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Cap 6 Banderas Al Viento Hobsbawn La Era Del Imperio

En el capítulo 6 de 'La Era del Imperio', Hobsbawm analiza el auge del nacionalismo entre 1870 y 1914, destacando su transformación ideológica y política, así como su relación con la democratización y los movimientos obreros. El nacionalismo, inicialmente asociado a la derecha, se convirtió en un fenómeno complejo que abarcaba diversas identidades y aspiraciones, incluyendo la autodeterminación de naciones sin Estado. Este periodo marcó un incremento significativo en los movimientos nacionalistas y un cambio en la percepción de la nación, que comenzó a definirse más en términos étnicos y lingüísticos.

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Cap 6 Banderas Al Viento Hobsbawn La Era Del Imperio

En el capítulo 6 de 'La Era del Imperio', Hobsbawm analiza el auge del nacionalismo entre 1870 y 1914, destacando su transformación ideológica y política, así como su relación con la democratización y los movimientos obreros. El nacionalismo, inicialmente asociado a la derecha, se convirtió en un fenómeno complejo que abarcaba diversas identidades y aspiraciones, incluyendo la autodeterminación de naciones sin Estado. Este periodo marcó un incremento significativo en los movimientos nacionalistas y un cambio en la percepción de la nación, que comenzó a definirse más en términos étnicos y lingüísticos.

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Texto. La Era del Imperio. Capítulo 6 Texto. La Era del Imperio.

Capítulo 
Autor. Hobswam Autor. Hobswam

E. J. Hobsbawn 1

LA ERA DEL IMPERIO Si el surgimiento de los partidos obreros fue una consecuencia importante de la
política de democrati zación, también lo fue la aparición del naciona lismo en la
(187 5-1914)
políti ca. No era en sí mismo un fenómeno nuevo (v. Las revoluciones burguesas
y La era del capitalismo). Sin embargo, en el período 1870-1914, el nacionalismo
protagonizó un extraordinario salto hacia adelante, transformándose su contenido
ideológico y político. El mismo léxico revela la importancia de esos años. En
efect o, el térmi no nacio nali smo se util izó por prime ra vez en las postrimerías
del siglo XIX para definir grupos ideólogos de derecha, en Francia e Italia, a
CAPITULO 6 quienes gustaba agitar la bandera nacional contra los extranjeros, los liberales y
los socialistas y que se mostraban partidarios de la expansión agresiva de su
Banderas al viento: Las naciones y el nacionalismo propio Estado, rasgo que había de ser característico de ésos movimientos. Fue
también en este período cuando la canción Deurschland Über Alíes (Alemania
sobre todos los demás) sustituyó a las composiciones rivales para convertirse en
el himno nacional alemán. El término nacionalismo, aunque originalmente
designaba tan sólo una versión reaccionaría del fenómeno, demostró ser más
adecuado que la torpe expresión principio de nacionalidad, que había formado
«Scappa, che arriva la patria» (Huye, que viene La patria.) parte del vocabulario de la política europea desde 1830, y, por tanto, se aplicó a
todos los movimientos para los cuales la «causa nacional» era primordial en la
Una campesina italiana a su hijo1 política: es decir, para todos aquellos que exigían el derecho de
autodeterminación; en último extremo, el derecho de Formar un Estado
independiente. Tanto el número de esos movimientos —o cuando menos el de los
Su lengu aje se ha hecho compl ejo, porque ahora leen. Leen libro s, o de líderes que afirmaban hablar en su nombre— como su significado político se
cualq uier forma apren den a leer en los libro s La palab ra y el idiom a del incrementaron enormemente en el período que estudiamos.
lengu aje liter ario sirve n y la pronunciac ión que sugie re su orto graf ía tiend e a
preva lecer sobre el uso local . La base del «nacionalismo» de todo tipo era la misma: la voluntad de la gente de
identificarse emocionalmente con «su» nación y de movilizarse políticamente
H. G. Wells. 1901 2 como checos, alemanes, italianos o cualquier otra cosa, voluntad que podía ser
explotada políticamente. La democratización de la política, y en especial las
elecciones, ofrecieron amplias oportunidades para movilizarlos: Cuando los
El nacio nalis mo [...] ataca la democ racia , destr uye el antic leric alism o, Estados actuaban así hablaban de «patriotismo» y la esencia del nacionalismo
comba te el socia lismo y mina el pacif ismo, el human itar ismo y el original «de derechas» que apareció en naciones-Estado ya existentes, era
inte rnaci onali smo. [...] Decla ra abol ido el prog rama del liber alism o. reclamar el monopolio del patriotismo para la extrema derecha política y, en
consecuencia, calificar a todos los demás grupos de traidores. Ese fenómeno era
Alfre do Rocco . 1914
3 nuevo, ya que durante la mayor parte del siglo XIX el nacionalismo se había
identificado con los movimientos liberales y radicales y con la tradición de la
Revolución francesa. Pero, por lo demás, el nacionalismo no se identificaba
necesariamente con ninguna formación del espectro político. Entre los movimien-
tos nacionales que no tenían todavía su propio Estado había unos que se
identificaban con la derecha o con la izquierda, mientras que otros eran
indiferentes a ambas. Por otra parte, como ya hemos indicado, había movimientos,
y no eran de los menos importantes, que movilizaban a hombres y mujeres sobre
una base nacional, pero, por así decirlo, de forma accidental porque su primera
preocupación era la liberación social. Si es cierto que en este período la

