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SCC. #03 - 23.01.2018 (Cualidad o Legitimación en La Causa)

La Sala de Casación Civil dictó la sentencia N° 03 en el caso de Jesús Godofredo Salazar Pérez contra Jesús Roberto Álvarez Castro y Rosalba Ontiveros de Álvarez, donde se declaró la falta de cualidad de la parte actora en un juicio por cumplimiento de contrato de compra-venta. La decisión del juzgado superior fue confirmada, argumentando que el demandante no tenía legitimación para actuar en el juicio debido a la falta de correspondencia entre su interés y el de los herederos del propietario original del inmueble. La Sala, en ejercicio de su facultad, decidió casar el fallo por infracciones de orden público y constitucionales.

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SCC. #03 - 23.01.2018 (Cualidad o Legitimación en La Causa)

La Sala de Casación Civil dictó la sentencia N° 03 en el caso de Jesús Godofredo Salazar Pérez contra Jesús Roberto Álvarez Castro y Rosalba Ontiveros de Álvarez, donde se declaró la falta de cualidad de la parte actora en un juicio por cumplimiento de contrato de compra-venta. La decisión del juzgado superior fue confirmada, argumentando que el demandante no tenía legitimación para actuar en el juicio debido a la falta de correspondencia entre su interés y el de los herederos del propietario original del inmueble. La Sala, en ejercicio de su facultad, decidió casar el fallo por infracciones de orden público y constitucionales.

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Sala: de Casación Civil

Sentencia N°: 03 del 23 de enero de 2018


Caso: Jesús Godofredo Salazar Pérez vs Jesús Roberto Álvares Castro y otra. Exp. N° 17-107
Contenido: Cualidad o legitimación en la causa

SALA DE CASACIÓN CIVIL


Exp. Nro. AA20-C-2017-000107
Magistrada Ponente: VILMA MARÍA FERNÁNDEZ GONZÁLEZ.
En el juicio por cumplimiento de contrato de compra-venta, incoado ante el Juzgado Cuarto de
Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado Aragua, por
el ciudadano JESÚS GODOFREDO SALAZAR PÉREZ, representado judicialmente por las abogadas
Belinda Celeste Rebolledo y Sonia Juanita Maldonado De La Vieri, contra los ciudadanos JESÚS
ROBERTO ÁLVARES CASTRO y ROSALVA ONTIVEROS DE ÁLVARES, representados
judicialmente por el abogado Omar Vicente Vargas; el Juzgado Superior Primero en lo Civil, Mercantil y del
Tránsito de la misma Circunscripción Judicial, dictó sentencia definitiva en fecha 19 de diciembre de 2016,
mediante la cual declaró sin lugar la apelación interpuesta por la parte demandante contra la decisión dictada
en fecha 2 de mayo de 2016, por el referido Juzgado Cuarto de Primera Instancia; confirmando en todas y
cada una de sus partes el fallo apelado. En consecuencia, declaró con lugar la falta de cualidad de la parte
actora y sin lugar la presente demanda.
Contra la referida decisión de la alzada, la parte actora anunció recurso extraordinario de casación, el
cual fue admitido mediante auto de fecha 20 de enero de 2017 y posteriormente formalizado. Hubo
impugnación y réplica.
Recibido como fue el presente recurso en esta Sala de Casación Civil, se procedió de igual forma, a la
asignación de ponente en acto público a través del método de insaculación el 10 de febrero de 2017,
correspondiendo la ponencia a la Magistrada Vilma María Fernández González.
En fecha 24 de febrero de 2017, en Sala Plena de éste órgano jurisdiccional se eligió la nueva junta
directiva para el período 2017–2019, quedando reconstituida esta Sala de Casación Civil en fecha 2 de marzo
de 2017 de la siguiente manera: Presidente Yván Dario Bastardo Flores; Vicepresidente Francisco Ramón
Velázquez Estévez; Magistrado Guillermo Blanco Vázquez; Magistrada Vilma María Fernández González;
Magistrada Marisela Valentina Godoy Estaba.
Concluida la sustanciación del recurso, la Sala procede a dictar sentencia bajo la ponencia de la
Magistrada que con tal carácter la suscribe, en los términos siguientes:
CASACIÓN DE OFICIO
En garantía del legítimo derecho que poseen las partes a la defensa y libre acceso a los órganos de
administración de justicia para ejercer el derecho a la tutela judicial efectiva de los mismos y el de petición,
consagrado en los artículos 49, numeral 1°, 26 y 51, todos de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, esta Sala en sentencia N° 22, de fecha 24 de febrero del 2000, Exp. N° 1999-625, caso:
Fundación para el Desarrollo del estado Guárico (FUNDAGUÁRICO) contra José Milagro Padilla Silva,
determinó que conforme a la disposición legal prevista en el artículo 320 del Código de Procedimiento Civil,
y al principio constitucional establecido en el artículo 257 de la precitada Constitución, referido a que: "…El
proceso constituye un instrumento fundamental para la realización de la justicia..."., tiene la prerrogativa
para extender su examen hasta el fondo del litigio, sin formalismos, cuando se detecte la infracción de una
norma de orden público o constitucional.

