Patrimonio Cultural y Desarrollo Sostenible
Patrimonio Cultural y Desarrollo Sostenible
36 - 56 | ARTÍCULOS
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e-ISSN: 2518-2943 DOI: https://doi.org/10.5377/arquitectura.v7i13.14456
Universidad Nacional de Ingeniería e-mail: [email protected]
Facultad de Arquitectura
1
[email protected] / https://orcid.org/0000-0002-0418-8456
Recibido el 23 de marzo de 2022, aprobado el 16 de junio de 2022
RESUMEN | Este artículo tiene por objetivo realiza una valoración sobre el patrimonio
cultural, como componente fundamental para el logro del desarrollo sostenible, basándose en
planteamientos que surgen de la teoría social-cultural, y que permiten contrastar y relacionar las
intenciones funcionales entre estos dos aspectos. Para realizar el análisis, en un primer momento,
se caracteriza el modelo de desarrollo sostenible, estableciendo un vínculo de equivalencia
entre las dimensiones que integran el sistema social, cultural, económico político y espacial de
los territorios. En el ámbito de América Central, caracteriza enfoques, modelos, instrumentos,
oportunidades, como parte del marco para su aprovechamiento y para promover un desarrollo
centrado en las personas.
El modelo que promueve este estudio, suscita el análisis y cambios en cómo se concibe, planifica
y vive el territorio y el patrimonio. El cambio de paradigma en la relación patrimonio cultural,
territorio, desarrollo y sostenibilidad, igualmente cuestiona la idea tradicional de ver al territorio
como elemento opuesto que se enfrenta con su entorno y sus recursos.
are conceived, planned and lived. The paradigm shift in the relationship between
cultural heritage, territory, development and sustainability also questions the
traditional idea of seeing the territory as an opposing element that confronts its
environment and resources.
1. Introducción
La gestión actual del patrimonio cultural (PC), está llamada a enfrentar los diversos desafíos
y oportunidades que ofrece el nuevo y variante escenario mundial. Al remitirnos al contexto de
actuación internacional, queda claro que el planeamiento integrado y estratégico es el camino hacia
la sustentabilidad. Castells (1997) nos recuerda que: “(…) la comprensión y la transformación
del mundo actual, multicultural interdependiente requiere de una perspectiva plural que articule
identidad cultural, interconexión global y política multidimensional” (p.53).
Este estudio se justifica, por la necesidad de valorar enfoques que integren las acciones y
políticas culturales con el progreso territorial, para lograr afrontar los retos urbanos actuales, que
permitan crear estrategias para un desarrollo más inteligente, sostenible y socialmente inclusivo.
Organización de las Naciones Unidad para la Educación, la Ciencia y la Cultura ([UNESCO], 2001)
entiende la relación entre el patrimonio y el desarrollo: “no solamente en términos de crecimiento
económico, sino también como medio de acceso a una existencia intelectual, afectiva, moral y
espiritual satisfactorio” (artículo 3).
Los países de América Central (Belice, Guatemala, Honduras, Costa Rica, El Salvador,
Nicaragua, y Panamá), se encuentran en vías de desarrollo y, por mucho tiempo han centrado sus
políticas de fomento en perspectivas de corte neoliberal, que favorecen los aspectos económicos.
Sin embargo, su variada riqueza, diversidad cultural y natural, representan una oportunidad para
afrontar sus retos y vulnerabilidades.
La cultura y su aceptación como parte del desarrollo es uno de los principales y más justos
desafíos actuales. Muchos países están reconociendo que la cultura desempeña un rol mucho más
importante, que el tradicionalmente asignado; su revalorización implica entre muchos aspectos:
evitar la exclusión social, conservar y promover las expresiones culturales, y aprovechar la cultura
como factor de desarrollo y cohesión social.
La Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana (2017), menciona como importancia
para el sector social y económico que:
El sector cultura, con sus actividades, productos y servicios, hoy agrupados bajo el
término de Economía Creativa, aporta sostenidamente al desarrollo económico, dinamiza
la generación de empleos, articula el territorio y permite cerrar brechas de género, temas
por los que se posiciona como un sector productivo de alto potencial de cara al desarrollo
sostenible y los [objetivos de desarrollo sostenible] ODS (p.8).
