0% encontró este documento útil (0 votos)
23 vistas54 páginas

2 JPC Arequipa - Desvincula de Tentativa Homicidio A Coacción

El Segundo Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de Arequipa ha dictado una resolución judicial en el caso del imputado Raúl Antonio Salazar Córdova, acusado de tentativa de homicidio calificado y tenencia ilegal de armas. La sentencia se basa en pruebas que indican que Salazar Córdova disparó contra Willy Ever Zela Quino y poseía múltiples armas de fuego sin la debida licencia. El proceso se encuentra en la etapa de deliberación y valoración de pruebas por parte de los jueces asignados al caso.

Cargado por

hzllegaltech
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
23 vistas54 páginas

2 JPC Arequipa - Desvincula de Tentativa Homicidio A Coacción

El Segundo Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de Arequipa ha dictado una resolución judicial en el caso del imputado Raúl Antonio Salazar Córdova, acusado de tentativa de homicidio calificado y tenencia ilegal de armas. La sentencia se basa en pruebas que indican que Salazar Córdova disparó contra Willy Ever Zela Quino y poseía múltiples armas de fuego sin la debida licencia. El proceso se encuentra en la etapa de deliberación y valoración de pruebas por parte de los jueces asignados al caso.

Cargado por

hzllegaltech
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 54

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA AREQUIPA -

Sistema de Notificaciones Electronicas SINOE


PALACIO DE JUSTICIA,
Juez:CASTRO FIGUEROA Rene Mario FAU 20456310959 soft
Fecha: 31/05/2023 09:34:26,Razón: RESOLUCIÓN JUDICIAL,D.Judicial:
AREQUIPA / AREQUIPA,FIRMA DIGITAL

2° JUZGADO PENAL COLEGIADO SUPRAPROVINCIAL - SEDE CENTRAL


EXPEDIENTE : 06059-2021-61-0401-JR-PE-01
JUECES : (*) CASTRO FIGUEROA RENE MARIO
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA
AREQUIPA - Sistema de MENDIGURI PERALTA DAVID
Notificaciones Electronicas SINOE YURY TITO QUIÑONEZ
PALACIO DE JUSTICIA, ESPECIALISTA : SALAS AGUIRRE, SALOMÉ
Juez:MENDIGURI PERALTA David IMPUTADO : RAÚL ANTONIO SALAZAR CÓRDOVA
Rosario FAU 20456310959 soft
DELITO
Fecha: 31/05/2023 09:38:08,Razón: : TENTATIVA DE HOMICIDIO CALIFICADO Y OTROS
RESOLUCIÓN
JUDICIAL,D.Judicial: AREQUIPA AGRAVIADO
/ : WILLY EVER ZELA QUINO
AREQUIPA,FIRMA DIGITAL
Resolución Nro. 06

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA


El Segundo Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial Permanente de Arequipa, integrado por los señores
AREQUIPA - Sistema de
jueces René Castro Figueroa (ponente), David Mendiguri Peralta y Yury Tito Quiñonez en la fecha, luego
Notificaciones Electronicas SINOE

PALACIO DE JUSTICIA,
Juez:TITO QUIÑONEZ YURY de deliberar y valorar la prueba actuada en juicio; ejerciendo la potestad de administrar justicia, han
JHOEL /Servicio Digital - Poder
Judicial del Perú
pronunciado en nombre del pueblo, lo siguiente:
Fecha: 31/05/2023 09:42:00,Razón:
RESOLUCIÓN
JUDICIAL,D.Judicial: AREQUIPA /
AREQUIPA,FIRMA DIGITAL

SENTENCIA N° 33-2023-2JPCSPA
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA
AREQUIPA - Sistema de
Arequipa, veinticuatro de mayo
Notificaciones Electronicas SINOE

PALACIO DE JUSTICIA,
Del dos mil veintitrés. -
Secretario:RAMOS PACSI Marisol
Monica FAU 20456310959 soft
Fecha: 31/05/2023 09:44:12,Razón:
RESOLUCIÓN
I.- PARTE EXPOSITIVA
JUDICIAL,D.Judicial: AREQUIPA /
AREQUIPA,FIRMA DIGITAL

PRMERO: IDENTIFICACIÓN DEL PROCESO

En el proceso penal signado como expediente N° 6059-2021, el Ministerio Público postuló dos
pretensiones.

Pretensión principal: Proceso seguido en contra de Raúl Antonio Salazar Córdova, por el delito contra la
vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de homicidio calificado, ilícito previsto y sancionado en el inciso
01 del artículo 108º, concordante con el artículo 16° Código Penal, en agravio de Willy Ever Zela Quino.
En concurso real por la comisión del delito en contra de la seguridad pública en la modalidad de
fabricación, comercialización, uso o porte de armas, ilícito previsto y sancionado en el artículo 279°-G, en
agravio del Estado representado por la Procuraduría del Ministerio del Interior.

Pretensión alternativa: Proceso seguido en contra de Raúl Antonio Salazar Córdova, por el delito contra
la libertad en la modalidad de coacción, ilícito previsto y sancionado en el artículo 151º, en agravio de
Willy Ever Zela Quino. En concurso real por la comisión del delito en contra de la seguridad pública en la
modalidad de fabricación, comercialización, uso o porte de armas, ilícito previsto y sancionado en el
artículo 279°-G, en agravio del Estado representado por la Procuraduría del Ministerio del Interior.

SEGUNDO: IDENTIFICACIÓN DEL ACUSADO

RAÚL ANTONIO SALAZAR CÓRDOVA, identificado con DNI N° 29619786, nacido el 16 de julio
de 1971, edad 50 años, estado civil soltero, natural de Arequipa, nombre de sus padres Raúl y Beatriz,
grado de instrucción superior completa, domicilio en Coop. 58, calle indo 119, distrito de José Luis
Bustamante y Rivero, provincia y departamento de Arequipa.
TERCERO: FUNDAMENTACIÓN FÁCTICA Y JURÍDICA DE LA ACUSACIÓN FISCAL

3.1. Se imputa al acusado Raúl Antonio Salazar Córdova lo siguiente:

«3.1. RESPECTO AL DELITO DE TENENCIA ILEGAL DE ARMAS Y MUNICIÓN

CIRCUNSTANCIAS PRECEDENTES. –

a.- En fecha 11 de mayo del 2021, Raúl Antonio Salazar Córdova se encontraba viviendo en el inmueble ubicado en
PARQUE Industrial-Cayro C-4, del distrito de Paucarpata. Es así que en fecha 21 de mayo de 2021, siendo a las 11:30
horas aproximadamente, en circunstancias que Raúl Antonio Salazar Córdova, se hizo presente con su camioneta Toyota
HILUX, a su inmueble junto a una persona no identificada que se encontraba en el asiento del copiloto, se percata que el
vehículo de placa D7B070 de Willy Evert Zela Quino se encontraba estacionado en la entrada del inmueble de Raúl
Antonio Salazar Córdova.

Este último empezó a gritar a Willy Evert Zela Quino, de manera alterada. Por lo que Willy Zela Quino se sube al
interior de su vehículo con el fin de retirarse, escucha un ruido de un disparo, ve su retrovisor y empieza a grabar lo acontecido,
advirtiendo que el imputado con su arma de fuego pistola semiautomática calibre 380 AUTO (9mm corto) marca GLOCK,
modelo 25 serie NDM 041 con su respectiva cacerina abastecida lo estaba apuntando.

b.- No obstante, el copiloto de Raúl Antonio Salazar Córdova lo jala de la casaca a este cuando este desciende de su vehículo,
cayéndose su cacerina, situación que fue aprovechada por Willy Evert Zela Quino para huir, para luego, sin importar que
Willy Zela Quino se encontraba al interior de su unidad vehicular en marcha (lado izquierdo asiento del piloto) procedió a
realizar un disparo en el lado del piloto, impactando la bala en la maletera del vehículo atravesando un parlante, hecho que lo
atemorizó a Willy Zela Quino avanzando una cuadra del lugar de los hechos, en donde vio a Raúl Salazar Córdova
ingresar a la vivienda, logrando advertir que el vehículo de placa D7B070 tenía un impacto de bala en la parte posterior lado
izquierdo.

CIRCUNSTANCIAS CONCOMINANTES:

a.- Conforme lo acontecido Willy Zela Quino pone en conocimiento de la PNP, por lo que a las 13:30 horas
aproximadamente, efectivos policiales se constituyen al inmueble ubicado en el Cayro C-4 del distrito de Paucarpata.

En el lugar, personal policial es atendido por una persona quien dijo llamarse Jannya Paola Cáceres Rocha, quien indicó ser
esposa de Raúl Antonio Salazar Córdova, ingresando la policía a fin de ubicar y dar captura a la indicada persona.

b.- Estando en el interior del inmueble, es que personal policial ubica a Raúl Antonio Salazar Córdova, en un ambiente del
segundo nivel. A mérito de realización de diligencias en el interior del inmueble de Raúl Antonio Salazar Córdova, es que
peritos ingenieros forenses y biólogos hallan almacenados en un ambiente del segundo piso lo siguiente:

● Cinco (05) pistolas de diferentes calibres (Thunder sin serie, FN104905, FN531349, C2511026, GLOCK
NDM041, con un cartucho, 380 auto en corredero y cacerina encontrado y abastecida con (06) seis cartuchos revolver cal.
22” (Italo GRA 94109), cuatro (04) escopetas (MOSSBERG SR410004486, BERETTA AA470798,
BROWNING 113MN12563, BENELLI CHO53312B17), SIETE (07) carabinas (CZ A815822;
CZB112994; BROWNING 04732ZP358, CZ A323699, BERGARA 61-06-202214-16, NORICA S082308,
ZBROIA XK001002), con ronda con (10) balines; carabina antigua sin serie, una (01) base seriador de mira (Banco
de tiro CACONELL), una 801) mira telescópica Burris, un (01) cooler, conteniendo cartuchos de diferentes marcas y
calibres (total 1968 cartuchos y 1668 balines), dos (02) casquillos percutados, cal. 380 (WINCHESTER). Siete (07)
casquillos percutados, cal. 270 (REMINGTON PETERS), accesorios: un (01) kit alineación Mira: un (01) bípode,
siete (07) chokes; cuatro (04) anillos para miras; un (01) kit artesanal carga y descarga de cartuchos de escopeta, (01) set de
tacos y tapones de cartucho de escopeta; (01) una bolsa de perdigones, los mismos que fueron incautados.

c.- Ante dicho hallazgo, Jannya Paola Cáceres Rocha indicó que los objetos antes detallados eran objetos de su esposo Raúl
Antonio Salazar Córdova, entregando para ello un sobre de cuerina de color negro conteniendo tarjetas de propiedad de arma
de fuego, otorgado por la SUCAMEC todas a nombre de Raúl Antonio Salazar Córdova, y una licencia de uso de armas
de fuego N° 7027623 (SUCAMEC), una licencia N° 04-ARE/LIC-CD-2016-183 (SERFORI), ambas a nombre
de Raúl Antonio Salazar Córdova.

De ello se denota que Raúl Antonio Salazar Córdova solamente registra licencia de uso de las siguientes armas.

● Pistola serie NDM041, marca GLOCK modalidad defensa personal, carabina serie 1815822 modalidad Caza, escopeta
serie AA470798, modalidad caza, escopeta 113MN12563 modalidad caza, carabina serie A323699 modalidad caza,
carabina B112994 modalidad caza, escopeta serie 61-06-202214-16 modalidad caza, pistola serie C511026 modalidad
defensa personal, carabina serie 04732ZP358 modalidad caza, conforme se tiene de lado constancias de registro de licencia
de uso y tarjetas de propiedad de armas de fuego.

e.- En ese sentido y, estando al hallazgo realizado en el inmueble por personal policial teniendo en cuenta información por
SUCAMEC, se denota que Raúl Antonio Salazar Córdova, tiene en posesión sin licencia respectiva armas que generan
peligro para la vida e integridad de personas, estando dichos objetos (armas), siendo que dichos bienes, conforme a dictamen de
Balística Forense N°218-2021, consiste en:

1 M03 Una pistola semiautomática calibre 7.65 MM (32"AUTO) marca FN Regular estado de conservación
BRAWNING'S DEPOSE MODELO 1910, serie 531349. y normal funcionamiento.

Pistola 01 semiautomática calibre 6.35 mm (25 AUTO) PISTOLA Normal funcionamiento


01, marca FN BROWNING'S PATENT DEPOSE, modelo
BABY, serie 104905, con una cacerina metálica con capacidad para
alojar seis cartuchos.
2 M04

Pistola 02, marca THUNDER, modelo 1919, sin número de serie vista Funcionamiento irregular
con N° de pieza interno 86, con una cacerina metálica con capacidad para (ruptura y deslizamiento
alojar 6 cartuchos. interior-rayado helicoidal)
3 M13 Una carabina antigua (mosquete) sin marca, ni número de serie a la vista. Regular estado de conservación
y normal funcionamiento.

4 M21 Cuarenta y cuatro (44) cartuchos para pistola semiautomática calibre Todos en regular estado de
6.35 (25" AUTO) diecisiete (17) marca AGUILA, dos (02) marca conservación y normal
COMPANHIA BRASILEIRA DE CARTUCHAS (CBC) funcionamiento.
veinticinco (25) marca WINCHESTER.

5 M22 Veintiséis (26) cartuchos para pistola semiautomática calibre 7.65 mm Todos en regular estado de
(32" AUTO), catorce (14) marca SELLIER & BELLOT (S&B) conservación y normal
ocho (08) marca OLIN INDUSTRIES, dos (02) marca funcionamiento.
MAGTECH RIBEIRA PIRES (MRP), un (01) marca
REMINGTON PETEERS (R-P), un (01) marca AMERICAN
AMMUNITION (A-MERC)

6 M23 Ochenta y uno (81) cartuchos para revolver, calibre 38"SPL, cincuenta Todos en regular estado de
(50) marca AGUILA, treinta (30) marca POONSGAM METAL conservación y normal
CORP (PMC) uno (01) marca FRABRICA DE ARMAS Y funcionamiento.
MUNICIONES DEL EJÉRCITO (FAME)

7 M24 Un (01) cartucho para revólver calibre 357 MAGNUM, MARCA Regular estado de conservación
FABRINA DE ARMAS Y MUNICIONES DEL EJÉRCITO y normal funcionamiento.
(FAME)

CIRCUNSTANCIAS POSTERIORES. -

a.- Así las cosas, se denota que, a Raúl Antonio Salazar Córdova, se le encontró en posesión de las armas antes indicadas,
dentro de su inmueble ubicado en Parque Industrial Cayro C-4 distrito de Paucarpata, objetos que conforme al Dictamen
Pericial de Balística Forense N° 218-2021 antes citado, se encuentran en regular estado de conversación.

IMPUTACIÓN CONCRETA: Se atribuye a RAUL ANTONIO SALAZAR CORDOVA, haber estado en


posesión de las siguientes armas y municiones, 1) Pistola semiautomática calibre 7.65 MM (32"AUTO) marca FN
BRAWNING'S DEPOSE MODELO 1910, serie 531349. Pistola 01 semiautomático calibre 6.35 mm (25
AUTO) 2) Pistola marca FN BROWNING'S PATENT DEPOSE, modelo BABY, serie 104905, con una
cacerina metálica con capacidad para alojar seis cartuchos. 3) Pistola marca THUNDER, modelo 1919, sin número de
serie a la vista con N° de pieza interno 86, con una cacerina metálica con capacidad para alojar 6 cartuchos. 4) Una
carabina antigua (mosquete) sin marca, ni número de serie a la vista. 5) Cuarenta y cuatro (44) cartuchos para pistola
semiautomática calibre 6.35 (25" AUTO) diecisiete (17) marca AGUILA, dos (02) marca COMPANHIA
BRASILEIRA DE CARTUCHAS (CBC) veinticinco (25) marca WINCHESTER. 6) Veintiséis (26) cartuchos
para pistola semiautomática calibre 7.65 mm (32" AUTO), catorce (14) marca SELLIER & BELLOT (S&B) ocho
(08) marca OLIN INDUSTRIES, dos (02) marca MAGTECH RIBEIRA PIRES (MRP), un (01) marca
REMINGTON PETEERS (R-P), un (01) marca AMERICAN AMMUNITION (A-MERC). 7) Ochenta y
uno (81) cartuchos para revolver, calibre 38"SPL, cincuenta (50) marca AGUILA, treinta (30) marca POONSGAM
METAL CORP (PMC) uno (01) marca FRABRICA DE ARMAS Y MUNICIONES DEL EJÉRCITO
(FAME). 8) Un (01) cartucho para revólver calibre 357 MAGNUM, MARCA FABRINA DE ARMAS Y
MUNICIONES DEL EJÉRCITO (FAME); el día 21 de mayo de 2021 dentro de su inmueble ubicado en Parque
Industrial Cayro C-4 distrito de Paucarpata, sin estar debidamente autorizado para poseer dichas armas y municiones.

3.2 RESPECTO AL DELITO CONTRA LA VIDA, EL CUERPO Y LA SALUD, EN LA


MODALIDAD DE HOMICIDIO CALIFICADO – FEROCIDAD.

CIRCUNSTANCIAS PRECEDENTES:

a) En fecha 21 de mayo del 2021, siendo las 11:30 horas aprox., en circunstancias que Willy Evert Zela Quino se retira del
taller ubicado en la Calle Cayro a unas cuadras arriba del Hospital Edmundo Escomel junto a su vehículo de color blanco
de placa D7B070 marca Hyundai, modelo I30, es que, avanza unas cuantas cuadras, presentado el citado vehículo
desperfectos mecánicos por lo que se estaciona en la frentera del inmueble ubicado en la Urb. Industrial Cayro Mz. C Lt. 04,
Paucarpata, lugar en donde empezó a revisar las llantas del lado del copiloto. (AQUI HAY UN ERROR
MATERIAL PORQUE ES PARQUE)

CIRCUNSTANCIAS CONCOMINANTES:

a) En tal circunstancia, la persona de Raúl Antonio Salazar Córdova se hace presente abordando de su camioneta Toyota
HILUX color gris de placa VAG-869, junto a una persona identificada que se encontraba en el asiento de copiloto.

Es en ese instante que Raúl Antonio Salazar Córdova empezó a gritar a Willy Zela Quino diciendo: “muévete de ahí, sal
de mi puerta”, “muévete de ahí concha de tu madre”, alterándose así Raúl Antonio Salazar Córdova.

b) No obstante, Willy Zela Quino se disculpa y sube al interior de su vehículo con el fin de retirarse. Es en ese instante, que
dicha persona estando ubicada en asiento de piloto de su vehículo escucha un ruido de un disparo, ve su retrovisor y empieza a
grabar lo acontecido, advirtiendo que Raúl Antonio Salazar Córdova, sacó un arma de fuego (pistola) marca Gloock con su
respectiva cacerina abastecida, con la cual le apunta para disparar.

Empero, el copiloto del vehículo de placa VAG-869 en donde se encontraba Raúl Antonio Salazar Córdova le jala de la
casaca cuando descendía de su vehículo, cayéndose su cacerina, situación que intenta aprovechar Willy Zela Quino para
proceder a huir.

c) No obstante, Raúl Antonio Salazar Córdova se acerca al vehículo del agraviado y lo patea a la altura de la llanta trasera
guardafango de la lata del vehículo del agraviado, para luego, sin importar que Willy Zela Quino se encontraba al interior de
su unidad vehicular en marcha (estando sentado en el lado del piloto-lado izquierdo de vehículo), sin motivo alguno, procede a
realizar dos disparos, siendo que uno de los disparos impacto al vehículo de placa D7B070 marca Hyundai, ello en el lado
del piloto, lugar en donde precisamente se encontraba Willy Zela Quino sentado.

d) Más realizado el disparo respectivo, la bala impacta en la maletera del vehículo atravesando un parlante que se encontraba
en la maletera, hecho que atemorizó al agraviado, avanzando una cuadra del lugar de los hechos, en donde vio al imputado
ingresar al inmueble ubicado en Parque Industrial Cayro C-4-Paucarpata, para luego verificar que efectivamente tenía un
impacto de bala en la parte posterior lado izquierdo de su vehículo y estando a ello se apersona a la comisaría de Jesús María
a interponer la denuncia respectiva.

CIRCUNSTANCIAS POSTERIORES:

a) Posteriormente, personal policial el mismo día 13:30 horas se constituye en el mencionado inmueble, procediendo la
autoridad policial a ingresar con el fin de ubicar y capturar a Raúl Antonio Salazar Córdova; siendo que, al hacer una
revisión minuciosa del inmueble de dicha persona se ubicó y capturó al mismo, para luego personal policial hallar en un
ambiente del segundo nivel, el arma de fuego pistola semiautomática calibre 380 AUTO (9mm corto), marca GLOCK,
modelo 25, serie NDM 041, de propiedad de dicha persona, con su respectiva cacerina.

b) Se advirtió que dicha pistola se encontraba abastecida, al haber sido usada para realizar dos disparos en contra de Willy
Zela Quino, conforme se denota del Dictamen Pericial de Balística Forense N° 218-2021, con el cual se señaló que de la
pistola semiautomática calibre 380 AUTO (9mm corto) marca GLOCK, modelo 25, serie NDM041, se encuentra en
regular estado de conservación y normal funcionamiento, y que se estableció la plena identidad balística entre los proyectiles
experimentales obtenidos de la misma con el proyectil incriminado, que fueron recogidos en la inspección balística del interior
del vehículo de placa de rodaje D7B-070, de propiedad de Willy Zela Quino.

Asimismo, se tiene que el vehículo de placa de rodaje D7B-070, los orificios que presentan tienen plena identidad balística con la
pistola semiautomática calibre 380” AUTO (9mm CORTO), marca GLOCK, modelo 25, número de serie NDM-041,
la misma que es de propiedad de Raúl Salazar Córdova, conforme al peritaje de Balística forense N° 147-2021. Así
también se determinó que Raúl Antonio Salazar Córdova dio positivo para cationes de PLOMO, BARIO Y
ANTIMONIO, compatibles a restos de disparo, establecido en la pericia de restos de disparo N° 207-2021.

c) Conforme al dictamen psicológico forense N° 139/21, Raúl Antonio Salazar Córdova: “es una persona indiferente,
irritable, insensible… La composición de su mundo intrapsíquico es difuso y dinámicamente inactiva interpretando las
relaciones interpersonal con sus creencias y valores morales socialmente disconformes…pudiendo mediante esta maniobra de
proyección dar rienda suelta a sus probables impulsos malintencionados e inculpando a los demás de sus acciones… se
comporta de forma arrogante, altanera y desdeñosa; se siente por encima de las normas de convivencia y las califica de
superficiales o inaplicables a sí mismo, mostrando una descuidada desconsideración hacia la integridad personal y una
indiferencia presuntuosa hacia los derechos de los demás”.

IMPUTACIÓN CONCRETA:

En ese sentido se atribuye a Raúl Antonio Salazar Córdova, haber intentado dar muerte a Willly Zela Quino, a partir de
un móvil o motivo fútil, como es el haber encontrado el vehículo del agraviado de placa D7B070 estacionado en la puerta del
inmueble del acusado, obstruyendo su ingreso, por lo que el acusado descendió de su vehículo (camioneta), premunido de su
arma de fuego (pistola semiautomática calibre 380 AUTO (9mm CORTO) marca GLOCK, modelo 25, serie NDM-
041) y realizó dos disparos en contra del agraviado, siendo que uno de los disparos impactó en la parte trasera lado izquierdo
del vehículo del agraviado en el lado del piloto donde se encontraba el agraviado, no llegando a ser impactado con el proyectil
del arma de fuego gracias a un parlante que tenía en la parte posterior de su vehículo, no consumándose el hecho a merito a
que el disparo no llego a impactar en el agraviado (tentativa acabada), siendo una tentativa acabada; esto el día 21 de mayo
de 2021 por inmediaciones del inmueble ubicado en la Urb. Industrial Cayro Mz. C Lot. 04, Paucarpata.

