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Cómo Rezar La Coronilla A La Divina Misericordia (Autoguardado)

El documento detalla el procedimiento para rezar la Coronilla a la Divina Misericordia, que incluye oraciones iniciales, el Padre Nuestro, el Ave María, y la repetición de ciertas invocaciones en un formato específico. Se enfatiza la importancia de la confianza en Jesús y se incluyen jaculatorias y oraciones adicionales para momentos de necesidad. La práctica busca invocar la misericordia divina y fortalecer la fe de los creyentes.
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Cómo Rezar La Coronilla A La Divina Misericordia (Autoguardado)

El documento detalla el procedimiento para rezar la Coronilla a la Divina Misericordia, que incluye oraciones iniciales, el Padre Nuestro, el Ave María, y la repetición de ciertas invocaciones en un formato específico. Se enfatiza la importancia de la confianza en Jesús y se incluyen jaculatorias y oraciones adicionales para momentos de necesidad. La práctica busca invocar la misericordia divina y fortalecer la fe de los creyentes.
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CÓMO REZAR LA CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA!

CÓMO REZAR LA CORONILLA


A LA DIVINA MISERICORDIA!...
1. Haga la señal de la Cruz.

2. Recite la oración inicial.

3. Recite el Padre Nuestro.

4. Recite el Ave María.

5. Recite el Credo de los Apóstoles.

6. Recite el "Padre Eterno".

7. Recite diez veces "Por Su dolorosa Pasión" en las cuentas del Ave María.

8. Repita por cuatro decenas, recitando el "Padre Eterno" en la cuenta grande del
"Padre Nuestro" y "Por Su dolorosa Pasión" en las cuentas pequeñas del "Ave María".

9. Al terminar las cinco decenas, en el medallón, recite la doxología tres veces ("Santo
Dios..."). Recite la oración final (opcional).
(Con aprobación eclesiástica)

1. La señal de la Cruz: En el nombre del , del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

2. Expiraste, Jesús, pero la fuente de vida brotó para las almas y el mar de misericordia
se abrió para el mundo entero.
Oh fuente de vida, insondable Misericordia Divina, abarca al mundo entero y derrámate
sobre nosotros.
Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una Fuente de Misericordia
para nosotros, en Ti confío.
Jesús, en vos confío!

3. Padre Nuestro: Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea Tu nombre; venga
a nosotros Tu reino; hágase Tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Amén.

4. Ave María: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres
entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de
Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
5. Credo de los Apóstoles: Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra. Creo en Jesucristo, Su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio
Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día
resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre
Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón
de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

6. En las cuentas grandes del Padre Nuestro antes de cada decena:


Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo
Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo
entero.

7. En las 10 cuentas pequeñas de cada decena:


Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

8. Repita el "Padre Eterno" y "Por Su dolorosa Pasión": (Números 6 y 7) Rece cuatro


decenas más.

9. Después de cinco decenas,(tres veces):


Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero

Jesús, en vos confío


Jesús, en vos confío
Jesús, en vos confío

10. Oración final:


Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable,
vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para
que en momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentamos, sino que, con gran
confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia
Mismos.
Oración al comenzar[editar]
Esquema de un rosario.
La coronilla se comienza con la Señal de la cruz. A continuación, se reza la Oración
para la Hora de la Misericordia:
Expiraste, Jesús; pero la fuente de vida brotó para las almas, y el mar de misericordia se
abrió para el mundo entero. ¡Oh, fuente de vida, insondable misericordia divina!, abarca
el mundo entero y derrámate sobre nosotros.
Luego, se dice tres veces
¡Oh, sangre y agua que brotaste del corazón de Jesús, como una fuente de misericordia
para nosotros, en Ti confío!
A esto le siguen un Padrenuestro, luego un Ave María, después un Gloria y concluye
esta primera parte con el Credo.
Las cinco decenas [editar]
El guía, tomando la cuenta grande, comienza rezando con las siguientes palabras:

"Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad"


de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, en expiación de nuestros pecados y los
del mundo entero."

Después de cada decena, en cada cuenta pequeña se replica diez veces:


"Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero."

Finalizando [editar]
Rezadas las cinco decenas, todos, en común, dirán tres veces:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.

Súplica para recibir Misericordia:


¡Oh, Dios eterno!, en quien la Misericordia es infinita y el tesoro de compasión
inagotable. Vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa, y aumenta Tu Misericordia en
nosotros. Para que, en momentos difíciles, no nos desesperemos ni nos desalentemos;
sino que, con gran confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es el amor y la
misericordia mismos. Amén.

