• SENTENCIA 2016-00040 DE 30 DE SEPTIEMBRE DE 2019
• TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE BOGOTÁ
• CONTENIDO: RESTITUCIÓN DE TIERRAS. TENIENDO EN CUENTA
QUE OBRA EN EL EXPEDIENTE CARACTERIZACIÓN DE LAS
RECLAMANTES, SEGÚN LA CUAL, SON PERSONAS MAYORES,
TIENEN ACTIVIDADES ECONÓMICAS AJENAS AL CAMPO, UNA
DE ELLAS RESIDE EN EL EXTERIOR JUNTO CON SU NÚCLEO
FAMILIAR Y NO TIENEN VOLUNTAD DE RETORNAR, LA FORMA
EN QUE SE MATERIALIZARÁ LA COMPENSACIÓN, ASÍ COMO
LAS MEDIDAS CON CARÁCTER TRANSFORMADOR, SERÁN
OBJETO DE PRONUNCIAMIENTO POSFALLO, PREVIA
COMPLEMENTACIÓN DEL TRABAJO DE CARACTERIZACIÓN QUE
SE ORDENA. LA COMPENSACIÓN IMPLICA LA TRANSFERENCIA
DEL PREDIO AL FONDO DE LA UAEGRTD, ENTIDAD QUE
RECIBIRÁ EL INMUEBLE LIBRE DE GRAVÁMENES. POR TANTO,
SE DISPONDRÁ LA CANCELACIÓN DEL EMBARGO DECRETADO
POR ENCONTRARSE TERMINADO Y ARCHIVADO EL PROCESO
EJECUTIVO ASÍ COMO CANCELACIÓN DE LA HIPOTECA A FAVOR
DE LA CAJA AGRARIA. LA CANCELACIÓN DE LA HIPOTECA NO
SUPONE UN ALIVIO O EXONERACIÓN DEL SALDO QUE
SUBSISTE EN FAVOR DE FINAGRO, CESIONARIA DE LA
OBLIGACIÓN, Y A CARGO DE LAS RECLAMANTES, POR CUANTO
ELLO CORRESPONDERÍA A UN ENRIQUECIMIENTO SIN JUSTA
CAUSA, DADAS LAS PARTICULARIDADES DEL CASO. POR TAL
RAZÓN, PREVIO A DEFINIRSE LA MANERA EN QUE SE
MATERIALIZARÁ LA COMPENSACIÓN, DEBERÁN LAS
RECLAMANTES LLEGAR A UN ACUERDO DE PAGO CON LA
ENTIDAD, LO CUAL SERÁ OBJETO DE SEGUIMIENTO POSFALLO.
• TEMAS ESPECÍFICOS:RESTITUCIÓN DE TIERRAS, TRÁMITE DE
RESTITUCIÓN DE TIERRAS, SOLICITUD DE RESTITUCIÓN DE
TIERRAS, DEMANDA DE RESTITUCIÓN DE TIERRAS,
COMPENSACIÓN DE RESTITUCIÓN DE TIERRAS, JUEZ DE
RESTITUCIÓN DE TIERRAS
• SALA: CIVIL
• PONENTE: RAMÍREZ CARDONA, OSCAR HUMBERTO
Sentencia 2016 - 00040 de septiembre 30 de 2019
TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE BOGOTÁ D.
C.
SALA CIVIL ESPECIALIZADA EN RESTITUCIÓN DE TIERRAS
Rad.: 25000312100120160004001
Magistrado Ponente:
Dr. Oscar Humberto Ramírez Cardona
Ref.: Restitución de tierras
Solicitantes: Nidia Niño de González
María Nohemí Niño Ramírez
Opositor: Rigoberto Viracachá Piñeros
(Presentado en salas de agosto 15 y 29; septiembre 12 y 19
de 2019. Discutido y aprobado en Sala del 26 de septiembre
de 2019)
Bogotá, D. C., treinta de septiembre de dos mil diecinueve.
Decide la Sala Civil Especializada en Restitución de Tierras
del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá en el
marco de la L. 1448/2011, la solicitud de restitución de
tierras despojadas y/o abandonadas que a través de la
Dirección Territorial Bogotá de la Unidad Administrativa
Especial de Gestión de Restitución de Tierras Despojadas,
en adelante UAEGRTD, presentaron Nidia Niño de González
y María Nohemí Niño Ramírez, siendo opositor Rigoberto
Viracachá Piñeros.
A ntecedentes
1. Competencia.
1. Corresponde a esta Sala, el conocimiento de la presente
acción de conformidad con lo normado en los arts. 79 y 80
de la L. 1448/2011, en concordancia con el art. 6º del
Acuerdo PSAA12-9268 del 24 de febrero de 2012, proferido
por la Sala Administrativa del Consejo Superior de la
Judicatura.
2. Presupuestos fácticos.
2. Son propietarias del predio rural El Roblal, ubicado en
vereda Alto Buena Vista del municipio de Viotá -
Cundinamarca, y solicitan la restitución material o por
compensación con fundamento en los siguientes hechos:
3. Lo adquirieron por compra efectuada a Carlos Julio
Ramirez Sánchez mediante escritura pública Nº 645 del 27
de septiembre de 1991, otorgada en la Notaría Única de
Tocaima - Cundinamarca, con el producto de un crédito
hipotecario que les otorgó la extinta Caja Agraria.
4. A finales de 1992 fue notable la presencia de las FARC en
Viotá, y la alteración del orden público (por secuestros,
homicidios selectivos, y extorsión), lo que les llevó a
abandonar el predio, la casa de habitación allí construida y
a perder la cosecha de café “caturra”.
5. Impedidas de explotar el predio, no pudieron obtener los
recursos necesarios para pagar el crédito, por lo cual, la
entidad financiera inició en su contra un proceso ejecutivo
hipotecario.
6. Por intermedio del señor José Antonio Lesmes, encargado
de El Roblal, se enteraron en 1993 que Rigoberto Viracachá
Piñeros, colindante del predio y quien tenía afinidad con las
FARC, lo ocupó junto con otras dos personas de manera
irregular, y las amenazó de muerte para que ni ellas, ni su
encargado regresaran.
3. Identificación del núcleo familiar.
Información solicitante
Vinculación Calidad que
Nombre Identificación Edad
con el predio ostenta
Nidia
Niño de 41.544.066 67 1991 Propietaria
González
Identificación núcleo familiar en la época de victimización
Presente al
Nombre Vinculo Identificación Edad momento de
victimización
Gonzalo
González Cónyuge 19.058.215 70 No
Beltrán
Angélica
María
Hija 52.342.180 43 No
González
Niño
Luis
Hijo 79.874.921 41 No
Gonzalo
González
Niño
Javier
Eduardo
Hijo 80.179.848 37 No
González
Niño
Información solicitante
Vinculación Calidad que
Nombre Identificación Edad
con el predio ostenta
María
Nohemí
21.116.659 64 1991 Propietario
Niño
Ramirez
Identificación núcleo familiar en la época de victimización
Presente al
Nombre Vinculo Identificación Edad momento de
victimización
Lucas
Hugo
Cónyuge 3.116.781 67 No
Pascagaza
Herrera
Eliana
Patricia
Hija 52.338.967 44 No
González
Niño
Hugo
Leonardo
Hijo 79.918.817 38 No
Pascagaza
Niño
4. I dentificación del predio reclamado .
Predio rural denominado El Roblal, ubicado en la vereda Alto Buena
Vista del municipio Viotá - Cundinamarca
Área
Código Catastral FMI Ocupantes
georreferenciada
166- Rigoberto
2 ha 4627 mt2
25-878-00-01- 5394 Viracachá Piñeros
0006-0118-000
Georreferenciación
5. Trámite administrativo ante la UAEGRTD.
7. La UAEGRTD, a través de la Resolución 02575 del 26 de
noviembre de 2015 inscribió a las reclamantes en el Registro
de Tierras Despojadas y Abandonadas Forzosamente, en
relación con el predio rural El Roblal, ya identificado, con lo
cual se cumple con el requisito de procedibilidad de que
trata la L. 1448/2011.
6. Pretensiones.
8. Las reclamantes solicitan a este tribunal declarar que son
titulares del derecho iusfundamental a la restitución del
predio El Roblar, como víctimas de despojo material por
aplicación de la presunción establecida en el numeral 5º del
art. 77 de la L. 1448/2011, y en consecuencia:
9. Declarar la inexistencia de todo acto posesorio respecto
del inmueble objeto del proceso.
10. Cancelar la garantía hipotecaria constituida en favor de
la Caja Agraria y el embargo decretado por el Juzgado 1º Civil
del Circuito de Girardot, y cualquier otro gravamen que pese
sobre el inmueble.
11. Ordenar a la Oficina de Registro de Instrumentos
Públicos de La Mesa - Cundinamarca inscribir la sentencia,
cancelar todo antecedente registral, así como la inscripción
de las medidas de protección previstas en la L. 387/1997, y
la actualización del mismo, conforme la información que se
incorpora en la sentencia, y posterior remisión al IGAC para
lo de su competencia.
12. Ordenar a la UARIV, entes territoriales y a todas las
entidades del SNARIV, integrar a las reclamantes y a sus
núcleos familiares a la oferta institucional en materia de
reparación a víctimas del conflicto armado interno.
13. Subsidiariamente compensar por equivalencia a las
reclamantes, y transferir el predio reclamado al Fondo de la
UAEGRTD, entre otras.
7. Trámite judicial.
14. La solicitud se asignó por reparto al Juzgado Civil del
Circuito Especializado en Restitución de Tierras de
Cundinamarca y fue admitida por auto del 12 de enero de
2017 (act. Nº 4), entre otras determinaciones, el Juzgado
dispuso efectuar la publicación de que trata el literal “e” del
art. 86 de la L. 1448/2011, la vinculación de la Caja Agraria y
la remisión del expediente del proceso ejecutivo seguido
por dicha entidad en contra de las reclamantes.
15. Mediante auto del 18 de enero de 2017, vinculó al señor
Rigoberto Viracachá Piñeros (act. Nº 14), quien presentó
escrito de oposición el 17 de febrero de dicho año (act. Nº
34).
16. Agotada la instrucción el expediente fue remitido a este
Tribunal el 17 de agosto de 2018 (act. Nº 169), asignado por
reparto el 22 de agosto y mediante proveído del 14 de
noviembre del mismo año (act. Trib Nº 7), se avocó
conocimiento de las diligencias y decretó algunos medios de
prueba.
17. Una vez cumplidos los requerimientos, mediante
proveído del 22 de mayo de 2019 corrió traslado para
presentar alegatos y conceptos finales, término del cual se
sirvió la Procuraduría y el apoderado de los opositores.
8. Intervenciones.
8.1. Rigoberto Viracachá Piñeros.
18. Ingresó al predio El Roblal en 1999, en ese entonces en
abandono, junto con su compañera permanente Susana
Castillo por autorización que Luis Enrique Castellanos,
gerente de la Caja Agraria de Viotá, quien le explicó que la
finca estaba embargada y “le mando razón para que fuera y
se hiciera cargo de la finca”.
19. Sembró pasto, café (hoy tiene 7.000 palos), cítricos y
frutales (15 palos), 6 palos de mango y 3 vacas al aumento.
Además, construyó una muralla avaluada en $ 4’000.000
para sostener la tierra, cercó la finca en alambre dulce de
púa y una cerca eléctrica, le instaló el servicio de luz o
energía hace 17 años, tiene tres puntos de agua a su
nombre y está terminando un beneficiadero de café. Y
agrega que ha pagado el impuesto a lo largo de “todos estos
años (desde 1993) (sic)”.
20. El ingreso fue mucho tiempo después de los presuntos
hechos victimizantes, los cuales no conoció, aunado a que
la situación de violencia fue un hecho generalizado.
21. Con el escrito de alegatos finales argumenta que
demostró que el ingreso al predio no estuvo marcado por
acto de violencia alguno, amparado en la antedicha
autorización. En contraste, las reclamantes no concretaron
en qué consistió su victimización, o que la misma hubiese
sido de tal magnitud como para abandonar el predio.
8.2. Apoderado de las reclamantes.
22. Las pruebas recaudadas en el proceso demostraron los
presupuestos para acceder a la restitución, pues las
reclamantes son propietarias de El Roblal, su victimización y
el despojo del predio reclamado se acreditan, entre otros
medios de prueba, con las declaraciones rendidas en el
proceso y con la caracterización que realizó el Área Social de
la UAEGRTD.
8.3. Concepto de la Procuraduría General de la Nación.
23. La agente del Ministerio Público que interviene en este
proceso conceptúa que el Tribunal debe acceder a la
restitución porque las reclamantes fueron víctimas de
desplazamiento forzado y de amenazas en el marco del
conflicto armado interno; son propietarias de El Roblal, y
fueron despojadas de dicho predio en la temporalidad
prevista en la L. 1448/2011.
24. Respecto del opositor, considera que se trata de un
segundo ocupante que ingresó al predio amparado en “una
actuación administrativa desacertada” que consistió en la
autorización que el gerente de la Caja Agraria de Viotá, de
modo que “esta autorización en la que permite considerar
al señor Rigoberto como un segundo ocupante”, y por tanto,
sujeto de medidas en su favor.
C onsideraciones
1. Análisis de legalidad.
25. Los presupuestos procesales concurren en el presente
asunto y la Sala es competente para conocer y decidir la
solicitud de restitución de tierras incoada, no se evidencia
causal de nulidad que pueda invalidar lo actuado.
2. Problema jurídico.
26. Determinará el Tribunal si respecto de las ciudadanas
Nidia Niño de González y María Nohemí Niño Ramírez,
concurren los presupuestos del art. 75 de la L. 1448 de 2011,
para ser titulares del derecho iusfundamental a la
restitución material o por compensación del predio rural
denominado El Roblal. Igualmente, si debe exigírsele y/o se
predica del opositor Rigoberto Viracachá Piñeros la buena
fe exenta de culpa en sus actuaciones que eventualmente
le permita acceder a la compensación de que trata el art. 98
ejúsdem o las medidas de asistencia para segundos
ocupantes.
3. El carácter iusfundamental del derecho de restitución
de tierras abandonas y despojadas.
27. Las víctimas de graves quebrantamientos a las normas
de derechos humanos (DIDH) y de derecho internacional
humanitario (DIH), tienen derecho a la verdad, la justicia, la
reparación integral, y a las garantías de no repetición, los
cuales se encuentran constitucionalizados en nuestro orden
jurídico interno (art. 66 transitorio C.N.), y que, como ha
puesto de presente este Tribunal, constituyen los límites
jurídicos materiales a los procesos de transición
democrática a la paz iniciados por sociedades en conflicto
armado interno como la nuestra. Tanto el respeto como la
satisfacción de tales derechos, son los presupuestos para
predicar la legitimidad para dichos procesos de transición.
28. Los derechos de las víctimas del conflicto tienen,
entonces, un alto grado de importancia al punto de
otorgárseles elatributo de fundamentales no solamente
porque necesitan la máxima protección, sino igualmente, la
máxima realización práctica posible, en la medida que sus
titulares padecieron situaciones que minaron su status de
ciudadano al interior del Estado, y de personas, ante la
condición humana.
