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Histori A Fuera Ensayos Sobre Politicas

El libro 'Histori(a)fuera', editado por Sebastián Vargas Álvarez, explora las políticas de la memoria y los usos públicos de la historia en diversas sociedades, analizando cómo se construyen narrativas identitarias y se disputan memorias colectivas. A través de ensayos que abordan temas como la violencia en México, la identidad turística en Cholula y las memorias en disputa en Cuba, se destaca la importancia de la memoria en la construcción de la historia y su impacto en la sociedad contemporánea. El texto también reflexiona sobre el 'boom de la memoria' y su relación con el presente y el patrimonio cultural en un contexto globalizado.

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Histori A Fuera Ensayos Sobre Politicas

El libro 'Histori(a)fuera', editado por Sebastián Vargas Álvarez, explora las políticas de la memoria y los usos públicos de la historia en diversas sociedades, analizando cómo se construyen narrativas identitarias y se disputan memorias colectivas. A través de ensayos que abordan temas como la violencia en México, la identidad turística en Cholula y las memorias en disputa en Cuba, se destaca la importancia de la memoria en la construcción de la historia y su impacto en la sociedad contemporánea. El texto también reflexiona sobre el 'boom de la memoria' y su relación con el presente y el patrimonio cultural en un contexto globalizado.

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Histori(a)fuera: ensayos sobre políticas de la memoria

y usos públicos de la historia

Sebastián Vargas Álvarez (editor)


Histori(a)fuera: ensayos sobre políticas de la memoria y usos
públicos de la historia

Sebastián Vargas Álvarez (editor)

2017. Bogotá, Colombia

Editor: Fundación Publicaciones La Sorda


NIT.901034693-9 · Calle145A # 21-20
Impresor: Panamericana Formas e Impresos S.A.
Calle 65 #95-28

Impreso en Colombia

Histori(a)fuera: ensayos sobre políticas de la memoria y usos


públicos de la historia by Sebastián Vargas Álvarez is licensed under
a Creative Commons Attribution 4.0 International License.

Este es un libro de circulación libre.


Lo ha estado buscando a usted.
Una vez salió de la imprenta esperó algunos días
(los hay que esperan semanas o meses)
hasta que encontró la forma de llegar a sus manos.
Si tardó en presentarse es porque no fue fácil encontrarlo.
Se preparó con esmero para que usted pudiera
tenerlo entre sus manos y disfrutarlo;
es por eso que usted lo ve bonito y bien peinado.
Pero este libro no es solo belleza exterior,
es un libro muy juicioso y hecho con cariño.
No está con los demás, porque aunque
aprecia los lugares en los que hay muchos libros,
siente que es mejor ser independiente.
Él decidirá si se queda en sus manos
o si mejor busca otro lector.
Si se va, no se ponga triste,
piense que es lo mejor para este libro.
Índice

Presentación .................................................................... 7
Sebastián Vargas Álvarez

1.
El Memorial de las víctimas de la violencia,
la Estela de luz, y las batallas por la memoria
de la “guerra” contra el narcotráfico en México .......... 29
Blanca Gutiérrez Galindo

2.
Cholula: de la Ciudad Sagrada al Pueblo Mágico.
Usos de la historia y la memoria en la construcción
de la identidad turística ................................................... 67
Cristina Desentis Torres

3.
Arrojo: fútbol, memoria y monumento ........................... 113
Juan Camilo Riobó Rodríguez

4.
Cuentas pendientes entre próceres y asesinos:
memorias en disputa alrededor de estatuas a
presidentes cubanos ........................................................ 159
Mario Norberto Fernández Damas

5.
Una cartografía histórica: usos públicos
de la historia en el metro de Ciudad de México ............ 209
Sebastián Vargas Álvarez

Sobre los autores .............................................................. 245

5
Presentación

Sebastián Vargas Álvarez

L AS POLÍTICAS DE LA MEMORIA hacen referencia a los discursos y las


prácticas por medio de las cuáles se decide quién, cómo, cuándo, y bajo
qué condiciones se escoge lo que debe recordar y lo que debe olvidar
la sociedad. Estas elecciones se materializan y evidencian en los usos
que públicamente (en la escuela, el espacio público, las conmemoracio-
nes rituales, los museos, monumentos y muchos otros “lugares de la
memoria”) se hacen de la historia como relato identitario legítimo de
la comunidad. Por supuesto, estas políticas de la memoria están cons-
tantemente en disputa (los diversos actores sociales buscan consolidar
su propia memoria como la hegemónica y se resisten a los olvidos y
silencios a los que ellos o sus antepasados han sido sometidos), y como
resultado los usos que se hacen de la historia están sujetos a constante
resigniicación y transformación (GNECCO y ZAMBRANO, 2000).
La memoria colectiva como problema de las ciencias sociales y las
humanidades se encuentra ya presente en la obra de algunos pensado-
res en la frontera del siglo XIX y el XX1, y se consolida con las obras pio-
neras del sociólogo Maurice Halbwachs (2004a; 2004b) y del historiador
del arte Aby Warbug (2012) en los años veinte. Desde la literatura, En
busca del tiempo perdido de Marcel Proust, escrita entre 1913 y 1922,
se convirtió en un referente para la relexión sobre la experiencia y el
recuerdo. De la misma manera, y aunque no sean usualmente reconoci-
das dentro del canon de los estudios de la memoria, las obras literarias
de George Orwell Rebelión en la granja (1945) y 1984 (1949), pueden
considerarse críticas implícitas de las políticas de la memoria puestas
en marcha por los totalitarismos del siglo XX. No obstante, luego de
1950, año de la publicación póstuma de La memoria colectiva (Halbwa-

1 Por ejemplo Friedrich Nietzche, Walter Benjamin, Marc Bloch y Theodor Ador-
no. Algunos textos de estos autores sobre la memoria aparecen compilados en
Olick, Vinitsky-Seroussi y Levy (2011).
0. Antonio Turok. “Derribo de la estatua de Diego de Mazariegos”. 1992. Licencia
Creative Commons. 3.0. Tomada de: https://commons.wikimedia.org/wiki/
File:Derribo_de_la_estatua_de_Diego_de_Mazariegos.jpg

7
chs murió en 1945, en el campo de exterminio nazi de Buchenwald), se culturales como monumentos, archivos, colecciones de museos, sitios
abandonará la problemática de la memoria como campo de relexión históricos, textos canónicos, etc.) a modo de repositorios artiiciales
e investigación, hasta su resurgimiento en los setenta y auge en los de la memoria de nuestras comunidades (2008). Ante la angustia de un
ochenta, época en la que tiene lugar el llamado boom de la memoria. futuro que ya no es nuestro, y el fracaso de los grandes relatos identi-
El boom de la memoria, también conocido como giro al pasado o tarios de la modernidad (especialmente el del estado-nación), nos vol-
giro subjetivo, es un fenómeno característico de la segunda mitad del camos al pasado, queriendo preservar todo, convertirlo en patrimonio.
siglo XX, surgido después de la Segunda Guerra Mundial y acentuado “Manía de la conservación” (SAMUEL, 2008: 167) o “era de la conme-
en los años setenta y ochenta por la creciente globalización del mer- moración” (NORA, 2008, p. 61), que no escapa a las lógicas del mercado
cado capitalista y las industrias culturales2. Existen dos tendencias capitalista, en donde el pasado se ha vuelto una rentable mercancía:
convergentes que explican este giro al pasado, especialmente sensi-
bles durante los años ochenta: la tendencia hacia el presentismo y la “[en los años setenta] la sociedad de consumo aún se extendía, al igual que la
irrupción del testimonio de la víctima/sobreviviente de grandes even- categoría de presente, que constituía el blanco privilegiado de esa sociedad
tos traumáticos. y que representaba de alguna manera su razón social […] Los años ochentas
Por un lado, las transformaciones sociales, políticas y económicas estuvieron sumergidos por la oleada de la memoria y su alter ego, más visi-
propias de la posguerra generaron en el mundo occidental, y luego ble y tangible, el patrimonio: patrimonio que es preciso proteger, catalogar,
en todo el planeta, una aceleración, una alteración en la percepción valorar, pero también volver a pensar. Se erigieron monumentos conmemo-
del tiempo, ocasionando un cambio en el régimen de historicidad mo- rativos, se renovaron y multiplicaron los museos grandes y pequeños. Todo
derno: si el mito del progreso de la modernidad privilegiaba la noción un público no especializado, que daba muestras de interés o curiosidad hacia
de futuro (horizontes de expectativa), los genocidios, guerras mundia- la genealogía, empezó a visitar los archivos. Creció el apego por la memoria
les y la debacle ecológica –entre otros signos catastróicos de nuestro de los lugares, y un historiador, Pierre Nora, propuso, en 1984, la noción de
tiempo– nublaron los horizontes de expectativa, y privilegiaron el pre- ‘lugar de memoria’” (HARTOG, 2007, p. 25).
sente como categoría temporal predominante; un presente y un pre-
sentismo cuya única garantía de futuro era establecer estrechos lazos Por otro lado, tenemos la irrupción del testimonio de la víctima/
de dependencia con un pasado, con un espacio de experiencia, cada sobreviviente de los grandes eventos traumáticos del siglo XX, que
vez más escurridizo (HARTOG, 2007 y 2014; MUDROVCIC y RABOT- “proclama la singularidad del horror” pero a la vez es “el siglo de la me-
NIKOF, 2013). moria colectiva, del recuerdo en común, en términos estrictamente po-
Un presente desconectado del pasado y rumbo a un futuro incierto líticos” (MARTÍNEZ, 2011, p. 251, 254). Se trata de guerras, genocidios,
es síntoma, según Pierre Nora, de la pérdida de una memoria colectiva dictaduras militares o sistemas de segregación racial en donde se per-
vital y orgánica propia de las sociedades tradicionales, que obliga, en petraron crímenes contra la humanidad contra poblaciones enteras, y
nuestros tiempos, a multiplicar los “lugares de la memoria” (artefactos que luego, y partiendo del testimonio de las víctimas/sobrevivientes,
han demandado el diseño e implementación de políticas de la memo-
ria, mecanismos de justicia transicional, procesos de elaboración de la
2 Un examen exhaustivo de los debates políticos, académicos y jurídicos, así como memoria histórica, búsqueda de la reparación de las víctimas, verdad
de las implicaciones sociales y culturales de este boom de la memoria está más y justicia. En estos complejos escenarios se encuentran en disputa di-
allá de los límites de esta presentación. Se pueden encontrar buenas síntesis en
Huyssen (2002); Traverso (2007); Erll (2012) Jaramillo (2011); y Sarlo (2006). versas versiones sobre los sucedido, que enfrentan a múltiples actores

8 9
sociales como el estado, organizaciones de derechos humanos, de víc- WHITE, 2011) y las relaciones entre historia y memoria como dos ám-
timas, sociedad civil, academia, etc. bitos diferenciados de aproximación al pasado (TRAVERSO, 2007, p.
Si bien el caso paradigmático en el debate político y académico (y 21-38; JELIN, 2000, p. 63-78; SILVA, 2007, p. 281-314).
sus ecos en las industrias culturales) ha sido la Shoa o el Holocausto ju- Un efecto importante del boom de la memoria es la dislocación que
dío durante la Segunda Guerra Mundial (ARENDT, 1999; LEVI, 2008; ha venido sufriendo en las últimas décadas la nación como rejilla de
AGAMBEN, 2002), durante los años ochenta y noventa también fueron inteligibilidad de la memoria social, como marco de explicación del
muy importantes los procesos de dictaduras militares y el terroris- devenir histórico de las comunidades. Las naciones, comunidades
mo de estado (detención, tortura y desaparición forzada) en Améri- imaginadas cuidadosamente construidas desde inales del siglo XVIII
ca Latina, especialmente en Argentina, Uruguay, Chile, Brasil, Perú y a partir de políticas de memoria elitistas e invención de tradiciones
Guatemala; así como el caso de la Sudáfrica post-Apartheid (BUSTOS, (HOBSBAWM y RANGER, 2002), no pueden ya sostener en sus relatos
2010; RUFER, 2010)3. En Colombia, que ha vivido un conlicto armado la hegemonía de la representación sobre el pasado, ante la irrupción
interno desde hace más de cincuenta años, y que actualmente afronta de memorias e identidades antes invisibilizadas en virtud de su condi-
el reto del proceso de paz tras las negociaciones con el grupo guerri- ción étnico-racial, de género, clase, procedencia o ubicación geográ-
llero Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el estado ica, etc. en un contexto globalizado donde se valora el patrimonio y
apenas se comenzó a preocupar por la construcción de una memoria la diferencia (GILLIS, 1994; WALKOWITZ y MAYA-KNAUER, 2009) 5.
histórica en el siglo XXI, si bien existen iniciativas alternativas desde En Colombia, este giro coincide, por lo menos teóricamente, con la
mucho antes (SÁNCHEZ, 2008; ANTEQUERA, 2011). promulgación de la Constitución de 1991, que declara el paso de una
Paralelo al debate político y jurídico, corrió (y sigue corriendo) el nación católica y heredera de la cultura hispánica (carta de 1886) a una
académico. Los eventos límite como la cámara de gas, la desaparición “pluriétnica” y “multicultural”. Si bien este proceso de dislocación de
forzada o la persecución y tortura, en diferentes latitudes y contextos, la nación como marco de interpretación de la memoria colectiva ha
estimularon discusiones en disciplinas como la ilosofía, el derecho, el permitido la visibilización de sujetos históricos antes ignorados, no se
psicoanálisis, la sociología, la antropología, y por supuesto, la histo- debe perder de vista el hecho de que, en el capitalismo globalizado, la
ria4. El debate crucial en la historiografía osciló entre los límites o po- diferencia y los patrimonios locales son apropiados e incorporados a
sibilidades de la representación historiadora de eventos traumáticos, lógicas trasnacionales de mercantilización y consumo, generalmente
tales como el Holocausto (FRIEDLANDER, 2007; LACAPRA, 2008; vía turismo histórico y cultural (COMAROFF y COMAROFF, 2009).
Situadas en este contexto especíico de cambio de régimen de his-
toricidad, las políticas de la memoria tienen que ver con las luchas por
la signiicación del pasado que confrontan a diversos sectores de la
3 Francisco Ortega recuerda como la crítica poscolonial latinoamericana ha
cuestionado la (euro)centralidad del Holocausto como paradigma de los estudios sociedad en el presente. Aloran con intensidad a inales del siglo XX
de memoria y del trauma, que se problematiza al contraponerle la experiencia
traumática y devastadora de la colonialidad que se remonta al siglo XVI (ORTE- y comienzos del XXI, pero siempre han existido –en la medida en que
GA, 2011, p. 58). Enzo traverso también relexiona agudamente sobre si la Shoa
es un evento incomparable o no, y sugiere que algunas características del exter-
minio nazi ya se hallaban presentes en la historia del colonialismo y capitalismo
europeo, en particular en lo que atañe a la Conquista del “Nuevo Mundo” (2012,
p. 175-208). 5 Nora habla del deslizamiento de “lo nacional” hacia lo “patrimonial” como una
4 Astrid Erll (2012, p. 53-120) presenta una interesante síntesis de cómo las difer- de las características de la “era de la conmemoración” (2008, p. 181-199). En este
entes disciplinas (historia, literatura, psicología, sociología, comunicación, etc.) proceso de reinterpretación de la historia es notable la inluencia de los estudios
han abordado la problemática de la memoria individual y colectiva. subalternos y poscoloniales.

10 11
están estrechamente relacionadas con las políticas de la identidad y “el problema con la memoria deinida en términos de política y usos políti-
con las relaciones de poder 6 –, y por lo tanto, son susceptibles de con- cos es que se convierte en un relejo ilustrativo del desarrollo político, y con
vertirse en objeto de análisis histórico. frecuencia se reduce a la ideología […] el resultado de la memoria sacriicada
Si bien la mayoría de estudios sobre políticas de la memoria tienen al análisis de políticas y de usos políticos es, a menudo, ignorar la categoría
por objeto las batallas por la representación del pasado en diversos de lo social. En este caso, las representaciones del pasado derivan de y son
contextos post-traumáticos en donde estas batallas se traducen en la usadas principalmente para explicar relaciones de naturaleza política, pero
búsqueda de verdad histórica, justicia y reparación para las víctimas son considerablemente silenciosas acerca del efecto de la memoria en la or-
durante las últimas décadas7, consideramos fundamental abordar este ganización, jerarquización y arreglos de las relaciones sociales y culturales”
problema desde una perspectiva histórica de larga duración, que evi- (CONFINO, 1997, p. 1393).
dencie cómo en el caso latinoamericano existen conlictos sociales y
luchas por la memoria desde la temprana Colonia y el siglo XIX, y que En cuanto al concepto de usos públicos de la historia, se puede air-
permita conectar las violencias contemporáneas con violencias más mar que es planteado por primera vez en el ensayo “Concerning the
antiguas, tanto en el plano socio-histórico como en el plano del recuer- public use of history” de Jürgen Habermas y Jeremy Leaman. Se tra-
do. En este sentido, la colonialidad del poder/saber (QUIJANO, 2000) ta de un artículo en respuesta al historiador conservador Ernst Nolte,
y la construcción del estado nación moderno pueden servir como ma- que hace parte del debate público que se sostuvo en Alemania entre
trices analíticas para aproximarse al problema de las políticas de la 1986 y 1989 conocido como Historikerstreit (la disputa de los historia-
memoria desde otras perspectivas y con nuevas preguntas8. Por otra dores), que versó sobre la responsabilidad histórica de los alemanes en
parte, es importante no caer en reduccionismos políticos, es decir, de- el genocidio de los judíos y otros grupos durante la Segunda Guerra
bemos evitar abordar las políticas de la memoria y los usos públicos de Mundial, la singularidad histórica (o no) del Holocausto (y por ende el
la historia desde una comprensión limitada de las relaciones de poder negacionismo o reconocimiento del mismo) y la pérdida de identidad
como mera ideología, desconectadas de las relaciones sociales y cultu- nacional, por lo cual está muy relacionado en su génesis con las políti-
rales en su conjunto. Como nos recuerda el historiador Alon Conino, cas de la memoria (HABERMAS y LEAMAN, 1988) 9. En dicho texto, los
autores se referían a la imposibilidad de desconocer el acontecimiento
traumático, de pasar la hoja sobre un “pasado que no pasa”, y resalta-
ban la imperiosa necesidad de hacerse cargo de dicho pasado, tarea en
la que el papel relexivo y crítico de los historiadores resulta central.
6 “El signiicado central de cualquier identidad individual o grupal, a saber, es el
sentido de mismidad sobre el tiempo y el espacio que es mantenido por el recu- Años después, en relexión similar, pero situada en el contexto de
erdo; y lo que se recuerda es deinido por la identidad asumida […] revisamos la India poscolonial, Dipesh Chakrabarty proponía el concepto de
constantemente nuestras memorias para que se adapten a nuestras identidades
actuales. Las memorias pueden ayudarnos a hacer sentido del mundo en el que “vida pública de la historia” para designar las conexiones que la his-
vivimos; y el ‘trabajo de la memoria’ está, como cualquier otro tipo de labor
física o mental, atravesado por complejas relaciones de poder, género y clase toria como disciplina cientíica puede (y debe) forjar con instituciones
que determinan qué es lo que se recuerda (u olvida), por quién y para qué ines”
(GILLIS, 1994, p. 3).
7 Por mencionar sólo dos ejemplos, la investigación pionera de Paloma Aguilar
(2008) sobre las memorias del franquismo y la transición en España, y el ex- 9 Los principales ensayos que hicieron parte del contrapuneto entre Habermas y
celente libro de Katherine Hite sobre intervenciones artísticas contra-conmem- Nolte aparecen traducidos al castellano en Habermas, Mann y Nolte (2012). Para
orativas en el espacio público en países como Argentina, Chile, Perú y España un contexto del debate de los historiadores, ver los capítulos “Relexiones sobre
(2012). el debate de los historiadores” de LaCapra (2008, p. 59-82) y “Los dilemas de los
8 Dos buenas referencias en esta dirección son: Rufer (2010) y Rappaport (2000). historiadores alemanes” de Traverso (2007, p. 81-91).

12 13
y prácticas sociales por fuera de la universidad y de la burocracia oi- En este sentido, la Public History implicaría una forma de inves-
cial, para asumir un rol pertinente en los debates sobre el pasado en tigación y narración histórica que trascendería los métodos, objetos
el mundo actual. Pensando en cómo sacar a la práctica historiográica de estudio y lenguajes especializados tradicionales de la historia pro-
de su enclaustramiento académico, Chakrabarty se preguntaba “¿bajo fesional, y que tendería más bien hacia el trabajo colaborativo entre
qué condiciones pueden la historia y los historiadores desempeñar un el historiador y otros actores (comunicadores, curadores de museos,
papel de juicio cuando las disputas relacionadas con el pasado surgen historiadores aicionados, familiares y locales, líderes comunitarios,
en el ámbito de la cultura popular en las democracias?” (2008, p. 169). etc.) con el objetivo de co-producir nuevos relatos históricos (FINN y
La referencia a los conceptos de “historia pública” y/o “usos pú- SMITH, 2015, p. 124-127; GLOVER, 2008), o en palabras de Sarah Lloyd
blicos de la historia” se hará más común en la academia anglosajona y Julie Moore, “historias sedimentadas” (LLOYD Y MOORE, 2015).
–Estados Unidos y Canadá primero; Australia y Gran Bretaña des- En muchos casos la Historia Pública se encarna en proyectos de
pués– en donde la Public History se consolida desde la década de los investigación-intervención en contextos especíicos en donde ciertas
ochenta como un campo de estudio de la historia que se preocupa por memorias e identidades han sido soterradas, en los que el historiador
las producciones de sentido sobre el pasado originadas por fuera de la trabaja en conjunto con múltiples comunidades y actores sociales para
academia y la historiografía especializada, un área en constante con- auscultar el pasado y aportar así a la comprensión y transformación de
tacto con la historia oral, la preservación histórica, la archivística y el un presente atravesado por la conlictividad política. Pero también es
mundo de los museos, memoriales y sitios históricos (LIDDINGTON, cierto que ésta ha sido utilizada (y contratada) por diversos sectores
2002). Una de las obras pioneras en este sentido fue Los trabajos de la privados y gubernamentales que persiguen sus propios intereses. De
memoria de Raphael Samuel (2008) [1994], y podríamos también men- ahí que en ocasiones la Historia Pública adopte la forma de una Private
cionar la investigación de Roy Rosenzweig y David Thelen acerca de los History, es decir, una historia que obedece “a los diversos y plurales
imaginarios sobre la historia de la sociedad norteamericana de inales requerimientos de la demanda privada, una client-oriented research”
del siglo XX, The presence of the past: popular uses of history in ame- (CARRERAS y FORCADELL, 2003, p. 39; LIDDINGTON, 2002, p. 90).
rican life (1998). Esta mutación de la historia pública debería llamarse, según François
El término Public History es usualmente atribuido a Robert Kelley, Hartog y Jacques Revel, Applied History, pues representa la aplicación
historiador ambiental de la Universidad de California, según el cual de la labor historiadora al servicio de diversas causas particulares: la
ésta se reiere “al empleo de historiadores y del método histórico afue- historia de una empresa controlada para sí misma, la investigación de
ra de la academia” (1978, p. 16). Por lo tanto, la historia pública tendría un precedente, el desarrollo de un modelo de negocio, o la construc-
que ver con una práctica intelectual que desborda el ámbito de las uni- ción de un caso de defensa jurídica, entre otros (2001, p. 17).
versidades y centros de investigación, a través de la cual los historia- En los últimos años, la masiicación de las nuevas tecnologías y me-
dores profesionales comienzan a vincularse, cada vez con mayor fre- dios de comunicación, especialmente el Internet, han transformado
cuencia, con pequeñas comunidades, o grandes industrias u oicinas radicalmente las maneras en que la historia es producida y consumi-
gubernamentales, no limitándose a las funciones convencionales del da: “foros en línea, blogs, dispositivos móviles, aplicaciones móviles,
oicio (docencia e investigación, trabajo de archivo, etc.), sino también tabletas, redes sociales y una innumerable variedad de plataformas
asesorando campañas publicitarias, promociones culturales o parti- digitales han facilitado un mayor grado de ‘participación de los usua-
cipando como expertos en tribunales (CARRERAS y FORCADELL, rios’ (user engagement), donde cualquier persona con acceso a Internet
2003, p. 38-39). puede contribuir a la comprensión del pasado” (MALERBA, 2017, p.

14 15
9). Esto ha planteado nuevas preguntas con respecto a la cuestión del sociales disputan en el espacio público, y a través de distintos discur-
acceso y la validez de la información, el desdibujamiento de la distin- sos, prácticas y artefactos culturales, los signiicados del pasado (y por
ción (jerarquía) entre quien produce y quien consume, la autoridad y ende, también del presente y del futuro). La voluntad: por un lado, del
evaluación del discurso histórico, y la investigación colaborativa (FOS- profesor y algunos de los estudiantes de este seminario de reunirnos
TER, 2014; MALERBA, 2017). más allá del compromiso curricular para trabajar en un proyecto co-
Finalmente, es importante resaltar que en España y Latinoamérica lectivo: escribir, leer y retroalimentar algunos casos de estudio; por
cada vez son más los investigadores que se preocupan por la problemá- otro, de Publicaciones La Sorda, editorial independiente de la ciudad
tica de los usos públicos de la historia, como resultado del boom de la de Bogotá, de coniar en el proyecto y darle vida bajo la materialidad
memoria y los retos que la emergencia de las memorias colectivas han de un libro.
planteado a la disciplina. Prueba de ello, es la realización de eventos Los ensayos reunidos en este libro abordan las complejas inter-
académicos como el VI Congreso de la Asociación de Historia Con- secciones entre memoria, historia, política y espacio público a partir
temporánea en Zaragoza, cuyas memorias se recogen en el libro Usos de casos de estudio atravesados por una relexión teórica implícita
públicos de la historia (CARRERAS Y FORCADELL, 2003), así como la y constante. Se trata de investigaciones que desde una perspectiva
publicación de números especiales en revistas de historia y ciencias transdisciplinar exploran contextos concretos (cuatro en México, uno
sociales10 y de libros como el que el lector tiene en sus manos. en Cuba) en donde se articulan espacio, representación del pasado y
artefactos culturales/dispositivos de memoria que despliegan o acti-
Histori(a)fuera van diversos usos públicos de la historia. De esta manera, el libro ras-
trea e historiza diversos discursos, apropiaciones y disputas en torno
El presente volúmen es el resultado de un encuentro y de una volun- a monumentos, sitios arqueológicos, avenidas y sistemas de señalética
tad. El encuentro: el seminario “Histori(a)fuera: políticas de la memo- en redes de transporte urbano.
ria y usos públicos de la historia”, ofrecido por 17, Instituto de Estudios En un primer momento, la historiadora del arte Blanca Gutiérrez
Críticos en el verano de 2016. En este escenario académico, virtual y analiza dos monumentos construidos en los últimos años en la Ciudad
transdisciplinar, convergimos un grupo de personas de diferentes de México que materializan el discurso de legitimación de la guerra
formaciones, trayectorias y oicios, con el interés común de aprender, contra el narcotráico adelantada por el gobierno de Felipe Calderón
leer e investigar sobre las diversas maneras en que múltiples actores Hinojoza (2006-2012): el Memorial de las Víctimas de la Violencia y la
Estela de Luz. A partir de un análisis estético y de las representaciones
históricas que se ponen en juego en estos dos “lugares de memoria”,
10 Por mencionar algunos ejemplos: el dossier “Memoria, historia y testimonio la autora da cuenta de las batallas por el sentido del pasado reciente
en América Latina” de la revista Historia Crítica (núm. 40, 2010); el dossier
“Políticas de la memoria y usos públicos de la historia” de la revista Memoria que han enfrentado al estado mexicano (y sus políticas de memoria oi-
y Sociedad (vól. 17, núm. 35, 2013); el número monográico “Usos públicos e
políticos da memória: construções, conlitos e representações” de Anos 90 (vól. ciales) con organizaciones de víctimas como el Movimiento por la Paz
22, núm. 42, 2015); el número sobre “Escritura de la historia y gestión de la con Justicia y Dignidad (con sus contra-conmemoraciones, cuestiona-
memoria en América Latina” del Anuario de Historia Regional y de las Fronteras
(vól. 22, núm. 2, 2016); el dossier “A história e seus públicos. A circulação do mientos y reapropiaciones de los mencionados monumentos). Por un
conhecimento histórico: espaços, leitores e linguagens” de la revista Historia da
Historiografia (vól. 9, núm. 20) y el dossier “História Pública” de la revista Tempo lado, a la durabilidad del acero del memorial, en donde no hay nombres
& Argumento (vól. 8, núm. 19, 2016); y el dossier “Public History. La historia en propios sino frases “universales” y desconectadas del contexto inme-
público” también de Historia Crítica (núm. 65, 2017). Todas estas revistas pueden
consultarse gratuitamente en internet. diato mexicano, se contrapone lo efímero de los nombres y mensajes

16 17
escritos con tiza; por otro, los performances y reuniones, así como las causar al patrimonio arquelógico del lugar; la inexistencia de la con-
placas conmemorativas instaladas en el suelo junto a la estela, desafían sulta previa a las comunidades locales y la expropiación de predios a
la altura y verticalidad del monumento oicial bicentenario. El ensayo habitantes del lugar para la realización de las obras, entre otras pro-
de Blanca es un buen ejemplo de que no siempre y no necesariamente blemáticas. A pesar de las reuniones, veladas culturales y manifesta-
los monumentos memoriales cumplen con una función de reparación ciones de los cholultecas –que pudieron organizarse, en buena medida
y reconciliación, y antes bien pueden trabajar a favor de la impunidad gracias al sistema de cargos y mayordomías por barrios que data del
e incluso generar nuevas victimizaciones, además del hecho de que su período prehispánico y del culto a la virgen de los Remedios durante la
sentido nunca se encuentra ijado indeinidamente, sino que es objeto época virreinal–, al parecer con la construcción del parque y la apertu-
de discusión y resigniicación por parte de diversos actores sociales a ra del tren se ha impuesto el poder del gobierno estatal y la neolibera-
lo largo del tiempo (VIEJO-ROSE, 2016). lización del patrimonio en Cholula. Pero la ciudadanía cholulteca sigue
En el segundo capítulo, la arqueóloga Cristina Desentis da cuenta dando la pelea, esgrimiendo una historia en común, una memoria y
de las actuales tensiones y disputas en torno a los usos del territorio, el una identidad propias como armas desde las cuales luchar por un pre-
patrimonio y la historia en Cholula (Puebla, México), la ciudad con ocu- sente y un futuro.
pación continua más antigua de América. Cholula fue un importante La relación entre un espacio geográico/sagrado determinado, y los
centro ceremonial durante la época prehispánica y colonial, teniendo procesos de elaboración de la memoria y construcción de las identida-
como espacio sagrado central La Gran Pirámide (Tlachihualtepetl, el des colectivas también es fundamental en el ensayo de Juan Camilo
cerrito), en donde actualmente está ubicado un sitio arqueológico al Riobó, titulado “Arrojo: fútbol, memoria y monumento”, que trata so-
cuidado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el bre el “Arrojo”, escultura instalada en las inmediaciones del estadio
santuario de la virgen de los Remedios, visitados por turistas y feligre- Nou Camp del Club León (León, Guanajuato, México). Según el autor,
ses. No obstante, la zona arqueológica/sagrada de Cholula viene desde en los últimos años el boom de la memoria y la patrimonialización ha
hace algunos años sufriendo un proceso de transformación que ini- permeado también al mundo deportivo y futbolístico, por lo que se han
ció bajo la administración del gobernador Rafael Moreno Valle (2011- construido monumentos, museos y otros “lugares de memoria” alrede-
2017), quien consiguió el nombramiento de la ciudad como “Pueblo dor de estadios y otro tipo de escenarios deportivos.
Mágico” (2012) y puso en marcha el proceso de “digniicación” de los El texto repasa la historia de “La Fiera”, y de su aición, así como de
espacios de la ciudad con la construcción del “Parque de las 7 Cultu- la ciudad de León y de la región en donde queda ubicada, el Bajío Gua-
ras”, la construcción de un nuevo museo en la sede de un antiguo hos- najuatense, y se aproxima al monumento y al estadio en tanto “lugares
pital psiquiátrico y la instalación de un tren turístico desde la vecina de memoria” que cumplen una función simbólica asociada a la recrea-
ciudad de Puebla. ción de la memoria y la identidad colectiva de los aicionados “panzas
Arqueólogos, funcionarios del INAH y habitantes de Cholula ali- verdes” a través de las generaciones. Pero además de ijar y reaian-
neados en asociaciones como “Ciudadanos unidos por Cholula Viva zar una identidad deportiva, ligada al equipo de fútbol y su historia
y Digna”, el “Círculo en defensa del territorio” y el “Frente municipal de derrotas y victorias, también contribuyen a reforzar ciertos ima-
cholulteca”, se han pronunciado en contra de estos proyectos, denun- ginarios e identidades regionales características del Bajío: una tierra
ciando la privatización del espacio arqueológico y la mercantilización rica y sencilla, habitada por gente humilde, trabajadora, e industriosa;
del pasado cholulteca vía turismo histórico y cultural; la afectación un pueblo tradicional (conservador), pero a la vez pujante y moderno.
que las nuevas construcciones y el arribo masivo del turismo pueden Concluye Juan Camilo que “este caso al interior del fútbol mexicano,

18 19
nos permite analizar un espacio de memoria y las implicaciones de éste Sebastián Vargas. El capítulo plantea una interpretación del sistema
con otras esferas de representación social como el deporte, el arte, la iconográico de señalización del metro como un dispositivo urbano de
ocupación de los espacios públicos, las identidades regionales, la expe- transmisión de la memoria social a través del cual los usuarios refuer-
riencia histórica de las personas y la historia del fútbol”. zan (o cuestionan) los relatos sobre el pasado aprehendidos en otros
En el cuarto capítulo, Mario Norberto Fernández aborda las memo- espacios y/o soportes (la escuela, la conmemoración, el museo, los me-
rias en disputa en torno a las estatuas de los dos primeros presidentes dios de comunicación, etc.) a la vez que se sirven de esta cartografía
cubanos, Tomás Estrada Palma y José Miguel Gómez, emplazadas en histórica para orientarse en sus desplazamientos cotidianos por la ciu-
la Calle G o Avenida de los Presidentes en el barrio El Vedado de la dad. El texto es un acercamiento a los usos públicos de la historia en el
Habana. El ensayo muestra cómo G se convirtió durante la primera metro de la Ciudad de México, a partir de dos preguntas principales:
mitad del siglo XX en una escenario de representación del poder en el ¿qué historia de México se narra en la iconografía del metro? y ¿cuál
espacio urbano que obedecía a la consolidación de una memoria y una es la recepción de esta historia por parte de los usuarios y cómo la uti-
identidad nacional acorde con el proyecto de la República de Cuba. lizan? Precisamente, teniendo en cuenta el problema de la recepción y
Luego del triunfo de la Revolución, en 1959, Castro mandó a retirar la resigniicación, el ensayo termina presentando el trabajo de Redre-
las estatuas de ambos presidentes por considerarlos neocolonialistas y tro, un colectivo de arte urbano que ha realizado intervenciones en el
subordinados a los intereses estadounidenses, y del primero sólo que- metro que dislocan los signiicados de la historia y la sociedad que se
dan el pedestal y los zapatos, estética del fragmento que se relaciona pretenden transmitir a través del sistema de señalética.
con las heterogeneidades sociales que se apropian de la avenida hoy en Histori(a)fuera se trata de sacar la investigación histórica y la re-
día. El borramiento no se dio únicamente en el espacio público, sino lexión en torno a la memoria, el patrimonio y los heterogéneos usos y
también en publicaciones sobre arquitectura y urbanismo producidas sentidos del pasado en el ámbito público de la ciencia historiográica,
bajo el régimen, que cubrieron de olvido a las estatuas. Así mismo, la academia y los circuitos especializados. Es un esfuerzo por abrir
el gobierno revolucionario pobló la avenida con nuevos monumentos nuevas vetas de indagación, para debatir y profundizar el campo de los
a otros héroes, no cubanos, pero sí aines a su espectro ideológico: estudios sobre la memoria desde el diálogo entre diversas disciplinas,
Simón Bolívar (1999), Benito Juárez (2000) y Salvador Allende (2003). saberes y experiencias. Se trata, ante todo, de convertir la investiga-
En años recientes, intelectuales opositores al régimen –burlando la ción en una intervención que genere algún impacto en los contextos
censura a través del uso de blogs y diarios digitales–, han iniciado un especíicos a los cuales se dirige. Una apuesta por derrumbar los mu-
debate público con respecto a las memorias silenciadas en la Avenida ros que nos dividen y devolverle a nuestro ejercicio intelectual una de
de los Presidentes, con la intención de reivindicar e identiicarse con sus características más sustanciales: la praxis. ¡Abajo los muros!
el proyecto republicano en contraposición al gobierno revolucionario;
diversas culturas juveniles se han apropiado de la avenida como lu- Bogotá, 3 de mayo de 2017
gar de socialización cotidiano; y hasta un grupo de rap afrocubano
compuso una canción en contra del monumento a José Miguel Gómez
por considerarlo responsable del genocidio del Partido de los Indepen-
dientes de Color, en 1912.
Por último, el libro cierra con el ensayo “Una cartografía histórica.
Usos públicos de la historia en el metro de la Ciudad de México”, de

20 21
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1.
El Memorial de las víctimas de la violencia, la
Estela de luz, y las batallas por la memoria de la
“guerra” contra el narcotráfico en México1

Blanca Gutiérrez Galindo

1 Este artículo forma parte del proyecto PAPIIT IN400417 apoyado por la
DGAPA-UNAM titulado “Políticas de representación y lucha por la memoria
en “la guerra contra el narcotráico en México. Imagen, monumento y acción”.
Agradezco la conducción de Sebastián Vargas Álvarez en el Seminario Histori(a)
fuera: políticas de la memoria y usos públicos de la historia (2016). Igualmente
agradezco el apoyo de Rigoberto Reyes Sánchez en el seminario Prácticas
artísticas, museos y memoria de la violencia política en América Latina, una
panorámica crítica (2016). Este artículo se ha nutrido de su asesoría y recomen-
daciones bibliográicas y hemerográicas.

29
1. Blanca Gutiérrez Galindo. “Memorial de las víctimas de la
violencia”. 2016. Fotografía cortesía de la autora.
EL 5 DE ABRIL DE 2013 tuvo lugar en la ciudad de México la inau- el Estado ha profundizado su deuda con la ciudadanía en materia de
guración del Memorial de las víctimas de la violencia en México. Se impartición de justicia, lo que incluye el lugar que las víctimas ocupan
trata de la primera obra construida ex profeso por el gobierno de la en la historia y la memoria de este episodio de la historia de México.
República en memoria de las “víctimas de la violencia”. Su construc- Saldar esa deuda ha sido el reclamo de una amplia movilización social
ción fue la respuesta del ex presidente Felipe Calderón a la demanda a partir del año 20113.
de los afectados por su política de seguridad conocida como “guerra Uno de los agentes más importantes de esa movilización ha sido el
contra el narcotráico” que, al inal de su sexenio dejó como saldo un Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), fundado y lide-
incremento sin precedentes en el número de muertes violentas, des- rado por el poeta Javier Sicilia. El MPJD dio visibilidad a varios grupos
plazados, desaparecidos y en las presuntas violaciones de los derechos de la sociedad civil que le disputaban al gobierno federal el sentido de
humanos de parte del ejército y las fuerzas policíacas de todos los ór- la “guerra” contra el narcotráico, también llamada lucha o combate a
denes de gobierno, al grado de ser llamado “el sexenio de la muerte” la delincuencia organizada.4 Al entrar en una disputa por el uso políti-
(PROCESO, 2012). co y público de la memoria a través de la búsqueda de reivindicaciones
Las cifras proporcionadas por Zeid Ra’ad Al Hussein, Alto Comi- y reparaciones materiales para las víctimas, estos grupos han venido
sionado de la ONU para los Derechos Humanos durante su vista en actuando como “emprendedores de memoria”; para ello han elaborado
México en 2015, permiten imaginar la magnitud del costo humanitario rituales y han participado en conmemoraciones, y también han recla-
de la política de seguridad de Calderón, continuada hasta el día de hoy mado marcas simbólicas de reconocimiento en memoriales, monu-
por el actual presidente, Enrique Peña Nieto: de diciembre del 2006 mentos y museos (JELIN, 2002, p. 48-50).
hasta agosto del 2015 fueron asesinadas en México 151,233 personas, En efecto, en el año 2011 el MPJD demandó al gobierno federal im-
incluyendo miles de migrantes en tránsito. Desde 2007 se contaron al pulsar una ley para las víctimas de la violencia, construir un sistema
menos 26,000 personas cuyo paradero se desconoce, muchas posible- integral de atención a las víctimas y erigir un monumento dedicado
mente como resultado de desapariciones forzadas. Miles de mujeres y a su memoria. La construcción del monumento signiicaba el estable-
niñas son abusadas sexualmente o se convierten en víctimas de femi- cimiento de un marco espacial para introducir a los afectados por la
nicidio. Y prácticamente nadie ha sido condenado por dichos críme-
nes. (ZEID RA’AD AL HUSSEIN, 2015; MEDINA, 2016).
Desde su inicio, en diciembre del 2006, y hasta la fecha, la “gue- humanas. Pero téngalo por seguro, ésta es una batalla en la que yo estaré al
frente, es una batalla que tenemos que librar y que unidos los mexicanos vamos
rra contra el narcotráico” ha sido presentado por el gobierno fede- a ganar a la delincuencia” (ASTORGA, 2015, p. 21).
3 El 30 de agosto del 2008 se llevó a cabo una marcha en la Ciudad de México con-
ral como necesaria para la seguridad interna del país, involucrando tra la inseguridad y la impunidad, convocada por varias organizaciones civiles,
a las Fuerzas Armadas en tareas policíacas y negándose a aceptar su denominada “Iluminemos México”. Participaron alrededor de 800.000 personas
en la capital y varios miles en otras ciudades del país. Otras marchas con deman-
responsabilidad en las violaciones a los derechos humanos. 2 Con ello, das similares habían tenido lugar en 2004 y 2007 (ASTORGA, 2015, p. 64).
4 A pesar del desmentido del expresidente Calderón, en un conteo periodístico
del 4 de diciembre de 2006 al 12 de enero del 2011 se detectó que se reirió públi-
camente a su estrategia de seguridad como “guerra” al menos en 58 ocasiones.
(ASTORGA, 2015, p. 83). El problema del uso de término se reiere a la partic-
2 En su primer día de mandato, en el Auditorio Nacional el presidente Calderón ipación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública y atañe al tipo
declaró que la inseguridad era el problema principal del país, e informó de las de compromisos que el Estado asume en tiempos de un conlicto armado per-
medidas que tomaría: “Una de las tres prioridades que voy a encabezar en mi manente. La propuesta de Ley de Seguridad Interior, presentada en diciembre
gobierno es, precisamente, la lucha por recuperar la seguridad pública y la le- de 2016 por legisladores del PAN y del PRI pretende dotar de un marco legal las
galidad”. Y agregó: “Sé que restablecer la seguridad no será nada fácil ni rápido, tareas civiles de seguridad que viene realizando y en las cuales están implicadas
que tomará tiempo, que costará mucho dinero, e incluso y por desgracia, vidas las violaciones a los derechos humanos.

32 33
política de seguridad de Calderón en la memoria colectiva (HALBWA- elección en 2006, por lo que la narrativa con la cual se le dio signiicado
CHS, 2004). Las acciones del El MPJD como emprendedor de memoria a esta estrategia se convirtió para su gobierno en un asunto crucial.5
se han propuesto el reconocimento del valor de sus vidas y su dere- En los dos monumentos mencionados se materializa esa narrativa.
cho a ser recordados. Pero esta ambición ha enfrentado la oposición En las páginas que siguen explicaremos la forma en la cual el MPJD
del gobierno que, de diversas maneras, se ha negado a reconocer su ha disputado la narrativa que ha dado sentido a la gestión calderonista
responsabilidad y ha intentando borrar las memorias de las víctimas en materia de seguridad a través del rechazo y la resigniicación de sus
pues ello signiicaría el reconocimiento del fracaso de su estratgia de dos obras conmemorativas más importantes: el Memorial de las vícti-
combate al negocio del narcotráico. Aunque parezca contradicotiro, mas de la violencia en México y la Estela de luz. En la medida en que no
la construcción del Monumento de las víctimas de la violencia en Méxi- cuentan ellos mismos con la legitimidad necesaria para desempeñar la
co materializa esta neagativa. función simbólica que dio sentido a su construcción, ambos son mo-
Las discusiones y debates que tuvieron lugar con motivo de la cons- numentos fallidos. ¿Cuáles son las razones? En el intento de avanzar
trucción del Memorial, inaugurado con retraso en el sexenio del su- respuestas a esta pregunta, en la primera parte de este texto se analiza
cesor del presidente Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto, muestran el Memorial en su dimensión estética como contra monumento. Mos-
que las memorias de los acontecimientos ocurren en escenarios de traremos que la elección del proyecto fue inadecuada para responder a
confrontación y lucha entre actores con narrativas contrastantes y las demandas de justicia y verdad de las víctimas de la violencia, pero
opuestas, originadas en diferentes lugares de enunciación, y sujetas adecuado para activar, en un futuro, un reconocimiento de la política
a diversos procesos de signiicación y re-signiicación (JELIN, 2002; de seguridad del ex presidente Calderón. En la segunda parte haremos
JELIN y LANGLAND, 2002). un recuento de la discusión que tuvo lugar en torno a la construcción
Como marca material y simbólica de la memoria de la violencia en del Memorial para mostrar que su construcción formó parte de la ma-
México, el Memorial de las víctimas de la violencia en México se con- terialización de la narrativa con la cual el ex mandatario intentó legiti-
virtió en un objeto de disputa que terminó con el rechazo del MPJD. mar su gobierno e igualmente asegurar un lugar positivo en la historia
De ahí que, en su lugar, el Movimiento propuso que la Estela de luz, nacional. En la tercera parte señalaremos que las acciones llevada a
el monumento construido también durante el sexenio del presidente cabo por el MPJD en la Estela de luz irrumpen en la construcción sim-
Calderón para celebrar el bicentenario de la independencia de Méxi- bólica del régimen calderoniana ubicando el problema de la guerra
co, fuera utilizado como memorial y centro de documentación sobre la contra el narcotráico y sus víctimas como un problema central de la
violencia reciente. La propuesta era doble: preservar la memoria de las historia nacional en tiempos del neoliberalismo.
víctimas y dotar a la Este de luz –inaugurada con retraso y que para
muchos simboliza la corrupción del régimen calderonista– de un sen-
tido histórico y comunitario para los mexicanos.
La construcción del Memorial de las víctimas de la violencia en Mé-
xico y la construcción de la Estela de luz muestran que el ex presidente
Calderón consideró la memoria como un activo político en el que se
5 La diferencia de votos con su contrincante, Andrés Manuel López Obrador, fue
jugaba la legitimidad de su gobierno. La “guerra contra el narcotrá- de medio punto porcentual. La elección estuvo plagada de irregularidades. Eso
ico” fue la estrategia con la que el panista buscó legitimarse como hizo pensar que la “guerra” contra el narcotráico fue producto de una decisión
política orientada a lograr una legitimidad en el ejercicio del gobierno. (ASTOR-
presidente de la República después de las sospechas de fraude en su GA 2015; AGUAYO, 2010; CHABAT, 2010)

34 35
El Memorial de las víctimas de la violencia en México se convierten en textos, en nombres; en expresiones de dolor, enojo y
esperanza” (GAETA, SPRINGALL y LÓPEZ, 2015).
Ubicado en el cruce de Paseo de la Reforma y Periférico Miguel Hi- Por sus características estéticas y conceptuales, este Memorial se
dalgo, en un terreno que antes perteneciera a la Secretaria de la De- ubica dentro de lo que James E. Young (2009, 83-84) ha deinido como
fensa Nacional, y construido por los soldados del Ejército mexicano, el contra monumento, a saber, un monumento que no conmemora haza-
Memorial de las víctimas de la violencia en México está conformado ñas históricas y protagonistas de eventos importantes y que, por tanto,
por setenta placas de acero y un espejo de agua de 1,200 metros. En los no recurre a la representación igurativa, sino que se propone la reme-
muros se colocaron frases de personajes mundialmente célebres alusi- moración de las víctimas y los momentos traumáticos de la historia a
vas a temas como la violencia, la muerte, la justicia y la paz (TORRES, través del énfasis en el tiempo, que es donde transcurre la memoria.
213, p. 433). Para los responsables del proyecto, Julio Gaeta, Luby De esa manera, el Memorial de las víctimas de la violencia en México
Springall y Ricardo López (2015), la idea era crear un bosque dentro se aleja de las formas estéticas tradicionales basadas en la monumen-
del bosque de Chapultepec que propiciara la relexión sobre la violen- talización del sufrimiento, propias de los Estados nación modernos. El
cia y generara un desplazamiento del sufrimiento hacia la esperanza. Memorial es un contra monumento en la medida en que pone las condi-
Ello sería posible a través del juego de formas y escalas de los muros y ciones materiales que hacen posible una relexión sobre el tiempo y la
de la relación entre materiales artiiciales como el acero y el hormigón, vida a través de materiales como el acero, un material durable que en
y materiales naturales como el agua, el bosque y el cielo. su diversidad de texturas registra y presenta en su supericie el paso de
Aunque la idea que animó la construcción del Memorial es “la vio- tiempo y, en ese sentido, alude a la memoria; el agua como elemento que
lencia en general” los responsables del proyecto airman que se reie- limpia y regenera, y la palabra en cuya sustancia se expresan el pensa-
re a la generada por la llamada “guerra contra el narcotráico”: “un miento y la relexión. Todos estos elementos apelan a la imaginación del
Memorial es un proyecto que materializa ausencias, que construye la visitante que ha de convertirse en sujeto activo de la memoria. Aquí no
memoria de estas ausencias. Las ausencias cuantiicadas en más de se trata de monumentalizar el sufrimiento (para olvidarlo) sino “de de-
60,000 víctimas del narcotráico en los últimos siete años; además de volver la carga de memoria a quienes van a buscarla”. (YOUNG, 2009, p.
los familiares de las víctimas directas, los secuestrados y de todas las 93) Así, se trata de un monumento que delega en los ciudadanos la tarea
personas que sufren” (GAETA, SPRINGALL y LÓPEZ, 2015). No obs- de recordar e inscribir los nombres de quienes deben ser recordados.
tante, en este bosque los arquitectos no inscribieron ninguno de los En sus cuatro años de vida, el Memorial ha registrado escasa par-
nombres de esas víctimas sino que sugirieron su presencia en los es- ticipación de parte de los ciudadanos que deberían haber escrito los
pacios entre los muros, “en la inmaterialidad”. La responsabilidad de nombres de las víctimas con las tizas o gises que les proporcionan los
escribir los nombres de quienes han sido afectados por la guerra con- vigilantes del lugar. En la actualidad, en los muros han sido dibujados
tra el narcotráico o de las víctimas de cualquier otro episodio de vio- graitis de diverso contenido –con tiza y a través de incisiones hechas
lencia que involucre la participación del Estado en México recae sobre directamente sobre el metal–, por lo que se ha considerado que el Me-
los visitantes. Así, airman que “el proyecto arquitectónico materializa morial ha sido vandalizado (REFORMA, 2017). La participación ciuda-
el soporte”, pero el verdadero memorial lo hace la gente a partir de la dana más contundente ha sido la del Comité 68 que a partir del 2013
apropiación de los muros. Estos se proponen como un espacio abierto lo rebautizó como “Memorial de las víctimas de la violencia del Esta-
para la acción de aquellos que decidan utilizarlos y convertirlos “en do”. Este nombre, en efecto, ancla el sentido general del monumento
lienzos en los que escribe, dibuja y expresa sus sentimientos; estos en la violencia que el Estado ha perpetrado en su ejercicio del poder. A

