REVISTA PENSUM | ISSN: 2469-0724 | VOLUMEN 10 | NÚMERO 12 | JUNIO 2024 | PP.
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INVESTIGAR EN ARQUITECTURA, RESEARCH IN ARCHITECTURE,
DISEÑO Y URBANISMO: ENTRE DESIGN, AND URBAN PLANNING:
OBJETIVOS, HIPÓTESIS Y BETWEEN OBJECTIVES,
MANIFESTACIONES HYPOTHESES, AND
MANIFESTATIONS
Ana María Cravino
UBA
https://orcid.org/0000-0002-4770-9274
[email protected]DOI: https://doi.org/10.59047/2469.0724.v11.n14.48372
Resumen Abstract
El propósito de este texto es indagar sobre las The purpose of this text is to investigate the peculiar
características peculiares de la investigación en characteristics of research in architecture, design
arquitectura, diseño y urbanismo, desmontando and urbanism, dismantling some misunderstandings
algunos malentendidos y analizando las and analyzing the characteristics that the models
características que asumirían los modelos sugeridos suggested by Frayling would assume regarding
por Frayling respecto a la investigación para, sobre research for, on and through the project. These
y a través del proyecto. Estos modelos serán objeto models will be the object of a search for precision
de una búsqueda de precisión a partir de los aportes based on the contributions of Ynoub, Doberti and
de Ynoub, Doberti y Sarquis. Sarquis.
Palabras clave: investigar en diseño, investigación Keywords: research in design, project research,
proyectual, metodología de investigación, tesis en research methodology, thesis in architecture
arquitectura
Fecha recepción: 14 de marzo de 2025
Fecha aceptación: 28 de marzo de 2025
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Introducción
El imperativo categórico que atraviesa a las universidades obliga a éstas a investigar en disciplinas cuyas
tradiciones no contemplaban en sus orígenes a la investigación. Esto hace que, por un lado, se recurra con ansiedad
a manuales metodológicos apresuradamente traducidos al campo de estudio del proyecto, o que, por el contrario,
se niegue cualquier tipo de antecedentes y se impulse caminos audaces e inciertos. En la búsqueda de una
metodología apropiada, en el doble sentido de este término: hecha propia y conveniente, se ha mirado con
intensidad a los desarrollos típicos de las ciencias sociales con la excusa pertinente de que la Arquitectura, el
Diseño y el Urbanismo son fenómenos complejos que exigen una mirada inter, multi o transdisciplinar, lo cual
lleva, a la inversa del refrán, a que muchas veces el bosque no deja ver al árbol. En este sendero son frecuentes las
investigaciones cuyo marco teórico extradisciplinar no ayuda a interpretar la evidencia empírica necesaria para la
construcción de conocimiento en arquitectura, diseño y urbanismo.
Ahora bien, nos enfrentamos a un trilema que debemos en algún momento resolver. O simulamos demencia y
adoptamos acríticamente una metodología de investigación que resulta inaplicable para muchas de las
investigaciones en el campo del proyecto, o tomamos como investigación cualquier ensayo o reflexión disciplinar
que configura apenas un conjunto de opiniones más o menos fundadas, o como tercera alternativa, nos ponemos a
trabajar seriamente para elaborar una metodología amplia pero apropiada y rigurosa.
Recordemos que hacia mitad del siglo pasado fueron ardientes en las ciencias sociales los debates entre dos
posiciones epistemológicas antagónicas: Una que sostenía que existía un único modo de hacer ciencia y otra que
afirmaba el carácter irreductible de lo social, considerando que estas ciencias no podían formular leyes
estrictamente universales, ni explicar fenómenos, ni experimentar como si lo hacían –la mayoría, pero no todas-
las ciencias naturales (Nagel, 2006).
Largo fue el trabajo, pero paulatinamente las ciencias sociales pudieron construir un status propio, ni peor ni mejor
que las ciencias naturales, sino diferente. No obstante, ello no implicó perder su condición de “ciencia” ya que
como diría Alfred Schutz (1974) “tanto en una ciencia como en otra rigen los principios del control de las
inferencias y la verificación por parte de otros investigadores, así como los ideales teóricos de unidad, simplicidad
y universalidad” (p. 72). Sin embargo, como él mismo advierte en este camino
…quienes estudiaban los problemas humanos tuvieron que elaborar sus propias concepciones acerca de
lo que consideraban metodología de las ciencias sociales. Lo hicieron sin un conocimiento filosófico
suficiente y abandonaron sus intentos una vez alcanzados un nivel de generalización que parecía justificar
su profunda convicción de que no era posible lograr lo que buscaban adoptando los métodos de las
ciencias naturales sin modificarlos ni complementarlos. No es de extrañarse que a menudo sus argumentos
sean infundados, sus formulaciones insuficientes, y que abundantes malentendidos dificulten la
controversia (Schutz, 1974, p. 72).
Por ende, no podemos asombrarnos que en la tarea de construir una/s metodología/s de la investigación en
Arquitectura, Diseño y Urbanismo erremos muchas veces el camino.
