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Libro de Psic Social UCAB - M Pulido y A Oropeza-3

El documento aborda la Psicología Social, su naturaleza, objeto de estudio y orígenes, destacando la interacción entre procesos psicológicos individuales y fenómenos sociales. Se discuten conceptos clave como disonancia cognoscitiva y atribución causal, así como áreas de aplicación en economía, internet y desarrollo comunitario. La Psicología Social se distingue de otras disciplinas al centrarse en cómo las interacciones sociales afectan el comportamiento y los procesos psicológicos de los individuos.

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El documento aborda la Psicología Social, su naturaleza, objeto de estudio y orígenes, destacando la interacción entre procesos psicológicos individuales y fenómenos sociales. Se discuten conceptos clave como disonancia cognoscitiva y atribución causal, así como áreas de aplicación en economía, internet y desarrollo comunitario. La Psicología Social se distingue de otras disciplinas al centrarse en cómo las interacciones sociales afectan el comportamiento y los procesos psicológicos de los individuos.

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LA PSICOLOGIA SOCIAL

Dra. Mercedes Pulido de Briceño


Licenciada en Psicología, UCAB
Ministra de la Mujer (1979-1984) y de la Familia (1994-1997)
Subsecretaria adjunta de la ONU
Presidente de la Junta Directiva de la UNICEF (1996-98)
Profesora de la Escuela de Comunicación Social de la UCAB
Profesora de la Maestría en Ciencia Política de la USB

Dr. Angel Oropeza Zambrano


Licenciado en Psicología, UCAB
Magister en Ciencia Política, Universidad de Pittsburgh
Doctor en Ciencia Política, USB
Jefe del Departamento de Ciencias Económicas, Políticas y
Administrativas, USB.
Profesor Titular, USB
Jefe de Cátedra de Psicología Social, UCAB

ESQUEMA DEL CAPITULO

 Introducción
 Naturaleza y objeto de la Psicología Social
 Orígenes de la disciplina
 Conceptos Básicos
 Disonancia Cognoscitiva
 Atribución Causal
 Cognición Social
 Algunas áreas de aplicación de la Psicología Social
 Psicología Social en la Economía
 Psicología Social, conectividad e internet
 Psicología Social y el Desarrollo Ambiental
 Psicología Social Comunitaria
 Psicología Social Política
 Resumen
1. INTRODUCCIÓN.

¿Cómo podemos cambiar las actitudes de una persona?


¿Por qué la gente se comporta políticamente como se comporta?
¿Por qué sentimos atracción por determinadas personas?
¿Qué hace que alguien arriesgue su vida para ayudar a otros?
¿Realmente la televisión produce comportamientos agresivos?
¿Cómo hacer para entender cómo son los otros?
¿Qué hace que los demás digan que alguien es un “líder”?
¿Es verdad que “amor con hambre no dura”?
¿Cómo se explican la violencia y la agresividad?
¿Cómo influyen en nosotros lo que piensan y hacen los otros?
¿Por qué hay líderes políticos que arrastran multitudes mientras son rechazados yhasta
odiados por otros?
¿Qué provoca la infidelidad?
¿Cuáles son las mejores formas para influir en los demás?
¿Por qué algunas sociedades parecen ser más tolerantes que otras?
¿Qué hace que una persona sea capaz de ejercer un verdadero control sobre otra?

Preguntas como las anteriores, que con seguridad usted se habrá formulado en

algún momento, y que forman parte de un conjunto tan disperso de temas que no

parecieran tener entre sí nada en común, en realidad son sólo una pequeña muestra del

tipo de cuestiones que se plantea y estudia la Psicología Social.

Como su nombre lo indica, lo que hace distintiva a esta rama del conocimiento

científico de otras áreas de la Psicología, es precisamente el adjetivo “social”. De hecho,

la Psicología Social se especializa en el estudio del “comportamiento social”,

entendiendo por éste el conjunto de conductas y procesos psicológicos que se originan y

desarrollan en situaciones sociales. El estudio de los “comportamientos sociales”

constituye, pues, el objeto de estudio de la Psicología Social.


2. NATURALEZA Y OBJETO DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL.

Para abordar su objeto de estudio, la Psicología Social parte de dos supuestos

teóricos importantes, y que son igualmente necesarios para evitar caer en

reduccionismos de uno u otro orden sobre lo que debe ser la naturaleza y orientación de

la disciplina.

Por un lado, se adopta el supuesto según el cual los procesos psicológicos de la

persona (aprendizaje, memoria, emoción, motivación, pensamiento, etc.) se relacionan

con e influyen en el modo como funciona la sociedad y la manera en que ocurre la

interacción social. Pero, al mismo tiempo, se adopta el supuesto según el cual las

variables y elementos de tipo macro-social (instituciones, normas, procesos sociales,

políticas públicas, estructuras sociales, etc.) se relacionan con e influyen en la conducta

y los procesos psicológicos de los individuos. Ambos supuestos teóricos son necesarios

para entender a cabalidad qué estudia la Psicología Social, y para diferenciarla del

ámbito de interés de otras disciplinas que también se preocupan por lo que podríamos

llamar el área de la conducta social humana.

La psicología social reconoce que los individuos no viven aislados de las

influencias culturales y sociales y se dirige a comprender los factores que inciden en la

acción y en las formas de pensar de los individuos en situaciones sociales. Si bien la

sociología –por mencionar una disciplina- puede interesarse por los mismos temas, ella

se centra en la organización de los grupos o de las sociedades y no en los individuos.

Por ejemplo, mientras los psicólogos sociales estudian la agresión o la violencia desde

los factores individuales que pueden generar o reproducir estas conductas, los

sociólogos se interesan por las causas sociales de la agresión como podrían ser la
condiciones económicas o de deprivación. De allí, la relación interdisciplinaria entre las

diferentes ciencias de la conducta humana.

