Esta clasificación de enunciados analíticos y sintéticos es problemática y ha sido discutida desde
muchos contextos diferentes. Las subdivisiones que se acaban de presentar, y que se esquematizan
a continuación, son también muy discutibles, pero han sido pensadas para los fines del análisis de
cuestiones que tienen que ver exclusivamente con las teorías científicas:
a) enunciados lógicos
Enunciados analiticos b) enunciados matemáticos
c) enunciados por sinonimia
d) enunciados definicionales
a) enunciados empitricos singulares
Enunclados sintéticos b) enunciados empíricos generales
c) enunciados teóricos
d) enunciados no fácticos
III. TIPOS DE CONOCIMIENTO
El conocimiento ha sido clasificado de múltiples maneras. Para el propósito de este trabajo
interesa caracterizar el conocimiento científico, pero se analizarán también brevemente otras formas
de conocimiento como el conocimiento natural, el tecnológico y el filosófico, para establecer
similitudes, diferencias y relaciones con aquél.
1. El conocimiento natural y el científico
El conocimiento natural es el que se adquiere en forma espontánea e informal. Es
imprescindible para la supervivencía humana en el medio natural y social, y se constituye sobre
prácticas muy básicas que pasan a formar el "sentido común". El lenguaje natural es su vía de
expresión y de transmisión.
En el ámbito físico, por ejemplo, permite organizar el espacio, con sus relaciones de equilibrio,
formas, pesos y volúmenes. Aprendemos a calcular distancias, movimientos, velocidades y a
conocer nuestro cuerpo y nuestro entorno. En el orden social, sabemos interpretar a nuestros
semejantes, compartirnos actividades con otras personas en múltiples situaciones, como en lo
familiar y lo laboral y nos constituimos en seres humanos en esa compleja trama de afectos e
informaciones que nos dan identidad y pertenencia. Sabemos distribuir nuestras actividades en el
tiempo y lograr una relativa eficacia en los objetivos de la vida cotidiana personal y social.
Esa compleja trama de conocimientos espontáneos constituye la base de todo otro tipo de
conocimiento, son nuestras experiencias básicas a partir de las cuales adquirimos habilidades,
pensamos, inferirnos, comparamos, formulamos preguntas, establecemos regularidades,
hipotetizamos y valoramos.
Se trata de un campo muy rico de la experiencia humana que se adquiere informalmente y está
moldeada por nuestras disposiciones biológicas y por el orden social y cultural. Permiten una
enorme economía de pensamiento y esfuerzo, pero son también sustento de prejuicios e ideologías.
Muchas veces estos conocimientos espontáneos obstaculizan el conocimiento científico debido a
que generan estereotipos y expectativas que es difícil abandonar cuando la realidad demanda una
revisión crítica de nuestras creencias y la búsqueda de conocimientos mejor fundados.
Hay una serie de distorsiones sistemáticas en nuestras creencias ordinarias tales como relacionar
causalmente dos fenómenos por el mero hecho de que se suceden en el tiempo, confundir el
lenguaje con la realidad, y cometer la falacia naturalista que no discrimina lo que es de lo que debe
ser. Francis Bacon distingue en su teoría de los idola cuatro tipo de errores o distorsiones
recurrentes. Los idola trtbu, que son comunes a todos los seres humanos, nos llevan a suponer,
por ejemplo, que hay más orden y regularidad en la naturaleza que la que realmente existe, o a
aferrarnos a creencias aceptadas, o creer que es real aquello que deseamos (el wishfull tbinking
del que hablan los ingleses). También hay distorsiones que tienen que ver con nuestras
características individuales, fruto de nuestras condiciones biológicas, mentales y de la educación
recibida, a los que denomina idola specus. Los idola fori son las distorsiones del lenguaje y la
comunicación, que llevan a confundir la existencia de un término con la realidad referida por ese
término. Por último, están los errores que vienen de la herencia filosófica y de las tradiciones: los
idola theatri, que nos llevan a adoptar ciertas ideas en forma dogmática.