Se sostiene habitualmente que el modelo indiscutible de investigación es el de la ciencia. Pero esta referencia es
demasiado amplia; no es lo mismo ciencia formal (matemática, lógica, geometría) que ciencia fáctica o empírica,
y tampoco son lo mismo las ciencias naturales que las sociales. De modo que cuando se está comparando la
arquitectura y el diseño y el urbanismo con “la” ciencia, se está pensando habitualmente en estudios naturales que,
a diferencia de los sociales, tienen pretensiones de objetividad, repetitividad y causalidad buscando la posibilidad
de explicar y predecir hechos recurriendo a los clásicos experimentos. La comparación que realiza Foqué (2010)
manifiesta esta habitual confusión de incluir en un mismo bloque a todas las disciplinas científicas. Es por ello que
mucho de lo que se dice respecto a la investigación en diseño podría extenderse a los estudios sociales, tales como
el carácter contextual e interpretativo del conocimiento, la aparición de la subjetividad, la imposibilidad de repetir
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eventos y el rol fundamental de las creencias que conforman también la realidad social, realidad de la que también
participan las disciplinas proyectuales.
Investigación científica Investigación en Diseño Producción artística
Cómo son las cosas Cómo deben ser las cosas Como veo las cosas
Hechos
Visiones
Hechos
Creencias
Observación Hechos Visiones
Reflexiones
creencias
Interpretaciones
Expresiones
Hipótesis única Hipótesis múltiples Hipótesis individual
Hipótesis
Explicar el modelo Explorar el modelo Interrogar el modelo
Contrastación Contrastación Contrastación sinsentido
Verdadero o falso Más deseable Individual
Verificación Verificación y aplicación Sinérgica
Contrastación Objetividad Subjetivo Inquisitiva
Repetitividad Único y no repetitivo Enfrentada
Universalidad Contextual Visionaria
Relación causa-efecto Comunicativa
Teoría científica Hipótesis en acción Hipótesis
Teoría
estática Dinámica continua
Realidad Explicada Transformada Interrogada
Investigación en ciencia Diseño a través de la
Arte
aplicada investigación
Mundo futuro
Aplicación Interpretación
Aplicación de diseño
tecnológica artística
Tabla 1. Comparación de diferentes tipos de investigación según el área de conocimiento. Fuente: Foque (2010,
p. 44)
Karl Popper (1997) decía que la actividad de investigación comienza siempre con la definición de un problema,
no con recolección de datos, datos que no es posible seleccionar sin un adecuado marco teórico. Es así como señala
que es necesario entender a “cualquier aspecto del conocimiento, y sobre todo cualquier teoría científica, como
una solución tentativa a algún problema” (p. 194).
En este mismo sentido, Roxana Ynoub (2015) considera que existen tres tipos de problemas, los de hecho, los de
conocimiento y los de investigación. Los problemas de hecho se resuelven de manera práctica y serían aquellos
para los que fuimos entrenados los diseñadores; los problemas de conocimiento son de orden cognitivo e implican
emplear un conocimiento que ya estaba en el mundo (búsqueda bibliográfica o en internet); mientras que los
problemas de investigación son los que construyen legítimamente conocimiento disciplinar.
Oportunamente el primer Wittgenstein planteó la relación entre mundo, lenguaje y pensamiento. Para este filósofo
la forma de la realidad que constituye el mundo ha de coincidir con la forma figurativa que define al pensamiento
y ambos han de encajar en la forma lógica que determina el lenguaje. En ese entonces suponía que las dificultades
para obtener conocimiento legítimo se debían a las imperfecciones del lenguaje, posteriormente, en un giro de 180
grados, reconoció la riqueza del lenguaje, ya no como obstáculo, sino como oportunidad.
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Por otra parte, y con alguna semejanza con Wittgenstein, Popper (2001) plantea la existencia de tres Mundos:
Mundo 1: el mundo de los objetos, no solo visibles, también cosas que escapan al ojo humano (el mundo
de los objetos físicos)
Mundo 2: el mundo de los procesos mentales, conscientes o inconscientes. Donde irradia las sensaciones
de dolor, placer y pensamiento (el mundo de las experiencias subjetivas)
Mundo 3: el conocimiento objetivo, donde se analiza los procesos mentales del mundo 2 (los productos de
la mente humana) tiene una "varianza" que ver con la información. Pero ya vimos que nuestra información
es de dos capas: la transmitida naturalmente, la genética, y la transmitida por aprendizaje, la cultura (p.
108).
El Mundo 1 es el objetivo, el Mundo 2 es el subjetivo, y el Mundo 3 es el de la cultura, el lenguaje y el conocimiento
compartido, el intersubjetivo.
Las disciplinas proyectuales inciden en el Mundo 1: crean realidad; inciden sobre el Mundo 2 estimulando el
pensamiento subjetivo propio del creador; inciden sobre el Mundo 3 elaborando cultura, conocimiento
interdisciplinar.
La ciencia y la filosofía solo producen conocimiento –logos-, la artesanía y la técnica producen artefactos –tekné-
, pero solo el arte, la tecnología y las disciplinas proyectuales poseen doble producto: artefacto y conocimiento,
generando estas últimas, además, un tercer producto la representación prefigurante: el Proyecto o poiesis.
Figura 1. Producción de conocimiento. Fuente: Elaboración propia
De acuerdo a los tipos de problemáticas, los problemas de hecho afectan el Mundo 1, los problemas de
conocimiento el Mundo 2 y los problemas de investigación el Mundo 3.
