Complementario LE Region Metropolitana de Buenos Aires CAP I 20 34
Complementario LE Region Metropolitana de Buenos Aires CAP I 20 34
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las costas o bien llevar el litoral al interior del continente. Allí plantea también que
el ferrocarril y el telégrafo eléctrico, que son la supresión del espacio, obran este portento
y cambian las cosas más difíciles sin decretos ni asonadas. La Constitución del año
1853 en su Art. 67° oficializó este mandato encomendando al Congreso Nacional
el fomento de la construcción de ferrocarriles y vías de navegación5.
Las primeras concesiones del ferrocarril (norte, oeste y sur) fueron otorgadas
en 1857, pero es recién en los años 1880 cuando la discusión entre los ingenieros
Huergo y Madero sobre la construcción de un nuevo puerto, lleva a analizar en
profundidad la necesidad de concebir y construir una matriz logística que
estructure el territorio y el espacio urbano. La expansión del alumbrado a gas,
el tendido de líneas de electricidad y la concesión de líneas de trainway fueron
completando las intervenciones sobre el espacio público tendientes a cualificar
el tejido consolidado6.
La sanción de Ley de Federalización7 obligó a la Provincia de Buenos Aires
a ceder el Municipio de la ciudad de Buenos Aires a la Nación8 y a constituir,
a su vez, una nueva capital provincial. Con el proyecto y la fundación de la
ciudad de La Plata, en noviembre de 1882, se vuelve a exponer un cuerpo
conceptual que la sociedad de la época consideraba como idea de ciudad y que
influye, incluso, en los criterios de intervención para la transformación de
ciudades existentes9.
En 1887 comienzan las obras de construcción de Puerto Madero,
interrumpiéndose la relación pampa-río que caracterizaba a Buenos Aires. La
costa se transformó en un lugar residual, saneada con el desarrollo de la
Costanera Sur, proyecto de Benito Carrasco, incluyendo escalinatas, espigón,
balneario y teatro griego.
En 1895 el censo de la población dio cuenta de 677.786 habitantes
consagrando a Buenos Aires como la ciudad más poblada del Hemisferio Sur,
siendo los barrios de Monserrat y San Nicolás los más poblados y también los
más cosmopolitas, con 64% de extranjeros.
En 1898, una comisión técnica ad hoc elabora el Plano de Mejoras y en
1909 el Nuevo Plano.
Puede concluirse que a fines del siglo XIX, la estructuración del espacio
metropolitano se apoyó en una reflexión sobre la relación entre ambiente y
sociedad (la salud, las infraestructuras sanitarias), una reflexión sobre la relación
entre infraestructura y producción (la construcción del soporte logístico) y una
reflexión sobre el crecimiento y la estructuración del espacio construido (trazado,
forma urbana, estética edilicia, calidad del espacio publico). No siempre estas
reflexiones tuvieron la forma de un plan, mas bien dieron lugar a debates públicos
que, en muchos casos, pusieron en juego relaciones de poder. Interesa rescatar
de esta experiencia que existió un pensamiento y una voluntad de gobernar el
territorio, detrás de las decisiones que materializaron la matriz que sostuvo el
crecimiento de esta aglomeración durante más de 100 años.
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las primeras intervenciones se complementó con la idea de una ciudad bella.
La apertura de grandes bulevares y el acondicionamiento de un sistema de
parques estructuraron un nuevo tipo de tejido urbano, como en el caso del
Parque Tres de Febrero proyectado por Carlos Thays.
La apertura de Avenida de Mayo tomó una significación particular al
convertirse en la primera intervención sobre el tejido consolidado.
En 1911 se aprobó el Plan de Bouvard. Entre 1914 y 1918, Carrasco como
Director de Parques y Paseos de la Ciudad consideró la necesidad de articular
las instituciones alrededor de parques y plazas para cualificar los nuevos barrios
periféricos10, a partir del requerimiento de más lugares de reunión, clubes y
usos sociales del espacio público. Más tarde, en 1924, se desarrollará la
construcción de la Avenida Costanera Sur, con el aporte del paisajista Forestier,
mientras que entre los años 1913 y 1930 se construirá la primera red de
subterráneos.
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urbanismo de la Sociedad Francesa (SFU) a través de Forestier y las ideas de la
Dream City, de la escuela de Chicago.