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identificación nacional era, o llegó a ser, un factor importante en la política de los ilustrada por la que existe entre las doce amplias entidades que constituían «la
Estados, es totalmente erróneo considerar que la causa nacional era incompatible Europa de las naciones», según Giuseppe Mazzini, el gran profeta del
con cualquier otra. Naturalmente, los políticos nacionalistas y sus adversarios nacionalismo decimonónico, en 1857 (v. La era del capitalismo, cap. 5, I) y los 26
afirmaban que la causa nacional excluía a todas las demás, de la misma forma Estados —27 si incluimos a Irlanda— que surgieron como consecuencia del
que cuando uno lleva un sombrero excluye la posibilidad de llevar otro al mismo principio de autodeterminación nacional enunciado por el presidente Wilson al
tiempo. Pero como lo demuestra la experiencia histórica, eso no era así. En el finalizar la primera guerra mundial. El tercer aspecto era la tendencia creciente a
período que estamos estudiando, era perfectamente posible ser, al mismo tiempo, considerar que «la autodeterminación nacional» no podía ser satisfecha por
un revolucionario marxista con conciencia de clase y un patriota irlandés, como ninguna forma de autonomía que no fuera la independencia total. Durante casi
James Connolly, que sería ejecutado en 1916 por encabezar la Insurrección de todo el siglo XIX, la mayor parte de las peticiones de autonomía no tenían esa
Pascua en Dublín. dimensión. Finalmente, hay que mencionar la novedosa tendencia a definir la
nación en términos étnicos y, especialmente, lingüísticos.
Ahora bien, dado que, en los países donde se había impuesto la política de
masas, los partidos tenían que competir por el mismo conjunto de seguidores y Antes de mediados del decenio de 1370 había Estados, sobre todo en la porción
partidarios, éstos se veían obligados a realizar elecciones excluyentes entre sí. occidental de Europa, que se consideraban representantes de «naciones» (por
ejemplo, Francia, el Reino Unido o los nuevos Estados de Alemania e Italia) y
Los nuevos movimientos obreros, que apelaban a sus seguidores potenciales otros que, aunque basados en algún otro principio político, se consideraba que
sobre la base de la identificación de clase, no tardaron en comprender ese hecho, representaban al cuerpo central de sus habitantes sobre unas bases que podían
dado que se vieron compitiendo, como ocurrió muchas veces en territorios considerarse de algún modo como nacionales (este era el caso de los zares, que
multinacionales, contra otros partidos que pedían al proletariado y a los socialistas gozaban de la lealtad del gran pueblo ruso en tanto que gobernantes rusos y
potenciales que les apoyaran en tanto que checos, polacos o eslovenos. De ahí su ortodoxos). Con la excepción del Imperio de los Habsburgos y, tal vez, del Imperio
preocupación por la «cuestión nacional» desde el momento en que se convirtieron otomano, las numerosas nacionalidades existentes en los Estados constituidos no
en movimientos de masas. El hecho de que prácticamente todos los teóricos planteaban un grave problema político, sobre todo una vez que se produjo la
marxistas importantes, desde Kautsky y Rosa Luxemburg, pasando por los creación de un Estado, tanto en Alemania como en Italia. Ciertamente, no hay que
austromaixistas, hasta Lenin y el joven Stalin, participaran en los apasionados olvidar a los polacos, divididos entre Rusia, Alemania y Austria, pero que nunca
debates que se desarrollaron sobre este tema en el período que estudiamos, perdían de vista el restablecimiento de una Polonia independiente. No hay que
indica la urgencia y la importancia del problema. 4 olvidar tampoco, en el Reino Unido, a los irlandeses. Había también diversos
núcleos de nacionalidades que, por una u otra razón, se encontraban fuera de las
Allí donde la identificación nacional se convirtió en una fuerza política, constituyó, fronteras de la nación-Estado a la que habían preferido pertenecer, aunque sólo
por tanto, una especie de sustrato general de la política esto hace algunas de ellas planteaban problemas políticos; por ejemplo, los habitantes de
extraordinariamente difícil definir sus múltiples expresiones, incluso cuando Alsacia-Lorena, anexionada por Alemania en 1871. (Niza y Saboya, entregadas a
afirmaban ser específicamente nacionalistas o patrióticas. Como veremos, en el Francia en 1860 por lo que iba a ser el Estado italiano, no mostraban signos
período que estudiamos, la identificación nacional alcanzó una difusión mucho importantes de descontento.)
mayor y se intensificó la importancia de la cuestión nacional en la política. Sin
embargo, más trascendencia tuvieron los importantes cambios que experimentó el Sin duda alguna, el número de movimientos nacionalistas se incrementó
nacionalismo político, preñados de profundas consecuencias para la marcha del considerablemente en Europa a partir de 1870, aunque lo cierto es que en Europa
siglo XX. se crearon muchos menos Estados nacionales nuevos durante los cuarenta años
anteriores al estallido de la primera guerra mundial que en los cuarenta años que
Hay que mencionar cuatro aspectos de ese cambio. Como ya hemos visto, el precedieron a la formación del Imperio alemán, y aquellos que se crearon no
primero fue la aparición del nacionalismo y el patriotismo como una ideología de la tenían gran importancia: Bulgaria (1878), Noruega (1907), Albania (1913).a Había
que se adueñó la derecha política. Ese proceso alcanzaría su máxima expresión ahora «movimientos nacionales» no sólo entre aquellos pueblos considerados
en el periodo de entreguerras, en el fascismo, cuyos antepasados ideológicos hay hasta entonces como «no históricos» (es decir, que nunca habían tenido un
que encontrar aquí. El segundo de esos aspectos es el principio, totalmente ajeno Estado, una clase dirigente y una elite cultural independientes), como fineses y
a la fase liberal de los movimientos nacionales .de que la auto- determinación eslovacos, sino también entre pueblos en los que nadie había pensado hasta
nacional, incluyendo la formación de Estados soberanos independientes, podía ser entonces, con excepción de los entusiastas del folclore, como los estonios y
una aspiración no sólo de algunas naciones susceptibles de demostrar una macedonios. También en el seno de otras naciones-Estado establecidas mucho
viabilidad económica, política y cultural, sino de todos los grupos que afirmaran tiempo antes, las poblaciones regionales comenzaron a movilizarse políticamente
ser una «nación». La diferencia entre los viejos y los nuevos supuestos queda como «naciones»; esto ocurrió en Gales, donde en la década de 1890 se organizó

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un movimiento de la Joven Gales bajo el liderazgo de un abogado local, David lengua se aprendía más como un signo de compromiso sionista que como medio
Lloyd George, que daría mucho que hablar en el futuro, y de España, donde se de comunicación.
formó un Partido Nacionalista Vasco en 1894. Aproximadamente en esos mismos
años, Theodor Herzl inició el movimiento sionista entre los judíos, para los que No significa esto que hasta entonces la lengua no hubiera sido un aspecto
hasta entonces había sido desconocido y carente de sentido el tipo de importante en la cuestión nacional. Era un criterio de nacionalidad entre muchos
nacionalismo que ese movimiento representaba. otros; y, en general, cuanto menos destacado ese criterio, más fuerte la
identificación de las masas de un pueblo con su colectividad. La lengua no era un
Muchos de esos movimientos no tenían todavía gran apoyo entre aquellos en cuyo campo de batalla ideológico para aquellos que simplemente la hablaban, aunque
nombre decían hablar, aunque la emigración masiva aportaba a muchos de los sólo fuera porque era prácticamente imposible ejercer el control sobre la lengua
miembros de las comunidades atrasadas el poderoso incentivo de la nostalgia que las madres utilizaban para hablar con sus hijos, los maridos con sus esposas
para identificarse con lo que habían dejado atrás y abría sus mentes a las nuevas y los vecinos entre sí. La lengua que hablaban la mayor parte de los judíos, el
ideas políticas. De todas maneras, adquirió mayor fuerza la identificación de las yiddish, no tenía ninguna dimensión ideológica hasta que la adoptó la izquierda no
masas con la «nación» y el problema político del nacionalismo comenzó a ser más sionista y a la mayoría de los judíos que hablaban esa lengua no les importaba
difícil de afrontar tanto para los Estados como para sus adversarios no que muchas autoridades (incluyendo a las del Imperio de los Habsburgos) se
nacionalistas. Probablemente, la mayor parte de los observadores del escenario negaran incluso a aceptarla como una lengua distinta. Fueron muchos millones los
europeo desde comienzos de los años-1870 pensaban que, tras el período de la que decidieron convertirse en miembros de la nación norteamericana, que, sin
unificación de Italia y Alemania y el compromiso austrohúngaro, el «principio de duda, no tenía una base étnica única y aprendieron inglés impulsados por la
nacionalidad» sería menos explosivo que antes. Incluso las autoridades necesidad y la conveniencia, sin que en sus esfuerzos por hablar la lengua
austríacas, cuando se les pidió que incluyeran en el censo una pregunta sobre la intervinieran las ideas del alma nacional o la continuidad nacional. El nacionalismo
lengua (medida recomendada por el Congreso Internacional de Estadística de lingüístico fue una creación de aquellos que escribían y leían la lengua y no de
1873), no se negaron a hacerlo, aunque no mostraron gran entusiasmo al quienes la hablaban. Las «lenguas nacionales», en las que descubrían el carácter
respecto. No obstante, pensaban que había que dejar pasar el tiempo necesario fundamental de sus naciones, eran, muy frecuentemente, una creación artificial,
para que se enfriaran los ánimos nacionalistas de los diez años anteriores. pues habían dé ser compiladas, estandarizadas, homogeneizadas y modernizadas
Consideraban que eso ya habría ocurrido para el momento de realizar el nuevo para su utilización contemporánea y literaria, a partir del rompecabezas de los
censo de 1880. Difícilmente podrían haberse equivocado de forma más dialectos locales o regionales que constituían las lenguas no líteranas tal como
espectacular.5 eras hablabas. Las grandes lenguas nacionales escritas de las naciones-Estado o
de las culturas cultivadas habían pasado esa fase de compilación y «corrección»
Ahora bien, lo que resultó importante a largo plazo no fue tanto el grado de apoyo mucho antes: el alemán y el ruso en el siglo el francés y el inglés en el siglo XVII,
que concitó la causa nacional entre este o aquel pueblo como la transformación de el castellano y el italiano incluso antes. Para la mayor parte de las lenguas de los
la definición y el programa del nacionalismo. En la actualidad estarnos tan grupos lingüísticos reducidos, el siglo XIX fue el periodo de grandes
acostumbrados a una definición étnico-lingüística de las naciones, que olvidamos «autoridades», que fijaron el vocabulario y el uso «correcto» de su idioma. En el
que, en esencia, esa definición se inventó a finales del siglo XX. Sin entrar a caso de algunas otras lenguas —el catalán, el vasco, las lenguas de los países
analizar en profundidad esta cuestión, baste recordar que los ideólogos del bálticos—, ese proceso se produjo en torno al cambio de siglo.
movimiento irlandés no comenzaron a vincular la causa de la nación irlandesa con
la defensa del gaélico hasta poco tiempo después de la fundación de la Liga Las lenguas escritas están estrechamente —aunque no necesariamente—
Gaélica en 1893; que fue en ese mismo período cuando los vascos situaron su vinculadas con los territorios e instituciones. El nacionalismo, que se convirtió en la
lengua en la base de sus reivindicaciones nacionales (como un factor distinto y versión habitual de la ideología y el programa nacionales, era fundamentalmente
que nada tenía que ver con sus fueros —privilegios institucionales— históricos); territorial, pues su modelo básico era el Estado territorial de la Revolución
que los apasionados debates sobre si el macedonio es más parecido al búlgaro francesa. Una vez más, el sionismo constituye el ejemplo extremo, porque era un
que al servio-croata fueron los últimos argumentos utilizados para decidir a cuál de proyecto que no tenía precedente en —ni conexión orgánica con— la tradición que
esos dos pueblos debían unirse. En cuanto a los judíos sionistas, fueron aún más había dado al pueblo judío su permanencia, cohesión e indestructible identidad
lejos al identificar a la nación judía con el hebreo, una lengua que los judíos no durante varios milenios. El sionismo exigía la adquisición de un territorio (habitado
habían utilizado para la vida cotidiana desde los días del cautiverio de Babilonia, si por otro pueblo) —para Herzl ni siquiera era necesario que ese territorio tuviera
es que la habían utilizado alguna vez. Acababa de ser inventada (en 1880) como conexión histórica alguna con los judíos—, así como una lengua que no habían
una lengua de uso cotidiano —diferente de la lengua sagrada o ritual, o de una hablado desde hacía varios milenios.
Lingua franca culta— por un hombre que comenzó el proceso de dotarla de un
vocabulario adecuado, inventando un término hebreo para «nacionalismo» y esa La identificación de las naciones con un territorio exclusivo provocó tales

