Escuela Normal Superior Nº 1 Prov.
Nº 34 Dr Nicolás Avellaneda
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Espacio Curricular: Historia Social de la Educación y Política Educativa Argentina.
Ficha de Cátedra Nº 2: Concepciones de Política Educativa. Problemáticas que
aborda.
Esta clase la pensamos como una ficha de cátedra tomando autores que se mencionan al
final en la bibliografía.
Nos proponemos trabajar en la clase la concepción de Derecho a la Educación y de
Política Educativa.
El derecho a la educación.
Susana Puebla destaca que si bien podemos rastrear en diferentes momentos y grupos
humanos actividades educativas, es a partir de finales del siglo XVIII y principalmente
el XIX y XX que nos encontramos con actividades sistemáticas, organizadas,
administradas y dirigidas, en mayor o menor grado por el Estado.
Cuando se forman definitivamente los Estados Nación se organizan los sistemas
educativos, con diferentes grados de participación directa del mismo, pero siempre
manteniendo como aspecto común la responsabilidad y el control estatal último.
Se podría considerar que las sociedades en su necesidad de reproducción apelan a
distintos instrumentos, según la forma de organización por la que optan, otorgándole
funciones específicas que tiendan a su permanencia. En el caso que nos ocupa el sistema
educativo y la institución escolar aparecen como canales que viabilizan la transmisión
cultural, pero en este momento a partir de la organización desde el Estado, la actividad
educativa adquiere un fuerte carácter político.
En este sentido Paviglianiti nos dice que la construcción de la concepción y el
cumplimiento del derecho a la educación cubren una larga etapa en la historia de la
humanidad. En esta larga cimentación histórica se pasa del monopolio de la educación
de las iglesias, como las instituciones de enseñantes de los fieles y súbditos, a la
concepción de la burguesía ascendente que la va a considerar como un derecho
individual para la formación del ciudadano. Transcurren, en este camino, casi tres siglos
en los que los actores centrales de la disputa son las iglesias -en nuestro caso la Católica
Apostólica Romana- y el Estado Liberal naciente.
Este proceso da por resultado la organización de los sistemas educativos masivos
actuales- siempre mixtos, con educación pública y educación privada- en los cuales se
transmiten saberes instrumentales y construcciones o representaciones de la vida
individual, social, política y económica.
La Declaración Universal de Derechos Humanos (1948), fundamento de las normas
internacionales sobre derechos humanos legalmente vinculantes, estableció en su
artículo 26 que “toda persona tiene derecho a la educación”. Nadie discute esta
afirmación, sin embargo los modos en que se concibe este derecho, los sujetos
responsables de garantizarlo, las políticas que se impulsan para lograr su efectiva
materialización, las formas que asume la libertad de elección, entre muchos otros
aspectos, dan cuenta de un complejo entramado de sentidos, propuestas y acciones que
orientan diferentes proyectos sociales y educativos según los modelos de Estado.
Si nos detenemos en la construcción histórica del derecho a la educación en relación con
las disputas con la Iglesia en los procesos de conformación de los Estados nacionales y
las políticas educativas hegemónicas en función de los ciclos del Estado capitalista,
podemos dar cuenta de la confrontación de tres perspectivas que conciben a la
educación como derecho personal, como derecho individual y como derecho social.
Las tres están hoy presentes en la sociedad argentina y forman parte de las pugnas y
disputas centrales de la política educativa actual. Estas diferentes concepciones, que
tienen como esencia y fundamento distintas concepciones de la sociedad, la educación y
el Estado, constituyen las grandes líneas divergentes de la política educacional
argentina.
La disputa en el terreno educativo entre el Estado y la Iglesia se ha centrado
históricamente, según Feldfeder, en torno a quién le corresponde el derecho a educar, o
más precisamente, en quienes delegan los padres la educación de sus hijos y cuáles son
los contenidos que deben ser enseñados. A lo largo del siglo XX se ha reeditado
cíclicamente este debate El derecho a la educación, como construcción histórica
polémica, parte del monopolio de la iglesia en materia educativa, pasando por la
concepción burguesa de la educación como derecho individual, para llegar finalmente
a la concepción de la educación como un derecho social, vigente desde mediados del
siglo XX hasta la década del ´70, cuando comenzó a ser cuestionada como parte de las
instituciones del Estado de Bienestar (Paviglianiti, 1993).
Sin embargo, es importante señalar que no se trata de debates históricos saldados, sino
que se reeditan en diversos períodos.