Así, como acabamos de ver, la Sociología centra su análisis en los grupos o en

las sociedades, entendidas como un todo, pero no se detiene en la persona individual o

en sus procesos psicológicos particulares; la Ciencia Política se interesa en las amplias

relaciones humanas que giran tanto sobre la búsqueda de la organización y el bien

común, como sobre las nociones de poder y dominación, lo que incluye el estudio de

estructuras, sistemas, culturas y comportamientos políticos; la Economía estudia las

actividades relacionadas con la forma como las personas y sociedades deciden utilizar y

administrar los recursos escasos para producir, intercambiar, distribuir y consumir

bienes y mercancías1; la Antropología ha desarrollado investigaciones que permiten

comprender los fenómenos culturales, haciendo énfasis en metodologías de naturaleza

global y comparativa. Otras disciplinas, como la Historia y la Biología también

abordan, desde su propia perspectiva, aspectos de la conducta social humana. Sin

embargo, ninguna de ellas se preocupa por cómo se origina y mantiene el

comportamiento y cómo funcionan los procesos psicológicos individuales

(sentimientos, pensamientos, aprendizaje, emociones, percepciones, etc.) cuando

ocurren en una situación de interacción social. En este sentido, la Psicología Social no

es propiamente el estudio de la sociedad (o de las instituciones, estructuras o normas

sociales), sino el estudio del funcionamiento psicológico de los individuos cuando

actúan en interacción social, esto es, con otros individuos. Como afirma John Turner 2,

lo que realmente estudian los psicólogos sociales es esta “determinación mutua entre
1
Un ejemplo evidente de la relación entre Economía y conducta humana, lo encontramos en el hecho que
el Premio Nobel de Economía 2002 fue entregado a un psicólogo, el Dr. Daniel Kahneman, quien ha
desarrollado un enfoque conocido como “economía comportamental”, el cual introduce en la teoría
económica modelos psicológicos realistas acerca del comportamiento de los agentes económicos.
2
“El Campo de la Psicología Social”, en J.F. Morales y Carmen Huici, (coords.): “Psicología Social”.
Edit. McGrawHill, España, 1999 (pag. 3)
mente y sociedad” o, si se quiere, los productos que surgen de la interacción de mutua

causalidad entre los procesos psicológicos y los procesos sociales. Este concepto de

mutua causalidad es fundamental, tanto desde el punto de vista teórico como

metodológico.

La moderna Psicología Social parte de la perspectiva según la cual la relación

entre los fenómenos sociales (colectivos) y psicológicos (individuales) no se desarrolla

en una sola dirección. Para quienes estén familiarizados con la terminología

experimental, ninguno de los dos tipos de fenómenos puede considerarse variable

independiente que explica la ocurrencia del otro, asumido como variable dependiente.

Por el contrario, se asume que ambos tipos de procesos interactúan en un juego

sistémico3 de causalidad mutua, y que originan una serie de consecuencias o productos,

que son precisamente los que los psicólogos sociales se dedican a analizar y estudiar.

3. ORIGENES DE LA DISCIPLINA

Si bien las raíces históricas de la Psicología Social no pueden separarse de los

orígenes de la misma Psicología General, existe cierto consenso entre los estudiosos en

señalar algunos hitos que marcan el origen y desarrollo de la primera como disciplina

independiente, con un campo de estudio propio. Así, por ejemplo, se reconoce la

importancia de algunos teóricos pre-experimentales como LeBon (1896) y McDougall

(1908). El primero, a partir de su observación sobre el comportamiento de las

muchedumbres revolucionarias de la Francia del siglo XIX, postuló la tesis de que

existía una “mente grupal o colectiva”, que era cualitativamente diferente a la “mente

individual”, y que aparecía cuando la persona interactuaba en contextos grupales o

3
El fundamento básico del enfoque sistémico parte precisamente de considerar la importancia de la
interdependencia recíproca de los elementos de un conjunto. El modo en que las distintas partes de un
conjunto (sea una organización, un grupo, un fenómeno, etc.) interactúan entre sí, define no sólo la
dinámica y comportamiento del sistema o conjunto, sino el de sus componentes individualmente
considerados.
colectivos. De esta manera, las personas en muchedumbre sufrirían un triple proceso de

“desindividuación” (pérdida del “yo individual” en la muchedumbre), “contagio”

(generalización de sentimientos y conductas por imitación mutua) y “sugestibilidad”

(sumisión irracional y emotiva a la muchedumbre), que explicaría como sujetos

individualmente pacíficos, tolerantes y respetuosos podían “transformarse” en

elementos agresivos, fanatizados y violentos cuando actuaban inmersos en una masa. Si

bien todavía mucha gente recurre a esta hipótesis de la “mente grupal” para explicar

comportamientos colectivos extremos, la Psicología Social no ha encontrado apoyo

empírico que le permita aceptar este concepto. No obstante, los trabajos de LeBon

marcaron el inicio de una preocupación sobre la influencia de fuerzas colectivas sobre la

conducta individual que ha permeado mucho de la tradición experimental de la

disciplina.

McDougall, por su parte, postulaba que el comportamiento social era explicado

por “instintos”, tendencias innatas y hereditarias que motivan y explican la conducta.

McDougall llegó a establecer una lista de los 12 principales instintos humanos, y se

convirtió en el más radical defensor de este concepto, que había tenido su origen en los

trabajos de Charles Darwin (1859, 1872) y William James (1890). Sin embargo, la

teoría de los instintos entró en desuso a partir de la década de 1920, al demostrarse su

escaso valor explicativo, su ausencia de base empírica y su inutilidad científica, al punto

que en Psicología, a diferencia de lo que ocurre en el lenguaje coloquial, no se utiliza el

concepto de instinto para explicar la conducta humana.

