs es la principal prob-
lemática que se ha abordado, aunque de manera general, en el puñado de artículos
disponibles (Fechter 2010, 2017).
La misión de los CCs es promover el desarrollo de las destrezas ocupacionales y
la movilidad social de las masas de estudiantes de primera generación, inmigrantes
DOI: 10.4324/9780429443657-22
246 Silvia Marijuan
2
Community colleges: características institucionales y
estudiantes latinxs
La expansión de los CCs en los Estados Unidos estuvo ligada al baby boom y a la
relevancia que adquirió la educación tecnológica y científica tras el lanzamiento
del Sputnik. En los años 60, los CCs florecieron en respuesta a la necesidad de la
población a recibir una capacitación laboral y educación superior accesibles (Frost
2011). Desde sus comienzos, la misión de los CCs ha sido: a) proveer una edu-
cación vocacional y técnica de acceso abierto; b) posibilitar la transferencia de
créditos a universidades; y c) fortalecer las comunidades locales en las que están
insertos (Frost y Raby 2009; Frost 2011).
En la actualidad, producto del efecto de la inmigración, los CCs funcionan
como “puertos de entrada” de muchos inmigrantes, entre ellos, DREAMers (Fech-
ter 2017). Según Porras y Matthews (2008, 25–26), sería erróneo pensar que estos
inmigrantes sienten, indefectiblemente, la obligación de negar su herencia (p. ej.,
lingüística, religiosa) para convertirse en ciudadanos estadounidenses aceptados cul-
turalmente. Por otra parte, ya que los CCs de hoy sirven a un gran número de
estudiantes minoritizados, no tradicionales y de bajos ingresos (AACC 2020), es
Hablantes de herencia y community colleges 247
crítico rever el grado con el cual los CCs promueven la movilidad social en tiem-
pos de flexibilización laboral y globalización. Por ejemplo, Frost (2011) reveló que
cuando los CCs favorecen en demasía los intereses de las empresas privadas con las
que se asocian (partnerships) se transforman en una suerte de “agentes de recursos
humanos” que se limitan a constatar que los futuros empleados de la industria ya
posean las destrezas requeridas en vez de promover el desarrollo profesional de sus
comunidades.
Históricamente, los estudiantes latinxs de CCs enfrentan dificultades para
graduarse. La denominada “brecha de logros educativos” (education attainment gap)
(Gaxiola Serrano 2017) puede verse en que solo el 14% de los latinxs en los
CCs de California logran transferirse a una universidad (Solórzano, Acevedo-
Gil, y Santos 2013) y apenas el 15% de los latinxs adultos de los Estados Uni-
dos obtienen un título de bachillerato (baccalaureate) en comparación al 41% de
los estudiantes mayoritarios blancos (Krogstad 2016). Los investigadores que han
estudiado el éxito académico de los latinxs en los CCs han destacado varios pun-
tos que pueden informar decisiones departamentales a la hora de delinear pro-
puestas pedagógicas para la enseñanza del ELH. Para McCool (1984), el grado de
retención de los estudiantes latinxs en los CCs depende de factores como la rel-
evancia de los cursos para el área ocupacional, el interés de los instructores en los
estudiantes, y la dinámica de la enseñanza. El trasfondo individual de cada estudi-
ante también cuenta, por ejemplo, su experiencia educacional y laboral previas, y
su tiempo disponible para estudiar (muchos estudiantes tienen familias y empleos)
(29–34). Gaxiola Serrano (2017) subraya que las prácticas pedagógicas de los CCs
deben mantener las expectativas altas para los estudiantes latinxs y sobre todo
considerar “their experiences as a marginalized group” (250). Acevedo-Gil et al.
(2015) señala la falta de apoyo institucional o “invalidación académica” (academic
invalidation) como un factor desfavorable para la autoconfianza y la graduación de
los estudiantes latinxs en los CCs. Proveer validación académica e (inter)personal
a través de la instrucción, enfatizando los logros académicos de los estudiantes
latinxs con el feedback individualizado y reconociendo sus trasfondos étnicos/
raciales, al igual que sus procedencias, puede ser positivo para el aprendizaje
(102–116).
