IGLESIA ORTODOXA
BIELORRUSA ESLAVA
IGLESIA CATÓLICA APOSTÓLICA ORTODOXA DEL RITO BIZANTINO
AMERICAN ORTHODOX
CATHOLIC CHURCH
DIVINA LITURGIA SEGÚN EL RITO DE LA IGLESIA SIRIANA
ORTODOXA DE ANTIOQUÍA
Aprobada por S.S. Patriarca Mar Ignatius Yacoub III en su traducción del
arameo/inglés/castellano en 1971
PRESENTACIÓN
En 1967 el Arzobispo de New Jersey Athanasius Yeshue Samuel (+Abril
1995), considerando que si bien el arameo era la lengua oficial de la Iglesia,
ella siempre había alentado las traducciones de la liturgia a las lenguas
locales de los lugares donde se difundía, para estimular la plena participación
de la asamblea, y que los sirianos ortodoxos de América, siendo segunda o
tercera generación de ciudadanos americanos, no conocían el arameo,
presentó una traducción al inglés de la Liturgia Sacra de Santiago el Apóstol,
según el rito de la Iglesia Siriana Ortodoxa de Antioquía. Traducida desde los
originales en Arameo.
En 1971 con la aprobación de Su Santidad el Patriarca Mar Ignatius
Yacoub III (+Julio 1980), se tradujo y publicó la liturgia en castellano a partir
de la versión en inglés, la cual presentamos aquí.
Hacemos votos para que esta presentación ayude a comprender
profundamente la riqueza de esta Liturgia.
SANTA Y DIVINA LITURGIA SEGÚN EL RITO DE LA IGLESIA SIRIANA
ORTODOXA DE ANTIOQUÍA
1- RITOS DE ENTRADA
Se abre la cortina. Los fieles se ponen de pie
RESPONSORIO DE MAR SEVERIUS
Sacerdote: María que té dio a luz, y Juan que te bautizó
intercedan por nosotros antes Ti. Ten misericordia
de nosotros.
Fieles: Por las oraciones de tu Madre que te dio a luz y
de todos tus Santos: Yo te escoltaré, oh Rey, mi
Señor, el Hijo Ungénito, la Palabra del Padre
Celestial, que eres eterno en tu naturaleza quien
por la Gracia del Padre, vino para dar vida y
salvación a toda la humanidad, y tomó cuerpo de
la Bienaventurada y gloriosa Virgen Pura, Madre
de Dios, María. Él Mismo se hizo hombre
permaneciendo Dios y fue crucificado por
nosotros.
Oh Cristo, Señor nuestro quien por tu muerte
aniquilaste nuestra muerte y la destruiste, quien
eres una de las personas de la Santísima Trinidad
y eres adorado y glorificado en la unidad de Tu
Padre y de Tu Espíritu Santo vivificador; Ten
piedad de nosotros.
TRISAGIO
Sacerdote: Santo Eres Tú. Oh Dios.
Fieles: Santo Eres Tú, oh Todopoderoso, Santo Eres Tú, oh
Inmortal que fuiste crucificado (+) por nosotros, ten piedad
de nosotros.
Sacerdote: Santo Eres Tú. Oh Dios.
Fieles: Santo Eres Tú, Todopoderoso, Santo Eres
Tú, oh Inmortal que fuiste crucificado (+) por
nosotros, ten piedad de nosotros.
Sacerdote: Santo Eres Tú. Oh Dios.
Fieles: Santo Eres Tú, Todopoderoso, Santo Eres
Tú, oh Inmortal que fuiste crucificado (+) por
nosotros, ten piedad de nosotros.
Sacerdote y Fieles: Kyrie Eleison, Kyrie Eleison,
Kyrie Eleison.
LITURGIA DE LA PALABRA
EPISTOLA
Fieles: Yo oí a Pablo el Apóstol bendito decir, Si alguno
viniere a vosotros predicando lo contrario de lo que yo os
he enseñado, sea excomulgado por la Iglesia aunque fuera
un Ángel del cielo. He aquí que surgirán distintas doctrinas
por doquier. Bienaventurado aquél que perseverarse en la
doctrina de Dios.
Diácono: Lectura de...
Fieles: Alabado sea el Señor del Apóstol y sus bendiciones
desciendan sobre nosotros para siempre.
El diácono lee la sección del día
Culminada la lectura
Diácono: Es palabra de Dios.
EVANGELIO
Fieles: Aleluya, aleluya, aleluya. Ofrecedle sacrificios de
alabanza, presentadle ofrendas inmaculadas, y penetrando
los atrios del Señor adoradle ante Su Santo Altar, aleluya.
Diácono: Con calma, reverencia y modestia, prestamos
atención y oigamos la buena nueva de las palabras Vivas
del Santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo.
