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El Miedo - María Hesse

El texto explora la naturaleza del miedo y su impacto en la mente humana, utilizando metáforas del bosque tenebroso para ilustrar la lucha interna del autor. Se reflexiona sobre los miedos heredados y aprendidos, así como sobre experiencias traumáticas que pueden influir en la percepción del miedo. La autora busca confrontar y entender sus miedos en lugar de rehuirlos, sugiriendo que el conocimiento y la aceptación son claves para superar la angustia.
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El Miedo - María Hesse

El texto explora la naturaleza del miedo y su impacto en la mente humana, utilizando metáforas del bosque tenebroso para ilustrar la lucha interna del autor. Se reflexiona sobre los miedos heredados y aprendidos, así como sobre experiencias traumáticas que pueden influir en la percepción del miedo. La autora busca confrontar y entender sus miedos en lugar de rehuirlos, sugiriendo que el conocimiento y la aceptación son claves para superar la angustia.
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El miedo

El miedo

María Hesse

Lumen
A Boris, tú que te asomaste al bosque tenebr oso de mi mente

y decidiste cogerme de la mano y sentarte a mi lado


El bosque tenebroso de mi mente

V en a darte un paseo

por el bosque tenebr oso de mi mente

a ver si lo soportas,

a ver si no te asustas,

a ver si er es capaz

de ver lo que yo veo,

no apartes la mirada.

A ver si er es capaz de entender lo que yo sé.

V en, asómate al abismo

del bosque tenebr oso de mi mente,

mira lo que hay abajo,

r estos de las batallas.

He tenido que luchar

hasta caer exhausta

y a veces he per dido.

Hoy te quier o enumerar las batallas que gané.

orena l v arez

L Á

8
pse r al so t a r a emodná t r oc , odapazaga , o r t ned í ha oda t se a í bah e rpme i S i 

p acdo,ri ospl Un miea.nptor nad ómetsago, de daro un ónac,ir r o 

. l amr on ad i v anu r ecah a í depmi em on euq og l a , l a r t im a l uv l áv al ed ospa l

Pero un día se hizo tan grande que ya no cabía dentro de mi cuerpo.

Abrió
aquella
herida
invisible,
había
cicatrizado
que
talque
la omal,

vezyaestabadenacimiento,
salió
y fuera,peronoparamarcharse.

Sesientaencimademípresionándomelascostillasyelabdomen.A

vecespesatantoquesoloquieroquedarmetiradaenelsueloydesa

parecer .

serese
convivir
aprendido
contiempo
hea delmayor
parte
Aunque
la

viscoso,quenoesunosolo.Inclusoheaprendido
mirarlo
a lacara.
a

todas
A suscaras.
Qué chiquilla era yo entonces

qué cuerpo listo para ser abierto como una langosta

qué pueblito tan pr ovinciano

qué cangr ejo ermitaño en pos de más noble coraza

qué traqueteo de guijarr os en la playa

qué nube de lluvia sobr e el mar

qué poza de mar ea de subida y bajada

Qué ojeada eché a la eternidad y no se la devolví

en qué libr o me compuse

qué estudio fugaz

brillante manchita de sangr e

bolsas líquidas en fuga

Qué chica-pelícano sobr evolando el miedo

qué terr ón de mica partiéndose

en diminutos espejos cortantes por los cuales

el eclipse del sol par ecería normal

qué saco de huevos

qué frasco a la deriva

ansiando hundirse

ser encontrado

desencarnarse

qué masa de piernas difuminadas

drienne ich

A R

24
miedo

Del lat. metus ‘temor’.

1. m. Angustia por un riesgo o daño real o imaginario.

2. m. Recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo

contrario a lo que desea.

Dicenquehaymiedosqueseheredanyotrosqueaprendemosyque

protegernos,
para
están
ahí prevenirnos
para alguna
ante
amenaza.
Si

tocamos
una
vezquemamos,
nos
fuego
ely normal
loque
temamos
es

volver
tocarlo.
a

Esos miedos no nos preocupan, los comprendemos, pero ¿de dónde

vienen los otros, los que no entendemos, los que nos paralizan o nos

creantristeza
ansiedad?
y ¿Quéhacemosconellos?

Algunas
experiencias
gua
traumáticas
una
mente
tan
crea
son
laque

ridadondemeterlasparaquenocampenporlamemoria.Sinembar 

go,avecesasomanporunapequeñarendija,untentáculonosrozao

afenos noso
detira y rra tr hacia
abaj
os sentimiento
el y o, provoca
que

t i e n e t a n t a f u e r z a q u e n o s r e a f i r m a e n l a i d e a d e e n c e r r a r l o b a j o d o b l e

llave.

Cuando siento un miedo que me parece irracional, me pregunto si

brota de alguna de esas experiencias que aún andan en sus guaridas

llenas de candados, y si no será mejor que su raíz permanezca allí

oculta, no sea que al abrirse suceda como con Pandora y se desaten

todoslosmales.

P e r o e s a s r a í c e s c r e c e n c o m o l o s b a o b a b s y s i n o t i e n e s c u i d a d o a c a b a n

va se mentnueste radetenebr
bosque
oso el Así, todo.adueñándose
de

haciendo cada vez más oscuro, más denso, más leno de peligros…

26
Cuesta n oc e d e ra lm i e d o .Y o q u i e r op e n s a rq u e e s oq u e decía Ma 

r i e C u r i e cierto,
esque
«no
hay
que
temer
vida,
nada
solo
lacom
en 

prenderlo», y que «es el momento de comprender más, para temer

menos».

Así que he decidido entrar en el bosque muy despacio, vencer el

miedoalmiedo,resistiralimpulsodehacermeunovilloycerrarlos

ojosparaescondermedeloslobos.Quieroatravesarlo,comounper 

sonajedecuento.Escapardesusgarras,inclusodesuvientre,igual

corten,
noGretel.
Plantarles
quepara
Hansel
Caperucita
cara
yqueo

porque, como le pasó a la Bella Durmiente, los husos de las ruecas

conservan
filo
eldetrásdelaspuertascerradas.
Me quedo de pie frente a la linde, escuchando los aullidos entre las

sombrasycogiendofuerzas.Elprimerpasoparacruzarelbosquees

saberdóndeempieza.

¿Cuándo comencé a tener miedo? ¿Cuál fue mi primer temor? ¿Lo

ytumbada
mesesunos vivir que tuve niña,muy erCuando
raecuerdo?

ca deoperaciuna
ón somet
a ermae Ibanciegas.complaetamente tara 

tasportraumatismo,yantesdeintroducirlalentequeharíalasfun 

cionesdelcristalinohabíaqueesperaarqueelojodejaradesangrar

páni
permoment
primodecmio,ersihaber
dpodr
oEse
dent
íaporro.

sinme
segur
que
tihielarzdo,omiamadr
.estmiafue:evolono

. s a j oh sa l e r t ne o d n amo s a na v s o d e im so l y …a l o s s a n i ma c y sece r c o g e uL
A mí me acechan muchos miedos y sé que al menos dos de ellos, la

soledad
enfermedad
lay mental,nacieronen
mismo
el instante.

Fue un día concreto, en un colegio nuevo, cuando una niña decidió

que era gracioso lam arm Los«loca».e demás yimitaronla esa etique 

quedó
seconmigo
ta semanas,
meses,
años…
primaria.
toda
la Nadie

qu ie re s er am ig o de l a lo ca , a sí q ue, ad em ás d e lo ca , me se nt í so la . La

quecreí yinterimior fienltrando


fue se que
hondotanclavóseespina

lamo e j oer r ca i e r t oeym,l i e deaos t alro c sa e m b r tóa m b i é enml i e 

d o a quedarmesolatoda
vida.
la
ugrpo, orot del odrent enarcj por uozerfs angr un cehi nunca ,aís Aun

el grande, el que insultaba. A mí me gustaba leer , dibujar y estar en

mi mundo, y se me daban mal los deportes. Aunque me eligieran la

última para hacer equipos en educación física, no entrené ni intenté

que se me dieran mejor . En cambio, sentí que ser de las raras no es 

tabatanmal.
Con el tiempo, esa loca fue conociendo a «la gorda», «la puta», «el

marginadas,
nosotras,
ser
emo»…
las
juntamos.
ydebían
nos
deEllas

igual dio les y «lloaca»


maromennunca
porqueyo, que raras de igual

caminase
que
no por mismos
los senderos trillados
resto.
que
el Poco

poco
a aquellapalabrasefuedesinflandohastahacersetanpequeña

quepenséqueyanoexistía.

existe,
sigue
dormitando
síPero
madriguera,
ruido
de
subasta
elen y

una ramita a mi paso para que se desperece y asome la cabeza: el

chasquido de una frase, de una mala experiencia puntual, de una

mirada… Se hace grande cuando menos lo espero. Se hizo enorme

cuando
tuve
enfrentarme
queenfermedad
la asuicidio
mental
eldey

quien
alguien
quería
fuese
mucho.
agenético
que
vezPensé
talque
y

mepodríapasar
mí.
a¿Lohabríaheredado?

T ambiéncreciócuandocomencéavivirconLuisymevicaminando

e ntr e h oja s s ec as . Cu an do sus pa lab ra s m e ha c ían pe rde r l a s en sac ió n

realidad
suelo
pensaba
que
sentía
bajo
deeltodo
loque
humo
yera
y

mis pies se tambaleaba. Los lobos saben cómo camuflarse entre la

maleza.

33
angustia

Del lat. angustia ‘angostura’, ‘dificultad’.

1. f. Aflicción, congoja, ansiedad.

2. f. T emor opresivo sin causa precisa.

4. f. Sofoco, sensación de opresión en la región torácica o abdo minal.

—Estoycansada—ledije.

—¿Nohasdormidobien?—mepreguntóLuis.

—Noeseso.Estoycansadadeseguirluchandoporestarelación.No

puedomás.

vuelvas
—sentenció,
novas,teaquella
—Si
con
mirada
absorbía
que

aire
elde
habitación
la era ycomounasfaucesabiertas.