En cuanto a la integración del conocimiento científico con el natural, hay distintos modos de
concebirla. Algunos sostienen la completa continuidad entre una y otra forma de conocer, otros en
cambio marcan radicales diferencias. Una solución de compromiso permite reconocer coincidencias
y continuidades así como diferencias y discontinuidades. En un famoso texto de Eddington en
defensa de la radical diferencia entre conocimiento vulgar y científico se hace referencia a dos
mesas, una es la mesa sólida y dura de nuestro conocimiento natural, la otra es un enjambre
formado por cargas eléctricas en movimiento y amplios espacios vacíos. ¿Cuál de las dos mesas es
la real?, se pregunta Eddington. Sin duda la mesa científica. Pero Hempel 13 responde a esta
dicotomía diciendo que la mesa científica pretende en última instancia dar cuenta de la mesa de
nuestra experiencia natural. No hay en definitiva dos mesas, sino un intento de explicar a través de
un modelo científico la mesa de nuestra experiencia natural.
Mientras que el conocimiento natural tiende a ser rígido y responde a estereotipos, el
conocimiento científico es crítico. Muchas de las creencias ordinarias se ven cotidianamente
refutadas y cierto conservadurismo, o atrincheramiento del sentido común, ligado algunas veces a
prejuicios y a economías de esfuerzos, no dan cuenta de las discrepancias.
El conocimiento cientfico es una modalidad de conocimiento que es interesante de considerar
en su constitución v desarrollo histórico. Sus orígenes se remontan a la Antiguedad del siglo VI
a.C., con las matemáticas de Thales Pitágoras, la física y biología de los jónicos, la historia de
Herodoto y Tucídides. Un florecimiento importante ocurrió en el denominado periodo helenístico,
en la Alejandría de los siglos III a.C. a III d.C., que permitió la confluencia del pensamiento
especulativo y teórico de los griegos con los conocimientos prácticos de otras cuituras como la
egipcia. Tuvo grandes figuras como Arquimedes. Euclides v Herón en física v en matemática, y
destacados biólogos y astrónomos. Pero la ciencia moderna surge con figuras tan significativas
como Galileo v Torricelli. en el siglo XVII. Su característica principal fue la confluencia del
pensamiento teórico con la observación y experimentación empírica.
Se puede caracterizar a la ciencia, de manera muy general, por algunos rasgos compartidos
por las distintas disciplinas científicas, y que constituyen valores o ideas regulativas.
Aunque es una frase hecha puede decirse que lo que caracteriza a la ciencia es la búsqueda de
la verdad, esto significa que cualquier otro fin estará subordinado a este fin principal que es el
acceso al conocimiento. Cabe aclarar, por otro lado. que no es lo mismo buscar la verdad, que
alcanzarla, o tener certeza acerca de ella. Es sabido que la verdad no siempre se logra en el
contexto de la ciencia.
Es también un conocimiento racional, en el sentido de que debe ser coherente y fundado en
razones, es decir, sostenido argumentativamente.
Pretende además ser un saber crítico, rasgo que lo diferencia (leí conocimiento natural, que
como ya se señaló, es a veces poco crítico. Cohen y Nagel dicen en Jntroducción a la lógica y el
Método científico4 que mientras otros tipos de conocimiento apelan a la intuición, a la autoridad o a
la repetición ciega, la ciencia se caracteriza por ser crítica, como opuesta a dogmática. Ese rasgo le
permite ser autocorrectiva. Contra las creencias populares, lo que caracteriza a la ciencia no es su
absolutez o seguridad, sino su corregibilidad y su provisoriedad.
Se caracteriza también por la sistematicidad, que hace que la ciencia no sea nunca la suma de
conocimientos aislados, sino que busca su integración en distintos sistemas y estructuras complejas,
lógicamente articulados.
Es además un saber que intenta ser preciso. Logra esa precisión utilizando por un lado un
lenguaje técnico, con significados menos ambiguos que los del lenguaje natural, y por Otro lado
mediante el empleo de herramientas formales, traduciendo sus hipótesis a ecuaciones y fórmulas de
la lógica y la matemática y distintos recursos simbólicos como los cíe la química.
Otro de los rasgos de la ciencia es su carácter metódico, en el sentido de que requiere del
empleo de determinados procedimientos que gozan de confiabilidad, para la obtención y validación
de los conocimientos.
También tiene la propiedad de ser general. La ciencia busca formular leyes generales que
expresen regularidades, sin perder, en muchos casos, la singularidad. Ya Aristóteles señalaba que la
ciencia es siempre conocimiento acerca de lo general.