1
En este sentido, con el fin de aplicar una recta y sana administración de justicia, de conformidad con
lo establecido en el artículo 335 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y en aplicación
del criterio vinculante sentado por la Sala Constitucional de este Tribunal Supremo de Justicia en sentencia
N° 1353 de fecha 13 de agosto de 2008, Exp. N° 2007-1354, caso: CORPORACIÓN ACROS, C.A., según el
cual, la casación de oficio, más que una facultad discrecional, constituye un verdadero imperativo
constitucional, porque: “…asegurar la integridad de las normas y principios constitucionales es una
obligación de todos los jueces y juezas de la República, en el ámbito de sus competencias (Artículo 334 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela)”. De allí que, con fundamento en lo anterior y
autorizada por la facultad establecida en el artículo 320 del Código de Procedimiento Civil, esta Sala de
Casación Civil hará pronunciamiento expreso, para casar el fallo recurrido con base en infracciones de orden
público y constitucionales, encontradas en el caso bajo estudio. Así se establece.
Ahora bien, la Sala se permite transcribir la parte pertinente del texto del escrito libelar, en la cual se
indicó lo que sigue:
“…Consta de documento privado que el ciudadano JESUS (sic) ROBERTO
ALVARES (sic) CASTRO, venezolano, casado, mayor de edad, comerciante, domiciliado en
la ciudad de Maracay, estado Aragua y con cédula de identidad No. 1.594.368, dio en venta pura
y simple, perfecta e irrevocable al ciudadano RAFFAELE CALABRESE CERSA, quien en
vida fue venezolano, casado, mayor de edad, comerciante, igualmente domiciliado en la ciudad
de Maracay, estado Aragua y con cédula de identidad No. V-3.847.636, un inmueble de su
propiedad, constituido por un apartamento ubicado en la Urbanización San Jacinto de la ciudad
de Maracay, estado Aragua, distinguido con el número y letra 1-B, ubicado en la Primera Planta
del Edificio Flanboyán (…).
En ese orden de ideas ciudadano juez, si tenemos que la venta es un contrato consensual, que se
perfecciona cuando exista consentimiento en la cosa vendida y en el precio, en el caso que nos
ocupa, aquel quedó plasmado en el citado documento privado de venta al ser suscrito y firmado
de puño y letra por las partes intervinientes, esto es, que las firmas de sus otorgantes fueron
estampadas oleográficamente en el citado instrumento, las cuales aparecen claramente visibles a
color azul al pié del mismo…
…Omissis…
Consta así mismo de Contrato autenticado ante la Notaría Pública Cuarta de la Ciudad de
Maracay, estado Aragua, el día 27 de febrero de 2004, babo el No. 05, Tomo 17 de los Libros de
Autenticaciones llevados por esa Notaría, que el ciudadano RAFFAELE CALABRESE CERSA,
antes identificado, en su condición de PROPIETARIO ARRENDADOR me dio en
arrendamiento el identificado apartamento 1-B…
…Omissis…
Debo aquí acotar al ciudadano Juez, que tanto mi citado arrendador, el señor RAFFAELE
CALABRESE CERSA, como su esposa señora CARMEN CECILIA CIANO DE
CALABRESE, ambos legítimos propietarios del identificado apartamento que me fue cedido en
arrendamiento, fallecieron ab intestato (sic) en esta ciudad de Maracay en fechas 19 de julio de
2004 y 22 de diciembre de 2005, respectivamente, razón y motivo por el cual sus hijos, los
ciudadanos SERGIO CALABRESE CIANO, HUMBERTO CALABRESE CIANO, REINA
CALABRESE CIANO Y CARMEN CALABRESE CIANO, todos venezolanos, (…), SON
SUS ÚNICOS Y UNIVERSALES HEREDEROS (…); con lo que además queda demostrado
objetivamente mi interés en la interposición de esta demanda POR CUMPLIMIENTO DE
CONTRATO DE VENTA.
…Omissis…
Ahora bien, habida cuenta de que los herederos de los señores RAFFAELE CALABRESE
CERSA y CARMEN CECILIA CIANO DE CALABRESE, señores SERGIO
CALABRESE CIANO, HUMBERTO CALABRESE CIANO, REINA CALABRESE
CIANO Y CARMEN CALABRESE CIANO, hasta hoy tampoco han procedido a interponer
la respectiva acción de CUMPLIMIENTO DE CONTRATO de venta contra el Vendedor (sic)
ciudadano JESUS (sic) ROBERTO ALVAREZ (sic) CASTRO y su cónyuge,
señora ROSALBA ONTIVEROS DE ALVAREZ (sic), es por lo que en acción oblicua, de
conformidad con lo establecido en el ordinal artículo 1.278 del Código Civil, vengo a demandar
como en efecto formalmente demando por CUMPLIMIENTO DE CONTRATO DE VENTA
a los vendedores señores (sic) JESUS (sic) ROBERTO ALVAREZ (sic) CASTRO y su
cónyuge, señora ROSALBA ONTIVEROS DE ALVAREZ (sic), quienes son venezolanos,
mayores de edad (…), para que convengan, o en su defecto a ello sean condenados por el
Tribunal a su cargo, en:

2
1.- El CUMPLIMIENTO DEL CONTRATO PRIVADO DE COMPRA-VENTA, anexo letra
“A”, (…).
2.- Que el precio de venta del apartamento 1-B, ya identificado (…).
3.- Que de negarse los accionados a otorgar el correspondiente traspaso (…).
4.- Las costas y costos de este procedimiento…”. (Resaltado del texto).
Observa la Sala, que la parte actora interpone acción oblicua de conformidad con lo previsto en el
artículo 1.278 del Código Civil, y demanda a los ciudadanos Jesús Roberto Álvarez Castro y Rosalba
Ontiveros de Álvarez por cumplimiento de contrato de venta, argumentando que el apartamento que él ocupa
en calidad de arrendatario, es propiedad de los -sucesores ab intestato- hermanos Calabrese Ciano, quienes
son según el demandante los únicos y universales herederos de su arrendador y propietario Raffaele
Calabrese Cersa (+) y de Carmen Cecilia Ciano De Calabrese (+).
Por su parte, el juzgado ad-quem llegado el momento para decidir declaró la falta de cualidad de la
parte actora en los siguientes términos:
“…V.- CONSIDERACIONES PARA DECIDIR
…Omissis…
PUNTO PREVIO:
En este sentido, esta Superioridad debe pronunciarse como punto previo a la falta de cualidad o
legitimatio ad ad-causam alegada por la parte demandada como defensa de fondo. En este
sentido, este Juzgador considera oportuno señalar el artículo 361 del Código de Procedimiento
Civil, que en su primer aparte, dispone lo siguiente:
`En la contestación de la demanda el demandado deberá expresar con claridad si la
contradice en todo o en parte, o si conviene en ella absolutamente o con alguna limitación
y las razones, defensas y excepciones perentorias que creyere conveniente alegar.
Junto con las defensas invocadas por el demandado en la contestación podrá éste hacer
valer la falta de cualidad o la falta de interés en el actor o en el demandado para intentar o
sostener el juicio y las cuestiones a que se refieren los ordinales 9 °, 10 y 11 del artículo
346, cuando estas últimas no las hubiese propuesto como cuestiones previas.” (sic)
(Subrayado y negritas de alzada).´
En este orden de ideas, este Tribunal Superior observa que la parte demandada, alegó en su
escrito de contestación de la demanda lo siguiente (folios 84 al 86):
`[…]el ciudadano JESUS (sic) GODOFRIDO SALAZAR PEREZ (sic) demandante
ilegitimo no tiene ninguna cualidad para demandarme, no procede en esta demanda la
acción oblicua invocada (…) los hechos señalados por el demandante no se subsumen en
el derecho, otra razón por la cual la pretensión del ilegitimo arrendatario, no tiene ningún
asidero jurídico y solo pretende confundir el juzgador para despojar a un legitimo
propietario que ha tenido invadida por más de diez (10) años su vivienda (…)”.´
Ahora bien, es necesario agregar que en materia de cualidad, el criterio general es el siguiente:
toda persona que se afirme titular de un interés jurídico propio, tiene cualidad para hacerlo valer
en juicio (cualidad activa), y toda persona contra quien se afirme la existencia de ese interés, en
nombre propio, tiene a su vez cualidad para sostener el juicio (cualidad pasiva), por lo que a
falta de correspondencia lógica entre el titular de la relación jurídico sustancial y el titular de la
acción, considerada desde el punto de vista concreto, es lo que constituye la falta de cualidad en
sentido amplio.
La cualidad o legitimatio ad causam, se reitera, que la misma es un juicio de relación y no de
contenido, donde existe esa relación jurídica entre el demandante concreto y aquel a quien la ley
da la acción, es decir, la posibilidad de pretender la satisfacción de su pretensión (demandante
abstracto), y la posibilidad de sostener el juicio como demandado. Esto quiere decir, que un
proceso no debe instaurarse entre cualesquiera sujetos, sino precisamente entre aquellos que se
encuentran frente a la relación material, por afirmarse titulares activos y pasivos de dicha
relación.
Tal principio, encuentra su excepción en la doctrina patria y desarrollada en la obra: “Tratado de
Derecho Procesal Civil Venezolano, Tomo II Teoría General del Proceso”, del insigne
procesalista Dr. Arístides Rengel Romberg, en el cual, y entre otras consideraciones el autor
analiza la falta de cualidad o legitimación ad causam, y estableció entre otras cosas lo siguiente:
“… Omissis…

