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Acto Jurídico (Falta de Nulidad en Adelante)

El documento aborda la Teoría General del Acto Jurídico, definiendo los hechos jurídicos y su clasificación, así como el concepto y características del acto jurídico. Se exploran diversas clasificaciones de los actos jurídicos, incluyendo unilaterales y bilaterales, y se detallan los elementos esenciales, de naturaleza y accidentales que componen un acto jurídico. Además, se discuten las condiciones de existencia y validez del acto jurídico, enfatizando la importancia de la voluntad y el consentimiento en su formación.

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Acto Jurídico (Falta de Nulidad en Adelante)

El documento aborda la Teoría General del Acto Jurídico, definiendo los hechos jurídicos y su clasificación, así como el concepto y características del acto jurídico. Se exploran diversas clasificaciones de los actos jurídicos, incluyendo unilaterales y bilaterales, y se detallan los elementos esenciales, de naturaleza y accidentales que componen un acto jurídico. Además, se discuten las condiciones de existencia y validez del acto jurídico, enfatizando la importancia de la voluntad y el consentimiento en su formación.

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Teoría General del Acto Jurídico. 2018.

Nociones Preliminares
Los hechos que en el mundo se generan y que tienen su origen en la naturaleza o en la acción del
hombre, pueden o no producir consecuencias jurídicas; en el primer caso, reciben el nombre de hechos
jurídicos, y en el segundo de hechos simples o materiales.
Hecho jurídico es, pues, todo suceso de la naturaleza o del hombre que produce efectos de derecho.
Hecho simple o material es todo acontecimiento de la naturaleza o de hombre y que no produce efectos
de derecho.
La expresión “hecho jurídico” alcanza tres clases de hechos:
 Hechos Jurídicos propiamente tales: son los hechos de la naturaleza que producen consecuencias
de derecho. Por ejemplo, el nacimiento, la muerte, el transcurso del tiempo, etc.
 Hechos Jurídicos Voluntarios realizados con la intención de producir efectos jurídicos , o sea, los
actos jurídicos. Se trata de actos realizados voluntariamente con la intención de crear, modificar
o extinguir derechos. Por ejemplo: los contratos, el testamento, el reconocimiento de un hijo, etc.
 Hechos Jurídicos Voluntarios, pero realizados sin la intención de producir efectos jurídicos .
Tales son, entre otros, los delitos y cuasidelitos.
De esto resulta que, los actos jurídicos se diferencian de los demás hechos jurídicos en que aquellos se
realizan con la intención de producir efectos de derecho.

Concepto de Acto Jurídico


Acto Jurídico es la manifestación de voluntad encaminada a crear, modificar o extinguir derechos y
obligaciones.
Dos son sus características: Es la manifestación de voluntad de una o más personas; la intención de
producir efectos jurídicos

Clasificación de los Actos Jurídicos


1. Actos Jurídicos Unilaterales y Bilaterales
Actos jurídicos unilaterales son aquellos que para formarse requieren únicamente la expresión de la
voluntad de una sola parte.
Actos jurídicos bilaterales son aquellos que para formarse requieren la concurrencia de voluntades de
dos o más partes.
Se habla de partes y no de personas, ya que una parte puede estar constituida por una o más personas.
Parte es la persona o personas que constituyen un solo centro de interés. (Art. 1438 parte final)
Esta clasificación toma en consideración el número de partes necesarias para que el acto se forme y no
para que produzca efectos. El testamento, por ejemplo, es un acto jurídico unilateral; pues, existencia
depende exclusivamente de la voluntad del otorgante, pero para que el testamento produzca sus efectos,
el heredero debe aceptar la herencia.

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Teoría General del Acto Jurídico. 2018.

Los actos jurídicos unilaterales pueden ser: subjetivamente simples (estos en que la parte está formada
por una persona) Ej. Art. 999 y 1003 C.C; y subjetivamente complejos (la parte está compuesta por 2 o
más personas) Ej. Art. 505 C.C.
Los actos jurídicos bilaterales se denominan también convenciones. De manera que es posible definir la
convención como el acuerdo de voluntades que tiene por objeto crear, modificar o extinguir derechos y
obligaciones.
Cuando éste acuerdo de voluntades tiene por objeto crear derechos, toma el nombre específico de
contrato.
Así pues, la convención es el género y el contrato la especie; de ahí que todo contrato sea una
convención, pero no toda convención es un contrato.
El pago es una convención porque proviene de un concurso de voluntades; pero no es un contrato
porque no tiene por objeto crear obligaciones sino extinguirlas.
Nuestro Código Civil ha confundido las expresiones “convención” y “contrato” utilizándolas como
sinónimas. Por ejemplo, el artículo 1438: “Contrato o convención es un acto por el cual una parte se
obliga para con otra a dar, hacer o no hacer alguna cosa. (…)”

VER: Art. 2053 C.C esto en realidad no es un acto jurídico bilateral, sino un acto jurídico colectivo (doctrina
alemana), pues en un acto jurídico bilateral, se requieren de intereses divergentes entre las partes.

Uni y Bilateralidad de los Contratos


Todo contrato es un acto jurídico bilateral, porque para formarse necesita el acuerdo de las voluntades
de dos partes. Pero los contratos a su vez, pueden ser uni o bilaterales, atendiendo al número de partes
que resultan obligadas.
El contrato es unilateral cuando una de las partes se obliga para con otra que no contrae obligación
alguna; y bilateral, cuando las partes contratantes se obligan recíprocamente. (Art. 1439 C.C)
2. Actos Jurídicos Por Causa de Muerte y Entre Vivos1
Actos jurídicos por causa de muerte son aquellos en que la muerte del sujeto que los otorga es supuesto
necesario para que ellos produzcan sus efectos.
Actos entre vivos son aquellos que no suponen la muerte de alguno de sus autores para producir efectos.
3. Actos Jurídicos Patrimoniales y de Familia
Con relación al fin, los actos jurídicos son de derecho familiar o de derecho patrimonial.

1
La muerte puede intervenir desde diversos puntos de vista y con distintos efectos en los actos jurídicos. Puede ser que se
haya fijado la muerte como condición para que nazcan o se extingan ciertos derechos y obligaciones (ej. Contrato de renta
vitalicia art. 2264 C.C). Pero aquí el acto no es mortis causa, pues los efectos se han producido en vida de los autores, y el
acto será mortis causa solo cuando la muerte determine el comienzo de los efectos propios del acto jurídico.

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Teoría General del Acto Jurídico. 2018.

Los actos de familia se refieren a la situación del individuo dentro de la familia y a las relaciones del
mismo con los demás miembros del grupo familiar.
Estos no pueden las partes crearlos según su conveniencia. Son los que existen en la ley y con las
normas y efectos que allí se determinan. (La autonomía de la voluntad es nula, o muy restringida)
Los actos de derecho patrimonial son aquellos destinados a adquirir, modificar o extinguir un derecho
pecuniario. (Se aplica plenamente el principio de la autonomía de la voluntad)
4. Actos Jurídicos Solemnes y No Solemnes
Actos solemnes son aquellos en que la ley, en consideración a la naturaleza del acto, exige ciertas
formalidades indispensables para la existencia de éste. Un contrato “(…); es solemne cuando está sujeto
a la observancia de ciertas formalidades especiales, de manera que sin ellas no produce ningún efecto
civil; (…)” (art, 1443 C.C)
Actos no solemnes son aquellos en que la voluntad o el consentimiento puede expresarse en cualquier
forma; la ley no impone solemnidad alguna para considerar existente el acto.
Si un acto solemne se celebra sin cumplir con la solemnidad prescrita por la ley, el acto es inexistente o
nulo absolutamente.
Actos Solemnes por determinación de las partes
La ley es la que da a un acto el carácter de solemne o no solemne; pero las partes pueden hacer solemne
un acto que por exigencia de la ley no lo es.
Pero un acto solemne por mandato de la ley no es lo mismo que uno que lo es por voluntad de las partes;
si en el primer caso faltan las solemnidades, el acto es inexistente o nulo absolutamente; en cambio, en
el segundo caso, el acto puede producir efectos aun si no se cumplen las solemnidades, si se ejecutan
hechos que importen renuncia de éstas.
~ VER. Art. 1801 y 1554 N° 1 C.C
5. Actos Jurídicos Gratuitos y Onerosos
El contrato es gratuito o de beneficencia cuando sólo tiene por objeto la utilidad de una de las partes,
sufriendo la otra el gravamen; (Art. 1440 primera parte C.C)
y oneroso, cuando tiene por objeto la utilidad de ambos contratantes, gravándose cada uno a beneficio
del otro. (Art. 1440 parte final C.C)
Los actos jurídicos onerosos se dividen en conmutativos y aleatorios: “El contrato oneroso es
conmutativo, cuando cada una de las partes se obliga a dar o hacer una cosa que se mira como
equivalente a lo que la otra parte debe dar o hacer a su vez; y si el equivalente consiste en una
contingencia incierta de ganancia o pérdida, se llama aleatorio.” (art. 1441 C.C)
6. Actos Jurídicos Nominados (o típicos) e Innominados (o atípicos)

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Teoría General del Acto Jurídico. 2018.

