LA MAYOR MONEDA DE
CAMBIO
ESTÁS A UN PASO DE FE DE TU NUEVA TEMPORADA
PEDRO MEDINA
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Dedicatoria
Quiero dedicar este libro a mi amada esposa Sara, que siempre me apoya,
me ama y ha sido la gran ayuda idónea en mi vida. A mis padres Claudia y
Luiz por siempre creer en mí. Mis amados pastores Rubén y Lidia que me
cubren y protegen espiritualmente, a todos los que trabajan con nosotros en
el ministerio, hijos y discípulos, que son mi razón de seguir luchando cada
día y a todos mis amigos y colaboradores del ministerio que serían
demasiados para mencionarlos aquí pero que me han aportado muchísima
fe, confianza, conocimiento y pasión. También dedico este libro a todos
aquellos hombres y mujeres que sueñan en llegar muy lejos, que están
luchando por alcanzar sus sueños y que lo están empezando sin recursos y
con poca o quizá ninguna ayuda. Dedico este libro a aquellos soñadores que
nunca se dan por vencidos y que tienen hambre de impactar este mundo.
Dedico este libro al Señor Jesucristo que es el Eterno creador, autor y
consumador de nuestra fe.
CONTENIDO
Introducción 6
Capítulo 1 - La Cultura de la Fe 9
Capítulo 2 - Atraes lo que eres, no lo que quieres 22
Capítulo 3-Ya tienes todo lo que necesitas 48
Capítulo 4 - Los saboteadores de la fe 63
Capítulo 5- Las cinco manifestaciones de la fe 73
Capítulo 6 - La fe y las Pruebas 99
Capítulo 7 - La fe en los demás 121
Capítulo 8- Errores y Mitos de la Fe 126
Capítulo 9- Las 4 dimensiones de la fe 143
Capítulo 10 - A un paso de fe de tu nueva temporada 154
“…porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de
mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os
será imposible.”
Jesucristo
LA MAYOR MONEDA DE CAMBIO Introducción
Durante todos estos años, en muchos viajes, hablando en conferencias,
predicando y sirviendo en el ministerio, me he encontrado con miles de
personas que parecen tener grandes sueños y grandes metas en sus vidas, se
emocionan y se inspiran escuchando sus conferencistas y autores favoritos
y anhelan ser como ellos. Pero después de escucharlos simplemente la
mayoría vuelve a su rutina y poco hacen por sus sueños al pensar que no
tienen los recursos ni los contactos o quizá la “suerte” para llegar allí donde
sus mentores han llegado. Dan por sentado que no tienen dinero, ni
recursos, ni las herramientas y creen que los que llegaron allí arriba son
“superhéroes” y/o “súper afortunados”. La verdad es que la mayoría de
nosotros podemos llegar allí como ellos llegaron y la verdad es que la
mayoría de los mentores que nos inspiran han llegado allí empezando igual
o incluso en peor situación que nosotros. ¿Cuantas veces escuchaste alguien
decir?: “Si tuviera el dinero haría tal y tal cosa... Si conociera algún
multimillonario que me ayudara en este proyecto… Etc. Todos nosotros
hemos pensado y hablado así, el dinero parece el atajo para llegar arriba,
pero en realidad si llegas allá arriba solo por el medio del dinero habrás
perdido la verdadera esencia de la superación y del éxito. En todo el mundo
existen grandes cantidades de gente adinerada pero no exitosa, no feliz y
olvidada en el anonimato. Entonces ¿qué es lo que lleva a personas sin
ventajas llegar a lugares tan altos? En este libro te voy a demostrar que la
mayor moneda de cambio no es el dinero sino la fe. Que se puede lograr
más con la fe que con el dinero mismo. Fe es la palabra más importante en
el diccionario, la fe es la aliada de cualquier logro importante. La fe no es
otra cosa que creer firmemente en alguien o en algo antes de verlo
materializado. El deseo sin fe no sirve de nada. Para lograr cualquiera cosa
importante en la vida uno debe convencerse a sí mismo de que puede lograr
su sueño, incluso debe convencer a su subconsciente hasta que el éxito final
o la meta sea parte de la esencia de uno. Tu vida interior no responde a
palabras sin fe. Tu inconsciente responde a lo que tienes como verdadero,
aquello que sabe que es real. Si llevas toda la vida diciéndote a ti mismo
que no puedes ciertamente no podrás nunca, ni con la ayuda de Dios
mismo. El primer requisito es creer. Si puedes creer que lograrás algo, si
convences a ti mismo, a tu subconsciente; toda tu vida, decisiones,
relaciones y pensamientos se direccionarán hacia esta meta, y la lograrás
porque Dios dijo que para el que tiene fe nada es imposible. La fe tiene un
poder creativo que hace atraer y congregar todos los recursos hacia un
objetivo. La persona más pobre del mundo no es la que perdió su dinero
sino la que perdió su fe. La fe es el recurso más poderoso que existe y Dios
nos ha dado una pequeña medida a cada uno, la cual podemos alimentar y
hacer crecer hasta que podamos alcanzar todo lo que deseamos dentro de
los preámbulos de un deseo real, no egoísta y coherente. La fe es agresiva,
la fe activa tu potencial, para ver lo que no se ve con los ojos naturales, te
da las fuerzas para poder seguir incluso cuando todo parece que va en
contra tuya. La fe es la moneda de cambio que adquiere todo, incluso
aquello que el dinero no puede comprar, creo que la fe tiene más poder y es
más valiosa que el oro, la plata y las piedras preciosas. La fe te sostiene en
medio de la tormenta, es un blindaje que te protege de los mayores ataques.
La fe es agresiva, es activa, la fe resucita los sueños que habían estado
muertos, el que tiene fe no conoce la derrota ni el fracaso, la fe es el
combustible de los soñadores. La fe te hará llegar más lejos que cualquier
otra cosa en la vida. La fe mueve montañas, la fe mueve el cielo y la tierra a
tu favor. Prepárate porque si tienes fe tienes más poder que todo el dinero,
recursos, talentos o dones que puedas tener. Si cambias el chip que dice
“necesito dinero para lograr mis metas” por “con mi fe alcanzaré mis
metas” entonces habrás sido libre de todas las limitaciones y tendrás la
moneda de cambio más grande para alcanzar todos los sueños de Dios para
ti.
Capítulo 1
La Cultura de la Fe
Cuando alguien piensa en “Cristianismo” muchos
conceptos surgen en cuanto a la manera de vivir de un cristiano. Lo primero
que suele pensar la gente sobre la característica principal del estilo de vida
de un cristiano es la moralidad. Los conceptos de cristianismo muchas
veces están basados en “haceres” y “no haceres” además de ciertos rituales
y cosas que cumplir para con la iglesia y/o con la comunidad. Sin embargo,
aunque la moralidad lógicamente se espera de un cristiano y que también
cumpla con ciertos requisitos que nos pone Dios, eso no es lo que identifica
un cristiano para Dios. Una persona puede vivir una vida moralmente
correcta, obedecer y practicar con regularidad las costumbres cristianas y
aun así no agradar ni conocer a Dios porque todo eso se puede hacer
naturalmente con esfuerzo humano y sin conocerle. Mucha gente que
conocemos que ni siquiera cree en Dios ni tiene conocimiento bíblico, o
tienen otra religión vive una vida moral y políticamente correcta, hacen el
bien, dan a los pobres, etc. Si lo que determinara un cristiano fuera un estilo
de vida “limpio” quizá muchas otras personas que no temen a Dios serían
mucho más agradables a Dios que muchos cristianos. Las historias que nos
cuentan los evangelios de las personas que estuvieron en contacto con Jesús
y que le impresionaban a Jesús no era la vida “limpia” que vivía los fariseos
o hombres como el “joven rico” que había cumplido todos los
mandamientos desde su temprana edad. Las historias que impresionaban a
Jesús eran de personas que quizá no eran moralmente ni políticamente
correctas pero que con fe alcanzaron la justificación de Dios y vivieron los
milagros más impresionantes del nuevo testamento. Ni nuestra moralidad ni
nuestra disciplina en cumplir con los rituales cristianos impresionan a Dios;
lo que le impresiona y lo que realmente le agrada es la fe. La conducta y la
moral se dan por sentado que debemos de tener, y no se necesita fe para
tener buena conducta y moral. Conducta y moral es cuestión de carácter y
educación pero la fe es algo sobrenatural que nace el corazón de los que
tienen hambre y sed de conocer y agradar a Dios.
Tanto el conocimiento como la moralidad son muy importantes pero según
Dios la característica principal que identifica un cristiano es la fe. En
Hebreos 11:6 dice “Pero sin fe es imposible agradar a Dios;” Eso quiere
decir que todo lo que haga “para Dios” tiene que ser por fe y todo lo que
haga “para Dios” sin fe no tiene mucho valor. Es sencillo, porque todo lo
que se hace sin fe cualquiera lo puede hacer, incluso los incrédulos. Esa es
la razón por la cual el cristianismo ha perdido su poder e influencia en
muchos lugares. Porque es una fe que se basa en conocimiento y buena
conducta, y en estas áreas muchas otras religiones y creencias nos ganan.
Ahora, donde el evangelio sigue teniendo poder e influencia, donde el
evangelio de Cristo realmente está creciendo son en aquellas comunidades
donde se vive un evangelio de fe y de poder, que realmente agrada a Dios y
que impacta la sociedad. El evangelio de fe bíblica, es un evangelio
sobrenatural. Moralidad y conocimiento cualquier cultura o religión lo
puede ofrecer, pero la fe de Dios, la fe bíblica, la fe que mueve montañas y
que te hace vivir una vida sobrenatural eso solo lo ofrece Cristo. Esa es la
cultura que Dios quiere que vivamos. Esa es la cultura de Dios, la cultura de
la fe.
“Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma.” Hebreos
10:38
El evangelio de fe bíblica,
Todo el libro de Hees un evangelio
chos de los Apóstoles nos sobrenatural.
cuenta la vida de la iglesia
primitiva y el estilo de vida que tenían. Las historias que cuenta el libro de
Hechos no son historias de buenas obras, de buena conducta o de bonitas
palabras. Cada historia que cuenta el libro de Hechos nos muestra un estilo
de vida de fe y un estilo de vida que demuestra el poder sobrenatural de
Dios interviniendo en los asuntos de la tierra. Son estos acontecimientos de
fe y poder de Dios que el Lucas el escritor de Hechos decide escribir para
contar la vida de los primeros cristianos, porque son esos actos de fe y este
poder sobrenatural de Dios lo que los diferenciaba de todas las otras
culturas. El apóstol Pablo expresa de la siguiente forma: “Porque el reino
de Dios no consiste en palabras, sino en poder.” 1Corintios 4:20.
La fuente de fe y la fe de Dios
La fuente de nuestra fe determina el tipo de fe que tenemos. Todas las
personas tienen fe pero ¿Dónde tienen depositada su fe? Si tienes tu fe en
las personas cuando estas te fallen perderás la fe, si tu fe está solo en ti
mismo cuando una situación te supere te desesperarás, si tu fe está en la
ciencia, cuando la ciencia te diga que no tiene solución para tu enfermedad
aceptarás la muerte.
La calidad de tu fe depende de en qué o en quien está depositada.
Si tu fe está en el dinero cuando no tengas dinero entrarás en la
desesperación y la depresión. Mucha
gente al perder su empleo o su dinero se ha suicidado porque su fe estaba en
el dinero y una vez perdido el dinero estas personas perdieron
completamente su fe y su esperanza de salir adelante en la vida. Sin
embargo, si tu fe está en el Señor Jesucristo y crees realmente en su palabra
Él dice en Marcos 9:23 que “Si puedes creer, al que cree todo le es
posible.” Y en Mateo 19:26 “…para Dios todo es posible.” Esta es la fe y
la esperanza del que realmente tiene su fe depositada en Cristo. La calidad
de tu fe depende de en qué o en quien está depositada. Si tu fe realmente
está depositada en Dios entonces todo lo que Él dice lo podrás vivir. El bien
más valioso que una persona puede tener es la fe en Dios y la confianza en
Su palabra. Quizá uno de los versículos más importantes en la Biblia sea
Números 23:19 “Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre
para que se arrepienta.”
Tener fe en Dios consiste en tener fe en su Palabra. Creer en Dios y dudar
de su Palabra es dudar de la integridad de Dios. Dios no puede nunca fallar
su Palabra. Cuando tienes fe en Él y confías en su fidelidad a su palabra
entonces empiezas a vivir y experimentar todas sus promesas. Pero para
experimentar sus promesas uno debe tener una fe activa, una fe con obras
que actúa correspondientemente con lo que confiesa creer. Para muchos la
fe no funciona porque quieren activar las promesas de Dios en sus vidas
desde una posición de víctima y de pena. La fe no actúa como víctima, la fe
y la postura de víctima son contrarias, la fe es agresiva, firme, victoriosa y
superior. Cuando actúas por fe en la palabra de Dios, esto es lo único que le
agrada. Dios no responde al dolor ni a la pena, lo único a lo que Dios
reacciona es a la fe. Sin fe es imposible agradarle. La fe es lo único que
puede acceder al favor de Dios. La fe es la moneda de cambio de Dios para
acceder a Sus recursos y cumplir Sus propósitos en la tierra. Para el que
tiene fe todo es posible, no existe los límites, no hay nada que no puedas
lograr.
La fe de Dios es la fe que vence el mundo
“Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria
que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino
el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?” 1Juan 5:4-5
Fíjate como este pasaje explica que lo que vence el mundo es la fe pero no
cualquier fe sino la fe en Jesús el Hijo de Dios. La palabra “mundo” aquí en
el original griego es la palabra “kosmos ” (G2889 Diccionario Strong).
Kosmos se refiere al sistema del mundo, el orden del mundo, el sistema
contrario al sistema de Dios. El sistema de Dios es la fe y el sistema del
mundo es todo lo contrario a la fe, el miedo. Todo el sistema que actual hoy
está basado en el miedo, la inseguridad y la vulnerabilidad. Es una
búsqueda infinita de conseguir la seguridad. El sistema actual del mundo es
un sistema donde la fe en Dios está fuera, y por lo tanto tienen que buscar la
seguridad en otras cosas que ofrecen una seguridad pero que en realidad es
falsa. En la búsqueda de seguridad las personas se hacen esclavas del
sistema del mundo. La humanidad busca sustituir la seguridad que solo
ofrece la fe en Dios en otros sustitutos baratos y falsos como la política, la
religión, el dinero, la fama, la ciencia, las filosofías y todo aquello que
ofrece una seguridad o una libertad. El mundo es el sistema dónde las
personas viven esclavizadas y aterrorizadas luchando unas en contra de
otras, es un sistema que hace que la humanidad se autodestruya en que los
resultados son dolor, contiendas, divisiones, sufrimiento, guerra y muerte.
El sistema del mundo no funciona porque han quitado la piedra angular que
es Cristo y sin la piedra angular todo viene abajo y no tiene sentido.
Para vencer este sistema y salir del temor, la autodestrucción, el amor al
dinero, el afán, la vanidad y la inseguridad sólo hay una manera, la fe. La fe
en el Hijo de Dios es lo único que puede vencer este sistema. Es lo único
que puede ofrecer una seguridad y paz real. Solo el sistema de Dios que es
el sistema de la fe puede hacernos libres de la esclavitud de este mundo.
La religión y la verdadera fe
Uno de los sustitutos falsos más común que tiene atrapada las grandes
masas en una falsa seguridad es la religión, la falsa fe, la fe basada en
rituales y leyes humanas y no en una relación genuina con Dios a través del
Espíritu Santo. Jesús condenó la religiosidad y su hipocresía en todo su
ministerio y fue perseguido y asesinado justamente por causa de la religión.
!!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a
sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos,
mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así
también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres,
pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad. !!Ay de vosotros,
escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los
profetas, y adornáis los monumentos de los justos, y decís: Si hubiésemos
vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en
la sangre de los profetas. Así que dais testimonio contra vosotros mismos,
de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas. !!Vosotros también
llenad la medida de vuestros padres!” (Mateo 23:27-32)
Millones de personas incluso cristianos han caído en la trampa de la
religión que cauteriza la mente y el espíritu de las personas que las siguen.
El mismo sistema religioso está basado en el temor, la culpa y la
manipulación así como todo el sis
La religión es parte del sistema del mundo.
tema del mundo. La religión sustituye la relación con Dios y la fe
sobrenatural que vence el sistema por un sinfín de rituales, tradiciones,
dogmas sin fundamento y una parafernalia intimidante que lo que hace es
manipular las masas a cambio de una seguridad falsa. La religión es parte
del sistema del mundo, los que siguen las religiones sin tener una fe
verdadera, entendimiento de las escrituras y un conocimiento y experiencia
personal con Dios sufren las mismas esclavitudes e inseguridades que sufre
el resto de la humanidad. Solo una fe real, conectada al Dios verdadero, con
sus principios, sabiduría y poder podrá librarte de este sistema corrupto y
autodestructor.
El sistema de la religión es un sistema que cierra las puertas para aquellas
personas que quieren entrar en el reino de Dios y disfrutar de su libertad. La
religión desea el control y la manipulación de las personas para edificar
poder, influencia y riquezas para hombres mientras que el reino de Dios
ofrece una libertad y abundancia sobrenatural con una relación sana de
amor con Dios y con las personas. La religión creada por hombres no
soporta el sistema del reino de Dios porque se basa justamente en los
preceptos contrarios al de la religión.
“Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis el
reino de los cielos delante de los hombres, pues ni vosotros entráis, ni
dejáis entrar a los que están entrando.” (Mateo 23:13)
Reino de Dios Religión
Amor, Gozo y Paz (Rom 14:17) Culpa, Manipulación y Miedo (Lucas 11:46, 1Tim 4:1-5)
Poder de Dios (1 Cor 2:4) Sabiduría Humana (1 Cor 2:4)
Novedad de Vida (Rom 6:4) Tradiciones e historia (Mar 7:8)
Amor y restauración del pecador (Juan 8:1-11)
Condenación del pecador (Juan 8:1-11)
Vida en el Espíritu (2Cor 3:6) Letra y conocimiento humano (2Cor 3:6)
Santidad desde el corazón (Mateo 23:27-32)
Santidad en apariencia externa (Mateo 23:27-32)
Adoración centrada en el espíritu y en verdad (Juan 4:1-24) Adoración
centrada en edificios y rituales (Juan 4:1-24)
Experiencia con Dios (Juan 14:21, Filipenses 3:10)
Estudios sobre Dios (Eclesiastés 12:12, 2 Cor 3:6)
Predican por amor (Mateo 10:8) Predican por ganancia (1 Tim 6:5)
Mandamientos de Dios (Juan 14:21)
Mandamientos de hombres (Colosenses 2:20-23)
Gobierna Dios (Efesios 4:15) Gobierna los hombres (Gálatas 1:1, Tito 1:16)
La fe de Dios
La fe de cada persona depende de en qué confía y depende de quién
escucha. La fe de Dios que es la fe que vence el mundo y que rompe todos
los límites viene por oír la Palabra de Dios o mejor, por oír Dios hablar. En
Gálatas 5 el apóstol Pablo describe la fe como un fruto del Espíritu Santo.
Todo lo que se refiere a la manifestación de Dios en la tierra depende del
Espíritu Santo, Él es Dios en la tierra y es Dios en los que hayan nacido de
nuevo que han creído en el Señor Jesucristo el hijo de Dios. La voz de Dios
en nosotros es la voz del Espíritu Santo. Sólo tendremos la fe de Dios
cuando aprendamos a tener comunión con Él y escucharle hablarnos. La
medida de tu relación con el Espíritu Santo será tu medida de fe y tu medida
de fe será tu medida de tus conquistas. Cuanto más le escuchas hablar y
recordarle las palabras de Dios más fe tendrás.
No existe cristianismo ni fe verdadera sin el Espíritu Santo
Toda la vida cristiana en el Nuevo Testamento estaba basada en una
relación íntima y real con el Espíritu Santo. El éxito de los cristianos en el
libro de Hechos se atribuye a su llenura y comunión con el Espíritu Santo.
El propósito central de Hechos es mostrar que Cristo continúa Su obra a
través de los cristianos y la Iglesia bajo la dirección y poder del Espíritu
Santo. El libro de Hechos llegó a ser llamado “Hechos del Espíritu Santo”.
Sin el Espíritu Santo el cristianismo se convierte en conocimiento humano,
historia, tradición y una religión más. Un cristianismo poderoso y
sobrenatural es fruto de una relación con el Espíritu Santo. Sin Él nos
volvemos carnales como cualquier otra persona que no conozca a Dios y
volvemos a estar dominados por las leyes del pecado y de la carne. En los
versículos siguientes Pablo explica claramente como realmente la vida
cristiana es basada en la relación con el Espíritu Santo.
Sin el Espíritu Santo el cristianismo se convierte en conocimiento
humano, historia, tradición y una religión más.
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús,
los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la
ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y
de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil
por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a
causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la
ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino
conforme al Espíritu. Porque los que son de la carne piensan en las cosas
de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque
el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y
paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios;
porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven
según la carne no pueden
El cristianismo está basado en el poder de Dios a través de la fe.
agradar a Dios. Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el
Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no
tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el
cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a
causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a
Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús
vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en
vosotros. (Romanos 8:1-11)
Mucha gente cree en Dios, lee la Biblia, va a la iglesia, practica los rituales
cristianos pero todavía viven en esclavitud, temor, angustia y una vida que
no representa
la fe de Dios en la tierra. Si deseas realmente vivir esta vida de fe
sobrenatural, sin límites, sin esclavitudes y sin temores debes conocer a
Dios, y Dios está aquí en la tierra en la persona del Espíritu Santo. Cuanto
más le conozcas y cuanto más te llenes de Él más tendrás de su fe y la fe
que Él te da es la fe verdadera y sin límites que accede a los tesoros y el
poder de Dios. El cristianismo bíblico es un cristianismo basado en la vida
en el Espíritu Santo y no basada en el conocimiento humano o de la historia
bíblica. El cristianismo está basado en el poder de Dios a través de la fe.
“y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de
humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que
vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder
de Dios.” (1 Corintios 2:4-5)
Si tu fuente de fe es Dios en la persona del Espíritu Santo entonces creerás
lo mismo que Él cree, que nada es imposible. Si tu fuente de fe está en
cualquiera otra cosa tu fe será limitada. La verdadera fe viene de Dios
mismo, sus palabras, su ministración dentro de nosotros, una vida de
relación con Él. Es un fruto de Su llenura en nosotros.
“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe…” Gálatas 5:22
Capítulo 2
Atraes lo que Eres, no lo que Quieres
Fe en Ti Mismo
Piensa en todo lo que te rodea, piensa en la vida que
llevas, piensa en las personas con las que te relacionas. Solemos creer que
todo lo que nos rodea es fruto de la casualidad y que no tenemos elección
para elegirlo. Solemos creer que somos así y tenemos lo que tenemos
porque la vida simplemente nos determinó que así fuera. Pero este
pensamiento está equivocado. En realidad nosotros atraemos lo que somos
y lo que somos es el resultado de nuestra manera de pensar. Imagínense si
atrajéramos lo que nosotros queremos. Seríamos todos muy exitosos y muy
prósperos. Sin embargo el caso no es este. Todos queremos el éxito y la
abundancia pero la mayoría no lo alcanzamos. Todo lo que somos, todo lo
que hacemos y todo lo que producimos es fruto de todo lo que está en
nuestras creencias, o sea, en nuestros pensamientos.
“Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.” Proverbios 23:7
Este versículo deja claro que somos lo que pensamos. Nuestra vida
simplemente es fruto de todo lo que venimos pensando desde que nacimos,
seamos conscientes de eso o no. Hemos tomado las decisiones que hemos
tomado y hemos llegado donde hemos llegado en base a la manera de
pensar que hemos desarrollado a lo largo de nuestra vida. Somos lo que
pensamos y atraemos lo que somos. Así es, atraemos a nuestro alrededor lo
que realmente somos dentro de nosotros. Las personas siempre buscan estar
en un grupo de iguales, buscamos las personas que son como nosotros y eso
ocurre inconscientemente. Uno no puede cambiar su alrededor, su ambiente
y sus relaciones si primero no cambia por dentro, pero la otra cara de la
moneda es que también no importa tu condición externa ahora, atraerás lo
que eres en tus pensamientos aunque todavía no hayas tenido el fruto
externo. Si eres capaz de cambiar tu imagen interior de ti mismo, esto
reflejará luego en el exterior. Es aquí donde quiero profundizar este
principio. La única manera de cambiar nuestro entorno es cambiando
quienes somos y la única manera de cambiar quienes somos es cambiando
nuestros pensamientos y sobretodo nuestros pensamientos sobre nosotros
mismos.
La única manera de
cambiar nuestro entorno es cambiando quienes somos y la única
manera de cambiar quienes
somos es cambiando nuestros pensamientos y sobretodo nuestros
pensamientos sobre nosotros mismos.
David Henry Thoreau, uno de los padres de la literatura estadounidense
apuntaba así “Lo que un hombre piensa de sí mismo, más que cualquier otra
cosa, es lo que determina su destino.”
Alinear la mente con el espíritu renovado
Cuando Recibimos a Cristo en nuestras vidas el Espíritu Santo hace una
obra regenerativa impresionante en nuestro espíritu. Al recibir al Espíritu
Santo en nuestras vidas empezamos a experimentar toda una nueva vida
espiritual, nuestro carácter cambia, el fruto del Espíritu se manifiesta,
tenemos paz, gozo, mansedumbre, etc. Desarrollamos una vida espiritual
que antes estaba muerta pero que ahora es nuestra prioridad diaria, oramos,
adoramos, alabamos, perdonamos, amamos, todo un estilo de vida nuevo.
Pero ¿y la mente? ¿El Espíritu Santo la renueva?, la verdad es que no. Dios
renueva nuestro espíritu y cambia nuestros corazones después del nuevo
nacimiento pero la transformación y renovación de la mente es un trabajo
que nos corresponde a nosotros mismos, a través de un esfuerzo consciente.
