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Esquema Del Ensayo

La inactividad física es un factor clave en la mortalidad global, contribuyendo a enfermedades crónicas y aumentando su prevalencia. La promoción de la actividad física regular es esencial para mejorar la salud, prevenir enfermedades y fortalecer la salud mental. Implementar estrategias efectivas para fomentar el ejercicio es crucial para el bienestar de las personas.
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La inactividad física es un factor clave en la mortalidad global, contribuyendo a enfermedades crónicas y aumentando su prevalencia. La promoción de la actividad física regular es esencial para mejorar la salud, prevenir enfermedades y fortalecer la salud mental. Implementar estrategias efectivas para fomentar el ejercicio es crucial para el bienestar de las personas.
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Esquema del ensayo

1. Introducción:
La actividad física insuficiente se ha identificado como uno de los
principales factores para la mortalidad global y se encuentra en aumento en muchos
países. La evidencia científica muestra que el sedentarismo tiene un impacto
negativo en la salud y es un importante factor contribuyente a un amplio rango de
enfermedades crónicas como enfermedad coronaria, accidente vascular cerebral,
diabetes y algunos cánceres.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que en el mundo,
las enfermedades no transmisibles fueron la causa de casi el 60% de los 56 millones
de defunciones anuales. Los factores de riesgo más importantes son: hipertensión
arterial, hipercolesterolemia, escasa ingesta de frutas y verduras, exceso de peso u
obesidad, falta de actividad física y consumo de tabaco. La OMS hace un
seguimiento periódico de las tendencias relativas a la inactividad física. Según un
estudio reciente, casi 1800 millones de adultos (el 31%) no practican actividad física,
o más concretamente, no cumplen las recomendaciones mundiales de realizar una
actividad física moderada durante al menos 150 minutos a la semana. El nivel de
inactividad se ha incrementado cinco puntos porcentuales desde 2010 y, de
mantenerse esta tendencia, la proporción de adultos que no alcanzarán los niveles
recomendados de actividad física será del 35% en 2030.
Por lo cual la actividad física regular y adecuada, incluido cualquier
movimiento corporal que requiera energía, puede reducir el riesgo de muchas
enfermedades y trastornos no transmisibles, como la hipertensión, la enfermedad
coronaria, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes, el cáncer de mama y colon y
la depresión. Otros beneficios asociados con la actividad física incluyen la mejora de
la salud ósea y funcional. La energía que se gasta mientras se está físicamente activo
también es una parte fundamental del balance de energía y el control del peso.
Todos podemos realizar actividad física teniendo en cuenta nuestra
condición y los motivos por los que nos planteamos comenzar a practicarla. No es lo
mismo desear adquirir o mantenernos en buena forma que intentar reducir los niveles
de colesterol o recuperar la fuerza muscular tras la inmovilización por un accidente.
Debemos realizar el tipo más adecuado de actividad para mejorar los aspectos que
nos interese. Aunque el ritmo de vida en la actualidad y los entornos físicos y
sociales no favorecen el mantenimiento regular de ejercicio podemos encontrar
fórmulas para superar estas dificultades: la implicación individual y colectiva en los
ámbitos educativos, centros de salud, asociaciones culturales o entidades deportivas.
(Sonstroem, 1984), menciona que la participación de los individuos en
un deporte o en un ejercicio físico, puede ayudar a construir una autoestima más
sólida una auto-imagen positiva de sí mismo entre las mujeres y una mejora de la
calidad de vida entre niños y adultos
(Mutrie y Parfitt, 1998) mencionan que el ser físicamente activo puede
también reducir las conductas auto-destructivas y antisociales en la población joven.
2. Contexto:
Hoy en día muchas personas llevan una vida sedentaria, especialmente por el uso
constante de la tecnología y los trabajos de oficina. Esto ha causado un aumento en
problemas como la obesidad, enfermedades del corazón y estrés. Por eso, es
necesario recordar la importancia de movernos más, de hacer ejercicio o
simplemente caminar un poco todos los días. La actividad física no solo mejora
nuestro cuerpo, también ayuda a nuestra mente y emociones.
3. Tema:
La promoción del ejercicio y la actividad física es clave para mejorar la salud y el
bienestar de las personas.
4. Tesis:
Promover el ejercicio y la actividad física en la vida diaria ayuda a prevenir
enfermedades, fortalece la salud mental y mejora la calidad de vida en general.
5. Anticipación:
Por lo tanto, es esencial implementar estrategias efectivas para fomentar la actividad
física y lograr un impacto positivo en la salud y el bienestar de las personas.
Referencia bibliográfica (formato APA, 6.ª edición):
Organización Mundial de la Salud. (2020). Actividad física.
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/physical-activity

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