Actos jurídicos nominados son aquellos perfectamente configurados y reglamentados por la ley, es
decir, estructurados por ésta con caracteres peculiares.
Actos jurídicos innominados son aquellos que no se encuentran especialmente reglamentados por la ley
y las partes le estructuran y regulan en virtud del principio de la autonomía de la voluntad.
Los actos innominados tienen pleno valor, siempre que, se ajusten a las normas generales de los actos y
declaraciones de voluntad y al orden público.
7. Actos Jurídicos Puros y Simples y Sujetos a Modalidad
La expresión modalidad tiene un sentido amplio y un sentido restringido.
En su acepción más amplia designa a todas las maneras de ser, todas las variantes que los derechos son
susceptibles de presentar y soportar; pero entre variantes hay algunas especialmente importantes, que
constituyen las modalidades en su acepción restringida: el plazo, la condición y el modo, y suele
incluirse la representación (art. 1448).
La condición es un hecho futuro e incierto del cual depende el nacimiento o la extinción de un derecho.
Puede ser, por lo tanto, suspensiva o resolutoria.
El plazo es un hecho futuro y cierto del cual depende el ejercicio o la extinción de un derecho. Puede,
por lo tanto, ser suspensivo o extintivo.
El modo es una carga establecida en los actos jurídicos a título gratuito con el fin de limitar el derecho
del acreedor o adquirente de la liberalidad.
Acto jurídico puro y simple es aquel que produce sus efectos de inmediato de forma normal. Sus efectos
no están sujetos a alteración por circunstancia alguna ni cláusula particular. Es decir, es el que no está
sujeto a modalidades.
Acto sujeto a modalidades es aquel cuyos efectos, sea por disposición de la ley o por la voluntad de las
partes, están sujetos a circunstancias o cláusulas restrictivas, llamase plazo, condición o modo.
8. Actos Jurídicos Principales, Accesorios y Dependientes
El contrato es principal cuando subsiste por sí mismo sin necesidad de otra convención, (Art. 1442
primera parte C.C)
y accesorio, cuando tiene por objeto asegurar el cumplimiento de una obligación principal, de manera
que no pueda subsistir sin ella. (Art. 1442 segunda parte C.C) ~ Art. 46 Ver Cauciones
Actos jurídicos dependientes son aquellos que existen por sí mismos, pero para producir sus efectos
requieren de otro acto. Ej: Capitulaciones matrimoniales, art 1715 y ss, estos son acuerdos entre futuros
cónyuges sobre el régimen de los bienes del matrimonio, y solo producirán sus efectos a partir del
matrimonio y solo si este se celebra.
Esta clasificación es importante para los efectos de determinar la extinción de unos y otros actos, de
acuerdo con el aforismo que dice “lo accesorio sigue la suerte de lo principal” Ej: art. 2516 C.C

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Teoría General del Acto Jurídico. 2018.

9. Actos Jurídicos Constitutivos, Declarativos y Traslaticios


Actos jurídicos constitutivos son aquellos que crean una situación jurídica nueva (ej, matrimonio)
Actos jurídicos declarativos son aquellos que no crean una situación jurídica nueva, sino que reconocen
un derecho ya existente. (ej, partición de una comunidad)
Actos jurídicos traslaticios son aquellos que tienen por objeto transferir un derecho de una persona a
otra.

Los Elementos del Acto Jurídico


Se distinguen en cada contrato las cosas que son de su esencia, las que son de su naturaleza, y las
puramente accidentales. (Art 1444 C.C)
1. Elementos Esenciales
Son de la esencia de un contrato aquellas cosas sin las cuales o no produce efecto alguno, o degenera en
otro contrato diferente. Los elementos esenciales pueden ser de dos clases:
Elementos esenciales generales o comunes: son aquellos propios de todo acto jurídico, sin los cuales el
acto jurídico no nace a la vida del derecho. De esta forma, cuando falta un elemento esencial la sanción
es que dicho acto jurídicamente es nulo, siendo jurídicamente desconocidos sus efectos. Se les denomina
también requisitos de existencia. Tales son la voluntad, el objeto, la causa y las solemnidades en los
casos en que la ley los exige.
Elementos esenciales específicos: son los relativos o particulares a un determinado acto jurídico y cuya
ausencia puede determinar la inexistencia o nulidad del acto, o bien, que éste degenere en otro distinto.
Así, por ejemplo, el precio es un elemento esencial de la compraventa.
2. Elementos de la Naturaleza
Son de la naturaleza de un contrato las que no siendo esenciales en él, se entienden pertenecerle, sin
necesidad de una cláusula especial.
Estos elementos no son indispensables para la existencia del acto jurídico, pero están en su naturaleza,
de allí, que si las partes no los mencionan se entienden incorporados, pero al no ser esenciales, las partes
podrían decidir expresamente su exclusión.
Por ejemplo, en el contrato de compraventa son elementos de la naturaleza, la obligación saneamiento
de la evicción y de los vicios redhibitorios, que tiene el vendedor. Podemos conceptualizar la evicción
como la privación del todo o parte del dominio de la cosa comprada, que sufre el comprador, en virtud
de sentencia judicial y por causa anterior a la celebración del contrato, inherente a los derechos del
vendedor sobre la cosa. Por su parte, los vicios redhibitorios son los defectos, materiales o físicos,
ocultos que presenta la cosa. En virtud de la obligación de saneamiento de la evicción, el vendedor se
encuentra obligado a amparar al comprador y a indemnizarlo, si este éste es privado de todo o parte del
dominio de la cosa por sentencia judicial y por causa de un hecho anterior al contrato de compraventa.
Por otra parte, el vendedor debe responder por los vicios redhibitorios.

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Teoría General del Acto Jurídico. 2018.

Ver 1489 (es un caso excepcional)


3. Elementos Accidentales
Son accidentales a un contrato aquellas que ni esencial ni naturalmente le pertenecen, y que se le
agregan por medio de cláusulas especiales.
Estos elementos modifican o alteran el nacimiento o los efectos del acto jurídico.
Los principales elementos accidentales son: la condición, el plazo y el modo, los cuales trataremos más
adelante.

Condiciones o Requisitos del Acto Jurídico


1. Condiciones de Existencia
Son aquellas sin las cuales el acto jurídico no nace a la vida del derecho. De esta forma, cuando falta un
elemento esencial común, o requisito de existencia, la sanción es que dicho acto jurídicamente es nulo,
siendo jurídicamente desconocidos sus efectos.
Las condiciones de existencia son: la voluntad, el objeto, la causa, y las solemnidades en caso en que la
ley lo exija
2. Condiciones de Validez
Las condiciones de validez del acto son aquellas, cuya omisión o violación no impiden por regla general
su nacimiento, sino que lo vician y permiten anularlo.
Las condiciones de validez son: la voluntad exenta de vicios, objeto licito, causa licita y capacidad de las
partes.

Estudio de los Requisitos de Existencia y Validez del Acto Jurídico


1. La Voluntad
La voluntad es la aptitud o disposición moral para querer algo.
La Voluntad y el Consentimiento. En los actos jurídicos unilaterales normalmente se habla de
voluntad, en cambio en los actos jurídicos bilaterales se prefiere hablar de consentimiento.
Casos en que no existe Voluntad. No hay voluntad desde el punto de vista jurídico, si la persona no
tiene facultades para comprender el sentido de su manifestación. Tal sucede en el caso de los
absolutamente incapaces.
Tampoco hay voluntad en caso de error esencial (esto se verá más adelante)
Formación de la Voluntad. En los actos unilaterales basta la emisión de la voluntad de una sola parte.
En cambio, los bilaterales precisan un acuerdo de voluntades, formándose el consentimiento cuando
concurren dos manifestaciones de voluntad: la oferta y la aceptación. Una parte propone la celebración
del negocio (oferta o policitación), la otra acepta esa proposición.

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Teoría General del Acto Jurídico. 2018.