Otro factor crítico en los CCs es la diversidad docente (faculty diversity). Espe-
cialmente, en las denominadas Hispanic-serving institutions (i.e., instituciones cuya
población latinx consiste en al menos el 25% del total de sus estudiantes de tiempo
completo) (HSIs). En 2017, el 42.4% de las HSIs en los Estados Unidos eran CCs
públicos, y su número sigue en rápido crecimiento (HACU 2019). Según Santos
y Acevedo-Gil (2013, 174), la presencia de instructores y administradores latinxs
no refleja la densidad existente de la población general de California, el estado
que alberga la mayor cantidad de HSIs en la nación (HACU 2019.). Este desfasaje
puede tener implicaciones serias para la excelencia académica y la inclusión de
agentes institucionales diversos que cumplan la función de mentores y modelos
(Santos y Acevedo-Gil 2013, 195–196). Contreras (2017) ha sugerido que la diver-
sidad de los instructores en los HSIs puede jugar un papel decisivo en el porcentaje
248 Silvia Marijuan
Si bien Fechter (2010, 2017) y Pina (2017) abren el debate en cuanto a la articu-
lación programática y pedagógica de los programas de español en los CCs y mues-
tran las tensiones existentes entre tendencias instrumentalistas y humanistas, ¿Qué
lugar se le da a la enseñanza específica del ELH en estos artículos? Fechter (2010)
sostiene que, aunque existen algunos programas de ELH en los CCs, muy pocos
están bien articulados. Su sugerencia es que: “These programs should be designed
to meet widely varied needs, ranging in scope from first-language reading to com-
position to college-level language, literature, and culture” (78). Además, adhiere
a que los cursos de ELH en los CCs den créditos que sean transferibles. La breve
referencia que hace Fechter (2010) a los programas de ELH remite al tema clave
para la autora: la articulación programática, es decir, la coherencia interna y externa
de los programas de ELH. Fechter (2017) postula que los profesores de español de
los CCs tienen “a tremendous opportunity” para reformar el currículo para los
hablantes de herencia y crear una oferta de cursos que se articule con sus “transfer
institutions”. También indica que “increasing first-language literacy [in Spanish]
can positively impact student success” (130). En definitiva, su visión apunta a que
los cursos de ELH ayuden a cerrar la brecha de graduación entre estudiantes latinxs
y mayoritarios. Pina (2017), se limita a señalar que “los hablantes nativos suelen
acercarse a los programas de lenguas como un modo de obtener créditos sin realizar
muchos esfuerzos o para aliviar la pesada carga horaria a la que su situación finan-
ciera suele someterlos” (134).
Si bien los artículos publicados en Hispania ofrecen argumentos válidos a tomar
en cuenta a la hora de repensar el currículo de ELH en los CCs, de lo que leemos,
nos quedan más interrogantes que respuestas:
En suma, para rediseñar la enseñanza del ELH en los CCs es necesario evaluar
múltiples factores tomando en cuenta los hallazgos y recomendaciones de la lit-
eratura centrada en los estudiantes latinxs en los CCs, como así también explorar
diferentes marcos de referencia pedagógicos como ser el diseño universal para el
aprendizaje, el diseño de tareas y la instrucción diferenciada.
5 Conclusión
Este capítulo ha señalado la gran complejidad de la realidad actual de los CCs en
los Estados Unidos. Durante su historia, los CCs se han visto transformados por
cambios económicos y sociales como la globalización y la inmigración. El gran
porcentaje de estudiantes latinxs en los CCs, muchos de los cuales son de prim-
era generación (first-generation college students), de bajos recursos o recién llegados
(newcomers), es un factor crítico a considerar al crear y desarrollar programas de
ELH en este contexto específico. Al tomar decisiones departamentales, es esencial
promover experiencias pedagógicas que tengan presente la creciente investigación
realizada entre estudiantes latinxs en el ámbito general de los CCs, lo cual permite
tener un mejor entendimiento de sus perspectivas y objetivos. La investigación y
las prácticas pedagógicas experimentales que se están llevando a cabo en el área
del ELH es la otra fuente de evidencia que debe informar futuras intervenciones.
El mantenimiento de las lenguas de herencia y la expansión del rango bilingüe
que incluye la adquisición de destrezas académicas en la LH son grandes pilares
teóricos que no deberían ser descuidados (ver Martínez 2016), como tampoco lo
debería ser un currículo que se acerque más a la comunidad a fin de intensificar
la movilidad social.
Se ha mencionado la necesidad de incluir instructores y consejeros latinxs para
brindar apoyo y servir como modelos a futuras generaciones dentro de los CCs.
Esta realidad atañe también a la enseñanza del ELH. Incorporar un rol más activo
254 Silvia Marijuan
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Preguntas de reflexión
En tus propias palabras, responde las siguientes preguntas:
1 ¿Qué explica que no haya tantos estudios que examinen el ELH en el contexto
de los CCs?
2 ¿Qué papel histórico han jugado los CCs? ¿Por qué los CCs son (y seguirán
siendo) de gran importancia para los estudiantes latinxs?
3 ¿Qué diferencias piensas que hay entre las clases de ELH en el contexto de los
CCs y las instituciones educativas de cuatro años?
4 ¿Por qué es importante brindar un rol más activo a los hablantes de herencia
en el currículo?
5 ¿Cuál es la importancia/función/propósito de ofrecer clases de ELH en los
CCs que sirven a comunidades con una alta prevalencia del español?
19
EL APRENDIZAJE-SERVICIO EN LA
ENSEÑANZA DEL ESPAÑOL COMO
LENGUA DE HERENCIA
Ellen J. Serafini
1 Introducción
Aunque existen diferentes definiciones y modelos, en términos generales el acer-
camiento pedagógico conocido como aprendizaje-servicio se refiere a la integración
de trabajos comunitarios significativos e instrucción en el aula con la auto-reflexión
(National Service-Learning Clearinghouse 2008). Mientras una meta primordial
del aprendizaje-servicio es lograr un beneficio mutuo tanto para los estudiantes
como para las comunidades que participan, en su implementación el modelo ha
sido criticado por darle prioridad al aprendizaje y enriquecimiento del estudiante
en vez de prioritizar beneficios mutuos para todas las partes involucradas (p. ej.,
Mitchell 2008; Stoecker 2016).