IMPUTACIÓN por el delito de Coacción:

Se le atribuye al acusado Raúl Antonio Salazar Córdova, el haber empleado violencia dolosamente en contra del agraviado
Willy Evert Zela Quino, con la finalidad de que este mueva su vehículo de placa D7B070, el cual se encontraba estacionado
en la puerta del inmueble del acusado.

Así se denota que Raúl Antonio Salazar Córdova, le indica al agraviado: “muévete de ahí, sal de mi puerta”, “muévete de
ahí concha de tu madre”, ello de forma alterada, y posteriormente dado que no movía el vehículo el agraviado, dado que no
estaba obligado a acatar una orden del acusado; Raúl Antonio Salazar Córdova realizó dos disparos, uno disuasivo y luego
apunto al agraviado, debido a que el agraviado no movía el vehículo en la forma y rapidez que el acusado quería.

Acto seguido el acusado se acerca al agraviado, y procede a patear el vehículo en el que se encontraba el agraviado a la altura
de la llanta trasera guardafango, y realizar el segundo disparo a la maletera del vehículo, atravesando un parlante, acciones
que obligaron al agraviado a hacer actos a los cuales no estaba obligado, como es mover su vehículo del lugar donde estaba
estacionado aún más cuando presentaba desperfectos mecánicos y que al hacer lo que quería el acusado por la violencia
empleada, tuvo que poner en riesgo su vida el agraviado moviendo su vehículo; esto el día 21 de mayo de 2021 por
inmediaciones del inmueble ubicado en la Urb. Industrial Cayro Mz. C, Lt. 04, Paucarpata».

3.2. Calificación Jurídica principal: En base a los hechos antes expresados, el Ministerio Público
formuló acusación en contra de Raúl Antonio Salazar Cordova, por el delito contra la vida, el cuerpo y la
salud en la modalidad de homicidio calificado por ferocidad en grado de tentativa, ilícito previsto y
sancionado en el artículo 108 inciso 1 del Código Penal, concordante con el artículo 16 del mismo cuerpo
normativo, en agravio de la persona Willy Zela Quino; en concurso real con el delito contra la seguridad
pública, en la modalidad de tenencia ilegal de armas y municiones, ilícito previsto y sancionado en el
primer párrafo Artículo 279-G del mismo cuerpo legal, en agravio del Estado, representado por el
Ministerio del Interior.

Calificación Jurídica Alternativa o Subordinada: El Ministerio Público en forma alternativa a la


calificación principal, formuló acusación en contra de Raúl Antonio Salazar Cordova, por el delito contra
la libertad en la modalidad de coacción, ilícito previsto y sancionado en el artículo 151 del Código Penal,
en agravio de Willy Evert Zela Quino; en concurso real con la comisión del delito contra la seguridad
pública, en la modalidad de tenencia Ilegal de armas y municiones, ilícito previsto y sancionado en el
primer párrafo Artículo 279-G del Código Penal, en agravio del Estado, representado por el Ministerio del
Interior.
3.3. Pretensión punitiva principal: El Ministerio Público, postuló se le imponga a Raúl Antonio
Salazar Córdova respecto al delito de Homicidio en grado de tentativa la pena de ocho años de pena
privativa de la libertad, y respecto al delito de Tenencia Ilegal de Armas se le imponga la pena de 6
años de pena privativa de la libertad. Por lo tanto, en total se solicita la pena sumada de 14 años de
pena privativa de libertad. Con inhabilitación previsto en el artículo 36 inciso 2) Incapacidad o
impedimento para obtener mandato, cargo, empleo o comisión de carácter público, inciso 6) cancelación
de la autorización para portar o hacer uso de armas de fuego, incapacidad definitiva para renovar u
obtener licencia o certificación de autoridad competente para portar o hacer uso de armas de fuego. Con
180 días multa equivalente a S/ 1379.00 soles.

Pretensión punitiva alternativa: El Ministerio Público, postuló se le imponga a Raúl Antonio Salazar
Córdova respecto al delito de Coacción la pena de 08 meses de pena privativa de libertad en concurso
real por el delito contra la seguridad pública 06 años de pena privativa de libertad. Por lo tanto, se
solicita la pena de 06 años con 08 meses de pena privativa de libertad., con inhabilitación previsto en
el artículo 36 inciso 2) Incapacidad o impedimento para obtener mandato, cargo, empleo o comisión de
carácter público, inciso 6) Cancelación de la autorización para portar o hacer uso de armas de fuego,
incapacidad definitiva para renovar u obtener licencia o certificación de autoridad competente para portar
o hacer uso de armas de fuego; 9) Incapacidad definitiva para ingresar o reingresar al servicio docente o
administrativo del sector educación público o privado; además con 180 días multa equivalente a S/
1379.00 soles.

Anuncio de desvinculación procesal: El Colegiado antes de culminar la actividad probatoria, al amparo


de lo establecido en el artículo 374 primer párrafo del Código Procesal Penal, realizó el anuncio de la
facultad de desvinculación procesal, manifestando que los hechos comprendidos bajo la calificación
principal (homicidio calificado), podrían subsumirse en otra calificación jurídica no considerada por el
Ministerio Público; invocando para tal efecto el artículo 273 del Código Penal, delito de peligro común en
la modalidad de producción de peligro con medios catastróficos (liberación de energía); calificación con el
cual ha convenido el Ministerio Público, como se verá más adelante; en cambio la defensa del acusado
expresó su disconformidad, básicamente por considerar que no concurre la homogeneidad del bien
jurídico protegido y afectar el derecho de defensa de su patrocinado.

3.4. Pretensión Civil: Ante la falta de constitución en actor civil, la parta agraviada estuvo representado
por el Ministerio Público quién solicita en los alegatos iniciales respecto al delito de homicidio calificado se
ordene al acusado el pago total de S/. 2,500.00 soles (dos mil quinientos soles) por concepto de reparación
civil, precisando que por concepto de daño emergente y daño moral a favor del agraviado.

Respecto al delito de tenencia ilegal de armas y municiones se ordene al acusado al pago total de S/.
5,000.00 soles (cinco mil soles) por concepto de reparación civil a favor del Estado representado por la
Procuraduría Pública de los Asuntos Judiciales del Ministerio del Interior.
Respecto al delito de coacción postulada como pretensión alternativa del principal, pide se ordene al
acusado el pago total de S/. 2,500.00 soles (dos mil quinientos soles) por concepto de reparación civil,
precisando que por concepto de daño emergente y daño moral a favor del agraviado.

CUARTO: ARGUMENTOS DE LA DEFENSA

Durante los alegatos preliminares la defensa señaló lo siguiente: Con la trayectoria y por la experiencia de
mi patrocinado, en ningún momento se puso en peligro la vida del agraviado y esto se va a acreditar con la
misma prueba de la fiscalía, porque cuando venga el perito indicará la trayectoria y si es con esa trayectoria
que se haya podido atentar mínimamente con la vida del agraviado, en eso va a consistir el
cuestionamiento de la acusación que hoy día se trae a juicio. Asimismo, cuestiona la pericia realizada por el
psicólogo Anci Luque, porque al momento de realizada su pericia estaba inhabilitado, y pese a tener
conocimiento de ello la fiscalía, será traído a juicio. Asimismo, se cuestiona la inhabilitación del ingeniero
químico, y si de acuerdo al colegio profesional de ambos podían ejercer y realizar una pericia. Vamos a
acreditar que el acusado psicológicamente está apto para portar armas y hacer uso de ellas.

Con relación al delito de tenencia ilegal de armas, el domicilio donde se produjo la intervención no era de
mi patrocinado, pues eventualmente por esos días estuvo radicando en ese lugar;
tampoco hubo en algún momento el ánimo de poner en peligro la vida de la sociedad. Se incautaron 5
bienes, 5 pistolas, 1 revólver, 4 escopetas, 7 carabinas. 01 mosquete antiguo, 01 mira telescópica, 01 base
servidor de tiro al blanco, 1668 balines, 05 bolsas de perdigones, 1968 cartuchos; en su momento y ante el
juez de investigación preparatoria se devolvió, porque mi patrocinado tenía licencia para portar. Con el
dictamen de balística se evidenciará dónde y cómo estaban almacenadas esas armas que tenían y no tenían
licencia.

Asimismo, con la prueba de descargo se acreditará quien hacía uso de dichas armas, por lo que, en su
momento, en el delito de tentativa de homicidio solicitamos la absolución y alternativo de coacción
pedimos la absolución, ya que los elementos del tipo objetivo y subjetivo no se subsumen. Con relación a
la reparación civil se declare infundada por los dos delitos materia de acusación.

QUINTO: ITINERARIO DEL PROCESO EN ETAPA DE JUZGAMIENTO

Remitido los actuados a este despacho judicial, en mérito del auto de enjuiciamiento, se dictó el auto de
citación a juicio, diligencia que fue instalada con la concurrencia de parte acusada, defensa técnica de éste y
la representante del Ministerio Publico, donde el acusado previa consulta con su abogado defensor, y
luego de habérsele instruido sobre sus derechos, negaron responsabilidad penal por el delito de Robo
Agravado, asimismo no aceptó la responsabilidad civil propuesto por Ministerio Público; prosiguiéndose
con la actividad procesal de iniciada la audiencia se arribó a algunas convenciones probatorias y se
procedió al desarrollo de la actividad probatoria, seguidamente se formularon los alegatos de clausura, así
como la autodefensa material de la parte acusada, quedando la causa expedita para la deliberación y
expedición de la sentencia.
II.- PARTE CONSIDERATIVA:

PRIMERO: ASPECTO ESTRUCTURAL DE LA SENTENCIA

De conformidad con lo previsto en el inciso 3 del artículo 394° del Código Procesal Penal, la parte
considerativa de la sentencia debe contener la motivación clara, lógica y completa de cada uno de los
hechos y circunstancias que se dan por probadas o improbadas y la valoración de la prueba que la
sustenta, con indicación del razonamiento que la justifique, además de los fundamentos de derecho con
precisión de las razones legales, jurisprudenciales o doctrinales que sirvan para calificar jurídicamente los
hechos y sus circunstancias.

SEGUNDO: PRINCIPIO DE CORRELACIÓN ENTRE ACUSACIÓN Y SENTENCIA

El artículo 393.1 del Código Procesal Penal, establece que el juez penal no podrá utilizar para la
deliberación de pruebas diferentes a aquellas legítimamente incorporadas en el juicio. Por otro lado, señala
que la sentencia no podrá tener por acreditados hechos u otras circunstancias que los descritos en la
acusación y en su caso en la acusación complementaria, salvo cuando favorezca al imputado. En tal
sentido, en la presente sentencia, solo pueden ser analizados los hechos debatidos y objeto de valoración
los medios de prueba actuados en los debates orales, con intervención de las partes, en directa relación
con los hechos postulados por el Ministerio Público y contradichos por la parte contraria.

TERCERO: ANÁLISIS FÁCTICO Y VALORACIÓN DE LA PRUEBA

3.1.- DE LAS CONVENCIONES PROBATORIAS

3.1.1.- Propuesta de convenciones probatorias o hechos no controvertidos.- Si bien es cierto que las
convenciones probatorias propiamente dichas, deben promoverse en la etapa intermedia -audiencia de
control de acusación, tal como lo establece el artículo 350.2 del Código Procesal Penal; sin embargo,
no está prohibido hacerlo durante el desarrollo del juicio oral; dado que el artículo 156.3 del Código
Procesal Penal, faculta a las partes acordar que determinados hechos y circunstancias no requieren ser
probadas, así establece literalmente lo siguiente: “…Las partes podrán acordar que determinada
circunstancia no necesita ser probada, en cuyo caso se valorará como un hecho notorio1. El
acuerdo se hará constar en el acta…”.

3.1.2.- Conforme se puede apreciar de la doctrina nacional y extranjera, consideran a las estipulaciones
probatorias o convenciones probatorias, como una manifestación de consenso inter partes que son
permitidas en el proceso penal y hacen parte de una serie de institutos probatorios en los que se

1 MANZINI, citado por SAN MARTÍN CASTRO, César. Derecho Procesal Penal. Tomo I. 2da edición, Grijley, Lima,
2003, pág. 60. - “(…) lo notorio significa lo evidente e incontrovertible; la sola percepción del hecho en sí lo revela como cierto e
indiscutible (…) los hechos notorios no necesitan prueba, puesto que sólo constituyen objeto de prueba los hechos que puedan dar
lugar a duda (…) si un hombre se mueve, habla, etc., no hace falta pruebas para demostrar que está vivo; si se encuentra un cuerpo
humano putrefacto, ni un filósofo siquiera podría poner en duda que se trata de un cadáver. “(…) lo notorio significa lo evidente e
incontrovertible; la sola percepción del hecho en sí lo revela como cierto e indiscutible (…) los hechos notorios no necesitan prueba,
puesto que sólo constituyen objeto de prueba los hechos que puedan dar lugar a duda (…) si un hombre se mueve, habla, etc., no
hace falta pruebas para demostrar que está vivo; si se encuentra un cuerpo humano putrefacto, ni un filósofo siquiera podría poner en
duda que se trata de un cadáver.
asume un pacto sin necesidad de prueba y de las cuales hacen parte, la admisión de hechos o
determinado ámbito de los hechos; en términos distintos mediante una convención probatoria se
concentra y acelera, y se gana tiempo y esfuerzo en el desarrollo del juicio2. Asimismo el profesor San
Martín Castro, siguiendo a Silva Corredor sostiene que: “…podrá ser objeto de convención
probatoria, en principio, todo aquello que se considere la imputación fáctica objetiva,
imputación jurídica, imputación subjetiva, con excepción de la responsabilidad del
imputado, que es materia de la terminación anticipada, y después de la conformidad
procesal….”.

3.1.3.- Este despacho judicial concuerda plenamente con la posición del profesor San Martin Castro, en el
extremo que precisa que puede ser objeto de convención probatoria la imputación fáctica objetiva y
subjetiva, así como la imputación jurídica; en cuya virtud las partes pueden de forma libre y voluntaria,
acordar que determinados hechos que sustentan la acusación fiscal, no son discutidos; siendo que bajo
dicho contexto, bien pueden convenir sobre la existencia del hecho punible por ejemplo, obviamente
si los hechos y circunstancias que no son discutidos, configuran todos los elementos objetivos y
subjetivos que requiere un determinado tipo penal; pudiendo ser objeto de debate únicamente la
participación o no de la persona investigada, no existiendo ninguna razón jurídica valida que pueda
impedir tal situación; cuando por el contrario nuestro sistema jurídico procesal penal, permite
plenamente la justicia negociada vía conformidad procesal, donde en la práctica, las partes (defensa y
Ministerio Público) convienen sobre la existencia del hecho punible, así como sobre la responsabilidad
penal del acusado, en cuya virtud negocian la pena y reparación civil. Sostener lo contrario implicaría,
imponer una obligación irrazonable, cuando no irracional, de que las partes actúen prueba sobre
aquellos hechos que en el fondo no discuten, sino por el contrario reconocen que así ocurrió en el
mundo real; siendo legítimo y valido su postura para discutir, solo la participación o no del acusado,
sobre esos hechos que dan por ciertos.

3.1.4.- Bajo dicho contexto, en el presente caso las partes actuando bajo los principios de objetividad,
probidad y buena, de forma libre y voluntaria, han dejado establecido como hechos no controvertidos, o
convenciones probatorias3, sobre algunos aspectos de la descripción fáctica acusatoria, tal como se
transcribe a continuación:

2 San Martín Castro, Cesar, Derecho Procesal Penal Lecciones, Primera Edición, Fondo Editorial INDECCCP, Lima,
noviembre 2015. Pág. 585.- “… Las convenciones probatorias es entonces, un acuerdo entre las contrapartes, en los que se
establece como demostrados unos hechos específicos o circunstancias concretas del complejo del hecho objeto de imputación o
en los que se estipula la actuación de determinados medios probatorios, para determinar determinados ámbitos del hecho, sin que
ello signifique terminación anticipada, interrupción o suspensión de la acción penal o inmunidad para el imputado. Mediante una
convención probatoria se concentra y acelera, y se gana tiempo y esfuerzo en el desarrollo del juicio. Concordar sobre aspectos de
hecho o determinados medios de prueba, permite focalizar la estrategia probatoria de la partes en los puntos controvertidos…”.
3TALAVERA, Pablo. (2009). La Prueba en el Nuevo Proceso Penal. Manual del derecho Probatorio de la Valoración de las
Pruebas en el proceso penal común. Lima: AMAG - Cooperación Alemana al desarrollo –GTZ, p. 59.- “… señala que una
excepción al principio de necesidad de prueba está constituida por las llamadas convenciones probatorias. Las convenciones
probatorias o estipulaciones de prueba son acuerdos celebrados entre el fiscal y la defensa para tener por probados alguno o algunos
hechos o circunstancias, así como sobre los medios de prueba que deban ser utilizados para probar determinados hechos y considera
que es una expresión más de un modelo adversativo, en el cual las partes tienen una mayor presencia e intervención…”.
Respecto de los hechos de tenencia ilegal de armas y municiones:

● Es así que en fecha 21 de mayo de 2021, siendo a las 11:30 horas aproximadamente, en circunstancias que Raúl
Antonio Salazar Córdova, se hizo presente con su camioneta Toyota HILUX, se percata que el vehículo de placa
D7B070 de Willy Evert Zela Quino se encontraba estacionado.

● Procedió a realizar un disparo impactando la bala en la maletera del vehículo atravesando un parlante Willy Zela
Quino avanzando una cuadra del lugar de los hechos, en donde vio a Raúl Salazar Córdova ingresar a la vivienda,
logrando advertir que el vehículo de placa D7B070 tenía un impacto de bala en la parte posterior, lado izquierdo

● Conforme lo acontecido Willy Zela Quino pone en conocimiento de la PNP, por lo que a las 13:30 horas
aproximadamente efectivos policiales se constituyen al inmueble ubicado en el Cayro C-4 del distrito de Paucarpata.

● En el lugar, personal policial es atendido por una persona quien dijo llamarse Jannya Paola Cáceres Rocha, quien
indicó ser esposa de Raúl Antonio Salazar Córdova, ingresando la policía a fin de ubicar y dar captura a la
indicada persona.

● Estando en el interior del inmueble, es que personal policial ubica a Raúl Antonio Salazar Córdova, en un
ambiente del segundo nivel. A mérito de realización de diligencias en el interior del inmueble de Raúl Antonio
Salazar Córdova, es que peritos ingenieros forenses y biólogos hallan almacenados en un ambiente del segundo piso
lo siguiente:

● Cinco (05) pistolas de diferentes calibres (thunder sin serie, FN104905, FN531349, C2511026, GLOCK
NDM041, con un cartucho, 380 auto en corredero y cacerina encontrado y abastecida con (06) seis cartuchos
revolver cal. 22” (Italo GRA 94109), cuatro (04) escopetas (MOSSBERG SR410004486,
BERETTA AA470798, BROWNING 113MN12563, BENELLI CHO53312B17), SIETE (07)
carabinas (CZ A815822; CZB112994; BROWNING 04732ZP358, CZ A323699, BERGARA 61-
06-202214-16, NORICA S082308, ZBROIA XK001002), con ronda con (10) balines; carabina
antigua sin serie, una (01) base seriador de mira (Banco de tiro CACONELL), una 801) mira telescópica
Burris, un (01) cooler, conteniendo cartuchos de diferentes marcas y calibres (total 1968 cartuchos y 1668 balines),
dos (02) casquillos percutados, cal. 380 (WINCHESTER). Siete (07) casquillos percutados, cal. 270
(REMINGTON PETERS), accesorios: un (01) kit alineación Mira: un (01) bípode, siete (07) chokes; cuatro
(04) anillos para miras; un (01) kit artesanal carga y descarga de cartuchos de escopeta, (01) set de tacos y tapones
de cartucho de escopeta; (01) una bolsa de perdigones, los mismos que fueron incautados.

● Jennya Paola Cáceres Rocha entregó para ello un sobre de cuerina de color negro conteniendo tarjetas de propiedad
de arma de fuego, otorgado por la SUCAMEC todas a nombre de Raúl Antonio Salazar Córdova, y una licencia
de uso de armas de fuego N° 7027623 (SUCAMEC), una licencia N° 04-ARE/LIC-CD-2016-183
(SERFORI), ambas a nombre de Raúl Antonio Salazar Córdova.

● De ello se denota que Raúl Antonio Salazar Córdova solamente registra licencia de uso de las siguientes armas.

● Pistola serie NDM041, marca GLOCK modalidad defensa personal, carabina serie 1815822 modalidad Caza,
escopeta serie AA470798, modalidad caza, escopeta 113MN12563 modalidad caza, carabina serie A323699
modalidad caza, carabina B112994 modalidad caza, escopeta serie 61-06-202214-16 modalidad caza, pistola
serie C511026 modalidad defensa personal, carabina serie 04732ZP358 modalidad caza, conforme se tiene de
lado constancias de registro de licencia de uso y tarjetas de propiedad de armas de fuego.

Respecto de los hechos de tentativa de homicidio calificado y de forma alternativa el de coacción

● En fecha 21 de mayo del 2021, siendo las 11:30 horas aprox., en circunstancias que Willy Evert Zela Quino se
retira del taller ubicado en la Calle Cayro a unas cuadras arriba del Hospital Edmundo Escomel junto a su
vehículo de color blanco de placa D7B070 marca Hyundai, modelo I30, es que, avanza unas cuantas cuadras, se
estaciona en la frentera del inmueble ubicado en la Urb. Industrial Cayro Mz. C Lt. 04, Paucarpata.

● En tal circunstancia, la persona de Raúl Antonio Salazar Córdova se hace presente abordando de su camioneta
Toyota HILUX color gris de placa VAG-869

● Realizado el disparo respectivo, la bala impacta en la maletera del vehículo atravesando un parlante que se
encontraba en la maletera, en donde vio al imputado ingresar al inmueble ubicado en Parque Industrial Cayro C-
4-Paucarpata, para luego verificar que efectivamente tenía un impacto de bala en la parte posterior lado izquierdo
de su vehículo y estando a ello se apersona a la comisaría de Jesús María a interponer la denuncia respectiva.

● Posteriormente, personal policial el mismo día 13:30 horas se constituye en el mencionado inmueble, procediendo la
autoridad policial a ingresar con el fin de ubicar y capturar a Raúl Antonio Salazar Córdova; siendo que, al hacer
una revisión minuciosa del inmueble de dicha persona se ubicó y capturó al mismo, para luego personal policial
hallar en un ambiente del segundo nivel, el arma de fuego pistola semiautomática calibre 380 AUTO (9mm corto),
marca GLOCK, modelo 25, serie NDM 041, de propiedad de dicha persona, con su respectiva cacerina.

● Dictamen Pericial de Balística Forense N° 218-2021, con el cual se señaló que de la pistola semiautomática
calibre 380 AUTO (9mm corto) marca GLOCK, modelo 25, serie NDM041, se encuentra en regular estado
de conservación y normal funcionamiento, y que se estableció la plena identidad balística entre los proyectiles
experimentales obtenidos de la misma con el proyectil incriminado, que fueron recogidos en la inspección balística del
interior del vehículo de placa de rodaje D7B-070, de propiedad de Willy Zela Quino.

● El acusado carece de antecedentes penales y judiciales.

● Raul Antonio Salazar Cordova realizó 02 disparos, 01 disuasivo

● Respecto de la Muestra 23 y 24 del informe 041-2021, que dichas municiones son para uso militar y no civil. La
muestra 23 es 81 cartuchos para revolver, calibre 38” SPL, MARCA FÁBRICA DE ARMAS Y
MUNICIONES DEL EJERCITO (FAME). La muestra 24 es (1) un cartucho para revolver calibre 357
MAGNUM, MARCA FÁBRICA DE ARMAS Y MUNICIONES DEL EJERCITO (FAME).