Lo expuesto anteriormente, facilita asignar al patrimonio un valor como bien o factor de
desarrollo que nace de la cultura, posibilitando la competitividad de un área o un territorio. El
patrimonio cultural, como componente del desarrollo, adquiere mayores oportunidades de lograr
transformar su propia realidad y de proveer beneficios comunes.
El objetivo de este estudio es definir pautas que permiten valorar al patrimonio cultural como un
componente fundamental para alcanzar el desarrollo social, económico y sostenible en los países
de América Central (AC). En un primer momento se construye una relación teórica entre ambos
términos: patrimonio cultural y desarrollo sostenible.
Posteriormente se indaga sobre los principales instrumentos y alcances, que han concretado
esta relación, para finalmente registrar algunos modelos que, de acuerdo con el contexto, resultan
viables de implementar para el logro de la sostenibilidad. Se plantea un cambio en la valoración del
propio patrimonio, hasta retomar diversos enfoques como: capacidades, creatividad, innovación, y
gestión integrada y sostenible.
2. Método
El enfoque metodológico utilizado en la investigación es naturalista o cualitativo. El fenómeno:
el patrimonio cultural como factor de desarrollo sostenible, fue comprendido a través de la realidad
observable que aporta el marco teórico, jurídico y metodológico. Así mismo, se considera que el
trabajo tiene un alcance explicativo, ya que este se centró en conocer cómo y en qué condiciones se
manifiesta el fenómeno. “Estos estudios van más allá de la descripción de conceptos o fenómenos,
del establecimiento de relaciones entre conceptos; es decir, están dirigidos a responder por las causas
de los eventos y fenómenos físicos o sociales (…) relacionan dos o más variables” (Hernández-
Sampieri, et al, 2006, p.108).
El instrumento de recolección de datos utilizados en la presente investigación, y en función
de los criterios previamente definidos, fue: la investigación documental. El análisis documental
se realizó con base en el sustento teórico que orienta el desarrollo y el establecimiento de pautas
valorativas. Esta técnica también se ocupó, para identificar las principales propuestas y estrategias
de integración del PC, con el enfoque de desarrollo sostenible.
Para la realización del análisis se establecieron variables que, a nivel exploratorio, permitieran
corroborar la hipótesis de relación necesaria entre patrimonio y desarrollo: 1) propósitos del
desarrollo sostenible, 2) propósitos del patrimonio cultural, 3) intenciones comunes, 4) tratamiento
de los mecanismos y acciones existentes, 5) indicadores de valoración patrimonial, 6) enfoque y
modelos de integración.
Siendo el desarrollo un proceso de adaptación y mutación socio-cultural, el fenómeno se
focaliza principalmente, en el estudio de las perspectivas teóricas, y en los mecanismos y acciones
que nacen de iniciativas globales. Teniendo un marco general, se situó su utilidad práctica, con la
selección de pautas viables para el desarrollo en los países de América Central.
Para el estudio de los propósitos e intenciones del patrimonio cultural y el desarrollo, se recurrió
a identificar la fundamentación de los conceptos, sus complejidades, vigencias y funciones actuales.
Siendo parte del método comparativo “la explicación de la complejidad de relaciones causales”
(Colino, 2009, párr. 5), se seleccionó como elemento constitutivo de la relación patrimonio cultura
– desarrollo sostenible, un enfoque de integralidad del desarrollo que permite la comprobación
de las conexiones causales entre: sostenibilidad social, cultural, económica, política y espacial,
a través de las relaciones de equivalencia y sus propiedades (Wólfram MathWorld, s.f; Aguayo y
Soriano, 1992).
Posteriormente, se procedió a realizar una clasificación de los instrumentos de valorización del
patrimonio cultural y de sus formas de reconocimiento, para identificar de qué manera éste orienta
el desarrollo, así como, sus principales fuentes de importancia desde la función social.
Finalmente, se presentan modelos y perspectivas como marco de aprovechamiento del
patrimonio cultural, como componente esencial del desarrollo, enfatizando en algunos riesgos
y oportunidades que supone su admisión. Estos fueron seleccionados teniendo en cuenta: 1)
congruencia con el enfoque de desarrollo sostenible asumido, 2) viabilidad política e institucional (a
partir del tratamiento y postura actual del Sistema de Integración Centroamericana), 3) capacidades
individuales y colectivas de los países de AC, 4) permeabilidad y adaptabilidad de los modelos, 5)
conocimiento de buenas prácticas y experiencias exitosas.
