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Seminario Diabetes

El seminario aborda la diabetes mellitus, una enfermedad metabólica crónica caracterizada por hiperglucemia debido a problemas en la insulina. Se describen los tipos de diabetes: tipo 1, tipo 2 y gestacional, junto con sus causas, síntomas y tratamientos. Además, se discuten los procesos bioquímicos involucrados y la importancia del manejo y seguimiento para prevenir complicaciones a largo plazo.
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Seminario Diabetes

El seminario aborda la diabetes mellitus, una enfermedad metabólica crónica caracterizada por hiperglucemia debido a problemas en la insulina. Se describen los tipos de diabetes: tipo 1, tipo 2 y gestacional, junto con sus causas, síntomas y tratamientos. Además, se discuten los procesos bioquímicos involucrados y la importancia del manejo y seguimiento para prevenir complicaciones a largo plazo.
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TITULO

SEMINARIO DIABETES

INTEGRANTES:
- JUAN JACOBO OBREGON RICO
- JESUS DANIEL OCHOA GARAY
- DANIELA LACHARME SOLANO
- VALENTINA TURIZO BARRAZA
- MARIA CAROLINA VARGAS ORTIZ
- DORISMAR MARQUEZ CANTILLO
- JUAN CAMILO TORRES GARCÍA

UNIVERSIDAD LIBRE
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
PROGRAMA DE MEDICINA
QUÍMICA
SEMESTRE I
GRUPO A

BARRANQUILLA – ATLÁNTICO

2024
1. INTRODUCCIÓN

La diabetes mellitus es una enfermedad metabólica crónica que se caracteriza por niveles elevados de
glucosa en la sangre (hiperglucemia) debido a una alteración en la producción, acción o ambas, de la
insulina, la hormona responsable de regular el azúcar en la sangre. La insulina es producida por las
células beta del páncreas y tiene la función de facilitar la entrada de glucosa a las células para ser
utilizada como fuente de energía o almacenada para su uso posterior. Cuando el cuerpo no produce
suficiente insulina o las células no responden adecuadamente a ella, la glucosa permanece en el
torrente sanguíneo, lo que lleva a niveles altos de azúcar.

Existen varios tipos de diabetes, siendo los más comunes la diabetes tipo 1, tipo 2 y la diabetes
gestacional. Cada uno de estos tipos tiene mecanismos fisiológicos distintos, pero todos resultan en
hiperglucemia no controlada si no se trata adecuadamente. A largo plazo, la hiperglucemia puede
provocar graves complicaciones, como enfermedades cardiovasculares, daño renal, neuropatía y
problemas en la vista, lo que hace de la diabetes una de las principales causas de morbilidad y
mortalidad en el mundo.

La diabetes afecta a millones de personas en todo el mundo, con una prevalencia creciente debido a
factores como el envejecimiento de la población, el aumento de la obesidad y el estilo de vida
sedentario. Si bien no tiene cura, la diabetes puede ser controlada con una combinación de
medicación, monitoreo de glucosa, alimentación saludable y ejercicio. La investigación en nuevos
tratamientos, incluidos medicamentos más efectivos y tecnologías como monitores continuos de
glucosa y bombas de insulina, sigue avanzando, lo que mejora la calidad de vida de quienes padecen
esta enfermedad.

Tipos de Diabetes

Existen principalmente tres tipos de diabetes:

1. Diabetes Tipo 1: Es una enfermedad autoinmune en la que el sistema


inmunológico destruye las células beta del páncreas que producen insulina. Como
resultado, el cuerpo no produce insulina. Las personas con diabetes tipo 1
dependen de inyecciones de insulina diarias. Esta forma de diabetes suele
aparecer en la infancia o adolescencia, aunque puede desarrollarse en adultos,
además de ser una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico
ataca por error las células beta productoras de insulina del páncreas. Como
resultado, el cuerpo produce poca o ninguna insulina, lo que es necesario para
regular los niveles de glucosa en sangre.
 Causas: Se desconoce la causa exacta de la diabetes tipo 1, pero se cree que una
combinación de factores genéticos y ambientales, como infecciones virales, puede
desencadenar la destrucción autoinmune de las células beta. No está relacionada con
el estilo de vida ni con la obesidad.
 Síntomas: Los síntomas aparecen rápidamente y pueden incluir:
- Sed extrema y aumento de la necesidad de orinar
- Fatiga y debilidad
- Pérdida de peso inexplicable
- Visión borrosa
- Hambre extrema
- Presencia de cetonas en la orina (un subproducto de la descomposición de grasa
debido a la falta de insulina)

 Tratamiento: La única opción de tratamiento para la diabetes tipo 1 es la insulina.


Los pacientes requieren inyecciones diarias o el uso de una bomba de insulina para
controlar sus niveles de glucosa en sangre. También es fundamental el monitoreo
continuo de la glucosa para evitar tanto hiperglucemias como hipoglucemias. No
existe cura para la diabetes tipo 1, pero la investigación sobre terapias con células
madre y trasplante de islotes pancreáticos ofrece esperanza.

2. Diabetes Tipo 2: Es la forma más común de diabetes. En esta condición, el


cuerpo no usa correctamente la insulina (resistencia a la insulina) y, con el
tiempo, el páncreas no puede producir suficiente insulina para mantener los
niveles normales de glucosa en sangre. Está relacionada con factores de riesgo
como la obesidad, el sedentarismo y la genética. La diabetes tipo 2 es el tipo más
común de diabetes, representando aproximadamente el 90-95% de los casos. En
esta forma de diabetes, el cuerpo aún puede producir insulina, pero las células no
responden correctamente a ella, una condición conocida como resistencia a la
insulina. Con el tiempo, el páncreas puede no ser capaz de mantener los niveles
de insulina necesarios para controlar el azúcar en sangre.
 Causas: La diabetes tipo 2 se asocia principalmente con factores genéticos y de estilo
de vida. Factores como la obesidad, el sedentarismo, la mala alimentación y la edad
avanzada aumentan el riesgo. A diferencia de la diabetes tipo 1, no es una enfermedad
autoinmune.
 Síntomas: Los síntomas suelen desarrollarse de manera más gradual y pueden incluir:
- Sed excesiva y aumento de la micción
- Fatiga
- Visión borrosa
- Llagas o infecciones que tardan en sanar
- Entumecimiento u hormigueo en las manos y los pies
Algunas personas pueden vivir con diabetes tipo 2 durante años sin mostrar síntomas
evidentes, por lo que el diagnóstico puede retrasarse.

