0% encontró este documento útil (0 votos)
9 vistas16 páginas

Giordanino y de Cucco, Nombres en Argentina

El documento analiza el impacto del nuevo Código Civil y Comercial de Argentina sobre la regulación de los nombres, que otorga mayor libertad en la elección de nombres y apellidos, permitiendo hasta tres nombres y eliminando restricciones sobre nombres extranjeros y extravagantes. Se discuten las implicaciones de estos cambios en el registro de nombres y su efecto en la identidad y derechos de las personas. Además, se abordan las diferencias en la normativa anterior y cómo el nuevo código busca reflejar la realidad social y garantizar el derecho a la identidad.
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
9 vistas16 páginas

Giordanino y de Cucco, Nombres en Argentina

El documento analiza el impacto del nuevo Código Civil y Comercial de Argentina sobre la regulación de los nombres, que otorga mayor libertad en la elección de nombres y apellidos, permitiendo hasta tres nombres y eliminando restricciones sobre nombres extranjeros y extravagantes. Se discuten las implicaciones de estos cambios en el registro de nombres y su efecto en la identidad y derechos de las personas. Además, se abordan las diferencias en la normativa anterior y cómo el nuevo código busca reflejar la realidad social y garantizar el derecho a la identidad.
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 16

LOS NOMBRES EN ARGENTINA

A PARTIR DEL NUEVO CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL

VI ENCUENTRO NACIONAL DE CATALOGADORES, BUENOS AIRES

15 AL 17 DE NOVIEMBRE 2017

UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES. FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS

Eduardo Pablo Giordanino

[email protected]

María Carmen De Cucco Alconada

[email protected]

Sumario

I. Introducción II. El nombre y el apellido. Conceptos básicos III. La Ley 18248 IV. El Código
Civil y Comercial de la Nación. V. Casuística VI. Discusión y conclusiones

Resumen

El nombre es, al mismo tiempo, un atributo de la personalidad, un derecho y un deber


de cada persona. Un derecho a la identidad de raigambre constitucional y un deber de
identificación frente al Estado.

Con respecto a las formas del nombre en Argentina, la Ley 18.248 de 1969 que establecía
las normas para la inscripción de nombres de las personas naturales fue derogada por
el Código Civil y Comercial de 2014, vigente desde agosto de 2015.

A partir del nuevo Código Civil y Comercial argentino, nuestro objetivo es reflexionar
sobre el impacto que estos nuevos usos tendrán en las actividades relacionadas con el
1
control de autoridades en distintos planos de la bibliotecología y en las industrias
culturales.

I. Introducción

El nombre es, al mismo tiempo, un atributo de la persona al que tiene derecho y que
sirve para individualizarla, y una institución en la que tiene incumbencia el Estado para
garantizar el orden y permitir la efectiva identificación de las personas dentro de la
sociedad.1

El nombre refleja la identidad y puede ser afectado por diversas instituciones como el
matrimonio o la filiación, por lo tanto, puede cambiar a lo largo de la vida del sujeto por
diversas circunstancias que podrán considerarse o no los justos motivos que exige la
norma. Por ejemplo, una mujer suele utilizar un nombre cuando es soltera, otro cuando
contrae matrimonio y, a su vez, el nombre de casada, el de soltera u otro cuando se
divorcia o enviuda. Asimismo, hay personas que prefieren ser llamados por su apodo o
un seudónimo, algunos autores o artistas prefieren utilizar seudónimos o nombres
artísticos, mientras que cualquiera de los cónyuges puede optar por usar el apellido del
otro con o sin la preposición “de”. Otros que tienen títulos de nobleza.

Como las modificaciones del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación (en adelante
CCCN) vigente desde el mes de agosto de 2015 impactarán sin duda en el registro de
nombres de autores personales, es necesario analizarlos para delinear los elementos
que deberán considerarse en los procedimientos de registro. Además, estos cambios
incidirán también en muchas otras ramas de las actividades jurídicas, comerciales,
informáticas y académicas.

Hasta 2014 Argentina era el único país de Hispanoamérica que usaba sólo un apellido,
el paterno. A partir del nuevo Código, los padres o quienes ellos autoricen podrán elegir
el pronombre, se podrán inscribir hasta tres que no sean apellidos ni prenombres

1
HERRERA, M.; CARAMELO, G. y PICASO, S. (dirs.). (2015). Código Civil y Comercial comentado.
Buenos Aires: Infojus, t. I, p. 149.