N o s i e m p r e f u e a s í , o q u i z á n o q u i s e m i r a r . L u i s e r a c u l t o y g u a p o . S a b í a

condsiearmemsmi ayo que de anets efmniast ear cosas,muchasde

c o m o t a l . T e n í a u n m o n t ó n d e a m gi a s y s e l l e v a b a b i e n c o n s u s e x . Y d e c í a

atnot. par earn nodsciuposmirnAesarqsuaelqsueaír.meque

conestarparapaís mudado
dehabíamejutintempo
os,un Después
de

echáymitad
cobraba
laque el enunotrabajo
pordejado
había
mi él,

bamoscuentasparavercómo llegarafindemes.T odoporestarasu

lado, aunque fuera en un pequeño apartamento sin apenas muebles,

unoquenuncallegué
sentir
a comomío.

Mi madre no estuvo de acuerdo con la decisión. Lo estaba dejando

estaba
Lo
todo
él.
por
dejando
todo
amor
por Ella,
que
cuando
. erayo

niña me había leído tantos cuentos donde la princesa renunciaba a

amorportodo vozSientrsueniregara
lta queprobl
envieomano que ,

para estar con un príncipe que nunca le correspondió. Pero en ese

oscuro
estaba
bosque
perdiendo
me
deelquever
en
momento
suposí

Caperucita y que, al igual que Ariel, me estaba quedando muda. Lo

sabíabienporqueya
había
le pasado
ella.
a

38
Y o no quise oírlo, no supe ver los riesgos: el hambre y la promesa de

saciarlo no me dejaban ver más allá de la fachada de un castillo en

mitad del bosque, y poco a poco ese castillo se fue llenando de un

idiomapropio
plagado
y desombras.

Misamigosbromeabanconquemehabíainventadoqueteníanovio,

porque Luis nunca venía conmigo cuando regresaba a mi ciudad. Si

lepedíaquemeacompañara,porquenecesitabacompartiresaparte

de
mi
vida
con
él,
porque
no
quería
quedar
atrapada
en
mundo,
su él

seirritaba.Noestaba dispuesto
ceder
a ennadaqueno
apeteciera
le

hacer . Éramos seres libres, decía. Él no me prohibía nada, no le im 

portaba que yo tuviera otras amistades. Podíamos salir por separado

seacabó
y problema.
el

Meofrecíaunalibertadenvenenada.

hacaín se sgincfaido, de cambaibanpalbras als Lusi, ConLbieartd…

arena,sedeformaban,nohabíamaneradeagarrarlas.

aunque congito vaya que preifs que ¿Es queirs? que ol eso es «¿No

no
tenga
ganas?».
Sus
argumentos
me
silenciaban,
aunque
tuviera
la

respuestaenloslabios.

volviesedicholo que
tenmudecert
amipuede
mbiedoEléantemore: 

convenciese
que
meLuis
deque complicar
acosas;
lasa contra
mí; ra

él tenía razón; a que por más que hablase ya no fuese capaz de con 

vencerme.

eso Porque suciefnet… ser no a soeldad, al a meidos: orts despeartí

Intentandoesquivar
lobo,
al callabalaspalabras  chasquido.

40
Palabras

T en cuidado con las palabras,

incluso con las milagr osas.

Por las milagr osas hacemos lo imposible,

a veces se acumulan como insectos

y dejan no una picadura sino un beso.

Pueden ser tan buenas como dedos.

Pueden ser tan seguras como la r oca

en la que apoyas el traser o.

Per o pueden ser a la vez mar garitas y golpes.

Y , sin embar go, estoy enamorada de las palabras.

Son palomas que caen del techo.

Son seis naranjas sagradas sobr e mi r egazo.

Son los árboles, las piernas del verano,

y el sol, su cara apasionada.

Y , sin embar go, a menudo me fallan.

T engo tanto que decir ,

tantas historias, imágenes, pr overbios, etc.

Per o las palabras no bastan,

las err óneas me besan.

A veces vuelo como un águila

per o con las alas de un chirivín.

Per o intento cuidarlas

y ser amable con ellas.

Palabras y huevos deben tratarse con cuidado.

Si se r ompen son cosas

imposibles de arr eglar .

nne exton

A S

42
Era habitual que esos desencuentros llegaran en situaciones ines 

p e suponía
estábamos
sequelasradas,
finen
felices:
viaje,
unun

semana
playa,
delaboda…
una
enimportaba
No había
no.
gente
sio

De repente, Luis abría aquellos grandes ojos verde océano que lo

inundaban todo y se hacía el silencio. Entonces yo comprendía que

había
hecho
había
molestado.
algo
leque Aquel
silencio
castigador
y

su correspondiente ceño fruncido podían durar horas, incluso llegar

día
alsiguiente.

Durante esos silencios eternos en los que yo no sabía qué le pasaba,

intentaba hacer memoria. ¿Qué había ocurrido aquel día? ¿Había

cuanvez talcoche?
¿Oelregresar
enal fue¿O
feria?empezado
la en 

do dimos el paseo? ¿Qué había comentado yo que le había sentado

mal?¿Quéerrorhabíacometido?

podía Y debía. no que algohechohaber a algo,dichohaber a miedoEl

ser algo tan ridículo como poner el trozo de pan fuera del plato. Eso

me recriminó un día durante el desayuno. «No me he dado cuenta,

evidentemente»,
pensar
respondí
sincasile minutos
unosdecaboAl .

noté que su humor se había enrarecido. Estuve toda la mañana pre 

guntándole
pasaba,
entendía.
qué
lelonoyoFinalmente
admitió
que

estaba molesto porque le había hablado mal. Estudié una y otra vez

aquellaspalabras,quizánohabíausadoeltonoadecuado,pero¿qué

importanciateníauntrozodepanfueradesusitio?

Daba
igual.
Una
siempre
elige
batallas
qué
tenía
sen
noesa
luchar
y 

tido,asíquepedí
le disculpas.Aunasí,Luisnoparecíasatisfecho,y

fin al perdonara
quepara
me
suplqueicyarlleorar romper
a quetuve

cediera,aunquenodebuenagana.
Otras veces la discusión surgía por un motivo importante, cosas que

me molestaban de verdad, pero que no era capaz de identificar de

buenasaprimeras.Nomedabacuentaalinstanteporquehabíanor 

malizado muchas situaciones, como el día que enterré a mi padre,

cuandomedijocontodoelaplomodelmundoqueleseríaimposible

pedirundíalibreeneltrabajo.Nisiquieracuestionéquelaocasión

talvez
mereciera.
lo

«Y Luis, ¿dónde está? ¿No ha venido Luis?», me preguntaban todos

cementerio.
elen Con
cada
ceja
arqueada, con
cada
mirada
de extra 

ñeza,unnudomeibaenmarañando
estómago
el pecho.
ely

Mi padre había muerto y él no estaba. Mi padre había muerto y la

persona con la que había decidido compartir mi vida no me acompa 

abandonada.
sentJoder
íame ymuert
habípadre
oa Miñaba. padremi ,

había muerto y ni siquiera fui capaz de darme cuenta de que no era

normalqueminovionoestuviera
milado.
a

No exploté ni le grité de forma impulsiva al llegar a casa. Pensé y

medité bien las palabras que usaría para explicárselo, para que me

entendiera.
Porque
tenía
esta
que
entenderme.
élvez Esta
estaba
vez

claroqueyollevabarazón.

acommehaberl
que
pedinodoe pormíaeraculpala que
resulPerotó 

pañara. Porque una tiene que pedirle a su novio que la acompañe al

entierrodesupadre.

Y a base de callar y no entender , inte de encajar ntar unos en esquemas

dolían,
me
queacabé
pensando
estaba
me
vez
volviendo
tal
que loca.

T odo me parecía tan claro cuando comenzaba la pelea que no com 

prendía cómo de repente pasaba a pensar lo contrario. ¿Qué había

sucedidopor
camino
el paraquecambiara?

47
Extracción de la piedra de locura

(fragmento)

Hablo como en mí se habla. No mi voz obstinada en par ecer una voz

humana sino la otra que atestigua que no he cesado de morar en el

bosque.

[…] Per dida por pr opio designio, has r enunciado a tu r eino por las

cenizas. Quien te hace doler te r ecuer da antiguos homenajes. No obs -

tante,
lloras
funestamente
evocas
ylocura
tuhasta
yquisieras
extraer -

como
fuese
tide
siuna
lapiedra,
ella,
solo
tuprivilegio.
a mur un
En o

blanco
alegorías
dibujas
rlasdel siempr
es eposo,
y r una e que
loca
eina

yacebajolalunasobr elatristehierbadelviejojar dín.Per onohables

jar los de r la hables


de noluna,la hables
de nodines, hables
del noosa,

mar Habla
que
sabes.
.lodeHabla
que
vibra
médula
lotudeenhace
y

luces
sombras
y entumirada,habladeldolorincesantedetushuesos,

habla
del
vértigo,
habla
rtude espiración,
desolación,
tude trai
tude -

c i ó n . E s t a n o s c u r o , t a n e n s i l e n c i o e l p r o c e s o a q u e m e o b l i g o . O h h a b l a

delsilencio.

lejandra izarnik

A P

48
aquel
país
sentía
aislada
me
entrabajo
Odiaba
ymi do nde se ha blaba

un idioma que me costaba entender , donde todo mi mundo era su

mundo. Sin darme cuenta me estaba adentrando en el bosque tene

broso,niysiquierahabíatomadolaprecaucióndellevarunasmigas

depanparaencontrarelcaminodevuelta.Yasí,entrezarzas,sedi

bujó
sombra
la de
muerte.
la

presóin una noét real ofrma una de vdia mi por etmí que vez pmriera La

enorme en el pecho, el aire no me entraba, la habitación giraba a mi

alrededor corazón
El había
. seacelerado,
algo
bien.
iba
nourgen
En

cias,trasunelectroenelquecomprobaronquelaspulsacionesiban

descar
quedó
infaanal
rtElohidemasi
una
cítiecme
rápi
ron
a. addoo, 

médi
dederi
ansi
caloMe
«si
varon
edeatdad.
maunplqueeEra
» tado.

cabecera,quemerecetóuntranquilizante.

ansiedad

Del lat. anxi tas , tis .