Comienzan a proponerse intervenciones sobre todo el territorio de la ciudad
y se reconoce la necesidad de considerar “los extramuros”. En el documento del
Plan se manifiesta que “Avellaneda, Matanza, Lomas de Zamora, San Martín,
Haedo no pueden permanecer ajenos…, están llamados a compartir el porvenir”
bajo concepciones que dejan entrever la problemática metropolitana. Si bien
sólo se proponen acciones de tipo proyectual, el Plan incluye nuevos aspectos
como la descentralización administrativa y la participación ciudadana. Propone
la recuperación del contacto con el río, la reestructuración vial, equilibrio de la
estructura urbana, respeto y cualificación del centro, planes para el espacio
público y los espacios verdes y consideraciones sobre el crecimiento de la
aglomeración y la necesidad de expandir los servicios sanitarios.
Este Plan puede también ser considerado como una idea de ciudad, como
una referencia de lo que la sociedad de su tiempo consideraba que se debía
hacer con ella. Si bien propone intervenciones parciales, estas se inscriben en
una visión urbanística global, destacando el sentido estructurador del espacio
público.
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Kurchan y Jorge Ferrari Hardoy, en 1938, una propuesta para un Plan Director,
con los principios de la Carta de Atenas, donde el paradigma de la modernidad
suponía un desapego por la ciudad tradicional. Conceptualmente, las nuevas
propuestas urbanísticas recomendaban la distribución racional de las funciones
sobre el territorio (zonning), la incorporación de nuevas tecnologías en la
construcciòn, y la sistematización de prototipos de viviendas prefabricadas
producidas con procedimientos industriales. Las propuestas urbanas promovían
una transformación cultural, en la medida en que la incorporación a la vida
cotidiana de los nuevos espacios y objetos de la industria inducirían confort y
democratización.
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de la población y expandió notablemente el suburbio. Este periodo esta marcado
por el protagonismo de las luchas sociales y la alianza de los sectores populares
con un Estado que se propone intervenir sobre el desarrollo de la economía, así
como promover una distribución mas justa de los recursos producidos por la
sociedad13.
Los Planes quinquenales de 1947 y 1952, fueron la herramienta de
planificación de la acción estatal, definiendo una política de nacionalización de
empresas concesionadas como las de ferrocarriles, gas, teléfonos, energía
eléctrica; propusieron una distribución racional de las actividades sobre el
territorio y promovieron la realización de obras de infraestructura apoyando el
desarrollo industrial en los municipios protagonistas de Avellaneda, Lanús,
Morón, Vicente López, San Martín y Lomas de Zamora.
La nacionalización del ferrocarril y consecuentemente, el abaratamiento
del boleto, consolidó el papel de este medio de transporte en la estructuración
del territorio metropolitano, estimulando la suburbanización como medio de
realización del sueño de la casa propia. La expropiación de grandes áreas verdes
(Bosques de Ezeiza, Parque Pereyra Iraola) dio lugar a intervenciones de una
envergadura desconocida hasta el momento, como el proyecto de autopista
parque, que en 1946 estructura el nuevo aeropuerto de Ezeiza, con dos grandes
barrios de vivienda (Ciudad Evita y General Belgrano), de centros deportivos
y recreativos populares (piletas de Ezeiza) y de un sistema de parque públicos
con una cuidada forestación. La propuesta se integraba con el proyecto del
“Parque de los Trabajadores” (trabajo de saneamiento del Bañado de Flores
encargado en 1943, incluyendo vivienda, industria y centro deportivo) y con la
eliminación de los basurales de la quema y la construcción de las obras de
regulación de la cuenca del arroyo Cildañez.
Desde 1915 hasta 1944 el Estado había construido 1.095 unidades de
viviendas. Entre los años 1945 y 1952 el Ministerio de Obras Publicas construyó
6.500 casas y la Municipalidad de Buenos Aires, 3.200. Entre 1945 y 195514 se
produjeron 217.000 soluciones habitacionales. La construcción de viviendas
pasó a representar el 5.9% del PBI, siendo el centro de la acción la asignación
de créditos del Banco Hipotecario Nacional, que permitió que cada particular
desarrolle su propio proyecto de vivienda. De los años 1920 a 1945, el BHN
había concedido 14.800 préstamos hipotecarios y durante el plan quinquenal
se adjudicaros 170.000 créditos. Cabe señalar que el plan supuso también la
regulación del costo de los alquileres y un impuesto a los terrenos baldíos. Se
construyeron los conjuntos unifamiliares de Ciudad Evita (15.000 habitantes)
por el Ministerio de Obras Públicas y los barrios Los Perales y Parque Saavedra
(427 viviendas) por la Fundación Eva Perón. Sin embargo esta política no
alcanzó a evitar la aparición de villas miseria en las áreas residuales, ni la
ocupación desordenada del suelo favorecida por las acciones de especulación
que generaron nuevas parcelas en áreas sin servicios o inundables. La ciudad
“auto construida” comenzó a crecer por agregación bajo la hegemonía de los
rematadores.
