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las técnicas de estudio en el desarrollo del pensamiento crítico.
Camila Andrea Arboleda
Daniela Rosero Barragán
Juan Esteban Sánchez Largo
Unidad central del Valle del Cauca.
Facultad de ciencias de la Educación.
Licenciatura en ciencias sociales.
Julio Cesar Valencia Serna.
Tuluá, Valle del Cauca.
4 de marzo de 2025.
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las técnicas de estudio en el desarrollo del pensamiento crítico.
En el marco de la asignatura de investigación cuantitativa se desarrolló una pregunta de
investigación a partir de la observación de problemáticas que afectan el desarrollo del
pensamiento crítico en estudiantes universitarios de la carrera de licenciatura en ciencias sociales,
la pregunta formulada fue: ¿Cómo influyen las técnicas de estudio en el desarrollo del
pensamiento crítico en estudiantes universitarios de quinto semestre de licenciatura en ciencias
sociales?; Se realizó un estudio exploratorio a través de encuestas dirigidas a 12 estudiantes
universitarios de segundo y quinto semestre, con el objetivo de conocer sus hábitos de estudio y
su percepción sobre el desarrollo del pensamiento crítico; La encuesta estuvo conformada por
preguntas cerradas y abiertas que abordaban aspectos como la frecuencia de estudio, los métodos
empleados, la autoevaluación del pensamiento crítico y la percepción sobre el rol de la
universidad en su formación; A su vez, la recolección de datos se llevó a cabo de manera
anónima y voluntaria, asegurando la confidencialidad de las respuestas; Finalizando, se
analizaron los datos mediante estadísticas descriptivas para identificar tendencias y correlaciones
relevantes.
El presente estudio busca analizar la relación entre las estrategias de estudio y el
desarrollo del pensamiento crítico en estudiantes universitarios, con el fin de identificar patrones
que puedan mejorar los procesos de aprendizaje, al ser una habilidad fundamental en la educación
superior, le permite a los estudiantes analizar información de manera reflexiva para construir
argumentos propios, aunque su desarrollo no depende únicamente de los contenidos curriculares,
sino también de las técnicas de estudio que emplean los estudiantes, tal y como lo menciona Soto,
D y Chacón, J (2022) en su artículo “Estrategias metodológicas para promover el pensamiento
crítico en los estudiantes”; En este contexto, surge la necesidad de evaluar en qué medida los
métodos de aprendizaje influyen en el fortalecimiento o estancamiento del pensamiento crítico.
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Resultados y análisis.
Los resultados muestran que solo el 18.2% de los estudiantes estudia todos los días,
mientras que el 54.6% lo hace de manera intermitente entre una y cinco veces por semana, un
18.2% estudia únicamente antes de exámenes y el 9.1% casi nunca estudia; En cuanto al entorno
de estudio, el 63.6% estudia en casa con un ambiente controlado, pero el 27.3% lo hace con
distracciones; Además, ningún estudiante manifestó utilizar la biblioteca o un espacio de estudio
tranquilo, relacionando los resultados con lo señalado por Guevara, M, E. (2022) al decir que
“"para desarrollar hábitos de estudio se necesitan condiciones ambientales como espacio
silencioso, iluminado, sin distractores y tiempo de dedicación constante", lo que podría influir
negativamente en la calidad del aprendizaje.