1. f. Estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo.

2. f. Med . Angustia que suele acompañar a muchas enfermedades, en

particular a ciertas neurosis, y que no permite sosiego a los enfermos.

54
¿Por qué tenía ansiedad? En ese momento no podía ver que la vida

estaba
me
arrollando.
Estaba
perdiendo
control,
elestaba
dejando
de

seryo.

Luisnocomprendíaquémeangustiabatanto.Asegurabaquelosdos

habíamos renunciado a cosas por estar juntos. ¿A qué se refería? Él

seguía en su país, con su familia y sus amigos, su trabajo y su inde

pendenciaeconómica.

—Es toy cansa dedo que esté mals —me decí Na—. te o entie ndo. Por

finestamosjuntos,nosestamosesforzandolosdos.

«Lleva razón», pensaba yo, y hacía todo lo posible por cambiar de

actitud.

que paransiaedadmiocultar a silencio,en vivir apraEst


endiabaendo

nadie
viera,
la porquenadie
entendía,
lo siquiera
ni yo.

eradisabí
ssitingui
anor muert
y lae, amiarraieese
dofguando
e así Y

real o seguía siendo esa maldita ansiedad: un lunar sospechoso y el

c o r a z ó n s e d e s b o c a b a . P e q u e ñ o s p u n t o s e n l a p i e l , s a n g r a d o s d e e n c í a ,

quedarme
temor
a despertar…
volver
dormida
noa y Cualquier
deta

diminuto
lle era clara
una muestra que
de sefinmi acercaba.
Y queo,

había
dedos,
logrado
no
los
felicidad
aún
punta
rozar
delalacon
real

encontrabaquemipropiavidameresultabainsignificante.

El médico me recetó ansiolíticos y me recomendó que acudiera a un

cursoderespiraciónalquenuncafui.Nadieamialrededorhablaba

salud
mental,
dehabía
psicólogos
nosanidad
latenía
pública
enno y

alcance
privilegio
dealuneraprivado.
mal
Estar
uno a irdinero
para

muypocos.

Meacostumbré
convivir
a con muerte
la ansiedad.
lay

58
Miedo

Miedo a ver un coche de la policía acer carse a mi puerta.

Miedo a dormirme por la noche.

Miedo a no dormirme.

Miedo al pasado r esucitando.

Miedo al pr esente echando a volar .

Miedo al teléfono que suena en la quietud de la noche.

Miedo a las tormentas eléctricas.

¡Miedo a la limpiadora que tiene una mancha en la mejilla!

Miedo a los perr os que me han dicho que no muer den.

Miedo a la ansiedad.

Miedo a tener que identificar el cuerpo de un amigo muerto.

Miedo a quedarme sin diner o.

Miedo a tener demasiado, aunque la gente no cr eerá esto.

Miedo a los perfiles psicológicos.

Miedo a llegar tar de y miedo a llegar antes que nadie.

Miedo a la letra de mis hijos en los sobr es.

Miedo a que mueran antes que yo y me sienta culpable.

Miedo a tener que vivir con mi madr e cuando ella sea vieja,

y yo también.

Miedo a la confusión.

Miedo a que este día acabe con una nota infeliz.

Miedo a llegar y encontrarme con que te has ido.

Miedo a no amar y miedo a no amar lo suficiente.

Miedo de que lo que yo amo r esulte letal para los que amo.

Miedo a la muerte.

Miedo a vivir demasiado.

Miedo a la muerte.

Y a he dicho eso.

a ymond ar ver

R C

61
intrincadaslas entre pasoabrirmepara fuerza la saquédónde de sé No

cercaban
me
espino
Aquella
años.
que
desde
hacía
dos
ramas
vida
de

que había estado construyendo con Luis y que no me hacía feliz se

estaba
derrumbando
lentamente,
forma
de silenciosa.
T enía
que
aga 

nó.icartusli al :etra le ne éuigfer me y opir opicase de otpdeica un rar

Conocí a nuevos amigos, se abrieron nuevos senderos. Durante un

tiempoinclusodesapareció
ansiedad.
la

quedesbordase
ysetodo
quehizoque lafinal,
gotalallegó
que
Hasta

brotase
torrente
el capazdederribar
miedo.
el
Resulta curioso cuán selectiva puede ser la memoria. Habíamos dis

cutido tanto que aquellos años estaban llenos de agujeros negros en

micabeza.Y recordaba
o muchasdisputasincluso
e enquémomento

habían tenido lugar; pero solo la emoción, pocas veces el detonante.

embargo,
Sin aquella
de última
aún
recuerdo
palabras
motivo
lasely

exactas.
también
Y lugar:
el fiesta
la defindeaño.

Reíamos. Por unos minutos la ansiedad se había replegado a su ma

drigueracomoelmonstruoantelaluzdelsol,peroyomereíadema

siadoyleinterrumpíalgunavez;fuimásyodeloqueélquería.«Me

has
avergonzado
delante
mis
deamigos»,
me
dijo
cuanto
en nos
que

habaímos que ol otdo que más doeilrn me palbras sus Y sols. damos

vivido juntos. El bosque entero guardó silencio: ya había recorrido

dijeLemás.
pasounpenumbra
darsuficiente
para
como
la camino
en

quemesentíacansadadelucharporrelación.
la Y nome
aquedaban

fuerzasparasoportarotrapelea.

—Sitevas, novuelvas —sentenció,sin saberquesuspalabrasmar 

cabanunsenderodemigasdepanhaciamímisma.

Salídeaquellacasa,delatorremásaltadeloqueundíamepareció

un hermoso castillo, de aquel país, de aquella relación, de aquel bos

queimpenetrable.

inesperadamente
mun
E un Incluso
libre.
como
sisentí
Fue
feliz.
me

do lleno de posibilidades se abriera ante mí, un hermoso claro en la

arboleda.

Eldíaquedejéaquelpaísquemeeraajeno,medespedítambiénde

esoscompañerosquesehabíanagarrado
mícon
afuerza.

Algunas veceshan vuelto, pero cuando lo han hechoyaséque están

ahíparaavisarmedequealgonovabien.

66
Romance de la huida

Sobr e agua fui construida,

mis mur os de fuego son.

Aún llevo abierta la herida,

aún guar do en mi oído tu voz.

Las flechas rugiendo en la noche

en los mur os se fuer on a clavar .

Salían chispas que como estr ellas

caían al fondo del mar .

Con miedo escapé de la torr e

y no sabía a dónde ir .

Corriendo en medio de la noche

siento que vienen a por mí.

Estaba otra vez tan per dida

buscando en el cielo una luz.

Aún r ecuer do la despedida

y las cosas que dijiste tú.

V eía r elucir a lo lejos

la bella torr e de marfil.

T uve que secarme los ojos,

lo siento, me tengo que ir .

Y si me hubiera quedado

se habría apagado mi voz.

Dos flechas, una en cada mano,

la ter cera en el corazón.

Dejé en tus manos la llave

de nuestr o pequeño jar dín

r epleto de r osas fragantes,

de nomeolvides y jazmín.

Y aún llevar é abierta la herida

de la flecha que me alcanzó.

Sobr e agua fui construida,

mis mur os de fuego son.

orena l v arez

L Á

68
Empecébosque. del calro del queiutd al de dsruifét años unos Duranet

profesional
vidagustaba,
lamequetrabajando
lopanganarme
enel a

me sonreía, me rodeé de una tribu de amigas que me fortalecieron

como
persona,
adquirí
una
seguridad
que
con
jamás
la había
soñado.

pros
había
nuestra
relación
que
no
convencí
de
meLuis,cuanto
a En 

perado
incompatibilidad
por caracteres,
dealargada
suquesombra
y

habíaquedadobienlejos.

HastaqueOliviamehablódeMario,suexpareja,de
ylarelaciónde

maltrato que había sufrido. Y , por algún misterioso motivo, sus pa 

l a b r a s a c a b a r o n p o r c o n e c t a r m e conunmiedomuyescondidoentre

las ramas de mi memoria. Pero lo mío no había sido maltrato, Luis

nuncamehabíallamado«puta».T ampocomehabíaprohibidonada,

yo había renunciado voluntariamente a todo, era la condición para

estar juntos, pero no me había obligado. Y o misma había decidido

vivirunavidaquenoera
mía.
la

cuando
así,
aun
Olivia
hablaba
Yme
Mario,
estómago
de
miremo
se 

habaticóin al en encerabame que ols en eitmposaqueols en como vaí

lorar acamalacurrucaba
a meen y casa la pequeña
de sinque
tiendo,

estabaperdiendo
cabeza.
la
enthabí
errado,
recuerdos
que
a regresaron
losotro, trasEntunoonces,

como la noche que Luis irrumpió en el dormitorio para gritarme y

acabé arrinconada bajo un dedo acusador . Esa noche que me encogí

delante del lobo porque, aunque sabía que no iba a atacarme, podía

ver
filo
eldesuscolmillos.