Esta crítica ha llevado a una distinción entre una orientación tradicional cuyo
enfoque se centra en el cambio al nivel del individuo y la utilidad para los estudi-
antes como una experiencia “preprofesional”, similar a una pasantía o práctica, y
un acercamiento más crítico que busca efectuar el cambio a nivel de la sociedad
a través del desarrollo de la conciencia crítica de los alumnos. Es decir, “Criti-
cal service-learning pedagogy fosters a critical consciousness, allowing students to
combine action and reflection in classroom and community to examine both the
historical precedents of the social problems addressed in their service placements
and the impact of their personal action/inaction in maintaining and transforming
those problems” (Mitchell 2008, 54). De esta manera, se pretende “liberar” tanto
a los estudiantes como a los miembros de la comunidad a través del análisis crítico
de las raíces de los problemas sociales así como de su rol en perpetuar y resolverlos
(Stoecker 2016).
En los Estados Unidos, los orígenes del aprendizaje-servicio se remontan al
movimiento de los derechos civiles de los 60 y 70 (Rabin 2009, 2011b, 2015;
Moreno y MacGregor Mendoza 2016) pero en el ámbito de la enseñanza de
DOI: 10.4324/9780429443657-23
258 Ellen J. Serafini
Para los motivos del presente capítulo, es necesario definir lo que significa el
concepto de la conciencia crítica en el ámbito de la enseñanza y aprendizaje de
lenguas, específicamente en relación al español como lengua minoritaria en los
Estados Unidos. Después de definir este concepto, se presenta una reseña comp-
rensiva de los estudios tanto descriptivos como empíricos que se han realizado en
el ámbito de ELH.
social, political and economic contradictions, and to take action against the
oppressive elements of reality” (Freire 1970/2005, 33). La conciencia crítica
también incorpora la noción de appropriacy (Fairclough 1992), y cuestiona quién
decide qué es “apropiado” dadas las circunstancias y analiza las implicaciones para
grupos sociales marginados. Los dos términos, concebidos en contextos socio-
políticos muy distintos (i.e., Brasil e Inglaterra), comparten el motivo subyacente
de combatir la estigmatización y discriminación lingüística y de empoderar a los
grupos vulnerables a través del aprendizaje participativo, o dialógico y, por tanto,
democrático.
En el ámbito de la enseñanza de lenguas, se refiere a una comprensión crítica de
las funciones socioafectivas y sociopolíticas del lenguaje, por ejemplo, cómo sirve
como un recurso para los individuos en la construcción de su identidad a la vez que
funciona como una herramienta para mantener el poder y las jerarquías sociales en
la sociedad (Leeman 2018). Aplicado al contexto estadounidense donde las varie-
dades de los alumnos de ELH suelen ser subordinadas a una variedad “estándar”
prestigiosa (no local), esta noción comprende un conocimiento del contexto socio-
histórico y sociopolítico del español estadounidense así como de las dimensiones
sociales, políticas e ideológicas de la variación sociolingüística para facilitar el análi-
sis crítico de las jerarquías lingüísticas y sociales (Villa 2002; Martínez 2003; Lee-
man 2005, 2018; Aguiló Mora y Lynch este volumen).
En contraste con la pedagogía tradicional, un acercamiento crítico rechaza la
prioridad que se le da a la adquisición de la lengua estándar y el uso de regis-
tros formales y cuestiona la utilidad de la noción de appropriacy que alinean las
variedades estándares con contextos formales y las variedades no-estándares con
contextos informales. No solo afirma el valor de las variedades locales en todos
los espacios tanto públicos como privados sino también se promueve la conciencia
crítica lingüística como una herramienta de resistencia social. En ese sentido, los
estudiantes de ELH pueden llegar a ejercer su propia voluntad, o agency, a través
del empleo de todos los idiomas, registros y estilos de habla a su alcance y la toma
de decisiones (lingüísticas y otras) tanto dentro como afuera del aula y (Leeman y
Serafini 2016).
3.1 Estudios descriptivos
Un estudio muy conocido (Villa 2010) detalla la creación de un programa de ELH
en la región sudoeste de los Estados Unidos en colaboración con Las Esperanzas,
una organización local sin fines de lucro enfocada en la revitalización comunitaria.
Este programa incorporó proyectos de servicio a la comunidad con el fin de desar-
rollar “students’ critical awareness that what they and their communities speak is
not some inferior form of Spanish, or a broken mishmash known as Spanglish, but
rather an important linguistic asset they have inherited from those communities”
(124) y que todas las variedades de los estudiantes “are accepted as valid for all
communicative situations” (128). Los estudiantes realizaron un proyecto en el que
entrevistaron a miembros de la comunidad y archivaron sus historias orales para
preservar la lengua, historia y cultura de los residentes locales. La creación y preser-
vación de las historias orales sirvieron como fuente de análisis crítico de las varie-
dades locales e ideologías sobre el uso de Spanglish. Aunque Villa encontró que la
internalización de actitudes negativas hacia el español “was deeper than expected”
(130), el proyecto también empoderó a los estudiantes a reconocer el español como
capital cultural y lingüístico valioso.
También localizado en el sudoeste, Martínez y sus colegas (Martínez 2010;
Martínez y Schwartz 2012) describen un programa de ELH con fines específicos
(i.e., the Medical Spanish for Heritage Learners (MSHL) project) que consiste en una
secuencia de cuatro cursos interdisciplinarios a nivel intermedio y avanzado basados
en conceptos sociolingüísticos y de latinx studies (p. ej., sociolinguistics and health).