Jaculatorias [editar]
Jesús comunicó unas jaculatorias relacionadas con la coronilla a santa Faustina para
que fuesen pronunciadas frecuentemente:
Oh, Sangre y Agua que brotaste del Sagrado Corazón de Jesús, como una fuente de
misericordia para nosotros, confío en Ti.
Jesús, confío en Ti.

Por la sangre de Cristo un lugar de Amor por Cristo


Jesús, en ti confío, Jesús Misericordioso, Jesús en ti confío Por qué te confundes y te
agitas ante los problemas de la vida? Déjame el cuidado de todas tus cosas y todo te ira
mejor. Cuando te abandones en mí todo se resolverá con tranquilidad según mis
designios.
No te desesperes, no me dirijas una oración agitada, como si quisieras exigirme el
cumplimiento de tus deseos. Cierra los ojos del alma y dime con calma: JESUS, YO EN
TI CONFIO.

Evita las preocupaciones y angustias y lo que pueda suceder después. No estropees mis
planes, queriéndome imponer tus ideas. Déjame ser DIOS y actuar con libertad.
Abandónate confiadamente en mi. Reposa en mí y deja en mis manos tu futuro.
Dime frecuentemente: JESUS, YO CONFIO EN TI.
Lo que más daño te hace es tu razonamiento y tus propias ideas y querer resolver tus
cosas a tu manera. Cuando me dices JESUS, YO CONFIO EN TI, no seas como el
paciente que le pide al médico que le cure, pero le sugiere el modo de hacerlo.
Déjate llevar en mis brazos divinos, no tengas miedo. YO TE AMO. Si crees que las cosas
empeoran o se complican a pesar de tu oración sigue confiando. Cierra los ojos del alma
y continúa diciéndome a toda hora: JESUS, YO CONFIO EN TI.
Necesito las manos libres para poder obrar. No me ates con tus preocupaciones inútiles,
Satanás quiere eso: agitarte, angustiarte, quitarte la paz. Confía solo en mí, abandónate
en Mí.

Así que no te preocupes, echa en mí tus angustias y duerme tranquilamente. Dime


siempre: JESUS, YO EN TI CONFIO, y verás grandes milagros. POR MI AMOR

ORACIÓN
DE LA MISERICORDIA DIVINA

¡Oh Dios de gran misericordia!, bondad infinita, desde el abismo de su abatimiento,


toda la humanidad implora hoy Tu misericordia, Tu compasión, ¡Oh Dios!; y clama con
la potente voz de la desdicha.

¡Dios de Benevolencia, no desoigas la oración de este exilio terrenal! ¡Oh señor!,


Bondad que escapa nuestra comprensión, que conoces nuestra miseria a fondo y sabes
que con nuestras fuerzas no podemos elevarnos a Ti, Te lo imploramos: Adelante con
Tu gracia y continúa aumentando Tu misericordia en nosotros, para que podamos,
fielmente, cumplir Tu santa voluntad, a lo largo de nuestra vida y a la hora de la
muerte. Que la omnipotencia de tu misericordia nos escude de las flechas que arrojan
los enemigos de nuestra salvación, para que con confianza, como hijos Tuyos,
aguardemos la última venida (día que Tú solo sabes). Y esperamos obtener lo que
Jesús nos prometió a pesar de nuestra mezquindad.

Porque Jesús es nuestra esperanza: A través de su Corazón misericordioso, como en el


Reino de los Cielos.

__________

ORACIÓN

Oh Dios, cuya Misericordia es infinita y cuyos tesoros de compasión no tienen límites,


míranos con Tu favor y aumenta Tu Misericordia dentro de nosotros, para que en
nuestras grandes ansiedades no desesperemos, sino que siempre, con gran confianza,
nos conformemos con Tu Santa Voluntad, la cual es idéntica con Tu Misericordia, por
Nuestro Señor Jesucristo, Rey de Misericordia, quien con Vos y el Espíritu Santo
manifiesta Misericordia hacia nosotros por siempre. Amén.

__________

JACULATORIA

"Oh Sangre y Agua, que brotasteis del Sagrado Corazón de Jesús como una Fuente de
Misericordia para nosotros, yo confío en vos".

__________
ORACIONES BREVES
PARA REZAR A LAS TRES DE LA TARDE

Expiraste, Jesús, pero Tu muerte hizo brotar un manantial de vida para las almas y el
océano de Tu misericordia inundó todo el mundo. Oh, Fuente de Vida, insondable
misericordia divina, anega el mundo entero derramando sobre nosotros hasta Tu
última gota de sangre. (IV, 59).

