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Rescoldos Humanos Sin Editar Segunda Prueba No Diagramada

El poemario de Paula S. Lazo explora la poesía como un acto de amor y responsabilidad, reflejando la lucha emocional y la marginalidad en la vida cotidiana. A través de versos que abordan la ausencia, el duelo y la crítica social, la autora invita a la reflexión sobre la vida y la muerte, así como la identidad y la memoria en un contexto chileno. El texto se presenta como un homenaje a quienes han partido, fusionando lo personal con lo colectivo en un lenguaje visceral y evocador.

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Rescoldos Humanos Sin Editar Segunda Prueba No Diagramada

El poemario de Paula S. Lazo explora la poesía como un acto de amor y responsabilidad, reflejando la lucha emocional y la marginalidad en la vida cotidiana. A través de versos que abordan la ausencia, el duelo y la crítica social, la autora invita a la reflexión sobre la vida y la muerte, así como la identidad y la memoria en un contexto chileno. El texto se presenta como un homenaje a quienes han partido, fusionando lo personal con lo colectivo en un lenguaje visceral y evocador.

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Paula S.

Lazo
1
Un poemario sin editar (aún)

2
NOTA LIMINAR

Ningún derecho reservado. La poesía le pertenece a quien la quiera usar con


responsabilidad y amor. Respete el trabajo realizado que nace desde la dura proeza
de enfrentar lo cotidiano y que funciona como una necesidad y no como un
proyecto planificado. Cualquier reproducción en cualquier formato sigue siendo un
bello homenaje para quienes está dedicado este libro de principio a fin. El silencio
de quienes deciden abandonar la vida por cuenta propia es lo que habita este texto:
abrácelo. Tal vez traerá respuestas o más despedidas. Esto no quiere ser un epitafio
pretencioso o una larga elegía de la vieja usanza, sino una fotografía de muchos
velorios simultáneos y la llama de muchas hogueras prendidas en los bosques.
Estos versos se dejaron caer a la tierra con el único fin de decir adiós o de finalizar
algo inconcluso, nada de lo que aquí está desangrado tiene relación con una
apología a la muerte, sino como una contemplación desde la emoción contenida y
la maginalidad en que vivimos cada uno de nuestros duelos y nuestros deseos de
valentía.

La autora
Luna creciente, febrero 2019

3
En la memoria de la naturaleza salvaje que retorna a la vida aun sobre la ceniza o el asfalto
de las ciudades, aun cuando lo humano encuentra su fin.

Con eterno amor a la libertad de


Rocío, Carlos y Elías.

4
Me duele justo ahí donde no tengo terminales nerviosos. Justo, justo en esa parte
de la cama donde el hueco de tu ausencia ha hecho una grieta que pronto será un
abismo.

5
Doula del fracaso

Quisiera tomar entre las manos


el suspiro que emerge
desde el plexo de tu rabia
y a tu anhelo silencioso
como un final de un rito,
arrastrarlo por mi sendero
haciendo trenzas con el hilo de tu luz,
deshaciendo las amarras de la orilla
y ver a flote tu semblante
en una mar de saliva amazónica
donde arriban los ríos-serpiente
con sus brazos bifurcados
homólogo de tu cause intravenoso.

6
Primavera

Extenso llano de sombra


lleno en viento de nortes, abismos
tanta tierra tienes bajo el pie
caído hacia el delirio triste
de andar de rabia en rabia
fabricando madrigueras de imposibles
y perdiendo tantas cosas intentando
el olor a desagüe se vuelve tierno
pero ablanda los buenos modos
y se crecen las tuyas ganas de caer
muerto

Actúas como si no supieras,


pero creo verte soslayar un pulso
con tu parpado furtivo
que posa en mí sus tiernos dedos
como si pudiera tocar algo
hace ya más del tiempo que cuentan
siete calendarios llenos.

¿Habrá séptimo día?


¿Siete jinetes de larga capa?
¿Siete susurros de madrugada?
¿Siete condones sin usar?

Extenso en todo y palabra tengo


con lo que anhelo me pongo en duda
y de lo que tengo disfruto todo.