El objetivo del programa era elevar el valor acordado a las variedades locales de bajo
prestigio y, a largo plazo, producir “highly skilled bilingual and bicultural members
of the medical profession” (Martínez y Schwartz 2012, 178). Como parte de estos
cursos, los alumnos realizaron una práctica en una clínica médica en la comunidad
que atiende a pacientes de bajos ingresos que frecuentemente carecen de pape-
les. Utilizaron su conocimiento lingüístico y cultural para traducir y ayudar a los
pacientes y reflexionaron sobre su experiencia mediante un cuestionario abierto
que “prompts students to reflect critically on their experience in the clinic and
to relate their experience to the major sociolinguistic and public health themes
discussed during the course sequence” (180) (los resultados de las encuestas se dan
en la sección siguiente).
El aprendizaje-servicio 263
Durante las entrevistas grabadas que duraban entre 45 y 60 minuto, los miem-
bros comunitarios recalcaron la importancia de desarrollar y mantener una relación
entre la institución y la entidad comunitaria a largo plazo que se basa en el respeto
y el beneficio mutuo. Mientras reconocieron el impacto positivo del trabajo de los
estudiantes, que fue facilitado por los lazos lingüísticos y culturales entre ellos y los
miembros de la comunidad, pusieron hincapié en la necesidad de colaborar desde
el principio del programa, comunicar de manera abierta y honesta y sobretodo,
considerar y dar prioridad a las necesidades de la comunidad.
4 Resumen y recomendaciones
Esta reseña revela varios avances en el diseño, implementación e investigación de los
efectos del aprendizaje-servicio en contextos de ELH. En primer lugar, el hecho
de que ahora existe un enfoque más equilibrado en los beneficios derivados del
aprendizaje-servicio no solo para estudiantes de ELE sino también para estudiantes
de ELH constituye un paso adelante en sí. También, en los estudios realizados en
contextos de ELH y contextos mixtos, se le da más peso a explorar fenómenos
socioafectivos tales como el impacto en la identidad, la autoconfianza y el empoder-
amiento lingüístico y cultural en vez de enfocarse exclusivamente en las ganancias
lingüísticas y la competencia comunicativa. Este enfoque no solo se alinea con las
metas generales de la enseñanza de ELH (Beaudrie, Ducar y Potowski 2014) sino
también reconoce que muchas veces los estudiantes de ELH se identifican con la
comunidad que “sirven” y por eso es posible que se hayan enfrentado con similares
obstáculos personales, sociales, lingüísticos, etc.
De suma importancia es el número creciente de estudios tanto descriptivos como
empíricos que se proponen integrar la conciencia crítica lingüística (de diferentes
maneras y a diferentes grados) como objetivo primordial del aprendizaje-servicio.
Esto refleja un mayor esfuerzo en integrar principios sociolingüísticos en el cur-
rículo de ELH con el fin de promover la conciencia crítica tanto entre los docentes
como entre los alumnos (p. ej., Trujillo 2009; Leeman y Serafini 2016; Martínez
2016). En los estudios resumidos, la evaluación de tal objetivo se suele basar en la
reflexión crítica medida mediante métodos cualitativos (p. ej., los diarios escritos,
comentarios en un blog o wiki, respuestas a preguntas abiertas en un cuestionario).
A pesar de estos avances, existen huecos conceptuales y metodológicos que
impiden nuestro progreso colectivo hacia la reciprocidad y el cambio social que
busca promover el aprendizaje-servicio crítico. Primero, una limitación está
relacionada con la manera en que se mide el desarrollo de la conciencia crítica
lingüística. Como se observó, en la mayoría de los casos se limita a la evaluación
mediante la reflexión escrita o al final del curso o durante un periodo fijo (i.e., un
semestre). Aunque la reflexión crítica es un componente fundamental de cualquier
modelo pedagógico crítico, el concepto de la conscientização propuesto por Freire
(1970/2005) no es una creencia estática sino un proceso que evoluciona a través
del tiempo. Por eso, necesitamos implementar métodos longitudinales para medir
268 Ellen J. Serafini
los efectos del aprendizaje-servicio a largo plazo, como por ejemplo a través de
encuestas y entrevistas (véase Pak 2020).
Concebido de esta manera, se necesita desarrollar medidas inovadoras, como
por ejemplo la rúbrica multifacética de Dubord y Kimball (2016), y estas deben ser
implementadas varias veces a lo largo de la experiencia comunitaria. Idealmente, se
haría seguimiento a largo plazo también, por ejemplo, al cabo de 6 meses o un año,
para explorar los cambios temporales e influencias contextuales en el desarrollo de
la conciencia crítica lingüística y para ver si el trabajo con la comunidad era una
experiencia aislada o si se ha continuado el activismo social afuera del contexto de
aprendizaje-servicio. Dicho de otra manera, precisamos de métodos con la capaci-
dad para demostrar hasta qué punto la transformación individual ha llevado a la
transformación social.
Una segunda limitación metodológica es la falta de estudios que involucran a
la comunidad en todas las fases de diseñar, implementar y evaluar un curso o un
programa, particularmente en la fase de evaluación ya que muy pocos han evaluado
el impacto del aprendizaje-servicio según la perspectiva de la comunidad de manera
directa. Los estudios de Isabelli y Muse (2016), King de Ramírez (2016) y Lowther
Pereira (2018) representan notables excepciones a ese patrón e ilustran la utilidad
de entrevistas o encuestas para cumplir con ese objetivo.