2
extravagantes, podrán ser de procedencia aborigen o ser derivados de voces aborígenes
autóctonas y latinoamericanas. Se eliminan las diferencias entre los cónyuges de distinto
sexo y los del mismo. La mujer casada puede optar por seguir utilizando la preposición
“de” seguida del apellido del marido o eliminarla.

El dictamen del nuevo Código pone de manifiesto cuestiones tales como: un apellido,
dos o tres... hasta tres porque un número mayor dificultaría la individualización de la
persona. Materno o paterno… a elección. ¿Qué se entiende por “extravagante”? ¿Qué
efectos tiene la derogación del Art. 3 de la Ley 18248? ¿Pueden inscribirse nombres
ridículos, que expresen o signifiquen tendencias políticas o ideológicas, o que susciten
equívocos respecto del sexo de la persona a quien se impone? ¿Están permitidos los
nombres extranjeros, aunque no sean de fácil pronunciación y tengan traducción en el
idioma nacional? ¿Qué papel cumple el Registro del Estado Civil y Capacidad de las
Personas? ¿Es necesario adaptar la Ley 26.413 a las nuevas disposiciones? ¿Cuándo es
necesaria la intervención judicial?

Es decir, a las dificultades que presentaba el régimen anterior se le agregan las derivadas
de la mayor libertad para elegir el nombre de los hijos y el criterio más elástico a la hora
de decidir el cambio o la supresión de algún prenombre o apellido. Así, por ejemplo, se
originarán conflictos a partir de:

a. la posibilidad de inscribir nombres extranjeros no castellanizados, que pueden


ser de difícil pronunciación;
b. nombres que no se adecuen a nuestras costumbres;
c. nombres equívocos respecto del sexo de la persona a quien se le impone;
d. sobrenombres como nombres, etc.

Dicha situación requiere analizar los nuevos usos propuestos para la conformación de
los nombres y considerar estas pautas para los diferentes estilos de tratamiento
existentes para los nombres de los autores.

3
II. El nombre y el apellido

Conceptos básicos

En los sistemas jurídicos actuales, el nombre está compuesto de dos elementos: el


prenombre o nombre de pila, y el apellido o nombre patronímico.

a. NOMBRE

Nombre: es el elemento individual que identifica a cada sujeto. Se presta a confusión


por sus múltiples acepciones, entre ellas, por abarcar al nombre y al apellido.

Actualmente se prefiere el uso del término “prenombre” para caracterizar el elemento


individual, porque la locución “nombre de pila” utilizado comúnmente es un giro
metafórico que recuerda al elemento (fuente) en el cual los cristianos bautizan a sus
fieles, llamada pila bautismal.

Sin embargo, tanto en Derecho como en las leyes relacionadas con el tema, se utiliza el
sintagma “nombre” para aludir al conjunto de nombre y apellido. Así, el nombre incluye

[…] el nombre propiamente dicho, bautismal o de pila, llamado también


prenombre, que distingue al individuo dentro de la familia, y el apellido,
común a la familia.2

b. APELLIDO

Apellido o nombre patronímico (o simplemente, patronímico), es el elemento familiar


o colectivo, común a todos los miembros de un grupo familiar, que sirve para indicar la
filiación del sujeto y se transmite de generación en generación.

En cuanto a las diferencias entre apellido compuesto y doble apellido, en Derecho se


consideran dos formas principales de los apellidos: el “compuesto” y el “doble”.

2
ENNIS, H.M. (1965). Voz «Nombre», en Enciclopedia Jurídica Omeba. Buenos Aires: Editorial
Bibliográfica Argentina, t. XX, p. 303.

4
El apellido compuesto está formado por dos vocablos unidos de manera indisoluble
para caracterizar a una familia. No se le puede quitar ni adicionar ningún elemento.

El doble apellido se forma con dos elementos: el primer apellido del padre y el primero
de la madre.

Hasta que entró en vigencia el nuevo CCCN (agosto de 2015), Argentina era el único país
de América latina que usaba mayoritariamente sólo un apellido, el paterno. A partir del
2015 Argentina se une a las costumbres de tradición hispana, tanto en América latina
como en España en el uso del doble apellido.

c. SOBRENOMBRE Y APODO

Sobrenombre, apodo o nombre accidental son aquellos nombres que suelen ser
impuestos por otras personas, en tanto que el seudónimo es elegido por la propia
persona.