Diácono: Haznos Dignos, oh Señor.
Sacerdote: La Paz sea con vosotros.
Diácono: y con Tu Espíritu.
Sacerdote: Lectura del Santo Evangelio según...
Fieles: Escuchémoslo.
El Celebrante lee la sección del día
Fieles: Celébrese una continua e ininterrumpida
conmemoración de los profetas y apóstoles que predicaron
el Evangelio entre los gentiles, de los Justos y Santos
gloriosamente triunfantes que recibieron la corona del
martirio; de los mártires y confesores que soportaron
torturas y aflicciones; de la Madre de Dios y de los Santos y
de los fieles difuntos.
PROEMIO
Sacerdote: Bendita sea la ofrenda deseada, y glorioso sea
el dulce Fruto, que fue sacrificado por nosotros, y que nos
ha redimido y santificado por medio de su Sacrificio
Redentor. Alabado sea el Cordero nacido de la Oveja
Virgen, quien aceptó la Cruz por nuestra salvación y nos
liberó de los sacrificios de animales mudos. Él es digno de
Gloria, Honor y Alabanza, ahora que celebramos la Divina
Eucaristía y en todas las festividades, tiempos, horas,
estaciones y en todos los días de nuestra vida. Amén.
Diácono: Ante el Señor Misericordioso y ante su Altar de
reconciliación y ante estos Santos y Divinos Misterios, se
ofrece incienso mediante las manos de este reverendo
ministro.
Oremos e imploremos al Señor Gracia y Misericordia.
Fieles: Señor Bondadoso, ten Piedad de Nosotros y
ayúdanos.
ORACIÓN IMPETRANDO EL PERDÓN Y LA GRACIA
Sacerdote: Oh tú, El que absuelve, Purifica y otorga el
Perdón, que borras nuestras faltas y las olvidas, lava, oh
Señor Dios, por tu tierna misericordia mis grandes y
muchos pecados y los pecados de todo tu pueblo fiel. Oh
Tú, Bueno y Magnánimo, ten Piedad de nosotros. Oh Señor
Dios, en tu misericordia recuérdanos y recuerda las almas
de nuestros padres, de nuestros hermanos, de nuestros
mayores, de nuestros maestros y de los nuestros que ya
partieron y de todos tus fieles difuntos, hijos de Tu Iglesia
Santa y Gloriosa.
Oh Señor, concede descanso a sus almas, espíritus y
cuerpos y derrama el rocío de tu Gracia y misericordia
sobre sus huesos. Oh Cristo Rey, nuestro Señor de la
gloria, Señor y Maestro nuestro, se tú para ellos y para
nosotros, la absolución y el que absuelve. Oh mi Señor,
óyenos, ayúdanos, sálvanos y acepta nuestras oraciones y
súplicas. Oh Dios, por tu piedad borra todo castigo amargo,
prohíbe y aparta de nosotros las varas de la ira. Haznos
dignos de ese fin bendito que aguarda a los hombres
pacíficos. De tu abundancia danos libremente la plenitud de
la vida que corresponde a un Cristiano digno, agradable y
aceptable a Tu Autoridad divina. Haznos todos merecedores
de un fin bueno y Santo. Ofrecemos a Ti alabanzas y acción
de gracias, ahora y en todo momento, por siempre.
Fieles: Amén.
SE D R O
Sacerdote: Oh Señor, Dios Todopoderoso, que recibes
sacrificios de alabanza de aquellos que acuden a
Ti de todo corazón, acepta este incienso de las
manos de tus siervos y pecadores y atráenos
junto a Tu Santo Altar y haznos dignos de
entregarte ofrendas espirituales y sacrificios por
nuestros pecados y por las ofensas de tu Pueblo.
Haz que seamos dignos de convertirnos en
ofrenda aceptable para Tí. Que tú espíritu
benéfico descienda sobre nosotros y sobre estas
ofrendas colocadas ante nosotros, y sobre todo tu
pueblo fiel por la intercesión de nuestro Señor
Jesucristo, con quien damos a Ti y a tu Espíritu
Santo, Gloria, Honor y poder, ahora y por siempre
jamás.
Fieles: Amén. Que el Señor acepte tu oblación y nos ayude
por tus oraciones.
Sacerdote: La Paz sea con todos vosotros.
Fieles: Y con tu espíritu.
Sacerdote: (+) De Dios recibamos el perdón de las ofensas
y la cesación de los pecados en el más acá y el
más allá por siempre.
Fieles: Amén.
BENDICIÓN DE LAS CADENAS DEL
INCENSARIO
Sacerdote: Yo siervo débil y pecador, elevo mi voz para
clamar.
Santo es el Padre Santo (+)
Fieles: Amén
Sacerdote: Santo es el Hijo Santo (+)
Fieles: Amén.