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partir de esta premisa ha venido colocando plásticos en los muros de nos ocupa, ese sentido es la obligación del Estado de hacer el recuento
acero conteniendo los nombres de las víctimas de la violencia estatal. de las víctimas y darles un lugar en la memoria colectiva ya que como
Las placas incluyen el nombre de las personas, el año de su asesinato airmó Javier Sicilia: “ese es el principio de un memorial, empezar a
y están ordenadas a partir de categorías de delitos como la persecu- darle un nombre a todos esos muertos, después de saber de dónde vie-
ción política, las desapariciones forzadas, las ejecuciones extrajudicia- nen, quienes son, cómo murieron, y después hacer un memorial, to-
les, la masacre, la tortura, la corrupción y la negligencia. Los nombres dos los memoriales que se respeten tienen los nombres” (SIMONNET,
se encuentran en un registro que puede ser consultado vía internet y 2012; TORRES, 213, p. 433).
que hasta el 2016 alcanzó la cifra de 7. 978. (SOMOS EL MEDIO, 2016). Por esa razón Sicilia y el MPJD consideraron que el Memorial de las
Actualmente muchos de estos plásticos han sido dañados y están en víctimas de la violencia en México no cumplía su cometido simbólico y
proceso de desprendimiento. lo rechazaron. En 2013, en tono de reproche, el periodista Carlos Puig
De lo anterior se desprende un aspecto importante del Memorial: declaró no entender el argumento del poeta, basado en la diferencia
que precisamente aquello que lo hace una obra acertada como contra entre monumento y memorial, en la cual sustentaba ese rechazo. Por
monumento, es decir, su dimensión estética y poética –que lo ha hecho eso, vale la pena recordar que un monumento es una obra arquitectó-
merecedor de importantes premios y reconocimientos 6 – es también lo nica o escultórica notable por su interés estético, histórico, religioso,
que constituye su fracaso como Memorial de las víctimas de la violen- mientras que un memorial es un monumento conmemorativo que re-
cia en México. La peculiaridad del sexenio calderonista fue, como se cuerda personas o acontecimientos. La vocación del memorial es hacer
mencionó al principio de este texto, una intensiicación de la violencia un llamado o procurar una enseñanza al conjunto de la sociedad con
como resultado del combate al narcotráico. Lo que los emprendedores una justiicación histórica. De ese modo, los memoriales son monu-
de memoria solicitaron al presidente Calderón fue un acto de justicia mentos cuya función está ligada a la idea de deber de memoria y por lo
con los miles de inocentes afectados que hasta la fecha permanecían general de la materialización de una deuda. (SCHLAGDENHAUFFEN,
sin nombre, sin rastro y sin memoria. Los nombres de las personas 2005, p. 27). La comprensión de la signiicación de un monumento se
son la marca ineludible de su identidad por lo que su inscripción en un efectúa en dos niveles. Por una parte, la recepción que se desprende
lugar, como un memorial, es un acto de reconocimiento público que, de la relación entre el monumento y el observador; y por otra, aquella
en el caso de las víctimas, también permiten el homenaje individual que corresponde a la relación entre el observador y su relación con el
de sus allegados; ayudan a restablecer su dignidad y a humanizar las pasado, o con el futuro del cual el monumento es el testigo o el repre-
cifras abstractas (SCHINDEL, 2009, p. 77; TORRE, 2006, p. 19). En con- sentante. (SCHLAGDENHAUFFEN, 2005, p. 26).
secuencia, un memorial sin los nombres de las víctimas elude el cum- Así pues, los contra monumentos pueden fungir como memoriales
plimiento de su función simbólica y su sentido histórico. En el caso que cuando sitúan a los visitantes en relación con el pasado y el futuro. Tal
es el caso del Monumento a los judíos asesinados en Europa, construido
en Berlín en el 2005 por Peter Eisenmann, obra en la cual los arquitec-
tos del Memorial de la avenida Reforma declararon haberse inspirado
6 Medalla de oro en la VII Bienal Iberoamericana CIDI de Interiorismo, Diseño y
Paisajismo (2014); medalla de plata en la XII Bienal de Arquitectura de México; (OBRASWEB, 2013). En efecto, el de Einsenmann se ha constituido en
primer premio internacional de diseño urbano y arquitectura del paisaje en la
XIX Bienal Panamericana de Arquitectura Quito; mención de honor en la Prime- un paradigma de contra monumento, y también de los desafíos que en-
ra Bienal Latinoamericana y Tercera Bienal Mexicana de Arquitectura de Paisaje frenta el Estado en el intento dar forma a una deuda histórica en materia
(2014), y el premio por la mejor iluminación exterior del Award of Exellence at
the 32st Annual IALD International Lighting Design Awards (2014). de respeto a los derechos humanos. Los nombres de los judíos europeos

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asesinados durante el Tercer Reich no están inscritos en las 2711 losas
de hormigón que conforman el memorial, sino que éstos son recordados “nosotros, víctimas de la violencia y ciudadanos de paz, creemos […] que un
en el centro de información ubicado en el subsuelo del monumento. memorial puede convertirse en una herramienta de paz que, con el poder de
El Memorial de las víctimas de la violencia en México no solo pre- las metáforas del arte, sea capaz de volver a tocar el corazón de los mexica-
senta similitudes con el Memorial realizado por Eisenmann, sino tam- nos, que nos recuerde hoy la urgencia que impone la emergencia nacional y
bién con contra monumentos tan importantes como el Monumento sirva mañana, cuando la paz haya sido conquistada, para recordar a quienes
contra el fascismo de Jochen Gerz y Esther Shalev-Gerz en Hamburgo perdieron la vida, así como el valor de la paz, la convivencia, la solidaridad y
(GUTIÉRREZ, 2011), el monumento a la fuente de Aschrott de Horst la reconciliación” (ADRIÁ, 2012).
Hoheisel en Kassel y el Blake Form de Sol Le Witt. No obstante se dis-
tancia de ellos porque si bien se propone como “un lugar para la re- Esto, sin embargo, resulta imposible si en el monumento no se se-
lexión, la contemplación y el aprendizaje memorial” (YOUNG, 2009, p. ñala a los responsables de la violencia. En sus explicaciones del Me-
93) no promueve la defensa de los derechos humanos ni hace visible el morial, Ricardo López, Julio Gaeta y Luby Springall no se reieren a la
reconocimiento del Estado de los errores de la estrategia de seguridad función que en él desempeñan la palabra y el pensamiento como ma-
del presidente Calderón. Por esa razón Javier Sicilia consideró que el terial de las frases inscritas en los muros de acero. Desde mi punto de
Memorial fue prematuro: “los memoriales surgen después de trage- vista, estos materiales juegan un papel de primera importancia debido
dias, con el in de que no se repitan”. Y reiteró que “en primer lugar a que restringen su carácter abierto en la medida en que, a través de la
hay que recuperar la memoria de los muertos, el número de víctimas, palabra, se enuncian las narrativas que disputan la interpretación del
conocer cómo y cuándo sucedió la muerte de cada uno de ellos, ésa es sentido de la violencia generada por la guerra contra el narcotráico.
la verdadera memoria” (ARQUITECTURA, 2013). Con ello, el activista Volveré a ello en el siguiente apartado, por el momento es suiciente
enfatizaba el vínculo entre memorial y deber de memoria o, en otros señalar que la frase de Carlos Fuentes, ubicada en el Muro que abre
términos, entre memoria, verdad y justicia. el Memorial sobre el Paseo de la Reforma identiica a la muerte como
En cuanto emprendedor de memoria, Sicilia se reirió a la impor- responsable de las perdidas y el dolor causados por la violencia: “Qué
tancia de que el dolor de las víctimas se convirtiera en una experien- injusta, qué maldita, qué cabrona es la muerte que no nos mata a noso-
cia culturalmente signiicativa para el futuro: la posibilidad de que el tros, sino a los que amamos”. Así, hipostasiada, “la muerte” sustituye a
artefacto memorial pueda convertirse en un vehículo para una me- los agentes sociales e institucionales responsables de las afectaciones
moria ejemplar (JELIN, 2000, p. 59). Y es que, en efecto, de acuerdo a las víctimas.
con Jan Assmann (1995), monumentos como los mencionados en el
párrafo anterior tienen un papel normativo y formativo que es pre- Las batallas por la memoria
servado por la memoria cultural pues su función es educativa, civili-
zadora y humanizadora en la medida en que establecen el deber de no El Memorial de las víctimas de la violencia en México no fue una
repetir atrocidades, en este caso los horrendos crímenes del Tercer iniciativa de la gestión de Felipe Calderón, sino la respuesta de su
Reich. Se trata, así, de la relación entre el memorial, como objeto sim- gobierno a la demanda de la población civil que comenzó a hacerse
bólico y marca espacial, con el tiempo histórico, y las consecuencias visible en el espacio público a partir del aumento del número de muer-
derivadas de las relaciones ente la gente y sus monumentos. (YOUNG, tes causadas por la puesta en marcha de los operativos militares en la
1993, p. 13). En ese sentido, Sicilia declaró: “guerra contra el narcotráico”, al iniciar su mandato, en diciembre

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del 2006, pero sobre todo a partir de la creación en el 2011 del MPJD la convicción de que sus vidas merecerían ser lloradas (2009).
por el poeta Javier Sicilia a raíz de la aparición de siete cuerpos en la La aparición de la igura de la víctima en la esfera pública fue impor-
cajuela de un automóvil en la carretera México-Cuernavaca, entre los tante para la elaboración de una narrativa que contestara la creada por
que se encontraba el de su hijo.7 Si bien esta no era la primera vez que el Ejecutivo Federal. Desde 2006, el gobierno había venido criminali-
miembros de la sociedad u organismos no gubernamentales exigían zando a las víctimas de los abusos y violaciones a los derechos huma-
a las autoridades honrar la memoria de las víctimas de la violencia, nos, y en el mejor de los casos se refería a ellas como “bajas colatera-
sí fue la que logró mayor visibilidad8. Sicilia exigió a las autoridades les”, lo que las privaba del duelo público y las condenaba al olvido. Más
federales y estatales esclarecer el caso, y al no obtener respuesta, con- aún, el presidente Calderón pensó que había una jerarquía entre los
vocó a una movilización a la que se unieron organizaciones sociales y afectados por su estrategia de seguridad. Así, en 2010 consideró que
personas que habían surgido precisamente por la violencia asociada al el 90% de los muertos eran “personas vinculadas a uno o a otro grupo
combate al narcotráico. El asesinato del joven dio mayor visibilidad a criminal en esta disputa. Más o menos un 6% son autoridades que caen
la necesidad de reconocer la existencia de víctimas de la estrategia de a consecuencia del ataque a los criminales. Y el grupo que más duele,
seguridad de Calderón, y comenzó a articular las reivindicaciones de independientemente de que sea el menor, aproximadamente el 1 por
las mismas en una escala nacional (PÉREZ, 2012, p. 76). ciento, el que más duele a la sociedad, son las víctimas inocentes” (las
Así, a raíz de las movilizaciones y protestas generadas por el asesi- cursivas son mías, ROBLEDO SILVESTRE, 2015, p.10).
nato de Juan Francisco Sicilia, comenzaron a ser escuchadas las voces En 201l el presidente Calderón se pronunció por el diálogo con el
de quienes habían señalado que la falta de una estrategia adecuada de MPJD. Sus integrantes aceptaron la posibilidad de la interlocución con
parte del gobierno lo convertía en responsable de la muerte y desapa- el Poder Ejecutivo enarbolando seis demandas contenidas en lo que
rición de numerosas personas inocentes. Otros dos hechos conforman llamaron Pacto Nacional Ciudadano: esclarecer los asesinatos y desa-
el panorama que habría de conducir al reconocimiento de las víctimas: pariciones y nombrar a las víctimas; asumir un enfoque de seguridad
el hallazgo de una fosa común con 150 cuerpos en San Fernando, Ta- ciudadana en el combate al crimen organizado; combatir la corrupción
maulipas, el 6 de abril del 2011; y el incendio provocado en el Casino y la impunidad; combatir la raíz económica y las ganancias moneta-
Royale en Monterrey, Nuevo León, el 26 de agosto del mismo año en el rias del crimen organizado; dar atención de emergencia a la juventud y
que murieron 52 personas. (ROBLEDO SILVESTRE, 2015, p. 5). Todo adoptar acciones efectivas de recuperación del tejido social; y promo-
ello estimuló en la ciudadanía la convicción del valor de las vidas per- ver la democracia participativa y la democratización de los medios de
didas por la violencia. Dicho en los términos de Judith Butler, estimuló comunicación (PÉREZ, 2012, p. 76) 9.
Así, la iniciativa para construir el Memorial fue parte de la disputa
entre dos narrativas sobre el sentido de la estrategia para el comba-
7 “Este tipo de hallazgos se han convertido en parte de la cotidianidad en México te contra la delincuencia organizada y sobre la forma en la cual ésta
desde el 2006, y alcanzaron sus momentos más álgidos en el año 2011 y 2017. En
la mayoría de los casos se trata de la forma en la cual los grupos delincuenciales
y el Estado comunican a la ciudadanía su poder” (MEDINA, 2015).
8 Carole Simonnet (2012) explica que, en noviembre del 2009 la Corte Interam-
ericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó al Estado mexicano por su 9 El primer encuentro tuvo lugar el 23 de junio del 2011, en el castillo de Chapulte-
actuación en los feminicidios ocurridos en ciudad Juárez contra tres mujeres y pec y concluyó con otro encuentro el 14 de octubre del 2014. En medio de los dos
por la violencia estatal en contra de sus familiares y que ijó el plazo de un año se celebraron diversas mesas de trabajo. Ese año el MPJD se reunió con miem-
para que se construyera un memorial para las víctimas y el gobierno ofreciera bros del poder Legislativo para proponer modiicaciones a la Ley de Seguridad
disculpas a sus familias por su responsabilidad. Igualmente reiere el caso de Nacional e impulsar la creación de una ley para las víctimas de la violencia en el
Rosenda Radilla, cuya desaparición forzada tuvo lugar en Guerrero en 1974. combate al narcotráico . (PEREZ, 2012, pp. 72-80).

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habría de ser recordada. La versión de Calderón sostenía que su es- impulsar una ley para las víctimas de la violencia, construir un sistema
trategia era un acto de valentía que restablecería la ley y el estado de integral de atención a las víctimas y erigir un monumento dedicado a
derecho quebrantados por la delincuencia organizada, mientras que la su memoria (PÉREZ, 2012, p. 76)10.
de las víctimas airmaba el fracaso de la estrategia, su carácter fallido En marzo del 2012 Sicilia le presentó a Calderón una propuesta de
debido a una inadecuada planiicación. Revisemos ahora brevemente memorial basada en una amplia convocatoria que incluía la participa-
los pormenores del debate que condujo a la realización del Memorial y ción de víctimas y familiares a través de diálogos y encuentros públi-
en el cual intervinieron diversos emprendedores de memoria. cos. El proyecto estaba a cargo del arquitecto catalán Miquel Adriá y
En el 2010, con motivo de la recepción del Premio Nacional de De- su empresa Arquine. El costo sería de 30 millones de pesos y estaría
rechos Humanos, Isabel Miranda de Wallace, madre de un joven se- ubicado en la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec, frente a
cuestrado y fundadora de la Asociación Alto al Secuestro, solicitó al Avenida Constituyentes. La propuesta fue desechada debido al tiem-
presidente Calderón un monumento para recordar a “Hugo Alberto po que requería llevar a cabo los diálogos y encuentros. Al parecer,
Wallace, Silvia Vargas, Fernando Martí, el niño Equihua y todos los el presidente Calderón quería entregar el memorial terminado al ina-
nombres de las víctimas que han sido secuestradas y que perdieron lizar su sexenio por lo que dio inicio a un proyecto que eliminaba la
la vida” (SIMONNET, 2012). La iniciativa cayó en el olvido hasta que el consulta a las víctimas y familiares, así como los nombres de quienes
23 de junio del 2011, en el Primer Diálogo por la Paz, Julián Le Barón y habían sido afectados por su política de seguridad (REFORMA, 2012,
Javier Sicilia, líderes del PMJD y Norma Ledezma, Araceli Rodríguez TORRES, 2013). Por esa razón, el proyecto de Calderón fue rechazado
Nava, Salvador Campanur Sánchez y María Elena Herrera Magdaleno, por las numerosas organizaciones de víctimas activas el país, incluyen-
todos ellos víctimas de la violencia generada por la guerra contra el do el MPJD.
narcotráico, plantearon nuevamente la solicitud a Calderón. Le Ba- A cargo de Provícitma, el proyecto solamente contó con el apoyo
rón entregó al Presidente algunas placas con nombres de asesinados de Alto al Secuestro, México SOS, y Camino a Casa, grupos aines
y Sicilia le comentó que estaban pensando en hacer un memorial a las al gobierno y hacia los cuales el presidente Calderón había mostra-
víctimas: “le solicito que se haga un ideicomiso para que se hagan do empatía. Las organizaciones participantes irmaron un convenio
las placas y este monumento a la memoria, creo que nosotros esta- con el Colegio de Arquitectos de la ciudad de México para realizar
mos apoyando eso, ¿o preiere que lo hagamos los ciudadanos?”. La un concurso y construir el Memorial en un lapso de seis meses. Los
propuesta fue aceptada por Calderón quien se comprometió a crear el ganadores fueron Ricardo López, Julio Gaeta y Luby Springall por “el
ideicomiso y apoyar la realización de las placas con los recursos pro- acertado planteamiento de una secuencia de muros simbólicos con el
venientes de los bienes coniscados al narcotráico, en sus términos, que se obtiene con claridad el sentido de remembranza y renovación
con “la lana que estamos decomisando” (SIMONNET, 2012). emocional, solicitados como temas sustantivos para el concurso”. El
Durante este primer encuentro entre los representantes del MPJD proyecto se realizaría en 6 meses y su coste estimado era de casi 23
y el Ejecutivo Federal, los primeros enfatizaron la dimisión humana millones de pesos. Las organizaciones acordaron grabar en los pane-
y moral de las víctimas de la violencia señalando que la violencia no
sólo era causada por la delincuencia organizada, sino también por el
gobierno, y exigieron que éste cumpliera con su responsabilidad de 10 La Ley General de Víctimas se conectó en la administración de Enrique Peña Ni-
impartir justicia y pidieron crear una iscalía de víctimas, un memorial eto. La ley fue aprobada por la cámara de Diputados y de Senadores en abril del
2012, pero fue vetada por Calderón a través de una controversia constitucional
y generar un fondo de indemnización. Al inal del encuentro se acordó interpuesta en la Suprema Corte de Justicia.

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les de acero frases de poetas y ilósofos alusivas a la violencia. En ese en su contra habían crecido exponencialmente. En efecto, La Comisión
sentido Luis Enrique López Cardiel, secretario ejecutivo del Colegio Nacional de Derechos Humanos reportó 336 denuncias en su contra en
de Arquitectos de la Ciudad de México y del concurso para erigir el 2006 y 1666 en el 2011 (LLANO, 2012).
monumento, explicó que se trata de un monumento “atemporal”, “que Por ello, se puede airmar que el Memorial es el rastro material de
no debe restringir el concepto de víctimas a las de este sexenio” (SI- la negativa del presidente Calderón a hacerse cargo del costo humani-
MONNET, 2012). tario de la violencia generada durante su gobierno y, por tanto, tam-
El 30 de junio del 2012 fue anunciado el proyecto y dos días después bién de la exoneración del Ejército mexicano. La frase de Fuentes antes
el MPJD hizo público su rechazo (TORRES, 2013, p. 428). En una rueda comentada así lo enfatiza. Ahora bien, si el Memorial no lo es de las
de prensa, María Herrera, madre de cuatro desaparecidos, declaró: víctimas de la guerra de Calderón, o de los afectados por la violación
“este monumento no representa nuestro dolor”. Sicilia acusó al presi- a los derechos humanos por parte del Estado en su ejercicio del poder,
dente Calderón de haber “traicionado” el acuerdo de llevar a cabo un lo que incluye episodios como la Guerra Sucia, la Matanza del 68 en
proceso colectivo y construir “una fosa común” porque la construc- Tlatelolco, y los numerosos crímenes contra mujeres, migrantes y pe-
ción del Memorial no estuvo acompañada de un registro de víctimas. riodistas, entonces vale preguntar cuál es su sentido, y qué es lo que
En efecto, aún hoy, no existe un registro coniable de los muertos y justiica su ubicación en el Paseo de la Reforma, la avenida que alberga
desaparecidos. Por otra parte, Sicilia señaló el simbolismo del lugar en las más importantes marcas de la memoria de la nación, y a las cuales,
el cual se ubicó el Memorial, el Campo Marte, enfatizando que Marte de manera importante, recientemente se han agregado las marcas del
es el dios de la guerra (LLANO, 2012; PEREZ, 2012, pp. 46-57). poder económico neoliberal11. Preguntemos pues cuál es el signiicado
La negativa del presidente Calderón a asumir la responsabilidad del del Memorial dentro de esa narrativa histórica que no es otra que la de
costo humanitario de la lucha contra el narcotráico fue visible desde los vencedores.
el momento en que airmó que el Memorial se construiría con dine- Como ya se mencionó, en los muros de acerco que conforman el
ro coniscado a los grupos delincuenciales, con lo que reairmaba su Memorial se inscribieron en metal frases relacionadas con la violencia.
convicción de que los responsables de la violencia eran ellos y no el Así, a través de la palabra, el Memorial invita a conjuntar dos narrati-
gobierno; también se manifestó de manera prístina en la elección de vas: aquella conformada por las 36 frases inscritas permanentemente
un proyecto arquitectónico que, en el gesto supuestamente democrá- en los muros de acero, que han sido extraídas de textos de celebridades
tico de transferir a los visitantes el poder de decidir quiénes han sido literarias o políticas, algunas de ellas anónimas; y las que con su puño
víctimas de la violencia, elude la responsabilidad del Estado y su deu- y letra ha inscrito la ciudadanía. Aunque esas frases inscritas en me-
da con la ciudadanía, y establece una diferencia entre su palabra y la tal son variadas, no es posible desatender el hecho de que algunas de
de aquella. Mientras la primera se escribe con un material efímero, ellas coinciden con la narrativa calderonista que, a partir de la justii-
el gis o tiza, la segunda se inscribe con letras de acero con lo que se cación ideológica basada en la división entre buenos y malos, involucró
crea una jerarquía entre lo perdurable y lo efímero, entre memoria y al Ejército en una estrategia de combate al narcotráico mal diseñada
olvido. Otro factor que informa la negativa del ex presidente a asumir
su responsabilidad es evidente en el hecho de que la mano de obra
utilizada para la construcción haya sido la del Ejército mexicano, con 11 En el año 2015 se dio a conocer que en los siguientes 3 años “el crecimiento en
lo que simbólicamente lo presenta ante la sociedad como constructor, la demanda y construcción de espacios de oicinas en la Avenida Reforma alca-
nzaría una demanda equivalente a la construcción de 4 corredores Reforma o 32
y lo sitúa del lado de las víctimas precisamente cuando las denuncias ediicios de las medidas de la Torre Mayor” (CENTRO URBANO, 2015).

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y se ubicó él mismo como “víctima” de las gestiones gubernamentales social y al ejercicio del poder, es posible que el Memorial de las vícti-
anteriores, que no hicieron frente al problema de la delincuencia orga- mas contra la violencia en México pueda contribuir a generar y activar
nizada, por lo que él tuvo que tomar la difícil decisión de combatirla. memorias positivas de la “guerra” contra el narcotráico.
(ASTORGA, 2015). De algún modo las siguientes frases expresan esa Pareciera, por tanto, que el Memorial se habría propuesto dos ob-
narrativa: “Para que triunfe el mal solo hace falta que los buenos no jetivos: por un lado, acallar las voces de las organizaciones sociales
hagan nada” (Edmund Burke); “Es indudable que acabará por triunfar (ORTIZ, 2013; TORRES 2013)12, y por otro, poner las condiciones para
la causa del derecho, que es la causa de la humanidad” (Benito Juárez); monumentalizar la estrategia de seguridad de Calderón. En la primera
“El buen ciudadano es aquel que no puede tolerar en su patria un poder dirección se puede decir que, en efecto, en lugar de poner en marcha
que pretende hacerse superior a las leyes” (Cicerón); “Siempre hay que los mecanismos institucionales que permitieran “abrir expedientes ju-
tomar partido. La neutralidad solo ayuda al opresor, nunca a la vícti- rídicos, encontrar desparecidos, aplicar la justicia, detener la violen-
ma” (Eli Wiesel). Dos frases anónimas llaman la atención: “México es cia, juzgar a los responsables, velar a los muertos o al menos hacer una
más que cada una de las perversas acciones que nos han arrancado a lista seria y pública de los asesinados y desaparecidos” (ORTIZ, 2013
nuestros seres queridos” y “Este Memorial será el recuerdo de aque- s.n.p), Calderón quiso silenciar a sus críticos construyendo un memo-
llos que ya no están y la esperanza para los que estamos construyen- rial en una de las zonas con mayor seguridad en la ciudad de México
do un México mejor”. Pecaríamos de inocencia si pensáramos que las como es el barrio de Polanco.13 En el segundo sentido, se puede airmar
frases incluidas en el Memorial son desinteresadas pues son las que, que, en todo caso, la ambición de monumentalizar un evento histórico
en efecto, perdurarán. A diferencia de las inscritas por la ciudadanía es propia de los Estados y sus representantes, por lo cual no debería
éstas han sido pensadas para la posteridad. sorprendernos. La ubicación del Memorial junto al Campo Marte y en
Así, en el Memorial se alude a las víctimas de la violencia a través de el Paseo de la Reforma lo sitúa dentro de la narrativa histórica nacional
los espacios entre los muros de acerco y a través de la palabra se guía en continuidad con el Monumento a la Revolución, El Monumento a
una relexión sobre el sentido del memorial mismo, mientras que los la Independencia (el Ángel) y el Hemiciclo a Juárez, con lo que pasa a
nombres de las víctimas se escriben con tiza, lo que no sólo alude al formar parte de una continuidad de gestas históricas que han involu-
olvido sino emite un mensaje ambiguo: el hecho de que estos nombres crado la violencia del Estado. (MARTINEZ ASSAD, 2005)
aparezcan y desaparezcan en el tiempo supone que la violencia será Un dato más abona nuestro supuesto, y es el hecho de que, a dos-
permanente, que habrá más víctimas y que el Memorial estará ahí para cientos metros del Memorial de las víctimas de la violencia en Méxi-
acoger su memoria. La intencionalidad narrativa es muy clara: si bien co, el ex presidente construyó un Memorial en honor de los soldados
no se acude a las convenciones del monumento tradicional, si se ponen caídos en la guerra contra el narcotráico en el cual sí se inscribieron
las condiciones para una monumentalización de la acción de Estado en sus nombres (TORRES, 2013, p. 427). Mientras a las víctimas se les
contra del narcotráico.
En consecuencia, el carácter abstracto y prematuro del Memorial
deja abierta la posibilidad de que su construcción sea considerada, a
12 Lo mismo se ha airmado sobre la creación de la Procuraduría Social de
través del tiempo y de la agregación de nuevas capas de sentido (JELIN Atención a las Víctimas de Delitos (Províctima), una dependencia federal creada
el 6 de septiembre del 2011 que atiende y brinda servicios, pero carece de facul-
y LANGLAND, 2002), como el monumento a la guerra que buscó “un tades para perseguir delitos o impartir justicia (PEREZ, 2012, p. 88).
México mejor”, tal y como se asienta en una de las frases anónimas del 13 Ello se debe a que en esa área hay numerosos museos y galerías, embajadas, cor-
porativos, restaurantes y hoteles de lujo. Es un barrio poblado por descendientes
Memorial. En le medida en que la violencia es consustancial a la vida de españoles, libaneses y judíos.

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inscribe en un concepto abstracto y general de violencia, a los solda- La Estela de luz
dos se les ubica como héroes de la guerra contra el narcotráico. En
la inauguración, el presidente Calderón reiteró su negativa a recono- Con anterioridad a la inauguración del Memorial contra la violen-
cer la responsabilidad del Estado cuando mencionó el Memorial que cia, Javier Sicilia propuso convertir la Estela de Luz, el monumento con
aquí nos ocupa declarando que, al igual que “las víctimas inocentes el que el presidente Felipe Calderón pretendió celebrar el bicentenario
de la violencia de los criminales” los militares serán recordados por de la independencia, en un lugar del recuerdo de las víctimas de la vio-
la patria, pues su memoria será un aliciente para que impere la paz y lencia en México. Según el activista y poeta, la Estela de Luz: “lejos de
la justicia (las cursivas son mías ANIMAL POLÍTICO, 2012). El mo- ser un referente legítimo de la identidad compartida y de los anhelos
numento a los soldados caídos se acoge a las convenciones del monu- de justicia social que la fecha de 2010 evocó, ha sido motivo de burla,
mento tradicional de los Estados nación: es un cenotaio de acero y escarnio y humillación, una afrenta en el rostro de la patria que hay
mármol en forma de cañón empotrado en medio de una fuente de agua, que lavar resigniicándola”. (PLATAFORMA DE DOCUMENTACIÓN
en cuyo interior están grabados los nombres de los militares muertos. Y MEMORIA, 2013). La propuesta contó con el apoyo de numerosos
Se ubica dentro del Campo Deportivo Marte que tiene una extensión artistas y académicos. La solicitud apoyada por la Cámara de diputa-
de 6.900 metros cuadrados. Ahí se encuentra también una escultura de dos y numerosas personalidades del mundo de la cultura se presentó a
4.5 metros erigida a los “héroes de la patria” y 32 monolitos de mármol Enrique Peña Nieto (AJA, 2016, p. 32).
con poesía grabada; un centro cultural digital e interactivo donde se La idea de Sicilia de “lavar” la corrupción contenida en la estela
exhiben los resultados, proezas e historia del Ejército; y un aniteatro coincide de alguna manera con el signiicado del uso del agua en el
con capacidad para 120 personas (ANIMAL POLÍTICO, 2012). A dife- Memorial de las víctimas de la violencia. No obstante, Sicilia se reiere
rencia del Memorial de las víctimas de la violencia en México, que se a la acción ciudadana en la emprendimiento de memoria y no al uso de
encuentra rodeado por el tránsito vehicular de diversas avenidas, lo un elemento por su simbolismo de limpieza y regeneración. Sostendré
que posiblemente no es propicio para el recogimiento y la relexión, el que, lejos de lavar la Estela de Luz, las acciones del MPJD permiten la
monumento a los soldados se ubica dentro del bosque. Las estrategias visibilidad de uno de los aspectos menos discutidos de la estrategia de
estéticas a partir de las que cada uno ha sido construido informan la seguridad calderonista, a saber, la de la relación entre narcotráico y el
intencionalidad narrativa del gobierno pues los monumentos “encar- lujo de capitales en el sistema económico mundial. Como se sabe, una
nan y legitiman un régimen político, un orden social, una historia” de las características de la globalización económica es el libre lujo de
(VARGAS, 2016, p. 136). capitales y mercancías, lo cual ha sido posible gracias a la aplicación
De ahí que el Memorial de las víctimas de la violencia en México de políticas neoliberales. En este contexto, en los últimos años, en el
ha fracasado en su supuesta intensión de multiplicar las memorias a negocio del narcotráico los países en donde tiene lugar el trasiego de
través de la intervención de la ciudadanía porque elude el problema de drogas han adquirido mayor importancia que los productores. Por su
la reparación simbólica del daño causado por la violencia del Estado. ubicación geográicas y también por sus condiciones económicas, po-
En su carácter abierto contiene las condiciones necesarias para rendir líticas y sociales, México se ha convertido en el terreo privilegiado de
homenaje a la guerra contra el narcotráico, con lo que marca sim- tránsito hacia los Estados Unidos, el mayor consumidor de drogas a
bólicamente un territorio para una posible rememoración del “valor y nivel mundial (SAVIANO, 2013; MONTERO, 2016).
heroísmo” de la estrategia de seguridad del ex presidente. En el Paseo de la Reforma se construyó la Estela de Luz para ce-
lebrar el bicentenario de la independencia en el año 2010. Desde su

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planeación se estableció que la obra debía compararse en magnitud La Estela combinaba contenidos simbólicos del México antiguo con
e importancia con la columna de la independencia, un hito en la his- una perspectiva social centrada en la importancia del espacio público
toria de los monumentos conmemorativos en el país y del Paseo de la y el uso de la tecnología más avanzada. La propuesta estaba conforma-
Reforma, construida un siglo atrás, con motivo de la conmemoración da por tres elementos: la Estela de luz o monumento del bicentenario
del centenario de independencia, bajo el régimen de Poririo Díaz. La de la independencia, una gran plaza pública y una plaza subterránea
construcción del monumento se vio envuelta en una ola de corrupción (CRUZ, 2014, p. 12).
y polémica que ha concentrado la atención de quienes han relexionado La Estela de luz es una espigada torre compuesta por dos colum-
sobre ella (CRUZ, 2014; AJA, 2016; VARGAS, 2016). Por mi parte quie- nas recubiertas de cuarzo, cuyo objetivo es representar el bicentenario
ro enfatizar su simbolismo en relación con los signiicantes del poder a través de su forma e iluminación. Como se recordará, en la cultu-
neoliberal para explicar la importancia de las acciones que el Movi- ra maya la estela desempeñaba un papel documental, pues en ella se
miento por la Paz con Justicia y Dignidad ha llevado a cabo en ella. inscribían los datos de eventos importantes. Cada columna mide 104
El 26 de enero del 2009, el gobierno federal, junto con el de la ciudad metros de altura con lo que se alude a los ciclos temporales mexicas,
de México, y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes a través cada uno de 52 años, es decir, uno por cada siglo de vida indepen-
del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, lanzaron una convo- diente. El proyecto original se incluía un elevador con dos paradas,
catoria para participar en el Concurso Nacional para la construcción la primera con vista a la columna de la Independencia como recorda-
de un Arco conmemorativo cuya forma debía rematar visualmente el torio del primer centenario de la misma celebración (CRUZ, 2014, p.
Paseo de la Reforma.14 La convocatoria establecía la construcción de 13). Los diseños verticales del monumento signiican la representación
un Monumento Arco Conmemorativo, cuya forma contrastara con las del inframundo al cielo con los nueve iniernos y los trece cielos en la
ediicaciones aledañas cuya característica era la verticalidad. En re- cosmovisión mesoamericana. Asimismo, las columnas que conforman
lación con su ubicación, la convocatoria establecía que el Paseo de la la estela representan cada una cien años y el mestizaje entre la cultura
Reforma era el lugar adecuado para albergarlo, en especíico, la plaza prehispánica y europea, en alusión al origen de la cultura mexicana.
delimitada por la Secretaría de Salud, la Puerta de los Leones del Bos- La elección del cuarzo como material para el recubrimiento y acabado
que de Chapultepec y el Parque Ariel, a un costado de la Torre Mayor. de la estela se debe a que relejan la luz (CRUZ, 2014, p. 14). De ahí el
El proyecto ganador no fue un arco, sino un prisma rectangular nombre del monumento. Además, el uso del cuarzo se reiere al poder
llamado por su autor, César Pérez Becerril, Estela de luz. Aunque la de sanación de la piedra (AJA, 2016, p. 34).
convocatoria establecía claramente la construcción de un arco, el jura- La segunda parte del proyecto era la construcción de una plaza pú-
do escogió la estela debido a su contenido simbólico, y así mismo por- blica delimitada por la Secretaria de Salud, el Parque Ariel y la Puerta
que proponía la recuperación del espacio público y la regeneración de de los Leones. Esta plaza recreativa y de convivencia sería sustentable,
espacios muertos resultantes de la construcción del Circuito Interior. ya que sus instalaciones estaban diseñadas para captar y reutilizar
el agua por medio de un sistema de cisternas y la energía eléctrica
con la implementación de celdas solares capaces de absorber el sol.
14 El concurso no fue abierto al público, sino que estuvo dirigido a un grupo de La tercera parte del proyecto sería una plaza subterránea en donde
arquitectos cuya trayectoria profesional incluyera la participación en algún con-
curso nacional o internacional. El concurso fue llevado a cabo de manera conjunta los visitantes podrían apreciar la estela desde su desplante a través de
por el gobierno federal y el de la ciudad de México, el jurado estuvo conformado dos sótanos. El primero funcionaría como un pasaje para promover el
por profesionistas y funcionarios que en su momento ocuparon un puesto público,
además de académicos de diversas instituciones. (CRUZ, 2014, p. 11). turismo y el arte. El segundo sería el sitio desde el cual el monumento

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se desplantaba y sería dedicado a los caídos en la lucha de independen- la Revolución; tampoco devino en “un símbolo de orgullo y de unidad
cia. Incluía una pared cubierta de obsidiana como muestra de luto y para los mexicanos de hoy y para los mexicanos del futuro” (VARGAS,
respeto a quienes combatieron en estos acontecimientos (CRUZ, 2014; 2016, p. 148). Hasta la fecha no es considerado por un amplio porcenta-
15). Además, el basamento, un lugar oscuro donde solo se podría ob- je de la sociedad como el monumento conmemorativo del bicentenario
servar la luz de la estela dirigida hacia lo alto, representaba los cimien- de la independencia de México (CRUZ, 2014). Si bien no ha sido vanda-
tos de una nueva patria que los héroes generaron para el nacimiento lizado, como el Memorial de las víctimas de la violencia en México, sí
de un país en libertad. En la mitología mexica, este lugar signiicaba ha sido rebajado a la calidad de una gigantesca pantalla donde se pro-
el inframundo, y la dirección de la luz hacia el cielo representaba el yectaron frases más bien frívolas como “I love tlacoyos”, una frase que,
camino de esperanza para la conmemoración. El recubrimiento de los de manera irónica, parece hacer justicia a la ambición de conjuntar la
muros sería de granito negro, símbolo de lo terrenal, los cimientos y tradición precolombina con la modernidad electrónica; o a la asocia-
las bases para un mejor futuro, así como un referente de respeto por ción con una galleta barata llamada “suavicrema”. Este sobrenombre
su elegancia y sobriedad. Sobre este material se inscribiría un mensaje no sólo se reiere a la forma del monumento, sino también a su escasa
alusivo a la conmemoración del bicentenario grabado en español y en densidad simbólica.
las 62 lenguas vivas de México como muestra de respeto a la diversidad El 7 de enero en la inauguración del monumento bicentenario, Cal-
cultural del país (CRUZ, 2014, p. 16). derón se reirió al escándalo de corrupción que envolvió la construc-
No obstante, el monumento inaugurado en 2012 se alejó del proyec- ción de Estela de luz como “naturales controversias que este tipo de
to original después de que el arquitecto fuera excluido de la construc- obras suelen generar” y auguró que el monumento bicentenario “está
ción. La estela de cuarzo fue construida conforme lo planeado, pero la llamada a iluminar el siglo XXI mexicano” y será “un icono de la ciudad
forma del basamento se hizo trapezoidal y no rectangular con lo que capital”. Nada de ello ocurrió, la Estela dista mucho de haberse conver-
se alteró la posición, orientación de la estela y la longitud de las esca- tido “en un icono de la ciudad, reconocido y apreciado como símbolo
linatas que habrían sido utilizadas como graderío. En lo referente a la colectivo” (VARGAS, 2016, p. 148).
segunda parte del proyecto, la gran plaza pública quedó restringida a En plena globalización económica y cultural, la Estela sería el mo-
un pequeño espacio insuiciente para funcionar como lugar de recrea- numento que vincularía elementos identitarios anclados en el pasado
ción tal y como se planeó. Tampoco fueron realizados los sótanos, ni el precolombino con la alta tecnología, el pasado con el futuro. El resulta-
pasaje lúdico con ines culturales. En su lugar fue creado el Centro de do fue un intento fallido por recrear “la identidad” mexicana en el hori-
Cultura Digital Estela de Luz (CRUZ, 2014, p. 18). zonte de la era digital. Así, junto con la Torre Mayor, el corporativo del
La Estela de luz se inauguró con 15 meses de retraso, el 7 enero del BVVA y los numerosos ediicios de oicinas y negocios, el monumento
2012 (y no el 16 de septiembre de 2010); costó 192% más de lo previsto, parece un signiicante más de la economía de servicios, si no es que un
y sólo se construyeron 8,138 m2 de los 34,877 m2 previstos (VARGAS, monumento en su honor.
2016, p. 146). En suma, el proyecto se redujo en un 75% (CRUZ, 2014). Desde mi punto de vista, este aspecto refuerza y ampliica el signi-
Debido al repudio del cual fue objeto desde el anuncio de su construc- icado de las acciones de los miembros del MPJD. Movimientos socia-
ción, el escritor Juan Villoro escribió que merecía “el sobrenombre de les como Yo soy 132 en el año 2013 (VARGAS, 2016, p. 150-151), y más
Faro de las Lamentaciones” (VILLORO, 2012). Así pues, el monumento recientemente el de las organizaciones civiles que se manifestaron en
no se sumó, como prometió el presidente Calderón, a la majestuosidad contra del gobierno de Donald Trump en 2017, la convirtieron en el pun-
del Ángel de la Independencia, el Hemiciclo a Juárez o el Monumento a to de partida de manifestaciones públicas. No obstante, ninguno de es-

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tos movimientos ha logrado lo que MPJD que es, precisamente, poner como quería Sicilia, sino que le añaden una capa de sentido al hacer
en evidencia las contradicciones de un régimen que, en busca de legi- visibles los vínculos entre poder estatal, poder neoliberal y narcotrá-
timidad y de manera deliberada gobernó con el terror, y pretendió ce- ico. En ese sentido, las marcas de memoria muestran la guerra contra
lebrar su propia gestión en el monumento bicentenario a partir de una el narcotráico y sus víctimas dentro de una dinámica que no se cir-
marca espacial comparable al Ángel de la Independencia justo cuando cunscribe a la necesidad de hacer prevalecer la seguridad interna del
la debilidad del Estado se intensiicaba debido al narcocapitalismo. país sino que, por el contrario, muestra la debilidad del Estado frente
El MPJD ha convertido el monumento en un memorial ciudadano al poder de lo que también se ha llamado narcocapitalismo. (SAVIA-
a través de la realización de reuniones y de la ubicación de placas en NO, 2013)
memoria de los muertos y desaparecidos en la guerra contra el narco-
tráico. Estas acciones de emprendimiento de memoria tienen como Conclusiones
propósito restablecer la presencia de las víctimas de la guerra contra
el narcotráico en el espacio cotidiano de los ciudadanos, delante de la El sexenio de Felipe Calderón se caracteriza por la estrategia de
Estela de Luz, precisamente en el paso hacia la puerta de los Leones, en seguridad enfocada en el combate al narcotráico. Esa estrategia, ini-
el inicio de los paseos en Chapultepec. La importancia de la escogen- ciada unos días después de su toma de posición. involucró al Ejército
cia de este lugar es mayor si pensamos que las acciones de memoria mexicano en tareas de seguridad pública y tuvo como resultado un
irrumpen delante de la marca espacial con la que el ex presidente quiso aumento exponencial de las violaciones a los derechos humanos y de
honrar su propia gestión, pero también y no menos importante, si pen- la violencia criminal en todas sus formas. No obstante, el Ejecutivo
samos que ese espacio se encuentra delimitado por los signiicantes Federal se negó a aceptar la responsabilidad del Estado en los daños
arquitectónicos del poder económico neoliberal y del capitalismo glo- infringidos a la población civil y a llevar a cabo las acciones necesarias
bal que domina por igual al Estado mexicano y a los narcotraicantes. para hacer justicia a las víctimas, lo que suponía, entre otras cosas
Las placas colocadas por el MPJD son objetos perennes que contienen gestionar su entrada en la historia y la memoria colectiva.
la nombres y datos de vida de los muertos y desaparecidos y constitu- A pesar de que ya existían grupos y organizaciones sociales que
yen a la vez un homenaje a su memoria y un reclamo de justicia. Jun- venían reclamando al Ejecutivo Federal saldar la deuda con los afecta-
to con las acciones performativas como el bordado de pañuelos, que dos por su política de seguridad, fue hasta 2011, con la fundación del
convocan a la ciudadanía a construir su aparición pública (OLALDE, Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad cuando se hizo visible
2015; TORRES, 2013, p. 433; CHAVEZ, 2015) han convertido el monu- un sector de la sociedad civil que le disputaba al gobierno el uso polí-
mento bicentenario en el memorial vivo de las víctimas de la violencia tico y publico del sentido de la guerra contra el narcotráico. El MPJD
en México. comenzó una serie de acciones orientadas a la búsqueda de reivindica-
Así, la obra monumental más signiicativa y espectacular de la ges- ciones y reparaciones materiales para las víctimas, que lo sitúan como
tión del presidente Calderón alberga las marcas de la memoria de las emprendedor de memoria. En ese sentido, sus miembros negociaron
víctimas de lo que Sayak Valencia ha llamado “capitalismo gore”, fase con el gobierno la construcción de un memorial para los afectados. Se
neoliberal del capitalismo que “produce cuerpos muertos, mutilados trataba de construir una marca perene que hiciera posible la entrada
o vejados como una forma de mercancía que se abre, se mantiene y de las víctimas en la memoria colectiva.
justiica en el proceso de la oferta y la demanda” (VALENCIA, 2016, p. Como respuesta a esta petición, compartida por otros grupos y
96). En este contexto, las acciones del MPJD no “lavan” la Estela de luz, agentes sociales, y apoyada por grupos allegados a su gobierno, Cal-

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derón construyó un monumento en el cual la responsabilidad de la ins- de México, fuera utilizado como memorial y centro de documentación
cripción de los nombres de las víctimas recae en los visitantes que, al sobre la violencia reciente. La propuesta era doble: preservar la memo-
penetrar el espacio del memorial, reciben un gis o tiza de los vigilantes ria de las víctimas y dotar a la Este de luz –inaugurada con retraso y
que resguardan el lugar. El 5 de abril del 2013, entrado el sexenio del que para muchos simboliza la corrupción del régimen calderoniana–
gobierno de Enrique peña Nieto -quien continua la política de seguri- de un sentido histórico y comunitario para los mexicanos.
dad del ex presidente- fue inaugurado el Memorial de las víctimas de Desde entonces, el MPJD ha venido realizado diversas acciones en
la violencia en México en el Campo Marte, en un terreno cedido por la la Estela de luz, tales como la colocación de placas y el bordado de
Secretaria de la Defensa Nacional. Construido a partir de las conven- pañuelos. Con ello, ha introducido en la Estela y sus inmediaciones, a
ciones estéticas del contra monumento, es decir, un espacio diseñado las víctimas de la guerra contra el narcotráico en el seno mismo del
para que sus visitantes realicen una relexión y contemplación que les poder neoliberal, signiicado por los corporativos de empresas globa-
permita llevar a cabo el ejercicio del recuerdo. A diferentes de los mo- les y negocios aledaños. De esta manera ha obtenido dos logros im-
numentos tradicionales, propios de los Estados Nación modernos el portantes: en primer lugar, poner en evidencia la crisis de legitimidad
contra monumento obliga a sus visitantes a recordar. En los contra de la estrategia de seguridad calderonista y su tentativa de responder
monumentos, y el de las Víctimas de la Violencia en México no es la ex- a las demandas sociales en materia de memoria, verdad y justicia, y
cepción, la rememoración de eventos traumáticos es referida a través en segundo, pero no menos importantes, ubicar la guerra contra el
del énfasis en el tiempo. Así, en las placas de acero que en sus texturas narcotráico y sus costos humanos en la perspectiva del capitalismo
registra el paso del tiempo. neoliberal, que, en efecto, involucra por igual al Estado y a los grupos
La negativa a inscribir en el Memorial los nombres de las víctimas, lo de narcotraicantes.
que contribuiría al restablecimiento de su dignidad en el reconocimien-
to público de su existencia y de su condición de víctimas, generó el re-
chazó de parte de diversas organizaciones sociales, entre ellas el MPJD.
Con ello ponía en evidencia la condición pública y política de la memoria.
En lugar de la inscripción de los nombres las víctimas en el Memo-
rial se incluyeron, en letras de acero, frases de escritores y persona-
lidades célebres, que se supone, dan lugar a la relexión sobre temas
como la muerte, la violencia, la paz y la vida. Estas frases de acero se
han adherido al muro de modo que el contraste con los nombres de las
víctimas escritos por los visitantes es evidente: las primeras perdu-
rarán, las segundas desaparecerán. De esa mera se crea una relación
jerárquica entre memoria y olvido. De diversas maneras esas frases se
relacionan con la narrativa calderoniana por lo que, es posible que, en
un futuro, contribuyan a una valoración positiva de la guerra contra
el narcotráico.
El MPJD propuso que la Estela de luz, el polémico monumento cons-
truido por Calderón para celebrar el bicentenario de la independencia

58 59
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Cholula: de la Ciudad Sagrada al Pueblo Mágico.
Usos de la historia y la memoria en la construc-
ción de la identidad turística

Cristina Desentis Torres

“Hay un cuadro de Klee que se titula Angelus Novus. Se ve en


él un ángel, al parecer en el momento de alejarse de algo sobre
lo cual clava la mirada; tiene los ojos desencajados, la boca
abierta y las alas tendidas. El ángel de la historia debe tener
ese aspecto; su cara está vuelta hacia el pasado. En lo que
para nosotros aparece una cadena de acontecimientos, él ve
una catástrofe única, que acumula sin cesar ruina sobre ruina
y se las arroja a sus pies. El ángel quisiera detenerse, des-
pertar a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero una
tormenta desciende del Paraíso y se arremolina en sus alas y,
es tan fuerte, que el ángel no puede plegarlas. Esta tempestad
lo arrastra irremisiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las
espaldas, mientras el cúmulo de ruinas sube ante él hacia el
cielo. Tal tempestad es lo que llamamos progreso”.