● Perito Gonzales Yaipen Edwin Jesús - Dictamen Pericial de restos de disparos: Que se ha realizado la pericia de
restos de disparos por arma de fuego tanto a Willy Evert Zela Quino que es agraviado, como a Raúl Antonio
Salazar Cordova llegando a la conclusión que dio resultado positivo para cationes, plomo, bario y antimonio
compatibles con restos de disparo conforme se detalla en el examen respecto a la Muestra 1 Raúl Antonio Salazar
Córdova y respecto a la Muestra 2 Willy Evert Zela Quino se dio un resultado negativo para cationes, plomo,
bario y antimonio conforme se detallan en el examen. Ambos pasan la pericia por arma de fuego.

● Respecto a la declaración del médico legista Tania Navi Pizarro Arias, respecto al certificado médico legal 013642
lesiones practicado a Willy Evert Zela Quino en el cual se desprende que no tiene y no presenta ninguna lesión
reciente.

● Declaración del Médico Yubica Alisson León Ramos, respecto a la prueba rápida de antígena Covid 19 practicada
a Raúl Antonio Salazar Córdova en la cual el resultado es negativo para el día 21 de mayo del 2021, precisando
que fue tomada la prueba después de haberse suscitado la intervención a la 1:30.

● Respecto al examen toxicológico forense dictamen pericial N° 2021002005400 practicado a Raúl Antonio
Salazar Córdoba. Es el análisis de dosaje etílico muestra de sangre determinación de alcohol etílico teniendo
como res conclusión la muestra analizada presenta 0.47 gramos de alcohol etílico y la fecha y hora de toma de
muestra en la unidad de Medicina legal de Arequipa fue el 21 de mayo del 2021 a las veintidós y Trece horas
muestra agotada durante análisis firmado por María Tania Quispe Ramos quimico farmaceutico.

● Respecto a la Resolución Administrativa de fecha 09 de febrero del 2021 de la autoridad SERFOR en la cual se
resuelve autorizar al señor Raul Antonio Salazar Cordova identificado con DNI° N° 29619786, otorgar
licencia de caza deportiva 04-ARE/LIC-CD-2016-183 para los ejemplares de fauna silvestre pertenecientes al
ámbito de la administración técnica forestal y fauna silvestre. Por lo que se le otorgó la licencia del mismo número
04-ARE/LIC-CD-2016-183, siendo la fecha de vencimiento de la misma el día 05 de septiembre del 2021.

3.2.- ANALISIS SOBRE LOS HECHOS DEL HOMICIDIO CALIFICADO

3.2.1.- HIPOTESIS FISCAL.- Conforme al escrito de acusación fiscal, el Ministerio Público en forma
concreta le atribuye al acusado Salazar Córdova lo siguiente: “…haber intentado dar muerte a Willly Zela
Quino, con un móvil o motivo fútil, como es el haber encontrado el vehículo del agraviado de placa D7B070 estacionado en la
puerta del inmueble del acusado, obstruyendo su ingreso, por lo que el acusado descendió de su vehículo (camioneta),
premunido de su arma de fuego (pistola semiautomática calibre 380 AUTO, 9mm CORTO, marca GLOCK, modelo 25,
serie NDM-041) y realizó dos disparos en contra del agraviado, siendo que uno de los disparos impactó en la parte trasera
lado izquierdo del vehículo (siendo que el agraviado se encontraba a lado izquierdo del vehículo en el asiento del piloto), no
llegando a ser impactado con el proyectil del arma de fuego gracias a un parlante que tenía en la parte posterior de su vehículo,
no consumándose el hecho a merito a que el disparo no llego a impactar en el agraviado (tentativa acabada).

3.2.2.- Análisis fáctico previo.- A consideración del colegiado, resulta importante hacer un análisis
previo de la imputación fiscal, para verificar una coherencia mínima en el relato fáctico expuesto. Pues si
bien es cierto que expresamente se menciona que el acusado realizó dos disparos en contra del
agraviado, precisando que uno de ellos impactó en la parte trasera lado izquierdo del vehículo, quedando
por determinar donde cayó el otro proyectil de arma de fuego que dice haberse disparado en contra del
agraviado Willy Zela Quino. Al respecto, cabe señalar que hecha una revisión exhaustiva del relato
acusatorio, en ninguna parte de la acusación fiscal se hace precisión del lugar exacto o aproximado donde
habría impactado el otro proyectil, a fin de poder verificar si en efecto puso en riesgo la vida del
mencionado agraviado; siendo que, al respecto dentro de los hechos concomitantes fluye la siguiente
información: “…Es en ese instante, que dicha persona (agraviado) estando ubicada en asiento de piloto de su vehículo
escucha un ruido de un disparo, ve su retrovisor y empieza a grabar lo acontecido, advirtiendo que Raúl Antonio Salazar
Córdova, sacó un arma de fuego (pistola) marca Gloock con su respectiva cacerina abastecida, con la cual le apunta para
disparar…”. De lo transcrito se puede apreciar que según el fáctico fiscal sobre el otro disparo, el propio
agraviado solo escuchó el ruido de un disparo, por ello se presume que en la acusación no se precisa a
donde cayó dicho primer disparo; luego del cual el agraviado ve su retrovisor y empieza a grabar lo
acontecido, observando recién que el acusado saca un arma y lo apunta para disparar, vale decir que
observa que lo apunta el acusado, después de escuchar el primer disparo.

3.2.2.1.- Sobre el segundo disparo, igualmente en la acusación si bien dice que disparó en contra del
agraviado Zela Quino, quien se encontraba sentado en el asiento del piloto; sin embargo, líneas más abajo
dice que dicho disparo no llegó a impactar al agraviado gracias a un parlante que existe en la parte
posterior (se entiende maletera) de su vehículo; dado que las reglas de la lógica y la experiencia, el asiento
del piloto de cualquier vehículo automotor (con mayor razón de los que circulan en el territorio nacional)
se encuentran en la parte delantera del vehículo, y por el contrario la maletera de dicho vehículo
generalmente se encuentra en la parte posterior del vehículo, tal como se describe en la acusación fiscal;
no siendo muy coherente del cómo una bala que cayó en la maletera de vehículo pudo haber puesto en
peligro la vida del agraviado, quien estaba sentado en el asiento del piloto. Si bien se menciona que el
vehículo estaba en movimiento, pero no se precisa que en algún momento el arma hubiera sido apuntado
hacia el cuerpo del agraviado, tampoco se aprecia que el acusado hubiera expresado alguna palabra o frase
que indique su intención de quitarle la vida; por el contrario, según la acusación fiscal la intención del
acusado fue hacer que se retire del lugar donde se estaba estacionado (frente a su inmueble impidiendo la
pasada de su vehículo), al respecto se desprende de la acusación lo siguiente: “… Raúl Antonio Salazar
Córdova empezó a gritar a Willy Zela Quino diciendo: “muévete de ahí, sal de mi puerta, muévete de ahí concha de tu
madre…”; lo cual evidencia el propósito disuasivo de la conducta del acusado, debiendo en todo caso
verificarse con las convenciones probatorias arribadas y la actividad probatoria desplegada durante los
debates.

3.2.3.- Análisis de la actuación probatoria y convenciones.- Como ya se señaló líneas arriba, las
partes en forma libre y voluntaria, de común acuerdo han propuesto algunas convenciones probatorias,
entre ellas se tiene como hecho probado que: “…En fecha 21 de mayo del 2021, siendo las 11:30 horas aprox., en
circunstancias que Willy Evert Zela Quino se retira del taller ubicado en la calle Cayro a unas cuadras arriba del Hospital
Edmundo Escomel junto a su vehículo de color blanco de placa D7B070 marca Hyundai, modelo I30, es que, avanza unas
cuantas cuadras, se estaciona en la frentera del inmueble ubicado en la Urb. Industrial Cayro Mz. C Lt. 04, Paucarpata.
En tal circunstancia, la persona de Raúl Antonio Salazar Córdova se hace presente abordando su camioneta Toyota
HILUX color gris de placa VAG-869. Realizado el disparo respectivo, la bala impacta en la maletera del vehículo
atravesando un parlante que se encontraba en la maletera, en donde vio al imputado ingresar al inmueble ubicado en Parque
Industrial Cayro C-4-Paucarpata, para luego verificar que efectivamente tenía un impacto de bala en la parte posterior lado
izquierdo de su vehículo y estando a ello se apersona a la comisaría de Jesús María a interponer la denuncia respectiva. Raul
Antonio Salazar Cordova realizó 02 disparos, 01 disuasivo…”. Como se puede apreciar, no ha sido objeto de
discusión la circunstancia de lugar y modo de hecho investigado, pues incluso se ha convenido que el
acusado en efecto realizó dos disparos, siendo uno de ellos de carácter disuasivo; en todo caso lo que
queda por determinar es si alguno de los dos disparos efectuados tuvo la intención de quitar la vida del
agraviado.

3.2.3.1.- Durante los debates orales prestó declaración el agraviado Willy Zela Quino, quien manifestó
lo siguiente: «… entonces saco mi celular apretó doble botón para cámara. En el momento que yo iba a voltear escuchó un
disparo. En eso que yo volteó lo miro y me grita conchatumare y lo veo me está apuntando del interior de su camioneta con su
arma. Yo no sabia que hacer asustado y pongo grabar en la ventana y le digo: si, si, si, me voy a mover. Entonces lo miro y
me dice muévete conchatumare, él quería bajarse y su amigo de la casaca lo jala y le dice: oye no oye no, se escuchó. Entonces
me asuste más porque no sabía cuál era su intención, entonces él abre la puerta y cuando está bajando el otro le jala y a él se
le cae la cacerina. Logra bajar al piso busca su cacerina (…), prendo mi carro, hago el cambio y voy acelerando. Luego, al
señor ya lo vi detrás de mi guardafango le dio una patada. Al momento que yo estaba un poco más alejado y “pom” le
disparó en la maletera, en la parte trasera de mi carro y que impactó en el parlante. (…) mi carro es a gas y si le hubiera
dado más abajo le hubiera dado a mi balón de gas y seguramente hubiera ocurrido algo…». De lo transcrito se puede
apreciar que, sobre el primer disparo, en efecto el agraviado solo escuchó, por ende no vio apuntando
hacia donde es que se produjo tal disparo. Al respecto el acusado Salazar Córdova en su declaración en
juicio, ha reconocido que en efecto realizó un primer disparo disuasivo (entendido como un disparo al
aire), presuntamente porque el agraviado saco un “fierro” (refiriéndose a un arma de fuego), aspecto que
concuerda con lo señalado por Santos Nuñez Montero; asimismo reconoce el acusado haber efectuado un
segundo disparo que cayó en la maletera del vehículo del agraviado, supuestamente se le escapó dicho
disparo por su nerviosismo, aduciendo que acababa de cremar los restos de su señor padre, que había
fallecido producto del Covid; pues al margen de los argumentos justificatorios del acusado que serán
analizados más adelante, lo esencial en esta parte es que en efecto realizó dos disparos con la pistola
Glock, con licencia para uso personal, lo que se corrobora con los dos casquillos que fueron encontrados
como evidencia en el lugar de los hechos.

3.2.3.2.- Asimismo durante los debates orales se ha visualizado dos videos, que había sido grabados por el
agraviado Zela Quino con su celular, precisando que grabó lo acontecido hacia la parte posterior de su
vehículo desde el asiento de piloto de su vehículo, de cuyo contenido se puede apreciar que un sujeto
varón baja de un vehículo (que las partes convienen que se trata del acusado Salazar Córdova), quien porta
en la mano un arma de fuego y apunta hacia la maletera del vehículo de color blanco (del agraviado),
apreciándose de la imagen en todo momento que la dirección del cañón del arma de fuego apunta hacia la
maletera de dicho vehículo, ligeramente de arriba hacia abajo, acercándose hacia dicho objeto. En esta
parte cabe resaltar que de las imágenes proyectadas, no se puede apreciar en ningún momento que el
acusado apunte con el arma de fuego hacia el cuerpo del agraviado; y por otro lado, si bien el vehículo
inicia la marcha pero lo hace muy despacio como rodando, siendo que en tal circunstancia se puede
escuchar el ruido de un golpe y un estruendo seguidamente, que el agraviado con vista de tales imágenes
precisó que el acusado se acercó a su vehículo por la parte posterior y logró patear en el guardafango
posterior lado izquierdo y seguidamente efectuó el disparo a la maletera de su vehículo.

3.2.3.3.- En esta parte también resulta relevante señalar lo manifestado por el perito balístico forense
Fernando Gallegos Seña, quien sobre el Dictamen Pericial Balística N° 147-2021, refiere: «haber
participado en una inspección balística en el vehículo Hyundai modelo I30, color blanco, de placa de rodaje D7B-070, que
era conducido por la persona de Willy Evert Zela Quino (37), hecho ocurrido el día 21 de mayo a horas 13:30 en la
Urbanización Industrial Cayro C-4 Paucarpata. “… en la puerta de maletera (cara externa) Orificio 01 de entrada (OE):
Es de curso perforante, ubicado en estructura metálica, parte inferior, lado izquierdo, a 14 cm por arriba de borde inferior y a
29cm a la derecha del borde izquierdo, orificio de 9 por 17 mm de dimensiones, forma ligeramente ovalada, con bordes
invertidos, con desprendimiento de pintura de 34 por 40mm de dimensiones, compatible con orificio de entrada producido por
un proyectil disparado por arma de fuego (PAF) calibre .38” o su equivalente 9mm, con una trayectoria de atrás hacia
adelante, de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha, sin características de disparo a corta distancia, considerándose está a
50 cm. Orificio 02 (Orificio de Salida): Ubicado en cara interna parte inferior lado izquierdo (material sintético), a 12 cm
por arriba del borde inferior y a 31cm a la derecha de borde izquierdo, orificio de 10 por 11 mm de dimensiones, forma
ovalada, con biselado externo, con fractura concéntrica - radial de 13 por 33 mm de dimensiones, compatible con orificio de
salida (OS) producido por el mismo proyectil que ocasionara el orificio 01 (OE) como continuidad de su trayectoria. en
parlante marca Sony (lado derecho) Orificio Reingreso 03 (OR): Ubicado en estructura externa en parte superior lado
derecho, a 13 cm por debajo de borde superior y a 2.5cm a la izquierda de borde derecho, orificio de 11 por 17 mm de
dimensiones, forma alargada, con bordes invertidos, en su trayecto impacta con estructura metálica interna; producido por el
mismo proyectil que ocasionara el orificio 01 (OE) y orificio 02 (OS) como continuidad de su trayectoria…». Como
puede apreciarse de lo señalado por el perito en referencia, la trayectoria del proyectil de arma de fuego
materia de verificación va de atrás hacia adelante, de arriba hacia abajo y de izquierda a la derecha, cuyo
orificio de entrada está ubicada en la puerta de la maletera posterior que, traspasando otros objetos
internos de la maletera, termina su trayectoria en una parte de estructura metálica al interior de un parlante
ubicado dentro de la maletera. Pues ante las diversas preguntas de las partes para que el perito señale la
relación que pudiera existir entre el lugar donde se encontró el proyectil y el asiento de copiloto, ha
señalado reiteradamente que no se puede determinar, por cuanto la balística en general es impredecible,
dado que la trayectoria de una bala puede variar, dependiendo de los obstáculos que encuentre en su
trayecto, siendo factible una desviación. Asimismo, durante los debates se han visualizado vistas
fotográficas tanto de los orificios, como del lugar de ubicación de dicho orificio, siendo que
aparentemente no existe una relación directa o una proximidad considerable entre el lugar del orificio y su
trayectoria, con el asiento del piloto donde se encontraba el agraviado, peor aun cuando el propio perito
ha descartado la posibilidad de poder determinarse alguna eventual afectación de dicho proyectil en el
asiento del piloto.
3.2.4.- Bajo los argumentos antes expuestos, a criterio de este despacho colegiado, en el presente caso de
la narración fáctica propuesta por el Ministerio Público, no es posible verificar una atribución clara y
precisa de cómo es que el acusado Salazar Córdova habría pretendido quitarle la vida al agraviado; pues de
los dos disparos que se le atribuye haber realizado, solo uno tiene precisión fáctica, que impactó en la
maletera del vehículo, terminando su trayectoria alojado en la estructura metálica del interior de un
parlante marca Sony, ubicado al interior de la maletera del vehículo del agraviado; en cambio sobre el
primer disparo, no se tiene ninguna precisión fáctica; no obstante los elementos probatorios indican que
se trató de un disparo al aire, que las partes han convenido como un disparo disuasivo. Y por otro lado, la
prueba y las convenciones probatorias arribadas por las partes, demuestran que el acusado nunca le apuntó
directamente en el cuerpo del agraviado Zela Quino; sino por el contrario la prueba documental, los
testigos y los peritos arriba mencionados concuerdan en señalar que el segundo disparo realizado por el
acusado no fue dirigido a alguna parte del cuerpo del agraviado, sino hacia a la maletera de su vehículo, sin
ningún compromiso evidente de una eventual afectación a algún bien ubicado en el asiento de piloto; por
tanto, no es factible efectuar un juicio de subsunción típica para un hecho de homicidio calificado.

3.3.- PRODUCCION DE PELIGRO COMUN (REPRESENTATIVO)

3.3.1.- DESVINCULACION PROCESAL – POSICIÓN FISCAL

Como ya se mencionó líneas arriba, este despacho colegiado anunció la tesis de desvinculación procesal,
luego de haber verificado que los hechos materia de acusación fiscal (primigeniamente postulado como un
hecho de homicidio calificado tentado), eventualmente podrían soportar otra calificación jurídica no
considerada por las partes. Al respecto cabe precisar que la desvinculación procesal debe operar siempre
sobre los mismos fácticos postulados por el Ministerio Público, que es lo único inmodificable del
requerimiento acusatorio, siendo que los otros aspectos como la calificación jurídica, título de imputación,
grado de ejecución del delito, pretensión punitiva y civil, etc., pueden adecuarse o sufrir alguna
modificación siempre observando el principio de legalidad y respetando el derecho de defensa, entre otros
aspectos de garantía procesal.

3.3.2.- POSICION DE LA DEFENSA.- La defensa del acusado no convino con el anuncio de la tesis,
manifestando esencialmente que en el presente caso no es factible una desvinculación procesal, dado que a
su criterio no concurren por lo menos dos de los presupuestos establecidos por la Corte Suprema, entre
ellos la homogeneidad del bien jurídico protegido y el derecho de defensa; asimismo ha cuestionado que
de la acusación fiscal no aparecen los supuestos facticos que requiere el tipo penal del artículo 273, dado
que no se ha desarrollado como es que los disparos del acusado han podido generar un peligro concreto
para las personas y los bienes de la colectividad, recordando que los jueces deben privilegiar el principio de
correlación entre acusación y sentencia, entre otros argumentos de defensa.

3.3.3.- HIPOTESIS ACUSATORIA.- Como se tiene precisado la hipótesis acusatoria debe ser la misma
que el Ministerio Público postuló para una calificación jurídica previamente determinada; bajo dicho
contexto corresponde reproducir literalmente el relato fáctico que fluye de la acusación fiscal, así tenemos:
“…haber encontrado el vehículo del agraviado de placa D7B-070 estacionado en la puerta del inmueble del acusado,
obstruyendo su ingreso, por lo que el acusado descendió de su vehículo (camioneta), premunido de su arma de fuego (pistola
semiautomática calibre 380 Auto, 9mm corto, marca Glock, modelo 25, serie NDM-041) y realizó dos disparos en contra
del agraviado, siendo que uno de los disparos impactó en la parte trasera lado izquierdo del vehículo (siendo que el agraviado
se encontraba a lado izquierdo del vehículo en el asiento del piloto), no llegando a ser impactado con el proyectil del arma de
fuego gracias a un parlante que tenía en la parte posterior de su vehículo, no consumándose el hecho a merito a que el disparo
no llego a impactar en el agraviado ...”. Cabe precisar que a criterio de este despacho colegiado, no es necesario
que la totalidad de los hechos y circunstancias que se han descrito bajo otra calificación jurídica
considerada en la acusación fiscal, tengan que subsumirse íntegramente en la nueva calificación jurídica
materia de desvinculación, dado que pueden ser suficientes algunos o parte de tales hechos; siendo lo
esencial y lo importante es que no se incorpore ningún hecho que no esté expresamente propuesto en el
requerimiento acusatorio, salvo las excepciones establecidas en el artículo 387.3 del Código Procesal Penal,
esto es puede incluir alguna circunstancia, siempre que no modifique sustancialmente la
imputación ni provoque indefensión. Asimismo, el artículo 397.1 del Código Procesal Penal señala que
el juez no podrá tener por acreditados hechos u otras circunstancias que los descritos en la acusación,
salvo cuando favorezcan al imputado.

3.3.4.- PELIGRO COMUN MEDIANTE LIBERACIÓN DE ENERGIA

Como se puede apreciar del texto acusatorio el hecho concreto que se le atribuye al acusado Salazar
Córdova es la siguiente: “…el vehículo del agraviado de placa D7B - 070 estaba estacionado en la puerta del inmueble
del acusado, obstruyendo su ingreso, por lo que el acusado descendió de su vehículo (camioneta), premunido de su arma de
fuego (pistola semiautomática calibre 380 Auto, 9mm corto, marca Glock, modelo 25, serie NDM-041) y realizó dos
disparos en contra del agraviado, siendo que uno de los disparos impactó en la parte trasera lado izquierdo del vehículo
(siendo que el agraviado se encontraba a lado izquierdo del vehículo en el asiento del piloto),..”. A criterio del colegiado,
este relato fáctico tal cual esta propuesto es factible subsumirse en el tipo penal del artículo 273 del Código
Penal, tal como se expresó en el anuncio de la desvinculación procesal, por lo que corresponde verificar
probatoriamente si en realidad ha sucedido el supuesto fáctico que exige el tipo penal en referencia.

3.3.4.1.- Conforme se puede apreciar de los fundamentos 3.2.3.- y siguientes de la presente sentencia, las
partes han arribado a diversas convenciones probatorias, entre ellas que con fecha 21 de mayo del 2021,
siendo aproximadamente las 11.30 am, en circunstancias que el vehículo automóvil conducido por el
agraviado Willy Zela Quino, se encontraba estacionado en la frentera del inmueble ubicado en la Urb.
Industrial Cayro Mz. C Lt. 04, Paucarpata, donde se produjeron los hechos de la imputación fiscal
descritos en el párrafo anterior; asimismo las partes han convenido que el acusado Salazar Córdova,
realizó dos disparos uno de ellos de carácter disuasivo (al aire); sin embargo, el otro disparo realizó a la
maletera del vehículo del agraviado, habiendo ingresado el orificio de entrada por la puerta o tapa de la
maletera, quedado alojado el proyectil en una estructura metálica al interior de un parlante marca Sony,
ubicado al interior de la maletera.
3.3.4.2.- Hipótesis defensiva.- La defensa técnica del acusado, previamente cuestionó la posibilidad de
desvinculación procesal, en primer lugar aduciendo que no concurre la homogeneidad del bien jurídico
protegido, que es uno de los presupuestos establecidos mediante ejecutoria suprema; asimismo otro de los
cuestionamiento radica en que según la defensa, en el lugar de los disparos no existen personas ni bienes
comunes que hubieran sido puestos en peligro, dado que es una zona industrial y señala que no hay
colegios, casas o ventas a donde pudo haber caído los proyectiles de arma de fuego. Asimismo, ha citado
el Recurso de Nulidad N° 4153-2011-Lima, donde se había establecido que un disparo al aire no generaba
peligro común.