Oh, Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, manantial de misericordia para
nosotros, en Ti confío. (1, 35).

Santo Apóstol! San Judas, fiel siervo y amigo de Jesús!, la Iglesia te honra e invoca
universalmente, como el patrón de los casos difíciles y desesperados. Ruega por mí, Estoy
sin ayuda y siento una gran soledad. Haz uso te imploro, del privilegio especial que se te
ha concedido, de socorrer pronto y visiblemente cuando casi se ha perdido toda
esperanza. Ven en mi ayuda en esta gran necesidad, para que pueda recibir el consuelo y
socorro del cielo en todas mis necesidades, tribulaciones y sufrimientos, particularmente
(haga aquí su petición), y para que pueda alabar a Dios contigo y con todos los elegidos
por siempre, Te doy gracias glorioso San Judas, y prometo nunca olvidarme de este gran
favor, honrarte siempre como a mi especial y poderoso patrón y con agradecimiento
hacer todo lo que pueda para fomentar tu devoción.

Amén.

Oh gloriosísimo San Miguel Arcángel, príncipe y caudillo de los ejércitos celestiales,


custodio y defensor de las almas, guardián de la Iglesia, y vencedor, terror y espanto de
los rebeldes espíritus infernales.

Humildemente te rogamos, te dignes librar de todo mal a los que a ti recurrimos con
confianza; que tu favor nos ampare, tu fortaleza nos defienda y que, mediante tu
incomparable protección, adelantemos cada vez más en las luchas diarias y sobre todo
en el servicio del Señor. Que tu virtud nos esfuerce
todos los días de nuestra vida y en el difícil trance de la muerte para que, defendidos por
tu poder, del infernal dragón y de todas sus asechanzas,
cuando salgamos de este mundo seamos presentados por ti, libres de toda culpa,
ante la Divina Majestad.
Oh, María Auxiliadora, dulcísima Señora, cuyo Corazón es el refugio del Amor Santo,
oh Reina mía, esperanza mía, y alegría mía, socórreme desde las Alturas con amor de
Madre y con esplendidez de Reina, alcánzame, por tus merecimientos y por tu
afabilidad, que sienta siempre en mi corazón la Paz del Altísimo, que mi paso sea firme y
mi generosidad amplia y así sea digno-a de los favores de tu Divino Hijo Jesús.

Virgen María Madre de Dios, aclamada por todos los Ángeles y Santos en el Cielo y por
nosotros tus hijos en la tierra, que no me falte nunca tu protección y eficaz auxilio.

Oh mi madre buena, mi madre complaciente, Tu que puedes leer en mi corazón


y conoces mis más íntimos pensamientos ya sabes por la angustia que estoy pasando;
Me siento débil y lleno-a de desesperanza y no sé cómo salir de tanto sufrimiento, solo
Tú, bella Señora, puedes hacer que cambie mi desdicha y halle la paz y la tranquilidad
que tanto busco.

María, a Ti, que todo poder se te ha dado en Cielo y tierra, te ruego, con humildad y con
todo mi ser, me ayudes a avanzar en mi vida diaria, bríndame tu socorro para que pueda
prosperar y tenga un feliz desarrollo financiero y profesional, mándame tu auxilio en
esta difícil situación, haz que pueda conseguir un trabajo o negocio productivo y el
dinero que necesito con urgencia para que se acabe tanta carencia y problema en mi
casa.

Virgencita Santa, si Tú estás a mi lado todo es posible, te suplico me ayudes a luchar


contra la adversidad yo....... lo intento día a día, pero no puedo solo-a, mi familia merece
algo mejor que lo que está padeciendo por culpa de mis problemas laborales y
económicos, te ruego hagas posible que reciba de tu amado Hijo esto que con inmensa fe
y esperanza solicito:

(Pedir ahora lo que se desea conseguir).

Oh Santísima Virgen María Auxiliadora, oye los lamentos de tus hijos que,
suplicantes, imploramos tu buen y poderoso patrocinio, despliega tu manto protector
sobre los que llegamos a Ti, líbranos de las aflicciones y danos tu bendito consuelo ahora
que estamos llenos de necesidades.

Con tu bondad y misericordia sácanos de apuros y asístenos en nuestros problemas cual


amorosa madre.

Mándanos un rayo de Luz Divina para que nos ilumine y encienda nuestras vidas; haz
que nuestra fe sea serena, valiente y fuerte y enséñanos a amar a Dios y a nuestros
hermanos como en todo momento les amaste tú Por Jesucristo, nuestro hermano y
Señor.

Así sea.

Rezar la Salve, Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


La oración y los rezos se hacen tres días seguidos.

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