MODELAMIENTO MATEMÁTICO APLICADO A LA TOPOGRAFÍA
SILVA, L., FRANCISCO
Instituto de Capacitación Profesional INACAP, Sede Ñuñoa
Chile
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RESUMEN
Enunciar el resultado principal a exponer en no más de 180 palabras con texto ajustado.
LÍNEA TEMÁTICA: Indicar línea/s temática/s.
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INTRODUCCIÓN
Entre 200 y 250 palabras con texto ajustado.
DESARROLLO
a. Marco Teórico: Usar citas de no más de 5 años de antigüedad.
Para guiar el proceso investigativo es necesario centrar su desarrollo en tres ejes de
fundamentales: a) la resignificación del aprendizaje, que integran las visiones
aportadas por Ausubel, Brousseau, Segura, entre otros, desde una perspectiva
matemática y; b) la didáctica de la matemática y, c) el modelamiento matemático
aplicado a la topografía, establecido desde la visión topográfica de la especialidad.
Comenzaremos estableciendo que, para entender el proceso de formación
topográfica, la significación de los aprendizajes teóricos y prácticos de la topografía
deberán fundamentarse a través de su uso contextualizados a la realidad que viven a
diario los estudiantes en formación, permitiendo afianzar un significado
contextualizado y practico a partir de la observación, planteamiento, modelación y
solución de la situación acontecida. Con esto se logra establecer que el aprendizaje
se da por un cambio de significado de la experiencia que posee el estudiante, la cual
ocurre cuando una nueva información "se conecta" con un concepto relevante
(denominado "subsunsor") pre existente en la estructura cognitiva [del mismo]”
(p.2), por ende, este dependerá “de la estructura cognitiva previa que se relaciona
con la nueva información” (Ausubel, 1983, p.2)
Ausubel establece que la estructura cognitiva del estudiante tiende a organizarse en
consecuencia al grado de significancia que van adquiriendo los distintos
aprendizajes, en la medida que las estrategias que lo generan permitan un cambio en
los esquemas iniciales, logrando la introducción de nuevos aprendizajes y forma de
relacionamiento entre ellos.
Es sobre esta línea que la didáctica de la matemática, entendida como el canal de
desarrollo del proceso de significación, permite crear y concebir las condiciones que
puedan lograr determinar el aprendizaje de un conocimiento matemático
significativo por parte del estudiante, a través de que este logre conocer el origen
del problema, le otorgue un sentido práctico a la(s) posible(s) solución(es), lo
motive a mejorar el planteamiento inicial y logre emplear los conceptos adquiridos
anteriormente, permitiendo que los aprendizajes matemáticos utilizados tengan un
significado profundo y que la enseñanza de estos en el aula sea significativa en él
mediante el proceso de modelación matemática aplicada al contexto real que
observa el estudiante.
Por lo tanto, esta didáctica deberá generar una relación indisoluble entre el que
enseña y el que aprende, entendiéndolo como un proceso continuo entre aquellas
actividades de enseñanza que propicien el aprendizaje por parte del estudiante. Para
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lograr lo anterior, el rol del docente es fundamental, ya que
este debe lograr “producir una recontextualización y una repersonalización de los
conocimientos” (Brousseau, 2015, p.4) en el estudiante, donde este último debe ser
protagonista del proceso formativo, reconociendo en aquel que existen
oportunidades diferentes de utilizar y aplicar los conocimientos adquiridos en el
aula, en función de las condiciones del entorno educacional en el cual se encuentra
inserto.
Para que el estudiante logre otorgarle un sentido práctico al conocimiento
matemático y posteriormente a la modelación de la situación observada, es
necesario que la instancia didáctica logre tomar aspectos relevantes del entorno
sobre el cual se produce el proceso de enseñanza-aprendizaje, considerando las
distintas variables que intervienen en la problemática (condiciones sociales,
morfológicas, ambientales, entre otras), para ello, basar el proceso de aprendizaje
del estudiante en los conceptos fundamentales de la socioespistemología de la
matemática educativa, permite otorgar la llave de entrada sobre la cual se logra
entregar un sentido práctico al conocimiento a través de la puesta en uso del mismo,
mediante la contextualización de la situación observada dentro del entorno que la
envuelve.
Esta transformación cultural del conocimiento supone un proceso complejo de
significancia del mismo, llevando la enseñanza de la matemática a situaciones
específicas del entorno social y cultural del estudiante, proponiendo la adecuación
de la forma en que los conceptos son abordados por ellos que permita considerar
“…a la matemática como parte esencial de la cultura” (Segura, 2016, p.18) y, por
ende, la contextualización de los saberes, debe suponer para los docentes, un trabajo
de significación con el entorno cercano del estudiante.
Es así como la socioespistemología de la matemática educativa es capaz de dar
significancia a los conceptos matemáticos a través del uso cultural-situado de esta,
permitiendo que “…los estudiantes…disfruten y participen de la cultura matemática
enraizada en sus propias vidas” (Cantoral, Reyes-Gasperini, Montiel, 2014, p.93).