Muchos cristianos a pesar de ser salvos, de tener el Espíritu Santo siguen
con una mentalidad derrotista, pesimista, incrédula y mediocre heredada de
su antiguo estilo de vida en el mundo. Una gran cantidad de cristianos
tienen un gran éxito espiritual pero tienen un grave problema para tener
éxito en otras áreas como el matrimonio, la salud y la economía porque
simplemente necesitan empezar a pensar como Dios piensa en estas áreas,
necesitan renovar su mente, mientras no cambian su mentalidad no podrán
disfrutar de la perfecta y agradable voluntad de Dios en todas estas áreas de
sus vidas.
Reprogramar la mente para que deje de pensar dentro de los
parámetros de la
“normalidad” del mundo y empiece a funcionar y creer dentro de los
parámetros de “normalidad” del Reino de Dios
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la
buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Romanos 12:2
Nuestro trabajo después del nuevo nacimiento es alinear la mente con el
espíritu renovado, es un trabajo continuo y arduo que conlleva esfuerzo y
perseverancia. Reprogramar la mente para que deje de pensar dentro de los
parámetros de la “normalidad” del mundo y empiece a funcionar y creer
dentro de los parámetros de “normalidad” del Reino de Dios. Tenemos que
alinear lo que Dios piensa de nosotros con lo que nosotros pensamos de
nosotros mismos. Si creyéramos sobre nosotros lo que Dios cree de
nosotros seríamos cristianos increíblemente poderosos y tendríamos logros
extraordinarios.
Mucha gente espera un éxito en sus vidas por el simple hecho de ahora
tener una buena relación con Dios, lo que debemos entender es que nuestro
éxito espiritual depende de nuestro desarrollo de la oración y la búsqueda
del Reino de Dios y su justicia pero nuestro desarrollo humano, económico
y social depende del desarrollo de nuestra mente, nuestra formación,
cambio de pensamiento y adquisición de conocimiento y sabiduría.
“Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; Y sobre todas tus posesiones
adquiere inteligencia. Engrandécela, y ella te engrandecerá; Ella te
honrará, cuando tú la hayas abrazado. Adorno de gracia dará a tu cabeza;
Corona de hermosura te entregará.” Proverbios 4:7-9
La persona de Dios y los principios de Dios
Mucha gente confunde el éxito espiritual con el éxito natural. Uno puede
ser íntimo de Dios, lleno del Espíritu Santo, tener una unción poderosa y
una vida de oración disciplinada y aun así ser terriblemente fracasado en
otras áreas. La razón es sencilla, es que la persona de Dios en el Espíritu
Santo nos prepara para el éxito espiritual y los principios de Dios en su
palabra nos preparan el éxito humano. Dios nos ama por lo que somos, sus
hijos. Pero Dios nos bendice por nuestra obediencia, por seguir sus
instrucciones y aplicar sus principios en todas las áreas de nuestra vida. Si
deseas éxito espiritual llénate del Espíritu Santo y bastará. Pero si además
deseas lograr grandes metas, gran éxito y abundancia en tu vida tendrás que
aprender a poner en práctica los principios de Dios, sus principios de éxito,
de emprendimiento, de abundancia, de administración de multiplicación
como muchos otros en su Palabra.
Nuestros pensamientos dirigen nuestras vidas
Nuestros pensamientos dirigen nuestras decisiones y por tanto nuestras
vidas. Lo que una persona cree de sí misma es la mayor influencia en su
estilo de vida y pasos que toma en la vida. Esta influencia es tanto para bien
como para mal, y es lo que determina los logros y/o fracasos. Si fuéramos
totalmente conscientes de ello nunca más permitiríamos un pensamiento
negativo en nuestra mente. Según los estudios de hoy tenemos entre 60 y 70
mil pensamientos diarios y la mayoría de ellos negativos. ¿Consecuencia?
Vivimos muy por debajo de nuestro verdadero potencial y capacidades. Si
somos capaces de cambiar nuestros pensamientos sobre nosotros mismos
seremos capaces de cambiar nuestra manera de vivir y por fin nuestro
destino.
Ser ahora interiormente quien te gustaría ser mañana
Un gran secreto que enseño a mi gente es: “Ser ahora interiormente quien te
gustaría ser mañana.” Usa tu imaginación para determinar exactamente
como te gustaría ser de aquí diez o quince años. Si te imagina como un gran
conferencista exitoso, hazte esta pregunta: ¿Cómo se comporta un
conferencista exitoso?, ¿Qué hábitos tiene un gran conferencista exitoso?,
¿qué lugares frecuenta? ¿Cómo invierte su tiempo y recursos? Etc... Una
vez que ya hayas imaginado la persona que te gustaría ser en el futuro y has
diseñado una imagen en tu mente del tipo de comportamiento que tendrá
esta persona exitosa que imaginas (tú), entonces empieza a vivirlo dentro de
ti todas estas cosas, empieza a comportarte como tal persona, empieza a ser
exitoso dentro de ti, viste, habla, come, anda, siente como si fueras este “tú”
exitoso. Lo más impresionante que vas a experimentar es que tu alrededor
irá cambiar, tu grupo de iguales cambiará porque tú has cambiado. Pero no
basta con imaginárselo, tendrás que creer que lo que te has imagina es real
¡Tener fe! No poner en duda en ningún momento que eres esta persona. La
gente exitosa parece ser que siempre lo fueron dentro de ellas, parece ser
que siempre supieron que solamente era cuestión de tiempo en llegar a ser
quienes les gustaría ser, y la verdad es que siempre fueron exitosos pero en
formato de semilla.
Para algunas personas puede parecer ilógico este principio pero en realidad
este es el principio que usaron todos los grandes hombres y mujeres de
éxito que conocemos. Conscientemente o inconscientemente. Tenemos que
vernos en el futuro y tenemos que vivir el futuro antes de materializarlo.
Nuestro hoy es el futuro que diseñamos ayer y nuestro futuro será el
presente que diseñamos hoy.
Me ayuda mucho explicar este principio si analizamos una semilla de un
árbol. La semilla de un árbol es un árbol. ¡Piensa en eso! La semilla es un
árbol pero que todavía no se desarrolló en árbol, pero es un árbol en
potencial. Usted tiene que determinar en tus pensamientos que “árbol” eres
y entender que aunque no lo hayas desarrollado este es tu futuro y que esta
es tu genética. Lo interesante es que la semilla no tiene que luchar para ser
quien tiene que llegar a ser, lo natural es llegar a ser lo que tiene que llegar
a ser. Tu simplemente llegarás a ser lo que llevas dentro de ti, dentro de tus
pensamientos, simplemente crecerás en ser lo que ya eres dentro de ti.
Igual que una semilla de manzano no tiene la elección de llegar a ser un
naranjo. Usted no tienes elección de llegar ser aquello que quieres, solo ser
quien ya eres dentro de ti. Pero la buena noticia es que nosotros no somos
semillas de árboles, somos seres humanos y dotados de un don maravilloso
que nos dio Dios que es el don del libre albedrío, podemos elegir! Somos
seres RESPONSABLES, podemos elegir incluso nuestros pensamientos,
nuestras respuestas y como consecuencia elegimos nuestro futuro.
Si cambias hoy tus pensamientos, sobretodos los pensamientos sobre ti
mismo, entonces automáticamente cambiarás tu futuro! Tienes que ser y
tener todo lo que
Simplemente crecerás en ser lo que ya eres dentro de ti.
quieres ser y tener dentro de ti y entonces atraerás su equivalencia material
externa y todo lo que lo rodea.
¿Te acuerdas de tu tiempo en el colegio? ¿Te acuerdas de donde te sentabas
en clase y con quién? Simplemente te sentabas con las personas que eran
igual que a ti. En aquel tiempo eras niño y no entendías estos principios
pero ahora eres adulto y puedes elegir en quien convertirte cambiando lo
que crees de ti mismo y eligiendo tu entorno y tus relaciones. Pero recuerda,
no vas atraer lo que quieres sino lo que eres por eso lo tienes que vivir
desde ya.
La fe y la autoestima
Gedeón llevaba siete años bajo la opresión de los Madianitas y tenía que
esconderse en un lagar para sacudir el trigo por miedo a los opresores. Dios
le ve en esta situación y va de encuentro a él. Dios le dice que se levante
para liberar a Israel de la opresión de los Madianitas. Dios le dice que con
su fuerza liberaría a todo el pueblo. Gedeón empieza a hablar con baja
autoestima, con lamento, con excusa, con un lenguaje victimista y
derrotista. Sin embargo Dios no le escucha el lamento y la queja. Lo
interesante aquí es que lo primero que Dios le imparte a Gedeón cuando
habla con él es fe, le imparte palabras de fe, le dice que él es un guerrero
valiente, un conquistador y que tiene la fuerza suficiente para destruir al
enemigo y recuperar la tierra de Israel de las manos del enemigo. Dios le
hizo saber que la cueva no era su lugar, despertó el guerrero que había en él.
Dios no le escuchó las penas ni las quejas ni lo trató como un fracasado.
Dios le impartió fe al punto que Gedeón salió de allí totalmente convencido
de que tenía todo lo necesario para reconquistar lo suyo. Dios no lo mimó ni
lo consoló, ni consintió sus lamentos, Dios lo desafió a que luchara y
liberara todo su potencial.
¿Por qué lo primero que Dios imparte a nuestro corazón es fe y no amor por
ejemplo? Porque en 1 Juan 5:4b dice: “y esta es la victoria que ha vencido
al mundo, nuestra fe.” Si tienes fe siempre tienes la victoria. La mejor
definición de fracaso es no tener fe, cuando pierdes la fe fracasas. Sólo se
levanta de una crisis el que tiene fe que va salir de ella. Porque aunque haya
perdido la casa, la salud, el dinero, o lo que sea, si tiene fe conseguirá
recuperarse, aunque esté enfermo se sanará, aunque esté con todo
aparentemente perdido, si tiene fe tiene la victoria y su futuro será mejor
que su pasado.
Dios tuvo que levantar la autoestima de Gedeón para aumentar su fe. Dios
le tuvo que decir todo lo grande que realmente era, le habló de su potencial
y de verdadera fuerza que tenía escondida dentro de él. Automáticamente al
levantar la autoestima de Gedeón su fe creció y por lo tanto sus logros
fueron impresionantes.
Ahora ¿qué tiene que ver la autoestima con la fe? Mira lo que Pablo dice en
Romanos 12:3
“…, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que
Dios repartió a cada uno.”
Pablo relaciona directamente la fe con lo que uno piensa de sí mismo, oh
sea, la autoestima. Conforme a tu medida de fe será tu medida de estima.
Dios sana la autoestima con la fe. Más fe más estima. Lo poderoso es que si
tienes fe grande tendrás estima grande y si tienes estima grande tendrás
conquistas grandes.
Lo que entiendo aquí es que la fe no solo es para con Dios sino para con
uno mismo. Tener fe en Dios y no tener fe en uno mismo es tan inútil como
tener un automóvil y no tener la llave. Mucha gente tiene fe de que Dios
puede hacer grandes cosas. Pero uno que tiene la fe completa cree que Dios
hará grandes cosas a través de uno mismo. Mucha gente tiene fe de que
Dios puede hacer milagros pero la persona que tiene la verdadera fe cree
que Dios lo puede hacer a través de ella misma. Dios necesita que creas en
ti mismo.
En este aspecto quizá la religión (enseñanzas de hombres y no de Cristo)
haya hecho bastante daño. La religión ha enseñado durante mucho tiempo
“Cree en Dios, tu no sirves, eres un horrible pecador que no mereces nada
de parte de Dios”. Este pensamiento ha limitado a muchos en el cuerpo de
Cristo y los que no pensaban así se iban de la iglesia. El humanismo
también ha hecho bastante daño enseñando “Cree en ti mismo, Dios no
sirve, tú sólo podrás, Dios no puede ayudarte.” Lo que ha causado la
desesperación, desconsuelo y vacío en millones de personas, ahora
atrapadas en la falta de propósito. Pero la verdadera enseñanza bíblica y
sana de Cristo te dice “Cree en Dios pero cree en ti mismo también porque
eres Su imagen y Su semejanza y todo lo puedes en Cristo que te fortalece.”
Una cosa es que creas en Dios y otra es que creas lo que Dios cree de ti:
Que eres más que vencedor, que para ti nada es imposible, que nadie te
podrá hacer frente, que naciste para triunfar y ser feliz, que estás más que
capacitado y cualificado para el éxito…. Cree en ti mismo, cree lo que Dios
cree de ti.
Una cosa es que creas en Dios y otra es que creas lo que Dios cree de ti.
Jesús nos ha enseñado a amar al prójimo como a uno mismo. Eso quiere
decir que debo amarme a mi primero para después amar a mi prójimo. El
filósofo Eric Hoffer lo expresó de la siguiente forma:
“Lo notable es que… de verdad amamos a nuestro prójimo como nos
amamos a nosotros mismos; hacemos a los demás lo que nos hacemos a
nosotros; odiamos a los demás cuando nos odiamos a nosotros mismos;
somos tolerantes con los demás cuando somos tolerantes con nosotros
mismos.”
Amarse a sí mismo, creer en sí mismo es tan necesario como creer en Dios
para lograr cualquier cosa significante en el Reino de Dios. Aprende lo que
Dios piensa de ti, cree lo que Dios piensa de ti y podrás hacer lo que Dios
dice que eres capaz de hacer.
¿Cómo aumentar la fe? La evidencia que
realmente estás
escuchando la voz de Dios y lo que Dios dice de ti está en tus
conquistas.
Podemos mejorar esta pregunta, ¿cómo puedo aumentar mi fe, para
aumentar mi autoestima, para tener grandes conquistas? La respuesta es
sencilla. Dios simplemente habló con Gedeón. La autoestima y la fe de
Gedeón no aumentaron porque Dios le dio grandes cantidades de dinero, ni
un gran ejército, o cualquier otra cosa material. Dios simplemente le habló.
Veamos lo que dice
Romanos 10:17.
“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”
Lo que necesitas hoy para lograr todo lo que quieres lograr no son lo
recursos externos, sino el mayor recurso de todos, la fe. La voz
predominante en tu vida va determinar tu destino. Si aprendes a escuchar la
voz de Dios y aprende lo que Dios habla de ti, cree a respeto de ti y te lo
crees, vivirás una vida muy por encima de la que quizá estés viviendo
ahora. Si cuidas lo que oyes y de quien oyes, controlarás lo que crees. Lo
que oyes determina lo que piensas, lo que piensas determina tu
comportamiento, tu comportamiento determina en quien te conviertes.
Escuchar lo que Dios piensa de ti es poderosísimo, te saca tu verdadera
esencia, tu verdadero potencial, tu verdadero propósito.
La evidencia que realmente estás escuchando la voz de Dios y lo que Dios
dice de ti está en tus conquistas. Cuando Dios habla contigo activa el
guerrero que hay en tu corazón. Dirás basta de sufrir, basta de pobreza,
basta de amargura, me voy a levantar y tomar todo lo que Dios me dio.
Empieza hoy a cambiar la voz predominante en tu mente. Empieza a pensar
los pensamientos de Dios para ti. Te levantarás con una fe tremenda, una
autoestima indestructible y conquistas que harán el nombre de Dios grande
en tu vida.
“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el
SEÑOR —, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y
una esperanza.”(NVI) Jeremías 29:11
Mi meta clara en mi mente
Estudiando sobre el desarrollo personal y analizando la vida de grandes
hombres y mujeres de éxito, parece que siempre encontramos este principio
entre ellos. Son personas que saben exactamente lo que quieren, la fe
necesita un objetivo, un sueño, una meta para ser activada, sin objetivo no
hay fe. Una persona sin objetivos no necesita fe.
En 1953, en un estudio realizado por la Universidad de Harvard, se
entrevistó a todos los estudiantes de dicha universidad. Entre las diversas
preguntas que se les hicieron, una trataba sobre sus metas en la vida: ¿qué
querían conseguir en el futuro?.. Sólo un 3 por ciento de los alumnos
escribió lo que pensaba hacer en su vida. En 1973 se les entrevistó de nuevo
a todos. Por sorprenden
"El cazador que intenta perseguir a dos conejos, no atrapa ninguno".
te que parezca, aquel 3 por ciento de los alumnos que había establecido sus
metas por escrito valía económicamente más que el 97 por ciento restante.
Y no sólo eso, sino que estaban más sanos, alegres y satisfechos y tenían
mejor disposición ante la vida que el resto de los ex alumnos entrevistados.
(Lair Ribeiro en El éxito no llega por casualidad , página 97)
Así como un aparato GPS necesita que le des las coordinadas para que te
cree una ruta hasta dicha dirección tu mente necesita que le digas donde
quieres ir y te sorprenderás como todo tu cuerpo, mente y corazón se
programa para llegar a esta dirección. Este es el poder de una visión,
cuando sabes exactamente dónde quieres llegar, tu mente tanto consciente e
inconsciente trata de buscar las rutas y te facilita el camino para llegar allí.
La principal causa por la cual la gente no consigue lo que quiere es que no
sabe lo que quiere. Muchas personas funcionan por inercia, son llevadas por
las corrientes, van hacia donde les lleva la vida sin más. Hay un dicho que
dice “no hay buen viento para quien no sabe
adónde va”. Cuanto más claras sean tus metas, detalladas y visibles, más
fáciles serán de conseguir. Lo que tu mente va hacer
es eliminar todo aquello que no se alinea con tu visión y se programará para
aprovechar al máximo tus recursos, tus energías, y te diseñará la ruta para
llegar a esa meta. Si tus metas son borrosas o diversificadas, simplemente
pasarás por la vida pegando tiros por todos lados sin darle a ningún blanco
exacto. Hay un proverbio que dice "El cazador que intenta perseguir a dos
conejos, no atrapa ninguno". Quiero decir que es hora de alinear
estratégicamente todos sus esfuerzos hasta que toda su vida persigue una
sola cosa. La mayoría de las personas nunca han tenido todo en su vida
apuntando a una sola cosa a la vez. Si sus acciones, su oración, su
conversación y sus relaciones estuvieran apuntando en una sola dirección
serían mucho más eficaces. El día que apuntes todo hacia una sola cosa,
este día tu vida empezará avanzar. Si estás dividido en tu interior, en tus
metas, en tus objetivos no podrás permanecer. La Biblia dice en Mateo
Lucas 11:17 “…una casa dividida contra sí misma, cae.”
Haz tus metas visibles
Nuestra mente tiene dos partes principales, una es la memoria y la otra es la
imaginación. Todos tenemos la memoria bastante desarrollada, la parte que
nos hace recordar acontecimientos del pasado pero la imaginación es la
parte de nuestra mente que diseña nuestro futuro. Todo es creado dos veces,
así como el arquitecto diseña un edificio sobre un papel en lápiz y luego en
cemento sobre la tierra, primero creamos nuestro futuro en nuestra mente y
luego lo materializamos. Las personas exitosas son aquellas que trabajan,
desarrollan y alimentan su imaginación. Abraham recibió la imagen de un
hijo y de una nación que nacía desde este hijo y trabajó con este fin en
mente y fue el hombre más próspero de su tiempo. José recibió una Imagen
de su futuro a través de un sueño y eso cambió su enfoque en la vida y
manera de tratar la vida y gracias a esta imagen pudo permanecer firme
incluso en su tiempo de peor crisis. Estas imágenes Mike Murdock las
llama “semillas de sueños”. Mi consejo para ti es que pongas imágenes de
tu futuro alrededor tuyo. Pon imágenes en la nevera, en la imagen de fondo
de tu ordenador, en tus paredes, etc. Dale a tu cerebro y a tu alma una meta
por la cual luchar. Tener la imagen de tu futuro te hará más productivo, más
entusiasmado y por fin más feliz.
Las personas sin éxito son personas que están atrapadas en su pasado, que
están desperdiciando la mayor parte de su potencial por no tener claro en su
mente hacia donde quieren ir. Thomas Carlyle dijo: “Una persona que tenga
una meta muy clara conseguirá avanzar incluso en las condiciones más
difíciles. Una persona que no tenga ninguna meta no conseguirá avanzar ni
siquiera en las condiciones más favorables”.
Fe en ti mismo es la clave para desatar el POTENCIAL
El mundo cree en quien cree en sí mismo. Dentro de cada ser humano hay
un potencial sin fin, pero la palabra potencial significa aquello que podría
llegar a ser y no lo que llegará a ser. Definamos la palabra potencia l que es:
“Que puede suceder o existir, en contraposición de lo que existe ” (RAE).
Podríamos decir que es una habilidad dormida, potencia reservada, fortaleza
sin descubrir, talentos escondidos, capacidades encubiertas. Todo lo que
usted puede ser pero no lo eres todavía, todo lo que tú podrías hacer pero no
lo has hecho, todo lo que puedes alcanzar pero no lo has alcanzado.
Potencial es la habilidad no manifestada. La más grande tragedia que te
podría pasar no es morir, sino nunca realizarte a tu completo potencial.
Ahora que ya sabemos qué es potencial la principal pregunta es ¿qué es lo
que hace que uno explote su potencial? ¿qué es lo que hace que el potencial
se convierta en resultados y logros? Podríamos decir que son varias cosas,
pero la más importante es creer en uno mismo. Tener fe en ti mismo es lo
más importante para convertir tu potencial en logros.
Un trozo de madera seco podría ser solo un trozo de madera, podría ser leña
o simplemente basura. Pero este trozo de madera tiene el POTENCIAL de
llegar a ser una escultura, una obra prima de un escultor. De la misma
forma, somos como este trozo de madera, podemos ser nada, podemos
servir como leña para trabajar duro para el bienestar de otros, o podemos
llegar a ser una obra prima de la escultura. Todo depende de “Escultor”,
este escultor eres tú mismo, tu mente, tu ser interior. Eres tú mismo quien
decidirá qué será del trozo de madera (tu vida), según lo que creas que
puede llegar a ser así será.
Lo que está claro es que no podrás nunca vivir por encima de tus
creencias.
Tú eres el escultor de tu propia vida, tú solo llegarás a ser quien crees que
puedes y quieres llegar a ser. Si crees
Tú eres el escultor de
tu propia vida, tú solo
llegarás a ser quien
crees que puedes y
quieres llegar a ser.
totalmente en ti mismo, no habrá nada que esté fuera de tu alcance. A
menos que creas en ti mismo, nadie lo hará. Así que el catalizador de tu
potencial es la fe en ti mismo. La fe en sí mismo es el requisito para los
grandes
logros. Tú eres el escultor y tu vida la madera, tú decides creer si tu madera
(vida) sólo sirve para leña o si sirve para una obra prima. Esta decisión
nadie la tendrá por ti, tú decides creer en ti mismo o no. Así como es
nuestra fe en nosotros mismos, así es nuestra capacidad. Anthony Robins lo
expresó de esta manera: “Lo que podemos o no podemos hacer, lo que
consideramos posible o imposible, pocas veces es un reflejo de nuestra
verdadera sino más bien un nuestras creencias quiénes somos”. Tu vida es
un reflejo consciente e inconsciente
de lo que crees de ti mismo. Es un reflejo de tus creencias. Una creencia es
un pensamiento que se ha convertido en verdad, aunque sea falso. La
verdad es que tenemos muchísimas creencias que para nosotros son verdad
pero que en realidad son mentiras. Lo que está claro es que no podrás nunca
vivir por encima de tus creencias. Tus creencias pueden ser un techo
(limitantes) o una plataforma (posibilitadoras). Toda creencia limitante es
dañina y deben ser cuestionadas, confrontadas y camcapacidad, reflejo de
acerca de biadas porque dicho de otra manera, tú te conviertes en lo que
crees.
¿Cómo cambio una creencia?
Nuestros mayores enemigos son nuestros pensamientos limitantes, esos
pensamientos automáticos que son fruto de una creencia bien arraigada en
nuestro inconsciente. Los pensamientos que parece que “no los podemos
evitar”. Son tan automáticos que parece que no somos responsables de
ellos, porque son tan automáticos como el respirar. La mala noticia es que
son demasiados como para controlarlos todos. La buena es que tenemos las
emociones que nos permiten pararnos un momento, y decirnos: “¿qué estoy
pensando?”. Y ese es el primer paso para cambiar: la identificación de un
pensamiento negativo o limitante.
Por ejemplo: Esta es una ilustración de la vida de un hombre que se llama
Juan, que le gustaría ser maratonista pero que piensa que para él es
imposible y no lo puede hacer. Cada vez que piensa en entrenar para correr
la maratón se viene abajo pensando que es imposible correr tantos
kilómetros. El pensamiento de “Es imposible correr una maratón” es la
creencia limitante de Juan. Está basada en sus interpretaciones de una
realidad que vive él, una realidad distorsionada pero que para Juan es
absolutamente cierta. Seguro que los miles de maratonistas no están de
acuerdo con Juan, sobre todo aquellos que aun llevando una desventaja
física a la de Juan creen y son capaces de correr una maratón, personas que
les falta una pierna y corren un maratón usando una prótesis, otros que son
ciegos y muchos otros. La diferencia entre éstos y Juan es precisamente su
creencia con respecto a esa frase, “es imposible correr un maratón”. ¿Cómo
solucionamos este problema?, lo primero que hay que hacer es VERLO e
identificarlo. Entonces para cambiar una creencia limitante, el primer paso
es IDENTIFICARLA. ¿qué creencias te están limitando? Pensamientos
como “Yo no soy de estudiar”, “no puedo aprender idiomas”, “mi genética
es esa”, “soy de una familia pobre”, “soy madre soltera, no puedo estudiar
ni tener mi negocio”, “me crie en un barrio pobre”, etc.