Y entendí que daba igual cómo nombrase aquella relación, que el

miedo
había
dirigido
juventud,
época
toda
esa
mide quedar
miedo
a 

me
sola,
no
merecer
a nada mejor estar
a ,loca.
De
nada
servía
inten 

tarolvidarlo
esconderlo
o enlasprofundidadesde
mente.
la

Almiedohayqueplantarlecara.
La sombra de Luis era alargada. Y la de Marcos, la de Pedro, la de

r em lÉ . ov i sesop r oma l ed so r g i l ep so l í rbucsed soc r aM noC…o l baP e 

b es euq emr one na t a r e ím r op r oma uS . sem l a aso r anu aba l ag a s t a b a

por sí solo. Pero él tenía inseguridades, confesaba, así que ¿por qué

noleerunaspáginasdemidiarioparaasegurarsedequeeracorres 

pondido? Aun
así, las certezas duraban poco, se desvanecían algusi 

na noche quedaba para salir con una amiga. El día que decidí dejarlo

atrás me di cuenta de que durante tiempo me había faltado el aire. Él

quiso
que
volviéramos,
estaba
no
pero
yayodispuesta
seguir
arespi 

escafandra.
rando
una
con Nunca
soporté
más
relación
unadonde
los

celos estuvieran presentes y donde no cupieran más de dos personas.

para
miguitas
son
aprendí
Juan
Carlos,
las
Pablo,
nocon
que
Con

mí,queyoquieroelpastelentero.Nodeseoserunregaloquelesda

la vida justo en el momento en que ellos no están preparados para

abrazarlodelleno.

Con Nacho, entendí que el amor no es amor cuando a la pareja la

brildej
aras , s pero in pasarse . eseQue brilo no puede ser motivo para

venirse a menos, llegar a una depresión, buscar consuelo en otras,

afianzar las inseguridades, y que esas inseguridades pasen a ser las

tuyas —porque qué tendrán esas otras que tú no tienes...—. Que el

problema no eran las otras, ni tú: el problema era él. Las mujeres

siemprehemoscelebrado
éxito
el denuestrasparejas.

Entonces meatrevía volver


aquella
a torreque llevabamuchoaban 

donada, y acaricié las grietas que aparecieron mientras estuvimos

juntos
y que
casi
la habían
derrumbado. Con
el tiempo
había brotado

vidanuevaenella,raícesqueseentrelazabanlaymanteníanfuerte.

quepelearse,era nodiscutirque entendihabídoa ya yoentonces


Para

eramásfácilcedercuandolasdospartesestándispuestashacerlo.
a

T ambién
había aprendido
a trazar
límites
mis no a y aceptar
silencios

castigadores. A hablar las cosas en lugar de guardarlas hasta que

estallan.
Para
entonces,
había
yaconocido
Bruno
había
compren
ay 

dido
era
Luis,
noque
Nacho,
élniPablo.
ni Así
que
empujé
esa
torre

contodasmisfuerzas
derribé.
lay

74
Pero
otras
veces,
fiera
laaparece
no por
ningún

lado y vuelvo a ser aquella niña que se sentía

solaen
patio
el delrecreo.
Encogida, me agarro al suelo y pienso que hay algo de hogar en ese

m i e d o a, l g do te i e r r ca o n o c i d aey, s no eo bs u e n o E. ml i e d so te r a n 

s i ta fácil, es como recorrer un surco que tú misma has abierto en el

barro.
T iene la simplicidad camidelno las defuerzala transi
y yatado arenas

movedizas: hundes un pie y te abraza, tira de ti hacia abajo. Es algo

muy parecido al vértigo: me da miedo asomarme al precipicio y , por

evitar
caída,
la lanzarmeyomisma
vacío.
al
hacaín que nenucos ols riótn, bebé un pasaron niña de brazos mis Por

p i s o s o l at ba n p o m pa s d e j a b ó n p o r l a b o c a , a l g u n o p s e l o n e s h e r e d a do s

de mi hermana, o un dormilón con la cara muy parecida a la de un

recién
nacido.
T dormir
gorrito
de
unpijama
nubes
con
yun
rosa
enía ,

yyoloenvolvíaentoallasocamisetassimulandolosarrullosconlos

ladostodos alevabalo acunaba


y envuel
lohabítaome,madremi que

concuidadodequenosedespertara.

Reyes
día
de
Uncambié
bebé
aldormilón
por
Daniel,
Baby
unFever

pelirrojo queteníatodosloscomplementos quesepudieraimaginar:

carrito,
mesita
cambiadora,
mochila
canguro,
cunita…
hasta
llegué
a

quedabanle prque
neonat
ematuordedisosmpañal
consegui
inutoes r

perfectos. Y o bañaba a mi Daniel, lo peinaba, le echaba polvos de

talcoen
culo
elponía
ley micoloniaPetitCheri.

interés
por elcreciendo,
muñecos
asíSegún
fui
quedaron
losnoatrás,

los bebés y la idea clara de que sería madre, al menos de tres hijos.

Luego
plan
descendió
el dos
—la
vida
amoderna
estaba
nopara
tan 

toscuidados—,
sin
ydarmecuenta,esedossetransformóencero.
«Durante la ausencia de Agamenón, Clitemnestra ha tenido que desem -

peñar el papel de su marido: ha apr endido que es capaz de dirigir su

palacio,
de
gobernar
Ar gos,
de
dar
ór denes
sus
asubalternos.
Es
decir ,

elmisteriodelamasculinidadsehadesvelado;laformadelomascu -

ldemost
imitaha
serciróado
n ypruebaapuesthao femeni
se lono y lino

mentira.y nuevaLa Cluni[…


itemnes
sexual
] trya está buscando igual -

ampl
constimniiaalrniperi
uiuigrmbrará
hiáoual
nosjoLasdaddad. -

r á f r o n t e r a s , p o r q u e l a p a z p u r a d e l a i g u a l d a d n o e n g e n d r a n a d a . T o d o

son
secuelas
muerte
ladeque
existía
antes.
Para
engendrar
hace
falta

que una cosa domine a la otra, que el contenido masculino domine a

la forma femenina; luego, para criar lo que se ha engendrado, hace

contrario.
falta
lo Clitemnestra
quier
no engendrar
e nada
más.
Quier e

igualdad,
la aunque
depaz
copara
la nseguirla
rtenga
que laecurrir
a

violencia».

achel usk

R C

98
Y o quería ser madre, pero no era el momento. Esa pequeña pastilla,

quetanamargamesupoaltomarlaconveintinueveañosyenlamás

absoluta
precariedad,
realidad
en me estaba
salvando
algo
deque
no

era
capaz
que
iba
más
maternidad.
ver
yallá
lade Por
entonces
la

sombra de Luis me devoraba, como la Nada que va engullendo Fan 

tasía. Y o, que aprendí que una madre lo sacrifica todo por sus hijos,

habría acabado encerrada en esa prisión en la que vivía, en esa torre

rodeadademaleza.

Y cuando Luis quedó


atrás, ganas
las que
de un pequeño ser humano

pudiera llegar a mi vida y destruir todo aquello que tanto me había

costadoconstruirquedaronvaradasenuncaminosecundario.

101
Pasó tiempo,
el nadie
puede
derrotar a Cronos.
Son otras
las batallas.

T r e in ta y do s añ o s, p a re ja re ci e nt e , po co d i ne r o y fe l iz . No e r a mo m en 

to de retomar la idea, y tampoco lo deseaba. Me decía que quizá eso

de la maternidad no fuese para todo el mundo, desde luego no para

mí. Quizá quería ser madre para llenar ese hueco inmenso y oscuro

que tení d a entro, per o ese hueco ha bía desa pareci do. V ivía en un bajo

de 30 metros cuadrados, peroera bajo


el quepagabaconmidineroy

que había decorado a mi gusto, donde iban mis amigos o un nuevo

veces
varidíasaslostodos
salíque
a del lyÁngel
amaba
se,quenovio

sentía
afor
cerveza
Jesús.
tomar
Me
una
conLaura,
hablar
opara
con 

tunada.Erafelizyya:enesemundonohabíaespacioparaloshijos.
límite
Mipara
quedarme
embarazada
siempre
habían
sido
treinta
los

ycincoymefaltabapocoparacumplirlos,aunquelasganasseguían

sin aparecer . En ese momento habría podido, pero es que también

podía viajar , por fin podía darme algún capricho: comprarme algún

preocupar
gustaba
sin
restaurante
metanto
eseque
vestido,
encenar 

me arrui
eso
criantUna
cuent
uarírahacer
a as.de que sabí
siquiaerani

quepodíatener .

siempre
Ángel
yoyíbamos
con
cuidado.
Además,
andaba
yo estresa 

da con mucho trabajo. ¿Qué sentido tendría complicarse la vida con

unhijo?Aunque,¿quéséyo?,quizánohayaquepensárselotanto.

cuando
Aun
así,
fueron
cosas
las
setorciendo
comencé
Ángel
con
ya

tener dudas sobre la idea de la maternidad, que él tuviese claro que

quería
no ser
padre
resultó
determinante para
romper
relación.
la No

queríapuertascerradas,queríaser
guardiana
la detodasmisllaves.
embarazo

De embarazar .

1. m. Impedimento, dificultad, obstáculo.

2. m. Estado en que se halla la mujer gestante.

3. m. Encogimiento o falta de soltura en los modales o en la acción.

siguieron
Y volando
años.
losT reinta
seis,
treinta
ysiete…
y cuaren

Dejé
ta.atrás
todos
los
plazos
que
me
había
marcado
para
ser
madre.

Aun así, la doctora me habló de recuento ovárico alto: «Estás bien,

pero
tienes
si dudas,
congela
óvulos».
No
me
explicó
nada
cali
lade

dad
de
niotrasvariables,perotampocomeimportó.

Seguí
viajando.
Seguí
pintando.
Seguí
creciendo.
Llegó
amor
nue
un

paterni
lade
idealacerraba
llamaba
seavida:
no
semi
Bruno
y a vo

dad.Y era
ofeliz.
llegaba
Si unbebé,bien,
no,
sitambién.
y

Y«nu ed odnasap iFu nu a »alos riviv aíreuq euq ol odt odiviv eh ay o

,?aíresmCó¿o«nued ;»atisivedolosnatsugmesoñeuqepsoñinsLo«

se moc y lat adiv mi atnacne M«e nu a »?onuBr a o mí a aírecerap es¿

T .»opreuc mi ecortsed euq oreiuq on y aíreuq on euq absnep otnorp na

ol aeuqabsnepmoc ,odnemorpconeuqmodnuetseaeidana reart

razivitaríoalmerjadeuya da,smaeitrndaeluacqelr

al euq asoc ar to aí reuqrop oev euq le ne ne y oi raidelet seder sal . selaicos

Y preñada
contradicciones.
vivía
nadie
deque
a acabar
ysola
Miedo
a

cuidase de mí; miedo a tener que anteponer a alguien el resto de mi

vida. Miedo
a estar siendo
eg por
oísta querer y hijoun también nopor

quererlo.
Miedo
estar
adejándome
arrastrar
por
imperativos
sociales

que,comofeminista,
siquiera
ni comparto.