 Tratamiento:
a. Modificaciones en el estilo de vida: Perder peso, adoptar una dieta saludable y hacer
ejercicio regular puede mejorar la sensibilidad a la insulina y ayudar a controlar los
niveles de glucosa.
b. Medicamentos orales: Los fármacos más comunes incluyen:
i. Metformina: Mejora la sensibilidad a la insulina y reduce la producción de
glucosa en el hígado.
ii. Inhibidores de DPP-4, GLP-1 y SGLT-2: Ayudan a controlar el azúcar en
sangre de diferentes maneras, ya sea aumentando la secreción de insulina o
eliminando el exceso de glucosa a través de la orina.
c. Insulina: En casos avanzados, las personas con diabetes tipo 2 pueden necesitar
inyecciones de insulina para mantener los niveles de glucosa bajo control.

3. Diabetes Gestacional: Se diagnostica durante el embarazo y, aunque


generalmente desaparece después del parto, las mujeres que han tenido diabetes
gestacional tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro. La
diabetes gestacional es una forma de diabetes que se diagnostica por primera vez
durante el embarazo y afecta el manejo de la glucosa en la sangre de la madre.
Aunque la diabetes gestacional generalmente desaparece después del parto, las
mujeres que la desarrollan tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2
más adelante en la vida, y el bebé también puede tener un mayor riesgo de
problemas de salud a corto y largo plazo.

 Causas: La diabetes gestacional se produce debido a la incapacidad del cuerpo de la mujer


embarazada para utilizar eficazmente la insulina. Durante el embarazo, las hormonas producidas
por la placenta, que ayudan al bebé a desarrollarse, también pueden bloquear la acción de la
insulina en el cuerpo de la madre, una condición conocida como resistencia a la insulina. A
medida que el embarazo avanza, la resistencia a la insulina se intensifica, lo que hace que el
páncreas necesite producir más insulina para mantener los niveles normales de glucosa. En las
mujeres con diabetes gestacional, el páncreas no puede satisfacer esta mayor demanda, lo que
resulta en niveles elevados de glucosa en sangre.

Algunos factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades de desarrollar


diabetes gestacional incluyen:

- Historia familiar de diabetes


- Obesidad o sobrepeso
- Edad materna avanzada (generalmente mayor de 25 años)
- Tener antecedentes de diabetes gestacional en embarazos anteriores
- Haber tenido un bebé grande en un embarazo anterior (más de 4 kg)
- Origen étnico (ciertos grupos, como las mujeres hispanas, afroamericanas,
asiáticas y nativas americanas, tienen un mayor riesgo)

 Síntomas: La diabetes gestacional a menudo no presenta síntomas evidentes. Por esta razón, a
muchas mujeres se les realiza una prueba de glucosa entre las semanas 24 y 28 del embarazo. En
algunos casos, las mujeres pueden experimentar síntomas leves como:

- Aumento de la sed
- Aumento de la micción
- Fatiga
- Visión borrosa
- Dado que estos síntomas también pueden ser comunes en el embarazo, el
cribado y las pruebas son esenciales para el diagnóstico.
 Diagnóstico: El diagnóstico de la diabetes gestacional generalmente se realiza a través de una
prueba de tolerancia a la glucosa oral (OGTT) que se realiza en dos pasos:

1. Prueba de detección de glucosa: La paciente consume una solución


azucarada y, una hora después, se mide su nivel de glucosa en sangre. Si el
nivel de glucosa está por encima de un umbral determinado, se realiza la
segunda prueba.
2. Prueba de tolerancia a la glucosa oral: En este examen, la paciente ingiere
una solución con una cantidad mayor de glucosa y se miden sus niveles de
glucosa en sangre en intervalos regulares durante las siguientes 2-3 horas. Si
dos o más de los valores superan los umbrales normales, se diagnostica
diabetes gestacional.

Impacto en la Madre y el Bebé

Riesgos para la Madre:


a) La diabetes gestacional aumenta el riesgo de desarrollar hipertensión inducida por el
embarazo o preeclampsia, una complicación grave que puede afectar tanto a la madre
como al bebé.
b) Mayor probabilidad de requerir una cesárea debido a problemas relacionados con el
tamaño del bebé o complicaciones del parto.
c) Después del embarazo, las mujeres con diabetes gestacional tienen hasta un 50% de
probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2 en los próximos 5 a 10 años.

Riesgos para el Bebé:


a) Macrosomía fetal: Los altos niveles de glucosa en la sangre de la madre pueden
atravesar la placenta, lo que provoca un exceso de crecimiento fetal (bebé
grande). Los bebés con macrosomía pueden enfrentar dificultades durante el
parto vaginal, como lesiones en los hombros.
b) Hipoglucemia neonatal: Después del nacimiento, el bebé puede tener niveles
bajos de glucosa debido a que el cuerpo produce insulina extra en respuesta a la
glucosa elevada de la madre durante el embarazo.
c) Mayor riesgo de desarrollar obesidad y diabetes tipo 2 más adelante en la vida.

 Tratamiento y Manejo de la Diabetes Gestacional: El manejo de la diabetes gestacional se basa


en controlar los niveles de glucosa en sangre para reducir los riesgos tanto para la madre como
para el bebé. El tratamiento puede incluir:

- Monitoreo regular de la glucosa en sangre: Es esencial que las mujeres con


diabetes gestacional controlen sus niveles de glucosa en sangre varias veces al
día, normalmente antes y después de las comidas, para asegurarse de que están
dentro del rango recomendado.
- Dieta balanceada: Una dieta rica en nutrientes y baja en carbohidratos refinados
puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre. La madre trabajará con
un nutricionista para planificar comidas que mantengan sus niveles de glucosa
estables.
- Ejercicio regular: Actividades físicas como caminar, nadar o ejercicios de bajo
impacto pueden mejorar la sensibilidad a la insulina y ayudar a mantener
controlados los niveles de glucosa.
- Insulina o medicamentos: Si los cambios en el estilo de vida no son suficientes
para controlar la glucosa, algunas mujeres pueden necesitar inyecciones de
insulina. En ciertos casos, también se pueden prescribir medicamentos orales,
aunque el uso de estos en el embarazo es más limitado.
- Seguimiento médico constante: Las mujeres con diabetes gestacional requieren
una vigilancia más estrecha durante el embarazo, lo que puede incluir más
consultas médicas y ecografías para monitorizar el crecimiento del bebé y otras
complicaciones potenciales.

