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Sentencia TC 345-2025. Flagrancia Presupuestos, Relevancia Constitucionalo, Registro Vehicular

La Sala Segunda del Tribunal Constitucional emitió la sentencia 345/2025 en respuesta a un recurso de agravio constitucional presentado por Percy Emilio Rosales Mogollón, quien alegó vulneración de derechos en su condena por tráfico ilícito de drogas. El tribunal analizó la legalidad de las pruebas obtenidas durante la intervención policial y determinó que, aunque no se encontraba presente durante la intervención, la acción policial estaba justificada por la evidencia encontrada. Finalmente, la demanda fue declarada improcedente, confirmando la validez de las resoluciones judiciales que lo condenaron.

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Sentencia TC 345-2025. Flagrancia Presupuestos, Relevancia Constitucionalo, Registro Vehicular

La Sala Segunda del Tribunal Constitucional emitió la sentencia 345/2025 en respuesta a un recurso de agravio constitucional presentado por Percy Emilio Rosales Mogollón, quien alegó vulneración de derechos en su condena por tráfico ilícito de drogas. El tribunal analizó la legalidad de las pruebas obtenidas durante la intervención policial y determinó que, aunque no se encontraba presente durante la intervención, la acción policial estaba justificada por la evidencia encontrada. Finalmente, la demanda fue declarada improcedente, confirmando la validez de las resoluciones judiciales que lo condenaron.

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Sala Segunda.

Sentencia 345/2025
EXP. N.° 03036-2023-PHC/TC
TUMBES
PERCY EMILIO
ROSALES MOGOLLÓN

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Lima, a los 9 días del mes de abril de 2025, la Sala Segunda del
Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Domínguez Haro,
Gutiérrez Ticse y Ochoa Cardich, ha emitido la presente sentencia. Los
magistrados intervinientes firman digitalmente en señal de conformidad con
lo votado.

ASUNTO

Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Julio Huerta


Barrera y don Anthony Benavente Grández, abogados de don Percy Emilio
Rosales Mogollón, contra la resolución de fecha 22 de junio de 20231,
expedida por la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de
Tumbes, que, confirmando la apelada, declaró infundada la demanda de
localizada en la sede digital del Tribunal Constitucional. La verificación puede ser efectuada a partir de la fecha
Esta es una representación impresa cuya autenticidad puede ser contrastada con la representación imprimible

de publicación web de la presente resolución. Base legal: Decreto Legislativo N.° 1412, Decreto Supremo N.°

habeas corpus de autos.

ANTECEDENTES

Con fecha 17 de abril de 2023, don Percy Emilio Rosales Mogollón


interpone demanda de habeas corpus2 contra don Édgar Adriano Izquierdo
Ruiz, don Juan Carlos Valdivieso Gonzales y don Richard Omar Rueda
URL: https://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2025/03036-2023-HC.pdf

Olivos, exintegrantes del Juzgado Penal Colegiado Permanente


Supraprovincial de la Corte Superior de Justicia de Tumbes; y, contra don
Julio Ernesto Tejada Aguirre, don Oswaldo Simón Velarde Abanto y don
029-2021-PCM y la Directiva N.° 002-2021-PCM/SGTD.

Freddy Oswaldo Marchan Apolo, jueces integrantes de la Sala Penal de


Apelaciones de la citada corte. Alega la vulneración de los derechos a la tutela
procesal efectiva, al debido proceso, a la debida motivación de las
resoluciones judiciales, a la prueba y a la libertad personal.

Solicita que se declare la nulidad de: (i) la sentencia, Resolución 25, de


fecha 7 de julio de 20213, que lo condenó como autor del delito contra la salud
pública en la modalidad de favorecimiento mediante actos de tráfico ilícito de
drogas y le impuso ocho años de pena privativa de la libertad; y, (ii) la
1
F. 227 del documento PDF del Tribunal.
2
F. 4 del documento PDF del Tribunal.
3
F. 19 del documento PDF del Tribunal.
EXP. N.° 03036-2023-PHC/TC
TUMBES
PERCY EMILIO
ROSALES MOGOLLÓN

Sentencia de Vista de fecha 20 de diciembre de 20214, que confirmó la


precitada resolución5; y que, subsecuentemente, se ordene su inmediata
libertad.

