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Dimensión Histórica, Una Puntuación. Ficha de Cátedra. (FaCEP)

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Conceptos claves:

Edad antigua:
Infancia como patrimonio del pater familia
Se trataba de renombre, la sangre daba igual

Edad Media:
infancia como prenda (en el sentido de una propiedad que se sujeta a una obligación)
La sangre cobra importancia

Resumen:
Introducción
La introducción del texto "Dimensión histórica, una puntuación" establece el marco
cuestionando la
conceptual para examinar la infancia a lo largo de la historia,
idea de que las emociones y actitudes hacia los
niños son "naturales" e inmutables a través del
tiempo. Se destaca que diferentes autores han abordado este tema utilizando distintos
conceptos para explicar cómo la representación de la infancia se
ha construido socialmente.
1. Chombart de Lauwe sugiere que las ideas actuales sobre los niños
son una representación social que fusiona lo psicológico y lo social
para formar un conocimiento compartido que guía nuestra interpretación de la
realidad cotidiana.
2. Varela afirma que la infancia es una representación colectiva surgida de la
cooperación social y estrategias de dominio que buscan imponer ciertas
clasificaciones sociales.
3. Carli introduce la idea de la "matriz de infancia", que se refiere a
la convergencia de múltiples procesos en la construcción social de la infancia.

infancia es una
El texto argumenta que la concepción de la
construcción discursiva que incluye normativas,
creencias e imaginarios sociales. Esta concepción se manifiesta
en una trama significativa en la que se inscriben tanto el niño como la experiencia vivida
de ser niño en un contexto sociocultural específico.
Finalmente, la introducción indica que el texto buscará reconstruir las concepciones de
infancia desde tres perspectivas:
1) Historia social,
2) Historia del Arte, e
3) Historia de la Psicología del niño. Además, resalta que desde
hace cinco décadas, la historia social ha comenzado a prestar atención a la familia, las
mujeres y los niños como objetos de estudio, considerando aspectos como las alianzas
conyugales, la sexualidad, y la concepción de la maternidad en diferentes culturas.

La familia es presentada como un transmisor de ideales y


valores culturales, influyendo en la constitución de
subjetividades a través de modelos identificatorios
y mandatos. Este enfoque revela la intrínseca relación entre
cultura y subjetividad, y cómo el lugar del niño está estrechamente
vinculado con su contexto sociocultural.

El texto se organiza en un recorrido histórico que abarca desde la Edad Antigua hasta lo
Contemporáneo, con el objetivo de identificar "coordenadas épocales diferenciadas" que
permitan comprender la vida de las familias y el lugar del hijo en distintas épocas,
fundamentándose en la investigación científica de la historia.

Infancia en la antigüedad:
Infancia en la Antigüedad
En la antigüedad, la concepción y el tratamiento de la infancia estaban profundamente
arraigados en las estructuras culturales y sociales de la época. La visión de la infancia en
Roma y Grecia ofrece una perspectiva significativa sobre cómo se percibía y se manejaba a
los niños en esas sociedades.

Cultura vs. Biología

El nacimiento de un niño en la antigua Roma no se veía como un hecho meramente


biológico, sino como un acto cultural. El ciudadano romano no "tenía" un
hijo en el sentido moderno, sino que lo "tomaba" a través de un ritual que le confería
derechos y responsabilidades sobre el recién nacido. Inmediatamente después del parto, el
padre levantaba al niño del suelo, estableciendo su autoridad como pater familias .
La exposición de los niños y el infanticidio eran prácticas comunes y aceptadas legalmente
en Roma, y elpadre romano tenía poder absoluto sobre la vida o muerte de sus
descendientes a través de la Patria Potestad.

"Pater familias" es un término romano que se refiere al jefe masculino de una


familia, que tenía autoridad legal y paternal sobre todos los miembros del hogar,
derechos
incluidos los hijos, la esposa y los esclavos. Este rol le confería
sobre la vida y la muerte de los descendientes y una
autoridad considerable en asuntos familiares y
legales.
Prácticas en Grecia

En Grecia, las prácticas eran similares, aunque con ciertas variaciones

En la antigua Grecia, las prácticas relacionadas con la infancia y la crianza variaban según
la ciudad-estado y la clase social. Sin embargo, algunas características comunes incluían:

1. Exposición de Niños: Similar a Roma, en Grecia también se practicaba la


exposición de niños, especialmente de niñas , a las que se dejaba
en lugares públicos para ser recogidas o morir. Este acto reflejaba la valoración
social del género y el estado de salud del niño.
2. Esparta: En Esparta, un consejo de ancianos revisaba a los recién nacidos. Si un
niño era considerado débil o defectuoso, se decidía que no viviera, ya que no se
ajustaba a los ideales de fortaleza y utilidad para el estado.
Atenas, la educación de
3. Educación: En las ciudades griegas como
los niños era fundamental, con énfasis en la formación
intelectual y física. Los niños de familias acomodadas recibían educación formal
que incluía música, poesía y deportes.
nodrizas para
4. Crianza: Los recién nacidos a menudo eran entregados a
su crianza, especialmente en familias de alto estatus, permitiendo
a las madres dedicarse a otras tareas.
Las mujeres tenían un rol
5. Rol de las Mujeres:
principalmente doméstico y su valor estaba asociado a la
capacidad de procrear y gestionar el hogar. La crianza de los
hijos, especialmente en las clases altas, era delegada a esclavas y nodrizas.

En Esparta, un consejo de ancianos decidía si un niño debía vivir o no, basado en la salud
y la utilidad del niño para el estado. La exposición de niñas era más
frecuente, y el abandono de hijos podía ser una forma de política matrimonial,
ya sea por extrema miseria o por planificación familiar.
Paternidad y Adopción

el abandono de hijos legítimos podía ser una


En Roma,
estrategia para controlar el tamaño de la familia y
mejorar las posibilidades sociales. La adopción era
una práctica común para evitar la extinción de una estirpe, permitiendo
que un niño adoptado asumiera el nombre y el estatus de la nueva familia. Los hijos
legítimos eran los únicos que heredaban el estatus
cívico romano, mientras que los hijos adoptivos y los hijos ilegítimos, en calidad
de esclavos o libertos, tenían un lugar secundario.

"Estirpe" se refiere a la descendencia o linaje de una familia, especialmente en


términos de su posición social o herencia. En un contexto más amplio, implica la
herencia de cualidades, privilegios o
responsabilidades de una generación a otra.
Rol de las Mujeres

Las mujeres, ya fueran ciudadanas o esclavas, estaban principalmente vinculadas a la


reproducción. El destino de las mujeres estaba centrado en la producción de hijos,
contribuyendo al patrimonio del pater familias. La cultura romana diferenciaba
entre sexualidad y procreación, y entre gestación y crianza, con los recién nacidos a
menudo entregados a nodrizas esclavas para su crianza y a pedagogos
para su educación.

Representación Artística

arte griego, tanto el niño como el anciano estaban ausentes, reflejando un


En el
ideal de belleza que valoraba la armonía y la
proporción del joven adulto. En contraste, el arte romano,
menos preocupado por la armonía y más enfocado en el poder, representaba a los niños
dentro del contexto familiar, destacando el prestigio asociado a la estirpe. Aunque los
niños eran vistos como seres incompletos en comparación con el ideal adulto, también eran
reconocidos como parte integral de la familia y la
herencia.
Primeras Ideas sobre Psicología Infantil

Las primeras ideas sobre la psicología infantil se encuentran en las reflexiones de los
filósofos griegos sobre la educación del niño. Aunque no existía una psicología infantil
formal, se establecieron pautas para el juego y la educación, indicando una preocupación
por el desarrollo del niño dentro de un marco socio-cultural.

En resumen, la antigüedad muestra una concepción de la infancia que, aunque puede


parecer desvalorizada desde una perspectiva moderna, revela una compleja interacción
entre cultura, poder y estatus. El amor hacia los niños, aunque
orientado por las normas morales y sociales de la época, era una parte significativa del
vínculo familiar, con los niños vistos como futuros continuadores de la estirpe y
miembros de la sociedad.
Infancia medieval:
Entre el castillo y la choza

En la Edad Media, la infancia se desarrollaba entre el castillo y la choza, influenciada por el


estoicismo y el cristianismo. Este último, en particular, introdujo un
el valor social dependía del
nuevo modelo de familia y niño, donde
estatus de la madre. La Iglesia impuso normas como la
monogamia y la indisolubilidad matrimonial, y se
preocupaba por la moralidad, lo que transformó algunas costumbres paganas, aunque no
las eliminó del todo.

Prácticas medievales comunes:

● El abandono de niños era una práctica habitual, motivada tanto por la miseria
económica como por la necesidad de mantener la honra familiar, especialmente en
el caso de niños ilegítimos. Las niñas eran más propensas al infanticidio o abandono
debido a que se consideraban una carga económica.
● La educación de los niños variaba según su clase social. Los de familias poderosas
eran preparados para continuar la estirpe, mientras que los de la burguesía y
campesinos a menudo eran enviados a vivir y trabajar lejos de sus padres desde
muy temprana edad.
● El enfajado de bebés era común, con el propósito de evitar deformidades y obligar
al niño a adoptar la postura erguida antes de aprender a caminar.
● El juego era un aspecto raro y frívolo de la infancia, ya que el trabajo llegaba pronto
para la mayoría. Las niñas sin dote eran enviadas a servir a otros hogares, mientras
que los niños eran aprendices en diversos oficios.

Este periodo marcó una transición en la concepción de la infancia, donde el niño era visto
más como un futuro miembro de la sociedad y menos como un ser con derechos y
necesidades propias.

El niño Dios y los angelitos


En el arte cristiano temprano, especialmente a partir del Renacimiento, la representación
del niño está profundamente influenciada por la teología y la visión del pecado original.
La figura del niño, como en la representación de Jesús, no muestra la debilidad infantil, sino
que se representa con proporciones adultas en miniatura,
reflejando la importancia espiritual de la figura más que su humanidad.

Evolución en la representación:

● Arte Paleo-cristiano: Representaciones de Adán y Eva, que influyen en cómo se


percibe al niño; como un ser marcado por el pecado
original.
● Renacimiento: Se empieza a descubrir al niño como un ser con características
propias, aunque inicialmente su cuerpo es más simbólico
que real, como en la representación del Niño Jesús, fajado y con proporciones
adultas.
● Virgen y el Niño: En las primeras representaciones, el Niño Jesús no refleja las
XV
características de un niño real. Es sólo en el siglo cuando se empieza a
mostrar más ternura y humanidad en estas figuras.
● Querubines: Los querubines angelitos regordetes
,o , son
representaciones tardías y ocupan un lugar de menor jerarquía en los Coros
los ángeles eran más
Celestiales. Antes de ellos,
adolescentes que niños, y no había gran distinción visual entre un
querubín y el dios Eros, salvo por ciertos símbolos que indicaban su divinidad.

visión simbólica y
Estas representaciones evolucionan desde una
espiritual a una más humana y afectiva, especialmente en la
figura del niño en el arte cristiano.

Los teólogos piensan al niño:


En la teología cristiana, especialmente durante la expansión del cristianismo, se
desarrollaron diferentes enfoques sobre la naturaleza del niño, influyendo en las prácticas
pedagógicas y la visión del niño en la sociedad:

1. Pecado Original:
○ Negación del Pecado Original: Si se niega el pecado original, el niño es
visto como un ser inmaculado al nacer. El mal es algo externo y resultado de
la imagen
las decisiones libres del hombre. Esta perspectiva genera
del niño angélico, puro y sin mancha.
○Aceptación del Pecado Original: Por otro lado, si se acepta el pecado
original, el mal se considera inherente al ser humano, incluyendo a los niños,
que son vistos como caídos y partícipes del pecado desde su nacimiento.
Esta perspectiva presenta al niño como fruto del pecado y, por lo tanto,
sujeto a la necesidad de redención desde la infancia.
2. Naturaleza del Niño y Educación:
○ Debate Filosófico: En la Edad Media, hubo un debate entre aquellos que
creían que solo los universales (ideas abstractas) eran reales y los que
consideraban que la realidad concreta tenía valor. Este debate afectó la
visión del niño, donde se lo veía como un ser completo con cuerpo y alma,
pero pequeño. Se esperaba que los niños
fueran capaces de razonar como adultos, lo
que llevó a una educación basada en el
verbalismo y la memorización de conceptos
abstractos, a menudo inapropiados para el
pensamiento infantil.
3. Relación entre Razón y Fe:
○ Evolución del Pensamiento: A lo largo del pensamiento medieval, la
relación entre razón y fe cambió. Inicialmente, se consideraban en perfecta
armonía, donde la razón apoyaba y reforzaba la fe. Con el tiempo, esta
relación se tornó parcial, permitiendo que la razón pudiera llegar a
resultados independientes de la fe. Finalmente, la relación se volvió
la razón y la fe se veían como
contrastante, donde
fuerzas en tensión o incluso en conflicto.
Estas perspectivas teológicas no solo influenciaron la percepción del niño, sino también
cómo se estructuraba su educación y su lugar en la sociedad medieval.