3.3.4.3.- Sobre lo último, concuerda el colegiado con el criterio invocado, esto es que un disparo disuasivo
(al aire) por sí mismo no genera peligro común en ninguna de sus modalidades; por tanto, respecto al
primer disparo que se le atribuye haber efectuado al acusado, no se tiene mayor argumento para rebatir la
postura defensiva; más no así respecto del segundo disparo que según la acusación fiscal cayó en la
maletera del vehículo del agraviado, extremo que dicho sea de paso también ha sido objeto de convención
probatoria, además ampliamente corroborado con la declaración del propio agraviado Willy Zela Quino y
especialmente del perito balístico forense Fernando Gallegos Seña, siendo que ambos han explicado con
apoyo de vistas fotográficas que tomaron sobre el lugar exacto de los orificios de entrada y salida, así
como el destino final del proyectil disparado; los cuales se encuentran detallados en los numerales
precedentes, por tanto, resulta innecesario reproducirlos.

3.3.4.4..- Respecto a que en el lugar de los disparos no habían personas ni bienes comunes que hubieran
estado en peligro, no es de recibo por el colegiado, dado que si bien es cierto que se trata de una zona
industrial, donde existen talleres, pero no es cierto que no hayan bienes comunes o personas, pues
obviamente no se trata de una zona desértica, sino a pesar de ser una zona industrial, es una zona
habitada, prueba de ello es que durante la visualización de los videos que habían sido grabados por el
agraviado, se pudo apreciar que el agraviado conversa con una persona que se encontraba transitando por
la misma calle donde ocurrió el disparo, quien incluso le sugiere al agraviado efectuar la denuncia
respectiva; por otro lado el testigo efectivo policial que participó en la intervención del acusado Justo
Gonzales Alvarez, manifestó lo siguiente: “… tocamos el portón en varias oportunidades hasta que salió una señora,
le preguntamos por esa persona de sexo masculino, nos dijo que no estaba. ¿Se identificó esta persona, qué relación guardaba
con el lugar? Mencionó que era su esposa. ¿Se verificó porque estaba la señora en este lugar? La señora estaba ahí
porque ella indicó que vivía ahí, era esposa del señor porque le dimos las características y el chofer del vehículo
que estaba dentro de la camioneta, indicó que era su esposo y que vivían ahí (…). Mientras hacían su tarea los del SOAT
yo subí al tercer piso y salió la señora que nos había atendido por la ventanita del portón, ahí recién se identificó
plenamente sacó su DNI y salieron también tres menores, un varoncito, una señorita y un niño,
la señora dijo que efectivamente vivían ahí y que su esposo no estaba. Identifico a la señora tomando en
consideración que nos dijo la señora que era que vivía ahí era su domicilio, a simple vista vi una sala de ingreso, al fondo ya
había habitaciones…”. Como se puede apreciar del testimonio transcrito, precisamente la esposa del
acusado de forma espontánea no solo le manifestó al efectivo policial que ella vivía ahí con sus menores
hijos y su esposo; sino que además el testigo pudo verificar una sala de ingreso y habitaciones en el lugar;
ojo en ningún momento la esposa del acusado le refirió que su domicilio fuera en otro lugar distinto;
siendo que dicho extremo ha sido corroborado con la declaración de la testigo fuente Jannya Paola
Cáceres Rocha (esposa del acusado) quien ha señalado que en efecto el día de la intervención y desde hace
algunos días atrás estaban viviendo en la Urb. El Cayro C-4, debido a que toda su familia se había
contagiado con el Covid 19, extremo que ha sido corroborado con la declaración de la testigo Ysaura
Salazar Córdova (hermana del acusado) quien también refirió que aproximadamente una semana antes de
los hechos su cuñada y su familia estaba viviendo en la casa del Cayro C-4; por otro lado, la misma testigo
señaló que en el inmueble de la Urb. El Cayro C-4 vivían ella y su padre Raúl Ch. Salazar. Con todo lo
señalado se evidencia objetivamente que en el inmueble ubicado en la Urbanización El Cayro C-4, de
propiedad del acusado, se encontraba residiendo su familia (esposa e hijos), por lo tanto, no es cierto que
en el lugar donde se produjeron los disparos no hayan habido personas que residan, sino la propia familia
del acusado se encontraba al interior de su domicilio, por ende eventual o potencialmente pudieron haber
sido afectados con la liberación de energía (disparo), ya sea en forma directa o indirecta, con mayor razón
si se hubiera producido una explosión o incendio por el tanque combustible del vehículo.

3.3.4.5.- Sobre los bienes comunes cabe mencionar que, el lugar donde se produjo el disparo por parte del
acusado, es una calle de una urbanización por donde transitan y residen personas, el hecho de que se
denomine urbanización Parque Industrial El Cayro, no significa que sea una zona desértica o inhabitada,
por el contrario estaba el domicilio del propio acusado, con todos los integrantes de su familia adentro;
asimismo al interior del inmueble existían algunos vehículos tal como lo han señalado los testigos efectivos
policiales que participaron en la intervención; igualmente con la visualización de los dos videos
proyectados en juicio, se ha podido apreciar que el disparo se produce, no solo al frente del domicilio del
acusado, sino que además se pueden observar diversos vehículos justo cerca al portón amarillo de dicho
domicilio (en cuyo interior también habían varios vehículos, según versión del testigo Walter Idme Salazar
y otros PNP), así como edificaciones (casas) de distintos niveles en ambos lados de la calle; pues a criterio
de este despacho colegiado, basta que existan dichos bienes muebles o viviendas – edificaciones- de
cualquier clase o naturaleza, con una vía publica por medio como se pudo apreciar de las imágenes del
video; no siendo necesario, menos indispensable, que existan colegios o residencias con multitud de
personas, o puertas o ventanas abiertas para considerarse bienes comunes, como sugiere la defensa del
acusado; sino basta la presencia de la familia del propio acusado, los vehículos en su interior y afuera, así
como las casas que se observan de la imágenes proyectadas.

3.3.4.6.- Magnitud del riego generado.- A criterio del colegiado, el fáctico fiscal descrito que ha sido
plenamente acreditado, conlleva un riesgo de especial trascendencia, dado que el proyectil de arma de
fuego cayo en la maletera de un vehículo automotor; siendo que por reglas de la lógica elemental y la
experiencia, en el Perú la mayoría de vehículos automotores, cuando no todos funcionan con algún tipo de
combustible, ya sea gasolina, petróleo o gas; asimismo también se sabe por reglas de la experiencia (toda
persona que tiene o ha manejado un vehículo automotor) se sabe que el tanque de combustible
generalmente va ubicado cerca o al interior de la maletera; por ende el solo hecho de haber impactado el
proyectil cerca del tanque o depósito de combustible (de cualquier clase) conlleva un riesgo inminente (no
siendo necesario expresarlo), pues pudo haber generado un incendio o una explosión con consecuencias
nefastas y lamentables, no solo con afectación directa del vehículo y persona del agraviado que estaba
dentro del vehículo, sino eventualmente los bienes próximos existentes en el lugar (edificaciones,
vehículos y personas), incluido los del propio acusado dado que la liberación de energía fue al frontis de su
vivienda que tiene apariencia de un taller donde también habían varios vehículos, tal como lo han
precisado los testigos Walter Idme Salazar, Erick Callata Bejar entre otros PNP que participaron en la
intervención; siendo que tal posibilidad no requiere haberse descrito expresamente en el fáctico
acusatorio, dada la inminencia de la consecuencia que puede acarrear el solo hecho de liberar energía
(disparar cerca al tanque de combustible de un vehículo) bajo las condiciones descritas en la acusación
fiscal; prueba de ello es que también el agraviado ha señalado que su vehículo funciona con gas y que si el
proyectil hubiera caído un poquito más abajo, no se imagina lo que hubiera sucedido.

3.3.4.7.- Peligro concreto –individual.- Sin perjuicio de lo antes descrito, cabe señalar que la doctrina
admite que el riesgo generado con la liberación de energía (disparo de arma de fuego) puede
eventualmente poner en riesgo la vida, la salud o la integridad física o el patrimonio de una sola persona o
de pocas personas, siendo que en tales casos se está ante un supuesto de peligro concreto de carácter
individual, lo cual puede considerarse como un peligro representativo frente los intereses colectivos; vale
decir que el término común no necesariamente implica una pluralidad objetiva de bienes o personas, sino
que una sola puede válidamente representar el peligro indirecto para el resto de la colectividad, siendo que
esta concepción moderna del peligro común acoge este órgano colegiado; bajo dicho contexto se difiere
del criterio esbozado por la defensa del acusado.

3.3.4.8.- Otro argumento defensivo del acusado ha sido que el disparo habría efectuado de manera
disuasiva para alejar el peligro ¿y cuál era ese peligro que vivía mi patrocinado? que el presunto agraviado
sacó primero un arma, por tanto, estaba envuelta en peligro su integridad física, la vida de su patrocinado.
Bajo dicho contexto fue correcto ese actuar también de sacar un arma y hacer un disparo disuasivo, fue
una acción racional según la defensa. Al respecto cabe mencionar que dicho argumento defensivo no ha
sido acreditado de alguna forma durante los debates, dado que si bien el testigo de descargo Luis Núñez
Montero señalo tal situación; sin embargo, no existe elemento de prueba que lo corrobore; por el
contrario ninguno de los testigos de cargo, especialmente los miembros de la policía nacional que se
constituyeron en el lugar de los hechos el mismo día de su ocurrencia y participaron en la intervención del
acusado, han referido algo al respecto, tampoco el señor abogado les ha hecho alguna pregunta sobre el
particular, por tanto, ninguno de los efectivos policiales ha referido que el acusado u otra persona del lugar
les hubiera manifestado que el agraviado también supuestamente portaba un arma o un “fierro” (como ha
dicho el acusado en su declaración), por lo que, dicha versión del único testigo de descargo resulta ser una
información oportunista, que solo fue expresada en juicio oral, sin ningún elemento de corroboración,
peor aun cuando no cuenta con declaración previa que de alguna forma permita verificar su credibilidad;
por el contrario curiosamente, pese a tratarse de un testigo supuestamente presencial, nunca fue ofrecido
oportunamente durante la investigación por ninguna de las partes, por lo tanto su sola versión no resulta
verosímil.

3.4.- ANALISIS SOBRE EL HECHO DE COACCION

3.4.1.- HIPOTESIS FISCAL.- Conforme se puede apreciar del escrito de acusación fiscal, el Ministerio
Público atribuye al acusado Raúl Antonio Salazar Córdova, lo siguiente: “… haber empleado violencia
dolosamente en contra del agraviado Willy Evert Zela Quino, con la finalidad de que este mueva su vehículo de placa D7B -
070, el cual se encontraba estacionado en la puerta del inmueble del acusado. Así se denota que Raúl Antonio Salazar
Córdova, le indica al agraviado: “muévete de ahí, sal de mi puerta”, “muévete de ahí concha de tu madre”, ello de forma
alterada, y posteriormente dado que no movía el vehículo el agraviado, dado que no estaba obligado a acatar una orden del
acusado; Raúl Antonio Salazar Córdova realizó dos disparos, uno disuasivo y luego apunto al agraviado, debido a que el
agraviado no movía el vehículo en la forma y rapidez que el acusado quería. Acto seguido el acusado se acerca al agraviado, y
procede a patear el vehículo en el que se encontraba el agraviado a la altura de la llanta trasera guardafango, y realizar el
segundo disparo a la maletera del vehículo, atravesando un parlante, acciones que obligaron al agraviado a hacer actos a los
cuales no estaba obligado, como es mover su vehículo del lugar donde estaba estacionado…”.

3.4.1.- Los hechos así descritos en la acusación fiscal, a criterio del colegiado se encuentran plenamente
acreditados, en virtud de las convenciones probatorias y la prueba actuada en juicio, concretamente esta
probado que el acusado Salazar Córdova, en efecto realizó dos disparos con arma de fuego, para obligar
que el agraviado Willy Zela Quino, mueva su vehículo que lo había estacionado al frontis de su inmueble,
impidiendo el acceso a su domicilio; extremo que además no ha sido negado por el agraviado, quien ha
referido que en efecto estacionó su carro para verificar un desperfecto mecánico, demorando un poco en
realizar dicha labor, circunstancias en que aparece el acusado a bordo de su vehículo, donde se produjeron
los hechos materia de investigación.

3.4.2.- Bajo dicho contexto resulta importante verificar si la conducta del agraviado era un hecho neutro, o
es que de alguna forma había cometido alguna infracción al reglamento de tránsito, dado que estaba
conduciendo un vehículo automotor. Para lo cual resulta menester lo que señala el Reglamento Nacional
de Tránsito (Texto Único Ordenado, aprobado mediante Decreto supremo N° 16-2009-MTC, que en su
artículo 215, literal g, señala literalmente lo siguiente: 22Artículo 215.- Prohibición de estacionamiento.
Está prohibido que los conductores estacionen los vehículos que conducen en los siguientes
casos: g) Frente a entradas de garajes y de estacionamientos públicos o a la salida de una vía
privada…”.

3.4.3.- Como se puede apreciar del texto del Reglamento Nacional de Tránsito, se encuentra prohibido
que el conductor de un vehículo automotor pueda estacionar el vehículo que conduce, frente a una
entrada a un garaje, o estacionamiento público o privado; siendo que en el presente caso se ha convenido
que el vehículo del agraviado lo había estacionado al frente del inmueble del acusado, obstruyendo el
acceso a su vivienda (se entiende a su garaje) dado que, según los videos proyectados durante los debates,
se puede apreciar que el agraviado se había estacionado frente a un portón de garaje de color amarillo, con
una inscripción que se lee “Bosco”, que las partes precisaron que en efecto era el portón del acusado; en
tal sentido el referido agraviado estaba en una conducta que la ley prohíbe expresamente.

3.5.- ANALISIS SOBRE LA TENENCIA ILEGAL DE ARMAS Y MUNICIONES

3.5.1.- HIPOTESIS ACUSATORIO.- Conforme fluye del requerimiento acusatorio, se atribuye al


acusado Raúl Antonio Salazar Córdova lo siguiente: haber estado en posesión de las siguientes armas y municiones,
1) Pistola semiautomática calibre 7.65 MM (32"AUTO) marca FN BRAWNING'S DEPOSE MODELO 1910,
serie 531349. Pistola 01 semiautomática calibre 6.35 mm (25 AUTO) 2) Pistola marca FN BROWNING'S
PATENT DEPOSE, modelo BABY, serie 104905, con una cacerina metálica con capacidad para alojar seis cartuchos.
3) Pistola marca THUNDER, modelo 1919, sin número de serie a la vista con N° de pieza interno 86, con una cacerina
metálica con capacidad para alojar 6 cartuchos. 4) Una carabina antigua (mosquete) sin marca, ni número de serie a la
vista. 5) Cuarenta y cuatro (44) cartuchos para pistola semiautomática calibre 6.35 (25" AUTO) diecisiete (17) marca
AGUILA, dos (02) marca COMPANHIA BRASILEIRA DE CARTUCHAS (CBC) veinticinco (25) marca
WINCHESTER. 6) Veintiséis (26) cartuchos para pistola semiautomática calibre 7.65 mm (32" AUTO), catorce (14)
marca SELLIER & BELLOT (S&B) ocho (08) marca OLIN INDUSTRIES, dos (02) marca MAGTECH
RIBEIRA PIRES (MRP), un (01) marca REMINGTON PETEERS (R-P), un (01) marca AMERICAN
AMMUNITION (A-MERC). 7) Ochenta y uno (81) cartuchos para revolver, calibre 38"SPL, cincuenta (50) marca
AGUILA, treinta (30) marca POONSGAM METAL CORP (PMC) uno (01) marca FRABRICA DE
ARMAS Y MUNICIONES DEL EJÉRCITO (FAME). 8) Un (01) cartucho para revólver calibre 357
MAGNUM, MARCA FABRINA DE ARMAS Y MUNICIONES DEL EJÉRCITO (FAME); el día 21 de
mayo de 2021 dentro de su inmueble ubicado en Parque Industrial Cayro C-4 distrito de Paucarpata, sin estar debidamente
autorizado para poseer dichas armas y municiones…”.

3.5.2.- HIPOTESIS DEFENSIVA.- La defensa del acusado ha formulado varios cuestionamientos


como estrategia defensiva; siendo estos los siguientes: refiere el recojo de las evidencias de las armas y municiones
no se dieron en El Cairo C4, sino que se dieron en la avenida Goyeneche en el complejo Santa Rosa de Lima, (…)
asimismo respecto a las municiones materia de acusación esas no aparecen en el acta de recojo de evidencias. Respecto a las
municiones deben estar en un regular estado de conservación y funcionamiento, sin embargo del informe pericial no aparece
que esas municiones estén en regular estado de conservación y funcionamiento. Ahora respecto a las armas tenemos una
carabina antigua o mosquete que no realizaron disparos experimentales porque no se tiene pues la pólvora negra y en el lugar
de los hechos no se encontró pólvora negra y sin la pólvora negra ese bien no podría causar algún riesgo. Con relación a la
muestra M4, la pistola Thunder el perito dice qué esta arma está en irregular estado de funcionamiento, con un solo disparo
experimental, cuando debió hacerse unos 4 a 5 disparos. Con relación a las demás armas ha concluido el perito que no tienen
signos recientes de haber sido disparadas. Asimismo, refiere la defensa que según los propios peritos en el dictamen intervino
un tercer perito el cual no ha venido de poner, aduciendo que convocaron a dicho perito porque desconocían del funcionamiento
de todas las armas que recogieron; y el perito que la realizó nunca vino, nunca se lo preguntó y tampoco sabemos sus
conclusiones ese perito que realizó esa pericia que nos ha traído a juicio. Finalmente refiere que se ha convenido el hecho que
las armas se encontraron almacenadas y no bajo el supuesto de la posesión; es más en el registro personal mi patrocinado sale
negativo a armas y municiones…”.

3.5.3.- Convenciones probatorias.- Como ya se tiene transcrito líneas arriba, la partes sobre este
extremo también han convenido sobre los siguientes hechos: “…Estando en el interior del inmueble, es que
personal policial ubica a Raúl Antonio Salazar Córdova, en un ambiente del segundo nivel. A mérito de realización de
diligencias en el interior del inmueble de Raúl Antonio Salazar Córdova, es que peritos ingenieros forenses y biólogos hallan
almacenados en un ambiente del segundo piso lo siguiente: Cinco (05) pistolas de diferentes calibres (Thunder sin serie,
FN104905, FN531349, C2511026, GLOCK NDM041, con un cartucho, 380 auto en corredero y cacerina
encontrado y abastecida con (06) seis cartuchos revolver cal. 22” (Italo GRA 94109), cuatro (04) escopetas
(MOSSBERG SR410004486, BERETTA AA470798, BROWNING 113MN12563, BENELLI
CHO53312B17), SIETE (07) carabinas (CZ A815822; CZB112994; BROWNING 04732ZP358, CZ
A323699, BERGARA 61-06-202214-16, NORICA S082308, ZBROIA XK001002), con ronda con (10)
balines; carabina antigua sin serie, una (01) base seriador de mira (Banco de tiro CACONELL), una 801) mira
telescópica Burris, un (01) cooler, conteniendo cartuchos de diferentes marcas y calibres (total 1968 cartuchos y 1668
balines), dos (02) casquillos percutados, cal. 380 (WINCHESTER). Siete (07) casquillos percutados, cal. 270
(REMINGTON PETERS), accesorios: un (01) kit alineación Mira: un (01) bípode, siete (07) chokes; cuatro (04)
anillos para miras; un (01) kit artesanal carga y descarga de cartuchos de escopeta, (01) set de tacos y tapones de cartucho de
escopeta; (01) una bolsa de perdigones, los mismos que fueron incautados. Asimismo de igual forma las partes han
convenido adicionalmente sobre lo siguiente: “…Raúl Antonio Salazar Córdova solamente registra licencia de uso
de las siguientes armas: Pistola serie NDM041, marca GLOCK modalidad defensa personal, carabina serie 1815822
modalidad Caza, escopeta serie AA470798, modalidad caza, escopeta 113MN12563 modalidad caza, carabina serie
A323699 modalidad caza, carabina B112994 modalidad caza, escopeta serie 61-06-202214-16 modalidad caza, pistola
serie C511026 modalidad defensa personal, carabina serie 04732ZP358 modalidad caza, conforme se tiene de lado
constancias de registro de licencia de uso y tarjetas de propiedad de armas de fuego…”.

3.5.4.- VALORACION PROBATORIA DE LOS HECHOS Y LAS CONVENCIONES

3.5.4.1.- Como se puede apreciar de lo transcrito en el numeral anterior, en el presente caso no está en
discusión, que las cinco armas de fuego (cuatro pistolas y una carabina antigua - mosquete) y parte de las
municiones incautadas, hayan sido encontradas dentro de una habitación del segundo piso del inmueble
del referido acusado, sito en la Urb. Industrial El Cayro C-4, Paucarpata; así como un total de 1968
cartuchos y 1668 balines, junto a otras armas de fuego que si tenían autorización a nombre del propio
acusado, entre otros objetos similares que inicialmente fueron incautados, luego le fueron devueltos a su
titular; salvo las que no tenían ningún documento sustentatorio, los mismos que son el sustento de la
acusación en esta causa, ahora materia del presente juzgamiento. Bajo dicho contexto, corresponde
verificar sobre el estado de conservación y operatividad de los mismos, y en posesión de quien se
encontraban al momento de su incautación, en virtud de los cuestionamientos que ha hecho la defensa
del acusado.
3.5.4.2.- Un primer cuestionamiento de la defensa está referido al reco
jo de las evidencias, concretamente de las armas y municiones incautadas; pues refiere que los mismos no
fueron efectuados en la Urbanización Industrial El Cayro C-4, Paucarpata; sino en el complejo de Santa
Rosa de Lima ubicada en la avenida Goyeneche y por otro lado las municiones no aparecen registradas en
el acta de recojo respectivo; siendo que dicho argumento defensivo no tienen consistencia fáctica, primero
porque el propio acusado en forma libre y voluntaria ha convenido (establecido como hecho cierto) que
todas las armas y municiones fueron encontrados e incautados precisamente al interior de la habitación en
donde fue encontrado el acusado al momento de su intervención, vale decir en una habitación del segundo
piso del inmueble ubicado en la Urbanización Parque Industrial El Cayro C-4, distrito de Paucarpata;
extremo que ha sido corroborado con la declaración de la perito Melisa Macedo Cárdenas, quien ha
manifestado los pormenores de cómo es que personal policial especializado hizo la verificación e
incautación de toda la evidencia encontrada (armamentos, cartuchos, municiones y otros bienes); lo cuales
según la propia perito tuvieron que ser trasladadas al Complejo Policial Santa Rosa – Oficina de
Criminalística, para su respectiva desinfección por salubridad y bioseguridad, dado que la señora Jannya
Cáceres Rocha (esposa del acusado) en ese momento manifestó que toda su familia estaba contagiado con
el Covid 19, que incluso unos días antes el padre de su esposo había fallecido con dicha enfermedad y al
ver que era abundante material intervenido y el ambiente inspeccionado era un espacio reducido, optaron
por trasladar toda la evidencia criminalística al complejo policial antes mencionado (pues era plena época
de la pandemia del Covid 19) para continuar con las diligencias necesarias, obviamente cuidando la
bioseguridad del personal policial. Bajo dicho contexto, en parte es cierto el argumento de la defensa,
cuando señala que algunas actas y diligencias se realizaron en el complejo policial Santa Rosa y no en el
lugar de la intervención; sin embargo, dicha situación no implica que no hayan sido encontradas en el lugar
de la intervención del acusado, sino como claramente señaló la perito, tuvieron que ser trasladados a la
sede policial, por medida de bioseguridad y resguardo de la salud del personal policial, en base a la
información dada por la esposa del propio acusado quien dijo que toda su familia estaba contagiado del
Covid 19, incluso su suegro acababa de fallecer con dicha enfermedad; por tanto no es de recibo dicho
cuestionamiento defensivo en el sentido postulado.