Walter Benjamin

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2. Cristina Desentis Torres. “Cholul(a)fuera”. 2017. Fotografía cortesía de la autor


Introducción multiplicación de obras de construcción. Con ello han surgido diversas
manifestaciones civiles de resistencia; algunos de estos grupos han
L AS PRIMERAS EVIDENCIAS de población en Cholula, Puebla (México) ocupado de manera muy provechosa las tecnologías de la información
datan de hace 3000 años, lo que la hace el asentamiento con ocupación generando una gran variedad de registros en distintos formatos cuyo
continua más larga de América. Como consecuencia de su constan- impacto a nivel nacional quizá no ha sido el deseado, pero que está
te desarrollo cultural, en el centro de los actuales municipios de San a disposición de mucha más gente en esta nueva exposición de la in-
Andrés y San Pedro conviven vestigios prehispánicos y coloniales en formación y las facilidades para compartirla. La situación en Cholula
medio del creciente complejo urbano contemporáneo. Las fuentes et- muestra las nuevas formas de visibilidad que están experimentando
nohistóricas muestran que fue uno de los principales centros de pe- diferentes movimientos sociales (ej. Cholula Viva y Digna, Círculo en
regrinación en Mesoamérica y su importancia religiosa pervive hasta defensa del territorio) y que con ello han logrado obtener cierto grado
nuestros días con el sistema de cargos. de injerencia en el desarrollo atropellado de las obras del parque.
Aunque la ciudad milenaria ha sido escenario de varios desencuen- Una de las inalidades de este trabajo es articular buena parte de
tros entre los abanderados de proyectos modernizadores de infraes- los registros periodísticos y de otros medios que han documentado
tructura por un lado y los defensores del patrimonio cultural por otro, diversas etapas de esta situación turbulenta con un marco teórico que
la situación alcanzó un punto álgido en 2014 a partir de las obras que invite a la relexión sobre los usos y abusos del patrimonio cultural,
inició la administración estatal dentro del programa de dignificación tanto en los discursos que claman por el progreso de entidades que se
de la ciudad y la construcción del llamado Parque de las Siete Culturas, encuentran a caballo entre lo rural y lo urbano, así como de aquéllos
dando lugar a un movimiento de resistencia civil donde la reapropia- que deienden la conservación de vestigios que se constituyen en tes-
ción del pasado y del territorio, así como la defensa de las tradiciones tigos de diferentes épocas históricas. En este sentido, se explorarán
del pueblo han sido clave para repensar el futuro de Cholula. diferentes perspectivas desde las que se ha abordado el patrimonio
Como muchos otros sitios en México, Cholula es un ejemplo del im- cultural, el territorio y la identidad, según las agendas de trabajo a las
pacto que tienen los proyectos turísticos gubernamentales que pre- que interesan. Asimismo, es una tentativa que se suma a la serie de
tenden la transformación de espacios para su consumo a partir de la denuncias que desde el 2014 se han hecho, si no para resolver la com-
comercialización de sus “atractivos”, sean éstos monumentos históri- pleja situación, sí para seguir exponiéndola y pensar críticamente los
cos, tradiciones o festividades locales, es decir, su patrimonio cultural procesos que llevaron a desembocar a este punto.
material e inmaterial. Dicho sea de paso, estos “proyectos” –cuando
los hay, y en el remoto caso de que se presenten a la ciudadanía– suelen Lugares fronterizos entre memoria e historia
dictarse desde las altas esferas de poder beneiciando en su ejecución
a la iniciativa privada y excluyendo a las poblaciones locales en la toma Hay lugares antiquísimos que es difícil imaginar el panorama pre-
de decisiones respecto a la transformación de su territorio, medio am- vio a su existencia. Las marcas en sus fachadas producto del paso de
biente, tradiciones y prácticas socioeconómicas. los años, los cambios sutiles de color y amplitud de sus calles, o la su-
Si todo aquello que es motivo de conlicto es presente, el caso de cesión de pasajes de sequía y vegetación de acuerdo a las estaciones
Cholula es de actualidad pues, aunque las protestas más álgidas por la del año, los han anclado fuertemente en la memoria social. Halbwa-
construcción del Parque de las Siete Culturas se dieron en el verano de chs (2004, p.137) señala que los grupos humanos que se asientan por
2014, de esa fecha hasta hoy en día se ha advertido una intermitencia y varias generaciones en estos lugares van adaptando sus costumbres,

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movimiento y pensamientos a la sucesión de imágenes materiales que como a nivel de actores sociales de acuerdo a proyectos culturales y re-
ofrecen los objetos exteriores con los que se relaciona en el espacio en laciones de poder que encuentran sus cimientos en la estructura social
que se hallan inmersos. La vida social se va traduciendo en espacio ha- y en marcos espacio-temporales, dándole un contenido altamente sim-
bitado. Vistos desde la antropología, lugares como el solar familiar, el bólico (CASTELLS, 2004, p. 7). Estos fenómenos de iliación pueden
barrio, las plazas públicas o los centros de culto, encierran un conjunto tener un carácter más abstracto en una dimensión donde se articulan
particular de posibilidades, prescripciones y prohibiciones de conteni- sentimientos de pertenencia socio-territorial, apego afectivo, arrai-
do a la vez espacial y social (AUGÉ, 2000, p. 58). go, estructura de la colectividad y distintos niveles de autorrecono-
Los espacios se reconocen y perciben de diferentes maneras. Por cimiento. Los actores individuales interiorizan progresivamente esta
un lado, están las connotaciones geopolíticas que deinen territorios, variedad de elementos simbólicos a través del proceso de socialización
límites y fronteras, pero que constituyen categorías externas consti- hasta adquirir un sentimiento y status de pertenencia socio-territorial
tuidas y establecidas por el estado, las cuales por lo general no coin- (GIMÉNEZ, 1999, p. 37).
ciden con reconocimientos culturalmente modelados a partir de la ló- Dentro de estos territorios existen puntos geográico-simbólicos
gica interna de las comunidades (BARABAS, 2003, p. 20-21). De este emblemáticos o sagrados, que resultan centros referenciales a partir
modo, la apropiación del espacio puede realizarse desde una índole de los cuales se trazan caminos y se establecen fronteras comunales,
instrumental-funcional ponderando su carácter utilitario –en cuanto étnicas o regionales; Barabas (2003, p. 23) los denomina <<lugares>>
a explotación económica y estrategias geopolíticas–, o desde su condi- y en conjunto con la simbolización de territorios y marcas sagradas
ción simbólico-expresiva, sustentadora de identidades individuales y crean un sistema de códigos con los que se representan las concep-
colectivas (GIMÉNEZ, 1999, p. 28-29). ciones del cosmos en el espacio. Para su estudio, Marc Augé (2000, p.
Alicia Barabas distingue de manera muy pertinente entre estos 58) menciona que los lugares antropológicos se caracterizan por ser
conceptos partiendo del entendimiento de cultura como sistema de identiicatorios, relacionales e históricos. La relación de los grupos hu-
símbolos. Para ella, el espacio constituye el ámbito más amplio don- manos con la materialidad de sus lugares no es tan sencilla de moldear.
de se inscriben tradiciones, costumbres, memoria histórica, diversas Ya Halbwachs (2004, p. 137) puntualizaba que si esta relación fuera
creencias, rituales y formas de organización social cuyos profundos accidental y de corta duración, el cambio y destrucción de ciertos lu-
contenidos emocionales se entrelazan y proveen la materia prima para gares sería indistinto, de no ser por el pasado y los lazos de memoria
el territorio, siendo éste un espacio culturalmente construido y delimi- colectiva inscritos en ellos.
tado a través del tiempo y socialmente habitado y apropiado (BARA- A estos lugares sagrados de reconocimiento y convocatoria co-
BAS, 2003, p. 23). El territorio puede ser entonces visto como entidad lectivos Barabas (2003, p. 23) los denomina <<santuarios>>, centros
político-administrativa, medio de subsistencia, paisaje, entorno eco- complejos y polifacéticos que marcan emblemáticamente el territorio
lógico objeto de apego afectivo, lugar sagrado, tierra natal, o lugar de donde se ubican y que son focos importantes de interacción y articu-
inscripción de un pasado histórico y memoria colectiva (GIMÉNEZ, lación social. De este modo, existen santuarios naturales como cerros,
1999, p. 29). En ellos se conjugan tiempo, espacio y sociedad. cuevas, montañas o barrancas, cuyo profundo simbolismo puede re-
Las relaciones sociales con el espacio se vinculan con procesos crear deidades u otros signiicados que pueden expresarse también en
identitarios de los grupos humanos. La construcción de identidades la construcción de ediicios religiosos y en elementos que distinguen y
se hace a partir de la historia, la geografía, las instituciones, la memo- reproducen la identidad de los habitantes de una región, ya sea a través
ria colectiva, etc., ordenando sus signiicados tanto a nivel individual, de la música, danza, iestas, trajes regionales, formas de producción y

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comercio, etc. (GÁMEZ et al., 2016, p. 23). A éstos acuden los devotos a historia (JELIN y LANGLAND, 2002). Una buena generalización sobre
reconstruir pensamientos y recuerdos comunes creados y mantenidos las maneras en que los actores construyen identidades de acuerdo a
en épocas anteriores en esos mismos lugares; podrían aún distinguir- su grado de pertenencia es la siguiente (Bassand citado en GIMÉNEZ,
se entre lugares sagrados y profanos, lugares que evocan recuerdos 1999, p. 43):
religiosos y lugares poblados por los enemigos o donde pesa alguna
maldición (HALBWACHS, 2004, p. 143, 154). • Los apáticos y resignados: con actitud pasiva y que no se identiican
Para aproximarse al valor simbólico y político de estos lugares de con los intereses de su municipio ni con los de su región.
conmemoración colectiva es necesario conocer los procesos y luchas • Los migrantes potenciales: esperan el momento para emigrar por
mediante los cuales los actores sociales o sus antecesores inscribieron considerar irrealizable su proyecto de vida personal dentro de la
sentidos en el espacio para convertirlos en lugares, ya sea a través de región.
la construcción de monumentos, conservación de ruinas, deinición de • Los modernizadores: bien integrados social, económica y política-
límites, etc., logrando (o fracasando) la semantización de los espacios mente, son partidarios a ultranza de la modernización en todas sus
materiales; esto implica necesariamente la agencia y voluntad humana formas, despreciando el patrimonio y la historia regional por consi-
de sujetos activos “emprendedores de la memoria” preocupados por derarlo como tradiciones obsoletas.
enlazar el pasado y el futuro en sus escenarios políticos del presente • Los tradicionalistas: con una fuerte identidad histórica y patrimo-
(JELIN y LANGLAND, 2002). La cultura internalizada por los actores nial, interesados en destacar su región o en reconstruirla según un
sociales puede deinirse como la imagen que se forman de sí mismos; modelo antiguo de carácter mítico.
Giménez (1999, p. 43) retoma tres tipos de identidades: • Los regionalistas: trabajan por el desarrollo autónomo de su región
luchando contra el centralismo estatal.
1. Identidad histórica y patrimonial: construida en relación con acon-
tecimientos pasados importantes para la colectividad o con un pa- En suma, la territorialidad resulta un importante organizador de
trimonio socio-cultural natural o socio-económico. la vida social articulando la frontera entre individuo y colectividad,
2. Identidad proyectiva: basada en una representación del futuro de construyendo la noción de pertenencia, ya sea de maneras abstractas y
una región tomando en cuenta su pasado. simbólicas –como las identidades nacionales–, o de modo más fuerte y
3. Identidad vivida: relejo de la vida cotidiana y que puede combinar vivencial con el territorio –como las identidades étnicas– (BARABAS,
elementos de las anteriores. 2003, p. 24-25). Sus sentidos simbólicos y usos potenciales entran ex-
plícitamente en los proyectos conmemorativos que pueden adoptar un
Las marcas territoriales son entonces soportes de la memoria para carácter dinámico y móvil no necesariamente en un territorio especíi-
la acción colectiva, política y simbólica, pero construidos por actores co, sino en un trayecto o itinerario expandiendo sus campos de acción
en escenarios especíicos, a veces de confrontación, otras de común y reconocimiento (JELIN y LANGLAND, 2002).
acuerdo, y unas más con el rechazo de la legitimidad demandada por En las siguientes páginas se expondrá el caso del popularmente co-
el estado, muchas veces sin la intención de construir algo nuevo, sino nocido “cerrito” de Cholula, que forma parte de una zona arqueológica
añadiendo un nuevo sentido a lugares ya cargados de historia, me- y alberga en su cima el Santuario de la Virgen de los Remedios. El
morias, signiicados públicos y sentimientos privados, pudiendo un cerrito milenario bien puede considerarse un lugar de memoria en los
mismo lugar remitir a memorias de periodos diferentes de una misma tres sentidos que apunta Nora (1984): material por su contenido de-

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mográico; funcional por materializar recuerdos y seguirlos transmi- atraídos por lo que otrora fue una ciénaga, aprovecharon los recursos
tiendo; y simbólico por caracterizar numerosos hechos o experiencias hídricos, así como la tierra fértil, y el suelo arable para la agricultu-
vividas por un grupo pequeño de personas y que han trascendido en ra (LÓPEZ et al., 2004b; MOUNTJOY y PETERSON, 1973; PETERSON,
el imaginario de una gran mayoría que no tuvo lugar en los hechos. 1987, p. 97). Sin embargo, los vestigios de esta primera etapa ocupacio-
Actualmente constituye un objeto de administración de la presencia nal son escasos debido a las actividades modernas que a lo largo de los
del pasado en el presente y de la potencial explotación económica del años han destruido las estructuras más antiguas.
patrimonio cultural. La evidencia más temprana de estructuras habitacionales corres-
ponde al Formativo Tardío (400 a. C.-100 d. C.) y al inal del primer siglo
Antecedentes de nuestra era se registran los inicios de construcción masiva, entre
ellos los de la Gran Pirámide, además de un incremento poblacional
Cholula se localiza en el Valle de Puebla-Tlaxcala, unos 10 km al oes- por la llegada de refugiados provenientes del occidente del Valle de
te de la ciudad de Puebla. En el pasado prehispánico fue un sitio de Puebla-Tlaxcala que sufrieron de manera directa los estragos de una
gran importancia cuyos vestigios más antiguos corresponden al For- erupción del volcán Popocatépetl a mediados del primer siglo de nues-
mativo Medio (1100 a. C.-400 a. C.) (LÓPEZ et al., 2004a; MOUNTJOY tra era (PLUNKET y URUÑUELA, 2006b, p. 161-162). Con ello se pro-
y PETERSON, 1973) y ha mantenido una ocupación continua hasta el dujeron cambios sociopolíticos que propiciaron un proceso acelerado
presente. No obstante, el desarrollo histórico y cultural de la antigua de urbanización en Cholula cuyo desarrollo de complejidad se eviden-
ciudad es apenas entendido: su persistente crecimiento demográico y cia en mecanismos adaptativos políticos y religiosos que respondieron
urbano ha moldeado por siglos el centro ceremonial y sus alrededores al impacto ecológico, social, económico e ideológico generado por este
donde conviven construcciones prehispánicas, coloniales y modernas, desastre natural (PLUNKET y URUÑUELA, 2006a, p. 21). Las eviden-
de modo que hay pocos datos sobre sus orígenes fundacionales debido cias materiales de esta temporalidad muestran una mayor compleji-
a que la evidencia arqueológica ha sido destruida o yace bajo las cons- dad cultural asociada aparentemente con la instauración de un nue-
trucciones posteriores. vo programa ceremonial y de prácticas sociales relacionadas con el
El sitio ha sido objeto de diversas investigaciones mayormente enfo- desarrollo de Cholula como centro regional importante (PLUNKET y
cadas en su monumental pirámide, como fue el caso del Proyecto Cho- URUÑUELA, 2006b, p. 162-166).
lula (MARQUINA, 1970). El resto de las intervenciones arqueológicas
en la ciudad han sido motivadas principalmente por actividades cons- La Gran Pirámide como montaña sagrada
tructivas modernas, por lo que abundan salvamentos y rescates (ej. Para muchas culturas de Mesoamérica la montaña sagrada consti-
LÓPEZ et al., 2002a, 2002b, 2004a, 2004b; MAURICIO 2010; MOUNT- tuía el centro cósmico más importante, el axis mundi que unía tierra
JOY y PETERSON, 1973; PLUNKET y URUÑUELA, 2002), pero pocas y cielo, y que por tanto resultaba una zona liminal de transición entre
intervenciones sistemáticas (MARQUINA, 1970). El carácter de estas dos mundos (BARABAS, 2003, p. 71). Las pirámides, así como cual-
exploraciones aunado a que sus resultados suelen quedar en infor- quier otro templo, santuario o árbol en su cima, tuvieron una gran car-
mes técnicos, diicultan la integración e interpretación de los datos ga simbólica al asimilar y emular las cualidades del cerro o montaña
(PLUNKET y URUÑUELA, 2005, p. 101). sagrada. Fray Bernardino de Sahagún fue uno de los primeros frailes
Las condiciones geográicas y ambientales de Cholula fueron de- en documentar las creencias y costumbres de los pueblos prehispá-
terminantes para el asentamiento de los primeros pobladores que, nicos y por él sabemos la importancia sagrada de las montañas: los

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altos cerros donde se juntaban las nubes, neblina, truenos y rayos que que, aunque para la traza urbana colonial el Tlachihualtépetl quedó en
atraen el agua y descargan la lluvia; su cima desde donde se dominan el sector sureste de la cuadrícula, su importancia era tal que además se
los cuatro puntos cardinales y los meteoros atmosféricos; las cuevas instituyó en el escudo de armas de la ciudad que mostraba una mata de
que se consideraban portales de entrada al inframundo, donde mo- tule junto a un cerro de adobe hecho a mano coronado por una trom-
raban los antepasados; históricamente el cerro y el agua formaron un peta (SOLÍS y VELASCO, 2006, p. 43). También durante esta época, el
símbolo para el territorio, la identidad y las costumbres de los pueblos lado norte de la pirámide fue severamente dañado por la construcción
(BARABAS, 2003, p. 71; URUÑUELA et al., 2006, p.186). del Camino Real a Puebla; mucho más tarde, su lado oeste también fue
El monumento más representativo de buena parte de la historia de afectado por la instalación de una línea de ferrocarril (SALAMANCA
Cholula ha sido la Gran Pirámide o Tlachihualtepetl –“cerro hecho a y JIMAREZ, 2015, p. 507).
mano”–, que en el segundo tercio del siglo XX fue el foco de atención de
arqueólogos y otros estudiosos. Los datos producidos por éstas y otras El Santuario de la Virgen de los Remedios
investigaciones alrededor de la Pirámide han permitido conocer de Una de las primeras referencias escritas a la pirámide fue la Rela-
manera fragmentaria el desarrollo histórico del basamento de mayor ción de Cholula, de 1581, donde el corregidor Gabriel de Rojas asegu-
volumen del continente americano, que en su última etapa construc- raba que:
tiva alcanzó los 400 metros por lado y entre 62 y 65 metros de altura
(MARQUINA, 1990, p. 123-124). “había en toda la ciudad bien ochocientos ídolos menores en sus Iglesuelas o
Durante el Posclásico, hacia el año 800 d.C., con la llegada de otros Ermitas por todos los barrios… y estos ídolos tenían también unos cerrillos
grupos étnicos como los Olmeca-Xicallanca y más tarde los Tolte- menores hechos a mano a modo del sobre dicho de Quetzalcóatl… de estos
ca-Chichimeca, los cambios en la dinámica social hicieron que la Gran cerrillos duran hoy dos, que están cerca del cerro grande y hay por toda la
Pirámide quedara prácticamente en el abandono; el paso del tiempo ciudad reliquias de otros muchos ediicios menores” (De la Maza, 1959, p. 20).
la revistió de vegetación dándole apariencia de un cerro. El culto se
desplazó entonces a un nuevo centro ceremonial, el Templo de Quet- Además, decía que la pirámide estaba dedicada a Chiconahui-
zalcóatl, erigido medio kilómetro al oeste de la pirámide (PLUNKET, quiauitl, dios del agua (de quiauitl, llover y chiconahue, nueve o mucho),
2012, p. 47). A la llegada de los españoles la ciudad presentaba una se- es decir, el que llueve mucho (De la Maza, 1959, p. 23). Para erradicar
rie de parcialidades internas –generalmente de carácter étnico– cuyas los cultos paganos que continuaban realizándose en la cúspide de la
expresiones territoriales en la época colonial se conocieron como ca- Gran Pirámide, la estrategia evangelizadora de los franciscanos con-
beceras agrupadas alrededor del nuevo centro de culto, mismas que a sistió en reemplazar el culto de deidades mesoamericanas por católi-
su vez se dividían en calpullis –posteriormente barrios– formados por cas, como quedó patente en el testimonio de fray Toribio de Benavente
grupos emparentados con autoridades propias y posesión de tierra en (MOTOLINÍA, 1969, p. 52):
común (BONFIL, 1988, p. 164).
Sin embargo, las crónicas coloniales cuentan que la cima de la Gran “En lo alto estaba un teocalli viejo y pequeño, y debastáronle, y pusieron una
Pirámide seguía siendo punto importante para rituales de pedimento cruz alta, la cual quebró un rayo, y tornando a poner otra, y otra, también las
de lluvia y siempre fue un referente en la ciudad como lo revelan diver- quebró, y a la tercera yo fui presente, que fue el año pasado de 1535, por lo
sos documentos indígenas, como el Mapa de Cuauhtinchan y la His- cual descopetaron y cavaron mucho de lo alto, a do hallaron muchos ídolos e
toria Tolteca Chichimeca (SOLÍS y VELASQUEZ, 2006, p. 34-35). Así idolatrías ofrecidas al demonio; y por ello yo confundía a los indios, diciendo:

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que por pecados en aquel lugar cometidos no quería Dios que allí estuviese acaudalados que costeaban grandes iestas para alcanzar una posición
su cruz. Después pusieron allí una gran campana bendita, y no han venido social privilegiada (BONFIL, 1988, p. 168).
más tempestades ni rayos después que la pusieron.”
San Andrés y San Pedro Cholula
Posteriormente, la antigua cruz fue sustituida con la construcción Durante el proyecto colonizador Cholula quedó subalterna a la fun-
de una ermita en 1594. Como señala Francisco de la Maza (1959, p. 102), dación de la ciudad de Puebla de los Ángeles en 1531, y su territorio y
sobre el más imponente y famoso teocalli indígena de México se colocó habitantes al servicio de los españoles; el 27 de octubre de 1537, San
la más importante Virgen española, la conquistadora Virgen de los Re- Pedro Cholula recibe el título de ciudad cabecera de república de in-
medios. En el siglo XVIII la ermita se fue ampliando y adornando, cons- dios y centro de doctrina, incorporando a San Andrés como cabecera
truyendo rampas para su acceso, pero en 1864 quedó prácticamente independiente. El poblamiento y administración del territorio colonial
destruida tras un terremoto y tuvo que volver a erigirse conservando se basaron en el despojo de las tierras indígenas, ya que el derecho
su estructura y disposición original, pero ya con una ornamentación castellano los consideraba “rústicos” o “menores” (GÁMEZ et al., 2016,
neoclásica por lo que la iglesia actual muestra elementos arquitectó- p. 41-43). El diseño urbano y el modelo administrativo en estos centros
nicos típicos de la segunda mitad del siglo XIX; inalmente se bendijo de población adoptó la característica traza en cuadrícula hispanoame-
el 24 de agosto de 1874, apadrinada por el gobernador de Puebla don ricana, en la que la ubicación de la plaza mayor constituía el elemento
Ignacio Romero Vargas (DE LA MAZA, 1959, p. 102). Esta iglesia situa- central urbano con acentos prehispánicos (Yáñez, 1994, citado en GÁ-
da sobre el Tlachihualtépetl tuvo y sigue teniendo un culto, al igual que MEZ, 2016, p. 45).
el de sus predecesores nativos prehispánicos, asociado al agua y a la Para mediados del siglo XVI, se habla de seis barrios o cabeceras,
propiciación de lluvia (SALAMANCA y JIMAREZ, 2015, p. 507). a su vez divididas en estancias, que eran las unidades asentadas al-
De igual forma, donde estuvo el Templo de Quetzalcóatl los francis- rededor del Templo a Quetzalcóatl. De estas seis cabeceras adscritas
canos levantaron el Convento de San Gabriel cuya fecha de ediicación a la jurisdicción de San Pedro Cholula, San Andrés Colomochco, la
es inexacta (entre 1530 y 1539), aunque otros datos sugieren que la cabecera más grande de San Andrés con ocho estancias –Tequepan,
primera piedra fue colocada en 1549 por el obispo de Puebla-Tlaxcala, Colomochco, Matalcingo, Xicotenco, Xalotle, Aquiauaque, Tepetitlán y
Fray Martín de Hojarasca y consagrada por él mismo en 1552 (BER- Tlaxcalanzingo–, logró separarse; estas poblaciones posiblemente es-
NARD y SEGUÍ, 2012, p. 75). A un costado se erigió la Capilla Real taban emparentadas con los olmeca-xicalancas cuyas pugnas con los
entre 1560 y 1570; dedicada a San José, sirvió para el adoctrinamiento tolteca-chichimeca se remontan a los siglos XII y XIII, y que al verse
de los pobladores aprovechando elementos de la antigua estructura sometidos por estos últimos, se refugiaron en la parte sur de la pirámi-
social y manteniendo ciertos privilegios de la nobleza indígena, pero de manteniendo su identidad cultural y cierta autonomía (BERNARD
reorganizando el gobierno con el título de ciudad cabecera de repúbli- y SEGUÍ, 2012, p. 74).
ca de indios y centro de doctrina (BONFIL, 1988, p. 169-170). La cabecera de San Andrés Colomochco construyó en su territorio
La importancia religiosa y comercial de Cholula se mantuvo aún un pequeño convento franciscano bajo la advocación de San Diego de
después de la llegada de los españoles, por lo que puede hablarse de Alcalá, autorizado por Cédula Real en 1557, para dar servicio a los in-
su impacto ritual a nivel regional como centro ceremonial de ferias y dígenas que habitaban la parte sureste del valle. Fuera de la Ciudad
peregrinaciones; a nivel local sostenido por la jerarquía religiosa cen- de México, la construcción de dos conventos franciscanos a menos de
tral y las parcialidades; y a nivel individual mediante los mercaderes un kilómetro de distancia uno de otro, fue un caso excepcional que se

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justiicó por la alta densidad demográica de la zona y las diferencias Entre lo rural y lo urbano
étnicas de la población (BERNARD y SEGUÍ, 2012, p. 76). En 1558, San
Andrés era una doctrina separada administrada como vicaría por los Los barrios y el sistema de cargos
dieguinos descalzos para evangelizar a los collomochcas, descendien- Este breve recorrido histórico-cultural permite atisbar que el denso
tes olmeca-xicalanca y mixteco-popoloca (GÁMEZ et al., 2016, p. 48). calendario de iestas religiosas de la actualidad, no es sino una conti-
En 1640, el clero secular llegó a Cholula y ocupó la Capilla Real que nuación –con sus debidas transformaciones– de los ritos y tradiciones
fue objeto de disputa entre ellos y los franciscanos, permaneciendo ce- indígenas que se han practicado a lo largo de los siglos. Bonil Batalla
rrada por más de una década; en 1651 las autoridades piden la capilla (1988, p. 117) ya señalaba que estas actividades no son un aspecto más
al clero regular y en 1661 se inició su reconstrucción techándola con de la vida social, sino el eje mismo de la vida de la comunidad debido
81 cúpulas, tarea desmedidamente costosa para los indios quienes su- a la cantidad de tiempo, esfuerzo, recursos e interés público y general
fragaron la obra. Desde mediados del siglo XVII la cabecera de San que demandan. Para hablar de estos eventos multitudinarios, es nece-
Andrés se encontraba en proceso de separación de las otras cinco, con- sario antes conocer la forma de organización de estas comunidades y
virtiéndose en parroquia en 1645 y para 1714 constituyéndose en repú- los cambios que están atravesando ante el acelerado crecimiento de-
blica de indios con cuatro pueblos –Cacalotepec, Nalacatepec, Ocoyu- mográico y urbano dentro del contexto de globalización.
can y Tlaxcalantzingo– (GÁMEZ et al., 2016, p. 49-50). Ya para el siglo El barrio como entidad social tiene algunos criterios de pertenen-
XX se convirtieron en cabeceras municipales quedando “el cerrito” en cia, como el lugar de nacimiento, la adscripción religiosa, relaciones
la zona limítrofe entre estas dos, del lado del pueblo de San Andrés. de parentesco y la residencia dentro del perímetro del barrio (BON-
A pesar de estas divisiones internas, Cholula siguió siendo un cen- FIL, 1988, p. 218-219). La persistencia de este tipo de organización te-
tro milenario de gran importancia para la organización de iestas reli- rritorial ha resultado en que las relaciones al interior de los barrios
giosas y rituales de tradición indígena mediante los cuales se relaciona y pueblos estén formalmente ritualizadas y estructuradas con cierto
la población, los seres sagrados y el territorio. Actualmente, se pueden grado de asimetría debido a jerarquías deinidas, mismas que propi-
notar algunas diferencias entre San Pedro y San Andrés como una cian procesos de diferenciación identitataria entre la población local y
distinción entre los centros y los barrios, mucho más marcada en el los nuevos habitantes que está atrayendo el auge inmobiliario (HER-
primero que en el segundo; San Andrés es una localidad más campesi- NÁNDEZ, 2016, p. 44).
na y económicamente depende más de San Pedro y Puebla, no tiene un Cholula se encuentra organizada en barrios, una institución de la
mercado ijo por mencionar un ejemplo (GÁMEZ et al., 2016, p. 59). Los época colonial cuyo antecedente se puede remontar aún más atrás al
procesos históricos de la ciudad dual de Cholula la han dotado de un calpulli prehispánico, pero que hoy en día puede entenderse de tres
carácter sagrado que se ha transformado desde la época prehispánica maneras: 1) como referencia a la iglesia donde reside una imagen pro-
hasta la actualidad: desde el culto a Quetzalcóatl y deidades asociadas tectora; 2) el grupo de familias protegidas por el santo patrono de una
al agua, la agricultura y la fertilidad, hasta la devoción a la Virgen de iglesia y los responsables de la organización de su culto y celebraciones;
los Remedios y las festividades de todos los santos patronos que se y 3) el espacio físico, es decir los terrenos, donde habitan estos grupos
celebran a lo largo del año en los distintos barrios. (BERNARD y SEGUÍ, 2012, p. 80). San Pedro Cholula está conformado
por 10 barrios: 1) San Miguel Tianguisnahuac, 2) Jesús Tlatempa, 3)
San Matías Cocoyotla, 4) San Juan Calvario Texpolco, 5) Santa María
Xixitla, 6) La Magdalena Coapa, 7) San Pedro Mexicaltzingo, 8) San

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Pablo Tecama, 9) Santiago Mixquitla y 10) San Cristóbal Tepontla. Por encargados del cuidado y festividades de las diferentes imágenes; 3)
su parte, San Andrés Cholua se forma por ocho barrios: 1) San Pedro los mayordomos elegidos por la “hermandad de cargadores”, a cargo
Colomoxco, 2) Santa María Cuaco, 3) San Juan Aquiahuac, 4) Santiago de diversas festividades relacionadas con la liturgia católica; entre San
Xicotenco, 5) La Santísima Trinidad, 6) San Miguel Xochimihuacán, 7) Pedro y San Andrés guardan sus particularidades y jerarquías, pero
Santo Niño Macuila y 8) San Andresito (GÁMEZ et al., 2016, p. 66-67). cuentan al menos con los cargos de iscales, mayordomos, salva co-
De la mano de la organización barrial tiene que hablarse del siste- hetes, castilleros y loreras (GÁMEZ et al., 2016, p. 70-71; VELASCO,
ma de cargos o mayordomías. Esta organización y prácticas fueron 2011, p. 134).
aprovechadas desde la época colonial, quitándoles su carácter heréti- El ciclo anual de festividades religiosas organizadas por las ma-
co, para utilizarlas como mecanismo de evangelización masivo (HER- yordomías funge como mecanismo de reproducción y expresión de la
NÁNDEZ, 2016, p.45-46). El sistema de cargos puede deinirse como identidad barrial cholulteca y donde la población interactúa con los
una institución social de matriz agraria de función cohesionadora a seres sagrados –santos y vírgenes de los barrios– y con la deidad prin-
nivel social, familiar y parental que integra a la comunidad y reprodu- cipal de la región que es la Virgen de los Remedios, haciendo de cada
ce su identidad cultural; sobre las mayordomías recaen muchas de las festividad una especie de tiempo de excepción, no contrapuesto a lo
obligaciones institucionales relacionadas con la vida religiosa, iestas cotidiano, por ser un tiempo de trabajo ritual socialmente necesario
y trabajos comunales (GÁMEZ et al., 2016, p. 68-69). Al ser un sistema para la reproducción de la comunidad (GÁMEZ et al., 2016, p. 74, 76).
de organización interna, para ocupar alguno de sus puestos se debe de
ser “hijo del barrio”, adscripción que se tiene si se ha participado efec- De cara a la globalización
tivamente en la organización religiosa tradicional, más allá de haber Parte de las transformaciones que ha experimentado el territorio y
nacido y residir en él; los cargos son anuales y nominales, los designan la sociedad cholulteca resultan de los procesos globalizadores. En su
los “principales” a solicitud o a juicio (BONFIL, 1988, p. 219-223). estudio sobre la construcción de formas actuales de ruralidad, Paola
Sobre el trabajo de Bonil Batalla, Hernández (2016, p. 46) señala Velasco (2011) presenta algunos de los efectos que la urbanización, la
que sus mayores aportaciones fueron primero, mostrar que el vínculo disminución de las actividades primarias, el auge en los sectores se-
prehispánico entre centro religioso y ceremonial, lejos de desapare- cundarios y terciaros y una transformación o “urbanización” de los
cer, recreó una concepción religiosa propia distinta al dogma católico estilos de vida; estos factores han generado nuevas preguntas sobre la
tradicional, donde el pueblo dominado hizo de la iesta –y de las insti- relación campo-ciudad donde aún se reairman elementos sociocultu-
tuciones que la hacen posible– el espacio de expresión de los barrios rales, relaciones comunitarias, iestas patronales y una identidad que
dándoles continuidad histórica, identidad y sentido de pertenencia, diferencia a los cholultecas de los habitantes de la ciudad de Puebla o
marcando la frontera con los otros, los dominadores, los extranjeros, de los que han llegado a residir a Cholula.
los turistas, los foráneos, los recién llegados, quienes quedan exclui- En el último tercio del siglo XX Bonil Batalla (1988, p. 252) ya abor-
dos de estas celebraciones a no ser como meros espectadores; y por daba la cuestión de la coexistencia entre lo moderno y lo tradicional en
ende, considera que el segundo aporte fue ver en el sistema de cargos Cholula, notando la importancia de la intensa vida ceremonial organi-
una institución de resistencia ante la globalización. zada por el sistema de cargos religiosos, y por otro lado la diversiica-
De manera general, en Cholula existen tres tipos de mayordomía se- ción de la economía en cuanto actividades industriales y mercado por
gún la función que realicen: 1) el mayordomo del santo patrón, a cargo su conexión con la ciudad de Puebla. El crecimiento de estas activida-
del templo y las festividades de su barrio; 2) los mayordomos menores, des comerciales y de servicios muestra algunas diferencias entre las

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dos Cholulas: por ejemplo, San Pedro es un centro importante para las nicación del gobierno morenovallista con los habitantes de Cholula
comunidades rurales de las faldas del volcán y su entorno se sigue uti- respecto a los objetivos, ejecución y inalidad de las obras de cons-
lizando mayormente para el cultivo de hortalizas, mientras que en San trucción y dignificación de la vía pública; por otro lado, la arbitrarie-
Andrés el cambio ha sido más drástico, ya que el uso agrícola del suelo dad de los procesos, la ausencia de un diálogo consensuado donde se
se ha abandonado aceleradamente para dar paso a la construcción de atendieran las preocupaciones y necesidades de los pobladores, y el
fraccionamientos (GÁMEZ et al., 2016, p. 82). uso de la fuerza pública para reprimir protestas en otras partes de la
La rápida transformación rural a un entorno urbano puede sinte- entidad poblana –como los enfrentamientos ocurridos por el cierre del
tizarse con estos factores: 1) la idea mal entendida de <<moderniza- Registro Civil en julio de 2014 en la junta auxiliar de San Bernardino
ción>> por parte de los gobernantes poblanos; 2) la falta de interés Chalchihuapan, municipio de Ocoyucan, donde la polémica “Ley Ba-
del gobierno estatal por el sector agrícola, provocando la reducción la”1 ocasionó la muerte del menor José Luis Tehuatle (SIN EMBARGO,
de estas tierras en pos de proyectos industrializadores; 3) la presión 2017)– empeoraron las ya de por sí desgastadas relaciones entre la so-
urbana de una ciudad en expansión; quizá más notoriamente en San ciedad y las autoridades municipales y estatales.
Andrés, pero también en San Pedro, esto ha generado una reformu- Son varias las problemáticas que surgieron o se acentuaron a partir
lación de la identidad de sus habitantes en un contexto de abandono de estas acciones e incluso se han adherido otras causas de poblacio-
del campo, diversiicación ocupacional y cambio en las expectativas nes aledañas en el transcurso de los años. Sin embargo, para ines del
laborales de la población más joven –sobre todo hacia la prestación presente trabajo, me centraré en los usos, re-usos y abusos que se han
de servicios–, inmigración y conlicto territorial (VELASCO, 2011, p. hecho de la historia, la memoria y el patrimonio cultural para dictar
114, 133). Las consecuencias en el paisaje se perciben a simple vista en dos agendas de trabajo a la vez públicas y contrapuestas para, por un
un reemplazo de áreas verdes y de cultivo por construcciones habita- lado, promover la identidad turística de la ciudad milenaria a manera
cionales o comerciales con materiales y estilos diversos, apertura de de marca, y por otro, salvaguardar una identidad cholulteca “auténti-
nuevas vialidades, pavimentación de antiguas veredas y ampliación de ca” con raigambre en la tradición. En ambos, es interesante ver las na-
la red de servicios de agua potable, luz, etc. rrativas que se hacen de Cholula a partir de elementos que han estado
largo tiempo en el imaginario del pueblo que se convierte en ciudad
Usos públicos de la memoria, la historia y el patrimonio cultural y que sigue siendo un centro de atracción importante para la gente
de la región, actualmente con una marcada tendencia a la proyección
Para pasar a la expresión de las dinámicas globales en escenarios lo- nacional e internacional.
cales, el caso aquí presentado es el de la transformación de Cholula du-
rante la gubernatura de Rafael Moreno Valle (2011-2017), a partir de su
declaratoria como “Pueblo Mágico” en el año 2012 (SECTUR, 2014) y más
especíicamente los cambios y la resistencia social a ello, consecuencia
de un proyecto turístico estatal que ha afectado directamente el área
1 Su nombre oicial es Ley para Proteger los Derechos Humanos y que Regula el
limítrofe entre los municipios de San Andrés y San Pedro, que al mismo Uso Legítimo de la Fuerza por parte de los Elementos de las Instituciones Poli-
ciales del Estado de Puebla. Aprobada por el Poder Legislativo el 19 de mayo de
tiempo es icónica y comprende la zona arqueológica y sus alrededores. 2014, prevé mecanismos para hacer prevalecer el “orden colectivo” facultando a
Las causas que han desatado las diversas manifestaciones de des- los cuerpos de seguridad pública el uso de armas no letales contra manifestan-
tes; Moreno Valle presentó la iniciativa para abrogarla el 22 de julio de ese año,
contento han sido, por una parte, la falta de transparencia y comu- arguyendo una “errónea percepción de la misma” (CAMACHO, 2016).

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La zona arqueológica se hallan cubiertas con vegetación y árboles. Nos encontramos pues,
A 85 años del inicio de la primera gran etapa de excavaciones ar- ante un lugar donde se articulan actividades civiles, religiosas y un
queológicas (1931-1956) que posteriormente diera paso al Proyecto creciente desarrollo comercial y turístico. El cambio de los usos de los
Cholula (1967-1971), abruptamente interrumpido hace 45 años, la aten- espacios a lo largo de los siglos fue transformando el paisaje de una
ción la ha acaparado la Gran Pirámide. El atractivo de semejante mues- ciudad que nunca sufrió un abandono total, por lo que conviven ejem-
tra de arquitectura monumental de la antigüedad, así como la persis- plos arquitectónicos de la época prehispánica, colonial y del México
tencia de numerosas festividades religiosas que generan un constante contemporáneo que continúan modiicándose de acuerdo a las necesi-
tránsito hacia el Santuario de los Remedios durante todo el año, hi- dades de infraestructura de la población actual.
cieron que para 1993 el Instituto Nacional de Antropología e Historia Muchas de las manifestaciones territoriales de Cholula tienen re-
(INAH) emitiera la Declaratoria Federal de Zona de Monumentos Ar- ferentes donde se mezclan elementos mesoamericanos, coloniales y
queológicos de Cholula, Puebla para su salvaguarda (CRUZ y ÁVILA, contemporáneos (GÁMEZ et al., 2016, p. 79). La zona arqueológica y
2006, p.190). El documento señala que la expedición del decreto se hizo en especíico el cerrito coronado por la iglesia, son un símbolo de refe-
considerando “que es de utilidad pública la investigación, protección, rencia para esta ciudad tanto por su carácter milenario, como sagrado.
conservación, restauración y recuperación de los monumentos y zonas Éstas y otras representaciones del paisaje natural y cultural –como los
de monumentos arqueológicos como parte integrante del patrimonio volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, o las iglesias– han sido utilizadas
cultural de la Nación” (DOF, 1993). para expresar la dimensión territorial en lugares u objetos cotidianos,
Para inales del siglo XX la Gran Pirámide y sus alrededores in- como la señalética vial, el transporte público, nombres de negocios y
mediatos no sólo seguían siendo un atractivo para los visitantes, y el escuelas y múltiples manifestaciones artísticas.
santuario que la corona un lugar importante de culto para los locales,
sino que además quedó legamente protegida por el INAH, organismo ¿Pueblo Mágico o Pueblo Trágico?
que se ha encargado del mantenimiento, conservación y administra- El Programa Pueblos Mágicos es una iniciativa del gobierno federal
ción de la zona arqueológica. Actualmente, cuenta con tres áreas ha- para impulsar las dinámicas económicas locales mediante la captación
bilitadas para su visita pública: 1) un recorrido de aproximadamente de un turismo cultural que valore los pueblos tradicionales que se lo-
280 m dentro del túnel al interior de la pirámide; 2) el área abierta de calizan fuera de los circuitos turísticos establecidos (SECTUR citado
la zona arqueológica donde se pueden apreciar estructuras expuestas en Valenzuela et al., 2012). Este concepto de la Secretaría de Turismo
–plataformas, estelas, altares– en los patios ceremoniales sur y ponien- (2014, p. 5) se deine como:
te de la pirámide; y 3) el Museo de Sitio, con tres salas de exposición
permanente que exhibe piezas de cerámica y otros ejemplos de cultura “Un pueblo que a través del tiempo y ante la modernidad, ha conservado,
material prehispánica. valorado y defendido, su herencia histórica, cultural y natural, y la maniiesta
Recordemos que en la cima de la Gran Pirámide se asienta el San- en diversas expresiones a través de su patrimonio tangible e intangible. Un
tuario de la Virgen de los Remedios, el cual tiene sus puertas abiertas Pueblo Mágico es una localidad que tiene atributos únicos, simbólicos, his-
todo el año con acceso libre y al que se accede por el costado poniente torias auténticas, hechos trascendentes, cotidianidad, que signiica una gran
mediante un camino ascendente de lajas dividido en rampa y escalo- oportunidad para el aprovechamiento turístico, atendiendo a las motivacio-
nes, bordeado con una reja perimetral que restringen el paso hacia nes y necesidades de los viajeros.”
el cerrito, es decir, hacia las partes no expuestas de la pirámide y que

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Además, aquellas localidades potenciales requieren una certiica- algunas temporadas se ofrecen recorridos en tranvía y en caballo; se
ción distintiva otorgada por el estado enfocada en la habilitación de in- ha dado limpieza y mantenimiento a los centros de San Pedro y San
fraestructura estandarizada básica de provisión de servicios turísticos, Andrés; ha habido grandes movimientos de remoción y reubicación
así como adecuaciones para cumplir ciertos lineamientos de “imagen de comerciantes y vendedores de la vía pública, mientras que a los que
urbana” para atender a un gran número de visitantes, bajo el supuesto se les permitió quedarse fueron homogeneizados –pintando sus trici-
de que el potencial económico del patrimonio cultural está siendo su- clos o casetas y cubriéndolos con sombrillas o toldos con la leyenda
butilizado o desaprovechado (VALENZUELA et al., 2013, p. 650). “Cholula Pueblo Mágico”– en un mecanismo sutil para disimular la po-
El 30 de octubre de 2012, durante la administración del gobernador breza. Como señalan Villalobos y sus colegas (2016, p. 186), mientras
del estado de Puebla Rafael Moreno Valle, se otorgó a Cholula la deno- que distintos medios difunden el programa de Pueblos Mágicos como
minación de Pueblo Mágico, incluyendo a San Pedro y San Andrés; el modelo para superar la pobreza y la desigualdad, la realidad es otra y
nombramiento implicaba una inversión de $58,610,000 pesos mexica- los habitantes se debaten entre el empobrecimiento, el desempleo, el
nos (USD$2,930,500) para su incorporación y permanencia en el selec- autoempleo y la migración ante la imposibilidad de competir.
to grupo (VILLALOBOS et al., 2016, p.185). De entrada, esto implicaba No es raro encontrar a Cholula como destino de esparcimiento y
rehabilitar la zona aledaña a la pirámide en una primera etapa de me- cultura en guías turísticas con el plus de ser uno de los Pueblos Má-
joramiento de la imagen urbana, con lo que se inició formalmente la gicos de México. Su cercanía con la ciudad de Puebla ha potenciado
implementación de una política cosmética para componer y adornar la aluencia de visitantes y la inscripción en este programa fue sólo el
la zona arqueológica y sus alrededores inmediatos en beneicio del tu- primer paso para incluirla en un circuito turístico más grande que se
rismo, es decir, manejándola como un recurso, pero sin contemplar su desarrolló durante la administración morenovallista y que se presen-
potencial cientíico o como bien social. tará a continuación.
Las políticas de estos programas suelen llevar a una cierta homoge-
neización de los destinos y a una revaloración potencialmente explo- Cholulandia
table o privatizable de los recursos naturales y culturales de pueblos Dado que México carece de espacios para que los organismos de
con historias de larga duración y de sus atributos étnicos, rurales, gobierno tomen en cuenta la participación social y sólo hay entidades
indígenas u originarios por organismos, gobiernos y empresas que sociales institucionalizadas para dar cobertura legal y justiicación a
operan bajo una lógica plusvalórica del capital (Adame s.f. citado en las políticas públicas, se deja campo abierto para que la autoridad ac-
ESCALANTE y CARROL, 2013, p. 254). Desde una perspectiva críti- túe impunemente en beneicio de intereses económicos de otros agen-
ca, lo “mágico” se logra a partir de la explotación e injusticia, pues se tes sociales, personales o de imagen política (MONTERO, 2015, p. 347).
juega con la ilusión de que con la transformación urbana se sanean ar- La transformación turística Cholula es sólo una pequeñísima parte de
quitectónicamente los espacios y se acaba con la marginación, lo cual un gran proyecto político de este tipo.
evidentemente no ocurre, pero se implementan estrategias para dar Poco antes del inal de la gestión de Rafael Moreno Valle, la perio-
esta impresión y construir la imagen y escenarios turísticos deseados dista Ámbar Barrera (2017) escribió: “Y aunque apenas está por hacer-
(Lagunas s.f. citado en ESCALANTE y CARROL, 2013, p. 253). se oicial, para el sexenio que termina ha quedado claro que Turismo y
Actualmente es notoria una mayor extensión de caminos de con- Cultura no sólo es la misma cosa, sino dos áreas que sirven al mismo
creto donde antaño había senderos de tierra; comercios y estaciona- propósito: la promoción espectacular de una ciudad y su gobernan-
mientos han reemplazado antiguos terrenos y campos de cultivo; en te.” Lo anterior, en su artículo referente a la política cultural que se

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implementó en Puebla del 2011 al 2017 donde predominó la opacidad San Pedro (GÁMEZ et al., 2016, p. 95-96).
y la desaparición del patrimonio cultural frente a obras espectacula- Ante el inminente decreto de expropiación y las inquietudes que esto
res de relumbrón, resume en cierto modo los resultados en materia de desató entre la población, el gobierno intentó comprar los terrenos al
cultura, sin olvidar además las controversias en que se vio envuelto el ridículo precio de $6.80 pesos mexicanos (USD$0.34) el metro cuadrado
ex-gobernador al inal de su periodo debido a la propaganda política (AGUIRRE et al., 2014, p. 19). En una acción oicial, el 26 de agosto de
en medios nacionales donde destapó sus intenciones de lanzarse como 2014, el ayuntamiento realizó la delimitación de los predios a expropiar
candidato a la presidencia del país para los comicios del 2018. mediante la colocación de malla ciclónica y letreros –librando el predio
Con el claro objetivo de detonar el turismo en la entidad, se empren- donde se ubica la casa de Leoncio Paisano, alcalde de San Andrés– los
dió bajo los distintos títulos de “Parque de las Siete Culturas”, “Parque cuales, después de una alerta a la comunidad hecha mediante un llama-
Intermunicipal”, u “Obras de mejoramiento urbano, deportivo, de es- do de campanas de la iglesia, fueron retirados por pobladores de San
parcimiento y sustitución de calle, banquetas y andadores en espacios Pedro y San Andrés Cholula y colocados de modo simbólico alrededor
públicos de Cholula”, una iniciativa –porque en sus inicios carecía de de la casa del síndico y unos más quemados frente a las presidencias
proyecto ejecutivo– para hacer de Cholula un atractivo destino con municipales en señal de protesta (AGUIRRE et al., 2014, p. 28-29).
una amplia oferta cultural y comercial, pero que desde la perspectiva Por su parte, en septiembre de 2014 un comité de trabajadores del
de un sector de la población no era sino una amenaza de privatización INAH Puebla solicitó el proyecto de obras a desarrollarse en Cholu-
de la zona arqueológica y la destrucción del patrimonio cultural, natu- la para realizar un dictamen académico-interdisciplinario sobre las
ral, tangible e intangible (CUAUTLE, 2016). Uno de los términos que se consecuencias y afectaciones que tendría sobre el patrimonio ediica-
utilizaron para describir las primeras acciones fue el de dignificación do y el espacio simbólico; para octubre del mismo año, la respuesta
de los espacios públicos, principalmente en la periferia del cerrito, lo del Consejo de Arqueología fue no aprobatoria (SUÁREZ et al., 2015).
cual fue controversial desde el inicio porque, como señalan Ramírez y De esa fecha en adelante se realizaron atropelladamente trabajos de
sus colegas (2016, p. 165), se trató de un discurso político de élite que despalme y nivelación de predios, así como algunas excavaciones pro-
relejaba una noción capitalista y privatizadora del espacio colectivo fundas con maquinaria pesada que se suspendían temporalmente por
que pretendía apropiarse de él por considerarlo “descuidado”, “des- presión ciudadana o por su denuncia en medios periodísticos. No fue
perdiciado” o “desaprovechado”. sino hasta abril de 2015 que, ante la exigencia al INAH de ejercer sus
Sin una presentación del proyecto para la población y sin la autori- funciones, se declara que sólo se habían autorizado “trabajos prelimi-
zación del INAH, pero con el respaldo de los presidentes municipales nares” en las obras de las calles 14 poniente y 5 norte, mientras que el
de San Pedro y San Andrés Cholula, José Juan Espinosa y Leoncio Pai- resto por carecer de proyecto se consideraban ilegales y consecuente-
sano, respectivamente, en 2014 se iniciaron las obras que muy pronto mente tuvieron una “suspensión provisional”, aunque en la práctica se
se vieron interrumpidas por diversos motivos y que han sido foco de siguieron realizando (SUÁREZ et al., 2015).
controversia en numerosas ocasiones. El conlicto que surgió puede Debe recordarse que el decreto de 1993 por el que Cholula fue de-
resumirse en una lucha por el control del territorio que para unos clarada zona de monumentos arqueológicos la incorporó al régimen
constituye “las tierras de la virgen” o el “lugar sagrado” (cerro-pirá- de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artís-
mide-santuario), mientras que para otros era un espacio susceptible ticos e Históricos. El cerrito se encuentra dentro de lo que el INAH
de ser declarado de “utilidad pública e interés social”, que implicaba la denominó Zona 1 y que en el Reglamento de Construcción (MUNDO
expropiación 21 hectáreas de cultivo, doce de San Andrés y nueve de NUESTRO, 2015) de dicha declaratoria deine que:

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espejos de agua, un foro al aire libre y jardines (MASTRETTA, 2014).
“En esta zona se restringe totalmente el uso del suelo y por tanto debe ser El parque se complementaba además con la apertura de un nue-
adquirida por la federación, Estado o Municipios e incorporada a la actual vo museo, para lo que se expropiaría el inmueble del antiguo Hospital
zona ceremonial. En el caso de las construcciones existentes, éstas podrán Psiquiátrico Nuestra Señora de Guadalupe que cerró sus puertas en
continuar en su uso pero no ampliarse, de tal manera que a largo plazo los septiembre de 2013 después de 103 años de operación y una ruta de
predios se puedan anexar al área ceremonial. En esta zona no se permite tren turístico desde la ciudad de Puebla con una inversión preliminar
ningún tipo de actividad que no sea el rigurosamente arqueológico y lo que de 300 millones de pesos (ASHWELL, 2014; MASTRETTA, 2014). De
en sí conlleva, es decir, restauración, exhibición, difusión, etc., así como la igual forma se denunciaron irregularidades legales en la apropiación
agricultura en los lotes que en la actualidad se encuentran destinados a tal del ediicio histórico, así como alteraciones en su isonomía arquitec-
in y los deportivos y de esparcimiento en los campos deportivos ubicados en tónica y destrucción de sus elementos poririanos en su proceso de
el entorno inmediato a la Gran Pirámide.” remodelación (CUAUTLE, 2016).
Ante la amenaza de despojo, la comunidad cholulteca empezó a
La desarticulación entre los órganos de gobierno, el INAH, la po- ejercer su derecho a la manifestación, buscando inútilmente entablar
blación de Cholula y los mismos encargados de las obras que por lo un diálogo con las autoridades. En vista de ello los movimientos civiles
general declaraban desconocer la agenda de lo que estaban realizan- “Ciudadanos unidos por Cholula Viva y Digna”, el “Círculo en defensa
do, muestra claramente los diferentes intereses respecto al proyecto del territorio” y el “Frente municipal cholulteca” de manera pacíica
turístico, así como la diversidad de interpretaciones y valoraciones del comenzaron a convocar asambleas informativas, actividades cultura-
patrimonio de distintos sectores de la sociedad. Cuando se excluye a la les y académicas, marchas, protestas públicas y foros ciudadanos para
comunidad y la toma de decisiones se hace de manera vertical desde or- manifestar sus inconformidades, exigir espacios para ser escuchados
ganismos oiciales y grupos de poder el resultado es una imposición y y defender su identidad, libertad de culto y derecho de posesión, uso,
un despojo, a veces violento, donde no se toma en cuenta a los ciudada- tránsito y reunión en los terrenos donde por años lo han hecho, como
nos, sino sólo a los intereses del capital (Conde, s.f. citado en Escalante lo registró Aguirre y su equipo (2014, p. 17-18 y 22): “Los cholultecas
y Carrol, 2013, p. 250-251). La premura y falta de claridad con que se somos un pueblo originario, no estamos en contra de la moderniza-
realizaron las primeras acciones generó un conlicto de tierra y terri- ción, solo queremos ser consultados y que nuestras verdaderas necesi-
torio, máxime cuando el proyecto apuntaba más a la construcción de dades se plasmen en cualquier proyecto.”
un parque temático que a la conservación de usos y costumbres de los Estos desencuentros ejempliican cómo las políticas folkloristas gu-
dueños de los terrenos y de los cholultecas (AGUIRRE et al., 2014, p. 20). bernamentales, bajo la etiqueta de “mágico”, generan una desarticula-
El portal de periodismo narrativo Mundo Nuestro (2015) por vía del ción del tejido social y comunitario suprimiendo el signiicado históri-
Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) accedió al proyecto co de un territorio considerado por siglos como “sagrado”, mediante
del parque cuyos planos procedían del Comité Administrador Poblano la esceniicación de algo para ellos muerto pero que en realidad sigue
para la Construcción de Espacios Educativos (CAPCEE); sus especii- vivo y actualizándose, teniendo como consecuencia un alejamiento y
caciones generales comprendían excavaciones, compactaciones, pavi- transformación de la identidad de los habitantes mientras se busca am-
mentados de concreto y asfalto, cableados y drenajes, estacionamien- pliar el sector de servicios comercializadores de la cultura (AGUIRRE
tos, reja perimetral, canchas deportivas, ciclopista, áreas de picnic y et al., 2014, p. 26-27).
andadores. También se decía que entre los espacios recreativos habría

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Lucha por Cholula mún de la defensa del territorio sagrado, San Andrés y San Pedro deja-
Como se mencionó anteriormente, ante tal escenario los movimien- ron de lado sus diferencias centenarias para subir juntos por la Virgen
tos de protesta no se hicieron esperar. A principios de agosto de 2014, y bajarla a los terrenos en disputa en una fecha distinta a sus festivida-
algunos habitantes se organizaron y convocaron por medio de Face- des (AGUIRRE et al., 2014, p. 23-24). Las bajadas extraordinarias de la
book, volanteo y voz a voz a participar en el “Círculo en defensa del te- Virgen se han registrado históricamente sólo por causas graves, por
rritorio” el día 24 de ese mes, una acción pacíica que consistía en crear ejemplo, en el barrio de Santiago Xicotenco la celebración se remon-
una cadena humana alrededor de la pirámide en señal de protesta a las ta a una procesión a inicios del siglo XX cuando la población rogó la
obras constructivas del proyecto turístico y exigiendo información al protección de la virgen ante una epidemia de gripe española, gracias
respecto; se sugirió vestir de color blanco y llevar pancartas que ex- a la cual según se dice, no sufrieron efectos devastadores (BERNARD
presaran el descontento social, llevar lores o instrumentos musicales, y SEGUÍ, 2011, p. 146); también se rememoraba una procesión de este
pues entre las manifestaciones hubo cantos y oraciones; participaron tipo hace más de 100 años cuando se había pedido el amparo de la Vir-
alrededor de 2000 personas y bajo el lema de “Nos mueve el amor y gen ante una sequía (RAMÍREZ et al., 2016, p. 121).
no el miedo” se consolidaron las primeras acciones de defensa donde En lemas como el del ayuntamiento de San Andrés Cholula “Mo-
concurrieron pobladores, propietarios, artistas, avecindados, entre dernidad con identidad”, ¿quién deine los términos? La idea de <<mo-
otros (AGUIRRE et al., 2014, p.22; RAMÍREZ et al. 2016, p. 117). Dos dernidad>> se ve traducida en concreto, plazas comerciales, parque
días después los trabajadores del municipio delimitaban y exigían el temático y hasta un tren turístico, mientras que la <<identidad>> que-
desalojo de los predios para su expropiación. da más bien caricaturizada con la incorporación de algunos diseños
Con el antecedente pacíico y solidario del Círculo en defensa, pos- prehispánicos y coloniales en la señalética urbana y las cada vez menos
teriormente se convocó a organizaciones civiles, religiosas, tradicio- denominaciones en idioma náhuatl de algunos sitios públicos. Los dis-
nales, colectivos, líderes de opinión e intelectuales a participar en la cursos opositores a las lagrantes violaciones legales y a esta banali-
denominada “procesión de rogación”, acto ritual que, presidido por la zación de la cultura local se han servido del rescate y reapropiación
Virgen de los Remedios y los santos patronos de los barrios, buscaba de elementos prehispánicos, históricos, religiosos y alusiones a la me-
reairmar la apropiación del territorio bajo la protección de estos seres moria colectiva –a veces de manera romántica– para legitimar la lucha
sagrados; además de expresar las inconformidades ante las iniciativas desde la estructura social comunitaria por una visión muy distinta de
estatales y municipales, lo signiicativo de esta manifestación social la <<identidad>> y por una revisión crítica de la <<modernización>> y
era que se realizaría bajo la tutela de la Virgen de los Remedios con el el <<progreso>>.
in de proteger con su bendición los terrenos en disputa (RAMÍREZ Para ejemplo, como señalan Ramírez y sus colegas (2016, p. 122) en
et al., 2016, p. 117-118). Cabe recordar que otro de los aspectos que se su estudio de la “procesión de rogación”, este movimiento colectivo
criticaba del proyecto turístico era que las modiicaciones en el cerri- puso de maniiesto la fuerza y capacidad de convocatoria de la estruc-
to alterarían el paisaje patrimonial diicultando la movilidad y libre tura barrial, los vínculos existentes entre la población y los santos
tránsito de las 46 bajadas de la Virgen que realizan durante el año los como defensores de la tierra, así como la importancia del cerrito-san-
pobladores de San Pedro y San Andrés Cholula (CUAUTLE, 2016). tuario al ser constantemente visitado por las diferentes imágenes reli-
La “procesión de rogación” tuvo un carácter altamente simbólico, giosas, y servir como marco de procesiones, ritos y iestas populares y
pues reunió tanto a habitantes de Cholula como a gente de fuera que paso de ieles, es decir, un lugar sagrado que de acuerdo a la tradición
apoyaba la causa, en un acto memorable donde a raíz del interés co- oral, es resguardado por una gran serpiente que custodia los “teso-

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ros de la Virgen” contenidos en las profundidades del cerrito. La ruta to encarcelamiento en marzo de 2015, los Xicale, pese a estar sujetos al
procesional tocó varios puntos signiicativos del sistema territorial: las mismo proceso judicial y haber ganado la revisión del amparo, fueron
parroquias de las Cholulas, pasó por las presidencias municipales y mantenidos en prisión debido a la notiicación del Ministerio Público
por el ediicio del antiguo hospital psiquiátrico, la zona arqueológi- de una nueva orden de aprehensión bajo los mismos hechos y acusacio-
ca, avenidas principales y los terrenos en riesgo de expropiación (RA- nes; después de más de un año, fueron absueltos de siete de los nueve
MÍREZ et al., 2016, p. 133-134). cargos que les incaron –manteniéndolos en proceso por los supuestos
delitos de motín y daño en propiedad ajena a la presidencia municipal–
Represalias y inalmente liberados bajo caución la noche del 30 de noviembre de
Las protestas por las obras del proyecto turístico se hicieron pú- 2015 en medio de una algarabía de los pobladores de Cholula (HER-
blicas a través de marchas, manifestaciones en las plazas públicas y NÁNDEZ, 2015).
acciones pacíicas que invitaban a la reapropiación de los espacios con-
vocando mediante redes sociales, posters y volantes a asambleas infor- La cultura como espectáculo
mativas y foros ciudadanos en diversas sedes en Cholula, siempre con El clima agitado de los últimos dos años, aunque de manera atrope-
la intención de entablar un diálogo con las autoridades y revisar tanto llada y con interrupciones temporales, no impidió las obras del llama-
el proyecto turístico como las consecuencias inmediatas de las obras do “Parque Intermunicipal” o “Parque de las 7 culturas”, también lla-
que se hallaban en curso. Sin embargo, el 6 de octubre de 2014 las cosas madas “Obras de mejoramiento urbano, deportivo, de esparcimiento
cambiaron de tono y se impuso la fuerza para acallar estas demandas. y sustitución de calles banquetas y andadores en espacios públicos de
Ante la toma simbólica y pacíica de la presidencia municipal de San Cholula” que no sólo modiicaron el paisaje inmediato del cerrito, sino
Andrés Cholula, varios activistas instalaron un plantón en la expla- que mostraron que esto no acabaría con la administración saliente y
nada de las instalaciones en señal de protesta, pero en el transcurso en cambio las obras continuarían al oeste de la pirámide, ahora hacia
de la madrugada fueron desalojados de manera violenta por fuerzas San Pedro Cholula.
policiacas municipales y estatales, deteniendo en el acto a cuatro per- El 17 de enero de 2017 el movimiento “Cholula Viva y Digna” denun-
sonas –Adán Xicale, abogado que había asesorado a varios propieta- ció al edil José Juan Espinosa, mediante un documento entregado a la
rios de los predios en disputa para ampararse ante la expropiación, presidencia municipal de San Pedro Cholula, el incumplimiento de los
su hijo Paul Xicale y los hermanos Primo y Albino Tlachi–, además de acuerdos a los que habían llegado el ayuntamiento, la ciudadanía y el
emitir 10 órdenes de aprehensión en contra de integrantes del movi- movimiento social respecto a las obras en la zona del Parque Soria, el
miento de defensa que tuvieron que ocultarse o dejar sus hogares en Recinto Ferial Xelhua y calles aledañas, ahora del lado de San Pedro.
Cholula para evitar su encarcelamiento (AGUIRRE et al., 2014, p.33; El documento reprocha el adoquinamiento de calles alrededor de la pi-
ASHWELL, 2015). Lo anterior agudizó las ya de por sí tensas relacio- rámide y de los campos de lor donde sólo se dejó un carril de trote sin
nes entre la población y las autoridades locales, además de que alertó pavimentar; la tala de árboles y áreas verdes; el uso de concreto para
a los activistas y a la gente en general sobre las medidas de represión dichas obras y no de basaltex como se había acordado, impidiendo la
y persecución que amenazaban este tipo de manifestaciones y que ya permeabilidad de los suelos, endureciendo la isonomía del paisaje y
se habían visto en otras partes del estado de Puebla, por lo que Rafael afectando el medio ambiente; inalmente, la remoción de los artesanos
Moreno Valle se había ganado el mote de “Gober Bala”. para la realización de obras constructivas (MASTRETTA, 2017).
Aunque los hermanos Tlachi fueron absueltos y liberados del injus- Días después, el 23 de enero, a una semana del término de su guber-

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natura, Rafael Moreno Valle inauguró dos de las mayores atracciones minutos y un costo de $390 pesos mexicanos (USD$19.5) por persona.
del proyecto: el tren turístico y el Museo Regional de Cholula. El acto Por si fuera poco, este año durante la Feria de Puebla, celebrada del 16
contó con la presencia del presidente de la República Mexicana, Enri- de abril al 10 de mayo, se ofreció una “promoción de temporada” que
que Peña Nieto, y transcurrió en aparente calma, pues días antes se incluía por el mismo precio el boleto a la experiencia nocturna, la en-
realizó un fuerte despliegue policiaco y blindaje de vialidades por par- trada a la feria, un acceso VIP Illusion y una cerveza o refresco.
te del Estado Mayor Presidencial para evitar la irrupción de cualquier Entre los nuevos usos que ha tenido la periferia remodelada del ce-
protesta (LLAVEN, 2017). Los mandatarios inauguraron el tren turísti- rrito han destacado los conciertos musicales. Del lado de San Pedro, al
co con un recorrido que tuvo como destino Cholula; sin embargo, al día oeste de la pirámide, en el recién remodelado Parque Soria, se llevaron
siguiente en las puertas de la estación había letreros que indicaban “No a cabo durante los días 1, 2 y 30 de abril diversas presentaciones gra-
hay horarios ni tarifas deinidas”; posteriormente, se anunció que el tuitas como parte del Festival Internacional Jazzatlán 2 (CARRIOZA,
tren tendría un periodo de gratuidad hasta el mes de marzo y la reserva 2017), que en ediciones anteriores se celebraba en la Plaza de la Con-
de los pases de abordaje tendría que hacerse a través de su sitio web. cordia, el zócalo de San Pedro. En el extremo opuesto, del lado de San
De igual forma, Peña Nieto y Moreno Valle encabezaron la inaugura- Andrés, en la explanada de concreto al este del nuevo museo, ahora
ción del Museo Regional de Cholula, ubicado en el ediicio del antiguo denominada Foro Museo Regional, se montó un escenario donde el
Hospital Psiquiátrico Nuestra Señora de Guadalupe. Sus ocho salas de pasado 6 y 7 de mayo se realizaron un par de presentaciones artísticas
exposiciones permanentes y temporales albergan piezas arqueológi- gratuitas –una de ellas el espectáculo DJ Prehispánica Electrónica–
cas, pictóricas y artesanías tradicionales de colecciones privadas y de como parte de la sexta edición del Festival Internacional 5 de Mayo,
otros museos, tanto de Cholula y Puebla como de otras procedencias que este 2017 llevó el título de “Encuentro de las siete regiones del
(PÉREZ, P., 2017). Además del área museográica, el recinto cuenta con Estado”3 (PÉREZ, C., 2017). En el evento protocolario de inauguración
jardines, una sala multiusos y espacios aparentemente destinados a en la ciudad de Puebla, el actual gobernador del estado José Antonio
ines comerciales. Este recinto es independiente del Museo de Sitio del Gali4, declaró que: “en cada Festival 5 de Mayo, se invitaba a un estado
INAH que forma parte del recorrido de la zona arqueológica y que está a que participara, es muy bonito pero primero está Puebla, primero es
cruzando la calle. Cabe mencionar que la remodelación y el acondicio- nuestra gente, nuestras siete regiones, nuestras siete etnias, los cam-
namiento para su nueva función no contempló muestras de memoria pesinos, los artistas de Puebla; ellos tienen que estar en primer lugar”
gráica o escrita in situ del antiguo uso del ediicio, ejemplo claro en (PÉREZ, C., 2017). Este y otros eventos en distintas sedes tuvieron lu-
este nuevo “lugar de memoria” como lo es un museo, de lo que sí se
debe y lo que no se debe recordar.
Para cerrar su gestión el último día de su gobierno, Rafael Moreno
2 El FIJ contó con el apoyo de la Secretaría de Cultura, el Fondo Nacional para la
Valle realizó un evento privado la noche del 31 de enero donde inau- Cultura y las Artes y el Municipio de San Pedro Cholula (LADO B, 2017).
3 Sierra Nororiental, Mixteca, Valle de Tehuacán y Sierra Negra, Ciudad Serdán,
guró la atracción terminal de Cholula: el videomapping en la zona ar- Huauchinango y Angelópolis (PÉREZ, C., 2017).
queológica, que ahora se vende como “Experiencia Nocturna Cholula”. 4 Relevo panista de Rafael Moreno Valle, fue Secretario de Infraestructura del
Gobierno del Estado de Puebla (2011-2013), puesto que dejó para buscar la
El espectáculo se realiza los viernes y sábados a las 20:00 horas en el presidencia municipal de la Ciudad de Puebla (2014-2016); posteriormente, ganó
las elecciones del 5 de junio de 2016 a la gubernatura del estado con el respaldo
Patio de los Altares, que es parte del área abierta de la zona arqueoló- de la coalición “Sigamos Adelante” conformada por los partidos PAN, PT,
gica; consiste en proyecciones de luz y sonido donde se narra la histo- Nueva Alianza, Pacto Social de Integración y Compromiso por Puebla; tendrá
una gestión de un año y ocho meses con el propósito de empatar las elecciones
ria de la ciudad milenaria; tiene una duración de aproximadamente 20 estatales con las federales del 2018 (REDACCIÓN, 2017; REDPOLÍTICA, 2017).

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gar del 5 al 21 de mayo en el marco de un festival que después de varios agendas gubernamentales. Así mismo, secunda la cuestión de cuál es
cambios y sustituciones de nombres, en 2012 se denominó “Festival 5 la lógica retrospectiva de la conservación, siendo que el patrimonio
de Mayo” con motivo de la conmemoración del 150° aniversario de la continúa formándose consciente o inconscientemente con la participa-
Batalla de Puebla, ocurrida el 5 de mayo de 18625. ción de la sociedad todos los días.
Este tipo de conlictos sociales da continuidad al debate sobre qué
Discusión es el patrimonio cultural, quién lo reconoce, para qué se estudia y por
qué genera tanta controversia, por un lado su comercialización, y por
Entre los visitantes asiduos provenientes de la ciudad de Puebla, o otro los intentos de conservación; pone de maniiesto la necesidad de
entre gente que regresa a Cholula después de algunos años, es común mediar quién vive el patrimonio. En este sentido, también es inevita-
escuchar frases como “Ya arreglaron”, “Quedó bonito”, y ver mues- ble voltear a ver a los organismos encargados de la salvaguarda de
tras de curiosidad y entusiasmo por la apertura del nuevo museo y el los sitios y monumentos históricos nacionales, en este caso el Institu-
funcionamiento del tren turístico, lo que efectivamente, como local o to Nacional de Antropología e Historia, y deliberar sobre qué tanta
avecindado, se percibe a simple vista en una mayor aluencia de visi- capacidad jurídica y política tiene verdaderamente frente a proyectos
tantes, sobre todo los ines de semana, y en la multiplicación de ofertas nacidos de políticas neoliberales con carácter consumista e individua-
comerciales para satisfacer la demanda de servicios –alimentos, hos- lista que subestiman o ignoran por completo los procesos de consenso
pedaje, compras en general– a la que empuja la experiencia turística. social y la inclusión y beneicio de la población residente.
Desde una ojeada supericial, el proyecto ha ido cumpliendo con la en- Pese a todo, la situación ha servido para evidenciar la gran capaci-
trega de las nuevas atracciones con las que ahora se promueve Cholula dad de organización de los cholultecas para coordinar distintos actos
como destino turístico; sin embargo, impera el desconocimiento de las de protesta, algunos aprovechando la estructura barrial para la con-
implicaciones y consecuencias sociales que este desarrollo de infraes- vocatoria y creando alianzas con los avecindados, donde nuevamen-
tructura tuvo y sigue teniendo para sus habitantes. te el cerrito resulta el eje articulador de diferentes grupos –vecinos,
Una de las consignas más perdurable que surgió con el movimiento migrantes, académicos, colectivos– con una identidad comunitaria
de protesta por las obras es “Cholula no se vende, se ama y se deiende”, dotada con un carácter instrumental para liderar una lucha política
frase que encierra muy bien el conlicto de intereses generado a partir en defensa de un territorio al que están adscritos por sentimientos de
de la mercantilización del territorio y del patrimonio cultural, lo cual pertenencia. De parte de muchos habitantes existe un interés auténtico
obliga a dar un paso atrás para relexionar cuáles son las dimensiones por el pasado prehispánico, el legado histórico y por la vida ritual que
de valor patrimonial –cientíico, económico, estético, social– que están sigue siendo de suma importancia en la ciudad como una práctica de
en juego para diferentes sectores de la población, la academia y las apropiación simbólica del territorio.

5 En el sitio web del festival se airma que “dentro del imaginario colectivo de los
habitantes del Estado de Puebla, hablar del 5 de mayo es hacer un llamado a la
IDENTIDAD LOCAL que ha traspasado fronteras y que se ha convertido en
SÍMBOLO DE LA MEXICANIDAD en otras latitudes.” (CINCODEMAYOPUEB-
LA, 2017) (énfasis en el original). Sin duda, tanto la fecha 5 de mayo como la
Batalla de Puebla, podrían ser objeto de otro trabajo en esta línea de los usos
públicos de la historia.

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Universidad Autónoma de Puebla, 2016.
3.
Arrojo: fútbol, memoria y monumento

Juan Camilo Riobó Rodríguez

A Valeria y sus chunchos.

113
3. Juan Camilo Riobó Rodríguez. “‘El Arrojo’ y familia”. 2016.
Fotografía cortesía del autor.
EL SÁBADO 12 DE MAYO de 2012, el delantero colombiano Hernán so del equipo ese mismo año; después del pitazo inal, los hinchas se
Darío Burbano, marcaría tal vez las dos anotaciones más importantes agolparon en el estadio esmeralda del “Nou Camp”, abarrotando las
de su trayectoria deportiva. Ante casi unos treinta y dos mil espectado- principales arterias de la ciudad de León, como el boulevard Adolfo
res, Burbano vencería la portería de los Correcaminos de Tamaulipas, López Mateos, el centro histórico y el Palacio Municipal, donde hin-
en una inal trepidante que terminaría dándole el ascenso a los “panzas chas sin importar su sexo, clase social o pertenencia religiosa se su-
verdes”,1 el Club León (DEPORTES TERRA, 2012). Tuvieron que pasar maban al festejo del título de ascenso. Los cánticos y gritos de vivan
diez años, para que la escuadra felina pudiera volver a la máxima ca- los “panzas verdes”, los rugidos del león y la música del cantautor local
tegoría del fútbol mexicano, después del angustioso descenso del 21 José Alfredo Jiménez, acompañaban la singular caravana de los nue-
de abril de 2002, cuando el Puebla y el Necaxa sellarían la suerte de un vos inquilinos de la máxima categoría del fútbol en México (PERIÓDI-
Club abandonado por sus dirigentes (MEDIOTIEMPO, 2012). CO DEL SUR, 2012).
Fueron diez años en segunda, “la iera” lo intentó, pero los resulta- Este acontecimiento, signiicaría no solo el resurgimiento de un
dos inales no acompañaron al equipo, perdiendo su oportunidad de equipo de fútbol a una categoría profesional, iniciaba una etapa de
ascenso contra los Dorados de Sinaloa en 2004, los Indios de Juárez en identiicación y consolidación de una identidad y memoria regional
2008 y la más dolorosa, jugando el clásico del Bajío ante los “Freseros” alentada por Matosas y sus dirigidos, demostrando la incidencia so-
de Irapuato en 2003 (CRONICA, 2003). Parecía que la suerte estaba cial y cultural de un espectáculo deportivo, en una ciudad como León,
echada para el equipo leonés, representante de una región animada reconocida por su industria zapatera y el comercio de cuero, donde la
por el fútbol y enaltecida por la obtención de cinco títulos profesiona- expansión industrial y el reconocimiento como potencia económica en
les antes del debacle del 2002 (1947-1948, 1948-1949, 1951-1952, 1955- el país, había conigurado una idea de productividad y desarrollo para
1956 y 1991-1992) (EXELCISOR, 2002). Ennegrecido por los malos re- esta zona (NAVARRO, 2014, p.119-123). No solo se trataría del ascenso,
sultados, el equipo entró en una etapa negativa de 10 años, debido a las el equipo lograría aianzar una sólida base de jugadores, cuerpo téc-
pésimas campañas deportivas y el distanciamiento de la aición con el nico y directivos, que se encargarían de entregar el bicampeonato a la
equipo y los dirigentes. hinchada, con sus triunfos en el 2013 y 2014, venciendo respectivamen-
Para el año 2012, el Club repuntaría. A los cambios inancieros, ad- te al capitalino América y el hidalguense Pachuca.
ministrativos y deportivos, se suma la llegada del estratega uruguayo Al respecto el célebre técnico Gustavo Matosas, artíice del ascenso
Gustavo Matosas, quien respaldado por los buenos resultados en cada y el bicampeonato, airmaría:
partido, animaría a los hinchas, que atraídos con el nombre de juga-
dores como los mexicanos Carlos “Gullit” Peña y Nacho Gonzalez, el “Esta aición es maravillosa, ama a su equipo, ama a sus colores, ama lo que
uruguayo Sebastián Maz, el brasileño Eder Pacheco y el colombiano representa el equipo en la ciudad. Es una aición que se entrega, es una ai-
Burbano, asistían semanalmente al renacer del fútbol profesional gua- ción maravillosa, no la compararía con nadie porque es única y exclusiva […]
najuatense (RADIO FÓRMULA, 2012). El clímax llegaría con el ascen- el amor por los colores, la identidad que tiene el equipo con la ciudad, lleva
el mismo nombre la ciudad, León […] la identidad que tiene la gente con el
equipo, la lucha, el trabajo, el dicho que hay en la ciudad de que “el trabajo

1 Se aclara que la denominación de “panzas verdes”, “felinos”, “esmeraldas” y todo lo puede, y bueno, el León, con trabajo, todo lo puede también” (PADI-
“la iera”, hacen parte de los nombres con que se reconoce el Club León en el LLA, 2014, p. 5)
argot futbolístico mexicano. Igualmente, se señala que los hinchas del equipo se
designaran con los siguientes sinónimos: fanáticos, hinchada y aicionados.

116 117
De esta historia de esplendor y reconocimiento deportivo, un acon- El análisis se realiza a partir de una observación de campo, obte-
tecimiento llama la atención de los aicionados al onceno y habitantes niendo un registro fotográico del monumento y las zonas aledañas.
de la ciudad, la instalación de una igura en metal que representa la Estas visitas fueron efectuadas en la cotidianidad de la ciudad y se in-
atajada de un portero. Se trata de la escultura “Arrojo” inaugurada el tercalaron con la asistencia a partidos de fútbol de Copa y Liga, re-
12 de febrero de 2015, por las autoridades locales, miembros honora- copilando testimonios gráicos de los aicionados locales y visitantes.
rios del equipo y jugadores del plantel. El objetivo de la estatua era la Además se realizó una búsqueda hemerográica en la red, para com-
realización de una instalación que sirviera para recordar la historia y plementar el material de estudio. Las referencias teóricas utilizadas
el pasado glorioso del equipo, resaltando los títulos y artíices de los para la interpretación, se organizan de la siguiente manera: para re-
logros deportivos. La presencia de este monumento al frente del esta- construir el panorama histórico del fútbol en el Bajío y los inicios del
dio “Nou Camp”, supuso un interesante elemento de análisis, desde la profesionalismo del Club León, nos remitimos a los aportes del histo-
popularización del fútbol en la ciudad y la región del Bajío, la escultu- riador César Federico Macías (2009). Del mismo modo, para la proble-
ra concreta la emergencia de un espacio memorial, en una dimensión matización de la memoria dentro del espacio público y el monumento,
representativa de la identidad regional para los seguidores “esmeral- nos apoyamos en los trabajos de Susana Torre (2006) y Anthony D.
das”. “Arrojo” sienta un precedente particular en el fútbol mexicano, Smith (1998). En cuanto al signiicado de memoria, las vetas teóricas
permitiéndonos analizar las implicaciones de la memoria y los usos en de Pierre Nora (1984) y Maurice Halbwachs (2004), son cardinales en
el espacio público; la proyección de un pasado colectivo y emotivo en la lectura propuesta. Finalmente, el concepto de identidad regional,
común, asociado a la identidad de los aicionados y su experiencia del es construido tomando las contribuciones teóricas de Manuel Castells
tiempo histórico. (2001), identiicando los elementos culturales y los factores de expe-
Este texto pretende analizar el “Arrojo” y la operación memorial riencia de pertenencia en los fanáticos.
que representa su creación, la hipótesis que se procura dilucidar es El texto se organiza en cuatro ejes temáticos que orientan la in-
cómo este tipo de monumentos en espacios públicos se han erigido con terpretación del objeto de estudio: en primer lugar, una descripción
un propósito de transmitir un mensaje social; la idea de una memoria histórica y regional de la ciudad de León y el Bajío guanajuatense, su-
colectiva que se articula con un código de identidad del ser trabaja- mado a la reconstrucción de la historia del fútbol en esta región en su
dor. En este caso, el monumento como lugar de memoria se conecta la etapa amateur hasta el profesionalismo; después se elabora una his-
escultura y el estadio “Nou Camp” de manera paralela -uno no exis- toria mínima de “la iera”, enfatizando en su importancia deportiva a
te sin el otro-, teniendo la función de propagar esta identidad con los nivel regional. En un segundo momento, se realiza una descripción del
símbolos locales, concertando un medio de información anclado por monumento, señalando la historia de la instalación y las autoridades
el recuerdo del pasado victorioso y sus expresiones de sociabilidad en que facilitaron su ediicación, recogiendo en la prensa algunas impre-
las identidades regionales; tematizadas por la permanencia, los cata- siones sobre el montaje del “Arrojo”. En tercer lugar, se desarrolla la
lizadores culturales y la supresión de la fragmentación social. Su fun- argumentación de la escultura como monumento, integrando las con-
cionalidad se vuelve externa con el rito del partido de fútbol, donde sideraciones teóricas de los especialistas, demostrando el papel de la
las simbologías aloran dentro y fuera del espacio memorial, pero se memoria y la identidad. Por último, se efectúa el análisis del monumen-
interiorizan en la cotidianidad, cuando los aicionados se valen del re- to, recurriendo a los conceptos centrales del estudio, interpretando los
cuerdo y los testimonios para su signiicación, instancia en la cual el componentes memoriales del “Arrojo” como su campo de signiicación
mensaje del monumento impacta con mayor resonancia. y la reproducción de un mensaje social.

118 119
A inicios del siglo XIX, el cura Miguel Hidalgo proclama en Dolo-
Identificando el territorio: el Bajío guanajuatense y la ciudad res, Guanajuato, el grito de Independencia, provocando que la región
de León fuera declarada en 1824 un estado soberano y libre. Su reconocimiento
como estado, coniguró un nuevo panorama organizativo, en la que las
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, minas se constituyeron como sostén económico de la región. Luego de
2015), el estado de Guanajuato ubicado en la zona centro de México, afrontar la invasión norteamericana hasta 1848 y recibir en calidad de
cuya capital es la ciudad de Guanajuato, tiene una población total de perseguido al presidente Benito Juárez entre 1858 y 1860, Guanajuato
5.853.677 habitantes, según la densidad poblacional estas son sus prin- se consolidó como estado, su destacada arquitectura y su potencial co-
cipales ciudades: León (1.578.626), Irapuato (574.344) y Celaya (494.304). mercial, la llevaron a destacarse económicamente frente a los estados
El estado se reconoce como uno de los principales aportantes del PIB en vecinos (MARTÍNEZ, 2003).
el país, empleando un total de 1.067.292 personas, su eje económico se Para la primera mitad del siglo XX, en algunas ciudades del esta-
centra en el comercio de calzado y la industria mecánica (INEGI, 2015). do, se llevó a cabo uno de los movimientos religiosos más importantes
Geográicamente el estado forma parte de las provincias sierra Ma- en México, la denominada “Guerra Cristera”, movimiento armado de
dre Oriental y Mesa del Centro (INEGI, 2015). Guanajuato tiene por milicias religiosas, que se enfrentaron a las políticas seculares de la
frontera los estados de Jalisco, Zacatecas, San Luís Potosí, Querétaro Constitución mexicana de 1917 y las Leyes de Reforma, que limitaban
y Michoacán. Cuando en la zona un lugar tiene por condición 1.800 me- la participación política del clero y restringían la propiedad privada de
tros de altura sobre el nivel del mar, se le coniere el nombre de Bajío, la Iglesia. El movimiento impactaría la región, a consecuencia de su
aunque cabe aclarar que no todo el estado es considerado Bajío, pues carácter conservador, desaiando al Ejército mexicano y oponiéndose
se reiere a una condición física. Reconociendo este aspecto geográi- por vías de hecho al garante de la Constitución de 1917, el presidente
co (INEGI, 2015), se denominará históricamente Bajío guanajuatense Plutarco Elías Calle (BUTLER, 2013, p. 11-29)
(MACÍAS, 2012, p.143-146), a las ciudades de León, Irapuato, Salaman- Con relación a la historia moderna de Guanajuato, se reconoce la
ca, Celaya y Silao dentro del estado de Guanajuato, lugares que identi- importancia de la construcción del ferrocarril, el mejoramiento en la
icamos como puntos neurálgicos para entender las implicaciones de la infraestructura vial, el crecimiento industrial y el impulso turístico
memoria en los aicionados del Club León. en ciudades como Guanajuato capital y San Miguel de Allende (MA-
Históricamente el estado de Guanajuato fue colonizado en 1552, CÍAS, 2011, p. 15-70). Estos factores han potenciado el estado como
por el poder Virreinal español, la región estaba poblada por indios foco económico y cultural, festivales artísticos como el Cervantino que
chichimecas y purépechas. El atractivo de Guanajuato se concentraba se celebra anualmente desde 1972, han animado su reconcomiendo a
en la riqueza de minerales que hacían parte de su constitución física, nivel local e internacional, sumado a su arquitectura y la emergencia
los españoles iniciaron la explotación de minas principalmente de pla- cultural en películas, documentales, exposiciones fotográicas y festi-
ta, estableciendo un organigrama político y de control social. A par- vales cinematográicos como el Aurora dedicado a películas de serie B
tir del auge de la minería, se construyen importantes ediicios civiles y suspenso.
y religiosos, caracterizando el territorio como una fuente de riqueza Por su parte León, casa del combinado esmeralda y la escultura
comercial, preferencial para las actividades eclesiásticas y un centro “Arrojo”, es la ciudad más grande en extensión territorial y número de
económico para los conquistadores (ENCICLOPEDIA DE LAS DELE- habitantes del estado de Guanajuato, con una población por encima del
GACIONES Y MUNICIPIOS DE MÉXICO). millón de habitantes, a pesar de no ser capital estatal, su comercio e

120 121
industria la convierten en fuente de empleo, convirtiéndose en la máxi- de los “panzas verdes”, esto con el in de señalar los acontecimientos
ma referencia del Bajío a nivel comercial y económico (INEGI, 2015). que dieron cabida a la profesionalización del Club y, su transformación
La ciudad se fundó en 1576 por el poder virreinal (NAVARRO, 2014), en elemento de identidad para los habitantes de la ciudad de León en
iniciándose la formación de los primeros pueblos y posteriormente ba- un primer momento, después, como referente del fútbol para la región
rrios. Se caracterizó por ser epicentro de congregaciones religiosas del Bajío guanajuatense. En esta lectura, es importante destacar el pa-
y la gran inluencia de prelados y sacerdotes en la vida pública de la pel de diferentes fenómenos que motivaron la emergencia de equipos
ciudad. Durante los años de la independencia León fue impulsada por como el León, bajo un panorama social que inluenciaría el desarrollo
las ideas insurgentes de destacados líderes militares y políticos, sus futbolístico amateur en la zona.
plazas se convirtieron en escenarios de denuncias y acalorados deba- Para César Federico Macías (2009, p. 1-14), el fútbol como práctica
tes, dando origen a tensiones políticas con el poder eclesiástico. Hacia deportiva no fue prioridad para los habitantes del Bajío hasta la pri-
1869 toma fuerza el carácter conservador de la ciudad, con el triunfo mera mitad del siglo XX, pues su atracción se consagraba al beisbol
del general Miguel Miramón, alentando la opinión pública y la pobla- y la asistencia a los diamantes que pululaban por los terrenos baldíos
ción del Municipio. Para inales del siglo XIX, la ciudad inicia un proce- de las ciudades en formación. El deporte de la “pelota caliente”, hizo
so de modernización, inaugurando plantas eléctricas y el ferrocarril, suceso en los guanajuatenses, que agolparon los estadios en compañía
dando paso a la industria telefónica, textil, entre otras; igualmente, se de sus familias y alentaban los enfrentamientos entre los vecinos de
construye el Teatro Doblado y se exhiben las primeras piezas cinema- Irapuato y León. Producto de esta enconada pasión, los equipos del
tográicas (NAVARRO, 2014, p. 195-199). Bajío se convirtieron en animadores de ligas estatales y nacionales,
Durante el siglo XX con la Revolución, León mantiene vigente su obteniendo resultados sobresalientes en diferentes campeonatos.
herencia conservadora, el triunfo de los constitucionalistas contra los Pero el maridaje entre el beisbol y el Bajío, se rompe según Macías
villistas es prueba de ello, donde todos los brotes de rebelión serían (2009), por tres factores que incidieron en la profesionalización del de-
sofocados por las élites locales. Mientras se frenaban los amagues de porte rey en la región: la inluencia de los inmigrantes españoles de la
los sublevados y se aianzaba la idea conservadora, la industria seguía Guerra Civil de 1936, que animarían la creación de equipos amateur
creciendo; para 1945 empresas internacionales se instalan en la ciu- en la zona; igualmente, el encarecimiento en los elementos para el beis-
dad, asimismo, la construcción de escuelas, avenidas y barrios eran bol, generó que los habitantes se vieran obligados a migrar su práctica
una constante. A la par del desarrollo industrial y la vigencia conser- deportiva al fútbol; inalmente, la modernización del siglo XX con el
vadora. León continúo su proyecto de industrialización en el siglo XXI: corredor industrial entre Celaya, León, Irapuato y Salamanca, facilitó
ediicación de carreteras, centros de negocios, mercados, plazas co- la masiicación del deporte y el lorecimiento de los grandes clásicos
merciales, entre otros, son ejemplos de un sólido desarrollo comercial regionales (MACÍAS, 2009, p.5-15).
característicos de la ciudad (NAVARRO, 2014, p. 199-206). Estos tres factores facilitaron que el fútbol se convirtiera en un de-
porte de masas para los guanajuatenses, pero no se trató de un proceso
El fútbol ha llegado. Apuntes históricos del juego en el Bajío y el exabrupto, su desarrollo fue pausado y transitorio, relacionado con el
proyecto deportivo del Club León (1944) nacimiento de los proyectos deportivos: la creación de oncenos dedica-
dos al fútbol y los intentos por la profesionalización del deporte, que los
Para introducirnos en el “Arrojo” como monumento memorial es llevaron a reconocer oicialmente la práctica y sobrepasar el escenario
indispensable analizar los componentes que consolidaron la historia local, para enfrentarse con otros oncenos y trascender a nivel nacional.

122 123
La efervescencia del fútbol iniciaría a principios del siglo XX (MA- tosí, Querétaro y Michoacán, al mismo tiempo, la rivalidad se extendía
CÍAS, 2009, p.7), cuando los inmigrantes españoles aincados en Ira- contra los clubes tradicionales como el Cruz Azul, Universidad Nacio-
puato y Celaya, gestionaron la creación de conjuntos deportivos para nal (Pumas), América (de la capital) y el Guadalajara (Chivas Rayadas).
canalizar la experiencia amateur de los deportistas. Estos intentos or- Se puede airmar que la aparición del Club León en el profesionalis-
ganizativos, fueron funcionales para la aparición de los primeros clu- mo, representa la incidencia cultural del fútbol en esta región, el inte-
bes en Irapuato, donde se destacaba la presencia de élites en los juegos, rés de los guanajuatenses por participar en el juego como espectadores
en el que el fútbol signiicaba un encuentro para las familias prestan- y practicantes, la distinción de reconocer en este deporte una forma de
tes de la región. Paralelo a esta popularización animada por las élites, socialización y por último, la concreción exitosa de un proyecto depor-
las ciudades pequeñas unidas por el ferrocarril, se sentían atraídas por tivo en un espacio productivo y movilizado por la industria.
este deporte, iniciando la formación de escuadras que serían la batería Con la profesionalización del León y su consecuente ingreso en el tor-
para una liga, que reunía los ya nacidos equipos de Irapuato y Celaya. neo mayor del fútbol mexicano en 1944, se escribe una etapa de prota-
Este torneo sui generis enfrentaban distintas clases sociales: las élites gonismo del equipo, que en sus primeras presentaciones sorprendería a
y los trabajadores (MACÍAS, 2009, p.6-7). oncenos de mayor arraigo, logrando situarse en los puestos principales
Con la práctica amateur del fútbol, las escuadras iniciaron el cami- de la competición. El punto culmen de su participación se alcanza, cuan-
no al profesionalismo, se crean ligas y surgen los equipos más reco- do de la mano de jugadores de renombre los “panzas verdes” logran
nocidos de este periodo: la Unión de Curtidores (1928), Club Irapuato después de tres años de profesionalismo un campeonato, premio al es-
(1930) y Club San Sebastián (1944). A la par del inicio de los denomi- fuerzo del onceno y el apoyo de los aicionados. Los felinos iniciarían
nados clásicos entre ciudades de la región, el salto al profesionalismo una época dorada en la mitad del siglo XX, en la cual ganarían cuatro
se da con el impulso del corredor industrial y el fortalecimiento de las certámenes: el bicampeonato de 1947 y 1948 y los torneos de 1951 y 1955
empresas del Bajío, las ciudades industrializadas se vuelven abandera- (LEÓN GUANAJUATO PORTAL). Sus victorias los distinguen como
das de los proyectos futbolísticos, como ocurriría en Veracruz, Monte- uno de las escuadras revelación del torneo, incubándose la concepción
rrey y el Distrito Federal; del mismo modo, León tendría su combinado de un joven Club que desaiaba a los tradicionales (MACÍAS, 2009).
para participar en el rentado nacional (MACÍAS, 2009, p.7-13). Esta época de reconocimiento, fue producto del arribo de futbolis-
Entre 1944 y 1945, la Unión de Curtidores logra asociarse a la ca- tas extranjeros, en su mayoría argentinos, que lograron dinamizar la
tegoría mayor del fútbol mexicano, cambiando su nombre por el León estrategia de los jugadores locales, la injerencia de estos foráneos tuvo
FC, mote que le ayuda a identiicarse con la ciudad de mayor trayecto- implicaciones en la dirección técnica de los “esmeraldas” y la obten-
ria en este deporte. A partir de este periplo profesional, otros clubes ción de triunfos. Los españoles animaron la profesionalización del fút-
como el Celaya y los Freseros de Irapuato, seguirían su trayectoria en bol en la región, pero fueron los argentinos debido a su conocimiento y
la máxima categoría. La aventura de los “esmeraldas” fue sobresalien- estrategias sobre el deporte, que aianzaron la competencia y los resul-
te, obteniendo dos títulos profesionales y un subcampeonato, a su vez, tados positivos de “la iera”. Otro elemento a rescatar del dorado esme-
coronándose campeonísimo del fútbol mexicano en la década de 1950 ralda, 2 fue la contratación de estrellas mexicanas como el guardameta
(LEÓN GUANAJUATO PORTAL). Para Macías (2009, p.13-14), la llegada
del profesionalismo al Bajío, desencadenaría el auge del fútbol entre los
guanajuatenses; las rivalidades superaron a los vecinos, ahora los clási-
2 Se reconoce al “dorado” como la época gloriosa de los esmeraldas, periodo que
cos se libraban contra los estados de la zona centro como San Luís Po- abarca las décadas de 1940 y 1950. (MACÍAS, 2009)

124 125
Antonio “La Tota” Carbajal y el delantero Adalberto “Dumbo” López, Estas más de siete décadas de crisis y superación, le dieron la popu-
iguras notables del balompié del país y referentes del Club León (EL laridad a la escuadra con más fanáticos del Bajío. Una historia recono-
UNIVERSAL GUANAJUATO, 2013). cida por su dorado entre 1940 y 1950, pero sus innumerables problemas
Luego de los años de gloria el equipo se sumió en cinco décadas inancieros, lo convertirían en un onceno inestable en la competencia.
sin mayores logros, falta de resultados, complicaciones económicas, Sin embargo, el reconocimiento de la hinchada en las calles y el esta-
descensos y contrataciones poco exitosas, fueron los detonantes de un dio, signiicaba que pese a las diicultades organizativas, los aiciona-
periodo difícil para hinchas y directivas. Pese a que la popularidad de dos continuaban propagándose; el recuerdo generacional del dorado y
la escuadra se incrementó con los triunfos de la década de 1950 y la la profesionalización de los “esmeraldas”, los distinguía como un Club
creación de un escudo en 1964 diseñado por el arquitecto Armando a seguir en la zona. Con el ascenso en 2012, se concretaría el ápice de-
Ruiz (LEÓN GUANAJUATO PORTAL), que resaltaba la importancia portivo, erigiéndose como un escenario propicio para el fortalecimiento
del fútbol para la ciudad de León, la ruptura de los aicionados con comercial del combinado y el reconocimiento a los hinchas ieles.
la dirigencia del Club era inevitable. Los felinos habían ganado una
identidad de equipo revelación amalgamada por el trabajo y el esfuer- El monumento: la escultura “Arrojo” y el estadio “Nou Camp”
zo colectivo, pero los malos manejos administrativos y los resultados
adversos en materia deportiva, provocaron que el equipo estuviera va- La estatua “Arrojo” se divisa desde la entrada oriental de la ciudad,
rias veces al borde de la desaparición, sin embargo, la hinchada seguía caminando por el Boulevard Adolfo López Mateos, donde se puede ad-
coniada en el renacer del dorado. mirar la fachada del “Nou Camp”, pintado en color verde esmeralda,
Pero la realidad era otra, para 1999 el presidente de “la iera” Valen- en el que se aprecia los barandales de entrada, la taquilla y una de las
te Aguirre, intenta vender la franquicia a la ciudad de Puebla, los faná- puertas de acceso al recinto. Caminando por los alrededores del esta-
ticos enfurecidos reclaman airosos que la transacción no sea realiza- dio a unos cincuenta metros de la zona de boleterías, se distingue la
da. Fruto de la presión de los “esmeraldas”, Aguirre vende otro club de estatua; se aprecia una igura humanoide de un arquero suspendido en
su propiedad, la Unión de Curtidores, que a la fecha continua jugando el aire que atrapa un balón, la estructura se encuentra en la supericie
como representativo de los poblanos (ESPN, 2015). Con el descenso de un pedestal cubierto de un baño metálico.
del 2001, los felinos se enfrentaban a otra problemática, su presiden- De cerca, “ Arrojo”, es una estructura metálica que entre hierros
te Roberto Zermeño hunde al combinado en su crisis más profunda: enlazados construye la imagen de un arquero, su textura es corrugada
cambio de jugadores, contratos sin renovar, escándalos deportivos y y formada por una serie de varas de acero que componen la escultura.
distanciamiento de los aicionados. Ante la crisis, Zermeño abandona Sobre las manos del portero, los hierros moldeados recrean el balón,
y da paso al empresario Carlos Ahumada, el equipo sigue en declive, es una escena de juego, donde el golero atrapa el esférico de una ataja-
opacado por los malos resultados y un imposible ascenso, hasta que el da, su pie izquierdo se posa en el suelo, mientras su pierna derecha se
presidente Ahumada cae preso y queda desvinculado de los “panzas impulsa para atrapar la bola. La escultura es soportada, por un atrio
verdes”(EL ECONOMISTA, 2009). Cuando la franquicia se encontraba que tiene unas pequeñas placas metálicas en su cara superior, las lámi-
en decadencia, los empresarios del Grupo Pachuca, sumado a la in- nas que componen la igura dan información sobre la obra. La imagen
yección económica del multimillonario Carlos Slim, le devolverían al es usualmente materia fotográica de visitantes: niños, jóvenes y fami-
equipo la conianza deportiva, cuyo resultado sería el ascenso y la ob- lias, quienes se llevan de recuerdo una foto junto al “Arrojo”. Para los
tención del bicampeonato (ESPN, 2015). días en el que el “Nou Camp”, abre sus puertas para oiciar partidos,

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los hinchas con su vestimenta de color verde esmeralda, se agolpan en León, sus esculturas la “Fuente Fundadores” y “La victoria Alada”
alrededor de la estatua. (MOTILLA, 2010), hacen parte del memorial en la ciudad. Para la cons-
De esta observación y descripción de la escultura, dos cosas llaman trucción del “Arrojo”, Montilla tardó cuatro meses en moldear el acero.
la atención: la primera, obedece al carácter ambiguo de la igura y la Finalmente, cuando se realizó la instalación de la escultura, fue tallada
segunda, la información que poseen las placas que complementan el a mano la frase: “AL PUEBLO LEONÉS” (DEPORTES TERRA, 2015). Al
portero metálico. En primer lugar, el “Arrojo” no destaca la igura de respecto, Montilla airma en entrevista al diario AM:
un jugador histórico o un personaje memorable para el Club, como es
habitual en las esculturas que han sido levantadas en honor a impor- “Es para la gente, ellos son los que siempre compran un boleto para asistir a
tantes jugadores referentes a nivel local e internacional, como el caso los partidos, dan vida y gloria al equipo cuando pierden y ganan, no solo los
de Carlos Valderrama (Santa Marta, Colombia, 2002), Eusebio da Sil- jugadores son los importantes y siempre gracias a su gente es posible lo que
va (Lisboa, Portugal), Laszlo Kubala (Barcelona, España, 2009), Bobby León es” (DIARIO AM, 2015).
Moore (Londres, Inglaterra, 2007), Ferenc Puskás (Budapest, Hungría,
2013), entre otros. Finalmente, las placas que se encuentran pegadas Junto con el monumento, fueron ubicadas algunas placas conme-
en el atrio, contienen la información de los precursores y realizadores morativas, donde se resalta el escudo oicial del equipo, un balón de
de la escultura, igualmente, se señala los campeonatos obtenidos por cuero y un león; la Dirección General de Desarrollo Urbano, ayunta-
los “panzas verdes”, detallando el año de la victoria y los nombres de miento 2012-2015, el escudo de armas de la ciudad cuyo emblema es
los jugadores y el cuerpo técnico que se han coronado campeones. un león y el santo patrono de la ciudad San Sebastián; el eslogan del
Institucionalmente “Arrojo” es una escultura diseñada en homena- ayuntamiento 2012-2015: “León es uno”; inalmente los campeonatos
je a los títulos y campeonatos ganados por el León, construida por el de la escuadra, señalando el rival que fue derrotado: Primer Título
escultor Ricardo Montilla. Su instalación fue auspiciada por la presi- Temporada 1947-48, León 2 – Oro 0; Segundo Titulo Temporada 1948-
dencia municipal, bajo el programa de Esculturas y Monumentos del 49, León 3 – Atlante 0; Tercer Título Temporada 1951-52, León 1 – At-
Espacio Público que se lleva a cabo desde el 2014, bajo la Dirección lante 0; Cuarto Título Temporada 1953, León 4 – Oro 2; Quinto Título
General de Desarrollo Humano, donde fueron instalados por toda la Temporada 1992, León 2 – Puebla 0; Sexto Título Apertura 2013, León
ciudad diez obras diferentes, con el objetivo de mejorar la imagen ur- 5 – América 1 y Séptimo Título Clausura León 4 – Pachuca 3. Igualmen-
bana del municipio en el corredor turístico que va desde el Poliforum te, se incluyeron las placas de los dos equipos que ganaron el ascenso
hasta el centro histórico (DIARIO AM, 2015). La igura de Montilla, se a primera división: Primer Ascenso Temporada 1990-1991 y Segundo
consagra como un homenaje al equipo y los jugadores campeones de Ascenso Temporada 2011-2012, León 5 – UAT 0.
la liga, enfocada en los aicionados leoneses y su pasión por el juego El “Arrojo” fue inaugurado el 12 de febrero de 2015. A la ceremonia
(LEÓN GUANAJUATO PORTAL). asistieron algunos jugadores de la plantilla titular del Club, el cuerpo
Para la elaboración de la estructura, el artista utilizó placas de acero técnico encabezado por el estratega Juan Antonio Pizzi, el presidente
de cuatro toneladas, que miden 7.85 metros de ancho por 4.5 metros del equipo Jesús Martínez Murguía, la alcaldesa de la ciudad Bárbara
de alto (DIARIO AM, 2015). Asimismo, placas con el nombre de los Botello, el director de Desarrollo Urbano de León, Oscar Pons, el sin-
jugadores y directivos que han hecho parte de los siete campeonatos dicato del Ayuntamiento y el presidente de la Comisión de Desarrollo
ganados por los “panzas verdes”, incluyendo el apertura 2013 y clau- Urbano, Leonel Charnichart Celi (SINEMBARGO.MX, 2014). En un
sura 2014. No es la primera vez que Montilla realiza una instalación evento institucional y conmemorativo, se mencionó la importancia del