Posparto y Seguimiento: La mayoría de las mujeres con diabetes gestacional verán que sus niveles de
glucosa en sangre vuelven a la normalidad poco después del parto. Sin embargo, es importante
realizar un seguimiento, ya que la diabetes gestacional aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2
en el futuro. Los médicos generalmente recomiendan una prueba de tolerancia a la glucosa alrededor
de las 6 a 12 semanas después del parto y monitoreo regular de los niveles de glucosa en los años
siguientes.

Prevención de la Diabetes Tipo 2 después de la Diabetes Gestacional: Las mujeres que han tenido
diabetes gestacional pueden reducir su riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 adoptando los siguientes
hábitos:

- Mantener un peso saludable después del parto.


- Realizar actividad física de forma regular.
- Seguir una dieta equilibrada rica en fibra y baja en carbohidratos refinados y
grasas saturadas.
- Someterse a pruebas periódicas para controlar los niveles de glucosa en sangre.

Procesos Bioquímicos en la Diabetes: La diabetes afecta varios procesos bioquímicos, especialmente


relacionados con el metabolismo de los carbohidratos, grasas y proteínas:

- Metabolismo de la Glucosa: En una persona sin diabetes, la insulina permite que


la glucosa se transporte desde el torrente sanguíneo hacia las células. En personas
con diabetes, este proceso se ve alterado, lo que causa hiperglucemia (niveles
altos de glucosa en sangre).
- Resistencia a la Insulina (Tipo 2): Las células del cuerpo se vuelven menos
sensibles a la insulina, lo que significa que no pueden absorber la glucosa
eficientemente. El páncreas intenta compensar produciendo más insulina, lo que
puede llevar a la disfunción de las células beta pancreáticas con el tiempo.
- Lipólisis y Cetoacidosis Diabética (Tipo 1): Cuando el cuerpo no tiene
suficiente insulina para usar la glucosa como fuente de energía, empieza a
descomponer grasas, lo que genera ácidos grasos libres y cuerpos cetónicos como
fuente de energía alternativa. Esto puede llevar a la cetoacidosis diabética, una
complicación grave caracterizada por la acumulación de cuerpos cetónicos en la
sangre.

Procedimientos y Tratamientos para la Diabetes:

- Monitorización de la Glucosa en Sangre: Los pacientes deben controlar


regularmente sus niveles de glucosa en sangre para ajustarse a sus necesidades de
insulina o medicamentos.

- Tratamiento para la Diabetes Tipo 1:


o Insulina: Es el tratamiento principal. Existen varios tipos de insulina según su
velocidad de acción (rápida, intermedia y prolongada). Las inyecciones de insulina o
las bombas de insulina son las formas más comunes de administración.
o Bomba de Insulina: Dispositivo que administra pequeñas dosis de insulina durante el
día.
o Monitores Continuos de Glucosa: Estos dispositivos proporcionan lecturas
constantes de glucosa y ayudan a ajustar las dosis de insulina.

- Tratamiento para la Diabetes Tipo 2:


o Medicamentos orales: Los más comunes son:
 Metformina: Reduce la producción de glucosa en el hígado y mejora la
sensibilidad a la insulina.
 Sulfonilureas: Aumentan la liberación de insulina por el páncreas.
 Inhibidores de SGLT2: Reducen la absorción de glucosa en los riñones y
promueven la excreción de glucosa por la orina.
o Insulina: En casos avanzados, algunas personas con diabetes tipo 2 pueden necesitar
insulina.
o Modificaciones del Estilo de Vida: Ejercicio regular, dieta balanceada, pérdida de
peso y control del estrés son esenciales.

- Tratamiento para la Diabetes Gestacional:


o Monitoreo frecuente de la glucosa en sangre y, si es necesario, insulina.
o Cambios en la dieta y el ejercicio físico también son fundamentales para el control.

Complicaciones de la Diabetes

La diabetes no controlada puede dar lugar a varias complicaciones:

 Complicaciones agudas:
o Hipoglucemia (niveles bajos de azúcar en sangre)
o Cetoacidosis diabética (en diabetes tipo 1)
 Complicaciones crónicas:
o Enfermedad cardiovascular
o Nefropatía diabética (daño renal)
o Neuropatía diabética (daño a los nervios)
o Retinopatía diabética (daño ocular)
o Pie diabético, que puede llevar a amputaciones

2. OBJETIVOS
2.1 OBJETIVO GENERAL
2.1.1 Analizar la incidencia de la diabetes mellitus tipo 2 en la presión arterial de los pacientes
que la padecen, evaluando su relación, y asimismo, proponer medidas de prevención y su
respectivo tratamiento.

2.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS


2.2.1 Investigar los distintos tipos de diabetes mellitus y sus factores de riesgo asociados, con el
objetivo de comprender como influyen en la salud cardiovascular.
2.2.2 Analizar la relación entre la hipertensión arterial y la diabetes mellitus tipo 2, y con ello, se
requiere identificar la prevalencia y los mecanismos que vinculan ambas condiciones.
2.2.3 Proponer estrategias de prevención y tratamientos las cuales contribuyan al control de la
hipertensión arterial en pacientes que padezcan la diabetes mellitus tipo 2, basadas en los
hallazgos de la investigación.

3. ANTECEDENTES

Durante las últimas décadas la diabetes mielitis tipo 2 a sido tema de discusión , una de las razones es
que a diferencia de la mayoría de enfermedades no transmisibles, la diabetes se ven alza estimando
que para el 2030 como la séptima causas de muerte, lo que a causado que una cantidad de fondos sean
destinados a combatirla, además de que entes internacionales como la OMS muestren interés en
desarrollar estrategias para facilitar el tratamiento y enfatizar en la prevención de esta enfermedad, por
medio de estudios se ha encontrado una relación importante entre la manera en como el paciente
genera una correcta conducta de autocuidado con el manejo asertivo de la información que
proporciona el profesional de la salud, es decir que una vez ya se tiene la enfermedad, el paciente
presentara mas adherencia al tratamiento si este es enterado de la importancia que tiene este mismo
para su salud de aquel momento en adelante.

Con relación a lo anterior existe un factor económico importante en la lucha contra la diabetes, ya sea
por la obtención de medicamentos, adopción de estilos de vida saludables en temas de alimentación y
ejercicio, además de la obtención de equipos de monitoreo óptimos como los glucómetros, ante esta
problemática el 14 de abril de 2021 la OMS propone El Pacto Mundial Contra La Diabetes, el cual
tiene como objetivo brindar una cobertura global de la insulina con una asequibilidad favorable,
además de proponer que se llegue a un consenso para establecer un precio unitario y global, es
necesario unir a la entidades tanto públicas como privadas con este fin último.