29. Este derecho tiene por fin restituir la propiedad, la
posesión o la ocupación que injustificadamente perdieron
las personas con ocasión del conflicto armado interno (art.
75 ejusdem). Sobre el derecho en mención este Tribunal:
30. (a)Ha precisado el marco internacional en que se apoya
con la inclusión al bloque de constitucionalidad en sentido
lato de los principios Deng y Pinheiro(1), sin por ello descuidar
otros instrumentos como la Declaración de Londres del año
2000 o la Convención de Kampala del año 2009.
31. (b)Ha expuesto el alcance del derecho de restitución en
el ordenamiento jurídico interno. Para ello, de una parte, ha
hecho énfasis en la Sentencia CConst, T-025/04, M. Cepeda,
y sus correspondientes autos de seguimiento, que
declararon y evalúan el estado de cosas inconstitucional en
que se encuentran las víctimas del desplazamiento forzado
por causa del conflicto armado interno. Y por otra, de
acuerdo con la Sentencia C-715/12, L. Vargas, ha puesto de
presente la delimitación conceptual del derecho a la
restitución en los siguientes términos:
“(i) La restitución debe entenderse como el medio
preferente y principal para la reparación de las
víctimas al ser un elemento esencial de la justicia
restitutiva.
(ii) La restitución es un derecho en sí mismo y es
independiente de que las víctimas despojadas,
usurpadas o que hayan abandonado forzadamente sus
territorios retornen o no de manera efectiva.
(iii) El Estado debe garantizar el acceso a una
compensación o indemnización adecuada para aquellos
casos en que la restitución fuere materialmente
imposible o cuando la víctima de manera consciente y
voluntaria optare por ello.
(iv) Las medidas de restitución deben respetar los
derechos de terceros ocupantes de buena fe quienes,
de ser necesario, podrán acceder a medidas
compensatorias.
(v) la restitución debe propender por el
restablecimiento pleno de la víctima y la devolución
a su situación anterior a la violación en términos de
garantía de derechos; pero también por la garantía de
no repetición en cuanto se trasformen las causas
estructurales que dieron origen al despojo, usurpación
o abandono de los bienes.
(vi) En caso de no ser posible la restitución plena, se
deben adoptar medidas compensatorias, que tengan
en cuenta no solo los bienes muebles que no se
pudieron restituir, sino también todos los demás bienes
para efectos de indemnización como compensación por
los daños ocasionados.
(vii) El derecho a la restitución de los bienes demanda
del Estado un manejo integral en el marco del respeto y
garantía de los derechos humanos, constituyendo un
elemento fundamental de la justicia retributiva,
siendo claramente un mecanismo de reparación y un
derecho en sí mismo, autónomo e independiente.”
(Resaltado del Tribunal)
4. Los presupuestos para reconocer y proteger el
derecho fundamental de restitución de tierras en la L.
1448/2011.
32. Luego de advertir la fundamentalidad del derecho de
restitución, con base en lo dispuesto en el art. 75 de la L.
1448/2011, los siguientes son los presupuestos que deben
concurrir para que una persona sea titular del mismo, y por
tanto, para que alcance protección por la administración de
justicia transicional debe:
33. (a) Ser víctima del conflicto armado interno, calidad que,
de acuerdo a lo prescrito en el art. 3º L. 1448/11, se predica
de (i) sujetos individuales o colectivos que (ii) en el marco del
conflicto armado interno (iii) de manera posterior al 1 de
enero de 1985, (iv) padecieron daños que derivan o tienen
su fuente en infracciones al DIDH y/o DIH, supuestos frente
a los cuales es pertinente puntualizar los siguientes
aspectos:
34. (a.1) Por una parte, que la calidad de víctima no es
exclusiva de quién directamente padece el daño, sino que
también se predica de los miembros de la familia de aquella
e incluso de las personas que intervinieron para prevenir la
victimización. Y lo anterior, de manera independiente a que
el autor de la victimización y de los daños esté aprehendido,
procesado o condenado.
35. (a.2) Por otra, que si la noción de víctima no debe
interpretarse restrictivamente, tampoco será propio una
interpretación de tal carácter frente a la noción de daño(2)
que, tanto a nivel individual como colectivo(3), comprende no
solamente las afectaciones materiales (daño emergente, el
lucro cesante, el desamparo económico), sino las
inmateriales (daño moral, y/o todos aquellos perjuicios que
la jurisprudencia ha reconocido como el daño a la vida de
relación, al proyecto de vida, a la pérdida de oportunidad, y,
en fin, los causados a los bienes constitucional y
convencionalmente protegidos(4)).
36. (b) Perder por abandono o despojo forzado una relación
jurídica y/o de hecho –propiedad, posesión o explotación en
caso de baldíos– que mantenía con bienes inmuebles. Tanto
el abandono como el despojo se explicarán en ítem
siguiente de las consideraciones, no obstante, téngase en
cuenta que su definición legal está prevista en el art. 74 L.
1448/2011.
37 (b.1) El abandono o despojo forzado debe tener relación
directa o indirecta con infracciones al DIDH o DIH, y por
tanto, debe existir cercanía o proximidad con el conflicto
armado interno.
38. (b.2) Las infracciones al DIDH o DIH deben ser
posteriores al 1º de enero de 1991 y hasta el término de
vigencia de la Ley de víctimas.
5. Alcance del concepto de buena fe exenta de culpa.
39. Buena fe es un término compuesto que deriva de las
expresiones latinas bona(5), bueno o excelente, y fides(6),
confianza o creencia. Dicho vocablo, desde el derecho
romano, y la depuración de la reflexión propia de la
dogmática jurídica, se emplea para calificar la probidad, la
rectitud o la honestidad de las convicciones y el
comportamiento de una persona.
40. Hoy por hoy, la buena fe se ha erigido en un principio(7) e
incluso, en un derecho - deber(8), consagrado en la mayoría
de los ordenamientos jurídicos, y así, por ejemplo, nuestra
Constitución Política de 1991 la exige y presume en el marco
de las relaciones entre los particulares, como en las
relaciones de éstos con el Estado (art. 83 C.N.).
41. Luego, a menos que en norma expresa se establezca lo
contrario, la buena fe no requiere de prueba, y por ende, las
imputaciones de mala fe deben ser demostradas. Todo lo
anterior, como expresión del más general principio de
confianza(9) que debe gobernar la sociedad en procura del
bien común.
42. La doctrina analíticamente permite distinguir entre la
buena fe subjetiva y la objetiva. Mientras la primera, trata
de la posibilidad de constatar un estado psicológico “cuyo
substrato está fundado bien en la ignorancia o en un
error”(10); la segunda, se dirige a hacer evidente una regla de
conducta, esto es, exige un determinado deber de
comportamiento que ha de estar acorde con los intereses
jurídicamente protegidos por el Estado: “presupone que se
actúe con honradez, probidad, honorabilidad,
transparencia, diligencia, responsabilidad y sin dobleces,
entre otros deberes que emanan permanentemente de su
profuso carácter normativo”(11) .
43. Para el caso colombiano la doctrina enfatiza igualmente
que nuestro Código Civil en su cuerpo normativo contiene
los dos (2) señalados tipos de buena fe, tanto la subjetiva
como la objetiva, y que ésta última no debería confundirse
con la que se ha denominado buena fe exenta de culpa en
oposición a la buena fe simple: “mientras la buena fe
objetiva puede ser activa o pasiva, por su parte la buena fe
subjetiva bien puede ser simple o cualificada”(12) o exenta de
culpa fundada en la teoría de la apariencia, en el error
común excusable o el error que es capaz de crear derechos.
44. No obstante lo anterior, si la buena fe exenta de culpa
se teoriza como una cualificación de la buena fe simple, se
precisa, lo es en el entendido que si bien el propósito es
evidenciar que la persona tuvo la conciencia de actuar
correctamente (elemento subjetivo),
complementariamente, para sus efectos, se debe acreditar
que el sujeto realizó actuaciones positivas (elemento
objetivo activo) encaminadas a desarrollar dicho estado de
conciencia que lo llevó a actuar honestamente libre de
cualquier tipo de error o con un error que cualquier persona
prudente en idéntica situación hubiese cometido.
45. La Sala Civil de la H. Corte Suprema de Justicia, haciendo
énfasis en que nuestro ordenamiento jurídico “no está
constituido por una suma mecánica de textos legales”, tiene
dicho sobre la materia, lo siguiente:
“La buena fe simple tan sólo exige una conciencia recta,
honesta; pero no exige una especial conducta. Es decir,
la buena fe simple puede implicar cierta negligencia,
cierta culpabilidad en el contratante o adquirente de un
derecho. Así, la definición del artículo 768 corresponde
únicamente a la buena fe simple y sólo se hace consistir
en la conciencia de adquirirse una cosa por medios
legítimos. Una aplicación importante de esa buena fe es
la ya examinada del artículo 964 del Código Civil. En
general, quien compra una cosa mueble a otra persona,
actúa con una buena fe simple y no adquiere el dominio
si el tradente no era el verdadero dueño, según lo
dispone el artículo 752 del Código Civil. Ello, porque tan
sólo se tuvo la conciencia de que el tradente era el
propietario, pero no se hicieron averiguaciones o
exámenes especiales para comprobar que realmente
era propietario.
En cambio, la buena fe creadora de derechos o buena fe
exenta de culpa (la que es interpretada por la máxima
romana “Error communis facit jus”) exige dos
elementos: un elemento subjetivo y que es el que se
exige para la buena fe simple: tener la conciencia de que
se obra con lealtad; y segundo, un elemento objetivo o
social: la seguridad de que el tradente es realmente
propietario lo cual exige averiguaciones que
comprueben que aquella persona es realmente
propietaria. La buena fe simple exige tan sólo
conciencia, la buena fe cualificada o creadora de
derechos, exige conciencia y certeza”.(13) (Resaltado en el
original).
En este orden de ideas, este Tribunal concluye que:
46. (a) La distinción entre buena fe objetiva y subjetiva no
debe sobre exagerarse en la medida que finalmente los
estados de consciencia (subjetivos) para efectos de la buena
fe simple o calificada, son susceptibles de conocerse
mediante lo que el sujeto como tal muestra efectivamente
con su comportamiento (objetivamente).
47. (b) El comportamiento del sujeto se valora y puede
entenderse axiológicamente como honesto, leal, recto,
diligente o negligente, etc., en función de las reglas, los
principios y los valores que promueve y conforman a un
determinado orden jurídico - político.
48. (c) Para los efectos de la buena fe simple nuestro
ordenamiento jurídico presume que el sujeto obró honesta
y lealmente conforme le exigían las reglas, los principios y
los valores, lo que por sí mismo no impide o excluye que, en
un pleito, el comportamiento se aprecie en concreto con el
fin de determinar si la presunción se mantiene indemne o
no, asumiendo la carga de la prueba quien esté interesado
en desvirtuar dicha presunción.
49. (d) Para los efectos de la buena fe exenta de culpa
nuestro ordenamiento jurídico exige, para quien la alega,
probar por su cuenta no solamente haber actuado de
manera honesta y leal conforme le exigían las reglas, los
principios y los valores, sino que, con esmero, diligencia,
prudencia y cuidado se esforzó por desplegar
comportamientos necesarios para no incurrir en algún
error imputable a su propia culpa.
La buena fe exenta de culpa y los segundos ocupantes
50. La implementación de la L. 1448/11 ha puesto de
presente la necesidad de distinguir conceptualmente, como
contrapartes de la acción de restitución, los opositores de
los segundos ocupantes(14). Mientras los primeros pretenden
el reconocimiento como verdaderos y legítimos titulares del
predio objeto del proceso y traban la Litis, los segundos
ocupantes, sin que tengan necesariamente la calidad de
opositores, comprenden una población en situación de
igual o, en algunos casos, mayor vulnerabilidad a aquella en
que se encuentra la víctima del conflicto, con posibilidad de
acentuarse si pierde el vínculo con la propiedad que se le
ordena restituir.
51. La Corte Constitucional(15) sugirió los siguientes
parámetros que deberían tenerse en cuenta al momento de
verificar si una persona dentro de un proceso de restitución
ostenta la calidad de segundo ocupante:
“Para esta evaluación, distinta del análisis que se tiene
que realizar para determinar la procedencia de la
compensación, tal como se ha expuesto de manera
reiterada y se deriva de la Sentencia C-330 de 2016, no
hace falta exigir la buena fe exenta de culpa. Basta
determinar, por el contrario, (i) si los segundos
ocupantes participaron o no voluntariamente en los
hechos que dieron lugar al despojo o al abandono
forzado; (ii) la relación jurídica y fáctica que guardan con
el predio (es preciso establecer si habitan o derivan del
bien sus medios de subsistencia); y (iii) las medidas que
son adecuadas y proporcionales para enfrentar la
situación de vulnerabilidad que surge de la pérdida del
predio restituido, en materia de las garantías del acceso,
temporal y permanente, a vivienda, tierras y generación
de ingresos.” (Resaltado del Tribunal)
52. De acuerdo con lo expuesto, puede concluirse que la
calidad de segundo ocupante no depende del
reconocimiento de la buena fe exenta de culpa, y el
estándar es susceptible de no exigirse y/o de flexibilizarse si
se acreditan los siguientes dos requisitos:
53. (a)Se trata de personas vulnerables, sea por su condición
campesina o también víctima de desplazamiento, o ambas.
En la Sentencia C-330/2016, se precisa que se trata de
personas en condiciones de debilidad manifiesta, marcadas
por el acceso a la tierra, a la vivienda digna o por el
trabajo agrario de subsistencia.
54. (b)Derivan su sustento del predio que es objeto de
reclamación o con él satisfacen su derecho a la vivienda.
55. (c)No participaron directa ni indirectamente del despojo
o abandono forzado, y,
56. (d)De acuerdo con el Auto 373/2016, en el evento de
haber participado, tal participación, no fue voluntaria(16).
57. Resaltada la precaria situación de opositores
vulnerables que también son segundos ocupantes, y la
responsabilidad del juez de restitución para identificarlos en
el proceso, y equilibrar las cargas probatorias, si se quiere,
en un plano de igualdad con la víctima reclamante, se ha
procurado la flexibilización, y excepcionalmente la
inaplicación del rígido estándar de prueba, es decir, la
demostración de la buena fe exenta de culpa.
58. Así lo señala nuestro Tribunal Constitucional:
“Sin embargo, en casos excepcionales, marcados por
condiciones de debilidad manifiesta en lo que tiene
que ver con el acceso a la tierra, la vivienda dignao
el trabajo agrario de subsistencia, y siempre que se
trate de personas que no tuvieron que ver con el
despojo, el juez deberá analizar el requisito con
flexibilidad o incluso inaplicarlo, [el requisito de la
buena fe exenta de culpa] siempre al compás de los
demás principios constitucionales a los que se ha hecho
referencia y que tienen que ver con la equidad, la
igualdad material, el acceso a la tierra por parte de la
población campesina, o la protección de comunidades
vulnerables”. (Resaltado del Tribunal).