Las Reglas de Formación del Consentimiento.2 Art 96 y ss. Código de Comercio


Oferta o Policitación: Es un acto jurídico unilateral en el cual una persona propone a otra la celebración
de un acto jurídico, de forma tal que solo falta la aceptación de la otra para que se forme el
consentimiento. El que propone la celebración de un acto jurídico se llama oferente, proponente o
policitante.
La oferta puede ser expresa (la que se hace en términos formales y explícitos) o tácita (es la que revela
indirectamente el deseo de contratar, pero de forma inequívoca); puede ser dirigida a persona
determinada (cuando la oferta se dirige a un sujeto preciso y claro) o persona indeterminada 3 (cuando se
dirige al público en general, no a una persona en particular, en términos tales que cualquiera puede
aceptar la oferta); verbal o escrita; completa (comprende todos los elementos del negocio
correspondiente) o incompleta o indeterminada (no señala las condiciones del contrato)
La oferta, por ser un acto jurídico, debe cumplir los requisitos de existencia y validez que establece la
ley.
Aceptación: Es el acto jurídico por el cual el destinatario de la oferta manifiesta su conformidad con ella.
La persona que acepta se llama aceptante.
Puede ser expresa o tácita. Ambas formas de aceptación producen los mismos efectos, y están sujetas a
las mismas reglas (Art 103 Código de Comercio)
La aceptación puede ser pura y simple (cuando el destinatario de la oferta adhiere a ella en los términos
propuestos, sin ninguna condición o modificación), o condicional (el destinatario de la oferta le
introduce una modificación a la propuesta que se le hizo) la aceptación condicional se mira como una
nueva oferta (art 102 C. Com), por esta razón el que en principio era aceptante pasa a ser oferente y
viceversa.
La aceptación, para producir efectos, debe reunir los siguientes requisitos:
(1) La Aceptación debe ser pura y simple.
La aceptación condicional se mira como una nueva oferta. La aceptación es condicional cuando
contiene reservas o modificaciones que alteran los términos de la oferta. Si el oferente acepta las
modificaciones, pasa a ser aceptante de la nueva oferta, y la persona que aceptó condicionalmente
queda como nuevo oferente. Ver 101 C. Com
(2) Tiene que darse mientras la oferta esté vigente.
La oferta deja de estar vigente cuando se producido la retractación del oferente o cuando se ha
sobrevenido la muerte o la incapacidad legal del oferente. (Art 101 C. Com)
La retractación puede ser tempestiva o intempestiva.
La retractación es intempestiva cuando se efectúa después de que ha tenido lugar la aceptación y en
tal caso, la retractación no va a producir efectos.
2
Se aplican solo a los contratos consensuales.
3
ver art 105 C. Comercio

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Teoría General del Acto Jurídico. 2018.

La retractación tempestiva es la que se efectúa antes de que haya tenido lugar la aceptación.
El oferente siempre se puede retractar o arrepentir en el tiempo intermedio entre el envío de la
propuesta y la aceptación, salvo que al hacerla se hubiere comprometido a esperar contestación o a
no disponer del objeto del contrato, sino después de desechada la oferta o de transcurrido cierto
plazo. (Art. 99 C. Com)
La retractación tempestiva impone al proponente la obligación de indemnizar los gastos que la
persona a quien fue encaminada la propuesta hubiere hecho, y los daños y perjuicios que hubiere
sufrido.4
Sin embargo, el proponente podrá exonerarse de la obligación de indemnizar, cumpliendo el contrato
propuesto. (Art. 100 C. Com)
El arrepentimiento o retractación no se presume (Art. 99 inc. 2 C. Com)
En caso de muerte o incapacidad legal del oferente la oferta deja de estar vigente pues se produce su
caducidad.
(3) Tiene que ser oportuna
Si se ha fijado un plazo para aceptar la oferta, ella debe aceptarse dentro de ese plazo o de lo
contrario la aceptación será extemporánea. Si no se ha fijado expresamente un plazo para la
aceptación, se distingue:
La oferta verbal debe ser aceptada en el acto de ser conocida por la persona a quien se dirigiere. (Art.
97 C. Com)
La propuesta hecha por escrito deberá ser aceptada o desechada dentro de 24 horas, si la persona a
quien va dirigida residiere en el mismo lugar 5 que el proponente, o a vuelta de correo, si estuviere en
otro diverso. (Art. 98 C. Com)
Vencidos los plazos indicados, la propuesta se tendrá por no hecha, aun cuando hubiere sido
aceptada.
En caso de aceptación extemporánea, el proponente será obligado, bajo responsabilidad de daños y
perjuicios, a dar pronto aviso de su retractación. (inciso 3°, artículo 98)
Si la aceptación se da oportunamente, dentro de los plazos señalados, aunque la aceptación llegue a
conocimiento del proponente después del vencimiento del plazo, el consentimiento igualmente se
forma, porque los plazos que la ley fija no son para que el oferente tenga conocimiento de la
aceptación, sino para que la aceptación se dé.
(4) Si se trata de un contrato solemne, se requiere el cumplimiento de las solemnidades que exige la
ley

4
Responsabilidad Precontractual
5
Contrato entre presentes, significa que el oferente y el aceptante, pueden manifestar su voluntad de inmediato. Y entre
ausentes, cuando no su puede.

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Teoría General del Acto Jurídico. 2018.

En los contratos solemnes, para que se forme el consentimiento, la voluntad debe manifestarse en la
forma que señala la ley, por lo que tanto la oferta como el consentimiento deben cumplir con las
solemnidades que exige la ley.
(5) Si se trata de contrato real, se requiere, además, la entrega de la cosa objeto del contrato.
Tratándose de contratos reales, si bien con la aceptación se forma el consentimiento, no basta el sólo
consentimiento para que se perfeccione el contrato, sino que es necesaria además la entrega de la
cosa objeto del contrato.
Momento en que se forma el Consentimiento. Para saber el momento en que se forma el
consentimiento se debe distinguir si se trata de contratos entre presentes o de contratos entre ausentes.
Si el acto jurídico es entre presentes, la aceptación debe darse de inmediato, según las normas generales.
Y dada la aceptación, en ese instante se forma el consentimiento (art. 101 C. Com)
¿Qué se entiende por acto entre presentes? Atendiendo a la época en que se dictaron estas normas, son
tales los que se verifican estando el oferente y aceptante en el mismo lugar (de cuerpo presente). Pero en
un sentido menos estricto y de acuerdo a la actualidad, determina que también son actos entre presentes
aquellos en que las partes que negocian, aunque no estén físicamente en el mismo lugar y en el mismo
instante, puedan, sin embargo, comunicarse sus resoluciones de inmediato. Es decir, para los efectos de
la formación del consentimiento, basta que la emisión de la oferta pueda ser seguida de inmediato por la
aceptación, aunque medie distancia física entre las partes.
El acto será entre ausentes si hay una separación física o de distancia sin posibilidad de comunicación
oral. El art 97 C. Com es el aplicable en estos actos jurídicos.
Pero si el acto es entre ausentes, o si existe acuerdo para que la persona a quien se dirigió la oferta toma
cierto tiempo de reflexión, comunicando después su acuerdo al proponente, surge el problema de saber
en qué momento se forma el consentimiento. Es importante esta determinación para apreciar la
concurrencia de los requisitos del acto jurídico; y, por otra parte, el art 22 LER dispone: “En todo
contrato se entenderán incorporadas las leyes vigentes al tiempo de su celebración”, tiempo que para
los actos consensuales será el de la formación del acuerdo de voluntades.
Tratándose de los contratos entre ausentes, existen distintas teorías para determinar el momento en que
se forma el consentimiento:
- Teoría de la Aceptación: El consentimiento se forma en el momento en que el destinatario de la
oferta da su aceptación, aunque ésta no sea conocida por el oferente. Se objeta a esta teoría su
falta de seguridad, quedando la formación del consentimiento al arbitrio del aceptante.
- Teoría de la Expedición: El consentimiento se forma en el momento en que se envía la
declaración de aceptación, esto es, desde que el aceptante envía al oferente la comunicación en
que acepta la oferta. Esta teoría en realidad no corrige el defecto que se le critica a la anterior por
cuanto no hace desaparecer el carácter precario o la revocabilidad de la aceptación.
- Teoría de Conocimiento: El consentimiento existe sólo cuando el proponente ha recibido la
aceptación y ha tomado conocimiento real y efectivo de ella.

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Teoría General del Acto Jurídico. 2018.

- Teoría de la Recepción: El consentimiento se forma en el momento en que el oferente recibe la


comunicación de aceptación, aunque no tome conocimiento de ella.
En Chile se sigue la Teoría de la aceptación, de manera que dada la aceptación el acto queda perfecto,
aunque ella no sea conocida por el oferente. El art 99 C. Com, así lo dice: “el proponente puede
arrepentirse en el tiempo medio entre el envío de la propuesta y la aceptación”. El art 101 del mismo
cuerpo legal de igual forma al decir: “dada la contestación, (…), el contrato queda en el acto
perfeccionado”
Respecto de la regla del artículo 101 las partes pueden convenir que el contrato se estime perfecto en un
momento distinto al señalado por la ley.
También constituyen excepción al principio general los contratos reales y solemnes, que se entienden
celebrados en el momento de la entrega de la cosa y en el momento del cumplimiento de la solemnidad,
respectivamente. En materia de donación (1412 CC) se sigue la teoría del conocimiento.
Lugar en que se perfecciona el Consentimiento. El lugar en que se forma el consentimiento y, por lo
tanto, el contrato, tiene diversas consecuencias prácticas:
- Fija la competencia de los tribunales
- Determina la legislación aplicable
- En los casos en que la voluntad de las partes puede interpretarse por los usos o la costumbre, el
lugar del perfeccionamiento señala el uso o costumbre que tiene cabida.
El problema de determinar el lugar en que se forma el consentimiento surge sólo en los contratos entre
ausentes y cuando las partes nada han dispuesto.
Las mismas teorías que tratan de resolver el momento en que se perfecciona el consentimiento, reciben
aplicación en cuanto al lugar.
Para la Teoría de la Aceptación, el consentimiento se forma en el lugar en que se dio la aceptación y
para la Teoría de la Expedición, en el lugar desde el cual se envió dicha aceptación.
Tratándose de las Teorías del Conocimiento y de la Recepción, el consentimiento se forma en el lugar
del domicilio del oferente, donde éste recibe la aceptación o toma conocimiento de ella.
Nuestra legislación se inclina por la teoría de la aceptación, pues el art 104 del C. Com dispone:
“Residiendo los interesados en distintos lugares, se entenderá celebrado el contrato, para todos sus
efectos legales, en el de la residencia del que hubiere aceptado la propuesta primitiva o la propuesta
modificada”
Requisitos de la Voluntad.
1. Debe ser Seria
La voluntad debe estar enderezada a obtener un efecto jurídico, es decir, el individuo debe tener
conciencia del negocio que pretende otorgar o celebrar, de allí que no se considera seria la voluntad que
manifiesta una persona que no comprende el alcance de sus actos, ni tampoco la de quien no tiene ánimo