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problemas en amplias zonas del mundo afectadas por la emigración masiva e vida cotidiana, a través de agentes modestos pero omnipresentes, desde los
incluso en aquellas otras que no conocieron el fenómeno migratorio, que se carteros y policías hasta los maestros y, en muchos países, los empleados del
elaboró una definición alternativa de nacionalidad, muy en especial en el Imperio ferrocarril. Podían exigir el compromiso personal activo de los ciudadanos
de los Habsburgos y entre los judíos de la diáspora. El nacionalismo era varones, más tarde también de las mujeres, con el Estado: de hecho, su
considerado aquí como un fenómeno inherente no a un fragmento concreto del «patriotismo». En ese período cada vez más democrático, la autoridad no podía
mapa en el que se asentaba un núcleo determinado de población, sino a los confiar ya en que los distintos órdenes sociales se sometieran espontáneamente a
miembros de aquellos colectivos de hombres y mujeres que se consideraban sus superiores en la escala social en la forma tradicional, ni tampoco en la religión
como pertenecientes a una nacionalidad, con independencia del lugar dónde tradicional como garantía eficaz de obediencia social, y necesitaba unir a los
vivían. En su calidad de tales, gozarían de «autonomía cultural». Los defensores súbditos del Estado contra la subversión y la disidencia. «La nación» era la nueva
de las teorías geográfica y humana de «la nación» se enzarzaron en agrias religión cívica de los Estados. Constituía un nexo que unía a todos los ciudadanos
disputas, sobre todo en el seno del movimiento socialista internacional y, también, con el Estado, una forma de conseguir que la nación-Estado llegara directamente
en el caso de los judíos, entre sionistas y bundistas. Ninguna de las dos teorías a cada ciudadano, y era al mismo tiempo un contrapeso frente a todos aquellos
era totalmente satisfactoria, si bien la humana era más inofensiva. Desde luego, que apelaban a otras lealtades por encima de la lealtad del Estado: a la religión, a
esa teoría no llevó a sus defensores a crear primero un territorio para luego obligar la nacionalidad o a un elemento étnico no identificado con el Estado, tal vez sobre
a sus habitantes a adoptar la forma nacional adecuada; es decir, como afirmaba todo a la clase. En los Estados constitucionales, cuanto más intensa fue la
Pilsudski, líder de la nueva Polonia independiente después de 1918: «Es el Estado participación de las masas en la política a través de las elecciones, más
el que hace la nación y no la nación al Estado».6 posibilidades existían de que esas voces fueran escuchadas.

Desde el punto de vista sociológico, tenía razón, sin duda. No es que los hombres Además, incluso los Estados no constitucionales comenzaron a comprender la
y mujeres —con la excepción de algunos pueblos nómadas o de la diáspora— no fuerza política que residía en la posibilidad de apelar a sus súbditos sobre la base
estuvieran profundamente enraizados en un lugar al que llamaban «patria», sobre de la nacionalidad (una especie de llamamiento democrático sin los peligros de la
todo teniendo en cuenta que durante la mayor parte de la historia la gran mayoría democracia), así como sobre la base de su obligación de obedecer a las
de la población pertenecía al sector con raíces más profundas de toda la hu- autoridades sancionadas por Dios. En la década de 1880 el zar de Rusia,
manidad, aquellos que vivían de la agricultura. Pero ese «territorio patrio» en nada enfrentado con las agitaciones revolucionarias, comenzó a aplicar la política que le
se parecía al territorio de la nación moderna. La «patria era el centro de una había sido sugerida en vano a su abuelo en los años 1830, de basar su gobierno
comunidad real de seres humanos con relaciones sociales reales entre sí, no la no sólo en los principios de la autocracia y la ortodoxia, sino también en la
comunidad imaginaria que crea un cierto tipo de vínculo entre miembros de una nacionalidad: es decir, en apelar a los rusos en tanto que rusos.8 Desde luego, en
población de decenas —en la actualidad incluso de centenares— de millones. El cierto sentido, prácticamente todos los monarcas del siglo XIX se vieron obligados
mismo vocabulario demuestra el hecho. En español el término patria no fue a utilizar un disfraz nacional, pues casi ninguno de ellos era nativo del país que
sinónimo de España hasta finales del siglo XIX. En el siglo XVIII sólo significaba el gobernaba. Los príncipes y princesas, alemanes en su mayoría, que se
lugar o aldea donde nacía una persona.7 Paese en italiano («país») y pueblo en convirtieron en monarcas o en monarcas consortes de Inglaterra, Grecia,
español significan tanto aldea como el territorio nacional de sus habitantes.b El Rumania, Rusia, Bulgaria o cualquier otro país, pagaron tributo al principio de
nacionalismo y el Estado aplicaron los conceptos asociados de familia, vecino y nacionalidad convirtiéndose en británicos (como la reina Victoria) o griegos (como
suelo patrio a unos territorios y poblaciones de un tamaño y escala tales que con- Otto de Baviera) o aprendiendo otra lengua que hablaban con acento extranjero, y
virtieron a esos conceptos en simples metáforas. ello aunque tenían mucho más en común con los otros miembros del sindicato
internacional de príncipes o más bien diríamos familia, ya que todos ellos estaban
Pero, naturalmente, con el declive de las comunidades reales a las que estaba emparentados que con sus propios súbditos.
acostumbrada la gente —aldea y familia, parroquia y barrio, gremio, confraternidad
y muchas otras—, declive que se produjo porque ya no abarcaban, como en otro Lo que hacía que el nacionalismo de Estado fuera aún más fundamental era que
tiempo, la mayor parte de los acontecimientos de la vida y de la gente, sus la economía de una era tecnológica y la naturaleza de su administración pública y
miembros sintieron la necesidad de algo que ocupara su lugar. La comunidad privada exigía una educación elemental de masas, o cuando menos que
imaginaria de «la nación» podía llenar ese vacío. estuvieran alfabetizadas. El siglo XIX fue el período en que se eclipsó la
comunicación oral cuando se amplió la distancia existente entre la autoridad y los
Se vio vinculada, inevitablemente, a ese fenómeno característico del siglo XIX que súbditos y cuando la emigración masiva separó incluso a las madres y a los hijos,
es la «nación-Estado». En efecto, en el terreno de la política, Pilsudski tenía razón. a los novios y a las novias a varios días de viaje de distancia. Desde el punto de
El Estado no sólo creaba la nación, sino que necesitaba crear la nación. Los vista del Estado, la escuela presentaba otra ventaja fundamental: podía enseñar a
gobiernos llegaban ahora directamente a cada ciudadano de sus territorios en la los niños a ser buenos súbditos y ciudadanos. Hasta el triunfo de la televisión,

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ningún medio de propaganda podía compararse en eficacia con las aulas.