Para la Iglesia Católica la educación es un derecho natural que corresponde a la
persona humana y se vincula con la libertad de enseñanza entendida como la libertad de
los padres de elegir la educación de sus hijos. Pero al considerarse la familia una
sociedad natural y por lo tanto imperfecta, esta delega la educación de los hijos en la
Iglesia, por su rol de Mater y Magister tal como se establece en la Encíclica Divini Illius
Magistri del año 1929. De acuerdo con la Encíclica, el Estado tiene una función
subsidiaria, una misión supletoria de los defectos de la sociedad familiar, remediándolos
con medios idóneos pero siempre en conformidad con los derechos sobrenaturales de la
Iglesia. El Estado debe proteger la educación moral y religiosa de la juventud
favoreciendo la iniciativa y la acción de la Iglesia y de las familias. Por lo tanto, la
subsidiariedad del Estado en materia educativa constituye para la Iglesia una
consecuencia natural del hecho de considerar a la familia como agente natural y
primario de la educación.
Por esta razón, el poder público, al que compete la protección y la defensa de las
libertades de los ciudadanos, atendiendo a la justicia distributiva, debe distribuir las
ayudas públicas –que provienen de los impuestos de todos los ciudadanos de tal manera,
que la totalidad de los padres, al margen de su condición social, pueda escoger, según su
conciencia, en medio de una pluralidad de proyectos educativos, las escuelas adecuadas
para sus hijos. Ese es el valor fundamental y la naturaleza jurídica que fundamenta la
subvención escolar.
La concepción de la educación como derecho individual se vincula con la
conformación del Estado liberal y la vertiente pública de la educación. Estado y
sociedad van a ser considerados como realidades abiertamente distintas y contrapuestas:
de un lado, el Estado, pensado como un régimen de relaciones de poder entre
desiguales, gobernantes y gobernados, de otro lado, la sociedad, conceptuada como un
ámbito de relaciones entre iguales. Sin embargo, en la conformación de los estados
liberales la educación jugó un papel central lo que supuso una fuerte intervención
estatal, estableciendo la obligatoriedad escolar y organizando y expandiendo los
sistemas públicos de instrucción como sistemas de masas que llegaron a abarcar a la
totalidad de la población infantil (Ramírez y Boli, 1999).
La aparición de los derechos sociales se da a partir del Estado de Bienestar o Estado
social donde se concibe la constitución de la educación como derecho social. En este
caso, se va a demandar la intervención del Estado y, para ello, una ampliación de los
poderes del Estado. El desarrollo de la concepción del derecho social a la educación a lo
largo del siglo XX va diferenciándose de la educación como derecho de enseñar a un
derecho a la educación donde se concibe de manera conjunta el enseñar y el aprender.
Como dice Paviglianiti, La enseñanza es considerada un medio para la realización del
derecho fin que es la educación, lo que supone un Estado docente que garantice su
efectiva materialización.
Las políticas neoliberales y neoconservadoras implementadas a partir de la crisis de los
años ´70, transfirieron esta obligación estatal por la educación a partir de una crítica de
la idea de los derechos sociales como artificios creados por el modelo de Estado de
Bienestar, conllevaron el retorno a la idea de derecho individual, que fundamentado en
un individualismo posesivo, impugnaron el rol docente del Estado como garante del
derecho a la educación.
Por todo lo mencionado anteriormente, es que debemos tener claro, que, la educación
es una actividad común a todas las sociedades, se concreta con
diferencias tanto en su concepción como en su distribución y en la historia de los
pueblos se revela como una constante. Evidentemente esto se relaciona con la condición
de reproducción de la sociedad que para ser, necesita de la transmisión cultural entre
generaciones, como condición, entre otras, para su permanencia y para ser tal.
Por lo tanto, la Política Educacional va a decir Paviglianiti, como disciplina separada
en el cuadro de las Ciencias de la Educación es de desarrollo reciente, tiene un enfoque
particular de los fenómenos educativos, aborda el estudio de las relaciones entre los
sistemas educativos, y las acciones educativas sistemáticas, con el Estado.
Es decir, que es producto de un desarrollo histórico concreto: la escuela y los sistemas
educativos que se configurarom desde fines del siglo XIX, cuando el Estado asume la
función docente.
Este campo de estudio se fue construyendo con los aportes de la filosofía, la pedagogía,
la historia de la educación y el derecho hasta mediados de este siglo. Luego, las
contribuciones provienen de otras disciplinas como la sociología, la economía política y
las ciencias políticas. Así, se fueron estructurando campos interdisciplinarios: la
sociología de la educación, la economía de la educación y la política educacional.
En la actualidad la óptica principal de la Política Educacional como disciplina es el
estudio de la “gobernabilidad”1, es decir, de cómo se da sentido y dirección a la
práctica institucionalizada de la educación, poniendo énfasis en el Estado como actor
central. Más específicamente la Política Educacional es el estudio del conjunto de
fuerzas que intentan dar direccionalidad al proceso educativo y de las relaciones
que se dan dentro del Estado, entendido éste como la intersección entre la sociedad
política y la sociedad civil, para la configuración y control de la práctica
institucionalizada de la educación, dentro de una formación histórica determinada.