7
Malentendido

No nos durará para toda la muerte


tan solo le abrirá rasgos a la corteza
para hacer puertas en un mañío
que nadie escuchará cuando lo tumbe
el aire hostil de la ciudad
que se amuralla
Tampoco durará el propio, amor
ni el tuyo
porque no se sabe a qué silicio
otorgó la musculatura del muslo
la monja de tetas tristes
que te rezó la madre nuestra
contó pecados con sangre a golpes
de cruz, rosarios. No sabemos
si es la noche
así que nárrame un secreto pues
no sabremos construir umbrales sin quicio
desquiciados de verde sexo
con las cuncunitas negras
reemplazándonos los vellos anales
y protegidos de mariposas los agujeros
bloqueando el vuelo del ala ajena
hacia la húmeda entraña
que salvaguarda la eternidad
dentro de la Pandora de lo posible
¿Y qué guarda sino
esqueletos pérfidos de la porfía?
¿Tan solo cáscaras de contrabando?
Es ilegal desearte con tanto insecto
pues no nos durará el amor
toda la muerte,
espero.

8
Flor y fenix

Ya no estoy lista para cumplir más años


escarbo en recuerdos de jaulas, sollozo
concreta, seria y distante,
creo que este espacio no era para mí.

No refulgió mi exoesqueleto sin clorofila


flor de papel que del agua escapa
pero chorrea con indecencia mi áspera mano
sin huella digital para que me busques. Estoy
donde siempre esperando la partida de mi
rencor de antiguos besos: abismo tengo,
amor de pájaro. El palomar quedó impecable
limpio y dispuesto a otro pecado que quiera dar;
pero nunca se esfuma el olor a mierda.

Este de aquí no es mi espacio, palomo negro


tampoco guardaste la rayen marchita
en un papel de diario o entre los cuadernos,
mi sitio es la basura, señor con alas.
Mi sitio es o son
los sótanos poblados de guarenes y tu centro
alejado de esta ciudad, en medio del altillo
con tejas cocidas en la calentura de la Palmilla,
Conchalí o Santiago Centro.
Pero no arde Santiago como Roma,
huele a quemado mi pelo y el tuyo:
quizás nunca antes nos juntó la tierra helada
porque suspiros de pájaro negro
me bebían la sangre y el sexo; mi energía agotó la fuente
y a ti ¿Qué otra cosa?

Hoy se va por ese río mi sangre estéril


mi pena angustia y las radiografías
que con palabras hicimos lento
veo en tu mano más cicatrices que en mi memoria.
No me ama nunca

9
joven despierto
porque no quieres de mis espinas
flor de madera.

Crucificada como el recuerdo,


mi pompa fúnebre doy al pasado y a lo que sé
que nos es presente ni futuro, que es fantasía.
Ya no estoy lista para seguir
coleccionando cifras y otros amores,
cumplir más años
porque recuerdo que te quise
y que tú nunca habrías sido
correspondido
como querías
que te quisiera.

Suéltame tordo displicente,


déjame volar sin jaula o atadura
pues preso tengo el espacio aún
para guardar al otro amor más
cerca mío.

Pero mi espacio no este ahora,


me siento ajena a tu espacio y tu vida, turay
el pájaro aún no barre su pluma negra
del templo llano de la inseguridad.
no soy tu historia aunque lo quiera.
No soy tu mundo, amor, no soy.
Pero aún creo en brujerías, los ojos de la abuela
delirante y repetitiva
me dicen que te espere alma de piedra
que por lo blando te parte en tres
uno pa' mi, otro pa' ti
y el resto al mundo que se funda el mío
porque aunque crea que eso es angustia
aquí te espero, creo florecer
como detalles de cactus de aire
que de repente asoman su aliento rosado

10
que corta el blanco filo de una espina
hacia el principio de su raíz.

11
Nombre de profeta

Está que se muere


no sabe
no sabe el idioma
ni escupe la rabia
mordisco a mordisco
maneja su ritmo
la micro, la nave
¿Te acuerdas?
no vieja en el tiempo
sufre las horas
te pienso
un segundo

En suspiros trepado
a los cercos
de mis tiestos los lirios
reposan e tu madera
es el mundo el que le duele
aunque se río más por dentro
que por fuera
conduce
se endeuda con semen
la carne se estira
la uretra se aprieta
eyacula granos
qué injusta esta tranza
es un trueque con plata

lo veo cansando
es el tiempo su lastre
con ritmo se mueve
se me tambalea el peso de las manos
péndulo. Me da pena
su metrónomo macabro
con las venas abiertas

12
y los pies en punta
(a cincuenta centímetros del suelo)

No sabe otro lenguaje, no habla


el idioma de los suicidas
sabe de silencios y cartas
pero todo mensaje
lo guarda la policía primero.

13
Chile país de milicos

la culpa es tuya parirme


aquí
no veo poetas por estas calles,
me sopla el soplo tanto fumar
¡Qué tanto!
Si en penetrarme tarda solo trece años
cualesquiera
y en darme el cría
-que casi paro a los diez y seis-
me buscan de oro, "la mina rica"
pero solo hayan Lota: Carbón y estambre.