Para superar estos obstáculos e integrar la comunidad de manera más consistente
y continua, se propone la implementación de una pedagogía “híbrida” en la que
se incorporan principios de la pedagogía crítica (Freire 1970/2005) y principios
de la enseñanza de lenguas basada en tareas (Long 2005, 2015). Específicamente,
se recomienda el uso de un análisis de necesidades o needs analysis (NA) que rep-
resenta el primer paso esencial en TBLT (para ver una reseña comprensiva de la
metodología de NA y un ejemplo de cómo se pone en práctica en un contexto
de español para fines específicos, véase los estudios de Serafini, Lake y Long 2015;
Serafini y Torres 2015).
Adaptado al contexto de aprendizaje-servicio, un NA debe tener un enfoque
recíproco en identificar las necesidades de los alumnos y de la comunidad. Después
de establecer un acuerdo de colaboración entre la institución y la entidad comuni-
taria, se debe utilizar varios métodos cuantitativos (p. ej., encuestas) y cualitativos (p.
ej., entrevistas, observaciones, etc.) para recoger datos de múltiples fuentes expertas
(p. ej., jefes) y no expertas (p. ej., estudiantes) con el fin de mejorar la validez de los
datos recogidos. En TBLT tradicional los expertos poseen un conocimiento espe-
cializado en el dominio de enfoque mientras que una aplicación crítica de TBLT
debe posicionar a los miembros de la comunidad (y a los estudiantes de herencia)
como los expertos. Una vez que se han identificado las necesidades comunicativas,
afectivas, sociales, emocionales, etc. de manera colaborativa, la segunda fase de TBLT
consiste en analizar los resultados del NA para identificar tareas meta o target tasks
(p. ej., traducir un folleto con información sobre el seguro médico). Estos resultados
informan todas las fases posteriores de un programa de lengua, incluso los objetivos
de aprendizaje, las tareas pedagógicas adaptadas para la instrucción y la evaluación.
El aprendizaje-servicio 269
5 Conclusiones y retos
La integración del aprendizaje-servicio a lo largo de los últimos 25 años en la
enseñanza de lenguas subraya el hecho de que “language learning —as other
disciplines— has a specific role to play in civic life” (Stockamer 2018, ix). Tal inte-
gración constituye un paso inovador en la evolución y redefinición de la enseñanza
de español como campo académico y profesional (Torres, Pascual y Cabo y Beus-
terien 2017; Palpacuer Lee, Curtis y Curran 2018; Lowther Pereira 2018; Pascual
y Cabo y Prada 2018).
Para continuar avanzando como disciplina tenemos que pensar en cómo realizar
una pedagogía que sea verdaderamente crítica y transformativa (Stoecker 2016)
para todos participantes. En particular, se tiene que superar los obstáculos concep-
tuales y metodológicos que amenazan el ritmo del progreso ya hecho como la falta
de estudios que investigan el impacto del aprendizaje-servicio desde la perspectiva
de la comunidad y la falta de métodos longitudinales. En el presente trabajo se
propuso que una solución viable sería integrar los principios de la pedagogía crítica
con los de TBLT para realizar un NA recíproco y colaborativo, cuyos resultados
podrían informar tanto los objetivos de aprendizaje como la manera de evaluarlos.
Para medir el impacto en la comunidad y la conciencia crítica lingüística de los
estudiantes se debe implementar diversos métodos cuantitativos y cualitativos lon-
gitudinales tales como encuestas, entrevistas y grupos focales.
Al fin y al cabo, el enfoque de cualquier curso o programa crítico no solo debe
dar prioridad a la legitimización de las variedades no “estándares” que hablan los
estudiantes de ELH (Leeman 2005) sino también revelar el poder de la lengua en
funcionar no solo como herramienta de opresión y discriminación sino también de
resistencia social (Leeman 2018). Tal enfoque, que tiene como objetivo cuestionar,
en vez de mantener, el status quo, siempre va a suponer retos a varios niveles. Por
ejemplo, la integración de un modelo crítico en el currículo, en las clases individu-
ales y en la preparación docente sin duda se enfrenta con ideologías arraigadas en
la noción de una lengua estándar que siguen siendo muy pervasivas en los depar-
tamentos de lengua (Leeman 2014), en los libros de texto (Leeman y Martínez
2007) e incluso en los objetivos de aprendizaje en la mayoría de los programas de
cursos de ELH (Beaudrie 2015). Es de esperar que los colegas que se aferran a ideas
tradicionales prescriptivistas sobre la lengua se resisten a ideas y nociones críticas
que cuestionan el poder simbólico acordado a las variedades de prestigio. Superar
tal resistencia a corto plazo no es tan simple.
Como primer paso, es importante crear oportunidades para estimular una con-
versación sobre el concepto de la variación sociolingüística y analizar ejemplos
de la variación geográfica, temporal, contextual y social. Para facilitar estas opor-
tunidades, se podría organizar una serie de charlas informales como “brown bag
lunches” o eventos más formales como charlas académicas invitadas, mesas redon-
das y talleres. Además, los estudiantes graduados (y los de pregrado) deben estar
expuestos a los principios de la pedagogía crítica y cómo ponerlos en práctica
en los cursos de metodología en la enseñanza de lenguas. Aunque estos mismos
270 Ellen J. Serafini
Nota
1 Dado este enfoque en lo práctico y lo profesional no sorprende que el aprendizaje a través
del servicio es un componente opcional en más de la mitad de los programas de español
para fines específicos y un tercio de ellos lo requieren (Sánchez-López 2014, citado en
Abbott y Martínez 2018, 390).