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antecedentes internacionales desde la crisis del ’29, en Gran Bretaña, en la
URSS y en Estados Unidos de Norte América (Tennessee Valley) y está ligada a
fuertes acciones estatales, con ideas de cambio.
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a escala Metropolitana (hasta 30 km. de distancia), regional (hasta un radio de
100 km.) y nacional, para equilibrar la primacía porteña. El Plan propone la
necesidad de definir acuerdos a nivel Metropolitano (Nación, Provincia y
Ciudad) y promueve la descentralización.
Reconoce la influencia de los planes anteriores, especialmente de los CIAM17
que recomendaban acciones por medio de planes y códigos, y del urbanismo de
posguerra, con interés por el desarrollo interdisciplinario pero con marcado
sesgo economicista. Abarcaba en sus propuestas la reestructuración del puerto
y vialidades, fortalecimiento del ferrocarril, equilibrio urbano y renovación del
centro, creación de nuevos núcleos de desarrollo industrial y control de la
expansión urbana, como también atención a problemas ambientales (residuos,
cuencas hídricas, corredores verdes).
La creación de la Organización del Plan Regulador llevó años de intentos
pero se logró instalar como institución permanente18. A pesar de reconocer la
necesidad de la coordinación metropolitana, no se pudo avanzar en este sentido,
primando una visión centralista y técnica. Más bien debe asumirse que durante
esta etapa se acentuaba el desequilibrio centro periferia. El conjunto de obras
que plantea fueron llevadas adelante con el tiempo, como expresión de la lógica
tecno-burocrática que da continuidad a la acción del Estado, pero no se puede
afirmar que sus resultados hayan sido el eje de una acción de gobierno. Interesa
rescatar de este experiencia la importancia de esta autonomía de la
administración y su necesidad de contar con un proyecto que de continuidad y
coherencia a la acción del Estado. Este caso, demuestra la permanencia de una
lógica institucional, que da continuidad a los proyectos públicos, trascendiendo
la intermitencia de los funcionarios políticos.
Este plan fue elaborado durante el gobierno militar de 1966, que mediante
un golpe de estado disuelve los partidos políticos y las legislaturas. En el contexto
de la guerra fría y en el marco de la doctrina de seguridad nacional, este gobierno
se propone formular un proyecto geopolítico que supone el desarrollo de una
política territorial. Se crea el Consejo Nacional de Desarrollo (CONADE) y
se le encomienda la formulación de una estrategia de desarrollo para cada una
de las regiones del país. Los trabajos incluyeron la propuesta de una Ley
Metropolitana y la creación de un Ente Interprovincial de Desarrollo.
Tomando como referencia la experiencia francesa del Institut d’Aménagement
Urbaine de la Région Ille de France (IAURIF), las estrategias regionales evaluaron
las demandas de infraestructura y las posibilidades de desarrollo de cada región.
El Esquema Director para el año 2000 fue desarrollado por la Oficina
Regional del Área Metropolitana, que respondía a la Presidencia de la Nación19.
Fue aprobado por un Decreto-Ley del gobierno de facto y si bien su
implementación fue obligatoria, no logró una autoridad regional de
planeamiento o coordinación.
Por primera vez se considera al territorio comprendido por Capital Federal
y 25 partidos de la Provincia de Buenos Aires como una región20, entendida
como una faja costera que desarrolla una metrópolis lineal de 20 km. de ancho
(La Plata, Buenos Aires, Rosario), donde se promueve una política de radicación
industrial, que se reforzará posteriormente, con la apertura de nuevos puertos.
Plantea la coordinación entre administraciones y acciones concertadas, pero
rechaza la potestad de los Municipios para elaborar sus propios planes. Propone
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el desarrollo de ejes viales preferenciales y se completa el Estudio Preliminar
de Transporte de la Región Metropolitana que proyecta un sistema único de
redes integradas, RER (Red Expreso Regional), uniendo Norte con Sur. El
crecimiento del parque automotor no
es todavía percibido como un motivo
de preocupación.