Nohayrespuestas.Habíadíasqueteníaclaroquelamaternidadera

cosa otras,
pero
de otros
días preguntaba
me justificaba
si teorías
con

mi individualismo y mi egocentrismo. No sabía si era bueno o malo.

deciacabarí
arrepi
siólname
tonmase
taiendo,si sabíaNo tomase.
que

105
Mujer sin hijos

La matriz

Agita su vaina, la luna

Se libera del árbol sin tener adónde ir .

Mi paisaje es una mano sin líneas,

Caminos que formar on un nudo,

El nudo que soy yo misma,

Y o la r osa que tú consigues:

Este cuerpo,

Este marfil

Atr oz como el chillido de un niño.

Igual que una araña, hilo espejos,

Fieles a mi imagen,

Engendrando solo sangr e

Rojo oscur o: ¡Pruébala!

Y mi bosque

Mi funeral,

Y este oter o y este

Centellear con las bocas de los muertos.

yl via la th

S P

106
moldearsindespacimuy
o, avanzpararecítiaempo el niña, eraCuando

micuerpo.
mayoría
laA demiscompañeras yalesdespuntaba
pe
el 

había
menstruación;
llegado
todas
leslaa ycho,
Marta,
incluso
que
a

era más
pequeña que
yo, delgada y curvas.
sin miraba
espe
Meelen 

jo y no había nada que me convirtiera en mujer , apenas una pelusa

asom
que el enaba pubis a las y xila s, una y espec botónde ie detrá de s

los pezones. Seguía sin atraer las miradas de los chicos de la clase, y

deseada,
mujer
era
valía.
Para
lanonodecía
sique,
me
algoya dejar,

infancia
la siempre
supuesto
ha convertirse
ounen b j e t o d e d e s e o , s i n

odnauC. e t naesedr esedad i nu t r opoa léde leseuq e s o o c u r r e y u n a

toma
conciencia
felicidad
hasta
mira
punto
qué
de
lalaligada
está
a 

dadeotros,comienzanlasobsesiones
cuidado.
ely

Y loca»,
crecí
como
que
«la
nunca
destaqué
o, guapa».
como
«laAsu 

mía que era una chica del montón, aunque tampoco me pesaba. El

primer beso tardó en llegar , pero llegó, como todo en esta vida. Y de

gustaba.
que
me
Así
chico
que
acabé
saliendo
otra
elcon
forma
uuna

habitaba,
cuerpo
que
hasdurante
tranquila
elmucho
tiempo
viví
con 

ta superé con rapidez el complejo de «plana». Ahora que lo pienso,

centroel situarlo
enNo
físico.midestacar
porno
suerte
unafue
quizá

misma
visión

poco
una
que
aconstruir
deél ytorno
ego
aenmide

poco,
con
paso
elde
los
años
los
irremediables
y cambios,
habría
ido

resquebrajandomiautoestima.

Llegaron
redes
lassociales
darnos
sinycuenta
habíamos
ya caído
en

lanuevatrampa:unnuevoespejodondemirarsebuscar
y nuevasre 

ferencias.
real,
yoElaquel
que
antes
estaba
que
siquiera
bien
alnio

prestábamosatención,yanoeralosuficientementebuenoparamos 

t r a r l op ú b l i c a m e n t e ,e r a p r e c i s oe s c o n d e r l oe n t r e f i l t r o s ,e ne s c o r 

z o s de cámara. Con la nueva tiranía, las chicas llenan cada vez más

las consultas de cirugía estética, se retocan siendo muy jóvenes, y

todos los rostros parecen el mismo. Leo con estupor las estadísticas:

ol ne sae ñaso misotúl s netic pro 215 un uamdonet hna noseicapore o ,

en
85
elpor
yciento
de
los
casos
las
pacientes
son
mujeres.
Observo

cuansentiránquépreguntome transyformacisuoscurnesiosidadcon 

doveanfotossuyasdelpasado.¿Sereconoceránenellas?

113
T Sarescra itorala aescuché
charlauna En mujereslas quedecirorres

tenemos
queaquel
defelctobuscando
o,elespejoelmirenábamos
nos

que«arreglar»:lasojerasquedisimular ,elmechóngrisqueteñir ,la

arreque
rlueganar trmat
ansfselaeomat
ricuer
mayesEla.erpiao.

Y onohesucumbidoalbisturí,nohebuscadolafalaenelgruesode

transformaesa contrluachadohe nodiminpecho


uto, mi en o nariz mi

cambiidaonhacuerpmio todocómo
inevivistoableheement
ción,e

do:lacinturaensancha,elcolágenoseescapadelosporos.Y anoes

adelgazar
decuestsolióno la y antcomo
es tmuest
ersa rsea no piel mi ,

grasa que se me acumula en la barriga y los muslos ha legado para

quedar
hubifcomo
icont
rsimeunsirne,aado
rdefcéamitocon
insido

filtrolos.sposes
nilassalnivlanonoEstlulaos.

Está claro: mi error ha sido seguir cumpliendo años, pasar de tener

treinta y pocos a tener treinta y todos, pero al parecer el contexto no

óvenj.s osn mesruj asl odats amgrntIs, en Mori conmgo.i cumóipl osl

Y no es solo aquí donde busco referentes de mi edad: no están en el

cine,loslibros,lasseries…¿Dóndehanido
parar?
a

Me miro en el espejo y lo comprendo: estoy desapareciendo, porque

hay
sialgoquevalemásquenuestrabellezaesnuestrajuventud.

114
—Entonces ¿qué es lo peor de hacerte viejo; Alvin?

—Bueno, lo peor de ser viejo es recordar cuando eras joven.

a vid ynch

D L , Una historia ver dadera

edad
qué
dejamos
partir
de
¿A
existir?
de¿Qué
antici
señales
lonos 

pan,quéavisos?

Quizá unodelos primeros llegue conlos hombres: losde tuedad co 

mienzan
estar
a conmujeresmásjóvenesquetú.

Ponen
carga
lanosotras,
en disfrazan
lo elogio:
de «La
mujer
madura

antes, necesita un hombre de más edad para que esté a su altura».

amigos,tus o ex tus maduros


son hombres
mayores
y esos
cuando
Pero

gente
quinta,
tudeves
que
enamoran
sey veinteañeras,
de círculo
el

futura
vida
tucuello
de
torno
alhace
en
como
soga
una
locierra.
Yse

depareja.

¿Qué
les
pasa?
¿La
madurez
masculina
retrocede
conforme
cumplen

años? Les brindamos carne tersa y un cerebro aún vulnerable que

admire
cuanto
ellos
saben
vida.
ladeLes
regalamos
una
juventud
en

fuga
nosomos
y capacesdeverlo.

Peroundíatenemostreinta,cuarenta,cincuentaaños.
nuestra
Y ad 

mirada femadur
menineaz de repente Yestorba. seguimossientonces,

solteras,parecequesolotenemos dosalternativas: orenunciaraesa

vida en pareja, o resignarnos a estar con un señor veinte años mayor

quenosotras,
yaeso
yde
madurez
la notieneningunagracia.

117
Ahora que ya no soy más joven

Ahora que ya r emonto la mitad del camino de mi vida,

yo, que siempr e me apené de las gentes mayor es,

yo, que soy eterna pues he muerto cien veces, de tedio, de agonía,

y que alar go mis brazos al sol en las mañanas y me arrullo

en las noches y me canto canciones para espantar el miedo,

¿qué har é con esta sombra que comienza a vestirme

y a despojarme sin r emor dimientos?

¿Qué har é con el confuso y turbio río que no encuentra su mar ,

con tanto día y tanto aniversario, con tanta juventud a las espaldas,

si aún no he nacido, si aún hoy me cabe

un mundo enter o en el costado izquier do?

¿Qué hacer ahora que ya no soy más joven

si todavía no te he conocido?

iedad onnett

P B

118
120
En el mundo laboral también encuentras un vacío. Pasas de ser una

obsoleta,
estar
queda
aprender
mucho
por
leaquelajoven
promesa
a

yalmásmínimodespisteseteescapaesepasointermediodeléxito.

mejoreslosconcilidiarfícil espormadr
que e,serdecides si aún más Y

añosde
carrera
tu profesionalcon
cuidado
el defamilia.
la

cana.
dinero
Sabía
arruga
lamiraba
espejo
veía
elque
laMe
yelyen

permitiría
medisimularlo
durante
depi
algún
tiempo:
podía
pasar
de 

larme,maquillarme hacer
y dietaalhilotensor elybabyBotox,para

nautra,l ol es porqueelgandoacabaraí ofrmas otdas de que ol prevenri

peroque—teconvencen—
está
entimal.

parahecho
mundoun envivimque
os decertezala másteníavezCada

ellos,
yonoquería
y formarpartedeél.Noquiero.

Acababa de superar los cuarenta y ya temía no encontrarme si me

escudriñabaporencimadeloshombros.Ibamirandoinquietadeun

lado
otro,
abuscando
rastro
el vida
de
laque
me
esperaba,
buscando

otro
sendero
bosque
elenesta
existencia
de que está
hecha
carre
de 

ras hacia pistas forestales plagadas de maleza. Sabía que había otro

mundo:
que
elestamoscreandonosotras.

