DERECHO, MORAL Y
ÉTICA
FELIPE
SALVADOR
ABOGADO
INTRODUCCIÓN
El derecho, la moral y la ética son aspectos fundamentales de
una vida en sociedad, deben regirse en los aspectos más
íntimos, pero también en aquellos de orden más técnico y
organizacional como en el proceder de las empresas e
instituciones.
Sin embargo, a los fines de la jurisdicción y alcance de las
leyes y su ejecución por parte del Estado, es el derecho el que
privilegia
INTRODUCCIÓN
En cuanto a la moral y la ética forman parte de un código de
conducta que lleva a los individuos a una mejor expresión de
sí mismo y a la puesta en práctica de valores loables e
imitables por sus conciudadanos.
EL DERECHO: NORMAS Y
RESPONSABILIDADES
Se define con el conjunto de normas imperativas y aplicables
en una sociedad, estas imponen orden y un bien común.
El derecho se compone por todas las leyes que el gobierno a
través de sus instituciones ejecuta y hace cumplir.
Son generales, permanentes y se promulgan de manera
formal y por escrito para que sean reconocidas por todos los
ciudadanos.
EL DERECHO: NORMAS Y
RESPONSABILIDADES
Respetar la ley es muy importante, no obstante, no es
suficiente para generar progreso o mejoras en la sociedad, ya
que atiende sólo a los aspectos básicos para mantener la
armonía. Es en este punto donde la ética y la moral cobran
relevancia.
LA MORAL Y ÉTICA
La moral es aquello que se percibe como bueno o malo, es un
concepto subjetivo pero que forma la piedra angular de la
experiencia del mundo de cada persona y rige su
comportamiento.
La moral ayuda a construir sentimientos, hábitos y, más
importante, convicciones que impulsan y motivan.
LA MORAL Y ÉTICA
La ética es la puesta en práctica de valores con ejemplos y
acciones, usualmente dentro de las comunidades existen
normas éticas que son comprendidas por todos y aunque no
formen parte del derecho, son recíprocas y ayudan a entender
que el derecho individual no puede primar sobre el bienestar
de otros.
El derecho es lo permitido, la moral y la
ética es lo esperado más allá del
derecho
DERECHO, MORAL Y ÉTICA
El derecho ordena y regula la vida en sociedad de las
personas y podríamos considerarlo como el mínimo de
comportamiento permitido a fin de no afectar el derecho de
otros.
En cambio, la moral y la ética son paradigmas de conductas
que son esperadas en una persona, pero que no se consideran
motivo suficiente para juzgar a alguien.
DERECHO, MORAL Y ÉTICA
Un individuo no puede ser juzgado dentro de las leyes por sus
creencias morales, aunque estas se consideran reprochables.
Sin embargo, dichas creencias no pueden impulsar actos
ilegales que vayan en contra del derecho vigente en su
entorno.
El derecho es una norma jurídica coercitiva cuyo
incumplimiento lleva a penas civiles o penales; en cambio la
violación de las normas éticas conlleva el reproche o
desaprobación por parte de colegas, familiares o vecinos. Las
faltas morales pueden generar conflictos de conciencia
internos.
“Habéis perdido el caso, es verdad… pero seguro que habéis disfrutado de la
defensa que os he hecho”. Con ese texto acompaña Honoré
Daumier (1808-1879) una de sus innumerables sátiras de los abogados
PROBLEMAS
GENERALES DE LA
ÉTICA JURÍDICA
NECESIDAD DE UN CONTROL ÉTICO
Que la ley se ocupe de la práctica profesional del
abogado parece perfectamente justificado, pero ¿por
qué es necesario un control ético?
Las respuestas a esta pregunta son variadas
RESPUESTAS..
La primera de ellas dice simplemente que la ética
profesional no es necesaria.
Es la respuesta cínica: “usted cumpla la ley, para que no lo
castiguen, y no se meta en más líos”.
La profesión no tendría por qué sujetarse a criterios externos
ni admitir límites distintos de la eficacia para conseguir ganar
dentro de los márgenes de la ley. Pretender otra cosa
significaría –como decía un abogado– intentar ponernos una
aureola de santidad que nos llevará más tarde a un desastre
seguro en el foro.