III. La Ley 18.248

Con respecto a las formas del nombre en Argentina antes del CCCN, regía la Ley 18.248
de 1969 referida a las “Nuevas normas para la inscripción de nombres de las personas
naturales”, el niño debía tener el apellido del padre o el apellido compuesto del padre u
optar por el doble apellido. En ese caso, se inscribía primero el del padre y después el
de la madre. Si no había acuerdo, los apellidos se ordenaban alfabéticamente. También
era optativo para la mujer casada añadir a su apellido el del marido, precedido por la
preposición “de”.

Esta norma fue modificada con la sanción de la Ley del Matrimonio Igualitario para
incluir a parejas de padres o madres del mismo sexo, y el orden pasó a ser optativo para
hijos de todo tipo de parejas. Asimismo, cada cónyuge puede añadir a su apellido el de
su pareja, precedido por la preposición “de”.

Por otra parte, no se admitían los nombres extravagantes, ridículos, contrarios a


nuestras costumbres, que expresaran tendencias políticas o ideológicas, o que
5
suscitasen equívocos respecto del sexo de la persona a quien se imponían. Tampoco los
nombres extranjeros salvo los castellanizados por el uso o cuando fuera el nombre de
sus padres, si fueran de fácil pronunciación y no tuvieran traducción en el idioma
nacional. No estaban permitidos los apellidos como nombres ni los primeros nombres
idénticos a los de los hermanos vivos y no más de tres nombres. Esto también ha tenido
variaciones en el nuevo Código.

IV. El Código Civil y Comercial de la Nación

Con la sanción del CCCN,3 la regulación del nombre de las personas deja de estar
comprendida en una ley específica. El contenido de la Ley 18.248 se actualiza y adecúa
de acuerdo a un contexto que otorga preeminencia al derecho a la identidad, a la
autonomía de la voluntad y a la igualdad,4 y teniendo en cuenta cómo se venían
resolviendo las distintas cuestiones en los tribunales. Es decir, las normas captan la
realidad social y la describen e integran mediante conceptos incorporándole un
sentido.5

Si bien, el Código mantiene la regla de la inmutabilidad del nombre, se flexibilizan las


normas sobre modificación, dando importancia a la identidad en su faz dinámica, por lo
que se amplían las posibilidades temporales y de legitimación.6

En el Libro Primero, Parte General, Título I, Capítulo 4 se regula el nombre en once


artículos, del 62 al 72.

3
Que entró en vigencia el 1o de agosto de 2015, ya que el texto original que preveía que fuera el 1o de
enero de 2016 fue modificado por la Ley N° 27.077, publicada el 19 de diciembre de 2014.
4
RIVERA, J.C. y MEDINA, G. (dirs.). (2014). Código Civil y Comercial de la Nación comentado. 1a ed.
Buenos Aires: Thomson Reuters, t. I, pp. 260/263.
5
CIURO CALDANI, M.Á. (2001). “El nombre como desarrollo de la persona (Nuevamente sobre el derecho
humano a participar en la construcción del propio nombre)”, en Jurisprudencia Argentina. Argentina: 13
de junio, pp. 35/39 (2001-II, pp. 650 y ss.). Disponible en http://www.goo.gl/WyT39z
6
LORENZETTI, R.L. (dir.). (2014). Código Civil y Comercial de la Nación comentado. 1a ed. Santa Fe:
Rubinzal Culzoni, t. I, pp. 338/340.

6
El nombre, que engloba al prenombre –nombre propio, nombre individual o nombre de
pila como ya se dijo– y al apellido, tiene las siguientes características:

1. obligatoriedad: toda persona tiene el deber y el derecho de llevar un nombre;


2. inmutabilidad: salvo justos motivos, en principio nadie puede cambiar su
nombre;
3. unidad: no se puede tener más de un nombre;
4. indisponibilidad: nadie puede enajenar, ceder ni donar su nombre;
5. irrenunciabilidad: no se puede renunciar al nombre;
6. imprescriptibilidad: el nombre no se puede adquirir o perder por prescripción;
aunque, en determinadas circunstancias, el sujeto puede lograr, a través de una
acción judicial, que se le reconozca la posibilidad de continuar usando un
determinado nombre7 (por ejemplo, luego de un divorcio, si la persona se hizo
conocida utilizando ese nombre puede seguir haciéndolo).