A modo de síntesis:

el niño es visto como un adulto en


Diremos que, en general,

pequeño. Una edad clave son los 7 años, al considerarla como un momento en
que tenía capacidad de consentimiento en la alianza matrimonial, aún cuando las auténticas
nupcias se concretarán años después. Entraba además al mundo del
trabajo, considerándose que poseía la suficiente destreza física como para aprender
un oficio mediante la observación y la práctica; o bien ingresaba en la caballería, para lo
cual solo necesitaba práctica, complementada con algunos principios religiosos. La

infancia como prenda (en el sentido


concepción imperante es la

de una propiedad que se sujeta a una obligación)


ocupando un lugar periférico en una trama de solidaridades económicas, políticas y
religiosas de carácter circular.

El paso de la periferia a la centralidad comenzó a darse en el curso de los siglos siguientes.

Un cambio de coordenadas:
El pasaje de la infancia a un lugar central en la sociedad refleja una transformación
compleja que involucra cambios profundos en la concepción del ser humano desde la Edad
Media hasta el Renacimiento. Estos cambios, según el texto, pueden entenderse a través
de varias coordenadas clave:

1. Desplazamiento del Centro Cósmico:


○ La transición del geocentrismo al
heliocentrismo, impulsada por avances en astronomía (como los
de Copérnico y Galileo), simboliza un cambio en la manera en que se
percibe el universo y, por extensión, el lugar del ser humano en él. La
universo regido por leyes en lugar
noción de un
de milagros refleja una visión más sobria y
científica.
2. Expansión Geográfica:
○ Las exploraciones y descubrimientos geográficos, como el
descubrimiento de América, expandieron el mundo
conocido, alterando las percepciones del espacio y abriendo nuevas
posibilidades de pensamiento y experiencia.
3. Distinción entre Espacio Público y Privado:
○ El surgimiento de nuevas responsabilidades para el
Estado (como la administración, justicia y seguridad) llevó a una
diferenciación más clara entre lo público y lo privado. Esto dio lugar a
nuevas formas de intimidad y sociabilidad, con lo privado circunscrito
principalmente a la vida familiar.
4. Predominio de la Palabra Escrita:
○ La invención de la imprenta y la traducción
de la Biblia por Lutero democratizaron el acceso a la
lectura, permitiendo a los individuos emanciparse de las antiguas estructuras
comunitarias basadas en la oralidad. La lectura y la escritura se
convirtieron en herramientas poderosas para el desarrollo de la
subjetividad.
5. Transformaciones en la Devoción Religiosa:
○ Las reformas religiosas (protestante y católica) fomentaron una devoción
más íntima y personalizada, evidenciada en la creación de espacios y objetos
para la práctica religiosa individual.
6. Cambios en el Espacio Doméstico:
○ Las viviendas evolucionaron, con habitaciones más pequeñas pero
especializadas, y la creación de espacios de comunicación como
vestíbulos y corredores, reflejando una mayor preocupación por la
privacidad y la personalización del espacio.
7. Descubrimiento del Individuo:
○ La emergencia de la autobiografía , la correspondencia privada, el
diario íntimo y el autorretrato son señales de una nueva subjetividad. El
autorretrato, en particular, destaca como una forma de autobiografía
visual que expresa la individualidad.
8. Confesión Auricular:
○ La confesión auricular instaurada en el
siglo XIII, con su carácter obligatorio, secreto y periódico, fomentó el
autoexamen y el análisis del estado del
alma, reforzando la introspección
individual.
9. Percepción del Cuerpo:
○ Laconcepción del cuerpo, especialmente el
femenino, evolucionó desde una visión religiosa de desconfianza
y temor hacia una perspectiva científica más objetiva, facilitada por la
práctica de la disección.
En conjunto, estos cambios indican una transición hacia una nueva concepción del ser
humano, marcada por el descubrimiento del "espacio interior" y una mayor introspección, lo
que contrasta con la estabilidad relativa de los siglos XII al XV.

La infancia en la modernidad
El texto describe cómo, entre los siglos XIV y XVII , la concepción de la infancia
y las relaciones familiares experimentaron una transformación significativa que llevó al
reconocimiento del niño como un individuo con valor propio.
Esta transición puede desglosarse en varios aspectos clave:

1. Separación del Individuo del Linaje Familiar:


○ El texto describe cómo, entre los siglos XIV y XVII , la concepción
de la infancia y las relaciones familiares experimentaron una transformación
niño como un
significativa que llevó al reconocimiento del
individuo con valor propio. Esta transición puede
desglosarse en varios aspectos clave:
○ Inicialmente, el niño era considerado parte inseparable de su linaje familiar,
donde la dependencia del "árbol genealógico" era fundamental. El cuerpo del
no era visto como plenamente
niño
autónomo, sino como parte de una
colectividad que incluía tanto a los vivos
como a los antepasados. Sin embargo, con el tiempo,
especialmente en las clases urbanas pudientes, comenzó a
emerger una nueva concepción que resaltaba la
individualidad, separando al niño de la estructura familiar tradicional.
2. Evolución de la Familia Nuclear:
○ En las ciudades, se gestó lentamente la familia nuclear, lo que
propició espacios domésticos más íntimos y nuevas formas de relación
con los niños. Este cambio también se reflejó en la mayor
preocupación por la salud y el bienestar del
niño, marcando una diferencia con las generaciones anteriores, donde la
enfermedad o muerte infantil era aceptada como parte del ciclo vital.
3. Crítica a Prácticas de Crianza:
○ Desde el siglo XIV, comenzaron a surgir críticas hacia ciertas
prácticas de crianza, como el fajado de bebés, que
limitaba sus movimientos. Este cambio en la perspectiva
sobre el cuidado infantil fue más evidente en los círculos privilegiados,
aunque las costumbres tradicionales persistieron en sectores rurales y
menos acomodados.
4. Debilitamiento del Sentido de Continuidad Familiar:
○ La práctica de dar a los niños a criar a amas
externas, a menudo resultando en la muerte del niño, también fue
objeto de crítica. Autores como Nebrija cuestionaron quién podía
cuidar mejor de los hijos que los propios padres biológicos, señalando la
desventaja de esta "transfusión corporal y espiritual" a personas ajenas a
la familia.
5. Ambivalencia en las Relaciones Paterno-Filiales:
○ Las relaciones entre padres e hijos en este período se caracterizaban por
la indulgencia (Facilidad en
la ambivalencia, fluctuando entre
perdonar) y la severidad. Esta dualidad se ilustra con el caso de
Luis XIII, cuyo padre le exigía respeto, pero también lo sometía a castigos
físicos. La preocupación por un exceso de indulgencia hacia los niños
llevó a discursos moralizadores que intentaban moderar el afecto
parental.
6. Emergencia del Niño como Individuo:
○ Hacia el final de este proceso, comenzó a valorarse al niño por sí mismo,
no solo como una extensión de su familia.
Esta nueva percepción estableció al niño como un ser con
identidad propia, marcando un cambio crucial en la concepción
de la infancia y el lugar del niño en la sociedad.

En resumen, el texto traza un recorrido histórico que muestra cómo, a través de diversos
factores y cambios sociales, se fue configurando una nueva visión de la infancia, donde el
niño emergió como un individuo con valor propio, separado de la mera continuidad familiar.

Pintar un niño: pintar tres infancias


El fragmento explora cómo la representación de la infancia en la pintura ha evolucionado,
reflejando diferentes visiones de la niñez a lo largo del tiempo, desde escenas colectivas
hasta retratos individuales, y diferenciando entre clases sociales.

1. "Juego de niños" de Brueghel:


○ Brueghel captura una escena colectiva donde alrededor de
doscientos niños participan en ochenta y
cuatro juegos distintos, ambientados en las
calles de una aldea flamenca del siglo XVI.
Estos niños, vestidos como adultos, muestran la
importancia de los juegos colectivos y el ambiente comunitario en esa
época. Sin embargo, los juguetes son escasos, limitándose a objetos
simples como aros y caballitos de madera. La escena transmite una
infancia inmersa en actividades físicas y
juegos tradicionales, reflejando un enfoque
más colectivo y menos individualizado de la
niñez.
2. Retratos de Niños Nobles e Infantes Reales:
○ Durante el mismo período, emerge la costumbre de retratar a los niños
nobles y a los infantes reales. Al principio, se los incluía en escenas
familiares colectivas, pero con el tiempo comenzaron a ser representados
solos. Estos retratos muestran a los niños vestidos de
manera similar a los adultos, lo que subraya
la falta de distinción entre la infancia y la
adultez en términos de vestimenta y
comportamiento. Es particularmente notable que hasta
los 4 años, tanto niños como niñas compartían un vestuario muy
similar, con largos faldones y gorros ajustados. Solo hacia el último
tercio del siglo XVII, la vestimenta infantil comienza a
diferenciarse, marcando el inicio de un reconocimiento de la infancia como
una etapa distinta de la vida.
3. Pinturas de Niños Populares:
○ En contraste con los retratos formales de niños nobles, las pinturas de niños
populares muestran escenas más dinámicas y naturales, capturando el
movimiento y la espontaneidad de la
infancia. Aquí, la pose desaparece para dar
paso a la acción: juegos, peleas y
travesuras. Esta representación más viva y auténtica de la niñez
contrasta con la rigidez y el acicalamiento de los retratos burgueses,
destacando las diferentes visiones de la infancia según la clase social.

En conjunto, estas pinturas no solo muestran cómo se veía y representaba la infancia en


diferentes contextos sociales y temporales, sino que también reflejan un cambio progresivo
en la percepción de la niñez, desde una extensión de la vida adulta hasta una etapa con su
propia identidad y valor.

De los arbolillos tiernos al pequeño buen salvaje


El fragmento traza un recorrido por las concepciones de la infancia desde el humanismo
renacentista hasta las innovaciones pedagógicas de Rousseau en el siglo XVIII, analizando
cómo las ideas precursoras de la psicología infantil y la pedagogía han influido en la
formación de la educación moderna. Aquí están los puntos clave organizados en un relato
secuencial:

1. Humanismo Renacentista y la Educación Infantil:


○ Durante el Renacimiento, los humanistas, como Erasmo, centraron su
atención en el hombre adulto, pero también comenzaron a surgir ideas sobre
1530
la educación infantil. En , Erasmo publica un tratado sobre la
educación higiénica y moral de los niños, destacando que el comportamiento
corporal podía influir en el alma. Aunque su enfoque era más pedagógico que
psicológico, sentó las bases para una educación basada en la corrección de
las expresiones corporales y la moralización del cuerpo y el tiempo del niño.
2. Erasmo y la Formación del Hombre:
○ Erasmo consideraba que la educación debía comenzar antes del
nacimiento, con la formación de futuros padres, y veía al niño como un
ser capaz de mejorar su naturaleza a través de una educación liberal, basada
en el libre albedrío y la persuasión. Este enfoque subraya la importancia de
educar al niño para formar un adulto virtuoso, diferenciándolo de las demás
criaturas mediante la educación.
3. Concepciones de la Infancia en el Siglo XVII:

En el siglo XVII , el pensamiento sobre la infancia varía: algunos la ven
como una "materia vil", mientras que otros, como los humanistas y
reformadores, la consideran un "metal precioso". Comenio, destacado por
Piaget como precursor de la psicología del desarrollo, proponía una
educación progresiva y democrática, que incluía a mujeres y niños con
dificultades, y que respetaba las etapas de desarrollo natural del niño.
4. Rousseau y la Revolución en la Educación Infantil:
○ En elsiglo XVIII , Rousseau revoluciona la concepción de la infancia
con su obra "Emilio". Según Rousseau, la infancia es una etapa con valor
propio, caracterizada por la inocencia y la debilidad, y la educación
debe proteger al niño de las influencias perniciosas de la sociedad.
Rousseau introduce la idea de que el desarrollo infantil sigue un
ritmo natural que debe ser respetado, estableciendo cuatro etapas de
desarrollo, cada una con necesidades educativas específicas.

Según Debesse:

1) La infancia corresponde a una realidad psicológica definida, es decir que tiene maneras
de pensar, sentir, y actuar que le son propias.

2) Tiene valor en sí misma, no es un simple aprendizaje para la vida adulta.

3) La infancia es inocencia. Es la sociedad la que pervierte al niño y la educación debe


preservarle de dicha influencia perniciosa.

4) La infancia es crecimiento ordenado cuyo ritmo lo ha fijado la naturaleza y que debe ser
respetado “dejando madurar la infancia en el niño”. Estas etapas son cuatro y cada una de
ellas requiere una atención y educación particulares.

5) El conocimiento del alumno es indispensable para el educador tal como Rousseau lo


plantea en el prefacio de “Emilio” ‘comenzad por estudiar a vuestros alumnos, porque
seguramente no los conocéis’.