Alambre púas, parir


no quiero,
pero al servicio de freír la patria
con más chiquillos revoloteados
haciendo fila a comer completos
hot-dog de palos;
mascamos lauchas y el almacén cerrado.
Estalactitas de esmegma hostil
cuelgan de mis trompas
jóvenes en sangre.

Quieren que mi péndulo de la placenta


sea sórdido listado de apellidos
dispuestos a darle valor al fuego
dejando afuera a la Ñuke Mapu
¡Feley!
Se extigue el fuego. Que ardan ellos.

Porque estos hios coagulados


pasarán horas; días en un estadio
vendiendo el alma a un par de puchos
y alentarán el suelo a patadas
quizás a dónde quede uno de estos
hinchas hinchados de terruño pobla'o -

14
Chile país de poetas -le dicen-
pero yo veo al país de milicos
y muchedumbres: mall, comercio
ilegal, trasporte público,
vigilancia de circuito cerrado
con el ojo puesto en la prole-pueblo
aproblemada de matemáticas
la pobreza
al filo del desbanque
y tantos dictados, citadas cátedras:
La dictadura.

Entre tanto fusil cargado


se mete adentro de los ombligos
poblaciones en cholwan, maderas
y el SAPU y el COSAM
y sonríen tras la fosa
porque se ríen del que es pobre
y tienen en sus fichas
los nombres de todos los hijos
que les toca soltar en los peladeros
desbarrancadas.

La pasta base será la base de mis silencios


pues me destierro a desaprender
cómo he nacido la patria
para ser madre.

15
La Taxidermia

Invertebrada estoy como el silencio


tan invertebrada como suspiro
tan invertebrada -inquiebrantable- como los gritos de-
sesperados. Tan
invertebrada como la versa
en esta métrica mentira
el enredo.
Invertebrada como esos viajes
como promesa
invertebrada como una piedra a la policía
tan invertebrada como las larvas en la entropía
tan invertebrada como escara-bajos
que se alimenta de las migajas de mi razón
tan invertebrada como mis ganas
de hablar y no llamar nunca
tan invertebrada como las muestras
de orina y sangre
como gargajos
como un saludo con la cabeza
invertebrada
como el silbido. Tan
invertebrada como amenazas
de pies y golpes, de palo y lanza
tan invertebrada como montaña sin ríos

16
tan invertebrada como mis ganas
de insistir tanto y no hacer nada.
Invertebrada; como ladrillo
tan invertebrada como tu nombre
queda prendido
con alfileres
a mi entrepierna.
Tan
invertebrada que no me rindo
invertebrada tan como la muerte
del padre ajeno
tan invertebrada como la mesa de los amigos
como el espacio en la muchedumbre
que deja la ausencia del que ha partido
tan invertebrada como las patas de la mesa
de reunión familia
tan invertebrada como un martillo
Invertebrada como la tumba y osario
en que descansan tantos amigos.
Perdona, abuelo, por lo cuidar
como se debe estos mis pulmones.
Perdona, hijo, por no parirte
por más que pueda.
Tan invertebrada como los besos viejos
tan invertebrada como las flores;
tan

17
invertebrada
que si me pisas con tus zapatos
quedo prendida en un mar del suelo
desparramada, abierta de plexo
empero
quedo tan fragmentada
pues mis ventrículos
derecho
izquierdo
se van contigo en la tapilla
invertebrada
de los ojetillos
mudos
de tu calzado.

18
Nacida en marzo

¿Y qué puedo agradecer?


¿Quiero hacerlo?
Quizás si quiero obviar todo conflicto, oye
solo escribo desalmada porque escupiendo
no me sale
tiro, en cambio, gargajos por todo
porque a mi pulmón le causa placer
y porque mi papá lo hacía.

El aprendizaje del silencio.


De todo aprendí, pero en silencio.
De todo lo aprendí mirando
aunque no necesariamente a calibrar taladros
o a encajar un enchufe.
Solo más bien a cantar los poemas
que de rabia no compartimos (porque siente otra)
que de amor no compartimos (porque son pretenciosos)
que de mártires no compartimos (porque él entiende)
Aprendido, pero
entre la flema tibia sudan mis manos
y no me sale agarrar el lápiz para escribir
como se debe. Quiero saber cómo lo hace ella,
como ella sabe.Aún silencio
para seguir a mi madre a la biblioteca
y transito por recuerdos inventados
que me contó ella:
Recuerdo al gato sobre su falda descansando
y entre sus dedos particulares
un libro de esos que siempre he visto.