De esta forma queda constituido conforme al Art. 63 que los padres o quienes ellos
autoricen pueden elegir el prenombre del niño, podrán inscribir hasta tres nombres que
no sean apellidos ni prenombres extravagantes y cuyo origen puede ser aborigen o
derivados de voces aborígenes autóctonas y latinoamericanas.

Queda permitido el uso de un apellido, dos o un máximo de tres porque un número


mayor dificultaría la individualización de la persona. El mismo criterio guía las
prohibiciones de anotar apellidos como prenombre o imponer prenombres iguales a los
de hermanos vivos, que se sigue manteniendo.

Y por su parte, la “extravagancia”, en el sentido técnico utilizado por la legislación, no es


lo meramente inusual, raro o poco común, sino que hace referencia a los nombres que
por sus características de rareza puedan provocar una reacción de repulsión o rechazo,
que pueda dar lugar a humillaciones o burlas que perturben a la persona que lo porta.
La ridiculez, importa una forma de lo extravagante que posee entidad para motivar la

7
HERRERA, M.; CARAMELO, G. y PICASO, S. (dirs.). Op. cit. p. 150.

7
risa o provocar burlas. La extravagancia no guarda mayor diferencia con los nombres
“ridículos”.8

Ya no se condiciona la inscripción de un nombre extranjero ni se impiden la inscripción


de nombres contrarios a las costumbres, ni los que signifiquen tendencias políticas o
religiosas. No obstante, cabe destacar que ese condicionamiento no impidió que
muchos argentinos eligieran para sus hijos el nombre del presidente de turno. A partir
de 1945 Juan Domingo empezó a ser uno de los preferidos y hasta 1956 se registraron
9.289 de los 22.769 de todo el siglo. El nombre Carlos Saúl tuvo 780 registros en 1989.9

El nuevo Código, a diferencia del anterior, nada dice respecto a los nombres que
pudieran suscitar equívocos respecto del sexo de la persona a quien se nombre, por
tanto, debe interpretarse que tal omisión es deliberada.

Como veremos en el punto siguiente en el que tratamos la casuística, el margen de las


limitaciones en el poder del Estado es muy exiguo. Rige el principio de la libre elección
y no pueden obviarse los efectos innovadores que sobre el idioma genera el uso
cotidiano del lenguaje.

Según el Art. 64 como principio general, la filiación (por naturaleza, por técnicas de
reproducción asistida o por adopción) determina el apellido. Se eliminan las diferencias
entre los cónyuges de distinto sexo (cuyos hijos debían llevar siempre el apellido
paterno) y los del mismo. Se permite en todos los casos la elección del apellido de uno
de los cónyuges y la adición del apellido del otro si ambos están de acuerdo.

Se elimina el vocablo “compuesto” y se otorga a ambos progenitores la facultad de


elección de un único apellido familiar o de uno seguido del otro en el orden que elijan.10
Se incorpora la facultad del hijo de solicitar la adición del apellido del otro progenitor a
su mayoría de edad o si tiene madurez suficiente, aunque no sea mayor de edad.

8
MOISSET DE ESPANÉS, L. (1979). “La prohibición de elegir nombres extravagantes, ridículos o
contrarios a nuestras costumbres”, L.L. 1979-B651.
9
COSTA, J.M. (2017). “Juan Domingo, el nombre de presidente más elegido”, en La Nación. Disponible
en http://www.goo.gl/ed8Eku. Consultado el 7 de octubre de 2017.
10
HERRERA, M.; CARAMELO, G. y PICASO, S. (dirs.). Op. cit. p. 155.

8
Con respecto a los hijos extramatrimoniales, se diferencia según hubiera sido
reconocido al nacer o con posterioridad. En el primer caso, rige el mismo criterio que
para los hijos matrimoniales. En el segundo, pueden acordarlo o lo decidirá el juez
teniendo en cuenta el interés superior del niño.

El Art. 65 establece que la persona menor de edad sin filiación determinada debe ser
anotada por el oficial del Registro del Estado Civil y Capacidad de las personas con el
apellido que está usando, o en su defecto, con un apellido común. Y el Art. 66 dispone
que la persona con edad y grado de madurez suficiente que carezca de apellido inscripto
puede pedir la inscripción del que está usando.