Querer Cambiar
Una vez identificado estas creencias limitantes el siguiente paso es
QUERER CAMBIAR estas creencias. Lo que uno tiene que entender en
cuestión de cualquier cambio en nuestras vidas es que se exige un gran
esfuerzo al principio, un esfuerzo consciente. Después de un tiempo con un
esfuerzo consciente lo bueno es que nuestro subconsciente recibe la
información y a partir de ahí la “nueva creencia” se establece. Nuestras
vidas son el reflejo de nuestra mente inconsciente, y en nuestro inconsciente
es donde residen nuestras creencias. Una creencia es un pensamiento
convertido en verdad aunque sea totalmente falso, eso es lo que pasa en casi
todas las personas, viven mentalmente limitadas por “barreras” imaginarias
que se nos fueron impuestas. Un ejemplo clásico para ilustrar eso es el truco
de la raya en el suelo que se convierte en un límite para la gallina, si pintas
una raya en tiza alrededor de la gallina, la gallina quedará dando vueltas
hasta marear y caer. La raya en el suelo es una “barrera falsa”, pero que
para la gallina es una “barrera real”. La verdad es que la mayoría de
nosotros no vivimos a la altura de nuestra verdadera capacidad sino que la
altura de nuestras creencias. Nuestras creencias podemos decir que son
como las compuertas de una presa y que el agua de la presa son nuestras
capacidades, si tenemos creencias limitantes (cerradas), no permitirá que
nuestra capacidad se aflore y se fructifique. Lo interesante es que la mente
inconsciente simplemente acepta de manera incondicional lo que la mente
consciente le impone. Dicho de otra manera somos lo que creemos o somos
nuestras creencias. Si eres capaz de cambiar tus creencias serás capaz de
abrir las compuertas de tus capacidades y serás mucho más libre, efectivo y
productivo. Pero recuerda, un cambio de creencia no es fácil, es un esfuerzo
consciente para cambiar lo inconsciente. Toma un tiempo hoy para analizar
tu vida interior, tus pensamientos, tus creencias. Usted debe de ser el
investigador de tu mundo interior. Haz un inventario interno y empieza a
trabajar duramente para ser internamente quien te gustaría ser en el futuro.
Empieza hoy a renovar tu mente con los pensamientos de Dios para ti.
Una creencia es un
pensamiento convertido en verdad aunque sea totalmente falso.
Toma el control
Las personas realizadas y de éxito son personas que han tomado el control
de su mundo interior, de sus pensamientos y de sus creencias. Piensan y
creen lo que ellos quieren creer y por eso sus vidas van en la dirección que
ellos quieren que vayan. La gran mayoría de las personas, las que no son
exitosas son personas que tienen “pereza de pensar”, no les gusta mirar a su
mundo interior, seguro que por su inseguridad y su temor de ver lo que
realmente hay dentro de ellas. Hay personas que nunca toman tiempo para
solamente PENSAR. La verdad es que están perdiendo sus mentes, porque
no tienen el control y están a la deriva. Hay personas que no pueden estar a
solas o en silencio ni siquiera cinco minutos. Sus conversaciones internas
son rápidas e interrumpidas e influenciadas constantemente por el móvil, la
tele, el ordenador o las conversaciones con otros. Incluso están aquellas
personas que al ir a dormir no lo pueden hacer si no tienen la televisión o la
radio encendida. La gran mayoría de las personas casi nunca tienen
diálogos internos ni meditan en “porque son como son”. Si nunca te has
preguntado “¿Por qué soy como soy y que tengo que hacer para cambiar?”
seguramente eres una persona que no tienes el control de tu mundo interno
y que solo recibes influencias externas que llevan tu vida a diferentes
direcciones cada día, como un barco a la deriva en alta mar. Hoy puedes
decidir tu destino, la dirección que vas a tomar en tu vida. Pero para eso
tendrás que tomar el control de tu mundo interior y de tus pensamientos. El
que gobierna tus pensamientos gobierna tu vida. Si no gobiernas tus
pensamientos y lo deja a la merced de la influencia externa cualquiera cosa
crecerá en tu mundo interno como en un solar descuidado donde crece
cualquier tipo de yerbajo. Ser una persona que pasa tiempo a
solas, meditando y escriLa voz que confías es la biendo te hará una persona voz que te guiará hacia
el
más sana, más productiva y triunfo o hacia la derrota. más feliz. Controlar tu
mundo interior te hará
dueño de tu propia historia.
Cercando el jardín
Una vez que hayas tomado el control de tus pensamientos y de tu mundo
interior tendrás que “cercar tu jardín”, es decir, controlar la influencia
externa. Mike Murdock dijo “tu futuro está determinado por la voz que
confías”. A lo largo del día tenemos miles de voces que nos hablan y la
realidad es que la voz más predominante será la voz que nos guiará. La voz
que confías es la voz que te guiará hacia el triunfo o hacia la derrota. ¿Qué
tipo de influencia externa estás permitiendo entrar en tus pensamientos?
Hay un Salmo en la Biblia que nos alerta sobre que influencias debemos de
tener en nuestras mentes.
Salmo 1 - Dichoso quien no sigue el consejo de los malvados, ni en la
senda de los pecadores se detiene, ni en compañía de los necios se sienta,
sino que se complace en la ley del Señor sobre la que reflexiona día y
noche.
Es como un árbol plantado junto al arroyo: da fruto a su tiempo y no se
secan sus hojas; consigue todo cuanto emprende.
No ocurre así a los malvados,
paja que el viento arrastra.
No vencerán los malvados en el juicio, ni los pecadores en la asamblea de
los justos pues el Señor protege la senda de los justos mientras la senda de
los malvados se desvanece.(BLP)
En este pasaje de las escrituras queda claro que la prosperidad (en todos los
ámbitos) tiene una influencia directa con el tipo de pensamientos que
permitimos en nuestra mente. Es bastante claro que los que toman consejo
en las escrituras y no con los malvados, necios o pecadores serán los que
realmente prosperarán y prevalecerán. Lo que realmente está diciendo aquí
es que tenemos que cuidar meticulosamente de donde estamos recibiendo
consejos e influencias en nuestros pensamientos. También he destacado la
palabra “reflexiona” que en otras traducciones se traduce como “meditar”.
Lo que me llama la atención aquí es que “la mala influencia” viene
fácilmente y gratuitamente mientras que “la buena influencia” viene por un
esfuerzo consciente de “reflexionar”. Si quieres tomar el control de tu vida,
tendrás que tomar el control de tus pensamientos, y si quieres tomar el
control de tus pensamientos tendrás que controlar la influencia externa o la
procedencia de estos pensamientos. La verdad es que somos muy
manipulables, los medios de comunicación lo saben muy bien, por eso los
anuncios por televisión tienen tanto éxito. En realidad la vida de la gente es
exactamente lo que les plantea la televisión. La televisión se ha convertido
en el alimento mental más común de las personas. ¿Desde dónde sacas el
alimento de tu mente? Jim Rohn lo expresó de la siguiente manera: “Los
pobres tienen grandes televisores. Los ricos tienen grandes bibliotecas” .
Así como “eres lo que comes” físicamente, “eres lo que comes”
mentalmente. La voz predominante en tu mente determinará tu destino. Lo
triste es que pocas personas se dan cuenta de la importancia de cuidar lo
que les entra en la mente. Los pensamientos parecen “inocentes” pero en
realidad son la raíz de nuestras acciones y decisiones. Todas las decisiones
que has tomado hasta ahora es porque antes se habían formado un
pensamiento y lo más probable es que este pensamiento haya sido
introducido por una influencia externa. Cuida lo que entra en tu mente y
tendrás acciones y decisiones que te llevarán al éxito.
Capítulo 3
Ya Tienes Todo lo que Necesitas
Fe en lo que Tienes
La creencia de que todavía no puedes empezar tus
proyectos o que tus sueños no se podrán cumplir porque no tienes los
recursos puede ser un error catastrófico para tu vida. En realidad es la
creencia principal en la hora de no poner en marcha tus proyectos. En
realidad todos los sueños que valen la pena están fuera de nuestro “alcance
presente” y por eso se llaman sueños. Pero que estén fuera de nuestro
alcance presente no quiere decir que están fuera de nuestro alcance.
Después de aprender a tener fe en uno mismo lo más importante es
Cuando pides un árbol a Dios, Dios te da una
semilla.
implementar la creencia de que “ya tengo todo lo necesario para cumplir mi
sueño”, tus recursos por poco
que sean ahora son suficientes para dar a luz a un sueño. Cuando pides un
árbol a Dios, Dios te da una semilla. Una semilla puede parecer
insignificante, pero sembrada, es decir puesta en acción, crece y se
convierte en un árbol. Así son nuestros recursos, solo crecerán si ya los
hayamos explotado todos. Lo que tienes ahora es la semilla de algo grande
que vendrá. Las semillas si están guardadas en el granero no se multiplican,
no dan fruto. Así son tus recursos, tus energías, tus talentos. No podrán
nunca dar a luz a tu sueño si no actúas ahora! Es más, lo más probable es
que cuando más tiempo lleve guardada la semilla más vulnerable se hará.
Todo empieza en pequeño, así que tienes que actuar ahora con lo que tienes.
Mucha gente termina sus vidas sin nunca cumplir sus sueños. Mucha gente
dice que está a la espera de “tener tiempo” o “tener el dinero” y eso nunca
ocurre del todo. Siempre hay una excusa para no empezar, para dar el
primer paso.
¿Hoy te arrepientes de no haber empezado algo en el pasado? ¿Te has
preguntado que tendrías hoy si ya lo hubieras empezado hace muchos años?
Pues la realidad es que dentro de unos años te arrepentirás nuevamente de
no haber empezado ahora. La gente de éxito son gente que tiene inteligencia
práctica. La gente de éxito son las que no esperan a que se den la
circunstancias ideales, a contar con todos los recursos a su alcance o a ver
todo el camino por delante, en fin, son personas de fe. Son personas que
ponen su sueño en marcha y van descubriendo sobre la marcha las
soluciones. Acción trae reacción. Solo la acción trae resultados. La vida de
Abraham, que fue llamado el padre de la fe nos demuestra este principio de
manera increíble. Dios le dijo que se fuera a una tierra lejana a la suya
donde él prosperaría en gran manera sin decirle donde! Abraham
simplemente obedeció y salió, creyendo que según el caminaba Dios le
guiaría los pasos. Empieza a caminar hacia tu sueño hoy, creyendo que Dios
te guiará los pasos, que las soluciones y las estrategias vendrán sobre la
marcha. Todo lo que necesitas para tus sueños ya lo tienes, pero en forma de
semilla, ahora siembra esta semilla actuando. No pierdas ni un segundo
más.
La sincronicidad
Algo increíble pasa cuando tomas una decisión con la que te comprometes
de verdad. Creo que todos nosotros hemos vivido alguna vez hoy llaman la
“ley de la sincronicidad”. Son estos tiempos en nuestras vidas en los que
todo fluye de una manera maravillosa, aparecen las soluciones y los
recursos de una manera misteriosa. Son esos momentos cuando aparecen las
personas y oportunidades ideales para encajar y complementar lo que estás
haciendo. Yo estoy convencido que la verdad de la ley de la sincronicidad
es que Dios siempre está dispuesto a colaborar y facilitar las cosas cuando
uno está luchando por sueños coherentes, aquellos sueños que luchan por el
bien de muchas personas y no solo para la autosatisfacción y demuestra un
compromiso sin vacilar con sus decisiones. Dios sólo exige dos cosas: fe y
acción; acción porque la fe sin acción no es fe y acción porque “decidir” no
es “decir lo que se va hacer”, decidir es actuar.
Lo que tienes es suficiente
El problema muchas veces es que nos comparamos con los demás y
queremos usar lo que los demás tienen, lo que los demás han usado.
Decimos a nosotros mismos “si yo tuviera lo que esta persona tiene,
lograría lo que ha logrado”. David era un joven que creía en Dios, creía en
sí mismo y creía en lo que tenía. Esta es la receta perfecta del éxito. Creo
que el éxito no está determinado por lo que tienes sino por lo que haces con
lo que tienes. Cuando Saúl le quería dejar su espada y su armadura David lo
rechazó. Cualquiera persona que no cree en lo que tiene jamás rechazaría la
armadura y la espada del rey. Sin embargo David no acepto “la forma de
luchar” del rey, David usó lo que tenía que era una honda con una piedra.
Una piedra y una honda comparadas con la armadura, espada y lanza de un
gigante parece insignificante pero fue “suficiente”, quizá tengas a personas
exitosas a tu alrededor que tengan toda la parafernalia de guerra, ellos no
están usando la fe sino la lógica solamente. Pero la gente que cambia sus
vidas, que saltan del anonimato al escenario de la vida son las personas que
usan lo poco que tienen y logran lo que nadie logra. Tengo que pensar que
lo que tengo es suficiente de parte de Dios para hacer lo que Dios quiere
que haga. Dios no va usar lo que has perdido, Dios va usar lo que te quedó.
Dios usa lo que tienes, cosas que parecen insignificantes. ¿Crees en lo que
Dios te dio para
El éxito no está
determinado por lo que tienes sino por lo que haces con lo que tienes.
trabajar? porque si no te parece suficiente no serás efectivo para matar el
gigante. Tienes que creer en lo que Dios te dio y usar todo lo que tienes. A
veces estás tan enfocado en lo que está en contra de ti que no ves las cosas
que Dios ha puesto a tu favor. Tienes cosas que todavía no te diste cuenta de
su valor. Dios te ha dado favor en lugares que has ignorado. Usted tiene
todo lo que necesitas para cumplir tu sueño. Creer que necesitas algo que no
tienes es un error que te paralizará. Quizá hayamos criticado nuestros
propios talentos con nuestra baja autoestima y miedo, muchas veces hemos
hablado mal de lo que tenemos en vez de dar gracias. Todo por lo que das
gracias se te multiplica, todo por lo que te quejas se alejará de ti. Cuando
Jesús solo tenía algunos panes y peces para alimentar la multitud dice la
Biblia que Él dio gracias. Jesús no se quejó de que “no era suficiente para
alimentar la multitud”. Jesús dio gracias y se multiplicó. Todo lo que
celebras en tu vida se quedará y se multiplicará, todo lo que críticas y te
quejas en tu vida se te irá. Dios te dice hoy: Puede que no parezca mucho
para ti pero si usas lo que te di, vas a tener la victoria. Imagínate si Steve
Jobs no creyera así, él podría sencillamente decir “no tengo los recursos,
que podría hacer un joven como yo aquí en este garaje, sin dinero, sin
apoyo…”. Si Steve Jobs sacara sus conclusiones comparándose con las
enormes empresas tecnológicas jamás hubiera empezado su sueño de crear
Apple. Ten fe en lo que tienes! Empieza ahora!
Usa todo lo que tienes
La mayoría de las personas se imaginan dándolo todo cuando tengan éxito
pero la realidad es que sólo llegarán al éxito si lo dan todo y un poco más
ahora. Si haces tu mejor ahora quedarás en la mejor posición para el
próximo momento. Si lo das todo en cada instante, en cada meta, en cada
desafío, como si fuese la oportunidad de tu vida, al final la oportunidad de
tu vida acabará surgiendo. Compromete todo lo que tienes en lo que estás
haciendo. Picasso dijo “cuanto más duro trabajo más suerte tengo”, en
realidad lo que Picasso dice en esta frase es un principio que toda la gente
de éxito ha aplicado en sus vidas, el hábito de hacer más de lo que te pagan
o esperan que hagas. La gente de éxito que practica este principio
explicado por Napoleón Hill consigue la atención de aquellos que pueden y
que te proveerán con oportunidades. La gente que lo da todo se convierten
en indispensables. Cuando das lo mejor de ti en cada tarea te posicionas
para una promoción.
La gente no quiere dar todo en algo que parece insignificante, es un
pensamiento lógico y natural. Todos queremos dar todo por algo grande y
excepcional. Sin embargo si piensas un poco, nada que sea realmente
excepcional hoy fue hecho sin esfuerzo, sin sacrificio o sin darlo todo. Si
quieres que tu vida o tu sueño se lleve a cabo tendrás que darlo todo aun
cuando parezca insigni
Creer que necesitas algo que no tienes es un error que te paralizará.
ficante, tu esfuerzo hará que sea significante, tu esfuerzo hará que se haga
realidad.
En una pelea o en una competición tienes que darlo todo para obtener la
victoria. En la vida ocurre de la misma forma, las personas que van la
“milla extra” son las personas que ganan, las que les aparece las mejores En
una pelea o en una competición tienes que darlo todo para obtener la
victoria. En la vida ocurre de la misma forma.
oportunidades, a las que se les ofrece los mejores puestos de trabajo.
Napoleón Hill apuntaba de esta manera: “ El ser humano que hace más de
aquello
por lo que le pagan pronto recibirá más de lo que hace.” A las personas que
le van bien son aquellas que exceden las expectativas. Si te limitas en hacer
solamente lo que esperan de ti serás uno más del montón. Las personas
exitosas son aquellas que siempre lo hacen todo con excelencia y exceden
las expectativas y lo hace como un hábito y no de manera puntual. Hacer lo
mejor siempre te acercará más cada día a tu potencial. No puedes ganar
siendo perezoso, no puedes ganar si no lo das todo!
Se responsable de tu éxito
El sentido de responsabilidad por las decisiones de uno mismo es el primer
requisito para la efectividad y el éxito. No esperes a que nadie le resuelva la
vida porque si no sufrirás el peligro de nunca avanzar. Es cierto que la vida
está llena de injusticias, trabas, obstáculos, problemas, pero la gente de
éxito no se dedican ni un minuto a quejarse, lamentarse o echar la culpa a
los demás sino que pone su atención en como esquivar los obstáculos.
Cuando intentamos depositar la responsabilidad de nuestro éxito o de
nuestra felicidad en otras personas u otras cosas caemos en el foso de las
excusas. Cash Luna señala “Dios te puede levantar de un fracaso pero no
de las excusas.” La gran mayoría de las personas viven en el foso de las
excusas, trasladando toda la responsabilidad de sus frustraciones a todo lo
que le rodea. ¿Has conseguido alguna vez lo que deseabas poniendo
excusas? Imposible. En todas las áreas de la vida, o tienes excusas o tienes
éxito; pero no puedes tener ambas cosas a la vez. No existe ninguna persona
que haya conseguido su máximo logro a base de excusarse. Todo aquel que
ha conseguido lo que deseaba, lo hizo a fuerza de esfuerzo y de actitud. No
hay excepciones, así que todas las vece que estemos tentados a excusarnos
recordemos que nos estamos hundiendo aún más en el foso de las excusas.
La gente de éxito no busca excusas, buscan soluciones, buscan resultados.
No espere más a que venga alguien a solucionarte la vida, empieza a
trabajar duro para eliminar las excusas en tu vida. En la vida solo podrás
elegir entre excusas o resultados. Sólo el 15% de lo que pasa en tu vida
depende de fuerzas externas, como accidentes, tragedias, donde naciste,
quienes son tus padres, etc. Usted es responsable de al menos el 85% de lo
que ocurre en tu vida, es fruto directo de tus decisiones diarias. Si usted
culpa de sus problemas y fracasos a otra gente, circunstancias fuera de
control o a la mala suerte, estará condenado a fracasar. ¿La buena noticia?
La responsabilidad es una habilidad que todos podemos aprender. Empieza
hoy a tomar la responsabilidad de tus logros y fracasos. La persona que
culpa a los demás por sus fracasos nunca crece, repiten siempre los mismos
fracasos, y como resultado, nunca logran salir adelante, viven de la queja.
Para lograr tus sueños usted debe mejorar continuamente, y no puede
hacerlo si no asume la responsabilidad por sus acciones y aprender de sus
errores. Si algo no está saliendo bien no culpes a nadie, trabaja sobre ti
mismo, sobre tus habilidades, aprende, crece, busca soluciones. Si otras
personas a tu alrededor lo están logrando tú también lo puedes lograr.
No existen víctimas exitosas
Lo peor en la vida es resignarse, darse por vencido, creer que somos
víctimas de nuestro entorno, que por la culpa de una infinidad de cosas que
nos rodea y que no tenemos el control nos han determinado al fracaso.
Creer que la vida es algo que nos ocurre en lugar de creer que la vida es
algo que hacemos que suceda es el paradigma más limitante y dañino que
una persona puede tener. Solo hay una forma de tener el control en tu vida:
poner toda la responsabilidad sobre tus hombros y entender que lo que
ocurre en la vida es fruto de tus propias decisiones. Si no tomas las
decisiones y el control de tu vida te convertirás en marioneta y otros
tomarán las decisiones por ti, sin tu consentimiento. Cuando leemos sobre
lo que Dios habla a respecto de prosperidad en la Biblia vemos claramente
como Dios pone la responsabilidad y el control en las manos del hombre.
Mira lo que dice en Josué 1:7-8
“7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a
toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra
ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
8
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de
noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en
él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá
bien.”
Creer que la vida es algo que nos ocurre en lugar de creer que la vida es
algo que hacemos que suceda es el paradigma más limitante y dañino
que una persona puede tener.
Según Dios en este pasaje, la fórmula para el éxito son 4:
1. Esfuérzate: Dios le tuvo que decir a Josué varias veces que se esforzara.
Me llama la atención porque Dios no repite muchas cosas tantas veces de
forma tan seguida como lo hizo en el capítulo 1 de Josué. Dios le pone en
Josué la responsabilidad de que las cosas salgan bien y le dijo que se
esforzara. Sin esfuerzo no hay prosperidad, no hay triunfo. Lo interesante es
ver que en la vida de muchos creyentes su vida de oración se basa en orar
para que Dios haga los milagros necesarios para que no tengan que
esforzarse o sea, le piden a Dios que le hagan el trabajo que les corresponde
hacer. Dios no promete que las cosas sean fáciles, Dios promete la victoria
sólo cuando realmente lo hayas dado todo. Tu nivel de esfuerzo y sacrificio
será tu nivel de éxito. Si eres una persona que no te gusta sudar, madrugar o
esforzarte probablemente ni con la ayuda de Dios podrás tener éxito. El
esfuerzo es un hábito que se aprende desde niño y que determina los logros
cuando uno sea adulto. Si siempre fuiste de los que no te gustaba estudiar,
siempre conse
Tu nivel de
esfuerzo y
sacrificio será tu nivel de éxito.
guías encontrar un atajo o una excusa te costará mucho más cambiar ahora.
La buena noticia es que esforzarse es un hábito que se puede aprender y
además es adictivo. Cuando empiezas a ver los logros a través
del esfuerzo querrás esforzarte aún más.
2. Se valiente: El segundo elemento en la fórmula de Dios para el éxito es
ser valiente. Todos los sueños son posibles, lo que lo hace imposible es el
miedo a fracasar. El miedo te hace ver las cosas de manera negativa. El
miedo te paraliza. El miedo es el opuesto de la fe. El miedo cree en lo peor
mientras que la fe cree en lo mejor. La gente exitosa son aquellas que
deciden luchar contra un enemigo que la mayoría de las personas temen
enfrentar. David era valiente y eso se demostró cuando enfrentó al enemigo
que todos temían. Por ejemplo: muchas personas tienen el sueño de tener
una gran empresa pero pocos se animan a empezarlas. La gente tiene miedo
de enfrentar la burocracia, los impuestos, las horas de trabajo, las miles de
cosas que uno tendrá que hacer para que esta empresa salga adelante. Los
valientes enfrentan todo eso con todas sus fuerzas y logran salir adelante.
Estoy convencido que la gente poco talentosa y poca habilidosa pero que
son valientes son capaces de lograr mucho más que los que tienen mucho
talento pero no se atreven.
El miedo a fracasar hace que las oportunidades pasen y que no las
aproveches por “¿y si sale mal?”. Cuando uno se hace valiente y vence al
miedo puede lograr cualquier cosa. Lo más terrible sobre el miedo es que te
derrota antes de ni siquiera intentar. El miedo convierte pequeños insectos
en grandes monstruos, el miedo te hace sentir más pequeño de lo realmente
eres. El miedo genera grandes frustraciones porque dejamos de hacer
muchas cosas que nos gustaría hacer. Avanzar en la vida tiene mucho que
ver con la manera en que confrontamos el miedo. El miedo no se niega, el
miedo se confronta y se conquista. Cada vez que te atreves el miedo
disminuye y tu fe crece. Ser valiente es imprescindible para conquistar
cualquier cosa que tenga valor. Imagínense si Josué no tuviera valor. Josué
tenía que enfrentar a gigantes y ciudades fortificadas. Dios le tuvo que
impartir valentía para que pudiera hacer frente a los enemigos y que pudiera
verse más grande que ellos. El secreto es sentir miedo pero hacerlo de todas
formas.
¿Cuál es el riesgo de que te digan ‘No’? Que te quedes como estabas, o
sea, ningún riesgo.
Uno de los miedos más terribles es el miedo al rechazo. Para lograr
cualquier cosa de valor hay que arriesgar. Muchas personas toman el no
como algo personal. Creen que el
no se refieren a ellos. Jack Canfield lo pone así: “Para poder tener éxito es
necesario aprender a manejar el rechazo. El rechazo es parte normal de la
vida. La gente que no acepta ser rechazada nunca logra nada”. La gente
valiente no tiene miedo al no, buscan siempre otra puerta. William Saroyan,
uno de los escritores más famosos en Estados Unidos en la época de la
Depresión recibió más de 7.000 rechazos antes de conseguir vender su
primer relato breve. Cuantas más veces intentas más cerca estás de un “Sí”
y ¿cuál es el riesgo de que te digan ‘No’? Que te quedes como estabas, o
sea, ningún riesgo.
3. No se apartará de tu boca este libro de la ley: Lo que uno habla está
completamente ligado a su destino. Nuestras palabras señalan nuestro
destino. La gente feliz y exitosa son las personas que eligen bien sus
palabras y confiesan lo mejor, confiesan el éxito. Nuestras palabras, lo que
decimos y cómo lo decimos tiene un efecto positivo o negativo en nosotros
y en los demás. Tomar consciencia de este impacto te hará asumir la
responsabilidad con respecto a tus palabras, a lo que dices y a cómo lo
dices. Somos responsables de lo que me decimos cada día, de cómo nos
tratamos a nosotros mismos, del lenguaje positivo o negativo con el que
dirigimos a la persona más importante para nosotros, nosotros mismos. Pero
también somos responsables de qué palabras dirigimos a los demás, del
impacto que estas tienes en ellos. Y es que existen personas tóxicas por su
actitud victimista, irresponsable, cobarde, pero también existe el lenguaje
tóxico y es aquel que hace daño, que falta al respeto, que acobarda, que
hace pequeño a quién lo escucha, que critica, que juzga, que hiere. Cuando
entiendes el poder y el impacto que producen nuestras palabras empiezas a
cuidar mucho lo que dices. Tus palabras son una señal de hacia dónde estás
yendo. En el capítulo 5 seguiremos hablando sobre este tema.
