Un Liderazgo Apropiado - Efraín Pérez Estrada
Un Liderazgo Apropiado - Efraín Pérez Estrada
Indice:
1. Análisis bíblico acerca de los líderes
2. La personalidad de los líderes
3. Modelos de líderes
4. La relación entre los líderes y el pastor
5. El cultivo espiritual de los líderes
6. Auto test
En este manual se procura analizar el papel del líder cristiano a través de:
1. FUNDAMENTAR bíblicamente la personalidad del líder cristiano
2. DISTINGUIR los modelos de líderes cristianos
3. RESALTAR la importancia de las sanas relaciones entre pastores y líderes
4. POSIBILITAR una auto evaluación
• Las citas bíblicas son de la Nueva Versión Internacional [NVI], y cuando no es así, se aclara.
• Se incluyen actividades al final de cada estudio, las que pueden ser utilizadas en talleres.
INTRODUCCION
El propósito de este estudio es analizar la perspectiva bíblica sobre el tema propuesto, lo que de hecho nos
conduce a considerar situaciones concretas que han de permitirnos descubrir el hacer de Dios, sus demandas y lo
queÉl espera de sus líderes. Debemos tener en cuenta que en la Biblia no aparece la palabra "líder". En realidad
esta palabra ha llegado a nosotros del inglés leader: "persona que guía o dirige un grupo, equipo, organización,
etc." Esta palabra proviene del verbo lead que a su vez significa: "ir con, delante de, ir mostrando el camino, etc."
Que esta palabra no estuviera en uso en la época bíblica con el énfasis actual, nos obliga a asumirla sabiendo que
para algunos "líder" tiene significados poco apropiados para la iglesia. Pero por otra parte, si utilizamos "laico",
ésta conlleva todo un significado no feliz que arrastramos desde la Edad Media, donde el laico representaba al
hombre sin derechos, sin la posibilidad de acceder a otros niveles, por lo tanto no puede salir jamás de su
condición. Como contrapartida está el “clero” quien es el que piensa por la gente, decide por ella sin consultar y
es el dueño de toda verdad, y quien accede al conocimiento, por lo tanto es quien tiene el poder absoluto. Aquí
utilizaremos líder (sería bueno que se entienda “líder-siervo”), asumiendo que la palabra de por sí se ha hecho
parte de nuestro idioma (al idioma lo hace el pueblo) y lo utilizamos incluso en nuestras congregaciones. Lo que
corresponde aquí es simplemente reconocer que nos referimos al líder en nuestras congregaciones como: aquel
hermano/a que asume tareas de dirección, conducción y coordinación por su idoneidad y capacidad al presidir a
distintos hermanos y hermanas en una actividad o ministerio, y que esta tarea la desarrolla con la aprobación de
la iglesia. Los problemas comienzan cuando se desvirtúa la función. Lamentablemente debemos reconocer que la
competencia, el deseo de poder, la proyección de los fracasos que más de una vez se tren de fuera de la iglesia,
incluso procurar el reconocimiento público, etc.; lleva a muchos a generar diversos conflictos en las
congregaciones. En realidad todo se solucionaría si fuéramos capaces de asumir el espíritu de servicio que el
mismo Jesús demostró (Mt. 20:20-28) y además aceptar con humildad la capacidad real que como persona Dios
nos ha dado (Ro. 12:3). La propuesta es hacer un aporte con un material que nació hace unos años y se utilizó en
un encuentro de líderes de cuatro iglesias bautistas de Capital Federal, y que lo hemos revisado para compartirlo
y ayudar al diálogo fraternal que nos proponemos en la Asociación Bautista Argentina. Alberto Guerrero - 4 -
Estudio 1: FUNDAMENTOS BÍBLICOS ACERCA DE LOS LÍDERES Alberto Guerrero Una rápida lectura en las
Escrituras nos permite descubrir inmediatamente que muchos son los hombres y mujeres utilizados por Dios para
dar cumplimiento a sus propósitos en la historia. Dado que Él es el Señor de la historia y se revela dentro de ella,
siempre ha utilizado y utilizará a creyentes comprometidos. Nos interesa, pues, trabajar en la "función" que es
mostrada en las Escrituras o aparece de pronto en aquellos gigantes, hombres claves que, en mucho, lo que
hicieron fue respaldado por Dios y son una referencia riquísima para hoy. Tanto el A. T. como el N.T. nos dan
elementos muy aprovechables para los problemas de nuestra generación. Llama la atención que en la más de las
veces no conocemos los nombres de aquellos que trabajaron al lado de un Moisés o de los mismos apóstoles.
Hasta en algunos casos es posible conocer nombres, pero sin saber más detalles que los circunstanciales. Lo
realmente interesante es que se puede notar que hay un esfuerzo por la unidad entre los llamados al liderazgo en
el servicio a realizar, aunque esto no signifique uniformidad de criterios. La dependencia del Señor, y el deseo de
ser fieles a él es más fuerte que las diferencias. Esto último es lo realmente importante a tratar de lograr desde la
perspectiva bíblica. Que los pastores de hoy y los líderes logren una amalgama inspirada en el mismo Señor
entendiendo que deben desarrollar relaciones fraternales que integren el ministerio. I - EL LIDER EN EL A.T. A. Los
jueces de Moisés (Ex. 18:13-27) 1. La observación de Jetro (vv. 13-18) Cuando Jetro presenció la jornada de
Moisés, notó que todos los asuntos mayores pasaban por él (v.13). El diálogo (v.14-18) que se produce entre
ellos, lleva a Jetro a manifestar que concluiría en un total agotamiento, saturación, y que esto terminaría
afectando no sólo a su salud, sino también al pueblo (v.18). El …no la puedes desempeñar tú sólo… es una frase
que se proyecta hasta hoy. , Realizar la actividad 1 2. La recomendación de Jetro (vv. 19-23) Contiene los
siguientes pasos: a. Responsabilidad personal: 1) Deberá estar entre el pueblo y Dios (mediar). 2) Deberá enseñar
la ley (enseñar). 3) Explicitar el camino (orientar). 4) Señalar cómo deben andarlo (guiar). b. Responsabilidad
compartida: 1) Escoger con autoridad. 2) Que sean hombres con: -capaces (hábiles) -temerosos de Dios -amen la
verdad (de vida) -sin ganancias mal habidas (ganancias injustas) 3) Diversidad de capacidades: -1000/100/50/10.
4) Dedicación full time -(v.22) disponibles. 5) Capacidad para saber sus límites -traerán a ti , Realizar la actividad 2
3. Reflexionemos: a. Es importante escuchar a quien puede ser más objetivo que nosotros. b. Ser dóciles a los
sanos consejos. c. Dios no quiere líderes agotados, por eso recurre a equipos de líderes (pastores, ancianos,
diáconos, etc.) d. Hay márgenes de responsabilidad en la elección. e. Las capacidades tienen límites (unos sobre
1000, otros sobre 100, etc.) f. Tener claro hasta dónde dan nuestras fuerzas. B. Los 70 ancianos (Nm. 11:10-17 y
24-25) Nos encontramos ante una situación límite en la que el tiempo y la condición que demandaba este
peregrinaje, hacía sus efectos. Moisés siente esta situación como una carga personal. Las manifestaciones del
pueblo, se transforman en presiones, hacen su impacto emocional sobre este hombre de Dios, de tal manera que
desea morir (v.15). - 5 - Los jueces que habían sido nombrados en el Sinaí son incompatibles ante esta nueva
demanda. Por eso, ante la nueva dificultad Dios propone a Moisés utilizar los ancianos, quienes representaban la
autoridad y la experiencia, y que en la comunidad ya eran aceptados y respetados. 1. La soledad de Moisés
Moisés no puede sólo. Lo realmente interesante es que él lo reconoce, y también que esta situación le es un peso
más allá de sus fuerzas. 2. La responsabilidad de Moisés Es su total responsabilidad escoger a 70 ancianos que tú
sabes (es muy probable sean los mismos de Ex. 24), y éstos deben ser de los "principales" (que te conste que
dirigen y gobiernan al pueblo N.B.E.). , Realizar la actividad 3 3. El compartir de Moisés ...y compartiré con ellos el
Espíritu que está sobre ti… Esto se puede interpretar en dos sentidos: (1) que esta señal les daría participación en
la autoridad mosaica y llevarían la carga con él. (2) Adquirir de su carácter, visión, criterio, sentir, etc. 4.
Reflexionemos: a. Puede que nosotros no lo hayamos aceptado pero Dios sabe que solos no podemos. b. Hay un
margen importante de responsabilidad del pastor, respecto de quienes se eligen para el liderazgo. Por lo menos
no puede desentenderse totalmente y debiera dialogarlo en la congregación para que juntos armen el equipo. Sin
imponer, dialogar sobre las consecuencias de ser coherentes en la elección para no equivocarse. c. Es muy
importante que el pastor/es sepa compartir y transmitir a los líderes sus sueños y visiones. II - EL LÍDER EN EL N.T.
A. ¿Cómo planteó Jesús las "jerarquías" de servicio? Lo que nos dicen las listas de los evangelios: Mateo Marcos
Lucas Pedro Pedro Simón Andrés Jacobo Andrés Jacobo Juan Jacobo Juan Andrés Juan - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
- - - Felipe Felipe Felipe Bartolomé Bartolomé Bartolomé Tomás Mateo Mateo Mateo Tomás Tomás - - - - - - - - - - -
- - - - - - - - - - - - - Jacobo Jacobo Jacobo Tadeo Tadeo Tadeo Simón Simón Simón Judas Judas Judas Si aceptamos
que el evangelio de Marcos aparece unos 25 años después de la resurrección y posteriormente los otros tres,
estas listas son el fiel reflejo de cómo fueron aceptados estos roles en la iglesia primitiva. Obsérvese como
siempre aparece Pedro en primer lugar y en el último Judas. Esto fue una relación vincular generada por el Señor,
que evidencia la necesidad de conducción en unidad, y aceptando la diversidad. Los ejemplos como el del monte
de la transfiguración, y del Getsemaní son revelantes, donde escoge preferentemente a Pedro, Jacobo y Juan. B.
Reflexionemos a. Debemos ver aquí que parte del entrenamiento desarrollado por Jesús implicó que había
algunas pautas en las funciones que debían ser respetadas y que algún tipo de sujeción habría. El espíritu de
servicio que aparece en Mt. 20:20-28, es lo que establece el eje de las relaciones: el servicio. Finalmente fue
ejemplificado por Jesús en el lavamiento de los pies. Esto reflejaba el espíritu que debía prevalecer en el
ministerio a desarrollar, y no a competir por jerarquías eclesiásticas. b. Este entrenamiento pautó a la iglesia
primitiva, la que también estableció nuevos roles con viejos conceptos. , Realizar la actividad 4 C. ¿Cómo se
planteó en la Iglesia de Jerusalén? (Hechos 6:1-7) Nótese en el texto que no se habla de diáconos (servidor)
puesto que es un primer paso que la iglesia da en su desarrollo y conformación como comunidad, con el que
asistirán a las necesidades que le requieran. - 6 - 1. La situación Tenían un creciente número de creyentes que les
genera una diversidad de necesidades, y al parecer algunas viudas y sus hijos eran desatendidas. Esta situación
profundiza las diferencias y las consabidas murmuraciones. Debe considerarse que se encuentran presente por lo
menos dos grupos de distintas raíces étnicas. Hay pues que dar respuestas a una necesidad sentida. 2. El
liderazgo Estaba ejercido hasta aquí por los apóstoles quienes representan la autoridad pastoral. Pero la nueva
situación genera la necesidad de delegar y compartir el liderazgo a fin de suplir necesidades. Es muy evidente, por
los roles que más tarde asumirán estos diáconos, que existe complementación y sentido de equipo, y que no
están limitados a una función. Se observa en los casos de Esteban y Felipe que van más allá de lo que dice el texto
bíblico. 3. La elección (v.3) El desafío es dirigido a la misma congregación: escojan de entre ustedes. No es auto
designación, por lo tanto deben esmerarse en buscar entre ellos asumiendo la idoneidad y responsabilidad de
designar a quiénes les lideren. 4. Las características (v.3) a. Buena reputación: -de buena fama. -la coherencia
entre lo que dice y lo que hace. -debe ser una vida consecuente. b. Llenos del E.S.: -no es una jerga religiosa
moderna. -es una persona bajo el señorío de Cristo, y lo transmite. -su voluntad está sujeta y obediente al Señor.
c. Llenos de sabiduría: -capacidad de discernir criteriosamente. -saber opinar y actuar. -sabiduría que viene de
arriba. La relevancia de estas características que se buscan en los hombres señalados jerarquiza el concepto de
líder, y nos presenta un desafío del nivel de excelencia a alcanzar. , Realizar la actividad 5 5. Reflexionemos: a.
Nuevas situaciones generan nuevos liderazgos. b. Liderazgos complementados, compartidos y no competitivos. c.
A su vez, los liderazgos deben renovarse. d. Dios ha de proveerse de líderes, buscándolos entre su pueblo. D.
¿Cómo se planteó en la Iglesia de Antioquia? Tengamos en cuenta que hasta la muerte de Esteban los creyentes
no habían salido aún de Jerusalén, y que aquello de: en Jerusalén, como en todo Judea y Samaria y hasta los
confines de la tierra, todavía estaba en proceso. No es difícil asociar que uno de los impedimentos para el
cumplimiento de esta misión fue justamente que estuvieran en relativa calma en aquella ciudad a la espera de un
pronto regreso del Señor. 1. Secuencia Hch.8:1, señala que a la muerte de Esteban se produce una persecución y
dispersión de los creyentes. Hch. 8:4, los esparcidos van anunciando el evangelio. Hch. 11:19, llegan hasta Fenicia,
Chipre y Antioquia pero sólo hablando a judíos. Hch. 11:20, algunos se deciden a hablar a judíos griegos. Hch.
11:21 Un gran número creyó y se convirtió al Señor. Hch. 11:25, se suman Bernabé, Pablo y Marcos. 2. El
liderazgo que surge en Antioquia (Hch. 13:1-3) Al liderazgo se le clasifica por sus funciones o roles. Se les define
como profetas y maestros; expresión similar a la de pastores y maestros (Ef. 4:11), figuras claves de la comunidad
antioquena. Hasta aquí podemos verles y considerarles como líderes, de entre quienes más tarde el Señor
seleccionará a dos para una misión particular. Se puede observar un liderazgo compartido en un mismo espíritu, a
pesar de ser muy heterogéneo. a. Bernabé: -Un levita oriundo de Chipre, llamado apóstol por Pablo y Lucas (Hch.