121
T rigo lastimado

(fragmento)

Y todavía

aunque siempr e he distinguido quién era el ver dugo y quién era la

víctima

aunque he hecho de mi vida un camino hacia eso que llaman

felicidad

sin ver güenza y sin gloria con toda la lealtad hacia la niña aquella

que tuvo

quince años una vez

esa niña indomable que supo contener el r espeto a sí misma

salvarlo de los fuegos y de las multitudes

a pesar de todo eso

me mir o en el espejo y me veo vieja

y eso no puede ser

sé que no puede ser

Me tenía el patriar cado una trampa guar dada

quizá sea la más grande la de más dentelladas

T oda esta lucha lar ga y vertebrada por más de mil mujer es a mi lado

todo el amor guar dado y este fier o pr esente por años codiciado

para que ahora

en un simple vistazo en el espejo

en un r eflejo triste en la pantalla

quiera esconder mi cuerpo y mi alegría

todo lo que he sudado y he besado

la risa desmadrada de mis noches

el esfuerzo titánico del día

la vida entera toda que he vivido

convertida en desidia

No puede ser , me digo

Mujer , mira hacia el fr ente

no puede ser

No seas la enemiga encerrada en un cuerpo que se agrieta

per o que sirve aún para la lidia

122
Y o me quier o quer er en la agonía

yo me quier o quer er como me quise

simplemente por ser y por el viento

Y o me quier o quer er como esos días en los que puesta en pie de la

ceniza

elegí caminar

quier o la fuerza que dentr o de mi vientr e desmor ona las horas más

mar chitas

quier o vivir sin miedo a las arrugas sin ácido hialur ónico sin pena

por mi pelo

que cae en desbandada los ojos achicados y el labio que pier de su

dibujo

quier o vivir sin temor a las canas sin temor a la carne despr endida

del músculo

quier o vivir sin susto por la herida que abr e en dos mi costado y me

hace pr esa

fácil del quiste y de la envidia

Quier or econocerme en este cuerpo que ha atravesado los mur os

invisibles

Quier or eír después de veinte años cuando pasen los cielos por mi

lado quier o

r eír con la boca sin dientes si hace falta y la lengua r ota y

despavorida

Quier o ladrar quier o quitarme el sueño quier o sentir que toda esta

miseria

luminosa no es una despedida

Es simplemente el riesgo de estar viva.

ara oreno

L M

124
mucho
entiendo»,
tiempo,
miedo
da
«Me
porque
loel noconfesaba
la

pintora
escritora
y Leonora
Carrington
entrevista
una
en
noven
susa 

.saincuensoc us y mepoit le domei da me nméabit mí A .sñoa sdo y at

controlar
miedo
cabeza,
no
da
perder
cuerpo,
Melami
odepender
de

los demás, ser un estorbo, estar sola o, peor aún, sentirme sola rodea 

imvipues
eneelyegihe
do no que la imaport
mea,no quegentede da 

ta por mis dependencias. Llegados al punto en que la carne huele a

descomposición,
hombres
mujeres
y somos
iguales
laojos
deante
los

sociedad,unestorbo.
Cuando
juventud
joven,
eres
laparece
lejos
infinita.
tan
vejez
está
La

muerla dereírte
fácil
tocarán.
Esnunca
tededos
sussientes
queque 

t e c u a n d o t e q u e d a t o d a l a v i d a p o r d e l a n t e . H a s t a q u e u n d í a c a m b i a n

tornas
delante
por
lasy solo
senderos
ves cortados
árboles
por caídos

hay
yrestosdeunincendioquehavuelto
tierra
la infértil.

Sabes
que
día
aún
lounpermanece
fresco
acabará
marchitándo 

se,perohoyllevounhacha,lasujetoconestamanoqueyanoestan

joven y que ahora tiene más fuerza. V oy a sobreponerme al miedo a

mis propias tinieblas y a abrirme un nuevo camino. V oy a existir en

conuna,haysabiendo
solo
vida
que
estavivir aedades,
voy
mis
todas

todo
que
loesoconllevaparabien
para
y mal.Esunapromesa.
«Es
junio.
Me
canso
de
ser
valiente».

nne exton

A S

Durante
mucho
tiempo
estuve
abriéndome
maleza
sincamino
laentre

mirar atrás. A cada tropiezo, me levantaba llenándome las rodillas y

postillas
manos
palmas
de
las
cicatrizaban
que
las
de dejando
mal,la

carneblanda
espera
laa desangrarencualquiermomento.

Amímehabíanenseñadoqueasíteníaqueser:mirarsiemprehacia

delante,nuncahaciaatrás.

Pero,
antes
después,
o llega
otro
golpe
que
hace
que
cuerpo
el colap 

temía
abren,
y se soldeldesinfectamos
luzheridas
noLas
que
lase.a

que todos aquellos monstruos que creía haber vencido saliesen de

dentro
secolocaran
y frente mí.
a

Entonce podía
noya s avanzar me , aterraba caerme , s sentía
elque ue 

lotirabademíyquealgomeahogaba.Perdíalasfuerzasymeasus 

levantarmae, volver de capaz ser no taba aplastada quemiedoslos por

se habían multiplicado como avispas en su nido de barro bajo tierra

esperandoparasalir .

134
Pequeñas embestidas

T odo está bien, todo está bien.

Puedo soportar otra pequeña embestida

como la de ayer ,

aún puedo aguantar muchas más.

Estos pequeños embates de la vida no acabarán conmigo.

Otra cosa difer ente es que cr ezca en mí la mezquindad,

que se instale en mí la amar gura de los desafortunados,

de los que cr een que se mer ecen algo mejor .

Per o, madr e, duerme tranquila,

por que esto no me va a matar .

Esta última pequeña embestida

no me va a matar .

Puedo ser cabal, he de ser cabal.

No demasiado, lo justo para sobr ellevar

con elegancia las hostias que me puedan dar .

Para llevar con humor este antr o en el que manda el diner o.

Para vivir con amor , aunque este no sea del todo sincer o.

T ú nunca serás Françoise Har dy (lo sé).

Y tú, mi amor , nunca serás Alain Delon.

Per o una cosa es segura,

nuestra piel es ahora más dura,

más clara nuestra intención.

T odo está bien,

al menos en esta canción.

ulsa

136
En
general,
todo
iba
bien;
mejor
que
bien,
nunca
soñé
estar
así.
Pero

cada vez eran más frecuentes las ganas de tirarme al suelo y abando 

narme. No es que quisiera dejar de existir . De hecho, lo que más

miedo
me
daba
era
desaparecer
algún
día.
Pero
las
fuerzas
repen
de 

seagotaban
te gravedad
lay de
tierra
la mellamaba
gritos.
a

Entonces me acordé de la película El marido de la peluquera , y de

Mathilde,quedecideterminarconsuvidacuandolotienetodopara

perdereramiemayor
do compr
mi endílo: fin por Y nada.perderno así

l q o ue et ní a c , re e q r ue m f e al al r aí l n as f ue rz as pa r s a o po rt ar l s a gi u ei n 

te embestida. Pero ese nuevo miedo me estaba paralizando, así que

decidítirardeélysacarlofuera,yjuntoaélsalieronelsíndromede

laimpostora,elfantasmadelaculpa,lanecesidaddenodefraudara

nadie,denoperder
control,
el incapacidad
la dedecir«no».

Un d ía s e lo co nté a mis a mi ga s. Es táb am os p as ean do po r el c en tro d e

la ciudad y la calle estaba llena de gente. Les confesé que no podía

parar
pedía
cuerpo
meel que
más, volver
miedo
nodabamequepero ,

levantarme.
a

—Pues si es lo que te pide el cuerpo, tírate al suelo —dijeron—.

V enga,nostiramostodas.

Sevaoinmlseítomenqotunedoseajmcoaseboasrtf.le

Avoidlesabeqruenoeastbaspole,aortmbéinunocsvíarifl:

,sadarmi sase a sadadni lb , í l la sar toson y ,nabaet ros son euq sanosrep ed

a als psairs, a als pesadls.i Al arot, dos de aels me deiorn al mano

ami una que enetndí y abira»— eást ya —«Melvarneíta,mr e par 

vovlí No movedzais.aernas als de escapar par etndia ainla una es ga

arimt seauleolnpúbcpiole,tmorsíadélecósindeatripai.

Necesitaba
pasear
bosque
serena
eltenebroso
por
mente,
mireco
de 

aquellas
algunas
cajitas
cerradas,
punta,
abrir
delasapuntaderrerlo

que me sentí con fuerzas y ganas de abrir , para así entenderme y

avanzar miedos, ols dedeshapocedrneomsosno quecomprendeParra .

sobrevivirparnecesa itamoslos que ellos. conconvipodemos


vir que y ,

138
– A la enfermedad.

– A la muerte.

– A volar .

– A volver sola a casa.

– Al fascismo.

– A hacer el ridículo, a hablar más de la cuenta.

– A ser esa persona que me cae tan mal.

– A las arañas.

– A las guerras.

– A la sangre que proviene de las heridas.

– A la soledad.

– A no volver a estar sola.

– A no emocionarme con las pequeñas cosas.

– A ser madre.

– A no ser madre.

– A ser mala madre.

– A cometer los mismos errores.

– A no tener el control de las cosas.

– A la locura.

– A no ser consciente de que soy mala persona.

– A perderlo todo, a no poder sostenerme o, lo que es peor , no poder

sostener a mi hijo.

A–conduciriraen
ycocheencarreterasalbordedeunacantilado.

– A dejar de ser yo por satisfacer a otras personas (sobre todo a la

pareja).

– A no poder salir huyendo, ahora que hay cosas que serán para

siempre y siempre es mucho tiempo.

– A ser vieja...

141
Hubo
pensaba
que
época
una
tendría
en
pocos
treinta
con
ya
que
aly

menos
bueno
hijos;
tengan
dos
que
eshermanos. cinco
treinta
losy A

cerraría el chiringuito. Luego me amplié el plazo hasta los cuarenta.

No
más
allá,
de
ninguna
manera.
Creía
que
era
egoísta
ser
madre
tan

diferencia
lamismos
energía
losson
gene
ylatarde:
no
cuerpo
«Ely 

racionalesenorme»,medecía.