3. Resultados
Avanzar hacia articular el patrimonio cultural con la visión de desarrollo, ha significado
establecer nuevas pautas para su valoración y apropiación. El patrimonio adquiere importancia y
reconocimiento a partir del valor que le atribuye la sociedad, por tanto, su utilidad y apropiación
como recurso, no es igual en todos los grupos, depende como cualquier factor social y cultural,
de un sin número de aspectos, asociados con: elementos históricos, valores, creencia, símbolos,
medios y recursos, entre otros.
Una primera aproximación a la teoría, con la intención de agrupar conocimientos sobre el
patrimonio cultural y su campo de aplicación con el desarrollo, pone en manifiesto datos comunes
que dan sentido a tan necesaria asociación. En primer lugar, ambos conceptos comparten en esencia,
una razón común; conservar. Tanto el desarrollo sostenible como la conservación patrimonial, han
estado orientados a la preservación, con la diferencia de que el primero -el desarrollo sostenible- se
ha centrado principalmente en la protección de los recursos naturales, mientras que el patrimonio
cultural se basa en los bienes materiales e inmateriales que son considerados socialmente, e
independiente de la utilidad que tengan, como dignos de salvaguardarse (Prats, 1998, p.63).
Como bien se ha cuestionado el desarrollo sostenible, es un concepto por mucho impreciso
y ambiguo que persigue como deseo el desarrollo, pero que aún trabaja en concretar los medios
para conseguirlo (López, 2020, p.25). Para Herman Daly1 y la Cumbre Mundial de 2005 (citados
por López, 2020) el desarrollo sostenible se alcanza a través de la gestión de los recursos, y el
equilibrio de tres criterios: la cohesión social, el crecimiento económico y la conservación de los
recursos, y el medio ambiente (p.27).
El desarrollo sostenible contempla diferentes tipos de sostenibilidad: social, económica, espacial,
cultural, política (Sachs (s.f), citado en López, 2020, p.28), siendo interesante en este caso, como
los medios -llámese recursos, dimensiones, desarrollo deseable, fuentes, sistemas, etc.- son los
que justifican el fin. Es decir, desde esta visión, alcanzado la sostenibilidad de las dimensiones que
integran el medio natural y social, se consigue el desarrollo sostenible.
1 Economista ecológico estadounidense, perteneció al departamento de Medio Ambiente del Banco Mundial (1988-1994).
Galardonado con por el Right Livelihood Award , el Heineken Prize, el Royal Netherlands Academy of Arts and Sciences, Sophie
Prize , entre otros.
Nota. Elaborada por la autora (2022), basado en i Hernández, et al. (1996), pp.216-221
Usualmente el componente social es tratado de manera tangencial como un aspecto que toca
o interfiere en el valor de uso y en el valor simbólico. Sin embargo, para aceptar al patrimonio
cultural como parte esencial del desarrollo sostenible, no basta con reconocer el aspecto social,
es necesario concretar acciones que aporten a dar garantías de convivencia y sobrevivencia a los
grupos. Para este trabajo significa estipular una valoración social del patrimonio cultural basados
en las significaciones y uso.
y sus recursos socio-culturales, como propósitos a lograr, pero también como mecanismos para
alcanzar otros objetivos (ver figura 2), adquiriendo la dimensión de capital social, que consiste en:
“la reevaluación de los vínculos entre la cultura y el proceso de desarrollo” (Pérez, 2010, p.106).
Basados en el enfoque integral de capacidades que se abre a dimensiones como: oportunidades,
derechos humanos, democracia, garantías sociales, acceso a la educación y servicios en general
(Pérez, 2010, p.102), el desarrollo sostenible deberá, entre otros aspectos: a) valorar las capacidades
actuales (materiales y no materiales) que nacen del capital cultural, b) identificar las relaciones y
vinculaciones que surgen entre los objetivos de desarrollo, c) aprovechar los sistemas simbólicos
para la integración y gobernanza, d) priorizar acciones de gran impacto en función de las capacidades,
e) respetar el valor de cada elemento que integra el sistema social.