Sacerdote: Santo es el Espíritu Santo (+) vivificador, que
santifica el incensario de su siervo inicuo. Tu que
perdonas y eres misericordioso con nuestras
almas y con las almas de nuestros padres,
hermanos, instructores, maestros y fieles difuntos
y de todos los fieles difuntos en general en el más
acá y el más allá. Amén.
CREDO
Diácono: Permanezcamos firmes de pie
y respondamos; orando.
Sacerdote Diáconos y Fieles:
Creemos en un solo Dios Padre Todopoderoso.
Creador del Cielo y Tierra, de todo lo visible e
invisible. Y en un Solo Señor Jesucristo, Hijo único
de Dios, Nacido del Padre antes de todos los Siglos;
Dios Verdadero, de Dios verdadero, Luz
de Luz, Engendrado y no Creado. De la misma
naturaleza con Su Padre, por quien todo fue hecho,
que por los hombres y por nuestra salvación bajó del
cielo, y por Obra del Espíritu Santo se encarnó de
María Virgen, Madre de Dios. Y se hizo hombre, y
por nuestra causa fue crucificado, en tiempos de
Poncio Pilato.
Padeció y murió y fue sepultado, y resucitó al tercer
día según su Voluntad. Y subió al cielo y está
sentado a la derecha del Padre, y de nuevo Él
vendrá con gran Gloria. Para juzgar a Vivos y
Muertos y su Reino no tendrá fin.
Y Creemos en el Espíritu Santo, Señor y dador de
Vida que procede del Padre; que con el Padre y el
Hijo, recibe una misma adoración y Gloria y que
habló por los Profetas y los Apóstoles.
Y en la Iglesia, que es Una, Santa, Católica y
Apostólica. Reconocemos un solo Bautismo para el
perdón de los pecados. Esperamos la resurrección
de los muertos. Y la vida nueva del mundo futuro,
Amén.
El celebrante se lava las manos
Diácono: Stomen Kalos
Fieles: Kyrie Eleison
LITURGIA EUCARÍSTICA
Anáfora. La Liturgia sacra del Apóstol Santiago, el
primer obispo de Jerusalén
ORACIÓN DEL SALUDO DE LA PAZ
Sacerdote: Oh Dios y Señor de todos, considéranos a
nosotros, aunque indignos, merecedores de salvación para
que libres de toda culpa y unidos por el lazo de la caridad
nos saludemos mutuamente con el beso santo y divino de
la paz. Haz que ofrezcamos gloria y gracias a Ti y a Tu
Unigénito Hijo y a Tu Espíritu Santo, Santísimo, bondadoso,
adorable y vivificador, consubstancial contigo, ahora y por
siempre y por los siglos de los siglos.
Fieles: Amén. Barejmor.
Sacerdote: La Paz sea con todos vosotros.
Fieles: Y con tu Espíritu.
Diácono: Démonos mutuamente la paz en un ósculo santo
y sacro en el amor de nuestro Dios y Señor.
Fieles: Oh Señor y Dios nuestro, haznos dignos de tu Paz.
Se da el saludo de la Paz
Diácono: Y luego de haber recibido la paz santa y divina,
inclinemos nuestras cabezas ante el Señor Misericordioso.
Fieles: Ante Ti, Señor y Dios nuestro.
Sacerdote: Oh Tu, único Señor misericordioso quien a
pesar de morar en las alturas contemplas las cosas más
humildes, envía tus bendiciones a los que han doblegado
sus cabezas ante Ti, y bendícenos por la gracia y los dones
de Tu Ungénito Hijo por quien y con quien Tu eres digno de
gloria y honor y autoridad en unión con el Espíritu Santo,
Santísimo, bondadoso, adorable y vivificador,
consubstancial contigo, ahora y por siempre y por los siglos
de los siglos.
Fieles: Amén.
Sacerdote: Oh Dios Padre, quién por tu amor
inconmensurable e indescriptible hacia la humanidad
enviaste a tu Hijo al mundo para rescatar las ovejas
perdidas del rebaño, no rechaces Tú, mi Señor, este
sacrificio incruento, pues contamos no con nuestra propia
santidad sino con tu misericordia.
Sacerdote: Y concede que este Sacramento instituido para
nuestra salvación no sea motivo para nosotros de
condenación sino que por él recibamos la remisión de
nuestros pecados y te alabemos dignamente y te demos
gracias a ti y a Tu Ungénito Hijo y a tu Espíritu Santo,
Santísimo, bondadoso, adorable y vivificador, consustancial
contigo, ahora y por siempre y por los siglos de los siglos.
Fieles: Amén.
Diácono: Permanezcamos firmes de pie, con temor, con
modestia, con pureza, con santidad; permanezcamos
hermanos míos en el amor y en la verdadera fe.