Puesto a que aterradoras cifras entregadas por la misma OMS afirman que de los pacientes
diagnosticados con diabetes, el 50% no recibe la insulina que necesita, sin embargo también se han
pronunciado los gobiernos de diferentes países tomando medidas económicas al respecto, un ejemplo
de lo anterior fue uno de los puntos de la reforma tributaria de 2022 en Colombia, la cual tenia como
objetivo aplicar un impuesto de un 15% inicial y que alcanzara su tope en 2023 con el 25%, con el fin
de generar una abstinencia de la población con respecto al consumo de azucares libres.
Esta medida se propone consecuencia de los altos costos que le suponían al gobierno el tratamiento de
la diabetes, puesto a que los pacientes diabéticos suponen de 2 a 5 veces mas recursos que la
población no diabética, puesto a que el paciente diabético va a tener una susceptibilidad mayor a
desarrollar complicaciones y enfermedades adicionales a la diabetes, como lo es el riesgo vascular, el
cual se multiplica por 2 en el caso de los hombres y por 4 en el caso de las mujeres, mientras en
términos generales se aproxima que los pacientes diabéticos tienen 2 veces mas posibilidades de
desarrollar hipertensión, tema el cual será tratado de manera más rigurosa en el desarrollo de la
investigación.

4. MARCO TEÓRICO

4.1 REGULACIÓN Y ASIMILACIÓN DE LA GLUCOSA EN LAS CÉLULAS


La glucosa es la principal fuente de energía que necesita nuestro cuerpo para funcionar. Exponer a
nuestro organismo a elevadas cantidades de glucosa es perjudicial para nuestra salud y puede
desencadenar una diabetes tipo 2, patología que ha experimentado un alarmante crecimiento en
nuestra sociedad y cuyas complicaciones perjudican notablemente nuestra calidad de vida.
Cuando nos alimentamos, el cuerpo asimila los nutrientes de los alimentos y la glucosa pasa a la
sangre, que transporta la glucosa a las células. Para entrar en las células y que éstas transformen la
glucosa en energía, el cuerpo genera la insulina que funciona como una llave que “abre la puerta” de
las células.
Cuando ingerimos alimentos altos en azúcar, el nivel de glucosa en sangre aumenta (hiperglucemia).
El Páncreas, específicamente las células Betas empiezan a segregar insulina, esta se une a los
receptores de insulina, la cual estimula la translocación de los trasportadores Gluts 4 para que así la
glucosa pueda entrar a la célula por medio de trasporte facilitado. La insulina estimula la glucolisis,
glucogénesis, síntesis de proteínas, lipogénesis.
Si no se produce insulina los Gluts 4 no cumplen su función, la célula no capta la glucosa, se queda en
la sangre y esto conlleva a la diabetes.

4.1.1 ROL DE LA GLUCOSA


La glucosa es la principal fuente de energía de las células que forman los músculos y otros tejidos.

 La glucosa proviene de dos fuentes principales: los alimentos y el hígado.


 El azúcar se absorbe en el torrente sanguíneo, donde ingresa en las células con la ayuda
de la insulina.
 El hígado almacena la glucosa en forma de glicógeno.
 Cuando los niveles de glucosa son bajos, como cuando no has comido por un buen rato,
el hígado convierte el glucógeno almacenado en glucosa. Esto mantiene los niveles de
glucosa dentro de un rango normal.

4.2 DIABETES MELLITUS TIPO 1


La diabetes mellitus tipo uno se basa en una destrucción masiva de las células betas del páncreas por
células inmunitarias, lo cual provoca una deficiencia absoluta de insulina. La diabetes es una
enfermedad inmunológica.

4.2.1 FISIOPATOLOGÍA
En casos normales los linfocitos TCD4 una de sus funciones es identificar las células propias del
cuerpo humano, al momento de identificar a las células betas del páncreas con ayuda del HLA
(antígeno leucocitario humano) estas son reconocidas como propias del cuerpo y no desencadenan
respuestas inmunitarias.
En algunos casos, pueden ocurrir mutaciones en los genes que codifican las moléculas del HLA. Si un
individuo hereda estas mutaciones, es posible que tenga problemas en la presentación de antígenos, lo
que aumenta su susceptibilidad a ciertas enfermedades. Debido a que las moléculas mutadas presentan
los antígenos de forma incorrecta, los linfocitos activados no solo atacan a las células que deberían
reconocer, sino que pierden la capacidad de distinguir entre lo propio y lo extraño. Como resultado,
pueden atacar células sanas del propio organismo, interpretándolas erróneamente como amenazas
externas.
En ocasiones, los linfocitos T CD4 pueden volverse autorreactivos y atacar a las células beta del
páncreas. Al no reconocerlas correctamente, desencadenan una respuesta inmune que activa tanto a
los linfocitos T CD8, que son citotóxicos, como a los linfocitos B, encargados de la inmunidad
humoral. Los linfocitos T CD8 liberan sustancias como TNF-alfa, perforinas y granzimas, que
destruyen las células beta. Al mismo tiempo, los linfocitos B producen anticuerpos contra los islotes
pancreáticos y la insulina, lo que provoca una destrucción masiva de las células beta.
Como consecuencia, la glucosa en la sangre no puede ingresar a las células porque los transportadores
GLUT-4 no se activan sin la presencia de insulina, lo que genera hiperglucemia.

4.2.2 MANIFESTACIONES CLÍNICAS


Dentro de la sintomatología de la diabetes mellitus tipo 1, las cuales se manifiestan de manera rápida
debido a la deficiencia absoluta de insulina, se encuentran las siguientes:
- Polidipsia, determinado como el aumento de la sed, debido a la deshidratación causada por la
pérdida de líquidos a través de la orina.
- Poliuria, el cual es el aumento en la frecuencia y volumen de la micción, resultado de la
glucosa no absorbida que provoca un efecto osmótico en los riñones.
- Polifagia, es decir, aumento del apetito, a pesar de la pérdida de peso, debido a la incapacidad
del cuerpo para utilizar la glucosa como fuente de energía.
- Pérdida de peso inexplicada, debido a que los pacientes pueden experimentar pérdida de peso
por la utilización de grasas y proteínas como fuentes energía, a pesar de que presenten una
ingesta normal o aumentada de alimentos.
- Presentan fatiga, causada por la falta de energía disponible para el cuerpo.
- Náuseas y vómitos, los cuales pueden ocurrir especialmente si hay una cetoacidosis diabética,
una complicación grave caracterizada por la acumulación de cuerpos cetónicos en la sangre.
- Visión borrosa, la cual puede deberse a cambios en la hidratación del cristalino del ojo.
- Los pacientes pueden ser más propensos a infecciones, especialmente de la piel y del tracto
urinario, debido a la hiperglucemia y su efecto en el sistema inmunológico.

