Causales de nulidad del acto administrativo
Estas causales de nulidad significan y hacen mención cuando un acto administrativo
presentan defectos o vicios que, radican desde su origen, lo hacen inválido y lo privan
de sus efectos legales. La nulidad, a diferencia de la anulabilidad, no requiere un
procedimiento específico para ser declarada y puede ser invocada en cualquier
momento. Además las causales de nulidad lo encontramos establecido en el artículo 10
de la ley 27444 “ley del procedimiento administrativo general”. Así mismo como el
acto administrativo debe cumplir un remigen de elementos y requisitos de validez para
considerarse como tal, también se identifican sus causales que lo dejan en nulidad dicho
acto administrativo. Nos referimos a los vicios del acto administrativo que son los que
causan su nulidad de pleno derecho. En nuestro ordenamiento se encuentran
enumerados de la siguiente manera:
1. La contravención a la constitución, a las leyes o a las normas
reglamentarias, se refiere a la invalidez de un acto administrativo cuando no
cumple con las disposiciones legales superiores o a las normas reglamentarias
vigentes. Es decir cuando un acto administrativo viola la constitución, las leyes o
normas reglamentarias emitidas por los órganos jurisdiccionales, en este caso
puede ser declarado nulo de pleno derecho. Por lo tanto, consideramos que un
acto administrativo es declarado nulo o inválido cuando su contenido o su forma
va en contra de lo que establece el ordenamiento jurídico superior.
Con respecto a esta causal de nulidad, Rivera (2018, p. 204) menciona: “que son
válidos los actos emitidos conforme al ordenamiento jurídico. Sin embargo,
resulta siendo una suerte de regulación general que en la práctica relativiza la
naturaleza restrictiva que debe tener la declaración por cuanto, en estricto, toda
irregularidad resulta contravenir el ordenamiento jurídico. Además, todas las
causales establecidas en el artículo 10 contravienen el ordenamiento jurídico,
Sin embargo, en la práctica se puede apreciar la tendencia común de las
administraciones a utilizar esta causal para motivar la declaración de nulidad de
cualquier acto administrativo que tenga algún vicio, dejando casi a
discrecionalidad del funcionario la valoración referida al interés público que
debería motivar realmente dicho proceder por cuanto, como anteriormente se ha
señalado, la nulidad es una declaración restrictiva y reservada para casos graves
en donde hay una evidente afectación al interés general o a los derechos de los
administrados”.
Ejemplo:
Una municipalidad distrital emite un acto Administrativo otorgando una licencia de
edificación a una empresa privada para construir un centro comercial en una zona
considerada área natural protegida.
2. El defecto o omisión de algunos de sus requisitos de validez, salvo que se
presente algunos de los supuestos de conservación del acto a que se refiere el
artículo 14, está causal de nulidad de un acto administrativo se refiere que no
cumplió con los requisitos establecidos por el artículo 3 de la ley 27444 “Ley
Procedimiento Administrativo General”. Nos hace mención a los requisitos
siguientes: Competencia, objeto o contenido, finalidad pública, motivación y
procedimiento regular. Por lo tanto, significa que todo acto administrativo que
no cumpla con los requisitos legales necesarios para su existencia y eficacia que
se encuentran establecidos por la ley, será materia para poder ser declarado nulo
producto de su defecto o omisión de los requisitos de validez.
Además, Rivera (2018, p. 205) nos dice que: “estas consideraciones deben ser
vistas de manera restrictiva por cuanto lo que debe buscar la Administración
antes que anular es ver si la convalidación es posible de ser realizada; una
aplicación literal de los supuestos antes establecidos implicaría en la práctica
que cualquier omisión o defecto en el trámite sería causal para declarar la
nulidad por lo que se hace necesario en todos los casos analizar si en realidad la
omisión o defecto en el trámite es de tal naturaleza que su realización era
determinante en el contenido del acto y, en todo caso, de haberse realizado
hubiera implicado un cambio de posición en el contenido de la resolución”.
Asimismo tenemos a Arranz (2022, p. 276) que establece: “ que serán nulos de
pleno derecho los actos expresos o presuntos contrarios al ordenamiento jurídico
por los que se adquieren facultades o derechos cuando se carezca de los
requisitos esenciales para su adquisición”.
Ejemplo: “Una licencia de funcionamiento otorgada sin informe técnico”
Un municipio distrital otorga una licencia de funcionamiento a una empresa para abrir
un restaurante.