A diferencia del conocimiento filosófico, la ciencia acepta la existencia de supuestos que no se
cuestionan acerca de aspectos muy básicos de los objetos de estudio, su existencia, su continuidad
en el tiempo y el mejor modo de conocerlos.
2. La clasificación de las ciencias
Desde la antiguedad clásica hasta nuestros días se ha formulado una enorme y variada cantidad
de clasificaciones de las ciencias, muchas de ellas englobadas dentro de clasificaciones más amplias
del conocimiento humano en general. Algunas de ellas resultan inútiles o extravagantes a nuestros
ojos, o incluso incomprensibles. Se ha hablado de ciencias experimentales y no experimentales
sagradas y profanas. morales y positivas, naturales y sociales, duras v blandas.
Resulta claro, al comparar distintas clasificaciones el hecho de que cada una de ellas se
construye a partir de algún criterio o propiedad que se desea destacar, y que constituye el
fundamento de la clasificación. Y esto ocurre con cualquier tipo de clasificación.
En muchos casos el supuesto subyacente a la clasificación es ontológico: se da por sentado
que la realidad está formada por distinto tipo de entidades, y a partir de esa división se asigna a
cada disciplina científica el estudio de cada uno de ellos. Así, por ejemplo, si se sostiene que la
realidad está constituida por dos grandes ámbitos, lo material por un lado y lo espiritual por otro, las
ciencias podián clasificarse, consecuentemente, en ciencias de la naturaleza y ciencias del espiritu.
También ha sido frecuente clasifica; a las ciencias desde un punto de vista gnoseológico es decir,
sobre la base de supuestos acerca de cómo conoce el ser humano. Se ha afirmado, por ejemplo,
que la mente humana tiene un determinado número de "facultades" o capacidades y a partir de ellas
se han clasificado las ciencias. Un ejemplo de este tipo de criterio clasificatorio lo constituye la
clasificación de Francis Bacon, quien distingue tres facultades: la razón, la memoria y la fantasía. A
la primera le hace corresponder la ciencia propiamente dicha, subdividida en ciencia natural,
teología natural y ciencias del hombre; a la segunda le corresponde la historia y a la tercera la
poesía.
Ha habido también clasificaciones basadas en criterios metodológicos, que sostienen, por
ejemplo, que hay ciencias experimentales y no experimentales, o inductivas y deductivas.
Cuando los supuestos que dan fundamento a una clasificación son cuestionados, la clasificación
corre la misma suerte y termina siendo abandonada y reemplazada por otra. Si se cuestiona. por
ejemplo, la división irreductible cíe la realidad en naturaleza o materia y espíritu, será también
cuestionada la división de las ciencias basada en ella.
En las últimas décadas se ha impuesto la clasificación que divide a las ciencias en
formales y fácticas. Se trata de una clasificación útil para los intereses actuales de la
epistemología y la metodología y coincidente con más de un criterio sobre el que puede fundarse la
clasificación: el método empleado, el tipo de entidades y el tipo de enunciados propios de cada uno
de estos dos grupos de ciencias.
La lógica y las matemáticas, con sus distintas ramas como la geometría, el álgebra y la aritmética
constituyen las ciencias formales. Las restantes, como la biología, la física, la psicología y la
economía son ciencias fácticas, como se presenta en el cuadro siguiente:
Disciplinas.
Física Psicología
Química Sociología
Astronomía Antropología
Biología Economía
Geología, Linguístíca
Meteorología Pedagogía
CIENCIAS FORMALES CIENCIAS FACTICAS
Disciplinas: Disciplinas:
Lógica Naturales. SociaIes:
Matemáticas
Física Psicología
Química Sociología
Astronomía Antropología
Biología Economía
Geología Lingüística
Meteorología Pedagogía
3. Las ciencias fornales
Las ciencias formales se caracterizan por no ser empíricas, es decir, porque no hacen referencia
a ningún dominio especifico de la realidad. Cuál es la naturaleza de sus objetos de estudio, es una
cuestión que puede responderse de distintas maneras, pero hay en general consenso respecto de su
carácter no empírico.