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de obligarse. De lo expuesto, resulta que la voluntad es seria cuando se manifiesta por una persona
capaz y con el propósito de crear un vínculo jurídico.
2. Debe Manifestarse
Para que la voluntad produzca efectos, debe exteriorizarse, o sea, darse a conocer al mundo exterior. La
voluntad, mientras permanece en su fuero interno no produce consecuencias de derecho.
La voluntad puede manifestarse en forma expresa y en forma tácita (ejemplo, art. 1241 C.C)
Es expresa cuando se formula explícitamente, vale decir, cuando la voluntad se hace perceptible
mediante signos externos que revelan inequívocamente la concertación de un negocio jurídico. Puede ser
verbal o escrita, incluso con gestos.
Es tácita cuando se formula de modo implícito, vale decir, cuando la voluntad no se expresa por medios
encaminados a exteriorizarla, pero puede deducirse, con seguridad, de un comportamiento externo,
incompatible, normalmente, con una voluntad distinta.
La voluntad tácita tiene jurídicamente igual valor que la voluntad expresa, no obstante, en aquellos casos
en que el ordenamiento jurídico exige que la voluntad se manifieste en una forma determinada no es
suficiente para generar el acto jurídico.
El Silencio y la Manifestación de Voluntad. La regla general6 es que el silencio no es manifestación de
voluntad, ni expresa ni tácita, ni positiva ni negativa, en materia jurídica no rige el adagio popular de
que “quien calla otorga”. En efecto, para el Derecho quien calla no niega ni afirma.
Voluntad Real y Voluntad Declarada. Cuando la declaración es la exteriorización fiel de la voluntad
real o interna, ninguna dificultad surge. Pero cuando hay desacuerdo entre una y otra, aparece el
problema.
La discordancia puede ser consciente o inconsciente. La consciente es conocida de las partes, pues estas
la han buscado deliberadamente, por ejemplo, en el caso de reserva mental o de la simulación. La
discordancia inconsciente es aquella de la que las partes no se dan cuenta como es el caso del error
esencial y del error sustancial
¿Cuál debe primar? En doctrina hay dos posiciones:
Teoría Subjetiva o de la Voluntad Real: Considera que la voluntad interna es el principal elemento del
acto jurídico; la declaración no es más que el medio para revelarla. Luego, la voluntad interna debe
prevalecer, porque lo que el Derecho protege es el querer del individuo. Se critica esta solución porque
atenta contra la seguridad de las relaciones jurídicas y desaparecería la buena fe.
Teoría Objetiva o de la Declaración de Voluntad: Se basa en la mayor seguridad del tráfico jurídico y la
buena fe de terceros. A su tenor, la declaración de voluntad debe primar sobre la voluntad interna en
caso de divergencia porque el querer interno de los individuos no puede considerarse por el Derecho, ya
que sólo produce efectos en la medida que haya sido declarado. Esta teoría si bien elimina los

6
Excepción a esta regla: en materia de renovación de arrendamiento. Ver otra excepción 2125 CC

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Teoría General del Acto Jurídico. 2018.

inconvenientes de la teoría volitiva, peca por el extremo opuesto: olvida el elemento interno y da
eficacia a una mera apariencia de voluntad.
El C.C, sigue la primera tesis, pues en principio prima la voluntad real, por sobre la manifestada, según
el art 1560 CC. Sin embargo, esta teoría no está tomada en todo su rigor (artículo 1707)
3. Debe estar exenta de Vicios
El elemento esencial de todo acto jurídico es la voluntad, si esta no existe o si adolece de algún vicio el
acto es susceptible de ser anulado.
Vicios de la Voluntad o del Consentimiento.
Son aquellos factores y situaciones que influyen sobre la voluntad de los sujetos de un negocio jurídico,
de forma que hacen que no haya una correspondencia entre la manifestación exterior de la voluntad y la
voluntad efectiva de los sujetos.
Los vicios del consentimiento no son de aplicación general a todos los actos jurídicos
“Los vicios de que puede adolecer el consentimiento 7, son error, fuerza y dolo” Art 1451 CC (vicios del
consentimiento aplicables en materia patrimonial)
Art 8 ley de matrimonio civil (solo error y fuerza)
El Error
Es la disconformidad entre el pensamiento y la realidad, desde punto de vista psicológico
Es la ignorancia o falso concepto que se tiene de la realidad o de una norma de derecho.8
A partir de la definición podemos distinguir entre el error de derecho, esto es, la ignorancia o falso
concepto que tenemos de una o más normas jurídicas; y el error de hecho, es decir, la ignorancia o falso
concepto que tenemos de la realidad, que puede ser un hecho, una cosa o una persona.
Efectos del Error de Derecho. Por regla general9, el error de derecho no vicia el consentimiento o la
voluntad. Por una razón de seguridad jurídica, puesto que, si se aceptara alegar el error de derecho como
vicio de la voluntad, prácticamente todo el mundo se podría excusar del cumplimiento de las
obligaciones que emanan del derecho. Ver art 8 CC
“El error sobre un punto de derecho no vicia el consentimiento” (Art. 1452 CC)
Por otro lado, el error de hecho puede clasificarse en:
1. Error Esencial

7
Algunos agregan a la lesión como vicio del consentimiento
8
Error es diferente a la ignorancia, pues en el error algo se sabe… VER N° 34 PÁRRAFO 2DO, PÁG. 62 “TEORÍA GENERAL DEL
NEGOCIO JURÍDICO”, PARA PROFUNDIZAR EN ESTA PRECISIÓN.
9
Excepción art 2297 CC

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Teoría General del Acto Jurídico. 2018.

También llamado impediente u obstativo, es el que recae sobre la especie de acto o contrato que se
ejecuta o celebra; o sobre la identidad de la cosa específica de que se trata. El art. 1453 CC, se refiere a
dos hipótesis de error esencial:
a) Error en Negocio: En tal caso la o las partes, se equivocan en cuanto al negocio que celebran,
pues este resulta ser diverso al que pensaban celebrar. “El error de hecho vicia el consentimiento
cuando recae sobre la especie de acto o contrato que se ejecuta o celebra, como si una de las
partes entendiese empréstito y la otra donación”
Aquí, más que una voluntad viciada, hay una falta de consentimiento, que no ha llegado a
formarse.
b) Error in Corpore: De la misma forma que el error en negocio, aquí, más que una voluntad
viciada, hay una falta de consentimiento, que no ha llegado a formarse. Recae “sobre la
identidad de la cosa específica de que se trata, como si en el contrato de venta el vendedor
entendiese vender cierta cosa determinada, y el comprador entendiese comprar otra”.
En cuanto a su sanción, existen opiniones diversas:
- Para algunos, la sanción es claramente la inexistencia del acto por falta de consentimiento. (Claro
Solar)
- Otros dicen que la inexistencia no está reconocida por la legislación chilena, por lo tanto, la
sanción sólo puede ser la nulidad absoluta10.
- Otros (Avelino León) afirman que la sanción es la nulidad relativa.