Si combinamos el proceso de enseñanza de la matemática con su puesta en uso, a
través de la práctica topográfica y la modelación matemática del mismo, se logra la
resignifcación de los conocimientos, surgida desde la construcción del o los
modelos matemáticos que permitirán dar sentido práctico y real a la situación
topográfica en la que se enfrenta el estudiante, en base a “la problematización del
saber matemático” (Montiel, Buendia, 2012, p.2). Esta problematización, o como la
denominaremos de aquí en adelante “modelamiento de la problemática
topográfica”, hace que el estudiante entre en un círculo de búsqueda constante hacia
una solución, y su posterior comprobación, tomando como herramientas su propio
conocimiento de las matemáticas y las prácticas inherentes a su desarrollo
profesional, logrando dotar de significado su propio saber, transformándolo en un
saber funcional, afín a su preparación académica, a través de un proceso de acción y
significado del contexto topográfico observado.
En relación con lo anterior y, bajo la perspectiva de Camacho, se puede establecer
que la topografía, mirada como práctica de referencia, y la modelación de la misma
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través de las herramientas geométricas, trigonométricas y
algebraicas, como prácticas sociales asociadas al entorno sobre el cual se
desenvuelve la problemática, permiten al estudiante dotar de nuevas herramientas
matemáticas involucradas en el proceso de “contextualización del saber
matemático”, a través de la particularidad de “asociar los aprendizajes matemáticos
(como por ejemplo los geométricos y trigonométricos) a una técnica que le sirve de
objeto para modelar la realidad inmediata mediante diferentes prácticas, como son
los levantamientos topográficos, nivelaciones, observaciones astronómicas, etc”
(Camacho, 2013, p.124), logrando que esta práctica social genere, a partir de la
“acción”, la construcción de un nuevo conocimiento matemático práctico,
denominado resignificación, sostenido en el tiempo y dotado de un nuevo
aprendizaje, que permita que el estudiante pueda utilizarlo, desintengrarlo,
reformularlo y aplicarlo nuevamente en un contexto distinto al original, llevándolo
así a comenzar un nuevo ciclo de resignificación del conocimiento transformado en
aprendizaje significativo.
De acuerdo con lo anterior cabe preguntarnos ¿cómo el modelamiento matemático,
enfocado en la disciplina topográfica, permite dotar de significado al aprendizaje de
los estudiantes? Debemos entender que en el mundo actual el modelamiento
matemático esta presente en los distintos quehaceres de la sociedad, en el desarrollo
biológico, informático, constructivo (mediante la metodología BIM) y porque no en
lo topográfico, mediante el acelerado uso de nuevas tecnologías (sistemas
geodésicos de posicionamiento global, captura de datos por percepción remota,
etc.), por lo cual modelar matemáticamente estas situaciones permite conectar el
mundo real con el conocimiento puramente teórico que adquieren durante el
proceso de formación, muchas veces apoyados en estas tecnologías.
Siendo específicos la modelación de un contexto topográfico debe basarse en el
establecimiento de un conjunto de relaciones que permitan “representar y estudiar
de forma simple y comprensible una porción de la realidad empírica” (Pascuas,
2008), mediante la concretización de una representación de la realidad, mediante la
definición de un problema, de manera simple, en términos matemático. Esta
representación conceptual de un fenómeno topográfico comienza con el análisis de
su naturaleza, el desarrollo de una situación base (hipótesis o supuesto), que permita
una mejor comprensión de este, de manera que lo que se quiere representar esté
totalmente representado, logrando que este sea lo bastante sencillo como para poder
ser manipulado y estudiado.
En topografía la modelación matemática basa su expresión mediante la utilización
de de la teoría matemática proveniente de la geometría y la trigonometría como ejes
fundamentales de su desarrollo, en declaraciones y axiomas propios del algebra
lineal, y las relaciones y proposiciones propias del cálculo infinitesimal, las cuales
en su conjunto permiten definir las variables, parámetros y relaciones que pueden
existir entre las distintas entidades y las operaciones que las relacionan, de forma tal
de poder estudiar sus comportamientos dentro del sistemas complejos que presenta
el análisis topográfico de las situaciones a las que se expone el estudiante y que
comúnmente son difíciles de observar en la realidad.
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Por ende, se puede decir que el modelamiento matemático aplicado a la topografía
es una traducción de la realidad morfológica observable sobre la cual se podrán
aplicar las teorías matemáticas que permitan estudiar el comportamiento del
territorio, cimentando el camino sobre el cual los resultados numéricos permitirán
analizar y concluir respecto de la realidad física estudiada.
Finalmente, la creación de modelos matemáticos, basado en la teórica
Socioespistemológica de la matemática educativa y en el proceso de resignificación
de los aprendizajes matemáticos y topográficos, permitirán ofrecer al estudiante un
conjunto de herramientas que ofrece que lo llevaran a obtener una solución a un
determinado problema topográfico, considerando los múltiples factores que ofrece
el estudio del contexto de la vida real, volviéndose imprescindible tener claridad de
que es imposible considerarlos todos, y que el modelo matemático no siempre será
la solución al contexto general, sino el conjunto de ellos, podrá permitir al
estudiante igualmente encontrar la solución que de buenos resultados en la vida real.
b. Materiales y métodos: Si es un estudio que implica análisis de información, indicar
población, muestra y prueba estadística. Si no procede lo anterior en relación con su
exposición desarrollar acá el tema a tratar.
REFLEXIONES Y CONCLUSIONES
Enumere las conclusiones emanadas de su estudio, ideas de investigaciones futuras y
propuestas de mejora.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
En orden alfabético con formato A.P.A. actualizado.