Se señaló ya que los enunciados de las ciencias formales son analíticos, en cualquiera de sus
tipos: aquellos cuya verdad o falsedad no depende de su correspondencia con la realidad sino de
los componentes internos de los enunciados. De acuerdo con esta caracterización, también se ha
dicho que son enunciados necesarios, a diferencia de los enunciados contingentes que corresponden
a afirmaciones empíricas. Leibiniz caracterizaba a las verdades necesarias como verdades de razón,
contraponiéndolas a las verdades de hecho, que pueden no ser. Muchos filósofos contemporáneos,
siguiendo a Leibniz, caracterizan la verdad necesaria como aquella que es verdadera en todo mundo
posible.
Respecto de la naturaleza de las ciencias formales se han sostenido distintas posturas. Una de
ellas afirma que se trata de un conocimiento relativo a entes ideales: mientras las ciencias fácticas
proveen de un conocimiento acerca del mundo real, las ciencias formales conocen otro tipo de
objetos, que no son ni temporales ni espaciales, y que configuran un dominio de entidades existentes
a la manera del mundo de las ideas platónico. Según esta posición, los objetos matematicos
existen y el matemático los descubre.
Otra posición, que puede denominarse constructivista, niega que esas entidades existen en un
mundo especial y se las descubre Se trataría, en cambio, de construcciones que realiza la mente;
son el producto de la creación humana y obedecen y ponen de manifiesto las estructu ras de nuestra
inteligencia. No habría nada que descubrir, sino que producir.
Algunos sostienen el carácter meramente sintáctico de estas ciencias, piensan que son
solamente lenguajes formales artificiales, que parten de conjuntos reducidos de signos y fórmulas
primitivas y mediante reglas de formación y de transformación generan un sistema complejo de
fórmulas derivadas del conjunto de partida.
Por último, una posición minoritaria sostiene el carácter empírico de las entidades matemáticas,
las considera abstracciones que parten de la experiencia y van llegando en un proceso ascendente a
la afirmación de propiedades y relaciones de suma generalidad Han sostenido taJ posición
empirstas como Stuart Mill, que decía que la matemática deriva de la experiencia, y Gonseth, que
afirmaba que la lógica era la ciencia de todos los objetos, de cualquier objeto en general.
El método que utilizan la lógica y la matemática para justificar sus enunciados es la deducción. En
algunos casos la inferencia se efectúa a partir de hipótesis o premisas, y en otros a partir de
axiomas, en cuyo caso la secuencia deductiva se considera que es una demostración5.
Una de las características más notables de las ciencias formales es su doble rol. Por un lado
funcionan como cualquier disciplina científica, con sus problemas, métodos y temáticas propias, sus
conceptos y sus campos de investigación. Pero por otro lado tienen un gran valor instrumental, son
herramientas de amplia aplicación en cualquiera de las otras disciplinas científicas y técnicas y
también en metodología de la ciencia, como se ilustra en la figura 2.
Figura 2
Epistemología
Metodo1ogia
Formales: (lógica y matemática)
Ciencias Tecnología
Fácticas
4. Las ciencias fáctias
Las disciplinas que integran estas ciencias se caracterizan porque recortan como tema de estudio
determinado campo de la realidad, delimitan problemas, procesos y propiedades de un dominio y
configuran sistemas estructurados de conocimientos relativos a ese dominio. Así, la física, la
biología, la química y la economía tienen sus temáticas propias, y recortan determinados fenómenos
como sus campos de estudio. Estas problemáticas no son fijas ni rígidas, se modifican a través de la
historia, se amplían por un lado, incorporando nuevas áreas de investigación, y suelen también
reducirse, cuando determinados problemas pierden vigencia y se subsumen en otros.
El rasgo principal que diferencia a las ciencias fácticas de las formales es el siguiente: debido a
que refieren a aspectos de la realidad tienen que contrastar sus afirmaciones con esa realidad,
deben poner a prueba la verdad o falsedad de sus enunciados.
En cuanto al lenguaje de las ciencias fácticas, sus enunciados son fundamentalmente sintéticos y
corresponden a alguno de los tipos señalados: enunciados singulares y enunciados generales,
que a su vez pueden ser uiniversales, existenciales o estadísticos. Pueden contener, también,
enunciados teóricos categoriales, no fácticos.