La educación del intelecto partirá de lo sensible y estará reservada para el momento


apropiado, la edad de la razón (que se definía entre los 15 a 20 años)

5. El Buen Salvaje y la Educación Natural:


○ Rousseau introduce la figura del "buen salvaje", un niño
que nace inocente y es corrompido por la sociedad. Para él, la educación
debe guiar al niño respetando su naturaleza y utilizando un control sutil que
mantiene la apariencia de libertad. Su enfoque está dirigido principalmente a
la infancia masculina de la burguesía, y aunque defiende la importancia de
conocer al alumno, excluye a los pobres , argumentando que
no necesitan educación formal porque su estado los educa.

En resumen, el fragmento explora cómo la visión de la infancia ha evolucionado desde un


enfoque en la formación del adulto hasta reconocer el valor intrínseco de la niñez,
influenciando profundamente la psicología infantil y la pedagogía moderna.

A modo de síntesis
El fragmento presenta una síntesis de las concepciones de la infancia durante el periodo
abordado, destacando la ausencia de una visión hegemónica debido a los contrastes
La niñez estaba
sociales profundos que marcaban la educación de los niños.
fuertemente influenciada por la condición social: los
aristócratas recibían una educación refinada y acorde a su futura posición; los burgueses,
una formación basada en las buenas maneras y el conocimiento, y los niños pobres, una
educación limitada a la moralidad básica y el aprendizaje de un oficio. A pesar de estas
había un consenso general en la importancia
diferencias,
de seguir ciertas reglas de decoro.
La infancia de la época se caracterizaba por una
domesticación de las apariencias, donde la verdadera naturaleza
del niño se subordinaba a un modelo de comportamiento impuesto por la sociedad, un
"modelo para aparentar ser".

Hacia el final del periodo, el modelo de infancia que prevalecerá será el adoptado por la
clase media, que influirá significativamente en la concepción de la infancia en el
siglo XIX. Este cambio también señala una transición de las concepciones pedagógicas
hacia concepciones psicológicas, donde la psicología comienza a tomar un papel más
central y deja de ser simplemente un complemento de la pedagogía, para convertirse en
un componente esencial de la misma.

¿Un nuevo eje de coordenadas?


El texto describe cómo el cambio en la percepción del tiempo, influido por avances técnicos,
nuevas metáforas sobre lo humano, la fotografía, el Romanticismo, y la organización
temporal de la vida, sugiere la aparición de un nuevo tiempo subjetivo.
La infancia contemporánea (Revolución
Francesa - 1° Guerra Mundial)
Hogar dulce hogar

Durante la era que va desde la Revolución Francesa hasta la Primera Guerra Mundial, se
consolidó un modelo familiar basado en la domesticidad, donde la mujer era reina del

hogar y el hombre, el vínculo con lo público. Este período vio la progresiva


medicalización del parto y un contraste en la crianza infantil: mientras
algunas madres se ocupaban personalmente de sus hijos, el abandono infantil era común.

La autoridad paterna y la disciplina eran pilares, aunque


surgieron también muestras de afecto en las relaciones familiares. La figura del niño cobró

importancia, centrando expectativas y aspiraciones familiares. Así surge “Su


Majestad, el bebé” como lo denomina Freud.

El retrato de la edad de la inocencia


Durante este período, los retratos familiares exaltaban el ideal del hogar dulce hogar,
mostrando a los niños en poses más espontáneas y acompañados por animales

domésticos. La fotografía , que se volvió accesible, reveló la dinámica familiar: el


padre firme y serio, la madre en un rol pasivo y los hijos dispuestos en abanico alrededor
de ellos. Esta distribución espacial en las fotos reflejaba claramente las jerarquías y roles

dentro de la familia burguesa. Otro descubrimiento, es la foto del bebé , al que


progresivamente se fotografiará desnudo. Estos retratos de la edad de la inocencia
permiten, bajo esa protección, mostrar el cuerpo infantil, fuente de placer narcisístico
para los padres.

De las biografías al estudio científico del niño

El surgimiento de la observación científica del niño


Dietrich Tiedermann, profesor de filosofía, publicó una descripción del desarrollo de su hijo a
finales del siglo XVIII. Este trabajo es significativo por:

● Registro de observaciones concretas: Tiedermann documentó el comportamiento


de su hijo con detalle, separando las observaciones de las inferencias teóricas.
● Introducción de aspectos clave del desarrollo: Mencionó temas que son
fundamentales en la actual descripción de la conducta infantil.
● Superación de la introspección: Utilizó la observación, en lugar de la
introspección, para estudiar la vida psíquica del niño.

Debates sobre la naturaleza y educación

niño salvaje de Caune y su estudio por


A inicios del siglo XIX, la captura del
figuras como Pinel plantearon debates sobre:

● Moral y físico, cultura y naturaleza: Discutieron la influencia de la educación sobre


lo biológico y viceversa.
● Impacto de Itard: Introdujo problemas que aún son estudiados por la psicología
actual y aportó al estudio de la infancia fuera de la norma.

Influencia de Darwin en el estudio del niño


Darwin, al publicar "El Origen de las Especies", revolucionó la manera de entender la
evolución, lo cual influyó en el estudio del niño:

● Idea de evolución aplicada al desarrollo infantil: El niño fue visto como un


eslabón entre la vida mental humana y la animal.
● Estudio de bebés: Se consideraban menos contaminados por la cultura y, por lo
tanto, claves para entender la evolución de la inteligencia humana.

Desarrollo del método de observación en el estudio infantil


El fisiólogo Preyer perfeccionó la observación sistemática al estudiar a su hijo durante los
primeros tres años de vida:

● Registro sistemático: Observaciones tres veces al día, documentando cambios en


el niño.
● Metodología científica: Aunque no inventó la técnica, Preyer demostró su utilidad
científica en el estudio infantil, convirtiéndose en un pionero del método longitudinal.

A modo de síntesis:
La concepción de infancia como objeto de saberes, poderes, y sentires
● Sentires: La centralidad del niño en la familia El niño en el siglo XIX se convierte
en el foco de la familia, siendo objeto de múltiples inversiones: afectivas,
económicas, educativas y existenciales. El hijo representa el futuro de la familia, su
proyección, y su modo de luchar contra el tiempo y la muerte.
● Poderes: Políticas dirigidas a la infancia El niño se convierte en objeto de
políticas educativas, asistenciales y económicas. Las primeras leyes sociales que
regulan aspectos como la educación obligatoria y las limitaciones del trabajo infantil
se promulgan en torno a la infancia, marcando un control institucional sobre el
desarrollo del niño.
● Saberes: La infancia como objeto de estudio La infancia se convierte en un
campo de saberes que incluye la medicina, la pedagogía, y la psicología. Estos
saberes no solo estudian a la infancia, sino que también la construyen y la instituye
como un objeto de conocimiento específico. Aunque la psicología del niño se
posiciona como el campo dominante, sigue albergando concepciones diversas y no
unitarias debido a las distintas perspectivas del estudio infantil.

La infancia primordial: El impacto del psicoanálisis


● Ruptura con la concepción edénica de la infancia Freud desafía la visión
idealizada de la infancia como un Jardín del Edén, destacando que los recuerdos
infantiles no reflejan la realidad sino una versión mitificada de la misma. Introduce la
idea de la sexualidad infantil “perversos- polimorfos”, lo que trastoca la imagen de
inocencia del niño y provoca un cambio en la percepción de la infancia.
● Dimensión temporal en la concepción infantil Freud introduce una compleja
concepción del tiempo en el desarrollo infantil, que incluye tanto una temporalidad
lineal (fases de la sexualidad) como una dimensión que atraviesa y es atravesada
por el tiempo, manifestándose en la presencia de lo infantil en la vida adulta. Así,
Freud redefine la infancia como un eslabón primordial que influye profundamente en
la psique adulta.

Condicionando al heredero: Conductismo y crianza


● Watson y la crianza como laboratorio Watson conceptualiza el hogar como un
laboratorio donde, mediante la modificación de las prácticas de crianza, se puede
moldear al niño para que se convierta en un adulto perfectamente adaptado a la
sociedad. Su enfoque rígido y objetivo refleja una visión del niño como un sujeto
moldeable, similar a una mascota.
● Skinner y la crianza controlada Superando a Watson, Skinner propone que el
lugar adecuado para la crianza de los niños es un entorno controlado, no el hogar.
Implementa esta idea mediante la creación del "condicionador del heredero", un
dispositivo que regula las condiciones ambientales para asegurar un desarrollo
óptimo y estandarizado, eliminando influencias afectivas que podrían "malcriar" al
niño.
● El niño como objeto de ingeniería cultural Los conductistas ven al niño como una
entidad moldeable, en la tradición de la cera blanda y la arcilla húmeda. Su objetivo
es diseñar una sociedad reformada a través del control y la manipulación de las
condiciones ambientales desde la infancia, creyendo en la posibilidad de
perfeccionar la adaptación social a través de este control.

El pequeño científico: La contribución de Piaget


● Inteligencia antes del lenguaje Piaget desafía las ideas previas al plantear que
existe una forma de inteligencia antes de la adquisición del lenguaje, que actúa
como base para todo desarrollo intelectual posterior. Esta inteligencia temprana
permite al niño construir conceptos fundamentales como el objeto, el espacio, el
tiempo y la causalidad, transformándolo en un "pequeño científico" que explora y
comprende el mundo a través de la experimentación.
● Crítica al determinismo biológico y ambiental Aunque Piaget reconoce la
importancia de lo biológico en el desarrollo, también critica tanto el mito del gen
como la sobrevaloración del ambiente en la formación del individuo. Para él, el niño
no solo es un receptor pasivo de influencias, sino un ser activo que reconfigura
constantemente su conocimiento y comprensión del mundo, lo que explica al adulto
tanto como el adulto lo explica a él.
El estudio de los niños
El estudio de los niños ha sido una evolución progresiva que refleja cómo la sociedad ha
comenzado a prestar atención a su desarrollo y características, con la psicología infantil
estableciéndose como una disciplina en sí misma hace poco más de un siglo. En sus
primeros años, el desarrollo infantil se veía como un fenómeno espontáneo, lo que puede
haber explicado el inicial desinterés en estudiarlo de manera sistemática. Sin embargo, con
el tiempo, lo extraordinario e inusual, como las habilidades excepcionales o las diferencias
físicas y cognitivas, comenzaron a ser objeto de estudio.

Clasificación de los primeros estudios del niño:


1. Sujetos excepcionales:
○ Estos estudios se enfocaban en niños con características o habilidades
inusuales, como niños prodigio, niños aislados (como Víctor de Aveyron), o
aquellos con discapacidades.
○ El interés radicaba en la excepcionalidad del sujeto, con observaciones que
solían carecer de datos previos y se centraban en el rasgo distintivo del niño.
2. Observaciones biográficas (sobre sujetos normales):
○ Aquí, las observaciones detalladas se realizaban sobre un solo sujeto,
generalmente un niño cercano al autor, como un hijo o un familiar.
○ Ejemplos incluyen diarios que documentaban el desarrollo de un niño, como
el caso de los registros sobre Luis XIII en Francia durante el siglo XIV.
3. Estudios estadísticos:
○ Estos estudios abordaban un aspecto específico del desarrollo en un gran
número de sujetos, con observaciones puntuales.
○ Se popularizaron en el siglo XIX y principios del XX, con recopilaciones de
datos sobre aspectos determinados, como los estudios realizados por la
sociedad de Pediatría en Berlín, y el uso de cuestionarios por Hall en
Estados Unidos para conocer el pensamiento infantil.

Intereses detrás de los estudios:


● Pedagógicos: Los estudios más antiguos solían estar motivados por intereses
educativos, buscando mejorar las prácticas de enseñanza.
● Médicos: Otro grupo de estudios se centraba en el funcionamiento del cuerpo y la
salud infantil, con un enfoque en el bienestar físico.
● Filosóficos y científicos: Estos estudios buscaban respuestas a preguntas
fundamentales sobre el origen del conocimiento y las emociones, reflejando un
interés más teórico y reflexivo.

A diferencia de la psicología general, dominada en su momento por estudios introspectivos,


el estudio de los niños se basaba en la observación sistemática (protocolos como el método
clínico critico en el estadio sensoriomotriz)). Esto marcó una diferencia clave en la forma en
que se comprendía la mente y el desarrollo humano.

Conclusión:
El lugar del niño en el campo del conocimiento ha sido una conquista gradual, emergiendo a
medida que se desarrollaban nuevos saberes sobre el mundo y el ser humano. Estas
exploraciones no han sido uniformes ni definitivas, sino que han sido influenciadas por
diversas ideas, muchas veces contradictorias, sobre las prácticas y sentimientos adecuados
en relación a la infancia. Esta evolución en el estudio de la niñez no debe ser vista como
algo cerrado o unívoco, sino como un proceso que continúa desarrollándose, lo cual nos
invita a reflexionar sobre la infancia en el contexto de las coordenadas actuales.