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Podemos afirmar, pues, que desde el punto de vista de la educación, el período
1870-1914 fue por encima de todo la era de la escuela primaria en la mayor parte
Pero ¿por qué se resistían algunos, cuando muchos otros no lo hacían? Después
de los países europeos. El número de maestros se incrementó notablemente
de todo, los campesinos —y todavía más sus hijos—podían obtener importantes
incluso en aquellos países que ya estaban bien escolarizados. Se triplicó en
ventajas si se convertían en franceses, y lo mismo se puede decir de todos
Suecia y aumentó casi otro tanto en Noruega. Al mismo tiempo, otros países
aquellos que adquirían una lengua importante de cultura y progreso profesional
relativamente atrasados avanzaron. El número de alumnos de escuelas primarias
además de su propio dialecto o su lengua vernácula. En 1910, el 70% de los
se duplicó en los Países Bajos; en el Reino Unido (que no tenía sistema educativo
inmigrantes alemanes en Estados Unidos, que desde 1900 llegaron allí con un
público antes de 1870) se triplicó y en Finlandia aumentó en trece veces. Incluso
promedio de 41 dólares en el bolsillo, eran ya ciudadanos norteamericanos que
en los Balcanes con un alto índice de analfabetismo, el número de niños de las
hablaban inglés, aunque desde luego no tenían intención alguna de dejar de
escuelas elementales se cuadruplicó, mientras que el de maestros se triplicaba.
hablar el alemán y de sentirse alemanes» (En realidad, muy pocos Estados
Pero un sistema educativo nacional, es decir, organizado y supervisado por el
intentaron realmente interrumpir la vida privada de las lenguas y culturas
Estado, exigía una lengua nacional de instrucción. Así, la educación se unió a los
minoritarias, siempre que éstas no desafiaran la supremacía pública de la nación-
tribunales de justicia y a la burocracia (v. La era del capitalismo, cap. 5) como
Estado oficial.) Muchas veces, se daba el caso de que la lengua no oficial no
fuerza que hizo de la lengua el requisito principal de nacionalidad.
podía competir eficazmente con la lengua oficial, excepto en temas de religión,
poesía y sentimiento comunitario o familiar. Por muy extraño que nos pueda
Así pues, los Estados crearon, con celo y rapidez extraordinarios, «naciones», es
resultar en la actualidad, había apasionados nacionalistas galeses que aceptaban
decir, patriotismo nacional y, al menos, para determinados objetivos, ciudadanos
que su lengua celta ocupara un papel secundario en la centuria del progreso y
homogeneizados desde el punto de vista lingüístico y administrativo. La República
algunos que incluso aceptaban la eutanasia natural de su lengua. Eran muchos los
Francesa convirtió a los campesinos en franceses. El reino de Italia, siguiendo el
que decían emigrar de un territorio a otro, sino de una a otra clase, trayecto que
lema de D'Azeglio (v. La era del capitalismo, cap. 5, II) desplegó todos sus
podía implicar muy bien un cambio de nación o, como mínimo, un cambio de
esfuerzos, que se saldaron con éxito relativo, para «hacer italianos» a través de la
lengua. La Europa central se llenó de nacionalistas alemanes con nombres
escuela y el servicio militar, después de «haber hecho Italia». En los Estados
eslavos y de magiares cuyos nombres eran traducción literal del alemán o
Unidos, el conocimiento del inglés se convirtió en requisito para obtener la
adaptaciones de nombres eslovacos. La nación estadounidense y la lengua
ciudadanía norteamericana y, desde finales del decenio de 1880, se comenzó a
inglesa no fueron las únicas que, en la era del liberalismo y la movilidad, hicieron
introducir un auténtico culto en la nueva religión cívica -la única permitida en una
una invitación más o menos pública de adhesión. Eran muchos los que se sentían
Constitución agnóstica- en forma de un ritual diario de homenaje a la bandera en
felices de aceptar esas invitaciones, tanto más cuanto que no se les exigía que
todas las escuelas norteamericanas. Por su parte, el Estado húngaro intentó por
rechazaran su origen. Durante la mayor parte del siglo XIX, la «asimilación» no fue
todos los medios convertir en magiares a sus habitantes multinacionales, y el ni mucho menos un término negativo; era lo que muchos esperaban conseguir,
Estado ruso trató de conseguir la rusificación de sus nacionalidades menores, es
sobre todo aquellos que aspiraban a integrarse en las clases medias.
decir, intentó otorgar al ruso el monopolio de la educación. Allí donde el factor
multinacional estaba suficientemente reconocido como para permitir que la
Una razón inequívoca que indujo a determinados miembros de algunas
educación elemental, e incluso secundaria, se realizara en otra lengua vernácula
nacionalidades a negarse a «asimilarse» era que no se les permitía convertirse en
(como en el Imperio de los Habsburgos), la lengua estatal gozaba de una ventaja miembros de pleno derecho de la nación oficial. El caso extremo es el de las elites
decisiva en los niveles más elevados del sistema. De ahí la importancia, para
nativas en las colonias europeas, educadas en la lengua y la cultura de los países
aquellas nacionalidades que no estaban encarnadas en un Estado, de la lucha por
colonialistas para que pudieran administrar las colonias en beneficio de los
conseguir su propia universidad, como en Bohemia, Gales o Flandes.
europeos, pero que desde luego no eran tratadas como iguales. Antes o después
tenía que estallar un conflicto en esos lugares, sobre todo si tenemos en cuenta
En cuanto al nacionalismo de Estado, real o (como en el caso de los monarcas)
que la educación occidental les proveía de una lengua específica para articular
inventado por cuestión de conveniencia, era un arma estratégica de dos filos. Si es
sus reivindicaciones. ¿Por que tendrían que celebrar los indonesios el centenario
verdad que movilizaba a una parte de la población, alienaba a otra, a aquellos
de la liberación de los Países Bajos de las manos de Napoleón, escribía un
que no pertenecían, o no querían pertenecer a la nación identificada con el
intelectual indonesio en 1913 (en holandés)? Si él hubiera sido neerlandés, «no
Estado. En resumen, contribuyó a definir las nacionalidades excluidas de la
realizaría una celebración de independencia en un país en el que se ha arrebatado
nacionalidad oficial separando a aquellas comunidades que, por la razón que
a su pueblo la independencia».11
Fuera, oponían resistencia a la lengua y la ideología oficiales.