Además de los enunciados sintéticos, las teorías suelen contener algunos enunciados analiticos,
cumpliendo funciones instrumentales u organizativas. Hay, por ejemplo, definiciones estipulativas,
equivalencias formales y terminológicas, además de la enunciación de las reglas y leyes lógicas y
matemáticas que se pueden utilizar.
En cuanto a los términos, cabe diferenciar, por un lado, el vocabulario lógico con expresiones
tales como 'todos", 'ninguno", 'algunos", 'sólo si", "a menos que" y demás conectivas y operadores.
Por otro lado está el vocabulario descriptivo, que es específico de cada temática y que contiene la
división tradicional de términos observacionales y términos teóricos. Esquemáticamente:
Vl
V Vo
Vd
Vt
( V es el vocabulario de una ciencia fáctica, Vi el vocabular1o lógico. Vd el descriptivo Vo el
conjunto de térrminos observacionales y Vi el vocabulario teórico).
Las unidades de análisis más importantes de las ciencias fácticas son las teorlas, que configuran
sistemas de conocimientos y de creencias que en forma simultánea y sucesiva están presentes en
todas las ciencias fácticas.
Las ciencias fácticas han sido divididas en dos grandes grupos: las naturales y las sociales o
humanas. Mucho se ha discutido en torno al tipo de diferenciación que cabe hacer entre ambas
ciencias en cuanto a sus objetos y métodos. No es simple establecer criterios que permitan
diferenciarlas. Es tal vez más simple delimitarlas por extensión, es decir, enumerándolas a través de
criterios generales que permitan una diferenciación clara. Son ciencias naturales la física, la química,
la biología, la astronomía la geología y la meteorología. Entre las ciencias sociales están la antropo-
logía, la economía, la sociología, la lingilística, la historia, la pedagogía y la psicología.
Muchos filósofos han propuesto otras clasificaciones, generalmente conservando la clase de las
ciencias naturales, pero contraponiéndola a otras categorías, como ciencias del espíritu, ciencias de
la cultura, ciencias de la conducta, o ciencias hermenéuticas. Cada una de estas alternativas
presenta problemas filosóficos, por ejemplo, porqué suponer un concepto tan problemático como el
de espíritu, desde el inicio, o porqué suponer que es sólo a través de la conducta que pueden
conocerse los fenómenos humanos. También se ha objetado la denominación de “ciencias sociales"
por cuanto supondría que todo lo humano es esencialmente social: hay teorías en cada una de las
disciplinas ubicadas en este grupo en las que lo social no juega un papel preponderante. En ese
sentido parecería ser el rótulo de "humanas" la denominación que más se adecuaría, por su escaso
compromiso filosófico. Dada la circulación que ha adquirido la denominación de "sociales",
seguiremos utilizando esta denominación, indistintamente con la de "humanas".
En cuanto a las diferencias que presentan ambos tipos de ciencias, muchos han sostenido que las
ciencias naturales son experimentales, mientras que las humanas no lo son ni pueden serlo. Pero este
no constituye un criterio de diferenciación adecuado. Por un lado, hay ciencias naturales no
experimentales, como la astronomía y muchas áreas de la biología. Hay por otro lado muchos
campos de las ciencias humanas donde se efectúan experimentos, si bien en menor magnitud que en
las naturales, como los experimentos de campo en psicología social y en sociología, o ciertos
experirnentos de laboratorio en lingúística y en psicología.
Desde el punto de vista metodológico, cabe destacar que los dos tipos de ciencias utilizan
teorías y ambos deben contrastar sus afirmaciones con la realidad. Estos puntos en común son lo
suficientemente relevantes como para permitir la consideración de estos dos tipos de ciencias unidos
bajo la categoría de ciencias fácticas. Algunos interesados en resaltar las diferencias contraponen
ciencias humanas con ciencias exactas, cuando en sentido estricto, sólo son exactas las ciencias
formales. También se distingue entreciencias duras y ciencias blandas (las humanas), pero puede
argumentarse, como bien dijo alguien, que no hay ciencias duras y blandas, sino modos "duros" y
modos "blandos" de hacer ciencia.