El recurrente refiere que, con fecha 15 de diciembre de 2016, personal


policial de Tumbes intervino el vehículo con placa de rodaje D5L-759, el cual
estaba destinado a llevar carga de Tumbes a Lima (plátanos verdes) y que en
su interior había varios paquetes de marihuana. Agrega que no se le encontró
dentro del vehículo; que únicamente estaban sus documentos personales y
que la acción se realizó debido a que un transeúnte anónimo les habría
informado de que al interior se estaría cargando contrabando.

Manifiesta que el acto de intervención no se dio en flagrancia delictiva


ni en alguno de los supuestos establecidos en el artículo 259 del nuevo Código
Procesal Penal, ya que faltó el elemento personal, esto es, que no fue
encontrado en el vehículo y que no resulta suficiente la versión de un anónimo
para intervenir el vehículo, ya que desde afuera de este no era posible advertir
la existencia de algún ilícito. En tal sentido, se configura la prueba ilícita de
las actas de intervención policial y del registro vehicular realizado este último
el mismo día, horas más tarde, cuando el vehículo fue trasladado a la
DEPANDRO-PNP. Refiere que en este acto tampoco se contó con su
presencia ni con su abogado defensor.

Finalmente, señala que, pese a constituir tales documentos pruebas


prohibidas, los jueces demandados los han considerado para efectos de
determinar su responsabilidad penal con argumentos erróneos y lejos de la
doctrina jurisprudencial del Tribunal Constitucional y de la Corte Suprema
de Justicia de la República.

El Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte Superior


de Justicia de Tumbes, mediante Resolución 1, de fecha 17 de abril de 20236,
admite a trámite la demanda.

El procurador público adjunto a cargo de los asuntos del Poder Judicial


se apersona al proceso y contesta la demanda.7 Señala que del petitorio de la
demanda no se evidencia vulneración de derechos que deba tratarse en la vía
constitucional; sin perjuicio de ello, de la revisión de las resoluciones adjuntas
4
F. 63 del documento PDF del Tribunal.
5
Expediente Judicial Penal 002085-2017-49-2601-JR-PE-01 / 002085-2017-49-JR-PE-01.
6
F. 134 del documento PDF del Tribunal.
7
F. 155 del documento PDF del Tribunal.
EXP. N.° 03036-2023-PHC/TC
TUMBES
PERCY EMILIO
ROSALES MOGOLLÓN

y cuya nulidad se pretende, es evidente que no se ha incurrido en vulneración


alguna, pues se advierte que existen pruebas válidas incorporadas al proceso
penal que sirvieron de base para determinar la responsabilidad penal del
beneficiario. Además, agrega que lo que se pretende es el reexamen de las
pruebas ya valoradas por los jueces ordinarios.

El Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte Superior


de Justicia de Tumbes, mediante sentencia, Resolución 3, de fecha 26 de abril
de 20238, declaró improcedente la demanda, tras considerar que las actas de
intervención policial y de registro vehicular han cumplido con establecer la
forma y las circunstancias en que se realizaron la intervención, la
comunicación fiscal y la incautación del vehículo. Además, los jueces
demandados han sustentado las razones por las cuales dichas actas mantienen
su validez.

La Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de


Tumbes confirmó la resolución apelada, pero la entendió como infundada por
los mismos fundamentos.

FUNDAMENTOS

Delimitación del petitorio

1. El objeto de la demanda es que se declaren nulas: (i) la sentencia contenida


en la Resolución 25, de fecha 7 de julio de 2021, que condenó a don Percy
Emilio Rosales Mogollón como autor del delito contra la salud pública en
la modalidad de favorecimiento mediante actos de tráfico ilícito de drogas,
por lo que le impuso ocho años de pena privativa de la libertad; y, (ii) la
Sentencia de Vista de fecha 20 de diciembre de 2021, que confirmó la
precitada sentencia9; y que, subsecuentemente, se ordene su inmediata
libertad.

2. Se alega la vulneración de los derechos a la tutela procesal efectiva, al


debido proceso, a la debida motivación de las resoluciones judiciales, a la
prueba y a la libertad personal.

8
F. 171 del documento PDF del Tribunal.
9
Expediente Judicial Penal Expediente Judicial Penal 002085-2017-49-2601-JR-PE-01 /
002085-2017-49-JR-PE-01.
EXP. N.° 03036-2023-PHC/TC
TUMBES
PERCY EMILIO
ROSALES MOGOLLÓN

Análisis del caso concreto

3. Nuestra Constitución no prevé alguna cláusula de exclusión general de los


elementos de convicción obtenidos en violación de los derechos
fundamentales, pero sí prevé algunas pruebas expresamente prohibidas.
Así, cuando reconoce el derecho a la integridad personal, en el artículo 2,
inciso 24, literal “h”, establece lo siguiente:

Nadie debe ser víctima de violencia moral, psíquica o física, ni sometido a


tortura o a tratos inhumanos o humillantes. […] Carecen de valor las
declaraciones obtenidas por la violencia. Quien la emplea incurre en
responsabilidad [énfasis agregado].

