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De Dónde Viene El Zodiaco

El zodiaco, que proviene del griego 'zoé-diakos' y significa 'rueda de la vida', tiene un origen incierto pero se ha encontrado en diversas culturas alrededor del mundo. Su desarrollo se atribuye a los sumerios y a los sacerdotes-astrónomos del Antiguo Egipto, quienes transmitieron sus observaciones a los griegos, y se considera que el Zodiaco más antiguo fue descubierto en Denderah. A lo largo de la historia, el zodiaco ha sido influenciado por múltiples civilizaciones, y aunque sus símbolos y nombres han evolucionado, sigue siendo un referente cultural y astronómico en la actualidad.

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De Dónde Viene El Zodiaco

El zodiaco, que proviene del griego 'zoé-diakos' y significa 'rueda de la vida', tiene un origen incierto pero se ha encontrado en diversas culturas alrededor del mundo. Su desarrollo se atribuye a los sumerios y a los sacerdotes-astrónomos del Antiguo Egipto, quienes transmitieron sus observaciones a los griegos, y se considera que el Zodiaco más antiguo fue descubierto en Denderah. A lo largo de la historia, el zodiaco ha sido influenciado por múltiples civilizaciones, y aunque sus símbolos y nombres han evolucionado, sigue siendo un referente cultural y astronómico en la actualidad.

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¿De dónde viene el zodiaco? ¿Quién lo creó?

[Prócoro Hernández Oropez]


Director de Tribuna de la Bahía
Puerto Vallarta, Jalisco

Muchas personas rigen su vida de acuerdo a su signo zodiacal.


Son muy propensas a guiarse por lo predicado por presuntos
astrólogos a través del zodíaco. De hecho la mayor parte de los
diarios y revistas, tanto impresas como electrónicas, publican en
sus páginas el horóscopo.

Varios de estos horóscopos son comprados a agencias que, se


supone, son especialistas en el estudio y observación de los
planetas. Y el problema no es su publicación, sino que los lectores
crean en ellas.

Si tomamos el horóscopo de un día cualquiera, supongamos Aries, mi signo, me


dice lo siguiente: “La familia te reclama, dedícale las horas de la mañana sin
sentirte obligado. Por la tarde entusiasmo y muchas ganas de diversión”. Si le
hiciera caso al horóscopo según el patrón indicado, estaría haciendo las cosas
correctas. Sino, me sentiría con un complejo de culpa y frustración. Y me pregunto:
¿qué ocurrirá por la tarde? ¿Quién me va a traer diversión? ¿Y si mi familia no está o
no quiere que le dedique tiempo?

Si continuamos con Tauro, el horóscopo sugiere: “La primera parte del día te dará
satisfacciones, sobre todo si compartes con los hijos. Para la noche es preferible no
hacer planes” Como se observa, el descifrador de los destinos de la humanidad sólo
hace acopio de sentido común. El horóscopo del que me ocupo es del domingo, un
día dedicad por excelencia a la familia o a descansar. Y para la noche, la verdad que
nadie o pocos harán planes para ir de reventón o a visitar a sus parientes. Yo
preferiría descansar o ver una buena película o leer.

¿De dónde viene el zodiaco? ¿Quién lo invento?

Zodíaco viene del griego zoé-diakos, rueda de la vida. Sin


embargo, aunque poco se sabe de su origen, existen zodíacos en
todo el planeta. Dice Eric Le Nabour que hay fe de su existencia
en occidente, África, en Sudamérica, en India, Ticket, China, ¡En
cualquier sitio! y las divergencias existentes son nimias. En
cuanto al origen de los símbolos utilizados, de los grafismos y de
las cualidades que le son atribuidas no se sabe nada.

Expertos afirman que el rastro sobre el origen de nuestras Constelaciones lo


encontramos entre los sumerios, pero son los sacerdotes-astrónomos, o astrólogos
si se prefiere, del Antiguo Egipto los que transmitieron sus observaciones de la
bóveda celeste a los griegos, quienes a su vez fueron fuente de conocimiento para
los astrónomos y científicos de la Edad Media.

La primera vez, en la época moderna, que se creyó encontrar el Origen de las


Constelaciones fue durante la campaña militar de Napoleón Bonaparte en Egipto.
Esta expedición además de contar con un preparado ejército militar, llevaba una
Comission des Sciences et Arts, cuyo objetivo era realizar un trabajo de
investigación arqueológica; sus resultados fueron publicados en 1822 en l’Institut
d’Etudes Egiptiens.
Fue a finales de 1799 cuando el oficial ingeniero Pierre Bouchard, que trabajaba en
una obra de fortificación cerca de las ruinas de Qsar ar-Raschid, cerca de la ciudad
de Rossetta , encontró la famosa Piedra Rosetta. En ella aparecía un texto que
resultó ser el Decreto de Memphis en tres lenguas: jeroglífico egipcio, griego y
demótico.

Durante la misma campaña el General Dexais descubrió, durante un viaje de


inspección por la herradura del Nilo, a poca distancia de Denderah, un extraño
templo. De este le llamaron la atención los capiteles de las columnas que
representaban cabezas de mujer, dotadas de orejas descomunales; más tarde se
supo provenían de la época de Cleopatra.

El zodíaco de Dendenah

En una de las salas estaban representadas un conjunto de figuras humanas y de


animales, entre las que se distinguen perfectamente los doce signos de las
Constelaciones del Zodíaco. Para poder realizar un estudio más profundo se
construyó un molde de escayola. Para los arqueólogos, este podría ser el Zodíaco
más antiguo de la Historia, y desde entonces se conoce como el Zodiaco de
Dendenah.