Después de 1920, los trabajos de Floyd Allport (1924) establecieron el ritmo de

la disciplina. Allport sostenía que el comportamiento social era multifactorial, y entre

estos factores destacaba la conducta de otras personas. Partiendo de la aplicación de las

primeras teorías conductistas del aprendizaje, su enfoque era básicamente individualista,


en el sentido que consideraba a los grupos como simples agregados de individuos, sin

diferencias cualitativas con la conducta individual. De esta manera, las leyes del

aprendizaje que explicaban la conducta individual se aplicaban por igual a la interacción

social. No obstante, su énfasis en la experimentación y en el estudio de áreas

específicas de investigación (como, p.ej, la conformidad y la conducta no verbal)

marcaron la pauta de los años siguientes.

El enfoque individualista de Allport fue progresivamente dando paso a una

postura más interaccionista de la disciplina, alrededor de la década de 1950,

especialmente a partir de los trabajos de autores como Solomon Asch (1952) y Kurt

Lewin (1952). Esta perspectiva interaccionista comenzó a tomar forma principalmente

a partir de dos grandes aportes tanto teóricos como experimentales: la teoría de la

Gestalt, y la Psicología Cognitiva. La primera, con su famoso postulado de que el todo

es mayor que la suma de las partes, permitió explicar cómo la dinámica interactiva de

los distintos elementos de un conjunto o sistema es capaz de generar productos del

sistema que no se pueden encontrar en los elementos aislados o por separado. La

psicología cognitiva, por su parte, subrayó la idea de la conducta individual como

función de la forma en que las personas perciben e interpretan su entorno, es decir, del

proceso activo de construcción de significados, mediante el cual se pone orden, da

sentido y se reacciona ante la realidad circundante. Esta perspectiva interaccionista,

según la cual la dinámica relacional de las personas en sociedad genera productos

colectivos (creencias, actitudes, prejuicios, normas, valores, conductas, etc.) que luego

son “internalizados” por los individuos particulares, influyendo en sus cogniciones y

procesos psicológicos particulares, los cuales de nuevo influyen de manera sistémica

sobre la generación de los productos colectivos, ha terminado por convertirse en el

paradigma predominante de la moderna Psicología Social.


4. CONCEPTOS BÁSICOS

La investigación en Psicología Social ha experimentado en el tiempo algunos

desarrollos críticos, que permiten examinar su evolución histórica como disciplina

independiente y la ampliación de sus ámbitos de interés y aplicación. Estos desarrollos

o hitos de investigación han estado asociados, respectivamente, con tres conceptos

fundamentales en la historia de la Psicología Social: la disonancia cognoscitiva, la

atribución causal y la cognición social.

4.1. Disonancia Cognoscitiva:

La disonancia cognoscitiva fue un concepto acuñado por León Festinger en

1957. Según la teoría, las personas sufren un estado desagradable o “molestia

psicológica” cuando descubren incoherencias o inconsistencias entre sus diferentes

actitudes o cogniciones, o entre sus actitudes y su conducta. En consecuencia,

desarrollan una serie de esfuerzos y estrategias para eliminar o disminuir esa disonancia,

entre los cuales destacan: 1) cambiar una o varias de las cogniciones originales; 2)

cambiar la conducta; 3) cambiar la importancia de una de las cogniciones o de la

relación entre ellas; o 4) añadir nuevos elementos cognitivos.

Así, por ejemplo, si alguien es simpatizante de un gobierno cualquiera, pero al

mismo tiempo sufre en carne propia una situación económica y social negativa por

causa de las políticas de ese gobierno, puede intentar resolver la disonancia entre su

actitud y su conducta por cualquiera de esas cuatro vías, esto es, podría pensar que su

situación económica en realidad no es tan mala (modificación de la cognición), dejar de

simpatizar con el gobierno (modificación de la conducta), decidir que no hay


evidencias que el gobierno sea culpable de sus penurias (modificación de la importancia

de una de las cogniciones o de la relación entre ellas) o convencerse de que su mala

situación es culpa de otros factores, como la mala suerte, los gobiernos anteriores o la

acción de otros partidos políticos. En todo caso, más que acercarse a la respuesta

objetivamente “correcta”, lo que realmente interesa al sujeto del ejemplo es resolver por

cualquier vía la incomodidad generada por la disonancia.

4.2. Atribución Causal:

La línea de investigación iniciada por la teoría de la disonancia cognoscitiva fue

continuada a finales de 1960 y principios de 1970 por otro grupo de teorías, conocidas

en conjunto como el enfoque de la Atribución causal. El postulado central de la teorías

de la Atribución es que las personas buscan entender y explicar por qué ocurren los

acontecimientos (Heider, 1958; Jones y Davis, 1965; Kelley, 1967, 1973; Weiner,

1986), de manera especial los acontecimientos inesperados. La gente se pregunta desde

por qué se es pobre, hasta por qué ganó tal candidato las elecciones, pasando por las

razones por las cuales aplazó un examen, fue despedido del trabajo o por qué el país

está como está.