Escupo, trago: Trago a mi madre


mis tres hermanes
mis dos hermanas
mi solo hermano.

Leyendo tersas sus manos

19
nariz revuelta en párrafos largos
lo hice mirando.
Mirando aprendí como se leen ESCUPITAJOS
porque la e con la s
se lee ES
y yo soy la flor tuya
de tu rama más endeble
mujer de metal y madera.

Liar tabaco, eso es otra cosa


creí verlo, pero alucino mientras
me sale por la boca:
palabra
humo
gargajo
barricada.

Reorganizo todo en la colilla,


es mi padre la voz que sale
y es mi mano la que lanza la primera piedra
cuando en silencio y ruido ambiente
aprendo cómo espantar un paco;
vuelta a papá veo un amigo,
miro hacia atrás y no veo padre.
Sostengo el cigarro y el lápiz
a mi modo de mirar
siento a mis padres
sorteándose el cariño
Una pensando lo que grita
lo que grita el otro, analizando...
Uno que grita y aunque lo piensa
sigue gritando
mientras analiza lo grita
y ambos odial lo que también odio
y a su sistema
y a dónde chucha están los muertos.

Quiero justicia y hoy los entiendo

20
pero lo dijo más su silencio
que es herencia de mirarlos
padre, madre
de verles andar la vida entera en busca de valor
para dar palabras de despedida
a todos los amigos que los dejaron aquí
vivos.

21
Ruphasqa o una manera dramática de arder

Aquí todo huele a incendio


me dice con letra triste digital
y tú, hueles a los mismo, le digo
y yo, que me quemo me quemo
por dentro una flama de espacio
por fuera una lengua de fuego
mientras se me empina el talón
como si me jalasen de una cuerda
tus labios ocultos en la hiedra
-que te calentará la cara, me imagino-
me aterriza, me atisba, me atiza
de una vela que prende el fuego
para mis cigarrillos, cruel castigo
me gusta jugar con fuego,
Lucifer diablo del alma
hermano como en la tierra, ¡ay Turay!
jungla ploma la mía caliente de asfalto
entro al zahuán de fierro
sin temor a que mis zuelas se ponga líquidas
porque aunque hay más Madrid que Victoria
cerca en las calles del papel también arreglan zapatos
el Cielo es mi martirio, conejo demonio
me gotea la luz roja, que se llueve el semáforo

22
aunque lo llevo adentro como tu arenal
y me abraso en el botín juglar
que descorchará para mí el tinto
feliz cumpleaños
¿Dónde pasaremos la noche de este ensueño?
porque a la cruz de Pedro al revés en el cerro
le crecen las ganas de tenerte a mi lado
y le crecen mentiras
y le crecen hongos al glande ordinario
porque le huele igual que a los demás
porque tiene hecha la circuncisión por
salud y no por religión
pero es un secreto, porque es padre primero
porque quiero que le corran piedras por la uretra
la infección le huele igual que a los hombres de barro
y todo en esta casa huele a lo que huelen los hombres con corvo
porque quiero que le corran piedras por la uretra
a todos los que pudiendo parir han huído
menos la María en mi puerta
arrullando al bebé vástago de un suicida
¡Me revientan la escápula contra la tierra!
¡Me revientan el corazón contra la escápula!
¡Me revientan el pulmón con grano!
¡Pero no puedo volar, soy ave de hueso pesado!
Mala palabra, prepucio, la misma mierda

23
soy Laurita, la negra, Vicuña subiendo por el cerro Renca
pero por las calles en subidita de la Quebrá
que solo acumulan mal de amor, mujer discípula
pero eran la multitud, me lapidaron entre dos
porque soy descalza carmela y vendida
y quién te coge -dice en bostezo-
no tocamos fondo -reitera-
y yo me parto por un beso
pero se me están muriendo todos los aliados
si no estamos listos desde hoy guardo silencio
nos vemos en la siguiente fantasía,
mira que el Estado; surrealista y todo lo que quieras
me tiene acorralada, me vigilan gendarmes locos
desde la esquina, diablo
hay ratones y cucarachas
tú me maldices, carajo
¿O quién más está detrás?
Mira que se me muere de pena
pero la lágrima no apaga un incienso
un gato con cáncer, mira
¿Cuándo se va una a esperar?
semejante cosa, me muero
como la puta discípula lapidada
¡Me cobijo en el dolor!
Mira como se me tuesta la piel el ardor