RESPUESTAS
Un segundo tipo de respuestas está compuesto por las de
carácter pragmático: es necesario respetar ciertas reglas, se
dice, porque la mayoría estamos de acuerdo en ellas, o
porque de lo contrario la sociedad no funciona. Sin embargo,
las objeciones a esta postura podrían multiplicarse:
¿por qué debo hacer lo que quiere la mayoría? Obviamente no
podemos responder que debemos seguir el parecer de la
mayoría porque la mayoría así lo ha indicado. ¿Por qué debo
adaptarme a la evolución de la sociedad?
¿Por qué debo querer que funcione la sociedad? Todos los
argumentos que apelan a la necesidad de seguir los
parámetros establecidos por la sociedad tienen un fondo
conservador que no siempre resulta justificado de modo
suficiente
RESPUESTAS
En tercer lugar hay otro tipo de respuesta, llamémosla
integral: “a usted mismo le viene bien actuar bien, no solo a
su bolsillo o a su estómago”.
Desde esta perspectiva, el comportamiento ético se justifica
no por los beneficios externos que traerá consigo, o por los
males que evitará, sino que es, en sí mismo, algo valioso,
aunque en ocasiones pueda significar un negocio no muy
rentable o incluso bastante malo.
No nos detenemos a fundamentar esta postura porque basta
con remitir al Gorgias platónico, a la Ética a Nicómaco de
Aristóteles, o a la Fundamentación de la metafísica de las
costumbres de Kant.
La actividad del abogado requiere ser orientada
por ciertos criterios éticos porque el arte del
Derecho tiene un carácter ambiguo, es decir,
puede ser empleado para bien o para mal.
Dicho con otras palabras, es del todo posible ganar
un juicio y perder la vergüenza.
El bien de la profesión no coincide exactamente
con el bien humano.
PAPEL DE LOS CÓDIGOS DE ÉTICA
PROFESIONAL
El drama de los códigos de ética, sin embargo, reside en que
como el cumplimiento de las normas éticas no es forzoso,
sino que presupone la buena voluntad del agente, sus
destinatarios son personas que en principio no los necesitan,
pues ya están dispuestas a comportarse bien y seguirían
procediendo de esa manera aunque no hubiera texto que lo
mandase.
Sin embargo, las cosas no son tan sencillas, al menos por
dos razones.
La primera apunta a un hecho elemental: no basta con querer
comportarse bien, hay que saber cómo hacerlo. En el campo de la
ética profesional las cosas son más complicadas que en la vida
diaria.
PAPEL DE LOS CÓDIGOS DE ÉTICA
PROFESIONAL
Así, todos sabemos que no debemos matar,
secuestrar o robarle la billetera a quien viaja a
nuestro lado en el Metro, pero en el terreno de la
conducta profesional las cosas son más difíciles de
resolver
De este modo, podemos preguntarnos:
¿es aceptable el pacto de quota litis?
¿Corresponde que los abogados tomen la iniciativa y ofrezcan
sus servicios a quien ha sido víctima de una supuesta
negligencia médica?
¿Es lícito defender a un cruel asesino o violador?
PAPEL DE LOS CÓDIGOS DE ÉTICA
PROFESIONAL
La segunda razón por la que también una persona correcta
requiere de la orientación que proporciona un código de ética
profesional tiene que ver con la debilidad de la voluntad
humana.
Es verdad que, en principio, quien ya está interesado en
seguir un determinado patrón de conducta no necesita que se
lo recuerden, al menos si tiene la formación ética suficiente y
sabe cuáles son las buenas prácticas de la profesión
PAPEL DE LOS CÓDIGOS DE ÉTICA
PROFESIONAL
El control ético de los abogados está, en Chile, encargado al
respectivo Colegio. Sin embargo, se produce un problema muy
interesante, porque en nuestro país la colegiación no resulta
obligatoria, en virtud del principio liberal que señala que “nadie
puede ser obligado a pertenecer a una asociación”, que ha sido
entendido de manera muy estricta. De este modo, no todos los
abogados chilenos están sujetos a una instancia externa que
vele por la moralidad de su comportamiento profesional.
Para la gran mayoría solo queda el control de la ley, que
es mucho menos exigente que el del Código, y el tribunal de la
propia conciencia