14:14). Fue quien convenció a los apóstoles de la conversión de Pablo (Hch. 9:27). - 7 - -Las muchas referencias a
su persona, le presentan como alguien comprensivo y sincero. b. Simón Níger: Latín = negro c. Lucio de Cirene:
Proveniente del norte de Africa (Libia). d. Manaén: Se dice que se crió junto (hermano de leche H.A) a Herodes
Antipas. e. Pablo: Se obvian comentarios. 3. Reflexionemos: a. Lo heterogéneo del liderazgo para el Señor no es
preocupación, al contrario, no significa una limitación sino la diversidad natural. b. No sabemos dónde puede
llegar un líder en el servicio a Dios. c. El E.S. está dispuesto a hacer cosas sorprendentes donde haya un espíritu
como el de Antioquia. d. Al regreso, todo es gozo, sin celos o envidias. Lo importante era que Dios había abierto la
puerta a los gentiles (Hch.14:24-28). E. ¿Cómo se planteó en el Concilio de Jerusalén? (Hch. 15:1-34). No
queremos detenernos en las razones ni en las resoluciones del Concilio frente al problema hermenéutico. Sí
queremos observar los roles que se desempeñan. Observaciones del relato: 1. Pablo y Bernabé son comisionados
por la iglesia de Antioquia para consultar un problema doctrinal (v.2). 2. Son recibidos por los apóstoles
reconocidos y los ancianos (v. 4 y 6). 3. En el v.22 encontramos una consulta generalizada entre los apóstoles, los
ancianos y la iglesia. Finalmente se decide nombrar a Barsabas y a Silas para acompañar a Pablo y Bernabé para
confirmación de lo resuelto. 4. Pero notemos que se les llama principales entre los hermanos. 5. La palabra
[hJgevomai] utilizada aquí, es la misma que se emplea en: -He. 13:7 Acuérdense de sus dirigentes (presidentes,
conductores) -He. 13:17 Obedezcan a sus dirigentes (idem) -He. 13:24 Saluden a todos sus dirigentes (idem). 6.
Reflexionemos: a. En el desenvolvimiento de la iglesia ya tenemos: apóstoles, ancianos y principales entre los
hermanos. b. Los líderes también son utilizados para afirmar la veracidad de la Palabra. c. Cuando participan del
concilio los apóstoles, los ancianos y los "principales", y aun los hermanos, no se observa predominio de ninguna
de las partes. F. ¿Cómo lo planteó Pablo? Nos referimos a dos ocasiones en que Pablo menciona listas de dones,
considera que el "dirigir" es también parte de los ministerios. 1. Ro. 12:8 [proi>stavmeno~] ser jefe, tener
autoridad sobre, dirigir. Pablo viene hablando de dones proyectados a un ministerio dentro del cuerpo. Lo
notable es que considere que esta función sea un don. 2. 1 Co. 12:28 [kubevrnhsi~] capacidad de administrar,
dirigir, "piloto del barco". Como proviene de Pablo, no hay mucha diferencia con el concepto anterior. Pero
nótese que aquí lo entremezcla con las funciones de los apóstoles, profetas y maestros, para luego preguntar si
todos deben tener estos dones. Evidentemente pensamos que no. G. Reflexionemos: a. Debe existir el don de
líder. También capacitarlo. b. Es para beneficio del "cuerpo", y no para adular el ego. c. Si es para la iglesia, debe
ser desarrollado en armonía dentro de ella. H. ¿Cómo se planteó la elección de los ancianos.? 1. Elegidos, sin
saber por quién o quiénes (¿?). Hch. 11:30 -Los ancianos que estaban en Jerusalén. Hch. 15:6 -Idem en el Concilio.
Hch. 16:4 -Referencia a los ancianos en Jerusalén. Hch. 21:18 -Jacobo y los ancianos atienden a Pablo. Sgo. 5:14 -
Se les llama a orar. 1 P. 5:1 -Que apacienten... 1 P. 5:5 -Los jóvenes se les sujeten... 2. Elegidos por los apóstoles o
a quien lo deleguen. Hch. 14:23 -Es el único "nombramiento" que hacen Pablo y Bernabé al fundar estas primeras
iglesias. Hch. 20:17 -Pablo llama a los ancianos que había nombrado en Efeso. 1 Ti. 5:17 y 19 -Recomendaciones
para cuando le toque administrar cualquier situación compleja de un anciano. - 8 - Ti. 1:5 -Que establezcan
ancianos... 3. Reflexionemos: a. Siempre aparece el término plural (ancianos) b. En Jerusalén se dio un grupo de
ancianos alrededor de los apóstoles, presidiendo y asumiendo responsabilidades en la iglesia. c. Cuando Pablo y
Bernabé nombran ancianos (Hch. 14:23) es para asegurar una continuidad de la tarea realizada. d. Pareciera que
ante la imposibilidad de estar presente un apóstol en la congregación la solución inmediata es nombrar
"ancianos". e. Esta autoridad para nombrar, es delegada en Tito (1:5). I. ¿Cómo se planteó la elección de los
diáconos? 1. Significado del término La etimología de la palabra se refiere a: servicio, ministerio, contribución,
ayuda, cuidado, etc. 2. Oficio Debemos reconocer que es muy poco lo que dice el N.T. sobre este oficio, y nada
sobre la elección, excepto la sugerencia de Hch. 6. Donde es fuerte la referencia es en 1 Ti. 3:8-13 acerca de las
virtudes que deben ser observadas y requeridas por Timoteo, cuando se elijan en la iglesia a los diáconos. 3.
Reflexionemos: a. El oficio diaconal es un desafío para el líder. b. La forma de elección no puede definirse por el
N.T. c. Las virtudes demandadas son válidas hoy. , Realizar la actividad 6 III - EL LIDER: PELIGROS Nos limitaremos
a señalar algunas situaciones o advertencias bíblicas sobre nuestro tema: A. La realidad y los líderes equivocados
1. Pablo La certeza (después modificada) que Pablo tenía antes de su conversión, de que estaba haciendo un
servicio a Dios (Hch. 9:1-2 y Fil. 3:6), y que más tarde reconocería que esta pasión tenía que ver con esfuerzos
humanos (Fil. 3:4-6). 2. Pedro En circunstancias en que Pablo le acusa de hipócrita (Gá. 2:11-13), en razón de no
entrar en casa de los gentiles de Antioquia y comer con ellos cuando venían los hermanos de Jerusalén. 3. Demas
Es mencionado como un colaborador directo de Pablo (Filemón 24), pero en su última carta el apóstol ruega al
joven Timoteo que se apure a volver pues Demas por amor a este mundo, me ha abandonado y se ha ido... (2 Ti.
4:10). 4. Diótrefes (3 Jn.9-10) Personaje sumamente conocido y mencionado. Es un ambicioso de primeros
lugares; no admite opiniones o consejos; parlotea utilizando un vocabulario no muy digno y agresivo. Es un
hombre aislado, y que termina alejando a todo aquel que perturbe sus planes. B. Los peligros que pueden
preverse 1. Pablo advierte que siempre habrá doctrinas falsas y hombres con estratagemas (Ef. 4:14), o quienes
quieren presentar un evangelio diferente (Gá. 1:6-10). 2. La otra exhortación, por el peligro que Pablo ve (Fil.
3:16), se dirige a que se debe seguir tener este modo de pensar [pensar de la misma manera y sentir lo mismo
(V.P.)]. 3. Reflexionemos: a. Las certezas deben estar acompañadas de inspiración divina. b. El líder deberá estar
en armonía con la Palabra. c. Todo líder debe evaluar el costo de la tarea. d. Una manera de conocer la salud del
líder es observar cómo se relaciona con otros líderes. e. Debemos tomar conciencia que siempre habrá
confundidos. f. La importancia de hacer esfuerzos para vivir "un mismo sentir". - 9 - IV - REFLEXIONES FINALES 1.
El estudio nos plantea y afirma la existencia de líderes que son llamados: -Jueces (A.T.) -Ancianos (A.T y N.T) -
Diáconos (N.T.) 2. En todos los casos van surgiendo espontáneamente, en respuesta a situaciones dadas. 3. El
mecanismo seguido en Hch. 6, pareciera el más saludable para la elección del líder. 4. Podemos afirmar que las
Escrituras no contemplan para la designación: -Tiempo, antigüedad. -Función jerárquica. -Apellidos. -Solvencia
económica. 5. La iglesia debiera buscar algún mecanismo para escuchar la opinión del pastor sobre estas
funciones. 6. El pastor debe asumir la responsabilidad de descubrir y formar líderes. 7. El rol del líder deberá estar
en permanente revisión y adecuación. 8. Que tanto pastores como líderes, deben trabajar como para el Señor. 9.
En mucho, el espíritu de comunión y la fraternidad de la congregación estará directamente relacionada con la
comunión entre el pastor y los líderes. 10. Más allá de cualquier interpretación que hagamos, la función de los
líderes debe ser inspirada en el Señor, y la relación entre los líderes, y entre éstos y el pastor deberá ser en
unidad de espíritu, en medio de la diversidad, y sin celos ni competencias. , Realizar la actividad 7 ACTIVIDADES
PARA EL ESTUDIO 1 Actividad 1 a. Escriba una página con su apreciación personal acerca de la tarea del pastor. b.
Reflexione y escriba sobre los siguientes temas: -Las limitaciones que se pueden producir cuando el pastor no
delega tareas. -Los riesgos que genera cuando el pastor delega tareas Actividad 2 Busque en tres versiones: Reina
Valera ’60[RV60], Versión Actual [VA] y Nueva Versión Internacional [NVI], el texto de Éx. 18:21 y coloque en
columnas las palabras que se utilizan para elegir hombres con: RV60 VA NVI -Virtud - - -Temerosos de Dios - - -
Verdad - - Sin avaricia - - Luego encierre con un círculo los términos que a su criterio son los más importantes
para elegir un líder. Actividad 3 ¿Cuál es su opinión sobre la expresión del espíritu que está en ti? Escriba un
párrafo sobre lo que usted interprete, luego busque en otras versiones o en comentarios bíblicos, etc. Si
encuentra algo nuevo sobre el tema, escríbalo. * Trate de incluir su apreciación práctica pensando en que
significado tendría hoy. Actividad 4 ¿Cree usted que hoy se puede congeniar una pirámide de “jerarquías” sin que
haya competencia, y que tienda a la complementariedad? * Fundamente su SI o su NO y explique qué pasos
daría. Actividad 5 Complete la lista paralela a la colocada abajo, pero con palabras actuales: RV60______ Sus
palabras________ Buen testimonio - Llenos del E.S. - Llenos de sabiduría - Actividad 6 a. Leyendo el texto de 1 Ti.
3:8-13, haga una lista de las características que se mencionan del diácono. Haga una lista de tal manera que, a
semejanza de la actividad anterior, pueda hacer una lista con sus palabras. Tenga en cuenta al hacerlo colocarlos
según su criterio: b. Luego piense en una o varias congregaciones que conoce y responda: -¿A qué peligros está
comúnmente expuesto el diácono? -¿Qué sugerencias daría para evitar algunos problemas del diaconado? -¿Qué
sugerencias daría para resolver algunos problemas del diaconado - 10 - Estudio 2: LA PERSONALIDAD DE LOS
LIDERES Daniel Tinao Su propia personalidad es la herramienta de trabajo del obrero cristiano. El debe articular
su fe en una personalidad que ofrezca las características de madurez, de equilibrio y de virtud que hagan que
muchos deseen a Jesucristo. Más todavía si esta persona cumple funciones de liderazgo que le obligan a estar en
continua relación interpersonal, planificar, tener visión y ser feliz en comunicar todas estas cosas. Madurez de
personalidad con todo lo que esto conlleva es lo que consideramos básico para el líder cristiano. Prácticamente
esto implica por lo menos las siguientes cinco características: I - AUTENTICA IDENTIDAD La pregunta que todos
nos hicimos alguna vez es: ¿Quién soy yo? Cada uno de nosotros nos encontramos a nosotros mismos viviendo,
nos descubrimos en situación. Una vida y una situación que no hemos buscado, pero aquí estamos y entonces
viene la difícil tarea de interpretar la vida, de entender el mundo, encontrar nuestro verdadero ser. ¿Quién soy
yo? ¿Qué estoy haciendo aquí? ¿De dónde vengo? ¿Adónde voy? ¿Qué es el mundo? ¿Qué son los valores?
¿Cómo justificar la vida y encontrarle sentido? Realmente, si Dios no hubiera venido en nuestro auxilio, todo esto
sería un arranque indescifrable y lo sigue siendo para quién no tiene fe. Pero el que conoce a Dios a través de
Jesucristo, el que puede creer en él se conoce a sí mismo. Cristo le muestra la dimensión de su verdadera
identidad, conocer a Dios es conocer que yo soy criatura; por lo tanto, es aceptar su autoridad. Ya no tengo
necesidad de ser yo dios, viviendo constantemente la desazón de no poder serlo. Cristo es el que tiene la
autoridad (Mt. 28:18), el que conoce el verdadero ser (Jn. 14:9), el que sabe quién soy yo (1 Co. 13:12). Nosotros
somos proyecto o sombras hasta que conocemos a Cristo; sólo él puede devolvernos nuestra identidad. II -
VERDADERA SABIDURIA Otra característica de la madurez es la capacidad para hacer juicios correctos y
ordenados. Nadie duda de la incorrección de muchos juicios que se hacen en el mundo y de la subversión
valorativa que nos rodea: la incapacidad para distinguir entre el bien y el mal. En He. 5:14 leemos: el alimento
sólido es para los adultos, para los que tienen la capacidad de distinguir entre lo bueno y lo malo pues han
ejercitado su facultad de percepción espiritual. Aquí se dice sencillamente que los maduros son los que pueden
discernir entre lo bueno y lo malo. El apóstol Pablo agrega en Fil. 1:9 que tienen el conocimiento verdadero de las
cosas. Refiriéndose a esta comprensión correcta, A. Catalán escribe estas palabras: "El mundo pone en primer
lugar las cosas naturales, en segundo lugar a sus semejantes y en tercer lugar a Dios. Pero el cristiano maduro
pone en primer lugar a Dios, en segundo lugar los seres humanos incluyéndose a sí mismo, y en tercer lugar, las
cosas materiales." El apóstol Pablo exhortando a los corintios les dice: Hermanos, no sean niños en su modo de
pensar. Sean niños en cuanto a la malicia, pero adultos en su modo de pensar (1 Co. 14:20). Aquí también la
verdadera sabiduría está en los arcanos de Dios y sólo se alcanza por medio de Jesucristo. Entonces les abrió el
entendimiento para que comprendieran las Escrituras. Esto es lo que está escrito –Les explicó– que el Cristo
padecerá y resucitará al tercer día… (Lc. 24:45-46). En conocer las Escrituras está la verdadera sabiduría y en
permanecer en ellas el verdadero discipulado (Jn. 8:31). III - EQUILIBRIO EMOCIONAL En la pirámide de la
personalidad tenemos instintos, emociones, afectos, sentimientos y pasiones, pero como corona Dios ha
colocado la razón. De aquí proviene la capacidad para evaluar, condenar, establecer jerarquías y pautas de
conducta. En términos generales decimos que una persona está madura cuando la razón ha encausado su vida y
puesto orden sobre lo instintivo-emocional. Inmaduro es todo aquel que no lleva la rienda de su propia vida
interior, que queda fácilmente a merced de todos sus impulsos desordenados y contradictorios. Más que
conducir su propia vida, es llevado. Madurez es armonía, belleza, dominio propio. Personalidad en la cual los
elementos negativos que conducen a la destrucción han sido vencidos. Pero aquí también, sólo cuando Cristo nos
recrea espiritualmente, esto se hace posible. Porque de lo que se trata no es de evitar los pecados groseros por
medio de una represión constante, sino desarrollar nuevas actitudes y centros de interés, que canalicen
correctamente toda nuestra energía interior. Sólo cuando el Espíritu Santo obra en nosotros llega a ser posible un
cambio - 11 - estructural que se manifiesta en un carácter afable, lleno de bondad y mansedumbre. Recién
entonces la paz y el gozo llegan a ser verdaderos y la posibilidad de sobrellevar injusticias, negaciones y
sufrimientos, una realidad (leer Gá. 5, Col. 3 y 1 Ts. 4). IV - CAPACIDAD PARA AMAR La capacidad para amar en
forma altruista y desinteresada se asocia en las Escrituras con la medida de madurez o perfección en Cristo. En 1
Co. 13, el apóstol Pablo presenta el amor como la síntesis de la madurez y lo opone a las cosas que son de un
niño. Por fin, termina diciendo al recordar su propia experiencia: Cuando yo era niño, hablaba como niño,
pensaba como niño (1 Co. 13:11). En otra oportunidad tiene que advertir: Hermanos, no pude dirigirme a
ustedes… sino como a inmaduros… (1 Co. 3:1). Pero aquí también el amor desinteresado y altruista del hombre es
sólo posible como respuesta al amor de Dios. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a
Dios, sino que él nos amó… (1 Jn. 4:10). El amor verdadero se enciende en nosotros cuando conocemos a Dios.