24
abro lo ojos hacia el cielo
tan arriba que blancos se tornan
huelo a lo que huele la cocina
todos los días
todos los días
no tengo pies pero sostengo el mundo
porque la cabeza la pongo erguida
todos los días
todos los días
huelo mal
kissme goodbye, bien gótico
suena en la radio
vómito. cal y la arena
trescientos centímetros y equilibrio
detesto las despedidas como las películas
que te enseñan a ser mujer, esposa
traigo la espera larga, carajo
soy un lastre de lutos porque así la vida quiso
¿Pero no voy a poder quererte cuando mi ceniza te haga el amor?
si lo siento como un martirio estertor
cruda esty, cuéceme habas
me quedo sin cuerda vocal
porque se me colgó un amigo
pero y eso qué importa
te abortaste a ti mismo

25
pero y eso qué importa
te alejas tan lejos
y no vuelves, me dejas
la conchesumadre, qué líquida ampolla
mísmisima mierda, por qué nunca puedo decir lo que digo
y huelo mal,
se me caen uno a uno los dedos
huelo mal
el pelo se crispó con la verguenza
huelo mal
o a lo que huelen las hueseras
o a lo que huele la valentía del tímido
tengo un zaguán y lo odio
quiero lo mío y lo tuyo
quiero un nosotros con tinte a cualquiera
un abrazo al revés que al vientre se aferra
pero no hay más que olor a ceniza mojada
y los bomberos me hastían
porque se cuadran como milicos
porque se cuadran como cuadrados
caja equilátera brutal tu cilindro
métete dentro, carajo, mi espalda
déjame en silencio el cuello
pero me quemo
me poseo en fuego y huelo mal

26
y quiero olor a cuerpo
y quiero olor a talco
y quiero ser aceite y la candela
de mi meñique me lo desploma
y que se me caigan las uñas pero,
y eso qué importa, Turay
serafín del infierno mío
munaykuiki, pero vivo, demonio
por favor
sé mi perro guía a la otra vida
pues mi brazo está tatuado, calcinado como reina
por eso aléjate de esta hoguera, no del agua
cuando viajes trasatlántico sin mis fluidos
cuando de mis espectro no quede más que el sacro
porque se te pueden quemar las pestañas, bonita.

27
Parirás con dolor, Eva

La mentada culpa arrastra


hasta el extremo norponiente
los pies como carentes
de un motor propio, vital
sin éxtasis o droga
cadentes en todo amplio sentido
de palabras encadenadas,
¡Ay la culpa!
Si tan solo fuera cosa de poseerte
y dejarte así como los que nos
la hacen cargar... ¡Ay!
Culposas todas (nosotras) de este grito
apolillado en manifiestos
pro-abortistas del siglo pasado
hundidos
en cuentos largos del 1920
donde se repasa una y otra
y otra y otra vez
esa forma tan gloriosa que tuvo
el Todo Uno de hacernos
abrirnos de piernas para
encauzarnos en el mar de
culpa, por la mierda.
Y aquí, la mentada cábala
de ídolos adornadas
en vudú tradicional, bendecida
como a rastras de mandas de un sicario
acabó por ingresar rauda
en nuestro corazón de plástico
cual ablandada ternura,
como PVC quemado o un LSD pateado:
¿Dará igual cómo fue?
Aquí esta: te la presento...
¡La culpa misma en persona!
Con la forma que tú quieras
Aquí está: te la regalo y...

28
no lo tomes a mal, pero
es ese
el de los clavos entre falanges
te la manda a guardar
-con carisma bendecido-
la culpa, bendita, culpa
en el confesionario de vanidad
métela dentro tuyo, dice,
ya sea en bola china o en rosario...
Y es tuya, es, Eva parida en carne
lo único que tienes
en este paraíso de parásitos.
Propagarla es tu deber:
nunca pierdas la esperanza.

29
Tiene nombre
a Isidora González

Arrastró tu cuerpo
al olvido de él,
amada desconocida,
con toda la alevosía
que contiene
vena y bilis
de su silueta asexuada
que, con desidia masculina
te dio en el lo más profundo
y, doradas penas, escupiste
sangre, compañera,
sangre y las verdades.
Dijistes que ¡No!
y yo lo sé,
yo escucho aún salir
de tu boca a cucharadas
cada negación
y oigo, además, el llanto
de todas ellas, el llanto
que tañe en la noche
como letanías.

