La Naturaleza De La Iglesia Local
Por Jeffrey D. Johnson
¿Se requiere que los cristianos se unan a una iglesia local? ¿Cuáles son los privilegios y
responsabilidades de la membresía de la iglesia? ¿Cuál es el propósito de la iglesia? ¿Cuáles son las
marcas de una iglesia saludable y espiritual? ¿Cuáles son las actividades de la iglesia? ¿Cómo
debería la iglesia expresar su adoración? ¿Qué es la disciplina de la iglesia y cómo se debe gobernar
la iglesia? Las respuestas a estas preguntas importantes no se deben dejar a la opinión de uno o sus
ideas pragmáticas o relativistas, sino que se deben al fundamento seguro de la Palabra escrita de
Dios. El propósito de este estudio, por lo tanto, es establecer lo que la Biblia enseña acerca de la
naturaleza, el propósito, las funciones, la adoración, la membresía, la disciplina y la autoridad de la
iglesia local.
La Iglesia Local Definida
Los edificios y las instalaciones no definen la iglesia local, sino el contenido de su membresía. Una
iglesia local es la comunión de un grupo de creyentes que, por el Espíritu Santo, han sido llamados
a salir de este mundo de tinieblas y se han unido espiritualmente en un solo cuerpo en Cristo Jesús.
Al entregarse a la obediencia de la fe, estos creyentes se comprometen por un acuerdo voluntario,
para rendir cuentas los unos a los otros en amor al reunirse humilde y consistentemente junto con
sus líderes ordenados para el compañerismo espiritual y la edificación mutua. La iglesia, entonces,
tiene el propósito de guardar juntos la Palabra de Dios, practicar sus preceptos, observar las
ordenanzas de la iglesia y llevar a cabo su disciplina; someterse colectivamente, instruir, amonestar
y cuidar a los demás como al Señor.
La Naturaleza De La Iglesia Local
La naturaleza de la iglesia local consiste de tres partes interrelacionadas. La iglesia es (1.) un cuerpo
de creyentes unificado (2) y santificado (3.) que ha sido confiado con la verdad de la Palabra de
Dios.
(1.) La Iglesia es un Cuerpo Unificado de Creyentes
La iglesia, como familia de Dios, por su propia naturaleza, es un cuerpo unificado de creyentes. La
salvación no solo ha reconciliado a Dios con el hombre, sino que también ha unido a los hombres
unos con otros (Efesios 2:14). En el cuerpo de Cristo, no hay división entre judíos y gentiles, ricos y
pobres, o entre hombres y mujeres. Todos somos uno en Cristo Jesús (Efesios 4:4). Esta unidad no
es meramente en identidad, sino en la vitalidad y vida espiritual. Cristo es la vida de todos los que
creen. La vida que cada creyente tiene en Cristo se convierte consecuentemente en una vida
compartida por todos los creyentes. Es decir, cuando los creyentes son bautizados en Cristo, se unen
en un solo cuerpo. Y, ¿qué es la iglesia local, sino el reflejo externo del pueblo unificado de Dios?
Es decir, si el pueblo de Dios es uno espiritualmente, deben ser uno externamente.
(2.) La Iglesia es la Gente Santificada de Dios
La iglesia también es el pueblo redimido de Dios que ha sido santificado en Cristo Jesús por la
verdad de la Palabra de Dios (1 Corintios 1:2). El pueblo de Dios ha sido llamado fuera del mundo
de las tinieblas y el pecado y llevado al reino del Hijo amado de Dios. Han sido lavados y
santificados por la sangre de Jesucristo (1 Co. 6:11). Ellos son una nación santa y un reino de
sacerdotes que han sido consagrados por el Espíritu Santo para el Señor (1 Ped. 2:5, 9). La
verdadera iglesia, por lo tanto, es santa por su propia naturaleza.
(3.) La Iglesia es el Portador de la Verdad
La iglesia es la columna y el fundamento de la verdad para protegerla y proclamarla (1 Timoteo
3:15). Dios ha confiado Su Palabra (la revelación de la verdad) al cuidado de Su pueblo (Judas 3).
Sin la verdad, la iglesia deja de existir. En una era postmoderna donde la cultura está moldeada por
el relativismo, la subjetividad y el pragmatismo, la iglesia es la única luz que brilla en la oscuridad.
Conclusión
En resumen, la iglesia local es el portador de la verdad oficial de Dios, que consiste en aquellos que
han sido santificados por la verdad y unidos en Cristo Jesús. Comprender esto es vital porque la
naturaleza de la iglesia es lo que determina el propósito, las funciones, el culto y la membresía de la
iglesia. Como la iglesia es santa y está unida en su naturaleza, la iglesia está llamada a ser santa y
unificada en su práctica. Perder este propósito es socavar los cimientos de la iglesia.
