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Resumen Aguas Residuales y Sus Tratamientos 2024-11-11 17-31-45

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Resumen

El tratamiento de aguas residuales ha evolucionado como parte esencial de la gestión


ambiental, particularmente a medida que han aumentado los asentamientos humanos y
las actividades industriales. Las aguas residuales, resultantes de actividades domésticas,
industriales, comerciales y agrícolas, contienen una variedad de contaminantes, incluidos
desechos orgánicos, productos químicos y microorganismos. El tratamiento adecuado de
esta agua es fundamental para prevenir la contaminación ambiental y garantizar la salud
pública.

Históricamente, la necesidad de tratamiento de aguas residuales se hizo evidente a medida


que las ciudades y las poblaciones crecieron, particularmente después de la revolución
neolítica, cuando los humanos comenzaron a formar asentamientos permanentes. Los
primeros sistemas de gestión de aguas residuales, como los pozos negros, aparecieron por
primera vez en la antigua Babilonia alrededor del 4000 a.C. Con el tiempo, los avances
tecnológicos, incluido el desarrollo de sistemas hidráulicos básicos para el transporte de
desechos, llevaron a sistemas más sofisticados como los que se veían en la época romana.
Sin embargo, estas primeras innovaciones fueron en gran medida olvidadas durante la
Edad Media, y no fue hasta el siglo XIX, con el surgimiento de la infraestructura sanitaria
moderna, que se lograron avances significativos.

El tratamiento de aguas residuales consta de varias etapas diseñadas para eliminar


contaminantes y garantizar que el agua sea segura para su devolución al medio ambiente
o su reutilización. Estas etapas suelen incluir:

- Pretratamiento: implica la eliminación de sólidos grandes, como escombros, arena


y grasa, mediante procesos físicos como cribado y sedimentación.
- Tratamiento primario: Este paso se centra en la sedimentación y eliminación de
sólidos en suspensión y materia orgánica. Durante esta fase se puede eliminar
hasta el 90% de los sólidos sedimentables, con reducciones de los sólidos en
suspensión y de la demanda bioquímica de oxígeno (DBO).
- Tratamiento secundario: Los procesos biológicos descomponen la materia
orgánica disuelta y suspendida utilizando bacterias y otros microorganismos.
Comúnmente se emplean métodos como procesos de lodos activados y reactores
biológicos. Estos sistemas están diseñados para reducir significativamente los
niveles de materia orgánica.
- Tratamiento terciario: el paso final mejora aún más la calidad del agua, eliminando
los contaminantes restantes, incluidos nitrógeno, fósforo y otros compuestos
recalcitrantes. Esta etapa puede implicar métodos avanzados como filtración,
desinfección y procesos como ozonización u ósmosis inversa para purificar el
agua para su posible reutilización.
La importancia del tratamiento de aguas residuales va más allá de la simple protección de
la salud humana: también es vital para preservar los ecosistemas y gestionar los recursos
hídricos de manera eficaz. Muchas plantas modernas tienen como objetivo no sólo tratar
el agua sino también recuperar recursos valiosos, como nutrientes y energía, promoviendo
así una economía circular en la gestión de aguas residuales.

La composición de las aguas residuales varía en función de varios factores, como el


consumo promedio de agua por persona y los hábitos alimenticios, que influyen en su
concentración y composición química. En general, el 99.9% de las aguas residuales es
agua, mientras que el 0.1% restante está constituido por materia sólida.

La materia orgánica en las aguas residuales se compone principalmente de proteínas (40-


50%) y carbohidratos, como almidones y azúcares, que son fácilmente degradables. Las
grasas, que incluyen ácidos grasos, son menos solubles y se degradan más lentamente.
Las aguas residuales contienen aproximadamente 50% de materia orgánica y 50% de
materia mineral.

Los contaminantes en las aguas residuales incluyen materia orgánica biodegradable,


compuestos nitrogenados y fosforados, así como microorganismos patógenos. Estos
contaminantes pueden otorgar al agua características como mal olor (por la
descomposición anaeróbica), toxicidad (por compuestos orgánicos e inorgánicos),
capacidad de transmisión de enfermedades, y efectos estéticos, como cambios en la
apariencia física del agua. Además, las descargas domésticas e industriales pueden causar
problemas como la polución térmica y la eutrofización de las masas de agua receptoras.
La evaluación de la calidad del agua residual es crucial para el diseño y manejo de las
plantas de tratamiento de aguas. Esta evaluación se realiza a través de parámetros físicos,
químicos y biológicos:

Parámetros Físicos:
- Sólidos suspendidos totales (SST): Miden la cantidad de partículas en suspensión
que pueden afectar la claridad del agua.
- Turbidez: Indica la opacidad causada por sólidos finos en suspensión, reflejando
la cantidad de contaminación.
- Temperatura: Afecta la solubilidad del oxígeno y los procesos biológicos,
influyendo tanto en la degradación de materia orgánica como en la vida acuática.
Parámetros Químicos:
- Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO): Mide la cantidad de oxígeno requerido
para la descomposición biológica de la materia orgánica en 5 días, evaluando la
carga orgánica.
- Demanda Química de Oxígeno (DQO): Mide el oxígeno necesario para oxidar
materia orgánica e inorgánica, complementando la DBO.
- pH: Influye en los organismos involucrados en el tratamiento y en la corrosión de
infraestructuras.
- Nutrientes: Se monitorean nitrógeno y fósforo, cuya alta concentración puede
causar eutrofización.
- Metales pesados: Sustancias como plomo, mercurio y cadmio, que son tóxicas y
perjudiciales para la vida acuática y humana.
- Aceites y grasas: Pueden generar problemas en el tratamiento y afectar los
ecosistemas.
Parámetros Biológicos:
- Coliformes fecales: Indican contaminación fecal y el posible riesgo de patógenos.
- Microorganismos patógenos: Se monitorean bacterias, virus, protozoos y
helmintos, que pueden representar riesgos para la salud pública.

Estos parámetros son esenciales para asegurar que el agua residual tratada cumpla con los
estándares de calidad y no cause daños ambientales ni riesgos para la salud.

El marco regulatorio para el manejo de aguas residuales en Panamá está compuesto por
varios reglamentos técnicos:

Reglamento Técnico DGNTI-COPANIT 24-99: Define los límites máximos y


requisitos microbiológicos, físicos y químicos para la reutilización de aguas
residuales tratadas en diversos usos, como el consumo animal, riego, recreación,
acuicultura, recarga de acuíferos, industria y minería. Publicado el 13 de marzo
de 2000.
Reglamento Técnico DGNTI-COPANIT 35-2000: Establece los límites máximos
permisibles para la descarga de efluentes líquidos de actividades domésticas,
comerciales e industriales en cuerpos de agua superficiales y subterráneos.
Publicado el 10 de agosto de 2000.
Reglamento Técnico DGNTI-COPANIT 39-2000: Especifica los requisitos para
los efluentes líquidos vertidos en sistemas de recolección de aguas residuales,
provenientes de diversas actividades. Publicado el 10 de agosto de 2000.
Reglamento Técnico DGNTI-COPANIT 47-2000: Regula el uso y disposición
final de lodos, estableciendo límites permisibles, métodos de tratamiento y
análisis de estos residuos. Publicado el 10 de agosto de 2000.

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