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equipo para la ciudad, los logros deportivos, los resultados positivos goleador histórico del equipo, su igura de dos metros de altura frente
de la presidencia municipal y signiicativamente, se felicitó a los aicio- a una de las tribunas del Camp Nou, tiene por objetivo sensibilizar a
nados de la escuadra, que con tambores y cantos celebraba el montaje los aicionados sobre la grandeza del equipo y rinde tributo a uno de
de la estructura. Al respecto la alcaldesa Bárbara Botello en entrevis- sus jugadores insignias (DIARIO MARCA, 2009).
ta a Televisa del Bajío, señaló que: Pero este fenómeno no expone el pasado como logro deportivo, del
mismo modo, involucra factores comerciales y económicos, una utili-
“Los leoneses no olvidamos a nuestros héroes ni a quienes nos hicieron vi- zación de la memoria para adquirir el merchandising de un equipo o
brar con el triunfo. Hay nombres y hay episodios que valen la pena recordar un jugador, la rememoración se convierte también en una herramienta
una y otra vez. Por eso me da mucho gusto presentarles esta bonita escultura, comercial, donde los clubes o personalidades se valen de la escultura,
motivo de orgullo leonés, un reconocimiento al arrojo del futbolista y a la para asegurar la venta de productos, souvenirs o insumos deportivos.
aición” (LEÓN GUANAJUATO PORTAL, 2015). Bajo esta dinámica, que denominaremos de capitalización producti-
va (AGUIRRE, 2013), la escultura en bronce del delantero madridista
Mientras tanto el arquero bicampeón, William Yarbrough, daba sus Cristiano Ronaldo en el puerto de Funchal, en Portugal, sus estatuas
impresiones a Televisa del Bajío: de cera itinerantes por toda España (EXPANSIÓN, 2014), demuestran
como el futbolista comercializa su imagen, con la intención de capita-
“Se me puso chinita la piel- es un orgullo, pero sé que para estar en este lizar sus logros deportivos.
equipo tienes que dejar el alma en la cancha, tienes que trabajar con mucha
humildad, este equipo te exige humildad y garra, y bueno mientras pertenez- El “Arrojo” y el “Nou Camp”: Memoria e identidad en los aficio-
ca a este equipo es lo que voy hacer, dar lo máximo de mi dentro y fuera de la nados del Club León
cancha” (TELEVISA BAJÍO OFICIAL, 2015).
La mayor parte de la literatura especializada acerca de la fabrica-
Si bien la escultura del “Arrojo”, es la primera de su característica ción de monumentos se relacionan con la formación de memoriales y
en León, dedicada al tema futbolístico, no es la única de su género, sus efectos dentro del espacio público (JELIN, 2012, TORRE, 2006 y
hace parte de un fenómeno contemporáneo de estructuras creadas SMITH, 1998), haciendo énfasis en problemáticas sociales que atañen
para gloriicar futbolistas o instituciones futbolísticas, signiicando a la posibilidad que el monumento contribuya al recuerdo y conmemo-
escenarios como estadios y gestas deportivas. Se trata de monumen- ración de fenómenos traumáticos y violentos en la sociedad. El trabajo
tos que contribuyen a la rememoración de sucesos históricos, a través de Susana Torre, a partir de experiencias memoriales como el monu-
de los cuales los aicionados pueden recordar los triunfos, el héroe de mento erigido en Washington en honor a los soldados caídos en la Gue-
la jornada (Antonio Puerta, Sevilla, 2010), el gol de último minuto, el rra de Vietnam, el monumento al Holocausto en Berlín y el Museo de la
jugador estelar (Hugo Sánchez, Veracruz, 2006) y el triunfo ante el ri- Memoria en Santiago de Chile, son muestras fehacientes de espacios
val más odiado por la aición. Son lugares de difusión de memorias, que se organizan con el propósito de representar el evento traumático,
que combinan la adhesión a una entidad deportiva, con la emotividad para impulsar la construcción de una memoria crítica y colectiva (TO-
del momento vivido por el espectador, la gloria del triunfo y la identi- RRE, 2006, p, 18-19).
dad del fanático. Por ejemplo, la estatua de bronce del mítico jugador En estos casos la referencia al hecho traumático es sobresaliente,
Ladislau Kubala, igura del Fútbol Club Barcelona, es un homenaje al conigurando una jerarquía de la memoria en el espacio público, do-

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tando de signiicación el lugar del suceso, pues la mayoría de estos me- parafernalia de la conmemoración, que dota de signiicado la interpre-
moriales tienen su lugar de instalación en los mismos escenarios del tación del pasado que desea la institución y el estado. Bajo la marca de
trauma (TORRE, 2006, p, 18). Estos monumentos se organizan con la las comunidades imaginarias o imaginadas, las instalaciones oiciales
inalidad de señalar al observador cuáles serán los temas y conteni- como un sepulcro o un altar, dan valor al papel del personaje, creando
dos de su recuerdo, organizar la memoria para que pueda dotar de re- puentes con los participantes del acto “cívico” y permitiendo al héroe
lexión el pasado desde un ejercicio didáctico. Haciendo la distinción, erigirse como código de identidad.
entre un memorial oicial y no oicial, es decir, que el primero goza de Apoyados en la propuesta de Torre y Smith, se deine la escultura
la convalidación institucional y sus garantías de perpetuidad, mientras el “Arrojo” como un memorial dentro del espacio urbano cuyo objetivo
el segundo, puede ser una grafía crítica, generalmente itinerante y de es rememorar la historia del onceno, rescatando la tradición futbolís-
poca duración física (TORRE, 2006, p. 19-20). Esta cardinal diferen- tica en la región y orientando la interpretación histórica de la ciudad y
cia, anima una memoria permeada por los objetivos institucionales y del equipo. Este monumento tiene como objetivo comunicar un pasado
el poder político, en cambio, en la no institucional, la oposición y la colectivo, enfatizando en los triunfos y logros deportivos de “la iera”,
subalternidad serán sus referentes funcionales. tarea respaldada por la concepción de una identidad local y una memo-
Para Torre (2006, p. 19), el binomio memoria y monumento, desem- ria emotiva. Las tesis de Torre (2006) y Smith (1998), nos acercan a la
peña para la sociedad dos papeles estratégicos: por una parte, signi- identiicación de los usos públicos del memorial, asimismo, las mane-
ica una tumba simbólica para encerrar los sucesos traumáticos del ras en que se construye la signiicación histórica desde la estructura.
pasado, contar una historia de duelo que permita a los visitantes cons- Si bien el “Arrojo”, no puede deinirse como una estructura alusiva
truir un relato relexivo; por otra parte, a diferencia de los memoriales al trauma o la conmemoración de episodios dolorosos, puede enten-
antiguos que buscaban olvidar los hechos con las estatuas de sus hé- derse como un memorial que busca enaltecer los triunfos deportivos
roes, estos “nuevos” monumentos buscan representar y conmemorar de los “panzas verdes”, ubicado en un espacio público e institucionali-
todo lo relacionado con su temática, hacer viva la historia de las vícti- zado por los poderes locales. Esta igura posee ciertas características
mas (TORRE, 2006, p. 23). que la llevan a constituirse como un espacio de reconocimiento, inclu-
Más allá de la relación entre monumentos y eventos traumáticos, yendo elementos adicionales como las expresiones de identidad regio-
Anthony D. Smith (1998, p. 61-80) aborda el carácter conmemorativo nales y la memoria histórica. Se debe mencionar que esculturas como
en los escenarios memoriales como principal rasgo del discurso histó- estas hacen parte de una visión del pasado de los creadores y artíices
rico del pasado, resaltando que estos artefactos simbólicos hacen par- del proyecto, pero en ningún modo representan la veracidad, son la
te de una cartografía física, que tiene implicaciones con la emotividad reinterpretación de un pasado (LEGOFF, 1991, p. 227 - 239).
del pasado y la experiencia de los visitantes en el presente. Su hipótesis Entendiendo el monumento como una operación memorial, donde
es que el auge de estructuras de la memoria obedece a la consolidación se busca que el observador recuerde y conmemore un episodio histó-
de identidades nacionales, que integran las comunidades en un solo rico, la escultura “Arrojo”, intenta que los habitantes de León aicio-
crisol político, un lazo simbólico que tiene el objetivo de uniicar las di- nados al equipo, rememoren el sacriicio y la entrega de un grupo de
sidencias y forjar un pasado en común, ayudando a reforzar el imagi- trabajadores (futbolistas), que han salido victoriosos, rememorando la
nario social y político de una nación dentro de los ideales del Estado y unión de la ciudad con la entrega de sus deportistas, el avance indus-
la invención de prácticas culturales a modo de tradiciones. Para Smith trial con los campeonatos obtenidos y el tributo al trabajo, el ejercicio
(1998, p. 63), el monumento no funciona de manera aislada, actúa con la económico que representa la identidad de los leoneses en la fabrica-

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ción de calzado y la industria mecánica. Esta necesidad de reconoci- felinos, representa el inicio de la pasión por los “panzas verdes”.
miento en términos institucionales, es desbordada por los aicionados Con la preocupación de garantizar el aforo de los hinchas y la in-
“esmeraldas”, que han avivado los signiicados del monumento como tención de capitalizar el interés deportivo, se inicia la ediicación de un
una manera de viviicar su pasado e identidad con la región del Bajío. nuevo recinto futbolístico en agosto de 1967 (DIARIO AM, 1992). Tras
Para analizar el “Arrojo” y entender la signiicación de la estructura, ocho meses de incesante trabajo, se termina de construir el emblemá-
habría que distinguir, como lo señala Torre (2006, p.18), el monumento tico “Nou Camp” (NAVARRO, 2014, p. 203), la guarida de los leones. El
como un todo entre el espacio público y la obra, en este caso, concebir proyecto fue ediicado por el ingeniero Xavier Vallejo Aceves y Jaime
la totalidad espacial que integra la esfera pública y el estadio leonés. de Obeso, bajo la mano de obra de la constructora Arba, S.A., además
Es decir, que “Arrojo” es una estatua en un espacio, transformada en del apoyo del Gobernador Juan Torres Landa, quien dona los terrenos
monumento en su conexión con el “Nou Camp”; un conjunto de sen- para el desarrollo del proyecto (PERIÓDICO AM, 1992). Una vez inau-
tido entre el estadio y la escultura. Se airma que el memorial como gurado en 1968, el estadio se convierte en la casa de la “iera”.
monumento, funciona en la conjunción de ambas construcciones, es Para 1970, en vísperas del primer mundial organizado por México,
una mirada que potencia todo contenido histórico desde la institución se realizaron en este estadio los partidos amistosos entre el Santos de
y sus hinchas. Pelé y el River Plate argentino, masiicando el gusto por el fútbol en
Enfatizando que el monumento se consolida con el recinto deportivo la zona. Finalmente, el “Nou Camp” se convierte en un estadio mun-
y la escultura, es principal identiicar algunos aspectos sociohistóricos, dialista en 1970, recibiendo a los seleccionados de Alemania Federal,
concernientes al “Nou Camp” como catalizador del teatro memorial. Este Perú, Marruecos y Bulgaria, asimismo, en el mundial de 1986 aco-
estadio no sería la casa deinitiva del Club León, hasta el 4 de febrero de giendo los equipos de Bélgica, Canadá, Francia, Hungría y la Unión
1967 (PERIÓDICO AM, 2014), pues el primer gran escenario deportivo Soviética (PERIÓDICO AM, 1992). Con algunas adecuaciones para la
sería el célebre Estadio “La Martinica”, que acompañó al equipo por va- práctica del deporte y la asistencia de los hinchas, este escenario en la
rios años en el profesionalismo, en el que ganaron cuatro campeonatos actualidad alberga un poco más de 30 mil espectadores, distinguido
iniciando el reconocimiento del equipo en la ciudad y la región. por el color verde esmeralda de su fachada.
La primera casa de los “panzas verdes” se ubicó en la populosa co- El “Nou Camp” representa para los “panzas verdes” el escenario de-
lonia La Martinica (NAVARRO, 2014, p.202), construida en 1950, con portivo, una ediicación arquitectónica que impacta el espacio público;
una capacidad para unos 2 mil espectadores. Luego de un año de su su historia refuerza la colectividad de los hinchas, asociando la estruc-
ediicación, la escuadra del León lograría entrenar en sus instalacio- tura con el lugar social del Club y la trasmisión efectiva de la memoria.
nes. Para el año de 1960, el estadio es comprado por el equipo Unión La concertación de este espacio en su trayectoria histórica, permite
de Curtidores, que luego de un convenio económico se mantiene como la existencia total del monumento, su funcionamiento didáctico entre-
la casa de “la iera”. En este estadio no solo jugaron los “esmeraldas”, cruza la experiencia festiva de los espectadores con el equipo, acción
también el Club San Sebastián y Los Bravos de León (PERIODICO que se refuerza con la cotidianidad de los transeúntes y visitantes al
AM, 1992). Pero la masiicación del deporte y la creciente demanda reciento; los receptores del mensaje memorial.
de aicionados, hacían que la Martinica se fuera estrechando cada vez Al entender el “Arrojo” y el “Nou Camp” como monumento en su
más, los clásicos nacionales y locales abarrotaban las graderías, con- conjunto, es indispensable adentrarnos en uno de los factores que
virtiéndose en una necesidad la ediicación de otro estadio. Si bien “La hace parte de la construcción de identidad regional y memorial como
Martinica”, solo duró un poco más de una década como hogar de los código de signiicado del monumento. Anthony D. Smith (1998, p.63)

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muestra los efectos de la masiicación de este tipo de memoriales al el punto crucial de sus valores de identidad y tradiciones. Durante el
concentrarse en conmemoraciones y eventos institucionales, agudi- partido, el mensaje es latente, su difusión alcanza la connotación de
zando el alcance de los efectos simbólicos del objeto y la narrativa me- la memoria colectiva, en la emergencia de los símbolos como los colo-
morial. En este caso, el monumento opera de manera continua debido res, la música y la comida, textos culturales que permean el signiicado
a su puesta en escena en el espacio público, sin embargo, su mayor memorial. Se trata de lo que Claude Levy Strauss, llama “la eicacia
alcance se concreta durante encuentros deportivos, cuando se ampli- simbólica” (LEVY STRAUSS, 1995), cuando la inmanencia del presente
ican el sentido histórico y cultural de la estructura. En este sentido, el se evapora en su producción textual, transformándose en un producto
partido de fútbol actúa como una conmemoración del presente vivido, que simboliza el tiempo desde el presente, esta eicacia concede la con-
una disputa dramática entre equipos que a través de la teatralización creción más supericial del monumento el “Arrojo” y el “Nou Camp”,
y el performance, montan un ritual de signiicación (TURNER, 1999). mientras su propagación interior se expande durante la cotidianidad
Este intercambio de sentidos entre espectadores y jugadores, es lo del espacio público.
que el antropólogo Víctor Turner (1999, p. 5-16), llama una “dramática
social”, que obedece a la puesta en escena de un ritual teatralizado, don- Memoria, identidad y fútbol en el Bajío guanajuatense
de los participantes mediante símbolos (objetos), expresan la compleji-
dad de su contexto, bajo un panorama de tensiones y problemáticas so- Para entender la función de este mensaje memorial (GEERTZ, 1987)
ciales. Este tipo de ritos tienen una estructura que obedece a los deseos como elemento de identidad para los leoneses y los habitantes del Bajío,
y necesidades de la comunidad, relativo a las sociedades conlictivas, es indispensable profundizar en los debates del concepto de memoria
cuyas características no lineales y complejas las convierten en un canal y así comprender la signiicación y funcionalidad de la escultura en los
de escenarios rituales. Para Turner (1999, p. 21-30), la práctica ritual pue- hinchas “esmeraldas”. El debate que centra la intención en el estudio,
de entenderse como un punto de unidad de sociedades conlictivas, una se ubica en el campo historiográico, terreno que permite desde una
esfera que comprende la expresión performativa (la representación) y la perspectiva teórica, abordar las tensiones y límites del concepto en la
creación de una metáfora social (la producción) en símbolos. representación del pasado y su valor simbólico.
Cuando se llevan a cabo los partidos como un montaje ritual, el Se distingue el abordaje de Pierre Nora (1984, p.16), que problema-
mensaje de la escultura ampliica su horizonte de sentido, los aicio- tiza el concepto dentro del campo histórico, señalando que la memo-
nados movilizados por la ruptura cotidiana, conectados por un marco ria actúa como un espacio de arquitectura del pasado, fundamenta en
espacio temporal preciso y asistentes a un escenario colectivo com- eventos conmemorativos a través de la fabricación de espacios memo-
puesto por individualidades (RIVERA, 2005), se lanzan a la celebra- riales, lo que denomina los lugares de la memoria. Para Nora (1984,
ción del ritual: sus bailes, gestos y cánticos, son una red simbólica que p.21-22), estos espacios operan como signos del pasado, son concerta-
los une en la emotividad. Particularmente, supone una socialización dos por los testimonios y la oralidad popular, su ediicación obedece
masiva del espectáculo (GONZALEZ, 2009, p.1), donde emergen las a la producción de unas visiones del pasado (en plural), con el objetivo
representaciones frente a la alteridad social, las disputas regionales, de viviicar el tiempo presente y arroparse con una historia propia del
las tensiones políticas y, surge la acción comunicativa más profunda y tiempo pasado. Esta argumentación se relaciona a la concepción de
eicaz: la violencia. Reinhart Koselleck (2001) acerca del tiempo histórico, como un campo
Este ejercicio ritual motiva la producción de sentido del memorial, la de experiencias que articulan un horizonte de expectativa, idea capital
fusión entre escultura y estadio, es asociada por los seguidores como en el planteamiento de Nora.

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Desde esta operación memorial en la invención de lugares, para Ro- la memoria, nos enfocaremos en los aportes de Pierre Nora (1984) y
ger Chartier (2007, p. 26-31), la memoria es un discurso histórico que Maurice Halbwachs (2004), para la interpretación del objeto de estu-
construye un relato del pasado, su intención en el caso de la escritura, dio. Estas perspectivas abordan los efectos culturales y sociales de los
es convencer al lector de un pasado concreto, una explicación histórica discursos memoriales como signiicación del pasado, en este sentido,
que determina un saber histórico,desde la representación testimonial. la existencia de los lugares de la memoria y la recepción emotiva de
En Chartier (2007, p. 39), este saber orienta las memorias, favoreciendo la misma, nos brindan las herramientas precisas para explicar cómo
la institucionalización de estos lugares y sus implicaciones en la cul- “Arrojo” se ha convertido en una igura de producción histórica que
tura: como festividades y conmemoraciones; una memoria existencial ha impactado en los aicionados. Tanto Nora como Halbwachs, nos
que posibilita la presencia de un ser colectivo. remiten a la construcción de un pasado que puede operar dentro del
Esta formación colectiva de la memoria, es ampliamente discutida espacio público, un memorial ampliicado por la ritualidad de los en-
por Maurice Halbwachs (2004, p. 55-65), señalando que el concepto cuentros deportivos, que ha signiicado una experiencia histórica te-
se desarrolla en la intersección de memorias individuales y colectivas, rritorial vinculada al sentimiento colectivo de pertenencia a una re-
como una historia vivida y emocional, constitutiva en recuerdos como gión y un equipo de fútbol.
actos de memoria que son ediicados en los vínculos generacionales El caso del “Nou Camp” y el “Arrojo” es un monumento que ope-
entre familias. Halbwachs (2004, p. 71 – 89) airma que este parentesco ra una memoria colectiva en los aicionados “esmeraldas”, su función
con el pasado es elaborado con las experiencias cotidianas, una histo- es trasmitir los triunfos deportivos del Club, resaltando cada uno de
ria particular y emotiva, que proyecta un pasado emocional alrededor las nóminas que han logrado ganar el campeonato local. Este mensaje
de las relaciones sociales y los impactos en las tradiciones culturales. se fortalece institucionalmente, pues los poderes locales facilitaron la
Esta memoria vivida se renueva y codiica en el tiempo, no es ija, su instalación de la escultura junto al estadio, misión que tiene la tarea de
mensaje se intensiica de acuerdo a las necesidades colectivas, pues profundizar y masiicar el recuerdo social, propagando los éxitos fut-
su funcionalidad ocurre en el campo de los recuerdos y testimonios, bolísticos posibilitando un reconocimiento público de la ciudad como
como reconstrucciones permanentes del pasado. potencia en el deporte. Pero estos efectos van más allá del valor depor-
Otra perspectiva que nutre la deinición de memoria es la de Eliza- tivo, se trata de organizar la signiicación del desarrollo industrial en
beth Jelin (2004, p.66), entendiendo el concepto como una construcción la región del Bajío, darse un espacio de distinción como artíices de un
testimonial que contribuye a la creación de una memoria social ante proyecto económico consolidado, resaltando su poderío local frente a
los acontecimientos históricos traumáticos. Esta versión testimonial se otras ciudades como Irapuato, Salamanca y Celaya.
apoya en la historia oral para enfrentar episodios críticos en las deno- A pesar de erigirse como un monumento ediicado en León, su
minadas historias hegemónicas, su lugar de enunciación es la invención mensaje intenta vincular a los seguidores de “la iera” a nivel nacio-
de un pasado comunitario que cuestiona el horror del poder, las llama- nal, valiéndose de la emotividad para ampliicar la signiicación de su
das “cajas negras” (2004, p.74) o relatos históricos ocultos por los inte- mensaje, en este sentido, los hinchas del Bajío guanajuatenses son el
reses del presente de grupos políticos y élites. Para Jelin, la memoria es principal receptor de la trasmisión de memoria, representando la con-
un artefacto social que emplea los lugares públicos, como un escenario solidación del deporte a través del tiempo. El aianzamiento del fútbol
de resistencia colectivo –las múltiples voces–, cuyo objetivo es superar con el profesionalismo en la región, maniiesto en la industrialización
el oicialismo en los discursos sobre la historia (2004, p.66 -74). y los procesos de inmigración, donde el monumento debe entenderse
A partir de estas corrientes que han impactado los estudios de como una estructura que complementa el ciclo de un equipo profesio-

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nal y su relación con los fanáticos, pues la historia del fútbol, ocurre en tre los aicionados. Una de las iguras que captan la atención de esta es-
la misma dirección que sus hinchas. cultura es la del guardameta que atrapa el balón, interpretándose como
Esta historia del Club y la formación de su reconocimiento social, un homenaje a la tradición de guardametas como Antonio Carbajal, el
brinda el material para la creación del monumento, un lugar de la me- polémico Ángel Comizzo3 y William Yarbrough, jugadores icónicos del
moria como lo distingue Pierre Nora (1984, p.18), cuando los acon- Club. Esta semblanza puede tratarse del papel del jugador dentro de la
tecimientos históricos permean la construcción de un recuerdo que memoria, generalmente se pretende que el espectador identiique los
funciona en un sentido simbólico. La historia de los “panzas verdes”, artíices con la personiicación del héroe, estableciendo un código de
desde la práctica amateur hasta el profesionalismo, comunica una eta- identidad entre los seguidores y los jugadores. Es decir, que el carác-
pa que debe recordarse como parte activa de la memoria de los faná- ter anónimo del “Arrojo”, proyecta una signiicación del atleta, donde
ticos, junto a la obtención de campeonatos y la rememoración de los se desempeña como un trabajador incognito, tal como se distingue la
rivales vencidos. Este lugar de memoria esceniica esta visión del pasa- población leonesa en sus relaciones sociales: trabajadores acérrimos y
do, recopilando hechos y totalizando una historia particular, acentua- cumplidores (NAVARRO, 2015, p. 119). No se trata de una igura que
da en una cronología de los episodios que es relatada mediante las pla- busca homenajear un jugador referente del equipo, tampoco la venta
cas que se encuentran ubicadas en el atrio del “Arrojo”. Estos objetos de un producto ligado a la marca de un atleta para su comercialización.
sirven para organizar el monumento y brindar información sobre el Esta imagen del portero trabajador e incógnito se asocia con la in-
pasado, su tarea es que el visitante tenga los elementos necesarios para terpretación de Fernando Carrión (2006, p.15), quien señala que la ad-
recrear el pasado y reconocer la historia del equipo: las conquistas y hesión colectiva a un equipo y sus jugadores, nace de la misma forma
los jugadores de mayor trascendencia. que el valor por los factores culturales y distinciones territoriales, por
De estos materiales históricos que componen el relato del monu- ejemplo: el tango y los equipos del Rio de la Plata en Argentina y la
mento, es la memoria del segundo ascenso del Club en el 2012 el que samba con las escuadras de Rio de Janeiro en Brasil, son aliteraciones
mayor trascendencia tiene en la propuesta del lugar de la memoria, que median en las características del juego y el jugador; los porteños,
pues constituye el hecho motor de la remembranza deportiva e históri- recios y fuertes en la confrontación deportiva; los cariocas alegres y
ca. El ascenso signiicó para los aicionados el sentimiento de apropia- pasionales en el espectáculo. El sistema se puede aplicar al Bajío y la
ción por el fútbol y el creciente interés por los alcances deportivos de ciudad de León, que privilegiará en sus jugadores el trabajo anónimo
“la iera”. Este acontecimiento es la idea generadora del memorial, la y efectivo, iel a su concepción cultural y su idea de sociedad indus-
que condensa los atributos históricos de renovar la profesionalización trializada. Este ideario es plasmado por el “Arrojo” desarrollando una
del equipo, aglutinando las memorias colectivas entre las generaciones adhesión con los jugadores y propiamente un estilo de juego: el del tra-
de fanáticos que perdieron su protagonismo con el descenso del Club. bajo y la responsabilidad. Esta referencia es denotativa en los lugares
Volver a disputar la principal categoría del fútbol en México, sirvió de memoria del monumento, sujeta a la asociación cultural del portero
para reactivar la identiicación colectiva, volviendo visible las repre-
sentaciones sociales del onceno y la ciudad (CARRIÓN, 2006, p. 10-14),
palpable en la emergencia de utensilios deportivos asociados al equi- 3 El guardameta argentino Ángel Comizzo, representa una relación de amor y
odio para los aicionados. En la inal del campeonato de 1997, el portero le da una
po: camisetas, volantes, banderas, entre otras. brutal patada al atacante del Cruz Azul y goleador del torneo Carlos Hermosil-
La revitalización de estos símbolos con el ascenso, se vio sintetizada lo, el árbitro no duda y marca la infracción. El delantero con el pómulo abierto
patea y le da el título a la “Máquina”. Ver https://www.youtube.com/watch?v=z-
con la instalación del “Arrojo”, el texto cultural de mayor resonancia en- vaojCWtPT4.

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con el trabajador: imagen representada ielmente por la escultura. generacional cuyo sustrato es visible en las familias de los aicionados
Este espacio memorial conigurado por los relatos del pasado en (2004, p.53-71). Estos recuerdos en conjunto ayudaron a fomentar tes-
las placas y la igura simbólica del guardameta tienen una intención timonios que se convirtieron en referencias históricas, memorias de
emotiva, interiozando la experiencia histórica de los fanáticos con su acontecimientos que fueron organizadas para tejer un pasado propio.
equipo, que representa una vivencia regional y de identiicación con Este monumento es funcional de manera indistinta al género o la
el pasado, entendida por la apropiación de los “esmeraldas” a su once- procedencia social, una memoria emocional para hombres, mujeres,
no, la puesta en marcha de la signiicación que concierta la distinción pobres y ricos, que conjuga el horizonte histórico con los rasgos cul-
colectiva de los aicionados con su territorio. Este es un proceso de turales de los fanáticos y tiene como lo airma Halbwachs (2004, p.88),
eicacia simbólica, que implica la participación y acción de los hinchas, una luctuación en el tiempo, permitiendo que el monumento sea re-
los receptores del mensaje y aquellos que reproducirán la transmisión valorizado constantemente en sus símbolos, pero su signiicado se
del mismo. Esto se evidencia en la intervención que realizan los segui- mantenga vigente: la proyección de una identidad regional. Si bien el
dores en los espacios públicos a través de murales y diferentes expre- memorial, es una creación institucional de los directivos y los dirigen-
siones artísticas (VARGAS, 2015), donde se resalta la emotividad por el tes políticos de la ciudad, el monumento no ha sido institucionalizado,
equipo y los códigos característicos de la ciudad: el león, las tonalida- los fanáticos a su modo han revalorizado el mensaje, propagándolo de
des verdes y el imaginario del trabajo y lo cooperativo. Por ejemplo, los forma colectiva y volviéndolo parte de su entorno público.
murales en los alrededores y al interior del estadio, el primero un león Pese a que el proyecto de los dirigentes del León fue reactivar la
que conmemora a seguidores del Club y el segundo, un homenaje ge- importancia del Club en la ciudad tratando de consolidar la marca de-
neracional de los hinchas. Expresiones que aunque parecen exclusivas portiva y el merchandising, con la ediicación de la tienda oicial “La
de las porras o grupos organizados, no son controvertidos por el resto Guarida del León” en 2013 y la construcción del “Arrojo”, los aiciona-
de los aicionados, al contrario, se erigen como fuentes de identidad dos al margen del proyecto económico, recibieron el mensaje como un
con el equipo y la región de su adhesión, debido a que profundizan el código histórico, transformando su recepción y trasmisión, resaltando
valor memorial del monumento. una memoria de “la iera”, basada en la conluencia regional y la emoti-
Estas expresiones complejizan la producción de sentido del memo- vidad de los logros futbolísticos. Esta reinterpretación es visible en los
rial, al masiicar el simbolismo dentro del espacio público y su acción murales del estadio, que han signiicado un indicio del tipo de mensaje
ritual durante los partidos de fútbol. Estos elementos logran que el codiicado por la hinchada. Aunque es inválido airmar que los faná-
monumento transmita el mensaje, contribuyendo a la emergencia de ticos se oponen a la idea de los empresarios y las autoridades locales,
una memoria colectiva que se reúne en el contubernio entre la historia se puede señalar que la memoria colectiva ha desbordado la intención
del equipo y su legado regional. Para Maurice Halbwachs este tipo de comercial propuesta por la institución.
memorias son colectivas, ya que implican la representación de un pa- ¿Pero cuál es el mensaje que trasmite el monumento? ¿Cuáles son
sado en común, entre miembros de un grupo de indistinta clase social, los mecanismos de su difusión? ¿Qué características tiene esta memo-
cohesionando su individualidad bajo un acto de memoria (Halbwachs, ria colectiva? Para abordar el mensaje conigurado por el “Arrojo” y
2004, p.62). Este monumento se deine como una memoria emocio- el “Nou Camp”, en la óptica del memorial que representa la visión del
nal, construida por las generaciones de visitantes al estadio, que se pasado y su apropiación por medio del recuerdo, es pertinente hacer
transformaron en hinchas y vieron con el “Arrojo” la concentración énfasis en los dos polos que rodean la construcción de sentido del mo-
de sus recuerdos individuales en colectivos, estableciendo un vínculo numento: la identidad y la referencia territorial. Ambos factores hacen

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parte del mensaje producido por el memorial, en lo que se denomina su libro “Lo sagrado del rebaño: el fútbol como integradora de identi-
una identidad regional. Para Manuel Castells (2001) esta noción, se de- dades” (2001), sugiere explorar el concepto como un catalizador cultu-
ine como un catalizador de permanencia y experiencia para la socie- ral de los seguidores de las Chivas con la región de Jalisco, resaltando
dad, un eje de articulación del sentido que funciona en la acción de las el antagonismo con su rival de patio, el Atlas. Este proceso de identi-
prácticas culturales, una serie de procesos que relacionan lo cultural icación es ubicado por Fábregas como un regionalismo que moviliza
a la experiencia histórica, que tienen por inalidad la comunicación de los aicionados, donde aspectos como la gastronomía son factores de
sentimientos sociales y la apropiación del sentido territorial (CHONG, identidad, por ejemplo, la venta dentro del estadio de birria y otras
GAVALDÓN y AGUILAR, 2009, p.3). Esta identidad es plural, mani- comidas típicas de los jaliscienses son indicios del reconocimiento re-
iesta en los lazos memoriales colectivos y los espacios culturales vi- gional. El autor menciona cómo esta construcción de identidad supera
vidos, donde lo regional vincula la conexión de las sociedades y sus la fragmentación del estado, no se trata del rebaño como un equipo
diferentes expresiones. de Guadalajara, su valor supera el centralismo y se esparce por todo
De la deinición propuesta por Castells (2001), algunas indagaciones Jalisco y el resto del país (2001, p.11-33).
se relacionan con el autor y ayuda a ampliar el panorama de interpre- Al respecto, Fábregas refuerza su tesis con la interpretación de la
tación sobre las identidades y sus implicaciones culturales en el futbol, identidad de los aicionados de los Jaguares de Chiapas en el sur de
abonando terreno a la comprensión del tipo de mensajes que trasmi- México (FÁBREGAS, 2006, p. 152-154). Como en el caso de las Chivas,
te el monumento en la ciudad de León. Para Enrique Rivera Guerrero la hinchada chiapaneca ha relejado su permanencia regional a través
(1999, p.6), la permanencia y las manifestaciones simbólicas son ejes de la escuadra, alimentando la unidad colectiva de los habitantes que
articuladores entre los aicionados de Los Tiburones de Veracruz con han valorizado la experiencia deportiva como una actividad propia y
esta ciudad, una identidad construida por los códigos de arraigo entre ligada a los Jaguares. Cuando se celebra el rito futbolístico, los asis-
los seguidores del equipo y las expresiones de establecimiento con la tentes se valen de los rasgos culturales del estado para catalizarlos
región, principalmente la relación con el puerto. Rivera en su estudio (CÁRDENAS, 2008, p.108), intentando mediante símbolos señalar la
de campo, logra comprender que esta identidad modula un sentido del diferencia y lo que los identiica como contrarios a sus rivales; crear un
ser, complementada con un pasado en común y trasmitida por las raí- sentimiento regional que los hace únicos dentro del fútbol. Fábregas
ces generacionales de los hinchas (1999, p. 163). (2006, p.154 – 159) ejempliica cómo funcionan los símbolos que dotan
Otro estudio que nos permite conocer la percepción de la identidad la identidad regional. Durante un partido el goleador paraguayo Sal-
regional dentro del fútbol mexicano, es el trabajo de Blanca Chong, Eiko vador Cabañas, al anotar un gol, festejó la anotación poniéndose una
Gavaldon y Gabriela Aguilar (2009), que señalan cómo se conigura la máscara de parachico realizando el baile típico de la iesta grande de
identidad de los aicionados al onceno del Santos Laguna. Los autores Chiapas, mientras los fanáticos respondían al simbolismo con bailes y
proponen que dicha identidad se codiica cuando la sociedad logra inte- la alegría de los danzantes chiapanecos, un episodio que demuestra las
grar un sistema de símbolos como una acción valorativa y de pertenencia implicaciones de las tradiciones culturales en el fútbol.
regional. En esta indagación, se explica cómo los símbolos son una sim- En estas interpretaciones, la idea del simbolismo cultural, la per-
biosis de los hinchas, que se asemejan a las tradiciones y costumbres del manencia territorial y la superación de la fragmentación estatal, son
lugar donde oicia el equipo, integrando elementos como la musicalidad y referentes de la formación de identidades en los aicionados. Para el
las referencias idiosincráticas de la región: himno y escudo (2009, p.1-11). caso de la identidad regional establecida por el monumento público
En este sentido, el destacado análisis de Andrés Fábregas Puig en del “Arrojo” y el “Nou Camp”, se consolidad dos ideas predominantes:

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la de un ambiente de permanencia social con la región (RIVERA, 1999, modo que esta hinchada transfronteriza (ARIAS Y DURAND, 2009),
p.6), y por otra parte, la concepción colectiva de resaltar las prácticas nos sirve para ejempliicar cómo opera la identidad de los aicionados
culturales que los reconoce como miembros de un estado (FÁBRE- a un club de fútbol fuera de su lugar de presencia, los fanáticos de “la
GAS, 2001). Estos dos elementos son propios del mensaje trasmitido iera” no se limitan a una zona predeterminada, su interacción social y
por la memoria emotiva y colectiva del monumento, los hinchas “esme- los lazos culturales les permiten existir y signiicar su experiencia con
raldas” condensan la permanencia al Bajío guanajuatense catalizan- el equipo y la proyección de identidades. Esto ha permitido que el mo-
do las referencias culturales, concibiendo un espacio de interacción y numento se consolide como un texto cultural que integra la mayoría de
participación que supera las disputas locales. aicionados “esmeraldas”.
Aunque el monumento se encuentre situado en la ciudad de León, El mensaje funciona articulando los sistemas culturales con la me-
la propagación de su mensaje es funcional en toda la región guana- moria, valiéndose de las experiencias individuales que alimentan los
juatense, aglutinando a los seguidores del equipo por toda la zona. Es atributos culturales, en el cual símbolos como el león ícono de la ciudad
decir, que no se trata de las expresiones territoriales de los habitantes y protagonista del escudo del equipo, es retomado como signo para
de León, aunque el monumento habite en su espacio público, su sig- los fanáticos que reconocen el animal como estandarte de la ciudad e
niicación tiene un alcance mayor; el de todos los fanáticos del Bajío integrador de los “esmeraldas”. Otros elementos colectivizados por la
que maniiestan su simpatía por “la iera”, señalando una pluralidad memoria son las diferencias con otras regiones como Michoacán, Ja-
de experiencias conectadas por la vivencia territorial que es la misma lisco y en general el centro de México; el monumento ha contribuido a
para todos: ser guanajuatenses. Si bien, el memorial aparentemente es profundizar estas divergencias, apoyándose en las rivalidades futbolís-
un mensaje destinado a los leoneses en el espacio público, sus impli- ticas, que han derivado en el aianzamiento de las identidades grupales
caciones son regionales; un mensaje aglutinador del imaginario social (MACÍAS, 2012). Esto ocurre en la totalidad de los aicionados, pero
y las prácticas culturales en toda la zona (CÁRDENAS, 2008, p.108). se agudiza al interior de las porras organizadas. Por ejemplo, la barra
Pese a que este sentido totalizante del monumento puede ser con- “Los Lokos de Arriba” fundada en el 2002, es una demostración clara
trovertido en su naturaleza regional, cabe destacar cómo algunos de los antagonismos futbolísticos desde lo cultural, el grupo viaja por
aicionados al equipo colombiano América de Cali, habitantes de la diferentes partes del país, transmitiendo su pasión por los “esmeral-
ciudad de Antofagasta en el norte de Chile, han organizado desde su das”, recalcando su adscripción regional que sobrepasa la ciudad, iden-
estatus como migrantes una serie de actividades que los mantienen tiicándose con la zona del Bajío y sus rasgos culturales. Esta porra es
unidos con su equipo, se reúnen para seguir los partidos y han conver- un referente del Club, mezclando a su permanencia regional un papel
tido la ciudad chilena en un referente de su identidad cultural desde la crítico de los conlictos sociales en México, cuestionando la capitaliza-
iliación con “La Mechita”.4 Como resultado de esta distinción y reco- ción del fútbol y denunciando las irregularidades de los directivos del
nocimiento a los fanáticos, las autoridades locales y los directivos del equipo; el eslogan de Los de Arriba es vivir un fútbol comunitario con-
equipo caleño, acordaron jugar un partido amistoso entre el América tra el monopolio y el negocio de los dirigentes: “El orgullo del Bajío”.5
y el Deportes Antofagasta con el objetivo de inaugurar el Estadio Re- Como lo señalamos estas identidades regionales son múltiples y no
gional de la ciudad costera (RADIO COOPERATIVA, 2013). Del mismo tienen una única manifestación, su eje es el arraigo con Guanajuato,

4 Denominación histórica del equipo colombiano América de Cali. 5 Los Lokos de Arriba es una barra brava del León. (TORRES, 2012).

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que puede expresarse de diversas maneras a partir del tipo de colec- reconocimiento del pasado, en síntesis, la historia del equipo y sus im-
tividades formadas por los aicionados. Esto es, que los catalizadores plicaciones en la cotidianidad de esta zona. Tanto el “Arrojo” como el
culturales son una multiplicidad de contenidos que corresponden a “Nou Camp”, cumplen un ejercicio simbólico, la recreación del tiempo
las necesidades de los grupos sociales, teniendo presente los valores histórico en las victorias de “la iera”, un espacio que facilita la movili-
de pertenencia regionales, transmitidos por el monumento. Para los zación social y el recuerdo colectivizado del pasado, una identidad en
hinchas organizados puede tratarse de una identidad crítica con la so- constante construcción y la rememoración generacional de un sentir
ciedad, materializada por contraculturas y el empleo de la violencia. local: la vida en Guanajuato.
En otros hinchas se maniiesta en la conexión discursiva con el pasado
futbolístico y económico, recalcando la importancia del deporte en la Consideraciones finales y futuras líneas de investigación
región y el valor social de la industrialización. Para otros aicionados,
el constructo obedece a una esfera política, enfatizando las raíces con- Es difícil después de interpretar un monumento, intentar mencio-
servadores del Bajío, donde los triunfos deportivos son equiparados nar una conclusión que pretenda sintetizar los argumentos expuestos
a proyectos de gobierno y logros institucionales. En todas estas iden- durante el texto. A nuestro juicio esta observación no busca un único
tidades opera una memoria colectiva que releja la permanencia y la campo de investigación, procura que sirva como documento explora-
simbiosis cultural, son formas distintas de sentir un espacio, en el que torio acerca de los impactos memoriales en la historia del fútbol mexi-
los seguidores construyen sus redes de sentido y las intercambian en cano. El interés fue recuperar algunos de los trabajos que se han de-
sus experiencias cotidianas. dicado a estudiar este deporte, en los que se resalta a César Federico
Frente a estas identidades de permanencia y catalizadores cultura- Macías, Andrés Fábregas Puig y Enrique Rivera Guerrero, intentando
les, viene la instancia de cesación de las diferentes manifestaciones, analizar uno de los fenómenos recientes, la creación de monumentos
ésta se logra mediante el rito futbolístico, la máxima expresión de las deportivos en plazas y en estadios de fútbol. Por tal motivo, estas con-
identidades regionales. Cuando el juego emerge, los aicionados pro- sideraciones inales tienen por misión que el lector debata las ideas
pagan sus visiones locales, superan los diferentes discursos y cada propuestas, desafíe el aparato crítico utilizado y cuestione la hipótesis
uno de los elementos que los fragmenta (FÁBREGAS, 2006, p.152), planteada, deseando que esta exploración pueda contribuir a multipli-
cohesionando el arraigo como medio de signiicación en contra de lo car los trabajos sobre la memoria y las representaciones sociocultura-
antagónico. Aquí la hinchada es un todo con su equipo y la región, el les del deporte rey.
código que los organiza y aglutina como espectadores, una sola his- Lo primero que se puede remarcar es que la instalación del “Arro-
toria que los representa como colectividad dentro de otros grupos, el jo” hace parte de un programa institucional de la municipalidad y los
teatro apropiado para que la memoria circule y produzca la emotividad directivos del cuadro felino, un proyecto que pretendió reforzar la
de los fanáticos. identidad de la ciudadanía leonesa, motivado por el ascenso y los cam-
La visita al memorial en el espacio público es a su vez permanencia, peonatos “esmeraldas”. Su construcción buscó que los habitantes de
catalizador y supresor de las variaciones, es un texto cultural que se León reconozcan la importancia deportiva del equipo, sus triunfos y
articula con la signiicación de los espacios de la memoria, una fuente los logros alcanzados. Si bien el mensaje transmitido es eicaz, ha sido
que reúne a los aicionados bajo el mensaje identitario. Este monumen- alimentado con otros elementos como la memoria colectiva y las iden-
to representa una manifestación regional, que es asumida por los “es- tidades regionales. El primero es un actor protagónico, logra la acción
meraldas”, un lugar patrimonial que fortalece la conmemoración y el social del mensaje y su trasmisión de sentido, en el cual los aicionados

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socializan sus interpretaciones históricas y las comparten entre las co- de horizonte que ayuda a los hinchas a conocer y rememorar su pasado
lectividades. En cuanto a las identidades regionales, estas constituyen desde el presente, acercándolos a una visión interpretativa que vincula
una pluralidad de expresiones, todas orientadas a resaltar los rasgos su cotidianidad con la historia, en el que dos campos son referentes
culturales, sociales y políticos del Bajío guanajuatense. de su vivencia histórica, el trabajo y la industrialización, sumados a la
A pesar de que el monumento parece determinado por la signii- profesionalización del deporte de mayor adeptos en la región: el fútbol.
cación del “Arrojo”, no funciona individualmente, este memorial se En deinitiva, al abordar este monumento desde el enfoque de la
conigura con la escultura y el “Nou Camp”, juntos poseen la red de memoria histórica, sugieren más preguntas que respuestas deiniti-
signiicación que simboliza la producción de memoria del texto, son vas, alargando un camino investigativo que puede servir de interés a
inseparables y su dualidad los convierte en una estructura conjunta. los estudios históricos y culturales. Es importante mencionar algunos
El anonimato de la igura y el rito de las celebraciones futbolísticas, elementos sin profundizar en la indagación, abonando terreno para
expresan la profundidad simbólica del monumento, son los elementos próximas pesquisas y trabajos dedicados al fútbol. Estos temas sueltos
que visibilizan las identidades regionales y la memoria colectiva de la giran alrededor de tres cuestiones: la memoria, la identidad y el monu-
“porra”. Enfatizando que en este caso, los hinchas organizados en ba- mento. En el primero no fue posible la realización de una etnografía,
rras y los seguidores sin iliación, no son opuestos, se complementan dejando libre un panorama de las representaciones e imaginarios de
en las incidencias rituales y las visitas al monumento. los fanáticos a viva voz, conceptos que intervienen en la construcción
El “Arrojo” y el “Nou Camp” se deben al espacio público, su signi- de sentido del memorial. En segundo término, queda sin explorar las
icación procede del escenario y el lugar de emergencia, sin embargo, redes de identidad en la cultura, por ejemplo, las prácticas gastronó-
como tratamos de demostrar, el mensaje del monumento sobrepasa micas y la musicalidad en el fútbol (DELGADO y GONZALEZ, 2012, p.
las delimitaciones urbanas, su trasmisión es por todo Guanajuato, los 153-177), indicios que vislumbran la codiicación de estas identidades
hinchas son los encargados de transportar el mensaje, articulando sus en Guanajuato. Finalmente, existe una ausencia en la reconstrucción
experiencias sociales con una multiplicad de expresiones de identidad. hemerográica que asista a comprender los acontecimientos de mane-
Esta vehiculización, desencadena la existencia de identidades múlti- ra global, señalando cómo la construcción del monumento hace parte
ples, que producen una representación de aspectos culturales en ám- de la experiencia histórica de los habitantes de esta parte del Bajío.
bitos como la política y lo social; emergiendo una idea regional desde
distintos polos que se conecta en los momentos rituales y las disputa
con los seguidores del equipo contrario.
La connotación pública del monumento involucra la memoria como
un garante del tiempo histórico, el memorial se transforma en la fuente
que permite a los hinchas un instrumento de veracidad, donde la infor-
mación de las placas cumple la tarea de posicionar los datos y por ende
las victorias. El monumento enlaza los testimonios y los relatos gene-
racionales, los convierte en acontecimientos palpables por los hinchas,
complementando la circularidad del mensaje, reforzando el recuerdo
emocional de los hinchas a través de los hechos demarcados. Esta es
una memoria deinida por un valor colectivo de la realidad, una suerte

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dad y violencia. Bogotá: Publicaciones La Sorda, 2015.
4.
Cuentas pendientes entre próceres y asesinos:
memorias en disputa alrededor de estatuas a pre-
sidentes cubanos1

Mario Norberto Fernández Damas

“¿Me detendré en el tiempo (cuál, cuál)? O aceptaré la


nueva bocanada de injurias, los nuevos ritos bárbaros?
Y todo
en nombre del progreso de las ciudades. Y todo en nom-
bre de la revolución perenne y las nuevas conquistas.”

Reinaldo Arenas, Leprosorio

“Una taza de café no me puede alejar mi idea ija,


en otro tiempo yo vivía adánicamente.
¿Qué trajo la metamorfosis?
La eterna miseria que es el acto de recordar.”

Virgilio Piñera, La isla en peso

1 Para la realización y concreción de este ensayo convergieron muchos factores.


No obstante, se quisiera agradecer explícitamente el apoyo crítico y emocional
de dos grupos. Por un lado, está el resto de los colegas que participamos en esta
compilación, cuya lectura atenta permitió mejorar el artículo en varios aspectos.
Pero también quiero emitir un fraternal agradecimiento a Iradis Mosquera,
Alberto Mariño y Daniel Mirón, lectores amables y críticos que me invitaron
a discernir algunas problemáticas y a profundizar en otras; deudas nacionales
que, con gusto y espero que para el orgullo de ustedes, intenté realizar.