Texto:
Ficha de Cátedra:

Indagando en la Historia

acerca de la concepción de niño e infancia 1

Introducción
En una época como la actual, caracterizada por acelerados cambios en diversos órdenes
que trastocan los modos del ser y estar en el mundo, algunas cosas se presentan como

sentido común” -tributario de las formas de


inmutables. Es decir, desde el “

conocimiento pseudo conceptuales- damos por supuesto que

nuestras emociones y actitudes hacia los niños han


sido y son “naturales”, y por ende, semejantes en
todas las épocas….

Aquí, podemos preguntarnos, si realmente ha sido de este


modo.
Los autores que indagan sobre este tema han adoptado conceptos diferentes para dar

cuenta de sus reflexiones. Chombart de Lauwe (Moscovici, 1986), por


ejemplo, a partir del análisis de documentos literarios y cinematográficos, así como de

las ideas
los diseños arquitectónicos de instalaciones para niños, revela que

corrientes que tenemos los contemporáneos son


una forma de representación social que elabora una
imagen coherente y mitificada del niño. Es decir, nos
ubica en el punto donde se entrecruzan lo
psicológico y lo social para construir conocimiento,
socialmente elaborado y compartido que nos permite interpretar y pensar nuestra realidad

cotidiana.Varela (1986) afirma que la categoría de Infancia es una


representación colectiva producto de formas de cooperación entre los grupos sociales junto
con estrategias de dominio cuyo objetivo es imponer, las formas de clasificación de los

grupos sociales que aspiran a la hegemonía social. Por su parte, Carli (1994) utiliza
el término matriz de infancia y lo define como la convergencia de múltiples
procesos que intervienen en la construcción social de la infancia.

ser niño es un corte transversal en la biografía


En virtud de lo dichos se entiende que

humana, infancia remite a la red de significaciones que

cada sociedad construye acerca de ser niño. En ese


sentido, sostenemos que la concepción de infancia se construye a partir de la

convergencia discursiva de normativas, creencias e


imaginarios sociales, conformando una trama
significativa, donde se inscribe el niño, la
experiencia vivida de niño y/o con niños en un
tiempo y lugar determinados.
La presente articulación teórica busca reconstruir, pesquisando indicios, las concepciones

de infancia desde tres lugares diferentes:


Historia social

● Historia del Arte

● Historia de la Psicología del niño

Desde hace cinco décadas aproximadamente, la indagación


histórica se ha ocupado de la historia social, es decir, la familia, las mujeres y los niños se
han convertido en objeto de estudio. Esta historia tiene en cuenta, por ejemplo, respecto a
la familia las características de la alianza conyugal, sus aspectos productivos y

reproductivos. Es historia de la sexualidad y de lo que cada época


definió como lo permitido y prohibido en ese terreno. Además de la

concepción de maternidad de cada cultura ya que simultáneamente es


historia de la mujer, su posición dentro de la familia y la sociedad e historia
de su cuerpo y de las actitudes hacia la procreación, gestación, parto, crianza y educación
doméstica.

Cada época propone, en tanto lógica sociocultural y


económica dominante, las condiciones -entre otras-
del amor: un cómo, cuándo, cuánto amar (Rojas y
Sternbach, 1994), lo que incluye el amor parental y filial. Estas autoras
proponen pensar que, la familia funciona como una

transmisora de ideales, significaciones y valores del


mundo sociocultural, y promueve la constitución de
subjetividades congruentes, a través de modelos
identificatorios, mandatos y expectativas
depositadas sobre los hijos. Los padres se convierten así en
minoristas de la oferta cultural y soporte de una
historia singular, familiar y social que transmiten
“sin saberlo” desde la propia función que asumen
en la configuración familiar, a sus descendientes.

articulación inherente entre cultura


Estas ideas van develando la

y subjetividad. No se puede pensar en un niño/a, si no es en su


devenir y en contexto, es decir, siempre entramado,
constitutivamente, en las redes socioculturales a
través de una pertenencia mediada por grupos e
instituciones. Así, el lugar del niño/a es de mutuo interés para la Historia Social y
para la Psicología del Niño.

A partir de aquí , les ofrecemos una puntuación que posibilita la construcción de

“coordenadas épocales diferenciadas” a propósito de


reconocer a grandes rasgos la vida de las familias, el lugar que ocupaba el hijo y algunos

en tres títulos- en un
usos y costumbres. Dicho apartado está organizado -

recorrido histórico que se inicia en la Edad Antigua,


para continuar con la Edad Media, Edad Moderna y,
finalizar con lo Contemporáneo. Composición de escenas -en un
tiempo ajeno y lejano- a partir del reconocimiento de los sentidos en juego; eso es lo que
nos viene a ofrecer la investigación científica de la historia, de ahí la presente ficha de
cátedra.

Infancia en la antigüedad:
no es un hecho
El nacimiento de un niño y su lugar/función de hijo (Levin ,1995)

biológico sino más bien cultural. En ese sentido, el


ciudadano romano no tenía un hijo, sino que lo
tomaba.
Es decir, ejerce una prerrogativa sobre el recién nacido a través de un acto que ordena
(lugares/funciones): inmediatamente de parido, el progenitor levantaba al neonato del suelo
donde lo posaba la comadrona. De este modo rehusaba exponerlo, acto en el que adquiere

pater familias. La exposición de los niños en


el status de

las puertas del domicilio o en los basureros


púbicos, el infanticidio, eran practicas comunes y
perfectamente legales en Roma. El padre romano
tenía poder de vida o muerte sobre sus
descendientes, mediante el ejercicio de la Patria
potestad.

Grecia también, con mayor


Algunas de estas prácticas eran comun9es en

inclinación a la exposición de las niñas. Entre los


espartanos, era un consejo de ancianos, el que decidía si el niño
viviría o no luego de examinarlo, si era poco saludable era poco

ventajoso para él (niño) y el Estado dejarlo vivir.

El abandono de hijos legítimos formaba parte de la


política matrimonial. En algunos casos se debía a la extrema miseria y en
otros, a una especie de planificación familiar: a menor cantidad mayores
posibilidades sociales. Se puede deducir que, la voz de la
sangre no se oía con fuerza en Roma, clamaba más
alto la voz del nombre y de la estirpe. Esto permite entender, la
extensión de la paternidad por elección, que hacía frecuente la adopción. Aquí

adoptaba el nombre de la familia nueva, aunque su


padre viviera, como una solución de compromiso,
que impide la extinción de una estirpe. De este modo, se
adquiere la cualidad de padre de familia, exigida por ley a
los candidatos a honores públicos y al gobierno de
las provincias. En línea con ello, un hogar Romano de clase
alta (ciudadanos) podía tener hijos legítimos de un matrimonio, o varios, hijos
adoptivos e hijos ilegítimos en condición de esclavos o libertos. Pero, solo los

hijos legítimos eran herederos y sucesores del lugar


dentro del cuerpo cívico romano.

Las mujeres, ciudadanas o esclavas, su destino estaba ligado


a la reproducción, producían “hijos” y de ese modo,
redondeaban el patrimonio del pater familias. Los usos y
costumbres introducían cuñas culturales en las funciones naturales, separando

sexualidad y procreación, y entre gestación y


crianza. Los recién nacidos, eran entregados a nodrizas esclavas para
su crianza y a pedagogos para su educación doméstica. En la mayoría de los casos, de

Nodriza, ayos y
preferencia, griego/as para hablar el lenguaje de la cultura.

“hermanos de leche” forman una “vice-familia”


socializadora.

arte griego, se puede observar, dos grandes


En el legado de

ausentes: el niño y el anciano. Ausencia que podemos vincular por


un lado la consideración
del primero como inacabado y el
segundo como decadente; en virtud de un ideal de belleza
que pasaba por la armonía y proporción que se
expresaba cabalmente en el joven adulto.

los romanos se ocupaban bastante menos por la armonía y


Por otra parte,

bastante más por el poder. En el arte romano, se representa habitualmente


a los niños como parte de un ámbito familiar, que le confería el prestigio de la estirpe.

Los/as niños/as en este contexto, también son considerados como seres


incompletos en contraste con la completud del ideal de virtud, es decir, con las
cualidades y aptitudes que se le adjudicaban al hombre/varón.

Aquí podemos registrar el antecedente más remoto de la psicología infantil ,a


partir de las voces de los filósofos, especialmente acerca de la educación del niño. Se trata,
de una psicología implícita no carente de señalamientos y pautas que, en términos
generales, aludían a “excitar el movimiento”, sobre todo con el juego, pero de acuerdo
a ciertas características… es decir no debían ser juegos indignos para los hombre libres, ni
demasiado penosos o fáciles…. Es decir, se mira al niño desde otro lugar. Podemos afirmar

la educación ha sido creadora de espacios


que

evolutivos y que los podemos considerar como


espacios socio-culturales antes de ser espacios
psicológicos.
Hasta aquí podemos sostener, en una apretada síntesis que, ese clima descrito, que desde
la lente actual podría calificarse como de desvalorización de la Infancia, no debe hacernos
creer que no existían sentimientos hacia la los niños en particular, algunos escritos revelan

profundo desconsuelo ante la pérdida de un hijo. Se


trata de un amor que podríamos llamar de preferencia, orientado

por la moral vigente y el clima social de época que


inducía a los padres a amar a sus hijos como
continuadores de la estirpe. Estos discursos parecen converger a una
concepción de infancia dominante en la antigüedad: como un estado

inacabado que sólo adquiere valor social en función


de su sometimiento a un colectivo cívico.
Infancia medieval:

Entre el castillo y la choza

Estoicismo1 y cristianismo, coincidiendo en el tiempo, ya habían


preparado el terreno para el pasaje del “hombre político" al

“hombre interior". A principios de S. III, previo a la aceptación oficial del


cristianismo, ciertos aspectos de la vida romana se habían transformado en función de

Iglesia la que asumió plenamente esta nueva


la nueva sensibilidad moral. Fue la

moral y la propuso como universal: en su aplicación


y mucho más íntima, en sus efectos sobre la vida
del creyente.

universal, partiendo de
El cristianismo va a crear un modelo a ser postulado como

que la igualdad de los hombres es el pecado , y cuya vía de

realización va a ser individual producto de un esfuerzo sobre un espacio interior: el

alma. Se trata de un modelo distinto de hombre. El centro de


gravedad se desplaza del más acá humano al más allá

divino, de la mirada de los conciudadanos a la


mirada de Dios. Esto genera un nuevo modelo de matrimonio, de familia y de
niño que se irá cristalizando durante los diez siglos de lo que denominamos edad media.

Por ello,las parejas debían casarse jóvenes , cerca de la


pubertad, como modo de mitigar mediante matrimonio legítimo las tensiones de la atracción

el matrimonio temprano y de la
sexual, ello en una doble disciplina:

conciencia de la penetrante mirada de Dios, en cada


rincón.

1 Estoicismo: Escuela filosófica griega y grecorromana fundada por Zenón de Citio en el siglo IV a. C.
"el estoicismo consideraba la filosofía dividida en tres partes: la lógica, la física y la ética".
Concepción ética de esta escuela, según la cual el bien no está en los objetos externos, sino en la
sabiduría y dominio del alma, que permite liberarse de las pasiones y deseos
que perturban la vida.
Es este terreno, el matrimonial, donde la lucha con la concepción pagana va a
ser más frontal, la monogamia y la indisolubilidad no

entraron en la práctica general hasta el siglo X,


primero en el pueblo y luego en la nobleza. El valor
social de la mujer dependía de su condición de
madre y el del niño de la condición de la madre, en tanto
esposa oficial, esposa de segundo rango, de
condición libre, concubina o esclava. Para los cristianos los
esposos proporcionaban el sustrato material para que Dios
realice su acto creador, lo que convierte a la unión
carnal en sagrada y la procreación en Ley natural
asimilada a la ley divina. También, lo inverso, tener
relaciones carnales en días prohibidos podía alterar
el capital biológico del futuro hijo.

La supervivencia de las costumbres paganas, van a modificarse, pero no


van a desaparecer. Cuando la Iglesia sale de las catacumbas (en el siglo IV), para alojarse

los pórticos de los templos serán los


en los templos,

lugares privilegiados para la exposición de niños,


pero ya no indicaba una muerte segura de los/as
niños/as expuestos/as. El descubridor, si no era reclamado
el niño, pasaba a ser propietario de un nuevo
esclavo.

En el caso de los niños ilegítimos , la exposición de niños obedece más al


temor por la condena social que a la divina, ya que el honor femenino se consideraba

moral y económico. En el caso de los


un capital en un doble sentido:

hijos legítimos, el papel fundamental lo representa el factor


económico, en este caso, el abandono, no
necesariamente indica rechazo del niño en sí y,
existen pruebas de que, muchos niños expósitos
llevaban algún elemento que les facilitara el
reconocimiento posterior del hijo, una vez
superadas las causas de abandono. Existía por otra parte, una
infancia de orden más “inferior” aún: la infancia
femenina. La tendencia al infanticidio o al abandono era mucho más marcada en
las niñas; y cuando eran criadas, lo eran diferencialmente a los varones a través del

El gasto que presuponía


destete precoz o de la mala alimentación.

una niña no era compensado con fuerza laboral,


como los varones, además la dote mermaba la
economía familiar.