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Los pueblos coloniales eran un caso extremo, pues desde el principio estaba claro masas de no aceptar la posición superior de las viejas elites. Fue en Boston,
que, dado el racismo de la sociedad burguesa, la asimilación no habría de centro de la burguesía tradicional blanca, anglosajona y protestante, educada y
convertir a las gentes de piel oscura en ingleses, belgas u holandeses «reales» rica, donde se fundó la Liga para la restricción de la emigración en 1893. Desde el
por mucho que tuvieran tanto dinero, sangre noble y tantas cualidades para los punto de vista político, la xenofobia de las clases medias fue, casi con toda
deportes como la nobleza europea, como ocurría en el caso de muchos rajás seguridad, más eficaz que la xenofobia de la clase obrera, que era un reflejo de
indios educados en Inglaterra. Pero incluso en los territorios habitados por las fricciones culturales existentes entre sectores próximos y del temor a la
blancos, se daba una flagrante contradicción entre la oferta de asimilación sin competencia por el puesto de trabajo por parte de una mano de obra que cobraba
límites para todo aquel que demostrara su disposición y capacidad para integrarse bajos salarios. Eso fue así excepto en un sentido. Fue la presión de la clase
en la nación-Estado y el rechazo de algunos grupos en la práctica. Esto resultaba obrera la que, de hecho, excluyó a los extranjeros de los mercados de trabajo,
especialmente dramático para aquellos que habían supuesto hasta entonces, con pues, en el caso de los empresarios, el incentivo para importar mano de obra
argumentos plausibles, que no existían límites a lo que podía conseguir la asimila- barata era casi irresistible. En los casos en que el elemento extranjero quedó
ción: los judíos de clase media occidentalizados y cultivados. Esta es la razón por totalmente excluido, como ocurrió con las prohibiciones planteadas a los
la que el caso Dreyfus en Francia, que no fue otra cosa sino el sacrificio de un inmigrantes que no fueran de raza blanca en California y Australia, y que se
oficial francés por ser judío, produjo una reacción de horror tan intensa, no sólo impusieron en los decenios de 1880 y 1890, esas medidas no provocaron
entre los judíos, sino también entre todos los liberales y desemboco directamente enfrentamientos nacionales ni locales, lo cual, naturalmente, sí podía acontecer
en la aparición del sionismo, nacionalismo judío basado en un Estado territorial. cuando se discriminaba a un grupo ya asentado, caso de los africanos en la
Suráfrica blanca o de los católicos en el norte de Irlanda. Sin embargo, la
Los cincuenta años anteriores a 1914 fueron un período típico de xenofobia y, por xenofobia de la clase obrera raramente fue muy eficaz antes de 1914.
tanto, de reacción nacionalista ante ella porque —incluso dejando al margen el Considerando el fenómeno en conjunto, lo cierto es que la mayor oleada
colonialismo global— fue una era de movilidad y migración masivas y, sobre todo migratoria que se ha producido en la historia provocó escasas agitaciones contra
durante los decenios de la depresión, de tensiones sociales abiertas u ocultas. Por la inmigración de mano de obra extranjera incluso en los Estados Unidos, y en
poner un solo ejemplo, en 1914 unos 3,6 millones (o casi el 15% de la población) muchos casos, como en Argentina y Brasil, no se produjo agitación alguna.
había abandonado para siempre el territorio de Polonia, sin contar otro medio
millón de emigrantes estacionales anuales.12 consecuente xenofobia no procedió De todas formas, quienes inmigraban a países extranjeros sentían que se
únicamente desde abajo. Sus manifestaciones más inesperadas, que reflejaban la despertaban en ellos sentimientos nacionalistas, tuvieran que sufrir o no la
crisis del liberalismo burgués, procedieron de las clases medias instaladas, que, xenofobia local. Los polacos y eslovacos tomaron conciencia de su condición de
de hecho, no era probable que llegaran nunca a conocer el tipo de personas que tales no sólo porque una vez que abandonaban sus aldeas natales no podían
se asentaron en el Lower East Side de Nueva York o que vivían en las barracas considerarse ya como pueblos que no necesitaban ninguna definición, y no sólo
de los recolectores de Sajonia. Max Weber, gloria de la intelectualidad burguesa porque los Estados a los que se incorporaban les imponían una nueva definición,
alemana sin prejuicios, engendró un sentimiento tan intenso en contra de los clasificando a aquellos que hasta entonces se habían considerado sicilianos o
polacos (de cuya importación masiva de mano de obra barata acusaba napolitanos o incluso nativos de Luca o Salerno, como «italianos» a su llegada a
correctamente a los terratenientes alemanes), que en el decenio de 1890 entró a los Estados Unidos. Necesitaban su comunidad para encontrar ayuda. ¿De quién
formar parte de la ultranacionalista Liga Pangermana.13 El prejuicio racial podían esperar ayuda aquellos inmigrantes que comenzaban a vivir una vida
sistematizado contra «los eslavos, mediterráneos y semitas» en los Estados nueva, extraña y desconocida, excepto de los parientes y amigos, de gentes del
Unidos se dio entre los nativos blancos, en especial entre las clases media y alta viejo país? (Incluso aquellos que emigraban de una región a otra dentro del mismo
protestantes y anglófonas que inventaron incluso en este período, su propio mito país solían mantenerse unidos.) ¿Quién podía incluso comprender, su lengua,
heroico nativista del cowboy anglosajón (y afortunadamente no agremiado) de los sobre todo en el caso de la mujer, cuya actividad doméstica le hacía más difícil
grandes espacios abiertos, tan diferentes de los peligrosos hormigueros de las superar el monolingüismo? ¿Quién podía conseguir que dejaran de ser
grandes ciudades cada vez más pobladas.d simplemente un contingente de extranjeros para convertirse en una comunidad
excepto alguna institución cómo su Iglesia, que, aunque en teoría universal, en la
De hecho, para esta burguesía el aflujo de extranjeros pobres dramatizaba y práctica era nacional, porque sus sacerdotes procedían del mismo entorno que las
simbolizaba los problemas planteados por el proletariado urbano en expansión, y 'Congregaciones de fieles y los sacerdotes eslovacos tenían que hablarles en
en ellos se conjugaban las características de los «bárbaros» internos y externos, eslovaco, no importa cuál fuera la lengua en que celebraban la misa? Así, «la
que amenazaban con acabar con la civilización tal corno la conocían las gentes nacionalidad» se convirtió en un tejido real de relaciones personales más que en
respetables (v. p. 35, supra). También dramatizaban, en ningún sitio como en los una comunidad simplemente imaginaria, por el solo hecho de que al encontrarse
Estados Unidos, la aparente incapacidad de la sociedad para hacer frente a los alejados de la patria, cada esloveno tenía una conexión personal potencial con los
problemas de un cambio precipitado y el imperdonable pecado de las nuevas demás eslovenos cuando se encontraban.

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promocionar el regionalismo cultural de raíces tradicionales, como el félibrige


Además, si, había que organizar de alguna forma a esas poblaciones en las provenzal. De hecho, los antepasados ideológicos de la mayor parte de los
nuevas sociedades en que se encontraban, había que hacerlo de manera que movimientos separatistas-regionalistas de la Europa occidental de finales del siglo
permitiese la comunicación. Como hemos visto, los movimientos obreros y XX (bretones, galeses, occitanos, etc.) se hallan en la derecha intelectual de los
socialistas eran internacionalistas y soñaban incluso, como en otro tiempo los años anteriores a 1914. Por otra parte, entre esos pueblos pequeños, por lo
liberales (v. La era del capitalismo, cap. 3. I. IV), en un futuro en que todos general ni la burguesía ni el nuevo proletariado se interesaban por el
hablarían una sola lengua, sueño que todavía sobrevive en algunos grupos mininacionalismo. En Gales, el desarrollo del movimiento obrero socavó el
reducidos de esperantistas. Como Kautsky mantenía todavía en 1908, llegaría nacionalismo de la Joven Gales, que había amenazado con apoderarse del
finalmente un día en que todo el conjunto de la humanidad culta se fusionaría en Partido Liberal. En cuanto a la nueva burguesía industrial, lo lógico era que
una sola lengua y nacionalidad." Pero, entretanto, tenían que afrontar el problema prefiriera el mercado de una gran nación o del mundo a la limitación de un
de la torre de Babel: los sindicatos de las fábricas de Hungría podrían verse pequeño país o región. Ni en la Polonia rusa ni en el País Vasco, dos regiones con
obligados a realizar los llamamientos de huelga en cuatro lenguas distintas." No un exagerado desarrollo industrial dentro de Estados más amplios, mostraron
tardaron en descubrir que las organizaciones formadas por nacionalidades mixtas interés los capitalistas nativos por la causa nacional, y la burguesía de Gante,
no funcionaban bien a menos que sus miembros ya fueran bilingües. Los claramente francófila, era una provocación permanente para los nacionalistas
movimientos internacionales de las gentes trabajadoras tenían que ser flamencos. Aunque esa falta de interés no era universal, era lo bastante fuerte
combinaciones de unidades nacionales o lingüísticas. En los Estados Unidos el como para llevar a Rosa Luxemburg a suponer erróneamente que no existía una
partido que se convirtió, de hecho, en partido de masas de los trabajadores, el de base burguesa en el nacionalismo polaco.
los demócratas, se desarrolló necesariamente como una coalición «étnica».
Pero, lo que aún era más frustrante para los nacionalistas tradicionalistas, la más
Cuanto más intensos eran los movimientos migratorios y más rápido el desarrollo tradicional de todas las clases, el campesinado, mostró también escaso interés por
de las ciudades y la industria que enfrentaba a unas masas de desarraigados con el nacionalismo. Los campesinos de lengua vasca manifestaron muy poco
otras, mayor era la base para que surgiera una conciencia nacional entre esos entusiasmo por el Partido Nacionalista Vasco, fundado en 1894 para defender
desarraigados. Por eso, en muchos casos el exilio fue el lugar fundamental de todo lo ancestral frente a la incursión de los 'españoles y de los trabajadores
incubación de los nuevos movimientos nacionales. Cuando el futuro presidente ateos. Como casi todos los movimientos de esas características, era una
Masaryk firmó el acuerdo para la creación de un Estado que uniera a checos y institución fundamentalmente urbana e integrada por miembros de la clase media
eslovacos (Checoslovaquia), lo hizo en Pittsburgh, porque era en Pensilvania y no y media baja.17
en Eslovaquia donde había que buscar la base de masas de un nacionalismo
eslovaco organizado. En cuanto a los atrasados pueblos de las montañas de los De hecho, el progreso del nacionalismo en el período que analizamos fue en gran
Cárpatos, conocidos en Austria como rutenos, que .también se integrarían en medida un fenómeno protagonizado por esas capas medias de la sociedad. Así
Checoslovaquia entre 1918 y 1945, su nacionalismo sólo encontraba expresión pues, está perfectamente justificado que los socialistas contemporáneos
organizada entre los emigrantes de los Estados Unidos. adjudicaran a ese fenómeno el calificativo de «pequeñoburgués». La relación con
esas capas sociales contribuye a explicar las tres características nuevas que va
Es posible que la ayuda y la protección de los emigrantes contribuyera al hemos señalado: la militancia lingüística, Estados independientes en lugar de
desarrollo del nacionalismo en sus naciones, pero no basta para explicarlo. Ahora otras formas de autonomía más restringida y su identificación con la derecha y la
bien, en la medida en que descansaba en una nostalgia ambigua de los viejos ultraderecha políticas.
hábitos que los emigrantes habían dejado tras de sí, tenía algo en común con una
fuerza que, sin duda, estimulaba el nacionalismo, sobre todo en las naciones más Para las clases medias bajas que trataban de elevarse desde un entorno popular,
pequeñas. Esa fuerza era el neotradicionalismo, una reacción defensiva o la carrera y la lengua vernácula estaban inseparablemente unidas. Desde el
conservadora frente a la perturbación del viejo orden social por la epidemia en momento en que la sociedad descansaba en la alfabetización masiva, era
progreso de la modernidad, el capitalismo, las ciudades y la industria, sin olvidar el indispensable que una lengua hablada llegara a ser oficial —un medio para la
socialismo proletario, que era su consecuencia lógica. burocracia y la enseñanza—si se quería evitar que esa sociedad se hundiera en el
submundo de una comunicación puramente oral dignificada ocasionalmente con el
El elemento tradicionalista es evidente en el apoyo que la Iglesia católica prestó a status de una exposición en un museo de folclore. La educación de masas, es
movimientos tales como el nacionalismo vasco, y flamenco y a otros muchos decir, primaria, era el eje fundamental, pues sólo era posible realizarla en una
nacionalismos de pueblos pequeños que eran rechazados, casi por definición, por lengua que pudiera entender el grueso de la población.e La educación en una
el nacionalismo liberal como incapaces de constituir naciones-Estado viables. Los lengua totalmente extranjera, viva o muerta, sólo es posible para una minoría
ideólogos de derecha, cuyo número se incrementó, tendieron también a selecta y muchas veces exigua que posee el tiempo, el dinero y el esfuerzo