Figura 2: El patrimonio cultural como objetivo y mecanismo del desarrollo sostenible para el enfoque integral de
capacidades
Objetivos
Patrimonio Cultural
Creatividad
En un escenario global de marcadas diferencias estructurales y una economía en desarrollo,
la UNESCO promueve desde hace unos años el fomento de la creatividad en sus diferentes
expresiones, como un recurso común, renovable e ilimitado, crucial para el desarrollo inclusivo.
Este enfoque basado en la creatividad incentiva un conjunto de buenas prácticas en las que, se
potencia la creación artística, la innovación y el aprendizaje (s.f).
La Asamblea General de Naciones Unidas declaró el 2021 como el Año Internacional de la
Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible, reafirmando la necesidad de promover el
crecimiento económico inclusivo, y a la economía creativa como: “una actividad económica
basada en el conocimiento y la interacción entre la creatividad humana y las ideas (…) así como los
valores culturales o el patrimonio artístico o cultural u otras expresiones (…)” (27 de septiembre
2021, p.2).
Al identificar la creatividad como factor estratégico del desarrollo sostenible, el potencial
humano se convierte en un aspecto clave para influir en la transformación positiva de su entorno.
Las estrategias creativas se vinculan con: las industrias creativas, como iniciativas en las que se
involucran sectores de arte, tecnología y cultura, y la iniciativa de ciudades creativas que pone en
valor el impacto creativo de las ciudades.
La Dirección de Inteligencia Económica de la Secretaría de Integración Económica
Centroamericana ([SIECA], 2015), plantea como desafíos para la región centroamericana
la consolidación de pautas de desarrollo humano basado en el progreso social y la innovación
productiva (p.2). Visualiza la economía naranja como un motor de desarrollo, en torno a actividades
artísticas tradicionales y patrimoniales, e industrias convencionales (p.3).
La economía naranja en América Latina en el 2013, se muestra como la séptima economía más
grande de la región con, 175 miles de millones de dólares, y un peso económico similar al producto
interno bruto (PIB) de Centroamérica, que para entonces era de 173 miles de millones de dólares
(Dirección de Inteligencia Económica de la SIECA, 2015, con datos de Buitrago y Duque, p.7).
Los ámbitos de análisis entorno a la económica naranja o creativa realizados por el SIECA,
se basan en análisis económicos, importaciones, exportaciones y generación de empleo, faltando
destacar su incidencia a escala socio-cultural, sin embargo, corresponde a los países de América
Central adoptar una propuesta de política pública de desarrollo.
A continuación, se muestra el modelo de desarrollo para apoyar la economía naranja en la región
centroamericana:
Tabla 1: Ejes y acciones para apoyar la economía naranja en la región centroamericana
Ejes Acciones-propósitos
Instituciones -Construcción de Cuentas Satélites de cultura.
-Promover programas de cooperación.
-Destinar fondos para la investigación e innovación para el desarrollo de las cadenas de
Información valor.
-Fomentar la seguridad jurídica.
-Establecer mecanismos de apoyo a la gestión.
-Desarrollar programas de fortalecimiento y asistencia técnica.
Industria
-Mejora y acceso al financiamiento.
-Promover programas asociativos.
-Aumentar inversión para crear y mejorar infraestructura de apoyo a la cultura.
Infraestructura
-Fomento a través de programas educativos.
-Incentivar modelos de negocios y emprendimientos.
-Crear clusters creativos.
Integración -Desarrollar actividades de carácter cultural.
-Desarrollar programas de certificación regional.
-Establecer proyectos de desarrollo rural ligados al patrimonio cultural.
Inclusión
-Desarrollar centros de capacitación técnicas en zonas con vulnerabilidad social.
-Establecer mesas de diálogos con los actores, para el desarrollo de políticas públicas.
Inspiración
-Organizar regionalmente mesas cooperantes.
Nota. Elaborado por la autora, 2022, basada en Dirección de Inteligencia Económica de la SIECA (2015), pp.10-11.