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El aprendizaje-servicio 273
Preguntas de reflexión
En tus propias palabras, responde a las siguientes preguntas:
1 ¿Cuáles son las ventajas de utilizar un análisis de necesidades para diseñar cursos
de aprendizaje-servicio?
2 ¿Cómo se puede dar prioridad no solo a las necesidades de los estudiantes sino
también a las de la comunidad en el diseño, implementación y evaluación de
cursos y programas de aprendizaje-servicio?
3 ¿Cuál es la diferencia entre una orientación tradicional y un acercamiento
crítico en el aprendizaje-servicio?
4 Describe la noción de conscientização en tus propias palabras, su relevan-
cia a la enseñanza del ELH, y cómo se puede medir en el contexto del
aprendizaje-servicio.
5 Además de métodos a corto plazo, ¿cuáles otros métodos se podrían imple-
mentar para determinar los efectos del aprendizaje-servicio en las comunidades
a largo plazo?
20
EPÍLOGO. EL CONTEXTO
SOCIOPOLÍTICO Y EL ESPAÑOL
COMO LENGUA DE HERENCIA
Lourdes Ortega
1 Introducción
En la presente colección, los editores Pascual y Cabo y Torres y sus autores ofre-
cen un viaje magistral y cuidadoso a través de la mejor investigación actual sobre
la adquisición y la enseñanza del español como lengua de herencia (ELH) en los
Estados Unidos. Este epílogo está inspirado por mi lectura atenta y apreciativa de
la colección. No entro, sin embargo, en citar capítulos específicos. He optado por
esta decisión porque hacer justicia a la riqueza y la variedad de campos, contextos,
y perspectivas que se reúnen en el libro me hubiera llevado a un número de páginas
poco propio del género de epilogar.
Partiendo de mi visión personal de lo que caracteriza en última instancia las sit-
uaciones de adquisición y enseñanza de lenguas de herencia (Ortega 2020), ofrezco
en este epílogo algunas reflexiones como reacción a los ricos fondos de cono-
cimiento que los autores de este volumen han brindado en sus páginas, fijando la
mirada en posibles trayectorias futuras para el campo de la adquisición y la ense-
ñanza de la LH, particularmente del español en los Estados Unidos.
DOI: 10.4324/9780429443657-24
276 Lourdes Ortega
constructo teórico es necesaria para fomentar más estudios sobre esta cuestión.
Tal definición se puede encontrar en Freynet y Clément (2019), que resumo así:
La inseguridad lingüística emana de autorepresentaciones que un usuario de una
lengua abriga sobre hasta qué punto su propio estilo de habla y habilidades lingüís-
ticas pueden ser devaluados en relación con otros estilos y habilidades, y que en
ciertos contextos le hacen sentirse inferior, vulnerable, e incómodo en esa len-
gua, en comparación implícita o explícita a otros hablantes. En esta definición se
distinguen tres elementos: ideologías que fomentan autorepresentaciones estables,
emociones fluctuantes que varían según el contexto, y un esquema de comparación
a una norma de habla y habilidad lingüística externa. Me atrevería a decir que esta
definición está lo suficientemente especificada y matizada como para servir de guía
a aquellos investigadores de LH que en el futuro deseen invertir esfuerzos en desar-
rollar metodologías para la investigación de la inseguridad lingüística. Este nuevo
programa de investigación tendría como objetivo elucidar la inseguridad lingüística
como una fuerza que crea diferencias individuales y que contribuye potencialmente
a las diferencias que se observan en los procesos y resultados tanto de la adquisición
como de la enseñanza del ELH. Basado en la definición de Freynet y Clément,
que es de sesgo sociopsicológico, este programa complementaría importantes con-
tribuciones de sesgo sociocultural que se sitúan en la perspectiva de lingüística
antropológica y educacional sobre ideologías de lengua, por ejemplo, en los traba-
jos de Showstack (2017) o Coryell, Clark y Pomerantz (2010).
2018; Torres, Estremera y Mohamed 2019) debe ser afinada con la inclusión de
diferencias históricas y sociopolíticas entre generaciones y oleadas ilustradas aquí.
Hay otras fuentes de heterogeneidad biográfica que deberían investigarse empírica-
mente. Algunas ya son bien reconocidas, como la variedad (p. ej., estándar, no-
estándar, o de contacto) del español que sirve de input a los hablantes del ELH
en cada muestra (Polinsky 2018). Otras diferencias son raramente incluidas y sin
embargo pueden influir en el uso de la LH, por ejemplo, la presencia de lenguas
indígenas que coexisten con el español en familias de LH (por ej. Campbell Mon-
talvo, 2020), otros factores en la familia (padres de origen lingüístico mixto o no,
tradicional o no-tradicional, de nivel socioeconómico alto, medio, o desaventajado,
con más hermanos, etc.), o lugar de residencia en un barrio denso con hablantes
de la LH.
A menos que se desenrede la heterogeneidad biográfica de la lingüística, la car-
acterización del fenómeno de adquisición de las LHs como heterogéneo seguirá
siendo circular y poco iluminadora. Puedo destacar dos soluciones para esta tarea.