4.2.3 TRATAMIENTO
Todos los pacientes con diabetes mellitus tipo 1 requieren insulinoterapia. El objetivo es intentar
replicar el patrón de secreción de insulina de una persona que no tiene diabetes mediante el uso de
terapia con insulina en bolo basal. Para la terapia en bolo basal, se indica una insulina de acción más
prolongada (o una infusión subcutánea continua de insulina de acción rápida administrada a través de
una bomba) para simular la producción basal de insulina que suprime la producción hepática de
glucosa, especialmente en ayunas, y una insulina de acción más corta antes de las comidas para
controlar las fluctuaciones postprandiales de la glucosa.
La escala móvil insulina es una estrategia en la que se administran dosis variables de insulina de
acción rápida antes de las comidas y al acostarse, dependiendo del nivel de glucosa en plasma del
paciente (el cual se evalúa mediante un medidor de glucosa o un sensor) Sin embargo, un régimen de
insulina de escala móvil por sí solo no es una estrategia eficaz para mantener la normoglucemia en
pacientes con diabetes tipo 1 o en la mayoría de los pacientes con diabetes tipo 2.
Se deben tener en cuenta ciertas recomendaciones para ser tratadas:
- Los pacientes con diabetes mellitus tipo 1 deben contabilizar los ingresos de hidratos de
carbono o utilizar el sistema de intercambio de hidratos de carbono que permite hacer
coincidir la dosis de insulina con la ingesta y facilita la reposición fisiológica de insulina. El
“recuento” de la cantidad de hidratos de carbono presentes en una comida se utiliza para
calcular la dosis de insulina prepandial. Por ejemplo, si se usa un índice insulina: hidrato de
carbono (IIH) de 15 gramos:1, un paciente requerirá 1 unidad de insulina rápida por cada 15 g
de hidratos de carbono en una comida. Estas relaciones pueden variar significativamente entre
los pacientes, dependiendo de su grado de sensibilidad a la insulina y ajustarse en función del
tiempo.

- En la diabetes tipo 1, se ha demostrado que el ejercicio disminuye la mortalidad, aunque el


efecto sobre la disminución de la HbA1C es menos claro. Los adultos con diabetes sin
limitaciones físicas deben hacer ejercicio durante un mínimo de 150 min/semana (dividido en
al menos 3 días). El ejercicio tiene un efecto variable sobre la glucemia, lo que depende del
momento en que se realiza en relación con las comidas y de la duración, la intensidad y el tipo
de ejercicio. En particular en los pacientes con diabetes tipo 1, el ejercicio puede provocar
hipoglucemia. Por lo tanto, debe controlarse el nivel de glucosa en sangre inmediatamente
antes y después del ejercicio. El rango objetivo para la glucemia antes del ejercicio debe estar
entre 90 mg/dl y 250 mg/Dl

- Los pacientes con síntomas de hipoglucemia deben comprobar su nivel de glucemia e ingerir
hidratos de carbono o reducir su dosis de insulina según sea necesario para que su glucemia
sea sólo algo superior a la normal justo antes del ejercicio. La hipoglucemia durante el
ejercicio intenso puede requerir la ingestión de hidratos de carbono durante el período de
entrenamiento, típicamente entre 5 y 15 g de sacarosa u otro azúcar simple.

- Trasplante de páncreas
El trasplante de páncreas y el trasplante de islotes pancreáticos son métodos alternativos a la
administración de insulina, ambos sirven para injertar en forma efectiva células beta productoras de
insulina en pacientes con deficiencia de insulina (tienen diabetes mellitus tipo 1).

4.3 DIABETES MELLITUS TIPO 2


La diabetes mellitus tipo 2 es una enfermedad crónica en la que los niveles de glucosa en sangre
permanecen elevados debido a que el cuerpo no responde bien a la insulina (resistencia a la insulina) y
el páncreas no produce suficiente insulina para compensarlo. Es la forma más común de diabetes y
está asociada con la predisposición genética, estilos de vida poco saludables y el envejecimiento.
Existe una conexión estrecha entre diabetes tipo 2, obesidad y cáncer, ya que comparten mecanismos
relacionados con alteraciones metabólicas, cambios hormonales y procesos inflamatorios crónicos.
Estos tres problemas forman parte del síndrome metabólico, que incrementa el riesgo de desarrollar
enfermedades graves. La obesidad contribuye al desarrollo de la diabetes tipo 2 y de ciertos tipos de
cáncer, mientras que la diabetes aumenta las probabilidades de sufrir algunos tumores. La interacción
de estas condiciones crea un entorno propicio para la aparición de enfermedades crónicas, resaltando
la importancia de adoptar un estilo de vida saludable para prevenir y manejar estas patologías.
Cuando el tejido adiposo se ve sobrecargado con más grasa de la que puede almacenar, pierde su
capacidad de expandirse, lo que desencadena un proceso inflamatorio. Durante este proceso, se
liberan moléculas como el TNF-alfa, la IL-6 y la resistina. Al no poder almacenar más ácidos grasos,
estos se liberan en la circulación sanguínea y se dirigen principalmente a tres tipos de células:
miocitos, hepatocitos y las células beta del islote pancreático. Dado que estos tejidos no están
diseñados para almacenar lípidos, la acumulación excesiva provoca un estado de lipotoxicidad,
alterando su funcionamiento metabólico.
La lipotoxicidad en los miocitos y hepatocitos, junto con la acumulación de grasa en las células beta,
contribuye al desarrollo de resistencia a la insulina. Aunque las células pancreáticas inicialmente
intentan compensar produciendo más insulina, la captación de glucosa se ve limitada, ya que no
ocurre una traslocación efectiva de los transportadores GLUT-4 hacia la membrana celular.
Paralelamente, el hígado utiliza los ácidos grasos para sintetizar glucosa a través del proceso de
gluconeogénesis, lo que eleva aún más los niveles de glucosa en sangre.
Este aumento de glucosa y la resistencia a la insulina obligan al páncreas a producir más insulina
como respuesta compensatoria. Sin embargo, la insulina también favorece la lipogénesis, lo que
agrava la acumulación de lípidos y perpetúa la lipotoxicidad, generando un círculo vicioso que
caracteriza al síndrome metabólico. Con el tiempo, este ciclo deteriora las células beta del páncreas,
disminuyendo la producción y liberación de insulina. A medida que avanza el daño, el hígado también
sufre alteraciones, como la acumulación excesiva de grasa (esteatosis hepática), que puede progresar
hasta cirrosis. Finalmente, la combinación de resistencia a la insulina y la insuficiencia de las células
beta provoca un estado de hiperglucemia persistente, característico de trastornos metabólicos
avanzados como la diabetes tipo 2.