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necesarios para adquirir un dominio suficiente de esa lengua. Una vez más, la seguridad, de las parcelas más elevadas de la cultura y de los asuntos privados y
burocracia era un elemento crucial, porque decidía el status oficial de una lengua, públicos, a no ser en tanto que hablantes de la lengua oficial y superior en que
y porque en la mayor parte de los países ofrecía el mayor número de puestos de tales asuntos eran conducidos. En resumen, el mismo hecho de que nuevos
trabajo que exigían un nivel cultural. De aquí las innumerables luchas mezquinas sectores de las clases medias bajas e incluso de la clase media hubieran sido
que perturban la política del Imperio de los Habsburgos desde 1890 en relación educados en esloveno o en flamenco hacía destacar el hecho de que los puestos
con la lengua que se debía utilizar para los rótulos de las calles en las zonas de más elevados quedaban en manos de los que hablaban todavía francés o alemán,
nacionalidad mixta y sobre cuestiones tales como la nacionalidad de los jefes de aunque no se preocuparan de aprender la lengua secundaria.
correos o los jefes de estaciones.
Se hacía necesaria una mayor presión política para superar esa dificultad. De
Pero sólo el poder político podía transformar el status de las lenguas o dialectos hecho, lo que se necesitaba era poder político. Para expresarlo con toda claridad,
menores (que, como todo el mundo sabe, son lenguas que no poseen un ejército había que obligar a la gente a utilizar la lengua vernácula para todas aquellas
ni una fuerza de policía). Esto 'explica las presiones y contrapresiones en la actividades en las que normalmente habrían preferido utilizar otra lengua. Hungría
elaboración de los complejos censos del período (por ejemplo, los de Bélgica y insistía en el uso del magiar en la escuela, aunque cualquier húngaro educado,
Austria en 1910), de los que dependía el status político de una u otra lengua. Esto entonces como ahora, sabía perfectamente que el conocimiento de al menos una
explica también, al menos en parte, la movilización política de los nacionalistas a de las lenguas utilizadas internacionalmente era fundamental para ocupar
causa de la lengua en el momento en que, como en Bélgica, el número de cualquier puesto, excepto los más bajos, en la sociedad húngara. La imposición, o
flamencos bilingües creció muy notablemente o, como en el País Vasco, en que el la presión del Gobierno, equivalente a una imposición, fue el procedimiento para
uso de la lengua vasca estaba desapareciendo prácticamente en las ciudades de convertir al magiar en una lengua literaria que pudiera ser utilizada para todos los
más rápido crecimiento.18 Sólo la presión política podía conseguir para esas aspectos necesarios de una sociedad Moderna en su propio territorio, aunque
lenguas «no competitivas» un lugar como medio de educación o de comunicación nadie pudiera entender una palabra de ella fuera de ese territorio. El poder político
pública no escrita. Sólo eso y nada más que eso convirtió a por sí sólo —en último extremo el poder del Estado— podía ser suficiente para
alcanzar ese resultado. Los nacionalistas, en especial aquellos cuyas perspectivas
Bélgica en un país oficialmente bilingüe (1870) y al flamenco en una asignatura de vida y de carrera estaban vinculadas a su lengua, no iban a plantear si existían
obligatoria en las escuelas secundarias de Flandes (sólo en 1883). Pero una vez otras formas para conseguir que las lenguas se desarrollaran y florecieran.
que la lengua no oficial había alcanzado esa posición oficial, automáticamente
consiguió una importante circunscripción política formada por personas cultas de En este contexto, el nacionalismo lingüístico tenía una tendencia intrínseca a la
lengua vernácula. Entre los 4,8 millones de alumnos de-las escuelas primaria y secesión. Y, a la inversa reivindicación de un territorio estatal independiente
secundaria de Austria en 1912 existían muchos más nacionalistas potenciales y parecía cada vez más inseparable de la lengua; vemos, así, cómo en el decenio
reales que entre los 2,2 millones de 1874, sin mencionar los aproximadamente de 1890 la defensa oficial del gaélico penetra en el nacionalismo irlandés, aunque
100 000 nuevos profesores dedicados ahora a instruirles en las diferentes lenguas —o tal vez por ello— la mayor parte de los irlandeses se sentían plenamente
enfrentadas. satisfechos hablando sólo inglés. Por su parte, el sionismo inventa el hebreo como
lengua cotidiana, porque ninguna otra lengua de los judíos les comprometía a la
Con todo, en las sociedades multilingües, aquellos que eran educados en la construcción de un Estado territorial. Hay cabida para una serie de reflexiones
lengua vernácula y que podían utilizar esa educación para realizar un progreso interesantes sobre el diferente destino que conocieron los esfuerzos políticos de
profesional se sentían, sin embargo, inferiores y desheredados. En efecto, si en la ingeniería lingüística, pues algunos de ellos se saldarían con el fracaso (como la
práctica se encontraban en una posición ventajosa para competir por los puestos reconversión de los irlandeses al gaélico) o con un fracaso a medias (como la
de trabajo de menos importancia, porque tenían muchas más probabilidades de construcción de un noruego más noruego: nynorsk), mientras que otros intentos
ser bilingües que los snobs de la lengua de elite, podían considerarse, no sin acabarían triunfando. Sin embargo, hasta 1914 por lo general faltó el necesario
razón, en desventaja a la hora de optar a los puestos más importantes. Esto poder del Estado. En 1916 no eran más de 16 000 los hablantes habituales del
explica la presión para extender la enseñanza vernácula de la educación primaria hebreo.
a la secundaria y, finalmente, a la cima del sistema educativo, la universidad
vernácula. Tanto en Gales como en Flandes la demanda de una universidad Pero el nacionalismo estaba unido de otra forma a las capas medias de la
vernácula fue exclusivamente política (y muy intensa) por esa razón. De hecho, en población, lo que impulsó a ambos hacia la derecha política. La xenofobia se dalla
Gales la universidad nacional, creada en 1893, fue durante un tiempo la primera y fácilmente entre los comerciantes, los artesanos independientes y algunos
única institución nacional de un pueblo cuyo pequeño país no tenía existencia campesinos amenazados por el progreso de la economía industrial, sobre todo,
administrativa o de otro tipo separada de Inglaterra. Aquellos cuya primera lengua una vez más, durante los difíciles años de la depresión. El extranjero simbolizaba
era una lengua vernácula no oficial habían de verse apartados, casi con toda la perturbación de los viejos hábitos y el sistema capitalista que los perturbaba.