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Problemas de hecho Problemas de Problemas de
conocimiento investigación
Saber hacer Saber qué Saber por qué
Tipo de saber
“Know how” “Know what” “Know why”
Mediante la acción Mediante la búsqueda Mediante la
Solución
reflexiva indagativa investigación
Producto Artefacto Conocimiento singular Conocimiento general
Valor Valor Valor
Criterio
(eficacia/eficiencia) (útil/inútil) (verdadero/falso)
Sobre un evento y los
Impacto o alcance Sobre un evento Sobre la teoría
siguientes
Mundo Popperiano Mundo 1 Mundo 2 Mundo 3
Tabla 2. Tipos de problemas. Fuente: Elaboración propia sobre la base de Ynoub (2015) y Popper (2001)
Nuevamente debemos recurrir a Frayling (1993) quien plantea la posibilidad de tres caminos posibles: Investigar
para el proyecto, sobre el proyecto y a través del proyecto. Apelamos también a Ynoub (2015) respecto a los tres
tipos de problemas, los de hecho, los de conocimiento y los de investigación, a Doberti (2016) que define dos tipos
de tesis, y a Sarquis (2003) que propone la investigación proyectual.
Crucemos estas aseveraciones: Lo que Frayling llama investigar para el proyecto pareciera que se asemeja bastante
a la resolución de problemas de conocimiento: buscar información necesaria para el proyecto. Los problemas
genuinos de investigación entonces serían solo de dos tipos: Investigar sobre el proyecto –asimilable con lo que
Doberti llama tesis de descubrimiento- e investigar a través del proyecto que coincidiría con las investigaciones
proyectuales de Sarquis y con las tesis de construcción de Doberti.
Tipo de problema Tipo de investigación Tipo de tesis Tipo de investigación
(Ynoub) (Frayling) (Doberti (Sarquis)
Problema de Investigar para el
conocimiento proyecto
Investigar sobre el
Tesis de Descubrimiento
Problemas de proyecto
investigación
Investigar a través del Investigación proyectual
Tesis de Construcción
proyecto
Tabla 3. Tipos de problemas, tipo de investigaciones, y tesis para el proyecto. Fuente: Elaboración propia sobre
la base de Ynoub (2015), Fayling (1993), Doberti (2016) y Sarquis (2003, 2004)
Investigar sobre el Proyecto
Cuando hablamos de la investigación sobre el proyecto nos referimos a un tipo de investigación que se encuadraría
con lo que Doberti llama tesis de descubrimiento y es el que se asemeja a los estándares solicitados tanto por
organismos de investigación como con lo que se presenta en los manuales genéricos sobre el tema, es decir
investigación en ciencias fácticas o empíricas: sociales o naturales.
En este caso, el modelo de investigación que se apela con mayor frecuencia es el de las ciencias sociales. Si
consideramos que la arquitectura, el diseño y el urbanismo son productos de la cultura humana, no resulta insólito
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homologar este tipo de investigaciones con estudios históricos, sociológicos, antropológicos, semióticos y
estéticos, siendo la crítica de arte el estándar originario.
No obstante, es necesario que el objeto de estudio disciplinar no quede minimizado frente al aparato teórico y
metodológico extradisciplinar. Conceptos surgidos en ciertos contextos intelectuales son aplicados con ligereza en
otros ámbitos, incluso con cierta audacia, olvidando lo que Kuhn (1993) denominaba “inconmensurabilidad local”,
es decir, la incongruencia parcial de las estructuras categoriales.
También es necesario que las herramientas investigativas sean pertinentes con el objeto y consistentes en sus
planteos generales. Vale entonces apelar a Roberto Fernández (2013), quien señala una tendencia actual que
presupone que:
…la investigación arquitectónica debe adquirir cierto estatus de cientificidad en tanto se asimile, como
una suerte de subproducto, a campos desarrollados por otras disciplinas, como los estudios de arquitectura
tributarios de la ciencia histórica o los estudios urbanísticos insertos en temas y métodos de la ciencia
geográfica… (p.19)
De acuerdo con ello encontramos que las investigaciones históricas y las investigaciones urbanísticas son aquellas
que se ajustan más a los estándares epistemológicos y metodológicos aceptados por los organismos y dependencias
de ciencia y tecnología, fundamentalmente por su mayor trayectoria en el campo. Recordemos que, en la antigua
Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires se crearon en 1944 el Instituto de Urbanismo y en
1946 el Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas, y también fueron significativos en este camino
los aportes del Instituto de Arquitectura y Urbanismo de Tucumán fundado en 1945 y el Instituto Interuniversitario
de Historia de Arquitectura liderado por Marina Waisman hacia fines de los 50.
La permeabilidad del conocimiento de otras disciplinas hacia la Arquitectura, el Diseño y el Urbanismo revela una
debilidad y un aparente complejo de inferioridad, sin una verdadera indagación sobre las consecuencias de las
posibles reducciones interteóricas en el campo de las disciplinas proyectuales. No es posible contrastar
empíricamente una teoría sin presuponer otras, ni introducir una nueva si no es compatible con el cuerpo de
conocimiento aceptado. Es un error pensar una investigación como un trazo sobre una hoja en blanco. Lo que se
afirma se lo hace sobre un fondo no problemático de conocimiento legitimado, muchas veces aceptado de forma
tácita.
Un posible camino de investigación es aquel que se estableció en ciencias sociales a partir del llamado “Giro
lingüístico”, donde todos los fenómenos culturales son concebidos en función de su significatividad e
intersubjetividad. Umberto Eco (1981) afirma que la semiótica
…no es solamente la ciencia de los signos reconocidos en cuanto a tales, sino que se puede considerar
igualmente a los fenómenos culturales como si fueran sistemas de signos -partiendo de la hipótesis de que
en realidad todos los fenómenos culturales son sistemas de signos-, o sea, que la cultura esencialmente es
comunicación (p. 253).