3.5.4.3.- Estado y funcionamiento de las armas incautadas.- Durante los debates orales se ha
escuchado la declaración de los peritos Doménica Noelia Barreto Zavala y Henry Eduardo Vilca Benítez,
sobre el Informe Pericial de Balística Forense N° 218-2021, quienes han concluido lo siguiente: “…En la
inspección balística realizada en el interior y exterior (frontis) del inmueble ubicado en el Parque Industrial Cayro C-4 del
distrito de Paucarpata, lugar donde se encuentra el taller automotriz “El volante” se ubicó y recogió evidencia de interés
balístico. La muestra M03 es una pistola semiautomática calibre 7.65 MM (32”AUTO) marca FN
BROWNING’S PATENT DEPOSE MODELO 1910, serie 531349, en regular estado de conservación y normal
funcionamiento, con un cacerina con capacidad para abastecer 7 cartuchos, la muestra no muestra características de haber sido
utilizada para disparar, asimismo, los proyectiles experimentales obtenidos de la misma no guarda relación con procesos
pendientes de solución y los casquillos experimentales quedarán a la espera de su ingreso y posterior de homologación con casos
pendientes de solución. La muestra M04, son dos pistolas semiautomáticas calibre 6.35 mm (25 AUTO) PISTOLA
01, marca FN, modelo BABY, serie 104905, con una cacerina metálica con capacidad para alojar seis cartuchos, normal
funcionamiento; pistola 02, marca THUNDER, modelo 1919, sin número de serie a la vista con N° de pieza interno 86,
con una cacerina metálica con capacidad para alojar seis cartuchos, con funcionamiento irregular (por ruptura y deslizamiento
interior (rayado helicoidal), las muestras no presentan características de haber sido utilizadas para disparar, asimismo, los
proyectiles experimentales obtenidos de la misma no guarda relación con procesos pendientes de solución y los casquillos
experimentales quedarán a la espera de su ingreso y posterior de homologación con casos pendientes de solución. La muestra
M13, es una carabina antigua (mosquete) sin marca, ni número de serie a la vista, en regular estado de conservación y
normal funcionamiento mecánico. La muestra M21, son cuarenta y cuatro (44) cartuchos para pistola semiautomáticas
calibre 6.35 (25" AUTO), diecisiete (17) marca ÁGUILA, dos (02) marca COMPANHIA BRASILEIRA DE
CARTUCHAS (CBC) veinticinco (25) marca WINCHESTER, todos en regular estado de conservación y normal
funcionamiento. La muestra M22, son veintiséis (26) cartuchos para pistola semiautomática calibre 7.65 mm (32"
AUTO), catorce (14) marca SELLIER & BELLOT (S&B) ocho (08) marca OLIN INDUSTRIES, dos (02)
marca MAGTECH RIBEIRAO PIRES (MRP), un (01) marca REMINGTON PETEERS (R-P), un (01)
marca AMERICAN AMMUNITION (A-MERC), todos en regular estado de conservación y normal funcionamiento.
La muestra M23, son ochenta y uno (81) cartuchos para revólver, calibre 38" SPL, cincuenta (50) marca AGUILA,
treinta (30) marca POONSGAM METAL: CORP.(PMC) uno (01) marca FÁBRICA DE ARMAS Y
MUNICIONES DEL EJÉRCITO (FAME) todos en regular estado de conservación y normal funcionamiento. La
muestra M24, es un (01) cartucho para revólver calibre 357 MAGNUM, MARCA FÁBRICA DE ARMAS Y
MUNICIONES DEL EJÉRCITO (FAME) en regular estado de conservación y normal funcionamiento.

3.5.4.4.- Como se puede apreciar de la versión prestada por los peritos en referencia, de las cinco armas
examinadas, cuatro se encuentran en regular estado de conservación y funcionamiento; vale decir que son
útiles para disparar, salvo la pistola marca Thunder, modelo 1919, sin número de serie, vista con N° de
pieza interna 86, con cacerina metálica con capacidad para seis cartuchos, el mismo que presenta
funcionamiento irregular por ruptura y deslizamiento interior (rayado helicoidal); precisando los peritos
que dicha ruptura se produjo a consecuencia de haberse efectuado un solo disparo experimental; no
obstante que a criterio de dichos peritos, no es que dicho arma ya no pueda disparar, si puede hacerlo,
solo que existe el riesgo de producirse un daño mayor en el cañón del mismo (ruptura total por ejemplo).
Asimismo, sobre la carabina antigua – mosquete, sin marca y sin nro. de serie a la vista, los peritos han
manifestado que sobre dicha arma no pudo realizarse ningún disparo experimental, por ausencia de la
pólvora negra; sin embargo, precisó la perito Barreto Zavala que el hecho de no haberse efectuado ningún
disparo experimental con dicha arma, no significa necesariamente que no pueda disparar; pues es posible
que la pólvora negra se encuentre guardado por otros usuarios y con ello pueda efectuarse el disparo, por
tanto la sola falta de dicho elemento, no implica que el arma no funcione o ya no sirva para disparar, es
por ello que los peritos no descartaron su funcionamiento, sino concluyeron regular estado de
conservación y funcionamiento; bajo dicho contexto los cuestionamientos de la defensa sobre este
extremo no son de recibo.
3.5.4.5.- Sobre la declaración de los peritos balísticos, la defensa ha cuestionado aduciendo que los
señores Barreto Zavala y Vilca Benítez, no son los peritos que han efectuado la pericia sobre el estado de
conservación y funcionamiento de las armas de fuego arriba descritas, sino que ellos mismos habrían
referido que convocaron a un tercer perito por desconocimiento del funcionamiento de las armas, pero
que no se habría escuchado la versión de dicho perito, quien tampoco ha suscrito el Informe Pericial
Balístico N° 218-2021. Al respecto cabe precisar que, los peritos en mención absolviendo una consulta
que había efectuado la propia defensa del acusado, sobre la participación de un tercer perito (pregunta 6)
y otros aspectos, han señalado en juicio lo siguiente: “…los peritos del área balística forense ejecutan su accionar
conforme a los procedimientos establecidos para la labor pericial del sistema criminalística enmarcado en el DL. N° 1267
Ley de la Policía Nacional del Perú y DS N° 026-2017 tiene reglamento del DL N° 1267, DL 1219 fortalecimiento de
la función criminalística policial, el DS N° 001-2021 del reglamento DL 219 y normas vigentes; por lo cual la función del
perito es a consecuencia de prestar un apoyo técnico ante cualquier eventualidad y o incidente que pueda surgir en dicho
procedimiento, tomando en cuenta que se desconocía el funcionamiento y operatividad de las armas incautadas, por lo cual se
tuvo que contar con el apoyo de mayor cantidad de personal especializados por lo tanto se consigna en el acta su
participación…”. Como se puede observar de la información transcrita, los peritos que suscriben el informe
Pericial N° 218-2021, así como el Informe N° 01-2022, precisamente absolviendo las interrogantes de la
defensa del acusado; en principio no han admitido que por su desconocimiento hayan convocado a un
tercer perito, y menos han dicho que en efecto sea un tercer perito el que haya efectuado la pericia del
funcionamiento de las armas, como tendenciosamente sostiene la defensa del acusado; sino lo que han
dicho tales peritos es que, la pericia del área balística se ejecuta conforme a las normas legales y
reglamentarias que han aludido, y tomando en cuenta que se desconocía el funcionamiento y operatividad
de las armas incautadas, es que se tuvo que contarse con mayor cantidad de personal especializado; lo cual
a criterio de este despacho colegiado, no implica que haya sido un tercer perito quien examinó el
funcionamiento y operatividad de las armas, sino que dicha labor lo realizaron los peritos Barreto Zavala y
Vilca Benítez, con el apoyo de mayor personal especializado del área balístico forense, lo que no los hace
responsables de la pericia, dado que los responsables del informe pericial siguen siendo los mismos peritos
Barreto Zavala y Vilca Benítez, prueba de ello es que el referido documento pericial se encuentra suscrito
por ambos peritos, quienes han sido examinados durante los debates orales; bajo dicho contexto no es de
recibo el argumento defensivo de la existencia y participación de un tercer perito.

3.5.4.6.- Por otro lado, sobre el estado de conservación y funcionamiento de las otras dos pistolas marca
Brown Ings, Patente Depose, modelo 1910 y el otro Brown Ings modelo Baby, los peritos han expresado
regular estado de conservación y normal funcionamiento, conclusión que ha sido materia de
cuestionamiento por la defensa, aduciendo que sobre los mismos los peritos han señalado que no existen
signos recientes de haber sido disparados y que por tanto no podría concluirse que están en regular estado
de conservación y normal funcionamiento; razonamiento que no comparte este despacho, dado que el
solo hecho de no haberse verificado signos recientes de haber sido disparados, no puede utilizarse como
un parámetro para determinar el estado de conservación y funcionamiento de un arma de fuego, tanto más
que ninguno de los peritos ha manifestado algún argumento a favor de dicha hipótesis defensiva, esto es,
que un disparo reciente pueda determinar el estado de conservación y funcionamiento de un arma de
fuego; por el contrario los peritos al respecto han expresado otros argumentos señalado lo siguiente: “…
Se ha procedido con el examen de las muestras con la técnica descriptivo-comparativo, el que consiste en dar un detalle de
todas las armas; en lo que es el estudio comparativo se ha utilizado la técnica comparativa en la cual se utiliza respecto a la
balística y el sistema IBIS. También se ha utilizado el método químico que consiste en aplicar el reactivo del IBIS (Sistema
Integrado de Identificación Balística) para los productos nitrados en las armas de fuego….”; siendo que dichas técnicas
y métodos no han sido cuestionados por la defensa del acusado, ni siquiera se ha evidenciado insuficiencia
argumentativa, concretamente respecto de las dos pistolas materia de análisis, prueba de ellos es que
únicamente cuestionó falta de signos de disparos recientes con dichas armas de fuego; por ende tampoco
reviste asidero dicho cuestionamiento.

3.5.4.7.- Sobre la tenencia de las armas y municiones.- Para un mejor entendimiento del término
tenencia, corresponde verificar que lo entiende la jurisprudencia nacional. La tenencia implica varias
conductas doctrinal y jurisprudencialmente, así tenemos que a criterio del Corte suprema La tenencia en
un sentido amplio puede realizarse tanto cuando se lleva el arma fuera del propio domicilio (que es lo que se conoce como
“porte”), como cuando se posee dentro del mismo (“tenencia” en sentido estricto).no solo se requiere la situación posesoria
mínima del arma (“corpus rem attingere”) –es suficiente la simple detentación, sin que sea necesaria la
propiedad–, además es exigible la facultad o posibilidad de disposición o de ser utilizada cualquiera que sea
la duración del tiempo que permita su utilización (“animus detinendi”). Se excluye los supuestos llamados de tenencia fugaz
como serían los de mera detentación o examen, reparación del arma o de simple transmisión a terceros…”4. Como se
puede apreciar de la ejecutoria transcrita, la tenencia a criterio de la Corte Suprema, por lo menos implica
dos conducta, uno es el porte cuando el arma se encuentra en poder físico del investigado y la tenencia es
cuando propiamente el arma se encuentra dentro del domicilio del investigado, no siendo necesario que
sea el propietario, solo que tenga la posibilidad de disposición del arma o armas materia de incautación.

3.5.4.7.1.- Sobre el domicilio del acusado.- Para atribuir la tenencia de las armas y municiones
incautadas al acusado, corresponde determinar previamente si el lugar de la intervención del acusado fue
su domicilio. Al respecto se tiene acreditado que el inmueble donde fue intervenido el acusado era su
domicilio familiar al día de los hechos, conforme se tiene analizado y probado en el considerando 3.3.4.4.-
de esta misma sentencia; al que cabe añadir que según el testigo Walter Idme Salazar, el propio acusado
admitió tal situación al momento de ser intervenido, conforme lo ha manifestado el testigo PNP del
siguiente modo: “… ¿Tomo nota de los datos identificatorios de esta persona? (se entiende del intervenido Salazar
Córdova).- Ese es parte de nosotros identificar plenamente a la persona, con sus generales de ley. ¿Dio cuenta donde era su
domicilio, donde vivía? Claro que se le pregunta y dijo que era ese lugar donde fue intervenido su domicilio,
bueno también se encontró el vehículo del cual había descendido… si pude percibir que era un taller mecánico…”. Como
se puede apreciar, no solo la esposa del acusado manifestó que en ese momento ese lugar de la

4 Casación N° 1522-2017- La Libertad, fundamento


intervención era su domicilio, sino que el propio acusado lo señaló en ese sentido; si bien es cierto que el
testigo en referencia, manifestó que pudo percibir que era un taller mecánico, asimismo la perito Macedo
Cárdenas Melissa señaló: haber observado en el portón del inmueble intervenido que decía “servicio
automotriz”; sin embargo, el hecho de que en realidad sea un taller automotriz, no implica que no sea a su
vez la residencia del acusado u otras personas, dado que es un hecho notorio que en todos, cuando no la
mayoría de los lugares donde existen talleres mecánicos, residen también personas; tal es el caso del
acusado, prueba de ello es que la testigo Isaura Salazar Córdova (hermana del acusado) manifestó que
antes que fallezca su padre Raúl Ch. Salazar, ella y sus padres domiciliaban también en el mismo inmueble
Parque Industrial El Cayro C-4, Paucarpata, extremo que ha sido corroborado por los propios testigos de
descargo Claudio Antonio Coloma Rodríguez y Robert Román Rivera quienes han señalado que en efecto
el señor Raul Ch. Salazar su esposa y su hija Ysaura vivían en dicho lugar; con lo cual se tiene plenamente
establecido que el mencionado inmueble, además de ser una taller automotriz, ha sido domicilio del
acusado y su familia (esposa e hijos), donde precisamente el día de los hechos fue intervenido, así como
también fue el domicilio de sus padres y su hermana Ysaura (toda la vida según ésta última); el hecho de
que el acusado y su familia haya tenido otro domicilio ubicado en la Cooperativa 58, del distrito de José
Luis Bustamante y Rivero, resulta irrelevante y no está en discusión, pues el Código Civil autoriza a una
persona tener más de un domicilio, lo importante para el presente caso es que el acusado al momento de la
intervención domiciliaba en el mismo lugar en el que fue intervenido, donde también se incautaron las
armas y municiones.

3.5.4.7.2.- Lugar y ubicación de las armas y su disposición.- Como ya se tiene señalado líneas arriba,
las armas de fuego y municiones materia de investigación fueron encontrados al interior de una habitación
ubicado en el segundo piso del domicilio del acusado, habitación en el que a su vez estaba encerrado y
escondido el acusado, habiendo sido negado su presencia en el lugar por la esposa del acusado Jannya
Cáceres Rocha, quien en reiteradas oportunidades negó la presencia de su esposo en su domicilio; siendo
que personal policial pudo advertir la presencia del acusado en ese ambiente del segundo piso, al fondo,
por un ruido que generó el propio acusado, siendo que ante el anuncio de presencia policial y la orden de
que abra la puerta no hizo caso, lo que motivó que la puerta de esa habitación fuera abierta empleando la
fuerza pública, un instrumento especial abrepuertas (torito), así lo han detallado los testigos PNP Jorge
Arturo Carrera, Erick Callata Bejar, Walter Idme Salazar, entre otros efectivos que participaron en la
diligencia; vale decir que no se trató de una diligencia pacífica, menos se contó con la colaboración del
acusado o su familia, sino por el contrario en todo momento negaron su presencia en el lugar, y la
conducta del propios acusado tampoco fue de colaboración sino todo lo contrario, prueba de ello es que
ante el anuncio de la presencia de personal policial y orden de que habrá la puerta hizo caso omiso,
obligando al personal policial el empleo de la fuerza para abrir la puerta de la habitación donde se
encontraba escondido el acusado. A criterio del colegiado, si realmente el acusado no tenía nada que
temer, ni ocultar, pudo haber actuado de otro modo, demostrando un acto de colaboración con la acción
policial; como tampoco su esposa pudo haber negado su presencia en su domicilio; una conducta contraria
es un indicativo de que algo malo se pretende ocultar.

3.5.4.7.3.- La defensa del acusado ha sostenido de que las armas cuya tenencia se le atribuye no estaban
en posesión de su patrocinado, sino se tratan de armas antiguas de colección, que eran de su finado padre
Raúl Ch. Salazar Valdivia, quien también se dedicaba a la caza y colección de armas, y es por tal razón que
fueron encontrados al interior de un Bunker o bóveda, en cuyo interior existía a su vez una especie de caja
fuerte con clave de seguridad, que solo conocía su finado padre y su hija Ysaura Salazar Córdova. Al
respecto cabe señalar que en efecto según las declaraciones de la perito Melissa Macedo Cárdenas y los
efectivos policiales que participaron en la intervención, concretamente de la incautación de las armas y
municiones, dichos objetos fueron encontrados dentro de una bóveda metálica, al que la perito en
referencia lo denomina como un ropero metálico, precisando a su vez que al interior del mismo existía un
compartimiento con clave de seguridad, en cuyo interior se encontraron las tres pistolas materia de
imputación y la carabina antigua – mosquete, al interior del ropero metálico, al igual que algunas
municiones.

3.5.4.7.4.- Durante los debates orales han declarado los testigos de descargo Claudio Coloma Rodríguez y
Robert Román Rivera, quienes en forma coincidente han manifestado conocer al acusado por intermedio
de su señor padre, quien en vida fue don Raúl Ch. Salazar Valdivia, quien era una persona aficionada a la
caza, y lo conocen desde hace diez a doce años aproximadamente, precisando que contaba con varias
armas antiguas y de colección, entre ellas han mencionado: cuatro pistolas pequeñas, dos de ella antiguas
de 1945 y 1950, una carabina antigua, una escopeta, entre otros. Asimismo han señalado que dicha
persona (padre del acusado) era una persona antigua muy desconfiada, es así que había construido un
Bunker de media tonelada en el segundo piso de su inmueble, el mismo que tenía un compartimento
pequeño con candado con clave, donde él guardaba sus armas y municiones; asimismo precisó el señor
Coloma Rodríguez que dicha persona era una persona antigua muy insegura, desconfiada por tanto el
único que tenía las llaves de dicho Bunker era él y para que su hijo Salazar Córdova (acusado) pueda
acceder, tenía que tener el permiso de su padre para tener las llaves, porque sabe que ahí también guardaba
cositas de su hijo creo por comodidad. También han señalado ambos testigos que el señor Raúl Ch.
Salazar les llegó mostrar sus armas y municiones que estaban dentro del Bunker o Bóveda, al señor
Coloma unas 10 veces y al señor Román unas 2 veces, oportunidades en las cuales vieron cómo él mismo
habría con sus llaves y luego se los guardaba.

3.5.4.7.5.- Por otro lado, durante su declaración en juicio en acusado ha referido una situación que
llamaba la atención, ha dicho que toda su familia se dedica a la caza; asimismo ha dicho que su progenitor
Raúl Ch. Salazar Valdivia tenía sus armas desde que él tiene uso de razón, y que duda cabe que, por reglas
de la experiencia, una persona asume uso de razón cuando menos con la adolescencia o la pubertad, a los
12 o 13 años de edad, lo cual implica que su progenitor habría aficionado a la caza y las armas, hace más
de 35 años aproximadamente, dado que según ficha RENIEC el acusado contaba con 49 años de edad al
momento de los hechos; asimismo ha señalado el acusado que él tenía todas su armas con licencia y tarjeta
de propiedad, los mismos que guardaba en el Bunker de su padre. Bajo dicho contexto surge la siguiente
interrogante: ¿resulta razonable o creíble que una persona antigua desconfiada, insegura, no haya
tenido ni una sola licencia de uso de arma, ni tarjeta de propiedad, a pesar de dedicarse a la caza
y tener armas en su posesión desde hace tantos años? ; a criterio de este despacho cuando menos no
resulta creíble, peor aun teniendo un hijo que tenía varias armas y municiones con licencia y tarjeta de
propiedad, no haya orientado y ayudado a su progenitor a gestionar por lo menos algunas licencias de sus
armas, siendo un presunto cazador toda su vida. Ojo durante los debates se ha oralizado el documento de
la SUCAMEC que refiere que la persona de Raúl Ch Salazar Valdivia (padre del acusado), no registra
ninguna licencia de uso de armas.

3.5.4.7.6.- En el mismo sentido, tampoco resulta razonable, ni creíble que, una persona antigua
desconfiada e insegura (Raúl Ch. Salazar), haya sido capaz de enseñar a sus amigos (testigos Coloma y
Román) todas sus armas y municiones, que estaban guardados dentro del Bunker o bóveda con llave y
clave seguridad, sabiendo que no tenía licencia de ninguno de ellos; y por el contrario no haya tenido
confianza en su propio hijo (acusado) quien tenía sus armas y municiones dentro de dicha bóveda; como
tampoco es creíble que aquella persona (padre) haya tenido más confianza en su hija Ysaura, quien no
tenía armas de fuego, ni era aficionada a la caza (no se ha evidenciado lo contrario en juicio), tampoco
utilizaba el Bunker para guardar algún objeto de valor, que en su propio hermano (acusado) quien sí lo
utilizaba dicho medio de seguridad para guardar sus armas. Por otro lado, como ya se tiene dicho el
acusado Raúl Antonio Salazar Córdova, señaló que su padre tenía armas desde que él tiene uso de razón
(hace más de 35 años aproximadamente); sin embargo, su hermana Ysaura Salazar Córdova, ha dicho que
su padre era aficionado a la caza hace unos 10 años o un poco más, antes de su muerte aproximadamente,
y las partes han señalado que su padre había fallecido solo unos días antes del día la intervención (21-05-
2021); bajo dicho contexto, conforme con las interrogantes y respuestas antes formuladas, así como éstas
incoherencias y contradicciones, de por sí debilitan o restan credibilidad al argumento defensivo, en el
sentido de que las armas y municiones materia de imputación hayan sido de propiedad y/o uso exclusivo
del señor padre del acusado Raúl CH. Salazar Valdivia.

3.5.4.7.7.- A criterio del despacho, el hecho de haber sido ubicado el acusado, escondido al interior de la
misma habitación donde fueron encontrados las armas de fuego y municiones (según el testimonio de los
testigos efectivos policiales), así como la persistente negativa de la esposa (Jannya Cáceres Rocha) sobre la
presencia de su esposo en su domicilio; el uso de la fuerza física policial para abrir la puerta de la
habitación donde estaba escondido el acusado; el hecho de que dentro de la misma habitación pero fuera
del Bunker se haya encontrado no solo la pistola Gloock del acusado (con licencia) sino otra arma
consistente en una escopeta con mira telescópica (según testimonio del efectivo policial José Arturo
Carrera), la que se encontraba encima de una mesa, vale decir fuera de la bóveda de seguridad; pues al
margen de la calidad y condición de dicho arma, lo esencial en este extremo es que fue encontrado fuera
de la bóveda, al igual que la pistola de uso personal del acusado, lo cual indica que dicho acusado si tenía
acceso a la bóveda, así como al compartimento con clave seguridad, donde fueron encontrados las armas
cortas (pistolas); no resulta creíble que solo haya conocido la clave de seguridad una hermana no
aficionada a la caza, ni tenía armas ni otros bienes dentro de la caja de seguridad, mas solo bienes del
acusado; pues el hecho de que no lo haya tenido consigo la llave el acusado al momento de la
intervención, en modo alguno descarta que dicha persona haya tenido acceso y conocimiento de la clave.