59. Tal postura fue reiterada en el auto 373/2016 (L. Vargas),
en el marco del seguimiento especial a la Sentencia T-
025/2004, varias veces citada.
60. Acudiendo a los precedentes descritos, particularmente
a la Sentencia C330/2016, son estos algunos parámetros a
tener en cuenta para que el juez transicional se defina sobre
la flexibilización o inaplicación del requisito o estándar de
prueba exigido normalmente a los opositores: a) no se
puede favorecer ni legitimar el despojo, tampoco favorecer
a quien no enfrenta las condiciones de vulnerabilidad
descritas; b) el juez de restitución puede, exigir la buena fe
exenta de culpa “de manera acorde a su situación
personal”(17), la buena fe simple, o aceptar condiciones
similares al estado de necesidad “que justifiquen su
conducta”; c) la vulnerabilidad procesal de las partes es
asumida por el juez de restitución y, d) en cualquier caso, de
optar el juez de restitución por la flexibilización o
inaplicación del requisito o estándar de prueba, exige de
aquel una motivación “adecuada, transparente y suficiente”.
61. Los criterios expuestos son orientativos y no taxativos,
pues en cualquier caso, deben ser analizados y aplicados en
cada caso, atendiendo a las particularidades de una
población vulnerable.
6. C aso concreto .
62. Las ciudadanas María Nohemí Niño Ramírez y Nidia Niño
de González pretenden la restitución material del predio
rural denominado El Roblal, que se ubica en la vereda Alto
Buena Vista del municipio de Viotá, Cundinamarca, y se
identifica con el folio de matrícula inmobiliaria Nº 166-5394.
63. Para resolver de forma adecuada los problemas
jurídicos planteados, el tribunal tiene en cuenta que en este
marco especial de justicia transicional, es dable la
intervención del Juez de Tierras, siempre y cuando, se
aprecie una relación entre los hechos denunciados y el
conflicto armado interno, de modo que se estudiará
previamente el contexto de violencia de Viotá en la época
en que se afirma tuvo lugar el abandono y posterior despojo
del predio reclamado en restitución; posteriormente
establecerá si los hechos de violencia expuestos en la
solicitud de restitución se corresponden o no con dicho
contexto, pero fundamentalmente, se evaluará si se
cumplen los presupuestos del art. 3º de la L. 1448/2011.
6.1. Contexto de violencia en la zona rural de Viotá -
Cundinamarca a comienzo de la década de los 90’
64. El municipio de Viotá es uno de los diez municipios que
conforman la Provincia del Tequendama y se encuentra
ubicado al occidente del departamento de Cundinamarca a
unos 86 Km de Bogotá. La zona rural está compuesta, entre
otras veredas, por Arabia, La Magdalena, Calandaima,
Ceilán y Alto Buena Vista, esta última donde se ubica el
predio objeto del proceso(18).
65. El contexto de violencia incorporado a la solicitud de
restitución, para lo que aquí interesa, señala que no hay una
fecha que permita ubicar con certeza el arribo de las FARC
a Viotá, pero tal parece, que ello se produjo a mediados de
la década de los 80 del siglo anterior, época en la que operó
el Frente 22 del extinto grupo guerrillero.
66. Asegura la entidad que la presencia del grupo guerrillero
“fue más temprana en algunas veredas que se ubican sobre
la zona alta del municipio, es decir, en las estribaciones de
la cuchilla de Peñas Blancas” (act. Nº 2, solicitud, p. 7), región
tenida por refugió histórico del Frente 42 de las FARC, y
estratégicamente favorable por sus difíciles condiciones
topográficas(19), y para los fines que perseguía dicha
organización(20).
67. La Sala Especializada ha tenido la oportunidad de
analizar el contexto generalizado de violencia que se vivió
en la zona rural de Viotá, e incluso, en la región donde se
ubica el predio que se reclama en restitución. Vale la pena
destacar lo relatado en la sentencia del 19 de septiembre de
2017(21), aunque los hechos de despojo y abandono de que
allí se tratan tuvieron lugar a finales de los 90 e inicios de la
década del 2000:
La llegada del frente 42 coincide con el incremento de la
violencia en Viotá, pues la década de los 90’ comenzó
con una serie de asesinatos a dirigentes políticos y
simpatizantes del Partido Liberal. Durante esta década
se registraron asesinatos de miembros del Partido
Comunista de Colombia - PCC y de la Unión Patriótica -
UP a manos de paramilitares no identificados. (…)
La influencia de las FARC en el municipio, permeó las
relaciones de la población civil, al punto de
reconocérseles cierto grado de autoridad. Así lo expone
la Unidad en el análisis de contexto presentado:
En este sentido, la guerrilla de las Farc logró establecer
un sistema paralelo de justicia local que era preferido
por muchos habitantes: a través de él se resolvían
problemas de diversa índole como deudas, robos,
violencia doméstica y disputas sobre linderos y, al
parecer, el sistema era tan efectivo que la gente dejó de
recurrir al sistema legal y su uso no se limitó a Viotá sino
que se extendió a otros municipios vecinos (…).
Además, las FARC controlaron el comercio en la región,
determinando qué productos podían comercializarse, y
cuáles no. En Viotá hubo desaparición forzada,
extorsiones, reclutamiento forzado (incluso de
menores), los habitantes de Viotá fueron “testigos
mudos” del paso de secuestrados desde mediados de
los 90’.
68. De acuerdo con el trabajo de caracterización que realizó
el Área Social de la UAEGRTD para este proceso (act. Nº 2,
anexos, p. 371), la persecución y asesinato de militantes del
Partido Liberal a manos del Frente 42 de las FARC se
prolongó hasta el año 1997, y se desencadenó, en parte, por
el triunfo del liberal Alfonso Cante para la alcaldía municipal
en 1990(22).
69. Cante fue asesinado en enero de 1995, crimen al cual se
suma el de la dirigente política liberal Ana Paz Guzmán
Barrero que tuvo lugar en febrero de 1996 y el de su esposo
seis meses antes en la zona rural de Viotá. La dirigente
política tras amenazas que tuvieron lugar en la zona rural
del municipio, se debió trasladar al casco urbano, y dos días
antes de su asesinato pidió a su secretaria que en su ataúd
ubicaran una cinta que dijera “me mataron por ser liberal”(23).
70. Bajo la comandancia de El Negro Antonio, el Frente 42
se fortaleció e incrementó su influencia en la vida política,
social y económica de Viotá, según afirma la UAEGRTD, con
la colaboración voluntaria y forzada de los habitantes del
municipio(24). Destaca la entidad que uno de los casos de
colaboración voluntaria más significativos fue el de la
familia Viracachá:
Uno de los casos más significativos del que se tiene
conocimiento en relación con el reclutamiento
voluntario es el de cerca de 20 miembros de una familia
de apellido Viracachá, que habrían sido miembros del
frente 42 de las Farc desde comienzos de los 90. En
particular, José del Carmen Viracachá y su hermano
Roberto Viracachá, alias “Veneno”, quien fuera la mano
derecha de alias el “Negro Antonio”, antiguo
comandante del frente 42, confesaron delitos como
homicidios, ataques a la población civil y secuestro que
generaron cerca de 430 víctimas y se acogieron a la Ley
de Justicia y Paz, al tiempo que cuatro miembros
adicionales de la misma familia también se acogieron a
esta ley.
(…)
Aunque muchos miembros de dicha familia
seguramente no son –ni han sido- miembros de las Farc,
es posible que, en virtud de su filiación familiar, hayan
gozado de una posición relativa poder frente a otros
habitantes locales durante el periodo de influencia del
frente 42 en el municipio (…) (p. 373, ibídem)
71. Por ser ilustrativo en el presente caso, la cita anterior
sobre los presuntos vínculos entre la familia Viracachá de
Viotá y el Frente 42 de las FARC, se complementa con el
siguiente extracto de un reportaje del diario El Tiempo(25):
Los Viracachá pidieron vía en Justicia y Paz
En 1990, en Viotá (Cundinamarca), entró a las Farc el
primero de más de veinte miembros de la familia
Viracachá que estuvieron en el frente 42. Era el mismo
grupo comandado por el ‘Negro Antonio’, quien fue
considerado el principal extorsionista de esa guerrilla.
José Roberto Viracachá Sicua, alias ‘Veneno’, es uno de
cinco, incluidos su hermano y su hijo, que se
desmovilizaron y que ahora están hablando de sus
delitos ante Justicia y Paz. El apellido Viracachá aparece
incluso en varias sentencias por casos de secuestro,
homicidio y acciones de terrorismo en esta región del
país. Como dato curioso, además de su pertenencia a la
guerrilla, han confesado delitos ligados a una de las
pasiones de la familia: las peleas de gallos.
José Santos Montañez Viracachá, que duró 12 años en la
guerrilla, aseguró que uno de sus hijos está detenido en
la cárcel de Palmira y que otro murió en una operación
del Gaula. Él, que tiene en su prontuario una fuga de la
cárcel de Picaleña en el 2005, ha confesado que llegó a
convertirse en la mano derecha de Bernardo Mosquera,
el ‘Negro Antonio’.
72. Por otra parte, una de las declaraciones rendidas en la
etapa judicial de este proceso, sobre la que se volverá más
adelante, ilustra sobre la influencia del citado frente
guerrillero, en las operaciones de crédito de las entidades
financieras.
Pregunta: ¿Usted sabe que allá mandaba la guerrilla
(…), no sabe si la gente tenía que salir por miedo de la
guerrilla (…)? Respuesta: Yo sabía que mandaban, si el
primero que me llevó a donde El Negro Antonio, me
llevó un netamente campesino que era de allá (…) y eso
lo sabe la Fiscalía, porque eso yo lo declaré. Pregunta:
¿Usted tuvo (…) que rendir cuentas a la guerrilla?
Respuesta: Tocó. Pregunta: Doña Nidia manifiesta que
a ella le dijeron, no vuelva por esa finca ¿Le podemos
creer a doña Nidia? Respuesta: (…) a ella le pueden
creer, pero lo único que sé, (…) pero el que iba si era el
primo de ella, él si iba allá con el Negro Antonio y a mí
no me da pena porque yo se lo he dicho de frente (…)
estudió en Rusia Pregunta: ¿Quién estudió en Rusia?
Respuesta: Carlos Julio Ramírez, él estudió en Rusia (…)
pídanle sus documentos de estudio a ver, y eso lo sabe
la Fiscalía (…). Y sabe qué tenía el Frente 42 allá, y el
Negro Antonio era orgulloso que Viotá a dos horas de la
capital del país, y mandaban ellos, y entonces me daban
la orden donde yo no podía hacer embargos (…).
Pregunta: Me dice que Carlos Julio tenía relación con las
FARC ¿Y los Viracachá? Respuesta: Eso también decían
(…) los Viracachá son una familia muy grande (…).
6.2. Relación entre el contexto precedente y los hechos
de violencia expuestos en la solicitud de restitución.
73. Sostienen las reclamantes que como consecuencia del
contexto generalizado de violencia padecido en la región a
finales de 1992, así como amenazas que en contra de su
vida e integridad personal recibieron, al parecer, por cuenta
del opositor Rigoberto Viracachá Piñeros, dejaron
abandonado el predio El Roblal(26).
74. Dicha afirmación en el marco especial de la justicia civil
transicional se encuentra amparada en una presunción de
veracidad que corresponde desvirtuar primeramente al
opositor, y en todo caso, debe pasar por el examen de este
Tribunal especializado, como se ha sostenido en múltiples
decisiones(27).
75. En el presente asunto, el opositor no desvirtúa dicha
presunción, y lejos de controvertir los hechos victimizantes,
afirma en su escrito de oposición:
En lo que tiene que ver con el contexto histórico y
ocurrencia de los hechos, que según los solicitantes,
generaron su desplazamiento y el de su familia,
desencadenando el abandono del inmueble y su posible
despojo, en nombre de mi mandante, señor Rigoberto
Viracachá Piñeros, se manifiesta que él ingresó al
predio en el año 1999, es decir, mucho tiempo
después de los posibles actos victimizantes,pues
como lo manifiestan las solicitantes en el acápite
HECHOS DEL CASO CONCRETO, literal d, el abandono
del predio ocurrió en el año 1992 (Resaltado del
Tribunal) (act. Nº 34, p. 3).
76. Teniendo en cuenta que la oposición admite el
abandono, corresponde a la Sala constatar si el mismo,
junto con los otros hechos expuestos, ocurrieron en el
marco del conflicto armado interno, circunstancia que pasa
a examinarse.
6.2.1. Sobre el abandono forzado y las amenazas
presuntamente padecidas por las reclamantes .
77. Los medios de prueba que obran en el expediente
electrónico permiten relacionar razonablemente los hechos
denunciados por las solicitantes con el contexto de violencia
que azotó el municipio de Viotá ya relatado, y predicar por
tanto que ocurrieron en el marco del conflicto armado
interno, como pasa a explicarse:
El abandono forzado de El Roblal
78. De acuerdo con lo preceptuado en el art. 74 de la L.
1448/2011 el abandono forzado es una situación, temporal
o permanente, a la que se enfrenta la persona que ha sido
forzada a desplazarse, por lo cual “se ve impedida para
ejercer la administración, explotación y contacto directo con
los predios que debió desatender en su desplazamiento”, en
la temporalidad prevista en el art. 75 ejúsdem(28).
79. Las reclamantes en sus declaraciones coinciden en que
no vivían en El Roblal, que lo destinaban a la explotación
agrícola y a la recreación familiar, pero que ello fue por un
corto periodo de tiempo, entre los años 1991 y 1992, fecha
esta última en que lo abandonaron, por razón de la violencia
que se vivía en la vereda Alto Buena Vista de Viotá.
80. Lo manifestado por las reclamantes implica que en rigor
no se desplazaron de El Roblal, lo que no resta crédito a que
el abandono forzado acaeció en el marco del conflicto
armado interno, como pasa a explicarse.
81. (a) La señora Nidia Niño de González relató que como
consecuencia de la violencia generalizada, los comentarios
que se escuchaban en la región, y el asesinato de un vecino
de la vereda, en 1992, ya no podían ir a El Roblal, situación
de la que ella y su hermana desconocían cuando
adquirieron el inmueble. Concretamente señaló: “(…)
cuando nosotros compramos el predio, nosotros ni
sabíamos, pero uno estando metido por allá pues
comenzaron comentarios y uno se llena de temor, sabíamos
que por ahí estaba la guerrilla del frente 42 ellos mataron a
mucha gente”.
82. En la declaración que rindió ante este tribunal el 6 de
marzo de 2019, reiteró su dicho de la siguiente manera:
No señor (…) ya empezó la cosecha entonces nosotros
ya habíamos dejado de ir porque nosotros nos
amenazaron (…), nosotros el día que nos fuimos,
estábamos con mi hermana en la finca, y entonces ese
día mataron a un señor, que no me acuerdo como se
llama (…) en esa zona, por la carretera de esa zona
Pregunta: ¿Y quién dicen que lo mató? Respuesta: Que
la guerrilla (…), que era la guerrilla (…) la gente de la
vereda se veía como buena persona, (…). (act. Trib. Nº
73).