En este sentido, las investigaciones en arquitectura, diseño y urbanismo serían un capítulo más dentro de otros
estudios culturales, recurriendo a un enfoque cualitativo. Sin embargo, hay una paradoja llamativa y tiene que ver
con el lugar que juegan las hipótesis en la investigación. Mientras las indagaciones en ciencias naturales parten de
hipótesis derivadas de otras teorías y de manera deductiva se infieren consecuencias que deben ser contrastadas
empíricamente, los estudios en ciencias sociales formulan objetivos e inductivamente, mediante una meticulosa
observación y codificación previa, obtienen hipótesis que resultan validadas a partir de los hechos que son el punto
de partida. Siempre, entonces, en algún momento de la investigación aparecen las hipótesis y sus contrastaciones.
No es posible investigar sin un conjunto de creencias y como estas creencias no pueden ser nunca verificadas de
modo concluyente (Cravino, 2023) toman el carácter de conjeturas. Y toda conjetura debe ser falsable y someterse
a la contrastación empírica.
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Dentro la investigación sobre el proyecto otro posible modelo de investigación sería aquel que estudie aspectos
materiales de la arquitectura, el diseño y el urbanismo como los vinculados con temas constructivos, tecnológicos
o ambientales. Aquí es obvio que se deberá recurrir a enfoques cuantitativos y el ejemplo típico podrá ser el de las
ciencias naturales aplicadas.
En uno u otro caso el modelo general será el de las ciencias fácticas o empíricas.
Queda pendiente el recurso de apelar a las ciencias formales, ciencias que se caracterizan por su enfoque deductivo
y que no hacen referencia a la realidad empírica (Mundo 1), como es el caso de la matemática o la geometría. A
partir de un conjunto de axiomas o postulados considerados como premisas iniciales, se construyen, utilizando
reglas de formación, transformación e interpretación, sistemas cuyas conclusiones son teoremas pertenecientes al
Mundo 3. La validez de estos sistemas en ciencias formales se establece mediante severas demostraciones, sin la
necesidad de recurrir a la evidencia empírica, satisfaciendo una serie de propiedades lógicas, pues carecen de
Mundo 1.
Recordemos que, durante la década del sesenta, numerosos autores investigaron sobre la posibilidad de controlar
racionalmente los mecanismos proyectuales, influenciados por las novedosas teorías de sistemas y los avances
cibernéticos, dando lugar a arduos debates metodológicos sobre el diseño cuya eclosión fue el Simposio de
Portsmouth (Gregory, 1966, 1967) (Guerra, 1967) (Jones, 1969) (Cross, 1993). En ese contexto, en 1972, en los
trabajos de la Comisión 1.4 de la VI Conferencia Latinoamericana de Escuelas y Facultades de Arquitectura –
CLEFA- de Maracaibo, Venezuela, Roberto Doberti1 presenta el texto “Diseño Axiomático”, donde tomando
explícitamente la estructura de los sistemas axiomáticos define los nexos entre “métodos arquitectónicos y
lenguajes formalizados”. Este texto es un ejemplo de desarrollo formal geométrico afirmando que “el pasaje de
los «axiomas» a las demás «fórmulas válidas», «teoremas» del sistema, se realiza por medio de ciertas reglas,
llamadas de deducción, derivación, inferencia o transformación” (Doberti et al, 1972, p. 11) siguiendo las pautas
clásicas de la sistematización axiomática que parten de fórmulas bien formadas.
Como vemos en el caso citado, los desarrollos de investigación de las ciencias formales operan partiendo de
axiomas que actúan como hipótesis demostrando a partir de ellos teoremas, en el marco de una teoría formal,
aunque los enfoques más recientes también consideran a los axiomas y a los teoremas como conjeturas que están
sujetas a refutaciones (Lakatos, 1986).
Por ende, aquellos trabajos de investigación sobre morfologías entitativas o geométricas encontrarán adecuados
los modelos de investigación de las ciencias formales, con estructuras fuertemente deductivas. En vez de recurrir
a la “evidencia empírica” como modo de validación tradicional de las ciencias fácticas se apela a la “demostración
matemática”. Aclaremos que una demostración es una sucesión de un número finito de deducciones encadenadas
por inferencias lógicas que parten de principios o axiomas que se asumen como válidos a partir de una decisión
metodológica. Los sistemas axiomáticos sintácticos pertenecen a las ciencias formales, pero pueden ser
interpretados empíricamente siguiendo las reglas que el sistema ha establecido para tal fin.
Sin embargo, la creatividad no es ajena a este campo pues como sostiene Cassini (2007)
…el descubrimiento de los axiomas apropiados para una determinada teoría no es mecanizable, por el
momento al menos, y requiere de altas dosis de intuición creativa. Al axiomatizar una teoría deben
elegirse los axiomas adecuados para representar el conocimiento preexistente capturado por esa teoría
(p. 173).
Es interesante aquí detenernos en una cuestión elemental y reflexionar cuánto hay de descubrimiento o invención
en cualquier campo científico y recurrir a un texto no muy conocido de Mario Bunge, donde, haciendo un paralelo
1
Contando como colaborador del escrito al filósofo y epistemólogo Ricardo Gómez quien en esos años era director del Instituto de Lógica y
Filosofía de las Ciencias, director y editor de Cuadernos de Lógica y Filosofía de las Ciencias (1971-76), decano de la Facultad de
Humanidades y Ciencias de la Educación (1973-74) de la UNLP y director del Programa de Doctorado en Filosofía de las Ciencias (1972-76).