Por su parte, el Art. 67 atiende a la no discriminación: cualquiera de los cónyuges puede


optar por usar el apellido del otro, con la preposición “de” o sin ella. La persona
divorciada o cuyo matrimonio ha sido declarado nulo no puede usar el apellido del otro
cónyuge, excepto que, por motivos razonables, el juez la autorice a conservarlo. El
cónyuge viudo puede seguir usando el apellido del otro cónyuge mientras no contraiga
nuevas nupcias, ni constituya unión convivencial.

El Art. 68 referido al nombre del hijo adoptivo remite a las disposiciones sobre filiación
adoptiva. Los tribunales han permitido agregar al apellido del adoptado el de la pareja
fallecida del adoptante porque había tenido la intención de adoptarlo.11

Mientras que el Art. 15 de la Ley 18.248 se limitaba a requerir “justos motivos” para
cambiar el nombre, sin mencionar cuáles eran, el nuevo Código Civil y Comercial
establece en su Art. 69 en forma clara y precisa algunos de los supuestos que configuran
esa circunstancia, otorgándole facultades al juez para determinar, en el caso concreto y
según la prueba producida, si se da el caso para admitir la supresión o el cambio.12 La
norma considera justo motivo, de acuerdo a las particularidades del caso, entre otros:

a. el seudónimo, cuando hubiese adquirido notoriedad;


b. la raigambre cultural, étnica o religiosa;

11
SCJBA, 19/03/2003, “T., J. Adopción” Disponible en http://www.scba.gov.ar/contacto/consultas.asp
12
CNCiv., Sala H, 15/9/2016, “V.J.V. s/información sumaria”. Disponible en
http://www.cij.gov.ar/sentencias.html

9
c. la afectación de la personalidad de la persona interesada, cualquiera sea su
causa, siempre que se encuentre acreditada;
d. por razón de identidad de género;
e. por haber sido víctima de desaparición forzada, apropiación ilegal o alteración o
supresión del estado civil o de la identidad;
f. los casos en que existe una sentencia de adopción simple o plena.

Esta enumeración no es taxativa, la Justicia han considerado que también existían justos
motivos para el cambio de nombre si:

a. la persona se había sometido a una operación de readaptación de sexo;


b. no quería seguir llamándose como la abuela porque había sido una persona
violenta que había hecho mucho mal a su familia;13
c. el padre había abandonado el hogar y se había desentendido de sus
obligaciones;14
d. el padre había participado en la represión ilegal durante la última dictadura.15

En la demanda por cambio de nombre pesa sobre quien demanda la carga de acreditar
la existencia del justo motivo,16 que no puede ser banal ni frívolo. Si bien, el principio de
la inmutabilidad del nombre tiene por finalidad proteger una serie de intereses sociales,
si esos intereses sociales no se encuentran comprometidos, debe primar el interés

13
CApel. de Familia, Mendoza, 14/6/2017, “B.C.R.M. s/supresión de nombre”. Disponible en
http://www2.jus.mendoza.gov.ar/jurisprudencia/consultar/index.php
14
CNCiv., Sala B, 11/08/2014, “F.A., g. s/información sumaria”. Disponible en
http://www.cij.gov.ar/sentencias.html. En el mismo sentido, SCJBA, 3/12/2014, “R., M. S. c/R., A. A.
s/autorización”. Disponible en http://www.scba.gov.ar/contacto/consultas.asp
15
Tribunal de Familia N° 2 de Lomas de Zamora, “P., A. R. L. s/cambio de nombre”, citado en CIURO
CALDANI, M.Á. Op. cit. nota N° 3.
16
SCJBA, 3/1172004, “C., R.C. s/cambio de nombre y adición de apellido materno”. Disponible en
http://www.scba.gov.ar/contacto/consultas.asp

10
individual asociado al principio de libertad, al derecho a la identidad y a la integridad
moral y espiritual de la persona.17