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Así, el virulento antisemitismo político que hemos visto cómo se difundió por el situación varió a partir de 1870, y cuando el estallido de un conflicto global
mundo occidental a partir de 1880 poco tenía que ver con el número real de judíos comenzó a ser considerado de nuevo como una posibilidad real, aunque no
contra quienes iba dirigido: era tan eficaz en Francia, donde había 60 000 judíos inevitable, comenzó a ganar terreno el nacionalismo que veía a las otras naciones
en una población de 40 millones, como en Alemania, donde su número ascendía a como una amenaza.
medio millón en una población de 65 millones, o en Viena, donde constituían el
15% de la población total. (No era un factor político en Budapest, donde formaban Ese nacionalismo engendró los movimientos de la derecha política que surgieron
la cuarta parte de la población.) Ese antisemitismo iba dirigido hacia los de la crisis del liberalismo y, al mismo tiempo, fue reforzado por esos movimientos.
banqueros, empresarios y otros a quienes se identificaba con la destrucción que el Ciertamente, aquellos hombres que fueron los primeros en autotitularse
capitalismo causaba en los «hombres pequeños». La caricatura típica del «nacionalistas» se vieron muchas veces impulsados a la acción por la experiencia
capitalista durante la belle époque no era únicamente la de un hombre gordo con de la derrota de sus Estados en la guerra. Tal es el caso de Maurice Barres (1862-
sombrero de copa y fumando un puro, sino que además tenía una nariz judía, 1923) y Paul Dérouléde (1846-1914) tras la victoria alemana sobre Francia en
porque los sectores económicos en los que destacaban los judíos competían con 1870-1871, y de Enrico Corradini (1865-1931) tras la derrota de Italia, aún más
los pequeños tenderos y porque otorgaban o negaban créditos a los granjeros y a estrepitosa, a manos de Etiopía en 1896. Y los movimientos que fundaron, que
los pequeños artesanos. hicieron que el término nacionalismo se incorporara a los diccionarios de carácter
general, fueron creados deliberadamente «como reacción contra la democracia
Para el líder socialista alemán Bebel, el antisemitismo era «el socialismo de los entonces en el Gobierno», es decir, contra la política parlamentaria» Los
idiotas». Pero lo que sorprende en el desarrollo del antisemitismo político a finales movimientos franceses de este tipo siguieron siendo marginales, caso de la Action
de la centuria no es tanto la ecuación «judío = capitalista», que no era inverosímil Francaise (fundada en 1898) que se perdió en un monarquismo irrelevante desde
en extensas zonas de la Europa centroriental, sino su asociación con el el punto de vigía político y en una prosa injuriosa. Por su parte, los movimientos
nacionalismo de derechas. Esto era consecuencia no sólo de la aparición de nacionalistas italianos se fusionaron con el fascismo después de la primera guerra
movimientos socialistas que combatían sistemáticamente la xenofobia latente o mundial. Eran exponentes característicos de un nuevo tipo de movimientos
abierta de sus seguidores, de forma que en esos sectores el rechazo de los políticos basados en el chovinismo, la xenofobia y, cada vez más, en la
extranjeros y de los judíos tendía a ser mucho más vergonzoso que en el pasado. idealización de la expansión nacional, la conquista y la guerra.
Esto significó una clara orientación de la ideología nacionalista hacia la derecha en
los Estados más importantes, especialmente en el decenio de 1890, cuando Un nacionalismo de esas características era el vehículo perfecto para expresar los
vemos, por ejemplo, cómo las antiguas organizaciones de masa del nacionalismo resentimientos colectivos de aquella gente que no podía explicar con precisión su
alemán, las Turner (asociaciones gimnásticas), derivaron del liberalismo heredado descontento. Los culpables de ese descontento eran los extranjeros. El caso
de la revolución de 1848 hacia una postura agresiva, militarista y antisemítica. Fue Dreyfus dio al antisemitismo francés unos ribetes especiales, no sólo porque el
a raíz de que los estandartes del patriotismo pasaron a ser propiedad de la acusado era, judío (qué se le había perdido a un extranjero en el generalato
derecha política cuando la izquierda encontró problemas para adaptarlos, incluso francés?), sino también porque su supuesto crimen era el de espionaje en favor de
allí donde el patriotismo estaba tan firmemente identificado con la revolución y la Alemania. Por otra parte a los «buenos» alemanes se les helaba la sangre ante la
causa del pueblo como en el caso de la bandera tricolor francesa. Agitar el nombre idea de que su país estaba siendo «rodeado» sistemáticamente por la alianza de
y la bandera nacionales les parecía un riesgo de contaminación de la ultraderecha. sus enemigos, como sus líderes les recordaban con frecuencia. Mientras tanto, los
Tendría que llegar la era hitleriana para que la .izquierda francesa recuperara por ingleses se disponían a celebrar el estallido de la guerra mundial (como otros
completo el patriotismo jacobino. pueblos beligerantes) mediante una explosión de histeria antiextranjera que
aconsejó sustituir el nombre alemán de !a dinastía real por el apellido anglosajón
El patriotismo se decantó hacia la derecha política, no sólo porque su anterior de «Windsor». Sin duda todo ciudadano nativo, con la excepción de una minoría
sostén ideológico, el liberalismo burgués, se batía en retirada, sino también porque de socialistas internacionalistas, de algunos intelectuales, hombres de negocios
la situación internacional que aparentemente había permitido que el liberalismo el cosmopolitas y de los miembros del club internacional de aristócratas, sintieron
nacionalismo fueran compatibles ya no era la misma. Hasta los años 1870 —tal hasta cierto punto el atractivo del chovinismo. Sin duda, casi todo el mundo,
vez incluso hasta el Congreso de Berlín de 1878—_podía afirmarse que la victoria incluso muchos socialistas e intelectuales, estaban tan profundamente imbuidos
de una nación-Estado no significaba necesariamente la derrota de otra. De hecho, del racismo esencial de la civilización decimonónica (v. La era del capitalismo,
el mapa de Europa se había transformado mediante la creación de dos grandes cap. 14, II, y pp. 253-254, infra), que eran también vulnerables, de forma indirecta,
naciones-Estado (Alemania e Italia) y la formación de otras más reducidas en los a las tentaciones que derivan del hecho de considerar que la clase o el pueblo al
Balcanes, sin que se produjera ninguna guerra ni se dislocase el sistema que uno pertenece tiene una superioridad natural intrínseca sobre los demás. El
internacional de Estados. Hasta la gran depresión, el librecambio, que tal vez imperialismo no podía sino reforzar esas tentaciones entré los miembros de los
beneficiaba al Reino Unido más que a otros países, interesaba a todos. Pero la Estados imperialistas. Pero, desde luego, los que respondieron con mayor fuerza

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a los sonidos de las trompetas nacionalistas pertenecían al espectro que iba


desde las clases altas de la sociedad a los campesinos y proletarios en el escalón
3
más bajo.
Pero el nacionalismo del período 1870-1914 no puede ser reducido a la condición
Para ese conjunto de capas medias, el nacionalismo tenía también un atractivo
de una ideología que atraía a las frustradas clases medias o a los antepasados
más amplio y menos instrumental. Les proporcionaba una identidad colectiva
antiliberales (y antisocialistas) del fascismo. En efecto, es indudable que en este
como «defensores auténticos» de la nación que les eludía como clase, o como
período los gobiernos, partidos o movimientos que estaban en condiciones de
aspirantes a alcanzar el status burgués que tanto codiciaban. El patriotismo
hacer un llamamiento nacional gozaban de una posición ventajosa, mientras que
compensaba la inferioridad social. Así, en el Reino Unido, donde no existía el
los que no gozaban de esa posibilidad estaban en situación de desventaja. Es
servicio militar obligatorio, la curva de reclutamiento voluntario de los soldados de
innegable que el estallido de la guerra en 1914 produjo accesos genuinos, aunque
clase trabajadora en la guerra imperialista surafricana (1899-1902) refleja
a veces efímeros, de patriotismo de masas en los principales países beligerantes.
simplemente la situación económica. Crecía o disminuía de acuerdo con la marcha
Y en los Estados multinacionales, los movimientos obreros organizados sobre una
del desempleo. Pero la curva de reclutamiento entre los jóvenes de clase media
base estatal lucharon y perdieron la batalla contra la disgregación en movimientos
baja y entre los administrativos reflejaba claramente el atractivo de la propaganda
separados basados en cada una de las nacionalidades de los trabajadores. El mo-
patriótica. En cierto sentido, el patriotismo de uniforme podía aportar una
vimiento obrero y socialista del Imperio de los Habsburgos se escindio, pues,
recompensa social. En Alemania permitía conseguir la condición potencial de
antes de que lo hiciera el mismo imperio.
oficial de la reserva para aquellos muchachos que habían seguido la educación
secundaria hasta los 16 años, incluso aunque no continuaran sus estudios. En el
De todas formas, existe una diferencia fundamental entre el nacionalismo como
Reino Unido, como la guerra iba a poner de relieve, incluso los empleados y
ideología de movimientos nacionalistas y de unos gobiernos deseosos de agitar la
vendedores al servicio de la nación podían llegar a ser oficiales y —en la
bandera nacional, y el llamamiento más amplio de la nacionalidad. Los primeros
terminología brutalmente sincera de las clases altas británicas— «caballeros
sólo tenían en cuenta la creación o el engrandecimiento de «la nación». Su
temporales».
programa era resistir, expulsar, derrotar, conquistar, someter o eliminar «al
extranjero». Todo lo demás carecía de importancia. Era suficiente con afirmar el
carácter irlandés, alemán o croata de los irlandeses, alemanes o croatas en su
propio Estado independiente, que les perteneciera únicamente a ellos, anunciar su
futuro glorioso y hacer todo tipo de sacrificios para conseguirlo.