Debe reconocerse que esta
experiencia logró, por primera vez,
producir un documento técnico
consistente que planteaba de forma
integral la problemática nacional y
tenia una propuesta para el desarrollo
de la región, aunque como producto
de una práctica autoritaria, no
establecía mecanismos de
participación ciudadana. Queda claro
que uno de sus objetivos estratégicos
fue controlar el territorio que
expresaba los mayores niveles de
conflictualidad social, para lo cual se
proponía reestructurar el suburbio,
eliminar bolsones de pobreza y ordenar
el crecimiento.
Sus propuestas despertaron
muchas expectativas en los medios
técnicos y en los hechos sigue siendo
tomado como referencia para el
desarrollo del área metropolitana. Fue 1.6 Delimitación de la Región
recuperada como propuesta por los gobiernos militares del periodo 76-83, en Metropolitana de Desarrollo.
tanto elemento legitimizador de su acción de gobierno. Fuente: Esquema Director del
Año 2000.
A la luz de lo sucedido, puede afirmarse que este Esquema Director tuvo
importantes niveles de realización. La construcción de grandes obras públicas
ha priorizado sistemáticamente la realización de las previstas por este plan, lo
que en la actualidad permite verificar la concreción de muchas de sus
predicciones. Lamentablemente, estos criterios desalentaron la realización de
obras que expresaban otras formas de desarrollo. En gran medida explican la
postergación del desarrollo de la zona oeste y en particular del municipio de La
Matanza, donde en los últimos 30 años se presentaron los mayores índices de
crecimiento y los indicadores más alarmantes de miseria.
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y subdivisión del suelo y dotación de servicios públicos que fueron aprobadas
por decreto del año 1969.
Durante el breve periodo de gobierno democrático transcurrido entre el
1973 y 1976 se crea una oficina responsable del desarrollo de un Plan para el
Área Metropolitana conformado por un equipo interdisciplinario y
numeroso21.Este grupo de técnicos jóvenes, elabora el estudio que da origen al
documento del Plan que se realiza conjuntamente entre la Nación (Ministerio
de Economía, Secretaria de Transportes y Subsecretaria de Planeamiento
Ambiental), la Provincia de Buenos Aires (Ministerio de Obras Públicas,
Subsecretaría de Urbanismo y Vivienda) y el Programa Naciones Unidas para
el Desarrollo (PNUD, Programa CONHABIT)22. Este refleja la irrupción de
la problemática ambiental y social con el objetivo de promover el desarrollo de
las mejores prácticas en la gestión del hábitat.
Un nuevo golpe de estado, en marzo de 1976, impone los criterios de la
doctrina de la seguridad nacional, y en este marco, retoman vigencia los criterios
represivos23 del control territorial.
Siguiendo con la experiencia del CONADE se recuperarán parte de los
estudios y se les dará nuevos significados. Corresponde hacer esta salvedad
porque algunos de los instrumentos propuestos por el SIMEB fueron centrales
para el desarrollo de la política urbana que implementó el gobierno militar,
sobre todo aquellos que resultaron útiles para su decisión de controlar el
territorio.
Adhiriendo a un marco conceptual sistémico, el plan del SIMEB
consideraba a la Región Metropolitana de Buenos Aires como un eje fluvial
industrial que conformaba un sistema, que incluía el Gran La Plata y se extendía
1.7 Lineamientos de la Estructura hasta Brandsen al Sur, Baradero y San Pedro al Norte y Luján al Oeste, y que
Espacial. Fuente: SIMEB. a su vez se coordine como sistema con La Plata y Rosario.
En su abordaje inicial propone que
el planeamiento constituya un
mecanismo continuo de análisis y
formulación de políticas urbanas, que
incluya la participación de la comunidad
y se complete con la creación de un Ente
Metropolitano responsable de
implementar las acciones indicadas por
el plan.
Al analizar los efectos de esta
experiencia debemos reconocer que pese
a haber sido desvirtuados los objetivos
y las propuestas que este plan tuvo con
su equipo inicial, y que muchos de sus
miembros debieron pagar su
participación con la prisión o el exilio,
ha sido este el plan urbanístico que
mayor impacto ha tenido sobre el
devenir de la realidad del área
metropolitana.