2. Error Sustancial
El error de hecho vicia asimismo el consentimiento cuando la sustancia o calidad esencial del objeto
sobre que versa el acto o contrato, es diversa de lo que se cree; como si por alguna de las partes se
supone que el objeto es una barra de plata, y realmente es una masa de algún otro metal semejante. (Art.
1454 inc. 1 CC)
El error sustancial puede recaer no sólo sobre la composición de la cosa u objeto, sino también sobre
cualquiera otra cualidad que es esencial del objeto.
Ahora bien, en cuanto a que se entiende por calidad esencial, existen diversas posiciones doctrinarias: 11
- Algunos estiman que para determinar la calidad esencial debe estarse a lo que entienden las
partes, aquella cualidad que para las partes fue determinante para contratar. Esta es la que siguen
los autores chilenos, de manera que definen el error sustancial como el error que versa sobre
cualquiera cualidad del objeto que mueve a las partes a contratar.
- Otros dicen que hay que estarse a lo que la generalidad de las personas entiendan, de manera que
exista un criterio objetivo y no subjetivo como el anterior.
La sanción es la nulidad relativa. Esto en virtud del art 1682 CC, pues no reserva para él otra forma de
nulidad, ya que este vicio afecta no a la existencia de la manifestación sino a su validez.
10
NO HAY DIFERENCIAS ENTRE LA NULIDAD RELATIVA Y LA ABSOLUTA EN CUANTO A SUS EFECTOS, SOLO LAS HAY EN LO
RELATIVO A QUIEN PUEDE PEDIRLA, Y OTRAS.
11
VER N° 40 “TEORÍA GENERAL DEL NEGOCIO JURÍDICO” PÁG. 71

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3. Error en la Persona
El error en la persona no vicia el consentimiento, salvo que la consideración de esa persona sea la causa
principal de la celebración del acto o contrato, esto es, tratándose de actos intuito persona. (Art 1455
CC)
La regla general12 en materia patrimonial es que este error no vicie el consentimiento, pues en los actos
patrimoniales se suelen celebrar en función de la utilidad económica que revisten, no en consideración a
la persona de la otra parte.
En el derecho de familia si vicia el consentimiento. (art 8 ley de matrimonio civil)
La sanción en la nulidad relativa.
4. Error Accidental
El error acerca de otra cualquiera calidad de la cosa no vicia el consentimiento de los que contratan, sino
cuando esa calidad es el principal motivo de una de ellas para contratar, y este motivo ha sido conocido
de la otra parte. (1454 inc 2 CC)
Este error, por regla general, no vicia el consentimiento, salvo cuando cumple con los siguientes
requisitos: a) es el principal motivo para contratar, es decir, cuando es determinante, b) y cuando lo ha
dado a conocer a la contraparte.
La sanción es la nulidad relativa.
5. Error Común
El error común es el compartido por un número considerable de personas y su efecto es validar un acto o
contrato a pesar de no estar estrictamente ajustado a derecho, fundado en la buena fe y en el interés
social. Para que el error se pueda estimar común, debe reunir ciertos requisitos:
- Debe ser compartido por todas o la mayoría de las personas en la localidad donde el acto se
celebra.
- Debe ser excusable, tener un justo motivo.
- Debe existir buena fe.
En nuestra legislación el error común no está consagrado en forma general, pero muchas disposiciones
están inspiradas por él. (artículos 704 N°4; 1576; 1013;2058)
No vicia el consentimiento.
La Fuerza
Es el conjunto de apremios físicos o morales que se ejercen sobre una persona, con la finalidad de
inducirla a prestar su voluntad para otorgar o celebrar un determinado acto jurídico. Hay dos clases de
fuerza:

12
Art 2116 CC de contratos de confianza.

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Fuerza Física. La violencia física elimina la voluntad, de allí que ella no constituye un vicio del
consentimiento, pues aquí simplemente no hay voluntad. La fuerza brutal material mata la voluntad,
haciendo nulo el negocio, al no existir un elemento esencial del acto jurídico.
Fuerza Moral. En este caso, si reúne los requisitos que exige la ley, la fuerza sí opera como vicio del
consentimiento, pues siempre va a existir libertad en el querer de la persona, quien deberá elegir entre
celebrar el acto o asumir las consecuencias de no celebrarlo, pero como la fuerza ejercida se opone con
el fin del derecho de garantizar la libertad de la persona, se considera viciada esa declaración de
voluntad.
Para que la fuerza vicie el consentimiento deben concurrir ciertos requisitos:
- Debe ser injusta o ilegitima. Es injusta la amenaza contraria a derecho, contraria a la ley, esto es,
sin ninguna base de derecho por parte de quien la emplea.
- Determinante. La fuerza, para viciar el consentimiento, debe ir encaminada a obtener
efectivamente el otorgamiento o la celebración del acto o contrato, de tal modo que si no hubiese
existido fuerza el acto o contrato no se habría otorgado o celebrado.
- Grave. La fuerza no vicia el consentimiento, sino cuando es capaz de producir una impresión
fuerte en una persona de sano juicio, tomando en cuenta su edad, sexo y condición (1456 CC).
En ese mismo artículo se establece una presunción.
Para que la fuerza vicie el consentimiento no es necesario que la ejerza aquel que es beneficiado por
ella; basta que se haya empleado la fuerza por cualquiera persona con el objeto de obtener el
consentimiento. (1457 CC)
Temor Reverencial. El temor reverencial, esto es, el solo temor de desagradar a las personas a quienes
se debe sumisión y respeto, no basta para viciar el consentimiento.
Presión por Circunstancias Externas. Estado de Necesidad. Se plantea en doctrina que ocurre
tratándose de actos realizados en estado de necesidad, esto es, con el objeto de evitar un peligro
inminente producido por circunstancias externas. La mayoría de la doctrina concluye que no el acto no
puede anularse porque el estado en que se encuentra el individuo no ha sido producido para obtener la
declaración de voluntad.
Sin embargo, existen algunas opiniones influyentes en contrario.
La Prueba de la Fuerza. Conforme a las reglas generales, corresponde probar la existencia de la fuerza
al que la alega. Para ello puede recurrirse a todos los medios de prueba admitidos por la ley.
Sanción. La fuerza, como los demás vicios del consentimiento, está sancionada con la nulidad relativa
del acto. (Art. 1682 inc. final CC)
El Dolo
“El dolo consiste en la intención positiva de inferir injuria a la persona o propiedad de otro” (Art 44 inc
final CC)

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Con todo, esta definición comprende todas las hipótesis en que interviene el dolo y no se limita al dolo
como vicio del consentimiento. Este supone que una de las partes ha utilizado artificios o maniobras
para inducir a otro a celebrar un acto jurídico. Tal es la noción de dolo como vicio de la voluntad.
El dolo tiene cabida en 3 campos del derecho civil, como vicio del consentimiento (este veremos ahora);
en la responsabilidad contractual; y en la responsabilidad extracontractual.
Clasificaciones
1. Dolo Positivo y Dolo Negativo
El dolo puede ser positivo o negativo según esté constituido por actos tendientes a inducir a la ejecución
del acto; o por silenciar circunstancias que de ser conocidas habrían determinado que el acto o no se
realizara o se realizara en condiciones distintas.
2. Dolo Principal y Dolo Incidental
Dolo principal o determinante es aquel que ha sido la razón determinante de la declaración de voluntad.
Esto es, lo que ha determinado a la parte engañada a contratar y sin el cual no habría celebrado el
contrato.
Dolo incidental es el que no induce a celebrar el acto o contrato, pero hace que éste se celebre en
distintas condiciones a las que se habría concluido, si las maniobras fraudulentas no hubieren existido.
Dolo que Vicia el Consentimiento.
En los Actos Jurídicos Bilaterales. “El dolo no vicia el consentimiento sino cuando es obra de una de las
partes, y cuando además aparece claramente que sin él no hubieran contratado.” (Art. 1458 inc. 1 CC)
Es decir, se requiere: que sea principal y que sea obra de una de las partes. La sanción es la nulidad
relativa.
De esta forma, si falta alguno de estos requisitos el dolo no vicia al consentimiento, por lo tanto, la
sanción no es la nulidad relativa, sino que la indemnización de perjuicios (1458 inc 2 CC)
En los Actos Jurídicos Unilaterales. La exigencia anterior en cuanto el dolo debe ser obra de la otra parte
no podría ocurrir tratándose de actos jurídicos unilaterales. De ahí que, en estos actos, el dolo vicio exige
solamente la condición de ser determinante.
La Prueba del Dolo. El dolo no se presume sino en los casos especialmente previstos por la ley. En los
demás debe probarse. (Art. 1459 CC)
Renuncia del Dolo. El dolo no puede renunciarse o perdonarse anticipadamente; la renuncia anticipada
del dolo adolece de objeto ilícito, no vale.
El dolo sólo puede perdonarse una vez cometido o conocido por la otra parte.
La Lesión
Hay quienes sostienen que fuera de los tres vicios que hemos vistos, existe la lesión.

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La lesión es el perjuicio que sufre una parte en razón del desequilibrio entre las prestaciones
recíprocamente estipuladas.
Evidentemente, en numerosos casos existe un desequilibrio querido entre las prestaciones y que forma
parte integrante de los elementos del acto. Tal sucede en los actos a título gratuito.
También en los actos jurídicos aleatorios, donde “(…) el equivalente consiste en una contingencia
incierta de ganancia o pérdida, (…)”, es decir, que a final de cuentas el resultado de este acto va a
beneficiar a una parte y perjudicará a otra.
No existe en estos casos, problemas respecto de este desequilibrio, y no puede hablarse propiamente de
lesión.
De este modo, se reduce ya el rol de la lesión a los actos jurídicos conmutativos, aquellos, “cuando cada
una de las partes se obliga a dar o hacer una cosa que se mira como equivalente a lo que la otra parte
debe dar o hacer a su vez”. En estos casos la equivalencia de prestaciones sí es necesaria.
La lesión no es vicio del consentimiento (opinión doctrinaria mayoritaria) en cuanto el CC no la
contempla como tal; sin embargo, muchas veces la lesión se origina a consecuencia de error, fuerza o
dolo.
Existe, no obstante, casos excepcionales en que la lesión sí vicia el consentimiento y provoca la
rescisión del acto:
- Compraventa de Bienes Raíces (Lesión Enorme). Conforme al artículo 1888, “el contrato de
compraventa podrá rescindirse por lesión enorme.”
A continuación, el artículo 1889 señala que “el vendedor sufre lesión enorme, cuando el precio
que recibe es inferior a la mitad del justo precio de la cosa que vende; y el comprador a su vez
sufre lesión enorme cuando el justo precio de la cosa que compra es inferior a la mitad del precio
que paga por ella.”