A la hora de realizar tales atribuciones explicativas, el rango incluye tanto causas

que se encuentran dentro de la persona (por ejemplo, inteligencia, capacidad, esfuerzo,

habilidad, estrategia...), hasta causas que se encuentran fuera de ella (por ejemplo, la

influencia de otras personas, el destino, el tiempo, el azar...). Las atribuciones causales

que se ubican en el interior de la persona se denominan “causas internas”, mientras que

las atribuciones causales que se ubican en el ambiente (fuera de la persona), se

denominan “causas externas”. Esta dimensión interna-externa es lo que se conoce como

“foco de causalidad” (Rotter, 1954, 1966). Según esta dimensión, es posible distinguir

entre foco o “locus” de control externo y foco o “locus” de control interno. Se dice que
una persona posee un mayor foco de control externo, cuando en ella prevalecen las

creencias de que lo que ocurre a su alrededor y lo que le sucede, es independiente de su

voluntad y su acción, y es más bien producto de agentes externos - como el azar o el

destino- o de la fuerza de actores y eventos incontrolables, cuya orientación y dinámica

no sólo es ajena sino impermeable a la propia influencia de la persona. Por el contrario,

se dice que alguien posee un mayor foco de control interno, cuando prevalecen las

creencias de que es posible controlar e influir, mediante sus acciones, sobre su realidad

y entorno.

Cada uno de estos dos focos está asociado con un conjunto distinto y

característico de creencias. Para Mikel de Viana, por ejemplo, un locus de control

externo está asociado con ideas como “la impermeabilidad de la realidad respecto a las

iniciativas del individuo, la complejidad, hasta el punto de irresolubilidad, de los

procesos de la realidad, la injusticia de las relaciones sociales...”, mientras que un

locus de control interno supone ideas como “la capacidad de intervención personal

sobre la realidad, un mundo en que las dificultades y problemas tienen solución, la

posibilidad de un orden de relaciones justo, que responde a las intervenciones de los

individuos, los asuntos públicos pueden ser dirigidos mediante la acción y presión de

los interesados”. (1999)

Una de las asociaciones más interesantes con las que se ha relacionado el estilo

atribucional basado en el continuo locus de control interno-externo, es con actitudes y

comportamientos de lo que se conoce en Psicología Social como “indefensión

aprendida”. El concepto de indefensión aprendida hace referencia al estado psicológico

que resulta cuando una persona percibe y aprende que los acontecimientos de su entorno

son incontrolables, y que no dependen de sus conductas voluntarias (Seligman, 1975).

La relación entre ambos conceptos –indefensión o desamparo aprendido, y locus de


control- deriva del hecho, ya observado por Rotter y Seligman, que la percepción o

creencia de falta de control ante una situación específica puede generalizarse a otras

situaciones, si el individuo es sometido repetidas veces a situaciones incontrolables o es

reforzada en él la creencia de falta de control sobre su entorno.

En 1998, la Universidad Católica Andrés Bello hizo públicos los resultados de

un estudio llevado a cabo en más de 14.000 hogares, sobre el tema de “La Pobreza en

Venezuela: causas y posibles soluciones”. Según el estudio, el venezolano promedio

suele ubicar las atribuciones causales sobre éxito y fracaso fuera de sí, en su entorno

externo. De hecho, los investigadores encontraron que más de un 85% de la población

del área metropolitana de Caracas y de la región central del país, presentan creencias

que indican predominio de foco externo de control de causalidad, y sólo 12%

predominio de foco interno de control. Para el estudio de la UCAB, “estos datos indican

que prácticamente nueve de cada diez individuos está convencido de que los cambios en

su entorno vital responden a causas que escapan de su control.” (1998, p. 85).

Un resultado parecido encontró A. Oropeza (2002) en un estudio sobre la

“Representación Social de la Democracia en Venezuela” llevado a cabo en la

Universidad Simón Bolívar, trabajando en la comparación de dos períodos diferentes

(1991-92 y 1998-99) con grupos de sujetos en diez regiones diferentes del país. . Oropeza

reportó la existencia de un claro predominio de los contenidos que hacen referencia a un

locus externo de control por sobre un locus de control interno, a lo largo de los dos

períodos considerados.. En otras palabras, de todas las intervenciones de las personas del

estudio, que de alguna forma hacían referencia a atribuciones de causalidad sobre sí

mismos, su entorno socio-político y su concepción de democracia, más del 70% suponen

esta causalidad como ubicada fuera de la persona, como básicamente independiente de la

voluntad y acción de sí mismos, y como producto de agentes externos ajenos e


impermeables a la propia influencia de los ciudadanos, como el azar, el destino, los

líderes providenciales o la fuerza de actores poderosos y eventos incontrolables, mientras

menos del 30% lo atribuye a “causas internas”, más relacionadas con factores personales

y sociales, como el esfuerzo, la conducta y las propias actitudes y creencias.

4.3. Cognición Social:

A comienzos de l980, emerge una nueva línea de investigación a partir de los

estudios atribucionales: la cognición social. De manera amplia, la cognición social hace

referencia a la percepción y conocimiento de la realidad social, esto es, a los procesos de

adquisición, representación, recuperación y uso de la información social. El enfoque de

la cognición social enfatiza el hecho que las personas no se aproximan a la realidad ni la

perciben como observadores neutrales o ascépticos. Por el contrario, los individuos

interactúan con el mundo influidos por toda una carga de creencias, expectativas, deseos

y experiencias. Es por ello que la percepción de una misma situación cambia en función

de las cogniciones sociales de la persona.

Miguel Moya (1999) ha establecido una diferencia entre dos perspectivas teóricas

sobre la cognición social. La primera, de raigambre estadounidense, es de naturaleza más

individual e idiosincrática, y postula que las personas elaboran sus propias cogniciones a

partir de sus experiencias pasadas y del funcionamiento de su sistema cognitivo. La

segunda perspectiva, de origen europeo, enfatiza la dimensión social y comunicacional

del conocimiento, así como su naturaleza fundamentalmente sociocultural. Un ejemplo

típico de esta perspectiva es el concepto de “representaciones sociales” (Moscovici,

1961), las cuales pueden definirse, de manera genérica, como un tipo específico de

cognición social constituido por las creencias, ideas, sentimientos y pensamientos que los
miembros de un conjunto social comparten con respecto a algún concepto, fenómeno o

componente de su realidad.