No debe perderse de vista que el nombre no es sólo personal sino que emplaza a una
persona como miembro de una determinada familia y que tiene proyecciones en el
ámbito social, que el nombre contribuye a configurar lo nombrado por lo cual cada uno
ha de recibir los efectos que le corresponden y no debe soportar las consecuencias
negativas del obrar ajeno.18 En definitiva, si el nombre representa el concepto de un
sujeto, ese sujeto debe ser dueño del concepto con que se presenta a los demás porque
ese nombre habrá de mencionarlo en todos los actos de su vida y perdurará más allá de
ella.19

Los Arts. 70 y 71 regulan lo referido a los procesos para el cambio o protección del
nombre. Todos los cambios tramitarán en un proceso abreviado con intervención del
Ministerio Público y el pedido se publicará en un diario oficial para que quien quiera
oponerse pueda hacerlo. En las acciones de protección puede demandarse la reparación
de los daños y perjuicios derivados de la utilización indebida.

Finalmente, el Art. 72 determina que el seudónimo notorio goza de la tutela del nombre.
Para obtener la protección del derecho, quien emplea un seudónimo debe haber
trascendido relativamente en su actividad a través de él, de modo tal que, al
anunciárselo, se evoque a esta persona y no exista una posibilidad de confusión con
otra. En consecuencia, la tutela judicial del seudónimo es equiparada en forma total a la
del nombre sólo si el seudónimo goza de cierto grado de notoriedad.20

17
MUÑIZ, C. (2015). “El nombre como proyección jurídica a la identidad y los ‘justos motivos’ para su
cambio”, en RCCyC, 17/09/2015, cita online: AR/DOC/2628/2015), citado en CApel. de Familia,
Mendoza, 14/6/2017, “B.C.R.M. s/supresión de nombre”. Disponible en
http://www2.jus.mendoza.gov.ar/jurisprudencia/consultar/index.php
18
CIURO CALDANI, M.Á. Op. cit. nota N° 5.
19
SCJBA, 7/10/2009, “T., L. G. y otra s/consulta de nombre”. Disponible en
http://www.scba.gov.ar/contacto/consultas.asp
20
HERRERA, M.; CARAMELO, G. y PICASO, S. (dirs.). Op. cit. p. 165.

11
Los actos jurídicos suscriptos con el seudónimo son perfectamente válidos. Si un autor
firmara un contrato de edición con su seudónimo no podrá luego desconocer que se
trata de su persona, por ejemplo.

V. Casuística

Ya no es preciso argumentar por escrito los motivos por los cuales quiere ponerse un
nombre, ni siquiera es necesario que se trate de un nombre existente. Los padres tienen
el derecho de elección y, en todo caso, después el interesado podrá solicitar el cambio
o la supresión si tiene justos motivos.

NOMBRES INEXISTENTES

Si bien el Registro había rechazado la inscripción del nombre “Kika” (nombre de un


personaje de ficción de una película dirigida por Almodóvar) con fundamento en que no
se encontraba en el libro orientativo elaborado por la autoridad estatal y no se había
acreditado la existencia del nombre, la Justicia consideró que no existía norma alguna
que exigiera acreditar la existencia de antecedentes para aceptar un nombre. Y agregó
que el nombre no afectaba el interés público ni el de la niña, y que respetaba la grafía y
fonética propias de nuestro lenguaje.21

Durante 2014, se solicitó la aprobación de cien nombres que no estaban en el listado de


permitidos. Entre los nombres de varón estaban: Kenzo, Yurii, Ikki, Lemmy, Asiel,
Tomoki, Calix, Anouk, Ahren, Uziel y Unai. Y de mujer: Guilit, Cosette, Evolet, Nahyara,
Arin, Breña, Matyena, Yumalai, Nanda, Fada, Luba, Sissi (por la emperatriz
austrohúngara) y Púrpura.22

21
CApel. ContAdm. de Mar del Plata, 22/06/2012, “Malgor, Pablo y otro/a c/Registro Provincial de las
Personas de la Provincia de Buenos Aires s/pretensión anulatoria-otros juicios”. Disponible en
http://www.scba.gov.ar/contacto/consultas.asp
22
REDACCIÓN RUMBOS (15/8/2015). “Los nombres más raros aprobados por el nuevo Código Civil”, en
Rumbos digital. Disponible en http://www.goo.gl/gy77N9 [consultado el 6 de septiembre de 2017].

12
NOMBRES EXTRAVAGANTES

La Justicia de La Plata autorizó la inscripción de una menor con el prenombre “Kansas


Dánae”23 por considerar que no resultaba extravagante, ridículo, ni contrario a las
costumbres del país, ni existía motivo para suponer que llevar ese nombre iba acarrearle
algún perjuicio a la menor.