2. La Capacidad
Para que el acto jurídico sea válido es preciso, además de la voluntad de la persona, que ésta tenga la
capacidad requerida para realizar el acto de que se trata.
La capacidad es la aptitud para ser titular de derechos y poder ejercerlos por sí mismo. Se distingue
entre capacidad de goce y de ejercicio. Cabe tener presente que todas las personas tienen capacidad de
goce por el solo hecho de ser personas, pero no todas tienen capacidad de ejercicio.
Como objeto de estudio en esta ocasión, nos interesa analizar la capacidad de ejercicio. Así lo expresa el
art 1445 inc final: La capacidad legal de una persona consiste en poderse obligar por sí misma, y sin el
ministerio o la autorización de otra.
Las incapacidades de ejercicio deben estar expresamente contempladas en la ley. En cuanto a la
capacidad de ejercicio la regla general está en el art. 1446 C.C: “Toda persona es legalmente capaz,
excepto aquellas que la ley declara incapaces”
Ahora, dentro de las incapacidades de ejercicio, distinguimos entre:

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Los Incapaces Absolutos. Estos no pueden actuar nunca legalmente en la vida jurídica y deben hacerlo
siempre por intermedio de un representante. “Son absolutamente incapaces los dementes, los impúberes
y los sordos o sordomudos que no pueden darse a entender claramente. Sus actos no producen ni aun
obligaciones naturales (1470), y no admiten caución.” (Art. 1447 inc. 1 y 2 C.C)
- Los Dementes. Son absolutamente incapaces sea que estén o no en interdicción por demencia,
basta que la persona esté privada de sus facultades mentales para que sea absolutamente incapaz.
La interdicción por demencia invierte el peso de la prueba ya que no será necesario probar la
incapacidad por cuanto constituye presunción de derecho de que la persona está demente; si no
hay interdicción corresponderá probar la incapacidad a quien la alega. (Ver Art 465 CC)
- Los Impúberes. Lo importante es la edad. De acuerdo al Art. 26 del CC, impúber es el varón que
no ha cumplido 14 años y la mujer que no ha cumplido 12.
En el caso de los impúberes y los dementes, la incapacidad obedece a la carencia de voluntad.
- Los Sordos o Sordos Mudos que no pueden darse a entender claramente. La incapacidad del
sordo o sordomudo que no puede darse a entender claramente radica en su falta de medios para
expresar cabalmente su voluntad. Pero si el sordo o sordomudo puede darse a entender
claramente (ej. lenguaje de señas), no es absolutamente incapaz.
La sanción reservada a los actos celebrados por absolutamente incapaces es la nulidad absoluta (Art.
1682 CC) Falta aquí una verdadera voluntad.
Los Incapaces Relativos. Son incapaces relativos13 “los menores adultos y los disipadores que se hallen
bajo interdicción de administrar lo suyo. Pero la incapacidad de las personas a que se refiere este inciso
no es absoluta, y sus actos pueden tener valor en ciertas circunstancias y bajo ciertos respectos,
determinados por las leyes.” (Art. 1447 inc. 3 C.C)
- Los Menores Adultos. Son menores adultos los púberes menores de edad, es decir, los varones
mayores de catorce años y las mujeres mayores de doce, pero menores de dieciocho (Art. 26)
- Los Disipadores Interdictos. Se trata de aquellas personas que por el uso inmedido que hacen de
su fortuna, han sido puestas bajo interdicción de administrar por sí mismas sus bienes. Anótese
que el disipador no es relativamente incapaz, sino aquel que está interdicto.
Los actos jurídicos celebrados por un relativamente incapaz están sancionados por la nulidad relativa. La
incapacidad no afecta a la existencia del acto, sino a su validez.
Incapacidades especiales. “Además de estas incapacidades hay otras particulares que consisten en la
prohibición que la ley ha impuesto a ciertas personas para ejecutar ciertos actos.” (Art. 1447 inc. final
C.C). Ej. Art. 1796; 412 C.C.
Las sanciones de las incapacidades especiales, por regla general es la nulidad absoluta.
3. El Objeto
VER DESDE “TEORÍA GENERAL DEL NEGOCIO JURÍDICO”

13
Hasta la ley 18.802 también era incapaz relativo la mujer casada en régimen de sociedad conyugal.

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4. La Causa
La causa es requisito de existencia de los actos jurídicos; y la causa lícita de validez. En efecto, nuestro
CC exige para la existencia y validez de los actos jurídicos una causa lícita según lo dispuesto en el
artículo 1445; y agrega el inciso 1° del artículo 1467: “No puede haber obligación sin una causa real y
lícita; pero no es necesario expresarla.”
Conforme al Art. 1467 inc. 1 y 2 CC:
Se entiende por causa el motivo que induce al acto o contrato; y por causa ilícita la prohibida por ley, o
contraria a las buenas costumbres o al orden público.
Así la promesa de dar algo en pago de una deuda que no existe, carece de causa; y la promesa de dar
algo en recompensa de un crimen o de un hecho inmoral, tiene una causa ilícita.
VER N° 126 “TEORÍA GENERAL DEL NEGOCIO JURÍDICO” (DESARROLLO HISTÓRICO DEL
CONCEPTO DE LA CAUSA)
Doctrina Clásica de la Causa: Ella sostiene que la causa del contrato se encuentra en el fin perseguido
por las partes, pero distingue fin y motivos. Estos son individuales, propios a cada parte tal vez
desconocidos de la otra y distintos en cada caso. La causa, por el contrario, es siempre la misma para
cada tipo de acto jurídico. Se distingue:
- En los actos onerosos la causa de la obligación de cada una de las partes es la obligación de la
contraparte, o de un modo más general, la ventaja que se espera obtener del negocio.
- En los actos unilaterales la causa de la obligación es la entrega de la cosa, el haberla recibido.
- En los contratos gratuitos, la causa es simplemente la mera liberalidad (generosidad)
Esta doctrina, luego de ser formulada por el Código de Napoleón y sus comentaristas, recibiría fuertes
críticas en su contra
Teoría Anticausalista y Teoría Causalista
En doctrina ha sido muy discutido cual es el rol de la causa como requisito de los actos jurídicos.
La corriente que ve en la causa un elemento independiente de existencia y validez de los actos jurídicos,
se denomina Causalismo.
Anticausalismo es la corriente que niega que la causa sea un elemento necesario a la existencia y validez
de los actos jurídicos y que se trataría de un requisito falso e inútil y que basta con el objeto.
Los partidarios de la causa se esmeran en diferenciar ésta del objeto.
Para conocer la causa (fin) hay que preguntarse el porqué de la prestación, en cambio, para descubrir el
objeto hay que preguntarse en qué consiste la prestación. Y así, si debo mil pesos que me han prestado,
los mil pesos son el objeto de la obligación, y la causa, el haberlos recibido.
Requisitos de la Causa según la Legislación Chilena (Art. 1467 C.C)