3
´La legitimación es la cualidad necesaria de las partes. El proceso no debe
instaurarse indiferentemente entre cualesquiera sujetos, sino precisamente entre
aquellos que se encuentran frente a la relación material o interés jurídico
controvertido en la posición subjetiva de legítimos contradictores, por afirmarse
titulares activos y pasivos de dicha relación…” `
…(Omissis)… En algunos casos la legitimación está atribuida conjuntamente a varias
personas, como ocurre en el litis consorcio necesario en el cual la decisión no puede
pronunciarse, aunque el derecho exista, sino frente a varias partes, que deben contradecir
en el mismo proceso…(omissis)…de tal manera que la omisión de uno de tales sujetos en
la demanda, origina el defecto de legitimación, toda vez que ésta corresponde en conjunto
a los sujetos mencionados y no a cada uno de ellos aisladamente considerados, defecto
que puede alegarse en la contestación de la demanda…”. (Sic)(Subrayado y negrillas de
esta Alzada).
En este sentido, se desprende del contenido del petitorio del libelo, que la parte demandante
mediante acción oblicua prevista en el artículo 1.278 del Código Civil demanda por
cumplimiento de contrato a los ciudadanos JESUS (sic) ROBERTO
ALVAREZCASTRO (sic) y ROSALBA ONTIVEROS DE ALVAREZ (sic) en base al
derecho de propiedad que tienen los ciudadanos SERGIO, HUMBERTO, REINA Y CARMEN
CALABRESE CIANO por ser herederos del causante RAFFAELE CALABRESE CERSA quien
en vida celebró un contrato de compra venta privado con los demandados y un contrato de
arrendamiento con el demandante JESUS GODOFREDO SALAZAR PEREZ (sic) sobre un
inmueble constituido por un apartamento ubicado en el Edificio Residencial FLAMBOYAN ,
piso 01, apartamento 1-B, Urbanización san Jacinto. Maracay estado Aragua.
Al respecto, quien decide debe traer a colación el contenido del artículo 1.278 del Código Civil
que establece lo siguiente:
´“Los acreedores pueden ejercer, para el cobro de lo que se les deba, los derechos y las
acciones del deudor, excepto los derechos que son exclusivamente inherentes a la persona
del deudor…”`
Mediante el ejercicio de esta acción el acreedor puede, para obtener el pago de lo que le es
debido, ejercer los derechos y acciones de su deudor salvo los que sean exclusivamente
personales a éste.
En cuanto a su naturaleza, el autor Eloy Maduro Luyando. Curso de obligaciones (pag 248)
señala que “…la acción oblicua es considerada por la doctrina como una acción conservatoria,
pues persigue hacer ingresar en el patrimonio del deudor determinados bienes y derechos que
legalmente le corresponden, conservando así dicho patrimonio como garantía de los créditos de
los acreedores…”
Según el Código Civil comentado por Emilio Calvo Baca señala lo siguiente:
`“…la acción oblicua es también denominada en doctrina subrogatoria o acción indirecta.
Subrogatoria, por cuanto el acreedor ejerce las acciones de su deudor en las cuales se
subroga, para ejercerlas contra el tercero deudor de su deudor. Es decir, el acreedor
sustituye, por decirlo así, a su deudor en el ejercicio de su acciones contra el tercero,
actuando en nombre y lugar de su deudor. Indirecta, por cuanto el acreedor no ejerce sus
propios derechos y acciones, sino los derechos y acciones de su deudor…” ´
Al respecto, la doctrina y la jurisprudencia han sido unánimes en interpretar restrictivamente tal
facultad del acreedor y como consecuencia de ello, se han establecido determinadas limitaciones
a los derechos y acciones que puede ejercer el acreedor mediante la acción oblicua, tales como:
1° El acreedor no puede ejercer sino los derechos de que ya sea titular el deudor.
2° El acreedor no puede ejercer derechos y acciones futuras del deudor que todavía no hayan
ingresado dentro de su patrimonio.
Ahora bien, de la revisión de las actas procesales se pudo observar que la parte actora mediante
acción oblicua demanda por cumplimiento de contrato de compra venta privado suscrito
entre JESUS (sic) ROBERTO ALVAREZCASTRO (sic) y ROSALBA ONTIVEROS DE
ALVAREZ (sic) y RAFFAELE CALABRESE, debido a que los herederos del comprador
ciudadano RAFFAELE CALEBRESEE no habían interpuesto la acción correspondiente.
En este sentido, tomando en consideración de que una de las condiciones para ejercer la presente
acción es que el acreedor solo puede hacerlo sobre derechos en lo que ya sea titular el deudor,
esta alzada pudo observar de las documentales acompañadas junto con el libelo de la demanda,
que no consta en autos documento público en la cual se verifique que el supuesto deudor sea
titular de algún derecho sobre el inmueble objeto de presente litigio y sobre el cual está siendo
ocupado por el demandante, por lo tanto, visto que no consta en autos prueba fehaciente en la