Agonía de nuestra
enferma suerte de haber(nos)
dejado ser mujeres. Llanto.
Fuimos partícipes: lo permitimos
así como quieren que seamos...
somos la agonía de ti, mujer, que
libre ahora impatriarcada,
impetuosa Dora
con la crisálida perfecta...
hoy en danzas te llaman aún
la compañeras de de este lado,
en una sola flama
custodiamos tu espectro y... ven

30
Ven ahora.

Oigo el susurro homicida


del delirio y fibra cortada
¡Ay! el crujir de las muelas
en mordazas de lana,
te arrastran. Me retuerzo
en mi cama con dolor y
nauseas.
Carraspeo coágulos,
ambas gritamos:
yo de furia, tú de espanto
en las lunas diferentes
yo sufro, sufro tu dolor.
Me recuesto y aún escucho
lo que el río trajo a cuestas.

Oigo la piedra incrustada,


diviso la rajadura de tu
falda a cuadros,
y vino, vino
vino con ÉL el fuego,
¡Hágase la luz!
y prende, soga trenzada:
tus ojos iluminan esta y otras noches.
Yo, Dora, yo no puedo dormir.
Querida desconocida,
se ha ido otra compañera.

31
Volver a casa

Torno al barrio y vuelvo de nuevo


escucho susurros por mi espalda
y zarandea la muchedumbre
de invertebrados que hacen su fila
hacia el hormiguero lleno de trampas
y ratoneras que se parecen
a los espejos que hemos quebrado.

Mi pies lo aplastan por el camino


de aquesta infancia que perderemos
por los caminos de algún extremo
de punta a punta de esta ciudad en ruinas
a la que pertenezco más de lo que tú
que has caminado la procesión
con pies descalzos, besó a la virgen
y sin quererlo muerdes su cola
siempre regresa, me aprieta fuerte.

Vuelvo y escucho la cicatriz cauterizar


medida cautelar para no hablarte,
bloqueo
mi decadente sulfuro de adolescente
se calma idiota, dice el hastío
y no le creo más que al menguante saldo
que deja la estela de luz en la calle
perro con pulgas siente dolor
y yo quisiera saber qué cosas
traerá mi nombre hasta tus recuerdos
que de curiosa no más me sale
un fantasioso recuerdo tenue
narcisos cálidos, rosas marchitas
de encarcelarme en claustro violeta
y ser de tus sueños un transeúnte

32
tan transitado, tan pasajero
que pierde de cada en tanto su vuelo
y se queda allí,
como varado y
de esquina a esquina recorre todo
con mi perfume, con mis abrazos.

Siempre turistas por la ensenada


quiero saber si algo me piensas,
que si en las rocas ves aún mi rostro,
si en la hojarasca besas mi letra
o si mi codo te trae regalos
cuando se azota a las nubes negras
que te hacen lluvia, tormenta, trueno
en los ojitos de magrebí
que va saliendo de una posada
para entrar tierra derecha
en la tumba tibia de mis pabellones
hechos de paños, sábanas sucias.

Duerme conmigo, duerme


en el suelo si es necesario
tengo noticias para danzarlas
y tú no dices, y tú no dices
en qué terminan los corcoveos
cabeza gacha me voy llorando
sonreír después para traer
a tu arrebol de carretera
pues con talento tradujiste todo
para un Cervantes imaginario
toda la vida de mi locura
y la hiciste libro,
la hiciste tuya
y yo aquí quiero
cederle el reino a lo solitario
porque al volver

33
quisiera estar deshaciéndome en la cobija
contigo luego, corteza noble.

34
Butaca de primera fila

Es el destierro de las flores


diseccionadas por un mal augurio
es el aullido prístino en el encierro
de todo los deformados olores.

Subí a una silla a tambalear el mundo


y al caer encontré mi vertebral columna
dórica trizada
y un cuello partido en un cuarto mercurio
adentro del cajón de la repisa.

Tiento mientras tanto


viaja el clamor del océano
dentro de viejas botellas aquel mosaico
con los colores del rostro ahogado:
Menos azul que tu risa
y más carcomido que las ganas
ebrio embrión del consumo.

Danza la fuga de tu misterio,


pero deja alguna vez que te caigan
lágrimas una vez que sentencien otros
la necia dependencia materna
35
en las cavernas uterinas que te esconden
aún,
Subí a una silla a observar el mundo
y desde allí sé que mañana te dejarás caer. Padre
ya no quiero cargar maravillas
ni ser cómplice del complicado plano
que te enseña a caminar erguida.

Dijeron que por la emergencia ambiental


mañana cierran la fábrica de cordones
umbilicales y telefónicos
y que lo que contaminó tu áurea zona mordida
fue el fluido estancado de mi líquido prostático.