Pero hace mucho que eso quedó atrás, cuando comprendí que a las

mujeres se nos ha impuesto lo que llamamos «el instinto maternal»,

durant
bastamadres,
nye qui
sertoedas
rennotienen,lotodasno que 

unacomovivía lo cuarent
añoscon
siqauieNiraquise.no yotiempote

certeza. Solo sabía que hubo un tiempo en que lo deseé con fuerza y

otro en el que abracé con intensidad mi independencia, cuando un

bebénoteníalugar
sentido.
ni

Con cuarenta años ya cumplidos, el fiel de la balanza desequilibró


se

al fin y pensé que tenía que intentarlo, pese a haber sobrepasado el

cuentadessaldbiríaen,iba toautdohabí
oimSipuest
ameque
o. límite

concuarenta
uno,
y pero¿quéeraunañomás
unaño
omenos?

Una parte de mí creía que ya era vieja, los escasos óvulos que me

quedaban debían de estar marchitos. Mi útero no tendría las fuerzas

ni la g s ana d s e ret ene u r e n mbr ión dur ant n e uev e mes es. A mi al rede 

dor some se gestpérotaecinidoiedestnalndo


asconoci
aebasgentdae , 

tratamientos
atía fertilidad
de porquehabían
esperado
demasiado.

T antas
mujeres
mundo
elenque
llevan
años
llorando
porque
pue
no 

den quedarse embarazadas, recibiendo tratamientos durísimos para

conseguirlo y sin ninguna garantía de lograrlo… Y o había esperado

mucho,
tomé
y decisión
la llenadedudas.

sin
Yembargo,ahíestaban:lasdosrayitasazules.

149
remordimiento

De r emor der y -miento .

1.m. Inquietud,pesarinternoquequedadespuésderealizarloquese

considera una mala acción.

V« d sonu etnarud euq seluza sat iyar sDo .aí teper me ,»erdma res a yo í a s

alegría
se laPeromí.para
nuevafelicidad
erauna
quellenaron
deme

esfumó
embrión
pronto,
lugar
unendeyparecía
vientre
que
miestu

vieraengendrandounagujeronegroque
tragaría
selo todo.

«¿Qué has hecho?», me susurraba una y otra vez aquella voz dentro

d ndeacis ¿Qué a.er como y alt abguts et davi al «Si cabez. mi de e

desSiecmpr
onociedloo? detenebrbososoque el en vez otraadentrarte

puedes hacer algo para cambiarlo, ya lo has hecho antes», me acon

sejaba el miedo. Pero ¿acaso no era precisamente este el cambio?

Claroque
era.
lo

Eraunnuevomiedo,
revolución
lanoa queestabacomenzandoden

tro de mi cuerpo, sino al hecho de no poder retractarme ya nunca de

esa decisión inamovible y con consecuencias de por vida. Llevaba

años
buscando
controlarlo
todo,
llevar
riendas
las existencia,
mi
de y

ahoratemíaperder
control.
el ¿Y nunca
si recuperaba?
lo

T enía hasta la semana doce. Había tiempo para valorarlo. Igual iba

Y nada.decitodcaba
ir me no y mal mayorera a sufhabi
rir tumuy
al era ,

un aborto espontáneo. ¿Cómo podía estar deseando algo así? Seguro

quesabíaunque
pensado,
ahaberloarderepentmeiríaperdía lo si que

pormislabios
que
elhablabaera
pánico.
el

«T mostraré
e miedo
el un
en
puñado
polvo»,
de dice
T Eliot
S..en La

tierra baldía . Y o podría mostrarlo en un puñado de células que aún

medían menos que una cabeza de martillo y ya golpeaban como un

arietemimundo,reventandomuros.

150
A diario escucho a mujeres y a amigas a las que admiro que han de 

cidido ponerse en el centro; yo he estado ahí hasta hace muy poco,

apostandopormímisma,porcuidarmeyvivirmividaporyparamí.

embargo,
Sinrayitas
dos
esas
azules
marcaron
nueva
una
frontera:
de

hacían
me
repente
gracia
nobromas
sus
yaparejas
deacabadas,
ago 

tadasdesdeque
bebé
el llegó
sus
avidasparademolerlotodo.

«T u vida va a cambiar», me repetían sin cesar por todos lados. Y yo

oía: «T u vidase vaa acabar». Perolo habíapensadomuchoy estaba

dispuesta
esa
atransformación.
mejor
loA preferíapasartiempocon

e l s e r q u e s e e s t a b a f o r m a n d o d e n t r o d e m í e n l u g a r d e i r m e d e c a ñ a s .

No necesito salir todos los fines de semana y , siendo sincera, no ne 

cesitotantosmomentos«libres».

B u s q u é u n a s e ñ a l s o b r e l a s b o n d a d e s y l a s m a r a v i l l a s d e l a m a t e r n i d a d ,

pero
con
no
diella.
T odo
que
loleía
eran
posts
de
las
madres
de
aho 

sueño,
soledad,
incom
pasaba?
de
activistas,
Falta
leslas
¿quéde ra, 

prensión
pezones
y agrietadosquesupuransangre.Reclamanhablar

del
tema
sin
filtros
para
que
las
futuras
valientes
no
nos
topemos
con

una
realidad
advirtieron.
ellas
lesnoque
a ladetuviera
que
yoesNo

idealizada la experiencia, he visto de cerca a mis amigas o a mi her 

mana, que dieron el paso hace tal vez demasiado tiempo como para

t e n e r un re cu e r d o r e a l . ¿ P o r q ué d e r e pe n t e t o d o p a r e c í a t a n h o r ri b l e ?

¿Dónde estaba la belleza del proceso? ¿Por qué solo oía hablar del

sufrimiento que me esperaba? Desde la ignorancia viviría al menos

unembarazofeliz,noveíalanecesidaddeestaramargadaantes,du 

rante
después.
y

voz su y pecho, mi de arlededorrifmeza con brazos sus aujsót miedo El

«T conev:it oatelr us con usavement envdiol uef me acesr e

él?por».tiprraresabiacialadver
pvasme aeicndas,
«Y
¿tioe»,tía.

mínuest
avoces
devení
rasfain necesar
alque
tanuevo
rnelEse
aiot

prherme
ofíuandamente.

153
demasi
ami
abrumadas
aadas
vigpor
asstsoloHeeasust
dad.
laMeaba

el peso de esa criatura que vive prendida de su pecho y las aísla del

resto.Comoun
sihijofueseunaastilladenuestramadera,dispuesta

dispara
tanci
cuñaardemodopresi
a oynarnuest
pielpenet
enra raar 

nosdelmundo.T ambiéndesupadre.

nunoc ;ehconaleddatmineadrobsedyalosmreitnesabtsuaMe

nocmac,aalneodmriodonuBry ,odnarolloohceplaodarmaraébe 

odicnev moco sotnat sorto ed euq sol somreirp sñoa necnetrep a al

A ?ose mí a rasap a abi Me¿ .erdma aínet on euq ed set rap sadot rop sosiv

m.omnte le esagell ndouac aíraretne me ay euq y adn ed aedi in

Me asustaba no saber protegerme; no saber protegerlo o protegerla.

Me asustaba convertirme en faro de nadie, sin saber si mi luz sería

capazdeatravesarlassombras,
además
y hacerlosola.
Cuandodabavozamimiedo,medecíanquenomepreocupase,que

iba a ser una buena madre, pero lo que yo quería escuchar era: «No

preocupes,
te vas
ser
afeliz».

Faltaban
semanas
dos
poder
abortar
para cuerpo
estaba
Mi
cambian
. 

imparperaceptaúniblebarriga, mi y dentrocrecíanegroagujero el do,

los demás, comenzaba a abultarse. Y a medía tres centímetros, tenía

corazón.
conmovería
Pensaba
sudeditos,
me
latido
de
escuché
queel

Quedó
decidido,
mío.era yaque
sentíasí,
fuese
aunque
pero,
nomás,

dichoso
tirar
elpor
aiba
meprecipicio.
dejarme
aIballevar quizá
la,

caídanofuesetanmala.

Y en ese momento, casi por arte de magia, llegaron las palabras que

había dejado de buscar: «V as a ser feliz». Y sentí que de verdad se

abríaunnuevosendero.
Il Futuro è Donna

Será ver de o será marr ón,

será del color del cielo en verano.

Será fría o de esas que cuando las ves

sientes un inmenso calor .

¿Cómo será tu mirada?

¿Cómo será tu corazón?

Construida en mi mente aburrida,

no pude pedirte permiso.

Esper o que me per dones si algún día

no quier es pisar más el mundo.

¿Cómo será tu mirada?

¿Cómo será tu corazón?

Dirás que soy esto y lo otr o

cuando cuide demasiado de ti,

te aver gonzarás de mí

cuando me veas bailar .

Si me pides algún consejo,

me ver é obligada a exhortar:

no hagas caso a tu madr e,

ella nunca supo cómo atinar .

Serás fuerte y valiente.

Serás fuerte y valiente.

Cada vez, cada vez, cada vez,

cada vez, cada vez, cada vez

que pienso en ti

soy feliz.

ulsa

157
T odos
los
miedos
regresan
revuelven
sey ahora que
espero
te mi
ti,a

pequeñobebéuniverso,miniñosinnombre.

llenen
guerras,
acaben
las
seseQue
sano.
Quiero
nazcas
fuerte
que
y

paramej
mundo
orunnatquiporque
ueralroleaza,respetese y ríos los

ti.Unmundoen
que
elpuedasrespirar
nomande
y dinero.
el

que lo depesoel cargas


conya nacido
y hasNolibre.
seas
Quiero
que

demás
los proyectamos
veces
sobre
Aalgo
ti.es
tan
ridículo
como
en

qué día y mes nacerás, tratan de atarte a la argolla de las estrellas y

sus
dibujos
cielo.
elenY creo
nosino,
un
en
o soy
todos
ninguno
y de

pequeño
universo,
cami
destino,
horóscopos.
bebé
mihay
losNo 

nosquevaseligiendoyotrosqueaveceseligenporti.Caminosque

se retuercen, por los que te pierdes y en los que te encuentras. For 

m a r á n p a r t e d e t u p r o p i o b o s q u e t e n e b r o s o , p e r o e n t o d o b o s q u e s i e m 

prehayclaros.

