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Ramos, David. Libro Sobre Comunicación Organizacional (Útil para Diagnóstico)

La comunicación organizacional es esencial para transmitir información y alcanzar los objetivos de una empresa, facilitando el desarrollo y la productividad del recurso humano. Este proceso incluye tanto la comunicación interna como externa y se considera una herramienta vital para el éxito organizacional. La práctica de la comunicación se ha adaptado a las necesidades de las organizaciones, dando lugar a la Comunicología, que integra principios teóricos y prácticos para mejorar la gestión comunicativa.

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Ramos, David. Libro Sobre Comunicación Organizacional (Útil para Diagnóstico)

La comunicación organizacional es esencial para transmitir información y alcanzar los objetivos de una empresa, facilitando el desarrollo y la productividad del recurso humano. Este proceso incluye tanto la comunicación interna como externa y se considera una herramienta vital para el éxito organizacional. La práctica de la comunicación se ha adaptado a las necesidades de las organizaciones, dando lugar a la Comunicología, que integra principios teóricos y prácticos para mejorar la gestión comunicativa.

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RAMOS REYES WASHINGTON DAVID

PAREDES SANDOVAL MAURICIO


TERAN ANDRADE PAULINA ELIZABETH
LEMA LLIGUICOTA LUIS FERNANDO

COMUNICACIÓN ORGANIZACIONAL

s
Grupo de capacitación e investigación pedagógica
Introducción
La comunicación organizacional es el conjunto de acciones,
procedimientos y tareas que se llevan a cabo para transmitir o
recibir información a través de diversos medios, métodos y
técnicas de comunicación interna y externa con la finalidad de
alcanzar los objetivos de la empresa u organización.

A través de la comunicación organizacional se establecen


estrategias de desarrollo, productividad y relaciones internas y
externas a fin de obtener un mejor desempeño por parte del
recurso humano, por lo que su finalidad se relaciona con los logros,
éxitos o fracasos de una empresa u organización.

A su vez, la comunicación organizacional permite que los


procesos internos de trabajo se desarrollen correctamente, exista
un óptimo clima de trabajo y se alcancen los objetivos propuestos.
Para establecer la gestión eficaz y eficiente de una empresa u
organización, la comunicación es una herramienta de vital
importancia. Es un medio que permite conocer los logros, los
alcances o solucionar las dificultades de las personas que
trabajan en los diferentes departamentos de una empresa.

4
CAPÍTULO I
COMUNICACIÓN Y ORGANIZACIÓN

Fuente:(Concepto.de, 2016)

La comunicación organizacional consiste en el proceso de


emisión y recepción de mensajes dentro de una organización
compleja. Dicho proceso puede ser interno, es decir, basado en
relaciones dentro de la organización, o externo (por ejemplo,
entre organizaciones).

Goldhaber, Gerald M. (1986): La comunicación


organizacional consiste en el proceso de emisión y recepción
de mensajes dentro de una organización compleja. Dicho
proceso puede ser interno, es decir, basado en relaciones
dentro de la organi aci n, o externo .
Gary, Kreps. (1995): la comunicación organizacional "es el
proceso por medio del cual los miembros recolectan
información pertinente acerca de su organización y los
cambios que ocurren dentro de ella". Para autores como
Carlos Ramón Padilla la comunicación organizacional es " la
esencia, el corazón mismo, el alma y la fuerza dominante
dentro de una organización".