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entre Borges y Einstein, Bunge exige el cultivo de la fantasía, es decir “concebir lo imaginable”, para superar un
enfoque científico limitado a acumular datos. Es así como también Hempel (1980) afirma que las hipótesis no
derivan de los hechos, sino que se inventan para dar cuenta de ellos. De modo que el límite entre “descubrimiento”
e “invención” resulta borroso.
Es así como Carlos Martí Aris (1993) señala que
Popper subraya la importancia de la “imaginación crítica” en el trabajo de investigación científica. Toda
investigación tiene su origen en un problema que el investigador escoge y delimita como objeto de
atención. Y este problema se confronta con una hipótesis, una conjetura, una teoría, con la que se trata de
darle solución. Sólo a partir de ahí entren en juego las observaciones o experimentos, entendidos como
mecanismos que ponen a prueba la validez de la hipótesis (p.28).
Del mismo modo, Katya Mandoki (2006) citando el clásico texto de Berger y Luckmann, describe como los
individuos producen colectivamente la realidad cotidiana a través de procesos de objetivación, institucionalización
y legitimación, construyendo a partir de esto, un universo simbólico. Dicho universo sería lo que Kuhn denomina
paradigma2 y Katya Mandoki “matriz cultural”, entidades pertenecientes al Mundo 3.
De acuerdo con Ruth Sautu et al (2005) la definición amplia de marco teórico incluye los supuestos del paradigma
en el que trabaja el investigador, el cual sería un conjunto de ideas acerca del conocimiento y cómo producirlo.
Ahora bien, encontramos dos paradigmas, uno clásicamente identificado con las ciencias naturales y otro con las
ciencias sociales, los cuales se asocian con metodologías cuantitativas y cualitativas, ambas factibles en la
investigación sobre el Proyecto.
DIMENSIÓN POSITIVISTA INTERPRETATIVO
Fundamentos Positivismo lógico. Fenomenología.
epistemológicos Empirismo Analítico Teoría interpretativa
Objetiva, Múltiple,
Naturaleza de la Realidad
estática, tangible, dada, dinámica, holística, construida,
(ontología)
fragmentable, convergente divergente
El investigador tiene una posición
externa frente al objeto de Implicación del investigador. Sujeto
Relación entre sujeto/investigador y
investigación. y objeto son dependientes y se
Objeto de investigación
Sujeto y objeto son independientes afectan. Interrelación
y no se afectan.
Comprender e interpretar la realidad,
Explicar, predecir, corroborar y
los significados de las percepciones,
Finalidad de la Investigación refutar
intenciones y acciones de las
Leyes para regular los fenómenos
personas
Neutralidad valorativa. Explícitos.
Valores El método es garantía de Influyen en el proceso de
objetividad investigación
Disociadas, constituyen entidades Relacionadas.
Teoría-Práctica
distintas Retroalimentación mutua
Generalizaciones libres del Hipótesis de trabajo en un contexto y
Propósito espacio y del tiempo, leyes, en un tiempo dado, explicaciones
explicaciones: ideográficas, inductivas,
2
Paradigma entendido como conjunto de creencias, valores, métodos, instrumentos y valores que configuran una cosmovisión para una
comunidad científica definiendo qué problemas tiene sentido abordar.
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-Deductivas cualitativas, centradas sobre
-Cuantitativas diferencias
-Centradas sobre semejanzas
Noción de causalidad como razón. Causa en sentido débil, como motivo
Elucidación Causa anterior o simultánea al o intención
evento Interacción de factores
Diseño de la investigación
Rígido Flexible
Metodología de investigación
Deductivos Deductivos e inductivos
Análisis cultural
Orientación metodológica Experimental
Estudio de casos
Tabla 4. Tipos de paradigma de investigación de los estudios empíricos. Fuente: Elaboración propia a partir de
Tojar Hurtado (2001)
Volviendo a Doberti (2016) respecto a que las tesis de descubrimiento “no inciden en el consistir o en el
funcionamiento de las cosas indagadas”, nos permitimos disentir dado que el descubrimiento de cómo se transmite
el cólera o la fiebre amarilla no solo implicó cambios en el mundo teórico (Mundo 3) sino en el actuar y pensar de
las personas (Mundo 2), y en la propagación o no de las enfermedades (Mundo 1). Y en el mismo sentido tampoco
es cierto que en las tesis de descubrimiento “no hay objetivo, si se lo quiere buscar es pura tautología” (p.31). Las
investigaciones de Newton tuvieron entre los muchos objetivos planteados calcular con precisión la trayectoria de
los proyectiles, así como como subsumir los principios de Kepler, ya que a partir de las formulaciones de Newton
se los pueden deducir. Galileo fue el creador de la Resistencia de materiales y Torricelli de la Mecánica de los
fluidos, ambos con objetivos de orden práctico y de orden conceptual.
Ahora bien, si los elementos distintivos de la tesis de descubrimiento, en el decir de Doberti, son las hipótesis y
las contrastaciones, es necesario hacer algunas aclaraciones.
Como hemos señalado no se investigan temas (pues serían inabarcables) sino problemas. Para construir un
problema es necesario abordar el estado de la cuestión. Este consiste en el estudio detallado de las investigaciones
recientes sobre un tema para identificar la vacancia investigativa y formular la pregunta problema. Es por ello que
el estado de la cuestión debe estar al inicio de la investigación y no al final. Insistiremos en señalar que el estado
de la cuestión no es un estudio de casos sino de investigaciones.