Hay puntos en común y zonas de frontera entre ambos tipos de ciencias que favorecería una
consideración integrada. Así, por ejemplo, la etología es una disciplina nueva e interesante, que
intenta aplicar categorías de la sociología a la conducta animal y además sacar consecuencias de
esos estudios para el comportamiento humano como las investigaciones de Konrad Lorenz, que
acercan notablemente las ciencias naturales a las sociales. Se han estudiado. por ejemplo,
comportamientos sociales tales como el liderazgo y la marginación en mamíferos superiores como
lobos o monos.
Por otro ladio, es indudable que la investigación en ciencias humanas se ve enfrentada a
problemas peculiares, que tienen que ver con la multiplicidad de los factores intervinientes, la
presencia de valores y la intencionalidad de las acciones humanas, su carácter histórico, y el doble
rol de sujeto y objeto de conocimiento. Estas diferencias han llevado a muchos epistemólogos a
defender la división radical entre lo que es propio de las ciencias naturales y lo que es característico
de las ciencias humanas.
La llamada tradición comprensivista, que proviene del filósofo Dilthey, sostiene la existencia de
marcadas diferencias de objetos y métodos en ambos tipos de disciplinas. Las ciencias del espíritu
comprenden, las ciencias naturales explican; una son nomotéticas, las otras idiográficas; unas
son ciencias de lo singular, de lo idiosincrático y único, las otras buscan regularidades y formulan
leyes generales.
El método de la comprensión empática que se proponía en los orígenes del movimiento
comprensivista se ha modificado en las versiones contemporáneas a través de la hermenéutica. Ya
no es el fenómeno psicológico de la comprensión de los sujetos estudiados, sino la interpretación
como recurso de clarificación del plano simbólico que está presente en todas las acciones y
productos humanos. Pero es perfectamente posible incorporar la hermenéutica, a través de
hipótesis interpretativas, sin por eso plantear una bifurcación teórica y metodológica.
Es interesante señalar, por otro lado, que si bien gran parte de los investigadores sociales del
siglo pasado y principios de este siglo intentaron imitar a las ciencias naturales, en las últimas
décadas, en cambio, se ha registrado un movimiento inverso de "humanización" de las ciencias
naturales, motivado tanto por la necesidad de incorporar al sujeto como integrante del fenómeno
estudiado como por el abandono del modelo de ciencia causalista y determinista.
5. El conocirniento técnico y tecnotógico
La técnica constituye un ámbito de conocimiento que tiene una finalidad práctica, porque
pretende actuar sobre la realidad. Hay técnicas muy variadas y de muy antigua data que recorren
las distintas culturas desde tiempos prehistóricos, tales como la alfarería, el curtido de pieles, la
preparación de alimentos y la agricultura.
La tecnología es un tipo especial de técnica, aquella que adopta la metodología científica y que
presupone conocimientos científicos.
El discurso técnico y tecnológico es en parte i~ormativo y en parte prescriptivo, ya que produce
reglas para generar cursos de acción. Las acciones que se prescriben pueden tener tres finalidades,
muy conectadas entre sí:
a) por un lado, se trata de evitar o prevenir determinados hechos,
b) también se busca modificarlos y controlarlos,
c) por último se trata de crear determinados productos o artefactos.
Por ejemplo, una técnica preventiva sería la que utiliza la agrotecnia para evitar la degradación
de los suelos o en medicina las estrategias para evitar la propagación de una enfermedad o de una
epidemia. En cuanto a técnicas de control y modificación, pueden citarse las de dragado de ríos
para controlar su cauce, o reglas de política económica para disminuir el desempleo. La ingeniería
civil v electrónica ejemplifican las técnicas de producción de artefactos y entidades tales como un
edificio, un puente o un televisor.
La importancia de la tecnología en nuestra cultura y en el desarrollo del conocimiento son bien
conocidas. El poder que este conocimiento ha generado y la cultura tecnológica que se ha instalado
en las últimas décadas es tema de permanente reflexión. Los cambios sociales que la tecnología es
capaz de generar son debatidos desde diferentes perspectivas y modelos políticos.
La relación entre ciencia y técnica es estrecha y variada. En algunos casos, la técnica ha tenido
su propia historia, como en el caso de la navegación, la agricultura y la producción textil, que
tardíamente se conectaron con la ciencia, recibiendo de ella los conocimientos que les permitieron
convenirse en tecnologías. En otros casos, fue a partir de los avances científicos que fueron
surgiendo campos tecnológicos nuevos, como ciencia aplicada premero y come tecnología después.