Amamos a los hombres, porque Dios nos amó a nosotros; recién entonces nuestro amor puede ser incondicional,
dejar de ser un amor de trueque. Amamos a los hombres como respuesta al amor de Dios manifestado en Cristo.
Podemos amar entonces a todos los hombres, aun a nuestros enemigos, sentir interés y compasión aun por
aquellos que no conocemos. Debemos entender que servimos a Dios amándonos los unos a los otros. El amor
hace visible la comunidad redentora que es la iglesia. En Juan 17, Jesucristo ora a su Padre por nuestra unidad en
el amor y dice que esto será la señal de que somos suyos y la condición para que el mundo crea. Nuestro defecto
como creyentes y como Iglesia es que hemos hablado mucho y hemos amado poco. Dios nos llama en este
tiempo a amar de veras: El amor debe ser sincero. (Ro. 12:9). De este modo todos sabrán que son mis discípulos,
si se aman los unos a los otros (Jn. 13:35). Más aún, el Señor nos dice que estar en Él es estar en amor,
permanecer en Dios y Dios en él (1 Jn. 4:16). El amor a todos los hombres debe ser la respuesta del creyente por
el amor insondable de Dios que él ha recibido a través de Cristo. No amamos a los hombres por lo que ellos son o
nos han hecho, sino por lo que Jesucristo es y nos ha hecho. Queridos hermanos, amémonos los unos a los otros,
porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de él y lo conoce. El que no ama no conoce a Dios,
porque Dios es amor (1 Jn. 4:7-8). V - PODER PARA DARSE Hay un poder en la vida del creyente maduro que le
permite marchar hacia adelante, aun en las situaciones más adversas. Hay una dinámica en la madurez cristiana,
un marchar hacia la meta con paso firme y seguro, en contraste con aquellos que son …zarandeados por las olas y
llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza y por la astucia y los artificios de quienes emplean
artimañas engañosas (Ef. 4:14). Comentando Filipenses 3 y el testimonio de Pablo, cuando dice allí sigo
avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús
(Fi. 3:13-14), el Dr. Weber escribe: "No hay nada estático en la verdadera madurez. Seguir a Cristo, ver primero el
reino de Dios, no sólo para recibir a Jesucristo como Señor y Salvador, sino también para vivir con él, son todos
elementos vitales de verdadera madurez; significa que nuestra vida es como una carrera". Seguir a Jesucristo con
madurez y dar la vida es una misma cosa. Aquí tenemos el secreto último de la vida cristiana; la vida se gana
cuando se entrega, cuando se da sin especulaciones ni retaceos. Nadie puede perder nada luego que ha
entregado la vida, todo lo que viene después es ganancia, riqueza, gloria en Cristo Jesús. Sólo cuando alcanzamos
esta dimensión podemos controlar las situaciones y evitar frustración. Jesucristo dijo: Si alguien quiere ser mi
discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día, y me siga (Lc. 9:23). Hay dos posibilidades para el líder
cristiano: (1) cumplir el liderazgo como medio de participación personal y (2) como medio para bendecir a otros y
alcanzar los propósitos de Dios. A veces el inconciente traiciona y en el fondo no queremos servir sino tener
autoridad o figuración. Finalmente el líder cristiano debe guardar permanentemente la armonía, el balance y, si
queremos llamarlo así, el pluralismo en su propia vida. ¿Qué quiere decir esto? Sencillamente que hay que cuidar
mucho la salud física y emocional, que hay que guardar el balance de los roles que uno debe cumplir como
esposo, padre, estudiante, profesional, empleado, amigo, pariente, etc. El liderazgo siempre expone e
inadvertidamente podemos desarrollar una neurosis o desequilibrio emocional, ruptura de la personalidad o
también una obsesión que sería una ruptura en el pluralismo de roles y la capacidad para cumplir sabiamente
cada uno de ellos. - 12 - ACTIVIDADES PARA EL ESTUDIO 2 Actividad 1 Después de haber leído cuidadosamente le
tema que desarrolla el Dr. Tinao: a. Busque en un diccionario o enciclopedia el significado de “dominio propio”. b.
¿Cómo líder, considera importante tener domino propio? ¿Por qué? Fundaméntelo. Actividad 2 a. ¿Qué ítems
tendría en cuenta para aconsejar a alguien que le confiesa no tener equilibrio emocional? Actividad 3 Escriba en
hoja aparte, la diferencia que observa entre la expresión del Dr. Tinao “evitar los pecados groseros por medio de
una represión constante” (pág. 8), y el concepto de “dominio propio”. Actividad 4 Busque en un diccionario las
palabras disciplina y rutina y escriba con sus palabras la diferencia entre ellas: Actividad 5 Piense y escriba con
absoluta objetividad: a. ¿Cómo se siente en su congregación cuando se decide algo con lo que usted no está de
acuerdo y es parte de la minoría? b. ¿Cómo le gustaría que lo trataran a usted? c. Invirtiendo los roles: ¿Cómo
trata usted a los que piensan distinto, siendo usted parte de la mayoría? d. ¿Cómo sumarse a la mayoría en señal
de apoyo a la unidad de la iglesia? - 13 - Estudio 3: MODELOS DE LIDERES Alberto Gandini La conducción es el
elemento clave para el crecimiento, ya sea de la iglesia, un pueblo o una empresa. Su desarrollo, crecimiento o
paralización dependerán de la dirección. Se escucha decir que entre el pueblo cristiano no hay "líderes". Veremos
luego que tal afirmación no es cierta, pues el liderazgo existe siempre en la comunidad. En todo caso lo que no se
da, es el tipo de conducción que esperamos. Lo que sí es necesario asumir es la falta de dirigentes, pastores,
ancianos, diáconos, líderes en general con una clara perspectiva de liderazgo dinámico en el servicio del reino de
Dios. Al plantearnos un estudio de los modelos, queremos dejar de pensar en el líder como individuo sin
contexto, sino interpretarlo en la realidad de su función: como conductor de un grupo. Luego afirmamos que no
hay liderazgo sin grupo, ni grupo sin liderazgo. De manera que un enfoque del estudio acerca del liderazgo
comprende no sólo al líder, sino al grupo o iglesia en el que se desarrolla y un contexto determinado. Por
ejemplo: una iglesia de 50 miembros, o de 500, de un pueblo o de capital; una obra nueva o una congregación de
70 años, etc. Una clara comprensión de la conducción utiliza el término liderazgo incorporando al grupo y la
situación. Se trata de un término activo, integrador de la unidad grupo-situación-liderazgo. Entonces podemos
cuestionarnos: ¿cuáles son los modelos que tenemos en nuestro medio? ¿por qué los eligen las iglesias? ¿hacia
dónde las conducen estos modelos de liderazgo? y ¿qué modelos necesitamos en nuestras congregaciones? I -
PERFILES DE LIDERAZGOS Todo grupo desarrolla sus propios liderazgos, pero en nuestra obra es aún más
compleja la creación de éstos, porque intervienen centros de formación de liderazgos que no siempre responden
a las demandas de los grupos locales (seminarios, centros, institutos). Cuando los estudiantes regresan a laborar
en las iglesias donde no siempre son permitidos otros modelos de liderazgo, se producen choques y presiones
para la adaptación a los modelos del grupo. Los liderazgos existentes en las comunidades cristianas son el
resultado de la formación psicosocial de la cultura argentina y que se adaptan a las subculturas grupales (iglesias
de misiones foráneas, miembros de clase media conservadora, vida hiperactiva en la capital, etc.). Dentro de este
contexto los líderes existentes podemos clasificarlos en A. El liderazgo autoritario Se trata de una conducción de
una fuerte personalidad narcisística, rígida y estructurada, generalmente con ciertos dones carismáticos que lo
destacan. Utilizan su autoridad muchas veces bajo el nombre del Señor. Dice el Dr. León que se refieren a los
demás diciendo: "El Señor me ha revelado, me ha dicho, etc., cuando realmente están expresando su propia
ambición de autoridad, mando y reconocimiento por parte de los demás". Su perfil de conducción lo podemos
describir como el de una persona que tiene autoridad y la hace sentir: todos saben que es él quien manda. Al
tratar los temas es fuertemente directivo, resolviendo solo, indicando qué debe hacerse a medida que las
necesidades lo requieren. El establece los objetivos y metas de la congregación, siendo muy estricto al aplicar el
reglamento y las sanciones disciplinarias, buscando intimidar y no educar. Al trabajar con cada hermano no
enseña al grupo cómo conducirlo, tampoco posibilita el desarrollo de las personas. Al no proveer un ámbito de
libertad ni de iniciativa propia, todos dependen de él y todo permanece bajo su control. La estructura de
comunicación del liderazgo autocrático, se presenta centralizada en el líder, estableciendo así poca satisfacción
de los miembros. Normalmente se observa que la tarea disminuye y los conflictos aumentan en ausencia del
líder, pues el grupo no sabe funcionar si no recibe órdenes. Un liderazgo de este tipo con el tiempo causa daños
tremendos a la congregación, ya que generalmente permanece muchos años en la iglesia al no tener oposición,
más al irse, se aflojan las válvulas de control y se manifiestan conductas explosivas en la comunidad. B. El
liderazgo paternalista Se trata de una personalidad de gran influencia, es cuidadoso, protector, y salvador; y bajo
ciertas circunstancias llega a ser nutritivo. Abre espacios para reconocer al otro, pero la decisión final siempre es
suya. Aparece controlado por el sentimiento de poder, pero en menor intensidad que el autoritario, ya que es
conciente que a él se le ha confiado la autoridad. El perfil de este liderazgo lo presenta como estableciendo los
roles paterno-filial. La autoridad que posee evita ejercerla salvo en casos extremos, prefiere hablar e imponer la
disciplina por las buenas, sin sancionar a la persona, pero intimidando para que no vuelva a cometer el error. En
general habla mucho y trabaja con cada uno de los miembros de la iglesia en forma personal. Ante la toma de
decisiones reúne a las personas y les permite expresarse libremente; pareciera que es el grupo quien decide, pero
lo que en realidad hace, es interpretar el deseo del líder. Lo mismo ocurre cuando se - 14 - elaboran planes y
objetivos para la iglesia, el líder ya lo ha tratado con miembros claves de la congregación, por lo que en la
asamblea parecieran ser discutidos por la comunidad, cuando en realidad son traídos desde la conducción.