4. Hacer conforme a toda la ley: El tercero elemento en la receta de Dios
para el éxito es obedecer la sabiduría de Dios. Todo problema que tenemos
puede ser solucionado por la sabiduría de Dios. Nuestro peor enemigo es la
ignorancia. Toda área de tu vida en la que estás en derrota es por falta del
conocimiento de Dios o por la negligencia. La Biblia dice en Oseas 4:6 que
su pueblo fue destruido por falta de conocimiento. Eso quiere decir que
puedes tener a Dios de tu lado, su poder y su gracia pero si no tienes su
conocimiento o su sabiduría entonces fracasarás. Salomón escribió así:
“Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; Y sobre todas tus posesiones
adquiere inteligencia.” Proverbios 4:7. Por esta razón Dios le dijo a Josué
que debería meditar día y noche en las escrituras. Si conoces los consejos
de Dios y los pones por obra serás exitoso. Es más, Salomón dice que el
temor de Dios es el principio de la sabiduría. Eso quiere decir que cuando
respetas y honras a Dios le obedeces inclusive cuando no entiendes
sabiendo que Dios quiero lo mejor para nosotros y que siempre es bueno y
su misericordia dura para siempre. La obediencia a Dios es la demostración
de su confianza hacia Él. Toda instrucción de Dios es para nuestro bien.
Dios quiere que tengamos vida y vida en abundancia. Todas las veces que
no le obedecemos tenemos perdidas. Empieza hoy a honrar, temer a Dios y
obedecerle y verás que todo lo que hagas te saldrá bien.
Capítulo 4
Los Saboteadores de la Fe
Existen varias emociones o sentimientos en nuestras
vidas que sabotean nuestra fe, que merman nuestro ánimo, que nos impide
creer que merecemos y podemos alcanzar lo mejor. Para seguir creciendo
en fe necesitamos confrontar algunos de los principales saboteadores de la
fe. Tu corazón es la fuente de tu vida, si tu corazón está sano seguramente
tu vida será feliz y exitosa, pero si tu corazón está herido o enfermo no
podrás vivir tu potencial. El éxito es muchísimo más que dinero o libertad
financiera, el éxito es poder lograr lo que te propones lograr y disfrutar del
proceso tanto como el resultado. La Palabra de Dios lo pone de la siguiente
manera:
“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas
salud, así como prospera tu alma.” 3 Juan 1:2
Tu corazón es la fuente de tu vida, si tu corazón está sano seguramente
tu vida será feliz y exitosa, pero si tu corazón está herido o enfermo no
podrás vivir tu potencial.
Este versículo deja evidente que Dios desea que nos vaya bien, que
tengamos éxito en todo. Pero también deja muy claro que todo esto es un
resultado de que nos vaya bien nuestra alma. Si cuidáramos de nuestras
emociones tanto como cuidamos de nuestra vida financiera o de nuestro
cuerpo seríamos seguramente mucho más exitosos. Nuestro mundo exterior
es mucho menos complejo que nuestro mundo interno. En nuestros
pensamientos, nuestras emociones, es donde se formará las bases para todo
lo que hemos de producir en nuestra vida. La gente de éxito son aquellas
que han aprendido a eliminar las emociones toxicas, a sanar sus heridas y
gestionar su mundo interior. La gente de éxito son aquellos que se auto
examinan interiormente, son aquellos que estudian lo que sienten, lo que
piensan y porque hacen lo que hacen y piensan lo que piensan. De la misma
forma que tendrás un rendimiento físico muy pobre si estás enfermo o
herido, así será todas las otras áreas de tu vida si tu alma está herida o
enferma. Tu alma debe prosperar para que tu vida, relaciones, trabajo y todo
lo que haces prospere.
Saboteador #1 El pasado sin superar
En nuestro pasado todos hemos vivido cosas buenas y malas, tenemos
recuerdos que nos levantan emocionalmente y recuerdos que nos
entristecen. Alguien dijo que si no sanas tu pasado, estás condenado a
repetirlo.
Uno de los principales saboteadores de la fe es el pasado sin superar. La fe
tiene todo que ver con el futuro y nada que ver con el pasado. La fe es la
certeza de un futuro bendecido y próspero. Sin embargo millones de
personas no pueden tener fe porque son incapaces de mirar al futuro porque
han quedado atascados en su pasado, viviendo y reviviendo alguna
situación, tragedia, perdida o incluso éxito en el pasado. Una manera de
saber si estás atascado en el pasado es investigar el mundo de tus
pensamientos y preguntarte ¿paso la mayor parte de mi tiempo pensando en
los logros que voy alcanzar en el futuro o pensando en algunos
acontecimientos del pasado? ¿Siento emociones intensas cuando menciono
algo o alguien en mi pasado? También podemos darnos cuenta si estamos
atascados en el pasado analizando nuestro dialogo interno si hablamos con
nosotros mismos continuamente sobre lo que pasó en el pasado y
ensayamos la situación una y otra vez. Algunos recuerdos de nuestro pasado
son tan vivos que juegan con nuestras emociones de tal forma que parece
que lo estamos viviendo nuevamente aquellos acontecimientos. Mucha
gente tiene asuntos sin concluir en el pasado, por eso les cuesta mucho
avanzar, su mirada está hacia atrás y así como es casi imposible caminar
hacia adelante mirando hacia atrás, es imposible tener fe para nuestros
grandes logros si estamos mirando hacia atrás. La vida la tenemos que
conducirla como un carro. Lo conducimos mirando a través del enorme
parabrisas pero echamos unas pequeñas y cortas ojeadas por el retrovisor
para evitar accidentes. El parabrisas representa nuestra mirada hacia el
futuro, y el retrovisor nuestra mirada hacia el pasado. La mirada al pasado
tiene que ser corta y rápida solo para evitar accidentes en el futuro y no
repetir errores. Imagínense una persona que invirtiera en su carro el tamaño
del parabrisas y del retrovisor, imagínense si todo su parabrisas fuera un
espejo para mirar hacia atrás y solo una pequeña ventanita mirara al futuro.
Así conducen la vida la gente tienen el pasado más grande que su futuro. La
solución es concluir esos asuntos que quedaron atrás. Sé que no es tan fácil
pero si se puede y es imprescindible si deseas avanzar y ser feliz.
Escribe una carta
Si todavía tienes asuntos sin concluir en tu pasado hay un ejercicio que es
bastante provechoso para eso. Escriba una carta a los asuntos de tu pasado
sin concluir. Alguien que falleció, alguien que te abandonó, alguien que fue
injusto contigo, todo lo que no superaste todavía. Desahógate en esta carta,
expresa todos los sentimientos
Lo más importante es expresar el perdón, perdonar todos y cada uno
de los que nos han hecho daño empezando por uno mismo
de rabia, de frustración, de traición, de injusticia, de desamor, etc. Expresa
el dolor, para sanar tiene que doler primero. Una vez que haya desahogado
escribe que ya basta de seguir sufriendo o revivir estos momentos, que ya
no eres víctima de tu pasado. Lo más importante es expresar el perdón,
perdonar todos y cada uno de los que nos han hecho daño empezando por
uno mismo. Escribe al final la conclusión de todo que es que es hora de
poner toda tu energía en tu presente y futuro. Luego despide poniendo un
punto final en la carta. Léela en voz alta y después deshazte de la carta
inmediatamente. Ponle sentimiento, hazlo por ti, cierra tu pasado porque
Dios tiene grandes cosas preparadas para ti, lo mejor de tu vida está por
venir.
“Quien describe su propio dolor, aunque llore, está a punto de consolarse.”
Hugo Ojetti
Sueña grandes sueños
Cuanto más grandes sean tus sueños o tu visión de futuro más impotente
será tu pasado malo. Alguien dijo que la mejor manera de salir de una
pesadilla es con un sueño. Pero ¿Cómo animarse a intentar soñar
nuevamente, después de haber sufrido tanto? Muchas personas suelen
reprimir el pasado, que no lo confrontan para sanarlo, lo que hace que
nunca salgan adelante, pero también hay personas que reprimen el futuro,
que no se animan a volver a intentar por miedo a sufrir otra vez. No
obstante, para ganar, hay que arriesgarse, pero siempre tomando riesgos
inteligentes. Volver a intentar no es una opción, es un requisito si quieres
ser exitoso y feliz.
“No existe cosa más arriesgada que no arriesgarse.” Anónimo
Cuando tienes la mirada fijada en el futuro es mucho más fácil olvidarse y
superar el pasado. El apóstol Pablo fue un gran ejemplo de eso. Mira lo que
dijo:
“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa
hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que
está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios
en Cristo Jesús.” (Filipenses 3:13)
Pablo sufrió una cantidad impresionante de todo tipo injusticias y penurias.
Desde ser apedreado a punto
Cuando sueñas, superar el pasado se convierte en un estilo de vida, el
perdón siempre está presente y no tienes lugar para
pensamientos victimistas.
de darle como muerto a pasar hambre y frio. Sufrimientos que para algunos
solamente uno de ellos sería suficiente para pararlos. Pero ¿qué mantenía
Pablo a flote a pesar de tanto sufrimiento? La
respuesta está en lo que acabamos de leer, Pablo tenía un futuro glorioso
que alcanzar que hacía que su pasado fuera superado muy rápidamente.
Soñar te hace casi indestructible. Cuando sueñas no tienes tiempo para
perder el tiempo, tienes que seguir, tienes esperanza, tienes fe. Cuando
sueñas, superar el pasado se convierte en un estilo de vida, el perdón
siempre está presente y no tienes lugar para pensamientos victimistas.
Establece metas nuevas, sueños, visión para tu vida y verás que cuanto más
te acercas a ellos más te alejarás de los monstruos de tu pasado. Vuelve a
soñar y volverás a ser feliz. Soñar activará la fe dentro de ti nuevamente.
Saboteador #2 La Culpa
La culpa como emoción es algo normal y muchas veces sana. Pero como
toda emoción, se pasa, desaparece. El problema de la culpa está en cuando
se convierte en un sentimiento, los sentimientos pueden durar toda la vida.
El sentimiento de culpa es tremendo, es una acusación constante que nos
dice que “tenemos que sufrir, no merecemos ser felices, no merecemos
disfrutar”, que hemos hecho algo malo, que tenemos que pagar por lo que
hicimos y que el precio a pagar es el dolor. El sentimiento de culpa es
“tengo que sufrir, merezco sufrir”, es represión o riña contra nosotros
mismos, por lo que hicimos mal, por lo que no hicimos o porque no
alcanzamos determinado ideal.
Una persona con sentimiento de culpa no puede tener fe, porque la culpa lo
que dice es justo lo contrario. La fe dice que mereces todo lo bueno,
mientras que la culpa dice que no mereces nada bueno. La privación y el
auto reproche es fruto del sentimiento de culpa y es totalmente incompatible
con la fe. La privación significa privarse de lo bueno, del placer, de la
alegría y del éxito. El auto reproche es una voz interna de crítica y tortura
constante. Veamos por donde nos viene el sentimiento de culpa.
Existen dos tipos de culpa, la imaginaria o ficticia y la culpa real. Ambas
son bastante destructivas. La culpa imaginaria aparece cuando nos
culpamos de un evento que no pudimos haber controlado. El sentimiento de
culpa imaginaria puede nacer por diferentes razones. La primera razón por
crecer en un ambiente emocionalmente toxico. La familia suele ser la fuente
principal de este problema. Quizá viviste toda la vida con personas que te
echaban la culpa. Por ejemplo, padres que dijeron a sus hijos que les habían
arruinado la vida. Quizá cuando te pasaba algo malo te decían “por algo
será”. Te decían que no dejara comida en el plato porque en África morían
los niños de hambre. Los típicos comentarios de padres que dicen que no
pudieron salir adelante ni estudiar porque te tuvieron que cuidar cuando
naciste. Otra fuente de sentimiento de culpa es la tragedia en la familia.
Interiormente la mente nos juega una mala pasada diciendo “¿cómo vas a
disfrutar y ser feliz sabiendo que tu madre está con depresión?”, “¿cómo
vas a ir de vacaciones sabiendo que tus padres nunca pudieron viajar por
tener que darte una buena educación?” Aunque nadie nos responsabiliza por
lo que pasa, el sufrimiento de ellos nos trae este sentimiento de culpa.
Además están las personas que fueron víctimas de abuso. Muchas de ellas
tienen sentimiento de culpa por lo que ocurrió. Si eres víctima de acoso o
abuso, en cualquiera de las formas en que se manifieste, necesitas saber que
no tienes la culpa de nada de lo que pasó. Todo sentimiento de culpa es
dañino y debes eliminarlo de tu corazón. Tú tienes el derecho de luchar por
tu felicidad.
El otro tipo de culpa es el real; y en este sentido nuestra mente no nos
engaña. Es cuando tenemos un pesar profundo por cosas que
definitivamente hicimos mal.
Una vez identificado en nosotros el sentimiento de culpa, sea imaginario o
real, ambos necesitan ser tratado inmediatamente. Para empezar a ser libres
del sentimiento de culpa necesitamos en primer lugar hablar con algún
consejero o especialista que nos pueda ayudar, expresar lo que sientes es
esencial para la cura. Si la culpa es real perdonarse a sí mismo es el primer
paso después de expresarlo en palabras a alguien. Dios te perdona, ¿cómo
no te vas a perdonar a ti mismo? Dios no mira tu
pasado para determinar tu Dios te perdona, ¿cómo futuro, Dios es un Dios de
no te vas a
perdonar a ti perdón y de nuevas oportu mismo? nidades. Si cometiste un
error en el pasado Dios es
bueno para perdonarte y darte un nuevo comienzo. David era un hombre
que amaba a Dios pero que cayó de una forma muy vergonzante y trágica,
sin embargo se arrepintió y Dios lo perdonó y le restauró. Si Dios perdonó a
David también te perdona a ti y a mí de la misma forma.
Debemos saber que todo sentimiento de culpa venga de donde venga es
dañino e injusto. Si sientes culpa por el dolor de un ser querido, debes saber
también que sufrir porque alguien está sufriendo sólo empeorará la cosa,
que no te quita el derecho de ser feliz, además si la persona enferma o que
sufre te ama querrá por supuesto tu felicidad. Todos merecemos ser felices,
todos merecemos una segunda oportunidad, todos nos equivocamos y nos
retractamos. Es hora de darte la oportunidad de ser feliz. Es hora de darte la
oportunidad de ser quien siempre has querido ser. No permitas que este
sentimiento te torture ni un día más. Aprende a decirte a ti mismo lo que
Dios dice que mereces. Dios dice que tú mereces ser cabeza y no cola,
mereces comer lo mejor de esta tierra, mereces que todo lo que hagas te
salga bien. Tienes la aprobación y el consentimiento de Dios para ser feliz y
para prosperar. No permita que nada ni nadie te diga lo contrario.
La gente de fe son gente sana emocionalmente, son gente que ha sabido
administrar sus sentimientos y emociones con madurez. Para tener fe
necesitarás aprender el valor del perdón y esforzarte cada día para cuidar de
tu corazón para que no se contamine con ningún sentimiento toxico. Del
corazón mana la vida y es en el corazón donde nace la fe. Si cuidas tu
corazón y lo mantienes sano será un lugar donde la fe podrá crecer.
Capítulo 5
Las Cinco Manifestaciones de la Fe
Mucha gente dice tener fe, pero ni siquiera entienden lo que es la fe. Antes
de decir lo que es la fe veamos lo que no es la fe por Ray Stedman:
“La fe, por ejemplo, no es el pensamiento positivo, esto es algo muy
diferente. La fe no es una corazonada que se sigue. La fe no es la esperanza
de lo mejor, con la esperanza de que todo va a salir bien. La fe no es un
sentimiento de optimismo. La fe no es ninguna de estas cosas, aunque todos
ellos han sido identificados como la fe.”
Bueno, ¿qué es la fe, entonces? ¿Cómo funciona o cómo se manifiesta? En
un pasaje bíblico veremos lo que es la fe y cómo y donde opera.
Hebreos 11 - 1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción
de lo que no se ve.
2 Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. 3 Por la fe
entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de
modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
4 Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo
cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus
ofrendas; y muerto, aún habla por ella.
5 Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado,
porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de
haber agradado a Dios.
6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que
se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le
buscan.
7 Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no
se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe
condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.
8 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había
de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.
En primer lugar ya sabemos que la fe “Es, pues, la fe la certeza de lo que se
espera, la convicción de lo que no se ve.” Podríamos resumir según mi
definición que la fe es la “total ausencia de duda con respeto a algo que no
se ve y/o de algo que se espera”. En los versículos siguientes veremos que
la fe se manifiesta de cinco formas distintas.
La fe se manifiesta en la PALABRA
3 Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de
Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
Dios usó la palabra para crear el universo y nos instruyó a confesar con fe
para que se creen cosas que necesitamos o queremos aquí en la tierra.
Cuando usted toma la Palabra de Dios con respecto a algo y cree en esta
palabra para ti, la fe que pertenece a Dios entra en ti. Piense en eso! No
estamos hablando de un sentimiento religioso aquí. Estamos hablando del
mismo poder sobrenatural que creó el universo volviéndose vida en tu
interior! La fe es el poder creativo original y es por eso que puede cambiar
las cosas que ves. Es la fuerza que creó todo lo que ves. Algunas personas
tratan de desconectar la fuente de la fe y el poder de las palabras. Ellos
dicen: "Oh, yo creo en mi corazón y ya está bien, pero no me gusta hablar
de ello." De acuerdo a la Palabra de Dios, no puedes hacer eso. Para que la
fe obre, debe de ir acompañada de palabras.
“Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y
échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo
que dice, lo que diga le será hecho.” Marcos 11:23
Dios usó la palabra para crear el universo y nos instruyó a confesar con
fe para que se creen cosas que necesitamos o
queremos aquí en la tierra.
Es decir, la fe verdadera es expresada en la palabra, en lo que decimos o
confesamos. Lo más poderoso es saber que la palabra tiene el poder de
crear.
Lo que nosotros confesamos tiene mucho poder. Suelo decir que las
palabras no son inocentes. Toda palabra que sale de tu boca tiene un efecto,
tiene una reacción. La Biblia dice en Proverbios 18:21 que el poder de
muerte y de vida está en la lengua. Cuanto más meditas en ello más tiene
sentido. Con tus palabras rompes tu matrimonio o edificas tu matrimonio.
Con las palabras sacas una persona del desánimo y de una depresión o la
desanimas y la hundes todavía más. Las palabras tienen el poder de sanar y
de herir, levantar o derribar, edificar o destruir. Y aún más, las palabras
tienen el poder de crear tu destino. Aquí os dejo algunas frases más sobre el
poder de las palabras:
Tus palabras están decidiendo su éxito financiero. Tus palabras
deciden lo que otros sienten. Tus palabras revelan su sabiduría.
Tus palabras están decidiendo su propia alegría. Tus palabras deciden
el flujo de favor a su vida. Tus palabras deciden su acceso a los líderes.
Tus palabras son señales de la dirección en que su vida se está moviendo.
-Mike Murdock
Nuestras palabras son como semillas que dan buenos o malos frutos.
Las palabras pueden motivar a otros para lograr lo imposible o tener a
alguien en la esclavitud. Las palabras pueden traer la paz o encender
contienda.
Las palabras pueden construir o destruir. Las palabras pueden producir
alegría o tristeza.
Las palabras pueden mostrar aprecio o demostrar disgusto.
Las palabras nos permiten recibir las promesas de Dios o nos impiden
disfrutar de ellas.
A través de nuestras palabras tenemos el poder de cambiar la vida de
otros para bien o para mal. Por lo tanto, vamos a elegir nuestras palabras
con prudencia.
- Kenneth W. Hagin
El verdadero poder de las palabras
Pero el verdadero
poder de las palabras está en que si cambias tus palabras cambiarás lo
que crees.
Uno habla de lo que cree realmente en su corazón. Pero el verdadero poder
de las palabras está en que si cambias tus palabras cambiarás lo que crees.
Nosotros nos comprometemos emocionalmente con nuestras palabras.
Cuando hablamos, las palabras tienen un poder tanto interno como externo.
Las palabras son una expresión de lo que ya creemos y también pueden ser
una herramienta para empezar a cambiar lo que nosotros creemos. Cuando
nos esforzamos en elegir nuestras palabras y confesar lo que Dios quiere
que confesemos empezaremos a creer en lo que Dios tiene para ofrecernos.
Si empiezas a confesar fe empezarás a tener fe. Jesús conectó el hablar con
el creer. La fe y las palabras son inseparables. La fe es una fuerza
sobrenatural del cielo que fluye en su corazón, sale de su boca a través de
sus palabras y cambia el mundo natural. Nunca creas que sus palabras
Si empiezas a confesar fe empezarás a tener fe.
no son importantes. Su propio futuro con Dios depende de las palabras que
usted dice. Recibiste la salvación el día que dijiste con tu boca que Jesús es
el Señor de su vida. Tu vida, tanto en el aquí y ahora y en el más allá,
todavía está siendo construido por las palabras que dices. Sólo recuerda,
para que su fe en la Palabra funcione con eficacia tiene que estar en dos
lugares: en tu corazón y en tu boca. Cuando usted pone la Palabra de Dios
en esos dos lugares, los milagros comienzan a suceder en su vida. Las
palabras de Dios mueve el poder de Dios. Cuando usted habla las palabras
de Dios ninguna montaña te frenará. Así que si usted está pasando por
malos momentos ahora, recordar eso. Cuida bien tus palabras, ellas
determinarán tu destino y tus conquistas.
La FE se manifiesta en DAR
Aunque Abraham es llamado “el Padre de la Fe”, el primer hombre a tener
fe en la historia de la humanidad fue Abel. ¿Y dónde se manifestó esta fe?
Pues en la ofrenda. En dar. Es increíble pensar que la primera manifestación
de fe en la historia se manifestó en la ofrenda. Abel fue justificado por su fe
que se manifestó en su ofrenda a Dios. Estoy convencido que sólo seremos
personas de fe realmente cuando demos con la verdadera fe de Dios. Ahora,
¿Qué esperaba Abel con certeza o qué convicción tenia Abel de lo que no se
veía (o sea fe, Heb. 11:1) cuando dio a Dios? Por supuesto que tenía total
convicción de que Dios le recompensaría, que lo que estaba haciendo era
una siembra y que lo que recibiría a cambio sería enormemente mejor de lo
que dio. Hace falta mucha más fe para dar que para recibir. Creo que en el
dar es el área donde más se expresa la fe. Pones tu dinero donde tienes fe,
donde sabes que vas a recibir más a cambio.
Los granjeros por ejemplo tienen mucha fe cuando siembran. Los granjeros
“arriesgan” sacos y sacos de granos de muchísimo valor. Tienen muchísima
fe porque tienen que creer que lloverá cuando tenga que llover, hacer la
cantidad de sol correcta, que ninguna plaga le destruirá la cosecha, etc. Pero
el granjero tiene fe y lo hace. Cuanta más fe tienes más das.
Un banco te ofrece normalmente menos del 2% en intereses si dejas tu
dinero en una cuenta de ahorros. Como no dudamos del banco y tenemos fe
en el banco no tenemos ningún problema en abrir una cuenta ahorros. En
otros casos como por ejemplo los inversionistas, buscan invertir en donde
tienen menos riesgos y más retorno y ahí meten el dinero. Lo más increíble
es que nadie ofrece “un interés” más grande que lo que ofrece Dios, sin
embargo la gran mayoría de los cristianos tienen más fe en las empresas y
los bancos que en Dios. ¿Si yo te dijera garantizado que todo lo que me
dieras hoy, dentro de poco te lo devolvería cien veces más me lo darías? Por
supuesto que si ¿verdad? Pues eso es lo que te dice Dios, que te dará cien
veces más.
“Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado
todo, y te hemos seguido. Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no
hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o
madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no
reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas,
madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida
eterna.” Marcos 10:28-30
Si tienes fe le darás con mucha abundancia, incluso de tu propio sustento.
Dar de lo que te sobra no es fe, dar con fe es dar de tu propio sustento. Jesús
alabó la ofrenda de aquella viuda que echó dos monedas no por la cantidad
sino porque echó todo su sustento. Es impresionante que Jesús no
comentara la ofrenda de nadie más en la Biblia. Quizá porque ninguna haya
sido tan relevante para Él como ofrendar de lo que sostiene tu vida. Sólo
verás el milagro de la multiplicación de Dios en tu vida cuando empieces a
dar con fe. Sembrar con fe. Invertir en el Reino de Dios.
La fe se manifiesta en la ORACÍON
En la lista de Hebreos 11 el siguiente en ser mencionado ha sido Enoc en el
versículo 5, Enoc fue llevado por Dios porque agradó a Dios por su fe, pero
¿cómo se manifestó su fe? En caminar con Dios, o sea, en su vida de
comunión con Dios, la oración. El versículo 6 de Hebreos 11 es la
continuación de lo que habla de la vida Enoc y dice explícitamente que se
refiere a buscar a Dios en oración.
6
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que
se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le
buscan.
El libro de Hebreos hace referencia a Génesis capitulo 5, en la historia de
cuando Enoc fue llevado por Dios por haberle agradado por caminar con Él.
“Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.”
Genesis 5:24
Enoc agradó tanto a Dios por su fe que Dios se lo llevó para que no viera
muerte. Ahora, ¿Qué espera con certeza y qué convicción de lo que no se ve
tenía Enoc cuando caminó con Dios? Enoc estaba convencido que
caminaba con Dios aún sin verlo; hablaba con Dios con la certeza y
convicción de que Dios le escuchaba y respondía sus oraciones.