Cabe señalar que entre ciencia aplicada y tecnología hay sólo una diferencia de grado que tiene que
ver con su mayor o menor autonomía y en un continuo de modalidades.
La tecnología hace permanentes aportes a la ciencia, por un lado a través del planteo de nuevos
problemas, y por el otro, aportando nuevas herramientas de exploración científica, como los
radares, los microscopios, los telescopios y un sinnúmero de sofisticados recursos para ampliar la
observación y la experimentación. En algunos casos, los cambios en los instrumentos de
observación generaron verdaderas revoluciones científicas. Está el famoso ejemplo del telescopio
de Galileo y sus adversarios que se negaban a mirar a través de él. Como dice Galileo en el
Mensajero de los astros, la observación de montañas en la luna confirmaba la antigua opinión
pitagórica de que la luna es como otra tierra y refutaba la división aristotélica de un mundo
supralunar. eterno e incorruptible y otro sublunar imperfecto y temporal. En la actualidad, las
técnicas estadísticas v la simulación por computadoras son también ejemplos de la gran influencia
cíe la tecnología sobre la ciencia.
En cuanto a las reglas tecnológicas, comparten con las normativas y jurídicas el carácter de
discurso prescriptivo o directivo, pero difieren de aquellas en cuanto a que tienen carácter
instrumental. Su forma es la siguiente: "para lograr el fin A, deberá efectuarse el procedimiento B".
Son condicionales que conectan medios con fines, cuyo valor es la eficacia, y no la verdad. Son
ejemplos de reglas técnicas las oraciones prescriptivas que establecen procedimientos relativos a
cómo reparar un reloj o un mueble, y son tecnológicas aquellas que, por ejemplo, indiquen cómo
preparar un campo antes de la siembra, cómo recaudar impuestos o cómo resolver un conflicto en
un grupo de trabajo.
Se puede a su vez diferenciar distinto grado de generalidad y especificidad en las reglas, y en el
caso de las tecnológicas, si bien constituyen saberes instrumentales, al presuponer conocimientos
científicos, contienen también saberes proposicionales.
Cabe diferenciar, por otro lado, entre las reglas tecnológicas y las acciones mismas. En algunos
contextos, se entiende por técnica y tecnología el conjunto de acciones, la práctica misma, las
acciones guiadas por las reglas, y no el cuerpo de conocimientos que guían esas acciones, al que
nos referimos en este contexto. Otra confusión frecuente es la de tomar por tecnología a los
productos tecnológicos, particularmente los productos físicos o artefactos.
Las disciplinas tecnológicas tienen larga data en algunos casos, como la medicina, la ingeniería, la
administración y la contabilidad. En otros casos se han desarrollado ramas nuevas, corno la
cibernética. la computación y la ingeniería genética. La psicoterapia y la psiquiatría. si bien no son
tecnologías nuevas, han recibido cambios notables en las últimas décadas. La navegación espacial
es otro de los campos de desarrollo reciente.
Del mismo modo que el conocimiento científico, el conocimiento tecnológico se organiza en
disciplinas. Por un lado están las que derivan de una ciencia natural, como la ingeniería espacial, la
ingeniería química, la biotecnología y la ingeniería genética. También hay tecnologías asociadas a las
ciencias humanas, como la economía política, la psiquiatría, la planificación educativa, la
planificación social, el urbanismo, la administración de empresas y otras. Por último, existen
disciplinas que presuponen solamente las matemáticas y ninguna ciencia fáctica, como la cibernética
y la ingeniería de sistemas. En el siguiente cuadro se ejemplifican las relaciones de algunas
tecnologías con las principales ciencias presupuestas17.
Tecnología Ciencias presupuestas
Administración Sociología. Economía, Psicología, Matemáticas
Agronomía Física, Química, Biología, Geología, Geogtafía,
Meteorología
Compuración Lógica, Matemáticas, Semiótica
Didáctica Pedagogía, Psicología,...
Ingeniería Física, Química, Matemáticas,
(distintas especialidades) (de acuerdo con cada rama)
Medicina Biología, Química,...