Después de algunos abatares políticos y militares las


copias y el vaciado del Planisferio de Denderah llegaron a
París. Ahí fueron examinados por el astrónomo Jean
Baptiste Biot, profesor de Física del Collège de France.
Este identifico inmediatamente las Constelaciones
Zodiacales helénicas dispuestas en el sentido de las
manecillas de un reloj, sobre un círculo claramente
descentrado, lo que inducía a pensar que era una
proyección ecuatorial. Pero las Constelaciones Boreales
resultaban irreconocibles, pues en el interior del círculo
zodiacal se ve un hipopótamo con una cola muy rara, la
pata delantera de un buey (¿Apis?), un antropoide
sentado, un chacal, otro cuadrúpedo y varias figuras humanas que marchan en
sentido horario. De acuerdo con la posición que ocupan, la pata del buey y el
cuadrumano se corresponderían con Ursa Maior y el chacal con Ursa Minor,
mientras que el enorme hipopótamo lo haría con Draco y Cepheus y el mono con
Casiopeia. Al tratar de bosquejar el ecuador, Biot pudo identificar a Orión con Osiris,
por su situación con respecto al inconfundible Taurus, con lo que Canis Maior quedo
localizado en forma de vaca que navega en una barca. Con esos pocos datos se
pudo marcar un esbozo del Ecuador para, de su intersección con la elíptica,
averiguar la posición del Equinocio vernal y datar la escultura. Al trazar ambos
círculos, la línea equinoccial resultó cortar a Aries más o menos por el centro. A
partir de esto Biot dictaminó la fecha buscada: el año 700 a.JC. Probablemente la
escultura reproducía un dibujo realizado sobre papiro.

El comunicado de Biot levantó revuelo mundial. Oficialmente se había encontrado el


Zodiaco más antiguo de la Humanidad, lo que despejaba la duda sobre el origen de
las Constelaciones y del nacimiento de la Astronomía. Los legendarios sacerdotes
egipcios eran los artífices.

Las constelaciones del Zodiaco, a diferencia del resto de la bóveda celeste, son
aquellas por donde transitan el Sol, la Luna y los Planetas en su viaje en el cielo a lo
largo del año. El Zodiaco "el camino de los animales", consta de 12 constelaciones
que son: El Carnero, Acuario, El Cangrejo, La Cabra Marina, El Escorpión, Los
Gemelos, El León, Los Peses, El Toro, La Balanza, Sagitario y la Virgen; sin contar la
constelación de Ofiuco "El Serpentario", que algunos le consideran la 13ª
constelación del Zodíaco. El origen mitológico de sus nombres y sus iconos que los
representan, forman parte del inicio de la cultura humana y de la astronomía.

Dichas constelaciones fueron, originalmente, llamadas Casas o


mansiones, pues la Luna, el Sol y los planetas, residen o pasan un
tiempo por estas. La primera constelación, "signo" del Zodiaco, se
definió donde se encontraba el Sol durante el equinoccio vernal, o
punto cero de la cartografía de la bóveda celeste. Hace más de
2,500 años esta constelación era Aries "El Carnero" y se le
denominó el primer signo del Zodiaco. Hoy en día, ese punto cero
se encuentra en la frontera entre la constelación de Piscis y Acuario. Por ello se
dice, hemos entrado a la "Era de Acuario". Cada era dura aproximadamente 2,160
años.

Sobre el origen del zodíaco existen varias teorías. Una de ellas, quizá la más
antigua, es un poema griego escrito en versos yámbicos, que explican la relación
del Zodíaco con el cambio de las estaciones del año y todo lo que implica. La fecha
de la que data es muy incierta, tal ves de la época de Empédocles o tan antigua
como Arato.

Lo que hasta hoy se ha podido deducir, es que los nombres de los "signos"
Zodiacales no se le pueden atribuir a un solo pueblo o civilización. Un ejemplo es el
de la constelación de Libra, "la balanza", que los primitivos le llamaban "las Garras",
porque era vecina de la constelación de Escorpión. Todo hace suponer que en la
antigüedad ambas constelaciones eran una sola; o sea, que las estrellas de la
actual Libra pertenecían a escorpión, cuyos nombres de las dos principales estrellas
de Libra, alfa y beta Librae, de origen árabe, significan: la primera, Zuben el Genubi
"la pinza del Sur" y la segunda Zuben Eschamali, "la pinza del Norte".

Otras teorías asocian las constelaciones del Zodíaco con los


cambios meteorológicos, durante las diferentes estaciones
del año: Acuario es una de esas constelaciones, relacionada
con las lluvias y las inundaciones. Las actividades del ser
humano en la tierra son designadas por Tauro "El Toro". A
decir de algunos estudiosos podría haber representado al
animal de tiro, utilizado en la actividad agrícola; a su vez la
constelación de Virgo, con su estrella Spica "La Espiga de
Trigo", simbolizaba la fertilidad de la tierra y marcaba la época del levantamiento
de la cosecha.

En resumen, el actual Zodiaco es el resultado de una mezcla de diferentes


aportaciones culturales de distintos pueblos desde el inicio de la cultura humana.
Tanto los Caldeos, Griegos, Babilónicos, Egipcios e incluso nuestra cultura moderna
han influido en el moderno Zodiaco. Lo único que no cambia y permanece desde lo
más remoto de la historia es que el Zodiaco sigue siendo nuestro Reloj Cósmico.

Octubre 21, 2002

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