5. AREAS DE APLICACIÓN DE LA PSICOLOGIA SOCIAL:

La moderna Psicología Social ha extendido su campo de aplicación a una gran


cantidad de temas y áreas de interés. Las líneas siguientes son sólo un breve resumen de
las más recientes preocupaciones de los psicólogos sociales en la actualidad.

5.1. Psicología Social en la Economía


¿Por que aumentan los desordenes mentales en tiempos de recesión económica?
¿Por qué se incrementan las consultas astrológicas y el misticismo ante condiciones
económicas inciertas?
¿Existe relación entre la expansión de la publicidad comercial y el aumento del
consumo?
¿Existen diferencias entre hombres y mujeres en el uso de la publicidad para el
consumo?
¿Son más eficientes los gerentes masculinos que los femeninos?
¿El ahorro en divisas extranjeras es una actitud antinacionalista?

Se identifica como conducta económica todo lo concerniente a la adquisición,

administración y distribución de riqueza. Por lo tanto, trabajar, consumir, requerir

crédito y prestar dinero, invertir, ahorrar, apostar y hasta el altruismo son conductas que

implican intercambio de bienes y servicios por dinero. Las características que definen

estas conductas es la necesidad de intercambio y la búsqueda de maximización de

beneficios. La psicología social interviene en esta área con el aporte de la Teoría de la

Acción Razonada, la Teoría de la Prospectiva y las Teorías de la Atribución para

identificar los procesos subyacentes y construir las evidencias empíricas exigidas por la

supuesta "racionalidad económica".


La Economía puede ser definida como la disciplina que describe, predice y

explica la conducta en la dinámica del mercado. Dos principios económicos están

estrechamente vinculados con la conducta individual. El primero de ellos es el supuesto

de la racionalidad objetiva que permite predecir, sin recurrir a la observación de la

gente, que la acción humana tiende a maximizar los beneficios. El segundo principio se

refiere a la competitividad, el cual supone que cuando existe competencia, los

individuos que actúan de acuerdo a los principios de la racionalidad sobreviven a

expensas de los otros. Sin embargo, estos supuestos han generado un conjunto de

cuestionamientos sobre las motivaciones, expectativas, aspiraciones y preferencias

humanas y su exclusiva o no preocupación por los incentivos económicos, los procesos

cognitivos del aprendizaje y de la información y las limitaciones para tomar

sistemáticamente decisiones racionales.

Las limitadas interacciones entre la economía y la psicología social se explican

por el frecuente énfasis de la primera en la teoría de la racionalidad y el manifiesto

esfuerzo de los psicólogos en demostrar que esta preocupación con la racionalidad es

estéril, puesto que cualquier conducta que es consistente puede ser descrita como

maximizadora de algo, bien sea de utilidad subjetiva u objetiva. Es bajo este enfoque

que emerge el interés de los psicólogos por conocer los procesos cognitivos que

sustentan la conducta económica de los individuos y los efectos que tiene la economía

sobre los individuos.

Son campos de particular interés los mecanismos de aprendizaje y las

motivaciones psicológicas referentes al consumo, las situaciones de conflicto que

permiten predecir la aceptación o rechazo de bienes y productos; los incentivos

relacionados con el ahorro y la inversión, la formación de la expectativas del


consumidor y la aplicación de las estrategias de mercadeo en relación a las normas y

hábitos culturales del consumidor y el amplio campo de la publicidad. .

En cuanto al productor o el empresario, se asume por lo general que su conducta

fundamental es maximizar los beneficios. El enfoque de la psicología social cognitiva

aporta múltiples interrogantes sobre las condiciones, posibilidades, identidad de

intereses, los diferentes grados de satisfacción con el beneficio obtenido y la diversidad

de aspiraciones; la diversidad de conductas relacionadas con la estructura de roles:

identificación con la empresa, identificación con los accionistas, diferencias entre

gerentes, lideres y propietarios, toma de decisiones sobre el reparto de utilidades y las

expectativas de los integrantes de la organización.

5.1.1. El trabajo como valor social

Los cambios que la organización del trabajo ha experimentado en los últimos

años ha generado investigaciones sobre la motivación hacia el trabajo, los conflictos de

la perdida de estabilidad y las jubilaciones tempranas, la satisfacción en el trabajo y los

beneficios tangibles e intangibles del salario, requiriéndose un mayor conocimiento

sobre las condiciones económicas y las no económicas del trabajo. Por ejemplo, nuevas

interpretaciones de la valoración económica del trabajo se pueden identificar en el

hecho de que tanto empresarios, como trabajadores hayan aceptado recientemente en

Alemania diferir las jubilaciones hasta los 70 años de edad, para garantizar el

financiamiento de la seguridad social, o en el caso de Holanda, donde los trabajadores

aceptan trabajar medio tiempo y mantener el trabajo para garantizar la producción

empresarial y la competitividad. Esto replantea la necesidad de avanzar en las

transformaciones de las estructuras laborales o sindicales en relación con las relaciones


de autoridad, la organización y conflictos de intereses y roles (como es el caso cada vez

mas frecuente de ser trabajador y accionista en el puesto de trabajo). .