159
4. Anónimo. “Estatua de Tomás Estrada Palma”. Tomada de: http://caosycosasdecuba.

blogspot.de/2014/01/los-zapatos-de-estrada-palma.html
2 222 PASOS, cifra del ejército nacional. la narración, la temporalidad del relato, la multiplicidad de actores, el
2 137 pasos, cifra de Roberto, con medio pomo de agua para luchar poder, la heterogeneidad de los sectores subalternos y la veracidad de
contra el mediodía. los enunciados. Se trata de evidenciar las disputas por el signiicado de
Se extiende la Avenida de los Presidentes o Calle G, como todo en estos monumentos, captando así todo el peso que sobre la isla causan
Cuba, partiendo del agua y culminando en una obra grandiosa. En ese distintos sentidos de la existencia aún no realizados o sometidos.
riñón de La Habana que es el reparto Vedado, esta calle se planiica
durante la segunda mitad del siglo XIX y comenzarán a poblarla varios El poder de representarse en espacios públicos
monumentos a presidentes de La República, un complejo deportivo y
la Casa de las Américas, un hospital para la maternidad y uno orto- En una ciudad habitan distintos grupos con disímiles experiencias
pédico, bares como Casa Balear, un café literario y el cine Riviera, la de vida cargadas de traumas y victorias, producto de enfrentamientos
Facultad de Periodismo y la Alianza Francesa y el Instituto Lincoln, la sociales la mayoría de las veces. Estos múltiples sentidos acerca de la
cárcel El Príncipe y la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de existencia, lo vivido y el porvenir, no implican que la sociedad no se
La Habana. pueda cohesionar en un sentido común o en uno que supedite al resto
Pero no menos variados serán quienes habiten esta calle y los usos de los grupos. Para lograr esto, aquel sector que ostente el poder ne-
que le den: exhibicionistas que muestran sus sexos erectos a jóvenes cesitará desplegar recursos en el escenario social -militares, legales y
universitarias, grafiteros irreverentes, gays que gozan de encuentros simbólicos-, con el in de que las memorias sometidas y pendientes de
clandestinos, masturbadores, disidentes y revolucionarios, una lor irrupción no afecten su hegemonía.
para Camilo y, cada noche con su madrugada, sabrán emborracharse En El poder en escenas: de la representación del poder al poder de la
o andar cuerdos los integrantes de tribus urbanas: rockeros, raperos, representación, Georges Balandier despliega en el primero de los acá-
reparteros, mickys, emos, vampiros, bohemios. ¡Esta vereda insular pites algunas formas dramáticas que han organizado a las sociedades
resulta un escenario privilegiado donde se muestra la lora y fauna di- y la manera en que estas narraciones aparecen en el terreno social. La
versa de La Habana nocturna! tensión que sostiene su escritura está dada por vincular dos dimensio-
En el recorrido de estas páginas, se acomoda un interés ético de nes inluyentes entre sí: un orden simbólico que se registra en un rela-
mostrar una trama social cubana abundante de intrigas y contradic- to y sus puestas en escenas, y el ordenamiento de las relaciones huma-
ciones, unidad y fuerza. La complejidad de este escenario será abor- nas y sociales. Su interés es destacar que la dimensión simbólica tiene
dada con el análisis de las formas en que diferentes sectores de la so- efectos performativos en el ámbito social mediante una teatralización
ciedad se apropian de los símbolos colocados en los espacios públicos en el espacio público que otorga sentido a los lazos de los individuos
de Calle G. En particular, se registrarán los distintos signiicados que entre sí y con el mundo (BALANDIER, 1994, p. 15-43). En palabras de
han tenido los monumentos a los dos primeros presidentes de la Re- Stuart Hall, se trata de apuntar al carácter constitutivo de la cultura:
pública de Cuba situados en la avenida: Tomás Estrada Palma y José
Miguel Gómez. “[…] desde el giro cultural en las ciencias sociales y humanas, sabemos que
Para ello se interrogarán distintas fuentes como revistas de épo- el signiicado es producido -construido- más que simplemente ‘encontrado’.
ca, periódicos oiciales, canciones, cadenas de email, libros y reseñas, Consecuentemente, la representación es concebida como integrando el pro-
documentales, conciertos y sitios de internet, desde una red de con- ceso de constitución de las cosas, y así la cultura es conceptualizada como
ceptos conformada por la historia, la memoria, el lugar de memoria, un proceso primario o ‘constitutivo’, tan importante como la economía o la

162 163
base material en la conformación de sujetos sociales o hechos históricos, y Por otro lado, no todo el espacio urbano representa un escenario
no simplemente una visión del mundo que sucede después de los hechos.” donde el poder pueda legitimarse, sino que sólo ciertos lugares son
(HALL (ed.), 1997, p. 5-6) (cursivas en el original). depositarios de estas características. El intelectual francés Pierre Nora
deinirá a estos sitios como lugares de memoria. Haciendo un recorrido
Advierte Balandier que según las formaciones sociales y el momen- por la historiografía francesa a través de los grupos de historiadores
to histórico, el formato de los relatos puede ser el mito, la revelación, que participaron en diferentes momentos del proyecto Annales, surgi-
la razón y sus lógicas ordenadas por valores; de igual modo, también do en 1929 y coordinado inicialmente por Bloch y Febvre, la investiga-
varían la estructura y los elementos de la puesta en escena, desde ritos dora Eugenia Allier contrasta el surgimiento de este concepto con los
y conmemoraciones, hasta el despliegue de los mass media. Situado en paradigmas precedentes.
este enfoque, el autor propone un quehacer académico que evidencie Luego de explicitar a los principales autores y las perspectivas des-
los artilugios de los cuales el poder, en un contexto determinado, se de las cuales abordaron a la labor historiadora, en dependencia de los
arma para establecer un orden ante la diversidad de formas que co- giros que el contexto francés fue propiciando, la autora sitúa el surgi-
existen en la heterogénea trama social. El espacio urbano lo concibe miento de la categoría lugar de memoria en los años ochenta y destaca
como un escenario en el cual los diferentes regímenes de poder, que dos cualidades que Nora recupera de enfoques anteriores: la predilec-
han gobernado una ciudad, levantan o derriban símbolos que preten- ción por el aspecto político y el acento en el anclaje espacial. Cita Allier
den cohesionar lo social en una unidad de sentido: palabras de Nora en su texto:

“Lo que se encuentra siguiendo esas progresiones [de las ciudades fundadas “Me había parecido que la rápida desaparición de nuestra memoria nacional
en historia], pertenece siempre al poder y a lo sagrado; cada época inscribió llamaba a un inventario de los lugares donde ella se ha encarnado efectiva-
su manera de unir una cosa y otra y mostrarlas en lo que sus predecesores mente y que, por la voluntad de los hombres o el trabajo de los siglos, han
habían ediicado. […] Toda ciudad se va enriqueciendo, a lo largo de su histo- permanecido como los símbolos más resplandecientes: iestas, emblemas,
ria, de estos lugares a los que puede serles atribuida una función simbólica, monumentos y conmemoraciones, pero también elogios, diccionarios y mu-
que reciben de manos del destino o que obtienen de los acontecimientos. […] seos.” (ALLIER, 2008, p. 175).
Ciertos sitios expresan el poder, imponen su sacralidad, mejor de lo que po-
dría hacerlo cualquier explicación.” (BALANDIER, 1994, p. 26). Ciertamente, este concepto contiene una sensibilidad compleja que
se irá discutiendo en la extensión de los diferentes acápites de este
De este fragmento me interesa destacar que, no sólo el poder para artículo. Por lo pronto, dado que nos estamos enfocando en el poder
establecerse y dominar en la sociedad tiene que acudir al espacio pú- como fenómeno social especíico, baste quedarnos con la apuesta me-
blico y realizar una puesta en escena que transmita a los espectado- todológica del lugar de memoria como fuente espacial de investigación,
res el ordenamiento social de su interés, sino que dicha construcción en la que diferentes regímenes de poder signiican y alteran sus senti-
del sentido debe estar sujeta de algún modo a los proyectos políticos dos, según la propuesta política que sostienen.
previos que rigieron. El poder, que hace referencia a un grupo social Una indicación sugerente, como bien sostiene Achugar, es que nuestra
dominante que tiene la capacidad para intervenir en el espacio públi- mirada no debe descuidar que el mismo gesto que establece en el espacio
co, dispone entonces de una narrativa en la que se representa como público un lugar de memoria, está administrando la visibilidad y deja fue-
continuidad o ruptura con el pasado. ra de representación a las propuestas alternativas u opuestas a la erigida:

164 165
Inicia entonces un proceso de ocupación norteamericana, el cual cede
“Pero, al mismo tiempo, la representación es un borramiento, una tachadura, ante presiones internas y culmina con la aprobación de la Constitución
una cancelación pues el monumento [como lugar de memoria] borra, tacha, de 1901 por los delegados a la Asamblea Constituyente.
cancela toda otra posible representación que no sea la representada por el Entre algunos estatutos de dicho documento y la Enmienda Platt
monumento. La visibilidad del monumento vuelve invisible todo aquello y aprobada por los Estados Unidos, la nación norteamericana quedaba
todos aquellos que el monumento niega o contradice. […] de ese modo realiza con el derecho de intervenir en los asuntos internos del país; mientras,
el mayor efecto del poder de la representación y la celebración: condena al desocuparía militarmente la isla. De este modo, el 20 de mayo de 1902
olvido, a la invisibilidad, a la no presencia de aquello o aquellos que no tienen se constituye oicialmente La República de Cuba, resultando electo To-
el poder para representarse o ser representados.” (ACHUGAR, 2008, p. 155). más Estrada Palma como Presidente.
El período que siguió resulta una etapa muy compleja para el país,
En especíico, comencemos atendiendo al monumento como lugar pues se parte de un contexto devastado tras años de guerra y se apues-
de memoria en dos contextos. Primero, como cristalización del sur- ta por una construcción política sin precedentes en Cuba, además bajo
gimiento de la República de Cuba a inicios del siglo XX y del proyecto cierta tutela norteamericana. No obstante, para las discusiones que
nacional que este suceso implicaba. Luego, atenderemos a las trans- pretende este trabajo, rescatemos que durante el gobierno de Estrada
formaciones que experimentó dicho monumento tras 1959, contexto Palma se irmaron diversos tratados comerciales y de arrendamien-
de ruptura con la política que los gobiernos anteriores venían desarro- to que desfavorecían al país y beneiciaban al gobierno y empresarios
llando en el país. norteamericanos, lo cual causó un grave descontento en algunos sec-
Ante ello, es prudente hacer una advertencia metodológica según tores nacionales, como el Partido Liberal.
el modo en que se realiza y expone el rastreo de los hechos: lejos de El malestar cívico y la sublevación de este partido opositor, fue cau-
una descripción histórica, cuidada de la cronología y de la comproba- sa declarada por los Estados Unidos para realizar una segunda inter-
bilidad de un dato, este trabajo privilegia el formato del enunciado y la vención en el país desde 1906 hasta 1909, amparado en los artículos
estrategia de divulgación utilizada, especiicando al sujeto de enuncia- de la Enmienda Platt. A ines de 1908, se organizaron unas elecciones
ción. La intención es coherente con lo antes expuesto, dado que el in- en las que resultó ganador José Miguel Gómez, el cual era miembro
terés está depositado en el aspecto perfomativo de los actos culturales del Partido Liberal. Finaliza entonces la ocupación estadounidense,
desarrollados en determinados sitios del espacio público y la propues- no sin antes dejar establecido al Ejército Permanente Cubano: órga-
ta política que le subyace, incluso en detrimento de su verosimilitud no represor que debería garantizar que fueran innecesarias futuras
como enunciado. intervenciones.
El gobierno del segundo presidente del país duró cuatro años y
La vereda y el Estado tropical, plenos de inquietud se caracterizó por la corrupción, concesiones económicas al gobier-
no norteamericano y por el hecho de, con la fuerza del ejército, haber
En la Isla de Cuba, que comenzó un proceso de colonización por dado muerte a alrededor de 3 000 afrocubanos que, ailiados al Partido
parte de España desde inicios del siglo XVI, se desarrolla en 1895 una Independiente de Color, se enfrentaban a la discriminación social en
guerra de independencia que contaría con el apoyo del ejército nortea- la nación y luchaban por la igualdad de derechos -este acontecimiento
mericano. Tres años después, con la irma del Tratado de París, cesa no es citado de modo baladí, pues en posteriores acápites se retomará-.
la guerra y España cede sus colonias de ultramar a Estados Unidos. En adelante, hasta 1959, la realidad del país se caracterizaría por una

166 167
gran inestabilidad política, golpes de estado frecuentes y el estableci- sidentes. El monumento en homenaje póstumo al Primer Presidente de
miento de criminales dictaduras. La República, Tomás Estrada Palma, fue construido en 1921; mientras
Este breve bosquejo, que sólo pretende situar algunas iguras y fe- que el correspondiente al Segundo Presidente de La República, José
chas que se retomarán, muestra que comienza a inicios del siglo XX una Miguel Gómez, en el año 1936. Con estos homenajes se aseguraba la
realidad política diferente en el país, articulada a la formación de la na- presencia en un espacio público del proyecto republicano ejercido por
ción y plasmada en la Constitución de 1901. El establecimiento paulatino dichos políticos, lo cual constituyó a esta vereda como un escenario
del Estado-nación constituyó una labor que ocasionó, desde diferentes privilegiado de representación del poder.
sectores del país, interrogantes e intentos de respuesta alrededor de la En un artículo de la revista habanera Carteles, de gozosa reputación
apuesta instaurada: ¿qué es ser cubano, diferente de ser español? en su tiempo, en el número 48 del 12 de noviembre de 1950, cuyo título
Desde las artes plásticas, por ejemplo, surgieron distintas formas es ¿En qué año nació Don Tomás Estrada Palma?, pueden registrarse
de abordar esta pregunta, sea enfatizando paisajes rurales con mo- los sentidos que para el poder de la época tenía el primero de los mo-
tivos y coloridos propios, o representando el establecimiento de las numentos. En el texto, unos periodistas hacen pública una demanda,
industrias y la pobreza en ciertos grupos sociales, o acentuando una solicitada al Historiador de la Ciudad3, para que sea corregido el año
voluntad de experimentación en técnicas para establecer estilos plás- de nacimiento del Primer Presidente de La República, tanto en el monu-
ticos originales (WOOD, 2012, p. 23-147). En cuanto a los mecanismos mento situado en la Avenida de los Presidentes como en el mausoleo a su
que el poder, en sus sucesivos regímenes, desplegó para la construc- nombre del Cementerio de Santa Iigenia, provincia Santiago de Cuba.
ción de la nación, veamos su expresión a partir de dos monumentos en A partir de haberse hallado la partida de bautismo de Estrada Pal-
contextos diferentes. ma en su expediente de la Universidad de La Habana, se revela que
El surgimiento de la Calle G o Avenida de los Presidentes está an- el año de nacimiento fue 1832, quedando expuesto el error en la base
clado al diseño del reparto habanero El Vedado en 1860, cuya mayo- del monumento que indicaba 1836, así como el del mausoleo que tenía
ría de las calles quedaron nombradas por letras y números. Duran- inscrito 1835:
te algún tiempo, pasadas las dos primeras décadas del siglo XX, se
tuvo la intención de colocar monumentos a los diferentes presidentes “Fue seguramente este dato equivocado [unas palabras en su defunción que
que tuviera La República, de los cuales sólo se llegaron a construir expresa la edad con que fallece] el que hizo incurrir posteriormente a todos
los correspondientes a los dos primeros. Este proyecto fue abandona- los críticos y biógrafos de Don Tomás en el error de decir que este nació en el
do paulatinamente tras diversas diicultades, encontrándose entre las último citado año [1835], error que fue constantemente repetido en diarios,
primeras un fuerte debate entre los arquitectos de la época acerca del revistas y libros, por quienes se ocuparon en estudiar la vida y obra del gran
formalismo del monumento al segundo presidente y los valores arqui- patriota que tuvo la gloria de ser el sucesor de Martí como delegado del Parti-
tectónicos y urbanísticos2.
A pesar de ello, bastaron ambos monumentos para que popular-
mente la Calle G comenzara a ser nombrada como Avenida de los Pre- 3 La Oicina del Historiador de la Ciudad de La Habana fue fundada en 1938 por
Emilio Roig de Leuchsenring. En 1967, tras su muerte, le siguió como Histori-
ador de la Ciudad Eusebio Leal Splenger. El objetivo principal de esta institución
es la restauración integral del Centro Histórico de La Habana y es importante
citar que, en 1993, el Consejo de Estado aprueba el Decreto Ley No.143, con el
2 Los detalles del conlicto entre los arquitectos de la época y las resoluciones cual se otorga facultades excepcionales a la Oicina del Historiador de la Ciudad
tomadas por el Colegio de Arquitectos, puede revisarse en (GÓMEZ Y CABRE- para crear y explotar fuentes económicas propias que inancien el proyecto de
RA, 2005). restauración.

168 169
do Revolucionario Cubano en el exterior durante la guerra de independencia de aquella república mediatizada por la política injerencista estadounidense y
de 1895, y el primer jefe del Estado que tuvo nuestra patria al constituirse arquetipo del moldeable funcionario que se somete a los dictados de la vecina
República en 1902. Así, por ejemplo, uno de los más ieles amigos y sinceros potencia, cual así sucedió, a la luz del juicio riguroso de la historia de Cuba.
admiradores del prócer bayamés […] fue el 9 de julio de 1835 el día en que De aquel importante monumento [debe referirse a la estatua] hoy sólo pueden
la esposa de Don Andrés María Estrada, “Doña Candelaria Palma y Tama- apreciarse los cascos de la bestia que sostenía la igura de aquel personaje,
yo, bayamesa de pura cepa como él”, lo obsequió “con el regalo del primer que fue símbolo del pasado.
hijo, varón por más suerte, futuro perpetuador del apellido paterno y digno […] Este monumento [el dedicado a José Miguel Gómez] se terminó en 1936
seguidor de la obra terrenal de sus progenitores”.” (67) (las comillas son del y está dedicado a quien fuera general del Ejército Libertador, en la lucha in-
original, mientras que mías las cursivas) dependentista, al que le han señalado manejos turbios del erario público. La
estatua de José Miguel Gómez, que originalmente estaba colocada en un sitio
Pero todos los méritos que adornaron y honraron los pasos terrena- prominente del gran conjunto artístico, fue también quitada de este lugar al
les de este ilustre personaje de la historia nacional, prócer de La Repú- inicio de la Revolución de 1959, conservándose el resto de esta obra monu-
blica de Cuba, no fueron suicientes ante la mirada crítica del gobierno mental que es considerada una de las más importantes de La Habana por sus
instaurado tras 1959, el cual decidió borrar del espacio público la es- valores arquitectónicos y escultóricos.” (89) (las cursivas son mías)
tatua levantada en homenaje. En efecto, junto a la estatua del monu-
mento al segundo presidente de La República, a inicios del gobierno de Antes de comenzar el análisis del texto de Dávalos, es importante
Castro, la de Don Tomás también fue quitada de su pedestal, quedando situar algunas coordenadas acerca del autor y del medio por el cual
el resto de los elementos del monumento y sus zapatos. publica. El libro del cual se han extraído las citas es una publicación de
Otra instancia de borramiento es que en el libro Mi Habana Queri- la editorial con sede habanera Si-Mar, la cual tiene una fuerte vertiente
da. Crónicas de Fernando Dávalos, su autor describe distintos sitios de en producción de material turístico (ECURED), misma que también le
la capital que se destacan por sus valores urbanos o arquitectónicos, ha impreso este texto en inglés y otro, en el mismo idioma, cuyo título
siendo que no se haya un espacio para ambos monumentos. No obstan- podría ser traducido como Cuba se te ofrece: guía turística del nuevo
te, el autor los cita cuando dedica un apartado a La Calle G, por medio milenio. Es importante destacar que la fotomecánica e impresión de
del cual podemos captar las resigniicaciones de que fueron objeto di- este libro fue realizada en Sevilla, España; así como que el libro puede
chas personalidades: ser adquirido por compra electrónica con pago en dólares y por medio
del portal de AbeBooks.com (ABEBOOKS) 4.
“[…] pero su notoriedad casi olvidada [la de calle G] es que durante años se Además, este autor cuenta con un libro titulado La Frontera en Ma-
le conoció también como Avenida de los Presidentes, más que nada por las riel, impreso en 1983 por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba,
estatuas de dos controvertidas personalidades nacionales que ocuparon tan institución oicial cubana que responde a los intereses del gobierno y
alto cargo a principios del siglo XX, en época de la república neocolonial. ejerce censura a material disidente o de artistas opositores5. Incluso,
Las dos iguras escultóricas -de Tomás Estrada Palma y José Miguel Gómez-,
fueron desmontadas de sus pedestales en los primeros momentos del triunfo
4 No se descuide que, en cuestiones del embargo económico, este dato resulta muy
revolucionario de enero de 1959. En los segmentos iniciales de la calle G se importante tratándose de una institución estatal.
mantiene todavía el primero de estos homenajes póstumos, con sus valores 5 Para encontrar un análisis de cómo la UNEAC comenzó a representar a la cen-
sura gubernamental, puede consultarse el libro de Guillermo Cabrera Infante
artísticos, pero sin la imagen ecuestre de Estrada Palma, primer presidente con título Mea Cuba.

170 171
podemos prestar atención a que le citan en un artículo del 20 de ene- Rafael Montalvo Morales
ro del 2007 publicado en Juventud Rebelde, órgano oicial de la Unión General del Ejército Libertador, no había hecho política y nadie lo considera-
de Jóvenes Comunistas, halagando la justeza y lírica de sus crónicas ba con capacidad de relexión suiciente para el cargo de Secretario de Obras
(ORTA). Basten estos elementos para tomar los sentidos que se expo- Públicas, el que comenzó a desempeñar en marzo de 1905 en el “Gabinete de
nen en el texto de Dávalos como representativos de la institucionalidad Combate” de Estrada Palma.” (441) (las comillas son del original)
cubana actual.
Pero aún antes de destacar los diferentes elementos que se aprecian Mientras que de uno de los Secretarios del gobierno de José Miguel
en el texto, tomemos otro documento como muestra de la resigniica- Gómez, expresa brevemente:
ción que recibieron las iguras de estos primeros presidentes. Se trata
del libro 500 años de construcciones en Cuba, por el fallecido autor “Joaquín Chalons Sánchez
Juan de las Cuevas Toraya, en una coedición de La Habana-Madrid, de Ingeniero civil. Mientras fue Secretario de Obras Públicas se construyó la
junio del 2001. presa que hoy lleva su nombre para abastecer de agua a Santiago de Cuba, la
El investigador, quien fundó el Ministerio de la Construcción y el cual no resolvió el problema debido a la mala calidad.” (441)
Ministerio de la Industria de los Materiales de Cuba, galardonado con
la Medalla por el 40 Aniversario de las Fuerzas Armadas, fue una igu- Por otra parte, un extracto del comentario que acompaña a la des-
ra oicialista del gobierno posterior a 1959 que en dicho libro hace un cripción del monumento a José Miguel Gómez, expresa:
admirable recorrido por siglos de construcción en Cuba, explicitando
donde fue posible acerca de los materiales utilizados, las técnicas y la “Roig de Leuchsering dice que: todo esto forma un conjunto sumamente re-
formación de los ejecutores (BIANCHI, 2013). cargado, anticuado y pretencioso.” (264) (las cursivas son del original)
Dado el carácter enciclopédico, preferiría decir que por torpeza no
encontré información acerca del monumento a Estrada Palma, siendo Son varios los datos curiosos que se evidencian. Primero, es de des-
que a diferencia del libro de Dávalos, se incluía la información explícita tacar que el estilo que utiliza el autor para reseñar a los funcionarios
referente al de José Miguel Gómez. Me interesa destacar del texto un que se desempeñaron bajo el mandato de los dos primeros presidentes
apartado dedicado a informar brevemente acerca de los funcionarios de La República, es muy distinto al utilizado en el resto de las breves
que, a partir de la constitución de La República, ocuparon los cargos descripciones que realiza hasta el gobierno de 1959. Por lo general, de
de Secretarios o Ministros de Obras Públicas. En cuanto al período de cada Secretario de Obras Públicas apenas describe sus estudios y años
Estrada Palma, se dice de sus funcionarios: de formación, los cargos previos y méritos; a diferencia de cuando se
dirige a los funcionarios citados que se nota un esfuerzo por no decir
“Manuel Luciano Díaz Sosa nada de valía o sólo cualidades o acciones que puedan resultar demé-
Nombrado Secretario por Estrada Palma, se rumorea que era “agente” del ritos (en ocasiones basados en rumores que se estarían haciendo, un
Ministro yanqui Squiers, a quien informaba de lo tratado en las reuniones siglo después, de un funcionario que apenas estuvo cuatro años en el
del Consejo de Secretarios. Era copropietario de las minas de cobre de Ma- cargo). Cuestión similar ocurre con los comentarios al monumento a
tahambre. José Miguel Gómez, en el cual se leen juicios valorativos arbitrarios y,
fundamentalmente, que se trata de un gesto que no se repite en la gran
mayoría de las descripciones restantes.

172 173
Por último, un detalle no menor que retomaremos en breve: en el dicha resigniicación tuvo un impacto inmediato en el espacio público
listado que realiza de los Secretarios de Obras Públicas en los distintos retirando su estatua del monumento creado como homenaje póstumo
gobiernos de La República de Cuba, cada sección tiene un título donde e invisibilizándole en medios de difusión o académicos.
se explicita el nombre del gobernante de turno y el período en el poder. A nivel de los términos empleados, en estos últimos artículos se tra-
La única excepción es con el gobierno posterior a 1959, del cual sólo ta de “Estrada Palma” y no de “Don Tomás” como en la revista. Asi-
se lee: “Gobierno Revolucionario” y no Gobierno de Fidel Castro, alte- mismo, Dávalos lo describe como un “maleable funcionario”, mientras
rando nuevamente el estilo por una única ocasión (DE LAS CUEVAS, en Carteles se reieren a él como “prócer y patriota”. En cuanto al pe-
2001, p. 444). ríodo histórico, si con Carteles le llamábamos la época de “La Repúbli-
Pasemos a mostrar las consecuencias de los puntos de encuentro de ca”, con Dávalos se nombra como “la república neocolonial”, haciendo
ambos textos citados. Antes incluso de hablar del proceso de resigni- alusión a la relación de Cuba con Estados Unidos por esa época. Inclu-
icación a que se ven expuestas las iguras de Tomás Estrada Palma y so, no podría determinar si cuando dice el periodista de Mi Habana
José Miguel Gómez, y por tanto sus monumentos en el espacio público, Querida que aún están en el pedestal los “cascos de la bestia”, se trata
enfatizaría que hay un intento de borramiento. No sólo evidenciado del error de suponer que Estrada Palma anteriormente se encontraba
por el retiro de las estatuas en los monumentos durante los primeros sobre algún animal o si con la bestia se reiere al mismísimo Don To-
años del gobierno posterior a 1959, sino por la diicultad con la cual se más, tomando a sus zapatos por cascos.
hacen visible en los libros citados. La mutación del sentido, si continuamos con la apuesta inicial de
Por ejemplo, en el recorrido por monumentos de La Habana que que bajo estas intervenciones en los lugares de memoria subyace un
hace Dávalos, este no les dedica un apartado especíico, cuestión que proyecto político, queda enlazada como consecuencia al proyecto del
sí realiza con el monumento a Calixto García -el cual se encuentra en gobierno de Fidel Castro, el cual se construyó poniendo en el lugar
uno de los extremos de la Avenida de los Presidentes, y cuyos valores del enemigo a los Estados Unidos, con el cual no se podría tener ni
escultóricos y arquitectónicos son bastante menores. Dentro del apar- concesiones ni negociaciones. En efecto, Tomás Estrada Palma fue una
tado que los menciona, titulado Calle G, de la avenida en sí sólo escribe igura política que negoció mucho con el gobierno norteamericano, en
una oración en la que explica que es de doble vía y posee árboles en el detrimento muchas veces del propio país, y hasta declaraba pública-
centro de la vereda, pasando de inmediato a hablar de los monumen- mente la conveniencia de supeditarse a los Estados Unidos temporal-
tos intervenidos en el resto de la página. ¿Por qué entonces no puede mente en beneicio cívico.
llevar el apartado explícitamente el nombre de dichos monumentos si No obstante, quizás valga hacer un llamado de atención pues en el
el texto en su extensión es para hablar de ellos? contexto del 1898 cubano, devastado el país por la guerra y los efectos
Este juego que simultánea entre visibilidad y ocultamiento, tam- de campos de concentración, con el ejército norteamericano estable-
bién se encuentra en el texto de Juan de las Cuevas, pero en esta oca- cido en el territorio, quizás esa capacidad de negociación fue lo que
sión apuntando más hacia el demérito. Hay tal negatividad alrededor permitió mantener la desocupación militar de la isla y la consolidación
de la igura de Estrada Palma, que se terminaron reduciendo las rese- como república; destino que no tuvo Puerto Rico, por ejemplo.
ñas de sus funcionarios a meros rumores o acciones negligentes. En Aunque la intención de este trabajo es sólo captar las resigniica-
comparación con el artículo de la revista Carteles, se aprecia notable- ciones y apuestas políticas implícitas, no dejemos de mencionar que la
mente que el signiicado de la igura del primer presidente de La Re- etapa republicana pre-59 fue un proceso muy complejo para la nación
pública, desde el nuevo poder, experimentó una transformación, y que que difícilmente pueda reducirse a ser maleable o poseer convicciones

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inquebrantables de independencia radical. Incluso, en el caso especí- proponerse como marco de pensamiento común a todos. Rescatemos
ico de Estrada Palma, su gobierno resultó el menos corrupto de este para esto a la frase del artículo Mi Habana Querida que dice “a la luz del
período y, pese a las condiciones históricas, logró elevar considerable- juicio riguroso de la historia de Cuba”, así como que en la sección de
mente el tesoro nacional e invertirlo en innumerables obras públicas. los Secretario y Ministros, del libro de 500 años de construcciones en
Pero la operación del gobierno post-59 no sólo aplicó un efecto de Cuba, se nombra al gobierno post-59 como “Gobierno revolucionario”.
borramiento y resigniicación sino que además, sobre la misma Aveni- Entiendo que en estas elaboraciones hay un esfuerzo de unicidad
da de los Presidentes, colocó nuevos monumentos. Las iguras elegidas que responde a la intención de eliminar discrepancias de opiniones
para habitar el espacio público fueron héroes latinoamericanos como y establecer homogeneidad de sentido. En concreto, Dávalos parece
Simón Bolívar emplazado en 1999, Benito Juárez en el 2000 y Salva- asumir que “la historia de Cuba” es la interpretación de la historia por
dor Allende en el año 2003 6 (una posible interpretación de por qué la parte del gobierno posterior a 1959, descuidando que en otros tiem-
elección de estos años para la construcción de los nuevos monumentos pos las percepciones fueron diferentes e, incluso, que en los actuales
citados, será tratada posteriormente). existen sus querellas en torno al modo de apropiarse de estos símbo-
Quizás aquí sea aventurado hacer una interpretación respecto a los. Mientras, en Juan de las Cuevas la no explicitación del nombre del
este gesto de levantar nuevos monumentos, pero no nos detengamos presidente y su sustitución por un adjetivo, puede entenderse como un
por ello. Por un lado, en tanto la avenida estuvo descuidada por mu- artiicio de anonimato que permitiría la identiicación de todos los ciu-
cho tiempo como escenario de representación del poder, esta acción dadanos, supuestamente tratándose de un proyecto de cambios para
le devolvió a la vereda dicha cualidad. Por otro, que el gobierno de todos y no de un sistema especíico con un proyecto social concreto
Fidel Castro se constituya, desde su propia enunciación, como la cul- que puede coincidir con los intereses y anhelos de muchos, y con el
minación y realización plena del proyecto nacional, articulado a que rechazo de otros.
las nuevas iguras desplegadas a lo largo de la avenida no sean per-
sonalidades cubanas sino latinoamericanas con las que hay similitud El subalterno contra-ataca: multiplicidad, temporalidad
de valores, puede entenderse como que en la historia de la isla no hay y veracidad
precedentes en cuanto a la gobernación: el proyecto revolucionario
es algo totalmente novedoso dentro del país.7Para cerrar este acápite, Cuando en acápites anteriores introdujimos el concepto de lugar de
enlacemos otro par de enunciados a algunos de los aspectos teóricos memoria se utilizó con mucha simplicidad en pos de viabilidad metodo-
indicados inicialmente. Se trata de un gesto que se encuentra tanto en lógica. En aquel momento el interés era subdividir la extensa categoría
Dávalos como en Juan de las Cuevas: desde el poder, la presentación del el espacio público en fragmentos signiicativos donde se concentran los
proyecto político se esforzará por cohesionar al resto de la sociedad y sentidos sociales: los lugares de memorias. Como en el análisis del estu-
dio de caso que le siguió sólo se atendería a las intervenciones desde el
poder, nos bastó con tomar de este concepto la referencia a la conden-
6 En el entronque de la avenida con Malecón, se haya un monumento en homenaje sación espacial mediante el monumento. No obstante, nuestro interés
a Calixto García, igura con la cual se identiica el gobierno actual, pero el cual
fue propuesto y diseñado durante el gobierno de 1955, aunque inaugurado luego ahora es apreciar cómo se complejiza la trama cuando reconocemos la
de 1959 (GÓMEZ Y CABRERA, 2005).
7 Obviamente, se trata de una interpretación extrema, pero desde la cual se emergencia de sectores subalternos, aquellos grupos sociales que no
vislumbra algo de la esencia del fenómeno; pues por supuesto, el gobierno actual ostentan el poder y que sostienen con éste una relación de subordina-
se identiica con muchas iguras previas, con la usual condición de que se hayan
enfrentado al poder español o a las dictaduras de Machado y Batista. ción. Para el tratamiento de ello, abordaremos diferentes problemáticas

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que se caracterizan por debatir las articulaciones de estas relaciones de Mientras, en el caso de los relatos de tragedias, se apunta melancóli-
poder y sus consecuencias: los vínculos entre historia y memoria, el uso camente más al retorno continuo del trauma que a un interés de inter-
de temporalidades diferentes en las narraciones del pasado, la cuestión vención en el porvenir.
de la verdad ante divergentes interpretaciones a hechos de antaño, así Luego, entendiendo a la contemporaneidad como marcada por la
como la naturaleza misma de los grupos subalternos. fugacidad y la masiicación, Nora caracteriza a la época actual de la
Cuando diferentes autores realizan un bosquejo acerca de las varia- historiografía como dominada por el presentismo: antes que un én-
ciones de intereses y perspectivas que ha experimentado la disciplina fasis en lo utópico o en la conservación de una tradición, se trata de
académica de la historia, se coincide generalmente en considerar di- un marco interpretativo que privilegia un conlicto actual como móvil
ferentes paradigmas. Primero, se suele asociar el surgimiento de la organizador del pasado y proyector de futuro.
disciplina a la formación de las naciones -la francesa en particular-, Es en este panorama que surge el concepto de lugares de memoria
que en tanto producto de la modernidad, mediante la razón debería con toda su complejidad: la multiplicación de memorias particulares
conducir un puente entre el pasado y el futuro que guiara el destino que reclaman su inclusión en la historia; el sentimiento de que no hay
del grupo humano en cuestión (en este caso, la memoria se le opondría memoria espontánea, lo cual implica una voluntad de crear archivo,
por representar lo vago y relativo) (NORA, 2008, p. 23). celebrar conmemoraciones y otras prácticas, pues se reconoce que es-
Es destacable como Nora indica que, al contrario de cierta tendencia tas operaciones no son naturales; su componente espacial y tangible
que piensa a la labor historiadora como una suma acumulativa de todos para que tenga por existencia un soporte, cuyos signiicados variados
los hechos del pasado, en el núcleo de su quehacer siempre estuvo la se- truncan las intenciones de sus fundadores; el acento en las discontinui-
lección cuidadosa de aquello que se recordaría y los modos de hacerse. dades de la historia nacional pues implicó el abandono o sumisión de
Además, se encuentra en esta labor una pretensión en la enunciación de ciertos grupos y valores (NORA, 2008, p. 26-39).
estar escribiendo una historia general y no especíica a una clase o cre- De esta manera, queda recuperado aquello que habíamos metodo-
do. Entrando en crisis este paradigma a inicios del siglo XX, comienzan lógicamente dejado pendiente: el lugar del subalterno y las estrategias
otras articulaciones entre la historia y la memoria. Rabotnikof comenta de que se vale en sus disputas con el poder. En palabras del historiador:
que Huyssen destacó dos momentos en que emergen unos discursos
diferentes acerca de la memoria: los procesos de descolonización y el “El lugar de memoria es material por su contenido demográico; funcional
debate en torno al Holocausto. A partir de estos procesos, la memoria por hipótesis porque garantiza la cristalización del recuerdo y su transmi-
no continuaría siendo un discurso secundario y poco veraz respecto a sión al mismo tiempo; pero simbólica por deinición, ya que se caracteriza
la historia, sino que el acceso a ella permitiría el rescate de otras his- por un hecho o una experiencia vivida por un número pequeño, una mayoría
torias jubilosas pero subsumidas por el poder en el contexto colonial, que no ha participado. (…) Si es verdad que la razón de ser fundamental de
o bien la colección de relatos que daban cuenta de historias trágicas o un lugar de memoria es parar el tiempo, bloquear el trabajo del olvido, ijar
momentos críticos de fractura social (RABOTNIKOF, 2003). un estado de cosas, inmortalizar la muerte, materializar lo inmaterial para
Indica la autora un aspecto interesante respecto a que la naturaleza – el oro es la única memoria del dinero- encerrar el máximo de sentidos en
diferente de estas experiencias pasadas produce un vínculo distinto un mínimo, está claro y es lo que los vuelve apasionantes, que los lugares
con las expectativas futuras. En el caso de la recolección de “perlas de memoria viven de su aptitud a la metamorfosis, en el incesante rebote de
de memorias” durante la vivencia colonial, se organizan proyectos po- sus signiicaciones y el bosque imprevisible de sus ramiicaciones.” (NORA,
líticos alternativos que incorporan lo recuperado por estas visiones. 2008, p. 35).

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Para comparar diferentes relatos que se narran alrededor de un “Hemos dicho que hay que distinguir tantos tiempos colectivos como grupos
mismo lugar de memoria, una categoría apropiada para el análisis es separados existen. Pero no podemos ignorar que la vida social en su conjunto
la temporalidad. Este concepto presupone que en la manera como un y en todas sus partes se desarrolla en un tiempo que se divide en años, meses,
colectivo trata a su pasado se hallan elementos de la conciencia que días y horas. […] Decimos que un mismo acontecimiento puede afectar a la
tiene de sí mismo. De este modo, comprender en qué diieren distintas vez a varias conciencias colectivas distintas; por lo que concluimos que, en
narraciones acerca de un mismo hecho puede ser identiicar cuándo ese momento, dichas conciencias se acercan y se unen en una representación
comienza la historia, quiénes son los responsables, cuáles fueron las común.” (HALBWACHS, 2004, p. 108)
causas y los momentos de discontinuidad del espíritu de tal relato.
Hartog lo deine de este modo: Previo a retomar el estudio de caso para interrogarle desde estas
categorías, queda por introducir otra postura intelectual: ante tanta
“Si partimos de diversas experiencias del tiempo, el régimen de historicidad variedad de memorias en conlicto demandando su verdad histórica,
intenta brindar una herramienta heurística, que contribuya a aprehender ¿dónde apoyarse para declarar la veracidad? Pues este trabajo asume
mejor no el tiempo, ni todos los tiempos ni el todo del tiempo sino, princi- un enfoque benjamiano en lo que al tratamiento de la verdad reie-
palmente, momentos de crisis del tiempo, aquí y allá, justo cuando las arti- re, siendo que la valía de lo verdadero la depositamos en la intención
culaciones entre el pasado, el presente y el futuro dejan de parecer obvias. política que articula varios momentos históricos. Resulta vital señalar
¿Acaso no es eso, antes que nada, una “crisis” del tiempo?” (HARTOG, 2007, que entendemos a este aspecto político como aquello que ocasiona las
p. 38) (comillas del original) resonancias entre distintos grupos, creando alianzas o disputas.
Es decir, que no se trata de escudriñar la veracidad de una narra-
La criticidad temporal suele observarse, en las manifestaciones al- ción del pasado, ni la pertinencia de una interpretación del suceso ac-
rededor de un lugar de memoria, cuando un hecho del pasado es evo- tual que le despierta, ni la viabilidad de la propuesta de futuro que trae
cado por sectores subalternos y remiten a un relato en el que que- implícito el relato. Aquello que nuestro enfoque persigue es vislum-
da inconcluso un proyecto político. Esta discontinuidad se ija en los brar la manera en la que se enlazan estos momentos, acentuando la
miembros identiicados a dicho grupo y retorna con vehemencia en el exigencia política que sostiene un grupo especíico que se encuentra
mismo sitio en que otros sentidos se evidencian, como remarcando la sometido y sus formas de causar eco en otros sectores. Este enfoque
presencia de ese espíritu en espera de encarnación y continuidad que que prioriza el enlace o la actualización de una discontinuidad, es lo
el poder subsumió en otra época y hasta la actualidad. que en el pensamiento de Benjamin se nombra como los pliegues:
Pero dentro de esta perspectiva es importante reconocer que aun-
que cada colectividad tenga tiempos narrativos diferentes, tampoco se “Quien alguna vez comenzó a abrir el abanico de la memoria no alcanza ja-
trata de temporalidades que nada comparten (el mismo lugar de me- más el in de sus segmentos; ninguna imagen lo satisface, porque ha des-
moria es muestra de la posesión de algo común). En efecto, sea tras cubierto que puede desplegarse y que la verdad reside entre sus pliegues.”
fenómenos de dominación o de fusión temporal, las experiencias de los (SARLO, 2006, p. 33)
grupos suelen tener intersecciones y, por tanto, elementos similares
del relato. Halbwachs reiere a ello en su texto La Memoria colectiva:

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¡Levántenlo! tales (una minoría trabaja para el sector privado que ofrece mejores
ingresos), hay poca accesibilidad (los usuales lugares para consultar
La relación entre el gobierno cubano posterior a 1959 y la oposición Internet son sitios públicos, no siendo regular que se pueda consultar
en la isla, es una cuestión compleja que incluye procesos de exilios, en las casas o empleos) y que el gobierno tiene imposibilitada la entra-
de migración masiva, de eliminación de los medios de información a da a algunas páginas.
posturas disidentes, de represión y deslegitimación. Limitémonos a las Por este tipo de vías alternativas, en marzo del 2003 publica Miriam
maneras en que la oposición en la actualidad reacciona contra el go- Leiva, en el diario de noticias Cubanet, un artículo con nombre Don
bierno y los mecanismos que emplea para ello alrededor del lugar de Tomás Estrada Palma merece respeto. De la autora baste citar que fue
memoria que tratamos en acápites anteriores: los monumentos a los funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba hasta que
primeros presidentes de La República de Cuba, Tomás Estrada Palma la expulsaron en 1992, y que es una de las fundadoras en el 2003 de Las
y José Miguel Gómez, situados sobre la vereda de la Calle G. Damas de Blanco 9. En su artículo, escribe:
Entre las demandas comunes de distintos sectores disidentes en Cuba
que sostienen posturas diversas, está que en la Constitución y la admi- “El primer presidente, Don Tomás Estrada Palma, fue degradado al extremo
nistración que lleva a cabo el gobierno actual no hay libertad de prensa de derribar su estatua en la Avenida de los Presidentes en La Habana y otros
(pues todos los medios de comunicación masiva pertenecen al Estado), lugares. (…) La pretensión de borrar de la memoria histórica a Don Tomás Es-
ni libertad de asociación (la Constitución lo establece, aunque el gobier- trada Palma se sitúa entre las acciones más deplorables contra las generacio-
no no lo cumple), ni reconocimiento legítimo de otros partidos distintos nes de cubanos que han recibido instrucción deformada y adoctrinamiento
al Partido Comunista de Cuba8. Pero desde hace más de una década la ideológico para desvirtuar los hechos y trocar los próceres y dignatarios. El
oposición ha encontrado una plataforma de acción que logra evadir, en maestro a quien José Martí distinguió como persona sacrificada y honrada,
parte, estos mecanismos de control y censura gubernamental. y a quien legó la presidencia del Partido Revolucionario Cubano, había sido
Se trata del uso de blogs y diarios digitales por medio de Internet presidente de la República en Armas entre 1876-1877, y el primero al instau-
(con servidor fuera de la isla), lo cual ha posibilitado que la prensa y la rarse la República el 20 de mayo de 1902. Procuró lograr lo mejor para el
opinión internacional tengan otras narraciones, que la oposición ha país y su pueblo en las difíciles y complejas circunstancias de su época. No
podido volver públicas, acerca de los sucesos en la nación. Los forma- se corrompió ni robó, sino que impuso la austeridad para procurar mayores
tos usuales van desde crónicas y reportajes, denuncia de violación de ingresos que gastos.” (LEIVA, 2003) (las cursivas son mías)
derechos y detenciones arbitrarias, hasta comunicados de huelgas de
hambre por parte de presos políticos en protesta.
Una limitante de este medio de acción es que el mayor público de
estos sitios no son los residentes en el país. El motivo de esto es que
todavía en Cuba el Internet tiene un alto costo para los salarios esta- 9 Tras una ola represiva en el 2003 contra ciudadanos que ejercían la libertad de
opinión pacíicamente en Cuba, se organizan Las damas de blanco, mujeres que
elevarán nacional e internacionalmente el abuso cometido contra sus esposos,
hijos o familiares indirectos. Dentro del país su visibilidad la alcanzan realizan-
8 Pueden revisarse el Artículo 5° del Primer Capítulo donde se declara al Partido do una marcha dominical en silencio por alguna avenida notoria, vestidas todas
Comunista de Cuba como la fuerza superior dirigente; mientras que en el de blanco y con una lor en la mano, manifestación pacíica a pesar de la cual son
Capítulo VI, el Artículo 52 establece la libertad de palabra pero a los fines de la reprimidas. Por ejemplo, este domingo 16 de abril fueron arrestadas 40 damas
sociedad socialista y se declaran a los medios de difusión como propiedad estatal de blanco, antes de celebrar la misa previa a la marcha, en diferentes iglesias del
(PORTAL CUBA). país (DAMAS DE BLANCO).