Contemplemos con temor de Dios esta Sagrada Eucaristía
colocada ante nosotros por las manos del reverendo
sacerdote. Pues él ofrece a Dios Padre este sacrificio vivo
por nosotros, en unidad y en la paz.
Fieles: Misericordia, paz, sacrificio y acción de gracias.
Sacerdote: El amor de Dios Padre (+) y la gracia del Hijo
Ungénito (+), y el acompañamiento, y el descenso del
Espíritu Santo (+) permanezcan con todos vosotros,
hermanos míos, por siempre.
Diácono: Amén, y con el espíritu.
Fieles: Es justo y equitativo que demos gracias.
SANTO
Sacerdote: Aquel a quién los cielos alaban con todas las
huestes corpóreas, el sol, la luna y todas las estrellas, la
tierra, los mares y los primogénitos cuyos nombres están
escritos en la Jerusalen celestial, ángeles y arcángeles,
principados, potestades, tronos, dominaciones, virtudes
celestiales, querubines con múltiples ojos y serafines de
seis alas quienes cubriéndose los rostros y los pies, vuelan
los unos hacia los otros proclamando, cantando en alta voz.
Fieles: Santo, Santo, Santo Señor Dios Todopoderoso, el
Cielo y la Tierra están plenos de tu gloria. Hosanna en las
alturas. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna
en las alturas.
CONSAGRACIÓN
SACERDOTE:
Cuando él, el Inocente, de su propia voluntad, se
preparó para aceptar la muerte por nosotros
pecadores.
Él tomo pan en sus venerables manos, y habiendo
dado gracias,
Él lo bendijo (+) (+)
lo consagro (+)
lo partió
Se eleva el cordero. Se lo parte en cuatro, y se coloca en el
disco en forma de Cruz
y lo dio a sus apóstoles, diciendo:
Tomad y comed. Este es mi cuerpo, que se fracciona
por vosotros y por muchos, y que es entregado para
la remisión de los pecados y para la vida eterna.
Fieles: Amén
Sacerdote:
Así mismo Él tomó el Cáliz y habiendo dado gracias,
Se eleva el Cáliz
Él lo bendijo (+) (+)
lo consagró (+)
y lo dio a sus santos apóstoles, diciendo:
Tomad, bebed de él, todos vosotros.
Esta es mi sangre, derramada por vosotros y por
muchos y que es entregada por la remisión de los
pecados y por la vida eterna.
Fieles: Amén.
Sacerdote: Haced esto en memoria mía tantas veces como
participéis de este Sacramento, conmemorando mi muerte y mi
resurrección hasta que vuelva.
Fieles: Conmemoramos tu muerte, Señor, confesamos tu
resurrección y aguardamos tu segunda venida. Que tu misericordia
Sacerdote: Conmemorando, por lo tanto, Señor, Tu muerte y tu
resurrección al tercer día, Tu ascensión al cielo y tu segunda
venida en la que tu juzgarás al mundo con justicia y recompensarás
a cada hombre según sus obras, ofrecemos nosotros este sacrifico
incruento rogándote no obres con nosotros según nuestras deudas,
Señor, ni nos pagues según nuestras iniquidades, sino que de
acuerdo a tu abundante misericordia borres los pecados de tus
siervos, pues tu grey y tu heredad claman a Ti y por Ti al Padre,
diciendo:
Fieles: Ten piedad de nosotros, Dios Padre Omnipotente. Señor
Dios, te glorificamos, te bendecimos, te adoramos e
imploramos a Ti Misericordia. Ten Piedad de nosotros.
INVOCACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO
Diácono: Barejmor. Que hora tremenda es ésta y que momentos
terribles, amados míos, en los que el Espíritu Santo, en raudo vuelo
desde lo alto del cielo desciende y se cobija y descansa sobre esta
Eucaristía aquí presente y la santifica. Tranquilos y con temor
reverencial estabais vosotros de pie orando. Rogad para que la paz
permanezca con nosotros y todos gocemos del sosiego.
Fieles: que la paz esté con nosotros y que la tranquilidad nos
acompañe.
Sacerdote: Óyeme, Señor, óyeme, Señor, óyeme Señor y ten
piedad de mi.
Fieles: Kyrie Eleison, Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.
El siguiente pasaje, a cada persignación le acompaña un solo tañido de una
campana
Sacerdote: Que Él (el Espíritu Santo) que mora aquí, haga de este
pan el Pan de vida (+) y el Verdadero Cuerpo (+) de Nuestro Dios y
Salvador Jesucristo.
Fieles: Amén.
Sacerdote: Y perfeccione este Cáliz convirtiéndolo en la Sangre (+)
de la Nueva Alianza, la Sangre Redentora (+) y la Verdadera
Sangre (+) de nuestro Dios y Salvador Jesucristo.