Problema: según la normativa de nuestro país, antes de emitir la licencia se requiere de
un informe técnico favorable de defensa civil sobre seguridad en las instalaciones. Pero
en este caso, el informe no fue emitido, o fue negativo, y aún así se otorgó la licencia.
Por lo tanto, se estaría omitiendo un requisito de validez y como
consecuencia tenemos que la licencia otorgada puede ser declarada
nula de oficio o pedido de parte por causal de nulidad establecido en
el articulo 10 de la ley N. ° 27444.
3. Los actos expresos o los que resulten como consecuencia de la aprobación
automática o por silencio administrativo positivo, por los que se adquiere
facultades, o derechos, cuando son contrarios al ordenamiento jurídico, o
cuando no se cumplen con los requisitos, documentación o trámites
esenciales para su adquisición, está causal de nulidad del acto administrativo
se refiere que si un acto que debe de producir efectos favorables no cumplen
con las condiciones legales para hacerlo se considera nulo. Es decir cuando un
acto administrativo no está actuando como corresponde de manera legal, por
ello es inválido por que está concediendo derechos o facultades de manera
Indebida.
En base a esta causal de nulidad según, Rivera (2018, p. 212) nos explica que:
“debe orientar sus limitados recursos a verificar solo aquello que se considera
que es realmente importante y/o que es potencialmente más dañoso para las
personas. Sin embargo, la misma Ley prevé la obligación de realizar el
procedimiento de fiscalización posterior que es aquel mediante el cual, en los
casos en donde ha operado el silencio administrativo positivo o la aprobación
automática, se realicen acciones destinadas a verificar que efectivamente los
requisitos para la realización del trámite se cumplen”.
Por otro lado, Arranz (2022, p. 280) nos dice que: “los términos y establece el
silencio positivo en teoría como la regla general. En efecto, su espíritu
“renovado” concibe el silencio administrativo estimatorio como una garantía
para los administrados que, debiendo ser excepcional dado el deber de resolver
de forma expresa de la Administración, tiene como propósito anteponer la
eficacia al formalismo y reconocer las pretensiones del administrado ante el
incumplimiento del deber de la Administración de resolver expresamente y
dentro del plazo. La posibilidad de obtener derechos o facultades mediante
silencio positivo tiene como límite la nulidad de pleno derecho.
Ejemplo: “licencia de edificación en zona no habilitada”
Una persona solicita a la municipalidad distrital una licencia de edificación para
construir un edificio de 5 pisos en un terreno ubicado en una zona agrícola no habilitada
para uso urbano.
La municipalidad no responde dentro del plazo legal. Por tanto, opera el silencio
administrativo positivo y la persona cree que la licencia ha sido otorgada.
Por consecuencia Aunque formalmente se adquirió un derecho por silencio
administrativo, ese acto es nulo de pleno derecho porque contraviene el ordenamiento
jurídico y no se cumplieron los requisitos esenciales.
4. Los actos administrativos que sean constitutivos de infracción penal o que
se dicten como consecuencia de la misma, nos quiere decir a los actos
administrativos que por su naturaleza o consecuencia impliquen la comisión de
un delito. Aquellas situaciones graves en las que un acto administrativo está
vinculado directamente con un delito.
Respecto a esta causal de nulidad Rivera (2018, p. 213) nos explica que:
“Resulta siendo una consecuencia necesaria de la comisión de un delito el que
los actos realizados para su materialización o que sean consecuencia de este no
tengan amparo en el derecho y por tanto deban ser extirpados del ordenamiento
cuando el órgano jurisdiccional llega a determinar la existencia de un acto de esa
naturaleza.
Ejemplo:
Supongamos que un ministro del Estado peruano nombra mediante una
resolución ministerial a una persona como director general de una dependencia
importante del ministerio. Posteriormente, se descubre que esa designación fue
consecuencia de un soborno (cohecho), es decir, el funcionario designado pagó
dinero al ministro para ser nombrado.
Ese acto no solo es ilegal, sino que es consecuencia directa de la comisión de un
delito penal (cohecho).
Por tanto, conforme al artículo 10 de la Ley del Procedimiento Administrativo
General (Ley N.º 27444), este acto sería nulo de pleno derecho.
Referencias bibliográficas:
Alberto, P, A. (2022). Causales de nulidad del acto administrativo.
https://us.docworkspace.com/d/sIKbjxbKxArnBzMAG
Carlos, P, R. (2018). Causales de nulidad del acto administrativo.
https://us.docworkspace.com/d/sIF7jxbKxAsa8zMAG