Poderosa oración de San Benito con Salmo 91 para alejar a los enemigos de una vez

por todas

Realiza esta oración hasta el final para que San Benito elimine a todos tus enemigos de tu
vida hoy mismo. Bienvenidos a este espacio dedicado a la fe. Es un placer tenerlos aquí en
nuestro canal Palabras Milagrosas. ¿Alguna vez has sentido la presencia de enemigos que
desean perjudicarte a ti o a tus seres queridos? La lucha contra adversidades y personas
malintencionadas puede ser desafiante y agotadora. Sin embargo, existe una poderosa
herramienta espiritual que ofrece protección y aleja a los enemigos de una vez por todas: la
oración de San Benito.

Esta oración milenaria, con sus palabras fuertes y fervientes, invoca la intercesión del
venerable San Benito para liberarnos de las influencias negativas y rodearnos de paz y
seguridad. Acompaña esta oración con fe y confianza. Deja ahora en los comentarios la
siguiente frase: "Mis enemigos caerán en sus propias trampas." Deja tu "Me gusta" a este
video y, si eres nuevo aquí, suscríbete a nuestro canal para recibir más oraciones
poderosas como esta. No dudes en compartir tus plegarias en los comentarios debajo del
video y compartir esta oración con todos aquellos que tienen un lugar especial en tu
corazón.

Comencemos la oración:

Poderosa oración de San Benito con Salmo 91 para alejar a los enemigos de una vez por
todas.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

La cruz Sagrada sea mi luz, no sea el dragón mi guía. Retírate, Satanás, nunca me
aconsejes cosas vanas. Es malo lo que tú me ofreces, bebe tú mismo de tu veneno.

Oh San Benito, poderoso intercesor ante Dios, escucha mi súplica y concédeme la fuerza
necesaria para resistir los ataques constantes del enemigo que busca perturbar mi paz y
sembrar confusión en mi vida. Con tu presencia y tu nombre sagrado, protégeme de las
trampas y artimañas que el mal pone en mi camino. Ilumina mi corazón con tu luz divina,
guiándome por los caminos de la verdad y la justicia para que pueda vivir en armonía con
todos a mi alrededor.

Glorioso patriarca San Benito, tú que siempre fuiste compasivo con los necesitados, haz
que nosotros, recurriendo a tu poderosa intercesión junto con la medalla milagrosa,
obtengamos ayuda en todas nuestras aflicciones. Que reine la paz y la tranquilidad en las
familias y que tengamos la protección divina; que todo mal, ya sea corporal o espiritual, se
aleje de nosotros. Obtén del Señor Jesús la gracia que te suplicamos, para que tengamos
siempre la protección divina en nuestras vidas.

Cúbreme con tu protección divina, alejando toda maldad y envidia de mis enemigos.
Concédeme la paz que tanto anhelo para que pueda avanzar en mi viaje sin miedo ni
inseguridad. Oh San Benito, ejemplo de valentía frente al mal, enséñame a seguir tus pasos
y resistir los ataques del enemigo con fe inquebrantable. Fortaléceme en mi esperanza de
enfrentar los desafíos de la vida y superar las tentaciones que puedan surgir. Con tu
intercesión sé que estaré revestido de coraje y protección divina. Que mi fe en Dios sea mi
fortaleza y mi esperanza.

San Benito, ruega por nosotros para que, como tú, podamos triunfar sobre los embates del
mal y alcanzar la paz eterna. Amén.
Oh Señor San Benito, con tu medalla milagrosa protégenos de todos los males. Quédate
conmigo en momentos de cansancio, angustia y aflicción. Ayúdame a ser fuerte para
enfrentar todos los peligros con la luz radiante de la cruz de Cristo, señal de victoria. Que
pueda vencer todos los males y ataques del mal, que el dragón sea derrotado por esa luz, y
que nunca me falte la paz y la mansedumbre en mi corazón.

Oh San Benito, valiente defensor de los justos y amparo de los oprimidos, vengo
humildemente a buscar tu intercesión en medio de esta angustia que me rodea. Suplico
que, con tu incomparable sabiduría, permitas que mis adversarios que conspiran contra mí
caigan en las trampas que ellos mismos tejen. Que sus intenciones malignas se vuelvan
contra ellos; que sus palabras venenosas se transformen en lazos que los aprisionen y que
sus maquinaciones perversas los lleven a su propia destrucción.

Que todos los planes siniestros y conspiraciones astutas que hurden se hagan realidad, y
que ellos mismos se vean atrapados en sus propias artimañas. San Benito, conocedor de
las sutilezas del enemigo y poseedor del poder de desentrañar sus astucias, te ruego que
reveles sus intenciones ocultas y desbarates sus planes. Que tomen conciencia del mal que
han difundido y encuentren el camino del arrepentimiento en sus corazones.

Protégeme, San Benito, de todas las trampas y emboscadas que buscan perjudicarme.
Concédeme discernimiento para identificar a los opositores disimulados y la sabiduría para
enfrentar sus estrategias malignas. Que siempre esté un paso adelante, confiando
plenamente en tu protección divina. Que la justicia triunfe sobre la perversidad, que la
verdad se revele en medio de las mentiras, y que la luz disipe toda oscuridad.

Que mis opositores caigan en las propias trampas que han urdido, enfrentando las
consecuencias de sus acciones maliciosas. Oh San Benito, envía a tus ángeles guerreros
para luchar en mi favor, desbaratar los planes de mis adversarios y conducirme hacia la
victoria sobre todas las dificultades. Que pueda presenciar la caída de mis antagonistas, no
por deseo de venganza, sino como una manifestación de la justicia divina que rige nuestras
vidas.