También es un modelo de conducción que establece dependencia eclesiológica y teológica de la membresía; los
miembros de la comunidad no pueden vivir la vida en Cristo sin él. Es menos paralizante que el liderazgo
autoritario, pero no logra desarrollar a la comunidad hacia la adultez. Resulta un tipo de liderazgo eficaz en
iglesias en períodos de transición, ya sea luego del inicio de una obra, con personas nuevas en la fe; cuando un
grupo cristiano ha pasado anteriormente por un liderazgo autoritario, o en el caso de una congregación dividida,
con varios grupos en oposición entre sí. Es útil siempre que el objetivo final apunte hacia la madurez democrática
de la comunidad. C. El liderazgo democrático El perfil del liderazgo democrático nos presenta una conducción
responsable, que comparte las tareas con el grupo en el que todos tienen en su nivel la responsabilidad de la
misión de la iglesia, es decir, asume su responsabilidad y crea responsabilidad. El líder presenta una personalidad
madura, equilibrada, con un profundo contacto con su congregación y la realidad cultural. Se trata de una
persona que aprovecha las experiencias de vida como una oportunidad de aprendizaje y desarrollo. Él enseña,
forma y ayuda a que la comunidad tome sus propias decisiones; equivale al pastor-maestro de Ef. 4:11. Utiliza el
sentimiento de poder para alcanzar objetivos y metas acordados comunitariamente. Las decisiones de la iglesia
se comparten de común acuerdo, se trazan objetivos, se corrigen, se critican, se modifican. La participación
congregacional es alta y estimula al grupo al desarrollo, aprendizaje y crecimiento. El liderazgo aplica la disciplina
en forma correctiva, para restaurar y formar a los miembros. Una de las características básicas es que hay
capacidad de escuchar, lectura de los reales problemas y satisfacción de las verdaderas necesidades. Hay
aceptación de la crítica positiva y desarrollo de la autocrítica. La comunicación es amplia entre cada miembro del
grupo y con los líderes. En una comunidad con este liderazgo las relaciones entre los miembros son de carácter
personal, fomentándose el compañerismo y la amistad. Los miembros manifiestan y desarrollan sus intereses
personales y al mismo tiempo trabajan los de la congregación, solicitándose mutuamente la colaboración y el
apoyo. Hay menor nivel de agresión entre los miembros y la estabilidad en las tareas es más lograda que en los
otros liderazgos. Es el liderazgo modelo al que aspirará todo pastor pero requiere más condiciones para su
realización, a saber: a. Por parte de los pastores: personalidades maduras y consagradas al Señor. b. Por parte de
la congregación: gran contacto con la realidad y la misión de la iglesia y un deseo de capacitación y aprendizaje
para alcanzar un crecimiento real y continuado en todas las áreas. c. Su aplicación lleva todo un proceso previo
con otros modelos de liderazgo para poder lograr este funcionamiento. D. El liderazgo pasivo Se trata de la
conducción que carece de capacidad para influenciar en los demás. Su personalidad es débil e insegura. Su perfil
de liderazgo se caracteriza por la carencia de autoridad, aunque en determinadas circunstancias ejerza algo de la
misma, pero sólo por delegación de su tarea pastoral. Le da a la congregación libertad para hacer lo que desea,
participa pero no decide, acepta la opinión de la mayoría o la imposición del poder de ciertas personas. Sabe
poco y hace poco, mas trata de ayudar en los casos en que se lo solicitan. Actúa amistosamente para con todos,
tratando de congraciarse, pero se abstiene de valorar en ningún sentido. Como no sabe conducir, recarga las
tareas de los que en realidad están trabajando. Se destaca porque deja hacer al que sabe y al que no sabe
también. En la congregación no hay objetivos a partir de una situación, se copian planes anteriores, las
responsabilidades de los fracasos las llevan los miembros. No sabe atender a las demandas de la congregación,
tampoco sabe hacerse escuchar. Al no saber conducir favorece el surgimiento de conflictos entre los hermanos y
a los que se logra disciplinar se los hace indiscriminadamente, para escarmentar al grupo. Una congregación con
este tipo de liderazgo se caracteriza por su falta de motivación para la misión, carece de vitalidad, hay conflictos y
abandono de la comunidad por parte de los que tienen necesidad de crecer. - 15 - CUADRO COMPARATIVO
[Resumen de Gandini] AUTORITARIO PATERNALISTA DEMOCRATICO PASIVO AUTORIDAD Tiene autoridad y la
ejerce. Tiene autoridad y evita su ejercicio. Tiene responsabilidad, pero crea No tiene autoridad, la ejerce por
delegación. responsabilidad. DECISIÓN Decide solo. Aparentemente el grupo decide, Ayuda al grupo a superar la
angustia No decide, pero acepta la imposición de los en realidad interpretan su voluntad. de la toma de
decisiones. que dominan. SABER Sabe y lo asume de hecho. Sabe y enseña sin deslindar autoridad. Estimula el
aprendizaje. No sabe, no hace, permite que haga el que sabe. RESPONSABILIDAD Tiene responsabilidad y la
asume Tiene responsabilidad y la asume Tiene responsabilidad, la asume y Hace responsables a los miembros de
los solo. defendiendo a sus miembros. enseña a asumirla. desacuerdos. OBJETIVOS Y METAS Fija solo los
objetivos y elabora Los objetivos y planes aparentan Establece objetivos claros, y No hay objetivos y si son
necesarios los copia los planes. ser elaborados por la congregación. ayuda a elaborar metas. de otros planes.
RELACIONES Siempre se hace escuchar Hace hablar y da la última palabra Sabe escuchar No puede escuchar,
tampoco puede hacerse oír, es confuso. REGLAMENTO Aplica el reglamento. Aplica el reglamento por las buenas.
Utiliza técnicas de dinámica grupal. El reglamento manda. DISCIPLINA Impone la disciplina. La impone por las
buenas. Estimula a postergar la satisfacción Fomenta la indisciplina. Inmediata para alcanzar objetivos. SANCIÓN
Sanciona intimidando. No sanciona pero intimida. Tranquiliza, estimula y orienta. Castiga a los buenos para
escarmentar a los malos. TRABAJO Con cada miembro en particular. Con cada uno en el grupo. Con todo el grupo.
No trabaja, recargando la tarea de los que están trabajando. CALIFICACIÓN Lo hace solo. Lo hace solo pero
dadivosamente. Evalúa con el grupo. No puede evaluar, necesita la obsecuencia. II - EL LIDERAZGO DIRECTIVO A.
El liderazgo en el centro Si el liderazgo constituye el punto central de la organización del grupo, hemos de tomar
conciencia que por nuestras propias características latinoamericana, el liderazgo que la iglesia necesita no es
exactamente el perfil democrático, pues la realidad nos demuestra que no estamos en condiciones de poder
asumirlo; de allí que proponemos la necesidad de desarrollar liderazgos directivos. Con el término directivo,
pensamos en liderazgos con conducción del grupo hacia objetivos establecidos por consenso, pero al mismo
tiempo una fuerte iniciativa hacia la acción a fin de motivar desde el liderazgo a que la congregación alcance las
metas juntamente planeadas. Al hablar de liderazgo directivo lo definimos desde cinco aspectos que lo integran:
a. La reflexión b. La conducción c. La enseñanza - 16 - d. La acción impulsada por los dones carismáticos que el
Espíritu ha de dotar a sus ministros. e. La acción y el desarrollo hacia objetivos comunes, sin recurrir al
autoritarismo. B. El modelo paulino nos permite descubrir este perfil (1 Co. 4:16-21): 1. El liderazgo directivo no
es individual, sino una tarea de equipo (v. 16). Pablo se rodea de un grupo de seguidores que le aman y
comparten sus ideas. Respondiendo a la demanda del N. T. donde la palabra líder o pastor (kibernesis, poimen)
no aparecen en singular. El liderazgo individual no existe en la Biblia. 2. La capacidad de trabajar juntos: escoge a
los que se destaca por sus dones y trabajan juntos y en equipo, con el cual comparten ministerios, objetivos y
métodos de trabajo (v. 17, véase Timoteo, Tito, Lucas, Silas, Epafrodito, etc.). 3. El método de trabajo lo
encontramos en el mismo versículo señalado por el apóstol, es decir, que no iba a cualquier ciudad a abrir una
obra, sino que siguiendo la misión dada por el Espíritu de Dios va a las ciudades estratégicas. Además realizaba
una enseñanza de la revelación de Dios de acuerdo con un plan teológico doctrinal y ético. 4. De manera que no
sólo forma a los líderes, sino también promueve el desarrollo integral de la congregación hacia la plenitud en
Cristo (Ef. 4:13, téleios – perfecto, completo, terminado). 5. El modelo de liderazgo es flexible, adaptándolo de
acuerdo al contexto autoritario, paternalista o democrático y les hace ver que la determinación del mismo se
estructurará de acuerdo a sus actitudes. El liderazgo directivo se adapta a las necesidades de las congregaciones.
Hay iglesias que demandan liderazgos autoritarios, por lo que habrá que comenzar siéndolo, con el objetivo de
encausar al grupo hacia el crecimiento y la adopción de otros modelos en el futuro. Hay grupos como el juvenil, el
de tercera edad, etc, que demandan un liderazgo paternalista, que aunque la estructura general de la iglesia no lo
desarrolle, hay que satisfacer, educándoles para crecer en Cristo. 6. Los líderes que se escojan han de ser los
mejores de la congregación y seleccionados teniendo en cuenta en primer término, no cómo predica o cuánto
sabe de teología, sino cuál es el grado de madurez y salud que presenta en las relaciones interpersonales,
familiares y sociales (1 Ti. 3; Tit. 1). Este es el punto donde fallan básicamente los liderazgos en nuestra obra.
APÉNDICE: INFORMACIÓN ADICIONAL Estilos de Liderazgo TIPOS DE LÍDER MODO OPERATIVO DEL LÍDER LEMA
DEL ESTILO COMPETEN. DE INT. EMOCIONAL DE BASE CUANDO FUNCIONA MEJOR IMPACTO SOBRE EL
DESEMPEÑO Coercitivo Exige obediencia inmediata “Haz lo que te digo” Orientación al logro, iniciativa,
autocontrol. En momentos de crisis, para remontar una crisis o con miembros problemáticos Negativo
Orientativo Motiva a las personas hacia una visión “Ven conmigo” Autoconfianza, empatía, canalización del
cambio Cuando los cambios requieren una nueva visión o cuando es necesaria una dirección clara Casi siempre
positivo Afiliativo Crea armonía y fomenta relaciones “Las personas primero” Empatía, desarrollo de relaciones,
comunicación En situaciones de estrés, cuando es necesario motivar al equipo o mejorar las relaciones en el
equipo Positivo Participativo Crea consenso a través de la participación “¿Qué piensas?” Colaboración, liderazgo,
comunicación Para fomentar un consenso o compromiso, o para conseguir que personas con talento aporten
Positivo Imitativo Fija estándares de excelencia exigentes “Haz como yo” Constancia, orientación al logro,
iniciativa Para obtener resultados rápidos de un equipo muy motivado y experimentado Negativo Capacitador
Desarrolla a las personas para el futuro “Inténtalo” Desarrollo de otros, empatía, conciencia emocional Para
ayudar a las personas, mejorar su desempeño o desarrollar su potencial a largo plazo Positivo - 17 - Las 4 etapas
del liderazgo ASIGNACIÓN Y ORIENTACIÓN [Fase 1] EVALUACIÓN Y RECOMPENSA TAREA MONITOREO [Fase 4]
[Fase 2] RETROALIMENTACIÓN [Fase 3] ACTIVIDADES PARA EL ESTUDIO 3 Actividad 1 ¿Qué piensa de estas
expresiones (marque con una X)? El tamaño del grupo no refleja la calidad del liderazgo [ ] SI [ ] NO Ser líder no
significa ser popular [ ] SI [ ] NO Para ser líder hay que tener poder [ ] SI [ ] NO Al líder se le conoce por el fervor
en la oración [ ] SI [ ] NO El líder debe tener un llamamiento [ ] SI [ ] NO Actividad 2 En su deseo de servir al Señor,
inconscientemente usted está pensando en roles del liderazgo. Después de leer este tema del Lic. Gandini, podría
usted definir con total honestidad: ¿qué clase de líder se considera usted (marque uno sólo)? Actividad 3 ¿Qué
clase de líder querría llegar a ser usted (marque uno sólo)? [ ] autoritario [ ] paternalista [ ] directivo [ ]
democrático [ ] pasivo Actividad 4 ¿Qué tipo de líder necesita su iglesia? Discútalo con su pastor o diáconos.
Incluya en su informe el nombre y apellido de las personas consultadas. [ ] autoritario [ ] paternalista [ ] directivo [
] democrático [ ] pasivo ¿El tipo de líder que necesita la iglesia, armoniza con su respuesta de la pregunta 3? [ ] SI
[ ] NO - 18 - Estudio 4: LA RELACION ENTRE LOS LIDERES Y EL PASTOR Daniel Tomasini Muchos de los problemas
que derivan en graves consecuencias para las iglesias tienen su origen en relaciones conflictivas entre líderes y
pastor, entre los mismos líderes o entre éstos y la congregación; por lo tanto, estamos ante un tema de suma
importancia y que requiere un cuidadoso examen. Antes de tratar sobre la relación entre los líderes y el pastor
será necesario revisar los fundamentos bíblicos de la eclesiología, que influyen directamente sobre el espíritu y el
propósito ministerial de dicha relación. Dividiremos, por lo tanto, la exposición en tres partes: la primera nos
propone pensar en un retorno a las bases bíblicas de la eclesiología; la segunda nos invita a reflexionar acerca del
espíritu de la relación entre líderes y el pastor, y la tercera nos lleva a meditar sobre el propósito ministerial de
esta relación. I - RETORNANDO A LAS BASES BIBLICAS DE LA ECLESIOLOGIA Leyendo el N.T. advertimos que los
apóstoles, sobre cuyo fundamento se construyó la iglesia (Ef. 2:20), se preocuparon por establecer en cada iglesia
que fundaban presbíteros o ancianos a quienes encomendaban el cuidado de las mismas. En este sentido Pablo y
Silas, al regreso del primer viaje misionero, En cada iglesia nombraron ancianos en la provincia romana de Galacia
(Hch. 14:23). De modo similar, en la carta que el apóstol Pablo escribió a Tito, el pastor-misionero enviado por
aquel tiempo a la isla de Creta, expresaba: Te dejé en Creta para que pusieras en orden lo que quedaba por hacer
y en cada pueblo nombraras ancianos de la iglesia…. (Tit. 1:5). Observamos que en ambos versículos se utiliza
ancianos en plural, lo que parece indicar que el gobierno en las iglesias primitivas era, en muchos lugares,
colegiado. Más aún, parece ser que el modelo de organización eclesiástica más frecuente en la segunda mitad del
siglo primero estaba formado por un equipo de obispos y diáconos al frente de las congregaciones locales. Por ej.,
escribiendo a los filipenses (61-62 d.C.) Pablo saludaba... a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos
(los creyentes), junto con los obispos y diáconos (Fil. 1:1). Esta misma organización existía también en Efeso para
la época (63-64 d.C.) en que Pablo escribía su primera carta a Timoteo (cf. 1 Ti. 3). Pero cabe preguntar: ¿quiénes
eran los obispos o ancianos? La exégesis moderna es casi unánime al afirmar que los obispos (episkópois),
ancianos (presbutérous), conductores (hegouménon, He. 13:7 y 13:17) y pastores (poiménas, Ef. 4:11) son
diversos términos que describen a los mismos oficiales. Se trataba de los pastores o guías espirituales de las
congregaciones. El hecho de que estas palabras eran intercambiables y se aplicaban indistintamente a las mismas
personas lo prueban claramente dos textos: (1) Tit. 1:5-7 donde anciano y obispo se usan intercambiablemente.