Es importante mediar el curso que puede tomar este modelo de desarrollo, frente a: la
priorización de las industrias creativas convencionales, el desplazamiento de las actividades
Nota. Elaborado por la autora, 2022, basada en la información de la Organización Mundial de la Propiedad
Intelectual, 2021, p.4.
Como se observa en la tabla 2, a nivel mundial, Costa Rica ocupa posición número 56, seguido
por Panamá en el lugar 83, luego el Salvador en la posición 96, y posteriormente Guatemala y
Honduras ocupando los lugares 101 y 108, respectivamente. Costa Rica es el país con mejor puntaje
y posición global. A nivel Latinoamérica sobresale en la posición 3 después de Chile y México
(Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, 2021, p.3).
A pesar de que los datos globales y regionales comprueban grandes retos que tienen los países
de la región, se cuenta con una serie de herramientas funcionales para el desarrollo sustentable y el
patrimonio cultural a través de la innovación, estas son: planes nacionales de ciencia, tecnología
e innovación, programas de fomento a la innovación a través de las instituciones de educación
superior, programas de fomento de la creatividad y de la cultura innovadora y emprendedora,
incentivos fiscales que pueden ser utilizados para propósitos de innovación, programas e iniciativas
para fomentar y popularizar la ciencia, la tecnología y la innovación, entre otros instrumentos
(CEPAL, 2013, pp.66-68).
La innovación como medio de articulación entre el patrimonio cultural y como componente
del desarrollo sostenible facilita : a) actividades científicas de preservación de valores y atributos,
b) retomar saberes asociadas al medio y condicionantes existentes, c) atender nuevas demandar
y retos sin menoscabo de los bienes patrimoniales, d) establecer prácticas que permitan una
mayor democratización de los recursos y bienes patrimoniales, e) innovar en medios y métodos
de organización social, f) establecer formas de adaptación climática, g) aprovechar el potencial
económico (Vergara, 27 de septiembre 2021, p.3), h) incluir diferentes sectores y apoyar el
emprendimiento (p.3).
Gestión integrada y sostenible
La visión de planificar integralmente, nace y crece en el seno de grandes transformaciones
sociales y ambientales (que iniciaron en los años setenta), en donde la ciudad se convierte en la
principal fuente de demanda y consumo de los territorios, y en donde se incorporan los escenarios
más críticos en términos ambientales y sociales.
UNESCO (2014), establece que:
Hoy en día el patrimonio cultural está intrínsecamente ligado a los desafíos más acuciantes
a los que se enfrenta toda la humanidad, que van desde el cambio climático y los desastres
naturales (tales como la pérdida de biodiversidad o del acceso a agua y alimentos seguros),
a los conflictos entre comunidades, la educación, la salud, la migración, la urbanización, la
marginación o las desigualdades económicas. Por ello se reitera que el patrimonio cultural
es “esencial para promover la paz y el desarrollo social, ambiental y económico sostenible”.
(p.132)
El modelo de gestión integrada confiere a distintas escalas de planificación estratégica, en
relación al desarrollo sostenible y el aprovechamiento del patrimonio socio-cultural, concede
importancia en los niveles regionales, nacionales, locales y sectoriales. El Sistema de Integración
Centroamericano (SICA), es un marco institucional creado en 1991, por los Estados de Costa Rica,
El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá que posteriormente integra a Belice y
República Dominicana, como un espacio más efectivo para promover en la región la paz, libertad,
democracia y desarrollo.
Desde este macro nivel de organización, se consolidan algunos instrumentos que rigen los
procesos de gestión integrada y sostenible de los territorios, en función del aprovechamiento del
patrimonio cultural en Centroamérica. En las siguientes tablas se analizan algunas herramientas de
actuación comunes, que integran el ámbito de la protección del patrimonio cultural y el desarrollo:
Tabla 3: Principales aportes de instrumentos comunes de los Estados miembros del SICA, sobre el rol del
patrimonio cultural como factor de desarrollo
Instrumentos Aportes
Convención sobre la protección y Integra el PC como factor de desarrollo.
la promoción de la diversidad de Como medidas de protección de las expresiones culturales, orienta tomar
las expresiones culturales (2005). medidas de inserción de la cultura en las políticas de desarrollo.