La ventaja de la visión interdisciplinaria es el enriquecimiento intelectual que

resulta del aporte de las nociones de la economía sobre procesos psicológicos como el

intercambio social, los dilemas y conflictos sociales, los juicios sociales, las

representaciones sociales, la cognición social y el “sí mismo”, y la creciente evidencia

de los procesos psicológicos en la toma de decisiones que afectan la economía, como es

la perdida de confianza y los niveles de riesgo que pueden asumir los individuos. Basta

recordar la expansión de las crisis bancarias, originadas por la generación de rumores de

"quiebra" reforzados por experiencias previas que minan la confianza de los

inversionistas y aceleran los conflictos. Tal vez una evidencia bien sencilla, es la

generación de rumores de escasez de productos que agudiza las compras nerviosas y

efectivamente provoca la escasez. Por otra parte, las ideas que la Psicología Social ha

desarrollado en torno a la teoría de la Equidad y a las transformaciones en las relaciones

de poder, pueden ser incorporadas a la teoría económica. El dilema por resolver y

superar radica en la preeminencia individualista y positivista de la economía, que limita

la posibilidad de interacciones entre ambos campos del conocimiento.

5.2. Psicología Social, Conectividad e Internet.

¿Las tecnologías de la Informática y la conectividad son una nueva forma de


discriminación?
¿Cuáles son los efectos del "analfabetismo digital"?
¿Cómo pueden acelerar los procesos de convivencia en la diversidad?

La tecnología de las comunicaciones cubre un amplio espectro de sistemas

facilitadores de la comunicación entre individuos, grupos y organizaciones, cuyos


diferentes grados de penetración implican la ampliación del acceso a la información, la

capacidad de interconexión entre grupos, la libertad para la toma de decisiones sin las

limitaciones del espacio y del tiempo, y facilita nuevas formas de colaboración. Un

breve análisis de los efectos sociales de estas tecnologías nos remite a ciertas

limitaciones: carencia de interacción cara a cara, carencia de presencia social, y

empobrecimiento del intercambio por simplificación. Aún cuando pudiera existir cierto

consenso en estas propiedades, hay diferentes enfoques de la relación entre la conducta

social y los efectos que sobre ella generan estas tecnologías. Por ejemplo, la perspectiva

racionalista tiende a enfatizar las propiedades de rapidez, eficiencia, la eliminación de

ruidos o molestias extrañas, que facilitan concentrarse en la tarea a realizar. Por otra

parte, la perspectiva social considera el filtro de la información como un elemento

empobrecedor de alternativas, al eliminar las claves de la normativa social y de la

interacción social, en donde la falta de feedback puede ser una fuente de frustración y

aislamiento. Dentro de los efectos psicosociales estudiados (Kiesler,1984) se enfatizan

las modificaciones en el proceso de toma de decisiones y la tendencia a la polarización

grupal, producto de la reducción de los argumentos extremos, la debilitación del

liderazgo y la inducción de la desindividuación asociada tanto con la conducta

antinormativa como con la ausencia de referencias sociales y el anonimato de la

tecnología.. Sin embargo los aportes de la Teoría de la Auto Categorización sugieren

una creciente capacidad de relación social en estas tecnologías.

En el pasado, las transformaciones tecnológicas estaban confinadas a

organizaciones particulares. Sin embargo, en la actualidad el movimiento creciente

hacia sociedades abiertas ha fortalecido la capacidad de interconexión entre

organizaciones dispersas geográficamente e individuos con hardware y software

heterogéneo, pero integrados en una infraestructura común electrónica. Al


incrementarse la brecha entre los que tienen acceso y los que no pueden, entre países

desarrollados y sociedades subdesarrolladas, es posible la generación de nuevas formas

de discriminación, con consecuencias en los procesos migratorios, educacionales,

productivos, culturales y en el germen de potenciales conflictos, nuevas estructuras de

poder, frustración o expansión de aspiraciones. Todo ello representa un horizonte

amplio y atractivo para la psicología social. La simultaneidad y la rapidez de la

información y de las experiencias compartidas apunta definitivamente a la

transformación de los procesos de aprendizaje y socialización tanto en individuos como

en grupos y sociedades.

5.3. Psicología Social y el desarrollo ambiental.

¿En días de luna llena la gente suele ser mas impulsiva que en otros momentos?
¿Hay mayores probabilidades de conductas agresivas en periodos calurosos y húmedos
que cuando predomina el frío?
¿Estar rodeados de mucha gente influye en las actividades que hacemos?
¿Los diferentes niveles de ruido modifican nuestra capacidad de interactuar con otros?
¿Por qué las áreas residenciales rechazan los vuelos aéreos nocturnos?
¿Por qué algunas personas reaccionan negativamente ante los hornos microondas,
pesticidas, etc., desarrollando aversión hacia la tecnología?

La preocupación y la investigación de la interacción entre la conducta humana y

el entorno físico tienen hoy un lugar prominente en la búsqueda de calidad de vida y

bienestar colectivo. Al inicio de los años cincuenta fue importante el estudio de los

efectos del hacinamiento, del aislamiento, y de los problemas de adaptación de las

corrientes migratorias. Desde la década de los setenta, los problemas relacionados con el

desarrollo sustentable han promovido una variedad de estudios sobre los efectos

negativos del ruido, calor, contaminación atmosférica, capa de ozono, incluyendo las

nuevas tecnologías como la producción de energía eléctrica en plantas nucleares, lo


cual paradójicamente también ha despertado el interés por describir y conocer el

impacto negativo del comportamiento humano sobre el medio ambiente. Son conocidas

las polémicas, por ejemplo, sobre la pobreza como depredadora del medio ambiente y

las conductas consumistas de los países desarrollados como destructoras de los recursos

naturales.

La observación y la experimentación en la conducta social han señalado cómo la

percepción subjetiva de factores considerados tóxicos o amenazantes provoca la

atribución de sensaciones corporales normales a enfermedades, alteración de la

conducta e indefensión. La búsqueda de respuestas a las presiones que generan los

peligros del medio ambiente ha llevado a la elaboración de estrategias para enfrentarlos,

las cuales se pueden identificar desde acciones ilusorias (que asumen que el problema

desaparece por si solo) hasta la adopción de medidas para cambiar la conducta de los

individuos.