Surgen lugares de asilo que anticipaban entre el siglo VI y VIII ciertas formas de
beneficencia institucionalizadas a partir del S.XI. Los expósitos eran severamente

se consideraba que eran


custodiados en estos lugares dado que

propensos desde sus mismos orígenes a la


depravación.

En el siglo VI las ciudades se amurallan y el poder del individuo ya no


depende únicamente de su rango sino de la cantidad de “otros” que pudiera atraer

a su círculo. El deber del amo era engendrar una prole

numerosa y casarla, hacerla crecer lo más posible ofreciendo en su casa


satisfacción plena a las necesidades del espíritu como a las del cuerpo. Para satisfacer

las primeras -necesidades del espíritu- eran


apropiados los sermones y, para las segundas
necesidades del cuerpo- eran más apreciados los
banquetes y las batallas.

La lealtad de la sangre era superior a todo. El primogénito


garantizaba la continuidad del apellido. De este modo, los lazos

sanguíneos, tanto legítimos como ilegítimos,


constituían una reserva frente a la elevada
mortalidad. Una familia poderosa era una familia
numerosa, tanto en el castillo como en la choza, en este último caso, como
abundante mano de obra.

En las ciudades surge una clase nueva formada por tenderos,


artesanos, comerciantes, que dará lugar a la constitución de lo que luego
se conocerá como burguesía. La vida de estas familias, no demasiado numerosas,
diezmadas por las pestes y la costumbre de dar los hijos a criar, se desenvuelve en un

gran intercambio social: vecinos, clientes,


clima de

protectores, agremiaciones y cofradías. Tanto las familias


ricas como las campesinas, pueden llevar a cabo la crianza en el espacio privado del

hogar, las primeras con una nodriza a domicilio, las segundas se harán
cargo de sus propios hijos y en algunos casos,
mediante pago, de los ajenos. Entre la burguesía, “en la
proporción de tres por cuatro, los niños pasan sus primeros años

lejos de sus padres…el 53% de los mismos solo al


cabo de 18 meses por lo menos, vuelven al seno de
sus familias” (De la Ronciere, 1991). Otra costumbre, de origen muy antiguo
extendida a todas las clases sociales, era el enfajado de los bebés,
implementado inmediatamente después del nacimiento cuando el niño era blando y

modo de prevención de las


tierno. Se argumentaba a su favor como

deformidades, pero pretendía, en realidad, convertir al niño en un


bípedo erecto, aún antes de que pudiera caminar. El
gateo al parecer, no era digno de la especie.
Existe un solo aspecto de la especificidad infantil que hemos encontrado ocasionalmente:

el juego. Parece conservarse por más tiempo el periodo de juego en aquellos niños
que van a la escuela o reciben educación privada en el hogar, aun así, es

considerado como frívolo. En la gran mayoría de los casos el


trabajo llega pronto. Las niñas que no poseen dote, son colocadas alrededor
de los 6 años, como criadas, aprendices, etc. Si entra al servicio de un convento o

de una monja quizás pueda aprender a leer o escribir. Los varones se


colocan con artesanos que les enseñan su oficio, sirvientes de un notario, de un maestro o
sacerdote o bien dependiendo de un señor.

El niño Dios y los angelitos


Es sorprendente encontrar en el arte paleo-cristiano , en la oscuridad de las
catacumbas, a Adán y Eva expulsados del Paraíso (siglo IV). Pero no resulta tan diferente

modelos de niños
pensar que, ese es el punto de partida de los

posteriores: antes de la caída, el niño angelito y


después de la caída, el niño como fruto del pecado
original. Cuando el artista representa a la manera de una representación gráfica
el episodio bíblico, termina colocando una especie de homúnculo en los brazos de Eva.
Sin embargo, estos modelos de niños se nos harán perceptibles a partir del

Renacimiento; y esto en virtud de que la Iglesia descubrió


primero el alma del niño antes que su cuerpo. Cuerpo que
era soporte de pasiones vergonzantes y, al mismo tiempo,

templo animado por el espíritu Santo. Cuerpo fajado,


como el del niño Jesús en algunos cuadros, semejando una especie de paquete sagrado, y
del que sólo progresivamente descubrirán sus manitos.

La debilidad infantil ni siquiera estará presente en las primeras


representaciones de la Virgen y el Niño. Porque es un niño, es representado

con las proporciones anatómicas de un adulto


aunque pequeño. La representación que de Él se hace, responde a la tradición
jerárquica de la imagen, el tamaño relativo indica su importancia. Es decir, en la
representación, la magnificencia del gesto, la postura frontal mirando a los creyentes, la
severidad el hieratismo general de las figuras lo distancia del niño. A través de los ojos del
Hijo, la mirada del padre.

S. XV para que la virgen descubra


Habrá que esperar hasta el

los pechos esbozando algún gesto de ternura y para


que los artistas liberen al niño de las fajas. El
querubín, ese bebote rollizo, hará una aparición tardía. El gracioso
angelito ocupa, en los Coros Celestiales, la jerarquía
inferior. Los ángeles anteriores al querube no tienen edad definida, pero se aproximan
más a un adolescente que a un niño. En la representación plástica no hay mayor

el
diferencia entre un querubín y el Dios Eros salvo en dos aditamentos:

instrumento musical, el carcaj y que Eros es


definitivamente varón.

Los teólogos piensan al niño:


La expansión del cristianismo hizo necesaria la afirmación de su cuerpo
doctrinal frente a los ataques externos (herejías,
desviaciones, etc.) e internos (controversias entre
Iglesia de Oriente y Occidente). Por lo tanto, si rastreamos aquí
antecedentes de la psicología del niño debemos extraerlos

del discurso teológico y pedagógico. Resumiremos tres


problemas que nos atañen:

● La negación o aceptación del pecado original


genera dos prácticas pedagógicas diferentes, a saber: en el primer caso, el alma
llega inmaculada al mundo y el mal era producto de la libertad del hombre, esto

produce la imagen del niño angélico. En el caso de la aceptación del


pecado original, el mal es inherente al ser humano, y los humanos son
seres caídos que comparten la igualdad en el pecado; genera la imagen del niño

como fruto del pecado. Y es así como San Jerónimo en sus cartas
dirigidas a una niña, con miras a su educación podrá decir con un tono general de
ternura: como el agua que sigue el dedo que la precede, esta edad tierna y poco
consistente, podrá doblarse en una u otra dirección y dejarse llevar hacia donde es

conducida; y por otro lado,San Agustín sostendrá ¿quién va a recordarme


el pecado de mi infancia? Porque nadie está libre de pecado ante Vos….
● los universales eran
Conflicto entre los que sostenían que sólo

reales (verdad absoluta) y otros que se


inclinaban hacia la realidad de los hechos
específicos (verdades relativas). Se consideraba al niño
como un ser completo puesto que tiene alma y
cuerpo, aunque pequeño, de este modo se produce una
homogeneización entre la razón del niño con la
del adulto. Se partirá de lo abstracto para llegar a lo particular, es decir, se
produce un intelectualismo y exceso de verbalismo

poco acorde con el pensamiento infantil que


solo por vía de la memorización puede retener
tales conceptos.
● La articulación entre razón y fe va a sufrir cambios en el
pensamiento medieval: de un primer momento de perfecta armonía, a un segundo
momento donde la relación se considera parcial; es decir, la razón puede llegar a

resultados independientes, hasta que por último la relación es de contraste


entre razón y fe (Abbagnano y Visalberghi, 1975).

A modo de síntesis:

el niño es visto como un adulto en


Diremos que, en general,

pequeño. Una edad clave son los 7 años, al considerarla como un momento en
que tenía capacidad de consentimiento en la alianza matrimonial, aún cuando las auténticas
nupcias se concretarán años después. Entraba además al mundo del
trabajo, considerándose que poseía la suficiente destreza física como para aprender
un oficio mediante la observación y la práctica; o bien ingresaba en la caballería, para lo
cual solo necesitaba práctica, complementada con algunos principios religiosos. La

infancia como prenda (en el sentido


concepción imperante es la

de una propiedad que se sujeta a una obligación)


ocupando un lugar periférico en una trama de solidaridades económicas, políticas y
religiosas de carácter circular.

El paso de la periferia a la centralidad comenzó a darse en el curso de los siglos siguientes.

Un cambio de coordenadas:

pasaje de la infancia a un lugar de centralidad


Este

social representa dificultades explicativas ya que se


articulan factores sumamente complejos. Todos los autores
reconocen que a partir de la edad media se gesta una nueva concepción de hombre,

que tendrá expresión más cabal en el arte del Renacimiento y en la pluma


esta
de los humanistas. Uno de los factores que podríamos considerar, es que

nueva visión se inscribe en coordenadas distintas a


las medievales:

● La tierra como centro del Universo es


desplazada hacia la periferia del sistema solar a
partir de los progresos en Astronomía (Copérnico, Galileo, etc) “El nuevo universo
estaba regido por leyes, no por milagros y era más sobrio que el pintoresco mundo
de Santo Tomas o del Dante”

● La dilación de los espacios geográficos. Los grandes


viajeros y misioneros ensanchan el mundo conocido hasta desembocar en el

descubrimiento de América.

● La diferencia progresiva entre el espacio


público y privado. El estado tiene un nuevo cometido (Administración,
Justicia, seguridad) y lo privado se circunscribirá al término de este proceso a
la vida familiar y a la formación de grupos de convivencia, es decir, un cambio hacia
las nuevas formas de intimidad y sociabilidad.

● El espacio que ocupará a partir de ahora lapalabra escrita. A partir de la


invención de la imprenta, la alfabetización tendrá un

notable desarrollo lo que permitirá la difusión


de la lectura. La traducción de la biblia por Lutero la pondrá al alcance de
un vasto público convirtiéndola en un verdadero libro de texto, “El

individuo puede ahora emanciparse de los


vínculos antiguos, que en una cultura de lo
dicho y el gesto, le ligaban a la comunidad.”

● Las reformas, protestante y católica, exigirán al creyente


formas de devoción más íntima y un cambio en las prácticas religiosas. Se
personalizan objetos piadosos, libros sagrados, relicarios y se difunde el ejercicio
solitario de la devoción, mediante oratorios privados y reclinatorios individuales.
● Cambios en el espacio doméstico: las habitaciones se
hacen más pequeñas, pero más numerosas, creación de espacios de comunicación,
como vestíbulos y corredores, la especialización de las habitaciones, y la creación
de espacios personales.

Es una transformación muy compleja y que no ha dejado de cambiar hasta nuestros días lo

que contrasta con la relativa estabilidad entre los siglos XII y XV.

descubrimiento del individuo pasa por


La evolución hacia el

la construcción de lo que podríamos llamar un


nuevo espacio interior. A la manera de señales de esta nueva subjetividad
podríamos considerar:

● La reaparición de un género olvidado: la autobiografía

● La frecuencia de la correspondencia privada y el uso del diario íntimo

● Las mutaciones técnicas de la pintura permitirán la aparición delretrato . Los


retratados se representan en el marco, profesional o familiar, según donde

autorretrato el que
ponga su mayor orgullo. Será, sin embargo, el

marque con mayor claridad una dimensión subjetiva. Cuando son


abundantes equivalen a una verdadera autobiografía plástica. Como se puede
apreciar en la obra de Durero, pintor que se destaca y expresa el renacimiento
alemán.

● S. XIII se va a establecer la confesión auricular con penitencia


A partir del

privada y silenciosa. El carácter periódico, obligatorio y

secreto de la confesión va a generar una tendencia al autoexamen


para determinar el estado del alma.

● El cuerpo es concebido analógicamente como


una casa o templo durante la Edad Media y sobre todo el cuerpo
femenino por menos cerrado sería más
permeable a la corrupción. La desconfianza,
temor, distancia, desprecio, hacia el misterio del
cuerpo se atenúa con la práctica de la disección
(división en partes de un cadáver). Según Auglanier
(1975) se va a establecer un pasaje del cuerpo tal como nos

lo hacía pensar el discurso religioso al cuerpo


tal como nos lo hace conocer el incipiente
discurso científico.

La infancia en la modernidad
Del árbol genealógico se desgaja el niño
A la conciencia de lacontinuidad de las generaciones , inspiradas
en los ciclos de la naturaleza, va suceder, primero en las clases pudientes, sobre todo
urbanas, luego de los estratos más bajos y mucho más lentamente en el ámbito rural, una

del árbol genealógico


nueva concepción de la existencia,

comienza a recortarse el individuo.