83. (b) Por su parte, la solicitante María Nohemí Niño
Ramírez, refiriéndose al mismo particular relató:
Pues cuando nosotros compramos la finca nunca
habíamos escuchado que en ese sitio había violencia ni
nada hasta ya cuando compramos la finca, ahí si ya
empezamos a escuchar, a saber, por la misma gente,
que habían frentes de la guerrilla por ahí andando. Que
habían entrado por la peña, por la montaña ¿Cómo
se llama? La cordillera, Peñas Blancas. Una vez que
subimos nos dijeron que habían matado a un señor que
vendía helados, que le decían el “el paletero” y eso nos
dio mucho miedo (Resaltado del Tribunal).
84. No obstante no obrar en el expediente elementos que
permitan analizar con mayor detalle el asesinato de la
persona a la que se refieren como El Paletero(29), la
afirmación de la señora María Nohemí, según la cual, la
guerrilla ingresó por Peñas Blancas, temporal y
geográficamente, coincide con el contexto de violencia
precedente, para lo cual, se remite la Sala a lo expuesto en
el párrafo Nº 66 anterior.
85. (c) Coincide con el dicho de las solicitantes lo
manifestado en la etapa administrativa por el testigo José
Antonio Lesmes (q.e.p.d.), quien sostuvo que las hermanas
Niño no “subían” al predio que hoy reclaman en restitución
por miedo y que era él precisamente quien ejercía una
especia de administración voluntaria sobre el mismo.
86. (d) Por su parte, el opositor Viracachá Piñeros da cuenta
del abandono del inmueble cuando ingresó al mismo, hacia
1995 y empezó a trabajarlo. De manera específica dijo: “el
predio estaba totalmente abandonado, en selva, llevaba
más o menos tres o cuatro años que no, totalmente en
monte (…)” (act. Nº 60), y agregó, “lo que yo sé es que esa
finca duró abandonada cuatro años y yo nunca las miré [a
las opositoras] en ese predio, yo nunca vi que vivieran ahí
en el predio. Como un tiempo la finca duró sola entonces la
finca se acabó, cuando yo ingresé a la finca ya tenía un
tiempo que no habitaba nadie, estaba totalmente en
abandono” (ibidem).
87. (e) El testigo Luis Edgar Quitumbo Benavides (act. Nº 60)
declaró ante el Juzgado de Instrucción que el opositor ejerce
posesión sobre el predio en litigio hace unos 22 años, hecho
que le consta precisamente por haber trabajado en él por
cuenta de Viracachá “cuando el predio se encontraba en
total abandono”, “(…) estaba en rastrojo, estaba
abandonado”, sin que hubiese conocido a los dueños
anteriores.
88. (f) José Ismael Zamora Soler, por su parte, sostuvo que
conoció el predio en 1995, precisamente por la explotación
que ejercía Rigoberto Viracachá Piñeros a través de cultivos
de pasto, plátano y café, sin saber de otras personas que
alegaran derecho alguno sobre el mismo. Al describirlo,
señaló que “eso había ahí una montaña, estaba
abandonado”, y agregó, “supuestamente las dueñas yo
nunca las vi, nunca las distinguí”.
89. La situación de abandono del predio del que dan cuenta
las solicitantes, el señor Lesmes, el opositor y los testigos
por el arrimados al proceso, puede ser imputable
razonablemente al temor natural que suscitó en las
reclamantes la situación de violencia que efectivamente se
vivía en la zona rural de Viotá y concretamente en la vereda
Alto Buena Vista donde aquel se ubicaba, circunstancia que
las previno de regresar, cuestión que se precisará mejor en
el siguiente acápite.
Las amenazas presuntamente infligidas por el opositor
90. Se sostiene en el escrito de la solicitud que las
reclamantes cuando conocieron de los hechos de violencia
en la zona en que se encontraba el inmueble objeto de
restitución, decidieron no volver, y encargaron de su
cuidado al señor José Antonio Lesmes (q.e.p.d.), sin que por
tanto perdieran de inmediato el vínculo con aquel.
91. Sin embargo, la expectativa de administración,
explotación y contacto con el predio tempranamente, a
través del señor Lesmes, al parecer, se vio frustrada como
consecuencia de las amenazas que en contra de su vida e
integridad personal les infligiera, el aquí opositor señor
Rigoberto Viracachá Piñeros.
92. (a) Sobre el particular afirmó la solicitante María Nohemí
Niño Ramírez ante el Juzgado de Instrucción:
(…) nosotros en vista que nos daba miedo ir por allá, le
pedimos el favor a un señor que se llamaba José
Antonio Lesmes, que hace como 20 días falleció de
cáncer, pero que alcanzó a ir a dar declaración al
Juzgado, que subiera cada ocho o quince días a
revisar la finca, a estar pendiente de ella. Él sacaba
plátano, banano, lo que hubiera en la finca para sacar,
para llevar para el pueblo. Un día que subió, encontró,
nos dijo que encontró tres hombres allá metidos en
la finca cogiendo café y les dijo qué estaban
haciendo ahí, que esa era la finca de Nidia y de
Nohemí y que les salió un señor que después
supimos que se llamaba Rigoberto Viracachá y les
dijo: “dígale a Nidia y a Nohemí que por aquí no
vuelvan y si usted estima su vida, tampoco vuelva
por acá”. Entonces decidimos nunca más volver por
allá, porque nos daba mucho miedo, ya escuchábamos
cada día más violencia por allá. Decidimos no volver (…).
93. (b) En parecido sentido se pronunció el mismo Lesmes
en la declaración que rindió en la etapa administrativa de
este proceso (act. Nº 2, p. 72):
Yo llego por intermedio de Nohemí y Nidia quienes me
piden el favor que revise cómo está la finca, porque ellas
no suben por allá por el miedo que tenían, entonces yo
subía cada 8 o 15 días, revisaba cómo estaba todo, y
traía plátano o lo que pudiera, así pasó más o menos
unos cuatro meses, eso fue caso para 1993, llegó un día
en el que estando yo allá en la finca revisándola, me
salieron tres hombres, que estaban cogiendo café
dentro del predio y entonces yo les dije ustedes por
qué están cogiendo café ahí, si que yo sepa esta finca
es de Nidia y Nohemí, a lo que uno de ellos, quien
después supe era el señor Rigoberto Viracachá,
dueño del predio colindante, me contestó dígale a
Nidia y a Nohemí que por aquí no vuelvan y usted si
estima su vida tampoco vuelva por aquí, también
recuerdo que me dijo que había comprado esa finca a la
Caja Agraria, inmediatamente yo salí de allá, llegué a
Viotá les di la razón a las hermanas Niño y por allá ni
más. (Resaltado del Tribunal).
94. (c) De manera especial, la amenaza atribuida a Viracachá
Piñeros pudo exacerbar el temor ya existente en las
solicitantes, precisamente por los rumores que se
extendían en la región sobre sus vínculos y los de algunos
miembros de su familia con el Frente 42 de las FARC. Sobre
el particular manifiestan las solicitantes:
95. En la declaración que rindió la reclamante Niño Ramírez
en el Consulado de Colombia en San José de Costa Rica
manifestó que no retornaría al predio por cuanto: “(…) me
da mucho miedo ya que el señor Rigoberto Viracachá es
vecino de la finca de nosotros y como allí operaba el Frente
42 de las FARC, en esa zona, que estaba dirigido por un
señor que le decían ‘el Negro Antonio’ y otro que le decían
‘el Campesino José del Carmen Viracachá y su hermano
Roberto Viracachá (creo que son de la misma familia),
hacían parte del Frente 42 y uno no sabe qué vaya a
aparecer ahora, qué consecuencia nos traiga eso ahora. Nos
da mucho temor tener que ir allá y encontrarnos con esa
gente”(30).
96. La señora Niño de González declaró que para el año
1992 o 1993 se conocía que algunos miembros de la familia
Viracachá pertenecían a las FARC, y de manera precisa
señaló: “Los papás de estos muchachos no, no tuvieron con
la guerrilla nada que ver, pero los hijos, dicen que todos sí
(…), eso se decía (…) como en el 92 o 93 (…), ya después de
que nosotros no volvimos por allá, yo no conocí a ninguno
de esos muchachos, para qué voy a decir (…)”.
97. (d) El mismo Rigoberto Viracachá no niega que se lo
vinculaba con la guerrilla de las FARC. En el interrogatorio
que absolvió ante este Tribunal, al preguntársele si conoció
de la existencia de procesos penales en su contra, contestó
“(…) Sí yo estuve preso, me llevaron prácticamente
porque era Viracachá, porque era esto, pero allá nos
tuvieron, no era yo sólo, prácticamente allá en Girardot
donde duramos, yo duré prácticamente como cuatro
meses, pero allá habíamos como 50 de Viotá”(31) (resaltado
del Tribunal).
Ante una pregunta de la agente del Ministerio Público,
agregó:
Preguntado: Manifiéstele al despacho si algún
miembro de su familia tuvo algún vínculo con la
guerrilla. Contestó:Allá vincularon a muchos de la
guerrilla, a hartosvincularon con la guerrilla, pero
desgraciadamente, pues, como los dedos de la mano,
todos no somos iguales y cada uno forma su mundo
diferente, ya cada uno con lo que haga y que se
defienda. (Resaltado del Tribunal).
98. (e) De manera adicional, en proceso de restitución de
tierras adelantado por este Tribunal se realizan
sindicaciones a la familia Viracachá e incluso, al aquí
opositor. Destaca la Sala:
(…) las personas que rindieron declaración en este
proceso, como se ahondará más adelante, en su
condición de habitantes de la zona rural de Viotá,
reconocen la influencia que tuvieron Ronal y algunos
miembros de la familia Viracachá en la región para la
época en que se afirma acaecieron los hechos
victimizantes denunciados por los reclamantes a través
de este proceso.
(…)
106. De acuerdo con su relato, el 3 de agosto de 2003,
hacia las 4 de la tarde, se reunieron Rigoberto
Viracachá Piñeros, Ronal, y sus guardaespaldas, a
quienes identifica como Enrique Viracachá, Ismael
Zamora Soler, Elí Castillo Cortes alias Guarín, Susana
Castillo, en la vereda Alto Ceylán, en la casa de Roberto
Garzón(32).
(Sic) de lo expuesto en el contexto precedente, estuvo
vinculado junto con El Negro Acacio con delitos de
usurpación de tierras (act. Nº 2, anexos, p. 373).
107. Sostiene que entre Enrique Viracachá y (…) hubo
una pelea, incluso con arma corto-punzante, en la cual,
(…) hirió a Enrique Viracachá en un glúteo y luego, José
Domingo Ramos Vargas, guardaespaldas de José Santos
Montañez Viracachá, lo degolló (…).
(…)
111. Los medios de prueba hasta ahora valorados dejan
en evidencia que la muerte de (…) se dio en el marco del
conflicto armado interno; sin embargo, de existir dudas
sobre el particular, estas son aclaradas a través de otros
medios de convicción no menos relevantes que obran
en el expediente electrónico:
(…)
113. (b) En el trabajo de caracterización familiar que
adelantó el Área Social de la Dirección Territorial Bogotá
de la UAEGRTD (…), se dice que la reclamante (…), luego
de obtener alguna información de la Fiscalía General de
la Nación, manifestó que “se presume que una persona
de nombre José Roberto Viracachá del Frente 42 de las
FARC sería el responsable de su muerte, así como
recordar que un alias Ronal como comandante de la
vereda el Reten”.
114. (c) En el mismo trabajo de caracterización se da
cuenta que a José Roberto Viracachá se le conoce (o
conoció) con el alias de Veneno, que operaba en
compañía de Melquisedec Maseto alias Ronal, quien
como ya se dijo, lo identifican como uno de los
principales comandantes del Frente 42 de las FARC, y
particularmente de la Milicia Bolivariana Manuel Cepeda
Vargas de dicho frente, “a cargo de varias zonas del Viotá
(sic) entre ellas, El Roblal, El Retén y América, (…).
(…)
118 (g) Por otra parte, ante requerimiento efectuado
por este Tribunal, la Fiscalía 106, de la Dirección de
Apoyo a la Investigación y Análisis para la criminalidad
organizada, informó mediante comunicación (…), “que
de acuerdo a lo registrado en el SIJYP, el postulado JOSÉ
SANTOS MONTAÑEZ VIRACACHA, quien se desmovilizó
de las FARCEP, Bloque Oriental Frente 42 (sic), en
diligencia de versión libre rendida el día 3 de Agosto de
2012 ante el despacho 66, aceptó su participación en el
hecho victimizante del homicidio (…).
(…)
122. (iii) Agrega el investigador en mención que cuando
se trasladaron a la Inspección de San Gabriel y
Calandaima de Viotá, fueron informados por personas
de la región que no habían colaborado anteriormente
“por miedo a la Subversión” (…). Los familiares del
fallecido (…) solicitaron ser escuchados para “denunciar
a JOSÉ DOMINGO RAMOS VARGAS alias ‘EL TOPO’, en
compañía de otros sujetos como RIGOBERTO
VIRACACHÁ PIÑEROS preguntaron por su hijo en la
casa de él antes de ubicarlo en la vereda el Roblar,
donde JOSE DOMINGO RAMOS VARGAS, le paso el
cuchillo por el cuello (degollándolo) (sic)”.
123. (iv) En el mismo informe se aprecia que El Topo
“hacia parte de las Milicias del Frente 42 de las FARC que
delinquían por el sector de Calandaima, el Roblar, San
Gabriel y otras veredas aledañas al mando alias RONAL
y JOSÉ SANTOS MONTAÑEZ VIRACACHA alias ‘BARBA
ROJA”, quien para la época del homicidio, vivía cerca al
lugar donde tuvo lugar el asesinato (…).
124. (v) De acuerdo con la información suministrada por
la Fiscal 106 de apoyo al despacho 66 delegado ante el
Tribunal, de la Dirección de Apoyo a la Investigación y
Análisis para la Criminalidad Organizada, “el postulado
JOSÉ SANTOS MONTAÑEZ VIRACACHÁ, quien se
desmovilizó de las FARC-EP, Bloque Oriental Frente 42,
en diligencia de versión libre rendida el 3 de agosto de
2012 ante el despacho 66, aceptó su participación en el
hecho victimizante del homicidio (...)(33) (Resaltado fuera
de texto, notas de pie de página originales).
99. (f) Los extractos del fallo citados en el literal anterior,
dejan ver que además del opositor, otras personas a las que
este se ha referido, como por ejemplo su excompañera
permanente Susana Castillo o Ismael Zamora Soler, cuyo
testimonio en este proceso solicitó, fueron señalados por
hechos de violencia perpetrados en la zona rural de Viotá y
en el marco del conflicto armado interno.