Política economica Economía, Ciencias Políticas, Sociología,...
Psicoterapia Psicología, Biología,..
6. El conocimiento filosófico
Puesto que la epistemología es considerada una disciplina filosófica, cabe analizar brevemente
qué es lo que caracteriza a la filosofía. Puede decirse que produce un conocimiento de difícil
delimitación dado el amplio campo de problemas que abarca y la diversidad de modalidades y
criterios que se han desarrollado a través de su historia. Pretende ser un saber general, que
fundamenta y evalúa los distintos productos y actividades humanas.
Gran parte de los conocimientos filosóficos son conocímientos de segundo nivel o metateóricos:
aquellos que no tratan problemas relativos a un campo determinado de la realidad, sino que se
ocupan de problemas acerca del conocimiento. Cuando un epistemólogo analiza la validez de una
teoría o la adecuación de los métodos de investigación, está haciendo enunciaciones metatéoricas.
Todo lo que se refiere a la verdad de una teoría, su fundamentación teórica y empírica, su
coherencia, su estructura su poder explicativo y predictivo es siempre metateórico. Conviene que
este plano sea siempre reconocido como distinto del plano sobre el cual se reflexiona. para de este
modo evitar las paradojas de la autorreferencia, como la famosa paradoja del mentiroso, que ya
conocían los antiguos griegos.
Pero ciertas temáticas filosóficas son también teóricas, sólo que de un amplio grado de
generalidad v abstracción, como la antropología filosófica, la metafísica y algunos desarrollos de la
ética normativa. La primera trata de elucidar qué es el ser humano, y la metafísica, que es una
disciplina central dentro de la historia de la filosofía pretende, llegar a un conocimiento general de la
realidad en el sentido de “realidad última”, dando respuestas a preguntas más allá de las cuales ya
no cabe preguntar. a los límites de nuestro conocimiento.
Son muchas las disciplinas que integran la filosofía. La gnoseología se ocupa del conocimiento y
sus problemas, la estética de la producción artística y la ética de la caracterización y la
fundamentación de la moral. Están también la filosofía del lenguaje, de las religiones, del derecho,
de la educación y de la ciencia. Como ya se señaló, a veces se ha identificado la epistemología con
la filosofía de la ciencia, pero en sentido estricto, la epistemología sólo toma los problemas relativos
al conocimiento, mientras la primera incluye otras cuestiones, como las ontológicas y las éticas.
Del mismo modo que las ciencias, las disciplinas filosóficas han cambiado a lo largo de la
historia, fusionándose algunas veces y bifurcándose otras. La axiología, por ejemplo, se constituyó
por fusión de los problemas relativos a los valores, integrando la ética y la estética. También la
filosofía práctica se configuró como integración de problemas éticos y de filosofía política. La
filosofía de la tecnología y la filosofía del género son ejemplos de disciplinas nuevas. En algunos
casos, ciertas disciplinas que en el pasado integraban la filosofía fueron convirtiéndose en ciencias.
Tal es el caso de la lógica, que desde sus orígenes, con la obra de Aristóteles, hasta finales del siglo
pasado, fue parte de la filosofía, para terminar en la actualidad constituyendo una ciencia formal,
muy cercana en métodos y contenidos a la matemática.
Si bien la filosofía pretende configurar sistemas de conocimiento que en tanto tales estén
formados por enunciados verdaderos y fundados, su metodología difiere de las de las ciencias. Por
un lado, no se requieren procedimientos de contrastación de las afirmaciones con la información
empírica, y por otro lado no hay un conjunto unificado de procedimientos que constituyan la
metodología filosófica. Entre las metodologías utilizadas se pueden mencionar la deducción, el
análisis conceptual, la intuición y la analogía.
Una de las pocas características reconocidas de la filosofía es la de someter a permanente
crítica sus supuestos.
Disciplinas filosóficas
Ontología, Metafísica.
Axiología, Etica,Estética, Filosofía Práctica
Gnoseología, Epistemología, Filosofía de la Ciencia,
Filosofía de la tecnología.
Semántica Filosofica, Filosofia del lengraje, Filosofia de la Logica
Antropología Filosófica
Filosófia de (del derecho, de las religiones, del género,... etc)