Una es dedicarle mucho más tiempo y atención al estudio interdisciplinario de las
poblaciones de ELH que sean foco de cada investigación. Los estudios de inmi-
gración son importantes (p. ej., Ecksteinv y Berg 2009/2015 para la inmigración
de origen cubano), pero también los producidos en los campos de la antropología
lingüística, la sociolingüística, educación, psicología o sociología. Cada campo, y
cada tradición teórica dentro de cada uno de ellos, utiliza un prisma especializado
que es por necesidad parcial, y cada investigador tiene una responsabilidad de ser
un experto en su propio campo y tradición. Pero la voluntad de nutrirse de una
educación interdisciplinaria sobre los sujetos de estudio es particularmente impor-
tante en la investigación de la LH. La otra solución para desenredar la madeja de la
heterogeneidad es dedicar mucho más esfuerzo que hasta ahora a la creación y vali-
dación de cuestionarios donde todas las experiencias biográficas relevantes puedan
ser recogidas con precisión conceptual y empírica (véase Ortega 2020, para algunas
sugerencias a este respecto).
6 Explicaciones e instrucción
Se debaten varios mecanismos para explicar las divergencias de los hablantes de LH
con datos basados en monolingües. Una muy destacada es la atrición, un fenómeno
por el que se asume que el español en principio se adquirió en los primeros años
de vida, pero sufrió desgastamiento debido a la exposición y uso reducidos que la
escolarización en la lengua mayoritaria y las dinámicas sociales de minorización
propulsan. Otra es la adquisición incompleta de un sistema cuyo desarrollo incipi-
ente se imagina truncado en algún momento crítico temprano por la falta de input
cuantitativamente suficiente o cualitativamente apropiado. Una explicación más
reciente es el cambio de lengua meta, que probablemente para los hablantes de
LH no es la imaginada de una comunidad de hablantes monolingües en el país de
origen, sino una variedad no-estándar que los padres traen de sus orígenes o incluso
Epílogo 285
una variedad bilingüe de contacto que los padres y las generaciones siguientes han
desarrollado en la comunidad nueva del país de destino (en el caso de la colección
presente, variedades nuevas de español en los Estados Unidos). Finalmente, se ha
propuesto incluso que las divergencias se deben a un desencuentro entre registros
cuando se compara un sistema de LH que se ha desarrollado oralmente y en ámbi-
tos cotidianos a una base monolingüe idealizada que es culta y fuertemente escrita
y formal.
Cada explicación nueva que se ha considerado ha abierto nuevas posibilidades
metodológicas que son altamente recomendables. Por ejemplo, para poder investi-
gar atrición frente a adquisición incompleta, investigadores como Montrul (2016)
y Polinsky (2018) han hecho hincapié en la imperiosa necesidad de estudios que
aborden el desarrollo longitudinal y con muestras de niños, en contraste con la
preferencia, general hasta ahora, de investigar cros-secciones de adultos. Asimismo,
hasta hace poco, las explicaciones que plantean que la lengua meta para los hablantes
de la LH es diferente a la imaginada han dirigido atención empírica a la selección
de grupo de referencia, que poco a poco está alejándose de la base monolingüe, por
ejemplo, hablantes del español estándar de México o Cuba (o peor aún del penin-
sular, ya que probablemente esta variedad no tiene ninguna relación lógica con las
variedades que se puedan considerar mínimamente relevantes en el contexto del
ELH en los Estados Unidos) (véase la discusión de Rothman 2007, con respecto al
portugués como LH).
Cabe preguntarse si estas explicaciones deben considerarse mutuamente incom-
patibles, o si en realidad cada una de ellas debe ser considerada con respecto a fenó-
menos específicos, o si todas ellas conspiran en conjunto para crear los efectos de
perfil lingüístico ampliamente atestados. Existen teorías de adquisición de lengua
tales como la de los sistemas complejos dinámicos (Beckner et al. 2009) que firme-
mente guiarían la investigación hacia una dirección de causas múltiples simultáneas.
Sería un buen paso explorar tales teorías en el ámbito de la investigación de LH.
El campo necesita también expandir la base de conocimientos y la capacidad
de actuar que actualmente los estudios de enseñanza del ELH ya abordan, y que se
centran en dos cuestiones. Una es si las mismas estrategias de instrucción son válidas
para estudiantes de LH y para estudiantes de lengua sin afiliación de herencia (ello
es, estudiantes de español como lengua extranjera). Se trata aquí de cotejar los ben-
eficios que los investigadores de adquisición de segunda lengua ya han establecido
para otras poblaciones, tales como ciertos beneficios atestados en la aproximación
de la interacción (p. ej., Blake y Zyzik 2003; Torres 2018). La otra cuestión es
cómo implementar pedagogías críticas (Leeman 2018) que equipen a los estu-
diantes de LH con herramientas para entender, resistir, y subvertir las agresiones
e injusticias raciolingüísticas que continuamente viven en su realidad cotidiana,
incluyendo dentro del aula de idiomas (como atestan, entre muchos, Chaparro
2019 para niños; y Coryell, Clark y Pomerantz 2010, y Loza 2017, para adultos).
Ambas líneas de investigación son urgentes, como los autores de esta colección
demuestran, y no han hecho más que empezar.