4.3.1 FISIOPATOLOGÍA
La diabetes mellitus tipo 2 hace referencia a un complejo conjunto de interacciones entre la resistencia
a la insulina y la disfunción de las células beta del páncreas; primero que todo, la resistencia a la
insulina implica que las células del hígado, músculo y tejido adiposo no responden adecuadamente a
esta hormona, lo que dificulta la captación y utilización de la glucosa en la sangre. Como
consecuencia, se produce una hiperglucemia crónica, ya que la glucosa no es eficientemente
transportada a las células, lo que lleva a una serie de alteraciones metabólicas. En respuesta a esta
resistencia, las células beta del páncreas inicialmente intentan compensar produciendo cantidades
crecientes de insulina; sin embargo, con el tiempo, su capacidad para secretar insulina se agota, y
muchas de estas células pueden sufrir apoptosis, disminuyendo así la producción de insulina.
Este deterioro en la función de las células beta, junto con la persistente resistencia a la insulina,
contribuye a un ciclo vicioso que perpetúa la hiperglucemia. Además, la resistencia a la insulina
estimula la lipólisis, lo que incrementa la liberación de ácidos grasos libres en la circulación,
afectando negativamente la sensibilidad a la insulina y promoviendo la acumulación de grasa visceral.
Asimismo, el hígado continúa produciendo glucosa a pesar de la elevación de insulina, exacerbando
aún más el problema.
Con el tiempo, la hiperglucemia crónica y las alteraciones metabólicas resultantes pueden dar lugar a
complicaciones significativas, tanto microvasculares (como retinopatía, nefropatía y neuropatía) como
macrovasculares (incluyendo enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares).
Además, diversos factores contribuyentes, tales como la predisposición genética, la obesidad y un
estilo de vida sedentario, juegan un papel fundamental en el desarrollo y progresión de la diabetes tipo
2. Este enfoque integral de la fisiopatología no solo ayuda a comprender la complejidad de la
enfermedad, sino que también resalta la necesidad de estrategias de intervención que aborden tanto los
mecanismos subyacentes como los factores de riesgo asociados.

4.3.2 MANIFESTACIONES CLÍNICAS


1. Poliuria (micción excesiva):
Este síntoma se produce por la incapacidad del riñón para reabsorber toda la glucosa cuando los
niveles en sangre superan el umbral renal de glucosa, que generalmente es de 180 mg/dL. En
condiciones normales, la glucosa filtrada en el glomérulo es completamente reabsorbida en el túbulo
proximal de la nefrona. Sin embargo, en la diabetes, la hiperglucemia persistente hace que la
capacidad de reabsorción sea sobrepasada, llevando a la excreción de glucosa por la orina, en un
proceso conocido como glucosuria. Esto incrementa la osmolaridad del filtrado tubular, lo que a su
vez arrastra agua hacia la orina, resultando en un aumento del volumen urinario o poliuria. La poliuria
puede causar deshidratación si no se compensa adecuadamente con la ingesta de líquidos.

2. Polidipsia (sed excesiva):


La polidipsia está relacionada directamente con la poliuria. La pérdida excesiva de líquidos por la
orina genera un estado de deshidratación que estimula el centro de la sed en el hipotálamo. Además,
los niveles elevados de glucosa en sangre aumentan la osmolaridad plasmática, lo que refuerza esta
respuesta fisiológica. El cuerpo, al percibir la alta concentración de glucosa, intenta diluirla mediante
la ingesta de agua, incrementando el deseo de beber. Esta es una manifestación común en pacientes
que experimentan hiperglucemia no controlada, tanto en diabetes tipo 1 como en tipo 2.

3. Polifagia (apetito excesivo):


La polifagia se debe a la inanición celular. En la diabetes, las células no reciben suficiente glucosa
porque, o bien no hay insulina (como en la diabetes tipo 1), o los receptores de insulina están dañados
o resistentes (como ocurre en la diabetes tipo 2). Aunque los niveles de glucosa en sangre son altos,
las células no pueden utilizarla eficazmente para producir energía. Esto desencadena una señal en el
hipotálamo que interpreta la falta de energía como hambre, provocando un aumento del apetito. A
nivel metabólico, el cuerpo comienza a movilizar las reservas de grasas y proteínas para generar
energía, lo que lleva a una disminución en las reservas de nutrientes y exacerba aún más el apetito.

4. Pérdida de peso inexplicada:


La pérdida de peso es un síntoma común en la diabetes no controlada, particularmente en la diabetes
tipo 1. Esta pérdida de peso se relaciona con varios factores: por un lado, la glucosuria contribuye a la
pérdida de calorías por la orina; por otro lado, la utilización de lípidos y proteínas como fuentes
alternativas de energía (debido a la deficiencia de insulina) lleva a una pérdida de masa corporal. En
la diabetes tipo 2, este síntoma también puede presentarse, aunque es menos común en las etapas
iniciales.

Otros síntomas asociados:


Además de los síntomas cardinales mencionados, la diabetes puede manifestarse con otros signos y
síntomas, tales como:
Fatiga: Se debe a la falta de energía en las células, ya que la glucosa no puede ser metabolizada
adecuadamente.
Visión borrosa: Ocurre debido a la alteración del cristalino del ojo, que cambia su forma y enfoque
como resultado de los cambios osmóticos inducidos por la hiperglucemia.
Infecciones recurrentes: La glucosuria y la hiperglucemia favorecen un ambiente propicio para el
crecimiento de levaduras, bacterias y hongos, lo que incrementa la susceptibilidad a infecciones
genitourinarias, como la candidiasis o balanitis.
Estos síntomas son generalmente los motivos de consulta inicial en muchos pacientes con diabetes,
especialmente cuando no han sido diagnosticados previamente.