Bajé de mi silla, en vez de pisar clavos


me coronan de espina y me entregan flores:
espectadores del tormento.
Por eso dile a tus patrones
que te dejen salir antes
para dormir la última siesta
antes que recompongan mis huesos al oxicorte
para verte transatlántico moribundo cadáver
flotando sobre las durmientes del riel
que te hundieron hasta abajo
de las sillas del comedor.
36
Fin de la función;
telón y aplausos.

37
Mala madre

Soy el útero que sangra y no endometrio


desde su paralela latitud
cruzando los meridianos de las tripas
hasta las canastas de afrecho
donde se gestan luces blancas
que brillan como azulejo
reflectadas en la quirúrgica mesa metálica
donde viviseccionan la geografía de Safo
y de las enfermas lesbianas

Me valen todos los padres del mundo


presentes o ausentes
lo que tengan que decir los falos
de la poesía oficial, las oficinas, el trabajo doméstico
y todo el mundo que han creado
para ser tal por cuales intelectuales
soy, entre o tras cosas, el útero que sangra
la bella tinta que ensucia la sábana
matrimonial la cama
Endometriosis le dicen a mi furia
pero doctores del culto lírico
no pueden ni podrán
nombrarse ni a sí mismos
soy ficha rosada y no celeste de control sano

38
por lo mismo no me nombran
ni erigirán mi busto en un panteón erecto
pero harán gran culto a mi culo
de musa móvil que se pasea
en la universidad y en los bares
con su pluma agria o con la pichula en la mano

Soy el útero que se desangra sentado


y que se hincha hasta que se seca
porque exangüe se va con el maquillaje corrido
por el lavaplatos que de rojo se tiñe
la trompa mía que escupe tu vida, que te hace costilla
mientras ella baila y se encoge como acordeón
o como se movería la muñeca quebrada
de la sordomuda que pide plata
con un mensaje escrito en un papel arrugado
le dice te quiero hijito, te quiero con la pupila cerrada
te quiero muerto hijito
pero tanto es lo que sangro
que de glóbulos te alimentas
hasta que te ahogues
coagulando.

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Bien ahí…

Bien ahí,
has dado justo en blanco seco
de cactus que hoy es un palo de agua.
Lo hiciste bien
recorres todo sin dejar huella
y, como hematoma interior, inertes
me sangran las falanges
por no tocarte ya más nunca.

Sí, tranqui, todo está bien


porque recuerdas que me haces daño
pero no haces nada de hacerte cargo
ni cargas tiempo porque resulta
Excelente
porque te quedas con más palabras
que otros canelos, pájaros, flores o
que otros espectros de polvo y carne,
porque te quedas con más delirios.

Sí, todo va bien


qué pedazo y qué pan privatizados
tienes en los bolsillos decadentes
incluye mi uña, mi pelo, mi ceja
fruncida con lágrimas y caspa
nada de eso se va por separado.

Oye: bien, bien, todo bien


si el final de inminente apertura
se cierra con ilusiones y todo
se pone en orden
porque los ríos callan alguna vez
cuando no trae cuerpos, traerá limosnas
y en el mar infinito y equidistante
con la linfa y la luz
abre sus tres ojos para buscarme.

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Sí, tanqui, todo bien:
Sigo aquí mismo viendo el espejo
en que se caen mis negaciones
y la misma paciencia sacra.

Todo está bien,


mis pies no cuelgan,
tampoco el cuerpo que me es ajeno
pende de nada y se cae pronto...
no somos objetos
por ende
aquí no aplica regla ni leyes
porque no paga el que rompe,
menos si son las llaves
que nunca dieron vuelta al sol
o a la cerradura.

Quiero colgar, te dejo a solas


con el sonido repetitivo
del aparato
que habla más dulce
y redirige el curso
al buzón de mensajes
que aún no ha creado
este número, lo sentimos.

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Raíz

Desvencijado de ganas
no esperó a nadie
para germinar en los nidos del cianuro
y nos quedamos con las ganas entreabiertas
dispensando un sorbo de saliva más amarga
que un mate.

Unas flores de diésel que encienden llamas;


Estalla todo, tú, ellos, sigo quedando aquí
Con el periódico de ayer,
Un abrelatas vencido,
Una muchedumbre,
Palabra “acacia”
Palabra “aromo”,
Los Fiofio cataron llantos; en el mismo nido
Se quedan ellos tanto migrar
Con las patitas acalambradas
¿Ese es el tedio de vivir, verdad?
Puertas del norte desmoronadas
¿Por qué no migrar al sur?, dijiste
¿Por qué te has ido? (murmuraron)
¿Y cómo no? Tal vez, dije yo
Si has estado desde hace mucho
Solo, hablándole a las aves.

