PRÁCTICA 13.
FRAGMENTO DE LA CONSTITUCIÓN DE 1876
NATURALEZA DEL TEXTO: Como texto constitucional su naturaleza es
jurídica. Cualquier Constitución viene a ser la norma suprema de un país,
encargada de establecer las bases a partir de las cuales se desarrollará su
legislación y la organización del Estado. La Constitución de 1876 constituye
uno de los pilares del sistema de la Restauración, cuyo principal artífice fue
Cánovas del Castillo. CONTEXTO HISTÓRICO: En 1868 es derrocada la reina
Isabel II, a finales de 1874 son nuevamente restaurados los Borbones en la
persona de Alfonso XII, su hijo, tras el intento, frustrado, de instaurar un
régimen democrático. Después de ensayarse varias vías el proceso finalizó con
el golpe de Estado del general Pavía en enero de 1874. A partir de entonces se
aplicó una dictadura militar (sin Cortes ni Constitución) que no podía
prolongarse mucho y que facilitó las condiciones para el regreso de los
Borbones. Un político, Cánovas del Castillo, venía organizando esa
restauración, pero el pronunciamiento militar de Martínez Campos en Sagunto
a favor de Alfonso XII adelantó el proceso. A finales de 1874 Cánovas presidía
un Ministerioregencia a la espera de la entrada Alfonso XII en España, que lo
hizo en los primeros días de enero de 1875. Como decíamos, el principal
artífice de la Restauración fue Cánovas. Su proyecto político, basado en las
siguientes ideas, pudo verlo cumplido: el restablecimiento de la monarquía
borbónica; la exclusión de los militares de la vida política; el establecimiento de
un sistema de turno entre los partidos conservador (liderado por él) y liberal
(que se forma después y presidirá Sagasta), que alcanzarían el poder sin ser
necesaria la vía del golpe militar; la atribución al monarca del poder para
sustituir a un gobierno por otro y de la convocatoria de elecciones, para que el
gobierno contara con el apoyo de la cámara. Fuera del sistema canovista
quedaban los carlistas, los republicanos, los socialistas y las opciones
nacionalistas o regionalistas, que empiezan a organizarse a finales del siglo
XIX. Todos ellos entraron en la mecánica parlamentaria, pero sin posibilidad
alguna de triunfo electoral. Todo este proyecto de Cánovas descansaba sobre
dos fuertes bases: la Constitución de 1876, sobre la que nos centramos a
continuación, y el falseamiento electoral. El sistema político funcionaba, en
efecto, al revés: en vez de hacerlo de abajo arriba lo hace de arriba abajo. El
político (conservador o liberal), encargado de formar gobierno, cuenta con el
decreto de disolución de la Cámara y el de convocatoria de elecciones. Desde
el Ministerio de la Gobernación se mueven los hilos, y a través de una extensa
red de caciques y autoridades se obtenían unos resultados favorables, una
buena parte de ellos previamente diseñados por medio del “encasillado”. IDEA
PRINCIPAL: La Constitución de 1876 es la base principal del sistema
canovista. En ella se resume su pensamiento político. La corona a la que se le
otorga un superior poder, lo que lleva a rechazar la soberanía nacional y a
establecer la soberanía compartida entre el rey y las Cortes. Un principio, como
se sabe, propio del liberalismo moderado o doctrinario. El preámbulo, que
aparece en el texto que comentamos, lo dice con claridad: El rey “en unión y de
acuerdo con las Cortes del Reino” decretan la Constitución. Pero si ésta
hubiera respondido únicamente a las ideas moderadas, Cánovas no habría
podido incorporar a una fuerza política a su izquierda, necesaria para la
práctica del turno en la vida política. Por eso, Cánovas tuvo que transigir en
determinadas cuestiones, como en el tema religioso o en la referida al sistema
electoral y también tuvo que incorporar principios progresistas de la
Constitución de 1869. IDEAS SECUNDARIAS: Centrándonos en los artículos
que se nos proponen, el nº 11 se refiere a la cuestión religiosa. La católica era
la religión del Estado, pero establecía una tolerancia respecto al ejercicio de
otros cultos no católicos. Sobre el Senado, se introdujeron cambios sobre la de
1845. El art. 20 de la Constitución establecía tres tipos de senadores (por
derecho propio, vitalicios nombrados por la corona y elegidos por las
corporaciones del Estado y mayores contribuyentes). El sistema electoral se
dejó abierto, sin fijarse en la Constitución, como se observa en el art. 27, y fue
un acierto al permitir un cambio en el sistema electoral sin tener que reformar la
Constitución. Así, en 1890, Sagasta pudo introducir el sufragio universal frente
a sistema restringido aprobado por Cánovas. En resumen, la Constitución de
1876, basada en la soberanía compartida, ha sido la de más larga vigencia en
nuestra Historia: desde 1876 hasta 1923, en que quedó suspendida con el
establecimiento de la Dictadura de Primo de Rivera