La sanción del Código de
Planeamiento Urbano para la Ciudad de
Buenos Aires (1977), la modificación de
la Ley de Alquileres, la sanción de la Ley
Provincial de Ordenamiento Territorial
y Usos del Suelo 8912 (1977) y la
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PROCESO DE PLANIFICACION EN EL AREA METROPOLITANA
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había realizado, con bastante éxito, la
experiencia de convocar a un concurso de
ideas. La municipalidad de Buenos Aires
se hace eco de esta iniciativa y, en el marco
de un convenio de cooperación con
España, convoca el Concurso de las Veinte
Ideas para Buenos Aires24. En un momento
de repliegue de la planificación, en el que
también se constataban sus limitaciones,
estos proyectos aparecen como programas
abiertos de escala intermedia y menor, que
dan lugar a la participación de los
habitantes en las decisiones. Por su parte,
el espacio público toma protagonismo,
desplazando a otros temas, pero apoyado
en la recuperación del derecho a la ciudad
dada por el advenimiento de la democracia.
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1987 – 1991 Plan Trienal de Gobierno
Contemporáneamente, la Provincia de Buenos Aires propone a la discusión
de la población las Bases Generales del Programa de Gobierno 1987-1991 y el
Plan Trienal 89/91. Se considera, asimismo, la identificación de regiones y la
formulación de un plan de desarrollo para cada una. Se desarrolla un diagnostico
general de la situación de la provincia y, sobre la base de una matriz problemas/
programas, abre una programación exhaustiva de acciones de gobierno.
Este plan, denominado “Plan de los 1000 emprendimientos”, planteaba
para el Gran Buenos Aires la creación de un fondo de desarrollo social con
capacidad para financiar acciones estructuradas en torno a un banco de
proyectos.
Dentro de su estructura se desarrolla la problemática de la región
metropolitana y para la región que abarca el Delta y el eje fluvial industrial.
En el año 1987, el Conurbano tiene aproximadamente ocho millones de
habitantes.
El estudio, coordinado por la Subsecretaria Provincial de Desarrollo
SUPRODE, 26 tiene un enfoque interdisciplinario con fuerte impronta
económica y presupuestaria y se orienta a organizar coherentemente el accionar
estatal en sus diferentes frentes sectoriales.
Reconoce el desarrollo de la metrópolis hacia el oeste, en contra de lo previsto
en planes anteriores y propone el fortalecimiento del Camino de Cintura como
articulador del funcionamiento de la primera corona, marcada por la fricción
entre residencia e industria y el control de la expansión de la mancha urbana,
promoviendo la ocupación de los espacios intersticiales en el interior del tejido
y mejorando la provisión de infraestructuras en las áreas ya urbanizadas.
Destaca los cambios que produce el crecimiento de la terciarización,
recomendando fortalecer la estructura de centros, subcentros y corredores
urbanos27. Analiza la existencia de cambios en los patrones de localización
industrial, señalando la necesidad de promover un sistema de parques
industriales para recuperar empleos industriales. Se analizan los problemas
producidos por los procesos de urbanización de las cuencas, las inundaciones,
las alteraciones ecológicas, decapitación de suelos por actividades extractivas e
influencia de la localización industrial sobre el área y también los aspectos
referidos a residuos. Plantea la necesidad de la participación popular
identificando a los Municipios como los ámbitos privilegiados de relación
entre estado y sociedad.
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con sus propios equipos, una cultura del plan que les ha permitido mejorar
notablemente la calidad de sus proyectos28.
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de nuevas modalidades de planeamiento, que permiten hoy avanzar sobre la
base de esta experiencia, con una perspectiva mucho más realista. Debe
destacarse la experiencia de un número considerable de Gobiernos municipales,
que pasaron de la zonificación preliminar (que exigía la implementación del
Decreto Ley 8912/77) a la formulación de planes urbanos, muchos de ellos
desarrollados con metodologías participativas. Interesa asimismo rescatar la
creación de la CONAMBA expresando una voluntad de crear una agencia de
desarrollo regional.
La experiencia del Plan Trienal, que da lugar a la creación del Fondo del
Conurbano. La experiencia de Génesis 2000, que se plantea los problemas del
tamaño y la gestión de los gobiernos locales. Y la experiencia de la creación de
la ciudad autónoma, con la redacción de una constitución y de los esfuerzos
por formular un plan urbano ambiental para ese distrito.
La actual etapa manifiesta un cambio positivo de tendencia para la Argentina
y por ende de las condiciones para la planificación urbana de la metrópolis. La
Constitución Nacional de 1853, en su artículo 107, prevé la facultad de las
provincias de “crear regiones para el desarrollo económico y social y establecer
órganos con facultades para el cumplimiento de sus fines…” Existen actualmente
procesos de agrupamientos regionales dentro del Área Metropolitana (regiones
norte y sur en consorcio) pero no existen aun experiencias metropolitanas
institucionalizadas. Este es el desafío.
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