5
En definitiva, el estudio de la comunicación organizacional está
cada vez más en auge y la experiencia afirman que las
organizaciones que la llevan a cabo presentan un mayor
crecimiento pues se tiene en cuenta complejos factores
especialmente humanos que se miden entre los comportamientos
y objetivos, políticas y metas de la organización para que de esta
manera existan lineamientos que permitan el correspondiente
crecimiento de la organización.
La comunicación organizacional es una herramienta de trabajo
que permite el movimiento de la información en las
organizaciones para relacionar las necesidades e intereses de
ésta, con los de su personal y con la sociedad, nos permite
conocer al recurso humano y evaluar su desempeño y
productividad, a través de entrevistas y recorridos por las diversas
áreas de trabajo.
En efecto, la comunicación en las organizaciones es fundamental
para el cumplimiento eficaz de sus objetivos. Es un medio que, en
conjunto, permite el desarrollo de sus integrantes para enfrentar
los retos y necesidades del mundo cambiante. El estudio de la
comunicación organizacional está cada vez más en auge y la
experiencia afirman que las organizaciones que la llevan a cabo
presentan un mayor crecimiento pues se tiene en cuenta
complejos factores especialmente humanos que se miden entre
los comportamientos y objetivos, políticas y metas de la
organización para que de esta manera existan lineamientos que
permitan el correspondiente crecimiento de la organización.
La comunicación organizacional, disciplina particular
La Comunicación Humana
La comunicación humana conlleva cuatro dimensiones o
propiedades fundamentales. Ellas se entrecruzan, se conjugan y
actúan a la vez en proporciones variables.
La primera de esas dimensiones es inherente a la misma
naturaleza relacional de la comunicación:
La comunicación es un bien común. Es el impulso natural
que hace del ser biológico un ser social. Sin comunicación
no hay comunidad ni sociedad, cultura, política, ni
economía.

6
La segunda dimensión corresponde a su propiedad física:
La comunicación es una fuerza vectorial. Ella crea realidad
y sentido, contiene información a la que da forma
inteligible, la conduce y la transfiere de una mente a otras
mentes.
Distintas de las anteriores son las dos dimensiones siguientes.
Ambas conciernen al socio dinámica de la comunicación en
tanto que herramienta de la interacción humana:
La comunicación es energía expresiva y realizadora del
pensamiento. Es una fuerza influyente y transformadora
mediante el Lenguaje y la Acción - el lenguaje mismo como
acción y la acción como lenguaje. La comunicación
humana participa del fen meno peque as causas,
grandes efectos . Ella es acci n de d bil energ a, pero tiene
una gran capacidad desencadenante de reacciones de
fuerte energía y muy amplias consecuencias.
Si esta poderosa energía causal que es la comunicación, es
instrumentalizada para fines espurios, entonces deviene un
medio que se justifica por su propio fin. Y no sólo se habrá
traicionado su condición fundamental de bien común: se
habrá dañado a personas concretas.
Ahora bien, la comunicación implica sus reglas de juego. Y en la
medida que ella está ligada a la conducta individual y colectiva,
plantea la cuestión decisiva de los campos de libertad, y de los
usos que de ellos se haga.
El primero de los campos de libertad a considerar concuerda con
el punto 1 comentado más arriba. Su uso es discrecional y
depende de esta actitud llamada Ética, que en el ámbito social
global es sancionada por la Declaración Universal de los Derechos
Humanos. En esta línea de ideas, añadimos a las cuatro
dimensiones anteriores los siguientes comentarios:
Toda persona es libre de decidir qué hacer y qué decir
acerca de lo que piensa y lo que hace. Recíprocamente,
toda persona es libre de aceptar o de rechazar cualquier
apelación, información, mensaje o relación que no desee.
El siguiente campo de libertad es negativo y concuerda con las
propiedades psicofísicas de la comunicación comentadas en el
punto 2:

7
La información es irreversible. Nadie puede revertir la
información que ha comunicado a otros, tanto si lo ha
hecho voluntaria como involuntariamente. Es como si
viertes tinta en un vaso de agua: jamás podrás separar ya
la una de la otra ni volverlas a su estado anterior.
El campo de libertad que sigue es necesariamente negativo; se
corresponde con el punto 3 y afecta a la incomunicación:
Es imposible comunicar lo inefable, lo que sobrepasa los
límites de las palabras: lo que ha sido sentido
profundamente, lo que pertenece a la sensibilidad
individual, las impresiones, las emociones, las experiencias y
las vivencias íntimas.
El último campo de libertad enlaza con el punto 4, y es la clave
crítica de la comunicación humana:
La libertad de pensar, actuar y comunicar no puede ser
instrumentalizada -no debería serlo- en beneficio propio y
en perjuicio de otros mediante la obstrucción, el engaño, la
explotación o cualquier otra forma de violencia.
Visión de la comunicación