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Meditación

Déjalos en paz
Ya estarán hartos –supongo- de
Recorrer el mismo vacío. Ábreles
la puerta; piensa que ya no deben poblar
pestañas de lagrimeos por cosas graves.
Ahora mereces que salgan aves desde tu plexo
hacia la utopía desdibujada en partículas de estrella,
no contener, en cambio, en el balde roto
el agua clara que da más sed.

Déjalos. Me quedo en la entrada


sostengo el sombrero y el abrigo
mientras tú entras.
Dales el pase al confín finito
en cada terminal nervioso
en cada estación de trenes
en cada paredero de micro.
Abandónalos allí, pero ábreles paso
déjalos allí donde puedan
ser expeditos a su llegada
hasta agotarse.

Déjalos en paz. Digo que tú estés en paz

43
Y que ellos hartos sucumban al carajo.
Digo que los abandones, ten paz
por favor, para dejar-los oscuros sentimientos
y toca luz.

44
Purén

Vivo acordándome de este sur


a la esquina de mi barrio del pensamiento
al que se llega por las letrinas del camión
y que no tiene vuelta atrás desde que prometí volver

Sacudida en ángeles de alquitrán


saco legañas de mi halito a terminal de buses
y me escondo en la banca rodoviaria
mientras vienen a recogerme a pedazos
soy un recuerdo más en la eternidad
de la trenza de golpes que nos dieron

vivo acordándome, Purén, la calma


de cómo me estremeciste en el cementerio
y me dio gangrena de tanta esculpir en otros
porque se me partió el pulgar en tres
y en la piel me dijeron que tenía celulitis
qué asqueroso, me dije
pero indómito querer, me quisieron

En la putrfacción de mi litera, tan lejos lejos de la manada


soy ese recuerdo que viaja, porque prometí volver

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Cardo, paz y escarnios

Buena amiga, los escarnios de quererte


se alejan de mí cuando tientas la ausencia
y al destino, y caes en mi cueva con
las plantas del jardín que has recorrido.
Llegas de tus nubes con la mochila llena,
dejando una estela de polvorones y chocolates,
dulces de todas partes, hinojo y esencias que son
como el olor a cuerpo y a pelo tieso.
Buena amiga, te alejas siempre y siempre vuelves
a recostarte a mi lado, como si las espaldas
que tenemos quisieran juntarse a tener una charla.
Y traes pájaros contigo, traes canela y zanahorias,
traes canto y pena.
Trajiste abortos, trajiste ceda y amuletos.
Cuentas leyendas y espacios; siempre detenida
en mi frente, como si tus ojitos negros quisieran decirme
algo que no puedo descifrar solo con versos.
Tú en el mundo y yo en la cueva,
encadenada a mis libretas, cuidando el fuego que
me punza el alma como condena.
Tu ausencia ahuyenta cuervos, destroza todo
y yo aprovecho tantos segundos para tramar
algún error para contarte y para tenerte

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entretenida los momentos que nos quedan.
Procuraré guardar más secretos, para que
podamos hacernos esta idea para la posteridad
para que podamos darnos la dicha de soltar
los tesoros de esta vida, como hermanos o como demonios,
que solo se tiene el uno al otro.
Amiga, vienes y me sueltas al pasado sin piedad
quisiera reconocerme en tus momentos,
pero he sido más bien el repositorio de tus experiencias
en un mundo grande que me aterra.
Tus conchas, tus piedras, tus lágrimas son todo
lo que ahora puedo decir que tengo, aunque no sea mío,
aunque no sea de nadie,
tengo tu palabra, tu agua y tu espectro;
guardo tu sombra en mis fotografías.
Las quiero derramar con ganas cuando el fin de la existencia
cante en la puerta una mañana de cualquiera de las dos.
Amiga extensa, llana y morena como el norte que te funde,
no quiero que un día me falte el aire para decirte que te quiero.

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1353

Torcer el brazo
opacará el llanto
que sin sentido
asumo clave
que abre puertas
transtierra yermos
que custodia huesos
aunque reparta su alma entera
la luz azul,
pues de seguro que ahora me abraza
en el pedazo de caudal firme
y rocoso que aún posee
el cauce de mi rostro carcomido de ríos y zanjones.

Serle fiel al cabizbajo sol es un cumplido a la hostilidad privatizada,


dormir un día o dos a tu lado y pasar de largo lo veo lejos
es lo que parece que debí hacer,
mas hoy descalza toco la hierba
siento todo de tu querer:
Libre al fin.

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