Los métodos de estudio más comunes fueron la lectura y el subrayado de textos (72.7%) y
la elaboración de resúmenes y mapas conceptuales (54.5%); En contraste, técnicas que requieren
mayor análisis y reflexión, como la elaboración de preguntas (9.1%) o la resolución de problemas
(9.1%), fueron las menos utilizadas; En relación a su impacto, el 36.4% de los encuestados
considera que sus técnicas de estudio les ayudan mucho a desarrollar su pensamiento crítico,
mientras que el 63.6% cree que lo hacen solo en cierta medida; Desde la pedagogía crítica, esta
tendencia puede explicarse por la persistencia de modelos educativos que priorizan la
memorización en lugar del aprendizaje activo, según Analuisa, P. (2024), “la educación
problematizadora de Freire busca transformar esta dinámica mediante metodologías activas que
promuevan la participación del estudiante en la construcción del conocimiento”
Cuando los estudiantes enfrentan una pregunta compleja en clase, el 45.5% opta por
discutirla con compañeros, el 36.4% busca información en fuentes académicas y el 18.2%
pregunta directamente al docente, aunque su actitud crítica ante la información recibida en clase
no se demostró de manera positiva, el 18.2% de los estudiantes afirma que siempre cuestiona la
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información, el 18.2% lo hace con frecuencia, el 54.5% a veces y el 9.1% rara vez, evidenciando
que una parte importante de los estudiantes no cuestiona regularmente lo que aprende. Esto
concuerda con lo planteado por Huamán, G (2022), "el pensamiento crítico se percibe
negativamente como indecisión, falta de compromiso, incapacidad para pensar de forma crítica
acerca de los propios aprendizajes, falta de voluntad para adoptar una postura y falta de voluntad
para ofrecer soluciones alternativas a los problemas", Como resultado del vacío que existe en la
enseñanza del pensamiento crítico los estudiantes presentan dificultades para discernir la
relevancia del conocimiento, adoptar posturas fundamentadas y desarrollar un aprendizaje
autónomo y significativo (Huamán, G. 2022).
Además, al evaluar la relación entre su método de estudio y su capacidad para desarrollar
ideas propias, el 63.6% considera que su estrategia les ayuda, pero podría mejorar, mientras que
el 36.4% cree que fortalece su capacidad de argumentación.
A partir de los resultados obtenidos, hemos planteado las siguientes hipótesis:
Los estudiantes que emplean técnicas de estudio activas, como la resolución de problemas
y la autoevaluación, desarrollan un pensamiento crítico más sólido que aquellos que solo utilizan
estrategias pasivas, como la lectura y el subrayado.
Los estudiantes que participan en discusiones grupales con mayor frecuencia tienen una
mayor capacidad para argumentar y analizar diferentes perspectivas, fortaleciendo su
pensamiento crítico.
Los resultados sugieren que las técnicas de estudio influyen en el desarrollo del
pensamiento crítico, pero no todos los estudiantes emplean estrategias que realmente potencien
esta habilidad. Aunque la mayoría considera que sus métodos de estudio les ayudan a desarrollar
el pensamiento crítico, una parte significativa admite que a veces acepta la información sin
cuestionarla.
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Se identificó que los estudiantes que emplean estrategias activas como la discusión en
grupo y la elaboración de preguntas, tienden a desarrollar un pensamiento crítico más sólido en
comparación con aquellos que se limitan a leer y subrayar textos, Además, la falta de un espacio
adecuado para el estudio y una frecuencia de estudio inconsistente podrían estar afectando el
aprendizaje.
Conclusión.
El presente estudio exploratorio sobre la influencia de las técnicas de estudio en el
desarrollo del pensamiento crítico en estudiantes universitarios de licenciatura en ciencias
sociales revela que una parte importante de los estudiantes universitarios no utiliza técnicas de
estudio que fomenten activamente el pensamiento crítico, demostrando que las estrategias
tradicionales pueden no ser suficientes para desarrollar esta habilidad esencial en la educación
superior.
Es crucial que los estudiantes sean conscientes de la importancia de incorporar métodos
como la lectura crítica, el aprendizaje basado en problemas (ABP), y el trabajo colaborativo para
mejorar su capacidad crítica e innovar en las técnicas de estudio para promover un aprendizaje
más reflexivo y crítico, esto implica no solo cambiar las estrategias individuales, sino también
transformar el entorno educativo para que incentive la participación activa, el debate y la
autoevaluación continua.
Los estudiantes que desarrollan habilidades de autoevaluación y metacognición tienden a
mejorar su pensamiento crítico, sugiriendo que las técnicas de estudio deben incluir elementos
que permitan a los estudiantes reflexionar sobre su propio proceso de aprendizaje y evaluar
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críticamente su progreso, la implementación de prácticas como la revisión por pares y la reflexión
sobre el propio aprendizaje pueden ser herramientas valiosas para este fin.
Finalmente, los resultados revelan que una parte importante de los estudiantes no
cuestiona regularmente lo que aprende, esto podría estar estrechamente relacionado con el tipo de
estrategias de estudio que utilizan; Es fundamental reflexionar sobre cómo se pueden incentivar
prácticas de estudio más reflexivas y críticas, que animen a los estudiantes a cuestionar y analizar
activamente el material que estudian.
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