Hace falta mucha fe para orar. Porque no ves nada ni escuchas nada en la
carne y es por eso que sólo las personas de fe pueden orar. Cuanta más fe
tengas más vas a orar. La verdad es que si crees realmente que Dios te
escucha y te responde a cada oración, no dejarías de orar. Tu nivel de fe es
tu nivel de oración y tu nivel de oración es tu nivel de fe. Y cuando hablo de
oración no hablo de meras palabrerías, me refiero a una oración sincera,
llena de sentimiento y pasión; con la convicción que realmente tu Padre
celestial te oye y te responde.
Si todavía eres de esos cristianos que cuando le viene un problema, busca
todas las formulas humanas para solucionarlo; después de que haya probado
todas las alternativas llamas a alguien para que ore por ti y por último
pruebas orar usted mismo, entonces tu nivel de fe está bastante bajo. Si
creyeras que Dios escucha tus oraciones harías todo lo que acabo de
mencionar pero lo haría en la secuencia inversa.
Lo poderoso sobre la oración es que tiene un poder muy parecido a lo de la
PALABRA. Así como si cambias tus palabras cambiarás tu fe, la oración
también tiene este poder. Así como tienes fe así será tu oración y así como
oras así será tu fe. Cuando oras ejercitas tu fe y hace que crezca tu nivel de
fe. Si quieres más fe tendrás que esforzarte en orar. Dios tiene muchas
sorpresas para aquellos que oran. Hay una promesa en el mismo capítulo de
Hebreos 11 en el versículo 6, para aquellos que oran.
Dios… “es galardonador de los que le buscan.”
A Dios le agrada tanto la oración de fe, que Dios promete premiar a todos
los que oran. No esperes ni un día más para empezar a orar.
La fe sobrenatural
Como vimos, la fe viene por el oír la palabra de Dios. Cuando aprendemos
lo que Dios dice sobre nosotros llegamos a un nivel de fe maravilloso donde
salimos del estancamiento y el anonimato y entramos en una nueva
dimensión de nuestro propósito. Pero hay más, existe una fe superior,
sobrenatural. Una fe que no todos la alcanzan pero que está a disposición de
todo aquél que tiene hambre de conocer lo sobrenatural de Dios. La fe que
viene por el oír a Dios hablar. Una cosa es leer o escuchar lo que dijo Dios,
otra inmensamente distinta es escucha la mismísima voz de Dios hablarte a
ti.
Quiero retarte a que no te conformes con saber lo que dijo Dios y empezar a
buscar escuchar la mismísima voz de Dios hablándote a ti. Eso solo lo
puedes alcanzar en la oración de intimidad con Dios. Escuchar a Dios
hablándote será la experiencia más gloriosa, transformadora y
empoderadora que podrás vivir mientras vivas en
Una cosa es leer o escuchar lo que dijo Dios, otra
inmensamente
distinta es escucha la mismísima voz de Dios hablarte a ti.
esta tierra.
Mi testimonio a respeto de eso ocurrió cuando yo solo tenía 17 años.
Llevaba varios días de ayuno y oración y mi petición constante era que yo
quería que Dios me usara en milagros y sanidades. Yo ya
sabía que Dios sanaba, que había dicho que sanaba, tenía una cierta fe para
orar por los enfermos pero no podría decirte que mi ministerio tenía muchas
sanidades o milagros. Mientras oraba fervorosamente pidiéndole a Dios que
me diera su unción y su poder para llevar las sanidades y los milagros por
donde predicara, de repente una voz en mi corazón me dijo: “Yo Sano”.
Aquellas eran pocas y rápidas palabras pero tenía un poder inimaginable,
que sentí que algo dentro de mi cambió; que algo se activó en mí, la fe para
sanar a los enfermos. Cuando escuché aquellas palabras de la boca de Dios,
dejé de orar, era como si ya me había respondido y aquella misma noche
tuvimos un culto de milagros en mi casa donde pudimos experimentar el
poder sanador de Dios. Desde que oí aquellas palabras de la boca de Dios
los milagros han sido parte constante de nuestro ministerio.
Escuchar la voz de Dios a partir de aquél momento pasó a ser parte de mi
vida de oración. Siempre que voy hacer algo para Dios que está fuera de mi
alcance le pregunto primero que es lo que él quiere que haga. Quizá no me
hable siempre de la misma forma tan impactante como me hablo en aquella
vez, pero aprendí a escuchar su apacible suave voz cada vez que le pregunto
algo. Si sale de su boca el poder y la fe que se te imparte es sobrenatural, no
se compara con solo leer la palabra escrita.
Millones de cristianos leen la Biblia y creen lo que Dios dice pero la fe va
más allá de creer que lo que Dios dice es cierto, la fe es creer que lo que
Dios dice es cierto para mí y ahora. Ejercita tu oído espiritual en la oración
y aumentarás tu fe de una manera extraordinaria.
El diablo no quiere que ores
El diablo no quiere que ores, porque él sabe que orar no es un monologo, el
diablo sabe que Dios te escucha, porque sabe que la oración es la única
herramienta que hace que el cielo intervenga en la tierra. Cuando oras tu
espíritu se conecta con el Espíritu de Dios y todo tu ser pasa por una
transformación en que te conviertes en un cristiano poderoso, santo y lleno
de autoridad. Cuando oras te conviertes en una amenaza para el diablo! Tu
oración es el medio por el cual traerás el cielo a la tierra en tu casa, en tu
ciudad, en tu nación. El diablo sabe muy bien, y lucha constantemente y esa
es su única obsesión! Que no ores! Porque así los propósitos de Dios se
retrasarán! Serás más propenso a caer. Te desanimarás y abortarás el sueño
de Dios. El diablo no quiere que ores, porque él sabe, que si oras, serás
indestructible! Porque sabe que si oras el Reino de Dios será establecido en
donde pongas las plantas de tus pies! El diablo sabe muy bien que si oras,
conocerás el corazón de Dios y sus propósitos y te convertirás en un
instrumento de avivamiento de Dios en esta tierra.
El diablo sabe que cuando oras tus miedos, tus temores, tus tormentos, tus
preocupaciones vanas desaparecen y agudizas tus sentidos espirituales y tus
dones son activados. El diablo sabe que cuando oras te conviertes en una
llama de fuego que por donde pasas dejas la marca de Dios en las personas!
El diablo sabe que si oras, tu familia se convertirá, tus amigos conocerán a
Cristo. Él sabe que si oras te parecerás cada vez más a Cristo y ¡ese es su
terror! El diablo no quiere que ores! Porque sabe que Dios está buscando a
alguien que esté en la brecha por esta tierra, y que si Dios te encuentra en la
oración podrás ser el elegido para ganar tu generación.
La fe se manifiesta en la PREPARACIÓN
7 Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no
se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe
condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.
La fe de Noé se manifestó al prepararse tantos años para un gran
acontecimiento, el Diluvio. Noé tenía la promesa de repoblar la tierra a
través de su familia. La promesa de un diluvio era algo totalmente sin
fundamento para la mente humana, sobretodo en aquel tiempo en que nunca
había llovido sobre la faz de la tierra. Noé tuvo que creer en algo totalmente
fuera de su realidad. Tuvo fe y lo demostró en su preparación.
Entre el nacer del sueño y el cumplimiento del sueño hay un proceso
llamado preparación. Mucha gente ora a Dios por el cumplimiento de un
sueño pero no tienen en cuenta que el proceso de cada sueño será
correspondiente al sueño. Deberíamos orar para que Dios nos ayude a
prepararnos para el sueño lo que es crucial y el requisito para que se cumpla
el sueño. En realidad el sueño se tardará en cumplir lo que tardemos en
estar preparados para él. Tenemos que entender que detrás de un sueño que
Dios te da hay un propósito e involucra muchas personas. En realidad el
sueño si viene de parte de Dios es para bendecir a muchas personas. Dios es
responsable y sabe que sin la preparación cualquier éxito puede ser dañino
para el que está arriba como para los que están abajo. Dios no te va dar el
sueño sin la prepa
El sueño se tardará en cumplir lo que tardemos en estar preparados
para él.
ración, porque la preparación es la base para soportar la carga del éxito.
Quizá usted tenga grandes sueños, grandes metas o grandes promesas de
Dios que estén totalmente fuera de tu alcance natural ahora mismo. Si
verdaderamente tienes fe de que vas alcanzar estos sueños lo tendrás que
demostrar preparándote para ellos. Quiero recomendarte que te prepares
para tu gran día. Ahora mismo estás detrás del escenario pero debes de estar
preparándote
para cuando tengas la oportunidad de pisar el escenario de la vida.
A mucha gente les llegaron el gran día pero no estaban preparados para él.
Perdieron su oportunidad. ¿Si la gran oportunidad de tu vida llegara
mañana, estarías preparado? Hay muchísimos cristianos orando para recibir
su gran oportunidad, pero parece ser que nunca llega. La verdad es que si
no estás preparado ni siquiera te darás cuenta si la oportunidad pasó por tu
puerta. Si eres cantante y tienes el sueño de grabar un disco deberías estar
preparado ahora mismo con todas las canciones, ideas, ensayos, etc. Por si
alguien con las posibilidades de promocionarte y lanzarte te ofreciera ahora
mismo grabar tu disco. Si tu sueño es abrir un gran negocio y tienes una
gran idea deberías tener preparado el proyecto de negocio con lujo de
detalles por si un inversionista decide invertir en tu idea.
Podrías citar muchos más ejemplos. Pero la idea es que si realmente tienes
fe que llegará tu gran día estarás preparado para este gran día. Mucha gente
le está pidiendo a Dios una gran oportunidad, un milagro que les saquen del
anonimato y de
la escasez financiera. Dios realmente las quiere sacar de esta situación, pero
las oportunidades que Dios envíe ni siquiera las podrán ver si no están
preparadas para ellas. Hay miles de cristianos orando por un empleo pero ni
siquiera tienen un currículo ni están haciendo cursos que les prepararían
para el empleo. He visto cristianos orando por un automóvil pero ni siquiera
tienen la licencia de conducir. He visto a cientos de cristianos orando por un
negocio y ni siquiera tienen un proyecto. He visto a docenas de cristianos
orando para predicar a multitudes y ni siquiera predican a sus propios
amigos y familiares. He visto a muchos cristianos orando para grabar un
disco pero ni siquiera tienen las canciones para el disco.
La preparación para tu gran día es la evidencia de que tienes fe que tu gran
día vendrá y tu preparación hará que este día venga más tarde o más
temprano.
Dios realmente las quiere sacar de esta situación, pero las
oportunidades que Dios envíe ni siquiera las podrán ver si no están
preparadas para ellas.
La fe se manifiesta en la ACCIÓN
“
Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que
había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.”
“Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.” Santiago 2:17
Lo que escribe el apóstol Santiago lo expresa perfectamente. Si no hay
acción no hay fe, sin acción no hay nada. Mucha gente define la fe
simplemente como una actitud mental positiva, pero la fe es más que una
actitud mental, la fe es acción. Todo lo que tiene vida tiene movimiento,
tiene acción. La verdadera fe, la fe viva tiene que actuar. Cuando alguien
dice que tiene fe para algo y no actúa en pos de ello en realidad lo que tiene
es esperanza. La esperanza no es mala por supuesto, pero no la
confundamos con la fe. La verdadera fe tiene obras, tiene vida, tiene acción.
La fe de Abraham se expresó de esta forma. Abraham actuó sin ver todo por
delante. Actuó sin saber ni siquiera lo que le espera ni hacia donde iba.
Abraham solamente creyó que había una tierra muy próspera que le espera
y fue totalmente en fe a buscarla.
En una ocasión un amigo mío compartía conmigo su situación de
desempleo. Yo sabía que era un hombre activo y trabajador y que realmente
tenía ganas de salir adelante. Yo le di una idea, le dije que hiciera una tarjeta
de visita como pintor y la distribuyera por todos lados y que Dios le abriría
las puertas. Al principio todo le pareció una locura porque ni siquiera él
sabía pintar y además en aquel momento España pasaba una de las mayores
crisis financieras de su historia y que estaba afectando sobretodo el área de
la construcción. Le tuve que animar muchas veces e incluso insistirle.
Después de hablar unas cuantas veces finalmente decidió hacerme caso e
hizo las tarjetas y las distribuyó por la ciudad. Actuó totalmente por fe
porque por la lógica no tendría sentido hacer lo que él hizo. Después de
pocas semanas empezaron a llegar las buenas noticias. A mi amado amigo
le contrataron para pintar casi un edificio entero. Su acción de fe incluso sin
ver nada por delante le sacó del gran problema financiero que pasaba en
aquel momento. Pero ¿qué hubiera pasado si él no hubiese actuado? Lo más
lógico es que jamás le saldría el trabajo que le salió. Si usted no actúa nunca
sabrás que grandes cosas tiene Dios preparadas para ti.
Actuar es una de las cinco manifestaciones de la fe. La fe y la acción son
inseparables. Uno de los errores más grandes que muchos creyentes
cometen es confesar su fe en la Palabra de Dios y al mismo tiempo
contradecir su confesión por las acciones opuestas. Decimos que estamos
confiando en Dios para proveer para nuestras necesidades financieras, pero
al mismo tiempo nos desesperamos pensando en cómo vamos a pagar
nuestras cuentas. Descansar después de haber hecho nuestra parte es una
acción que demuestra nuestra fe en la provisión de Dios. Si
Cuando das un paso de fe entonces se activa la
sincronicidad de Dios hacia ti, se activa la mano de Dios, enciendes la
luz de tu futuro.
Nada ocurre en el cielo hasta que un hombre tome un paso de fe en la
tierra.
creemos que Dios nos va a dar un negocio tenemos que actuar y dar todos
los pasos de fe para abrir el dicho negocio. Si tengo fe de que conseguiré la
financiación de mi negocio tengo que ir a los bancos o a los inversores a
buscar la financiación. Necesitamos una acción correspondiente con lo que
confesamos
La fe actúa sin ver, la gente de fe no camina por la simple vista. La gente de
fe ve más allá de lo que los ojos pueden ver, ven el futuro, ven el éxito, ven
el resultado dentro de sus corazones. Cuando das un paso de fe entonces se
activa la sincronicidad de Dios hacia ti, se activa la mano de Dios,
enciendes la luz de tu futuro. Nada ocurre en el cielo hasta que un hombre
tome un paso de fe en la tierra. Ponte en marcha. Sólo encontrarás
respuestas en la acción. Si no actúas nunca verás resultados, no vivas ni un
día más en la duda del “¿qué hubiese pasado si hubiera tomado acción?”.
¿De qué sirve un barco tener todo el poder en sus motores pero no tomar la
acción de salir hacia su destino? ¿De qué sirve que te llegue la oportunidad
si no tomas la acción de atraparla? ¿Dónde iría un tren si no toma la acción
de avanzar? No existen cambios sin acción, sólo cuando actúas las cosas se
mueven a tu alrededor, sólo cuando actúas algo nuevo puede pasar en tu
vida.
Fe VS Motivación
Aunque yo crea en la motivación y estoy totalmente convencido que la
motivación sea necesaria para alcanzar nuestras metas, la fe es por
excelencia la madre de la motivación porque el que tiene fe siempre tendrá
motivación pero el que solo tiene motivación no necesariamente tendrá fe.
El que tiene motivación analiza y calcula y se motiva porque ve que si se
puede. La fe mira la situación que le dice claramente que no se puede, que
todo está acabado, que ya no hay posibilidades y avanza por encima de las
imposibilidades. Una persona que tiene mucha motivación en el momento
que las señales de posibilidad se acaban, la motivación se acaba. La fe es
capaz de crear puertas donde no hay puertas, posibilidades donde hay
imposible, sanidad cuando ya te dieron fecha de muerte. La motivación sin
la fe es temporal y totalmente dependiente de los sentimientos y de lo que
se ve. Cuando estamos viviendo momentos caóticos, trágicos y
desesperantes en la vida la motivación ni siquiera aparece, y si nos hablan
de motivación incluso nos podemos enfadar, porque la motivación está
basada en sentimientos. En la crisis uno necesita fe más que la motivación.
Mientras hay posibilidades hay motivación, pero cuando se acaban las
posibilidades y la motivación ahí se manifiesta la fe más pura, y si no hay fe
en este momento entonces es cuando se acaba todo. Si usted está en un
momento en que visiblemente no hay posibilidades, activa la fe, vuelve a
creer, lucha sin ver, clama y confía en Dios porque el que tiene fe tiene la
victoria siempre. La fe es lo más importante en la vida porque es lo único
que te puede levantar incluso si pierdes todo lo que tienes. Si mantienes la
fe no pierdes nada, pero si perdiste la fe perdiste.
Fe nace en el corazón
Sabemos que el corazón y la lógica no van casi nunca de la mano. Dios nos
ha dotado de una mente lógica, matemática y analítica que es muy necesaria
para el día a día pero a la vez nos ha regalado el mayor don de todos, el
corazón que va más allá de las tareas cotidianas y nos lleva a creer en el
futuro y tomar decisiones visionarias. El corazón es el lugar donde se
manifiesta la fe para planear nuestro futuro y ver nuestras conquistas y
victorias, incluso vivirlas antes de verlas. Eso quiere decir que la fe no es
coherente con la lógica y con las matemáticas de la mente. Mira lo que dice
la Biblia.
“Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa
para salvación.” (Romanos 10:10)
Este versículo nos demuestra que la fe nace en el corazón. La voz de Dios
que nos confirma su presencia, su verdad, su grandeza y su eternidad nos
habla al corazón. La mente racional es incapaz de entender algo tan infinito
y grandioso como la grandeza, soberanía y amor de Dios.
“porque por fe andamos, no por vista.” 2 Corintios 5:7
De eso se trata, de andar por fe, ver con el corazón, ver con los ojos de la fe
que son los ojos espirituales que Dios nos dio para poder alcanzar sus
sueños para nosotros. Caminar por vista, por la simple lógica es lo que hace
las grandes multitudes que viven limitadas a sus “realidades” que no son
nada más y nada menos que prisiones mentales. La voz de la fe de sus
corazones ha sido callada. Tenemos que volver a activar la fe en nuestros
corazones, así que siembra en tu corazón las palabras de Dios y riega cada
día estas palabras que te sacarán de tus límites y prisiones y te hará
conquistar tu tierra prometida. Utiliza tu mente para las tareas diarias pero
utiliza la fe en tu corazón para planear tu futuro.
Los hebreos que habían salido de Egipto con Moisés vivieron los milagros
más increíbles de la Biblia, desde abrir el mar hasta ver agua brotar de una
roca. Sin embargo cuando finalmente llegaron a la tierra que Dios les había
prometido diez de los doce espías volvieron con un informe malo de la
tierra, un informe lógico, un informe que anulaba las palabras de Dios, ellos
estaban andando por vista y no por fe. Quizá ellos pensaban que la tierra
debería estar vacía y que la leche y la miel deberían realmente brotar del
suelo. Pero la fe no hace las cosas fáciles pero si hace las cosas imposibles
posibles. Lo que parecía imposible para diez espías no parecía imposible
para los otros dos que decidieron creerle a Dios en sus corazones. Toda
aquella generación estaba a un paso de la tierra prometida pero jamás
entraron porque creyeron en el informe de los incrédulos, murieron en el
desierto porque decidieron andar por vista. Mucha gente está esperando la
tierra prometida de Dios y se imaginan que la tierra prometida es un tiempo
donde la abundancia cae del cielo sin esfuerzo y sin riesgo. Es por eso que
ni siquiera pueden identificar la tierra prometida que está solo a un paso de
ellos porque al ver los gigantes no pueden asociar lo que ellos piensan sobre
la tierra prometida con lo que están viendo. Las promesas de Dios vienen
con gigantes y ciudades fortificadas y solo podrás tomar lo que es tuyo si
actúas por fe y la fe toma riesgos, la fe lucha, la fe es esforzada y la fe no
tiene miedo porque depende de un poder superior, el poder de Dios. Tu fe es
del tamaño del gigante que estás dispuesto a enfrentar. Tu tierra prometida
está camuflada entre gigantes y un entorno hostil, si puedes ver con los ojos
de la fe más allá de todos los obstáculos, tu fe minimizará los
Tu fe es del tamaño del gigante que estás
dispuesto a enfrentar.
obstáculos y maximizará tus posibilidades porque en realidad si luchas con
Dios a tu lado ya sois mayoría. La fe ve las cosas desde las posibilidades y
la realidad de Dios. Desde la realidad
de Dios verás los gigantes como langostas y te verás a ti como gigante.
Cuando luchas con Dios y confías en Él, Él se hará cargo de la situación y
te respaldará porque está su nombre y su reputación en juego. Dios no
permitirá jamás que su Palabra falle. Dios no puede mentir ni puede ser
infiel. Lucha con Dios y será imposible perder.
Tu vista te dice tu realidad pero tu fe en tu corazón te dice la verdad de
Dios. Siempre que veas un obstáculo a tus sueños, a tu salud o a tu felicidad
compáralo con la realidad de Dios y no con la tuya. Camina por fe. Solo
quien camina por fe puede caminar sobre las aguas en medio de la
tormenta. Porque el que camina por fe camina sobre la Palabra de Dios que
no falla, no miente y permanece para siempre.
“Entonces Pedro le respondió: —Señor, si eres tú, ordena que yo vaya
hasta ti sobre el agua.—Ven —dijo Jesús. Pedro entonces bajó de la barca y
comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús.” Mateo 14:28-29
(DHH)
Capítulo 6
La Fe y las Pruebas
Tanto en el Antiguo como el Nuevo Testamento, las
palabras traducidas "prueba" significa probar mediante tribulación. En el
Antiguo Testamento la palabra en hebreo es “n s h” : un verbo que significa
probar, hacer la prueba, tentar, tratar. Aparece casi 40 veces en el Antiguo
Testamento, este término muy menudo se refiere a Dios probando la fe y la
fidelidad de personas, como Abraham en Génesis 22:1 o a la nación de
Israel. Por lo tanto, cuando Dios prueba a sus hijos, el propósito es
demostrar si nuestra fe es real. Cuanto más estudio sobre la fe más me doy
cuenta que la fe y las pruebas y tribulaciones están más relacionadas. ¿En
qué sentido? Es en los momentos de prueba y tribulación donde realmente
se manifiesta la fe. Nuestra fe crece cada vez que vencemos una crisis, cada
vez que salimos de una tribulación. Las historias de los hombres y mujeres
de fe siempre están relacionadas con la tribulación. La tribulación nos
conduce a momentos de presión y la presión pone nuestra fe a prueba y una
vez probada la fe, la fe crece. Cuando piensas en los personajes bíblicos de
fe, te darás cuenta que además de relacionarlos con la fe también los
relacionamos con problemas, tribulaciones y pruebas. Y por eso la fe es tan
maravillosa, la fe es lo que hizo que cada uno de ellos atravesara y venciera
cada tribulación y cada problema. La fe es lo que hizo que llegaran al otro
lado más fuertes de cuando empezaron. Dios muchas veces no nos protege
de los problemas, Él prueba nuestra fe por los problemas. Existe un
pensamiento muy dañino en la iglesia que dice que “si te va mal es porque
estás haciendo algo mal” y eso es totalmente incorrecto, ese error cometió
los amigos de Job. Todos nosotros pasamos por pruebas y tribulaciones
haciendo las cosas bien. No se trata de estar haciendo bien o mal,
simplemente la vida nos lleva muchas veces a lugares de dolor y de
angustia y Dios lo permite para hacer crecer y refinar nuestra fe. ¿Cómo se
sabe si tienes fe? Hay que haber una prueba, es la única manera que la fe es
manifestada. Tu fe es tan fuerte como la prueba que resiste.
El apóstol Pedro compara la prueba de nuestra fe como la prueba del oro.
“…para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro,
el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza,
gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo…” 1 Pedro 1:7
incluso cuando estamos
¿Cómo se sabe si tienes fe? Hay que haber una prueba, es la única
manera que la fe es manifestada.
Hoy en día hay una cantidad infinita de bisutería que tiene la misma
apariencia de oro. En muchos lugares como las casas de empeños o tiendas
de segunda mano donde compran oro antes de comprarlo tienen que probar
si es realmente oro. El oro es probado mediante un ácido. El comprador al
aplicar el ácido sabe en el momento si la joya realmente es oro, bañado a
oro u otro metal barato. Sin esta prueba podemos confundir el simple metal
barato con el oro. La verdadera fe se manifiesta cuando está bajo una
prueba. Dios permite que pasemos por pruebas para probar, refinar y
aumentar nuestra fe. Las pruebas nunca son para destruirnos ni para
hacernos daño, siempre tienen un final más provechoso y glorioso. Así
como Pablo dijo:
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien,
esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” Romanos 8:28
Propósitos y Beneficios de las Pruebas
Aunque no nos gusten las pruebas, son extremadamente necesarias para
nuestro desarrollo y son imprescindibles en nuestro crecimiento espiritual y
humano.
Propósito #1 - Paciencia y Madurez
Santiago explica que la prueba de nuestra fe produce paciencia, que nos
lleva a la madurez en nuestro caminar con Dios. Las pruebas o tribulaciones
que experimentamos vienen en diversas formas. El simple hecho de ser
cristiano a menudo nos obliga a salir de nuestras zonas de comodidad. Tal
vez hemos escuchado el dicho "Sin dolor no hay ganancia (en inglés No
Pain – No Gain)” con respeto al ejercicio de nuestro cuerpo físico. Lo
mismo ocurre con el ejercicio de nuestra fe en Dios. Por esta razón Santiago
escribió:
“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas
pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas
tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin
que os falte cosa alguna.” Santiago 1:2-4
La Biblia habla de gozo en diversas partes, pero sumo gozo sólo cuando
estamos siendo probados. Este gozo es imposible si no entiendes los
propósitos de la prueba. De la misma forma que parecería un dolor
innecesario para el que está haciendo ejercicios físicos si no supiera los
beneficios de sus ejercicios, así parece un dolor injusto e innecesario las
pruebas que Dios nos pone si no sabemos los beneficios que tendrán en
nuestra vida. Cuando el que hace ejercicios pasa por el dolor y el
sufrimiento de los ejercicios lo hace con alegría porqué tiene la mirada en
los resultados de sus ejercicios. Cuando un cristiano mira los futuros
resultados de sus pruebas puede alegrarse porque sabe que los resultados
serán tan maravillosos que harán que el sufrimiento parezca casi irrelevante.