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Dejando de lado las discusiones sobre la necesidad o justificación de la causa como elemento del acto
jurídico, corresponde analizar los requisitos que debe cumplir.
- Debe ser Real: Debe existir verdaderamente. Se señala que, al establecerse esta exigencia, la
causa cumple el rol de velar por la voluntad. De allí que el negocio celebrado sin causa que
motive la emisión de voluntad, no tiene existencia. Por último, conviene destacar que la
existencia de causa se presume. Ej. Art 1816 C.C
- Debe ser lícita: Basta señalar que causa ilícita es la prohibida por ley, o contraria a las buenas
costumbres o al orden público. También se presume que la causa es lícita.
Se señala que esta exigencia en relación con la causa sirve para controlar el fin del negocio
jurídico, de forma que éste no atente contra el orden público, la ley y las buenas costumbres.
Sanción de la Causa Ilícita. La nulidad producida por una causa ilícita es la nulidad absoluta (1682)
5. Solemnidades cuando la ley las exige
Las solemnidades pueden conceptualizarse como la manera predeterminada y concreta que exige la
ley, en cuanto medio de exteriorización de la declaración de voluntad.
Según se ha señalado anteriormente, una de las clasificaciones de los actos jurídicos distingue entre
negocios solemnes y no solemnes. En los actos solemnes, las solemnidades exigidas para el
perfeccionamiento de un acto o contrato, lo son para su existencia misma, es decir, para que el acto
nazca a la vida del derecho, la manifestación de voluntad debe hacerse precisa y exclusivamente en la
forma que determina de antemano la ley.
Art. 1443 parte segunda C.C: El contrato (…) es solemne cuando está sujeto a la observancia de
ciertas formalidades especiales, de manera que sin ellas no produce ningún efecto civil; (…)
Precisiones Terminológicas.
Normalmente, se utilizan las expresiones formalidad y solemnidad como sinónimas, pero
estrictamente entre ellas existe una relación de género a especie. Las formalidades son ciertas
exigencias de forma o externas, establecidas por la ley por distintas razones u objetivos. Es así como
se pueden distinguir cuatro clases de formalidades según la finalidad que tengan:
- Formalidades Habilitantes. Son los requisitos exigidos por la ley para completar la voluntad de
un incapaz, o para protegerlo. Por lo general consiste en la autorización de una persona
determinada o bien de la justicia. (para subsanar la incapacidad de una persona)
- Formalidad por Vía de Prueba. Su finalidad es de tipo probatorio, esto es, limitar los medios de
pruebas que se pueden utilizar para demostrar la existencia de un acto. (1708 y 1709)
- Formalidades por Vía de Publicidad. Tienen por finalidad proteger a los terceros que pueden
verse alcanzados por los efectos de un acto jurídico, de forma tal que, si no se cumplen las
formalidades establecidas en el caso, estos terceros pueden alegar la inoponibilidad del acto, esto
es, solicitar que no les afecten los efectos del acto jurídico. (1707)
- Solemnidades14. Su objetivo es cautelar la expresión de la voluntad misma, de modo que la única
manera de manifestarla válidamente es mediante el empleo de las formas precisas requeridas.
14
Ver artículo 1701 C.C

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Teoría General del Acto Jurídico. 2018.

Las solemnidades no se presumen, vale decir, sólo existen en virtud de un texto expreso de la
ley.
Cabe destacar, que sólo el no cumplimiento de las solemnidades afecta la existencia del acto
jurídico. Para las demás formalidades, en caso de omitirse, se establecen otras sanciones.
De lo anterior resulta que, las solemnidades cuando la ley las exige son requisitos de existencia
del acto jurídico, siendo su sanción, en caso de omisión, la nulidad absoluta (ej. 1801, 1554); por
otro lado, hay solemnidades convencionales (1802; 1921) (estas no son requisitos de existencia)

Elementos Accidentales o Modalidades del Acto Jurídico


Se definen como, aquellos que ni esencial ni naturalmente le pertenecen al acto, pero que las partes
pueden introducirlos mediante cláusulas especiales. En otras palabras, son ciertos elementos externos
que las partes incorporan a los actos jurídicos con el propósito de alterar sus efectos formales. (Art.
1444)
Características de las Modalidades: Por regla general son accidentales; son excepcionales, pues la regla
general es que los actos jurídicos sean puros y simples; y por regla general no se presumen (738; 1489).
La regla general, es que las modalidades sean elementos accidentales del acto o contrato, es decir, tienen
que ser incorporados por las partes; pero en ciertos casos son elementos naturales (Ej. Relacionar 1444 y
1489). Más extraordinario aún, en ciertos casos, el plazo o la condición, pueden ser elementos de la
esencia. (Art. 1554 Contrato de Promesa)
Las modalidades son excepcionales, pues, la regla general es que los actos sean puros y simples, esto es,
que produzcan sus efectos inmediatamente y para siempre.
Los actos patrimoniales, por regla general, son susceptibles de sujetarse a modalidades (compraventa,
arrendamiento, etc.), no sucede lo mismo en los actos de derecho de familia, porque sus efectos son
fijados por el legislador en forma expresa e imperativa, sin que las partes intervengan en ellos y sin que
les puedan modificar, pues se trata de materias de orden público.
Las modalidades clásicamente consideradas son la condición, plazo y modo.
Condición. Al relacionar el art. 1473 y 1070, emanada la siguiente definición, es un hecho futuro e
incierto, del cual depende el nacimiento (condición suspensiva) o la extinción (condición resolutoria) de
un derecho.
Plazo. Es un hecho futuro y cierto, del cual depende el ejercicio o la extinción de un derecho.
Modo. Es dejar una asignación con la obligación de aplicarla a un fin determinado.
6. La Representación15
Normalmente, en un negocio jurídico, la manifestación de voluntad es realizada por la persona en cuyo
favor se quieren producir los efectos del negocio. Sin embargo, en ciertos casos, esa manifestación de

15
Ver art. 2128

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Teoría General del Acto Jurídico. 2018.

voluntad es realizada por una persona distinta. En este supuesto, nos encontramos ante lo que
genéricamente se denomina representación.
En efecto, la manifestación de voluntad necesaria para la celebración de los actos jurídicos, puede
hacerse personalmente o por medio de un representante.
La representación es definida en el Art. 1448 C.C: Lo que una persona ejecuta a nombre de otra,
estando facultada por ella o por la ley para representarla, produce respecto del representado iguales
efectos que si hubiese contratado él mismo.
Utilidad de la Representación
- Permite celebrar o ejecutar un acto cuando hay imposibilidad para el interesado de encontrarse
en el lugar en que el acto debe celebrase o ejecutarse.
- Es la única forma en que pueden actuar los absolutamente incapaces en la vida jurídica.
- Muchas veces se emplea la representación por una sola razón de utilidad. Por ejemplo, resultaría
muy costoso trasladarse a Japón con el único efecto de celebrar un contrato; resulta más cómodo
y económico designar un representante.
Naturaleza jurídica de la representación
- Teoría de la ficción: En su virtud se reputa que el representado ha manifestado su voluntad por
mediación del representante; no siendo éste más que el vehículo de la voluntad de aquél.
Esta teoría ha sido abandonada por cuanto no logra explicar los casos de representación legal del
demente o del impúber, ya que resulta imposible admitir que el representante expresa la voluntad
de éstos, ya que la ley les da precisamente un representante porque carecen de voluntad.
- Teoría del Nuncio o Mensajero: sostiene que el representante no es más que un mensajero que
transmite más o menos mecánicamente la voluntad del representado, de manera que el acto se
celebra real y efectivamente entre éste y el tercero.
Tampoco es satisfactoria pues decir que el representante es un simple mensajero es negarle su
calidad de representante. Además, mal puede éste transmitir una voluntad que no existe, como en
el caso del demente o del impúber.
- Teoría de la Cooperación de Voluntades: La representación se explica por la cooperación de
voluntades del representante y del representado, concurriendo ambas en la formación del acto
jurídico que sólo ha de afectar a éste último.
Esta teoría ha sido repudiada por las complicaciones sin número a que da origen y porque no
explica los casos de representación legal aludidos ¿Qué cooperación de voluntades cabe entre el
demente o el impúber, que carecen de voluntad, y su representante?
- Teoría de la Representación Modalidad del Acto Jurídico: Sostiene que, desde que las
modalidades alteran los efectos normales del acto jurídico, ya sea por la voluntad de las partes o
por la ley, la representación viene a ser una modalidad del acto jurídico pues altera los efectos
normales de éste.
En principio, los actos jurídicos sólo producen efectos, esto es, derechos y obligaciones, entre las
partes, y no aprovechan ni perjudican a las personas que no contribuyeron a generarlos.
De manera que lo normal será que las consecuencias de un acto afecten a quien lo celebra, lo
cual se altera por la representación, modalidad en virtud de la cual los efectos del acto celebrado

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Teoría General del Acto Jurídico. 2018.

por una persona (el representante) se radican directa e inmediatamente en otra persona distinta
(el representado)
La voluntad que celebra el acto jurídico es la del representante, pero los efectos de éste se
producen respecto del representado.
Siendo la voluntad del representante la que concurre a la celebración del acto, a ella habrá que
estarse para determinar la capacidad y la existencia de vicios del consentimiento.
Teoría que sigue nuestro Código Civil. Nuestro C.C en virtud de lo expresado en el artículo 1448,
adhiere a la Teoría de la Representación Modalidad del Acto Jurídico
Fuentes de la Representación
- Por voluntad de las partes (convencional o voluntaria): como el caso del mandato (Art. 2116)
- La ley (Legal o forzada): Ejemplo art. 43 C.C
Requisitos de la Representación
- Declaración de voluntad del representante
- Que el representante actúe con intención de representar al representado (Contemplatio domine)
- Existencia de poder suficiente
El representante debe declarar su propia voluntad ya que es él quien contrata, es él quien ejecuta el acto
a nombre de otra persona.
El representante ha de manifestar de un modo inequívoco su intención de obrar por cuenta de otro.
Finalmente, el representante debe estar debidamente facultado, por ley o por convención, para
representar.
No hay que confundir la representación con el mandato 16 pues son distintos; mientras el mandato es un
contrato, la representación además de poder originarse en un contrato, puede ser legal y no tener su
origen en la voluntad de las partes.
Por lo demás, si bien normalmente en el mandato el mandante otorga representación al mandatario, ello
no siempre es así; la representación es un elemento de la naturaleza del contrato de mandato y las partes
pueden eliminarlo.
En efecto, de acuerdo al artículo 2151 “el mandatario puede, en el ejercicio de su cargo, contratar a su
propio nombre o al del mandante (…)”
¿Qué actos admiten representación?
Todos, incluso el matrimonio (Art. 103), salvo algunas excepciones como las designadas en los artículos
1003 y 1004.