Me molesta la carga de las etiquetas. Que me pregunten tu sexo y al

responder
lleguen
sentencias,
las comosolo
unos
sigenitales
defi
te 

nieran, como si la identidad viajase encerrada entre las piernas y te

anclase a un grupo del que no podrás escapar . Y o tampoco lo hago

sé. lo bien, Quiero conromper todo peso el del patriarcado, quiero que

seasfeminista,queseaslibre,peroquizáenesaansia

de libertad esté construyendo otra pequeña

cárcel para ti llena de expectativas

queno
dejen
te sersinmás.
A veces recuerdo a esa niña  pelícano que fui hace mucho tiempo.

camintarás
ú pregunt
si meo y ella, ser mal tanestuvono que séAhora

salir
hacetepero
difícil,
Puede
ser
contracorriente,
yo.hice
a locomo

norma.
muchas
norma
que
Una
veces
sela supone
esque
sequelo de

te que erróneas
y idconst
eassobreruye estacajncas,asdedentmet
roe

pequeñas, que una vez dentro te impiden crecer . Aunque también

imaginar
juego
ahubiera
cómo
habría
vida
simenos
tenido
mi
sido
al

ellas,
una
deen
porque
pie
unque
nos
rodea
todo
loquiere
que
crea 

mosque
felicidad
la estáahí.

Quieroqueseasbueno
que
y seasfeliz,quenotehagandaño
noyse

demás.
loshagas
Quiero
alodemasiado
para
persona
unano
aún
que

hallegado
mundo.
al

unonombrart
cada
cómo
Porque
consé enombre
.porque
notienesNo

que elijo te imagino de una forma o de otra, y no quiero imaginarte.

Quiero conocerte. Quiero sorprenderme, quiero que tú me digas tu

nombre.Quieroqueseas
sin
túmás.

Quiero proveerte de todo lo que necesites y me aterra quedarme sin

nada para ti, porque un día yo me quedé sin nada, o con casi nada.

Pero eso no es verdad: me quedécon lo mejor ,una madrey una her 

también
quesélo y ti,para
todo
serélo yofueron
todo.
Ylomana
que

encont
mucho
costraradoha me quepadre un esporqpadr
ue e, tu será .

Él es capaz de adentrarse en mi bosque tenebroso y cogerme de la

mano.

T ú,mipequeñoniñosinnombre,eresloquemásmiedomeda,pero

también el que me hace sentir que podré con todo. El que me hace

mirar miedos
misacon ternura
desde este
brillante claro bosque.
del

160
Par ece que al fin aquí hay un clar o

dentr o del bosque tenebr oso de mi mente.

¡Mira qué luminoso!

T an lejos del tormento…

V en, siéntate junto a mí,

aquí no tendrás miedo,

verás como te encanta.

Y o siempr e vengo aquí

aunque a veces me pier do

cuando ando despistada.


Este es el lugar

donde nace la belleza,

donde puedo estar tranquila.

No tengo otr o lugar

que sea más divino.

Saca unos bocadillos

y disfrutemos desde aquí

de la puesta de sol.

orena l v arez

L Á
Loquetienesentrelasmanosyqueahoraesunlibrocomenzócomo

uncúmulodeimágenesqueveníanamicabeza.Llegaronenunmo 

mento en que me sentía feliz pero muy cansada, y sin saber muy bien

dónde
parar
airían
esos
adibujos,
sabía
que
tenía
que
hacerlos.
Em 

pintarapecé necesitaba.
futuro,
loorganizar
unQuizá
podría,
con
,en

ellosunaexposición.

miLola,fueellas
personas.
varias
deimágenes
enseñé
estas
Una
aLe

editora,quienmeanimó
ponerles
a palabras.

Lanarraciónquemepedíanaquellasrepresentacionesseplasmóen

un primer momento enformade cómic, donde aparecieron unosper 

s on a je s y t o m ó fo r ma un a h is t or i a qu e m e zc l ab a l a fi c c ió n c o n al g un o s

demissentimientos
demis
ymiedos.

partaiempo
requerque
ía libro untransfestenorambaandoseAquello

p od e r c om p re n de r , qu e m e ay u d ar a a c om p r en d e rm e . Pa s ó un a p an de 

mia por medio y se colaron Marilyn y Malas mujer es .T ranscurrió un

año de terapia durante el cual atravesé el bosque tenebroso de mi

priviluna
egiasoyque Sé ojos. los amiedoal mirar aaprendíymente 

rpmierti pdoi habméroel por da hoy de adí a m,aelnt udasl al pqorue , ,

mis porqueprvielgaida una soy que sé Y pendienasetgi.nautra una es

miedossonlosdeunamujerblancadeclasetrabajadora,alaquela

poqui
arunrhaosolperlatoveces
do,lao. avida

V iví un embarazo y un posparto, que lo ralentizó todo e incluso lo

miedos,
pero
misliberado
dehamaternidad
melanomí adetuvo.
No,

todo
elegí
serlo
conyo serlo,
ycaminos:
había
nosolo
dos
madre
oser

que
loconllevase.

165
Conlamaternidad,muchosdelosmiedossehanremovido,hanapa 

recido algunosque no sabía que existían pero que estabanahí, y han

llegado otros nuevos. Otros más, de los que sí era consciente, ahora

meparecenridículos,insignificantes.Peroesaesotrahistoria.

166
Referencias

delostextoscitados

P . 8 Lo re na Á lv are z, «El bo squ e te ne bro so NavonBaa,rceolnaAbe


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p.

trimonio y la separación , trad. de Catalina

P . 157 T ulsa, «Il Futuro è Donna», 1 de


As
Mart
Muñoz,
Barcel
delíLinezborosna, 

teroide,
2020. diciembre
de
1962.

P 601 . , »s o j i h ni s r e j uM« , ht a lP a i v l yS Dime PP . 162-163 bosque«ElÁlvLor


arez,ena

mi nombr e. Poesía completa. 1956-1963,


tenebroso
de
mi
mente».

167
Este libro

se terminó de imprimir

en septiembre de 2024
idnemruzaAer©E
Hes Marí adroutsli en óitcornvi es 1982) adoópnc,i de anlesvi( a

a la edad de seis años. Ella aún no lo sabía, pero su profesora y su

E de uosdeti us acbar asrt depsué,s años buenos Unos .ís mader d u 

cación Especial, agarró los lápices y se lanzó a la piscina de la ilus 

t r a c i ó n d e m a n e r a p r o f e s i o n a l . H a t r a b a j a d o p a r a d i s t i n t a s e d i t o r i a l e s ,

revistas y marcas comerciales, y su obra ha sido exhibida en varias

exposiciones.
T fenómeno
elras
editorial
primer
supuso
que
álbum
su

ilustrado, F r i d aK a h l o .U n ab i o g r a f í a ( L u m e n ,2 0 1 6 ,2 0 2 4 ) ,t r a d u 

c i Fundaci
Naci
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Juvenil
Libro
Brasil,
Infantil
del
Lumen
publicado
denal
yha Bowie.

U n a b i o g r a f í a ( 2 0 1 8 ) , E l p l a c e r ( 2 0 1 9 ) , M a r i l y n . U n a b i o g r a f í a ( 2 0 2 0 ) ,

Masl mreuj se 20(2) y El mdeoi 20(2.4) Su obar áets epsnrt en d i e 

cinueve países y en 2021 recibió el Cosmopolitan Influencer A ward

en
categoría
la deArte.
P r mi era dicói sn: ep t eim b r 2024
dee

2024,
©M a r í Ha es s e

2024,
©P en guiRn a n do m
H o u s Ge r u p Eo di t o r i a l UA.S. , .

T ra v es s Gdeera ràci 47-08021


a4,9.B a r ce ol n a

«E bl os q tue en e b r os m
mideo en t elte»: Ldera o r en Áa l va r e Bz a r r er o C©, o p y r gi h bt y W a r n Cer h a p p e l Ml u Ssci p a /ni

E l V o cl á Mn ú sci 1999,
©Aa; dr einn Re ci ph, o lr cia t Adea dr einn Re ci 1981,
©Lh; ni d Ga ra Sy ext o Lyn o r ni Cg o n a n t,

J r a ,. l b ace a ts es t a m en t a r i a Ades nn Se ext o pn, o lr a cis t a Ades nn Se ext o 2020,


©Mn; y r i a m
P zia r ni pk, o lr cia t dea

A elj a n Pdra zia r ni 1996,


©k; T es Gas l l a gh er p, o lr cia t Rdea a y m o n Cd a r v er «R; o m a n ldece ha uid elta»: Ldera o r en a

Á l va r e Bz a r r er o C©, o p y r gih bt y W a r n Cer h a p p e l Ml u Ssci p a E/ni l V o cl á Mn ú sci 2012,


©Ra; ac h e Cl u s uk, t i zilado

co an u t o r ziacói 
den e W yl ei A g en c y ( R eni o U nido) L mi i t e d , p o r l a c i t a d e R ac h e l C u s k; ©  e E s t a t e o f S y l v i a

P l a t 2022.h, T o deodos
lrs e c h ros es er vapdos, o lr cia t Sdea y l v i Pa l a t 2015,
©Ph; ei d Bad o nn et pt, o lr cia t a

Pde ei d Bad o nn et L©t; a Mra o r en o p, o lr cia t Ldea a Mra o r en F«Ilo; u t ur Dèo o nn elta»: Mdera ri Ien za,

© T «Pulseaq;ueeñmasbeMides©edtilraIzesa»n,: T ulsa.

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Diarajíse (CenEstropañol

DederechReosprogrhtácfitpo/:sw, ww.cedneroces.ipsrtaigo)ducaglfrúnarigmeobresdentato.

ISBN:
978-84-264- 2558-4

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