Fieles: Amén.
DÍPTICOS
CANON DE LOS PADRES DE LA VIDA
Sacerdote: Te rogamos Señor, que éstos (Misterios Divinos)
santifiquen las almas y los cuerpos de todos los que participan de
él; que brinden frutos de buenas obras; que se establezcan tu
Santa Iglesia con firmeza la cual está sólidamente fundada sobre la
roca de la fe y es invencible contra las puertas del infierno.
Líbrala Señor, de todos los escándalos heréticos hasta el
final de los siglos para que ofrezca gloria y acción de gracias a Ti y
a Tu Hijo Unigénito y a Tú Espíritu Santo, Santísimo, bondadoso,
adorable y vivificador, consubstancial contigo, ahora y por siempre
y por los siglos de los siglos.
Fieles: Amén.
Diácono: Barejmor.
Oremos y roguemos a Nuestro Señor y Dios en este
momento grandioso, tremendo y santo, por los Padres y
Gobernantes, conductores nuestros en este día y en esta
vida presente, quienes cuidan y gobiernan las Iglesias
Santas de Dios en los cuatro ángulos del universo,
nuestros venerables y bendísimos patriarcas:
El Patriarca de Antioquia (…)
El Patriarca de Alejandría (…)
El Patriarca de Jerusalén (…)
El Patriarca de Constantinopla (…)
El Papa de Roma (…)
El Patriarca de todas las Rusias Tikhon Bellavin.
Nuestro Pro-Patriarca de las Américas y Eurasia de la Iglesia
Ortodoxa Bielorrusa Eslava (…)
Diácono: Que Dios los confirme con los demás obispos Ortodoxos.
Que sus oraciones sean una fortaleza de refugio para nosotros.
Roguemos al Señor.
Fieles: Kyrie Eleison
En ese momento, se acostumbraba intercalar los siguientes
cánones:
v CANON DE LOS VIVOS.
v CANON DE LOS REYES
v CANON DE LOS SANTOS
v CANON DE LOS DOCTORES DE LA IGLESIA
CANON DE LOS DIFUNTOS
Sacerdote: Confirma en nuestras almas, Señor, las
doctrinas y las confesiones de los Sabios y Maestros que
llevaron tu Santo nombre ante los gentiles y los reyes y los
hijos de Israel. Extirpa las herejías que nos perturban y
haznos dignos de comparecer ante tu Tremendo Tribunal de
Justicia, libre de culpa. Pues Tú, Señor, eres el que
perfecciona a los Santos, y a Ti ofrecemos gloria y alabanza
y a Tu Hijo Unigénito (Único) y Tu Espíritu Santo,
Santísimo, bondadoso, adorable y vivificador,
consubstancial contigo, ahora y por siempre y por los siglos
de los siglos.
Fieles: Amén.
Diácono: Barejmor.
Diácono: Una vez más conmemoramos a todos los fieles
que han partido de este Santuario y de este Templo y de
este lugar y de todas partes; los que se han dormido en la
Fe Verdadera y descansan y han llegado a Ti, Señor Dios
de todos los espíritus y de todos los mortales. Oremos y
roguemos a Cristo nuestro Dios, que ha recibido sus almas
y espíritus para Sí, que en Su inmensa misericordia Él los
considere dignos de la remisión de sus faltas y del perdón
de sus pecados; que Él nos lleve a nosotros y a ellos a Su
Reino Celestial. Juntos clamemos tres veces:
Fieles: Kyrie Eleison, Kryrie Eleison, Kyrie Eleison.
Sacerdote: Oh Señor Dios, Señor de espíritus y de toda
carne, recuerda a todos los que nos han
abandonado profesando la Fe Verdadera. Concede
descanso a sus almas y cuerpos y espíritus y
líbralos de la condenación eterna y haz que se
regocijen en el esplendor de Tu Rostro. Borra sus
ofensas y no los juzguéis, pues en Tu presencia
nadie es santísimo con excepción de Tu Hijo
Unigénito por quien esperamos alcanzar
misericordia y el perdón de los pecados para
nosotros y para los fieles difuntos.
Fieles: Señor, absuelve, perdona, purifícanos a nosotros y a
ellos (nuestros difuntos) de los pecados
cometidos ante Ti, voluntaria o involuntariamente,
deliberada o indeliberadamente.