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cual haga presumir a este juzgador que el deudor sea titular de algún derecho sobre la cual el
demandante pueda subrogarse en nombre de él para hacer valer sus derechos y acciones, esta
alzada deduce que los hechos alegados por la parte actora no se encuentran dentro de los
supuestos para interponerse mediante un acción oblicua, y aunado al hecho de que no se verificó
en autos una relación jurídica contractual entre los ciudadanos que aparecen acreditado como
propietarios del inmueble objeto del presente litigio y el demandante, es por lo que esta alzada
considera que el ciudadano JESUS (sic) GODOFRIDO antes identificado, carece de cualidad
para ejercer la presente acción. Y así se decide.
Por lo anteriormente expuesto, es por lo que, se concluye que el ciudadano JESUS (sic)
GODOFRIDO antes identificado, no tiene cualidad para actuar en la presente causa, por lo
que, este juzgador considerara procedente declarar con lugar la falta de cualidad activa opuesta
por la parte demandada. En este sentido, la declaratoria con lugar de falta de cualidad impide al
juez pronunciarse sobre el fondo de la causa, por lo que, siendo circunstancia de modo lugar y
tiempo que crean en este sentenciador, la convicción de que, el demandante de autos no tiene
cualidad para interponer la presente demanda, por lo que deberá ser declarada sin lugar, sin
entrar a considerar otros elementos de fondo. Así se decide.
En razón de lo anteriormente expuesto, este Juzgado Superior considera que se debe
declarar SIN LUGAR el recurso de apelación interpuesto por la abogada SONIA
MALDONADO, inscrita en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el Nro. 107.848,
en su carácter de apoderada judicial de la parte actora, contra de la sentencia dictada por el
Juzgado Cuarto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Tránsito de la Circunscripción
Judicial del estado Aragua, en fecha 2 de mayo de 2016, y en consecuencia, se CONFIRMA la
referida sentencia, y se declara CON LUGAR la falta de cualidad activa opuesta por la parte
demandada, en consecuencia, SIN LUGAR la demanda por Cumplimiento de Contrato de
compra venta. Así se decide.
V. DISPOSITIVA
Con fundamento en las consideraciones de hecho, de derecho y jurisprudencial ut supra
señalado, este Tribunal Superior Primero en lo Civil, Mercantil, Bancario y del Tránsito de la
Circunscripción Judicial del estado Aragua, Administrando Justicia en Nombre de la
República Bolivariana de Venezuela y por Autoridad de la Ley, DECLARA:
PRIMERO: SIN LUGAR el recurso de apelación interpuesto por la abogada SONIA
MALDONADO, inscrita en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el Nro. 107.848,
en su carácter de apoderada judicial de la parte actora, ciudadano JESUS (sic) GODOFREDO
SALAZAR PEREZ (sic) venezolano, mayor de edad, titular de la cedula de identidad Nro V-
3.970.253, contra de la sentencia dictada por el Juzgado Cuarto de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil y Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado Aragua, en fecha 2 de mayo de
2016.
SEGUNDO: SE CONFIRMA la sentencia de fecha 2 de mayo de 2016, dictada por el Juzgado
Cuarto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Tránsito de la Circunscripción Judicial del
estado Aragua.
TERCERO: CON LUGAR la falta de cualidad activa opuesta por la parte demandada
Ciudadanos JESUS (sic) ROBERTO ALVAREZCASTRO (sic) y ROSALBA ONTIVEROS
DE ALVAREZ (sic), venezolanos, mayores de edad, titulares de las cedulas de identidad Nros
V-1.594.368 y V-7.003.355 respectivamente.
CUARTO: SIN LUGAR LA DEMANDA por CUMPLIMIENTO DE CONTRATO DE
COMPRA VENTA incoada por el ciudadano JESUS (sic) GODOFREDO SALAZAR PEREZ
(sic) venezolano, mayor de edad, titular de la cedula de identidad Nro V-3.970.253, contra los
ciudadanos JESUS (sic) ROBERTO ALVAREZ (sic) CASTRO y ROSALBA ONTIVEROS
DE ALVAREZ (sic) venezolanos, mayores de edad, titulares de las cedulas de identidad Nros
V-1.594.368 y V-7.003.355, respectivamente.
QUINTO: Se condena en costas a la parte actora, de conformidad con el artículo 274 del Código
de Procedimiento Civil.
SEXTO: Se condena en costas a la parte recurrente por la interposición del recurso de
conformidad al 281 del Código de Procedimiento Civil. (Negrillas, mayúsculas y subrayado de
la recurrida).
Para decidir, la Sala observa:
De acuerdo con el autor Luis Loreto, se puede afirmar que tendrá cualidad activa para mantener un
juicio, toda persona que se afirme titular de un interés jurídico propio y tendrá cualidad pasiva, toda persona
contra quien se afirme la existencia de ese interés. Así, la cualidad no es otra cosa que la relación de identidad