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Otra reconocida igura de la oposición dentro de la isla, que también nunca más se instalaría en Cuba un régimen tiránico.” (ESCOBAR, mayo
se pronuncia sobre este tema, es Reinaldo Escobar. Este se desenvuel- del 2005) (las cursivas son mías)
ve activamente como periodista independiente y es el jefe editor del
diario 14ymedio; también reconocido por ser pareja de Yoani Sánchez, Por último, citemos a otros dos comentarios que explicitan cómo
una bloguera que alcanzó reputación internacional como opositora al interpretan a la acción gubernamental de quitar las estatuas de los
régimen castrista. En un artículo publicado, escribe Escobar acerca monumentos algunos sectores de la oposición. Publicado en Diario de
de estos monumentos y sus destinos: Cuba, leemos:

“Una es la dedicada al exmandatario Tomás Estrada Palma, colocada en 1921 “La Avenida, en su etapa republicana, solo contó con los monumentos de dos
en la intersección de la Avenida de los Presidentes y la calle Calzada, que fue presidentes: el de Tomás Estrada Palma, el primer presidente, a la altura de
arrancada de su pedestal tras el triunfo revolucionario de 1959. Hoy quedan la Calle 5ta, y el del General José Miguel Gómez, el segundo, a la altura de la
solo los zapatos. La otra, una colosal obra levantada en 1936 en la misma Ave- Calle 29. Sobre el pedestal en que se erguía la igura del primero, solo quedan
nida para homenajear al expresidente y mayor general José Miguel Gómez. sus zapatos, cercenado el resto por algún extremismo vandálico en 1960, uno
La primera humillación que sufrió este enorme monumento fue que, en la de los primeros síntomas de la revisión de la historia que vendría después.”
misma época en que arrancaran a Don Tomás, se retirara la igura de bronce (DÁMASO, 2014). (las cursivas son mías)
que representaba al homenajeado. Por esta causa, durante años el lugar se
convirtió en un urinario público, zona de tolerancia sexual y, ya a inales de Mientras, el segundo se encuentra en Caos y cosas de Cuba:
los ochenta, en el palacio habanero del graiti.
“En los primeros meses de 1959, cuando la revolución encabezada por el tira-
(…) Un buen día de inales de los años 90, el señor Eusebio Leal, historiador de no Fidel Castro trataba de tomar el control absoluto en Cuba, se destruyeron
la ciudad, tomó cartas en el asunto. Para sorpresa de muchos se recolocó la ul- los símbolos más visibles que había dejado la República. Comenzaron por las
trajada figura en su pedestal [la de José Miguel Gómez], hicieron una limpieza máquinas tragamonedas y siguieron por las estatuas entre otros muchos. (…)
a fondo, pusieron un sistema de luminarias y contrataron vigilantes. Varios La de Tomás Estrada Palma (quien sustituyó a José Martí como Delegado del
medios criticaron tardíamente el pillaje ya superado y a partir de entonces Partido Revolucionario Cubano y luego se convirtió en el primer Presidente
proliferaron los llamados a la disciplina social para evitar que se repitieran de la República) tuvo un inal tragicómico. Cuando lograron tumbar al hom-
los hechos vandálicos.” (ESCOBAR, abril del 2015) (las cursivas son mías) brecito de bronce, sus zapatos se quedaron asidos al mármol.” (ÁLVAREZ,
2014) (las cursivas son mías)
Mientras, en una publicación de Gabitos: Cuba Eterna, narra Esco-
bar en modo de crónica un relato que nos permite conocer los sentidos Al retomar el estudio de caso con estas citas, y vincularlo con las
que le atribuye a la época que representa Estrada Palma: anteriores cuando se mostró el modo en que el gobierno posterior a
1959 había resigniicado los lugares de memoria correspondientes a
“El 20 de mayo de 1902 decenas de países de todo el mundo hicieron público las estatuas de Estrada Palma y José Miguel Gómez, queda evidencia-
reconocimiento del advenimiento de Cuba como nación independiente. La do que en la actual sociedad cubana coexisten una multiplicidad de
alegría fue masiva, sincera y desbordante. Y no digo irrepetible porque 56 memorias que reclaman una intervención en la historia distinta a la
años después hubo un primero de enero en el que los cubanos creyeron que establecida por el poder del gobierno. Una de las maneras en que se

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diferencian estos relatos radica en las opiniones acerca de la pertinen- siquiera impresa o por vías de acceso general a la población que radica
cia de que las estatuas sigan ocupando su lugar, el sentido que posee en el país, ni por algún otro medio de divulgación que no sean los blogs
que hayan sido desmanteladas y el signiicado que se les otorga a las y diarios a consultar vía Internet (por no citar la represión que pueden
iguras homenajeadas y sus períodos de gobierno. padecer al expresar su opinión)11. No obstante, ello no impide que estos
Los ejemplos de signiicaciones contrarias son variados. Si recurri- sectores sientan la urgencia de visibilizar sus relatos y sentires acerca
mos al texto de Dávalos, para comentar que las estatuas de los presi- de la manera en que se narra oicialmente la historia nacional.
dentes no se encuentran, utiliza el término “desmontadas”, mientras Coincide este tratamiento disidente de las memorias, por las signii-
que desde los artículos de la oposición citados se habla de “tumbar”, caciones con que revisten a las iguras y los hechos, con lo que Rabot-
“destruyeron”, “arrancada”, “humillación” y “ultrajada”. De esa mane- nikof identiicaba como un uso del pasado que rescata a las “perlas de
ra, se desplaza el sentido de una acción juiciosa y serena del gobierno, memoria”, es decir, que estos colectivos entenderán como momentos
hacia una violencia descarnada (que muchos de los opositores expe- de gloria mayor a los de antaño que a los actuales. Por tanto, puede
rimentan de distintas formas sobre sus cuerpos por parte del gobier- esperarse que en cierta forma su apuesta social reestablecerá algunas
no)10. de las lógicas políticas y cívicas de aquel tiempo.
Por otro lado, desde la postura oicial de Dávalos, Estrada Palma Respecto a la temporalidad en las narraciones de la oposición, pue-
era un “arquetipo del moldeable funcionario que se somete a los dic- de analizarse cómo la presencia de las discontinuidades equivale a
tados de la vecina potencia”, un “símbolo del pasado” y esto se demos- un conlicto que experimentan en la actualidad con relación al poder.
tró a través de “la luz del juicio riguroso de la historia de Cuba”. Pero Ciertamente, pueden interpretarse estas memorias de la oposición
no resulta de esta manera para la oposición, pues el mismo hecho de como una reacción: en tanto me opongo al gobierno y él se contrai-
la redacción de los artículos da cuenta de que se trata de un símbolo dentiica con la etapa de 1902-1958, entonces gloriicaré aquello que se
vigente, además de devolverle el modo de nombrarle “Don Tomás”, y le opone. Pero más interesante resulta si buscamos qué tendría aquel
catalogarlo como “exmandatario”, “prócer”, “dignatario”, “persona sa- período que no continuó y que favoreciera a su postura política actual.
criicada y honrada”. En efecto, en diferentes plataformas algunos grupos opositores han
Incluso, la disidencia hace explícita, dada su identiicación con la manifestado su interés de retorno a la vida política tal como se mani-
época republicana, la asociación entre destruir las estatuas y el ata- iesta en la Constitución de 1940, máxima expresión de la formación
que a ellos como colectivo: “destruyeron los símbolos más visibles que de La República12. Las ventajas que ofrece dicha estructuración legal
había dejado la República” y “los primeros síntomas de la revisión de
la historia”. Siendo que además hacen partícipe a otras naciones de la
legitimidad de aquel tiempo y sus gobiernos: “países de todo el mundo 11 Es importante citar algunos de los artiicios de que se ha valido la disidencia
para divulgarse entre la población interna de la isla. Por ejemplo, a pesar de
hicieron público reconocimiento” y “la alegría fue masiva”. la poca accesibilidad a internet y sus altos costos, una parte de la población
considerable tiene acceso a cuentas de correo electrónico. En base a esto, dis-
Este cohabitar de memorias tiene implícitas asimetrías, pues la ac- tintos diarios de noticias interceptan direcciones de emails para hacer circular
ción de grupos disidentes no se desenvuelve en la prensa oicial, ni las diferentes publicaciones que realizan los periodistas independientes, sea
como denuncia o como crónica inconforme. Cumpliendo así el propósito de la
divulgación de la información, se hayan diarios como Cubanet, Diario de Cuba y
HavanaTimes.
12 Valga comentar que a partir del período republicano hasta la actualidad, Cuba
ha cambiado en tres ocasiones de constitución. Nace La República con la Consti-
10 Algunos artículos en la red dirán que se destruyeron a puro golpe de mandarria tución de 1901, luego reemplazada por la Constitución de 1940, para la redacción
(CRÓNICAS DE RAÚL). de la cual intervinieron nueve partidos diferentes, cuatro de ellos pertenecientes

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del país, a diferencia de la constitución vigente y redactada en 1976, mismo querellas que adulaciones. Esta capacidad de crear resonan-
es el pluripartidismo. Puede entonces comprenderse que, en el reco- cias, hasta el punto de que en muchísimos blogs se actualiza el mismo
nocimiento parcial de la etapa republicana, encuentra una parte de la problema y citando similares argumentos, indica que aquella incon-
oposición su propia legitimidad, en tanto parte de sus procesos eran formidad que hace tal uso del pasado resulta común o contraria, pero
las asociaciones libres, distintos partidos legítimos y con diferentes nunca indiferente, siempre problemática: veraz.
proyectos políticos enfrentándose y realizando sus campañas en for- Caso distinto es el artículo Profe, ¿quién era por fin Don Tomás?,
mal competencia. En in, el reconocimiento y no el borrado de la con- publicado en el blog Cuba Ahora (SANTIESTEBAN, 2014). Este sitio se
tradicción social dentro de un mismo territorio. identiica con el gobierno actual de Cuba, evidenciado esto por las rei-
Por último, se quisiera atender a dos cuestiones. En cuanto a la hete- teradas frases en la extensión de la página que dicen “Hasta la victoria
rogeneidad al interior de grupos subalternos, se puede apreciar cómo siempre, Fidel” y por estar coordinado por el Centro de Información
la investigadora Margarita García, radicada en Estados Unidos, pu- para la Prensa, organismo inanciado por el Estado Cubano. Dedicado
blica un libro titulado Antes de Cuba Libre. El surgimiento del primer a contar anécdotas donde la igura del primer presidente de La Repú-
presidente de Cuba: Tomás Estrada Palma, por Editorial Betania en el blica queda como una personalidad grosera y vil, es de notar que a
2015 (CONNOR; DIARIO DE CUBA). En un gesto que diiere de las in- pesar de la cantidad de ellas, muy pocas hallan eco en otros artículos,
tenciones del gobierno actual de Cuba (por el simple hecho de investi- por no decir que sólo tuvo dos comentarios.
gar una igura vetada por su ideología), la autora toma acción mediante A lo que se quiere apuntar es que ni siquiera basta con vituperar
la investigación, publicación impresa, ruedas de prensa y presentacio- para que grupos con similares intereses se contagien de un relato o se
nes de libro. Esto evidencia que ocupar la categoría opositor no es su- desate la furia para ripostarle desde sectores que se le oponen. Hay un
iciente para describir las distintas actuaciones que se desarrollan en vacío en este artículo que da la impresión de noticias gratuitas, siendo
contra de un poder, sino que en dependencia de las variables sociales que no causa impacto la apuesta política en juego y, por tanto, decimos
que atraviesen al grupo -para el caso, no padecer la censura editorial que no posee los efectos de la veracidad.
por residir fuera de la isla-, se dispersan intervenciones diferentes.
Mientras, en lo referente a la verdad, podemos apreciar que aun- ¡Túmbenlo!
que demeritemos la comprobación de los hechos, no por ello cualquier
enunciado está cargado de veracidad. Cuando anteriormente sostenía- Del artículo de Reinaldo Escobar en 14ymedio que citamos, surge
mos que encontrábamos los índices de la verdad en las maneras en que un hecho que merece nuestra atención. Se trata de que a inales de
se articulan los hechos, ello se materializa en los efectos que causen los los noventa, el Historiador de la Ciudad Eusebio Leal declaró que el
ejes de las narraciones. Por ejemplo, pueden revisarse cualesquiera de monumento a José Miguel Gómez era prioritario de conservación, por
los blogs citados y se encontrarán, en la sección de los comentarios, lo pertenecer al patrimonio nacional. Como parte de este proyecto de
restauración, la estatua del segundo presidente de La República fue
devuelta a su pedestal. Es importante destacar que este ejercicio del
al bloque de la oposición y el resto al gubernamental. Tras 1959 se declara la poder no fue acompañado con discursos acerca de la igura del anti-
Ley Fundamental, documento por el cual se empieza a regir el país durante su
transición hasta que fue elaborada la Constitución de 1976, todavía vigente. Para guo presidente, sino únicamente bajo las argumentaciones de restau-
conocer algunos debates y diferentes posturas recientes alrededor de cómo ración del patrimonio.
relacionarse con la Constitución –reformarla, volver a la de 1940 con reformas,
entre otras-, puede revisarse el (DOSSIER, 2009). Pero este hecho fue registrado de una manera crítica por el grupo

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cubano de rap, fundado en 1996, de nombre Obsesión. Los integran- […]
tes del grupo, el matrimonio conformado por Alexey eltipoeste y Ma- Porque esta estatua representa la muerte de tantos
gia López, realizaron en el 2012 un disco titulado El Disco Negro, el negros inocentes,
cual constituye un documento etno-sociológico acerca de las disímiles Esta va por los Independientes. (TÚMBENLO)”
maneras en que se maniiesta el racismo en Cuba y los modos de ex- (JOSÉ MIGUEL GÓMEZ EN CALLE G, 2012) (las
perimentar la negritud (OBSESIÓN). El tema llamado Calle G, aborda cursivas son mías)
cómo para la población negra de la isla restituir dicha estatua consti-
tuye una falta a su memoria negra de dolor. Reproduzcamos algunos En efecto, el grupo de rap está haciendo referencia a cuando, en
fragmentos del tema musical: 1912, el Presidente José Miguel Gómez convocó al ejército para hacer
frente a los negros que exigían sus derechos desde el Partido Inde-
“Y no me digan que eso patrimonio pendiente de Color, ocurriendo una matanza de alrededor de 3 000
Que no se pue’ tumbar porque es de Eusebio. personas negras. A partir de la publicación de esta tema, diferentes
Esta solicitud no es pa’ escritorio. intelectuales de la isla, que no necesariamente pactan con el gobierno,
¡Es una exigencia del pueblo! comenzaron a hacer circular su opinión respecto al destino más apro-
[…] piado para la estatua restituida. Citemos algunos comentarios:
No entiendo que hace ese tipo ahí, después de una
Revolución que se hizo aquí. “Mario Coyula
¿Qué fue lo que pasó con la memoria de este país? La historia no se puede cambiar, y mucho menos demoler; pero sí interpretar.
¡No sé a ti, a nosotros no nos representa! Para eso están los ensayos y libros, los debates y polémicas. Si empiezan a
(¡Que no me den muela!) bajar del pedestal a próceres dudosos, ¿dónde detenerse? Esos mismos mo-
Que para mí está claro que está glorificando el racismo numentos, incluso los inmerecidos, son parte de una historia. Hay que expli-
al descaro carlos. Nuestra historia y la del mundo está llena de personajes que tuvieron
Hago un llamado al graffiti cubano una ejecutoria hermosa por un tiempo y después la ensuciaron con abusos
¡Si no la tumban vamo’ y la graffiteamo’! y hasta crímenes. La terrible represión sobre los Independientes de Color,
Redonda falta de respeto en el medio del Vedado incluyendo la ejecución, más bien linchamiento, de Quintín Bandera, merece
¿Qué hacemo’ nos callamo’? un monumento aparte.
¡No, nunca! Desiderio Navarro
[…] ¿Y no se podría, dejando la estatua en su lugar, colocar a su lado una tar-
Túmbenlo!! Urgente!! ja –como las que tienen tantos monumentos, a veces más habladoras sobre
Por los Independientes!! los inanciadores del monumento que sobre la personalidad recordada por el
[…] mismo– en la que un sucinto texto aludiera también a los lados oscuros del
Yo no he hecho na’, homenajeado, con lo cual el monumento no sólo recordaría a éste, sino tam-
Solo dije lo que hacía falta decir. bién a la sociedad o segmento de ella que fue capaz de homenajearlo acrítica-
Es la verdad mente a pesar de (en ocultación de) esos lados? De ese modo, el monumento,
Y la historia a mí no me permite mentir. a través de esa tensión entre estatua y tarja, podría ser productor-transmisor

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de saber histórico, o incitador de la búsqueda de conocimientos históricos, Esto nos permite ubicar otras dos plataformas de acción por la cual
sin dejar de ser la misma obra escultórica de mayor o menor calidad artís- grupos subalternos, en Cuba, exponen en el espacio público sus usos
tica.” (JOSÉ MIGUEL GÓMEZ EN CALLE G, 2012) (las cursivas son mías) del pasado. En el caso de los intelectuales, la vía de hacer circular emai-
ls con contactos de numerosas personalidades tiene un antecedente y
Al recibir tantos comentarios, los integrantes de Obsesión hicieron una cualidad que vale comentar. Hace unos diez años comenzó una ca-
pública su respuesta acerca de las opciones dadas por los intelectuales: dena de emails entre iguras académicas y del arte donde se exponían
los criterios acerca de lo sucedido en Cuba en el período denominado
“Nuestra petición de demolición de la estatua (no del mausoleo) de José Mi- como quinquenio gris13. Tuvo tal repercusión y expansión dicho debate
guel Gómez, petición que no se reduce o digamos no se detiene en el acto de que se terminó organizando una mesa, en la cual algunos intelectuales
demoler, si no que propone además erigir en su lugar una estatua a Mariana hicieron una presentación, que resulta una colección de testimonios
Grajales, quien no fue presidenta pero nos representa (rima y es verdad) en de experiencias de censura y represión vividas personalmente o que
toda la dimensión de la palabra .… mujer, cubana, negra, madre […] No es sufrieron algunas personas que les fueron cercanas a los ponentes.
el caso de José Miguel con todo y la “lógica cultural” implícita. Por favor, en Que el canal de divulgación fue bajo el formato de los emails no es
nuestro país hay muchos ejemplos ilógicos de lógica cultural. No vamos a arbitrario pues, aún más en aquellos años, la conectividad a Internet
respetar un patrimonio con el cual no nos veamos representados. […] Desde en Cuba es muy limitada. No obstante, existen diferentes servidores de
nuestro punto de vista la permanencia de esta estatua es una total falta de empresas estatales que le otorgan una cuenta de correo electrónico a
respeto a Eloy Alfaro, a Salvador Allende, a Benito Juárez… gente cuyo de- sus empleados, siendo que no precisan éstos de acceso a la red en tanto
nominador común fue el decoro en todo momento, la limpieza, la vergüenza. es el servidor quien se conecta. Además, habría que tener en cuenta
[…] Dicen que no hay una sola verdad, pero nosotros tenemos la nuestra y es que dicha temática jamás hubiera aparecido en los medios de difusión
la que echamos pa’ alante.” (JOSÉ MIGUEL GÓMEZ EN CALLE G, 2012) (las masiva que controla el gobierno, otro elemento que hace a la vía de los
comillas son del original, las cursivas mías) emails atractiva para estos grupos.

Es importante comenzar el análisis destacando cómo se acomo-


13 A partir del 2007 y hasta el 2009, se realizó el ciclo de conferencias La política
dan las asimetrías y las estrategias de los distintos actores sociales cultural del período revolucionario: memoria y reflexión. Las diversas ponencias
en cuestión. Aquellas personas que hicieron circular su opinión vía trataban acerca de la política cultural del gobierno a partir de 1971, tiempo que
fue conocido como el quinquenio gris. El término hace referencia al período
correo electrónico, tanto las citadas acá como todas las que no selec- 1971-1976, período en que Luis Pavón Tamayo presidió el Consejo Nacional
de Cultura con una brutal política de censura y represión a todos aquellos
cionamos que se pueden consultar en el blog, son catalogadas como creadores e intelectuales que fallaran a los valores del gobierno. Entre estos
intelectuales de la isla. Estas personalidades no representan al poder valores sancionados estaba la homosexualidad y el diversionismo ideológico.
Según algunos ponentes, dicha censura no se limita a aquel período sino que
gubernamental en la isla por su habitual postura crítica, no obstante continúa hasta la actualidad con diversos cambios, pero el término surge de
aquel período).
sus intervenciones suelen ser lo suicientemente cuidadosas como para
poder desarrollar sus labores en Cuba sin graves represiones. Es de- La polémica se desata vía correo electrónico cuando una noche del 2007 aparece
en un programa televisivo la igura de Pavón homenajeada, cuestión que insultó
cir, a pesar de sus desavenencias con acciones del gobierno, no llegan a quienes han padecido la rudeza de la política cultural inaugurada en aquel ti-
empo. Ambos intelectuales citados en la polémica del tema musical de Obsesión,
usualmente a representar a la oposición. Por su parte, los integrantes impartieron una conferencia donde exponen sus críticas ante las medidas gu-
de Obsesión no precisaron del apoyo de instituciones para la graba- bernamentales padecidas, sea en sus proyectos personales, en su persona o en la
de colegas. Todas las ponencias pueden revisarse en (CRITERIOS); mientras que
ción de su disco, sino que este fue producido de manera independiente. noticias acerca de la organización de estas conferencias en (VICENT).

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En cuanto al grupo de rap, contar con estudio en casa les libra de que coinciden los años en que se restituye la estatua a José Miguel
verse supeditados al control y censura de las instituciones de música. Gómez y aquellos en que se erigen los nuevos monumentos a iguras la-
En caso contrario, es altamente probable que El Disco Negro no hu- tinoamericanas con valores comunes a los gubernamentales. Entonces
biese podido concretarse. Para calcular la potencia de su estrategia, quizás podamos aventurarnos y plantear que, si bien posterior a 1959
habría que recordar que si bien dentro del país no hay amplia ven- la Avenida de los Presidentes cayó en el descuido y perdió sus cuali-
ta de discos de música, debido a sus altos costos y los bajos ingresos dades de ser un escenario donde el poder realiza sus performances, a
salariales, al contrario existe una fuerte cultura offline donde mucha inales de los noventa este aspecto fue retomado.
información se hace circular transmitiéndola entre amistades median- Pero esto no se dio sin una dosis de enfrentamiento entre los intere-
te memorias usb, sin ines lucrativos. Por otro lado, el grupo efectúa ses de distintos sectores en el poder, siendo que de la negociación re-
frecuentes conciertos que cuentan con abundante público y, en varios sultaron políticas de memorias dispares pero que, en vez de excluirse
videos colgados a la red que muestran la reacción del público cuando por contradictorias, ambas acudieron al mismo espacio público para
cantan Calle G (CALLE G EN EL RIVIERA), puede observarse al públi- representarse. Por supuesto, habría que añadir el pequeño detalle de
co gritando al unísono. que, tras una estatua levantada por la Oicina del Historiador, el go-
La multiplicidad de memorias implicadas en la estatua de José Mi- bierno elevaría varias.
guel Gómez debe ser apreciada no sólo evidenciando los diferentes Pasemos a recorrer las distintas formas en que nombra cada ac-
sentidos que le otorgan a dicho monumento los actores mostrados, tor al segundo presidente de La República y el sentido que tiene de su
sino también aquellos que se ponen en juego desde el poder. Es cu- período de gobierno. El grupo de rap se le referirá como lo opuesto a
riosa, primeramente, la manera en que se encuentran dos discursos las iguras latinoamericanas representadas con valores de “decoro”,
diferentes desde el mismo poder: el gobierno desmonta una estatua “limpieza” y “vergüenza”; mientras que de los actos de su gobierno que
que no representa los valores del nuevo sistema y luego el Historiador signiican a la estatua y viceversa, dirán que está “gloriicando el ra-
de la Ciudad la vuelve a colocar por sus valores como patrimonio. Cier- cismo” y “representa la muerte de tantos negros inocentes”. Ante este
tamente, habrán pasado cerca de cuarenta años, pero resulta intere- desvergonzado racista y asesino, el reclamo de Obsesión respecto a la
sante esta resigniicación dentro del mismo poder -pues las instancias estatua es que debe ser “tumbada”.
gubernamentales seguían siendo las mismas desde 1959. En cuanto al grupo de intelectuales que responde a la polémica des-
Valga entonces retomar dos datos que quedaron dispersos en ante- atada por el tema musical, reieren al presidente como “prócer dudo-
riores páginas para complejizar el análisis de esta situación. En la Nota so”, cuyo gobierno fue “hermoso por un tiempo” y luego con “abusos y
3 de este texto se citó cómo en 1993 se aprobó un Decreto Ley que le da hasta crímenes”, con “lados oscuros”; y proponen respecto a la estatua
a la Oicina del Historiador de la Ciudad una independencia económica colocar “una tarja” que haga las veces de “productor-transmisor de
para la gestión de recursos, beneicio que no es usual en la isla y que saber histórico”. Mientras, si nos remitimos el texto de Dávalos, al pre-
vuelve a esta institución un par del gobierno. Por otro lado, las fechas sidente se le reconocía por sus “manejos turbios del erario público”.
indicadas de la construcción de nuevas estatuas sobre la avenida, de- Resulta notable que, a pesar de que en diversos medios se cita la
dicadas a próceres latinoamericanos, rondan los inales de los años matanza orientada por José Miguel Gómez, desde el poder guberna-
noventa y el inicio del nuevo siglo. mental se enfatizan más sus actos de corrupción. Por su parte, el grupo
Aunque no existe un acto maniiesto que enlace estos hechos, me de rap representante del afro-pensamiento, en diálogo con el poder y
parecen coincidencias que sería luminoso hacer converger. Reiero a los intelectuales, no parece dispuesto a versatilizar la igura del presi-

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dente con cualquier acto positivo durante su mandato, pues el asesina- estigmas respecto a la raza.
to de tantos negros ensombrece todo su gobierno. Por ejemplo, con el tema El loco se interpela al Instituto Cubano
En este debate público resulta muy interesante lo explícito que apa- de Radio y Televisión en cuanto a que, en la producción de novelas,
recen los signiicados que le otorgan a la historia ambos actores. En los personajes que se le otorgan a los negros y las negras los dejan
el caso de los intelectuales, “la historia no se puede cambiar, y mucho en un prestigio demeritado respecto a los papeles blancos. En el intro
menos demoler; pero sí interpretar. Para eso están los ensayos y libros, Eduardo en talla, la puesta en escena de un contexto escolar donde
los debates y polémicas”. Mientras que para Obsesión, después de “una los estudiantes desconocen hechos de violencia contra los negros o
Revolución que se hizo aquí, qué pasó con la memoria de este país? ¡No movimientos suyos de emancipación, parece una apuesta para inter-
sé a ti, a nosotros no nos representa!” y traen “la verdad, y la historia a venir en los planes educativos a in de favorecer una mayor conciencia
mí no me permite mentir”, “No vamos a respetar un patrimonio con el cívica respecto a las consecuencias de la racialización. Mientras, en los
cual no nos veamos representados”. temas Tú con tu ballet y Abakuá se evidencian los estigmas que se sos-
Según el decir de los intelectuales, hay una sustancia en la histo- tienen alrededor de las religiones yoruba y abakuá, y su relación a la
ria que es a la vez ija tanto como móvil, y una intervención legítima negritud; así como en Mi belleza y Me afroconozco se representa a un
sería por medios académicos (los suyos, por demás), modiicando los pensamiento decolonial y emancipatorio acerca de la condición de ser
sentidos que tenga algún símbolo sin dejar de entenderlo como pro- negro o negra. Propuestas éstas que, aunque no apuntan a derrocar
pio ni afectar sus efectos performativos en los espacios públicos (con un gobierno para instaurar otro, sí están en sintonía con tomar accio-
excepción de la utilización de la tarja). Mientras, Obsesión representa nes que modiiquen el actual contexto cívico cubano.
a un sector negro que, no sólo no entiende al símbolo como propio, En cuanto a la temporalidad, se halla en las narraciones de las que
sino que le atribuye los sentidos de su propia muerte; pidiendo inter- se hace Obsesión una desidentiicación a la construcción de los rum-
venir directamente en el espacio público, tumbándolo el poder (ellos bos actuales de la nación en el tema racial y la insistencia de un núcleo
no!) o grafiteando el monumento, mecanismo de acción bien distinto traumático de exclusión, discriminación y estigmatización. La alusión
al académico propuesto por los intelectuales. Por demás, valga apuntar al Partido de los Independientes de Color puede interpretarse, en tanto
a que la postura de los raperos, que se deduce, no pareciera en contra constituyó una apuesta política legítima en forma partidista, como un
del gobierno, sino antes bien como perspectivas que indicarían otros movimiento social que fue truncado a través de una matanza. De esta
cambios que aún precisa esa voluptuosidad de transformaciones que manera, aquella cantidad de cuerpos violentados continúa como fan-
es la revolución. tasmas por la ciudad que reclaman, para empezar, el reconocimiento
Si seguimos las letras de Rabotnikof, otra de las vertientes que sue- explícito de sus muertes.
len presentar los trabajos con la memoria son aquellos que hacen re- Dicha discontinuidad con un proyecto político formal del pasado se
tornar momentos trágicos o de fractura social. Del fragmento citado articula en un presente por medio de su veracidad, es decir, un con-
de la autora anteriormente, remarcábamos el carácter recurrente del licto perenne que constituye en la actualidad, de alguna forma, una
momento traumático y la usual falta de propuesta política de estos usos muerte cívica puesto que los sentidos comunes acerca de la negritud se
del pasado. En el caso de Obsesión, su tratamiento de las memorias encuentran monopolizados por el racismo. De este modo, el tiempo del
coincide con éste, pero a diferencia de lo descrito por la intelectual, en relato desde la negritud no podría ser el tiempo revolucionario pues
toda la complejidad de su disco pueden encontrarse diferentes accio- cierta dimensión mortífera continúa. Cuestión que, al haber desatado
nes desde las cuales intervenir en contextos discriminatorios y alterar tal polémica entre diferentes actores sociales en Cuba, devela que en

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su núcleo radica una verdad, en tanto la habíamos deinido como aque- ticas, muestra que la subalternidad es heterogénea en sí misma: nos encon-
lla conlictividad que enlaza momentos del tiempo y que despierta el tramos a veces con luchas intermitentes y también con reacciones conser-
ánimo de quienes se le identiican e interpela a quienes se les oponen. vadoras y excluyentes en las proclamaciones de la “diferencia”. (…) Hay una
política de la deinición y de la clasiicación; y una poética de la inclusión y de
Ni el poder ni la subalternidad son un lugar de descanso, pero G sí la invisibilidad, también dentro de los escenarios subalternos de los “mun-
dos del pasado”. Sólo una perspectiva que tome al presente como “tiempo
Mario Rufer es un intelectual que en varios de sus trabajos insiste imperfecto” podrá dar cuenta de las múltiples lecturas que pueden hacerse
en la alerta investigativa de no esencializar o idealizar a los sectores de estas situaciones. (…) En todo caso estamos ante procesos de signiicación
subalternos. Es una precaución pertinente en tanto es usual que, al complejos que debemos leer en clave de “detalles”, los cuales revelan mu-
identiicarnos con un grupo subordinado a un poder, dejemos deteni- cho sobre los mecanismos de poder, la exclusión y las políticas de identidad.”
da nuestras herramientas críticas, pues se desvanecen entre la estu- (RUFER, 2009, p. 97)
pefacción por el encadenamiento de injusticias que han padecido y la
conmoción ante la voluntad de emancipación que suele permanecer en Pues en la extensión de este trabajo se ha intentado hacer una ma-
estado más o menos latente. Como es obvio, se trata de la elección de peo de los diferentes actores sociales en disputa y de las estrategias
una postura ética, que en este trabajo se inclina por evidenciar que al de que pueden valerse condicionados por su ubicación en la sociedad,
interior de la subalternidad se crean o reproducen relaciones asimétri- aunados todos alrededor de un lugar de memoria. Este recorrido per-
cas de poder, invisibilizaciones, opresiones y hasta pactos eventuales mitió notar que los enfrentamientos no son únicamente un modo de
con el mismo poder que les subordina. relacionarse el poder con los sectores subalternos. Como se mostró,
Por un lado, habría que reconocer que no suelen tener los mismos ni dentro del poder ni al interior de la subalternidad hay acuerdo en
efectos las relaciones asimétricas entre grupos subalternos que con si levantar estatuas, tumbarlas o dejarlas a medias, pues la manera en
el poder. Por ejemplo, los estigmas entre éstos no tienen la capacidad que se articulan sus conlictos actuales a momentos del pasado y ex-
de institucionalizarse y por tanto carecen de poder para discriminar pectativas futuras, no develan con certeza más que sus malestares y
y excluir de la vida social a sus alteridades. Por demás, nuestra mi- contingentes modos de enfrentarlos.
rada puede ser más cauta y, antes de preocuparnos por localizar al Para el caso, la heterogeneidad en la estructura del poder se eviden-
grupo bondadoso y siempre oprimido para defenderle, o desacreditar ció con la toma de acciones dispares por parte del Historiador de la
al emancipado por poseer naturaleza similar al opresor, podemos sa- Ciudad y el gobierno. Resulta interesante destacar, no sólo que los pri-
tisfacernos en mostrar un escenario social en perenne conlicto y con meros recolocaron la estatua de José Miguel Gómez quitada por el go-
diversos grados de opresión y solidaridades, sosteniendo disputas o bierno, sino que dicha acción no se llevó a cabo sin la toma de otras me-
estableciendo alianzas. didas paralelas que amortiguaran los efectos inconvenientes que esto
En un libro en que Rufer aborda cómo se pone de maniiesto la podría ocasionar a los intereses gubernamentales. De tal complicidad
memoria pública y los usos del pasado en los contextos de África resultaron intervenciones según los mecanismos del poder que osten-
post-apartheid y Argentina post-dictadura, se reiere a esta postura tan la capacidad de representarse en espacios públicos: la estatua repu-
del siguiente modo: blicana fue restituida, pero otras que refuerzan los valores del proyecto
político revolucionario fueron erigidas en otros sitios de la calle G.
“La experiencia de narración de los mundos del pasado, en sus propias prác- También apreciamos distintos escenarios de los sectores subal-

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ternos y cómo se reactualizan en éstos las opresiones del poder, ma- grupos declarados abiertamente opositores. Sería más conveniente
nifestado por la indiferencia ante demandas de reconocimiento e in- sospechar que resulta un mecanismo de defensa ante las políticas de
clusividad de ciertas memorias que aún andan lotando sobre la isla censura y represión que padecen estos grupos por parte del gobierno.
reclamando por un destino diferente. Caso paradigmático de ello fue Aquí enfatizaría un segundo aspecto que apunta a la existencia de
la polémica entre intelectuales y los integrantes del grupo Obsesión, distintas maneras de experimentar la subalternidad. En efecto, ¿acaso
pues aunque los primeros no deslegitimaban el reclamo de los raperos, en los conciertos que realizan los raperos, o en las presentaciones de
si nos atenemos a los hechos descritos en la Nota 13 de este trabajo, un nuevo número de la Revista Criterios de Desiderio Navarro, tanto
¿acaso lo que despertó la furia entre estos intelectuales en el 2007 no los asistentes como los organizadores padecen de detenciones arbi-
fue la aparición pública de la igura de Pavón? ¿Por qué entonces se trarias o cualquier otra forma de represión, como así sucede con las
siente tanta distancia en las propuestas negras si han experimentado Damas de Blanco cuando realizan una marcha dominical -por apenas
previamente la potencia que posee una imagen en el espacio público decir un ejemplo citado en la Nota 9 de este texto?
que representa la fuerza opresiva de la censura y la exclusión?
Esto nos devuelve una lógica curiosa que anima estos mecanismos Las memorias continúan, y tú exhibirás un verso
del poder y las políticas de identidad implicadas. Se trata de que den-
tro del poder ocurren ligeros enfrentamientos que son resueltos con No se quisiera terminar sin aludir a un sector especíico que hace
altas dosis de complicidad y según los mecanismos de acción que les un uso peculiar de estos lugares de memoria. Se trata de un grupo
son propios -como la situación entre el gobierno y la Oicina del His- extremadamente mixto que se compone por homosexuales que tienen
toriador de la Ciudad, con la elevación de estatuas. Mientras, entre encuentros clandestinos dentro de la torre donde se coloca la estatua
sectores subalternos se establecen diálogos sensibles a las prácticas de José Miguel Gómez, exhibicionistas que muestran (desde lo alto de
de representación que les afectan, estando éstos marcados por irreso- los elevados de tierra que están en ambas aceras de la parte trasera
lubles enfrentamientos que se desenvuelven en los términos y medios del monumento a este presidente) sus sexos a las jóvenes transeúntes,
alternativos que caracterizan sus acciones -como el caso descrito entre masturbadores en público que se suben a los árboles que se encuen-
intelectuales y el grupo de rap, con las cadenas de emails. tran en la extensión de la vereda para eyacular sobre las chicas que
Además de estas poéticas de la invisibilización al interior de la sub- están sentadas en los bancos de abajo, y de vampiros, emos, reparte-
alternidad, y de las negociaciones en la representación de diferentes ros, mickys, raperos, hippies, rockeros y una amplia variedad sin cla-
instancias del poder, no habría que descuidar las distintas rutas viven- siicación que utilizan las noches para encontrarse en distintos sitios
ciales que siguen los subalternos como consecuencia de las clasiica- de la vereda14.
ciones a que están sujetos según su vínculo con el poder. Primero, ha- Lo común de estos actores es la irreverencia ante los modos de reco-
ría referencia a que difícilmente se encuentran reacciones en medios rrer un espacio público designado al homenaje. Si bien es cierto que no
públicos alternativos, ni por parte de los intelectuales citados ni por el se encuentran en sus discursos una utilización de cualesquiera de las
grupo cubano de rap, ante cualesquiera de las muchas problemáticas estatuas como lugar de memoria, quizás su impacto político haya que
en torno a las políticas de representación que plantean los diversos
grupos opositores que desafían explícitamente al gobierno.
Tuviera mucho cuidado de suponer que este silencio entre subal-
14 El documental Close up de Damián Saínz recopila esta diversidad de tribus
ternos es un índice de ausencia de veracidad en los enunciados de los urbanas en las noches habaneras (SAINZ).

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apreciarlo en los valores por los que se rige cada grupo y la voluntad de ros, en tanto por un período de casi cuarenta años pareciera que la ve-
ir a exponerse como tribu urbana o marginal a una arteria capitalina reda perdió su cualidad de ser un lugar donde el poder representarse.
tan céntrica. Una de las maneras de enlazar estos elementos hasta ha- De modo similar, se deben rastrear las maneras en que el movimiento
cer emerger una articulación respecto al poder sería considerar que, de rock en Cuba, censurado por un tiempo, fue el primero que comen-
en tanto la avenida ha sido desde el nacimiento de La República un zó a hacer un uso de la avenida como lugar nocturno de encuentro
escenario donde se representa el poder, la exhibición pública de estos -un espacio para la diferencia excluida-, y que luego proliferó con las
sectores en la extensión de la vereda es un modo de atentar contra los restantes tribus urbanas. De esta manera, enfocando dichos modos
efectos coercitivos que persiguen los lugares de memorias instalados. de hacer presencia en el espacio público, se conservaría el mismo espí-
Esta furia de cualesquiera de las tribus urbanas o marginales de ex- ritu investigativo que ha dirigido este proyecto: evidenciar una trama
hibirse como diferencia en el mismo lugar donde el poder se repre- social compleja que se enfrenta y hace alianzas, siempre inestables, en
senta, la entendemos como voluntad que conlleva implícitamente una contradicción y compartiendo símbolos mediante los cuales actualizan
resistencia al borramiento de la mixtura y las contradicciones sociales su interés político.
producto de la convivencia de mundos de vida distintos.
Incluso, el valor de esta convivencia a lo largo de la vereda puede ser
interpretado como que este escenario que se construye en G corres-
ponde a una puesta en escena de diversidad y multiplicidad de gru-
pos, incluso contraidentiicados entre sí, que constituye y evidencia un
fracaso de la política gubernamental de homogenizar en valores a la
sociedad. ¿Acaso no se encuentra como reclamo primordial de grupos
opositores y disidentes el reconocimiento legítimo de partidos alter-
nativos al oicial, o sea un lugar para que se coexista con la diferencia?
Se propone que la investigación que prosiga este tema realice una
búsqueda de conceptos emparentados al espacio público y sus usos, a
in de poder enfrentar grupos cuyas maneras de hacer impacto en lo
social diieren y hasta parecieran proyectos que no se intersectan ni se
reconocen. Por ejemplo, ¿es posible articular la eyaculación vertida en
un encuentro clandestino entre dos hombres al interior de una torre
sobre la que se eleva una estatua, con las políticas de conservación del
patrimonio nacional que protegen el monumento dentro del cual dicha
estatua se ostenta?
También se sugeriría localizar temporalmente los momentos que
orientaron los usos actuales de este espacio público por estos grupos
marginales y tribus urbanas. Por ejemplo, habría que ahondar en la re-
lación entre el desinterés del gobierno por el monumento a José Miguel
Gómez y la intervención por homosexuales, exhibicionistas y grafite-

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5.
Una cartografía histórica: usos públicos de la his-
toria en el metro de Ciudad de México1

Sebastián Vargas Álvarez

“A diario, cerca de cinco millones de capitalinos utilizan el


sistema del Metro, en batalla álgida por el oxígeno y el milí-
metro […] En el Metro, la novedad perenne es la nación que
cabe en un metro cuadrado. Acorde con tal prodigio hospi-
talario, cada vagón es metáfora bíblica que le halla un hueco
a los solitarios, a las parejas, a las familias, a las tribus, a las
generaciones. En el Metro, se disuelven las fronteras entre
un cuerpo y otro, y allí sí que todos se acomodan”.

Carlos Monsivais

“Son, este, personajes o símbolos que agarraron de la histo-


ria para plasmarlos como representación en las estaciones
de cada línea del metro”.

Jorge (50, empleado)

1 Agradezcoa los demás autores de este libro, así como a mis colegas del grupo
de investigación Imaginarios, Representaciones y Prácticas Culturales por sus
comentarios y observaciones a este texto.

209
5. Carlos Marín-Campos. “Paisaje Onírico I”. Óleo/Tela.
1.85 x 1.20. 2013. Cortesía del autor.
Introducción El texto se divide en cuatro partes. En la primera, sitúo al lector en
la historia del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STCM): su reali-
UNA DE LAS CONDICIONES necesarias para la existencia y transmisión dad actual, sus fases de construcción, y las características de su siste-
de la memoria social es que “se desarrolle dentro de un marco espa- ma de señalización. La segunda parte es un análisis de la cartografía
cial” (HALBWACHS, 2004, p. 144). No podemos comprender los pro- histórica, en donde estudio las representaciones del pasado plasmadas
cesos de construcción y transformación del recuerdo/olvido colectivo en el sistema de señalización y el discurso histórico que vertebran. En
sin atender a sus anclajes en el espacio (HOELSCHER y ALDERMAN, un tercer momento, presento los resultados del trabajo de campo, en
2004; SAID, 2002). El pasado se inscribe en el espacio público a través donde indagué con respecto a la recepción y los usos de la cartogra-
de diferentes marcaciones territoriales que se transforman en “luga- fía histórica por parte de los usuarios del metro. El último apartado
res de memoria” (NORA, 2008): los más comunes son los monumentos presenta el trabajo de Redretro, un colectivo de arte urbano que ha
y las placas conmemorativas, pero también podríamos pensar en otro realizado intervenciones en el metro que tienden a dislocar los signii-
tipo de registros, como por ejemplo el grafitti o el performance. cados de la historia y la sociedad que se quieren transmitir a través del
En el presente ensayo, pretendo analizar un caso concreto en donde sistema de señalización.
convergen representación del pasado y marcación del espacio público: El presente ensayo es un ejercicio transdisciplinar que se sitúa en
el sistema de señalización del metro de la Ciudad de México, elaborado un espacio donde convergen la Public History (por su preocupación
por el diseñador estadounidense Lance Wyman a inales de los años por los usos públicos de la historia y las políticas de la memoria), la
sesenta del siglo XX. La propuesta de Wyman incluyó una iconografía historia cultural/los estudios culturales (por su pregunta por las re-
para que los usuarios del metro pudieran identiicar las estaciones a presentaciones y las prácticas culturales) y la antropología (por su
partir de símbolos gráicos. La gran mayoría de las estaciones (y sus enfoque metodológico). Así mismo, debo reconocer una deuda con
respectivos íconos) reieren a acontecimientos, sitios o personajes his- el proyecto intelectual de la sociología de la imagen, impulsado por
tóricos (Cuauhtémoc, Constitución de 1917, Hidalgo, Chapultepec, Lá- la intelectual boliviana Silvia Rivera Cusicanqui. La iconografía del
zaro Cárdenas, etc.) por lo que no es exagerado plantear que el metro metro puede considerarse como un objeto de estudio pertinente den-
se constituye en un dispositivo urbano de transmisión de la memoria tro de este campo, interesado en “la totalidad del mundo visual, desde
social, a través del cual los usuarios refuerzan (o cuestionan) los relatos la publicidad, la fotografía de prensa, el archivo de imágenes, el arte
sobre el pasado aprehendidos en otros espacios y/o soportes (la es- pictórico, el dibujo y el textil, amén de otras representaciones más
cuela, la conmemoración, el museo, los medios de comunicación, etc.) colectivas como la estructura del espacio urbano y las huellas históricas
a la vez que se sirven de esta cartografía histórica para orientarse en que se hacen visibles en él (RIVERA CUSICANQUI, 2015, p. 21-22. Las
sus desplazamientos cotidianos por la ciudad. Me interesa, entonces, itálicas son mías).
explorar los usos públicos de la historia en el metro de la Ciudad de
México, a partir de dos cuestiones principales: ¿qué historia de México El metro en la historia
se narra en la iconografía del metro? (la pregunta por la cartografía) y
¿cuál es la recepción de esta historia por parte de los usuarios y cómo El STCM es el principal medio masivo de transporte de la Ciudad de
la utilizan? (la pregunta por su lectura). En este sentido, coincido con México: es utilizado diariamente por 4,4 millones de pasajeros que se
el antropólogo Marc Augé, para quien hablar del metro es “hablar ante
todo de lectura y de cartografía” (1987, p. 21).

212 213
movilizan por sus 12 líneas2 y 195 estaciones, extendidas a lo largo de asustan, a veces agradan y a veces agreden a los demás” (DOMÍN-
226 kilómetros (STCM, 2015a). GUEZ, 2010, p. 163). Como advertía Augé en su conocida etnografía
El metro satisface la necesidad de transporte de los 8,9 millones de del metro de París, “en el metro los signos de la alteridad inmediata
habitantes de la ciudad (que aumenta hasta 22 millones si se tiene en son numerosos, a menudo provocativos y hasta agresivos” (1987, p. 28).
cuenta la población total de la Zona Metropolitana del Valle de Méxi- Estos otros (¡o mismos!) con los que el “viajero subterráneo” se topa
co3). Dadas las grandes distancias de la urbe y su área conurbada, “los a diario, con los que compite “por el oxígeno y el milímetro”, consti-
desplazamientos entre origen y destino de los usuarios del Metro se es- tuyen una extensa fauna urbana: trabajadores, estudiantes, pensiona-
labonan generalmente con la utilización de otros medios de transporte dos, ninis 4 y también, como se menciona en la investigación de Olivia
colectivo”, como microbuses (peseros) o taxis colectivos; no obstante, Domínguez sobre los músicos de la L3, aquellos “sobrevivientes” en
los tramos de viaje en el metro suelen ser los más largos, llegando a busca del sustento diario como vendedores (vagoneros), poetas, faqui-
representar casi la cuarta parte de todos los traslados diarios en la res, músicos, discapacitados, payasos, indígenas, activistas, sordomu-
capital (NAVARRO, 1993, p. 178). dos y mendigos (2010, p. 163-176).
El metro es usado principalmente por los sectores de menores re- En sus casi cincuenta años de existencia, el metro ya ha entrado a
cursos y la clase media, es decir, por la mayoría de la población. Según formar parte de la cotidianidad y la cultura popular de los capitalinos.
el estudio de Bernardo Navarro, más del 90% de los usuarios del trans- Preguntas como “¿Qué estación queda cerca de…?” y “¿Te vas a ir en
porte público “obtienen ingresos inferiores a los tres salarios mínimos metro?” se han vuelto cada vez más frecuentes. Así mismo, “comenzó
y prácticamente la mitad del total de usuarios recibe ingresos inferio- hacerse un hábito popular concertar citas en las estaciones del Metro:
res al salario mínimo” (1993, p. 10). Esto se debe al bajo costo del servi- ‘Te veo a las 5, en la estación Centro Médico, dirección Indios Verdes,
cio, que cuenta con subsidios gubernamentales: actualmente, un viaje abajo del reloj’. Muchas historias de negocios, trabajo, romance y rela-
en el STCM vale 5 pesos mexicanos (0,25 USD), en contraste con los 2,50 jo tienen su origen en los andenes del Metro” (GDF, 2014, p. 30).
USD que cuesta un viaje en el metro de Nueva York o los 2.200 pesos co- El STCM nació en una coyuntura económica favorable para el país
lombianos (casi 1 USD) que cuesta un pasaje de Transmilenio en Bogotá. y la ciudad, el “milagro mexicano”5. Si bien la construcción del metro
En la Ciudad de México, el metro es uno de los espacios de sociali- se decretó durante el gobierno de López Mateos (1958-1964), a par-
zación por excelencia, el lugar del encuentro con el otro, del desdibu- tir del proyecto liderado por el arquitecto Bernardo Quintana de la
jamiento –como relataba el cronista Monsivais– de las fronteras entre empresa Ingenieros Civiles Asociados-ICA y un equipo multidiscipli-
los cuerpos y los individuos para fundirse en un único “cuerpo social”. nar de la UNAM, ésta no se materializó sino hasta el mandato de Díaz
Se trata de “una ciudad subterránea en la que se entretejen historias, Ordaz (1964-1970). La L1 fue inaugurada en septiembre de 1969 y la
interactúan millones de personajes día con día, el usuario podrá entrar
en contacto durante todo su trayecto con personajes que rompen con
la monotonía cotidiana, personajes que a veces conmueven, a veces 4 En México, se utiliza esta expresión para designar a personas, por lo general
jóvenes, que se encuentran sin empleo y tampoco cursan estudios: “ni” estudian
“ni” trabajan. Es equivalente al acrónimo inglés NEET, que signiica “Not in
employment, education or training”.
2 En adelante, se usará la convención L para designar una línea de metro 5 El “milagro mexicano” se reiere al modelo económico proteccionista conocido
(ej. Línea 1 = L1). como “desarrollo estabilizador” vigente en México entre 1946 y 1970, y que per-
3 La Zona Metropolitana del Valle de México es un área de 7.954 kilómetros que mitió un importante crecimiento económico durante las presidencias de Adolfo
comprende a la Ciudad de México y a sesenta municipios aglomerados, uno de Ruiz Cortines, Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz (ABOITES, 2008, p.
ellos del Estado de Hidalgo y el resto del Estado de México. 495-500).

214 215
L2 en agosto de 1970. El objetivo principal del metro era unir puntos Una de las características más interesantes del metro de la Ciudad
importantes del centro de la ciudad con las periferias, para lo cual las de México, y que lo distingue de otros metros del mundo, es su imagen
primeras tres líneas debían interconectarse y conigurar un círculo en corporativa y su sistema de señalización visual, obra de Lance Wayman
torno al centro. Debido a la crisis económica de la primera mitad de los (1937), un diseñador industrial estadounidense formado en el Instituto
setenta, las obras fueron interrumpidas, y sólo se reanudarían hasta Pratt de Brooklyn, Nueva York. El primer trabajo de Wyman fue con
1977, gracias al boom petrolero durante el gobierno de José López Por- General Motors, diseñando el logo de la empaquetadora Delco. Luego,
tillo (1976-1982). En esta segunda etapa, se construyeron las L4 y L5 y en 1962, realizó los logos de los stands de Estados Unidos y Francia
se ampliaron las L1, L2 y L3. Además, se crearon la Comisión Técnica para la Feria Internacional del Comercio en Zagreb (Yugoslavia). Allí
Ejecutiva del metro y la Comisión de Vialidad y Transporte Urbano, utilizó por primera vez el modelado de logos en 3D y su despliegue
entidades encargadas de la regulación, diseño y ampliación de la red monumental. Entre 1963 y 1966 trabajó en la oicina de George Nelson
(GDF, 2014, p. 26-30). y diseñó los logos y el pabellón de Chrysler para la feria mundial de
En los ochenta, se construyeron las L6, L7 y L9, se ampliaron las ya Nueva York. En el despacho de Nelson conoció al arquitecto mexicano
existentes, y se articuló el sistema con la red de autobuses de la ciudad. Eduardo Terrazas, con quien empezó a interesarse por la relación dise-
Con estos avances, el metro de Ciudad de México era considerado por ño-planeación urbana y a través del cual tuvo sus primeros contactos
los especialistas “como uno de los proyectos más importantes de Amé- con México. Además de trabajar para diferentes marcas comerciales
rica Latina en cuanto a su desarrollo tecnológico. Era un símbolo de en varios países, Wyman ha dirigido proyectos como la señalización
modernidad –como lo fueron los ferrocarriles durante la época pori- del metro de Washington, los pasos peatonales de Edmonton y de Cal-
riana– y de eicacia” (Domínguez, 2010, p. 76). gary, los zoológicos de Washington y de Minnesota, el Washington
Entre 1988 y 2000 se extendió la red hacia el Estado de México, con Mall, la estación de trenes de Pennsylvania y la terminal del transbor-
la construcción de las LA (que corre de Pantitlán a La Paz) y LB (de dador de St. George en Nueva York (GARCÍA, 2014).
Buenavista a Ciudad Azteca), incorporando municipios densamente A inales de los sesenta, Wyman participó en dos grandes proyectos
poblados como Ecatepec, Ciudad Nezahualcóyotl y Los Reyes La Paz. en la Ciudad de México: integró el comité organizador de los XIX Jue-
Además, en 1994 se terminó la línea 8 que conecta la delegación más gos Olímpicos y fue director de diseño de Ingenieros en Sistemas de
poblada de la ciudad, Iztapalapa, con el centro (GDF, 2014, p. 35-42). Transporte Metropolitano (ISTME). En ambas instancias, estuvo a car-
Finalmente, la L12 fue inaugurada en octubre de 2012, y atraviesa go de la creación de logos y sistemas de señalización, tanto de México
el sur de la ciudad de oriente a occidente, desde la delegación Tláhuac 68, como de las estaciones del recién creado metro.
hasta Mixcoac (AGUIRRE y FLORES, 2012). En el 2014, ésta línea es- La realización de los juegos olímpicos en territorio mexicano repre-
tuvo envuelta en escándalos por una serie de fallas, cambios en el pro- sentaba una oportunidad inmejorable para dar a conocer al mundo
yecto original y sospecha de corrupción, y en parte de ella se suspen- el “milagro mexicano”, proyectando la identidad de un país que re-
dió el servicio hasta el 2015 por “peligros de descarrilamiento” (GDF, puntaba económicamente y se consideraba heredero de una cultura
2014, p. 42-44). Si bien existe un Plan Maestro para 2020 que contempla ancestral. A la vez, servía para desviar las miradas del conlicto social
la construcción de 2 líneas más de metro, 3 de metro férreo y 10 de tren que representaba el ascenso del movimiento estudiantil y su conse-
ligero, para alcanzar una red de 297 kilómetros y transportar a 12.8 cuente represión por parte del estado. De tal forma que el gobierno
millones de usuarios al día, lo cierto es que estas cifras están lejos de quiso aprovechar para “mostrar un México fuerte, moderno, capaz de
volverse realidad (NAVARRO y BACELIS, 2000, p. 383). captar los ojos del mundo, seducir al turismo y atraer inversiones ex-

216 217
tranjeras. Todo ello demandaba un sistema contundente y original de también en el logotipo del sistema, una letra ‘M’ (de metro), “que hace
comunicación y diseño, que en gran medida emergió del trabajo de referencia a las primeras tres líneas, en sus barras verticales y a un
Lance Wyman” (GARCÍA, 2014, p. 17). El éxito de estas creaciones –el tren circulando, con la barra curva superior que se incorpora a esas
recordado logo de México 68 a partir del uso de líneas concéntricas, tres” (STCM, 2015b).
y los pictogramas (sin el acompañamiento de textos) para representar Este código o sistema basado en imágenes permite que las estacio-
cada una de las disciplinas deportivas–, catapultaron a Wyman al fren- nes estén identiicadas “de un modo que puedes describir visualmente
te del diseño visual del metro 6. y cada una tiene un signiicado que te ayuda a tener una sensación del
El sistema de comunicación ideado por el equipo de Wyman para el lugar en cada contexto especíico” (ORENZANS y DURÁN, 2014, p.
metro tiene dos características principales: por un lado, la asociación 34). El niño José Roberto López coniesa que le gustaría ser operario
de referentes históricos y culturales a lugares especíicos; por otro, la del metro, y recuerda: “cuando no sabía leer me ijaba en la imagen de
coniguración de un código estrictamente visual basado en colores y la estación en la que vamos parando y preguntaba a mamá cómo se
logos igurativos fácilmente identiicables: llamaba la estación y me aprendía su nombre” (MEDINA, 2013, p. 25).

