REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO RURAL EL MACARO LUIS FERMÍN
DOCTORADO EN CIENCIA DE LA EDUCACIÓN
ANÁLISIS
EL DISCURSO COMO INTERACCIÓN SOCIAL
VAN DIJK
Participante: Nirida Sánchez
CI: 3466703
Para el autor el discurso es, también, un fenómeno práctico, social y
cultural, el cual facilita una interacción, enclavada en diversos contextos
sociales y culturales, tales como reuniones informales con amigos o
profesionales, o encuentros institucionales como los debates parlamentarios.
Este enfoque del discurso como acción en la sociedad no significa que ya no
se esté interesado en la estructura, por el contrario, se concentra en el orden
y la organización. En esta línea, la utilización discursiva del lenguaje no
consiste solamente en una serie ordenada de palabras, cláusulas, oraciones
y proposiciones, sino también en secuencias de actos mutuamente
relacionados. Por ello el investigador social tendrá que concentrar el discurso
de manera congruente con la realidad social que se esté presentando.
Del mismo modo, el orden de palabras, el estilo y la coherencia, entre
muchas otras propiedades del discurso, pueden describirse no sólo como
estructuras inconcretas, como se hace en lingüística, sino también en
términos de las realizaciones estratégicas de los usuarios del lenguaje en
acción. Lo que es válido en lo referente a las estructuras del discurso lo es
también para su procesamiento mental y para las representaciones
requeridas en la producción y la comprensión.
De modo recíproco, al producir el discurso en situaciones sociales, los
usuarios del lenguaje al mismo tiempo construyen y exhiben activamente
distintos roles e identidades. El discurso usualmente muestra o señala estas
características: en relación con sus contextos, se dice que el habla y el texto
son indicativos. En síntesis, el discurso manifiesta o expresa, y al mismo
tiempo modela, las múltiples propiedades relevantes de la situación
sociocultural que denominamos su contexto, conocer el contexto donde se
desarrolla la investigación, le darán al investigador social herramientas para
ajustar el discurso a esa realidad.
Cuando se habla o se escribe, por supuesto llevamos a cabo actos de
escritura y habla, pero lo importante es que de ese modo se realizan actos
como hacer aseveraciones y acusaciones, responder preguntas, ser
corteses, o emplear estrategias de auto presentación positiva. El discurso
puede estar constituido por una compleja jerarquía de diferentes actos en
distintos niveles de abstracción y generalidad. De modo similar, una
conversación cotidiana informal acerca de la inmigración puede ser parte de
la práctica social compleja de comunicar estereotipos étnicos, una práctica
que a su vez puede contribuir a la reproducción del sistema social del
racismo.
En esta perspectiva, el objetivo de este estudio conceptual es analizar
nociones que son necesarias para establecer vínculos teóricos entre el
discurso y la sociedad. Por supuesto, el investigador social puede
simplemente seguir al sentido común y conjeturar que el discurso es una
forma de acción e interacción, por lo tanto, declarar que el discurso es social.
Y además tienen una intencionalidad. Más aún, la mayoría de las acciones
son ejecutadas intencionalmente para realizar o producir alguna otra cosa,
esto es, otras acciones, sucesos, situaciones o estados mentales; es decir,
las acciones tienen metas y esto hace que sean significativas o tengan un
sentido, lo que a su vez hace que sus actores parezcan tener algún
propósito.
Ahora bien, cuando se escribe o habla, por lo general, el investigador
social se ubica según el autor en los primeros niveles de esas acciones;
podría ser necesario un mayor nivel de reflexión, o análisis sociológico, para
que se comprenda todas las implicancias o consecuencias de lo que se
hace. Si el discurso es acción, puede suponerse que la producción o la
comprensión de oraciones, palabras, estilo, retórica o argumentación
deberían asimismo entenderse como acciones.
El discurso en una investigación, estará relacionado al contexto donde se
desarrolla la misma, este implica algún tipo de entorno o circunstancias para
un suceso, acción o discurso. Algo que como investigador se requiere saber
para comprender en forma apropiada el suceso, la acción o el discurso. Es
decir, representa el trasfondo, marco, ambiente, condiciones o
consecuencias. En el estudio del discurso como acción e interacción, el
contexto es crucial, se produce, comprende y analiza en relación con las
características del contexto.
En este punto, es importante tomar en cuenta a los participantes, del
estudio, el género, la edad, la clase social, la educación, la posición social, la
filiación étnica y la profesión de los participantes son con frecuencia
relevantes. Por otro lado, la altura, el peso, el color de ojos o poseer licencia
de conductor raramente son relevantes.
Lo mismo sucede con los roles sociales: algunos roles y relaciones
sociales son por lo general relevantes, como ser amigo o enemigo, tener
poder o no poseerlo, ser dominante o dominado, mientras que otros parecen
tener un impacto menos sistemático sobre el texto y el habla y su
comprensión, tales como ser primero o último, ser entusiasta del cine o del
teatro. De allí la importancia de selecciónalos tomando en cuenta criterios
específicos, relacionados con el estudio. También el escenario o marco como
lo señala el autor, en relación con el lugar, algunos participantes están
típicamente en el frente o situados en una posición más elevada que otros, y
señalarán esto con verbos, pronombres u otras expresiones apropiadas.
Es decir, el discurso como acción puede ser estructuralmente relevante
como parte de sucesos y acciones de nivel superior, el análisis del contexto
puede ser tan complejo como el propio análisis del discurso. Según la
perspectiva teórica que se adopte, esta puede limitar la definición del
contexto a un pequeño número de características estrictamente relevantes
de los participantes o extenderla al marco y otros actos.
A este respecto, es importante conocer las ideologías de los participantes
se parecen también al conocimiento de un grupo; este es compartido
socioculturalmente y al mismo tiempo es conocido y utilizable por los
miembros del grupo en sus prácticas cotidianas. El conocimiento y la
ideología son dos clases de creencias sociales. Lo que es conocimiento para
un grupo puede ser ideología para otros. Debido a su función social general
de coordinación, sin embargo, las ideologías deben ser más fundamentales
que el conocimiento: representan los principios subyacentes de la cognición
social y, de ese modo, forman la base del conocimiento, de las actitudes y de
otras creencias más específicas compartidas por un grupo.