5
lógica entre la persona de la parte actora, concretamente considerada, y la persona abstracta a quien la ley
concede la acción o la persona contra quien se concede y contra quien se ejercita en tal manera (Loreto, Luis,
Ensayos Jurídicos, “Contribución al Estudio de la Excepción de Inadmisibilidad por Falta de Cualidad”,
Fundación Roberto Goldschmidt. Editorial Jurídica Venezolana, Caracas 1987).
Según José Andrés Fuenmayor: “La cualidad es la concatenación lógica que debe existir, activa y
pasivamente, entre la pretensión procesal y la titularidad del Derecho material cuya aplicación se persigue
con la demanda”.
La cualidad, entonces, es la idoneidad, activa o pasiva, de una persona para actuar válidamente
en juicio, condición que debe ser suficiente que permita al juez declarar el mérito de la causa, a favor o
en contra. Vale decir, la cualidad es la que establece una identidad entre la persona del demandante y aquel a
quien la ley le otorga el derecho de ejercer la acción, esta es la cualidad activa; la cualidad pasiva, es la
identidad entre el demandado y aquel contra la ley da la acción. La falta de esa condición en cualquiera de
las partes, conlleva a que el juez no pueda emitir su pronunciamiento de fondo, pues ello acarrea un
vicio en el derecho a discutirse. Entonces, la falta de cualidad ad causam, debe entenderse como carencia de
suficiencia de la persona para actuar en juicio como titular de la acción, en su aspecto activo o pasivo que se
produce cuando el litigante no posee la condición para que pueda ejercerse, contra él, la acción que la ley
otorga.
En ese orden de ideas, la Sala Constitucional se ha pronunciado sobre la falta de
cualidad, indicando -en reiteradas sentencias- que la misma debe ser declarada aún de oficio por el juez, por
tener carácter de orden público. Siendo que antes de pronunciarse sobre algún juzgamiento del fondo de
la controversia, se debe dilucidar –inicialmente- la falta de cualidad aún de oficio por el juez y de
proceder la misma se debe declarar inadmisible la acción, de no actuar de esa manera se estaría
incurriendo en el vicio de incongruencia omisiva, lo cual conlleva a la violación del derecho a la tutela
judicial efectiva consagrado en el artículo 26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y
al desconocimiento de la doctrina vinculante de la Sala Constitucional y de la Sala de Casación Civil. (Ver
sentencia N° 1930 del 14 de julio de 2003, caso: Plinio Musso Jiménez; sentencia N° 3592 del 6 de diciembre
de 2005, caso: Carlos Eduardo Troconis Angulo y otros, ratificada en sentencias números 1193 del 22 de
julio de 2008, caso: Rubén Carrillo Romero y otros, y 440 del 28 de abril de 2009, caso: Alfredo Antonio
Jaimes y otros, todas de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia).
Lo anterior significa que el concepto de cualidad o legitimación a la causa atañe o interesa al orden
público, por tanto, rige en ello el principio de reserva legal oficiosa, conforme al cual tanto los jueces de
instancia como el Tribunal Supremo de Justicia, deben, sin que medie solicitud de parte verificar el
cumplimiento de este presupuesto procesal, necesario para la válida instauración del proceso, pues ello
comporta una cuestión de derecho que repercute en el mérito de la controversia, porque permite
examinar de nuevo la admisibilidad de la demanda.
Ahora bien, en el sub iudice, el juez de alzada declaró que “…tomando en consideración de que una
de las condiciones para ejercer la presente acción es que el acreedor solo puede hacerlo sobre derechos en
lo que ya sea titular el deudor, esta alzada pudo observar de las documentales acompañadas junto con el
libelo de la demanda, que no consta en autos documento público en la cual se verifique que el supuesto
deudor sea titular de algún derecho sobre el inmueble objeto de presente litigio y sobre el cual está siendo
ocupado por el demandante, por lo tanto, visto que no consta en autos prueba fehaciente en la cual haga
presumir a este juzgador que el deudor sea titular de algún derecho sobre la cual el demandante pueda
subrogarse en nombre de él para hacer valer sus derechos y acciones, esta alzada deduce que los hechos
alegados por la parte actora no se encuentran dentro de los supuestos para interponerse mediante un acción
oblicua, y aunado al hecho de que no se verificó en autos una relación jurídica contractual entre los
ciudadanos que aparecen acreditado como propietarios del inmueble objeto del presente litigio y el
demandante, es por lo que esta Alzada considera que el ciudadano JESUS (sic) GODOFRIDO antes
identificado, carece de cualidad para ejercer la presente acción. Y así se decide…”.
Observándose además, que el juez a-quem determinó la procedencia de la defensa de falta cualidad
de la parte actora para sostener la presente acción, en virtud de que no existe medio probatorio en autos que
demuestre su cualidad para actuar en juicio.
Así las cosas, tenemos que la falta de legitimatio ad causam o cualidad, trae consigo un vicio en el
derecho de acción que imposibilita al juez conocer el mérito del asunto debatido, por lo que aún cuando no