La Comunicación es investida de un sentido de misión. Es un modo


de búsqueda, de descubrimiento y de aprendizaje compartido.
Una forma de solucionar problemas, de reducir la complejidad de
los procesos y de las relaciones, y una fuerza transformadora del
entorno social. Una manera de aportar ideas útiles e innovadoras;
de explicarlas y aplicarlas eficazmente con sencillez y claridad.

La Comunicación es un fenómeno social a la escala de la


sociedad global. En su génesis y en su desarrollo en tanto que
acción, la Comunicación es la expresión de un proceso que

8
articula el Pensamiento libre y creador con la Acción ejecutiva y
comunicativa.
En esta secuencia no debe haber contradicciones ni fisuras:
El Pensamiento creador y transformador, pero también
crítico y autocrítico, concibe y dirige la acción y la
comunicación;
La Acción construye realidad, produce hechos concretos y
tangibles y genera valor;
La Comunicación manifiesta lo que ha sido pensado y
explicita el sentido de lo realizado: lo humaniza y lo
transmite más allá del espacio inmediato y del tiempo
presente.

P. Acción mental
YO/NOSOTROS

A. Acción factual
MUNDO

C. Acción
simbólica
C es parte de A que es parte de P SOCIEDAD

Desde este paradigma, Joan Costa Institute asume que todo


desarrollo contemporáneo reposa esencialmente sobre una
doctrina de base, relativamente reciente, nacida de los trabajos
teóricos de las comunicaciones, en especial de Wiener, Weaver y
Shannon.
Sobre estas bases, nosotros entendemos la Comunicación en
tanto que ciencia y praxis, como surgida de la fusión de dos
doctrinas:
La que podemos llamar originaria (punto 1 del capítulo
precedente), de la cual Joan Costa Institute actualiza y
reivindica su enraizamiento en las ciencias humanas y
sociales, herederas de la filosofía humanista nacida con la
cultura en Occidente.
La que proviene del genio tecno científico, de la teoría
matemática de la información y de la sistémica, y que

9
cristaliza en las nuevas tecnologías en la estela del espíritu
cibernético, es decir, de la eficacia.
Así, el Pensamiento, la Acción y la Comunicación es un todo
dinámico que se asienta sobre las dos vertientes
- sociológica y tecnológica- de la ciencia de la Comunicación o
de la Información.
La práctica de la comunicación
La comunicación es una ley primordial del Universo, de la
Naturaleza y de la Vida. Siendo así una ley general, concierne a
los grupos y organizaciones humanas. Pero era preciso llevarla de
su práctica empírica a determinados usos sociales, es decir,
adaptarla a partir de su fuente académica a la dinámica de las
organizaciones. Así, de la teoría general de la comunicación
surgió la Comunicología.
Este trabajo de reinterpretación supuso recodificar unos principios
conceptuales formulados en el espacio abstracto de la teoría, y
traducirlos en t rminos de aplicaci n práctica a las necesidades
concretas de las organizaciones. Y, al mismo tiempo, implicó
cuestionar los modelos empíricos de la teoría fragmentaria de la
organización que eran el producto de un pasado obsoleto, para
actualizarlos e integrarlos a esta reinterpretación adaptativa del
marco teórico al práctico, desde la óptica socio tecnológica y no
solo económica.
La Comunicología reconoce el fundamento humano
(emprendedor, creativo, cooperador, etc.) de toda organización,
ligado a su identidad y a sus propios objetivos (económicos,
científicos, humanitarios, cívicos, etc.). Ello constituyó un cambio
radical del viejo modelo capitalista-productivista con el declive
de los productos industriales de consumo. Lo cual dio paso al
resurgir renovado de los servicios en la era de la comunicación y
de la información. Este fue también el paso de la cultura material
y cuantitativa a nuestra cultura de los intangibles y los valores.
La Comunicología fue intérprete y herramienta, al mismo tiempo,
de este cambio cultural. A principios de los años 70, ya Joan Costa
había iniciado en este sentido la adaptación de las teorías de la
comunicaci n, mucho antes de que la palabra comunicolog a
se hubiera inventado. Para el procedimiento de recodificación