4. De otro lado, en cuanto al derecho al secreto de las comunicaciones,


conforme al inciso 10) del artículo 2 de la Constitución, no tienen efecto
legal los documentos privados que han sido abiertos, incautados,
interceptados o intervenidos sin la existencia de un mandato judicial
debidamente motivado.

5. Como se ve, las exclusiones probatorias explícitas que ha previsto nuestra


Constitución se centran en medios probatorios obtenidos mediante coacción
(violencia, tortura) y que violen el secreto de las comunicaciones.

6. Este Tribunal, recordó que, con independencia de dicho reconocimiento


limitado de la exclusión de los medios probatorios obtenidos ilícitamente
en la Constitución y los tratados en materia de derechos humanos, se ha
ampliado la comprensión de la prueba ilícita no solo a los supuestos de
secreto de las comunicaciones (sentencia emitida en el Expediente 4715-
2015-PHC), sino también a la inviolabilidad de domicilio (sentencias
emitidas en los Expedientes 3470-2018-HC, 3386-2011-HC) e intimidad
(sentencias emitidas en los Expedientes 3485-2012-PHC, 354-2014-PA).
Asimismo, ha reconocido de modo general el concepto de prueba ilícita,
asumiendo que “no pueden admitirse medios probatorios obtenidos en
contravención del ordenamiento jurídico” (sentencia emitida en el
Expediente 6712-2005-PHC) y que constituye un principio de la actividad
probatoria la licitud del medio probatorio a ser empleado (sentencia
emitida en el Expediente 2333-2004-PHC/TC)10.

7. En el ámbito del proceso penal, la prueba prohibida se encuentra


expresamente reconocida en el artículo 159 del Nuevo Código Procesal
10
Cfr. sentencia recaída en el Expediente 02333-2004-HC/TC.
EXP. N.° 03036-2023-PHC/TC
TUMBES
PERCY EMILIO
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Penal, cuyo texto dispone que: “[e]l Juez no podrá utilizar, directa o
indirectamente, las fuentes o medios de prueba obtenidos con vulneración
del contenido esencial de los derechos fundamentales de la persona”. De
este modo, en nuestro ordenamiento jurídico una prueba será considerada
prohibida cuando se obtenga mediante la violación directa o indirecta de
algún derecho fundamental, más no de la afectación de derechos de rango
legal o infralegal.

8. En sentido similar, este Tribunal destacó que “el derecho a la prueba se


encuentra sujeto a determinados principios, como que su ejercicio se
realice de conformidad con los valores de pertinencia, utilidad,
oportunidad y licitud. Ellos constituyen principios de la actividad
probatoria y, al mismo tiempo, límites a su ejercicio, derivados de la propia
naturaleza del derecho”.11

9. El recurrente pretende que se declare la nulidad de las resoluciones


judiciales que lo condenaron por el delito contra la salud pública en la
modalidad de favorecimiento al tráfico ilícito de drogas, ya que, para
determinar su responsabilidad penal, se valieron de las actas de
intervención, registro vehicular y de incautación, documentos que serían
consecuencia de un actuar arbitrario de la Policía Nacional del Perú,
porque durante la intervención efectuada el 15 de diciembre de 2016 no
existió alguno de los supuestos de flagrancia delictiva, en la medida en que
no se cumplió con el elemento personal, esto es, que él no estaba en el
lugar de los hechos ni cerca del lugar; además, no existieron elementos
objetivos para que la policía interviniera el vehículo como el hecho de que
la supuesta droga no se encontraba visible a terceros.