En este punto esclareceremos algunos tópicos que llevan habitualmente a confusión. Un objeto, fenómeno o
proceso es una entidad y como tal es una cuestión ontológica. Un concepto o término es aquello que designa al
objeto, y es una cuestión semántica. Una proposición es una entidad lingüística que define a un objeto utilizando
conceptos, y como tal es susceptible de ser candidata a verdadera o falsa, y por ende está en el plano epistémico.
Un objeto o un concepto no pueden ser verdaderos o falsos, solo pueden serlo las proposiciones. Por lo tanto, en
el estado de la cuestión no hay hechos sino investigaciones formuladas proposicionalmente que son analizadas de
modo crítico. Es por ello que el análisis de antecedentes investigativos nos sirve para identificar enfoques,
controversias, autores y conceptos claves.
La respuesta a la pregunta problema es la hipótesis y la hipótesis también debe ser una proposición, ni un
razonamiento, ni una recomendación, ni un sistema de expectativas más o menos fundado: Una proposición.
Entonces resulta obvio que primero viene la pregunta y después la respuesta, no al revés. La Hipótesis está
enunciada en el lenguaje de una disciplina y por lo tal presupone un Marco Teórico-conceptual. Y
fundamentalmente la Hipótesis no debe expresar un conocimiento de sentido común, algo que ya se sabe antes de
comenzar la investigación, pues entonces ésta no tendría ningún sentido.
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El marco teórico es una trama argumentativa que permite expresar un posicionamiento, definir conceptos claves
de la investigación operacionalizándolos y adoptar como propias hipótesis de diferentes niveles de complejidad ya
validadas en investigaciones anteriores que actúan como supuestos auxiliares.
El error más frecuente es la inatinencia del marco teórico con la investigación a desarrollar, y esto se debe, porque
se emplea un marco teórico extradisciplinar. Para expresar nuestro posicionamiento daremos un ejemplo de lo que
sucede a veces:
Alguien quiere investigar “el sillón”, objeto mueble creado por el ser humano para sentarse en una situación de
reposo, conversación social o placidez. ¿Cómo empieza habitualmente la investigación? Inquiriendo sobre qué
ocurre en el sillón. Y aquí aparece una “antropología del sentarse”, “una sociología de las actividades de
intercambio social que surgen en el sillón”, “una filosofía fenomenológica o existencialista de la actitud
contemplativa de quien apoya su trasero en el sillón”, “una mirada decolonial del acto de sentarse”, “una teoría de
la identidad cultural del sillón”, “una reflexión desde la teoría contructivista del aprender a sentarse”. ¿Quién se
sienta? ¿Cómo se sienta? Entonces “un enfoque desde las teorías feministas de la apropiación patriarcal del sillón”,
“hipermediación cultural en el sillón”, etc. Posteriormente aparecen otras teorías… ¿de qué está hecho el sillón?
Se investiga sobre materiales. ¿Dónde se apoya el sillón? En el piso. Entonces se indaga sobre las formas de apoyo
y las cargas gravitatorias, y así sucesivamente. Y no hablamos aún del sillón. Solo hemos subordinado el proyecto
a otras teorías. ¿Estamos negando la investigación inter, multi o transdisciplinaria? Desde luego que no. En modo
alguno pretendemos impugnar otros saberes, que son desde ya muy necesarios. Lo que estamos proponiendo es
dejar de lado el carácter de avasallamiento o dominación que pareciera que sufren las disciplinas proyectuales en
muchas investigaciones; una situación donde el diseño es parasitario o subordinado frente a otras teorías o enfoques
que lo invisibilizan o lo menoscaban.
Habiendo entonces identificado el posicionamiento teórico, formulado la pregunta problema, la hipótesis
fundamental y las de trabajo, quedan por establecer los objetivos principales y secundarios que guardan con el
problema y la hipótesis una relación de consistencia.
Y aquí viene otra cuestión: los objetivos no son metas, ni deseos, ni propuestas, son objetivos de orden cognitivo.
Toda investigación tiene como objetivo conocer y esto va a implicar: identificar, describir, definir, caracterizar,
categorizar, clasificar, analizar, interpretar, etc. Vale precisar que no es posible en disciplinas proyectuales
establecer causas en sentido estricto, y al no contar con leyes universales o causales resulta imposible explicar y
predecir fenómenos. Los objetivos no constituyen actos cognitivos privados como “reflexionar” o “repensar”, y
tampoco constituyen acciones como “transferir” o “implementar”, ni tareas específicas como “entrevistar” o
“sintetizar”. Por ende, no hay pues ninguna investigación que no tenga objetivos y el tipo de objetivos nos conduce
necesariamente hacia una metodología particular.
En esta breve síntesis diremos que es necesario establecer primariamente el enfoque paradigmático, y, respecto a
la metodología de investigación, identificar las herramientas de búsqueda y las de análisis.
El último punto de la investigación consiste en construir el dato, es decir los enunciados de observación, analizados
e interpretados a la luz de la teoría, compatibles con las consecuencias que se derivan de las hipótesis adoptadas
en conjunto con las auxiliares, que serán la evidencia empírica que permitan contrastar exitosamente las hipótesis.
Es aquí donde la metodología de investigación en arquitectura, diseño y urbanismo recurre al estudio de casos
(Foque, 2010) (Groat; Wang, 2013) (Lucas, 2016). Y es en la construcción del dato donde las investigaciones en
arquitectura, diseño y urbanismo que resultan singulares, pues los casos son examinados recurriendo a los
instrumentos conceptuales propios de la disciplina.