Cada ser tenía su propio cuerpo, pero la


dependencia del linaje, la solidaridad de la sangre era tan fuerte que el
individuo no podía sentir su cuerpo como plenamente

autónomo: este cuerpo era el suyo, pero era


también… el de la gran familia de los vivos y de los
antepasados muertos, en este sentido era un niño público. Y es
que, desde su nacimiento, lo público, lo privado se

hallaban entrelazados con fuerza, ya que su condición dependía


tanto de uno como de otro (Gelis, 1991).

Es en las ciudades donde emerge lentamente lo que actualmente llamaríamos familia


nuclear. La reducción de la familia propicia espacios domésticos más íntimos.
Podemos pensar que surgirán, a partir de allí, nuevas relaciones con el

niño, un indicio de ello parece ser el rechazo de la


enfermedad o muerte del niño. No quiere decir que anteriormente
esta se aceptara, pero la conciencia del ciclo vital era
diferente. A los padres no les quedaba otro recurso
que engendrar otro hijo. Curarse y cuidarse se
manifiesta con fuerza a partir del siglo XVI, demanda
aún más imperiosa en los siglos siguientes. A falta de otra
cosa, los padres se guiarán por las recomendaciones higiénicas de

los distintos autores. Locke, por ejemplo, señala lo que

padres deben hacer sin ayuda de la medicina para


conservar o aumentar la salud de sus hijos: mucho
aire libre, ejercicio y sueño, alimentación simple,
nada de vino ni bebidas fuertes, muy poca o nada
de medicina, ropa no demasiado abrigada ni
estrecha.

Sin embargo, ya en el siglo XIV aparecen en tono condenatorio, en el discurso


médico y literario, algunos temas relacionados con la crianza del niño, por ejemplo, del

fajado de los bebés. Éste anulaba o reducía las


posibilidades de movimientos del niño, costumbre
por otra parte que no respetaba niveles sociales. Se
iniciará posteriormente un progresivo movimiento de desfajado,

desde los círculos privilegiados y urbanos, hasta y


quedar limitado a los sectores más humildes y
rurales.

debilitamiento del sentido de


Otro aspecto, que hace al

continuidad familiar, es la vieja costumbre de dar a criar a los


niños a un ama externa. Tal práctica, que terminaba generalmente con la
muerte del niño era desaconsejada por los moralistas porque se consideraba peligrosa esta

especie de transfusión corporal y espiritual. Nebrija, historiador español, se pregunta


en elsiglo XV ¿quién educará a los hijos con mayor cariño que la madre que los
alumbró y el padre que los engendró? ¿Acaso la asalariada nodriza

o el mercenario pedagogo? (Homet, 1979)


¿Qué clase de vínculo podían establecer los sobrevivientes con sus padres al regresar al
hogar alrededor de los 2 o 3 años?

tampoco desaparece la costumbre de


Por otra parte,

colocar al niño en otras familias ni la exposición de


los niños, muy por el contrario, se racionaliza con el
uso del torno (una caja giratoria instalada en una
pared de la institución dedicada a acoger a los
niños, depositada la criatura allí, se hacía girar la
caja hacia el interior y pasaba a integrar el lote de
los expósitos).

Podemos sostener, en línea con los autores consultados que, entre los siglos
XIV y XVII, la característica de las relaciones paterno- filiales era la ambivalencia;
Aries (1991) por su parte, dice que los padres oscilaban con
naturalidad de la pedagogía del mimo a la del
garrote. Ilustrativo es el caso de Luis XIII (1601) su madre lo
acarició por primera vez cuando tenía 7 meses. El
rey, su padre, quería que Luis lo llamara padre y no señor, pero también que lo
azotaran cuando se ponía terco. Los niños mimados
serán objeto de un discurso moralizador,
denunciando la complacencia de los padres hacia
sus hijos. Locke, abogaba en contra de los castigos corporales, pero aun así
advertía a los padres: si la razón no modera ese afecto

natural con una extrema circunspección, degenera


fácilmente en una indulgencia excesiva.

Al término de
Hay indicios de que el niño comienza a ser valorado por sí mismo.

este proceso el niño se convierte en individuo.


Pintar un niño: pintar tres infancias

Brueghel pintó una escena colectiva denominada “Juego de niños”. Unos


doscientos niños forman parte en ochenta y cuatro juegos. Ambientado en las calles de una

los niños visten como adultos y se


aldea flamenca del siglo XVI,

observan muy pocos juguetes, aros, caballitos de


madera, algo semejante al tejo. Los niños juegan entre sí, al rango, la
sillita de oro, corren montados sobre la espalda de otro, hacen cinchadas o proezas como
hacer la vertical.

Para la misma época surgen los retratos de los niños nobles


e infancia reales. Primero, se los incluye en escenas colectivas,
generalmente familiares y luego se los presenta solos. El siglo XVII

descubre el encanto de la infancia.

La mayoría son retratos de niños nobles e infantes reales.


Lo notable es que tanto niñas como niños comparten una vestimenta semejante hasta los 4
años aproximadamente. Se trata de un vestido de largos faldones y un gorro ajustado en la

cabeza. Los niños un poco mayores, aproximadamente de 7 años , van


vestidos exactamente igual que los adultos de su sexo y condición. Recién a partir del

siglo XVII, en su último tercio, la vestimenta infantil comienza a diferenciarse,


con mayor distinción en el siglo siguiente. Lo llamativo de los retratos de niños

burgueses es la compostura y el acicalamiento como “El niño de la Peonza”, hijo del


joyero del barrio, bien vestido, con el cabello rizado y empolvado. Muy frecuente en este

retrato familiar, antecedente plástico de la


medio es el

foto de familia del siglo XIX.


Pero se verán pinturas, de los niños populares, donde desaparece la pose para dar lugar al
movimiento, movimiento pleno o esbozado de juegos,
peleas y travesuras. Naturaleza de oro, plata y hierro como dirá Varela, J.
(1986).
De los arbolillos tiernos al pequeño buen salvaje
Los temas predilectos de los humanistas eran el retorno a sus orígenes históricos, la

formar al
dignidad del hombre y el elogio de la vida activa. La idea de

hombre, en cuanto hombre, indica que el centro de


interés era principalmente el adulto. Como el tema es largo y el
recorrido necesariamente breve, nos limitaremos a trabajar desde el ángulo de las ideas

precursoras de la Psicología del Niño.

En 1530, Erasmo publica la obra, que podría considerarse como uno de


los primeros tratados de educación higiénica, moral
y práctica de los niños y, sobre todo, dirigido a los
niños de cualquier condición: “Nadie elige su país
ni a su padre: todo el mundo puede adquirir un buen
modo y buena conducta”. Este es el texto, que trata temas tales como el
arte de sonarse la nariz, vestirse, desnudarse, cómo mirar a los interlocutores y aconseja
por ejemplo que “retener la orina es contrario a la salud, es decoroso apartarse para

expulsarla”. Esta obra se transformó en un éxito editorial, a la medida del


siglo XVI. Su importancia va más allá de las intenciones originales del autor en el
tratamiento que sus ideas recibieron al entrar en la jurisdicción de las

Reformas (primero protestante y luego católica). Se


partió del postulado que las manifestaciones del cuerpo son la

exteriorización del alma, por lo tanto, corrigiendo


las expresiones corporales era posible influir,
formar o reformar el alma. La segunda aplicación, fue
la escolarización de estas reglas de decoro, transformándolas en vigilancia, control y

moralización del cuerpo y el tiempo del niño. Antes de finalizar el


siglo XVI, Calviac dirá “Es muy conveniente que un niño pequeño no toque
sus partes pudentas sino con recato y vergüenza, aun cuando la necesidad lo
requiera y esté solo, pues ello denota pudicia y modestia”. El tercer aspecto
notable, fue la enorme difusión, a costa de recortes y transformaciones de las ideas
originales, para alcanzar medios sociales muy diferentes en los siglos siguientes.
Erasmo afirma, por otra parte, que una buena salud física y moral no se
adquiere al nacimiento sino años antes, dependerá de la educación de los futuros padres.

Educar al niño para Erasmo era educar al adulto: “El hombre


no nace hombre, se hace hombre”. Quiere diferenciar al hombre
de las demás criaturas, ya que puede mejorar su naturaleza original mediante la educación
siempre que sea liberal, o sea basada en el libre albedrío, que posee también el niño, y que
el educador recurra a la persuasión en vez de imponer con brutalidad preceptos y dogmas.

Para la educación de los niños pobres recomienda: “Cuando


no se puede hacer lo que se quiere, se hace lo que se puede”. Su obra se caracteriza por

ser, más que psicológica, la de un teórico de la pedagogía


práctica.

la infancia se convierte en un
Para algunos pensadores,

metal precioso, para otros en materia vil. De una u otra


concepción, depende lo que se espera obtener de la educación, y desde un punto de vista
más práctico, las estrategias que se pondrán en marcha para lograrlo. En la primera línea
se inscriben en general los humanistas, Erasmo incluido y algunos reformadores, es una
variante de la imagen del niño angélico. Las metáforas botánicas son usadas con
frecuencia:

“los muchachos son dúctiles, se asemejan a cera blanda, arcilla húmeda, arbolillos
tiernos… poseen una gran facilidad para el remedo, están dotados de una capacidad para
retener lo que se les enseña, nacen desnudos, débiles y sin defensa; son rudos, flacos de
juicio y en su naturaleza se asientan gérmenes de vicios y virtudes” (Varela 1986)

Para Piaget, Comenio “… es uno de los precursores de la idea


genética en psicología del desarrollo y fundador de una didáctica progresiva diferenciada en
función de esos niveles de desarrollo” (Piaget, [1957] 1993) a pesar de la vetustez de la

forma de su discurso. Piaget añade: “la posición real del autor, que como todos los
partidarios de la espontaneidad y de la actividad del sujeto, es acusado a veces de
inclinarse en la dirección del preformismo y a veces a exagerar el papel de la experiencia

examina el paralelismo del Hombre y la


adquirida” y

naturaleza como una doctrina de la actividad.

Comenio reconoce cuatro tipos de


En cuanto a las aplicaciones didácticas,

escuelas correspondientes a: la primera infancia (denominada

escuela del regazo materno), la infancia, la


adolescencia y la juventud. “Y con una notable intuición, comprende
que los mismos contenidos de los conocimientos son necesarios en los distintos niveles”,
agrega Piaget. Comenio mismo dice lo siguiente:

“No se trata del conocimiento de todas las ciencias y artes. Sin embargo, todos
deben conocer el fundamento, la razón y la finalidad de todas las cosas principales,
naturales y artificiales, pues quien viene al mundo vino no solo para ser espectador, sino
también actor” y además agrega: “los artesanos no atraen sus aprendices con teorías… que
en las escuelas se aprenda a escribir, escribiendo… a razonar, razonando” (Piaget, 1993)

Comenio, coherente con su ideal de educación para todos, incluye por lo tanto a
las mujeres que también tienen una mente ágil y a los niños con dificultades. Propone,
además, mezclar los niños con diversa capacidad a fin de que se inciten, se estimulen y se
refinen unos a otros, en este sentido es precursor de la educación democrática y en
psicología del valor de la interacción entre pares en la construcción de conocimiento. Los
ricos sin sabiduría “¿Qué son, sino puercos cebados con afrecho?” Y los pobres sin
educación “¿Qué son sino tristes asnos condenados a llevar su carga?

En otra línea de pensamiento algunos tratadistas como Berulle , de la


orden de los Oratorianos, dirá: “El estado de Infancia es el más vil y abyecto de la

naturaleza humana después del de la muerte”; o la opinión de Descartes quien


después de sostener que el niño, por vivir bajo el imperio de los sentidos y de la
imaginación, es decir, del cuerpo, no puede acercarse a la Verdad, opina:

“es necesario conducir a este ser deficiente, vil y perverso a romper con el estado en que se
halla y liberarlo de las solicitudes del mundo poniéndolo en contacto con las grandes obras
del saber clásico” (Varela 1986)

Locke por su parte dice. “No hay virtud a la que no pueda estimulárseles ni culpa de
que no se les pueda apartar mediante la persuasión, más las razones deben ser propias

deben exponerse siempre con


para su edad e inteligencia y

pocas y sencillas palabras” (Mayer 1967) de donde se deduce que para


Locke los niños son seres razonables más que
racionales. Tiene una teoría un tanto paradojal en la que el juego
debería ser obligatorio y el estudio libre, en la confianza de
que el niño se dedicara a este de buena gana como si fuera un juego, sobre todo si se
le concede como recompensa por la constancia demostrada en sus juegos
obligatorios

En 1751 comenzó a publicarse la Enciclopedia, bajo la dirección Diderot y D’Alembert


que pretendía sistematizar todos los saberes. Pero evidentemente a este árbol del
conocimiento lo habían podado, porque aun cuando el objetivo era transmitir dichos
“para que nuestros nietos al convertirse en
conocimientos

lo más instruidos, lleguen a ser más virtuosos y


más felices”, en él no hay una sola rama que hable del niño. Reid en
1764, sostenía que la filosofía perdía un tesoro de la “historia natural” y se consolaba
pensando que era vano desear “lo que la naturaleza no ha puesto al alcance de nuestro

poder”, es decir se resignaba a la imposibilidad de estudiar


al niño.