Sin dolor, sin
incomodidades no hay crecimiento, no hay madurez.
Muchas veces oramos y pedimos a Dios que nos ayude a madurar, a crecer
o a ser mejores cristianos pero no entendemos que la respuesta de esta
oración no vendrá con un milagro en nuestro interior que nos cambiará
simplemente el carácter. Para crecer y madurar será necesario pasar por
pruebas. Sería similar a pedir a un entrenador personal que nos pusiera el
cuerpo en forma. El entrenador entonces nos daría una lista de ejercicios
que nos causaría dolor, sufrimiento e incomodidad.
Así trabajan las pruebas en nuestras vidas. Sin dolor, sin incomodidades no
hay crecimiento, no hay madurez. Mientras esperas
Una de las pruebas de nuestra fe es la prueba del tiempo. Muchas veces
Dios parece en tardar en responder nuestras oraciones y en lo que Dios
realmente está interesado no es en la oración ni en la respuesta, a Dios le
interesa saber tu actitud mientras espera, porque la fe tiene que pasar por la
prueba de la paciencia. En el versículo que acabamos de leer dice que
cuando la paciencia tiene su obra completada seremos “perfectos y
cabales”. La paciencia está relacionada con la madurez de la fe. Si
perdemos la fe porque nos parece que está “tardando demasiado” nuestra fe
no está madura. La verdadera fe nunca deja de creer, la verdadera fe soporta
la prueba de la espera. Cuando las cosas parezcan tardar no trates de ayudar
a Dios como lo hizo Abraham. Abraham había recibido la promesa de un
hijo pero como le pareció que tardaba demasiado Abraham quiso hacer las
cosas a su propia manera y como su esposa Sara no podía tener hijos se
acostó con la esclava y tuvo un hijo con ella. Un episodio lamentable en la
vida de Abraham que luego le causó muchos problemas.
Si usted tiene una promesa de Dios o algo que le hayas pedido a Dios que le
parece que está tardando, Dios le está probando la fe por medio de la
espera. Confía. No intentes utilizar artimañas lógicas y humanas que sale de
los parámetros bíblicos de la obediencia hacia Dios. Muchos han cometido
este error y las consecuencias pueden durar toda la vida. Mientras esperas
Dios está forjando tu carácter para cuando recibas la promesa tengas la
madurez suficiente para administrarla.
Propósito # 2 – Quitar la confianza de las cosas o personas
Una de las pruebas que Dios permite que enfrentemos viene por las
personas, a menudo Dios usa a la gente en nuestras vidas para probar y
estirar y desarrollar nuestra fe. En esta prueba se hace la pregunta, "¿Cómo
vas a manejar la decepción?" La vida es a menudo decepcionante. Carreras,
matrimonios, e incluso los planes no salen como planeamos. Pero lo más
decepcionante en la vida es la gente. ¿Por qué? Nos decepcionamos con la
gente porque esperamos que la gente satisfaga la necesidad que sólo Dios
puede satisfacer. Nuestro problema no es la gente en nuestra vida. Nuestro
problema es nuestra actitud hacia las personas en nuestras vidas y lo que
esperamos de ellas. Las personas no son el problema pero tampoco la
respuesta al problema. La respuesta es Dios. Cuando se espera que otras
personas sean nuestros salvadores, estamos preparando para la decepción.
Dios permite muchas veces que nos decepcionen las cosas como nuestro
empleo o las personas para que dejemos de depositar nuestra fe en lo que
nos falla para depositarla en Él que nunca nos fallará.
Si nuestra fe está depositada en las cosas o en las personas tendremos serios
problemas, porque ya sabemos que no podemos construir nuestra casa en la
arena, sino que la que la tenemos que construir en la Roca, en Cristo, el que
es inmutable e inconmovible. Muchas personas han perdido la fe, pero
porque su fe estaba en algo o en alguien que no era Dios. Si tu fe está en
Dios nunca la perderás porque Dios no te puede fallar.
Propósito # 3 – Cambiar nuestras prioridades
Quizá la peor tragedia de la vida sea vivir solo para sobrevivir. ¿Qué quiere
decir eso? Significa que la gran mayoría de la población mundial vive con
el único objetivo de sobrevivir y eso también es real para los cristianos.
Gastan todas sus energías físicas y mentales en como “llegar a fin de mes”.
En mi opinión eso es la gran tragedia de la vida. Mira lo que dice la Biblia
sobre eso.
“No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué
vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro
Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de
mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.” Mateo 6:31-34
En el versículo que acabamos de leer Dios nos dice que no debemos vivir
afanados como los gentiles (los que no conocen a Dios) buscando
diariamente el pagar nuestras cuentas, el comer, el vestir, etc. La prioridad
de Dios es que busquemos su reino y su justicia. Cuando invertimos
nuestras prioridades y nuestras energías en las cosas de Dios entonces
dejamos de sobrevivir y pasamos a vivir la vida en abundancia que Dios nos
promete. Cuando ponemos su reino como prioridad empezamos a vivir
nuestro verdadero propósito por el cual Él nos creó. Cuando cambiamos
nuestras prioridades y las ponemos en la secuencia que Dios diseñó
entonces nuestra vida cobra sentido y sólo entonces disfrutamos de la
verdadera vida. Mientras tu afán sea diariamente pagar cuentas o “llegar a
fin de mes” vivirás una vida vacía de propósito, una vida esclava del dinero
y del trabajo. Cuando Dios y su reino se convierten en nuestras prioridades
y empezamos a servirle nos daremos cuenta que “llegar a fin de mes” será
algo que no tendrás que preocuparte. Eso no significa que no tendrás que
trabajar ni buscar el dinero. Pero si significa que el dinero y el trabajo no
serán la prioridad de tu vida y ya no serán
Mientras tu afán sea diariamente pagar cuentas o “llegar a fin de mes”
vivirás una vida vacía de
propósito, una vida esclava del dinero y del trabajo.
Cuando apruebas las pruebas financieras de Dios el dinero deja de ser
tu amo y pasa a ser tu siervo.
unos señores que te esclavizan, sino unos recursos de parte de Dios.
Confiando en Dios que siempre tendrás lo necesario para pagar tus cuentas
y que nunca te faltará la provisión, hará que uses la mayor parte de tus
fuerzas y talentos en aquello por el cual Dios te creó.
Dios permite muchas pruebas en las áreas de las finanzas para que
aprendamos a no afanarnos y confiemos en su provisión. Las pruebas y
tribulaciones aquí juegan un papel muy necesario para reestructurar
nuestras prioridades. Cuando confiamos en Dios para nuestra provisión
tendremos la mente libre y despreocupada para pensar en cumplir los
sueños de Dios para nuestras vidas. Mientras el dinero y el trabajo sea tu
prioridad serás esclavo de ellos, no tendrás tiempo ni energías para
desarrollar todos los talentos y dones que Dios te dio para edificar la iglesia
y salvar el mundo. Si confías más en el dinero que en Dios, el dinero será tu
Dios, amarás al
dinero y como sabemos el amor al dinero es la raíz de todos los males. A
partir de ahí todas las decisiones en tu vida estarán basadas alrededor del
dinero, y tu vida se convertirá en una vida
vacía de sentido comprometiendo tus valores, convicciones y morales para
alcanzar aquello que tomó el lugar de Dios en tu vida, el dinero. Cuando
apruebas las pruebas financieras de Dios el dinero deja de ser tu amo y pasa
a ser tu siervo. Las pruebas financieras de parte de Dios te harán ver los
milagros de la provisión de Dios y cuando aprendas a depender de Él
estarás aprobado y libre del afán que esclaviza casi toda la población
mundial incluyendo muchos cristianos.
La fe vs el dinero
En todo el Nuevo Testamento Jesús trata de demostrar el poder superior de
la fe sobre el dinero. El dinero es el único dios que Jesús puso al nivel de
Dios cuando dijo "no podrás servir a dos señores “a Dios y las riquezas”. La
verdad es que el que decide tus posibilidades, lo que puedes hacer y lo que
no puedes hacer tiene el poder sobre ti. En este caso si es el dinero el que te
dice lo que puedes o no hacer, el dinero entonces es tu amo. En una ocasión
Jesús estaba con una gran multitud en un lugar desértico y la multitud tenía
hambre y Jesús les dijo a los discípulos que les diera a la multitud de comer.
Inmediatamente los discípulos llegaron a la conclusión que no podrían
darles de comer porque "el dinero les había dicho que no podían". Jesús
entonces les pidió que trajeran lo que tuvieran y como sabemos multiplicó
los panes y peces que le trajeron y alimentó así toda una multitud, sin
necesitar "el consentimiento" del dios dinero, Mamón. Si Dios te manda
hacer algo no digas que no tienes dinero, simplemente hazlo, cree, muévete
en tus posibilidades, no cuestiones, no calcules el precio en dinero, calcula
el precio en fe. Dios hará lo que prometió con o sin dinero. Él es la fuente.
Jesús en otra ocasión con el apóstol Pedro parecía que no tenían el dinero
para pagar un impuesto y le dijo a Pedro que fuera a pescar y que en la boca
del primer pez encontraría una moneda que con ella pagarían el impuesto
para ambos. Jesús no dio al dinero la decisión de poder pagar o no el
impuesto sino a la fe. En este caso la fe hizo que generara el dinero y en el
primer caso le hizo que generara el producto necesario sin el dinero. En
ambos casos la fe es demostrada superior al dinero y que incluso el dinero
mismo se puede adquirir por la fe.
Hay que mencionar también que en ambos casos donde la fe superó el
poder del dinero, la fe fue acompañada por una acción de fe. El que dio sus
pocos panes y peces a Jesús creyó realmente que Jesús lo multiplicaría, su
fe hizo que diera todo lo que tenía allí sin haber visto ninguna evidencia de
retorno. En el segundo caso Pedro tuvo que tener mucha fe para ir a pescar
y creer que iba encontrar una moneda en la boca de un pez.
Cuando quieres hacer algo para la gloria de Dios y para el beneficio de los
demás como en la multiplicación de los panes y peces o sí tienes una
necesidad o un apuro financiero como en el caso del impuesto que Jesús y
Pedro tenían que pagar debes tener presente a partir de ahora que el mayor
capital que tienes es la fe sumada a una acción que la respalda. El dinero o
la falta de ello puede quitarle el sueño, desesperarle, motivar, etc. Si eres
capaz de sustituir el lugar del dinero en tu vida por la fe, serás capaz de
generar tanto el producto que te falta sin la ayuda del dinero o el dinero
mismo como en los casos ya mencionados. Si la fe toma el primer lugar y
aprendes a vivir por fe serás libre del yugo de Mamón y de su falsa
seguridad. Si uno cree que el dinero es capaz de comprar cualquier cosa uno
hará cualquier cosa por el dinero y se meterá en grandes problemas. Si uno
cree que el dinero es quien le soluciona todo, le buscará como a su dios,
amará el dinero porque en su corazón el dinero ha sustituido el lugar de
Dios de proveedor y de fuente de todas las cosas. Lo que hay que entender
es que el dinero no es la fuente, Dios es la fuente. Cuando pones cada uno
en su lugar entonces tendrás paz y el dinero tendrá su lugar en tu vida, en tu
bolsillo y no en tu corazón. Si fe en Dios está en tu corazón y el dinero en el
bolsillo, el dinero será un gran recurso y un gran siervo para ayudarte a
conseguir las metas de Dios para ti. Así que, ¿quién decide lo que puedes
hacer? Si decides que es Dios y tu fe, entonces verás como lo que buscas
hallarás y que el dinero solo es un recurso más. Dios es dueño del oro y de
la plata, si vas a la fuente que es Él, entonces Él te enviará sus recursos. Si
cambias el chip que dices “necesito dinero para lograr eso” por “con mi fe
alcanzaré eso” entonces habrás sido libre de Mamón y serás libre para
alcanzar todos tus sueños.
Propósito # 4 – Simpatizarnos con los necesitados
Difícilmente podemos simpatizarnos con el dolor ajeno a no ser que
hayamos pasado por lo mismo alguna vez en la vida. Incluso Dios se
encarnó en hombre para simpatizar con el dolor humano y salvar la
humanidad.
“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de
nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra
semejanza, pero sin pecado.” Hebreos 4:15
Muchas veces juzgamos a las personas que están pasando por algún tipo de
sufrimiento en vez de compadecernos de ellas. Sin embargo cuando
experimentamos el mismo sufrimiento se rompe nuestro orgullo, nos
sensibilizamos e incluso luchamos para ayudar a nuestro prójimo que se
encuentra en esta situación.
Muchas de las pruebas que atravesamos Dios las permite porque tiene que
ver con nuestra misión aquí en la tierra. El dolor de quien sientes es una
gran señal del dolor que Dios quiere que luches para sanar. En una ocasión
escuché al famoso cantante góspel Donnie McClurkin contando la historia
de vida y los sufrimientos y abusos sexuales que sufrió durante toda su
niñez y adolescencia y cómo Dios le ayudó a superar todos aquellos
sufrimientos. Él cuenta que en una ocasión una señora llorando le preguntó
“¿por qué Dios te dejó pasar por tanto sufrimiento?”. Donnie cuenta que
nunca le había hecho esta pregunta a Dios y que decide hacerla entonces y
la respuesta que Dios le da es: “Para que muchos sean salvos uno tiene que
ser crucificado” . El ministerio de Donnie McCurklin ha inspirado a
millones de personas alrededor del mundo y ha sido de sanidad para el
sufrimiento de muchas de ellas. De la misma forma que Dios levantó a
Donnie para restaurar a miles de personas en el mundo a través de su
testimonio y ministerio, así nace casi todos los ministerios y organizaciones
que se compadecen de los que más sufren. Eso es especialmente cierto en
las personas que trabajan en asociaciones y organizaciones sin ánimo de
lucro. Son personas que sienten el dolor de alguien y luchan para cambiarlo.
El dolor que Dios permite que suframos tiene que ver con el sufrimiento
que Dios quiere que sanemos en otras personas. El dolor nos ayuda a ser
más humanos, más sensibles y menos orgullosos y prepotentes. El
evangelio de muchos cristianos occidentales hoy en día está basado en
buscar el bienestar propio y sus peticiones muchas veces están repletas de
lujos y caprichos. No se dan cuenta del enorme egoísmo que eso supone.
Ese evangelio está muy lejos de lo que Jesús enseña.
“Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al
fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y
no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y
no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la
cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos le responderán diciendo:
Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo,
o en la cárcel, y no te servimos? Entonces les responderá diciendo: De
cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños,
tampoco a mí lo hicisteis. E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la
vida eterna.” Mateo 25:41-46
Las Packer Whackers
En Australia los desfibriladores son llamados coloquialmente como Packer
Whackers, en recuerdo al magnate de la prensa Kerry Packer. En 1990
mientras jugaba Polo el señor Packer sufrió un ataque cardíaco y estuvo
clínicamente muerto durante seis minutos. Packer fue reavivado por los
paramédicos con un desfibrilador. Era muy poco común que las
ambulancias llevaran desfibriladores en el momento y el médico que le
atendió una vez en el hospital le dijo “Fue puramente casualidad que la
ambulancia que respondió la llamada estuviera equipada con un
desfibrilador”. Si no fuera por el desfibrilador el señor Packer estaría
muerto. Después de su recuperación, el señor Packer donó una gran suma
de dinero para asegurar con la ayuda del estado que todas las ambulancias
de su región tuvieran un desfibrilador. Hoy en día miles personas son salvas
gracias a los desfibriladores y gracias a la iniciativa del señor Packer de
poner uno en cada ambulancia.
El Dolor Ni Siempre tiene Sentido
El sufrimiento es parte de la existencia humana, se hace presente en cada
momento de nuestra existencia y aunque muchas de las pruebas las
podemos entender como enviadas por Dios que nos beneficia en
crecimiento y madurez espiritual, también tenemos que decir que existen
tragedias en la vida que realmente no tienen ningún sentido ni explicación.
Hay verdades en la vida y en la limitación humana que debemos asentar en
nuestros corazones como por ejemplo: Hay preguntas en la vida que nunca
se podrán responder, hay acontecimientos que no tienen explicación, hay
cosas en la vida que nunca lo podremos cambiar y hay cosas en la vida que
no tenemos la responsabilidad. Mientras no aceptas estas verdades vivirás
siempre en la duda, la preocupación y en la depresión. Cuando estas
verdades se asientan en tu corazón podrás vivir en paz. Vivir buscando
respuestas o creer que toda la experiencia humana es algo que ha decidido
Dios es incorrecto y puede ser muy dañino.
El libre albedrío
Quizá la mayor fuente de tragedias y dolor sea el hombre mismamente.
Dios le dio al ser humano la capacidad de decidir entre el bien y el mal.
Infelizmente Dios no puede interferir en el libre albedrío del hombre y el
hombre tomará muchas decisiones malas que causarán tragedias y dolor
tanto para sí mismo como para terceros. El libre albedrío es el mayor regalo
que Dios nos dio al hombre, tenemos la libertad de tomar nuestras propias
decisiones, incluso de seguirle a Dios o no. Lo bonito de la vida es tomar
las decisiones buenas que ayudan a los demás. La mayor decisión de todas
es amar.
El dominio de la tierra
Todos nos hemos preguntado alguna vez “si Dios existe ¿por qué hay tanto
dolor e injusticia en el mundo?” Dios ha dado el gobierno de la tierra al ser
humano y lo que pasa en la tierra es responsabilidad del hombre porque a él
Dios entregó el dominio.
“Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra,
y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en
todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” Génesis 1:28
La tierra es el territorio que Dios regaló al hombre para que dominara y
cuidara. Es como una casa que un padre regala a su hijo. Aunque el padre
sea el que haya pagado por la casa, al dar las llaves a su hijo a partir de ahí
el hijo tiene total dominio sobre la casa. El padre no puede entrar en la casa
ni intervenir a no ser que el hijo le pida. Así ocurre con la tierra. Dios no
puede romper su propia palabra, Dios no puede dominar los asuntos de la
tierra ni intervenir a no ser que el hombre le invite. Ahí la razón de la
oración. La oración es el medio que Dios creó para que los hombres pidan
Su intervención en la tierra.
Si no oramos Dios no tiene derecho legal para actuar en la tierra.
Es muy fuerte decirlo pero Dios necesita el permiso del hombre para
intervenir en lo que ocurre en la tierra. Si no oramos Dios no tiene derecho
legal para actuar en la tierra. Dios no puede romper su palabra. Si no fuera
así la oración no tendría ningún sentido.
“Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo.”
Mateo 6:10 (LBLA)
Si alguien quiere la intervención de Dios en la tierra se necesita la oración,
alguien que se ponga de acuerdo con Dios para que Él tenga el poder de
intervenir. Por supuesto además la oración debe de ser en el nombre de
Jesús, el único camino a Dios.
“Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre
sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.” Juan
14:13-14
Convierte tu dolor en un don para otros
Quizá no entiendas muchas de las tragedias que hayas vivido o que las
personas a tu alrededor vivan. Casi todos hemos vivido tragedias y perdidas
que no tienen sentido para nosotros. Creo que de lo que se trata cuando
hablamos del dolor y de la tragedia no es pasar toda la vida preguntando por
qué o si hicimos algo para merecerlo o cualquier otra pregunta de esta
naturaleza. Creo que se trata de superarlo, de sumergir en el amor de Dios
donde realmente se puede sanar cualquier dolor y mirar hacia adelante,
creer que Dios tiene reservado un futuro maravilloso para nosotros y hacer
que el dolor que hayamos experimentado se convierta en un don para
ayudar a otros. Lo que está claro es que miles de personas han sufrido las
mismas tragedias que nosotros. Permitamos la sanidad de Dios en nuestras
vidas y usemos nuestra experiencia para ayudar aquellos que todavía no han
podido superar sus pérdidas y tragedias más dolorosas. No permitas que
nada de lo que hayas pasado sea en vano, cada situación que hayas vivido,
cada sufrimiento que hayas pasado haz que sea útil para sanar y consolar a
otras personas.
Propósito # 5 – Movernos a nuestro destino
Quizá uno de los episodios más tristes y lamentables en la vida de un
personaje bíblico ha sido la vida de José hasta llegar a gobernar Egipto. La
manera en que fue traicionado y vendido por sus propios hermanos es de un
dolor y un sufrimiento sin precedentes. ¿Pero por qué Dios permitiría tal
prueba? Esta respuesta la responde el mismo José en los versículos
siguientes
“Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se
acercaron. Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis para
Egipto. Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido
acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros.
Pues ya ha habido dos años de hambre en medio de la tierra, y aún quedan
cinco años en los cuales ni habrá arada ni siega. Y Dios me envió delante
de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida
por medio de gran liberación. Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino
Dios, que me ha puesto por padre de Faraón y por señor de toda su casa, y
por gobernador en toda la tierra de Egipto.” Génesis 45:4-8
Muchas veces nos acomodamos en la vida en ciertos puestos que ni siquiera
están cerca de lo que nosotros fuimos llamados a hacer. Es muchas veces
difícil o casi imposible que salgamos de la comodidad para aventurarnos a
descubrir nuevas oportunidades fuera de nuestra zona de comodidad. A
veces nuestra asignación está tan fuera de nuestra realidad presente que ni
siquiera la podríamos entender ni imaginar. Por eso suelo decir que ser
vendido suele ser el medio de transporte a tu lugar de destino. Incluso Jesús
le dijo a Judas “Lo que vas a hacer, hazlo más pronto.” La traición de Judas
sería la manera en que Jesús llegaría a la cruz y salvaría la humanidad del
pecado. Somos tan reacios a dejar nuestra comodidad que Dios tiene que
usar las pruebas para que nos lleve a nuestro destino glorioso. Dios tiene
que cerrar las puertas de donde estamos para que salgamos del lugar donde
estamos y vayamos al lugar que Él nos está llamando.
Dios quita lo bueno para darnos lo mejor. Muchas veces no entendemos
porque nos echan de un trabajo, porque nos traiciona nuestros líderes,
porque cerramos un negocio, etc. Si realmente creemos que todas las cosas
ayudan a bien de aquellos que aman a Dios sabemos que Dios está haciendo
sitio para algo mejor. Estoy convencido que cuando Dios cierra una puerta
es porque quiere abrir una mejor. Si José no hubiera perdido su comodidad
en el seno de su familia jamás hubiese llegado a gobernar Egipto.
Cuando miro hacia atrás en mi vida a los acontecimientos de traición y
decepción doy gracias a Dios porque Dios usó estas situaciones para
quitarme de ciertos entornos limitantes, para moverme hacia mi destino de
gobierno y bendición. Cuando imagino que hubiese llegado a ser si todavía
siguiese en aquellos lugares realmente me doy cuenta que estaría perdiendo
el tiempo y mis energías en algo totalmente fuera de mi llamado.
Cuando estás ungido para reinar no encajas como siervo
David había sido ungido como rey de Israel por el profeta Samuel. Después
de recibir esta asignación David no encajó en ningún sitio hasta que se
sentó en el trono. Pero el proceso entre la unción de David hasta que
empezó a reinar no fue nada fácil. Saúl tenía una meta clara de matar a
David y lo persiguió por más de diez años. Mientras David huía de Saúl en
estos años David tuvo la oportunidad de tener un buen puesto de trabajo
como guardia personal de Aquis rey Filisteo. Sin embargo David no duró
mucho tiempo trabajando para Aquis aunque Aquis quisiera que David
fuera su guardia personal toda la vida (1Samuel 28:2). Poco después de
empezar como guardia personal de Aquis los filisteos empezaron a
desconfiar de David e hicieron que le echaran del ejército de Aquis. David
una vez más fue decepcionado. Además, justo después de haber sido echado
del ejercito filisteo David pasa por quizá la peor prueba de su vida. Los
amalecitas habían llevado cautivos todas las mujeres y familiares suyos y de
sus valientes. Casi le apedrean a David y David tiene que perseguir a los
amalecitas para rescatar a su pueblo y lo hace de una manera heroica e
impresionante sin que nadie de los suyos muriera. ¿Pero qué sentido tiene
que Dios le permita pasar por todo eso? La respuesta es simple. Después de
rescatar los suyos Saúl y su familia es muerta por los filisteos y ¿quién debe
de subir al trono? David. El rescate de todos los que habían sido llevados
por los amalecitas fue su prueba final para que el pueblo le aclamara como
rey de Judá y ¿qué hubiese pasado si nunca le hubiesen echado del ejército
filisteo, el mismo ejército que mató a Saúl?
Quisiera animarte si muchas veces no encajas en muchos sitios, si
desconfían de ti o no les gusta tu “túnica de colores”, aunque sea duro es
necesario porque Dios está utilizando estos rechazos y decepciones para
que no te acomodes en un lugar mediocre sino que sigas hasta llegar a tu
lugar donde desempeñarás todo tu potencial. Dios usa estas pruebas para
sacarte de dónde eres tolerado hacia donde serás celebrado.
No te ofendas
Cuando José entendió que Dios había utilizado toda la situación de la
traición de sus hermanos para llevarle a Egipto a reinar, José no solo les
perdonó sino que les salvó la vida. Si te han rechazado y traicionado y les
guarda rencor no habrás aprobado la prueba. Es Dios quien te abre y cierra
puertas, el que te promociona y el que te lleva al lugar de tu destino.