Oh glorioso San Benito, que siempre demostraste compasión por los necesitados, ruego
que, a través de tu poderosa intercesión, obtengamos ayuda en todas nuestras aflicciones.
Pido que reine en nuestras familias la paz y la tranquilidad, alejando de nosotros todas las
desgracias, sean corporales, temporales o espirituales, especialmente el pecado.

Concédenos, San Benito, la gracia que necesitamos para terminar nuestra vida en este
valle de lágrimas y alabar a Dios contigo en el paraíso. Ruega por nosotros, oh glorioso
patriarca San Benito, para que seamos dignos de las promesas de Cristo. Líbranos del mal,
la envidia, el miedo y el pecado. Con la poderosa oración del exorcismo de San Benito,
aleja de nosotros a todos los malignos que buscan perjudicarnos Que la Santa Cruz sea
nuestra luz, protegiéndonos y guiándonos en cada paso. Oh glorioso San Benito Abad,
fervoroso y ejemplo de santidad, te invoco con toda mi fe y humildad para que intercedas
por mí ante Dios. Te pido que alejes de mí todas las influencias malignas, maldiciones de
mis antepasados, de mis enemigos y de todas las personas malas que deseen
perjudicarme. Que tú, por tu poderosa intercesión, ruegues ante Dios en mi favor para que
Él vea mis sufrimientos y las graves dificultades que estoy enfrentando ahora.

Recitaré el Salmo 91 para fortalecer esta poderosa oración:

“El que habita al abrigo del Altísimo y descansa a la sombra del Todopoderoso puede decir
al Señor: ‘Tú eres mi refugio y mi fortaleza, mi Dios en quien confío’. Él te librará del lazo del
cazador y del veneno mortal. Te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas encontrarás refugio;
su fidelidad será tu escudo protector. No temerás los terrores de la noche, ni la flecha que
vuela de día, ni la plaga que se mueve sigilosamente en la oscuridad, ni la calamidad que
asola al mediodía. Aunque caigan mil a tu lado y diez mil a tu derecha, a ti no se acercarán.
Solo con tus ojos contemplarás y verás el castigo de los impíos. Porque has dicho: ‘El Señor
es mi refugio’, y has hecho del Altísimo tu morada, ningún mal te sucederá, ninguna
calamidad llegará a tu hogar. Pues a sus ángeles ordenará acerca de ti que te guarden en
todos tus caminos. Ellos te sostendrán en sus manos para que no tropieces con alguna
piedra. Pisarás sobre el león y la cobra; hollarás al leoncillo y a la serpiente. ‘Porque en mí
ha puesto su amor, Yo lo rescataré; lo protegeré porque conoce mi nombre. Me invocará y
Yo le responderé; estaré con él en la angustia, lo liberaré y lo honraré. Con larga vida lo
saciaré y le mostraré mi salvación’”.

Imploro tu divina protección, San Benito, para que sea mantenido a salvo de toda
malevolencia y miradas envidiosas de los oponentes que se alzan en mi contra. Incluso
frente a una variedad de adversarios, con tu intervención me siento fortalecido para
enfrentarlos de frente y alejarlos permanentemente. Proporcióname la serenidad y paz
anheladas para que pueda avanzar hacia mis objetivos con confianza, sin miedo ni
inseguridad.

Oh San Benito, concédeme la valentía para soportar las pruebas que vienen en mi camino y
que pueda superar todos los obstáculos y alcanzar la victoria. Líbrame de todos los males,
aleja de mí las influencias negativas y todas las energías negativas que puedan afectarme.
Que pueda caminar en la luz del Señor, protegido por tu poderosa y bendita presencia.

Oh glorioso San Benito, te pido que me protejas de todo mal y me guíes siempre hacia el
bien, que pueda seguir tus ejemplos de fe, oración y devoción, y así encontrar la paz y la
serenidad tan necesarias en mi vida. A través de tu intercesión, que pueda obtener la gracia
de Dios y ser bendecido con las bendiciones del cielo.

Oh poderoso San Benito, santo padre y patrón de los monjes, me dirijo a ti en oración,
implorando tu ayuda para superar las tres brechas del enemigo: la codicia, la vanidad y el
orgullo, que constantemente intentan alejarme del camino de la virtud y la santidad.
Reconozco que estas tentaciones son persistentes y constantes en mi vida, pero sé que con
tu intercesión puedo vencerlas.

Oh San Benito, tu vida y enseñanzas son un ejemplo vivo de humildad, simplicidad y

servicio al prójimo. Tu regla nos enseña a renunciar a la búsqueda de vanidad, honores y
placeres mundanos, y a abrazar una vida de oración, trabajo, obediencia y renuncia de uno
mismo. Nos enseñas a buscar siempre la caridad por encima de nuestros propios intereses
y a buscar la gloria de Dios en todas las cosas.

Que ningún mal tenga éxito en alcanzarme, que ninguna mano me perjudique, que ningún
ojo me perciba y que ningún pensamiento me perjudique. Que el ángel del Señor persiga a
mis adversarios y que su camino se vuelva oscuro y traicionero, para que sean
sorprendidos por las trampas que han planeado contra mí y sean aniquilados. Con todo mi
corazón alabaré al Señor Dios por la protección de San Benito, porque él ampara a los
vulnerables ante los poderosos y libra a los desfavorecidos de las garras de los opresores.

San Benito, intercede por mí ante Jesucristo y la Virgen de Nazaret para que sea amparado
en medio de todas mis aflicciones y angustias. Declaro que Dios, con su divina misericordia
e inmenso poder, es mi defensor contra la maldad y la persecución de mis adversarios. Que
la luz divina ilumine mi camino y que la protección de San Benito sea mi escudo contra todo
mal.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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