El Registro Civil de Santa Fe autorizó a una familia a llamar “Lucifer” a su hijo, pero ese
mismo nombre fue rechazado en el Registro Civil de la Provincia de Córdoba por
considerarlo extravagante. También se inscribieron en Santa Fe: Panambí (palabra de
origen guaraní que significa mariposa), Tabita (nombre de origen arameo que significa
gacela) y Cheniel. Mientras que rechazaron la inscripción del nombre “Yerbabrava”, en
alusión al nombre de un grupo de cumbia por considerarlo “peyorativo”.24 Sin embargo,
encontramos en otros países de América latina prenombres que fueron inscriptos aun
cuando podrían considerarse extravagantes: Auxilio, Oyendo, Drogón, Jazz y Psyque,
Shakespeare, Mozart, Amstrong, Disney Landia, Adolfo Hitler, USnavy Marina, Email,
Rocky Rambo, James Bond, YamClock, Venezuela Libre Socialista, Yahoo, Árbol, Chevy,
Mara Dona, etc.25 De modo similar, en Argentina autorizaron varios prenombres: Ailee,
Aarav, Sae,26 Juniors Xeneise, Francesca Lacade, Azul Grana, Benjamín Cai, Newells
Emiliano, Tense Alejandro, Lionel Chino, Vicente Xeneize.27

23
CApel. en lo ContAdm., La Plata, 22/12/2015, “Axt, Emanuel Jorge Andrés y otro/a c/Dirección
Provincial del Registro Civil y Capacidad de las personas s/pretensión anulatoria”. Disponible en
http://www.scba.gov.ar/contacto/consultas.asp
24
“‘Lucifer’, el más polémico entre los nombres extravagantes aceptados”, en La Capital (2/10/2015),
disponible en http://www.goo.gl/LwH5Ke [consultado el 6 de septiembre de 2017].
25
OLIVARES, J.M. (2013). “Los 15 nombres más bizarros y raros que se le puedan poner a una persona”,
en Guioteca (22/11/2013). Disponible en http://www.goo.gl/3b2xw7 [consultado el 6 de septiembre de
2017].
26
VEXLER, E. (2017). “Nombres 2017: los más y menos elegidos para los bebés en Ciudad y Provincia”,
en Clarín (26/06/2017). Disponible en http://www.goo.gl/GfH8Jm
27
“Quisieron demostrar su pasión por Boca, pero cometieron un error en el nombre de su hijo”, en
Infobae (21/7/2017). Disponible en http://www.goo.gl/uMht9w

13
NOMBRES EXTRANJEROS

El creciente fenómeno de interpenetración entre grupos de diversas culturas –lo cual se


ha verificado a lo largo de todo el siglo XX– ha provocado la multiplicidad de situaciones
jurídico-privadas con la presencia de elementos extranjeros.28

En el año 1995 la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires autorizó la


inscripción del nombre Berén,29 teniendo en cuenta las circunstancias de índole
filosófica y religiosa de la elección de los padres. Los jueces entendieron que se trataba
de la castellanización de un nombre extranjero (Behre), hecha en forma eufónica, en
una versión cuya grafía y fonética se adaptan plenamente al castellano. Calificaron de
conjetural la eventual confusión con un apellido y establecieron que no se daba ninguna
de las situaciones límite que la ley procuraba evitar. Además, los padres habían
acompañado el significado del nombre y el niño era conocido así desde su nacimiento.

A partir del 2008 se han autorizado la inscripción de los nombres: Hussein, Kapixa, Nayat,
Gigliolia y Sardiu y existe una gran cantidad de solicitudes de inscripción de nombres
indígenas, especialmente mapuches (se pidió por Aucán, por ejemplo), y de origen árabe
o judío.30

VI. Recomendaciones

Con respecto al problema de la identificación de autores necesitamos recordar que:

28
GARFINKEL, F.M. (2004). “El cambio de nombre de las personas físicas: su problemática en el Derecho
Internacional Privado Argentino”, en Revista del Ministerio Público Fiscal, N° 13, julio, p. 33. Id SAIJ:
DACF040068. Disponible en http://www.goo.gl/hLXhaR
29
SCJBA, 14/03/1995, “Barkowski, Graciela Elena y Cerdá, juan José, s/consulta de nombre “Beren”
(recurso)”. Disponible en http://www.scba.gov.ar/contacto/consultas.asp
30
“Cada vez hay más niños con nombres extravagantes”, en La Nación (10/2/2009). Disponible en
http://www.goo.gl/qFPfgz [consultado en 6 de septiembre de 2017].