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Estudio de casos únicos Enfoques ideográficos
Investigaciones sobre los modos del proyecto
Estudio de casos “típicos”
Tipificaciones a partir de proyectos desarrollados
Tabla 5. Estudio de casos de Investigaciones sobre el Proyecto. Fuente: Elaboración propia
Un ejemplo del estudio de casos único es el que proporciona la investigación histórica ideográfica donde se
encuentran fenómenos singulares, no tipificables.
Cuando la selección de casos permita construir una tipología o un principio de clasificación se puede encuadrar
un conjunto de obras –o proyectos no materializados- bajo este principio, por ejemplo, el de la “arquitectura
gótica”, o investigar sobre los modos de producción del proyecto generalizables como es el caso de la “arquitectura
de composición”. Estudiar casos –o referentes- es una actividad habitual en investigación en arquitectura, diseño
y urbanismo. Y estos casos constituirán la evidencia empírica necesaria para corroborar las hipótesis.
Existe un tipo de investigación que cruza tanto la investigación sobre el proyecto y la investigación a través del
proyecto, es la investigación conceptual, que corresponde a una investigación teórica o meta-teórica, temática que
es imperioso abordar con una profundidad que excede este escrito. Groat y Wang (2013) enfatizan el carácter
argumental de este modelo. Autores como Laudan (1977) y Winch (1990) consideran que existen problemas de
investigación que no son necesariamente empíricos sino conceptuales. En estas investigaciones se puede incluso
proporcionar contraejemplos que pongan en crisis creencias arraigadas en la disciplina o estipular nuevas
categorías que es necesario definir en la contemporaneidad.
Casos conceptuales Investigaciones conceptuales
Tabla 6. Estudio de casos conceptuales. Fuente: Elaboración propia
Investigar a través del Proyecto
La noción de investigación a través del Proyecto de Frayling pareciera coincidir con las tesis de construcción de
Doberti y con la Investigación Proyectual de Sarquis.
Doberti (2016) afirma que:
Las tesis de construcción son aquellas que hacen aparecer, de manera consistente y fundamentada, algo que
no estaba en el mundo. Permiten ver con claridad y precisión algo, pero algo que antes no estaba, algo que
es construido por la propia tesis. Modifican o amplían conjuntamente la mirada y lo mirado. Ejemplo típico:
la geometría descriptiva. Si, de manera similar a lo que señalamos antes, en su momento Gaspar Monge
hubiera presentado como tesis su Géométrie Descriptive, éste sería un buen ejemplo de tesis de construcción
(p.28)
La casuística que ofrece Doberti es poco feliz puesto que la geometría descriptiva es una ciencia formal y como
tal no pertenece al mundo empírico o Mundo 1, sino al Mundo 3. La geometría descriptiva es una derivación
práctica de la geometría proyectiva, y como tal tiene la estructura de un sistema axiomático formal que, como todo
sistema axiomático, puede ser interpretado siguiendo las reglas de definición, lo que cualquier epistemólogo sabe.
Para Doberti:
Los elementos esenciales y distintivos de este tipo de tesis son: objetivos y manifestaciones. Los objetivos
principales o básicos son el motor –en el sentido de lo que mueve o motiva la tesis– mientras que las
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manifestaciones o concreciones constituyen el desarrollo –en el sentido de su elaboración, cuerpo o
contenido (p.29).
Esta sentencia también adolece de imprecisiones, dado que, como hemos sostenido, toda investigación requiere de
objetivos, ya que sin objetivos la investigación es una exploración sin rumbo, un tantear a ciegas. No es esto una
característica que singularice a la tesis de construcción.
Por otra parte, el término “manifestación” es ambiguo, porque según el diccionario de la Real Academia,
manifestación es “descubrir, poner a la vista”, “expresar, decir, declarar”, o “exhibir, exteriorizar”, etc. En este
sentido todo enunciado es la manifestación de un pensamiento, idea, emoción, estado de ánimo… Y si manifestar
es descubrir no queda claro por qué una manifestación sería una construcción y no un mero descubrimiento.
Siguiendo la expresión de Doberti, en el sentido de que toda manifestación que siga a un objetivo es el desarrollo
de una tesis, nos encontraríamos paradojalmente con una canción de amor, un dibujo más o menos ingenioso o un
meme, cuestión que nadie se atrevería a calificar como una tesis por la simple razón que no cumple las condiciones
de falsabilidad.
Asimismo, hablar de la dupla objetivo-manifestación presupone una cierta idea de causalidad, punto discutible
porque las disciplinas proyectuales no son causales sino intencionales (Norberg Schulz, 2008) Es importante
recordar que tanto desde la hermenéutica como desde la semiótica se fijan los límites de interpretación. Umberto
Eco, en este sendero, busca un equilibrio entre la “intención del lector" y "la intención del autor", al tiempo que
demuestra que el principio de la semiosis ilimitada no puede consistir en una derivación incontrolable del sentido,
considerando que las interpretaciones de una obra pueden ser múltiples, unas pocas son correctas y otras resultan
totalmente inaceptables. Esto es clave en las investigaciones cualitativas, donde la interpretación social se instala
sobre la base de la intersubjetividad
Plantear que una investigación consiste en fijar objetivos y dar cuenta de manifestaciones podría llevarnos a una
deriva incontrolable que no permita construir conocimiento validable y riguroso. Afirmar que la investigación en
arquitectura, diseño y urbanismo tiene características peculiares no debe impedir cumplir con los criterios básicos
que toda investigación tiene que satisfacer, habida además cuenta que el nuevo conocimiento, una vez
fundamentado, puede y debe ser un recurso indispensable en la enseñanza. Esto no significa simular el empleo del
método de las ciencias naturales que pueden explicar y predecir fenómenos.
