SECRETARIA DE EDUCACIÓN PÚBLICA DE HIDALGO
SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR Y
SUPERIOR
DIRECCIÓN GENERAL DE FORMACIÓN Y SUPERACIÓN
DOCENTE
DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN NORMAL
CENTRO REGIONAL DE EDUCACIÓN NORMAL “BENITO JUÁREZ”
CICLO ESCOLAR 2024-2025
NARRATIVA
JOALY VELAZQUEZ CASAÑAS
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PRIMARIA
PLAN DE ESTUDIOS 2022
INTERCULTURALIDAD CRÍTICA E INCLUSIÓN
4° SEMESTRE GRUPO “B”
DOCENTE: ERIKA MÁRQUEZ ORTEGA
FECHA: 23 DE FEBRERO DEL 2025
La Providencia Siglo XXI es una comunidad que ha experimentado un cambio
transformador a lo largo de los años. En sus inicios, La Providencia fue una
hacienda agrícola y pulquera que, con el tiempo, pasó a ser un centro de
procesamiento de maguey y nopal. Aunque aún se conserva el nombre de la
hacienda, hoy se encuentra rodeada por un crecimiento urbano que ha
transformado su paisaje. La localidad, que fue una ranchería en los años 80, se
consolidó como un fraccionamiento a partir de los 2000. Este cambio acelerado se
reflejó en la construcción de viviendas, la expansión de servicios y la creación de
espacios comunitarios como el templo de la Parroquia de la Divina Providencia, que
comenzó como una simple capilla y se elevó a cuasi parroquia en 2010.
En cuanto al tipo de propiedad del territorio, La Providencia Siglo XXI es una
comunidad que pertenece al municipio de Mineral de la Reforma, en el estado de
Hidalgo. La delimitación del territorio está dada por la extensión urbana que rodea
la antigua hacienda y se fusiona con la zona metropolitana de Pachuca. Los límites
territoriales están marcados tanto por el desarrollo habitacional reciente como por
las áreas de cultivo y los espacios que aún conservan su identidad rural. Esta
delimitación, que se ha ido marcando con el crecimiento de la población y la
expansión de los servicios, ha sido de gran importancia para los habitantes, ya que
les ha permitido desarrollar su identidad como una comunidad en constante cambio.
La importancia del territorio
La Providencia Siglo XXI tiene un profundo sentido de pertenencia hacia su
territorio. A pesar del crecimiento urbano, la comunidad conserva tradiciones
agrícolas y una estrecha conexión con el campo, lo que les otorga un aprecio único
por su entorno. El tianguis, uno de los más grandes de la zona metropolitana de
Pachuca, refleja este valor por el territorio, ya que es un espacio donde se
comercian productos agrícolas locales y otros bienes necesarios para la
subsistencia.
Subsistencia y alimentación
En cuanto a la subsistencia, la comunidad depende de un flujo constante de
alimentos que llegan al tianguis, pero también de lo que producen en los
alrededores. El maíz, las frutas como las guayabas, y los nopales son alimentos que
aún marcan la diferencia en la dieta local. En particular, los nopales, cultivados
desde tiempos de la hacienda, se consumen en diversas preparaciones, como
ensaladas y tacos, y son un símbolo de la región. La temporada de cosecha de los
nopales y la guayaba se celebra con festividades locales, donde los productos son
utilizados para preparar platillos típicos que mantienen viva la tradición.
Cuidado de la salud
El cuidado de la salud en la comunidad también está profundamente arraigado a las
tradiciones. Las plantas medicinales son muy valoradas, y entre ellas, la sábila se
utiliza para tratar quemaduras o afecciones de la piel, mientras que el eucalipto se
usa en infusiones para aliviar problemas respiratorios. Estos conocimientos,
transmitidos de generación en generación, son una parte importante de la identidad
de la comunidad.
Material de construcción y vivienda
En cuanto a la construcción de viviendas, el material predominante en la región es
el ladrillo y el concreto, utilizados por su durabilidad y resistencia a las condiciones
climáticas de la zona. Sin embargo, también se conservan algunas casas que
utilizan materiales locales como el adobe, que es más fresco y adecuado para las
altas temperaturas de verano. Este contraste de materiales refleja tanto el pasado
rural como el presente urbano de La Providencia Siglo XXI.
Actividades productivas y calendario productivo
Las actividades productivas más relevantes en La Providencia Siglo XXI están
vinculadas a la agricultura, especialmente el cultivo de nopal y maguey. Estas
actividades están muy bien sincronizadas con el calendario agrícola local, que sigue
los ciclos de las lluvias y las cosechas. La siembra de nopal, por ejemplo, comienza
al principio de la temporada de lluvias, mientras que la cosecha se realiza en los
meses más secos, alrededor de junio y julio. Esto muestra cómo los habitantes han
aprendido a adaptarse a las condiciones climáticas de la región.
Mitos, leyendas y origen de la comunidad
La comunidad tiene una rica tradición oral, y entre las leyendas más conocidas está
la de la fundación de la hacienda de La Providencia, que se dice fue erigida sobre
un antiguo templo indígena dedicado a la diosa del maíz. Las abuelas y abuelos
cuentan historias sobre cómo, en tiempos de la revolución, la hacienda fue un
refugio para aquellos que luchaban por la justicia social, convirtiéndose en un
símbolo de resistencia.
Fiestas y celebraciones
Las celebraciones religiosas y culturales son momentos de gran unión en la
comunidad. En junio, las fiestas patronales en honor a la Divina Providencia son el
evento más esperado del año. La organización de estas fiestas recae en los
mayordomos, quienes se encargan de coordinar las actividades, las procesiones y
las festividades en la parroquia. Las familias se reúnen para compartir alimentos,
música y danzas, y el ambiente se llena de alegría y devoción.
Espacios colectivos y toma de decisiones
La toma de decisiones en la comunidad se realiza en asambleas donde todos los
habitantes tienen voz. Estos encuentros permiten discutir los asuntos importantes
que afectan a La Providencia Siglo XXI, como la organización de festividades o la
reparación de espacios públicos. Las decisiones se toman por consenso, y los
líderes comunitarios, generalmente elegidos por el trabajo en favor de la comunidad,
son los encargados de organizar estos procesos.
Autoridad territorial y organización comunitaria
La autoridad territorial de La Providencia Siglo XXI está representada por el
delegado de la comunidad, quien es elegido a través de un proceso democrático en
el que los habitantes votan para escoger a la persona que consideran más capaz
de liderar la comunidad. El delegado trabaja de la mano con las autoridades
municipales y el consejo comunitario para resolver los problemas que puedan surgir.
En cuanto a la reparación de espacios públicos, la comunidad se organiza a través
de brigadas de trabajo voluntarias, en las que todos colaboran para mejorar su
entorno.
La Providencia Siglo XXI es una comunidad que, a pesar de su transformación
urbana, sigue manteniendo vivos sus valores rurales y tradiciones. Con un fuerte
sentido de identidad, sus habitantes se apoyan mutuamente para enfrentar los retos
del día a día, construyendo un futuro que honra su pasado mientras avanza hacia
el futuro.