10
del material teórico a modelos operacionales, Costa se inspiró en
la sociometría a principios del siglo pasado; los mismos con que
fueron formuladas la cibernética, la teoría de la información, la
teoría de sistemas y la teoría de modelos. Todas estas disciplinas
tenían una cosa en común: querían representar el mundo de los
fenómenos humanos y sociales con sus estructuras de relaciones,
y medir la intensidad de los intercambios más o menos complejos
entre los individuos. Para ello, los precursores (científicos,
matemáticos, sociólogos, etc.), desarrollaron conjuntos de grafos,
esquemas, diagramas y modelos que no sólo explicaban esos
fenómenos, sino que los hacían visibles y manejables, es decir,
aplicables a diversos desarrollos y, por supuesto, medibles. Éste es
el principio de la Comunicología: la comunicación aplicada al
mundo de las organizaciones.
En 1977, Joan Costa publicó en su libro La imagen de empresa.
Métodos de comunicación integral, una serie de 16 esquemas y
modelos que constituyen la metodología básica de la estrategia
y la gestión de las comunicaciones. Así, Costa fue el precursor de
la Comunicología. Más tarde, y a partir de los trabajos de
Habermas y Kotarbinski, Costa da un paso más, e introduce a la
Comunicología, la Praxeología o ciencia de la acción práctica,
con el fin de reforzar el carácter de la Comunicación como un
modo de Acción.
Con la fusión de estas dos disciplinas, la Comunicación no sólo
está vinculada a las relaciones, el arte, la técnica y la ingeniería,
sino que ya forma parte de las Ciencias de la Acción. Lo que
Costa ha rubricado con este axioma: comunicar es actuar y
actuar es comunicar.

11
Para terminar, y volviendo al campo ya mencionado de la
energía comunicativa débil, pero poderosa en sus efectos; y al
ámbito de la gestión estratégica de los intangibles y de los valores
en el espíritu humanístico, reencontramos la secuencia del
Pensamiento en Acción y en Comunicación.
El comunicador organizacional

Fuente: (Blogger, 2017)

El factor omnipresente
Resulta evidente que la comunicación es un elemento esencial
para la vida de las organizaciones. Como dice
Andrade (1991:30) "...si la comunicación es consustancial a
cualquier forma de relación humana, también será consustancial
a la organización. No es posible imaginar una organización sin
comunicación". Los procesos organizativos requieren, siempre, de
procesos comunicativos paralelos. Por eso puede afirmarse que
todos los miembros de una organización tienen responsabilidades
de comunicación en tanto que, para el desempeño de cualquier
función, es necesario algún tipo de procedimiento para recopilar,
procesar y emitir mensajes, así como para almacenar
información.
Que la comunicación resulte adecuada para el logro de los
objetivos de una organización determinada es, entonces, una
responsabilidad compartida por todos sus integrantes. O, visto
desde otra perspectiva, "dado que los problemas de
comunicación pueden ser creados por casi cualquiera de los