“Wyman ha logrado establecer un medio de comunicación permanente a tra- La historia en el metro


vés de símbolos que patentan la forma en la que una imagen puede comuni-
car un mensaje especíico y efectivo con la mínima cantidad de elementos […] La propuesta de Wyman fue hábil a la hora de “incorporar distintos
La mirada extranjera de Wyman le permitió identiicar gamas poco frecuen- elementos y símbolos de las tradiciones locales” (ORENZANS y DU-
tes en otras culturas —como es el caso del color rosa empleado en la primera RÁN, 2014, p. 35). Como ya mencioné, el sistema de señalización apeló
línea del metro— y iguras abstractas sustentadas en la tradición histórica y a una serie de referentes culturales e históricos, a una “riqueza icono-
cultural de la ciudad de México. Estos recursos le ayudaron a que sus símbo- gráica” propia de México y de su capital, que facilitó “la creación de
los fuesen fácilmente reconocibles, así como a establecer en la población una sus logotipos en los que se hace referencia a la época prehispánica,
estrecha correspondencia de identidad” (GARCÍA, 2014, p. 6, 7). colonial, del México independiente y de la Revolución hasta nuestros
días” (STCM, 2015b). Se trata de íconos que remiten a lugares, pero tam-
Según este código, las estaciones se representan visualmente a par- bién a ciertos elementos propios de la historia y la cultura mexicana.
tir de logotipos (pictogramas), cuya función es hacerlas reconocibles Existe, entonces, en la iconografía del metro, una triple relación ima-
tanto para aquellos que no sepan leer como a los usuarios cuyo idioma gen-espacio-historia, que nos permite hablar de dicha iconografía en
sea distinto del castellano, lo cual posibilitó “que tanto turistas extran- términos de “cartografía histórica”: un mapa para ubicarse en el es-
jeros como una población multiétnica y analfabeta se incorporaran a
la red social” (GARCÍA, 2014, p. 6)7. El énfasis en lo icónico se releja
del metro), en México el número de personas analfabetas de 15 años y más
alcanzaba el 25.8% (un poco más de la cuarta parte de la población), porcentaje
que se redujo al 5.5% en 2015. Así mismo, en la actualidad se calcula que existen
en el país unas 7,3 millones de personas de tres años y más (7 de cada 100) que
6 Es importante señalar que junto a Wyman, trabajaron en esta empresa los hablan alguna de las 72 lenguas indígenas registradas, siendo las más comunes
mexicanos Arturo Quiñonez y Francisco Gallardo, y un equipo de arquitectos, Náhuatl, Maya y Tzeltal (I NEGI , 2015a, 2015b). Finalmente, el turismo es la tercera
fotógrafos y diseñadores (STCM , 2015b). fuente de ingresos de México, después de las divisas provenientes del petróleo
7 La propuesta comunicativa de Wyman para el metro de Ciudad de México es y las remesas. En 2015, 13.1 millones de turistas visitaron la Ciudad de México
un buen ejemplo de cómo el diseño gráico puede presentar soluciones para (EL ECONOMISTA, 2016). De las 50 personas entrevistadas durante el trabajo de
contextos sociales particulares. En 1970 (un año después de la inauguración campo de esta investigación, 1 no sabía leer ni escribir y 2 eran extranjeras.

218 219
pacio urbano, una guía para moverse por la ciudad; pero también una mos, y 8 están relacionadas con personajes y eventos. Además, hay dos
cadena signiicante de símbolos que recuerdan, en cada trayecto, el estaciones cuyo logotipo hace alusión a la práctica del juego de pelota,
devenir colectivo: costumbres y prácticas ancestrales, lugares históri- pero que no designan lugares prehispánicos, sino complejos deporti-
cos, personajes insignes o acontecimientos relevantes del pasado. En vos-recreativos contemporáneos (Deportivo 18 de marzo en la unión
su relato titulado “La serpiente naranja”, la niña Vianey Alanís apunta de las L3 y L6; y Ciudad Deportiva en la L9). Al período de la Conquista
que el metro “es un medio de transporte casi totalmente seguro, eicaz corresponden 6 estaciones (p. ej. Isabel la Católica en la L1 y Villa de
y económico […] Además, si quieres aprender sobre la cultura de los Cortés en la L2); 4 al período colonial (p. ej. Salto del Agua en el cruce
mexicanos, es el lugar ideal” (MEDINA, 2013, p. 59). de las L1 y L8 y Balbuena en la L1); 10 a la Independencia (p. ej. Morelos
¿Cómo se articula esta cartografía histórica? ¿Cuáles son los ele- en la intersección de las L4 y LB e Insurgentes Sur en la L12); 8 al perío-
mentos que la componen? Lo primero que habría que indicar es que do de las intervenciones extranjeras y la Reforma (p. ej. Zaragoza en la
todas las estaciones (195) toman sus nombres de avenidas, plazas, ba- L1 y Juárez en la L3); y 12 a la Revolución Mexicana (p. ej. Zapata en la
rrios, pueblos, monumentos o lugares preexistentes. Es decir, la es- unión de las L3 y L12 y Aquiles Serdán en la L7).
tación de metro es nombrada a partir del lugar donde se encuentra, Adicionalmente, 6 estaciones deben sus nombres y/o logotipos
por ejemplo la estación Tlatelolco (L3), que se ubica en el conjunto ha- a monumentos ubicados cerca, encima o incluso al interior de la es-
bitacional Nonoalco-Tlatelolco, o la estación Periférico Oriente (L12) tación, remarcando así la importancia de estos lugares de memoria
que se ubica sobre la vialidad del mismo nombre. Ahora bien, muchas emplazados en el espacio público. Tales son los casos del monumento/
de las denominaciones de estas plazas, avenidas o barrios, que a su museo Cabeza de Juárez en la estación Guelatao (LA), el monumento
vez sirven para nombrar las estaciones, remiten a personajes, cosas a La Raza en la estación del mismo nombre (L3 y L5) y el adoratorio al
o eventos del pasado (p.ej. Hidalgo en las L2 y L3; Constituyentes en dios Ehécatl en Pino Suárez (L1 y L2).
la L7; Tezozomoc en la L6, etc.), por lo que el modelo iconográico y de De las 73 estaciones que tienen una referencia directa a la historia
orientación del metro refuerza un dispositivo de memoria ya existente: mexicana, 34 remiten a personajes históricos (p.ej. Niños Héroes en la L3,
la nomenclatura de vías y espacios públicos, que como cualquier relato Fray Servando en la L4, Guerrero en las L3 y LB, Cuauhtémoc en la L1,
o representación del pasado, es selectivo: incluye ciertos elementos a la etc.) y 6 a eventos o acontecimientos (p.ej. Revolución en la L2; el árbol de
vez que desconoce o marginaliza otros. la estación Popotla de la misma línea que simboliza la derrota de Cortés
Si bien todas las estaciones remiten, en sentido amplio, a algún as- en “la noche triste”; Constitución de 1917, terminal de la L8, etc.). De los
pecto de la historia o la cultura de la ciudad y/o del país, 73 reieren 34 personajes históricos, únicamente dos son mujeres: la reina española
directamente a acontecimientos, lugares o personajes históricos, in- Isabel la Católica (L1) y la ilántropa Eugenia Ojeda de Castelló (L3)8.
cluidas aquellas que toman sus nombres de antiguos asentamientos
o reinos prehispánicos, como Coyoacán en la L3 o Iztapalapa en la L8
(sin contarlas, serían 49). 8 No obstante, existen otras estaciones que de alguna u otra forma represen-
En cuanto a la representación de los períodos de la historia de Mé- tan al género femenino: Candelaria (L4) y Rosario (L5 y L6), que remiten a la
advocación la Virgen de la Candelaria y del Rosario, respectivamente; La Villa
xico en las estaciones del metro, vemos una clara preeminencia de la Basílica (L6), cuyo ícono es la Virgen de Guadalupe; Santa Anita (L4 y L8), que
le da nombre al barrio y a la estación de metro; Santa Marta (LA): otra santa;
época prehispánica, seguida por las dos gestas fundacionales del esta- Tasqueña (L2), en homenaje a “la belleza femenina” de Taxco (Guerrero); y Mix-
do nación moderno: la Independencia y la Revolución. De las mencio- ihuca (L9), que en náhuatl signiica “lugar de parto” y cuyo logotipo representa
una mujer con un niño. Como se puede observar, la mayoría de referentes tienen
nadas 73 estaciones, 30 corresponden a este período: 22 son topóni- que ver con la cultura católica o con roles y estereotipos de género tradicionales.

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En síntesis, puede airmarse que en la cartografía histórica del y, de paso, mostrarnos algunos de los tesoros que había guardado du-
metro se reiteran algunos de los lugares comunes y las verdades da- rante siglos” (GDF, 2014, p. 19).
das por estables propias de la historiografía patria, tal como ha sido Teniendo en cuenta que el área de construcción de la primera etapa
transmitida por la enseñanza escolar de la historia y otros medios de del metro coincidía aproximadamente con el área de la antigua ciudad
divulgación oiciales (como por ejemplo los museos, los monumentos, de México-Tenochtitlán y del casco histórico de la ciudad virreinal, des-
la nomenclatura de calles y espacios públicos, y los medios masivos de de el comienzo de las obras, a mediados de 1967, el Instituto Nacional de
comunicación). Dentro de esta narrativa patria se destaca la centrali- Antropología e Historia (I NAH) integró un equipo de 12 arqueólogos y
dad de algunos períodos históricos, como el pasado prehispánico (sin 35 peones, encargados de vigilar los trabajos de la constructora y reali-
atender claramente a su complejidad y heterogeneidad), la Indepen- zar la excavación de pozos de prospección, para así encontrar, estudiar
dencia, la Revolución y en menor medida las intervenciones extranje- y restaurar vestigios arqueológicos correspondientes a la prehistoria,
ras y la Restauración de la república (Reforma), en detrimento de otros los primeros asentamientos de la Cuenca del Valle de México, la cultura
como la Conquista o la época virreinal (GORBACH, 2012; SÁNCHEZ, mexica y la época colonial (PERALTA, 1996; ARDÁN, 2012). Entre los
2002). Esta jerarquización de períodos coincide en algunos puntos con hallazgos registrados en los diarios de campo, fotografías, croquis y
el programa oicial de construcción visual de la nación a través de la planos estratigráicos (historial que se conserva en el Archivo Técnico
pintura histórica. Según Tomás Pérez Vejo, de los cuadros de histo- de la Coordinación Nacional de Arqueología del I NAH) se encuentran
ria exhibidos durante el siglo XIX en las exposiciones nacionales de la piezas, muros o estructuras, osamentas y textiles (ARDÁN, 2012).
Academia de Bellas Artes de San Carlos, el 35% “representan temas En muchos casos, estos hallazgos fueron incorporados al proyecto
inspirados en el mundo prehispánico”, 35% en la Conquista, 16% en la arquitectónico del metro, así como a la propuesta visual desarrolla-
Independencia, y el restante 14% en otros períodos (2012, p. 254-255). da por Wyman y su equipo. De esta forma, la céntrica estación Pino
Otra característica del discurso histórico oicial, reproducido en el Suárez, en donde se intersectan las L1 y L2, conserva en su interior el
metro, es el protagonismo de los grandes personajes (generalmente templo a Ehécatl, encontrado entre 1968 y 1970 por el arqueólogo Raúl
masculinos) y acontecimientos históricos como elementos que dan Arana Álvarez; mientras que en la estación Talismán de la L4, se exhi-
unidad y sentido al relato del pasado común; un culto a los héroes que be la reconstrucción de un Mammuthus colombi, cuyos restos fueron
deja por fuera o pone en un segundo plano la agencia histórica de las encontrados cerca de allí. Los logotipos de Pino Suárez y Talismán co-
mujeres, los niños y muchos otros sectores subalternos. El metro, por rresponden al templo y al mamut, respectivamente (VELA, 2012, p. 46).
lo tanto, puede interpretarse como un espacio en donde operan ciertos De esta manera, una vez más, es sobre las ruinas del pasado (prin-
discursos y usos públicos de la historia, como un medio o soporte más cipalmente prehispánico) que se busca erigir la ciudad moderna, tra-
en donde se despliegan lecturas y versiones oiciales sobre la memo- tando de establecer una sutura del tiempo justo allí en el metro, con-
ria social. Sin embargo, como veremos en el siguiente apartado, éstas siderado como uno de sus mayores emblemas. La “serpiente naranja”,
lecturas y versiones no están exentas de sufrir las apropiaciones, re- capaz no sólo de transportar a los habitantes de un punto a otro de la
signiicaciones o aún la indiferencia de quienes transitan por el STCM. ciudad, sino también de conectar un añorado pasado ancestral con la
Por último, no podría terminar este apartado sobre la manera en pujante urbe moderna. Conviene no obstante recordar que la ruina, si
que la historia “se hace presente” en el metro sin referir a los hallazgos bien posee su propia historicidad y contexto, es más una reelaboración
arqueológicos derivados de la construcción del STCM. En medio de este del presente, un artefacto contemporáneo que obedece a los intereses,
proceso, “la urbe abrió sus entrañas para proveerse de sangre nueva expectativas e ilusiones de identidad del momento en que se estudia,

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restaura, y exhibe. El papel de la arqueología en tanto ciencia moderna e interpretación” (CHARTIER, 1995, p. 137, 131).
que estudia lo antiguo, ha sido clave en esta producción de las ruinas y Partiendo de esta idea, a lo largo del segundo semestre del 2016
su aparente aura de autenticidad (CASTAÑEDA, 2001, p. 47-48). descendí a las estaciones, los pasillos y vagones del metro para realizar
el trabajo de campo y hablar con las personas que se movilizan en el
La recepción de la cartografía sistema. Además de la observación etnográica, la técnica de investi-
gación escogida fue la entrevista basada en imágenes, bastante cerca-
La historia, entonces, está en el metro. Los monumentos, los hallaz- na al método de la foto-entrevista9: diseñé un cuestionario a partir de
gos arqueológicos, y especialmente todo el sistema iconográico de imágenes (logotipos de distintas estaciones del metro y fotografías de
comunicación y señalización, elementos que fueron deliberadamente las intervenciones de la Redretro en el STCM10) para detonar en los en-
incorporados al STCM por quienes lo diseñaron y construyeron, nos ha- trevistados recuerdos, experiencias y opiniones que permitieran acer-
blan de cierta cultura, identidad y pasado compartidos por los mexica- carme a algunas respuestas a las preguntadas anteriormente formu-
nos. Pero, ¿cómo es leída esta narración histórica por parte de los usua- ladas. Estas exploraciones abarcaron las 12 líneas y la mayor cantidad
rios del metro, aquellos ciudadanos que, con cierta frecuencia, utilizan de estaciones de la red en diferentes zonas geográicas de la ciudad,
el sistema para moverse por la urbe? ¿Se la apropian tal cuál, la resig- privilegiando las de correspondencia, esos empalmes en donde, según
niican, o simplemente la ignoran? Por otra parte, cabría preguntarse Augé, el investigador debe concentrarse, pues es allí donde se cruzan
por la efectividad del sistema diseñado por Wyman, es decir, si éste en múltiples caminos, vidas y ritmos (1987, p. 100)11.
realidad contribuye a que los usuarios se orienten y movilicen con ma- En el cuestionario participaron 50 personas. Teniendo en cuenta
yor facilidad dentro del metro y, lo que más nos interesa en este ensayo, la cantidad de personas que se movilizan diariamente en el metro, la
si sirve para que “aprendan” la historia o refuercen los aprendizajes muestra puede resultar relativamente limitada. No obstante, considero
obtenidos en otros espacios y momentos (escuela, museos, conmemora- que su heterogeneidad, dada tanto por la diversidad de los entrevista-
ciones etc.), así como su identidad y sentido de pertenencia a la nación. dos como por la multiplicidad de puntos en donde se realizó el trabajo
Estas preguntas hacen referencia al problema de la recepción, que de campo, la hacen representativa. La edad de los entrevistados oscila
implica entender la cultura como una práctica no sólo de producción
de sentido sino también de constante apropiación. Es decir, desde la
historia cultural no basta con analizar únicamente los discursos o re- 9 La foto-entrevista “emplea fotografías para acceder a las narrativas identitarias
de diferentes actores sociales. Desarrollada en el marco de lo que se conoce
presentaciones y sus signiicados (en este caso la cartografía histórica como ‘antropología visual’, esta metodología estuvo originalmente ligada a
aquellos desarrollos teóricos que, provenientes de la psicología social, hacían
del metro de Ciudad de México), sino que debemos intentar rastrear hincapié en cómo la percepción de lo real está guiada por prejuicios y estereoti-
aquellas prácticas especíicas mediante las cuales los sujetos usan, pos que inevitablemente sesgan la percepción fotográica” (VILA, 1995, p. 125).
10 Los íconos utilizados en la entrevista corresponden a las estaciones Insurgentes
cuestionan o resigniican dichos discursos y representaciones. De lo (L1), Cuauhtémoc (L1), Pino Suárez (L1 y L2), Popotla (L2), Hidalgo (L2 y L3),
Niños Héroes (L3), Zapata (L3 y L12), Villa-Basílica (L6), Constitución de 1917
que se trata es de comprender “la tensión que articula las capacida- (L8), Ciudad Deportiva (L9), y Nezahualcóyotl (LB). Las fotografías de la Redret-
des inventivas de los individuos o de las comunidades con las restric- ro corresponden a las intervenciones en Constitución de 1917 (L8), Iztapalapa
(L8), Normal (L2), Lázaro Cárdenas (L9), Patriotismo (L9), Salto del Agua (L1 y
ciones, las normas, las convenciones que limitan –con mayor o menor L8), Niños Héroes (L3) y Guerrero (L3 y LB).
11 Las estaciones en donde realicé trabajo de campo fueron: Centro Médico
fuerza según su posición en las relaciones de dominación– lo que les (L3 y L9), Chilpancingo (L9), Chabacano (L2, L6 y L9), Zapata (L3 y L12), San
es posible pensar, enunciar, hacer”, puesto que la imposición de un Antonio (L7), Calle 11 (L12), Tepito (LB), Guerrero (L3 y LB), Morelos (L4 y LB),
Etiopía-Plaza de la Transparencia (L3), Tacubaya (L1, L7, y L9), Balderas (L1, L3),
modelo cultural “no anula jamás el espacio propio de su recepción, uso Hidalgo (L2 y L3), Instituto del petróleo (L5 y L6), y Pantitlán (L1, L5, L9 y LA).

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entre los 10 y los 65 años. 24 son hombres y 26 mujeres. 32 habitan en indicar que es más fácil orientarse en el sistema de transporte a
en la Ciudad de México (1 en la delegación Azcapotzalco, 9 en Izta- partir de los logotipos de las estaciones que a partir de sus nombres.
palapa, 2 en Cuauhtémoc, 2 en Gustavo Madero, 3 en Coyoacán, 5 en Varios de los más jóvenes recordaron cómo aprendieron a utilizar el
Benito Juárez, 3 en Venustiano Carranza, 1 en Tláhuac, 3 en Tlalpan, metro cuando eran niños apoyándose en la iconografía, incluso antes
1 en Álvaro Obregón, 1 en Miguel Hidalgo, y 1 en Xochimilco) y 18 en de aprender a leer y escribir. Así mismo, resaltaron cómo este sistema
el Estado de México, en municipios como Chimalhuacán (1), Ciudad facilita el uso del metro a aquellos que no “saben” leer: “yo creo que
Nezahualcóyotl (4), Chicolapa (1), Ecatepec (4), Tecámac (2), Caracoles la simbología ayuda mucho porque al menos antes, como cuando era
(1), Tlalnepantla (1), La Candelaria Tlapala (2), Tultitlán (1), e Iztlapa (1). pequeña y aprendía a usar el metro mi mamá me decía, y si es cierto
En cuanto a la ocupación, encontramos diversas profesiones y/o acti- porque ellas siempre han tenido un puesto en La Merced, decía: ‘pues
vidades: empleados, abogados, estudiantes (de primaria, preparatoria, es que los símbolos ayudan a la gente que no sabe leer y escribir’, y
licenciatura y posgrado), secretarias, vendedores, artistas, albañiles, entonces ahí se guiaban’” (Ivone, 29); “[es] una forma muy simbólica
técnicos y profesionistas, administradores de empresas, amas de casa, de representar entradas, salidas, desbordes y demás. Yo creo que una
músicos, e ingenieros. La mayoría, 34, utilizan el metro diariamente, persona que tenga algunas capacidades diferentes podría guiarse vi-
algunos de ellos incluso los días sábado y domingo. 10 lo usan una o dos sualmente con estas señales” (Ángel, 33).
veces por semana, y tan solo 6 una o dos veces por mes. Los principales El carácter visual de la cartografía del metro no solamente sirve
motivos para utilizar este medio de transporte son: para dirigirse al a “la gente que no sabe leer ni escribir”, sino en general a todo aquel
lugar de trabajo, para dirigirse al lugar de estudio y para esparcimien- que no esté familiarizado con el código escrito del idioma castellano
to (asistir a actividades culturales o lúdicas) o realizar compras. Esto (o náhuatl), como los hablantes de diversas lenguas indígenas o los ex-
conirma la tendencia analizada por Bernardo Navarro, en donde se tranjeros no hispanoparlantes (turistas o residentes). Así lo maniies-
describe el metro como motor de la fuerza laboral y de consumo de tan los testimonios de dos extranjeras, Catalina (36) y Slenka (25): “soy
la ciudad, pues “posibilita a los trabajadores satisfacer las necesidades extranjera y los nombres me costaban […] los logos son sencillos. El
de movilidad que la compra-venta y reposición de su fuerza de traba- sistema de colores por líneas ayuda a ubicarse en el sistema”; “[el me-
jo les exige. Les permite, asimismo, enlazar especialmente el consumo tro] es mucho más accesible visualmente que las palabras […] para los
productivo que el capital o patrono hacen de su fuerza de trabajo con extranjeros creo que también es más fácil”. Esto mismo aplica para los
su consumo individual veriicado en el lugar de vivienda” (1993, p. 20). mexicanos de diversas provincias del país que han migrado a la capital
Lo primero que puede constatarse luego del trabajo de campo, es por razones de estudio o trabajo. Por ejemplo, Mauricio, un estudiante
que los usuarios consideran que el sistema de señalética ideado por de sociología de 28 años, asegura que “una forma para identiicar las
Wyman contribuye a que se orienten y movilicen con mayor facilidad estaciones y no perderme era principalmente reconocer las imágenes”.
al interior de la red del metro. Esto se debe a que los íconos repre- Pero incluso si el usuario está en capacidad de leer y comprender
sentan “algo emblemático de los lugares donde están las estaciones” las palabras que designan el nombre de cada estación, generalmente
(Raimundo, 27); simbolizan “algo del lugar de donde está esa estación, suele apoyarse más en los logotipos que en las palabras para orientar-
entonces tu relacionas ese símbolo con ese lugar […] es el lugar, pues se en el sistema. “Es más fácil captar a primera vista una imagen que
donde está la zona, el nombre de la calle, como la vía, pues porque está un texto. Entonces pues es más rápido visualizar donde te vas a bajar
la virgen ahí, está la Basílica” (Aketzali, 18). viendo la imagen que tratando de buscar el nombre” (Nemesio, 19);
Salvo una excepción, todos los entrevistados estuvieron de acuerdo “muchas veces te guías más por la imagen. Porque por ejemplo viene

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el nombre chiquitito entonces dices ‘ah no, me voy a bajar en tal. En xico. Como por decir, ésta es de la revolución, ésta es la constitución
el arbolito’ […] yo así lo hago” (Aketzali, 18). Alejandra, de 61 años, que hicieron, éste es nuestro luchador que fue Hidalgo […] ésta de los
asegura que sabe leer, pero por problemas de visión y la velocidad del Niños Héroes” (Dafne, 30).
tren, no alcanza a leer con claridad los nombres de las estaciones, por Como vimos en el apartado anterior, la historia narrada en el metro
lo que confía más en las “iguras”. coincide con la historia oicial que es transmitida en otros espacios
Con respecto a la pregunta sobre la apropiación de la narrativa his- sociales, como la escuela, y algunos de los entrevistados identiicaron
tórica presente en la cartografía, es importante señalar que la mayoría esta conexión. “La mayoría de personajes”, dice Santiago (20), “si se
de entrevistados reconocieron los logotipos del cuestionario y los iden- ven en las materias de la escuela y no se, siento que hay muchos datos
tiicaron como elementos propios de la historia y la cultura mexicana, históricos que aunque no sean del lugar en el que está la estación, te
aunque, como explicaré más adelante, esto no implica un conocimien- hacen recordar tus raíces, tu cultura”. Recordemos que, desde el siglo
to a profundidad sobre los personajes y acontecimientos históricos XIX, ha sido precisamente la escuela la principal institución encargada
que éstos representan. de la transmisión de la memoria nacional, de “hacer circular represen-
Para los usuarios, la iconografía del metro se asocia con la “cultura taciones, argumentos (explícitos o no), un repertorio de signos y for-
mexicana” (Miguel, 25); la “identidad” (Ángel, 33; Mauricio, 28; Ana mas que, a través de los aprendizajes escolares, quedaron profunda-
Belén: 27); el “patrimonio” (Ema, 18); “la raíz […] la historia del México mente incorporados en la cultura común” (HARTOG y REVEL, 2001,
milenario” (Ángel, 25); los “símbolos nacionales” (Daniel, 22); “un ori- p. 16). Además de la escuela, la familia desempeña un importante rol
gen histórico, lugares/sitios históricos” (Felipe, 65; Griselda, 58; San- en estas pedagogías de la nación, pues “los papás les dicen [a los niños]
tiago 20); “hechos trascendentes” y “héroes” (Leopoldo 57; Jorge 50); vamos a tal, vamos a tal [estación]. Eso signiica, los personajes son tal”
“monumentos que se encuentran ahí” (Brenda, 27); y la “cultura po- (Elizabeth, 50). En cierto sentido, puede airmarse que la iconografía
pular y mesoamericana” (Catalina, 36). Estos signos de la comunidad del STCM reitera o refuerza los conocimientos históricos que han sido
imaginada, del devenir colectivo, en ocasiones fueron asociados a per- adquiridos con anterioridad por los usuarios:
sonajes especíicos, héroes nacionales cuyo reconocimiento se debe a
que “lucharon por México” (Alejandra, 61): “pues vienen siendo parte “si tiene una relación con lo que has aprendido en la escuela y un poco tam-
de la historia de México, como Hidalgo que es padre de la libertad” bién de la cultura mexicana. De lo que vas aprendiendo conforme vas cre-
(Aketzali, 18); “está Zapata, está Hidalgo. Son símbolos que represen- ciendo y la historia oicial mexicana, y te ayuda también a que sea más fácil
tan lo mexicano” (Margarita, 43). la lectura del símbolo […] toda esta simbología se está repitiendo en billetes,
En general, los entrevistados identiican la Independencia, la Revo- está en los movimientos sociales, no se, en la televisión también. Todo ese
lución Mexicana y el pasado prehispánico como los tres períodos más tipo de simbología es muy fácil de reconocer que es de Zapata, lo sabes por-
relevantes de la historia que se representa en el metro. Para ellos, los que tiene el bigote; o la basílica porque sale la Virgen; a Hidalgo lo reconoces
logotipos de las estaciones remiten a “la historia, desde prehispánica claramente porque tiene el pelo más largo atrás y es pelón. Como te lo van
que es Cuauhtémoc, Popotla (la noche triste), Pino Suárez que ya esta- repitiendo tanto, ya es mucho más fácil reconocerlos” (Luis, 33).
mos hablando más de la historia, pos qué es, ¿contemporánea?, lo de
Insurgentes también tiene que ver con la Independencia de México […] De acuerdo a este testimonio, la efectividad del relato patrio estaría
son como relacionados con la historia de México, o algo que represente cifrada en su reiteración constante en diversos medios, soportes y con-
a la ciudad” (Lourdes, 65); “a nuestras cosas que pasaron aquí en Mé- textos. Una especie de actualización de la amplificatio barroca de los

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acontecimientos fundacionales, “cuya función es persuadir, a través
de ‘mover los sentimientos’, para que el ciudadano se comprometa a “Pos no creo que le demos mucha importancia. O sea, más bien es como ahí
favor del bien común” (CHINCHILLA, 2000, p. 139). En este proceso me bajo, ahí tengo que llegar, pero como que no es algo que lo relacionemos
de repetición y sedimentación del signiicado histórico, la iconografía, tanto con nuestra historia” (Griselda, 58).
la coniguración de un repertorio visual canónico durante los últimos
dos siglos, ha sido central (FLORESCANO, 2005; PÉREZ VEJO, 2012). “La gente lo recuerda más por la estación y no por lo que pasó, o sea, como
Una de las principales razones por las cuales el mexicano promedio que no la relacionan. Yo si, pero la mayoría de la gente es ‘voy a la campanita’,
distingue a Hidalgo de Zapata o de Morelos, es porque diversas repre- pero no saben por qué se llama Insurgentes” (Nadia, 33).
sentaciones visuales (aunque también textuales) lo han retratado a uno
calvo, al otro con bigote y bandoleras, al último con un paliacate (paño- Pareciera que en la ciudad subterránea predominara un régimen de
leta). Edgardo (32), recuerda cómo la eigie de Hidalgo utilizada para el historicidad presentista, fraguado al ritmo del tiempo acelerado del ca-
logotipo de la estación del mismo nombre, es prácticamente la misma pitalismo12. El pasado está ahí, en cada uno de los íconos, pero en reali-
que aparecía en la portada del libro de texto con el que estudió cuando dad no es una presencia importante. Lo que importa, para la mayoría,
era pequeño: “ponen la silueta de Hidalgo, la representación tal cual”. es el presente inmediato: “la gente va a trabajar y como que va pensan-
Lo interesante es que los testimonios recabados durante el trabajo do en otra cosa […] yo creo que la gente va más centrada en lo que va a
de campo, de hecho, permiten cuestionar dicha efectividad del relato hacer en su día que realmente en pensar en la historia del logotipo del
patrio, en su versión de cartografía histórica del STCM. Si bien la mayo- metro” (Carlos Javier, 20). La gente “vive a prisa […] demasiado rápido”
ría de usuarios reconocen los símbolos y a qué o quién hacen alusión, (Nadia, 33), y viajar en el metro se convierte en una “costumbre” que
muy pocos dan cuenta de los personajes, lugares y acontecimientos implica memorizar unos recorridos de los cuáles los logotipos son se-
históricos de una manera precisa, e incluso crítica. En otras palabras, ñales, pero no necesariamente hacer una relexión consciente sobre el
la historia oicial mexicana se encuentra ampliamente difundida –in- signiicado de los mismos (Edgardo, 32; Brenda, 24).
cluso en el metro–, pero el conocimiento que tiene la gente sobre la Algo similar apuntaba Augé para el caso del metro parisino. Allí,
misma es vago. los nombres de las estaciones “no evocan ni con suiciente fuerza ni
Aún más: la mayoría de entrevistados cree que el usuario prome- con suiciente regularidad la historia que celebran, como para que
dio del metro no interpreta los logotipos de las estaciones en tanto pueda nacer, necesariamente, algo que se parezca a una emoción co-
representaciones históricas, es decir, las utilizan pragmáticamente lectiva del cruce de su presunto referente común y de la diversidad de
como señales de orientación en sus recorridos cotidianos, pero rara los recorridos singulares” (1987, p. 35-36). Más bien, en el metro, el
vez atienden a la historia que están contando. No suelen relexionar lugar de “la colectividad sin el festejo y la soledad sin el aislamiento”, lo
sobre su sentido: que habría sería una relación personal, individual, tanto con el espacio
como con la memoria:
“Mi pensar es que en un principio lo hicieron como para recordar, no se,
como para mantener en la mente de las personas los hechos que sucedieron y
todo eso. Pero pues en realidad la gente lo toma así como que es simplemente
una imagen que tu ves y la tomas como que ahí voy, a ese lugar. No tanto 12 Régimen de historicidad es un concepto que permitiría comprender las
relaciones y disposiciones de una sociedad determinada hacia la temporalidad y
como lo que pasó, lo que signiica la imagen” (Nemesio, 19). la historia (HARTOG, 2007).

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“No es pues absolutamente cierto que los viajeros del metro no tenga nun- cia a las representaciones históricas desplegadas en el STCM es algo que
ca nada en común o que no tenga ocasiones de percibir que comparten con preocupa a varios de los entrevistados. Consideran importante cono-
otros algunas referencias históricas o algunos restos del pasado. Sólo que cer y apropiarse de éstas, pues “son nuestras raíces, o sea, es de donde
esta experiencia rara vez es colectiva. El metro no es un lugar de sincronía, vengo, sino cómo voy a tener una identidad como mexicano” (Juliana,
a pesar de la regularidad de los horarios: cada cual celebra por su cuenta sus 30); “se han perdido las costumbres, pero en el metro está la historia
iestas y sus cumpleaños, cada biografía es singular y el humor de un mismo y las raíces. El metro ya hace parte de la historia” (Ángel, 25). Incluso,
individuo es bastante variable para que una efervescencia colectiva tenga la uno de los participantes sugirió que se trata de un problema genera-
posibilidad de producirse en las estaciones […] Pero sobre todo, hay que ad- cional, ya que “hay chavos que hasta ya van en la universidad”, pero no
mitir que cotidianamente los individuos toman, como se dice, itinerarios que conocen la historia de personajes como Zapata o de Hidalgo “porque
no pueden dejar de tomar, atados a los recuerdos que nacen de la costumbre están ahora más enfocados al internet, a los teléfonos, a vivir lo que les
y a veces la subvierten; los individuos rozan, ignorándola pero presintiéndo- llama la atención” (Jorge, 50).
la a veces, la historia de los demás, y pasan por los caminos marcados por una Finalmente, hubo otros, pocos, que sostuvieron una postura crítica
memoria colectiva trivializada cuya eicacia sólo se percibe ocasionalmente a con respecto a la narrativa histórica presentada en el metro, por consi-
la distancia” (AUGÉ, 1987, p. 45, 46-47). derarla un mero relejo de la historia oicial, con sus énfasis y silencios.
Para Aurelio (50), los personajes que dan nombre a las estaciones del
Esta idea de la trivialización de los avatares de la memoria colectiva metro “son comúnmente reconocidos, en las escuelas, desde la prima-
en el metro también se percibe en la Ciudad de México. Para Raimundo ria, te muestran ¿no? Los libros de historia, te muestran la historia de
(27), el problema no es que los usuarios no “vean” o “lean” los íconos México. Que no siempre es la adecuada, ¿no? La historia oicial nunca
(que los pasen de largo en sus veloces recorridos diarios), sino todo lo te va a contar realmente como sucedieron las cosas”. Donovan (32), por
contrario, que los “vean” y “lean” constantemente, es decir, el proble- su parte, considera que los logotipos “son parte del código canónico
ma sería su sobreexposición: “yo creo que se banaliza, más bien. Por- de la representación nacional. Son iconos calcados del calendario cí-
que ya saben que Zapata es el de bigotes y ya, pero en realidad tanto lo vico, de los relatos oiciales de la historia que ijan una interpretación
ves que menos te interesas por investigarlo. Te saturas”. Además de la relativamente estable de los sucesos nacionales”, y apuntó que “la inte-
saturación, otra posibilidad de recepción por parte de los usuarios es gración del pasado indígena en el relato oicial de la nación […] forma
la resigniicación, es decir, la variación del sentido original asignado a parte de la especíica manera de patrimonialización del pasado en los
cada uno de los logotipos a partir de nuevas lecturas, apropiaciones o objetos y ruinas que conserva el Estado”14.
invenciones. Como sucede en el caso de la niña que lee en el ícono de
Pino Suárez no la pirámide del dios Ehécatl sino unos hot cakes13 o en
las intervenciones de la Redretro que abordaré más adelante.
El hecho de que la mayoría de pasajeros no le den mayor importan-
14 Este tipo de opiniones fueron más comunes en participantes con estudios
profesionales o de posgrado. Al parecer, la educación superior permite formar
juicios críticos que trascienden los lugares comunes de la enseñanza histórica
de la primaria y la preparatoria. Esta tendencia coincide con los hallazgos de la
13 “Yo digo que si [se orienta en el metro gracias a los logotipos]. Porque al menos investigación de Andrea Sánchez sobre enseñanza y percepción de la historia en
mis hijos van reconociendo. Por ejemplo ella [señala a su hija de unos 4 años] le Ciudad de México. Según esta autora, “una mayor preparación académica y una
digo vamos al centro, y ella dice que son hot cakes en Pino Suárez. Vamos con tu mejor ubicación socioeconómica orienta a una mejor percepción del sentido de
abuela, ah nos vamos a bajar en la campana” (Anabel, 31). la historia” (2002, p. 231).

232 233
La cartografía dislocada: la propuesta de Redretro la virgen de Guadalupe por uno de la diosa Coatlicue, y en Tepito (LB)
cambiaron el guante de boxeo por la eigie de la Santa Muerte, rindien-
“Redretro. Sistemas de Transporte Onírico” es un colectivo de arte do homenaje a la cosmovisión prehispánica y a la religiosidad popular
urbano creado en 2006 en Madrid, España. Su objetivo es plantear (2015); a la estación Viveros-Derechos Humanos (L3) le agregaron unos
“sutiles intervenciones de carácter poético y crítico en los sistemas de símbolos de interrogación (¿?) poniendo de realce su vulnerabilidad en
transporte de ciudades de todo el mundo”. Por ejemplo, trabajan con México (2015); Salto del agua fue cambiado, en un mensaje ecológico,
la señalización de estaciones de metro “cambiando temporalmente en por Salven el agua (2015); Sevilla (L1) fue momentáneamente Semilla
algunos lugares estratégicos nombres y narrativas públicas, buscando (2016); y Constitución de 1917 (L8) pasó a ser Destitución, con el logoti-
así ofrecer otros signiicados y estímulos frente a la jerarquización del po representando la eigie de Enrique Peña Nieto con su característico
entorno urbano” (REDRETRO). copete y banda presidencial (2016).
Este trabajo de “subversión semiótica” (cambiar letras, logotipos Desde mi punto de vista, lo interesante de estas acciones, que pueden
o colores) se hace de manera colaborativa con “simpatizantes y vo- considerarse “golpes de memoria” en el espacio público (EL COLECTI-
luntarios que desarrollan las acciones y sugieren nuevos proyectos”, VO, 2009), es que hacen irrumpir en el metro problemáticas, ya sean de
y teniendo en cuenta algunos principios básicos, como “no realizar larga duración o propias de la historia reciente, de los que la cartogra-
ningún daño permanente, evitar provocar un caos explícito y man- fía histórica del metro no se había hecho cargo, inteririendo en y resig-
tener una perspectiva crítica” (REDRETRO). El colectivo ha realizado niicando los tradicionales códigos visuales de la historia patria. Y todo
acciones en sistemas de transporte de Madrid, Berlín, Buenos Aires y esto, a partir de lo performativo, lo clandestino, lo efímero que provoca
Ciudad de México. resonancias, ondas, ecos capaces de alterar la cotidianidad:
En el metro de la Ciudad de México algunas de las intervenciones
realizadas por Redretro han sido: el cambio del nombre de la estación “Queremos que la gente se divierta, relexione, se enoje, y que voltee a ver un
Patriotismo (L9) por Matriotismo, y la sustitución del logotipo (la ban- mundo diferente. Queremos quitarle el trono de la atención a la publicidad. So-
dera nacional) por un útero, para llamar la atención sobre la violencia mos anónimos, nunca dejamos marcas duraderas, somos efímeros y abrimos
de género y el machismo, también presentes en el espacio/transporte puertas que pueden dar acceso a otras dimensiones por un tiempo limitado,
público y la representación de la historia (2013); la transformación de portales que desaparecen como desaparece una huella en una playa de are-
Normal (L2), Guerrero (L3 y LB), Niños Héroes (L3) e Iztapalapa (L8) na. Alteramos la cotidianidad desde el punto de vista de que abordamos otra
en Normalistas, 43 Guerreros, 43 Niños Héroes, y Ayotzinapa, con el realidad al mostrar otra versión, de ese plano de lo real” (MENDOZA, 2015).
objetivo de denunciar la desaparición de los normalistas de Ayotzina-
pa (2014, 2016); el cambio del logotipo de la estación Lázaro Cárdenas Y, ¿qué piensa la gente de estas propuestas? Para comenzar, habría
por el ícono de la petrolera Shell, para cuestionar la privatización del que señalar que varios de los participantes en el cuestionario no reco-
petróleo agenciada por la reforma energética del gobierno de Enrique nocieron las fotografías de la Redretro como intervenciones artísticas
Peña Nieto (2014)15; en la Villa-Basílica (L6) reemplazaron el ícono de y las confundieron con obras de mejoras en las instalaciones del metro,
y por lo tanto estaban de acuerdo con éstas, o bien con vandalismo, y
las rechazaban. No obstante, la mayoría las identiicó como acciones
15 El presidente Lázaro Cárdenas es recordado porque llevó a cabo la expropiación artísticas que representan una forma de protesta y sensibilización le-
del petróleo a las empresas extranjeras y nacionalizó la industria petrolera en
1938 (ABOITES, 2008, p. 481-483). gítima, creativa, y necesaria (Ana Belén, 27; Miguel, 25). Varios expre-

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saron que la importancia de estas acciones radica en que se hacen en lo tanto pueden resultar crípticas o difíciles de comprender para la
un espacio público ampliamente transitado, donde conluyen perso- mayoría de los usuarios (Carlos, 20), o bien que debido a su carácter
nas de diferentes contextos y procedencias (Slenka, 25; Raimundo 27). efímero resultan poco trascendentes (Catalina, 36). Para el ilósofo Do-
Otros, como Mauricio (28) apuntaron que “causan gracia, son diver- novan (32), es problemático el concepto de “matriotismo” pues supone
tidas, [usan el] registro de la ironía para cuestionar el mal gobierno”. la utopía de una inversión del poder patriarcal, a la vez que el logotipo
También fueron bastante frecuentes las alusiones a que el metro se del útero “enfatiza un carácter esencialista de esta protesta, creo, pues
convierte, a través de estas prácticas artísticas, en un medio de infor- ija la identidad femenina en el órgano reproductivo y la enlaza con la
mación que funciona como alternativa frente a la desinformación de idea de madre”.
los medios de comunicación hegemónicos, en particular de los “noti- Otro grupo de entrevistados, menos numeroso, reconoció la impor-
cieros” (Aurelio 50; Aketzali, 18; Griselda, 22). tancia de las problemáticas abordadas por Redretro, pero no consi-
Para Ema (18), estas intervenciones son relevantes porque hablan de dera que la manera más adecuada de expresar el descontento social
situaciones recientes que también constituyen la experiencia histórica sea modiicando el sistema de señalización del metro. El argumento
mexicana: “también es historia […] la gente nada más lo ve en las noti- principal de estas personas es que la alteración de los nombres y logo-
cias, pero ya cuando viaja en metro servirá la historia. Es decir, el mis- tipos de las estaciones puede generar desorientación y confusión en los
mo metro te lo recuerda que la gente seguirá pidiendo una respuesta usuarios (Nemesio, 19; Carlos Javier, 20).
de lo que pasó con Ayotzinapa”. A Alejandra (61) le llamó la atención Por último, una minoría de participantes, de tendencia conserva-
particularmente la acción de Salven el agua, pues está relacionada con dora, rechazaron las intervenciones, tanto porque representan una
una problemática que la afecta directamente, pues en Ecatepec, donde alteración (ataque) al sistema de señalización del metro y la narrativa
reside, la población no cuenta con agua potable y tiene que comprar histórica que presenta, como porque sostienen posturas políticas radi-
garrafón para beber y bañarse. Finalmente, Ivone (29) coincide con mi calmente diferentes a las expresadas por los artistas. “No me agrada la
apreciación: para ella, lo más interesante de estas propuestas es el tra- deformación”, comentó Elizabeth (50), mientras que Juliana (30) deses-
bajo de resigniicación que operan: timó las intervenciones relacionadas con los normalistas de Ayotzina-
pa, desconociendo (e incluso justiicando) su desaparición: “Yo no estoy
“Una forma como de expresar el malestar social. Y entonces que vengan en de acuerdo. Y menos con esto. Se me hacen como muy grotescas. Bueno
el metro, es bien interesante, porque vas como resigniicando los momentos yo no participo en nada de esto. O sea, se que si murieron, pero a mi
históricos y las cosas culturales en México. Es como una intervención que no me consta que existieron. Porque también era gente que era muy
yo creo que todo el tiempo se va a dar, como que es inevitable, no podría mitotera16. Bueno, es que yo crecí en una familia muy conservadora,
pasar un movimiento social sin que se exprese en esta parte de la ciudad entonces a mi me enseñaron: si tu te metes en problemas, que esperas”.
que además es súper importante, no sólo por la cantidad de personas que se El ingeniero Felipe (65), desde una postura similar, considera que
transportan a diario, sino por la simbología”. no deberían cambiar los nombres de las estaciones, pues no se respe-

Sin embargo, algunos de los que manifestaron estar de acuerdo con 16 Mitote (del náhuatl mitotiqui “danzante”, de itotia “bailar”) es un término colo-
estas propuestas, también señalaron algunas limitaciones o críticas. quial en México para designar un problema, tumulto o vocerío. Mitoteros son,
entonces, los que causan problemas.
La más común es que las intervenciones son demasiado sutiles y por

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ta su “origen histórico”. Por ejemplo, para él es una “pendejada” que variante más de la historia oicial; por otro, las diversas prácticas de
hayan agregado “Derechos Humanos” a la estación Viveros (L3), pues recepción (apropiación, indiferencia, resigniicación y cuestionamien-
“derechos humanos se dedica a defender delincuentes”. Y si esta es su to) de dicho relato por parte de los usuarios del metro o de colectivos
reacción frente a un cambio oicial del STCM, su percepción de las ac- artísticos como la Redretro.
ciones clandestinas de Redretro es aún más negativa, especialmente El estudio de esta cartografía histórica y de sus lecturas es un buen
aquellas relacionadas con los normalistas, unos “cabrones revoltosos ejemplo de que la historia puede comunicarse de muy diversas mane-
que ni estudian ni nada, chamacos echando desmadre” y la de Matrio- ras, y de que, en tanto forma de representación del pasado, siempre
tismo: “digo, si los señores salieron del closet, pues que bueno. Pero lo está abierta a una reelaboración constante por parte de múltiples su-
que no me parece, si quieren casarse que se casen […] pero por ejem- jetos y actores sociales. Considero que es fundamental que los histo-
plo, a los niños no tienen porque perturbarles en su moral y en su sano riadores nos mantengamos alerta frente a estos procesos de comuni-
desarrollo”. Debe tenerse en cuenta que, para los entrevistados que se cación y reelaboración, pues, como tuve la oportunidad de aprender
alinearon en esta postura, las propuestas más moderadas o aparente- de una maestra, “al parecer, lo apremiante hoy, no sólo, pero también
mente apolíticas, como la de Salven el agua, si resultaron aceptables. para los historiadores, es la relexión de la historia en términos de la
vida cotidiana” (CHINCHILLA, 2000, p. 130).
Última parada

Recuerdo que hace algunos años, cuando estuve en Ciudad de Mé-


xico por primera vez, utilizar el metro fue una experiencia muy emo-
cionante, y ello obedeció en gran medida al sistema de orientación y
señalización basado en imágenes. Los logotipos, los colores y cierta
estética retro de los años sesenta captaron mi atención de inmediato
en ese viaje de Ciudad Universitaria hacia Bellas Artes. Fue uno de
los primeros indicios que tuve, como visitante pasajero que era en ese
momento, de la importancia, del peso del pasado en la sociedad mexi-
cana contemporánea. Años después, ya como residente de la ciudad y
usuario frecuente del metro, comprendí que la iconografía del metro,
lo que he llamado en este ensayo “cartografía histórica”, es uno de los
medios más comunes y cotidianos a través de los cuales los habitantes
de la ciudad entran en contacto con “la historia”, o con representacio-
nes históricas, para ser más exactos.
A lo largo de este ensayo, mi preocupación central fue explorar los
usos públicos de la historia en el metro mexicano: por un lado, la ma-
nera en que el equipo liderado por Wyman y los administradores del
STCM, diseñaron y desplegaron en el espacio urbano subterráneo un
relato histórico basado en imágenes que en líneas generales es una

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Sobre los autores

Cristina Desentis Torres

Arqueóloga por la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) (2011),


ha colaborado en diversos proyectos arqueológicos en los estados de
Oaxaca y Puebla. Coautora de ponencias en el XVI Congreso Nacional
de Estudiantes en Ciencias Antropológicas (BUAP, 2006), la 74 th y 76
th Annual Meeting of the Society for American Archaeology (2009 y
2011) y el VIII Coloquio Pedro Bosch Gimpera (UNAM, 2014). Labora
desde 2007 en la Coordinación de Apoyo Arqueológico de la UDLAP en
la ciudad de Cholula, Puebla. Estudiante de la Maestría en Humanida-
des, línea formación docente en la Universidad Autónoma de Zacate-
cas, en el eje de Gestión del Patrimonio Cultural.

Mario Norberto Fernández Damas

Aturdido por las peleas con sus memorias personales y los modos en
que éstas abusaban de sus azares, comienza a estudiar Psicología en
la Universidad de La Habana y Psicoanálisis en la Nueva Escuela La-
caniana – Sede La Habana. Dicha formación acrecentó las disputas y
el autor se abocó a los estudios sociales como recurso para tratar su
interioridad a partir de los usos de las memorias públicas. Varios di-
plomados en ciencias sociales con distintas universidades y semina-
rios virtuales con CLACSO, le introdujeron a pensarse entonces desde
las herramientas de la antropología cultural y los estudios culturales
aplicados a Latinoamérica y el Caribe. Pero los conlictos continúan …

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Blanca Gutiérrez Galindo Sebastián Vargas Álvarez

Doctora en Historia del Arte por la Facultad de Filosofía y Letras de Historiador y Magíster en Estudios Culturales de la Universidad Jave-
la UNAM. Es profesora titular de arte del siglo XX, arte contemporá- riana (Bogotá). Doctor en Historia por la Universidad Iberoamericana,
neo y teoría del arte en el Posgrado en Artes y Diseño de la Facultad Ciudad de México. Ha sido profesor e investigador de la Universidad
de Artes y Diseño de la UNAM. Forma parte del Sistema Nacional de Minuto de Dios, la Universidad Javeriana y de la Universidad del Rosa-
Investigadores. Su campo de investigación es el arte contemporáneo. rio, en Colombia; y de la Universidad Iberoamericana y de 17 Instituto
Sobre la relación entre arte y geopolítica durante la Guerra fría realizó de Estudios Críticos, en México. Algunas de sus áreas de interés son la
la Antología El arte en la República Democrática Alemana 1949-1989 y teoría de la historia y la historiografía, los estudios culturales, y las re-
el libro En la República Democrática Alemana la pintura es más alema- laciones entre historia y memoria. Es autor de los libros Desentonando
na. El arte de la RDA en la Alemania uniicada (ambos en proceso de el himno de Bogotá. Historia y crítica de un símbolo 1974-2010 (Bogo-
publicación). Ha colaborado en publicaciones como Exit, Art Nexus, tá: Universidad Javeriana, 2014) y de Tripido: historia, construcción de
Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, Alzaprima, Interior verdad y violencia (Bogotá: Publicaciones La Sorda, 2015).
gráico y Diseñarte MM1. En la actualidad investiga la relación entre
prácticas artísticas y movimientos sociales en el contexto de la llamada
guerra contra el narcotráico en México.

Juan Camilo Riobó Rodríguez

Maestro en Historia por la Universidad Michoacana de San Nicolás


de Hidalgo (Morelia, México). Licenciado en Ciencias Sociales por la
Universidad Distrital Francisco José de Caldas (Bogotá, Colombia). Es-
tancia de investigación en la Universidad Federal de Sergipe (Aracaju,
Brasil). Temas de interés: historia cultural, historia y literatura, histo-
ria y memoria, cultura popular.

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