100. (g)Por otra parte, los medios de prueba que obran en
el expediente electrónico dan cuenta de las investigaciones
que en contra de Viracachá Piñeros se han adelantado por
hechos ocurridos en el marco del conflicto armado interno:
101. La Fiscalía Delegada para la Seguridad Ciudadana,
mediante comunicación Nº DSC-20300, del 26 de octubre de
2017 informó al Juzgado de Instrucción (act. Nº 100), que en
el Sistema Misional SIJUF, se aprecian investigaciones, en
estado inactivas, por los delitos de terrorismo y utilización
ilegal de uniformes e insignias.
102. En la actuación Nº 51 (Tribunal) del expediente
electrónico, obra copia de la investigación Nº 37.565 (L. 600)
seguida en contra de Viracachá Piñeros, su excompañera
permanente Susana Castillo Casas, y José Ignacio Romero
Rodríguez, este último, vinculado en un proceso de tierras,
ya fallado por esta Sala Especializada34.
103. Los hechos investigados, a cargo de la Unidad de
Fiscalía Nacional ante el Terrorismo, en esa oportunidad
fueron:
Los que tuvieron origen el día 13 de septiembre del
presente año [2003], en que resultaron capturados los
señores RIGOBERTO VIRACACHÁ PIÑEROS, JOSÉ
IGNACIO ROMERO RODRÍGUEZ, JOSÉ CLAUDIO
BOHÓRQUEZ HERNÁNDEZ Y SUSANA CASTILLO CASAS,
en la Vereda Alto Ceilán del Municipio de Viotá
Cundinamarca, en desarrollo de la operación de registro
y control militar de esa área “Libertad Suboperación
Gama 5, por pelotón de compañía cometa al mando del
SS. BUITRON EINER ODILIO, donde se tenía
conocimiento de la presencia de miembros del Frente
42 de las Farc, quienes se encontraban intimidando a los
habitantes del sector, incautándose dos granadas de
fragmentación tipo piña, 30 metros de cordón
detonante, una cartilla titulada resistencia (construcción
de una nueva Colombia), dos estatutos del partido
clandestino (pccc) y dos estatutos de las milicias
Bolivarianas (p. 5).
104. En dichas diligencias, obra declaración del 13 de
septiembre de 2003 rendida por Frederman Sarria García,
desmovilizado del Frente 42 de las FARC, quien, refiriéndose
a Viracachá Piñeros, relató lo siguiente:
QUIERO DECLARAR EN CONTRA DE RIGO VIRACACHA LO
CONOCI POR QUE NOSOTROS LOS GUERRILLEROS
LLEGAMOS A LA CASA DE EL POR QUE EL ES MIEMBRO
ACTIVO DEL FRENTE 42 DE LAS FARC-EP, RIGO
VIRACACHÁ MATO AL HERMANO DE ALVARO EL
AMARILLO A PRINCIPIOS DEL AÑO 2002, POR QUE LO
MANDO JOSE SANTOS MONTANES SIN ORDEN DE LA
GUERRILLA Y LO ENTERRO, DÍAS DESPUÉS LOS PERROS
SACARON LA CABEZA (…) LA SEÑORA SUSANA LA
CONOCI POR QUE NOS COCINABA EN SU CASA (…) (sic)
(pp. 9-10).
105. No obstante lo expuesto, objetivamente, el señor
Rigoberto Viracachá Piñeros no cuenta con condenas por
los delitos por los cuales se le ha investigado, de modo que
prevalece en su favor el principio constitucional de la
presunción de inocencia, y en todo caso, no sería este
proceso el escenario propicio para desvirtuarla.
106. Sin embargo, cabe predicar que los rumores,
señalamientos e investigaciones que vinculan a miembros
de la familia Viracachá de manera general, y en lo concreto
al aquí opositor con el frente 42 de las FARC y con actos de
violencia imputables al conflicto, acaecidos en la zona rural
de Viotá, tuvieron la entidad suficiente para que la noticia
de las presuntas amenazas de muerte atribuidas al
opositor, según se los manifestara Lesmes, infundieran en
ellas el temor que aducen las llevó a abandonar de manera
definitiva el predio en cuestión.
107. Adicionalmente, por cuanto como se analizará más
adelante existen razones para concluir que tales amenazas
pudieron provenir del aquí opositor, por cuanto cuando se
afirma que las mismas se produjeron, el inmueble objeto de
restitución estaba siendo ocupado por este sin que existiera
justificación legal para ello, de manera que era el opositor
quien directamente se beneficiaba de la reticencia de las
solicitantes a hacer exigibles sus derechos de propiedad.
Conclusión del Tribunal sobre los hechos victimizantes
108. La Sala encuentra suficientes elementos de juicio para
concluir que el municipio de Viotá en general, y en especial
su zona rural se vieron afectados por el conflicto armado
interno en la década del noventa, fundamentalmente por la
presencia del grupo armado ilegal de las Farc, el cual afectó
de manera profunda la vida cotidiana y las relaciones de sus
pobladores, de manera que resulta razonable el temor
aducido por las aquí solicitantes que las llevó a abandonar
el predio cuya restitución material reclaman.
109. La zozobra y la afectación a la vida cotidiana de la
población civil, y las limitaciones al adecuado ejercicio del
derecho pleno a la propiedad constituyen una vulneración
al Derecho Internacional de los Derechos Humanos y a las
normas del Derecho Internacional Humanitario.
110. Así las cosas, se cumplen los presupuestos del art. 3º
de la L. 1448/2011 para predicar de las solicitantes la calidad
de víctimas del conflicto armado interno, con las
consecuencias que de ello se derivan respecto del derecho
a la reparación integral a través de la restitución que
procuran, para lo cual la Sala analizará la concurrencia de
los demás requisitos establecidos para ello.
6.3. La relación jurídica con el predio y los supuestos de
despojo.
6.3.1. La relación jurídica con el predio.
111. No resulta problemático tener por probado el vínculo
de propiedad que ostentan las reclamantes con el predio El
Roblal, pues al revisar el folio de matrícula inmobiliaria Nº
166-5394 de la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos
de La Mesa - Cundinamarca, se aprecia en la anotación Nº 6
(act. Nº 2, anexos, p. 63), que lo adquirieron por compra
efectuada a Carlos Julio Ramírez Sánchez, con el producto
de un crédito hipotecario otorgado por la Caja Agraria.
112. Los negocios jurídicos, el de compraventa y la hipoteca,
se protocolizaron a través de la escritura pública Nº 645 del
27 de septiembre de 1991, otorgada en la Notaría Única de
Tocaima – Cundinamarca. Con posterioridad a dichas
inscripciones, no se observan anotaciones que cambien su
condición de propietarias.
113. Al verificar el instrumento público precitado, aprecia la
Sala que la Caja Agraria financió en un 100% la compra del
inmueble, por la suma de $3.000.000 (act. Nº 2, anexos, p.
3), suma que no fue pagada por las reclamantes, y como se
verá más adelante, llevó a que la entidad promoviera en
contra de aquellas un proceso ejecutivo hipotecario que
terminó por pago total de la obligación.
6.3.2. Los supuestos de despojo y la presunción de
inexistencia de la posesión del opositor
114. De acuerdo con lo establecido en inciso 1º del art. 74
de la L. 1448/2011, el despojo corresponde a una acción
desplegada por quien, aprovechándose de las
circunstancias de violencia, priva arbitrariamente a una
persona de su propiedad, ya sea de hecho, por vía
administrativa o judicial, “o mediante la comisión de delitos
asociados a la situación de violencia”.
115. En el caso que se somete a estudio de este Tribunal, las
reclamantes solicitan en relación con la posesión ejercida
por Rigoberto Viracachá Piñeros, dar aplicación a la
presunción legal establecida en el numeral 5º del art. 77
ejúsdem, según la cual, “Cuando se hubiera iniciado una
posesión sobre el bien objeto de restitución, durante el
periodo previsto en el artículo 75 y la sentencia que pone fin
al proceso de que trata la presente ley, se presumirá que
dicha posesión nunca ocurrió”.
116. Esta presunción, entre otras del art. 77, dadas las
dificultades que se tienen para demostrar los hechos
violencia padecidos, pero sobre todo los supuestos de
abandono o despojo, se activan en favor de los reclamantes
de tierras con el propósito de aligerar sus cargas
probatorias, y en contraste, imponen a quien se oponga el
deber de desvirtuarlas, demostrando que para la
consolidación de sus derechos sobre el inmueble en litigio,
actuó con buena fe exenta de culpa, salvo que se trate de
un segundo ocupante, evento en el cual, el juez de tierras
puede flexibilizar o incluso inaplicar el riguroso estándar
probatorio.
El opositor no es segundo ocupante
117. Para la Procuraduría, Rigoberto Viracachá Piñeros es
segundo ocupante por cuanto ingresó al predio amparado
en “una actuación administrativa desacertada”, concepto
del que se aparta el Tribunal, pues, de ninguna manera
puede considerarse el comportamiento del gerente de la
Caja Agraria de la época, que se analizará más adelante,
como una actuación administrativa de la cual derivar
consecuencias jurídicas en favor del opositor y frente a las
aquí solicitantes.
118. Por otra parte, deberían concurrir los presupuestos
establecidos en la Sentencia C-330/2016, citada en los
fundamentos de esta decisión, para tenerlo como tal, esto
es, que se trate de una persona en situación de debilidad
manifiesta por satisfacer en el predio objeto de restitución
su derecho a la vivienda, o que a través de él acceda al
trabajo rural, de modo que ante una eventual fallo
desfavorable, se le prive de tales garantías y se vea abocado
a una situación de vulnerabilidad.
119. Sumado a lo anterior, solo será segundo ocupante,
quien no hubiese participado directa ni indirectamente de
los hechos que dieron lugar al despojo o abandono.
120. En el presente asunto no cabe predicar de Viracachá
Piñeros la condición anunciada por la Procuraduría,
primero, porque aunque afirma explotar económicamente
el inmueble, como lo declaró ante el juzgado instructor,
cuenta con otro predio rural colindante con El Roblal en el
cual satisface su derecho a la vivienda(34), y el cual puede
igualmente ser objeto de explotación agrícola; segundo,
porque uno de los motivos que llevó al abandono del predio
por parte las reclamantes fue precisamente las amenazas
atribuidas al opositor, para lo cual, se remite el tribunal a las
explicaciones dadas en los párrafos anteriores(35); tercero,
porque el despojo material que aquí se debate es
precisamente la presunta posesión del señor Viracachá.
121. Precisado lo anterior, esta Sala considera que no hay
lugar a flexibilizar y menos a inaplicar en favor del señor
Viracachá Piñeros el estándar probatorio que en este tipo
de procesos se exige a todo opositor.
La posesión de Rigoberto Viracachá Piñeros como
presunto acto de despojo
122. Las solicitantes sostienen que la ocupación que viene
ejerciendo el señor Viracachá Piñeros sobre el predio El
Roblal ha impedido el ejercicio de su derecho a la
propiedad. Por supuesto que desde el punto de vista de las
normas civiles la posesión, incluso de mala fe, constituye un
modo de acceder a la propiedad. Pero tratándose de la
justicia transicional civil el hecho de acceder a tal posesión
aprovechándose de circunstancias propias del conflicto
armado interno veda la posibilidad de prescribir. Por tanto,
la Sala valorará la forma como accedió el opositor al
inmueble objeto de restitución y los argumentos esgrimidos
de su presunta posesión.
123. (a)Rigoberto Viracachá pretende alejar los hechos que
dieron lugar a su ocupación del inmueble objeto de
restitución, de los de victimización expuestos por las
solicitantes. Con tal propósito explicó en su escrito de
oposición que ingresó al predio en 1999, enfatizando que
fue “mucho tiempo después de los posibles actos
victimizantes” (act. Nº 34)(36), no obstante, los medios de
prueba que obran en el expediente electrónico, llevan a una
conclusión diferente, como pasa a explicarse:
124. En los interrogatorios absueltos ante el juzgado de
instrucción y ante el tribunal, el opositor sostuvo que
ingresó al inmueble en 1995, y no en 1999, cuando por
intermedio de un tío(37) se enteró que el gerente de la Caja
Agraria en Viotá (para la época Luis Enrique Castellanos
Lesmes) buscaba un cuidandero para El Roblal. Dicho
funcionario, según su relato, lo autorizó para que, si a bien
lo tenía, explotara económicamente el inmueble mientras
se definía al interior de un juicio ejecutivo la suerte del
mismo.
125. Agregó que la razón para tenerlo en cuenta a él, y no a
otra persona, fue precisamente la confianza que generaba
la amistad entre ambos, pues el exfuncionario de la entidad
bancaria es oriundo de Viotá(38). En palabras del opositor “(…)
por la confianza que teníamos, por la amistad que teníamos,
porque si de pronto metía a alguna otra persona pues, si no
le tenía confianza (…)” (act. Nº 60).
126. Igualmente sostuvo que tan pronto se enteró de la
liquidación de la Caja Agraria(39), buscó a Luis Enrique
Castellanos Lesmes quien lo autorizó continuar explotando
el predio, porque la entidad o bien se lo cedía, o bien se lo
vendía a bajo costo.
127. En contraste, el señor Castellanos Lesmes en su
declaración ante el Tribunal negó conocer a Viracachá
Piñeros antes de autorizarlo para ingresar al predio, afirmó:
“yo a él no lo conocía, que haya constancias eso es falso.
Conocí a los tíos. Yo lo conocí aproximadamente en el año
93 para acá que empezamos a trabajar eso”, y refiriéndose
a lo que declaró ante el juzgado de instrucción de
Cundinamarca, efectuó la siguiente precisión, “dije fue, de
que yo me acuerdo tanto, que un tío del tal Rigoberto, un tal
Roberto que fue y me dijo que qué hacía con eso
[refiriéndose al predio El Roblal], entonces yo le dije, pues
dígale que venga, porque ni lo conocía”.
128. De todas formas admite un conocimiento inveterado
con los Viracachá, de los que afirma “eran hasta compadres
de mi papá (…) porque mi papá si era de ese lado del campo
(…)”.
129. El señor Castellanos Lesmes en su declaración del 7 de
marzo de 2019 ante este Tribunal, ratificó que la
autorización del ingresó del aquí opositor al inmueble
objeto de restitución lo fue a instancias de Roberto
Viracachá (tío del opositor), entre 1992 y 1993. Sobre el
particular manifestó:
(…) Yo lo único que le dije fue que la pusiera a producir
que eso era más de la Caja Agraria que de los de la
hipoteca, porque los que hicieron la sustitución de
créditos fue doña Nidia y doña Nohemí, la cual ellos no
iban a poder pagar eso, porque uno como gerente
estudia la situación económica, presupuestos del sector
financiero de cada persona y analiza que esas personas
no estaban en la posición de pagar eso.
130. En dicha oportunidad sostuvo Castellanos que quien
hizo la entrega fue el secuestre designado dentro del
proceso ejecutivo hipotecario Nº 07380(40), promovido por la
Caja Agraria en contra de las reclamantes.
131. Sin embargo, no se aprecia en el expediente del
proceso en cuestión constancia alguna de tal entrega, por lo
que cabe concluir que el exgerente de la Caja Agraria en su
momento dispuso de manera ilegal del predio cuya
administración se encontraba en manos de un secuestre
debidamente designado para ello, lo cual reconoce el
mismo exfuncionario en su declaración ante el Tribunal.