12
miembros de la organización, todos deben participar de la
responsabilidad de evitar o limitar ese tipo de
problemas" (Farace et al.,1977:248).
No obstante, lo anterior; resultaría ingenuo esperar que todas las
necesidades de comunicación de una organización,
especialmente si es grande y compleja, pudieran satisfacerse
solamente con la colaboración de personas que normalmente
están muy ocupadas haciendo su trabajo, cumpliendo con
responsabilidades de otra índole. De ahí la necesidad de contar
con profesionales cuyo quehacer primordial consista en asegurar
que los procesos de comunicación sean los apropiados en
relación con los objetivos de la organización.
De hecho, la aportación de los comunicadores a las
organizaciones se percibe como relevante, a juzgar por datos
recabados en una investigación llevada a cabo muy
recientemente por CINCO para la Asociación Mexicana de
Comunicación Organizacional entre sus asociados. Como puede
apreciarse en la tabla 1, la importancia que se asigna al puesto
de comunicación, tanto en sí mismo como en comparación con
otras áreas, es alta.
IMPORTANCIA DEL PUESTO DE COMUNICACIÓN

Asignada por la organización

Muy importante 69%

Importante 25%

Poco importante 6%

En comparación con otras áreas

Más importante 22%

Igualmente, importante 67%

Menos importante 11%


Fuente: (Consultores en Investigación y Comunicación, 1996)

Las grandes responsabilidades


Ya dijimos que a cada organización corresponde una función de
comunicación particular y por tanto diferenciada. Sin embargo,

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es necesario establecer ciertos parámetros como punto de
partida para evaluar la actuación de los comunicadores. ¿Qué
sería razonable esperar, aunque sea en términos generales, de los
profesionales de la comunicación en las organizaciones? Un
camino aceptablemente seguro para llegar a una descripción de
la práctica de la comunicación organizacional -vista como el
conjunto de actividades cuyo propósito es facilitar las
interacciones entre la organización y sus miembros, entre la
organización y su medio, y entre sus integrantes- es el que parte
de la identificación de las tareas mínimas obligatorias, comunes a
la mayor parte de las organizaciones, que deben llevar a cabo los
responsables de la función.
Dado que todas las personas que forman parte de la organización
se comunican al realizar su trabajo, el cometido principal del
encargado de la comunicación en la organización es ayudar a
que los demás cumplan con sus responsabilidades de comunicar.
Para ello, "debe estar localizado en el centro mismo del flujo de
mensajes de la organización. Esto significa que tiene
conocimiento de todos los tipos de flujo relevantes (aunque la
cantidad de control directo que puede ejercer sobre esos flujos
dependa de la disposición de la dirección para delegar la
autoridad necesaria). Operando en el centro del flujo de
mensajes de la organización (o cerca de él), el administrador de
la comunicación puede servir como un enlace entre el resto de
las unidades de trabajo y, por tanto, influir directamente en las
características de los mensajes que esas unidades envían o
reciben, tales como cantidad, calidad, oportunidad y forma"
(Farace et al.,1977:252).
Las tareas
Desde una perspectiva algo más específica, el objetivo general
para la función de comunicación en las organizaciones podría
ser: desarrollar e implantar estrategias de comunicación que
respalden a la organización en el logro de sus objetivos,
ofreciendo recursos efectivos de coordinación, apoyando los
procesos de cambio y reforzando la integración del personal.
Entre las actividades más relevantes que tiene que desempeñar