¿Cuáles son los efectos de la acción humana sobre el medio ambiente? Toda

acción tiene un impacto pequeño, pero acumulativo. Una persona genera menos basura

que dos, pero igual genera basura. Debido a su capacidad creativa, los seres humanos

pueden alterar más el planeta que otros seres vivos. Se ha discutido con posiciones muy

radicales los problemas del crecimiento poblacional y se mantienen las discrepancias:

Por una parte, hay quienes aseguran que el crecimiento poblacional es esencial para

incentivar nuevas formas de convivencia, de alimentación, de educación y, en general,

para el bienestar colectivo. Por la otra, sin embargo, existen quienes afirman, como en el

caso de los llamados “maltusianos”, que el crecimiento poblacional es un auténtico

cáncer que acabará finalmente con el entorno ambiental.

En los últimos años, a raíz de la Conferencia Mundial de Población realizada en

el Cairo en 1994, ha surgido una tercera posición que supone que unos países
desarrollaran formas para superar la escasez de ciertos recursos, como el agua, y otros

no; que existirán diferencias regionales para superar la pobreza, la violencia y la

destrucción del medio ambiente, mientras en otras regiones estos conflictos se

agudizaran. En este sentido, es importante destacar que la manera como se tomen las

decisiones incide en la superación de los problemas. Así, por ejemplo, para bajar la tasa

de natalidad, las ciencias de la conducta han insistido en el rol de la educación para

aumentar las oportunidades y el ingreso de las familias, y el uso masivo de los medios

de comunicación para facilitar el conocimiento de las consecuencias de las decisiones.

A este respecto cabe señalar la estrategia mexicana de utilizar las "telenovelas" como

mecanismo persuasivo y moldeador de nuevas actitudes y conductas reforzadoras de los

beneficios de planificación familiar, del control del ruido, de la necesidad de olores

agradables, del reciclaje, etc. Otro hecho reciente de la interacción entre la acción

humana y el medio ambiente es la política exitosa de la ciudad de Nueva York para

enfrentar el crimen y la violencia, en la cual, además de multiplicar los agentes

policiales, se reforzó la iluminación pública en las áreas mas conflictivas, con lo cual la

gente retomó confianza en el uso de los espacios públicos, generando actividades

vecinales que terminaron por expulsar a los núcleos violentos.

5.4. Psicología Social Comunitaria


¿Se puede aceptar que una escuela rechace a un niño con SIDA?
¿Privan los derechos de identidad cultural en los procesos migratorios?

La Psicología Social Comunitaria se define como un campo de estudio entre las

comunidades como sistemas sociales y el comportamiento humano.. Cuando se actúa a

nivel de poblaciones, por ejemplo, con grupos afectados por el SIDA, se requiere

incrementar el sentido de comunidad e integración social, buscar y diseñar estrategias

de reconstrucción comunitaria y dejar de lado nociones relacionadas con el poder y la


acción social. La Psicología Social Comunitaria está especialmente dirigida a modificar

las condiciones de las poblaciones de alto riesgo y de menores recursos, y reconocer la

interacción de mutua necesidad entre individuo y sociedad.

En Latinoamérica, la Psicología Social Comunitaria se ha visto desarrollada en

los ámbitos políticos y sociales más que en otras áreas como, por ejemplo, las

relacionadas con los problemas de salud mental. En campos como la organización y

participación activa de las comunidades, son conocidas las experiencias como las

realizadas por Martín Baró en El Salvador, para organizar a los oprimidos e

incorporarlos a los procesos de negociación y pacificación que permitió la

reconstrucción de sus comunidades, y el diseño de escuelas comunitarias para abordar

la perdida de escolarización. En Venezuela, el proyecto "La Colmena de la Vida”,

dirigido a la inserción de los niños que viven en la calle, esta orientado a elaborar

estrategias comunitarias de conocimiento y redes que generen alternativas viables de

inserción social. Otro campo de acción de creciente importancia son las comunidades

terapéuticas para la drogadicción, donde el sentido de pertenencia grupal y el apoyo del

entorno son fundamentales.

5.5. Psicología Social Política.

"Después de 80,000 muertos y diez años de guerra civil nos dimos cuenta que teniamos
que entendernos y tuvimos que dialogar con los adversarios para construir la
posibilidad de sobrevivencia y de convivencia"
(Joaquin Villalobos, Guerrillero salvadoreño, y principal negociador del acuerdo de paz
en ese país)

Las opciones interdisciplinarias en el campo de la Psicología Política abarcan

desde el estudio de la opinión publica, el liderazgo político, los procesos de toma de

decisiones políticas, el conflicto y la cooperación grupal, la evaluación y los juicios

colectivos, la equidad y la justicia, la construcción de acuerdos y pactos de negociación,


hasta las estrategias de integración racial y social, y las conductas colectivas de

movilización de masas. Este amplio panorama permite comprender la variedad de

apoyos que brindan las ciencias de la conducta, utilizando herramientas tan diversas

como el entrenamiento en decisión conductual, la teoría de juegos, los cambios de

actitudes, y la estructuración y modificación de roles, entre otros.

Algunos enfoques en esta área estudian, por ejemplo, los conflictos bélicos

haciendo énfasis en los atributos psicológicos individuales. Otras corrientes son más

pluralistas y enfatizan tanto la causalidad primaria de los procesos psicológicos como la

prioridad de la causalidad política en la conducta social.