10. Del acta de intervención policial12 de fecha 15 de diciembre de 2016, se


acredita que en inmediaciones de la avenida Mariscal Castilla Cdra. 8,
región Tumbes, siendo las 7:50 horas, debido a la información de una
persona (transeúnte) de que en un vehículo se habría acondicionado
productos de contrabando al interior de la cabina, dos efectivos policiales
procedieron a ubicar al vehículo en cuestión y, al encontrarlo, indagaron
por el propietario o conductor, a lo que los moradores les manifestaron que
no sabían quiénes eran. Posteriormente, procedieron a entrar en el vehículo
al verificar que la puerta y las ventanas se encontraban abiertas y hallaron
paquetes tipo ladrillos que presuntamente contenían marihuana; además,
había un portafolios que contenía documentos del conductor, esto es, del
11
Cfr. sentencia recaída en el Expediente 02054-2017-HC/TC.
12
F. 125 del documento PDF del Tribunal.
EXP. N.° 03036-2023-PHC/TC
TUMBES
PERCY EMILIO
ROSALES MOGOLLÓN

recurrente; entre otros. Luego de esto, se comunicaron con la fiscal titular


antidrogas de Tumbes, doña Fabiola Tapia Pachao.

11. Conforme se advierte del acta de registro vehicular, incautación de


equipajes y documentos13 de fecha 15 de diciembre de 2016, siendo las 14
horas, habiéndose trasladado al vehículo a las oficinas de la DEPANDRO-
PNP-TUMBES, se procedió a realizar el registro vehicular y la incautación
de equipajes y documentos en presencia del fiscal adjunto provincial de la
Fiscalía Provincial Especializada en Delitos de Tráfico Ilícito de Drogas
de Tumbes y de un efectivo policial.

12. Ahora bien, es evidente que durante la intervención policial y el posterior


registro en el local de la DEPANDRO-PNP-TUMBES no se encontraban
presentes el recurrente ni su abogado; sin embargo, ante un hecho
manifiesto como lo es la presunta comisión de un ilícito – lo que se verificó
precisamente al encontrarse paquetes de marihuana al interior del vehículo
– , se justificó el accionar de los efectivos policiales en la intervención del
vehículo.

13. Por otra parte, este Tribunal ha señalado que la flagrancia es un instituto
procesal con relevancia constitucional que debe entenderse como una
evidencia del hecho delictuoso respecto de su autor, añadiendo que, la
flagrancia en la comisión de un delito debe presentar la concurrencia de
dos requisitos insustituibles como son la inmediatez temporal (que el delito
se esté cometiendo o que se haya cometido instantes antes) y la inmediatez
personal (que el presunto delincuente se encuentre en el lugar de los hechos
en el momento de la comisión del delito y esté relacionado con el objeto o
los instrumentos del delito, ofreciendo una prueba evidente de su
participación en el hecho delictivo).

13
F. 127 del documento PDF del Tribunal.
EXP. N.° 03036-2023-PHC/TC
TUMBES
PERCY EMILIO
ROSALES MOGOLLÓN

14. Así las cosas, la flagrancia, tal como ha sido desarrollada por la
Constitución, se dirige, principalmente, a que no se produzca la privación
arbitraria de la libertad de las personas; por ello mismo, el vínculo entre
dicha figura y la libertad personal como derecho contiene un evidente
sentido personalísimo, lo que no ocurre en el presente caso, puesto que el
favorecido no fue privado de su libertad durante o inmediatamente después
de la intervención en el vehículo materia de autos.

15. De ese modo, resultaría inconducente proceder a un análisis de la situación


de flagrancia delictiva, en todo caso, se estaría frente a la presunta
violación del derecho a la privacidad del recurrente al haberse intervenido
el vehículo que manejaba sin su consentimiento y a la situación de una
intervención policial a un vehículo.

16. Ahora bien, en tanto que el espacio interior de un vehículo privado


constituye un espacio personal, corresponde evaluar la presunta afectación
del derecho a la vida privada. Por lo demás, la esfera privada de las
personas no es un derecho absoluto, pudiendo ser restringida siempre que
las injerencias no sean abusivas o arbitrarias; esto es, que tales injerencias
deban encontrarse previstas en la ley, perseguir un fin legítimo y ser
idóneas, necesarias y proporcionales en una sociedad democrática (artículo
11.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos).

17. Al respecto, el artículo 206 del nuevo Código Procesal Penal señala lo
siguiente:

Artículo 206 Controles policiales públicos en delitos graves. -

Para el descubrimiento y ubicación de los partícipes en un delito causante de grave


alarma social y para la incautación de instrumentos, efectos o pruebas, del mismo,
la Policía -dando cuenta al Ministerio Público- podrá establecer controles en las vías,
lugares o establecimientos públicos, en la medida indispensable a estos fines, al
objeto de proceder a la identificación de las personas que transiten o se encuentren
en ellos, al registro de los vehículos y al control superficial de los efectos
personales, con el fin de comprobar que no se porten sustancias o instrumentos
prohibidos o peligrosos [énfasis agregado].