14
el comunicador para lograr este objetivo se encuentran las
siguientes:
Desarrollar estrategias, planes y políticas de comunicación. Se
trata de tareas cruciales que en primera instancia permiten
determinar el alcance de la función en la organización. Las
estrategias de comunicación organizacional por lo común
obedecen a propósitos generales como los siguientes:
Colaborar en el logro de los objetivos de la organización,
favoreciendo su integración interna y su adaptación externa, a
través de la sistematización y optimización de los flujos de
mensajes que se dan entre la organización y sus integrantes, entre
ellos y entre la organización y su ambiente.
Dar orden y sentido a lo que de cualquier forma existe en toda
organización: el intercambio de mensajes.
Desarrollar una serie de significados compartidos que den sentido
a la realidad y favorezcan la coordinación entre los miembros de
la organización.
Cada estrategia responderá, además, a objetivos específicos que
a su vez se derivan de necesidades de comunicación detectadas
en la organización. Los planes y políticas estarán subordinados a
las estrategias, y los tres deberán supeditarse a las estrategias,
planes y políticas organizacionales.
A pesar de su más que evidente importancia para las actividades
de comunicación, pocos comunicadores organizacionales
trabajan con base en estrategias, como puede verse en la
investigación que realizó CINCO para la AMCO, según la cual
únicamente 21 por ciento de los encuestados incluye el desarrollo
de estrategias entre sus responsabilidades principales.
Participar en la planeación y producción de programas de
comunicación. Esto abarca una amplia variedad de actividades,
que van desde la edición de las tradicionales revistas internas
hasta la producción de publicidad externa, pasando por la
distribución masiva de circulares, la administración de tableros de
avisos, la producción de material audiovisual, la preparación de
discursos para ejecutivos, la organización de fiestas y eventos
especiales, la elaboración de materiales didácticos, etcétera.
Concebir y desarrollar programas de comunicación desde y/o
para otras áreas de la organización. "El profesional de la

15
comunicación debe tener la capacidad para examinar los
procesos de trabajo, identificar los elementos de conocimiento
que el personal necesita para cumplir con su trabajo y desarrollar
sistemas para proporcionarle esos elementos de conocimiento"
(Farace et al, 1977:255).
TEMAS DE INTERÉS EN COMUNICACIÓN ORGANIZACIONAL

Muy interesados en
PRIORIDAD obtener más
información

1 LOS PLANES FUTUROS DE LA EMPRESA 79.8%

2 OPORTUNIDADES DE CARRERA EN LA EMPRESA 72.5%

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10 RESULTADOS FINANCIEROS 44.1%

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12 NOTICIAS SOBRE OTROS DEPARTAMENTOS Y DIVISIONES 43.3%

POSICIÓN DE LA EMPRESA RESPECTO A CUESTIONES DE


13 42.7%
ACTUALIDAD

14 CAMBIOS/PROMOCIONES EN EL PERSONAL 41.1%

15 COMPROMISOS DE LA EMPRESA CON LA COMUNIDAD 39.3%

16 HISTORIAS DE INTERÉS HUMANO SOBRE OTROS EMPLEADOS 21.6%

NOTICIAS SOBRE EL PERSONAL (CUMPLEAÑOS,


17 16.0%
NACIMIENTOS, ETC.).

La revisión, aunque sea superficial, de los temas que interesan a


los integrantes de la organización da una idea clara de la
diversidad de fuentes y destinos que debe tomar en cuenta el
comunicador en su trabajo.

16
No siempre es fácil distinguir entre la comunicación a nivel
corporativo y aquella que tiene como finalidad influir en el
desempeño de un área en particular. Normalmente la diferencia
básica entre una y otra es de alcance, de tamaño del grupo de
receptores, más que de contenido o de medios. En realidad, la
distinción no es relevante desde el punto de vista del fenómeno
comunicativo en sí, aunque prestar un servicio especializado a
distintas áreas de la organización tiene por lo menos dos
implicaciones importantes para el desempeño del comunicador:
El tratamiento adecuado de temas diversos para
confeccionar mensajes dirigidos a personas con cierto
grado de especialización requiere del desarrollo de
habilidades de recolección y organización de la
información que van más allá de las normalmente
requeridas en el trabajo de comunicación corporativa.
Trabajar con distintas áreas ofrece al comunicador una
oportunidad única para aprender y relacionarse con otros.
Esto puede traer como consecuencia la posibilidad de
aumentar la influencia, tanto a nivel de función como
personal, en los procesos organizativos.
Colaborar en la preparación de manuales de políticas y
procedimientos. Así, además de familiarizarse con el marco
normativo de la organización, el comunicador tiene una
interesante posibilidad de influir en la formalización de distintos
aspectos del desempeño, en general, y de los procesos
comunicativos, en particular.
Desarrollar y llevar a la práctica programas de entrenamiento en
comunicación. Cada vez es más común que se pida al
comunicador que prepare e imparta programas de
entrenamiento que generalmente tienen que ver con habilidades
de comunicación escrita y oral, o de relaciones interpersonales.
Lo anterior demanda del comunicador conocimiento en materia
de capacitación y desarrollo de personal.
El futuro
En la actualidad es posible identificar con mucha claridad dos
grandes tendencias en el trabajo del comunicador
organizacional:

17
Cada vez más, la actividad comunicativa se orienta a
apoyar procesos de cambio en la organización. Programas
dirigidos a mejorar la calidad o el servicio, de reingeniería,
de redimensionamiento, cambio cultural y otros esfuerzos
de transformación de las organizaciones requieren de
respaldos comunicativos muy especializados, normalmente
fuera del alcance de los responsables de esos procesos.
La evolución que parte de ser experto en publicaciones
impresas para convertirse en experto en medios de
comunicación, con especial interés por los de muy reciente
aparición en el contexto organizacional, como son el
correo electrónico e Internet. La comunicación
organizacional está empezando a superar el estrecho
marco de la publicación interna.

Fuente: (Mafisse, s.f.)


En la relativamente corta historia de la función en nuestro medio
el comunicador organizacional ha sido visto sobre todo como un
productor de medios, básicamente impresos, dirigidos al personal
de la propia empresa. En otras palabras, se le ha confinado al
ejercicio de la comunicación interna escrita.
Por otra parte, es fácil constatar el hecho de que la posición que
comúnmente ocupa el especialista en comunicación en la
jerarquía de la organización es lo suficientemente baja como
para mantenerlo alejado de la toma de decisiones a nivel
estratégico. Quizás esto se deba a que en muchas empresas la

18
comunicación profesionalmente manejada se percibe, a pesar
de su importancia, como un lujo prescindible. Esta afirmación
puede apoyarse en el hecho, palpable para quien conoce el
medio, de que en muchas organizaciones se han recortado los
presupuestos para las áreas de comunicación, e incluso se ha
llegado a despedir a parte o a la totalidad del personal, como
consecuencia de la crisis económica.
El campo de acción de la comunicación organizacional, no
obstante, sigue sin definirse lo que, desde cierta perspectiva,
puede considerarse como una ventaja porque significa áreas de
oportunidad para el comunicador con iniciativa. Entre ellas es
factible identificar las siguientes:
Comunicación organizacional integral, que supone la
posibilidad de tomar parte en la formulación de estrategias
y en la implantación de las actividades de comunicación
de la empresa como un todo, evitando la división entre
comunicación interna, relaciones públicas y publicidad.
Desarrollo organizacional. Este es un campo que ofrece al
comunicador una gran riqueza de oportunidades porque,
como se dijo hace poco, el respaldo a procesos de cambio
se está volviendo una responsabilidad clave para el
comunicador.
Comportamiento. En esta línea se ubica lo relacionado con
los procesos humanos en la organización: manejo de
conflictos, toma de decisiones, liderazgo, desarrollo de
equipos efectivos, etcétera.
Capacitación y entrenamiento. No sólo como diseñador e
instructor de cursos para entrenamiento en habilidades de
comunicación interpersonal, sino como un elemento clave
en todo el proceso de capacitación, que en primera
instancia es una forma de comunicación.
Informática y sistemas. La nueva tecnología tiene que ver,
ante todo, con el procesamiento y distribución de la
información. Debe ser, entonces, una responsabilidad
fundamental del comunicador contribuir al máximo
aprovechamiento de esa tecnología.

19

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