(2) Hch. 20:17, 18 y 28, empleado por el obispo J. B. Lightfoot (1818-1889, anglicano, profesor en Cambridge) en
su tesis como texto de prueba. Notamos aquí que Pablo hizo llamar a Mileto a los ancianos de la iglesia. Y cuando
llegaron les dijo: Ustedes saben como me porté todo el tiempo que estuve con ustedes, desde el primer día que
vine a Asia... Tengan cuidado de sí mismos y de todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los ha puesto como
obispos, para pastorear la iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre (Hch. 20). Debe observarse que a
los mismos que ha llamado ancianos luego los llama obispos (o supervisores) y dice que están puestos para
pastorear la iglesia de Dios. Estos pastores, obispos o presbíteros tenían como función la supervisión, el consejo,
la guía espiritual y la edificación doctrinal de las congregaciones. Por su parte los diáconos, palabra que traducida
del griego significa servidores y cuyo antecedente lo hallamos en Hch. 6:1-7. Eran colaboradores dedicados al
servicio de los necesitados y a la administración y distribución de los recursos materiales de la comunidad;
aunque no fueran éstas las únicas funciones tal como se observa en los casos de Esteban y Felipe que eran
evangelistas (Hch. 7 y 8:26ss.). No obstante este colegiado, es evidente que en muchas congregaciones había un
pastor, obispo o presbítero principal que presidía al conjunto de los ancianos y diáconos (o sea, los líderes en
general). Este era el caso de Jacobo o Santiago entre los ancianos de la iglesia de Jerusalén. En este sentido es
significativo que en Hch. 15, después que Pablo y Pedro relataron su testimonio entre los gentiles, fue Jacobo
quien dio al concilio el consejo final. No es casual tampoco que en Hch. 21:18 se lo mencione encabezando al
grupo de los presbíteros, que en Gá. 2:9 Pablo lo llame columna de la iglesia de Jerusalén o que en la misma carta
el apóstol que llegaron algunos de parte de Jacobo (Gá. 2:12). Todos estos versículos evidencian que Santiago
presidía a los ancianos de la iglesia de Jerusalén. En 1 Ti. 5:17 parece diferenciarse del grupo de los ancianos que
dirigen bien los asuntos de la iglesia… que dedican sus esfuerzos a la predicación y a la enseñanza. Se recomienda
hacia ellos particularmente el doble honor del respeto y la retribución material. Se supone también, por cierta
tradición patrística, que Pedro, aunque se considera un anciano más (1 P. 5:1), habría - 19 - ejercido la tarea de
presidir a los ancianos en Roma. Lo mismo habría ocurrido con Juan entre los de Efeso. Obispos o sobreveedores,
entre los cuales algunos presidían o se dedicaban con afán a la obra, diáconos y creyentes en general
profundamente involucrados con el ministerio cristiano según sus dones; tal parece haber sido la sencilla
organización de la iglesia primitiva. Pero en el siglo II ciertos obispos que pertenecían a iglesias más poderosas o
ciudades más importantes comenzaron a destacarse y a ejercer cierto dominio sobre regiones circunvecinas o
iglesias más pequeñas. Así comenzaron a diferenciarse en rango y jerarquía los simples pastores de los obispos.
Ya para el siglo III, tres grandes obispados se disputaban la hegemonía: Antioquia, Alejandría y Roma. Hacia el
siglo IV el obispo de Roma, León I daba el toque necesario, a través de su carta al concilio de Calcedonia, para
consolidar la supremacía en Roma. En los siglos siguientes se afianzaba el papado y la complicada jerarquía
clerical, perfectamente diferenciada del laicado. Mientras que en la iglesia primitiva la diferencia entre pastor y
líderes era de roles y no de status, en los siglos siguientes se comenzó hablar de jerarquía. Mientras que en el N.T.
la iglesia era la asamblea de todos los creyentes en Jesucristo, en épocas posteriores la iglesia llegó a ser el obispo
o el sínodo de presbíteros. Mientras que en el N.T. los ministros eran reconocidos por la iglesia de acuerdo a sus
dones, en tiempos más recientes los mal llamados "cargos eclesiásticos" llegaron a heredarse o a comprarse
(simonía). Mientras que Jesús enseñó que la autoridad radica en el servicio, algunos confundieron autoridad con
autoritarismo, tal fue el caso de Diótrefes (3 Jn. 9-10). Mientras que la Biblia exalta el concepto de autoridad
espiritual con el propósito de mantener la paz, los hombres lo han mal interpretado haciéndolo objeto de
rivalidades o lo han disuelto en favor de la anarquía. ¡Es un soplo refrescante y renovador el del N.T. cuando nos
hace retornar a las bases de la organización de la iglesia y a la fuente de autoridad espiritual de sus líderes!
Veamos algunos ejemplos que demuestran que en el N.T. no hay trazos de monarquía episcopal ni de oligarquía
sinodal: 1. Hechos 6:1-7, la congregación aceptó la propuesta de los apóstoles de elegir diáconos y la llevó a cabo.
2. Hechos 13:1-3, la congregación participó en la consagración de Saulo y Bernabé como misioneros en un culto
dominical tras orar y ayunar. 3. Hechos 14:23, nombraron ancianos, implica "elegir por una muestra de manos"
(del gr. cheirotonesantes) lo que hace pensar en una designación dirigida por los apóstoles y la participación
congregacional. 4. Hechos 15:22, después que Jacobo dio el consejo guiador al concilio leemos: Entonces los
apóstoles y ancianos, de común acuerdo con toda la iglesia, decidieron escoger a algunos de ellos y enviarlos a
Antioquía con Pablo y Bernabé. Estos solos ejemplos nos bastan para comprobar que ninguna persona o sector se
atribuía la autoridad que Dios le concedió a la iglesia toda como cuerpo. Pero: ¿cómo surgen los líderes? ¿cuál es
la fuente de su autoridad espiritual? Mencionemos algunos aspectos que deben ser tenidos en cuenta al
reconocer y designar líderes y pastores: A. La autoridad espiritual viene de Dios Es el Señor glorificado el que
constituyó a unos, apóstoles; a otros profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros (Ef. 4:11). Dios
concedió autoridad al cuerpo, pero éste se mueve según la autoridad de cada uno de los miembros: dicha
autoridad está dada por el ministerio al que el Señor lo ha llamado. Nadie puede ser autoridad delegada de Dios
en la iglesia si no está bajo la autoridad de Dios. El líder no ha de hablar por sí mismo sino lo que oyó de Dios, lo
que le fue revelado. De Jesús se decía que se asombraba de su enseñanza, porque la impartía como quien tiene
autoridad y no como los maestros de la ley (Mr. 1:22). Se trataba de la autoridad, de la obediencia, del
discernimiento de los misterios divinos y del valor y la convicción de lo que transmitía. En los apóstoles se
apreciaba la autoridad espiritual por el denuedo con que daban testimonio de Cristo. Sin tal autoridad, vana es la
preparación intelectual, las condiciones de personalidad o cualquier otro factor que se considere. B. La autoridad
espiritual viene por vocación divina y el ejercicio de los dones En 1 Co. 12 se nos muestra que el cuerpo de Cristo
no es indiferenciado. Hay una profunda unidad orgánica en medio de la diversidad de funciones de sus miembros.
Los líderes deben sentir el llamado de Dios a servirlo según los dones que hayan recibido. Estar ejerciendo
cabalmente los dones de Dios es estar ejerciendo la autoridad divina. En el caso de los pastores principales
(aunque todos deberían hacerlo en alguna medida) es deseable que se hayan dedicado a una capacitación
sistemática y consagren un tiempo significativo al ministerio congregacional. - 20 - C. La autoridad de los líderes
debe ser reconocida por la iglesia El Espíritu Santo da discernimiento a la congregación para reconocer sus
ministros. Normalmente a los apartados se los encomendaba al Señor en oración con la participación de la iglesia
y el concurso y calificación de los presbíteros (1 Ti. 4: 14; Tit. 1:5; 1 Ti. 5:22, etc.). La autoridad espiritual se
evidencia en el amor: Alabar, enseñar, predicar, servir o ejercer cualquier don sin amor constituye un sin sentido
(1 Co. 13:1-3). La fuente de autoridad espiritual del líder es el amor de Dios en lo que lo mueve a alabar, enseñar,
predicar o servir. Esta es su carta de presentación ante su prójimo. Y no hay teología, disciplina humanística o
técnica alguna que pueda sustituir el amor. , Realizar la actividad 1 D. La autoridad espiritual se evidencia en el
servicio El mundo piensa que las condiciones que deben reunir las autoridades son apariencia magnífica y
poderosa, capacidad para exhibirse, voz de mando, ideas brillantes y labios elocuentes; Jesús enseñó que la
verdadera autoridad espiritual consiste en la disposición al servicio: Jesús les dijo: Los reyes de las naciones
oprimen a sus súbditos, y los que ejercen autoridad sobre ellos se llaman así mismos benefactores. No sea así
entre ustedes. Al contrario, el mayor debe comportarse como el menor, y el que manda como el que sirve.
Porque, ¿quién es el más importante, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No es el que está sentado a la mesa?
Sin embargo yo estoy entre ustedes como uno que sirve (Lc. 22:25; 27). Concluimos que no es la edad (1 Ti. 4:12),
ni los títulos de honor (Fil. 3:5-8), ni la capacidad de dominar o imponerse (1 P. 5:2-3) lo que confiere autoridad a
los líderes. La fuente de autoridad es Dios que transforma la vida y llama al servicio y la evidencia de dicha
autoridad radica en el amor que prodigan, la disposición a servir y los dones con que fueron coronados. Para que
haya una buena relación entre los líderes, entre éstos y el pastor y entre éstos y la congregación, el primer paso
es tener sabiduría espiritual para escogerlos. No apresurarse y discernir evitará futuros problemas. , Realizar las
actividades 2, 3, y 4 II - EL ESPIRITU DE LA RELACION Las bases bíblicas de la eclesiología que hemos revisado nos
facilitan la tarea de pensar acerca del espíritu de la relación entre los líderes y el pastor. Todo lo dicho influye
directamente en las deducciones que hemos de hacer al caracterizar dicho espíritu como: A. Un espíritu de
compromiso y responsabilidad Si afirmamos que la verdadera autoridad espiritual consiste en el servicio de
acuerdo a los propios dones, lo primero que ha de esperarse es que líderes y pastores sean buenos mayordomos
de sus dones, responsables y comprometidos con la tarea. Quien debe organizar, administrar, convocar, etc., ha
de hacerlo con responsabilidad. A quien le fue otorgada autoridad para servir debe ejercerla. Cuando no hay
tareas, informes, planes y trabajo, las reuniones de comisiones se tornan en un divague, una pérdida de tiempo o
una oportunidad para la crítica, el reproche y el desaliento. La responsabilidad de los líderes y el pastor se
observará en detalles tales como puntualidad y el respeto por el tiempo ajeno, factor que, por minúsculo que
parezca, tiende a condicionar el clima de sus encuentros. B. Un espíritu de humildad Cuando entre líderes y
pastor hay luchas por prevalecer, revindicar derechos por cualquier medio, defender territorios "privados" o
reclamar poder y autoridad, se ha pervertido el espíritu de humildad y se ha confundido el concepto de autoridad
espiritual. Quien reclama autoridad se siente carente de ella, quien se empeña en defenderse olvida que Dios es
quien defiende la causa del justo, quien trata de prevalecer o dominar se olvida de servir. El pastor y los líderes
no deben reclamar autoridad porque ya la tienen: les fue dada por Dios y reconocida por la iglesia. Tan sólo les
queda ejercerla con mansedumbre, amor y fidelidad al Señor. En Nm. 12 se nos brinda una preciosa ilustración de
autoridad divina. Aarón y María cuestionaron la autoridad de Moisés, pero éste no se vindicó a sí mismo ni tomó
medidas. Dice la Escritura: Moisés era muy humilde, más humilde que cualquier otro sobre la tierra (Nm. 12:3). El
esperó en Dios y Dios se reveló en el tabernáculo de reunión donde condenó las palabras arrogantes y confirmó a
su siervo Moisés diciendo: en toda mi casa él es mi hombre de confianza (Nm. 12:7). El líder no ha de buscar ser
idealizado o ser visto como perfecto ante los hombres; por el contrario, ha de buscar secretamente la armonía
con Dios y ha de ser sincero ante los hombres. ¿De qué vale acaso mostrarse como ideal de bondad, de - 21 -
sacrificio, de inteligencia o de virtud ante los hombres? En Hch. 14:8-19 se aprende que los licaonios que
adoraron como dioses a Pablo y Silas, al momento los apedrearon. Así es la idealización humana: a quien se
idealiza también se envidia, a quien se endiosa también se aprisiona con exigencias. Cuando pastores y líderes
buscan o permiten ser idealizados van alejándose de los demás, cavando su propia fosa y paralizando el
desarrollo de quienes los rodean. Cuando entre líderes y pastores hay un espíritu de humildad, entonces hay
franqueza para expresar las propias carencias, luchas y deseos, hay verdad en las relaciones y fluidez en el
crecimiento. C. Un espíritu de amor. Eros y ágape son las palabras griegas que se traducen como amor. La
primera, eros, significa "amar al otro por lo que tiene: belleza, virtud, etc"; la segunda, ágape, significa "amar al
otro a pesar de sus carencias y pecados". Cuando Jesús decía: En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si
tenéis amor los unos por los otros (Jn. 13:35), la palabra usada era ágape. El distintivo del cristiano es la
capacidad de amar al otro "a pesar de", dado que Cristo así lo ama a él. Es cierto que amamos al otro porque nos
agrada o es grato estar con él, pero es preciso amarlo cuando peca o se torna desagradable e irritante. Por ello, la
impaciencia e intolerancia perturban las relaciones grupales. Una tercera palabra es filéo que básicamente tiene
que ver con amistad, afecto, aprecio. Esta palabra en boca de Jesús (Jn. 15:14) genera una relación distinta con el
y ésta se proyecta a la relación entre los hermanos en la comunidad que conforma la iglesia. D. Un espíritu de
sujeción y respeto mutuo La sujeción nacida del amor es un punto clave en la ética neotestamentaria. Se la
recomienda para las relaciones maritales, paternofiliales, laborales, políticas y, por supuesto, eclesiales. Leyendo
el N.T. encontramos recomendaciones como éstas: Hermanos, les pedimos que sean considerados con los que
trabajan arduamente entre ustedes, y los guían y amonestan en el Señor. Ténganlos en alta estima, y ámenlos por
el trabajo que hacen (1 Ts. 5:12-13), es decir, por la clase de ministerio santo que realizan. Otra vez reza: Bien
saben que los de la familia de Estéfanas fueron los primeros convertidos de Acaya, y que se han dedicado a servir
a los creyentes. Les recomiendo hermanos, que se pongan a disposición de aquéllos y de todo el que colabore en
este arduo trabajo (Co. 16:15-16). Otra expresa: Obedezcan a sus dirigentes y sométanse a ellos, pues cuidan de
ustedes como quienes tienen que rendir cuentas (He. 13:17). En todos estos textos se recomienda hacia los
pastores: reconocimiento y estima, sujeción y obediencia (en tanto no induzcan a desobedecer claramente un
mandamiento de Dios). También se aconseja sujeción a todo el que colabore en este arduo trabajo. Por su parte,
a los pastores se les pide: …cuiden como pastores el rebaño de Dios que está a su cargo, no por obligación ni por
ambición de dinero, sino con afan de servir, como Dios quiere… sean ejemplos para el rebaño (1 P. 5:2-3). A
Timoteo, el pastor-misionero Pablo le escribía: No reprendas con dureza al anciano, sino aconséjalo como si fuera
tu padre. Trata a los jóvenes como a hermanos: a las ancianas, como a madres: a las jóvenes, como a hermanas
con toda pureza (1 Ti. 5:1-2). En otro pasaje declaraba: Y un siervo del Señor no debe andar peleando: más bien,
debe ser amable con todos, capaz de enseñar y no propenso a irritarse. Así, humildemente, debe corregir a los
adversarios… (2 Ti. 2:24-25). La ecuación deseable es ésta: mientras quienes están bajo el cuidado pastoral deben
manifestar reconocimiento y estima, sujeción y obediencia hacia sus pastores; los pastores y líderes deben estar
sujetos a los que cuidan exhortando con familiaridad, enseñando con paciencia y corrigiendo con ternura. Ajeno a
su espíritu deben estar las amenazas, las rencillas y el deseo de tener señorío. El que no sabe estar sujeto a la
autoridad no puede ser autoridad. Algunas veces hermanos o líderes rechazan de plano el consejo de sus
pastores sin haberlo puesto en oración ni haberse cuestionado seriamente su modo de pensar. Así manifiestan
desparpajo y autosuficiencia. Por cierto que alguna idea o proyecto del pastor puede ser cuestionable, pero aquí
la forma es más importante que el fondo. Cuando en la relación pastor y líderes no hay disposición al aprendizaje,
no hay sujeción y respeto mutuos. , Realizar la actividad 5 E. Un espíritu de restauración y aliento mutuos Cuando
en las relaciones entre pastores y líderes comienzan las críticas nocivas, los comentarios con terceros hermanos
acerca de actitudes de algún hermano (difamación), o los reproches públicos y abiertos, se pervierte el espíritu de
restauración y aliento mutuos que debe existir en la comunidad cristiana. El apóstol Pablo expresaba: Hermanos,
si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde (Gá.