4.3.3 TRATAMIENTO
En cuanto a la diabetes tipo 2, el tratamiento es más variado y se centra en mejorar la sensibilidad a la
insulina y la secreción de insulina. El tratamiento inicial generalmente incluye modificaciones en el
estilo de vida, como dieta y ejercicio, junto con metformina como terapia de primera línea, debido a
su eficacia y bajo costo. Si la metformina no es suficiente para alcanzar los objetivos glucémicos, se
pueden añadir otros medicamentos, como inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2
(SGLT-2) y agonistas del receptor del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1), que han
demostrado beneficios adicionales en la reducción de eventos cardiovasculares y pérdida de peso. En
casos de hiperglucemia marcada o cuando otros agentes no son efectivos, se puede considerar la
terapia con insulina.
El tratamiento combinado temprano y/o la terapia con insulina debe iniciarse en pacientes con
elevaciones más significativas de la glucosa en el momento del diagnóstico o con concentraciones de
HbA1C 1,5 a 2,0% por encima del objetivo. Existe evidencia de que la terapia combinada temprana
logra un control de la glucemia superior y más duradero que un enfoque gradual para el agregado de
farmacoterapia en la diabetes.
Se deben tener en cuenta ciertas recomendaciones para ser tratadas:
- Los pacientes deben ser educados sobre el consumo de una dieta rica en alimentos integrales
en lugar de alimentos procesados. Los hidratos de carbono deben ser de alta calidad y deben
contener cantidades adecuadas de fibra, vitaminas y minerales y bajo contenido de azúcar,
grasa y sodio. Algunos adultos pueden reducir los niveles de glucosa en sangre y requerir
menos hipoglucemiantes si siguen un plan de alimentación con contenido bajo o muy bajo de
hidratos de carbono
- Se ha demostrado que tanto el ejercicio aerobio como el ejercicio de resistencia mejoran el
control de la glucemia en la diabetes tipo 2, y varios estudios han mostrado que una
combinación de resistencia y ejercicio aerobio es mejor que cada uno por separado.
- Es importante controlar la presión arterial y los niveles de colesterol para reducir el riesgo de
complicaciones cardiovasculares.
4.3.4 PREVENCIÓN DIABETES MELLITUS TIPO 2
En la diabetes tipo dos la influencia del ambiente y el estilo de vida es mucho más clara, debido a la
mayor prevalencia de la obesidad y el sedentarismo, incluyendo una alimentación no tan saludable
como deberíamos, por esto se ha disparado la diabetes tipo II en el último siglo.
Cómo fue mencionado la diabetes mellitus tipo 2 suele poder prevenirse con modificaciones en el
estilo de vida. El descenso de tan sólo el 7% del peso corporal basal combinado con actividad física
de intensidad moderada como por ejemplo 30 minutos de caminata por día o realizar de manera un
poco más intensa algún deporte al menos una vez a la semana pueden reducir > 50% la incidencia de
diabetes mellitus en los individuos con riesgo elevado debido a predisposición genética.
La nutrición es un factor fundamental para la prevención ya que debemos empezar a alimentarnos de
forma saludable, eliminando principalmente los excesos de azúcar y para eso existen diferentes tipos
de dietas como la Dash y la mediterránea.
La higiene de sueño es fundamental ya que debemos dormir por lo menos 8 horas y si no es posible al
menos 6 horas, esto debe cumplirse ya qué justamente a partir de esto regularemos el ciclo circadiano
y la liberación hormonal por eso debemos respetar esa cantidad de horas y que sean de forma
periódica para que el cuerpo sepa qué horas descasamos para que el ciclo se equilibre, logrando así un
mayor funcionamento a la hora de liberar hormonas entre ellas la insulina.
Se han evaluado varios medicamentos para la prevención de la diabetes, como metformina, acarbosa,
liraglutida, tiazolidinedionas, valsartán, testosterona, orlistat y fentermina/topiramato. La metformina
es segura y rentable y la avala la evidencia más fuerte para la prevención de la diabetes. Puede
considerarse si la dieta y el estilo de vida no son exitosos, especialmente en pacientes con mayor
riesgo de desarrollar diabetes (índice de masa corporal ≥ 35 o antecedentes de diabetes gestacional).
En pacientes obesos, la farmacoterapia para la pérdida de peso, los dispositivos médicos y la cirugía
para la pérdida de peso pueden utilizarse como complementos de la dieta y la actividad física (Se ha
demostrado que la cirugía bariatrica disminuye el riesgo de progresión a diabetes).

4.4 DIAGNOSTICO DE LA DIABETES MELLITUS TIPO 1 Y 2, CON RESPECTO A LOS


FACTORES DE RIESGO

Glucosa en ayunas Glucosa Hemoglobina


(Mg/Dl) postprandial(Mg/Dl) glicosilada (%)
Normal 70-100 ≤ 140 4,5-5,6
Prediabet
es 100-125 140-199 5,7-6,4
Diabetes ≥126 ≥ 200 ≥6,5

Para diagnosticar esta patología se realiza un examen de sangre que se debe realizar cuando el
paciente presenta ciertos factores de riesgos.
4.4.1 FACTORES DE RIESGO PARA LA DIABETES TIPO 1:
• Antecedentes familiares: Las personas con un padre o hermano con diabetes tipo 1 tienen
mayor riesgo de desarrollarla.
• Edad: La diabetes tipo 1 puede aparecer a cualquier edad, pero es más común entre los niños
y adolescentes.
• Geografía: La prevalencia de la diabetes tipo 1 aumenta mientras más lejos estés de la línea
del Ecuador.
• Genética: La presencia de ciertos genes indica un riesgo mayor de desarrollar diabetes tipo 1.

4.4.2 FACTORES DE RIESGO PARA LA DIABETES TIPO 2:


• Presentas prediabetes, o niveles de azúcar en sangre levemente elevados.
• Exceso de peso u obesidad (IMC mayor a 35).
• Abundancia de grasa abdominal.
• Inactividad física.
• Edad mayor a 45 años.
• Has dado a luz a un bebé que pesó más de 9 libras.
• Perteneces a razas como: negro, hispano, indio americano o nativo de Alaska.
• Presentas antecedentes familiares con diabetes mellitus tipo 2.
• Presenta síndrome de ovario poliquístico (SOP).