18. Esta previsión legal, desde luego, no constituye una autorización para que
la policía de manera indiscriminada registre o identifique a un número
indeterminado de personas o de vehículos. Como bien lo establece la
disposición legal, las acciones deben tener como propósito “[…] la
incautación de instrumentos, efectos o pruebas” de un delito concreto.
EXP. N.° 03036-2023-PHC/TC
TUMBES
PERCY EMILIO
ROSALES MOGOLLÓN

19. Respecto a la búsqueda de pruebas y restricción de derechos, el artículo


202 del mismo cuerpo normativo establece que

Cuando resulte indispensable restringir un derecho fundamental para


lograr los fines de esclarecimiento del proceso, debe procederse conforme a
lo dispuesto por la Ley y ejecutarse con las debidas garantías para el
afectado.

20. Conforme a lo expuesto, existen normas de carácter legal que regulan los
controles policiales cuando se está ante la presunción de la comisión de un
delito grave.

21. El fin legítimo recae sobre el hecho objetivo de que un transeúnte habría
sido testigo de la comisión de un delito, hecho que puso en conocimiento
de los efectivos policiales, quienes inmediatamente se acercaron al lugar
de los hechos y procedieron a intervenir el vehículo materia del presunto
ilícito. De este modo, el Tribunal Constitucional considera que un fin
legítimo es la investigación de un presunto delito.

22. Asimismo, conforme se advierte de las actas cuestionadas, en la primera


de ellas se aprecia que los efectivos policiales actuaron de manera
razonable y proporcional frente a la comunicación presentada por un
transeúnte. En efecto, primero procedieron a averiguar por la persona que
conducía el vehículo, haciendo las consultas del caso en las cercanías del
lugar; segundo, al no ubicar al conductor, procedieron a verificar la
afirmación del citado transeúnte y entraron en el vehículo, donde
encontraron marihuana; y, tercero, se comunicó el hecho a la fiscal penal
de turno.

23. En el segundo registro, realizado el mismo día, horas más tarde, se observa
la participación del representante del Ministerio Público desde el inicio de
la diligencia y la realización de la incautación de los documentos y
equipaje sin que se advierta alguna irregularidad.

24. De lo expuesto se desprende que las acciones de las autoridades policiales


y fiscales se ejecutaron en el marco de la investigación de un presunto
ilícito (fin legítimo), sus acciones fueron razonables y proporcionales y la
restricción de los derechos del favorecido fueron limitados por la
necesidad de la actuación policial, hecho que se encuentra regulado en la
ley.
EXP. N.° 03036-2023-PHC/TC
TUMBES
PERCY EMILIO
ROSALES MOGOLLÓN

25. De otro lado, el recurrente cuestiona que no exista un elemento objetivo


que haya llevado a los efectivos policiales a iniciar la investigación de un
delito a través de la intervención del vehículo; sin embargo, resulta claro,
y es un hecho objetivo, el que un transeúnte haya sido testigo de la presunta
comisión de un ilícito, puesto que vio un “cargamento de bienes de
contrabando”, y que informara de ello a la Policía a fin de que proceda
según sus obligaciones.

26. Finalmente, cabe precisar que las sentencias cuestionadas y de las que
proviene la restricción de la libertad del recurrente no determinaron su
responsabilidad penal aludiendo únicamente a las citadas actas, sino al
conjunto de medios probatorios y a través de la apreciación individual
(fundamentos 1814 y 2015 de la sentencia de primera instancia y de la
segunda instancia en el fundamento 17.516) y conjunta de la prueba (prueba
testifical, prueba pericial, prueba documental, etc.).

27. Sentado lo anterior, el recurrente no ha acreditado que las resoluciones


judiciales cuestionadas se sustenten en prueba prohibida, por lo que
corresponde declarar infundada la demanda.

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le


confiere la Constitución Política del Perú,

HA RESUELTO

Declarar INFUNDADA la demanda de habeas corpus.

Publíquese y notifíquese.

SS.

DOMÍNGUEZ HARO
GUTIÉRREZ TICSE
OCHOA CARDICH

PONENTE OCHOA CARDICH

14
F. 45 del documento PDF del Tribunal.
15
F. 47 del documento PDF del Tribunal.
16
F. 109 del documento PDF del Tribunal.

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