En la práctica, fue esto lo que limitó su influencia a un conjunto de ideólogos y


militantes apasionados, a una informe clase media que buscaba cohesión y
autojustificación, a unos grupos (una vez más, fundamentalmente entre los
«hombres pequeños») que pudieran descargar todos sus-descontentos sobre los
malhadados extranjeros... y, por supuesto, a unos gobiernos que recibieron de
buen grado una ideología que decía a los ciudadanos que el patriotismo era sufi-
ciente.

Pero para la mayor parte de la gente, el nacionalismo por sí sólo no bastaba.


Paradójicamente, esto se aprecia con toda claridad en los movimientos de
nacionalidades que no habían alcanzado todavía la autodeterminación. En el
período que estudiamos, los movimientos nacionales que consiguieron un
auténtico apoyo de masas —y, desde luego, no todos los movimientos que lo
buscaron lo consiguieron fueron prácticamente siempre los que conjugaron la
apelación a la nacionalidad y la lengua con algún otro interés poderoso o fuerza
movilizadora, antigua o moderna. Una de esas fuerzas movilizadoras era la
religión. Sin la Iglesia católica, los movimientos flamenco y vasco habrían carecido
de significación política, y nadie pone en duda que el catolicismo dio consistencia
e implantación entre las masas al nacionalismo de irlandeses y polacos,

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gobernados por unas autoridades cuya confesión religiosa era distinta. De hecho, los fanáticos de las clases medias y medias bajas llamaban «la presión de los
durante este período el nacionalismo de los fenianos irlandeses que originalmente pueblos». Y cuando, en el curso de la guerra, se intensificaron realmente el
era un movimiento secular y anticlerical dirigido a los irlandeses sin atender a su descontento y los sentimientos revolucionarios, se manifestaron
condición religiosa, llegó a ser una fuerza política importante precisamente cuando fundamentalmente no en movimientos de independencia nacional, sino de
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permitió que el nacionalismo irlandés se identificara con el irlandés católico. revolución social .

Como ya hemos sugerido —y esto es aún más sorprendente—, hubo partidos En cuanto a los beligerantes occidentales, en el curso de la guerra el sentimiento
cuyo objetivo original y fundamental era la liberación internacional social y clasista, antibelicista y el descontento social se impusieron cada vez más sobre el
que se convirtió también en vehículo de la liberación nacional. El restablecimiento patriotismo de los ejércitos, aunque sin llegar a destruirlo. El extraordinario
de la independencia de Polonia se consiguió no bajo el liderazgo de ninguno de impacto internacional de las revoluciones rusas de 1917 sólo puede comprenderse
los numerosos partidos cuyo único objetivo era la independencia, sino bajo la si tenemos en cuenta que quienes en 1914 habían ido a la guerra de buen grado,
dirección del Partido Socialista Polaco de la Segunda Internacional. El mismo incluso con entusiasmo, lo habían hecho llevados de la idea de patriotismo que no
modelo aparece en el nacionalismo armenio y, sin duda, también en el podía quedar limitado a eslóganes nacionalistas, pues incluía una idea de lo que
nacionalismo territorial judío. No hay que atribuir la aparición de Israel a Herzl ni a les era debido a los ciudadanos. Esos ejércitos no habían ido a la guerra llevados
Weizmann, sino al sionismo obrero de inspiración rusa. Si algunos de esos del gusto de la lucha de la violencia y del heroísmo, ni para llevar adelante el
partidos fueron justamente criticados en el seno del socialismo internacional por egoísmo nacional y el expansionismo del nacionalismo de la derecha. Y menos
situar el nacionalismo muy por delante de la liberación social, no puede decirse lo aún puede afirmarse que les impulsara la hostilidad hacia el liberalismo y la
mismo de otros partidos socialistas, o incluso marxistas, que para su sorpresa se democracia.
vieron representando a naciones concretas: el Partido Socialista Finlandés, los
mencheviques en Georgia, el Bund judío en amplias zonas del este de Europa y, Bien al contrario. La propaganda interna de todos los beligerantes pone de relieve,
de hecho, incluso los bolcheviques en Letonia, que eran declaradamente en 1914, que el punto en el que había que hacer hincapié no era la gloria y la
antinacionalistas. A la inversa, también los movimientos nacionalistas conquista, sino el de que «nosotros» éramos las víctimas de una agresión o de
comprendieron que era necesario, si no elaborar un programa social específico, una política de agresión, y que «ellos» representaban una amenaza mortal para
cuando menos interesarse por las cuestiones económicas y sociales. No ha de los valores de la libertad y la civilización que «nosotros» encarnábamos. Más aún,
sorprender que fuera en la industrializada Bohemia, desgarrada entre checos y era imposible movilizar a los hombres y mujeres para la guerra a menos que
alemanes, atraídos ambos por los movimientos obreros donde surgieron sintieran que la guerra era algo más que un simple combate armado; que en cierto
movimientos que se autodenominaban «socialistas nacionales». Los socialistas sentido el mundo sería mejor porque «nuestra» victoria y «nuestro» país sería —
nacionales checos llegaron a ser el partido más representativo de la en palabras de Lloyd George— «una tierra adecuada para que en ella pudieran
Checoslovaquia independiente y de sus filas procedió su último presidente vivir los héroes». Los gobiernos británico y francés afirmaban, pues, defender la
(Benes). Los nacionalsocialistas alemanes inspiraron a un joven austríaco que democracia y la libertad frente al poder monárquico, el militarismo y la barbarie
adoptó su nombre y su mezcla de ultranacionalismo antisemítico y de vaga («los hunos»), mientras que el Gobierno alemán decía defender los valores del
demagogia social populista en la Alemania posterior a la primera guerra mundial: orden, la ley y la cultura frente a la autocracia y la barbarie rusa. Las perspectivas
Adolf Hitler. de conquista y de engrandecimiento imperialista podían proclamarse en las
guerras coloniales, pero no en los grandes conflictos, aunque de hecho esos
El Imperio de los Habsburgos, que a no tardar se desintegraría como temas ocuparan entre bambalinas a los ministros de Asuntos Exteriores.
consecuencia de las diferentes presiones nacionales, ilustra, paradójicamente, las
limitaciones del nacionalismo. En efecto, aunque los socialdemócratas obtuvieron Las masas de soldados alemanes, franceses y británicos que acudieron a la
el 38% de los votos checos en la primera elección democrática (1907) y se guerra en 1914 lo hicieron no como guerreros o aventureros, sino en su calidad de
convirtieron en el partido mayoritario en los primeros años del decenio de 1900 la ciudadanos y civiles. Pero ese mismo hecho demuestra la necesidad de
mayor parte de la población era perfectamente consciente de pertenecer a una patriotismo para los gobiernos que actúan en las sociedades democráticas, y
nacionalidad concreta, eran pocos los que comprendían que eso era incompatible también su fuerza. En efecto, sólo el sentimiento de que la causa del Estado era
con el apoyo a la monarquía de los Habsburgos. Ni siquiera tras el estallido de la también la suya propia pudo movilizar a las masas; y en 1911, los británicos,
guerra pasó a ser la independencia nacional un tema de primera importancia, y franceses y alemanes tenían ese sentimiento. De esta forma se movilizaron, hasta
una hostilidad abierta frente al Estado sólo se apreciaba en cuatro de las naciones que tres años de masacres sin precedentes y el ejemplo de la revolución en Rusia
de los Habsburgos, tres de las cuales podían identificarse con Estados nacionales sirvieron para que comprendieran que se habían equivocado.
situados más allá de sus fronteras (italianos, servios, rumanos y checos). La
mayor parte de las nacionalidades no mostraban deseos visibles de salir de lo que

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