Rousseau no encajaba de ningún


Si hemos de creer en Darnton,

modo en el esquema enciclopédico. El espíritu rousseauniano


penetró ampliamente en la burguesía y le ayudó a encontrar sentido a la vida de la
familia. Generó un cambio en la orientación de los saberes familiares tradicionales acerca
de la crianza hacia la instrucción mediante los libros, movimiento ya iniciado por Erasmo.

Tercero, el abandono de la nodriza por la lactancia natural del que al parecer


Rousseau fue el nuevo profeta.

Desde que el “Emilio” fue publicado tuvo admiradores y detractores, pero su difusión e
importancia fue tal que la figura de infancia que instituye, el buen salvaje ha

llegado prácticamente hasta el siglo XX. ¿Cuáles


son las innovaciones del Emilio”
Según Debesse:

1) La infancia corresponde a una realidad psicológica definida, es decir que tiene maneras
de pensar, sentir, y actuar que le son propias.

2) Tiene valor en sí misma, no es un simple aprendizaje para la vida adulta.

3) La infancia es inocencia. Es la sociedad la que pervierte al niño y la educación debe


preservarle de dicha influencia perniciosa.

4) La infancia es crecimiento ordenado cuyo ritmo lo ha fijado la naturaleza y que debe ser
respetado “dejando madurar la infancia en el niño”. Estas etapas son cuatro y cada una de
ellas requiere una atención y educación particulares.

5) El conocimiento del alumno es indispensable para el educador tal como Rousseau lo


plantea en el prefacio de “Emilio” ‘comenzad por estudiar a vuestros alumnos, porque
seguramente no los conocéis’.
La educación del intelecto partirá de lo sensible y estará reservada para el momento
apropiado, la edad de la razón (que se definía entre los 15 a 20 años)

Para Rousseau sin-razón, inocencia y debilidad son propiedades de la naturaleza


infantil, al respecto sostiene: “Existe en el mundo un ser más débil, más miserable, más a
merced de todo lo que lo rodea, que tenga una necesidad tan grande de piedad, cuidado y

Naturaleza para justificar el


protección?. Pero además, recurre a la

carácter dirigista de la educación:

“No hay nivel de sometimiento más perfecto que aquel que conserva la
apariencia de la libertad; así se somete la voluntad misma. El pobre niño que no sabe
nada, que no conoce nada ¿no está a merced vuestra? ¿No disponéis respecto a él de todo
lo que le rodea? ¿No sois dueños de influenciarle como os place? Sus trabajos, sus juegos,
sus placeres, sus penas, todo ¿No están en vuestras manos sin que él lo sepa? (Varela
1986)

El Emilio está dedicado fundamentalmente a la


infancia masculina de la nueva clase social en auge,
la Burguesía, ya que Rousseau opinaba que “el
pobre no necesita educación pues tiene la que
corresponde a su estado”.

A modo de síntesis
Resulta difícil sintetizar una concepción hegemónica de la infancia, cuando la niñez de la
época presenta tan agudos contrastes. Estos se profundizaban con la educación
diferencial a la que estaban predestinados por su condición social. Los niños
aristócratas en virtud de la superioridad de su naturaleza recibían una educación esmerada,

Los niños burgueses


en palacio, acorde a su futura posición social. se
familiarizaban con las buenas palabras, buenas maneras, buenas letras en escuelas

religiosas y para losniños pobres se consideraba suficiente con que fueran


buenos y aprendieran un oficio. Para todos sin embargo era muy apropiado que
respetaran ciertas reglas de decoro.

Podemos inferir que, esta fue una infancia sometida a la domesticación de


las apariencias y, su naturaleza específica considerada de un modo dual en
función de su condición social. El modelo para ser, se ocultaba bajo la cosmetología moral
de un modelo para aparentar ser.
Al final del periodo considerado, podemos concluir que el modelo que definirá a la
infancia será el adoptado por la clase media, en sus efectos prácticos y para el siglo

XIX. Desde otro ángulo está indicando el pasaje de las concepciones


siguiente:

pedagógicas a las concepciones psicológicas, perdiendo así la

psicología el carácter de subsidiariedad de la


pedagogía para pasar a ser un insumo de la misma.

¿Un nuevo eje de coordenadas?


Una serie de factores nos llevan a pensar que se produce un cambio en la dimensión del
tiempo, si bien el espacio objetivo no ha dejado de ensancharse con la exploración de
lugares desconocidos o inaccesibles, incluyendo los espacios microscópicos, es el

tiempo convencional y sus modificaciones lo que


llevará a que el Hombre sienta el tiempo de una
manera radicalmente diferente.
● Los adelantos de la técnica generan una velocidad diferente.
● Surgen nuevas metáforas para entender lo humano, desde lo mecánico a lo
biológico. En el primer caso se concibe a lo humano tanto en sus funciones físicas
como espirituales como una especie de reloj perfecto construido con enorme pericia
técnica. El segundo, a partir del descubrimiento de la célula (en el siglo XVII) lleva a
pensar la sociedad humana como un tejido, cuya unidad constitutiva será la familia-
célula.
● El invento de la fotografía, con su atrapamiento del instante, permite seguir el
transcurso de la vida humana mostrando literalmente anclas de memoria en la
propia historia.
● En el arte ocurre un fenómeno semejante, el recorte de un fragmento espacial y del
instante, siempre cambiante.
● El Romanticismo como movimiento generará una nueva conciencia histórica, social
e individual, entre la Arcadia del pasado (Lugar o ambiente utópico e idílico, cuyo
referente originario era el mundo pastoril clásico.) y la Utopía del futuro. En el medio

está el individuo con sus pasiones. Se profundiza la auto-observación ,


fenómeno bastante recurrente en los escritores y músicos. El YO como centro del
Universo.
● organización temporal de la vida
La preocupación de la

humana, tiempos de descanso, tiempos de


trabajo.
Sólo mencionamos aquí unos pocos aspectos que parecen indicar la aparición de un nuevo
tiempo subjetivo.

La infancia contemporánea (Revolución


Francesa - 1° Guerra Mundial)
Hogar dulce hogar

La Revolución Francesa (1789 -1799) tuvo un efecto inesperado en la alta burguesía


inglesa. Tuvieron miedo, que también en Inglaterra, rodaran cabezas. Se gestó un

movimiento moralizador a partir de la Reforma de la


Iglesia anglicana. Este discurso se centró en la familia que se
pensó como un pequeño Estado y una pequeña
Iglesia independiente del mundo, donde el hombre
asumía el papel de lo público, y la mujer, lo privado.
El soporte se encontró, como no podía ser de otra manera, en la diferencia de Naturaleza

suficiencia masculina y la
de ambos. Esto permitía explicar la

dependencia femenina. Un moralista de la época opinaba que los


maridos eran responsables de sus mujeres “porque la naturaleza misma de su sexo hace
que el ejercicio de este derecho por parte de estas sea incompatible con la armonía y la
felicidad de la sociedad” (Hall, 1991)

Se impone el culto de ladomesticidad , en su doble sentido de doméstico y


domesticado, de la naturaleza femenina. La mujer no solo es reina en su hogar y la Reina
inglesa, Victoria, será al término de este proceso, esposa y madre modelo. Un movimiento

tres fundamentos: políticos,


semejante recorrerá toda Europa y tendrá

religiosos y económicos.

En este marco, el parto que es un acto privado y exclusivamente femenino,


desplazará a la protagonista, la mujer, por la figura
del médico, produciéndose el declive de la comadrona en algunos sectores
sociales. Se traen bebés al mundo en el propio hogar. El hospital, es el recurso de la
miseria, y el lugar del desprecio social de las madres solteras.
El siglo XIX es paradojal en cuanto a la crianza del niño, si bien por un lado se
afirma el modelo de madre solícita, iniciado en el siglo anterior, que se ocupa de su propio
hijo; por el otro la exposición de bebés bate récords. Comienzan a escucharse

críticas haciendo notar que el torno, por la garantía


del anonimato, favorece el abandono infantil. La primera
infancia sigue siendo cuestión de mujeres en todas las clases sociales, pero enseguida
entran en escena los padres. Al menos con respecto a los varones, en algunos medios
burgueses hacen también el papel de preceptores, en las familias obreras, como maestros
de aprendizaje profesional o jefe de equipo.

La familia en cuanto a las relaciones entre padres e hijos sigue una evolución casi
contradictoria y depende estrechamente de la idea de autoridad, de acuerdo al medio social,
a la tradición religiosa e inclusive la postura política. Por un lado, refuerza el control del

cuerpo y la expresión de las emociones, en cuanto a la corrección en los


modales; por otro, se busca y toleran las expresiones afectivas entre padres e
hijos. Según los países y las clases sociales, el niño recibirá distintas

dosis de severidad y ternura.


“En otros tiempos se tuteaba a los criados y no se tuteaba a los hijos… hoy día se tutea a

hay que tratar habitualmente


los hijos y ya no se tutea a los criados…

a los hijos de tú, a fin de poderlos tratar de Ud. en


señal de enfado” (Perrot, 1991)

desaparece progresivamente la
Si bien ya en algunos medios

paliza como correctivo, el castigo corporal sigue


siendo frecuente, dentro de la familia y fuera de ella.
La niñez obrera de la época no puede prescindir, en el recuerdo de la violencia brutal, de

“la virilidad está


los castigos propinados por el maestro de taller, al parecer

amasada sobre la violencia física” (Perrot, 1991).

Después de 1850, las madres, si su hijo muere, llevan luto por él como si fuera un
adulto. La familia se centra progresivamente alrededor del niño como depositario de
expectativas y mandatos, se lo considera como un producto, un logro, y se lleva la carga del
proyecto de trascendencia de sus padres, que para algunos es el único posible. Así surge

“Su Majestad, el bebé” como lo denomina Freud.


El retrato de la edad de la inocencia

Surgen cuadros que hacen culto a ese ideal de hogar dulce hogar, se trata
de retratos familiares en un ambiente íntimo y

doméstico. Son frecuentes los retratos infantiles con un aire ciertamente


edulcorado. Para destacar la ternura de la expresión y el cuerpo infantil, se buscan

poses más espontáneas en las que el niño no mira


ya de frente al artista y se introducen animales
domésticos como compañeros del niño.

El soporte técnico de la imagen ha cambiado, el auge de la


fotografía va a democratizar el retrato. Es en estas fotos de
familia donde podemos tener una lectura de cómo se veían a sí mismas. La

distribución espacial de las mismas indica


claramente los lugares psicológicos, que ocupa
cada quien en la constelación familiar. En las familias
burguesas hay ciertas características notables: el padre erguido con gesto
napoleónico o por lo menos adusto, la madre sentada remarcando cierto papel pasivo y los
hijos en una especie de abanico alrededor de las figuras centrales. Se repite el esquema
cuando las fotos son horizontales, es decir, de hermanos, la figura erguida
generalmente corresponde al hermano mayor. En general la composición sigue una
especie de triangulación. Otro descubrimiento, es la foto del bebé, al que progresivamente
se fotografiará desnudo. Estos retratos de la edad de la inocencia permiten, bajo esa
protección, mostrar el cuerpo infantil, fuente de placer narcisístico para los padres.

De las biografías al estudio científico del niño

En las postrimerías del siglo XVIII un Prof. de filosofía,


llamado Dietrich Tiedermann, publicó en una revista una descripción
del desarrollo de su hijo nacido en 1781, sobre el que había realizado observaciones

periódicas durante dos años aproximadamente. Fue la primera publicación


sobre un niño común observado durante un tiempo
prolongado a partir de su nacimiento.

El interés de Tiedermann era estrictamente filosófico. La primera


novedad de su trabajo radica en:
1) el hecho de registrar observaciones concretas del comportamiento del niño.

2) Descripción cuidada, en su exposición separa las inferencias teóricas.

3) Aparecen por primera vez, referencias a aspectos del desarrollo que actualmente son
tema obligado en cualquier descripción de conducta infantil.

la
Al parecer Tiedermann, había superado el obstáculo insalvable:

introspección, el método de la filosofía y al que


recurrirá la psicología del adulto, no podía utilizarse
en el niño. Los avances de las ciencias naturales
proporcionan la observación, como vía de entrada a
la vida psíquica del niño. El tesoro de la historia
natural podía ser estudiado (Delval, 1988)

El siglo XIX se va a iniciar con un gran debate y de largo alcance. La captura del
niño salvaje en los bosques de Caune y los exámenes a que fue sometido, por las

autoridades científicas de la época, entre ellos Pinel , puso sobre la mesa varios ejes
de discusión, a saber: lo moral y lo físico, la naturaleza el Hombre y el hombre de la
naturaleza, Cultura y Naturaleza, la educación como influencia sobre lo biológico y lo
biológico disminuido como obstáculo para la educación. El gran mérito de Itard fue plantear
problemas que estudia todavía la psicología actual y un gran aporte al estudio de la infancia
fuera de la norma (Pinel e Itard, 1968).