(Paviglianiti)
Los instrumentos que el Estado utiliza para direccionar la educación son:
Ordenamiento jurídico y de gobierno
Legislación
Organización y administración
Estructura académica
Expansión de la matrícula y cobertura
Financiamiento.
El objeto de estudio del campo teórico de la política educativa (Tello Cesar)
Pensar la respuesta a la pregunta: “¿cuál es o sería el objeto de estudio del campo
teórico de la política educativa?” es compleja, supone innumerables desafíos y no posee
una respuesta cerrada y definitiva.
De modo general, podemos decir entonces, que los estudios de políticas educativas
abordan los siguientes ejes temáticos:
1 La gobernabilidad se refiere a dos conceptos. La primera, surgida de los informes del Banco
Mundial, la define como un estilo de gobierno caracterizado por un mayor grado de cooperación e
interacción entre el Estado y actores no estatales en el interior de redes de decisiones mixtas
públicas y privadas. La segunda se define como un conjunto de modalidades de coordinación de las
acciones individuales, entendidas como fuentes primarias de construcción del orden social; es
probable que sea derivada del campo de la economía de costos y transacciones. Por extensión,
gobernabilidad es definida como cualquier forma de coordinación social. Colombo, Paolo; traducción
de Cardoso, Herber (2003). Gobierno, Léxico de político-1; pág. 131. Buenos Aires, ed. Nueva visión.
ISBN 950-602-468-5.
a) estudios de naturaleza teórica sobre temas relacionados con la política educativa
(Estado, neoliberalismo, las relaciones entre el sector público y el privado, fundamentos
teóricos-metodológicos de la investigación sobre políticas educativas, entre otros);
b) análisis de políticas y programas;
c) políticas educativas y gestión (educativa y escolar);
d) legislación educativa;
e) aspectos relacionados al financiamiento de la educación;
f) análisis de políticas curriculares;
g) políticas sobre el trabajo docente (formación, valorización, carrera, etc.) y,
h) cuestiones relacionadas a las demandas educativas, oferta, acceso, calidad, derecho a
la educación, movimientos de lucha por la garantía del derecho a la educación.
En este sentido, podríamos decir, que el objeto de estudio del campo es el análisis de la
política educativa formulada por el aparato del Estado, en sus diversos niveles y esferas
(federal, estadual y municipal). Ese análisis abarca estudios de naturaleza teórica,
estudios con base empírica y estudios para la superación de la realidad.
Por lo tanto, se contemplan diferentes dimensiones de ese objeto: análisis del proceso de
formulación de políticas; el contenido propiamente dicho de la política o del programa
(discurso de la política); o procesos de “implementación”, traducción o interpretación de
la política o programa en el contexto de práctica (escuelas, salón de clases, etc.); la
evaluación de las políticas, que puede abarcar análisis de resultados y consecuencias.
La aclaración entre políticas y programas emerge como necesaria. Para Niernberg et. al.,
(2006), la política es el horizonte, algo de largo alcance. Y los programas son las formas
de hacer una política en acción, así los programas se constituyen en relación a la
implementación de políticas, por eso, destacamos la existencia de perspectivas, que
consideran que las políticas no son meramente implementadas en el contexto de la
práctica, sino más bien interpretadas, modificadas, recontextualizadas, en el sentido de
Lendvai y Stubbs, Herbert-Cheshire, entre otros autores. Ball, et. al., (2012) emplean el
concepto de “traducción” para reflejar los procesos de transformación y diferentes
interpretaciones a las que las políticas están sujetas. Siguiendo a Ball (2012), la
“traducción” de las políticas en el contexto de la práctica incluye procesos complejos de
préstamos, apropiación y adaptación que son hechos por medio de redes de
actores/participantes, dentro y fuera de la escuela, comprometidos en la
colaboración/negociación en diferentes circunstancias (equipos, historias
institucionales) y con diferentes formas y volúmenes de recursos.
Bibliografía utilizada para la elaboración de la ficha de cátedra:
Feldfeber, M. La construcción del derecho a la educación: reflexiones, horizontes y
perspectivas, en Educação e Filosofia Uberlândia, v. 28, n. especial, p. 139-153, 2014.
ISSN 0102-6801
Paviglianiti, Norma. “Aproximaciones al desarrollo histórico de la Política
Educacional”. En Praxis Educativa. p. 3-8
Puebla, M. S. (2002) Ficha de cátedra: El carácter político de la educación. Seminario:
Política Educacional. Universidad Nacional de Rosario. Facultad de Humanidades y
Artes.
Tello, Cesar (compilador) (2015) Cap 1 Reflexiones sobre el objeto de estudio de la
política educativa. Jefferson Mainardes en Los objetos de estudio en política educativa.
Hacia una caracterización del campo teórico. UNTREF. Ministerio de Educación de la
Nación. RELEPE
Finnegan y Pagano (2007) Cap 1. El derecho a la educación en la Argentina: su
dimensión jurídica formal en El derecha a la educación en Argentina (p.p. 9 a 14)