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haya sido alegada, el juez ante dicha situación está obligado a declararla de oficio y como consecuencia, la
inadmisibilidad de la demanda.
En el caso que nos ocupa, se tiene entonces que la persona que acciona no tiene legitimación para
ello, ya que no llena una de las condiciones para ejercer la presente acción, como lo es, el que el acreedor
solo puede hacerlo sobre derechos en los que ya sea titular el deudor.
Al haberse corroborado la circunstancia de falta de cualidad de la parte actora, la consecuencia lógica
era la inadmisibilidad de la demanda presentada, por faltar uno de los requisitos de prejudicialidad, siendo
antagónico entonces declarar sin lugar la demanda como lo hiciere la recurrida.
Con tal pronunciamiento el juzgador de alzada no tomó en consideración la diferencia entre la
inadmisibilidad y el sin lugar de la demanda, puesto que los mismos acarrean efectos jurídicos distintos,
sobre esto, la Sala Constitucional de este Tribunal Supremo de Justicia, en su sentencia N° 215 de fecha 8 de
marzo de 2012, caso: MG Realtors Compañía Anónima, determinó:
“…en la sentencia N° 2.864 del 10 de diciembre de 2004, ratificada mediante decisión Nº
3.267/2005 del 28 de octubre también de esta Sala, se estableció la diferencia existente entre las
figuras de la inadmisibilidad y la improcedencia, en los siguientes términos:
'Así, la pretensión es admisible, cuando se da cumplimiento a los requisitos legales
(generalmente de orden público) que permiten la tramitación de una causa, pero su
declaratoria en modo alguno implica un pronunciamiento sobre el mérito del asunto debatido
en el proceso. Por interpretación en contrario, la inadmisibilidad de la pretensión tiene lugar
por la insatisfacción de esas exigencias que -sin que sea vista la causa- impiden la constitución
del proceso.
Ahora bien, la «procedencia o improcedencia de la pretensión», es propia de un
pronunciamiento de fondo (incidental o definitivo) y está necesariamente referida al mérito del
asunto debatido en la incidencia o en el proceso, según el caso; es decir, a la aceptación que de
un pedimento determinado hace el órgano jurisdiccional. Caso contrario, el tribunal declarará
«sin lugar» o «improcedente» la pretensión, pero -en principio- luego de haber sustanciado el
proceso.'
De tal manera, siguiendo los lineamientos expuestos en la citada decisión, se debe señalar que el
pronunciamiento de admisibilidad o inadmisibilidad que realice un órgano jurisdiccional, se
encuentra vinculado a la concurrencia o no de los requisitos previos que deben cumplirse
necesariamente a los fines de darle curso a la tramitación de una determinada pretensión;
mientras que la improcedencia comprende un pronunciamiento de fondo una vez que el órgano
jurisdiccional ha admitido la pretensión, es decir, sobre el mérito de ésta, la cual puede ser in
limine litis, es decir, atendiendo a los principios de economía y celeridad procesal, el órgano
jurisdiccional puede negar -previamente a su tramitación- el examen de la misma cuando no
tenga visos de prosperar en la definitiva…”. (Cursivas del texto).
La sentencia parcialmente transcrita, no deja dudas en lo que se refiere a que el pronunciamiento de
admisibilidad o inadmisibilidad que dictamine un órgano administrador de justicia, está relacionado con la
concurrencia o no de las exigencias que han de cumplirse a fin de darle curso a la tramitación de la pretensión
presentada, pero la declaratoria sin lugar de la misma, implica pronunciarse sobre el fondo de la
controversia, una vez determinada su admisibilidad.
De modo que, esta Sala atendiendo al criterio sentado por la Sala Constitucional y, en acatamiento al
mismo, verifica en el caso in commento, que la demanda fue interpuesta por el ciudadano Jesús Godofredo
Salazar Pérez, quien carece de cualidad procesal activa para sostener el referido juicio, al no ostentar su
condición de acreedor sobre derechos en los que ya sea titular el deudor.
Por consiguiente, considera esta Máxima Jurisdicción que en el sub iudice, al haberse declarado la
falta de legitimación activa de la parte demandante, lo procedente en derecho era declarar
consecuencialmente la inadmisibilidad de la demanda por cumplimiento de contrato de opción de compra-
venta, por infracción de los artículos 12, 15, 208, 341 y 346 ordinal 2° del Código de Procedimiento Civil.
Así se establece.
CASACIÓN SIN REENVÍO
De conformidad con lo previsto en el artículo 322 del Código de Procedimiento Civil, la Sala puede
casar sin reenvío el fallo recurrido cuando su decisión sobre el recurso haga innecesario un nuevo
pronunciamiento sobre el fondo o bien cuando los hechos hayan sido soberanamente establecidos y