6:1). Restaurar y no criticar, ni difamar o reprochar, es lo que se - 22 - espera del líder y el pastor. Aún es
interesante y saludable seguir el consejo de Jesús: Si tu hermano peca [contra ti], ve a solas con él y hazle ver su
falta. Si te hace caso has ganado a tu hermano (Mt. 18:15). ¡Cuántas veces se ventilan pecados ajenos sin haber
cumplido el sagrado deber de estar a solas con el hermano! Aun cuando fuere el pastor el que flaquea, se
desanima o tropieza, la actitud de los hermanos, –y cuánto más de los líderes– ha de ser la de animarlo y
exhortarlo. Así lo hizo Pablo con Timoteo cuando le dijo: Ejercita el don que recibiste mediante profecía, cuando
los ancianos te impusieron las manos (1 Ti. 4:14). F. Un espíritu de oración El hábito de orar conjuntamente con
los líderes por los hermanos en necesidad y orar los unos por los otros hace al espíritu y propósito de la relación.
G. Un espíritu de amistad y alegría Es interesante que a Jesús se lo llamó el amigo de recaudadores de impuestos
y de pecadores (Lc. 7:34), porque Jesús comía y bebía con ellos. Fue también Jesús quien dijo a sus discípulos: Ya
no los llamo siervos... los he llamado amigos... (Jn. 15:15), porque se da a conocer enteramente con ellos. Jesús
compartía con los hombres tal cual era, estaba a gusto con ellos, se sentía libre. Actualmente vivimos en una
sociedad llena de roles y funciones; la amistad es un espacio abierto para vivir en libertad y conocerse y darse a
conocer en lo personal, más allá de los roles y las funciones. Al pastor se lo toma en general como a aquel a quien
se le pide consejos, se le cuentan problemas, se le consulta sobre planes y organización, etc. Pero si la relación del
pastor con los líderes o miembros de su iglesia consiste en eso de la mañana a la noche éste terminará estresado,
cansado y aburrido. Tanto el pastor como los líderes necesitan momentos para compartir como amigos, más allá
de las cuestiones del trabajo. Son los espacios para compartir experiencias felices, para gozar de la vida, para reír
juntos, y compartir una buena comida, un paseo agradable, unos buenos chistes, un deporte o darse a conocer y
a su vez conocer al otro en cotidianeidad. A veces conocemos al hermano como compañero de trabajo y no como
persona: ¡qué lástima! ¡cuántas cosas perdemos! La amistad se crea en los momentos felices y alegres de la vida
y prueba ser verdadera cuando hay solidaridad también en el sufrimiento. En la amistad se crece y se cambia. En
la amistad dejamos de ser objetos de transferencia de nuestro prójimo y nos damos a conocer, en la amistad
valorizamos, se rompen los estereotipos y las relaciones se hacen fluidas. 3. EL PROPOSITO MINISTERIAL DE LA
RELACION Es bueno recalcar que la relación entre los líderes y el pastor es mucho más trascendente y abarcativa
que una mera relación de trabajo. Sin embargo, no puede obviarse el hecho de que es también una relación de
trabajo. En esta última sección trataremos brevemente acerca del propósito de trabajo de esta relación. Lo
primero que es necesario recordar es que el N.T. no concibe algunos miembros pasivos y otros activos. En un
sentido, cada creyente es pastor de su hermano. El ministerio pastoral debe realizarse de "todos hacia todos"; ya
que es la ocupación solícita de los cristianos unos por otros y por los del mundo a fin de que Cristo sea formado
en todos. Vale la pena recorrer el N.T. y anotar las tareas que se encomiendan de "unos a otros". Efectivamente: -
cada creyente debe sobrellevar la carga del otro (Gá. 6:2) -soportarlo y perdonarlo (Col. 3:13) -hospedarlo (1 P.
4:9) -alentarlo (1 Ts. 4:18) -oír su confesión (Stg. 5:16) -orar por él (Stg. 5:16) -restaurarlo con mansedumbre (Gá.
6:1) -disciplinarlo en amor (Mt. 18:15) -ayudarlo materialmente (Stg. 2:15-16) -etc. Con estos ejemplos notamos
que se está pidiendo, prácticamente, que cada creyente sea un pastor de su hermano. En este sentido debemos
decir que la iglesia es una diakonía y una koinonía. Además, enseña el N.T. que cada creyente posee dones (1 Co.
12, Ro. 12:6-8, Ef. 4:11-12) y que cada creyente es un sacerdote (1 P. 2:9; Ap. 5:10). Ante esta realidad cabe la
pregunta: ¿y para qué entonces (1) pastores ordenados y (2) líderes? Comencemos respondiendo la primera
parte de la pregunta. Son necesarios los pastores ordenados para que: 1. Realicen tareas de supervisión, guía y
consejo así como también presidencia y conducción. 2. Para que sean arquetipos o modelos al resto de los santos
que también deben cumplir tareas pastorales. 3. Para preparar a los santos para la obra del ministerio. El
ministerio del pastor no consiste en hacer lo que los creyentes deben hacer sino en adiestrarlos para que lo
hagan. Una antigua tendencia era creer en el pastor –centrismo. El pastor era activo, hacía todo, los miembros -
23 - eran pasivos. El pastor entonces predicaba, asistía a los funerales, enseñaba en la escuela dominical,
arreglaba el edificio, visitaba a los enfermos, etc. y los miembros eran simplemente "los pastoreados". Esto
cohartaba el desarrollo de la congregación. Evidentemente las necesidades son muchas y muchos los necesitados
para ser atendidos por uno, dos o tres pastores ordenados. Toda la congregación debe involucrarse en la tarea
pastoral. Sin embargo, esto no confina al pastor a estar simplemente detrás del púlpito o del escritorio como un
pastor ejecutivo. Pero es totalmente cierto que el pastor podrá visitar a algunos necesitados pero no a todos,
podrá estar en la coordinación de todas las actividades pero sólo en la ejecución de algunas y así podemos seguir
enumerando posibilidades reales. Pero su principal tarea ha de ser el adiestramiento de su gente. En Ef. 4:11-12
debe leerse: Él mismo constituyó... pastores maestros a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de
servicio… Contestamos ahora la segunda parte de la pregunta: ¿para qué líderes?, digamos: 1. Deben colaborar
estrechamente en la tarea pastoral. 2. Deben coordinar y organizar los grupos de trabajo de la iglesia que estén a
cargo de cada uno de ellos (adoración, comunión, servicio comunitario, etc.). 3. Deben ser modelos para el resto
de los santos que deben cumplir tareas pastorales. 4. Deben, a su vez, enseñar a otros hermanos acerca de su
vida y ministerio cristiano. Arribamos así a la pregunta final de este trabajo: ¿cuál es la tarea interna que
relaciona al pastor con los líderes? Pablo aconsejaba al pastor Timoteo: Lo que me has oído decir... encomiéndalo
a creyentes dignos de confianza, que a su vez estén capacitados para enseñar a otros (2 Ti. 2:2). El pastor debe
discernir los dones y optimizar las funciones de sus líderes. Enseñará cómo aconsejar, cómo usar la Biblia, cómo
dirigir un culto y tantas otras facetas útiles del ministerio. El pastor y los líderes podrán formar verdaderos
equipos de planificación, supervisión y evaluación de la tarea de la iglesia en sus distintas áreas, coordinando y
confeccionando un calendario de actividades. Podrán formar equipos de oración por los hermanos y necesitados.
Podrán formar equipos de visitación o atención de hermanos con problemas donde se distribuyan visitas, se
compartan los resultados y se traten conjuntamente los casos más complejos. Podrán compartir informes de la
tarea y discernir los dones de los hermanos para involucrarlos en la actividad de la congregación y, finalmente, las
posibilidades de tareas compartidas se multiplican. Lo que es interesante remarcar es que pastores y líderes en
las congregaciones deben beneficiar el sacerdocio de cada creyente y ser agentes de coordinación, optimización y
multiplicación de la tarea de la iglesia. , Realizar las actividades 6 y 7 ACTIVIDADES PARA EL ESTUDIO 4 Actividad 1
Si la autoridad del líder debe ser espiritual, ¿podría señalar por qué la jerarquizamos? O ¿por qué competimos
para estar por encima del otro? Márquelo según su criterio: -Inseguridad -Ignorancia -Competencia -Deseos de
poder -Enfermedad -Celos -Otros: Actividad 2 ¿Cómo sería jerarquizar en función de un “servicio al otro”? Escriba
un párrafo: Actividad 3 Después de leer el Apéndice B, y luego Ro. 12:3, piense y escriba tres cualidades que usted
esperaría encontrar en un líder: Actividad 4 ¿Qué piensa usted de sí mismo sobre los tres conceptos anteriores?
Escriba un párrafo: Actividad 5 ¿Por qué, en general, los miembros no acuden en busca de ayuda a los diáconos?
Porque: -No les reconocen autoridad -Son incapaces -Mejor es el pastor -El pastor es más “espiritual” -Otros:
______________________________________________________ - 24 - Estudio 5: EL CULTIVO ESPIRITUAL DE
LOS LIDERES por W. A. Robertson En este trabajo propongo establecer la siguiente metodología para examinar
sus partes. En primer lugar, hemos de examinar la esencia de la vida espiritual del líder. En segundo lugar, cuáles
son los medios prácticos para el cultivo de la misma. Y en tercer lugar, el desafío que surge en la iglesia para el
líder dada la necesidad que tiene el pueblo de Dios. 1. LA ESENCIA DE LA VIDA ESPIRITUAL DEL LIDER Si bien todo
cristiano está llamado a la participación de la vida espiritual, ¡cuánto más la tiene el líder! Este lleva la
responsabilidad de experimentar con mayor intensidad los aspectos esenciales que hacen a la vida en comunión
con Dios y con su Hijo Jesucristo por medio del Espíritu Santo y su Palabra. Aunque nos confrontamos con un
tópico preestablecido, es mi convicción de que toda predicación, enseñanza y exhortación debe surgir de la
Palabra de Dios y del examen exegético del texto mismo. Para ello quisiera referirles las palabras de Juan el
Apóstol en su primera epístola universal 1:1-3: Lo que ha sido desde el principio, lo que hemos oído, lo que
hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado, lo que hemos tocado con las manos, esto les
anunciamos respecto al Verbo que es vida. Esta vida se manifestó. Nosotros la hemos visto y damos testimonio
de ella, y les anunciamos a ustedes la vida eterna que estaba con el Padre y que se nos ha manifestado. Les
anunciamos lo que hemos visto y oído, para que también ustedes tengan comunión con nosotros. Y nuestra
comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo. El punto de partida para nuestras consideraciones surge de la
frase para que también ustedes tengan comunión con nosotros. Y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo
Jesucristo. La esencia, entonces, que considero fundamental para el cultivo de la vida espiritual del líder consiste
en la vivencia y profundización de esta koinonía que tenemos los cristianos y en manera muy especial los líderes,
con el testimonio apostólico acerca del Padre y su Hijo Jesucristo. La iglesia espera de sus líderes que éstos sean
canales de la vida y mensajes divinos y que comuniquen a través de su prédica y ejemplo aquello que proviene de
Dios el Padre y de su Hijo Jesucristo. En última instancia, la salvación consiste en que siendo pecadores, Cristo nos
redimió para llevarnos a Dios. La restauración de la vida en Dios y con Dios, así como con su Hijo Jesús,
constituyen la esencia de esta redención y de la nueva vida que goza el creyente. El fundamento de la vida que
debe cultivar el líder, se halla en su identificación con Dios el Padre y su Hijo Jesucristo, en la experiencia y
comunicación de esta koinonía. La palabra comunión literalmente quiere decir "la participación común de las
mismas cosas". Más allá de los conceptos prácticos que utilizamos en nuestros medios, la koinonía está referida al
gozo de la participación de las cosas que nos son comunes con los apóstoles y los profetas. Estos fueron testigos
presenciales de la gloria de Dios y de la persona del Hijo encarnado: Ellos oyeron, vieron, contemplaron y aun
palparon con sus propias manos acerca del Verbo de vida. Las iglesias evangélicas requieren de los santos
hombres de Dios, que tienen el liderazgo y la responsabilidad de ministrar cosas espirituales en medio del pueblo
de Cristo, que los mismos sean tales personas que, aun viviendo en este mundo, mantengan en espíritu una vida
permanente e intensa que sea nutrida en Dios y en Cristo. Esto quiere significar Pablo en Col. 3:1-3: Ya que han
resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Concentren su
atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra, pues ustedes han muerto han muerto y su vida está
escondida con Cristo en Dios. El mismo Hijo de Dios en su ministerio terrenal mantuvo la fuente de esta vida
espiritual en la forma en que lo hemos mencionado. Leemos en el Evangelio de Jn. 5:19: Entonces Jesús afirmó:
Ciertamente les aseguro que el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta, sino solamente lo que ve que su
Padre hace, la hace también el Hijo. La vida y el ministerio de Jesucristo expresaron la negación de sí mismo como
el perfecto Hijo del Hombre, a fin de vivir y manifestar al mundo, y en particular a los suyos, aquella perfecta
voluntad y propósitos escondidos en Dios, el Padre. Es por ello que su vida consistió en comunicar aquello que vio
hacer al Padre y concretar en sus hechos el eco de la acción divina en los cielos. - 25 - Tenemos asimismo otra
referencia en el Evangelio de Juan, en 8:28 y que ilustra estos mismos pensamientos que hacen a la esencia y a
las fuentes de la vida espiritual que debe cultivar el líder. Leemos así: Por eso Jesús añadió: Cuando hayan
levantado al Hijo del hombre, sabrán ustedes que yo soy, y que no hago nada por mi propia cuenta, sino que
hablo conforme a lo que el Padre me ha enseñado. Jesucristo no sólo obró en la tierra en plena conformidad con
aquello que vio hacer al Padre en los cielos sino que también su mensaje constituyó el eco perfecto de lo que
recibió del Padre. En la medida en que el líder en nuestras iglesias tenga presente la realidad y profundidad de
estos conceptos que hacen a la koinonía con el Padre y con el Hijo, según lo visto en el Evangelio y en la primera
carta de Juan. Se espera una misma dimensión en el pueblo de Dios, de quienes los líderes son responsables,
serán nutridos de las palabras de vida y de los propósitos que provienen de la Santísima Trinidad y desde la
misma gloria. Este es un gran privilegio de la iglesia. El mundo, en su incredulidad, no tiene acceso a este
privilegio porque no conoce a Dios y no puede participar de la hermosura del secreto divino en la forma en que lo
puede hacer el líder cristiano. Esta idea de koinonía con la divinidad tuvo precedentes en el Antiguo Testamento.