También son temas recurrentes de investigación el contenido, estructura y

dinámica de la opinión publica y por ende de la democracia; la evaluación y procesos de

escogencia de los diferentes contextos y estilos de liderazgo, con énfasis en la polémica

de la racionalidad de las escogencias (el caso de las lealtades y desafección de votantes),

y los procesos de negociación y acuerdo en la superación de controversias, en marcos de

distensión, diferimiento, o manipulación de conflictos de baja intensidad.

La creciente exigencia en las sociedades abiertas de participación política en la

construcción de consensos y compromisos que permitan la gobernabilidad, y la

necesidad de involucrar a las nuevas generaciones en dichos compromisos, ha abierto el

interés por estudiar las motivaciones, expectativas e incentivos de cualquier tipo de

acción realizada por un individuo o grupo con la finalidad de incidir en asuntos

públicos.

Si en las décadas de 1960 y 1970 el interés fundamental era el estudio de la

conducta electoral, en la actualidad la participación política no convencional abarca

manifestaciones de protesta como la organización de alta tecnología de los movimientos

antiglobalizadores, las marchas pacifistas, los boicots, el terrorismo. En otras palabras,


acciones que desbordan los mecanismos establecidos y supone en muchos casos

enfrentamiento con la legalidad vigente.

El aporte de las teorías de la Movilización de Recursos, de la Acción Razonada,

o del Locus de Control son algunas herramientas que potencian la diversidad de

contextos y de la influencia cultural en la normativa social. En este ámbito, cobran

también fuerza las investigaciones sobre identidad religiosa, bilingüismo e

multiculturalismo.

6. RESUMEN

La Psicología Social se especializa en el estudio del “comportamiento social”,


entendiendo por éste el conjunto de conductas y procesos psicológicos que se originan y
desarrollan en situaciones sociales. En este sentido, pues, el estudio de los
“comportamientos sociales” constituye el objeto de estudio de la Psicología Social.

La moderna Psicología Social parte de dos supuestos teóricos importantes. Por un lado,
postula que los procesos psicológicos de la persona (aprendizaje, memoria, emoción,
motivación, pensamiento, etc.) se relacionan con e influyen en el modo como funciona
la sociedad y la manera en que ocurre la interacción social. Pero, al mismo tiempo, se
adopta el supuesto según el cual las variables y elementos de tipo macro-social
(instituciones, normas, procesos sociales, políticas públicas, estructuras sociales, etc.) se
relacionan con e influyen en la conducta y los procesos psicológicos de los individuos.
Ambos supuestos teóricos son necesarios para entender a cabalidad qué estudia la
Psicología Social, y para diferenciarla del ámbito de interés de otras disciplinas que
también se preocupan por la conducta social humana. Lo que diferencia a la Psicología
Social es precisamente su preocupación por cómo se origina y mantiene el
comportamiento y cómo funcionan los procesos psicológicos individuales cuando
ocurren en una situación de interacción social. Así, la Psicología Social no es
propiamente el estudio de la sociedad (o de las instituciones, estructuras o normas
sociales), sino el estudio del funcionamiento psicológico de los individuos cuando
actúan en interacción social, esto es, con otros individuos. En este sentido, lo que
realmente estudian los psicólogos sociales son los productos que surgen de la
interacción de mutua causalidad entre los procesos psicológicos y los procesos sociales.
Este concepto de mutua causalidad es fundamental, tanto desde el punto de vista teórico
como metodológico. La moderna Psicología Social parte de la perspectiva según la cual
la relación entre los fenómenos sociales (colectivos) y psicológicos (individuales) se
desarrolla en una perspectiva sistémica de causalidad mutua.

Luego de haber transitado el camino desde posiciones pre-experimentales, pasando por


posturas individualistas, hasta llegar a paradigmas predominantes en la actualidad, como
son los enfoques basados en la interacción, la investigación en Psicología Social ha
experimentado en el tiempo algunos desarrollos críticos, que permiten examinar su
evolución histórica como disciplina independiente y la ampliación de sus ámbitos de
interés y aplicación. Estos desarrollos o hitos de investigación han estado asociados,
respectivamente, con tres conceptos fundamentales en la historia de la Psicología
Social: la disonancia cognoscitiva, la atribución causal y la cognición social.
Finalmente, el capítulo concluye con una breve revisión de las más recientes
preocupaciones de los psicólogos sociales en la actualidad, como ejemplo de la
extensión del campo de aplicación de la disciplina a una gran cantidad de temas y áreas
diversos de interés.

7. PREGUNTAS ESENCIALES :

 ¿Cómo puede definirse Psicología Social?

 ¿Cuál es el objeto de estudio de la Psicología Social?

 ¿Cuáles son los dos supuestos teóricos y metodológicos básicos de la disciplina?

 ¿Por qué se dice que la moderna Psicología Social parte de una perspectiva
sistémica de causalidad mutua?

 ¿Cómo ha sido la evolución histórica de la Psicología Social?

 ¿A que se denomina Disonancia Cognoscitiva?


 ¿En que consisten los enfoques de la Atribución Causal?

 ¿Cuál es la relación entre la Atribución Causal y la Indefensión Aprendida?

 ¿Cómo se define la Cognición Social?

 ¿Cuáles son algunas de las más recientes áreas de aplicación e interés de la


disciplina?

PALABRAS CLAVES

Interacción Comportamiento Social


Cognición Social Atribución causal
Disonancia cognoscitiva Representación Social
Indefensión Aprendida Locus de control
Comunidad Negociación
Mediación Identificación
Intervención social Prejuicios
Estereotipos Conducta electoral
Liderazgo Conflicto
Consenso Teoría de los juegos
Trabajo Teoría de la utilidad
Teoría de la equidad Beneficios
Expectativas Creencias
Sistema Racionalidad
Persuasión Actitudes
Procesos psicológicos Procesos sociales
Causalidad Mutua

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