Por otra parte, desde finales de siglo XVIII hasta mediados de


siglo XIX se encuentran numerosos textos sobre la infancia. Filósofos, médicos,
poetas, escritores, escriben autobiografías o artículos sobre su propia niñez o la de

Darwin que llevó un diario, en


sus hijos. Entre estos padres autores, encontramos a

1840, con las observaciones que llevó de sus hijos. En 1859, Darwin produce una
revolución copernicana al publicar “El Origen de las Especies”.
La idea de evolución está tan incorporada en nuestro pensamiento que
resulta difícil apreciar la influencia que tuvo sobre las ideas imperantes de la época, en
especial el interés que, a través de la noción de evolución, trajo al estudio del niño en sí. El
cambio de la noción de temporalidad será fundamental en ese sentido. Para que la teoría de
la selección natural se convirtiera en una hipótesis de trabajo aceptable era necesario
persuadir sobre el modo natural y gradual de la adquisición de las condiciones intelectuales
del hombre. Darwin adoptó una postura de compromiso al sugerir que ciertas aves y
algunos mamíferos mostraban algunas conductas que podían considerarse inteligentes y

acciones humanas,
morales. Al mismo tiempo, sostuvo que las

especialmente, las emociones, conservaban algo de


su origen animal. Es en este contexto donde se inscribe el estudio del niño.
Los bebés se consideraban menos contaminados
por la cultura, por lo tanto, si se lograba demostrar que la inteligencia
era la complejización natural de lo simple que ofrecían los bebés se podía suponer un
proceso semejante en la evolución de la especie humana. El desarrollo mental del niño
ofrecía el eslabón que faltaba entre la vida mental de los humanos y la de los

animales. En la concepción de infancia de Darwin, el niño es el eslabón


perdido (Bradley, 1992)

Siguiendo los pasos de los biógrafos de niños, elfisiólogo Preyer, observó


atentamente a su hijo durante los primeros tres años de vida. La metodología

era muy simple e inspirada en el método de las


ciencias naturales: consistía en llevar un minucioso registro de las tres
observaciones diarias que realizaba. Este registro sistemático permitía observar los cambios
que se producían en el niño. Preyer no inventó la técnica, pero la perfeccionó de manera
tal que demostró que podía utilizarse científicamente en el estudio del niño. El nuevo
objeto de estudio que esbozaron sus predecesores encontró en Preyer un estratega

la observación, como la
metodológico. Lo cierto es que

estadística, también una nueva adquisición del S.


XIX, se han perfeccionado de acuerdo a los nuevos adelantos técnicos, pero las
observaciones biográficas fue la primera forma que adoptó lo que llamamos método
longitudinal (Gratiot et al, 1972).

A modo de síntesis:
individuo instituido e
La concepción de infancia dominante será la de

institucionalizado como objeto de saberes, de


poderes y de sentires.
Sentires en cuanto que:

“Durante el siglo XIX, el hijo está, más que nunca, en el centro de la


familia. Es objeto de todo tipo de inversiones: de la afectiva, ciertamente, pero también
de la económica, la educativa y la existencial. Como heredero, el hijo es el

porvenir de la familia, su misma imagen proyectada


y soñada, su modo de lucha contra el tiempo y la
muerte” (Perrot, 1972).

Poderes porque el niño es objeto de políticas


educativas, asistenciales y económicas. Las primeras leyes
sociales se promulgaron, en algunos países, a propósito de la infancia. Por ejemplo, la

educación obligatoria y la instauración de las


vacaciones y aquellas que limitaban la jornada de
trabajo para los niños.
Saberes que se organizan y se reglamentan (médicos, pedagógicos y psicológicos)
alrededor de la concepción de infancia que a su vez es instituida y reconstruida por ellos.

La psicología del niño, como en su respectivo campo la pediatría, se


convertirá en concesionario privilegiado de la concepción de infancia, pero cobijará dentro
de su marco disciplinar concepciones heterogéneas y de ningún modo unitarias, en
función de las diversas perspectivas que ofrece el estudio del niño.

El siglo XX presenta tal complejidad y riqueza, que merece que nos planteemos al
respecto otros interrogantes, por lo tanto, nos limitaremos a trabajar, a modo de conclusión,

solo tres concepciones científicas de niño que han


incidido sobre nuestra actual percepción de la
infancia.
1. La infancia primordial
El psicoanálisis va a romper con la concepción de la infancia heredada de Rousseau que
predominaba en los medios burgueses: la infancia era casi equivalente a un Jardín del
Edén. Freud, dirá al respecto: “todos nuestros recuerdos infantiles conscientes nos
muestran los primeros años de nuestra existencia, no como fueron, sino como nos
parecieron al evocarlos luego, en épocas anteriores” (Freud, 1967).

Es decir, existen mecanismos psicológicos que explican esa particular mitificación de la


infancia, individual y colectivamente considerada. Es notable, como lo señala Freud, la
ausencia en los escritos científicos de su tiempo del tema de las manifestaciones de la
sexualidad infantil, lo que pone sobre la pista del verdadero origen de este encubrimiento.
Freud, desarrollará las razones de tan singular desinterés en su obra. Es de imaginar el

niño es un “perverso-
impacto que causaría su afirmación de que el

polimorfo” sobre la imagen de inocencia de la que se


revestía al niño.

Otro punto de ruptura desde el psicoanálisis, y con respecto a la visión de la


infancia, es la consideración que hace de la dimensión temporal. A la

temporalidad evolutiva, inaugurada por Darwin para la especie, Freud pensará

una doble dimensión de este aspecto, una más


lineal que remite a las fases de la sexualidad infantil
y otra que más que atravesar el tiempo es
atravesado por él, y que determinarán la presencia
de lo infantil en el adulto. En este sentido, Freud más que analizar el
eslabón perdido de la historia individual propone una indagación de la sujeción al
encadenamiento olvidado de la infancia primordial.

2. Condicionando el heredero
Para Watson, el hogar y la crianza del niño proporcionaban una especie de situación
de laboratorio. Introduciendo cambios en el hogar-laboratorio el

producto final sería un adulto perfectamente


adaptado a la sociedad. Como lo decía el mismo:
“Tratadlos como si fueran jóvenes adultos. Vestidlos y bañadlos con cuidado y
circunspección. Dejad que vuestra conducta sea siempre objetiva y cordialmente firme.
Nunca los abraceís ni los beseís, nunca les dejeís sentarse en vuestro regazo. Si tenéis que
hacerlo, besadlos una sola vez en la frente para darles las buenas noches para irse a la
cama. Saludadlos por la mañana dándoles la mano. Hacedles una caricia en la cabeza si
han trabajado de modo sobresaliente en una tarea difícil. Probadlo. Transcurrida una
semana, encontrareis qué fácil es ser perfectamente objetivo con vuestro hijo y al mismo
tiempo que cordial. Quedareis totalmente avergonzados de haberles estado tratando de
un modo sentimentaloide” (Bradley, 1992)

Nótese sin embargo que el régimen que se aconseja


también puede aplicarse a la mascota de la familia.

Skinner, superando a Watson, pensaba que el hogar no era el lugar apropiado para
criar niños sino el laboratorio. Sostenía que los cuidados de los bebés debían ser
grupales, en lugares especialmente acondicionados, controlados por personal especializado
en sustitución de los padres. Los niños criados así no se malcriarían por favoritismos o
carencias (Skinner, [1948-1980). Lo cierto, es que, a partir del nacimiento de su segunda
hija, Skinner se dedicó con entusiasmo a revolucionar la crianza de los niños, con este fin,

cuna-aparato empotrada, tenía paredes a


construyó una

prueba de ruidos y una gran ventana panorámica. La


temperatura y la humedad se mantenían constantes y una banda continua de tela
atravesaba el piso de la “cuna” con lo cual se podía colocar un pedazo seco y limpio con la

artefacto, experimentado exitosamente


rapidez que las circunstancias requerían. El

con su hija, recibió el nombre de “condicionador del heredero”, pero


desde el punto de vista comercial este nombre no resultaba atractivo así que pasó a

llamarse “cuna climatizada”.


Los tecnólogos conductuales pretendían mediante un cuidadoso diseño de ingeniería
cultural reformar la sociedad, según reflexiona Bradley (1992), para ello nada mejor que

niños entendidos como seres moldeables, en la


los

mejor tradición de cera blanda y la arcilla húmeda.


3. El pequeño científico

Piaget tampoco partió del niño, como lo hizo Freud, sino que llegó a él. El gran mérito
de Piaget es haber franqueado la barrera del lenguaje

planteando que existe una inteligencia radicalmente


diferente previa a la aparición del mismo. Esta se constituye
en el soporte de todo desarrollo intelectual posterior. De esta manera el

pensamiento adulto, especialmente el de los científicos, a través de


sucesivas re-construcciones y re-equilibraciones puede manejarse con categorías básicas;
objeto, espacio, tiempo y causalidad, que construyó el niño en sus dos primeros años de
El niño que experimenta para ver y que repite el
vida.

experimento introduciendo variantes al mismo


configura la imagen del pequeño científico,
entendido como sujeto epistémico.
El segundo punto de interés es que la teoría piagetiana si bien no plantea una ruptura total
con lo biológico, marca las limitaciones del mito del gen, por un lado y, la sobrevaloración
del modelo ambiental por el otro.

Piaget dirá:

“Si el niño ofrece un gran interés en sí mismo se ha de añadir, en efecto, que


también explica al hombre, en el mismo grado, y, a menudo más, que al contrario, pues,
aunque el hombre lo eduque por medio de múltiples transmisiones sociales, todo adulto,
incluso creador, ha comenzado sin embargo, por ser un niño, tanto en los tiempos
prehistóricos como en nuestros días” (Piaget-Inhelder, 1972).

El estudio de los niños


En consonancia al estudio de los niños, puede considerarse que la psicología infantil tiene
poco más de un siglo: respecto de estudios que den cuenta de cómo son los niños y cómo
se produce su desarrollo, esto puede deberse a que al ser algo tan próximo no resulte
llamativo, posiblemente el desarrollo se ha considerado como un fenómeno espontáneo….
Entonces lo extraordinario e inusual se convierte en objeto de conocimiento.

Entonces los primeros estudios del niño se pueden agrupar/clasificar según el tipo de
Sujetos acerca del cual se quería dar cuenta y según el tipo de observación:

● Sujetos excepcionales: Se centran en el rasgo excepcional (Cualidades


excepcionales): durante determinado período, careciendo de datos anteriores a la
Observación. Se trata de niños: Prodigio, Aislados (Víctor), alguna diferencia
(anomalía discapacidad: ciego)

● Observaciones Biográficas (sobre sujetos normales): Se recogen observaciones


frecuentes y detalladas sobre un sólo sujeto. Diarios realizados sobre un niño
(pariente del autor), por ejemplo en el siglo XIV en Francia sobre los sucesos más
importantes. Por ejemplo, sobre Luis XIII.

● Estudios de tipo estadístico: estudia un aspecto limitado del desarrollo con


observaciones puntuales en un número de sujetos grande. Se generalizan desde el
siglo XIX y principios del siglo XX. En el siglo XIX se suceden recopilaciones de
datos sobre un aspecto determinado, realizados sobre un número de sujetos
relativamente grande. En Berlín, la sociedad de Pediatría, se desarrolla el
conocimiento de las ideas sobre determinados temas al entrar en la escuela. Hall
(Psicología en EEUU 1883) generalizó el uso de cuestionarios para conocer el
pensamiento infantil.

Entonces, las preocupaciones que engendran este tipo de estudios, son de diverso
orden:

● Los más antiguos se relacionan con un interés de tipo pedagógico. Otros, aluden al
interés médico por el funcionamiento del cuerpo y cuidar la salud. Finalmente,
preocupaciones filosóficas y científicas que tratan de encontrar en estos estudios
respuestas a preguntas sobre el origen del conocimiento o emociones.

● Mientras la psicología general estaba dominada por estudios introspectivos, la


reflexión sobre los propios procesos mentales; el estudio de los niños se basaba en
la observación y la experimentación.

el
A partir de lo expuesto, podemos concluir que los indicios históricos dan cuenta que,

lugar del niño fue una conquista progresiva de su


emergencia, a la par de nuevos saberes sobre el mundo y el ser humano, que se
iban produciendo al calor de diferentes ideas , muchas veces antagónicas respecto de las
prácticas y sentimientos más “convenientes”. En este sentido, la comprensión y estudio de
las niñeces no la podemos pensar como algo de carácter cerrado y unívoco. Lo cual nos
permitirá promover el pensamiento sobre la infancia en las coordenadas actuales.

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