Pensemos en Moisés y en las diversas ocasiones en que tuvo acceso al monte santo y participó de la presencia de
la gloria divina y recibió el mandato de Yahvé para su pueblo. Pensemos en los profetas que recibieron sus
llamados, así como la inspiración de sus mensajes proféticos en el lugar secreto y glorioso del Altísimo. Pensemos
en los salmistas que encontraron en la morada de Dios la inspiración para sus mensajes de alabanza y de
consolación que pudieron transmitir al pueblo de Israel. Pensemos en la forma en que los sabios que nos legaron
el mensaje sapiencial del Antiguo Testamento recibieron su mensaje y la profundidad de la sabiduría y el
conocimiento divino de Aquel que estuvo con el Creador desde el comienzo, como leemos en Pr. 8:22. Para
concluir este primer punto, el líder, más allá de la responsabilidad común a todo cristiano, no puede eludir su
deber de habitar en los lugares celestiales donde participará de la koinonía del Padre y del Hijo conjuntamente
con los testigos apostólicos y proféticos que nos han legado las palabras de las Sagradas Escrituras. Habiendo
establecido estas premisas, hemos de considerar la forma práctica en que puede concretarse esta comunión. 2.
LOS MEDIOS PRACTICOS PARA CONCRETAR EL CULTIVO DE LA VIDA ESPIRITUAL DEL LIDER Proponemos
establecer siete puntos que hacen a la forma en que las consideraciones mencionadas pueden materializarse: A.
El lugar de la Palabra de Dios Justamente los capítulos 1 al 3 de 1 Jn., constituyen una Escritura cardinal sobre la
cual fundamos el Canon. Nosotros, en el siglo XXI, al igual que los millones de cristianos que vivieron desde el
siglo II hasta el presente, no tuvimos la oportunidad de conocer físicamente a la persona del Señor Jesucristo, el
Hijo de Dios, en quien habita la plenitud de la deidad corporalmente. Esto no excluye la posibilidad de que el
hombre y la mujer puedan hoy conocer a Dios y a su Hijo Jesucristo. La forma en que esto se hace posible está
reflejada en las palabras leídas en 1 Jn., y concluimos que nuestra fe en Dios y en el Verbo de la Vida se hacen
realidad cuando se recibe como verdadero y en forma experimental el testimonio directo que esos santos
hombres de Dios, apóstoles y profetas, tuvieron de la persona de Cristo. La Palabra de Dios describe los hechos
histórico –salvíficos con los cuales Dios irrumpió en la historia del hombre y en el tiempo, tanto en el Antiguo
como en el Nuevo Testamento, y que culminaron con la manifestación divina, en la plenitud de los tiempos,
cuando apareció gloriosamente la persona de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. El Hijo manifiesta en forma
perfecta al Padre pues constituye la imagen del mismo. He. 1:1 nos dice de Dios, que muchas veces y de varias
maneras habló a nuestros antepasados en otras épocas por medio de los profetas, en estos días finales nos ha
hablado por medio de su Hijo. No solamente Jesucristo nos revela a Dios en su enseñanza, en sus milagros y
señales, sino que también Jesucristo revela a Dios en los hechos trascendentales de su pasión, muerte y
resurrección. Los santos apóstoles y profetas dieron testimonio de todas estas cosas y este testimonio está
registrado en las páginas sagradas de la Biblia. Es por ello que el kerigma, o sea la proclamación de este evangelio
de buenas nuevas, así como la didajé, la enseñanza de estas cosas divinas, están avaladas por la marturia
(testimonio) de aquellos que estuvieron presentes y que participaron activamente en la diseminación del
mensaje de gracia que Dios nos ha hecho llegar por Jesucristo. Hoy Jesucristo vive exaltado en señorío y gloria,
oficiando como el gran Sumo Sacerdote de su pueblo a la diestra de Dios, y de esto los santos hombres de Dios,
como nosotros, dan testimonio. El líder de nuestras iglesias, tienen el inmenso y glorioso privilegio de - 26 -
participar de estas realidades con una vivencia tan real hoy en este siglo y en nuestro contexto, como lo hubiese
tenido de haber vivido en el tiempo que ocurrieron estas cosas. La Palabra de Dios es el medio por el cual el
cristiano en general, y el líder en particular, participa concretamente de estas realidades por medio de la fe, y
como dice Ro. 10:17: La fe viene como resultado de el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo.
Las consideraciones citadas indican claramente el lugar preponderante que tiene la Palabra de Dios. Sin ésta,
estaríamos a tientas con un concepto difuso de la divinidad y un conocimiento impreciso de un Cristo que sería el
producto de nuestra imaginación, más que una persona real, cuyo carácter y cuya obra surgen del registro
fehaciente de esta historia salvífica testificada por los escritores sagrados. La Escritura tiene el soplo de Dios,
theopneustos, es decir, un soplo vital. El líder debe, entonces, cultivar el conocimiento de la Palabra de Dios,
dado que la koinonía con Dios no existe fuera de la comunión con su Palabra. B. La oración Mucho se ha escrito
sobre este tema y no se considerarán las diversas formas que toma la oración del creyente, en particular del líder,
tanto en privado como en público. Es indispensable que exista y se mantenga esa comunicación del líder con el
trono de la gracia en la misma forma en que Jesucristo nos exhorta a permanecer en él como el pámpano
injertado en la vid. El estudio y proclamación de la Palabra de Dios pueden ser ejercicios áridos sin una vivencia
espiritual si no fuera que la oración trae aquella unción de lo alto que plasma en nuestra experiencia la realidad
de la letra. El mismo Señor Jesucristo en su ministerio terrenal y como el perfecto Hijo del Hombre, tuvo extrema
necesidad de recurrir a la oración para conoce los propósitos del Padre, su obra en los cielos y el mensaje que el
mismo Jesús luego trajo a los hombres. La participación de esta koinonía con el Padre y con el Hijo, requiere el
ejercicio de la oración para adorar al trino Dios, para darle gracias por estas inescrutables riquezas de Cristo, para
adquirir sabiduría y conocimiento de su voluntad; para mantenernos llenos de su amor y de su gracia; para
interceder por su pueblo y por nosotros mismos, y para recibir como canales santificados el fluir de esta unción
que viene del Espíritu Santo de Dios. C. La meditación Leemos de Jesús que salió al campo al atardecer a fin de
emplear ese tiempo en la meditación. En ese espíritu, el líder necesita apartarse del medio bullicioso y estresante
en el cual vive, a fin de entrar en la quietud espiritual que le permita percibir aquellas cosas que hacen a la
koinonía con el Padre y con el Hijo. No basta la lectura precipitada de la Palabra de Dios o una manera de estudiar
que se convierta más bien en aprender un catecismo. Tampoco es suficiente la oración fugaz, más proclive a
expresar nuestra intención que buscar la verdadera comunión con Dios. Aquellas cosas se hacen realmente
provechosas y efectivas en el medio propicio de la meditación espiritual, o sea en la ponderación de nuestro
espíritu y con la debida claridad mental y actitud de corazón que nos lleva a la esencia misma de su significado. D.
La santidad Nos dice el autor a los Hebreos, Busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor
(He. 12:14). Esta aseveración es válida para el cristiano y su liderazgo. Dice el Salmo que sólo aquel que tiene
manos limpias y que no ha elevado su espíritu a la vanidad, puede llegar al monte santo, en las alturas donde
habita el Señor. Si hemos de retornar a la esencia de nuestra koinonía con el Padre y con su Hijo Jesucristo como
la fuente de la que procede nuestra vida, nuestra sabiduría, nuestro poder, y la actitud de gracia y amor
requeridos para funcionar como líderes, hemos de pensar que la comunión que requiere el Padre presupone la
santidad. A esta santidad la podríamos definir como separación y consagración para el liderazgo cristiano, para
llevar a cabo la obra de Dios. Esta santidad constituye en la práctica el despojamiento del viejo hombre y sus
obras en la carne, a fin de experimentar una vida fundamentada en el desarrollo del nuevo hombre que vive,
anda y tiene sus pensamientos dirigidos por el Espíritu. Los grandes líderes como Moisés y los profetas del A. T.,
así como los que tuvieron la responsabilidad de conducir la iglesia primitiva y a la iglesia en tiempos posteriores
hasta el presente, fueron hombres y mujeres que experimentaron la santificación. Esta purificación les hizo aptos
para el ejercicio del ministerio espiritual al cual fueron llamados. E. La comunión con el pueblo de Dios Como
resultado de la koinonía en el plano de la divinidad, se hace necesario para el cultivo de la vida espiritual del líder,
la práctica de ésta con el pueblo de Dios y el ministerio de la iglesia. El apóstol Juan nos dice que si no amamos al
hermano a quien vemos, ¿cómo podemos decir que amamos a Dios a quien no hemos visto? El amor cristiano
está profundamente entrelazado con - 27 - una vida de comunión y amistad los unos con los otros. Debemos
acomodarnos a todos y en particular a los humildes. El cultivo de la vida espiritual del líder no está restringido a
las esferas celestiales de la vida cristiana. Deberá participar también de los medios prácticos donde en el plano
empírico ha de recibir la bendición de la presencia de Dios. El Señor está tanto con los que ríen como con los que
lloran. El líder identificado con el Señor, está unido con él en la relación práctica con su pueblo, y en las
circunstancias de su vida. El ministerio cristiano es también parte de esta comunión. Se aplica a las necesidades
de la iglesia. F. El Espíritu Santo y el líder Este medio está profundamente asociado con los anteriores y en
particular con el lugar de la Palabra de Dios y el cultivo de la oración por parte del líder. En Pentecostés los
líderes, junto con el pueblo de Dios, o sea la iglesia, fueron bautizados y llenos del Espíritu Santo. El Apóstol Pablo
en Efesios 5:18 nos exhorta a vivir siendo llenos del Espíritu. En Romanos se nos enseña a ser guiados por el
Espíritu como hijos de Dios. En Gálatas se nos exhorta no solamente a vivir sino también a andar en el Espíritu. En
los Hechos de los Apóstoles, el Espíritu Santo apartó para el ministerio a Pablo y Bernabé, y si seguimos leyendo
en las páginas del N. T. notaremos que el Espíritu Santo fue guiando al líder en su vida, en sus caminos y en la
inspiración de su ministerio. El Espíritu produjo también en los siervos de Cristo el fruto espiritual para la obra de
Dios. Por ende, el lugar de la persona y obra del Espíritu Santo y la comunicación del mismo con el espíritu del
líder, constituye un aspecto esencial del ministerio del hombre de Dios dado que el Parácleto es el gran maestro
de la iglesia (Jn. 14:26 y 1 Jn. 2:27). Le imparte vida, conocimiento, discernimiento, palabra de consuelo, poder
espiritual, imprescindibles todos ellos para la promoción del evangelio y para el establecimiento de la iglesia en la
cual el líder es factor preponderante. G. La lectura espiritual y el líder cristiano Pablo, ya anciano, le dice al joven
Timoteo en 1 Ti. 4:13: En tanto que llego, dedícate a la lectura pública de las Escrituras, y a enseñar y animar a los
hermanos. También le pide en su última carta al joven evangelista que le traiga los libros y los pergaminos. Todo
esto nos demuestra el lugar fundamental que tiene la buena lectura en la formación y el cultivo de la vida
espiritual del líder. Muchos quizás pasaron por las aulas de Seminarios o Institutos Bíblicos y quizás, distraídos por
las múltiples tareas del ministerio cristiano, han descuidado con el correr del tiempo la necesidad de mantener el
contacto que nos concede la buena lectura espiritual, no sólo con las fuentes bíblicas mismas sino también con el
pensamiento y experiencia de hombres y mujeres de Dios que nos han precedido en la carrera cristiana. Leer
buenos libros que nos reafirmen en la sana doctrina y nos inspiren para las buenas obras, no solamente han de
influir en la vida del líder sino que se transmitirán a la congregación. Conocí a un famoso líder contemporáneo de
la obra cristiana europea, pero con una obra de proyección mundial. Este utilizaba toda ocasión en que tomaba el
púlpito y antes del mensaje, promovía dos o tres libros que recomendaba a su congregación. El impacto de la
lectura espiritual en la vida del líder le moverá a transmitir con entusiasmo este interés por la lectura a los
miembros de su congregación. En esta forma, los creyentes se aplicarán a la meditación y consideración de las
riquezas espirituales que surgen de la buena lectura. Toda iglesia podría promover este buen hábito con una
pequeña librería propia y un entusiasta vendedor de Biblias y libros espirituales. , Realizar la actividad 1 3. LA
NECESIDAD DEL PUEBLO DE DIOS Y SU DESAFIO A LOS LIDERES ¿Qué aplicación tienen nuestras consideraciones
para la formación de la vida y el cultivo espiritual del líder? Vivimos en tiempos de confusión, no solamente en el
mundo sino también en la iglesia cristiana. Se han relativizado de tal forma los valores que cuesta encontrar
aquello que es absoluto y en donde debemos anclar nuestras almas y nuestras convicciones. Aun la imagen de
Jesucristo se presenta de una manera tan variada dentro de las iglesias que aquello que se transmite al mundo
que nos observa configura una visión difusa y poco clara. Existe una profunda necesidad de que el pueblo de Dios
tenga definiciones precisas, claras acerca de la persona de nuestro Dios y de nuestro Señor Jesucristo, tal como lo
tenemos en las Sagradas Escrituras y en el mensaje del evangelio. En buena medida, la claridad de estos
conceptos han de ser llevados a la práctica. El líder tiene que morar en los lugares celestiales con el Padre y con el
Hijo para hablar lo que oye y para hacer lo que ve en la divinidad. Esto ha de transmitir a su iglesia y luego
proclamar en el mundo. Cabe la pregunta: ¿Qué visión tiene el líder acerca de estas cosas? ¿Conoce a su Dios y a
su Señor y Salvador, y posee una clara percepción de su - 28 - mensaje? ¿Vive su intimidad con el Señor? La
necesidad de la iglesia y la desesperanza de un mundo en pecado constituyen un desafío para que el líder
dedique su vida y tome todos los medios a su alcance, para cultivar una vida espiritual que le haga fructífero y
trascendente en la misión que el Señor le ha asignado. En esta forma será fiel a la tradición de los profetas, los