Instrumentos Aportes
Marco de referencia para la planeación, que puede ser utilizado y adaptado a
diferentes escalas y contextos, locales, nacionales, y regionales, incorporando
como dimensiones de análisis: gobernanza y políticas públicas, planificación
urbana y territorial para; el desarrollo sostenible, el desarrollo social, el
crecimiento económico sostenible, y el medio ambiente.
Directrices Internacionales sobre
Incluye los siguientes principios:
Planificación Urbana y Territorial
La planificación urbana y territorial constituye una inversión
(2015)
esencial en el futuro. Es una condición previa para una mejor calidad
de vida y para el éxito de los procesos de globalización que respeten el
patrimonio cultural y la diversidad cultural, y para el reconocimiento
de las diferentes necesidades de los diversos grupos (Programa
de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos [ONU-
Hábitat], 2015, p.14).
4. Conclusiones
Con este estudio se logra definir una serie de pautas que, desde lo teórico e institucional, puede
favorecer en la forma en que se valora el patrimonio cultura y su contribución, para el logro del
desarrollo socio-cultural y sostenible de los territorios.
El valor atribuido socialmente al patrimonio cultural, es determinante para su participación
e influencia con los procesos de desarrollo humano; ligados a la participación de los diferentes
actores, prácticas democráticas, respeto hacia la cultura y sus identidades. El desarrollo sostenible
se compone de dimensiones sociales y naturales, por lo cual, sus acciones se fundamentan en el
aprovechamiento racional y funcional de sus recursos.
Existen relaciones de equivalencia entre el logro del desarrollo patrimonial-cultural, económico,
político, espacial y ambiental, siempre que estos se enfoquen en las intenciones de la sostenibilidad.
Destacar la relevancia que tiene el patrimonio cultural para el desarrollo, ha constituido un
proceso, ya que en muchos casos esta vinculación solo se materializa en los instrumentos normativos
y acuerdos. A pesar de los múltiples escenarios propiciados por la UNESCO, las agendas que
dirigen el marco de actuación global, no terminan de considerarla, en la práctica, al patrimonio y la
cultura como un elemento de interacción del modelo sostenible.
La valorización del patrimonio cultural como un activo de promoción y desarrollo, debe iniciar
por ejecutar acciones de puesta en valor desde la propia gestión del patrimonio, sin obviar sus
dimensiones simbólicas, formales, y de uso. La cultura y el patrimonio constituye uno de los activos
sociales más importantes de América Central, su ámbito de aprovechamiento y valorización no se
limita a su difusión y al cuido del patrimonio cultural mueble e inmueble, sus múltiples formas y
expresiones, representan una necesidad de gestión más amplio, como bien común de los territorios.
Los nuevos compromisos adoptados; los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Nueva Agenda
Urbana (Hábitat III), La Política Cultural de Integración Centroamericana, entre otros, incorporan
una visión sistémica sobre los asentamientos humanos y su desarrollo, indicando categóricamente
la necesidad de aprobar instrumentos de planeamiento territorial para la conservación y
aprovechamiento del PC.
Los enfoques integrales de capacidades, uso de la creatividad y la innovación, parecen ser una
alternativa viable e ilimitada para incentivar otro tipo de economía y desarrollo en América Central.
Existen muchas experiencias iniciadas y capital humano aprovechable para redirigir el curso del
crecimiento económico. El SICA se presenta como una oportunidad para construir un modelo
conjunto, y favorecer las negociaciones económicas y políticas a nivel internacional.
Los instrumentos para integrar el aspecto patrimonial al desarrollo territorial, pueden ser diversos;
estos abarcan desde acciones de regeneración de espacios, hasta programas de sensibilización, por
lo tanto, es importante discutir cuales pueden ser más efectivos según los recursos y necesidades
de las naciones.
Se recomienda desarrollar propuestas de desarrollo sustentable de los territorios fundamentados
principalmente en: superar el análisis desarticulado tradicional, establecer mecanismos
administrativos que permitan la integración, incorporar proceso participativos, considerar las
tendencias actuales, organizar los resultados según ámbitos y zonas estratégicas, revalorizar el
patrimonio cultural como recurso democratizado, trabajando la doble connotación del PC, cómo
; objeto cultural y componente del territorio complejo. Igualmente se debe visualizar al territorio
cómo un bien cultural.
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