Cuando entiendas eso darás gracias a Dios por las veces que no te aceptaron
porque habrás entendido que no era tu lugar y si no te hubiesen rechazado
hubieses seguido allí sin cumplir tu propósito real
Cuando Dios te
promociona no lo hace por ti solamente
en la vida. No te ofendas, perdona y simplemente entiende el rechazo como
una señal de que no estás todavía en el lugar correcto. Hay un lugar que
Dios diseñó para que desempeñes todo tu potencial y seas de bendición para
mucha gente. Y después, cuando Dios te ponga en el lugar de gobierno y la
posición de poder no pagues mal por mal sino que vence el mal con el bien.
Porque recuerda que Dios utilizó el rechazo de ellos para llevar a tu lugar
de poder. Si decides perdonar y bendecir incluso aquellos que te hayan
rechazado demostrarás a Dios que estás listo para sentar en la posición de
poder y autoridad que Dios preparó para ti. Cuando Dios te promociona no
lo hace por ti solamente, lo hace para que seas de bendición para toda una
multitud de personas y si llegas arriba con la actitud equivocada y con
ofensa en el corazón la soberbia contaminará tu corazón y perderás el
verdadero sentido de la promoción de Dios. Si has perdonado los que te
ofendieron y te rechazaron ya es una gran señal que estás a punto de sentar
en un lugar de poder y bendición.
Capítulo 7
La Fe en los Demás
Vivimos en una era donde se predica en muchos luga
res un evangelio donde la búsqueda de Dios se basa en que Él cumpla
nuestros caprichos. Incluso el deseo de liderazgo muchas veces tiene que
ver con conseguir un status o un lugar de prestigio. No es de extrañar que
haya tanto caos y egoísmo en el mundo cristiano. Si deseamos realmente
cumplir nuestra misión aquí en la tierra tenemos que volver a lo que dijo el
Señor:
“así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y
para dar su vida en rescate por muchos.” Mateo 20:28
El fundamento del liderazgo está en servir a los demás y no en ser servido.
Por eso si queremos ser exitosos y cumplir los sueños de Dios en nuestra
vida lo tenemos que comparar con este principio. Los sueños que Dios nos
da no son para nosotros son para el bien de muchos. Solo es líder aquel que
está dispuesto a sacrificar parte de su vida para edificar la vida de otros. Los
líderes, los que inspiran y que merecen ser seguidos por las personas, no los
jefes que les gustan ser llamados líderes pero no lo son, son vistos por los
demás como servidores porque realmente lo son desde el fondo de su ser.
En eso se basa una visión de Dios. Si tu visión solo incluyes a ti mismo
quizá necesites revisar tus creencias y tu mundo interior. El sentido de la
vida está relacionado con hacer una aportación al bien común. Estamos
perdiendo nuestro tiempo y viviendo una vida sin sentido si no estamos
haciendo que la vida de otros mejore. Para hacer cualquier cosa que sea
realmente digna en la vida hace falta tener fe en las personas, amarlas, creer
en la gente. Si no amas a las personas no busques ninguna posición de
liderazgo porque entonces en vez de ayudarlas y hacerlas crecer las harás
daño y tendrás un liderazgo autoritario y abusivo
Servicio y Grandeza
“Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el
primero, será el postrero de todos, y el servi
Cuando uno cree que es demasiado
importante para servir demuestra en realidad su inseguridad.
dor de todos.” Marcos 9:35
Tu nivel de grandeza será tu nivel de liderazgo y tu nivel de liderazgo será
tu nivel de servicio. Servir no tiene que ver con las tareas que
hacer, no es una posición sino que es una actitud. El verdadero líder es
aquel que tiene un verdadero deseo de servir a otros y si esta no es la
verdadera actitud será imposible camuflarla. Las personas no siguen un
líder para servirlo y complacerlo, las personas siguen a un líder que
realmente lucha y se sacrifica por el bien de ellas. Cuando esta actitud está
en el líder, no será necesario que busque los seguidores sino que los
seguidores le buscarán. El verdadero líder está dispuesto a poner las
necesidades de otros antes que las suyas y su confianza para servir viene de
una verdadera seguridad interior. Cuando uno cree que es demasiado
importante para servir demuestra en realidad su inseguridad. Solo las
personas seguras pueden tener una actitud correcta para servir. Toda gran
visión que vayamos construir debe de estar basada en el servicio y en que
mejore la vida de los demás. Jesús fue el mayor líder de todos porque
renunció su comodidad para dar su propia vida por los demás. El servicio es
la base de una gran visión. El nivel de servicio y de cuantas personas se
están beneficiando será el nivel de grandeza de una visión.
No vale la pena si sólo es para ti
Cuando el dinero, el prestigio o la fama se convierten exclusivamente en el
fin de una visión es muy probable que esta visión o liderazgo venga abajo
por la sencilla razón que toda visión pasará por crisis, dificultades y
adversidades. Y en estos momentos, cuando todo se sacude es donde
aparecen las dudas y si uno no tiene unas convicciones puras y bien
profundas, algo por el que realmente valga la pena pagar el precio, es fácil
abandonar. A la hora de emprender una visión es importante que exista una
fuerte identificación de propósito. Si sólo estás luchando por una posición,
dinero o fama esta lucha queda totalmente sin sentido en la hora en que no
ves el dinero, los aplausos o las felicitaciones. Sin embargo, si una persona
tiene convicciones claras que transciende y en sus objetivos el dinero no es
el fin sino un simple medio, esta personar seguirá a flote incluso en las
peores crisis.
La Prueba de la Verdadera Intención
Cualquiera puede decir que tiene la intención de hacer un mundo mejor o de
ayudar a los demás. Casi todos lo decimos pero la verdad de eso no se
demuestra con lo que uno dice sino con los hechos. Muchas personas
prometen a Dios que ayudarán a los pobres, o en las misiones o en cualquier
otra área de necesidad cuando sean exitosas y tengan más dinero. Pero lo
que realmente demuestra que lo haremos cuando tengamos éxito y dinero es
si lo estamos haciendo ahora con los pocos recursos que tenemos. Jesús
dijo:
“El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy
poco es injusto, también en lo más es injusto.” Lucas 16:10
La prueba real de lo que harás cuando tengas mucho es lo que estás
haciendo con poco. Si de lo poco que tienes sacas para mejorar la vida de
los demás, Dios puede confiar en ti para darte más para que sigas haciendo
lo mismo. En lugar de pedir a Dios por más, empieza a sembrar lo que
tienes ahora, aunque sea poco. Si no ayudas teniendo poco tampoco
ayudarás cuando tengas mucho. Si tu prioridad no es servir ahora, será
mucho más difícil hacerlo cuando tengas mucho. Dios es el primer
interesado en que seas prosperado y que tengas muchos recursos. Pero si en
tu corazón solo está complacerte a ti mismo, Dios no tendrá ningún interés
en darte más porque sería alimentar todavía más el egoísmo y el
egocentrismo dentro de ti.
Capítulo 8
Errores y Mitos de la Fe
La fe del tamaño de un grano de mostaza
“… porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza,
diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será
imposible.” Mateo 17:20
Desafortunadamente, muchos cristianos tie
nen muy poca fe. Algunos han profesado que lo único que necesitan es la fe
del tamaño de una semilla de mostaza y con un mínimo de fe uno puede
mover montañas, pero esto en realidad es una muy mala interpretación de
las escrituras. Jesús no habla de la fe “del tamaño” de un grano de mostaza
sino que habla de la fe “como” un grano de mostaza. Jesús dice en Lucas
17:06 y Mateo 17:20 que si tuvieras la fe “como” un grano de mostaza que
podrías decir a un árbol que se arrancara de la raíz y se plantara en el mar y
lo haría. Si tuvierais fe como un grano de mostaza moverías montañas.
Pero, la mayoría de los cristianos no están moviendo las montañas o
desarraigando los árboles. De hecho, muchos no sólo no tienen fe como un
grano de mostaza, además no tienen suficiente fe para mover un grano de
mostaza. La mayoría de los cristianos interpretan estos pasajes acerca de la
semilla de mostaza como que se refiriera a su tamaño debido a que un grano
de mostaza es muy pequeño. Interpretan los pasajes recién citados diciendo
que si tiene un poco de fe, entonces podría mover montañas. Entonces si
Jesús no se estaba refiriendo al tamaño ¿a qué se refería Jesús? Jesús dice
que tenemos que tener la fe que tiene un grano de mostaza. ¿Cómo es la fe
del grano de mostaza? La fe de un grano de mostaza es que a pesar de su
tamaño, ella no se cree la hortaliza más pequeña basándose en su tamaño,
sino que se cree la hortaliza más grande a pesar de su tamaño. La semilla de
mostaza tiene la fe de ser la mayor hortaliza de todas sin mirar su condición
actual.
Piensa en esta pregunta: ¿Qué hace una semilla poderosa? Su tamaño no
importa, ¿verdad? Es lo que hay dentro lo que realmente importa. Jesús
utilizó la semilla de mostaza para ilustrar los principios del Reino de Dios
por varias razones. Una semilla lleva en sí el ADN o el proyecto de la
planta madre, lleva su promesa de ser un árbol. Una semilla de roble no
produce un castaño. Una semilla de mostaza va producir un árbol de
mostaza. La Palabra de Dios que es una semilla producirá el Reino de Dios
dentro de ti. El poder y la vida del grano de mostaza están en su ADN, en su
interior, en el código genético que le dice en que se tiene que convertir. La
semilla de mostaza está aferrada a la promesa de convertirse en un gran
árbol. Así tam
La Palabra de Dios que es una semilla
producirá el Reino de Dios dentro de ti.
bién el poder de la fe no está en su tamaño sino en la promesa y la visión en
la cual tiene que trabajar para llegar a ser. La fe es tan buena como la
promesa y visión que se está aferrada. Si te aferras a las promesas de Jesús,
si puedes creer que vas a lograr lo que dice que vas a lograr, si crees en tu
ADN de hijo o hija de Dios entonces tu fe te llevará hasta allí.
Otro aspecto que creo que Jesús quería decir sobre la fe como un grano de
mostaza es una “fe que crece”. Eso quiere decir que podemos tener una fe
pequeña al principio pero que si la regamos, la cuidamos y la alimentamos
podrá crecer a niveles inimaginables, entonces podremos mover montañas.
Y por último, el grano de mostaza no ejerce ningún poder hasta que no sea
sembrado. Si queremos que nuestra fe tenga poder y que crezca tenemos
que sembrarla. La fe tiene que ser puesta en acción. Cuando actúas según la
fe que confiesas esta fe empieza a crecer. Creo que Dios nos ha dado a
todos una fe como un grano de mostaza pero no es hasta que sembramos
esta fe en algún lugar que empieza a crecer y dar sus frutos. Por ejemplo,
quizá tú tengas la fe del tamaño de un grano de mostaza para abrir tu propio
negocio para la gloria de Dios. Todavía es muy pequeña y no te está dando
ningún fruto. Pero ahora siembras esta fe en una tierra. ¿Cómo? Pues
creando y diseñando un proyecto de negocio. Luego empiezas a mirar
locales en dónde abrir el negocio. Tu fe ya está empezando a crecer, porque
la sembraste, actuaste. Ya no es una semillita, ahora ya es un brote. Ahora lo
que era pequeño como un grano de mostaza ha crecido, el negocio se ve
cada vez más real y más cerca de su nacimiento. Sigues buscando formas de
financiación, explica tu idea a tu banco y a todos los que puedes. Ahora el
negocio se ve tan real que consigues la financiación, el local y todo lo
necesario. El negocio nace y ya no es un brote sino un árbol. Pero ¿dónde
empezó todo? Cuando sembraste la fe, cuando diseñaste el proyecto. Y
¿cómo siguió creciendo? Porque seguiste regando esta fe, seguiste
buscando todo lo necesario para hace nacer el negocio. Así funciona la fe
como un grano de mostaza, si lo siembras, si lo alimentas dará el fruto que
tiene que dar. Quizá estés leyendo esto y tienes una pequeña fe para algo, si
quieres que crezca esta fe tendrás que ponerla a trabajar, si no la siembras
no crecerá. Antes de mover una montaña tiene que mover un poco de tierra.
Antes de abrir un negocia hay que hacer el proyecto del negocio.
Si un mínimo de fe fuera suficiente para mover montañas entonces Jesús
nunca hubiera reprendido a los discípulos por su “poca fe”. Jesús varias
veces les llamó la atención por tener poca fe. Así que queda claro que con
una fe del tamaño de un grano de mostaza no será suficiente para mover
montañas. Pero si tenemos una fe como un grano de mostaza que se cree la
mayor hortaliza, que se aferra a Sus promesas y Su visión, si la sembramos
y sigue creciendo y creciendo por ser alimentada diariamente entonces
podremos mover montañas.
Esperando en Dios
Una de las cosas más difíciles en la vida de un cristiano es encontrar el
equilibrio entre lo que le corresponde a Dios hacer y lo que le corresponde
uno hacer. Muchos cristianos caen en la trampa de los extremos. Por un
lado muchos solo se dedican a la oración y las cosas espirituales y esperan
que Dios haga todo el trabajo duro. Por otro lado hay los que solamente se
esfuerzan y trabajan duro pero no cuentan casi nunca con la oración y la
mano de Dios. Ambos se frustran y son ineficaces.
“Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con
Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. Esfuérzate y sé
valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual
juré a sus
Hay que recordar que la tierra prometida por Dios mana leche y miel
pero también mana gigantes y mucho
trabajo.
padres que la daría a ellos.” Josué 1:5-6
En estos versículos del primer capítulo de Josué Dios le dice a Josué que
estaría con él como estuvo con Moisés, que le ayudaría en todo pero
también le dijo que se esforzara y que fuera valiente. En este pasaje creo
que lo que quiere decir es que Dios no va hacer la parte que está dentro de
nuestras posibilidades. Nosotros nos encargamos de hacer todo lo posible y
Dios se encarga de hacer todo lo imposible.
La frase “esperar en Dios” se ha convertido para muchos en una excusa
para no enfrentarse a gigantes ni asumir riesgos. Parece ser que los que usan
esta frase de manera errónea creen que sólo deben actuar cuando todo
parece estar fácil y sin esfuerzos. Parece ser que la señal de Dios para que
algo sea realmente de Su parte es que sea totalmente libre de esfuerzos. Por
esta mentalidad los hebreos que salieron de Egipto no entraron en la tierra
prometida, porque no estaban dispuestos a confrontar a los gigantes y las
ciudades fortificadas. Hay que recordar que la tierra prometida por Dios
mana leche y miel pero también mana gigantes y mucho trabajo. Creo que
esa actitud nunca fue la actitud de los héroes de la fe en la Biblia. Los
hombres y mujeres de fe en la Biblia actuaron en situaciones límites y
arriesgadas haciendo todo dentro de sus posibilidades y dejando lo
imposible en la mano de Dios. Quizá lleves tiempo esperando en Dios por
un milagro o un cambio en tu vida pero puede ser que Dios sea el que está
esperando en ti para que salgas de tu zona de comodidad y empieces a
esforzarte y ser valiente como mandó a Josué que hiciera.
Cuando Dios me diga cuál es mi llamado
Una de las más grandes trampas que ha paralizado a miles de cristianos y
los han convertido en ineficaces es el mito de esperar que Dios les diga cuál
es su llamado para después actuar o empezar a servir. Muchos cristianos
buscan una experiencia mística donde en un sueño o
Uno no descubre su llamado para después servir, sino que va
descubriendo su
llamado mientras sirve.
a través de un ángel Dios les revele su llamado o que un gran hombre o
gran mujer de Dios les profeticen lo que tienen que hacer. Mientras esperan
que Dios les diga “qué tienen que hacer” los años pasan, se frustran y sus
energías son desperdiciadas. Todos queremos hacer algo significativo y
encontrar nuestra pasión, pero te puedo garantizar esto: su propósito o su
llamado nunca será revelado a usted en su totalidad. Estoy convencido de
que uno no descubre su llamado para después servir, sino que va
descubriendo su llamado mientras sirve. En todo nuestro alrededor hay
miles de necesidades que
podríamos hacer algo para ayudar. En nuestras iglesias locales hay docenas
de maneras de servir. Podrías preguntarte a ti mismo ¿Qué cosas me
apasionan? ¿De quienes
me afecta su dolor? ¿Qué cosas me gustaría cambiar para el bien de los
demás? ¿Qué injusticias odio? Quizá en estas y otras preguntas podrías
encontrar lugares donde servir y encontrar tu propósito. No esperes más por
Dios para que le diga qué hacer con su vida. Dios espera que hagamos cosas
para Él que sean por nuestras propias iniciativas. Dios no tiene que decirte
todo lo que tienes que hacer. Así como un padre no le debe decir a su hijo
exactamente a que se tendrá que dedicar el resto de su vida pero que está
dispuesto a ayudar a su hijo a encontrar su vocación e invertir en sus
proyectos así creo que Dios desea que nosotros empecemos a servirle,
desde una iniciativa propia, que nace de nuestro amor y pasión hacia Él y
no desde una orden suya.
Cuando yo todavía estaba en el instituto bíblico, parte de las asignaturas
para graduar era hacer un viaje misionero a un país pobre donde uno tendría
que evangelizar y trabajar para una iglesia local. Me acuerdo que una de
mis compañeras de clase dijo públicamente en clase que no tenía el llamado
de ir a misiones a países pobres y que hablara otro idioma pero el director
del instituto bíblico le dijo que si quería graduar tendría que ir al viaje. Por
la obligación y sin muchas ganas ella fue al viaje que duró sólo quince días.
Después del regreso me acuerdo que ella volvió completamente cambiada y
convencida que Dios le llamaba a misiones a países como el país que había
ido de misión y al poco tiempo de volver de este viaje ella empezó una
organización misionera que ayuda enviar misioneros a diferentes países del
tercer mundo. No fue hasta que sirvió a Dios de una manera simple y sin
perjuicios que Dios le puso en su corazón su propósito y llamado. Sirve a
Dios en todo lo que puedas ahora, no esperes que te diga qué hacer, la
Biblia ya nos dice que tenemos que predicar el evangelio a toda criatura y
eso se puede hacer en cientos de maneras distintas, desde limpiar el suelo
de una iglesia o enviar dinero a un misionero hasta yendo a las naciones
predicando. Lo importante es usar cada oportunidad, cada recurso, cada
talento que tengas para Dios y si eres fiel en lo poco en lo mucho Él te
pondrá. Si Dios ve que puede contar contigo para las cosas pequeñas te
llamará para las cosas más grandes.
La fe me hará libre de problemas
Muchos cristianos tienen una idea equivocada sobre la fe, piensan que es
una inmunidad para los problemas. Es falso pensar que si tengo fe no tendré
ni problemas ni enfermedades. La verdad es que nadie está inmune de
problemas o de enfermedades. Vivimos en un mundo con una naturaleza
caída y pecaminosa. Vivimos en un mundo donde no rige las leyes de Dios
sino las leyes de hombres corruptos e influenciados por las huestes de
maldad. Creer que si tienes fe no te va a pasar nada es erróneo, porque Jesús
dijo: “En el mundo tendréis aflicción” pero la buena noticia es que también
dijo “Confiad, yo he vencido al mundo”. Lo que quiere decir es que sobre
todas las aflicciones y tribulaciones que pasemos seremos más que
vencedores sobre ellas.
“Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te
anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá
en ti.” Isaías 43:2
En este versículo Dios nos promete estar con nosotros en medio de nuestra
aflicción, no promete que nos librará del agua o del fuego sino que nos
librará “en el agua” o “en el fuego”. A pesar de pasar por el peligro del agua
o del fuego nosotros saldremos más que vencedores porque Él estará con
nosotros. Lo mismo pasó con los tres amigos de Daniel, Sadrac, Mesac y
Abed-nego; Dios no les libró del horno de fuego pero si les libró “en el
horno de fuego”.
La promesa de Jesús no es que no pasaremos circunstancias difíciles. Pablo
sufría constantemente y era perseguido por causa del evangelio. Lo
azotaron varias veces, fue apedreado, tuvo tres naufragios, y sin embargo
fue un hombre de una fe admirable, era un hombre que hacía milagros y
prodigios y que Dios usó para predicar a todo el mundo antiguo. La fe no es
una inmunidad para las cosas malas, sino la fuerza y la capacidad de Dios
para que salgas victorioso una y otra vez de cada problema.
La fe y dar lástima
Un día fui a un lugar turístico, muy famoso por la belleza de la naturaleza
del lugar pero también famoso por un altar de idolatría. Mientras visitaba el
lugar, me acerqué hasta la estatua del ídolo y me deparé con una mujer de
rodillas que miraba compenetrada a la estatua con una profunda expresión
de lástima. Seguí mirando unos minutos la escena hasta que por fin la mujer
consiguió derramar una lágrima y parecía sentirse satisfecha de haberlo
hecho. Nunca se me olvidó aquella escena. Entendí que lo que hacía era
intentar conmover o dar pena a su entidad para que le ayudara. Me pareció
un poco teatral y un poco sin sentido para mí. Sin embargo, me di cuenta
que aquella escena no solamente se repite en altares de idolatría. También
se repite en nuestras iglesias. Muchos tienen el concepto erróneo de que la
manera de mover la mano de Dios es demostrar pena o lástima. Sea por la
cultura heredada o simplemente por ideas equivocadas, muchos cristianos
han caído en el mismo engaño. Piensan que si demuestran impotencia,
desesperación, lástima o pena, Dios hará algo por ellos y lo que no sabes es
que la fe es totalmente opuesta a la lástima.
En una situación de peligro de muerte para los discípulos. La barca de ellos
casi se anegaba en medio de la tormenta y Jesús dormía en la popa. Los
discípulos despertaron a Jesús y le preguntaron “¿no te importa que
perezcamos?” (Marcos 4:38 LBLA). Muchos predicadores ilustran este
pasaje bíblico de una manera que un se podría imaginar que Jesús al
despertar diría algo cómo “No temáis, yo soy el Hijo de Dios, yo os
salvaré.” Sin embargo no fue lo que Jesús dijo. Jesús en vez de confortar a
los discípulos, los reprendió diciendo: “¿Por qué estáis amedrentados?
¿Cómo no tenéis fe?”. En medio de una situación de peligro de muerte uno
se podría imaginar a Jesús apareciendo como un superhéroe para rescatar a
los discípulos del peligro y esa es la imagen que muchos predicadores dan
de este episodio en la Biblia pero en realidad Jesús les reprendió por tener
poca fe, que no era necesario despertarle como lo hicieron. Jesús en ningún
momento demostró que sintió pena ni lástima ni tampoco quiso demostrarse
como un superhéroe. Lo que realmente le hubiese agradado era que los
discípulos tuvieran fe y hubiesen vencido la tormenta por ellos mismos.
Si quieres salir de la situación que estás y quieres la ayuda de Dios
necesitas moverte en fe, “sin fe es imposible agradar a Dios.” Dios
respaldará tu fe, se agradará de ella y entonces irás de victoria en victoria.
La razón por la cual Dios no se mueve por la lástima es que Dios nos ha
hecho a su imagen y semejanza y en la imagen y semejanza de Dios no está
el rasgo de lástima y de pena sino el rasgo de valor, esfuerzo y fe. La
lástima es una herramienta de manipulación. Hay personas que tienen un
estilo de personalidad llamada “mártir”. Este tipo de personas son aquellas
que siempre parecen ser las víctimas de todo. Generalmente las
“personalidades mártires” buscan aprobación, y especialmente la buscan
por medio de la lástima que intentan inspirar a través de una actitud de
humillación. Son personas que siempre resultan siendo las víctimas, y esto
es claramente una manera de manipulación. Muchas personas con esta
personalidad creen que su lástima también podrá funcionar con Dios, que
podrán manipular a Dios a través de su actuación victimista. El mayor
problema es que es un error muchas ve
La razón por la cual Dios no se mueve por la lástima es que Dios nos ha
hecho a su imagen y semejanza y en la
imagen y semejanza de Dios no está el rasgo de lástima y de pena sino
el rasgo de valor,
esfuerzo y fe.
ces alimentado por enseñanzas erróneas dentro de la iglesia misma. Hay
toda una cultura cristiana de lástima y pena reflejada en las canciones y
predicaciones. Por eso, si preguntas por qué las cosas no cambian a pesar de
tanto orar, llorar y pedir, quizá ahora entienda que lo que hay que hacer es
mover en fe, con valentía y esfuerzo. Sólo así Dios se alegrará de nosotros,
porqué reflejaremos su imagen y su semejanza.
Por supuesto uno no debe olvidar que a pesar de que Dios no se mueva por
la lástima (actitud derrotista, negativa y manipuladora), sí es movido por la
compasión y el dolor real de la gente. Dios tiene compasión de las personas
y sus situaciones tan tristes y difíciles pero lo que hay que enfatizar es que
Dios espera una actitud de fe de estas personas y no una actitud de lástima
para que reciban su milagro o su cambio.
“Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban
desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.” Mateo 9:36
¿Fe, emoción o convicción?
Cuando el pueblo de Dios, los hebreos, salieron de Egipto a través de
Moisés, vivieron en el desierto durante cuarenta años y experimentaron los
milagros más increíbles de la Biblia. Vivían en una constante experiencia
con lo sobrenatural de Dios. La mano de Dios era visible las veinticuatro
horas del día. Por el día tenían la nube que les daba sombra, por la noche
tenían la columna de fuego que les protegía del frio. El maná aparecía cada
mañana, todo era espectacular, asombroso. Me imagino qué sentirían el
pueblo cada vez que Dios se manifestaba cada día. Realmente debería de
ser impresionante vivir cada día con una demostración diaria del poder
sobrenatural de Dios. Pero algo pasó cuando llegaron a la tierra prometida:
El maná cesó, la nube y la columna de fuego desaparecieron. En fin, ahora
tenían que vivir por fe, sin ver nada sobrenatural. Ahora tenían que trabajar,
construir, matar gigantes, enfrentar a ciudades fortificadas, pelear, y todo
sin tener ninguna demostración sobrenatural externa de la presencia de
Dios. Aunque no veían nada, Dios prometió que sería el mismo, que estaría
con ellos como estuvo con Moisés. Dios se manifestaría ahora de otra
manera, dándoles victoria en las batallas y prosperándoles en lo que
emprendían. Tendrían que dejar de creer en lo que veían y empezar a creer
en sus corazones por fe. Eso nos pasa cuando nacemos de nuevo en Cristo.