3.5.4.7.8.- Con lo antes señalado no se pretende desconocer o negar necesariamente que las armas materia
de imputación no hayan sido de propiedad y también de uso del padre Raúl Ch. Salazar Valdivia, dado que
no existe ninguna tarjeta de propiedad, ni otro documento que demuestre la titularidad de la mismas; sin
embargo, lo que importa para el presente caso es que dichas armas y municiones se encontraban bajo la
plena disposición del acusado, en una habitación y una bóveda al que tenía pleno acceso, porque tanto las
armas incriminadas, como las autorizadas del acusado se encontraron juntos en el mismo lugar, de manera
que pretender sostener que el acusado no tenía posibilidad de disposición de los mismos, no resiste el
menor análisis.

3.5.4.7.9.- Por otro lado la defensa ha señalado que las armas materia de imputación son antiguas y de
colección; sin embargo durante los debates orales no se ha evidenciado que algunas de las armas materia
de imputación tengan la antigüedad para ser consideradas armas de colección, conforme lo establece la
Ley N° 30299 y su Reglamento aprobado mediante Decreto supremo N° 10-2017-IN; en efecto conforme
el artículo 18 de la Ley N° 30299 literalmente establece: “..- 18.1.- Son armas de colección, aquellas fabricadas
hasta el año 1898 o que por su valor histórico, antigüedad, diseño y otras peculiaridades sean de interés para los coleccionistas
registrados como tales ante la SUCAMEC. 18.2 Las armas de colección requieren contar con tarjeta de propiedad
exceptuándose el requisito del número de identificación a las armas manufacturadas en el año 1898 o antes. 18.3 Las armas
de fuego de colección no pueden ser portadas. No obstante, se permite su uso y la compra de munición, únicamente para fines
de exhibición. 18.4 La SUCAMEC autoriza el traslado de las armas de fuego de colección con fines didácticos, de
exhibición o demostración dentro y fuera del país…”. Como se puede apreciar un arma de fuego puede ser
considerada de colección cuando haya sido fabricada hasta antes del año 1898, o que otras razones allí
previstas haya sido declarado como tal ante la SUCAMEC; siendo que en el presente caso no se tiene
certeza del año de fabricación de las armas incautadas; por el contrario se tienen la versión de un testigo
experto en armas, como lo es el testigo de descargo Coloma Rodríguez, quien ha manifestado que las
armas que presuntamente poseía el padre del acusado (refiriéndose a las armas materia de incautación)
datan de los años 1930, 1945 o 1950; con lo cual se descarta que su fabricación sea anterior al año 1898
que la ley ha fijado como límite y por otro lado menos ha sido declarado como tal por otra razón ante la
entidad administrativa competente; por ende tampoco es de recibo dicho argumento defensivo.

3.5.4.7.10.- Finalmente la defensa técnica mediante sus alegatos de clausura


también ha cuestionado sobre el estado de conservación y funcionamiento de las municiones incautadas,
aduciendo que los peritos no habrían respondido con claridad sobre dicho aspecto; sin embargo,
verificada la declaración literal de los peritos balísticos Barreto Zavala y Vilca Benítez en juicio oral, se
tiene que señalaron expresamente lo siguiente: “…La muestra M21, son cuarenta y cuatro (44) cartuchos para
pistola semiautomáticas calibre 6.35 (25" AUTO), diecisiete (17) marca ÁGUILA, dos (02) marca compañía brasileira
de cartuchos (CBC) veinticinco (25) marca WINCHESTER, todos en regular estado de conservación y normal
funcionamiento. La muestra M22, son veintiséis (26) cartuchos para pistola semiautomática calibre 7.65 mm (32"
AUTO), catorce (14) marca SELLIER & BELLOT (S&B) ocho (08) marca OLIN INDUSTRIES, dos (02)
marca MAGTECH RIBEIRAO PIRES (MRP), un (01) marca REMINGTON PETEERS (R-P), un (01)
marca AMERICAN AMMUNITION (A-MERC), todos en regular estado de conservación y normal funcionamiento.
La muestra M23, son ochenta y uno (81) cartuchos para revólver, calibre 38" SPL, cincuenta (50) marca AGUILA,
treinta (30) marca POONSGAM METAL: CORP.(PMC) uno (01) marca fábrica de armas y municiones del ejército
(FAME) todos en regular estado de conservación y normal funcionamiento. La muestra M24, es un (01) cartucho para
revólver calibre 357 MAGNUM, marca fábrica de armas y municiones del ejército (FAME) en regular estado de
conservación y normal funcionamiento….”. Siendo que dicha versión de los peritos no ha sido objeto de
refutación por la defensa, menos existe elemento de prueba que demuestre lo contario; por el contrario su
pronunciamiento se limitó a las municiones materia de imputación, debiendo resaltar que varios de ellos
son municiones de calibres 7.65 mm y 6.35 mm; vale decir que son municiones para las dos pistolas marca
Brownings, cuya tenencia se le atribuye, en otras palabras se tratan de municiones para armas de fuego que
no tienen autorización de uso por ninguna persona en el país, menos por el acusado, por ende no se trata
de municiones distintas o sin relación a algún arma de fuego atribuido al acusado; sino por el contrario
tiene directa relación con dichas armas, por ende si representaba un peligro latente de ser utilizadas
(disparadas) con las mismas armas incautadas; a ello es preciso añadir que parte de las municiones
incautadas corresponden al uso exclusivo de las instituciones militares, tales como las municiones marca
FAME, que son de uso del ejército peruano, tal como lo han detallado los peritos en referencia, no
habiéndose justificado cómo es que el acusado tenía disponibilidad sobre tal tipo de municiones, por ende
tampoco son de recibo dichos argumentos defensivos.

3.5.4.7.11.- Apreciación conclusiva.- Bajo una apreciación racional y objetiva de la prueba analizada en
este rubro, así como las convenciones probatorias arribadas; se puede concluir que no esta en discusión
que las armas y municiones materia de incautación y que son el sustento de la acusación fiscal,
efectivamente fueron encontrados dentro de un Bunker o bóveda metálica con clave de seguridad, el
mismo que se encontraba ubicado dentro de una habitación del segundo piso del inmueble ubicado en la
Urbanización Parque Industrial El Cayro C-4, Paucarpata, en cuyo interior también fue ubicado escondido
el acusado, pese a la persistente negativa de su presencia por parte de su esposa Jannya Cáceres Rocha;
siendo que dicho inmueble era el domicilio familiar del acusado al día de su intervención (21-5-2021), tal
es así que estuvieron presentes en el lugar su esposa e hijos; pues si bien el acusado tiene otro domicilio
sito en Cooperativa 58, de José Luis Bustamante y Rivero; sin embargo, ello no es relevante para el
presente caso, dado que la ley permite a una persona tener más de un domicilio; en este caso está probado
por la propia versión del acusado y su esposa que al día del os hechos estaban viviendo ese lugar, versión
corroborada por personal policial que participo de la intervención, así como la hermana Ysaura Salazar del
acusado. Asimismo está probado en autos que el acusado tenía la plena disposición sobre las armas y
municiones materia de imputación, prueba de ello es que en la misma habitación donde fue ubicado, fuera
de la bóveda metálica estaba además de su arma de defensa personal marca Glock (con autorización), una
escopeta con mira telescópica encima de una meza, así como dos cartuchos percutados, entre otros
enseres; pues en juicio no se ha evidenciado que la escopeta hubiera sido dejado fuera del bunker por su
finado padre u otra persona; por otro lado, no resulta razonable ni creíble que, la única persona que tenía
la llave de la bóveda y la clave de seguridad del compartimento interno haya sido la hermana del acusado
de nombre Ysaura Salazar Córdova, dado que no se ha evidenciado que ella también fuera aficionado a la
zaca, o que haya tenido algún arma de fuego u otro objeto de valor guardado dentro de la bóveda, sino
únicamente las armas y municiones del acusado y eventualmente de su finado padre; por lo tanto, por
sentido común y reglas de la lógica elemental, la persona indicada para acceder a la bóveda principalmente
es el acusado, dado que era el hijo con afición común a su padre (caza y armas) y allí se guardaban sus
pertenencias; lo que no niega que los demás hijos hayan tenido conocimiento y acceso al referido objeto
de seguridad, pero no se puede sostener que el acusado no haya tenido acceso directo a dicho bien; lo cual
se corrobora además con lo señalado por el testigo de descargo Coloma Rodríguez, quien ha referido que
sabe que el acusado Raúl Antonio Salazar Córdova tenía que tener autorización de su padre para acceder a
la bóveda; pero no ha dicho que los demás hijos haya tenido acceso libre a la bóveda, por el contrario ha
manifestado que era una persona muy desconfiada e inseguro; siendo que una persona de tales
características, si apenas daba autorización a su hijo que guardaba junto a él sus armas en la bóveda, no
resulta fácil creer que haya brindado mayor confianza a otro hijo que no tenía la misma afición que él y no
guardaba cosas junto a él en la bóveda, y mucho menos de forma exclusiva, lo que además no ha sido
evidenciado de modo alguno durante el juicio. Bajo dicho contexto se concluye que el acusado junto a su
padre tenía la plena disponibilidad sobre las armas y municiones incautadas, tanto sobre las que tenían
autorización, como las que no la tenían; siendo irrelevante determinar a quien realmente pertenecían
dichos bienes incautados. En ese orden de ideas, luego del análisis fáctico, deberá efectuarse el juico de
subsunción normativo, a fin de determinar la existencia del delito incriminado, así como la responsabilidad
penal del acusado.

CUARTO: ANÁLISIS JURÍDICO – JUICIO DE SUBSUNCIÓN

4.1.- Recalificación jurídica vía desvinculación procesal

4.1.1.- Como se puede apreciar del requerimiento acusatorio, el Ministerio Público postuló como
calificación jurídica principal por el delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de
homicidio calificado, ilícito previsto y sancionado en el inciso 01 del artículo 108º, concordante con el
artículo 16° Código Penal; y como pretensión alternativa o subsidiaria por el delito contra la libertad en
la modalidad de coacción, ilícito previsto y sancionado en el artículo 151º del Código Penal; en concurso
real con la comisión del delito en contra de la seguridad pública en la modalidad de fabricación,
comercialización, uso o porte de armas, ilícito previsto y sancionado en el artículo 279°-G del Código
Penal.
4.1.2.- Durante los debates y antes de culminar la actividad probatoria, este despacho colegiado anunció a
las partes la tesis de desvinculación procesal respecto de la calificación principal, conforme lo faculta el
artículo 374 del Código Procesal Penal, al considerar que los hechos postulados podrían subsumirse en
otra calificación jurídica no considerada por el Ministerio Público, cual es el delito contra la seguridad
pública en la modalidad de producción de peligro con medios catastróficos, ilícito previsto y
sancionado en el artículo 273° del Código Penal, en concurso ideal con el delito de coacción; manteniendo
el concurso real invocado con el delito de tenencia ilegal de armas y municiones postulado por fiscalía; en
cuya virtud a pedido de las partes se concedió a las partes el plazo señalado en la norma a fin de que
pronuncien su posición y ofrezcan prueba de ser el caso.

4.1.3.- Reanudada la audiencia la representante del Ministerio Público manifestó su conformidad con la
tesis de desvinculación procesal anunciada por este despacho, precisando a su vez que igualmente
mantiene su pretensión alternativa, señalando así, que estaríamos ante el concurso ideal de los delitos de
coacción con el delito de producción de peligro con medios catastróficos y en concurso real con el delito
de tenencia ilegal de armas y municiones. Por su parte, el abogado de la defensa expresó su
disconformidad con la desvinculación procesal anunciada, manifestando básicamente que no prosperaría
la recalificación de los hechos, dado que los bienes jurídicos protegidos por ambos delitos no son
homogéneos y que ello afectaría el derecho de defensa de su patrocinado, invocando los criterios
establecidos mediante el Recurso de Nulidad N° 3424-2013-Junín.

4.1.4.- En efecto la ejecutoria suprema mencionada por la defensa, esto es el Recurso de Nulidad N°
3424-2013-Junin, mediante el cual la Corte suprema de la República ha establecido algunos criterios para el
anuncio de la desvinculación procesal, señalando que deben concurrir los siguientes presupuestos: a. La
homogeneidad del bien jurídico tutelado. B. Inmutabilidad de los hechos y las pruebas. C. Preservación del derecho de defensa.
D. Coherencia entre los elementos fácticos y normativos para realizar la correcta adecuación al tipo. E. La favorabilidad.
Siendo que a criterio de este despacho colegiado en el presente caso concurren dichos presupuestos,
incluso los cuestionados por la defensa.

4.1.4.1.- El delito de homicidio calificado en grado de tentativa, tiene como bien jurídico protegido la vida
de la víctima, extensiva a su salud y su integridad psicosomática del agraviado, cuando no se consuma el
tipo penal; por otro lado, el bien jurídico protegido por el delito de peligro común por medios
catastróficos es la seguridad pública. Entonces corresponde cuestionar que se entiende por seguridad
pública, desde el punto de vista objetivo y subjetivo. OBJETIVO: La seguridad pública desde el punto de vista
objetivo es el conjunto de condiciones garantizadas por el
derecho, con fines de protección de los bienes jurídicos considerados in abstracto e independientemente de la persona de su
titular. Implica la protección de las agresiones directas a los bienes indeterminados como la vida o la propiedad, esto es, una
amenaza un riesgo que crea una real circunstancia de peligro para personas y bienes. Esta es la forma de seguridad, protegida
en el presente rubro5. Como se puede apreciar, dentro del concepto de seguridad pública, se encuentra

5 Pacheco Osorio, Pedro. Derecho Penal Especial. Tomo II, Ed. Temis, Bogotá, Colombia, 1970, pp. 22- 33
implícitamente comprendida la vida de las personas, además de otros bienes por su puesto, como el
patrimonio, la integridad psicosomática, entre otros, solo que de personas o bienes indeterminados.

4.1.4.2.- Asimismo para verificar si concurre de alguna forma la homogeneidad de los bienes jurídicos
protegidos, resulta relevante conocer también lo que significa el término “peligro común”, al respecto
tenemos: “…La idea de peligro en estos tipos no se refiere desde luego a una relación individual de interés personal, sino al
amplio concepto del peligro general que la doctrina ha entendido con la designación de común peligro. El peligro común es el
que afronta la comunidad en un momento dado como es el caso de producirse un incendio, explosión o liberación de cualquier
clase de energía…”.6 Sin embargo, dicho concepto debe integrarse o complementarse con la clasificación de
los delitos de peligro, propuesto por el reconocido jurista alemán Edmund Mezger, citado por Luis
Eduardo Roy Freyre7; en función a la clases de riesgo por el bien jurídico divide los delitos en: a) Delitos
de peligro concreto: Son los que exigen, para que pueda afirmarse que ha tenido lugar su realización típica, una
demostración caso por caso de que efectivamente se ha producido el peligro. b) Delitos de peligro abstracto: Son
aquellos en los que el delito, como tal, representa la específica puesta en peligro de bienes jurídicos, pero para el efecto de
aplicar la penalidad resulta indiferente que se demuestre o no, en el caso juzgado, la existencia de una especial situación de
riesgo. Atendiendo al número de titulares del bien jurídico, las infracciones punibles estudiadas pueden dividirse en: c)
Delitos de peligro individual: Son los que se tipifican con la finalidad de brindar protección a la vida, integridad
física o salud de una sola persona, resguardándola así contra un probable riesgo que comprometa cualquiera de los
mencionados intereses. Generalmente los delitos de peligro individual resultan siendo también de peligro concreto. d) Delitos
de peligro colectivo: Son aquellos en que se ponen en riesgo tanto a las personas como a las cosas (públicas o privadas),
en un número que resulta indeterminado. También se les denomina delitos de peligro común. Como se puede apreciar
doctrinariamente dentro de los delitos de peligro, atendiendo al número de titulares del bien jurídico
afectado, tenemos a los delitos de peligro individual, cuando en un caso determinado se ha puesto en
peligro la vida o la integridad o el patrimonio de una sola persona; siendo que es peligro individual puede
tomarse como representativo de un número mayor de titulares de dichos bienes jurídicos protegidos;
siendo que dicha concepción es más viable tratándose de delitos de peligro concreto, como en el presente
caso. Pues en efecto en opinión del profesor Raúl Alonso Peña Cabrera Freyre, el delito de generación de
peligro común por medios catastróficos, sea por incendio, explosión o generación de cualquier clase de
energía, es un delito de peligro concreto, en la medida que se requiere que los bienes hayan sufrido un
peligro inminente, por ejemplo cuando se haya disparado con un arma de fuego a un lugar con presencia
de personas o bienes materiales, a diferencia de efectuar un disparo si una dirección especifica8; siendo que

6 Bayardo Bengoa, Fernando. Derecho Penal Uruguayo, Tomo V, parte especial, Volumen II, Ed. M.B.A Montevideo, 1966, p.

195
7Roy Freyre, Luis Eduardo. Derecho penal parte especial. Delitos contra la vida el cuerpo y la salud. Delitos contra el honor, tomo I, segunda
edición, Editores importadores S.A., 1985, pp. 393-398, disponible en: https://lpderecho.pe/clasificacion-delitos-peligro-luis-e-
roy-freyre/
8 Alonso Raúl Peña Cabrera Freyre, Derecho Penal Parte Especial, tomo III, Editorial IDEMSA, Lima, 2010, pág. 519.- “…

Ahora bien, el delito de peligro por medios de incendios o explosión o generación de energía, contempla una situación de peligro objetivo;
es decir, de peligro concreto y común en cuanto existe la exigencia de que los bienes deben haber sufrido realmente un peligro, como por
ejemplo en el caso de un incendio, deberá distinguirse el fuego simple y aquel que potencialmente pueda perjudicar a las personas y sus
patrimonios. Hilvanando la idea esbozada, diremos que la sola creación de un peligro no resulta suficiente dato, a saber, para proceder a la
en el presente caso, se atribuye al acusado haber efectuado un disparo hacia a la maletera de un vehículo
automotor, cerca al tanque de combustible, como ha precisado el agraviado, generando un peligro real e
inminente de una explosión o un incendio, con eventual perjuicio de la vida y los bienes del agraviado y de
la vecindad del lugar.

4.1.4.3.- Como se puede apreciar de lo expuesto en los numerales anteriores, los bienes jurídicos
protegidos en el caso en concreto si bien se circunscriben a la vida, la salud e integridad psicosomática y
patrimonio del agraviado, lo cual se circunscribe al delito de peligro concreto – individual; sin embargo,
ello no descarta la puesta en peligro de otros bienes jurídicos, sin la necesidad de que necesariamente haya
una cantidad de personas alrededor de la conducta incriminada, como en parques, colegios o zona
concurrida como lo señaló la defensa; dado que concurre la representación del peligro en los bienes de
riesgo inminente, en ese sentido se tiene por superado este extremo cuestionado pues este despacho
asume- en la presente causa- el criterio de que estamos ante un delito de peligro concreto con sub
finalidad de peligro individual y no colectivo, siendo el agraviado- miembro de la sociedad, sobre quien se
puso en riesgo su vida, salud, integridad física y psicosomática y ésta representa el riego de los demás
miembros de la colectividad. Por tanto, estamos ante la concurrencia de homogeneidad de bienes jurídicos
tutelados pues en los hechos imputados bajo la calificación jurídica de homicidio, el bien jurídico es la vida y
dentro del tipo penal de generación de peligro común mediante liberación de energía (disparo),
implícitamente también protege ese mismo bien jurídico la vida del agraviado y otras personas
indeterminadas. Bajo dicho contexto, resulta plenamente viable la aplicación de la tesis de desvinculación
anunciada, como dispone el artículo 374 del Código Procesal Penal, no obrando ningún tipo de
indefensión, dado que los hechos no han sido variados en absoluto, sino solo serán subsumidos en una
calificación jurídica distinta.

4.2. Tipos penales aplicables al caso:

4.2.1.- Conforme con los argumentos antes esgrimidos, corresponde efectuar el análisis jurídico y juicio de
subsunción de los hechos, bajo la calificación jurídica del delito contra la seguridad pública en la
modalidad de producción de peligro con medios catastróficos – liberación de energía mediante
disparo de arma de fuego-, ilícito previsto y sancionado en el artículo 273° del Código Penal, el cual
literalmente establece: «El que crea un peligro común para las personas o los bienes mediante incendio, explosión o
liberando cualquier clase de energía, será reprimido con (…)». Precisando que este juicio de subsunción, se efectúa
en lugar de la calificación principal, en virtud de la tesis de desvinculación procesal anunciada.

También corresponde hacer el análisis jurídico, por el delito contra la libertad en la modalidad de
coacción, ilícito previsto y sancionado en el artículo 151° del Código Penal, que literalmente establece:
«El que, mediante amenaza o violencia, obliga a otro a hacer lo que la ley no manda o le impide hacer lo que ella no prohíbe
(…)»; a fin de verificar si concurre el supuesto de concurso ideal.

incriminación, al requerirse acreditar que algún bien y/o persona fue colocada en una situación de alta probabilidad de lesión; de no ser así, la
conducta no será abarcada por el radio de acción de la norma, por términos de estricta Imputación Objetiva…”.
Asimismo corresponde efectuar el juicio de subsunción normativa, por el delito contra la seguridad
pública, en la modalidad de tenencia ilegal de armas de fuego y municiones, ilícito previsto y
sancionado en el artículo 279°-G del Código Penal, el cual textualmente prescribe: « El que, sin estar
debidamente autorizado, fabrica, ensambla, modifica, almacena, suministra, comercializa, trafica, usa, porta o tiene en su
poder, armas de fuego de cualquier tipo, municiones, accesorios o materiales destinados para su fabricación o modificación,
será reprimida con (…)»; precisando que es en condición de concurso real con los delitos antes mencionados,
de ser el caso.

4.3. Juicio de Tipicidad objetiva y subjetiva:

4.3.1.- Respecto del delito de producción de peligro común mediante liberación de energía

Previamente conviene dilucidar sobre la noción de «liberación de energía», sobre el cual puede entenderse
como la liberación súbita (instantánea) y violenta de energía, cualquiera que fuere su fuente o mecánica:
combustión (pólvora), compresión (vapor), percusión (nitroglicerina), transformación (mezcla de ácidos). No
puede entenderse la energía desde una acepción formal, sino jurídicamente, como todo elemento (químico,
gaseoso, líquido), susceptible de poder afectar el organismo humano9; siendo que, a criterio del colegiado, el
hecho de efectuar un disparo con arma de fuego, sobre un cuerpo cercano a material combustible,
configura una liberación de energía, que genera un peligro inminente y real (peligro concreto), no solo
para la vida, integridad somática y patrimonio del agraviado, sino indirectamente para cualquier otro bien
común que eventualmente pueda verse involucrado.

Ahora, este delito como lo señala el Recurso de Nulidad N° 4153-2011 LIMA se configura el delito
cuando el sujeto activo crea un peligro común para las personas o los bienes mediante la liberación de
cualquier clase de energía (liberación súbita y violenta de energía), pero para ello dichos supuestos deben
ser de tal magnitud que pueden crear un peligro común, es decir, que las acciones típicas son generadoras
de un peligro, cuyo hilo conductor refiere a la generación de riesgos que no son controlados y dominados
por el autor, que a su vez propician un probable estado de lesión, para los bienes, las personas o solo una
o pocas persona cuando se trata de un peligro individual representativo (criterio desarrollado líneas arriba).