14
“tiene una misión fundamental al momento de la recuperación de
información, y también para la atribución correcta de la autoría de las obras,
la distribución de regalías por conceptos de derecho de autor, y para facilitar
la interoperabilidad entre autores, consumidores, editores y organizaciones
culturales tales como las sociedades de gestión de derechos, bibliotecas,
agencias bibliográficas”.31

Una posibilidad es implementar iniciativas como las efectuadas en España, con respecto
a los nombres de los investigadores, quienes al detectar problemas de las atribuciones
autorales en las bases de datos internacionales de investigación, crearon un registro
denominado International Registry of Authors-Links to Identify Scientists (IraLis). Se trata
de un sistema de estandarización de las firmas de los autores científicos, creado para
uniformar la forma de los nombres de los autores hispanos.32

La solución propuesta fue incorporar un guión a los elementos de los apellidos


compuestos, desde su ingreso directo al momento de publicar artículos, papers o
trabajos a congresos, para ofrecer una forma de nombre estandarizada y evitar las
indeseadas variantes. En el caso argentino, estas nuevas formas de los nombres
aumentarían las variantes en los ingresos a las bases de datos. Se recomienda considerar
la experiencia española del IraLis, y también considerar la adopción de identificadores
normalizados, como el Identificador Estándar Internacional de Nombres (ISNI),33 que
permite la asignación de un código identificador a las distintas formas del nombre de un
autor.

El ISNI contempla la asignación a nombres de seudónimos o personajes, de este modo


se facilita la identificación de distintas figuras autorales y es posible conocer las

31
GIORDANINO, E.P. (2013). “Identificación de autores: Nombres y números”, en Social Biblio
Latinoamérica, 16 de abril 2013. Disponible en http://eprints.rclis.org/19508/ [consultado el 13 de
octubre de 2017].
32
IRALIS. Por qué IraLIS. Disponible en http://www.iralis.org/es/node/12 [consultado el 13 de octubre de
2017].
33
GIORDANINO, E.P. Op. cit.

15
relaciones entre distintos tipos de autoría. Para el caso de autores del área científico-
técnica, la adopción por parte de las agencias y organismos de investigación de códigos
ISNI, permitiría introducir elementos normalizadores que faciliten la identificación de
los autores, y de este modo permitir una correcta atribución de sus trabajos, así como
una correcta filiación institucional.

VI. Conclusión

El nuevo CCCN aumenta las dificultades que presentaba la ley anterior para un registro
que permita la adecuada identificación de los autores. Si bien esos inconvenientes irán
planteándose en forma paulatina, es de esperar complicaciones serias en el mediano
plazo. Para evitarlas, deberán implementarse instancias de capacitación en las tareas de
control de autoridades en todo lo relacionado al registro de los nombres de autores
personales en distintos planos de la bibliotecología y la industria editorial.

También estas cuestiones atañen a los autores, al momento de firmar sus trabajos o sus
contratos; a los editores, a la hora del registro y al momento de la atribución de las
obras, tanto en el depósito legal como en el ISBN y en lo relativo a los contratos; a las
agencias de registro de obras artísticas o científicas (como, por ejemplo, el ISMN,
SADAIC, Argentores o ANCYT). El prenombre y el apellido están concebidos en nuestra
legislación como un derecho-deber (Art. 62 del nuevo CCCN), por cuanto constituyen
uno de los atributos esenciales de la persona desde el punto de vista jurídico, dado que
la personalidad supone la individualidad propia; el nombre permite, por sí solo o con
otras circunstancias, la identificación de cada persona en relación a las demás.

Al incorporar nuestro país la usanza de los demás países iberoamericanos, se


presentarán las mismas problemáticas que tuvieron estos en lo referido a las formas de
elección del nombre y su ingreso en las bases de datos. Estos nuevos usos impactarán
entonces en las actividades relacionadas con el control de autoridades en distintas
instituciones.

16

También podría gustarte