El Sacerdote hace memoria de los difuntos que desee –
Puede autorizar a los Fieles a que pronuncien en voz
alta o en silencio a sus seres queridos que han
fallecido
Sacerdote: Guárdanos, Oh Señor, sin pecado hasta el fin
de nuestra vida, y recógenos a los pies de tus
elegidos cuando te plazca y donde te plazca;
hazlo sin que nos avergoncemos a causa de
nuestras faltas, y que en esto y en todas las
cosas Tu nombre por siempre alabado y
bendito sea glorificado y engrandecido en unión
con el nombre de Nuestro Señor Jesucristo y
de Tu Espíritu Santo, Santísimo, Bondadoso,
Adorable, y Vivificador, Consubstancial contigo,
ahora y por siempre y por los siglos de los
siglos. Amén.
Pueblo: Como era en el principio es ahora y siempre y por
los siglos de los siglos. Amén.
Los fieles se ponen de pie
Sacerdote: La Paz sea con todos Vosotros.
Fieles: Y con tu espíritu.
Sacerdote: Que la Misericordia de Dios Padre (+) y de
nuestro salvador Jesucristo (+) esté con todos vosotros, (+)
para siempre.
Se cierra la cortina, mientras el pueblo
entona un himno
LETANÍA DE LAS SUPLICAS
Diácono: Señor Dios, que te plazca la recuperación total de
los enfermos, el descanso de los afligidos,
la liberación de los prisioneros, el regreso de los viajeros, la
preservación de los aquí presentes,
la reunión de los dispersos, la paz y el ágape entre los que
se hallan en discordia; otorga el alimento y la plenitud a los
pobres, el perdón total a los pecadores, la exaltación del
sacerdocio, la virtud de los diáconos, la paz entre los reinos,
el fin de las guerras, el descanso de las almas de los
difuntos, y a nosotros, el perdón de los pecados y de las
iniquidades.
Diacono: Una vez más, hermanos míos, imploremos al
Señor que la Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios y
también los Santos, sean recordados con feliz memoria, así
como los fieles difuntos.
Hermanos míos, roguemos siempre al Señor.
Fieles: Concédelo, Señor, por tu gracia.
Diácono: En cuanto hemos pedido a Cristo nuestro Dios la
abundancia de su gracia y de Su misericordia para nuestras
almas, y las de nuestros padres, hermanos, maestros y
fieles difuntos, demos entonces gracias a Dios Padre,
Señor de todo; Adoremos a Su Hijo Unigénito y
glorifiquemos a Su Espíritu Santo; y encomendando
nuestras vidas al Dios misericordioso; pidamos piedad de
Su amor bondadoso.
Fieles: Dios magnánimo, perdónanos y ten misericordia de
nosotros.
Se abre la cortina
la exaltación del sacerdocio,
la virtud a los diáconos
la paz entre los reinos,
el fin de las guerras,
el descanso de las almas de los difuntos,
y a nosotros,
el perdón de los pecados y de las iniquidades.
PADRE NUESTRO
Sacerdote: Dios Padre de Nuestro Señor Jesucristo,
bendecido por los Querubines y glorificado por los Serafines
y exaltado por miles de miles por miríadas de huestes
inteligentes y celestiales. Tú que santificas y haces
perfectas las ofrendas y los frutos ofrecidos a Ti en olor de
suavidad, santifica nuestros cuerpos, nuestras almas, y
nuestros espíritus que con corazones puros y sin rubor en
los rostros podamos llamarte a Ti, Dios Padre celestial y
orar diciendo:
Fieles:
Padre Nuestro que estás en el cielo. Santificado sea tu
nombre. Venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad
así en la tierra como en el Cielo.
El pan nuestro de cada día dánosle hoy y perdónanos
nuestras deudas así como nosotros perdonamos a
nuestros deudores. Y no nos dejes caer en la tentación,
más líbranos de todo mal. Pues tuyo es el Reino, el
Poder y la Gloria por siempre Jamás, Amén.
Sacerdote: Señor Dios nuestro, ciertamente no nos dejes
caer en tentaciones violentas, más líbranos del mal,
señalándonos el camino para librarnos de la tentación para
que ofrezcamos gloria y acción de gracias, y a Tu Hijo
Unigénito y a Tu Espíritu Santo, Santísimo, bondadoso,
adorable y vivificador, consubstancial contigo, ahora y por
siempre y por los siglos de los siglos.
Fieles: Amén. Barejmor.
Sacerdote: La Paz sea con todos vosotros (+).
Fieles: Y con tu espíritu.
Diácono: Antes de participar de estos divinos y santos
misterios ofrecidos, nuevamente inclinemos nuestras
cabezas ante el Señor misericordioso.
Fieles: Ante Ti, Señor y Dios nuestro.
Sacerdote: Señor, tus siervos han inclinado sus cabezas
ante Ti; aguardando tus abundantes mercedes. Envía Tus
bendiciones y santifica nuestras almas, nuestros cuerpos y
espíritus para que seamos dignos de participar de los
misterios vivificantes de Cristo nuestro Salvador.