Asimismo, cabe acotar que el delito de peligro por medios de incendios o explosión o liberación de energía
ha sido considerado por nuestro legislador nacional como es, un típico «delito de peligro común», en razón que
se describen conductas que generan un riesgo de afectación a determinados bienes personales o materiales
que pueden destruirse, sobre todo a las personas. Como bien dice SOLER, se habla de peligro común para los
bienes en común, sin embargo, no se puede descartar la posibilidad de que se afecte el interés de un
determinado sujeto en particular o determinada clase de bienes, siendo que en tales casos opera la
representatividad del colectivo. Para GÓMEZ, el peligro común que considera el derecho penal con referencia a
los delitos contra la seguridad pública es el peligro objetivo que la acción representa; y ese peligro consiste en

9 Alonso Raúl Peña Cabrera Freyre, ob cit. Pág. 523.


la posibilidad de que la acción ocasione el efecto dañoso que la ley prevé en defensa de bienes que perte-
necen a todos y cada uno de los ciudadanos10

Para mayor abundamiento, los medios empleados por el agente han de haber adquirido cierta eficacia, un
determinado grado de peligro que, desde una perspectiva ex ante, haya supuesto un riesgo efectivo para los bienes
o las personas. No es lo mismo el fuego que el incendio, sólo el segundo está en posibilidad de crear el peligro
común, para los intereses puestos en tutela, bajo la cobertura del artículo 273° del CP. El incendio, por tanto,
constituye el fuego que efectivamente ha puesto en peligro los bienes, se puede decir que el primero es el resultado
del segundo, dependiendo de la manipulación de objetos por parte del agente11

En el presente caso, se tiene por acreditado que el agraviado se estacionó con su vehículo en la frentera del
acusado, quien le dijo al agraviado que se mueva de allí, posterior a ello, realizó dos disparos al aire,
cayendo el segundo disparo en la maletera de su vehículo, quedando finalmente en una estructura metálica
de un parlante que se encontraba al interior de la maletera, cerca al tanque de combustible (gas), de esta
forma se tiene por configurado la tipicidad objetiva; asimismo concurre la tipicidad subjetiva pues el
acusado actuó con conocimiento y voluntad, de los elementos antes descritos, por tanto, resulta por
demás típica la conducta del acusado.

4.3.2.- Respecto del delito de coacción:

La coacción aparece como la infracción base de toda la gama de delitos que atentan contra la libre
determinación de la voluntad del sujeto pasivo (secuestro, violación de domicilio, violación sexual, robo,
extorsión, etc.), pero sólo procederá aplicar el art. 151 del Código penal cuando el hecho no esté previsto
por otra figura delictiva. De ahí que se diga que ostenta una naturaleza subsidiaria y/o remanente, en el
catálogo de delitos que atenta contra la «libertad personal12.

La descripción legal incorpora dos formas alternativas de conducta, una con efecto negativo (impedir con
violencia a otro hacer lo que la ley no prohíbe), y otra con efecto positivo (compelerle a efectuar lo que
no quiere, sea justo o injusto); en el caso de nuestra legislación positiva, la segunda modalidad se
concretiza, cuando el agente le impide realizar al sujeto pasivo, aquello que la ley no ha previsto como
prohibido.

Los medios para la configuración de ambas modalidades típicas, constituye la amenaza y la violencia. No
podría hablarse de una "coacción", sin violencia o amenaza, se puede decir de cierta forma, que ambos

10 Alonso Raúl Peña Cabrera Freyre, ob cit. Pág. 518. “… Con ello, se aprecia que no estamos frente a una ausencia de

riesgo, por lo que el término "crear" significa el conocimiento de riesgos y de los actos que los acrecientan o los posibilitan; supone, en
otras palabras, la generación de una fuente de peligro, que supera el baremo de lo legalmente admisible, susceptible de lesionar un bien
jurídico. En palabras de HIRSCH, la prognosis del peligro corresponde a la situación de amenaza como tal al bien jurídico y no a la
valoración o a la posibilidad de valoración del lado del autor, siendo el riesgo de la acción lo que causa el peligro, en este tipo de
delitos…”.
11 Alonso Raúl Peña Cabrera Freyre, ob cit. Pág. 519. “…Dicho lo anterior, la idea de peligro implica la probabilidad de que

ocurra un evento dañoso, y está relacionado a la voluntad de prevención que lo inspira. Es decir, un peligro en el que las posibilidades de
dañar bienes jurídicos se extiende a un número indeterminado de personas que son titulares de ellos, amenaza a los de toda una comunidad
o colectividad….”.
12 BUSTOS RAMÍREZ, JUAN; Manual de derecho penal, parte especial, Ed. Ariel S.A., Barcelona, 1986, Pág. 115.
elementos se encuentran implícitos en esta figura delictiva. ¿Qué debemos entender por amenaza?
Importa una presión psicológica que recae sobre el sujeto pasivo, en el sentido de verse afectado por un
mal inminente, sobre él o persona vinculada al mismo. Significa en otras palabras el ejercicio de una
intimidación, que por su innegable Intensidad, ha de afectar el proceso deliberativo, formativo de la
voluntad del ofendido, esto es, no hubiese dejado de hacer tal conducta o no hubiese realizado otra, si es
que no fuese compelido por obra del autor de la acción típica13.

Se trata, evidentemente, de un delito de resultado, pues la perfección delictiva requiere, de que se afecte el
marco decisorio de la libertad volitiva, de no hacer o de hacer una conducta no deseada por la víctima.
Como expresa Bustos, se trata de un delito de lesión y de acción, ya que la violencia supone un
comportamiento activo y aunque la ley no lo diga es un requisito común a todo el comportamiento, ya que
de otro modo la disposición sería contradictoria y sin sentido. La perfección delictiva del tipo penal en
cuestión requiere necesariamente que el sujeto pasivo obligue a realizar lo que la ley no manda o, en su
defecto, se alcance impedir, es decir, evitando que la víctima concretice algo que la ley no prohíbe, como
consecuencia de la violencia o la amenaza14.

En el presente caso, se tiene acreditado que el agraviado había estacionado su vehículo en el frontis del
inmueble del acusado, específicamente en la puerta del portón de su garaje (privado), obstruyendo el
acceso al interior de su inmueble, vale decir que el agraviado realizó una conducta no permitida por la ley,
razón por la cual el acusado actuó con violencia y amenaza, obligando a hacer al agraviado lo que la ley
manda (no estacionarse frente a un garaje privado).

A tenor de lo dispuesto por el literal g) del artículo 215 del Reglamento de Tránsito, regula expresamente
que está prohibido que los conductores estacionen los vehículos que conducen, cuando se encuentren
frente a la entrada de un garaje y de estacionamiento público o la salida de una vía privada. En ese sentido,
al haber mandato legal que prohíbe estacionarse frente al garaje público o privado; el acusado obligó al
agraviado , no algo que la ley no manda, sino por el contrario algo que la ley (norma reglamentaria) manda
(no estacionarse frente a un garaje privado), bajo dicho contexto la conducta incriminada deviene en
atípica, pues ésta no sanciona obligar a otro algo que la ley manda, cierto que no es correcto la conducta
del acusado en este extremo, pero por el principio de legalidad, no calza en el supuesto que exige el tipo
penal, bajo dicho contexto resulta jurídicamente inviable sancionar penalmente por una conducta que no
calza en la norma penal; por o que corresponde absolver al acusado por el delito de coacción..

4.3.3.- Respecto del delito de tenencia ilegal de armas

Sujetos y bien jurídico protegido.- Sujeto activo puede ser cualquier persona, según la descripción típica del
artículo 279-G no se exige una cualidad específica para poder ser considerado autor, basta la libertad de auto-
configuración conductiva. Sujeto pasivo será la sociedad en su conjunto, al tratarse de un bien jurídico de corte

13 Raúl Alonso Peña Cabrera Freyre, ob cit., Pág. 449.


14 Raúl Alonso Peña Cabrera Freyre, ob, cit. Pág. 451.
supraindividual, cuya tutela en el proceso, es llevada a cabo por el Estado, en cuanto a la organización jurídica y
política de todas las actividades sociales15.

Comportamiento típico – tipicidad objetiva- El delito de tenencia ilícita de armas y municiones es uno
de peligro abstracto o difuso, que posee como bien jurídico tutelado la seguridad pública, en tanto que “se
alteran las condiciones de seguridad común, y no solo el sentimiento de tranquilidad pública”16. Aunque el
objeto de tutela esté integrado por un peligro abstracto, tiene que verificarse la conversión de ese peligro
hipotético en uno real y efectivo, pues la intervención penal solo resultará justificada en los supuestos en
que el arma o el material objeto de la tenencia posean una especial potencialidad lesiva. De ahí que,
aunque el tipo penal no lo especifique o desarrolle de forma expresa, es imprescindible a la hora de
interpretar el precepto que se verifique que el arma u el objeto está en condiciones de funcionar con la
posibilidad de crear un peligro en la seguridad ciudadana17. Siendo que en el presente caso, se encuentra
acreditado con prueba pericial que las armas y municiones materia de incautación y que es objeto de
imputación en el presente proceso, se encuentran en regular estado de conservación y funcionamiento,
salvo una pistola marca Thunder que se encuentra en irregular estado de funcionamiento, no obstante que
tal situación no implica que no pueda disparar, por el contrario si puede disparar, solo se corre el riesgo de
un mayor daño en el cañón.

Siendo un delito de peligro abstracto, en este delito se castiga la mera tenencia o posesión de armas y
municiones, esto es, cuando el sujeto activo tiene, en este caso, armas o municiones, en lugar físico que se
encuentra a su disposición, pero no requiere la detentación corporal, tampoco es relevante la propiedad
del arma; asimismo el código no exige llevar consigo corporalmente el arma, que sería el porte, también
sanciona la sola tenencia en el domicilio del investigado. Siendo que en el presente caso, está acreditado
que las armas y municiones fueron encontrados en un ambiente, sobre el cual tenía pleno acceso, por ende
dichos objetos se encontraban bajo su plena disposición; tanto así que el acusado fue ubicado escondido
dentro de la habitación donde estaban todas las armas y municiones, con dos armas fuera de la bóveda
con clave de seguridad, en cuyo interior fueron hallados las armas y municiones incautadas.

Por otro lado cabe añadir que, el delito de tenencia ilegal de armas es uno de mera actividad. Su
consumación se produce con la posesión de un arma de fuego ilegal, sin la autorización expedida por la
Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso
Civil (Sucamec), entidad que mediante documento oralizado en juicio informó, que no existe no existe
licencia concedida a nombre Raúl Ch. Salazar Valdivia, padre del acusado; como tampoco se ha

15 Raúl Alonso Peña Cabrera Freyre. Derecho Penal Parte Especial. Tomo III. Editorial IDEMSA. Primera Edición. Febrero
2010. Pág. 571. “…No cualquiera puede portar un arma de fuego o municiones, es decir, la Administración (SUCAMEC), ha de realizar
un riguroso examen, a quien solicita la autorización, tanto desde un punto de vista personal, psíquico y/o emocional, que permita saber, que
dicho instrumento no será empleado para propósitos ilícitos. Sólo quien es el titular de la autorización puede portarlas y, no terceras personas,
de modo que dicho ciudadanos se convierte en garante por asunción, de que el arma no vaya a caer en manos equivocadas…”
16 Alberto Donna, Edgardo. Derecho penal. Parte especial. Tomo II-C. Buenos Aires: Rubinzal-Culzoni Edites, p. 92
17
evidenciado que sobre las armas incautadas exista alguna licencia a nombre de otras personas, menos a
nombre del acusado.

Finalmente cabe añadir, que el delito de tenencia ilegal de armas de fuego es considerado como de propia
mano, puesto que lo comete quien goza de la posesión del arma; ello no impide considerar que el arma
pueda ser utilizada o pertenecer a diferentes personas, o incluso, estar a disposición de varios con
indistinta utilización, supuesto en el que todos aquellos responderían como coautores del delito, siempre,
que conocieren de su existencia, y la tuvieran a disposición18. Durante los debates se ha argumentado que
las armas incautadas supuestamente serian del finado padre del acusado; sin embargo, no se ha
evidenciado dicha situación menos que hubiera tenido la posesión exclusiva; pues en el mejor de los
escenarios habría existido una tenencia compartida entre el acusado y su progenitor; asimismo concurre el
elemento subjetivo, dado que el acusado tenía pleno conocimiento de que las armas y las municiones
incautadas no tenían licencia ni autorización para su uso, bajo ninguna modalidad, menos como de
colección o caza; siendo bajo dicho contexto la conducta incriminada resulta por demás típica.

4.4. Juicio de antijuricidad: Para establecer la responsabilidad del acusado no basta que la conducta
desarrollada sea una conducta típica, vale decir prevista como conducta prohibida o sancionada
penalmente por la ley, sino que además debe revestir el carácter antijurídico, esto es ser una conducta
contraria a la ley y al derecho en general. La conducta desplegada por el acusado no solo se contrapone o
transgrede la norma penal en particular (antijuricidad formal) sino que también es opuesta al derecho en
general (antijuricidad material) que comprende el mandato natural de respetar la seguridad pública, esto es,
la puesta en peligro de la vida e integridad de las personas y/o cosas, por lo tanto, merecen el respeto y la
protección por todos los miembros de la sociedad, al margen de la existencia o no de una norma legal
prohibitiva, dado que la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad,
conforme a un imperativo constitucional (artículo 1 del Constitución Política del Estado). En ese sentido
cabe señalar que la conducta desplegada por el acusado no reviste ninguna causa que la justifique, ni exima
su responsabilidad penal, sino por el contrario resulta contrario al derecho y a una norma penal en
particular, por tanto antijurídica.

4.5. Juicio de Culpabilidad e Imputabilidad: Asimismo, cabe señalar que la conducta del acusado,
además de típica y antijurídica resulta por demás reprochable, dado que pudo haber actuado de otra
manera, vale decir observando el respeto de la seguridad pública, lo que precisamente fue inobservado.
Por otro lado, el acusado no padece de anomalía psíquica o psiquiátrica que pueda enervar su
responsabilidad penal, pues si bien es cierto que en autos no se cuenta con ningún instrumento que
indique su estado mental; sin embargo, durante la audiencia del juicio oral se ha podido evidenciar que el
acusado es una persona en pleno ejercicio de sus facultades mentales, verificado por el principio de
inmediación además que no es iletrado, sino cuenta con grado de instrucción secundaria, y ha actuado
asistido por un defensor privado de su libre elección, sin que nadie haya comunicado al juzgado algún tipo

18 Recurso de Nulidad N° 1970-2017- La Libertad


de afectación de sus facultades mentales; lo cual permite concluir que el acusado es un sujeto plenamente
imputable. A ello es preciso agregar que no le era exigible una conducta heroica o extraordinaria, sino
únicamente una conducta ordinaria de respeto por la seguridad pública, así como integridad psicosomática
del agraviado.

4.6. Responsabilidad Penal: Estando a lo expuesto en los considerandos precedentes, resulta


plenamente determinada no solo la existencia del ilícito denunciado, sino también la responsabilidad penal
de los acusado, en consecuencia es pasible de una sanción penal conforme a lo establecido en los artículos
IV, VIII y IX del Título Preliminar del Código Penal, dado que además luego del análisis fáctico jurídico
efectuado, no concurre ninguna causa de exención de la responsabilidad penal ni de la pena, por ende
corresponde imponer una sanción penal.

QUINTO: DETERMINACIÓN JUDICIAL DE LA PENA

5.1. Por regla general, para la determinación de la pena aplicable en el presente caso, debe tenerse presente
los principios de legalidad, lesividad, proporcionalidad y culpabilidad, conforme a lo previsto en el
Acuerdo Plenario N° 01-2008/116-CJ19, concordante con las disposiciones efectuadas mediante
Resolución Administrativa N° 311- 2011-P-PJ, lo cual deberá efectuarse bajo el procedimiento respectivo,
esto es primero determinando la pena básica, segundo la pena concreta, previo análisis y evaluación de las
circunstancias agravantes o atenuantes que sustenten la disminución o incremento de la condena20;
conforme al procedimiento de tercios establecidos en el artículo 45-A del Código Penal, así como los fines
de la pena (preventiva, protectora y resocializadora), los que en ningún caso buscan la destrucción del
condenado, sino más bien su plena reinserción social por imperio de un mandato constitucional.
5.2. Principio de legalidad de la pena propuesta: En el presente caso se tiene la concurrencia de los
delitos contra la seguridad pública en la modalidad de producción de peligro común por
liberación de energía, ilícito previsto y sancionado en el artículo 273° del Código Penal, con un marco
punitivo pena no menor de tres años, ni mayor de diez años. En concurso real con el delito contra la
seguridad pública en la modalidad de tenencia ilegal de armas de fuego y municiones, ilícito
previsto y sancionado en el artículo 279° G del Código Penal, con un marco punitivo pena no menor de
seis años, ni mayor de diez años.

19 Acuerdo Plenario N° 01-2008/116-CJ. “…Es importante destacar que en nuestro país se ha establecido un sistema ecléctico
de determinación de la pena. Esto es el legislador solo señala el máximo y el mínimo de pena que corresponde a cada delito. Con
ello se deja al juez un arbitrio relativo, que debe incidir en la tarea funcional de individualizar, en el caso concreto, la pena aplicable
al condenado, lo cual se hará en coherencia con los principios de legalidad, lesividad, culpabilidad y proporcionalidad (artículos II,
IV, V, VII y VIII del Título Preliminar del Código Penal), bajo la estricta observancia del deber de fundamentación de las
resoluciones judiciales…..”
20VICTOR PRADO SALDARRIAGA. Ponencia presentada en el Seminario Taller, llevada a cabo los días,25 y 26 de mayo de
2007 Ciudad de Piura – Perú. “…Identificamos que hay tres momentos esenciales dentro de este proceso de determinación
judicial de la pena, estos tres momentos esenciales están desarrollados de modo esquemático como: La identificación de la pena básica,
La búsqueda o individualización de la pena concreta y, El punto intermedio (aunque aparece ahí como el número tres, pero creo es
correlativo a los otros), que es la verificación de la presencia de las circunstancias que concurren en el caso. El problema para el
Perú, para los jueces peruanos, es que no tenemos un marco normativo que nos permita organizar sistemáticamente este procedimiento, a fin de
darle una construcción de sustento formal y normativo al paso que desarrollamos. Otros sistemas jurídicos han desarrollado un
esfuerzo bastante detallado en resultados, para poder justamente organizar este esquema.
5.3. Pena aplicable en virtud de los tercios: Para establecer cuál es el tercio que corresponde aplicar,
debe tomarse en cuenta el número circunstancias atenuantes y agravantes genéricas, en el presente caso no
concurre ninguna circunstancia agravante genérica, solo atenuante genérica como la carencia de
antecedentes penales.

5.3.1. Respecto del delito de producción de peligro común por liberación de energía

Marco punitivo: de 03 años a 10 años de pena privativa de libertad

Tercio inferior Tercio intermedio Tercio superior

03 años 05 años con 04 meses 07 años 08 meses 10 años

5.3.1.1. En cuya virtud corresponde determinar la pena en el primer tercio del marco punitivo, vale decir
entre los 03 años hasta los 05 años y 4 meses; estableciéndonos en el extremo mínimo, en ese sentido, la
pena concreta será de 03 años de pena privativa de libertad.

5.3.2. Respecto del delito de tenencia ilegal de armas de fuego y municiones:

Marco punitivo: de 06 años a 10 años de pena privativa de libertad

Tercio inferior Tercio intermedio Tercio superior

06 años 07 años con 04 meses 08 años con 08 meses 10 años

5.3.3. En cuya virtud corresponde determinar la pena en el primer tercio del marco punitivo, vale decir
entre los 06 años hasta los 07 años con 04 meses; estableciéndonos en el extremo mínimo por ausencia de
agravantes genéricas, en ese sentido, la pena concreta será de 06 años de pena privativa de libertad.

5.4. Concurso real de delitos: Conforme lo establece el artículo 50° del Código Penal, ante la
concurrencia del concurso real de delitos, se sumarán las penas de los delitos de generación de peligro
común por liberación de energía, 03 años de pena privativa de libertad y por el delito de tenencia ilegal de
armas de fuego y municiones, 06 años de pena privativa de libertad, siendo que sumada ambas penas por
efecto del concurso real la pena final sumada será 09 años privativa de libertad efectiva.

5.5. Ejecución de la pena: Por regla general la pena al ser efectiva se cumple de manera inmediata,
conforme lo establece el artículo 402° del Código Procesal Penal; sin embargo, el acusado se encuentra en
libertad y tal como lo establece el artículo 402.2 del Código Procesal Penal teniéndose en consideración la
magnitud y naturaleza de la pena, esto es, que la pena, magnitud y naturaleza, la cual dada las
circunstancias no es tan grave, disponemos la suspensión de la ejecución de la condena debiendo el
sentenciado observar las siguientes reglas de conducta, ello mientras la Sala Superior confirme dicha
condena o la misma quede consentida: a) El sentenciado no podrá ausentarse del lugar de su residencia, ni
de su domicilio sin autorización previa del juzgado b) El sentenciado queda prohibido de manipular
cualquier tipo de armamento o tener en su poder alguno de éstos, c) El sentenciado deberá comparecer
puntualmente ante las convocatorias que se deriven de la autoridad judicial o del Ministerio Público, d) Se
dispone el impedimento de salida del país en contra del sentenciado Raúl Antonio Salazar Córdova para
cuyo efecto deberán hacerse las comunicaciones correspondientes por ante la autoridad administrativa
competente, en caso de inobservancia de alguna de las medidas restrictivas antes descritas se revocará la
suspensión de la ejecución provisional, en tal caso se dispondrá el internamiento inmediato del
sentenciado en el establecimiento penal que corresponda para cuyo efecto deberá hacerse las
comunicaciones correspondientes.

5.6. De la pena de Inhabilitación: De otro lado, el artículo 36° numeral 6) del mismo código
precisa: «La inhabilitación produce, según disponga la sentencia: (…) 6. Suspensión o cancelación de la autorización para
portar o hacer uso de armas de fuego. Incapacidad definitiva para renovar u obtener licencia o certificación de autoridad
competente para portar o hacer uso de armas de fuego, en caso de sentencia por delito doloso o cometido bajo el influjo del
alcohol o las drogas». Por lo que, el acusado habiendo cometido el delito de tenencia ilegal de armas de fuego
y municiones; es que, el acusado queda incapacitado definitivamente para obtener o renovar la licencia o
certificación de la autoridad competente para portar, tener o hacer uso de armas de fuego, quedando
cancelada definitivamente las licencias que se le hayan concedido, para cuyo efecto deberá comunicarse
ante la autoridad administrativa competente mediante oficio, una vez quede firme la presente sentencia.

SEXTO: DETERMINACIÓN DE LA REPARACION CIVIL

6.1. De conformidad a lo establecido por el artículo 93° del Código Penal la reparación civil comprende: la
restitución del bien o si no es posible el pago de su valor y la indemnización de daños y
perjuicios. Debe tenerse en cuenta que el fundamento de la responsabilidad civil que origina la obligación
de reparar es la existencia de un daño civil, que en el presente caso coincidentemente también configura
un ilícito penal, ilícitos que este colegiado ha determinado que son los delitos contra la seguridad pública
en la modalidad de producción de peligro común, mediante liberación de energía y el delito contra la
seguridad pública, en la modalidad de tenencia ilegal de armas de fuego y municiones.

6.2. En el caso de autos no se ha constituido la parte agraviada en actor civil, habiendo propuesto
Ministerio Público que se fije una reparación civil ascendente a la suma de S/. 5,000.00 por el delito de
tenencia ilegal de armas de fuego y municiones y la suma de S/. 2,500.00 por el delito de homicidio
calificado; sin embargo, en virtud de la desvinculación procesal, corresponde adecuar a la parte agraviada
al delito de producción de peligro común con medios catastróficos (por liberación de energía) a favor del
agraviado Willy Ever Zela Quino. Si bien es cierto que la parte agraviada por este último delito es la
sociedad, que normalmente está representada por el Ministerio Público; sin embargo, al haberse adoptado
el criterio del peligro concreto individual – representativo de la colectividad; corresponde disponer la
indemnización únicamente al agraviado determinado antes nombrado, dado que el peligro que soporto su
vida y su patrimonio (vehículo) es representativo de la sociedad, que eventualmente pudo haber sido
afectado con el riesgo concreto generado.