132. Con base en el expediente del proceso ejecutivo se
puede constatar que para la época en que afirma el opositor
haber ingresado al predio (1995), el inmueble no solo se
encontraba embargado y secuestrado a instancias del
proceso ejecutivo hipotecario en mención, sino que el
Juzgado Primero Civil del Circuito de Girardot -
Cundinamarca, que lo conoció, había proferido sentencia en
la que decretó su venta en pública subasta(41).
133. La diligencia de secuestro dentro del proceso en
mención, tuvo lugar el 5 de octubre de 1993(42) (fls. 41 a 43,
e7380), y aunque en ella se dijo que el predio “se encuentra
abandonado para el día de la práctica de la misma”, también
se afirmó que “ha sido explotado económicamente con
pequeño cultivo de café, pasto imperial y plátano
entreverado entre el café (…)”, además, que la casa del
predio, aunque deshabitada “cuenta con servicio de
energía eléctrica (…)” (resaltado del Tribunal).
134. Por otra parte, obra dictamen pericial incorporado al
expediente del proceso ejecutivo el 15 de septiembre de
1994, en el cual lo peritos dejaron constancia en cuanto a
que: “(…) fuimos atendidos por una señora de nombre
CARMEN ROSA LAVERDE ALFONSO, quien manifestó
habitar el inmueble hace aproximadamente un año y
medio en compañía de su compañero de nombre JAIR
SIERRA VIRACACHÁ (…)” (resaltado del Tribunal) (fl. 74,
e7380). Sierra Viracachá es primo del aquí opositor, como lo
explicó aquel ante este Tribunal(43).
135. Pese al parentesco, Viracachá Piñeros no fue claro en
el conocimiento que podía tener de la explotación que su
familiar realizaba del predio en litigio.
Pregunta: ¿Pero mire lo que Usted dice también en la
declaración ante el Juzgado: “lo que yo sé es que esa
finca duró abandonada cuatro años, y yo nunca las
miré”, está hablando de las propietarias, “yo nunca vi
que vivieran en el predio, como un tiempo la finca duró
sola, la finca se acabó, cuando yo ingresé a la finca tenía
un tiempo de que no había nadie, estaba totalmente
abandonada”, y en otra parte usted dice que usted la
veía, porque usted pasaba por ahí, ¿Entonces, cómo no
veía a su primo (…) si Usted veía mucho la finca?
Respuesta: Pues yo la miraba, claro doctor, con mucho
respeto, yo la miraba, pero es que yo no puedo estar
interesado de pronto en los bienes de otra persona, uno
no sabe qué es, yo entro a la finca porque el señor
gerente no me manda la razón, sino el prácticamente le
dice que necesitaba a uno que cuidara la finca, yo estaba
viviendo donde mi papá, y pues el que me da la razón,
me dice “vaya al pueblo que él está en el pueblo,
averígüelo por ahí” (…), y entonces me dijo “lo que pasa
es que allá hay una finca que está embargada y está
botada ahí esa finca, entonces, pues si quiere trabájela,
dentre y trabajera ahí”, y pues la verdad yo estaba
sufriendo donde mí papá, porque uno con su esposa, no
hay como uno vivir aparte, vivir solo (…). Pues yo me fui
y le hice unos arreglos al ranchito que había, y me fui a
vivir allá (…).
136. Lo que puede desprenderse de lo hasta aquí dicho es
que en un primer momento Rigoberto Viracachá Piñeros
explotó el predio a través de su primo, por cuanto la
autorización del gerente se produjo en 1993, cuando ya se
encontraba secuestrado, y que en ningún momento lo
encontró en situación de abandono como ha pretendido
sostener.
137. (b) La presunta posesión que ahora alega el señor
Rigoberto Viracachá Piñeros se dio con provecho y pleno
conocimiento del contexto de violencia generalizado en
Viotá, especialmente en su zona rural.
138. La fecha de las presuntas amenazas por parte del
opositor en contra de las reclamantes, según lo
manifestado por estas y lo dicho por el testigo José Antonio
Lesmes, temporalmente coinciden con la época en que
aquel, o su primo Jair Sierra Viracachá, explotaban
económicamente el predio, y fueron determinantes para el
abandono forzado por las circunstancias ya explicadas, pero
igualmente, obran otros elementos de juicio no menos
importantes que llevan a concluir que la supuesta posesión
de Rigoberto Viracachá Piñeros se dio con provecho de las
circunstancias de violencia en la región.
139. Es poco probable que el señor Viracachá Piñeros nunca
hubiese visto en el predio a las reclamantes, o que no
supiera de su condición de propietarias como ha sostenido
en este proceso, y menos que desconociera las
circunstancias en que abandonaron El Roblal, primero,
porque el inmueble está en medio de los predios de la
familia Viracachá(44); segundo, porque su familia ha
pertenecido a la vereda en la que se ubica el prenombrado
predio(45); tercero, porque para la época en que se entrevistó
con el entonces gerente de la Caja Agraria de Viotá,
aproximadamente hacia el año 1993, vivía junto con su
compañera permanente Susana Castillo en el predio de su
progenitor, que como lo declaró ante el Tribunal, es
colindante con El Roblal; cuarto, porque conoce y ha tratado
al señor Carlos Julio Ramírez Sánchez, con quien afirma
tener parentesco(46), a su vez primo de las reclamantes(47), y la
persona que les vendió el predio objeto de restitución.
140. En contraste, las reclamantes afirman haber conocido
a los colindantes Guillermo y Vicente Viracachá Ballesteros
(que son sus contemporáneos), tío y progenitor de
Rigoberto, e incluso, haberse reunido con este último para
tratar el tema de la finca, afirman además que Rigoberto
Viracachá manifestó a un funcionario del IGAC que visitaba
la región que “las dueñas de esta finca están en Costa Rica”
(act. Nº 2, anexos, p. 366).
141. Se desprende del dicho del exgerente de la Caja Agraria
de Viotá que autorizó de manera irregular a Viracachá para
acceder al predio, además de por su cercanía con la familia
del opositor ya mencionada, por el influjo del Frente 42 de
las FARC que campeaba en el municipio de Viotá y de
manera especial como ya se ha dicho en la zona rural.
142. Ante el juzgado de instrucción de Cundinamarca el
señor Castellanos Lesmes relató que por indicaciones del
Negro Antonio “llego el momento en el que no se pudieron
seguir haciendo cobros jurídicos y por eso no se pudieron
hacer remates porque el orden público prohibió eso y al
juez que estaba en esa época también”. Sobre el particular,
en audiencia del 7 de marzo de 2019 (act. Trib Nº 73), relató
al Tribunal:
Pregunta: ¿Por qué decide Usted, me acaba de decir
que también conoce algo de derecho, siendo que en
este proceso tenía secuestre, por qué decide usted
entregarle la finca al señor Roberto Viracachá?
Respuesta: Rigoberto Viracachá, yo a ningún Roberto
Viracachá, a Rigoberto Viracachá le entregué la finca. No
le entregué la finca, a don Rigoberto no, fue cuando ya
el Frente 42 mandaba en Viotá, ya nosotros, yo como
gerente y el juez, como juez de allá, tocaba parar todos
cobro jurídico por orden, no podían hacer nada al
campo, no podía uno darles nada porque tampoco (…)
Pregunta: ¿o sea, estamos hablando del 92?
Respuesta: Del 92 por eso (…), ya mandaban las FARC
Pregunta: ¿Y sobre todo en qué zona se movía las FARC?
Respuesta: En todo Viotá (…), por donde fuera uno allá
mandaban, o sea que uno ni salía Pregunta: ¿Bueno,
entonces qué pasó? Respuesta: Pues qué pasó, que
llegó don Rigo y me dijo que qué iba a hacer con ese
predio que lo cuidaba, o que lo seguía cuidando, porque
el secuestre, que en paz descanse (…), dejó de
cuidandero a don Rigo, un monte, entonces él llegó que
si le pagaba la Caja Agraria, o quién le iba a pagar (…) le
dije haga una cosa, como esa vaina no puede, ni el juez
puede ir allá, ni yo puedo ir a hacer nada, coja esa vaina
y cultívela, hágale alguna cosa, por allá se daba la mora,
entonces yo, chistosamente le dije, coja eso, y allá hay
mora y eso, y me trae un jugo aquí, que algún día, la Caja
Agraria, o bien le regala o le da barato porque eso tiene
que salir en venta (…).
143. Como se advierte de la citada declaración, Castellanos
Lesmes hizo saber de manera precisa a Rigoberto Viracachá
Piñeros que el motivo por el cual lo autorizaba para ingresar
al predio, para ese entonces embargado y secuestrado, era
precisamente porque la situación de orden público
impedían al juzgado y a la Caja Agraria hacerse cargo del
mismo, de modo que, aun aceptando en gracia de discusión
la inexistencia de vínculos entre Rigoberto Viracachá con el
frente 42 de las Farc, y que se hubiera prevalido de tal
situación para amedrentar a las solicitantes, lo que no
puede negar es que, como mínimo, conoció de primera
mano la situación del inmueble y que como consecuencia
de lo dispuesto por el grupo armado ilegal, el mismo no
sería por lo pronto rematado, circunstancia que sólo a él
favorecía.
144. Lo expuesto por Castellanos Lesmes en relación con el
conflicto deja sin piso la pretensión del opositor de
minimizar la situación de violencia que por razón de aquel
se vivió en la vereda Buena Vista de Viotá, pero sobre todo,
su persistencia en ignorar la preponderancia del frente 42
de las FARC en toda la región como lo hizo ante este
Tribunal, argumentando que ello era “porque no se metía
con nadie”.
145. Sin desconocer la presunción de inocencia que ampara
al señor Viracachá Piñeros, que como se indicó
anteriormente no corresponde desvirtuar en este proceso,
no aparece como razonable tal desconocimiento del
contexto de violencia por las siguientes razones:
146. Fue vinculado a dos investigaciones, una por rebelión y
otra por homicidio, por hechos ocurridos en la zona rural de
Viotá, cuando la región era controlada por el Frente 42 de
las FARC.
147. En ambas investigaciones, junto con su excompañera
permanente, se los relaciona como militantes o
colaboradores del Frente 42 de las FARC, y con José Santos
Montañez Viracachá, quien de acuerdo con el contexto de
violencia aquí analizado, estuvo en la guerrilla por doce (12)
años, y fue mano derecha del Negro Antonio.
148. En la investigación por rebelión, lo era igualmente el
señor José Ignacio Romero, quien participó en un acto de
despojo que conoció esta Sala Especializada(48).
149. En otro proceso conocido por esta Sala(49) se concluyó
que el homicidio por el cual fue investigado, entre otros,
Rigoberto Viracachá Piñeros, ocurrió en el marco del
conflicto armado interno, y la investigación penal se frustró,
en buena medida, por el temor que las víctimas indirectas
del hecho para denunciar lo ocurrido.
150. Resulta igualmente extraño, pero sobre todo
contradictorio, el repentino desconocimiento del contexto
de violencia, cuando en los estrados de esta Sala, adujo el
opositor haber sido víctima del desplazamiento masivo que
padecieron los habitantes de Viotá en 2003.
151. Finalmente, llama la atención de la Sala Especializada
que según el dicho de Castellanos Lesmes, la Caja Agraria o
los jueces tuvieran restringida su actuación en todo el
municipio de Viotá, en cuanto al cobro ejecutivo de
obligaciones a favor de la primera, como consecuencia de la
sujeción en que se encontraban las instituciones por parte
del Frente 42 de las FARC, pero que tal situación no afectara,
muy por el contrario, que favoreciera a quien ahora
pretende desconocer el antedicho contexto de violencia; y
que la autorización para ingresar al predio no generara
ningún tipo de resistencia por parte del grupo armado
ilegal.
152. (c) Cuando Luis Enrique Castellanos Lesmes, pese a
encontrarse la Caja Agraria en liquidación, y tal vez ya no ser
él empleado de la misma, asintió que Rigoberto Viracachá
Piñeros continuara ocupando El Roblal, tenía que ser de su
conocimiento que el proceso ejecutivo había terminado por
pago de la obligación, y que el predio debía retornar
materialmente a las aquí reclamantes.
153. El 20 de febrero de 1998 (fl. 135, e7380) la apoderada
de la Caja Agraria solicitó al Juzgado 1º Civil del Circuito de
Girardot, la terminación del proceso “amén de que se
cancelaron totalmente las obligaciones por alivio programa
FONSA (…). Lo anterior, atendiendo lo solicitado por el
Director de Caja Agraria Oficina Viotá (…)” (resaltado del
Tribunal). Petición que fue acogida por el Juzgado mediante
proveído del 24 de febrero de 1998 (fl. 136, ibidem).
154. El señor Castellanos Lesmes, declaró ante el juzgado de
instrucción que trabajó con la Caja Agraria hasta el 26 de
diciembre de 1999, cuando esta entró en liquidación, y ante
el Tribunal explicó cómo funcionaron los alivios del
Programa FONSA. En resumen, se hacía un estudio del
vencimiento de los créditos de la oficina, se verificaba la
carpeta de cada cliente y se remitían al departamento de
cartera de la regional. Enfatiza el declarante que todos
alivios FONSA, por créditos otorgados en la oficina de Viotá
pasaban por ella.
155. Quiere decir lo anterior que el alivió que efectivamente
se produjo respecto del crédito de las aquí solicitantes tuvo
que tramitarse a través de la oficina de la Caja Agraria en
Viotá y no debiera parecer extraño que la orden de terminar
el proceso proviniera de su gerente, aun cuando este ahora
lo niegue rotundamente, así como que las aquí solicitantes
pudieron ser beneficiarias de dicho alivio.
156. Los alivios del programa FONSA, según lo manifestado
por el exfuncionario, era de las pocas operaciones que
permitía el Frente 42 de las FARC, “eso sí se pudo hacer
porque eran rebajas (…), pero ir a embargar, inclusive, ni
hacer créditos se podía, todo eso quedó cancelado, la Caja
Agraria mejor dicho quedó en ceros, eso quedó burlesco
para el Estado, por eso don Andrés Pastrana acabó con la
Caja Agraria y creó el Banco Agrario”.
157. De manera que el señor Castellanos Lesmes, en su
condición de gerente de la entidad bancaria, debió, por una
parte, hacer conocer de sus clientes el alivio recibido, que
sólo a ellas beneficiaba, e informarles la terminación del
proceso, pero por sobre todo, dar instrucciones al aquí
opositor para que les hiciera entrega del inmueble, pues
como ya se dijo, fue bajo su autorización que se le permitió
ingresar al mismo para cuidarlo. Sin embargo,
inexplicablemente las señoras Niño al parecer no
conocieron nunca del alivio, y por supuesto tampoco
recibieron un ofrecimiento de entrega por parte de
Viracachá.
158. Admite el señor Castellanos Lesmes que el crédito de
las reclamantes fue el único, entre más de doscientos
créditos en similares condiciones(50), en el que operó la
terminación del proceso ejecutivo, lo que además de
inexplicable, es a todas luces reprochable porque en últimas
benefició al aquí opositor quien pudo continuar con su
ocupación.