Sacerdote: Así daremos gloria y gracias a Ti y a Tu Hijo
Unigénito y a Tu Espíritu Santo, Santísimo, bondadoso,
adorable y vivificador, consubstancial contigo, ahora y
siempre y por los siglos de los siglos.
Fieles: Amén. Barejmor
Sacerdote: La Paz sea con todos vosotros.
Fieles: Y con tu Espíritu.
Sacerdote: La gracia y las mercedes de la Santísima
Trinidad (+) gloriosa, increada, no producida (+), eterna,
adorable y una en su substancia (+) permanezcan con
todos vosotros hermanos míos, por siempre.
Fieles: Amén.
ELEVACIÓN
Diácono: Barejmor, Unámonos con reverencia y temor.
Fieles: Señor ten compasión de nosotros y ayúdanos.
Sacerdote: Conviene que estos Misterios se dispensen
únicamente a los Santos y a los puros.
Fieles:
Un Padre Santo.
Un Hijo Santo.
Un Espíritu Santo.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo Vivificante. Un
Dios Único por siempre jamás. Amén.
Se elevan los santos dones. En la Divina Liturgia de San Juan
Crisostomo, la Patena y el Cáliz se cruzan en la Elevación
Sacerdote: El Padre es el Santo y es Uno, permanece con
nosotros y por Su Misericordia ha creado al mundo.
Fieles: Amén.
Sacerdote: El Hijo que es Santo y es Uno, permanece con
nosotros y por los preciosos padecimientos ha redimido al
mundo.
Fieles: Amén.
Sacerdote: El Espíritu que es Santo y es Uno, permanece
con nosotros. El que perfecciona y realiza todo lo que ha
sido y será. El nombre del Señor sea bendito por siempre
jamás.
Fieles: Amén.
El celebrante bendice el pan, mientras se entona un
himno
En este momento se pronuncia la homilía, durante la cual los
fieles pueden sentarse
Si corresponden ceremonias especiales, Súplica, Oración por
los Difuntos, Procesión, etc., se ofrecen en este momento.
Se cierra la cortina y se efectúa la colecta, mientras el pueblo
entona un himno.
(Se abre la cortina)
COMUNIÓN
Sacerdote: Clamemos orando.
Diácono: Adorado y glorificado sea el Padre y el Hijo y el
Espíritu Santo. Gloria sea a Él por siempre de generación
en generación. Aleluya.
Sacerdote: Del altar expiatorio descienda hasta Tus siervos
la remisión, Hijo de Dios, que viniste para nuestra salvación
y vendrás de nuevo para nuestra resurrección y para la
restauración de nuestra especie, por siempre.
Pueblo: Amén.
Sacerdote: Extiende, Señor, Tu mano invisible y bendice a
esta asamblea de Tus adoradores preparados para recibir
Tu Precioso Cuerpo y Sangre para la remisión de sus
deudas y el perdón de los pecados y para la esperanza en
Ti, Oh Señor y Dios por siempre.
Fieles: Amén.
Sacerdote: Que la misericordia del Dios Excelso y
Redentor Nuestro, Jesucristo, descienda sobre los
portadores de estos Santos Misterios y sobre aquellos que
los ofrecieron y los que los recibieron y sobre todos
aquellos que han trabajado y participado y sobre los que
ahora los reciben. Que la misericordia de Dios descienda
sobre nosotros y sobre ellos en el más acá y en el más allá,
por siempre.
Pueblo: Amén.
Oh Señor, ten piedad de nosotros;
Oh Señor, perdónanos, y ten misericordia de nosotros;
Oh Señor, óyenos y ten misericordia de nosotros;
Gloria a Dios en las alturas, honor a Su Madre,
Reciban una corona de alabanza los mártires
Y los muertos compasión y piedad. Aleluya.
El Celebrante da la Comunión al Pueblo, mientras se
entonan cánticos
Sacerdote:
Gloria a Ti,
Gloria a Ti,
Gloria a Ti, Oh Señor y Dios para siempre.
Gloria a Ti,
Gloria a Ti,
Gloria a Ti, Oh Señor y Dios para siempre.
Oh Señor Jesucristo, no permitas que tu cuerpo que hemos
comido y tu Sangre redentora que hemos bebido sean para
nosotros causa de juicio y condenación, sino que sean vida
y redención para todos nosotros. Y ten misericordia de
nosotros.
Pueblo: El mundo se postrará ante Ti y te adorará y toda
lengua alabará tu nombre, porque Tú eres el que resucita a
los muertos y eres la Buena Esperanza para los que yacen
en la tumba. Aleluya. Te agradecemos oh Dios y Señor
nuestro, particularmente por habernos dado Tu gracia.