Cuando nosotros salimos del mundo y Jesús nos hace libre de nuestro
Egipto, nos lleva a una temporada de desierto donde Dios se manifiesta
constantemente a nosotros. Cuando oramos o cantamos sentimos que Él
Dios necesita cristianos que no dependan de sentir sino que tienen una
convicción en cada momento y a pesar de los problemas tomará la
decisión basándose en sus convicciones.
está allí y lloramos de emoción constantemente. Es increíble ver como los
nuevos creyentes viven de milagro en milagro y de testimonio en
testimonio. Viven una experiencia muy espectacular y pueden ver la mano
de Dios cada día. Pero creo que llega un día en la vida del cristiano cuando
uno tiene que madurar, cuando su fe ya no se basa en sentimientos y
emociones sino que se basa en una convicción arraigada en su corazón.
Muchos cristianos se frustran y llegan a creer que están mal con Dios
porque ya no están viviendo las “experiencias del desierto”, sin embargo es
justamente lo contrario, quiere decir que tienen que madurar y dejar de
depender de emociones y vivir con una convicción.
El cambio de desierto a tierra prometida es el cambio de la madurez, donde
uno ya no depende de emociones para tomar decisiones. Lo mismo pasa con
la vida misma. Un bebé cuando nace necesita SENTIR la presencia
constante de su madre para afirmar su seguridad, llora constantemente y
todo es novedad pero a medida que va creciendo deja de depender tanto del
toque y del lloro y entra en la madurez. Que ya no sienta físicamente a su
madre no significa que no está con él, no significa que no le apoya, no
significa que no tiene su amor. Cuando el cristiano entra en la etapa de
madurez tiene que entender que a pesar de no sentir como antes, Dios sigue
allí, sigue a su lado, le sigue apoyando, protegiendo y amando. Dios
necesita cristianos que no dependan de sentir sino que tienen una
convicción en cada momento y a pesar de los problemas tomará la decisión
basándose en sus convicciones.
Cuando leemos sobre los apóstoles y sus peligros, persecuciones, cárceles y
azotes, no me imagino que sus emociones les decían que deberían seguir.
¿Qué sería que les hacía seguir adelante a pesar del dolor y del peligro? Por
supuesto que una fe no basada en las cosas que veían ni que sentían, sino
que una fe basada en convicciones. Si los apóstoles juzgaran la presencia de
Dios por lo que les ocurría podrían decir que Dios les había abandonado,
que estaban “mal con Dios” o que habrían perdido la verdadera fe. Sin
embargo como no juzgaban por lo que sentían sino por lo que creían
seguían adelante.
Muchos malinterpretan la fe con emoción y por eso no pueden experimentar
la bendición de vivir una vida de fe. La emoción es “una alteración del
ánimo intensa y pasajera” (RAE), ya sea por algo que oímos o una
circunstancia que nos rodea que activa el ánimo. Dios nos creó con
emociones y sí, las emociones son buenas pero las emociones tienen su
propósito, lugar y tiempo. Por más buenas que sean las emociones, ellas
pueden hacernos desanimar, dudar y quitar nuestra mirada de la meta. La fe
apela a nuestro sentido de convicción; si vivimos por emociones seremos
como marionetas de las circunstancias, y nuestros cinco sentidos, pero la fe
está por encima de los cinco sentidos, está en el corazón y no depende de lo
que ve. La emoción muchas veces te dirá justo lo contrario a lo que te dice
la fe. Por ejemplo: En la situación de peligro de hundir la barca de los
discípulos, su emoción les decía que la barca se hundiría, que perecerían.
Pero Jesús que estaba en la barca les enseñaba que por fe podrían vencer la
tormenta, que por fe seguirían vivos. Las emociones son dirigidas por lo
que ves y lo que sientes, la fe por lo que crees. La palabra de Dios nos dice
que andemos por fe y no por vista. Si tomas decisiones por vista serás uno
más en el mundo con un techo limitante. La fe debe ser el motor que nos
mueva en nuestro andar con Dios. Las emociones pueden limitarte y
frenarte de hacer la voluntad de Dios y vivir en victoria.
Capítulo 9
Las 4 Dimensiones de la Fe
En los evangelios, Jesús en cuatro ocasiones usa la
expresión “poca fe”. La primera vez que lo dijo fue justo al principio de su
ministerio cuando los discípulos todavía estaban empezando a seguirle. En
total, Jesús lo dijo cuatro veces, cada vez refiriéndose a otra dimensión de
fe cada vez mayor. Según los discípulos maduraban y aprendían, Jesús
esperaba cada vez más fe de ellos. En seguida leeremos en secuencia cada
nivel de fe que Jesús esperaba que tuvieran los discípulos hasta el fin de su
ministerio, antes de ser ascendido al cielo. Creo que Dios quiere que todos
lleguemos a las cuatro dimensiones de la fe.
Primera Dimensión
“Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o
qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la
vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves
del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro
Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y
quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un
codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del
campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun
Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba
del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no
hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues,
diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los
gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que
tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino
de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Mateo 6:25-
33
Conocer a Dios como papá es el primer paso en conocer a Dios y el
primer área donde
necesitamos ejercitar nuestra fe, en confiar en su provisión paternal.
La primera vez que Jesús dijo “hombres de poca fe” Jesús estaba hablando
de tener la fe para provisión diaria, la fe para tener las necesidades básicas
suplidas. Esta es la primera dimensión de la fe. Para aquellos que ya
conocen a Dios lo primero que tienen que aprender es
confiar en Dios para que les suplan las necesidades. La primera dimensión
está relacionada con conocer a Dios como Padre, en este mismo discurso
sobre la provisión de Dios está la enseñanza del “Padre Nuestro” y en
el mismo pasaje Jesús dice “pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis
necesidad de todas estas cosas. La característica más importante de un
Padre es que es sustentador y el proveedor de la casa. Conocer a Dios como
papá es el primer paso en conocer a Dios y el primer área donde
necesitamos ejercitar nuestra fe, en confiar en su provisión paternal.
“Muchas personas creen en Dios pero sus acciones demuestran que no
confían en Dios” Robert Kiyosaki
Si uno no tiene la fe y la convicción sobre la paternidad de Dios entonces
no podrá crecer ni desarrollar ninguna otra cosa para Dios. Lo más básico
es descansar en Dios en que Él no nos abandonará ni nos dejará pasar
necesidad así como un padre jamás dejaría que su hijo pasara hambre, frio o
cualquier otro tipo de necesidad. Si quieres crecer en fe lo primero que
tienes que asentar en tu corazón es la confianza de que eres hijo(a) de Dios
y que tu Padre nunca te dejará sin tus necesidades básicas suplidas. Es muy
alarmante pensar que una gran mayoría de cristianos todavía no viven en
esta primera dimensión de fe, siguen afanados y desesperados por el qué
comer, qué vestir, por un techo o por cosas semejantes. Si uno no tiene fe
para lo más básico cómo tendrá fe para cosas mayores.
Yo llamo la primera dimensión de fe como el “vivir por fe”, vivir significa
tener lo básico para la vida. “… El Justo por la fe vivirá” Gálatas 3:11
Si conoces a Dios como Padre entonces no te afanarás por estas cosas, tu
Padre es bueno y conoce todas tus necesidades. Si aprendes a vivir por fe
entonces tendrás tiempo y energía para desarrollar otras actividades más
productivas y relacionadas con tu propósito. La vida no está hecha para
pagar facturas, la vida está hecha para disfrutarla mientras sirves a Dios con
todas tus fuerzas, dones y talentos. Hay personas que viven estresadas,
cansadas, disgustadas y sin propósito, preocupadas y afanadas nada más
que por llegar a fin de mes. ¿Cómo sería tu vida si tuvieras la seguridad
absoluta que siempre tendrías todas tus necesidades suplidas el resto de tu
¿Cómo sería tu vida si tuvieras la seguridad absoluta que siempre
tendrías todas tus
necesidades suplidas el resto de tu vida?
vida? Esta es la seguridad que Dios quiere que tengas ahora y esta
seguridad es la que tiene los que ya están en la primera dimensión de la fe
de Dios. Sus preocupaciones son
desviadas de los afanes de la vida y son puestas en otros ámbitos de más
provecho y bendición. Entrega la carga de llegar a fin de mes a Dios, haz tu
parte y descansa en Dios.
No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué
vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro
Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas.” Mateo 6:31-33
Segunda Dimensión
Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. Y he aquí que se
levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca;
pero él dormía. Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor,
sálvanos, que perecemos! Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe?
Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande
bonanza. Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste,
que aun los vientos y el mar le obedecen?” Mateo 8:23-27
La segunda ocasión en la que Jesús usó la expresión “poca fe” fue en una
situación completamente diferente a la primera. Era una situación donde las
vidas de los discípulos corrían peligro de muerte. Las olas del mar atacaban
el barco y todo lo que tenían los discípulos estaba vulnerable e indefenso
ante la grandeza y el poder del mar y la tempestad. Increíblemente Jesús les
reprende por su poca fe en medio de una situación tan caótica y peligrosa.
La razón de la reprensión de Jesús es que Jesús esperaba de los discípulos
más fe en aquella situación. Jesús esperaba más fe de los discípulos para
creer que si Dios les había llamado a ser apóstoles y predicar el evangelio a
toda criatura, no sería un mar embravecido quien interrumpiría la voluntad
de Dios, al fin de al cabo, Dios fue quien creó el mar y el viento y es
soberano sobre toda la creación. La segunda dimensión de fe es el “escudo
de la fe”, la fe que te hace vencer todos los ataques que vienen para hundir
tu vida. Yo llamo la segunda dimensión de la fe como el “blindaje”. La
segunda dimensión de la fe te blinda de cualquier ataque, nada te puede
hundir, nada te puede parar.
“Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los
dardos de fuego del maligno.” Efesios 6:16
En nuestro caminar con Dios nuestra fe será puesta a prueba una y otra vez,
vendrán ataques de todos lados pero la fe es la que vence el mundo (1Juan
5:4), la fe hace tu barca impermeable y no permite que te hundas. Sólo los
que viven en la segunda dimensión de la fe podrán vencer las crisis, las
enfermedades, las perdidas, las decepciones y las dificultades en la
caminada de la vida con Dios. No permita que ninguna situación frene el
propósito de Dios en tu vida. Toda la creación tiene que someterse a Cristo,
no hay nada que pueda para un hijo de Dios que está blindado por la fe.
Tercera Dimensión
“Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el
viento era contrario. Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos
andando sobre el mar. Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se
turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo. Pero en
seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!
Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a
ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca,
andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo
miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! Al
momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de
poca fe! ¿Por qué dudaste? Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó
el viento. Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron,
diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.” Mateo 14:24-33
La tercera dimensión de la fe es espectacular, yo la llamo “caminar por fe”.
Ya no tiene que ver con salvarse del peligro o de los ataques o tener lo
básico para vivir. El apóstol Pedro en este pasaje ahora quiere caminar
sobre las aguas como veía Jesús caminar. La tercera dimensión de la fe
tiene que ver con emprender o hacer cosas sorprendentes para Dios. Se trata
de caminar en otra dimensión distinta a las demás personas, se trata de
hacer proezas, emprender cosas imposibles que glorifican a Dios.
“En Dios haremos proezas…” Salmos 60:12
La tercera dimensión de fe que quiere Dios que alcancemos es la dimensión
donde andamos sobrenaturalmente sobre las circunstancias. Los discípulos
estaban en una crisis (la tormenta) y Pedro caminaba sobre el mismo mar y
las mismas olas que azotaban la barca. En la segunda dimensión uno se
blindaba de las olas pero en la tercera uno camina sobre ellas
sobrenaturalmente. Estamos hablando del nivel de emprender cosas
imposibles, de hacer proezas en el nombre de Jesús. Los cristianos que
están en la tercera dimensión de la fe no tienen miedo de emprender en
medio de la crisis, son aquellos que hacen cosas que los demás no están
dispuestos a hacer. Son los que burlan el sistema del mundo y sus
limitaciones, son los que no tienen miedo a darlo todo, ofrendarlo todo,
arriesgarlo todo. Son aquellos que creen más en Dios que en las olas de las
adversidades. Son aquellos que prosperan mientras todo el sistema está
cayendo en picado. Son los que andan por fe y no deciden nada basándose
en lo que ven sino que las leyes naturales están sometidas a las leyes
sobrenaturales del Reino de Dios.
“…porque por fe andamos, no por vista.” 2 Corintios 5:7
Cuarta Dimensión
“Cuando llegaron al gentío, vino a él un hombre que se arrodilló delante
de él, diciendo: Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y
padece muchísimo; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el
agua. Y lo he traído a tus discípulos, pero no le han podido sanar.
Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta
cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar?
Traédmelo acá. Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y
éste quedó sano desde aquella hora. Viniendo entonces los discípulos a
Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? Jesús
les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe
como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se
pasará; y nada os será imposible.” Mateo 17:14-20
En este pasaje los discípulos no habían podido echar fuera un demonio que
había causado que un joven fuera lunático. La cuarta dimensión de fe es
superior a todas las demás porque ya no tiene que ver con nosotros sino con
los demás. Las dimensiones uno, dos y tres tienen que ver con tener fe para
uno mismo, pero la cuarta dimensión tiene que ver con tener fe para los
demás. Fe para los milagros, fe para hacer señales, fe para liberar a las
personas de sus ataduras y demonios. Jesús les había pasado por todos los
niveles de fe y este era el último que tenían que alcanzar antes de que Jesús
se fuera. Tendrían que tener fe para operar milagros y ayudar a los demás.
Jesús sabía que no podía irse sin que los discípulos estuvieran en esta
dimensión de fe, por eso dijo ¿hasta cuándo he de estar con vosotros? Jesús
sabía que una vez que los discípulos entraran en la dimensión de fe donde
uno puede afectar a las multitudes Él podría irse sabiendo que su labor
seguiría aquí en la tierra. En la cuarta dimensión ya no se trata de uno,
ahora se trata de las multitudes, se trata de sanarlas y liberarlas. Mucha
gente desea tener un ministerio para ayudar a miles de personas pero no
tienen éxito porque ni siquiera ha pasado por las tres primeras dimensiones.
Uno primero debe aprender a vivir por fe, después “estar blindado” por la
fe, luego andar por fe para después como yo llamo la cuarta dimensión:
“conquistar por fe”.
“… que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas,
taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de
espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas,
pusieron en fuga ejércitos extranjeros.” Hebreos 11:33-34
La cuarta dimensión habla de conquistar territorios para Dios, de llegar a las
multitudes, de ser libertadores. En este mismo pasaje Jesús dice “porque de
cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este
monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.” Esta es
la cuarta dimensión, si tu fe ha crecido como un grano de mostaza, el final
de la fe es que nada es imposible. Mientras algo sea imposible para ti
todavía estás en una de las tres primeras dimensiones pero cuando ya nada
es imposible, cuando ya tu fe está madura y la utilizas para salvar y
bendecir a otros entonces estás en la cuarta dimensión de la fe. Los
ministerios que tienen éxito son aquellos que están en la cuarta dimensión.
Es triste ver que todavía hay ministros que quieren ganar multitudes pero no
tienen fe ni siquiera para llegar a fin de mes. Todavía están en el nivel uno.
Empieza hoy a desarrollar tu fe hasta que llegues a su madurez, cuando para
ti NADA SEA IMPOSIBLE.
Dimension 1 Dimension 2 Dimension 3 Dimension 4 Gálatas 3:11 Efesios 6:16
2 Corintios
5:7
Hebreos 11:33
Vivir por fe Escudo de la
fe
Caminar por fe
Conquistar por fe
Provisión Blindaje de
ataques y crisis
Emprender sobrenaturalmente
Liberar multitudes
Nada es Imposible
Básico (uno mismo)
Protección (uno mismo) Abundancia (uno mismo) Sobreabundancia (otros)
Capítulo 10
A Un Paso de Fe de Tu Nueva Temporada
David era un joven rechazado por su familia porque era hijo de un
adulterio.
“He aquí, yo nací en iniquidad, y en pecado me concibió mi madre.”
Salmos 51:5
Pasaba más tiempo con las ovejas que con su familia. Cuando el profeta
Samuel vino a visitar su casa para ungir a uno de los hijos de Isaí como rey,
Isaí que era su padre ni siquiera lo nombró como hijo, no contaba con él
para la ceremonia ni tenía preparado un lugar en la mesa para él. David
estaba destinado a vivir toda la vida entre las ovejas, apartado de la familia
porque era símbolo de vergüenza para su padre. Dentro de las posibilidades
naturales David jamás podría emprender algo que tuviera éxito. Antes de él
estaba todos sus hermanos mayores, hermanos que probablemente también
lo rechazaban por no ser hijo legítimo como los demás. Además de todo el
rechazo, David mientras cuidaba las ovejas de su padre su vida peligraba,
leones y osos atacaban el rebaño y David estaba a la merced de todos ellos.
Todo iba en contra de David. Parecía ser que la vida había sido muy injusta
con él, podría hasta pensar que no debería haber nacido. David no tenía
humanamente ninguna posibilidad de ser una persona honrada y exitosa.
Desde su nacimiento todos habían estado en contra de él. ¿Qué podría
cambiar la vida de David para siempre? ¿Qué podría él hacer para dar un
giro en su vida? ¡Un solo paso de fe! En un solo día todo cambió en la vida
de David para siempre porque tomó un paso de fe. Cada vez que uno usa su
fe, la vida da un giro, la temporada cambia, empieza un nuevo tiempo. Tú
estás a un paso de fe de tu nueva temporada. La fe es el cambiador de
temporadas, el acelerador de los tiempos de Dios, el activador del cielo para
intervenir en su vida aquí en la tierra.
Cada vez que uno usa su fe, la vida da un giro, la temporada cambia,
empieza un nuevo
tiempo.
Lo que cambió la vida de David no fue un milagro soberano iniciado por
Dios, fue un milagro provocado por David. Dios en ningún momento lo
mandó que matara al gigante Goliat. Un gigante no es un problema personal
que uno tiene, un gigante es un problema que afecta e intimida a mucha
gente. Un problema personal lo tendrás que enfrentar si o si, un gigante no.
Un gigante es una batalla que estás dispuesto a enfrentar para dar la gloria a
Dios, honor a su pueblo y recibir las bendiciones que conlleva vencerlo.
Enfrentarse a un gigante significa enfrentarse a un reto que nadie se atreve
poniendo en juego todo lo que tienes con el propósito de dar honra y gloria
a Dios y para bendición de su pueblo y de uno propio.
Quizá David hubiera pasado toda su vida orando y pidiendo un cambio en
su vida. Quizá esperaba que Dios le hiciera un milagro, algo que cambiara
su historia. Algo que le devolviera el honor y el gozo de vivir. Eso nunca
pasó. Si David hubiese quedado esperando un milagro quizá hubiese muerto
entre las ovejas. Pero David por iniciativa propia decidió poner su fe en
acción, sorprendió al pueblo, al ejército de Israel, al rey Saúl y más que a
nadie, a Dios. Finalmente alguien con fe que le cree a Dios había dejado de
pedir un milagro y empezó a provocar un milagro. David cuando se
enfrentó al gigante no lo hizo en su nombre, lo hizo en el nombre del Señor
de los Ejércitos. David puso a Dios de respaldo, puso el nombre de Dios en
la batalla como su estandarte. Incluso profetizó lo que haría en aquella
pelea. Me imagino lo que habría pasado en el cielo en aquél momento.
Finalmente Dios tenía la fe de alguien para honrar. David había provocado
la intervención de Dios en el asunto. Dios no le dejaría avergonzado ni
tampoco su nombre ni a su pueblo. David tenía a todas las huestes de Dios
en su disposición, solo esperando su acción para también cooperar. Bastó
una sola piedra de David para acabar con el gigante, pero por supuesto que
no fue la piedra lo que le dio la victoria, era evidente que Dios le había dado
aquella victoria y toda la vida de David cambió en aquel momento. David
pasó de ser un joven rechazado y símbolo de vergüenza a ser el joven más
ilustre del país, casado con la hija del rey, exento de impuestos él y su
familia y ahora símbolo de honor y valor. Todo eso en un solo día. Bastó un
solo paso de fe para cambiarle toda la vida.
Cuando el gigante se burlaba y desafiaba los ejércitos de Dios, me imagino
que muchos orarían algo así: “Señor, mata este gigante, mira como nos
amenaza. Somos tu pueblo, ten misericordia de nosotros. Haz que se calle,
demuestra tu poder.” Ninguna de las miles de oraciones como esta había
tenido efecto. ¿Por qué? Porque eran oraciones llenas de miedo y cobardía y
Dios no reacciona ante la cobardía ni el miedo, Dios reacciona ante la fe.
Miles de cristianos cometen este error. Están orando oraciones parecidas a
estas pidiendo a Dios que les mate los gigantes. Dios no matará ningún
gigante ni ningún enemigo sin que no nos enfrentemos a ellos con fe y
valor.
Quizá llevas tiempo orando por un cambio sobrenatural en tu economía, en
tu ministerio o en tu ciudad. Quizá estés mirando los gigantes que se burlan
de ti y diariamente le dices a Dios que te los quite de encima, que los calle,
que los derrote. Si verdaderamente quieres que algo cambie vas a necesitar
enfrentarles cara a cara, no bastará con orar, tendrás que actuar.
La fe lo arriesga todo Tu fe es del mismo nivel del riesgo que estás
dispuesto a correr.
¿Cómo sabes el nivel de tu fe? Tu fe es del mismo nivel del riesgo que estás
dispuesto a correr. En otras palabras, la fe solo es fe cuando arriesga todo o
casi todo. Cuando David se enfrentó al gigante arriesgaba toda su vida.
Cuando Pedro anduvo sobre las aguas lo arriesgaba todo. Cuando la mujer
del flujo de sangre tocó el borde del manto de Jesús arriesgaba perder su
vida siendo apedreada. Cuando Abraham subió al monte arriesgaba perder a
su propio hijo. Cuando Jesús quería alimentar a los cinco mil el muchacho
que dio los cinco panes y dos peces arriesgaba todo su sustento. La fe pone
en juego tu economía, tu honor, tu reputación, etc. Un paso de fe pondrá en
juego muchas cosas, pero como es fe uno no tiene miedo a perder nada
porque la fe es la certeza de la
victoria y de la recompensa.
¿Estarías dispuesto a poner en juego tu economía, tu reputación o tu vida
para matar un gigante y ser llevado a otra temporada de bendición y
abundancia? ¿Hasta dónde estarías dispuesto a ir? Si no hay riesgo no hay
fe y si no hay fe no verás la mano de Dios actuar.
Quizás llevas tiempo pidiendo a Dios por un avivamiento en tu ciudad,
quizá el gigante que oprime tu ciudad es la frialdad espiritual. ¿Estarías
dispuesto a darlo todo a cambio de un avivamiento? ¿Estarías dispuesto a
arriesgar todos tus recursos, reputación y economía para ver un avivamiento
en tu ciudad? ¿Estarías dispuesto a organizar eventos, mover las masas, orar
por los enfermos, predicar, salir a las calles, entrar en la radio, la televisión,
firmar contratos, comprometer tu tiempo, tu dinero, tu nombre? No basta
con orar por un avivamiento, hace falta enfrentar a este gigante de frente,
arriesgarlo todo. ¿Qué gigante quieres conquistar para Dios? ¿Los medios
de comunicación? ¿El entorno de los negocios? ¿La juventud? ¿Los
colegios? ¿La educación? ¿Las calles? ¿Los auditorios? ¿La música? ¿Qué
gigante sigue de pie cerca de ti tomando un territorio y que nadie se atreve
enfrentarle para arrebatarle este territorio para el reino de Dios? Dios no te
va mandar que te enfrente a ninguno de ellos ni tampoco los va derribar
para ti. Dios está esperando a alguien que se levante y vaya a enfrentar a
esos gigantes en Su nombre, con fe y dándolo todo. Sólo entonces la mano
de Dios se manifestará sobrenaturalmente.
Siempre que vemos a hombres y mujeres de Dios en lugares de honor y
prestigio también veremos hombres y mujeres que llegaron donde llegaron
porque decidieron arriesgarlo todo y que derribaron gigantes que nadie se
atrevía enfrentarse. Gente que tomó pasos de fe para conquistar territorios
para Dios que nadie quiso tomar. Si quieres cambiar la temporada de
anonimato y escasez en tu vida, lo podrás hacer en un solo día, una sola
decisión de fe, una decisión de enfrentarse a un gigante. La tierra prometida
estaba a tres semanas de viaje del pueblo de Dios que salió de Egipto, pero
quedaron cuarenta años dando vueltas en el desierto porque no se atrevían
enfrentarse a los gigantes. Seguirás en el desierto dando vueltas hasta que
decidas cobrar valor y enfrentarte a los gigantes que están en tu tierra
prometida, tomando tu lugar, comiendo y bebiendo tu leche y tu miel. Deje
de orar para que Dios te los quite de en medio y vete a por ellos en Su
nombre. Lo único que Dios está esperando para cambiar la historia de tu
barrio, ciudad, o nación es un hombre o mujer que decida darlo todo,
arriesgarlo todo, ponerse en la línea de frente y derribar estos gigantes que
están constantemente intimidando al pueblo de Dios. Un gigante es un
medio de transporte que Dios usa para llevarte a tu lugar de bendición y
abundancia. No mires a los gigantes con los ojos del miedo y de la
intimidación, míralos con los ojos de la fe, con los ojos de Dios y véncelos
para la gloria de Dios. Dios no te fallará, no te dejará avergonzado, Dios te
ha estado esperando todo este tiempo para cambiar la historia de miles de
personas. Tienes a todo el cielo de tu lado. Tú sólo estás a un paso de fe de
tu nueva temporada.