286 Lourdes Ortega
7 Conclusión
La colección recogida en este libro por Pascual y Cabo y Torres claramente
demuestra que el campo de la adquisición y la enseñanza del español como LH
en los Estados Unidos está en auge y que ha alcanzado un punto de desarrollo
muy notable. Los ricos fondos de conocimiento que este libro brinda en sus
páginas prometen un futuro aún más brillante para el campo. Cabe preguntarse
hacia dónde se encaminará la investigación en los próximos diez o 20 años. Los
autores de cada capítulo han destilado sugerencias de gran beneficio para el
futuro, para las generaciones de investigadores de ELH presentes y venideras. En
mi opinión, sería atinado que cada investigador determine el rumbo que quiera
darle a su programa de investigación de ELH basado en una lectura atenta de
los capítulos aquí recogidos, y guiados no sólo por un deseo de entender mejor
las habilidades y resultados de LH sino también de servir mejor a sus hablantes.
Mi esperanza es que más y más investigadores de LH orienten sus esfuerzos por
partes iguales a al mantenimiento de las lenguas de herencias y al bienestar de
sus hablantes.
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Epílogo 289
Preguntas de reflexión
En tus propias palabras, responde las siguientes preguntas:
cruces lingüísticos 179 – 81, 182 – 3, edad: adquisición de género y numero 42;
184, 185 adquisición de morfosintaxis durante la
cubanos 16, 45, 68, 69, 282 – 3 niñez 24 – 38; bilingüismo 47; conciencia
cultas, formas 100 metalingüística 161; conciencia
Cummins, J. 114, 191 morfológica (CM) 160; entonación 16;
cumplidos 69 – 70 escolaridad en la LH 46; escolarización
currículo: co-diseñadores 101; colegios temprana 46, 160, 280; exposición
comunitarios 248; conciencia pasiva a la edad temprana 13; fonética/
metalingüística 160 – 1; crítico 269 – 70; fonología 12, 13, 19, 40, 160; input 46;
currículo vertical articulado 248; morfosintaxis 47
español para fines específicos elicitación oral, tareas de 42
(EFE) 221, 222 – 5; investigación- Ellis, N. C. 153
acción (IA) 237; literatura latina 179; Ellis, R. 81, 83, 84, 85, 86, 87, 88, 128,
translanguaging 117, 120; véase también 133, 153, 233
pedagogía Elola, I. 166, 169, 170, 171, 172 – 3
Cuza, A. 25, 26, 28, 31, 41 encuesta de disponibilidad léxica 57 – 8
enfoque por tareas, aprendizaje 81 – 96, 133,
Davies, M. 54, 61 170, 258, 268, 269
DCT 69, 70 – 1 entonación 15 – 16
deficientes, ideologías 99, 118, 141, 142, entrenamiento de profesores 3, 209 – 20,
144, 242, 264, 281 234, 239, 242
Defior, S. 159, 160 epilingüístico, conocimiento 158
De la Rosa-Prada, J. 142 errores 25, 154, 237
de Pablos-Ortega, C. 69 escolarización temprana 46, 160, 280
de Prada Pérez, A. 27, 45, 46 escrita, lengua 42, 60 – 1, 70, 82, 134, 142,
derechos civiles 215, 257 – 8 155, 194
desarrollo integral del estudiante 99 escritura creativa 190 – 205
desgaste lingüístico 56 espanglish 143, 144, 178, 183, 185, 193 – 4
desigualdades 143, 225, 263; véase también español comando/Command Spanish 224
justicia social español como lengua extranjera (ELE) 222,
diásporas 116 – 17 258, 285
Díaz-Campos, M. 30 español como segunda lengua (EL2) 235
dibujo, tareas de 61 español para fines específicos (EFE)
Diccionario de términos clave de ELE 221 – 32, 262, 265 – 6, 268
221, 224 espirantización 13 – 14
diferenciación 92, 101, 119 Estados Unidos: actos de habla 69;
diglosia 116, 118 adquisición de segundas lenguas (ASL)
Dillon, K. 155, 156 154 – 5; adultos 39 – 52; alternancia de
diseño de tareas 251; véase también enfoque códigos 32 – 4; aprendizaje-servicio
por tareas, aprendizaje 257 – 8; colegios comunitarios 245 – 56;
docentes: aprendizaje enfoque por como cementerio de idiomas 214;
tareas 86 – 90; autonomía 214 – 15; cortesía 69; diferencias regionales
co-construcción con 101; como 33, 68; diglosia 118; enseñanza y la
facilitador 200; desrrollo profesional 6, traducción 129, 130; español para fines
195, 216, 223, 242, 247, 252; diversidad específicos (EFE) 221 – 2; migración
247; entrenamiento 3, 209 – 20, 234, 140; morfosintaxis 25, 26, 29, 30,
239, 242; escritura creativa 196 – 7; 31; población de hablantes LH 141;
investigación-acción (IA) 233 – 44; población hispanohablante 1; prestigio
traducción 132 del español 195; programas educativos de
dominancia 12, 18 ELH 142; repatriados 2; sociopolíticas,
Dubord, E. 264, 268 funciones 275 – 90; Spanglish 194; usted
Ducar, C. 74, 91, 102, 183, 209, 211, 213, 67; vínculo entre alfabetización (ELH) y
216, 234, 251, 267 universidad 4
Dumitrescu, D. 67, 69 Estándares Estatales Comunes 160
294 Índice