RITOS FINALES
Oración de Acción de Gracias
Sacerdote: Damos Gracias a Ti, Oh Señor, por la
abundancia de Tu misericordia mediante la cual
nos has considerado dignos de participar de Tu
mesa celestial. Concede Señor mío que nuestra
participación en Tus Santos Sacramentos no sea
causa de condenación y que al ser nosotros
considerados dignos de compartir Tu Santo
Espíritu seamos herederos y partícipes con los
justos de siempre. Ofrecemos gloria y alabanza a
Ti y a Tu Unigénito Hijo, y a Tu Santo Espíritu por
siempre.
Pueblo: Amén. Barejmor.
Sacerdote: La Paz sea con Vosotros.
Pueblo: Y con tu espíritu.
Diácono: Después de haber recibido los Santos Misterios
celebrados, nuevamente inclinemos nuestras
cabezas ante el Señor Misericordioso.
Pueblo: Ante Ti, Señor y Dios nuestro.
Sacerdote: Jesús, el Mesías, grande y maravilloso,
descendiste del cielo y viniste a la tierra para la
salvación del género humano, ten compasión y
misericordia de nosotros. Haz que en todo momento
podamos darte gloria y a Dios Padre que te engendró y
a Tu Espíritu Santo, Santísimo, Bondadoso,
Adorable y Vivificador, Consubstancial contigo, ahora y
por siempre y por los siglos de los siglos.
Pueblo: Amén
ORACIÓN FINAL
Sacerdote: Establece Tu Iglesia en la Roca, fortalece sus
cimientos. Con tu poder, protege a los pastores
que la conducen.
Concede al sacerdote prestigio, y honor a sus
diáconos, y con la luz ilumina a los subdiáconos y
lectores. Concede protección a los ancianos,
santidad a los hombres, fortaleza a la juventud,
castidad a las mujeres, consejo y educación a los
niños e infantes.
Salud a los enfermos, recuperación a los
débiles y alivio a los inválidos.
Dad satisfacción a los hambrientos y ayuda a
los menesterosos y miserables con tus riquezas.
Pueblo: que esta ofrenda nuestra, oh Señor, sea muy
agradable a Tu Voluntad; que los Ángeles se
regocijen en ella, y que los fieles difuntos reciban
el perdón.
DESPEDIDA DE LOS FIELES
Sacerdote: Hermanos nuestros queridos, os
encomendamos a la gracia y a la misericordia de la
Santísima y Gloriosa Trinidad olvide las deudas y
perdone las ofensas a aquellos que están lejos y a
los que están cerca, a los vivos y a los muertos,
salvados por la Cruz (+) victoria de nuestro Señor y
sellados con el sello del Santo Bautismo y conceda
el descanso a los difuntos.
Y que yo, siervo débil y pecador, sea
favorecido y ayudado por vuestras oraciones.
Felices y gozosos idos ahora en paz (+) y orad pro
mi siempre.
Fieles: Amén. Que el Señor acepte vuestras ofrendas y nos
ayude por vuestras oraciones.
Se cierra la cortina
FIN DE LA DIVINA LITURGIA
SUPLICA
Pidiendo por los vivos y en memoria de los difuntos
Diácono: Oh Cristo nuestro Dios y creador, por intermedio
de tu Madre Santísima ayúdanos y sálvanos del diablo y
sus seguidores malignos.
Somos tus servidores, todos estamos en tus
manos, deseamos tu misericordia y no tenemos otro Dios
más que Tú.
Perdónanos y perdona a nuestros difuntos y ten
misericordia de nosotros.
Ten piedad de nosotros.
Ten piedad de nosotros.
Ten piedad de nosotros.
Dios nuestro, ten piedad de nosotros.
Dios Perdónanos y perdona a nuestros difuntos.
Dios ayúdanos y ten misericordia de nosotros.
Dios nuestro y nuestro Salvador, perdónanos, ayúdanos y
sálvanos.
Amén.
Sacerdote: Escúchanos Señor, nosotros tus servidores
estamos presentes ante tu Gloria en este
momento, envía Señor Dios Nuestro de tu
generosidad: curación a los enfermos y saludo a
los doloridos; liberación a los prisioneros y
afligidos; el regreso a los viajeros; iluminación a los
perdidos y la unión entre los rivales; el perdón a los
pecadores; el descanso a los que sufren; por las
oraciones de la Santísima Virgen María, Madre de
la Luz.
Envía Señor Dios Nuestro: Salvación a los
creyentes, al respeto a los mártires y a los santos y
a la piedad y el descanso a los difuntos.
Oh Señor Dios nuestro danos a cada uno de tu
misericordia y riqueza espiritual para los buenos y
para los malos. Por tu Gracia y Misericordia,
alabamos y glorificamos tu Santo Nombre,
respetado en los cielos y en la tierra. Padre, Hijo y
Espíritu Santo para siempre. Amén.
FIN