159. Revisado el expediente, el proceso estuvo para remate
en cuatro oportunidades, entre el año 1994(51) y el año 1996(52)
sin que el mismo se concretara por falta de postores, y sin
que la Caja Agraria, consciente de ello, procurara su
adjudicación(53).
160. (d) El tratamiento otorgado al crédito hipotecario de las
reclamantes demuestra la debilidad institucional de la Caja
Agraria en Viotá, y la injerencia del Frente 42 de las FARC en
sus operaciones de crédito.
161. Reconoce el exgerente de la Caja Agraria de Viotá, que
para los primeros años de la década de los noventa del siglo
pasado, los desembolsos de créditos o los cobros ejecutivos
fueron influidos por el Frente 42 de las FARC.
162. Sin embargo, en lo que hace al crédito otorgado a las
reclamantes sostiene que correspondió a un crédito mal
otorgado por su antecesor, pues las hermanas Niño no
conocían del campo y no tenían la capacidad de pago para
honrar la obligación hipotecaria adquirida. A pesar de esta
afirmación no obra prueba de lo aducido por Castellanos
Lesmes, por el contrario, él reconoce que son nacidas en el
municipio, que laboraron para el ICBF y en tal condición
accedieron a su pensión. Igualmente el Tribunal pudo
constatar que uno de los esposos de las solicitantes tiene
formación en temas agropecuarios y experiencia en tal
actividad.
163. Lo que se aprecia entonces es una desatención al pago
de las cuotas del crédito, que aunque no justificable, resulta
razonable atribuir al hecho de que tuvieran que abandonar
el inmueble en las circunstancias ya explicadas.
164. Adicionalmente, la debilidad institucional y la
cooptación de la Caja Agraria por parte de la guerrilla,
admitida por su exgerente, explican la ausencia de una
gestión de cobro pre-jurídico de manera general, y
específica con las reclamantes.
165. Situación que explica también que ni las solicitantes, ni
la Caja Agraria hubieran cumplido lo dispuesto en la
cláusula séptima del contrato de hipoteca que consagra:
“SÉPTIMO. Que en caso de que El DEUDOR o sus
sucesores a título universal o singular, perdieren en
todo o en parte la posesión material del inmueble
hipotecado, quedarán obligados especialmente a dar
inmediatamente aviso del hecho a LA CAJA, lo mismo
que a ejercitar, también inmediatamente, las acciones
de policía o civiles que correspondan para obtener la
recuperación de dicha posesión. Es entendido que EL
DEUDOR confiere de una vez poder a LA CAJA para que
ejercite en nombre de él, pero en interés de la misma
CAJA, tales acciones, si EL DEUDOR mismo no lo hace,
pero sin que en este evento LA CAJA contraiga la
obligación de hacer uso de tal poder, pues queda en
libertad de hacerlo o no, y por tanto en el evento que no
lo hacerlo no habrá lugar al ejercicio por EL DEUDOR de
acción alguna de perjuicios de otra clase contra LA CAJA
por dicha causa”.
166. La Caja Agraria o no contó con protocolos de control y
de seguridad, o por las razones expuestas no pudo
aplicarlos, para prevenir que la actuación de sus
funcionarios en Viotá se apartara de los procedimientos que
conforme a la ley y a los manuales de la entidad debían
aplicarse al cobro de la cartera a cargo de las aquí
reclamantes.
167. El exgerente en Viotá excusa la irregular entrega que
hizo al aquí opositor del inmueble objeto de restitución en
la aparente loable pretensión de recuperar en parte un
crédito que representaba una pérdida para la entidad. Sin
embargo, el resultado de su actuación no benefició a la
entidad que representaba, tampoco a las deudoras de
aquella, y sí a un tercero que si en verdad hubiera orientado
su accionar por el principio de la buena fe debió estar presto
a entregar el inmueble y a rendir cuentas de su gestión, lo
que nunca hizo.
168. (e) Finalmente la Sala considera que el opositor, quien
se ha beneficiado por más de veinte años de la explotación
del predio con provecho de las circunstancias de violencia,
siempre ha reconocido dominio ajeno.
169. El material probatorio que obra en el expediente
electrónico permite inferir que el señor Rigoberto Viracachá
Piñeros en sus manifestaciones externas no se representó
como poseedor del inmueble, sino como su cuidador o
encargado, y que aceptó que pertenecía a la extinta Caja
Agraria. Sin embargo, hoy en día, y de cara a la existencia
del proceso de restitución de tierras, considera que por la
explotación y el tiempo transcurrido, podría ser dueño, así
lo declaró ante el juzgado de instrucción (act. Nº 60), y
precisó ante este tribunal donde aseveró que empezó a
sentirse propietario unos diez (10) años después de haber
ingresado al mismo(54).
170. Confirma lo anterior, su declaración ante la Fiscalía
Sexta Local de Girardot del 17 de septiembre de 2003, en la
que manifestó “yo trabajo en la agricultura sembrando
mora, café y tengo unas vacas allá en la vereda Ceilán,
ingresos en promedio me gano unos $80.000.oo (…), bienes
ninguno (…) PREGUNTADO - Cuanto tiempo hace que usted
vive en esa vereda? CONTESTÓ: En la vereda Ceilán hace
aproximadamente 4 meses. Antes vivía donde mi hermano
que llama NORBEY VIRACACHÁ en la vereda El Roblal y duré
8 años viviendo y allá trabajaba en la finca que es de la
caja agraria ya que me la dejaron para trabajarla y hasta
el momento la tengo porque nadie me la ha reclamado.”
(Resaltado del Tribunal) (act. Trib Nº 51, p. 3).
171. (f)Evidencia la Sala entonces unas actuaciones
reprochables desde el punto de vista legal desplegadas por
Luis Enrique Castellanos Lesmes en su condición de gerente
de la Caja Agraria y de Rigoberto Viracachá Piñeros, que
resultaron, al amparo de la situación de violencia originada
por la presencia de las FARC en la zona rural de Viotá,
beneficiosas para el aquí opositor, impidiendo que o bien el
inmueble objeto de restitución ingresara al patrimonio de la
entidad bancaria, o que regresara a las manos de sus
propietarias, todo lo cual permite predicar la existencia de
un despojo material en los términos del inciso 1º del art. 74
de la L. 1448/2011 en detrimento de las aquí solicitantes.
6.4. Conclusiones del Tribunal y sentido de la decisión.
172. Las reclamantes son titulares del derecho
iusfundamental a la restitución, por ser víctimas de
abandono forzado y despojo material del predio El Roblal,
en los términos ya explicados.
173. Por configurarse el despojo y guardar el opositor
relación directa con aquel, no prospera la oposición, en
tanto, el señor Rigoberto Viracachá Piñeros no actuó con
buena fe exenta de culpa, conforme a lo expuesto en esta
decisión, no se trata de un segundo ocupante, y por virtud
de lo preceptuado en el numeral 5º del art. 77 de la L.
1448/2011 la presunta posesión es inexistente.
Por otra parte, las consideraciones aquí efectuadas
permiten a la Sala Especializada concluir que:
6.4.1. Las reclamantes deben ser compensadas y el
Fondo de la UAEGRTD debe recibir el predio libre de
gravámenes.
174. Contrario a lo expuesto en la solicitud de restitución,
en las declaraciones rendidas por las hermanas Niño
Ramírez, claramente manifestaron que no tienen voluntad
de retornar a El Roblal.
175. Los Principios Pinheiro que informan la restitución,
incorporan un derecho a retornar al lugar donde acaeció el
desplazamiento, siempre y cuando, sea de manera
voluntaria, y con garantías de seguridad y dignidad(55). Las
reclamantes consideran que esas garantías mínimas no
están dadas por encontrarse en la región, y concretamente
en el predio colindante, la persona a la que el testigo José
Antonio Lesmes (q.e.p.d.) le atribuyó amenazas que
motivaron el abandono forzado.
176. Aunado a lo anterior, el art. 97 de la L. 1448/2011
establece que una de las causales para acceder a la
compensación se da “cuando dentro del proceso repose
prueba que acredite que la restitución jurídica y/o material
del bien implicaría un riesgo para la vida o la integridad
personal del despojado o restituido, o de su familia”.
177. En el presente asunto, considera la Sala que disponer
el retorno contra la voluntad de las reclamantes, a
sabiendas que serán colindantes de la persona a quien se le
atribuyó el abandono forzado y que materializó el despojo,
puede llevar a un escenario de revictimización contrario a
las garantías que pretenden ofrecer los citados principios(56),
de modo que procede la compensación que
subsidiariamente solicitaron.
178. Teniendo en cuenta que obra en el expediente
electrónico caracterización de las reclamantes (act. Nº 2,
anexos, pp. 364 a 375), según la cual, son personas mayores,
tienen actividades económicas ajenas al campo(57), una de
ellas reside en el exterior junto con su núcleo familiar, y no
tienen voluntad de retornar, la forma en que se
materializará la compensación, así como las medidas con
carácter transformador, serán objeto de pronunciamiento
posfallo, previa complementación del trabajo de
caracterización que aquí se ordenará.
179. La compensación implica la transferencia del predio El
Roblal al Fondo de la UAEGRTD, entidad que recibirá el
inmueble libre de gravámenes. Por tanto, se dispondrá la
cancelación del embargo decretado por el Juzgado 1º Civil
del Circuito de Girardot, por encontrarse terminado y
archivado el proceso ejecutivo Nº 7380; así como
cancelación de la hipoteca a favor de la Caja Agraria.
180. La cancelación de la hipoteca no supone un alivio o
exoneración del saldo que subsiste en favor de Finagro,
cesionaria de la obligación, y a cargo de las reclamantes, por
valor de $2.203.318(58), por cuanto ello correspondería a un
enriquecimiento sin justa causa, dadas las particularidades
del caso.
181. Por tal razón, previo a definirse la manera en que se
materializará la compensación, deberán las reclamantes
llegar a un acuerdo de pago con la entidad, lo cual será
objeto de seguimiento posfallo.
6.4.2. El Tribunal debe contribuir a la construcción de la
verdad y memoria histórica.
182. Este caso tiene una connotación especial en la medida
que ilustra cómo el Frente 42 de las FARC, desde comienzo
de los 90’, ejerció control sobre la población de Viotá con
provecho de la debilidad institucional local, cuestión sobre
la que deberán ahondar las entidades que en el marco de la
justicia transicional se han creado para la construcción del
relato del conflicto y de la memoria histórica.
183. Destaca el Tribunal que este caso guarda relación con
otros que ha resuelto, y que dan cuenta del actuar del citado
frente guerrillero en la zona urbana y rural de Viotá, que
comportan una serie de delitos que ocurrieron en el marco
del conflicto armado interno, pero que abordados desde la
justicia ordinaria no han aportado al esclarecimiento de la
verdad, presupuesto para la reparación a las víctimas.
184. Por tanto, es conveniente remitir copia del presente
fallo y otros de este Tribunal a la Jurisdicción Especial para
la Paz, a la Comisión de la Verdad y al Centro Nacional de
Memoria Histórica, para que sean tenidos en cuenta al
momento en que estas autoridades estudien los
pormenores del conflicto y delitos que subyacen tras el
relato del despojo de tierras que ocurrió en Viotá.
Decisión
Por lo expuesto, el Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Bogotá, en Sala Civil de Decisión, Especializada en
Restitución de Tierras, administrando justicia en nombre de
la República y por autoridad de la Constitución,
RESUELVE:
1. DECLARAR infundada la oposición presentadas por
RIGOBERTO VIRACACHÁ PIÑEROS, y que no se le considera
segundo ocupante, por las razones expuestas en esta
sentencia.
2. DECLARAR que las reclamantes NIDIA NIÑO DE
GONZÁLEZ y MARÍA NOHEMÍ NIÑO RAMÍREZ, son víctimas
de abandono forzado y despojo material por hechos
acaecidos en el marco del conflicto armado interno.
3. DECLARAR que las reclamantes NIDIA NIÑO DE
GONZÁLEZ y MARÍA NOHEMÍ NIÑO RAMÍREZ, son titulares
del derecho iusfundamental a la restitución por
compensación, la cual se definirá en la etapa posfallo.
4. Con fundamento en lo establecido en el numeral 5º del
art. 77 de la L. 1448/2011, declarar la inexistencia de la
posesión de RIGOBERTO VIRACACHÁ PIÑEROS sobre el
predio restituido.
5. ORDENAR a la OFICINA DE REGISTRO DE INSTRUMENTOS
PÚBLICOS DE LA MESA - CUNDINAMARCA, que dentro de los
diez (10) días siguientes a la notificación del presente fallo,
y en relación al folio de matrícula inmobiliaria Nº 166-5394,
proceda a:
5.1. Cancelar las medidas cautelares decretadas con
ocasión de este proceso.
5.2. Cancelar las anotaciones Nº 7 y 8.
5.3. Inscribir la presente sentencia.
6. ORDENAR a las restituidas que dentro de los treinta (30)
días siguientes a la notificación del presente fallo, procedan
en los términos del literal “k” del art. 91 de la L. 1448/2011 a
transferir en favor del FONDO DE LA UNIDAD
ADMINISTRATIVA ESPECIAL DE GESTIÓN DE RESTITUCIÓN
DE TIERRAS DESPOJADAS el predio El Roblal.
7. Una vez se verifique el cumplimiento del ordinal anterior
COMISIONAR con amplias facultades, salvo la de sub-
comisionar, al JUZGADO PROMISCUO MUNICIPAL DE VIOTÁ
- CUNDINAMARCA para que con el debido apoyo de la
Fuerza Pública, proceda a efectuar la entrega del predio El
Roblal, identificado en el numeral 4º de los antecedentes del
presente fallo, al FONDO DE LA UNIDAD ADMINISTRATIVA
ESPECIAL DE GESTIÓN DE RESTITUCIÓN DE TIERRAS
DESPOJADAS.
8. ORDENAR a la DIRECCIÓN TERRITORIAL BOGOTÁ DE LA
UNIDAD ADMINISTRATIVA ESPECIAL DE GESTIÓN DE
RESTITUCIÓN DE TIERRAS DESPOJADAS, que dentro de los
diez (10) días siguientes a la notificación del presente fallo,
con miras a definir la compensación y las medidas de
estabilización, con enfoque diferencial y de género,
complemente el trabajo de caracterización allegado a este
proceso, teniendo en cuenta: a) la estimación de los
ingresos de cada una de las reclamantes y núcleos
familiares; b) la actividad económica que desarrolla la
señora María Nohemí Niño; y c) si en el evento de darse la
compensación por equivalencia, directamente, o a través de
sus familiares, estarían en condiciones de desarrollar
proyectos productivos, y de qué tipo.
9. ADVERTIR a las restituidas que previo a materializarse la
compensación, sea por equivalente o en dinero, deberán
acordar con Finagro la forma en que se garantizará y
realizará el pago del saldo de la obligación cedida por la Caja
Agraria, conforme lo expuesto en el párrafo Nº 180.
10. DECLARAR que las medidas de estabilización, con
enfoque diferencial y de género a que tienen derecho, serán
concretadas en la etapa posfallo.