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apreciados por los jueces de fondo y ello permita aplicar la apropiada regla de derecho. En esos casos, el fallo
dictado y el expediente deben ser remitidos directamente al tribunal al cual corresponda la ejecución.
En el caso concreto, la Sala declaró la falta de legitimación activa del accionante y, por vía de
consecuencia, la inadmisibilidad de la demanda por cumplimiento de contrato de compra-venta, de
conformidad con lo previsto en los artículos 12, 15, 208, 341 y 346 ordinal 2° del Código de Procedimiento
Civil, por lo que, tal declaratoria hace innecesario un nuevo pronunciamiento sobre el fondo del debate, de
conformidad con el artículo 320 del Código de Procedimiento Civil y, por corolario declarará en el
dispositivo del presente fallo, la inadmisibilidad de la demanda incoada por el ciudadano JESÚS
GODOFREDO SALAZAR PÉREZ, contra los ciudadanos JESÚS ROBERTO ÁLVAREZ CASTRO y
ROSALBA ONTIVEROS DE ÁLVAREZ, anulándose por consiguiente el auto de admisión de fecha 19 de
marzo de 2015, proferido por el Juzgado Cuarto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de
la Circunscripción Judicial del estado Aragua, así como todas las actuaciones posteriores al mismo. Así se
establece.
DECISIÓN
En mérito de las anteriores consideraciones, el Tribunal Supremo de Justicia en Sala de Casación
Civil, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la ley,
declara: PRIMERO: CASA DE OFICIO Y SIN REENVÍO la sentencia dictada por el Juzgado Superior
Primero en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado Aragua, en fecha 19 de
diciembre de 2016. En consecuencia, SEGUNDO: DECLARA INADMISIBLE la demanda intentada por el
ciudadano JESÚS GODOFREDO SALAZAR PÉREZ, representado judicialmente por las abogadas Belinda
Celeste Rebolledo y Sonia Juanita Maldonado De La Vieri, contra los ciudadanos JESÚS ROBERTO
ÁLVAREZ CASTRO y ROSALBA ONTIVEROS DE ÁLVAREZ, representados judicialmente por el
abogado Omar Vicente Vargas; y TERCERO: ANULA el auto de admisión de dicha demanda, dictado en
fecha 19 de marzo de 2015, proferido por el Juzgado Cuarto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del
Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado Aragua, así como todas las actuaciones posteriores al
mismo. Queda de esta manera CASADA la sentencia impugnada.
No hay condenatoria en costas del recurso, dada la naturaleza del dispositivo del presente fallo.
Publíquese, regístrese y remítase el expediente al Juzgado Cuarto de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado Aragua y notifíquese al Juzgado Superior
Primero en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la misma Circunscripción Judicial, de conformidad con lo
previsto en el artículo 326 del Código de Procedimiento Civil.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de
Justicia, en Caracas, a los veintitrés (23) días del mes de enero de dos mil dieciocho. Años: 207º de la
Independencia y 158º de la Federación.
Presidente de la Sala,

__________________________________
YVÁN DARÍO BASTARDO FLORES
Vicepresidente,

___________________________________________
FRANCISCO RAMÓN VELÁZQUEZ ESTÉVEZ
Magistrado,

_________________________________
GUILLERMO BLANCO VÁZQUEZ
Magistrada-Ponente,

_______________________________________
VILMA MARÍA FERNÁNDEZ GONZÁLEZ
Magistrada,

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________________________________________
MARISELA VALENTINA GODOY ESTABA

Secretaria Temporal,

________________________________________
MARIAM JOSEFINA ALTUVE ARTEAGA

Exp. Nro. AA20-C-2017-000107


Nota: Publicada en su fecha a la

Secretaria Temporal,

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