apóstoles y los santos, así como a los pastores que le precedieron y de quienes recibió esta koinonía espiritual
para ser un buen administrador de los misterios de Dios. , Realizar la actividad 2 ACTIVIDADES PARA EL ESTUDIO 5
Actividad 1 1. Resuma en una línea y según su interpretación, cómo desarrolla cada uno de estos conceptos de su
vida:
a) El lugar de la Palabra de Dios: ____________________________________
_____________________________________________________________
b) La oración: ___________________________________________________
_____________________________________________________________
c) La meditación: ________________________________________________
____________________________________________________________
d) La santidad: __________________________________________________
____________________________________________________________
e) La comunión con el pueblo de Dios: _______________________________
____________________________________________________________
f) Su relación con el Espíritu Santo: __________________________________
_____________________________________________________________
g) La lectura devocional: __________________________________________
____________________________________________________________ 2. Piense en una iglesia imaginaria en la
que el pastor y sus líderes tuvieran una actitud conformísta y chata, y no se preocupasen por alguno/s de estos
puntos. Trate de describir los peligros a que está expuesta la congregación:
______________________________________________________________
______________________________________________________________
______________________________________________________________
______________________________________________________________
______________________________________________________________
______________________________________________________________ Actividad 2 Escriba en una página
aparte su experiencia personal tratando de explicar si usted. Hágalo pensando en un documento para usted y no
para compartir. a) Tiene una visión clara sobre la persona de Dios?_____________________
___________________________________________________________ b) ¿Conoce a Dios y a Jesucristo desde
una experiencia íntima?: __________ ___________________________________________________________ c)
¿Posee una clara percepción del Evangelio cómo un estilo de vida?: ____
____________________________________________________________ - 29 - AUTOTEST Este es un auto test
personal. La misma nominación señala que es “auto”, por lo tanto lo hace usted y nadie más, e incluso, es
personal, es decir, es para su propio conocimiento y no tiene que enseñárselo a nadie a menos que le puedan
ayudarle a una más clara comprensión. INTRODUCCION Hasta aquí, usted ha estado haciendo un recorrido por
los temas más importantes que abarcan la temática del liderazgo. De esta manera ha visto los fundamentos
bíblicos –teológicos; los tipos de liderazgo, sus relaciones con otros líderes, etc. Todo esto es muy valioso y
fundamental para su formación y para comprender lo complejo del liderazgo cristiano, pero también ha
estudiado que una de las herramientas más importantes en esta función es la misma personalidad: ¡Su salud
cómo persona! Muchas veces hemos sido testigos de cómo líderes con profundos conocimientos teológicos, con
una actitud pastoral brillante, han fracasado en su ministerio por tener graves conflictos de personalidad. Y lo
más triste es que no se dejan ayudar para superar esos conflictos. Por ese motivo le ofrecemos dos auto-test que
pueden serle de ayuda y enriquecimiento para el mejor conocimiento de usted mismo. Este es un Test de
Personalidad M.B.T.I., uno de los utilizados en el SITB, y en otras instituciones teológicas de A.L. Es fundamental
que al realizarlos, usted, sea lo más sincero posible y que posea una actitud de apertura frente a lo que pueda
descubrir al auto evaluarse e incluso, si fuere necesario, buscar la ayuda pertinente. Recuerde lo más importante:
¡Usted será el primero en beneficiarse y, por consecuencia el ministerio que desarrolla! Auto-test Le sugerimos
repasar el Estudio 3 y las respuestas dadas por usted, puesto que trata acerca de los modelos de liderazgo.
Posiblemente ya ha descubierto aproximadamente qué tipo de líder es usted. Con esta aproximación como punto
de partida, queremos ofrecerle ahora dos auto-test donde podrá conocer, no el tipo de liderazgo que ejercita (ya
tiene una idea de esto), sino qué tipo de personalidad predomina en usted. Primero: Test de auto-conocimiento
No va a encontrar aquí respuestas correctas o in- correctas para las preguntas. Lea cada una de las preguntas y
marque la respuesta (solo una) con la que más se identifique, con aquella con la que usted siente que es con la
que más coincide. 1. En una reunión usted es: [] a. Un buen conversador. [] b. Más bien callado y reservado. 2. Al
encontrarse con amigos: [] a. Toma parte en la conversación del grupo. [] b. Busca conversar con una persona a la
vez. 3. En una reunión con creyentes a los que usted conoce poco o nada: [] a. Se presenta espontáneamente a
los demás. [] b. Espera que alguien lo presente. 4. Usted posee: [] a. Pocos amigos con los que intima. [] b.
Muchos amigos en una relación no muy profunda. 5. En una reunión usted: [] a. Es el último que se entera de las
cosas. [] b. Está al tanto de todo lo que pasa. ********************** 6. Usted se relaciona mejor con: [] a.
Personas imaginativas. [] b. Personas realistas. 7. Usted se maneja mejor con: [] a. Los sentimientos. [] b. El
razonamiento. 8. Usted se preocupa más por: [] a. Los sentimientos de otra persona. [] b. Sus derechos y
responsabilidades. 9. Cuando usted debe decidir sobre algo: [] a. Le da más importancia a sus sentimientos. [] b.
Le da preponderancia a su razonamiento - 30 - 10. Frente a un hecho importante, usted: [] a. Tiende en seguida a
sentirlo. [] b. Tiende a analizarlo. ********************** 11. Si le establecen un horario fijo: [] a. Le agrada. []
b. Le molesta. 12. Cuando usted debe realizar un trabajo, le agrada más: [] a. Ordenar paso a paso lo que debe
hacer. [] b. Empieza y va viendo sobre la marcha. 13. Cuando usted debe liderar: [] a. Se concentra durante toda
la reunión. [] b. Se suelta y se deja llevar por la misma. 14. Usted se sentirá: [] a. Nervioso al realizar algo a última
hora. [] b. No le molestaría hacerlo a última hora. ********************** 1a. Evaluación De la pregunta 1 a la
5 -Cuente las respuestas a y las b, y fíjese cuál predomina. -Si es a, significa entonces que usted es una persona
más bien extrovertida que le gusta relacionarse con las personas y con el mundo exterior. -Si es b, significa que su
tendencia es introvertida. Es muy probable que usted se sienta más cómodo relacionándose con su mundo
interno, con el mundo de las ideas, el auto diálogo más que con el mundo externo y con las personas. De la
pregunta 6 a la 10 -Cuente las respuestas igual que antes. -Si predominan las respuestas a, significa que usted
utiliza el pensamiento para realizar sus análisis, tanto intra (interior) como los interpersonales. Usted es una
persona racional: es decir, reflexiva, lógica y analítica. -Si predominan las respuestas b, significa que en usted, al
comunicarse con los demás, predominan los sentimientos. Usted analiza el mundo exterior desde sus valores
personales más que desde lo racional o lógico. Al ver una situación la "siente" y vivencia para tal vez analizarla
luego. De la pregunta 11 a la 14 -Cuente las respuestas como en los anteriores. -Si predominan las respuestas a,
significa que usted es una persona ordenada, y que le gusta planificar sus actividades. -Si predominan las
respuestas b, significa que a usted no le agrada mucho la forma ordenada y planeada, sino que prefiere vivir de
una manera más flexible y espontánea. 2a. Evaluación -Ahora debe tener en cuenta cuál es el puntaje a en
relación con el puntaje b, ya que, por ejemplo, si usted tiene en las preguntas 1 a 5, cinco de ellas son a, significa
que la extroversión es bastante marcada; no así si le diera tres a y dos b, lo cual significaría que su extroversión
no es tan marcada. -Ahora puede combinar las alternativas. Por ejemplo, supongamos que usted es extrovertido,
racional y ordenado: significa que es una persona práctica, realista, con un interés en lo organizativo y bueno para
llevar a cabo actividades. Su capacidad para liderar y administrar puede ser eficiente. Tal vez sea necesario
detenerse al tomar una decisión y considerar un poco más lo emocional. -Si es extrovertido, sentimental y
ordenado significa que se preocupa más por los sentimientos de los demás, que le agrada estar con gente
compartiendo o dirigiendo una discusión. Es sociable, popular y compasivo. -Si es extrovertido, sentimental y
espontáneo significa que usted es una persona sociable acepta con agrado las cosas. Sabe todo lo que está
ocurriendo y le es fácil acomodarse a las situaciones que se presentan, especialmente en aquellas donde el
sentido común y la habilidad práctica son necesarias. -Si es introvertido, sentimental y espontáneo significa que
usted está lleno de entusiasmo, pero que no comparte sus sentimientos con los demás si no logra conocerlos
bastante bien. Usted es una persona amistosa, sin importarle mucho lo material sino más bien lo humano y lo
afectivo de cada persona. Corre el riesgo que al no compartir sus sentimientos se aísle o "estalle" al cabo del
tiempo. -Si es introvertido, racional y espontáneo significa que usted es callado y reservado; que le interesa lo
teórico por sobre lo práctico. Es sumamente - 31 - lógico y analítico, dándole poca importancia a lo social, a las
fiestas y al estar con gente. Con esta personalidad es difícil ejercer un buen liderazgo grupal, ya que sus intereses
están pues- tos en otras cosas. -Si es introvertido, sentimental y ordenado, usted es una persona callada y
minuciosa. Lo práctico, lo ordenado, lo casual y la realidad predominan en su personalidad; esto es en tanto todo
esté bien organizado. Decide por su propia cuenta lo que debe hacer, haciéndolo de manera organizada y
silenciosa, sin importarle las protestas o distracciones. -No olvide que este auto-test posee las limitaciones lógicas
del papel escrito, pero creemos que puede ser el comienzo para que le motive a realizar otros test de mayor
profundidad. Segundo: Test sobre el estrés Una de las problemáticas que más se observa en el liderazgo cristiano
es el estrés. Hace algunos años éste se conocía en los medios científicos como "la enfermedad del ejecutivo". Con
toda seguridad hoy podríamos llamarla en nuestro medio "la enfermedad del líder cristiano". Por ese motivo le
ofrecemos este auto-test que le permitirá (con las limitaciones lógicas), descubrir si usted está en una situación
estresante o próximo a ella. -Conteste simplemente sí o no a cada pregunta: 1. ¿Tiene la sensación de
encontrarse en su ministerio en constante estado de tensión o de preocupación? 2. ¿Tiene la sensación de
encontrarse en su tarea en constante estado de "no poder relajarse", de "nervios" y que el sueño ya no actúe
como reparador natural? 3. ¿Tiene la sensación de estar fatigado y cansado durante el día? 4. ¿Tiene poco
descanso durante el día; ni siquiera una hora? 5. ¿Tiene la sensación de no tener suficiente fuerza para iniciar o
terminar una tarea? 6. ¿Tiene problemas de sueño, dificultad en conciliarlo o despertarse durante la noche,
dormir pocas horas, tener somnolencia durante el día? 7. ¿Tiene usted la costumbre de almorzar o de cenar
"contra reloj", esto es, en forma urgente, rápida? ___ 8. ¿Realiza generalmente dos o más cosas a la vez, ya que
"el día pasa rápido y hay mucho que hacer". 9. En cuanto a su ministerio, al ser criticado, ¿se siente herido con
facilidad o es muy suceptible por ser cuestionado? 10. ¿Está siempre preocupado por algo, sea por la iglesia, su
ministerio, su tarea, su familia, etc.? ¿O cuándo no está preocupado se preocupa por no estarlo? 11. Cuando en
su ministerio "las papas queman", ¿reacciona con ira, angustia, depresión, en forma desproporcionada a los
estímulos que lo provocan? 12. ¿Tiene problemas en concentrarse, en distraerse con facilidad en el trabajo, en las
tareas cotidianas o en su ministerio? 13. ¿Tiene conflictos con su conyuge o con sus hijos? 14. ¿Siente que su
trabajo o ministerio le llevan a disfrutar poco de su hogar, a estar demasiado tiempo fuera de él? 15. ¿Siente que
su trabajo o ministerio le "desborda" o que es un ministerio "difícil", y que las más de las veces escapa a su
control? 16. Debido a su ministerio y trabajo, ¿carece de tiempo para dedicarse a actividades recreativas,
deportes, hobbies, caminatas, etc.? 17. ¿Siente que en su ministerio o trabajo no puede poner en práctica todas
sus habilidades? Evaluación -Atribuya un punto a cada respuesta positiva. Si: Reúne entre 5 y 7 puntos: -Significa
que hay algo que no está funcionando bien en usted, que hay cosas de su ministerio que debe modificar ya que
corre el riesgo de entrar en una situación estresante. Reúne más de 7 puntos: -Significa que usted está estresado
y debe modificar ya su ritmo de vida y su interpretación de los hechos. # Recuerde que el estrés lleva a la
depresión, a la angustia, al cansancio, situaciones éstas que nos impiden servir como espera el Señor. Además,
tenga presente que Dios no está de acuerdo en como está cuidando su salud emocional y física. Deseamos
fervientemente que el temario de este Módulo, y el haber realizado estos auto-test, le permitan iniciar un
liderazgo renovado y enriquecido, a la vez que usted también pueda conocerse más en bien de su salud total. - 32
- UN TRABAJO FINAL Después de haber hecho el estudio conceptual sobre el liderazgo y las actividades, y
teniendo claro el líder no es alguien simplemente propenso a ser: Popular, con poder, manipulador de
conocimiento o experiencias, con mucha información y relaciones eclesiásticas, espectacular, planificador etc.
Desarrolle un proyecto juntamente con todo el liderazgo de la iglesia, estableciendo como lo proyectaría en su
iglesia y estableciendo los pasos necesarios: Otros: # Pueden ser cursos, talleres, retiros con invitados, tareas
prácticas, análisis de las debilidades y fortalezas de la iglesia, etc. ¡Vale la pena intentarlo…!