Siendo que, para amparar la pretensión civil postulada, debe verificarse la concurrencia copulativa de los
elementos de la responsabilidad civil extracontractual, en base a la prueba actuada en juicio oral, en su
defecto bajo el principio de equidad y proporcionalidad, previsto en el artículo 1332° del Código Civil.

6.3. Verificando la concurrencia de los elementos que conforman la responsabilidad civil extracontractual,
tenemos: a) Antijuricidad,21 que implica comprobar la violación de una norma jurídica, analizada a la luz
de la responsabilidad extracontractual; en este caso el imputado objetivamente contravino la norma
prohibitiva contenida en los artículos 273 y 279-G del Código Penal, no existiendo supuesto alguno que
excluyan la antijuridicidad, tanto más que se trata de una persona que transgredió dichas normas de forma
deliberada. b) Daño causado,22 que es la lesión a un interés jurídicamente protegido, en el caso de autos,
es “la seguridad pública”; siendo que si bien estos delitos en los cuales se pone en peligro la seguridad-
integridad de las personas, empero si se tiene materializado que mediante la liberación de energía mediante
el disparo de un arma de fuego que poseía el acusado no soló generó un riesgo inminente para su vida y su
integridad somática, sino que además afectó la integridad emocional del agraviado Zela Quino, tal como lo
ha revelado el perito psicólogo Gustavo Anci Luque, además de haber generado un daño patrimonial
pues la bala impactó en la maletera del vehículo, configurándose un daño injusto. c) Relación de
causalidad, que se puede definir como el nexo o relación existente entre el hecho determinante del daño
y el propio daño,23 en el caso, la actuación del imputado es idónea para afectar el interés protegido (integridad
física, psicológica y patrimonial del agraviado), tal es así que la afectación patrimonial que tuvo el
agraviado sobre su vehículo (descritos en el análisis factico de esta sentencia), son compatibles con el
disparo efectuado por el imputado, así como las armas que fueron encontradas y no existe ningún
supuesto de fractura causal (caso fortuito, fuerza mayor, hecho de tercero) ni concausa; y, d) Factor de
atribución, que en el caso es de carácter subjetivo, esto es dolo o culpa, específicamente vemos que en el
presente caso se produce a título de dolo las conductas antes descritas, por tanto, concurren los elementos
de la responsabilidad civil.

6.4. Ahora bien, se admite en general por la doctrina que los daños pueden ser patrimoniales y
extrapatrimoniales. «Serán daños patrimoniales la lesiones a los derechos patrimoniales y serán daños
extrapatrimoniales las lesiones a los derechos de dicha naturaleza, como es el caso específico de los sentimientos
considerados socialmente dignos o legítimos y por ende merecedores de la tutela legal, cuya lesión origina un supuesto de daño

21 Esta se define como cualquier conducta ilícita que cause un daño, que no sólo contraviene una norma prohibitiva, sino también
cuando la conducta viola el sistema jurídico en su totalidad. Taboada señala que “(…) sólo nace la obligación legal de indemnizar cuando
se causa daño a otro u otros mediante un comportamiento o conducta que no es amparada por el derecho, por contravenir una norma imperativa, los
principios que conforman el orden público o las reglas de convivencia social que constituyen las buenas costumbres (…)” (Taboada Córdova, Lizardo.
“Elementos de la Responsabilidad Civil”. Tercera Edición 2013. Editora y Librería Jurídica Grijley E.I.R.L., 2013. Página 46.
22 Entendida como la lesión a todo derecho subjetivo, en el sentido de interés jurídicamente protegido del individuo en su vida de
relación.
23Debe ser consecuencia de la conducta (factor in concreto) y debe verificarse si de acuerdo con la experiencia normal cotidiana la
conducta es capaz de producir el daño causado (factor in abstracto), si la respuesta es negativa, no existirá una relación causal.
moral. Del mismo modo, las lesiones a la integridad física de las personas, a su integridad psicológica y a sus proyectos
de vida, originan supuestos de daños extrapatrimoniales»24.

6.5. Con relación al daño moral. -Sobre el concepto de daño moral, TABOADA CORDOVA25, señala
que «se entiende la lesión a los sentimientos de la víctima. Sin embargo, la doctrina establece que para que se pueda hablar
de daño moral no basta la lesión a cualquier sentimiento, pues deberá tratarse de un sentimiento considerado socialmente
digno y legítimo, es decir, aprobado por la conciencia social, en el sentido de la opinión común predominante en una
determinada sociedad en un momento histórico determinado y por ende considerado digno de la tutela legal. (….) El daño
moral es pues la lesión a cualquier sentimiento de la víctima considerado socialmente legítimo». En el caso de autos el
agraviado, cuenta con una pericia psicológica para acreditar la magnitud de la afectación a su integridad
emocional, pues ha concluido que el perito Willy Zela Quino evidencia sintomatología significativa de
trastorno mixto ansioso-depresivo, siendo un indicador persistente y crónico, que limita su
funcionamiento integral, evidenciándose que los intentos de controlar dicha afectación son insuficientes y
requerirían de soporte externo, entre otros aspectos negativos para su integridad psicoemocional, por
tanto, debe disponerse su indemnización de manera equitativa y prudencial, a falta de prueba idónea.

6.6. En efecto, durante el juicio oral no se han evidenciado elementos de prueba objetiva que justifiquen la
cuantificación postulada, corresponde aplicar los criterios de equidad y prudencia, tal como lo establece el
artículo 1332° del Código Civil; tomando en cuenta la magnitud de la afectación en su integridad
emocional, estando a las consideraciones antes expuestas, debe fijarse de forma prudente y razonable
atendiendo a la naturaleza de los hechos y los bienes jurídicos afectados. En ese sentido, resulta
proporcional y razonable establecer el monto reparatorio en la suma propuesta por Ministerio Público a
favor del agraviado Zela Quino , delito de generación de peligro común; y respecto del delito de tenencia
ilegal de armas de fuego y municiones, tratándose de un delito de peligro abstracto, corresponde
determinar el monto reparatorio, conforme a los criterios establecidos mediante el Acuerdo Plenario N°
06-2006 de la Corte Suprema de la Republica, imponiéndosele la suma de S/.3,000.00 a favor del
agraviado del Estado representado por la Procuraduría Pública de Orden Público y Seguridad del
Ministerio del Interior y en relación al agraviado Willy Ever Zela Quino que se vio perjudicado por el
delito de producción de peligro común por liberación de energía debe fijarse un mnot prudencial en la
suma de S/. 2,500.00. soles.

SÉPTIMO: COSTAS DEL PROCESO

7.1. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 497° del Código Procesal Penal, las costas del proceso
por regla general están a cargo del vencido, pero el juzgador puede eximirlo total o parcialmente, cuando
hayan existido razones fundadas para tal determinación.

24TABOADA CORDOVA, Lizardo, Elementos de la Responsabilidad Civil, Editorial Grijley, Lima 2001, pág. 55 y 56. Este autor,
además señala que se ha propuesto en la doctrina muchas definiciones o intentos de definir el daño que origina una
responsabilidad civil. Sin embargo, la fórmula más exacta nos parece aquella que define el daño jurídicamente indemnizable
como toda lesión a un interés jurídicamente protegido, sin que se trate de un derecho patrimonial o extrapatrimonial.
25 TABOADA CORDOVA, Lizardo, Elementos de la Responsabilidad Civil, Editorial Grijley, Lima 2001, pág. 58 y 59.
7.2. En caso de autos, la parte acusada actuó premunido por el principio de la presunción de inocencia y
habiendo ejercido su derecho de defensa durante todo el juicio oral, sin mayor obstáculo, por el contrario,
ha convenido en algunos extremos; es que, resulta razonable disponerse la exoneración de las costas
procesales al sentenciado.

III. PARTE RESOLUTIVA:

Por los fundamentos expuestos y de conformidad con lo establecido en el artículo 138° de la Constitución
Política del Estado, concordante con lo previsto en el artículo 399° del Código Procesal Penal, que faculta
la emisión de sentencias condenatorias, así como la administración de la justicia penal, en nombre del
pueblo de quien emana esta potestad.

FALLAMOS POR UNANIMIDAD:

PRIMERO: DECLARANDO al acusado RAÚL ANTONIO SALAZAR CÓRDOVA con DNI N°


29619786, cuyos demás datos de identidad personal obran en la parte expositiva de la presente sentencia,
ABSUELTO de los cargos formulados en su contra por el presunto delito contra la libertad personal, en
la modalidad de coacción, ilícito previsto y sancionado en el artículo 151° del Código Penal, en agravio de
Willy Evert Zela Quino; en consecuencia, SE DISPONE el ARCHIVO definitivo de la presente causa
en este extremo, con anulación de los antecedentes judiciales y policiales que se hubieran podido generar
con la instauración de la presente investigación, ello una vez quede firme la presente sentencia.

SEGUNDO: DECLARAMOS al acusado RAÚL ANTONIO SALAZAR CÓRDOVA con DNI N°


29619786, cuyos demás datos de identidad personal obran en la parte expositiva de ésta sentencia,
AUTOR del delito contra la seguridad pública en la modalidad de producción de peligro común con
medios catastróficos, ilícito previsto y sancionado en el artículo 273° del Código Penal, en agravio de
Willy Evert Zela Quino, en concurso real con el delito contra la seguridad pública, en la modalidad de
tenencia ilegal de armas de fuego y municiones, ilícito previsto y sancionado en el artículo 279° G del
Código Penal, en agravio del Estado representado por la Procuraduría Pública del Ministerio del
Interior.

TERCERO: EN CONSECUENCIA, POR MAYORIA con los votos de los magistrados Castro
Figueroa y Tito Quiñones LE IMPONEMOS al sentenciado RAÚL ANTONIO SALAZAR
CÓRDOVA la pena sumada de 09 años de pena privativa de la libertad con el carácter de efectiva
la misma que deberá cumplirlo en el establecimiento penal que determina la autoridad administrativa del
INPE sede Arequipa; sin embargo, estando a lo establecido en el artículo 402° del Código Procesal Penal,
SUSPENDEMOS LA EJECUCIÓN provisional de esta condena hasta cuando el superior jerárquico
confirme esta sentencia o quede consentida de otro modo, sujeto a la observancia de las siguientes
medidas restrictivas: a) El sentenciado no podrá ausentarse del lugar de su residencia, ni de su domicilio
sin autorización previa del juzgado b) El sentenciado queda prohibido de manipular cualquier tipo de
armamento o tener en su poder alguno de éstos, c) El sentenciado deberá comparecer puntualmente ante
las convocatorias que se deriven de la autoridad judicial o del Ministerio Público d) Se dispone el
impedimento de salida del país en contra del sentenciado Raúl Antonio Salazar Córdova para cuyo efecto
deberán hacerse las comunicaciones correspondientes por ante la autoridad administrativa competente; en
caso de inobservancia de alguna de las medidas restrictivas antes descritas se revocará la suspensión de la
ejecución provisional, en tal caso se dispondrá el internamiento inmediato del sentenciado en el
establecimiento penal que corresponda, para cuyo efecto deberán hacerse las comunicaciones
correspondientes en forma oportuna.

CUARTO: Asimismo LE IMPONEMOS la pena conjunta de inhabilitación en cuya virtud el


sentenciado antes nombrado queda incapacitado definitivamente para obtener o renovar la licencia o
certificación de la autoridad competente para portar o hacer uso de armas de fuego, quedando canceladas
definitivamente las licencias que se le hubieran otorgado, para cuyo efecto deberán efectuarse
las comunicaciones respectivas ante la autoridad competente, una vez quede firme la presente sentencia.

QUINTO: FIJAMOS por concepto de reparación civil, que deberá pagar el sentenciado a favor del
agraviado Willy Evert Zela Quino por la suma de S/. 2,500.00 (dos mil quinientos soles, asimismo el
sentenciado deberá pagar a favor de la parte agraviada – Estado, representado por la procuraduría pública
de orden público y seguridad del Ministerio del Interior, la suma ascendente a S/. 3,000.00.

SEXTO: DISPONEMOS la exoneración del pago de las costas del proceso a favor del sentenciado..

SÉPTIMO: FINALMENTE DISPONEMOS que una vez firme esta sentencia se cursen las
comunicaciones respectivas al Registros Distrital y Central de Condenas, al RENIPROS, al INPE y demás
órganos que por ley corresponda tomar conocimiento de ésta decisión judicial, luego del cual deberá
remitirse el expediente por ante el juzgado de ejecución que corresponde; así lo pronunciamos por esta
sentencia que es leída en acto público de la fecha. Regístrese y Comuníquese. - Juez ponente. – Rene Castro
Figueroa.

S.S.

Castro Figueroa

Mendiguri Peralta

Tito Quiñonez

VOTO EN DISCORDIA PARCIAL DEL JUEZ MENDIGURI PERALTA


Con el mayor respeto que a mis colegas y en especial al magistrado ponente de la presente sentencia, a
continuación, expondré las razones de mi voto con respecto a la pena a imponerse al acusado Salazar
Córdova.
& Sobre la pena de generar un peligro común
1. En principio, con respecto al delito de peligro (art. 273 CP) que se ha determinado la
responsabilidad penal, considero que los bienes jurídicos del agraviado (vida, integridad personal etc.) y su
carro son lo que la doctrina denomina objetos con función representativa, es decir, a través de ellos
ponemos en peligro el bien jurídico colectivo.
2. Por otro lado, en este caso en específico por ese delito de peligro, se ha probado que el
agraviado ha aceptado que se estacionó frente al ingreso de taller y se probó que el acusado tal día estaba
de luto porque había muerto su señor padre por Covid-19, por lo que estimo que el acusado Salazar
Córdova, al momento de haber disparado en la parte trasera del vehículo, ha actuado bajo una alteración
pero no perfecta, que se podría denominar como dice la doctrina jurisprudencial española, un arrebato, es
decir, un estado de impulso de acción colérica y eso a mi juicio permite disminuir la pena por debajo del
mínimo aplicando el artículo 20 y 21 del Código Penal; por lo tanto considero que, la pena para este caso
sería de 1 año.

& Sobre la pena de tenencia de armas


3. Así como anuncié en el fallo a voz, se procederá a realizar el control difuso del mínimo legal
de la pena de 6 años de privativa de libertad que prevé el artículo 279-G de Código Penal, porque a mi
juicio, viola el principio de proporcionalidad entre el grado de injusto y de culpabilidad en el caso
concreto.
4. Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema en la referida Consulta N° 1618-
2016-Lima Norte, ha establecido reglas vinculantes para realizar el control difuso, entre ellas: a) Juicio de
relevancia, b) Labor interpretativa exhaustiva: control difuso como última ratio, y c) Juicio de ponderación.
& Juicio de relevancia
5. En el presente caso, al haberse declarado la responsabilidad del acusado por el delito de
tenencia ilegal de armas, correspondía la determinación de la pena, la cual tendrá incidencia directa si parte
de mínimo legal de seis años de pena privativa de libertad. Por lo tanto, el juicio de relevancia se encuentra
superado. La relevancia estriba en que el presente caso no existe ninguna circunstancia atenuante
privilegiada o causal de disminución de punibilidad que pueda varias aquel mínimo legal.
6. En efecto, dado que se ha determinado que el acusado tuvo en dominio en un tiempo
prolongado armas y municiones, no se advierta que el estado de ira o descontrol haya perdurado en el
tiempo.

& Interpretación exhaustiva.


7. En cuanto a la interpretación de dicho dispositivo, se aprecia que la norma es clara. Si se
determina que una persona, como en el presente caso, ha tenido en su poder armas y municiones, la
consecuencia jurídica es que será reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis años ni mayor
de diez años.
8. Nótese que el término “será” determina la obligatoriedad porque el Juez está vinculado (en la
determinación de la pena) al principio de legalidad.

& Respecto al Juicio de ponderación


& Nivel de intervención
9. Estimo que en el presente caso, de imponerse la pena mínima de seis años, es claro que se
limitará la libertad ambulatoria del acusado Salazar Córdova, pero además se evidencia que a consecuencia
de su privación de la libertad locomotora, también se verá afectado su derecho al trabajo (libertad de
trabajo) y a su desarrollo de la personalidad debido a que cuenta con familia y trabajo. Por lo tanto, la
intensidad en la intervención de la libertad locomotora es una de intensidad grave. De hecho, en la
sentencia S.T.C. 45-2004-PI/TC, el Tribunal Constitucional estimó que solo cuando además del derecho
en conflicto (en este caso, la libertad) se vea afectado otro derecho fundamental, el grado de intervención
se torna en uno de carácter grave.
& Finalidad de la intervención
10. De otra parte, los mínimos legales de las penas conminadas, es representativa de la voluntad
del legislador, de que el quantum de la pena fijada en la ley para la generalidad se imponga y eventualmente
se ejecute en su totalidad. Con lo cual se pretende optimizar los fines preventivos generales negativos y
positivos de la pena e incluso la finalidad preventiva especial.
& Juicio de idoneidad
11. Corresponde analizar si el medio, imponerle seis años de pena privativa de libertad, es idóneo
para alcanzar las finalidades pretendidas (desmotivar la comisión del delito de tenencia ilegal de armas,
generar la confianza de la población en el sistema penal al apreciar tal delito merecen penas efectivas en
cárcel, así como generar un primer efecto reeducador al acusado.
12. En términos abstractos y no de posibilidades empíricas es razonable sostener que la medida
adoptada permite alcanzar las finalidades perseguidas, puesto que es probable (aunque no de certeza), que
con dicha medida se consiga las aludidas finalidades constitucionales.
& Juicio de necesidad
13. “El examen según el principio de necesidad importa el análisis de dos aspectos: (1) la detección
de si hay medios hipotéticos alternativos idóneos y (2) la determinación de, si tales medios –idóneos– no
intervienen en el derecho a la libertad, o, si, interviniéndolo, tal intervención reviste menor intensidad”
(SSTC 0045-2004-PI/TC, fundamento 39; 0033-2007-PI/TC, fundamento 77).
14. En la medida de que el grado de idoneidad en la consecución de estos objetivos se encuentra
en función del quantum de pena a imponerse, la disminución de dicho quantum, disminuye, a su vez,
dicho grado de idoneidad. De ahí que no sea posible advertir medidas alternativas a las adoptadas que
resulten igualmente idóneas, pues solo ellas aseguran la imposición total de la pena.
& Juicio de ponderación en sentido estricto
15. Finalmente, resta analizar si la medida de imponerle seis años supera el subprincipio de
proporcionalidad en sentido estricto o ponderación. La denominada ley de ponderación proyectada al
análisis de la intervención de la igualdad, enuncia lo siguiente: “cuanto mayor es el grado de intervención
en el principio a la libertad, tanto mayor ha de ser el grado de optimización o realización de los derechos,
principios o valores que a través de ella se pretende”.
16. Quedó en su momento establecido que, en este caso, el grado de intervención al derecho a la
libertad del acusado Salazar Córdova es grave. Por su parte, los bienes constitucionales que procuran ser
optimizados por vía de dicha intervención en la libertad, son: a) desmotivar la comisión del delito de
tenencia ilegal de armas, b) generar la confianza de la población en el sistema penal al apreciar que las
penas se impone en su totalidad en el caso de este delito, así como c) generar un primer efecto reeducador
en el acusado.
17. A mi juicio, los tres bienes que buscan satisfacerse gozan de un valor importante en el sistema
constitucional. En particular, la búsqueda de desmotivar la comisión del delito de tenencia ilegal de armas
tiene un peso axiológico meridiano, dado que el mero hecho de tener en poder armas sin autorización
genera daño la seguridad pública y pueden generar afectaciones directas al patrimonio, integridad personal
y vida solo si en el caso se utilizara tales armas y municiones. Y se acreciente, la inseguridad pública,
cuando tales armas estén destinadas a realizar ilícitos penales.
& Grado de injusto leve
18. Empero, en el presente caso y en este caso particular, estimo que el grado de optimización de
tales fines preventivos, son por el contrario LEVES. Se reitera en este caso particular, el acusado si bien
realizó dos disparos (uno disuasorio y otro hacia el vehículo del agraviado) fue con su arma que contaba
con licencia y por este hecho también está siendo sancionado por coacción en concurso ideal por peligro
común. Ahora si bien esa licencia no le da autorización para portar las otras armas y municiones
encontradas en su domicilio, se debe apreciar que las armas son ostensiblemente iguales. Ello determina
que el grado de injusto de tener en su poder otras armas sin licencia resulta leve porque se entiende que el
Estado ha verificado la capacidad del acusado para portar armas. De otro lado, se ha probado que las
armas y municiones de que el acusado Salazar no tenía licencia estaban en una especie de caja fuerte bajo
llave y clave, es decir, el riesgo de la utilización de dichas armas estaba controlado y era de acceso a él, por
lo que nuevamente el riesgo generado es uno de carácter leve; finalmente, se ha determinado que el
acusado no está vinculado a acciones delictivas en las que normalmente se utiliza armas de fuego sin
licencia (robos, secuestros, marcaje, etc.).
19. Ante un injusto de carácter leve el grado de optimización de los fines preventivos de la pena
(preventivos generales y especiales) se torna en leve.
20. De otro lado, en primer lugar, es claro que el acusado Salazar Córdova cuenta con una familia
constituida, esposa y de tres hijos, menores de 2, 13 y 15 años de edad. Este hecho no solo lo dijo él, su
esposa, sino que fue constatado por la Noelia Barreta, quien dijo que al momento de hallazgo de las armas
encontró al acusado junto a su esposa y a sus menores hijos; en segundo lugar, al momento de los hechos
el acusado había perdido a su padre por el Covid-19; y, finalmente, en tercer lugar, en el lugar de los
hechos se ha probado que él cuenta con un taller donde trabaja, por lo tanto, el nivel de intervención a su
derecho a la libertad, en la medida que no solo afectará su libertad locomotora, sino su familia e hijos y a
su trabajo, estimo que es de intensidad grave.
21. Por lo tanto, en la medida que el grado de intervención de delito a la libertad del acusado, es de
entidad grave comparado con el grado de satisfacción de los fines preventivos de la pena, que es de
carácter leve, no encontramos siquiera equilibrio entre la gravedad de la intervención al derecho del
acusado con respecto al grado de satisfacción LEVE de los fines de la pena, lo que determina que en el
presente caso, la pena de 6 años resulta inconstitucional.
22. Por lo que, estimo que se debe aplicar la razón de ser de los fundamentos recogidos en
Casación 2073-2019-Lambayeque (no se está diciendo que sea un caso igual sino que cogemos el
fundamento de la desproporcionalidad), lo que permite concluir que la pena para este caso es de tres años
para el delito de tenencia ilegal de armas. La cual debe sumarse al otro delito.
23. Adicionalmente, estimo que esta pena puede ser suspendida atendiendo a que el acusado no
tiene antecedentes penales, por lo que, la pena suspendida puede resarcir el daño ocasionado al agraviado,
es decir, consignar como regla de conducta que el acusado resarcirá todo el daño al agraviado, no solo por
el temor provocado sino por el daño ocasionado al vehículo.
24. Por lo que mi VOTO, inaplicando vía control difuso el mínimo legal de 6 años del artículo
279-G CP (la que debe elevarse a las instancias supremas); se le imponga al acusado Raúl Antonio Salazar
Córdova, tres años de pena privativa de libertad por el delito de tenencia ilegal de armas y un año de pena
privativa de libertad por delito de peligro común, que sumados dan un total de pena unificada de cuatro
años de pena privativa de libertad, suspendida por tres años, debiendo cumplir las siguientes reglas de
conducta: a) Que el acusado pague la reparación civil; b) Se someta a un tratamiento de control de
impulsos en una institución pública al que deberá informar semestralmente; c) que justifique sus
actividades cada mes; y d) no cometerá nuevo delito de similares características.

Sr. Mendiguri Peralta

También podría gustarte