11. REMITIR la presente decisión, así como las sentencias de
restitución proferidas por este Tribunal relacionadas con el
municipio de Viotá y que vinculan a la guerrilla de las FARC,
a la Jurisdicción Especial para la Paz, a la Comisión de la
Verdad y al Centro Nacional de Memoria Histórica, para lo
de su competencia, y conforme a lo expuesto en los
párrafos 182 a 184 de este fallo.
12. DEVOLVER el expediente del proceso ejecutivo
hipotecario Nº 7380 al JUZGADO 1º CIVIL DEL CIRCUITO DE
GIRARDOT - CUNDINAMARCA.
13. Por Secretaría, NOTIFÍQUESE PERSONALMENTE o a
través del medio más eficaz (correo electrónico, telegrama
o fax) la sentencia a los intervinientes reconocidos, dejando
las respectivas constancias del envío de las comunicaciones.
Notifíquese,
Magistrados: Oscar Humberto Ramírez Cardona—Jorge
Hernán Vargas Rincón—Jorge Eliécer Moya Vargas.
1 C.Const., T-821/07, C. Botero.
2 C.Const., C-052/12, N. Pinilla: “… el concepto de daño es amplio y
comprehensivo, pues abarca todos los distintos fenómenos usualmente
aceptados como fuente generadora de responsabilidad…”.
3 V. gr., la destrucción de caminos, vías de comunicación, áreas
forestales, entre otras alteraciones al referente geográfico en que la vida
cotidiana de las víctimas se desarrollaba.
4 CE 3a, 9 de marzo de 2016, M. Velásquez, Rad. 2005-02453-01 (34554),
sentencia en la que se confirmó la sentencia de unificación del 28 de
agosto de 2014, Rad. 26251, 32988, 31172, 36149, 28804, 31170, 28832, y
27709, frente a la tipología de perjuicios inmateriales autónomos, así: “La
tipología del perjuicio inmaterial se puede sistematizar de la siguiente
manera: i) perjuicio moral; ii) daño a la salud (perjuicio fisiológico o
biológico); iii) cualquier otro bien, derecho o interés legítimo
constitucional, jurídicamente tutelado que no esté comprendido dentro
del concepto de ‘daño corporal o afectación a la integridad psicofísica’ y
que merezca una valoración e indemnización a través de las tipologías
tradicionales como el daño a la vida de relación o la alteración grave a las
condiciones de existencia o mediante el reconocimiento individual o
autónomo del daño (v.gr. el derecho al buen nombre, al honor o a la
honra; el derecho a tener una familia, entre otros), siempre que esté
acreditada en el proceso su concreción y sea preciso su resarcimiento…”.
5 Bonus, bona, bonum, indican lo bueno, excelente, precioso.
6 Fides, fidei, fidem, indican fe, confianza, lealtad.
7 “El rango constitucional que se confiere a dicho postulado encuentra
su fundamento en la necesidad de reconocer como presupuesto básico
de las relaciones sociales y políticas la "bona fides", es decir, la
transparencia y ausencia de dolo en las manifestaciones de voluntad,
tanto en las relaciones interpersonales como en lo concerniente a la
actividad del Estado, cuya existencia y poderes únicamente tienen
justificación, si se los encuadra en los objetivos esenciales del bien común
y la primacía de los derechos inalienables de la persona.” C.Const., T-
568/92, J. Hernández.
8 “El derecho que se busca garantizar con la presunción de la buena fé
(SIC) es el derecho de las personas a que los demás crean en su palabra,
lo cual se inscribe en la dignidad humana, al tenor del artículo primero de
la Carta. Ello es esencial para la protección de la confianza tanto en la ética
como en materia de seguridad del tráfico jurídico.” C.Const., C-575/92, A.
Martínez
9 Luhmann, Niklas. Confianza. Barcelona: Anthropos, 1ª edición, 1996.
10 Neme Villareal, Martha Lucia. Buena fe subjetiva y Buena fe objetiva:
equívocos a los que conduce la falta de claridad en la distinción de tales
conceptos. En: Revista de Derecho Privado, 2009, vol. 17, p. 45 - 76.
11 Neme Villareal, Martha Lucia. Obra citada.
12 Ibídem.
13 CSJ Civil, 23 de junio de 1958, A. Valencia, Rad. 2198.
14 C.Const., a373/16, L. Vargas
15 C.Const., C-330/16, M. Calle, y, a373/16, L. Vargas
16 De acuerdo con el auto 373/2016 citado, respecto de este literal se
indica concretamente “(…) que no participó voluntariamente ni tuvo que
ver con los hechos que dieron lugar al despojo o al abandono forzado”.
17 Se refiere la Corte, en la Sentencia C-330/2016 a “una concepción
amplia (transicional) de la buena fe calificada”.
18 Alcaldía Municipal de Viotá: Plan de desarrollo de Viotá 2016-2020.
Disponible en: http://www.unipiloto.edu.co/descargas/plan-de-
desarrollo-de-viota-2016-2020.pdf, [consultado el 12 de junio de 2019].
19 Aunque el contexto que trae la UAEGRTD señala que fue
precisamente este sitio uno de los que tempranamente ocupó esta
organización armada ilegal a comienzos de la década de los 80’, al parecer
tuvo allí vocación de permanencia. Una noticia de El Tiempo lo señala
como el lugar en que se “atrincheraba” el grupo que comandaba El Negro
Antonio. Era precisamente el sitio, al que llegaban los familiares de los
secuestrados y víctimas de extorsión, según se comenta, por caminos de
herradura y carreteras destapadas. Ver El Tiempo: Las tumbas del Negro
Antonio. Publicado el 19 de marzo de 2001 [consultado el 13 de junio de
2019]. Recuperado de:
https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-587002.
20 Básicamente cercar la capital de la República para facilitar la toma
del poder.
21 TSDJB SCE Restitución de Tierras, 19 Sep. 2017, e1-2015-00076-01, y
28 Sep. 2018, e1-2016-00015-01. O. Ramírez.
22 En las jornadas de recolección de información comunitaria, los
participantes identificaron como víctimas de homicidios perpetrados a
comienzos de la década de los 90’ a Luis Ramos, Félix Alfredo Forero,
Qunibaldo Ramírez y Jaime Bermúdez, este último de la vereda Buena
Vista de Viotá.
23 El Tiempo: Me mataron por liberal. Publicado el 17 de febrero de
1996 [consultado el 6 de agosto de 2018] Recuperado de
https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-357197.
24 Según el análisis efectuado por la UAEGRTD el Frente 42 de las FARC
reclutó por lo menos unas 60 personas en contra de su voluntad, a las
que se suman las personas que de manera voluntaria ingresaron a sus
filas.
25 El Tiempo: Desbandada de familias guerrilleras deciden desertar.
Publicado el 3 de septiembre de 2011 [consultado el 31 de julio de 2019]
Recuperado de https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-
10286434
26 Pese a que las reclamantes en el hecho “g” de la solicitud se refieren
a desplazamiento, una mirada integral y ajustada a la realidad de los
hechos expuestos en el escrito inicial permite concluir que se trata de un
abandono forzado.
27 TSDJB SCE Restitución de Tierras, 30 jun. 2016, e1-2015-00062-01; 31
ago. 2016, e1-2014-00272-01, 3 feb. 2017, e1-2015-00252-01, 30 jun. 2017;
e1-2015-0020201; 7 dic. 2017, e1-2016-00141-01, y 28 sep. 2018, e1-2016-
00213-01, O. Ramírez, entre otras.
28 Entre el 1º de enero de 1991 y el término de vigencia de la ley.
29 En el trabajo de caracterización realizado por el Área Social de la
UAEGRTD tan solo se afirma que dicha persona venía de otro municipio a
vender paletas en la zona rural de Viotá (act. Nº 2, anexos, p. 370). Sin
embargo, y como se desprende del contexto precedente, la vida rural del
Viotá estuvo marcada por la muerte de varios habitantes del municipio,
algunos afines al Partido Liberal, sin que por ello se establezca que la
muerte de El Paletero tuviese fines políticos o ideológicos, pero tampoco
puede afirmarse que los homicidios causados por las Farc sólo obedezcan
a tales móviles.
30 Una de las personas a las que se refiere al reclamante, al parecer, es
José Roberto Viracachá Sicua, o Veneno, que para mediados de la década
de los noventa, además
31 La cifra a la que se refiere el opositor, contrastada con el contexto
de violencia no luce inapropiada, pues como quedó consignado, el Frente
42 de las FARC logró reclutar, por lo menos a unas 60 personas en contra
de su voluntad, y otras tantas voluntariamente.
32 Estos hechos, según su relato, los conoció por parte de la señora (…),
una prima de uno de los señalados, quien tuvo que desplazarse para
evitar ser asesinada. La señora conocía de los hechos, según le comentó
“ella había ido a lavar la ropa y fue a cobrar la lavada que le debía la señora
de ROBERTO GARZÓN y fue por eso que se enteró de todo, pero ella se
fue para Neiva porque me dijo que si se quedaba la mataban por lo que
me contó, ella es prima de RIGOBERTO VIRACACHÁ (…)” (…).
33 TSDJB SCE Restitución de Tierras, 28 Sep. 20184, e1-2016-00015-01.
O. Ramírez. 34 TSDJB SCE Restitución de Tierras, 19 Sep. 2017, e1-2015-
00076-01. O. Ramírez.
34 Así lo admitió el opositor, y su dicho concuerda con el del testigo Luis
Edgar Quitumbo Benavides (act Nº 60).
35 Ver párrafos 90 a 107 supra.
36 En 1992 acaecieron las amenazas y el abandono forzado, según lo
probado en este proceso.
37 Guillermo Viracachá Ballesteros (q.e.p.d.).
38 El señor Castellanos Lesmes declaró ante este tribunal que nació en
la vereda Calandaima.
39 El Presidente de la República dispuso la disolución de la Caja de
Crédito Agrario, Industrial y Minero, mediante D. 1065/1999, de junio 26,
situación que confirma que la alegada posesión no pudo ser en este año
como se sostuvo en el escrito de oposición.
40 Radicado en el Juzgado el 5 de febrero de 1993 (fl. 18 vto., e7380).
41 Profirió sentencia el 4 de mayo de 1994.
42 En dicha fecha, el juzgado que adelantó la diligencia entregó el
inmueble al secuestre Jaime Humberto Cárdenas.
43 “Pregunta: ¿Quién es Santos Viracachá? Respuesta: Pues Santos
tengo un primo, y Santos era mi abuelo, el papá de mí papá (…) Pregunta:
¿Y quién es Jair Sierra Viracachá? Respuesta: Él es un primo mío
Pregunta: ¿Qué hace él? Respuesta: Él también es agricultor, toda la vida
ha vivido en el campo (…) vivé en límites de las veredas Glasgow y El Roblal
(…) Pregunta: ¿Quién es Carmen Rosa Laverde? Respuesta: Ella era la
esposa de él (…) ella vive por acá en Bogotá”.
44 Según consta en el dictamen pericial allegado al proceso ejecutivo,
“Por el norte, con parcela de Antonio Piñeros y Santos Viracachá (…); Por
el Oriente, con Parcela de Santos Viracachá (…); Por el Sur con Parcela de
Campo E. Garzón (…) y Por el Occidente con Parcela de Antonio Piñeros
(…). LINDEROS ACTUALIZADOS: (…) Por el norte (…) con el terreno de
propiedad de Soledad Ballesteros Vda. de Viracachá (…); Por el Oriente (…)
con terrenos de Marco Antonio Soler (…); Por el sur (…) con terrenos de
propiedad del señor ya citado GUILLERMO VIRACACHÁ; Por el Occidente
(…) con terrenos de propiedad de GUILLERMO VIRACACHÁ (…)” (fls. 75 y
76, e7380).
45 Ante el Tribunal manifestó que hay, por lo menos, unas dos (2)
generaciones de la familia Viracachá en la vereda donde se ubica El Roblal.
46 Ante el Tribunal declaró que conocía de Sánchez Ramírez porque
frecuentaba una gallera, “de gallos finos” de propiedad de su progenitor
José Vicente Viracachá Ballesteros. En la gallera Sánchez le contó cuando
compró El Roblal a Telésforo Suárez, y afirma que son primos “no en
apellidos (…) con él nos toca familia (…) por parte de mi papá, (…) por
Ramírez”.
47 Tal afirmación, a primera vista llevaría a considerar un parentesco
siquiera lejano con el opositor, lo cual no sería extraño, por cuanto la
abuela materna de las reclamantes, según se aprecia en el trabajo de
caracterización que obra en el expediente electrónico, era Hortensia
Viracachá de Ramírez (act. Nº 2, anexos, p. 365).
48 Sobre el citado señor se consideró en esa oportunidad “Que la
guerrilla de las FARC orquestó y presionó la negociación que se viene
analizando, se confirma no solo con la manifestación del señor (…), según
la cual, José Ignacio Romero Rodríguez o Dagoberto Novoa Rojas, seguían
instrucciones de un comandante guerrillero, al parecer Bernardo
Mosquera Machado alias el Negro Antonio, que de acuerdo con el
contexto precedente comandaba el Frente 42 de las FARC, sino también
con la declaración del mencionado Dagoberto Novoa Rojas ante el
juzgado de restitución de tierras instructor”. TSDJB SCE Restitución de
Tierras, 19 Sep. 2017, e1-2015-0007601. O. Ramírez.
49 TSDJB SCE Restitución de Tierras, 28 Sep. 2018, e1-2016-00015-01.
O. Ramírez
50 Según estimación del mismo testigo.
51 Por auto del 19 de octubre se fijó la fecha para la diligencia (fl. 81,
e7380).
52 La última fecha fijada para remate fue el 2 de febrero (fl. 111, e7380).
53 De conformidad con lo que señalaba el inciso 2º del art. 526 CPC, en
ese entonces modificado por el D. 2282/1989, “quien sea único ejecutante
o acreedor ejecutante de mejor derecho, podrá rematar por cuenta de su
crédito los bienes materia de la subasta (…)”.
54 Audiencia del 7 de marzo de 2019.
55 “Todos los refugiados y desplazados tienen derecho a regresar
voluntariamente a sus anteriores hogares, tierras o lugares de residencia
habitual en condiciones de seguridad y dignidad. El regreso voluntario en
condiciones de seguridad y dignidad debe fundarse en una elección libre,
informada e individual. Se debe proporcionar a los refugiados y
desplazados información completa, objetiva, actualizada y exacta, en
particular sobre las cuestiones relativas a la seguridad física, material y
jurídica en sus países y lugares de origen”.
56 A similar conclusión llegó esta Sala en un caso en el que la víctima
restituida adquiría la condición de copropietaria con la persona que la
despojó. Ver TSDJB SCE Restitución de Tierras, 28 Sep. 2018, e1-2016-
00015-01. O. Ramírez.
57 Una pensionada y la otra con negocio propio en Costa Rica, sin
precisar cuál.
58 Así lo informó la Directora Jurídica de Finagro, mediante
comunicación Nº 2019001792 del 6 de marzo de 2019.