En estos casos, se realiza un examen de sangre que proporciona datos clave, como se detalla en la
tabla. Entre los valores más importantes a obtener se encuentra la glucosa, que representa la
cuantificación de azúcar en el torrente sanguíneo. Esta medición puede realizarse en ayunas o de
manera postprandial, es decir, después de una comida. La prueba postprandial se utiliza para evaluar
la respuesta del cuerpo al azúcar y al almidón tras la ingesta de alimentos. A medida que los alimentos
se digieren en el estómago, los niveles de glucosa en la sangre aumentan rápidamente. En respuesta, el
páncreas libera insulina, facilitando el transporte de estos azúcares desde la sangre hacia las células de
los músculos y otros tejidos para su uso como combustible. Normalmente, en un plazo de dos horas
después de comer, los niveles de insulina y glucosa deberían regresar a la normalidad.

Asimismo, se medirá el valor de la hemoglobina glicosilada, que indica la cantidad de glucosa


adherida a la hemoglobina, presente principalmente en los eritrocitos. Si los resultados muestran datos
de prediabetes, existe el riesgo de que la persona desarrolle diabetes en el futuro. Sin embargo, se
pueden implementar medidas de prevención, como la administración de metformina, un fármaco
antidiabético, en pacientes de entre 25 y 59 años con un índice de masa corporal (IMC) superior a 35
kg/m², especialmente en aquellos que no responden adecuadamente a los cambios en sus hábitos de
vida.

4.5 DIABETES GESTACIONAL

La diabetes gestacional es un tipo de diabetes que se desarrolla durante el embarazo, generalmente en


el segundo o tercer trimestre, y se caracteriza por hiperglucemia. Su fisiopatología involucra la
resistencia a la insulina que se produce debido a los cambios hormonales típicos del embarazo.
Hormonas como el cortisol, la progesterona y los lactógenos placentarios pueden interferir con la
acción de la insulina, lo que genera una disminución en la captación de glucosa por parte de las
células y un aumento en la producción de glucosa hepática. Esta situación provoca que el organismo
no pueda mantener niveles adecuados de glucosa en sangre, resultando en hiperglucemia.

Las manifestaciones clínicas de la diabetes gestacional son a menudo asintomáticas, lo que hace que
la condición sea difícil de detectar sin un cribado adecuado. Sin embargo, algunas mujeres pueden
experimentar síntomas similares a los de la diabetes tipo 2, como sed excesiva (polidipsia), aumento
en la frecuencia urinaria (poliuria), y en algunos casos, fatiga. A medida que avanza el embarazo, las
complicaciones pueden incluir un crecimiento fetal excesivo (macrosomía), lo que puede aumentar el
riesgo de complicaciones durante el parto y la necesidad de cesárea. También se asocia con un mayor
riesgo de preeclampsia y problemas en la salud del recién nacido.

El tratamiento de la diabetes gestacional se centra en el control de los niveles de glucosa en sangre


para proteger la salud de la madre y del bebé. Las estrategias incluyen modificaciones en el estilo de
vida, como una dieta balanceada y actividad física regular, que ayudan a mantener los niveles de
glucosa dentro de un rango objetivo. En algunos casos, se puede requerir la monitorización de la
glucosa en sangre varias veces al día. Si las modificaciones en el estilo de vida no son suficientes para
controlar la hiperglucemia, se pueden prescribir medicamentos antidiabéticos orales o insulina. Es
crucial realizar un seguimiento cuidadoso durante el embarazo y después del parto, ya que las mujeres
que han tenido diabetes gestacional tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro.
Un enfoque integral en el manejo de la diabetes gestacional es esencial para asegurar un embarazo
saludable y minimizar complicaciones tanto para la madre como para el bebé.

5. METODOLOGÍA

En primera estancia, este trabajo investigativo requiere recopilar información acerca de cómo la
diabetes incide en la presión arterial de aquellos pacientes que la padecen, y para ello, se tiene
presente la siguiente metodología para su aplicación:

1. Se requiere indagar acerca de los tipos de diabetes, su causa, sintomatología y


tratamientos.
2. Se evalúan los factores de riesgos referentes a los distintos tipos de diabetes.
3. Se realiza una investigación con respecto a la hipertensión arterial, y se
plantean los puntos claves con respecto a su causa y la incidencia de
enfermedades subyacentes como los tipos de diabetes, con respecto a la
misma.
4. Se analizan estudios que demuestren la prevalencia de la hipertensión arterial
en pacientes diabéticos.
5. Se identifica la correlación existente entre la hipertensión arterial con respecto
a aquellos pacientes diagnosticados con diabetes mellitus tipo 2.
6. Proponer medidas de prevención y tratamiento basadas en los resultados.
7. Realizar una evaluación crítica del proceso y de los resultados para establecer
una investigación clara y concisa, la cual esté relacionado con los objetivos del
trabajo de investigación.
8. De acuerdo, a la investigación realiza y planteamiento de los puntos clave, se
requiere realizar una divulgación de los resultados obtenidos en esta
investigación, lo cual es fundamental para maximizar su impacto y contribuir a
la comunidad.

A través de la difusión de hallazgos, se busca:

- Informar a pacientes y a la comunidad sobre la alta incidencia de hipertensión


en personas con diabetes tipo 2, resaltando la importancia del diagnóstico
temprano y el manejo adecuado de ambas condiciones.
- Compartir recomendaciones prácticas sobre hábitos saludables que pueden
ayudar a prevenir y controlar la hipertensión arterial y la diabetes, como la
alimentación balanceada y la actividad física regular.
- Presentar los resultados a médicos y especialistas en endocrinología y
cardiología, fomentando un enfoque interdisciplinario en el tratamiento y
prevención de la relación de la hipertensión arterial con respecto a la diabetes
mellitus tipo 2.
- Desarrollar folletos y recursos digitales que presenten hallazgos, los cuales
ofrezcan información accesible sobre la relación de la hipertensión arterial y la
diabetes mellitus tipo 2.

6. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
7. CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFÍA

 Nombela Manzaneque, N., Pérez-Arechaederra, D., & Caperos Montalbán, J. M. (2019). Efectos
secundarios y prácticas para mejorar la gestión de la diabetes tipo 2 desde el punto de vista de la
vivencia del individuo y de la gestión de la atención sanitaria. Revisión narrativa. Endocrinologia,
diabetes y nutricion, 66(10), 596–610. https://doi.org/10.1016/j.endinu.2019.05.010
 La OMS lanza un nuevo paquete técnico mundial para acelerar las acciones para abordar la
diabetes - OPS/OMS | Organización Panamericana de la Salud (paho.org)
 Hipertensión en el Paciente Diabético.pdf
 - YouTube. (s/f). Youtu.Be. Recuperado el 26 de octubre de 2024, de
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