Ineficacia e Invalidez de los Actos Jurídicos

16
Art. 2116

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Los actos jurídicos han sido concebidos como un medio para producir efectos jurídicos queridos por la o
las partes. Para que tales efectos se produzcan, la ley exige la concurrencia de ciertos elementos. Pero si
al acto le falta algunos o algunos de esos elementos, los efectos no se producirán y la voluntad no
alcanzará los efectos queridos. El derecho sanciona la falta de elementos del acto jurídico, con la
privación de efectos a la voluntad manifestada.
No obstante, hay que precisar que no siempre un acto jurídico que deja de producir sus efectos propios
le falta algunos de los elementos requeridos por la ley. Hay situaciones en que los efectos dejan de
producirse por otras razones, como la propia voluntad de las partes.
De esta forma, ineficacia comprende todos los casos en que un acto jurídico no produce los efectos
totales queridos, sea por una sanción civil (invalidez) o por la voluntad de las partes, entre otros casos.
Y un acto jurídico es inválido cuando le falta algún elemento considerado por el ordenamiento jurídico,
como necesario para la existencia o subsistencia del acto. Desde este punto de vista la invalidez es la
sanción para un acto jurídico al que le faltan elementos de la esencia o de validez.
De este modo, la invalidez es una especie de ineficacia.
Nulidad e Inexistencia de los Actos Jurídicos
En doctrina y en la práctica de ciertos derechos extranjeros, se distinguen dos especies de invalidez: la
nulidad y la inexistencia.
La inexistencia es la sanción que tienen los actos celebrados con omisión de alguno de los requisitos de
existencia.
En otras palabras, el acto es inexistente cuando se falta el consentimiento, el objeto, la causa o las
solemnidades establecidas por la ley para la existencia del acto, es decir, aquel que carece de un
elemento de la esencia. Y así, no puede haber compraventa sin precio, etc.
La Teoría de la Inexistencia fue formulada por el alemán Zachariae a principios del siglo XIX, a
propósito del matrimonio.17
Diferencias entre la inexistencia y la nulidad
- La inexistencia opera cuando se han omitido requisitos de existencia del acto jurídico, en
cambio, la nulidad, se produce cuando se han omitido requisitos de validez.
- En caso de nulidad, el acto produce todos sus efectos mientras ella no sea declara judicialmente.
En cambio, en caso de inexistencia, se entiende que el acto nunca ha nacido a la vida del derecho
y, por lo tanto, no ha producido ningún efecto.
- La nulidad es susceptible de ser saneada, por transcurso del tiempo, en cambio, la inexistencia
no.
17
Se razonó lo siguiente: no existe nulidad sin ley que la establezca. Pues no existía ley que dispusiere la nulidad del
matrimonio entre dos personas del mismo sexo, sin embargo, no podía ser válido un matrimonio de esta naturaleza.
Se distinguió así, entre actos nulos y actos inexistentes, siendo estos últimos aquellos en que se ha omitido algún requisito
de existencia del acto.
Esta teoría fue luego desarrollada por los juristas franceses y más tarde se extendió la noción de inexistencia a los actos
patrimoniales.

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- La nulidad relativa puede sanearse por ratificación de las partes; en cambio, si hay inexistencia
no hay ninguna posibilidad de ratificación porque no existe nada que ratificar. La nulidad
absoluta tampoco puede sanearse por ratificación de las partes, pero ello obedece a una razón
distinta cual es que la nulidad absoluta es una institución de orden público establecida, no interés
exclusivo de las partes, sino en el interés general.
- La nulidad relativa no puede alegarse sino por aquellos en cuyo beneficio la han establecido las
leyes o por sus herederos o cesionarios; y la nulidad absoluta puede alegarse por todo él tenga
interés, excepto por el que ha ejecutado el acto sabiendo o debiendo saber el vicio que lo
invalidaba. En cambio, la inexistencia pueden alegarla absolutamente todos, sin excepción
alguna.
- Declarada la nulidad, ella afectará únicamente a las partes que intervinieron en el contrato y a
cuyo respecto se ha declarado, en cambio, la inexistencia, una vez constatada judicialmente,
permite a todo interesado aprovecharse de ella.
- El acto nulo es susceptible de conversión; pero no el acto inexistente. (se verá esto más adelante)
La Inexistencia en el Derecho Chileno
Opinión que niega la Teoría de la Inexistencia. La generalidad de la doctrina opina que en Chile no se
reconoce la inexistencia.
- Así lo da a entender el artículo 1682 cuando dice que es nulidad absoluta “la producida por la
omisión de algún requisito o formalidad que las leyes prescriben para el valor de ciertos actos o
contratos en consideración a la naturaleza de ellos, y no a la calidad o estado de las personas
que los ejecutan o acuerdan.”, con lo cual quedan englobados todos los requisitos tanto de
validez como de existencia que no son referidos a la persona del contratante. Y por esta causa el
mismo artículo sanciona con nulidad absoluta los actos de los incapaces absolutos, actos que
carecen de un elemento esencial, cual es la voluntad.
- El Código Civil trata la nulidad y la rescisión (nulidad relativa) y les dedica un título especial, en
cambio, nada dice de la inexistencia.
Opinión que Afirma la Teoría de la Inexistencia 18. Sin embargo, existen autores que estiman que nuestra
legislación si admite la inexistencia. Son de esta opinión Don Luis Claro Solar y Don Enrique Rossel,
entre otros, para lo cual se fundan en lo siguiente:
- Si bien es cierto que el Código Civil no trata la inexistencia, ello es lógico pues resulta claro que
si un acto es inexistente no produce efectos y, por lo tanto, no existen efectos que regular; la nada
no cabe ser regulada.
- El artículo 1444 define los efectos esenciales genéricos como aquellos sin los cuales el acto no
produce efecto alguno.
- De acuerdo al artículo 1701, en caso de omitirse el instrumento público cuando la ley exige esa
solemnidad, esto es, constituye requisito de existencia, el acto se mirará como no ejecutado o
celebrado. En otras palabras, habría inexistencia.
- Lo mismo está dicho respecto de la compraventa cuando la ley exige que se celebre por escritura
pública (compraventa de bienes raíces, servidumbres, censos y del derecho real de herencia)
18
Ver además art. 1681.

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Mientras no se otorgue escritura pública, la venta no se reputará perfecta ante la ley, es decir, no
tendrá existencia. (artículo 1801)
- El artículo 1809 dispone que “Podrá asimismo dejarse el precio al arbitrio de un tercero; y si el
tercero no lo determinare, podrá hacerlo por él cualquiera otra persona en que se convinieren los
contratantes; en caso de no convenirse, no habrá venta.” En otras palabras, en caso de omitirse
un requisito de la esencia del contrato como lo es el precio, no habrá venta, ella será inexistente.
Nulidad: Concepto y Clasificación
La nulidad es una sanción civil establecida por el legislador y que consiste en el desconocimiento de los
efectos jurídicos de un acto por la omisión en él de los requisitos y formalidades prescritos por la ley.
El Art. 1681 C.C dispone: Es nulo todo acto o contrato a que falta alguno de los requisitos que la ley
prescribe para el valor del mismo acto o contrato, según su especie y la calidad o estado de las partes. La
nulidad puede ser absoluta o relativa.
La nulidad tiene el carácter de medida de protección, ya sea del orden jurídico, ya de ciertas personas
que la ley estima están en una situación de inferioridad. Por esta razón es de orden público y por lo tanto
irrenunciable (Art. 1469 CC)
Tiene además el carácter de una sanción, es decir, de una pena de índole civil; esto determina que para
aplicarla debe estar expresamente establecida por la ley, es decir, es de derecho estricto.
Ahora, del inciso 2° del artículo 1681 entendemos que la nulidad puede ser absoluta o relativa,
distinción que atiende al interés protegido por esta sanción. La distinción entre ambas especies de
nulidad no dice relación con sus efectos, pues toda nulidad judicialmente declarada tiene, en principio,
igual resultado: restituir a las partes del acto jurídico, es decir, borrar los efectos producidos por el acto
nulo (art. 1687)
Ambas se diferencian en cuanto a: 1) las causales que las producen 2) las personas que pueden invocar
la nulidad 3) la posibilidad de ratificar el acto nulo 4) la duración de la prescripción.

[LEER NULIDAD ABSOLUTA, NULIDAD RELATIVA, INOPONIBILIDAD Y


SIMULACIÓN DESDE “DERECHO CIVIL, PARTE GENERAL” CARLOS DUCCI
CLARO. PÁG. 338 HASTA 363]

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