Por otra parte, sin una adecuada pregunta problema no queda especificado que es lo que se investiga. Asimismo,
incluir al final de la tesis el marco teórico o el estado de la cuestión es no haber entendido las decisivas funciones
herramentales que desempeñan para construir conocimiento genuino.
Sarquis (2004) es más riguroso respecto a que lo que entiende por investigación proyectual, ya que la define como
“una manera especial de realizar proyectos con el objetivo de obtener conocimientos disciplinares. Se caracteriza
por encauzar el procedimiento proyectual atendiendo aspectos que no atienden los proyectos profesionales o
formativos tradicionales...” (p. 38), constituyendo entonces un procedimiento anticipador y prefigurador más apto
para la creación de conocimientos y para indagar las nuevas exigencias que se van presentando en el campo del
diseño. De manera similar, Martí Aris (2003) sostiene que “no hay que olvidar que el conocimiento puede surgir
tanto en el territorio del Logos como en el de la Poiésis. A este último pertenece el proyecto de arquitectura: se
trata de un campo específico del saber humano que reivindica el valor cognoscitivo de la acción y que, a través de
la razón del hacer, alcanza resultados distintos a los de la razón especulativa” (p..46). Tanto Sarquis como Martí
Aris recuperan el concepto aristotélico de poiésis diferenciándolo de la idea de praxis. Para Aristóteles, la finalidad
de la praxis es ella misma, mientras que la poiésis deja un producto. Tampoco la poiésis es homologable a la tekné
que implica la producción material, puesto que la primera no sólo incluye una acción y un producto final sino
además una forma de conocimiento. Por ende, en una investigación no alcanzaría sólo con mostrar los ejemplos
diseñados, sino que se debe dar cuenta de una reflexión teórica que permita alcanzar un conocimiento generalizable
y comunicable.
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En el mismo sendero, Nigel Cross (1993) (2001) habla de la manera de construir conocimiento en el diseño que
se diferencie de otras formas de investigación. Para Martí Aris (2003, p.46) “el proyecto no puede surgir como
simple aplicación de un saber estático y definitivamente establecido, sino de un proceso dialéctico entre
pensamiento y acción que se mantiene siempre abierto”. En esta capacidad y voluntad de acción que tiene la
investigación a través del diseño reside su singularidad y su capacidad revolucionaria. El Proyecto no explica al
mundo, ni tampoco simplemente lo comprende: el Proyecto hace -y transforma- al mundo.
No hay impedimento alguno para que una investigación a través del proyecto cuente con hipótesis falsables que
serán contrastadas mediante el mecanismo prefigurador del proyecto. Y estas hipótesis pueden además guardar
consistencia lógica con el cuerpo de conocimiento aceptado o, por el contrario, desafiar ese conocimiento, pero en
ningún caso se puede ignorar los marcos teóricos disciplinares.
Los objetivos de una investigación a través del proyecto serán de dos tipos: objetivos orientados al desarrollo del
proyecto –de hecho- y objetivos de construcción de conocimiento –de investigación- que requieren del mecanismo
proyectual para su generación y validación.
Asimismo, como toda investigación se deberá contar con estado de la cuestión, conformado por investigaciones
recientes que permitan identificar la vacancia que estos estudios dejan y un adecuado marco teórico que permita
interpretar y analizan los resultados obtenidos.
La investigación a través del proyecto guarda semejanza con la investigación tecnológica. Tomemos por ejemplo
la definición que brinda Mario Bunge donde sostiene que la tecnología comprende “el vastísimo campo de
investigación, diseño y planeación que utiliza conocimientos científicos con el fin de controlar cosas o procesos
naturales, de diseñar artefactos o procesos, o de concebir operaciones de manera racional” (p. 33), siendo para
Bunge clave el concepto el objeto artificial, resultado de una decisión o propuesta de diseño.
Junto con la evidencia a elaborar pueden incluirse casos ya realizados, que por sus características de
excepcionalidad ayuden a resolver los problemas presentados y sirvan como ejemplos paradigmáticos.
El modelo de estudio de casos que aparece aquí adopta la forma de problema que es necesario proponer y resolver,
y es en su resolución que aparece un conocimiento universalizable. Como sostiene Sarquis, se pueden desarrollar
casos en torno a problemas complejos o atípicos, o indagar experimentalmente sobre diversas lógicas proyectuales.
Este era este el sentido que Gropius asumía cuando decía que el Bauhaus debería ser un gran laboratorio.
Ahora bien, en la investigación a través del proyecto la mayor parte de la evidencia empírica es construida, es decir
es un objeto artificial que no estaba en el mundo antes de la investigación. Este objeto proyectual, por llamarlo así,
debe satisfacer los dos objetivos de la investigación: los de hecho y los de investigación. En el primero se valorará
la eficacia, eficiencia y la satisfacción de ciertos valores (estéticos, culturales, ambientales) y en el segundo se
contrastará el conocimiento obtenido. Este doble producto –artefacto y conocimiento- es aquella condición que
comparten las disciplinas proyectuales con la tecnología y el arte. Sin embargo, el desafío mayor es que el objeto
artificial propuesto puede poner en crisis cierto saber esclerosado de la disciplina, generando una ruptura
epistemológica. Es importante entonces evitar un sesgo confirmatorio y asumir que es posible que el resultado de
la contrastación empírica obligue a reajustar y reformular las hipótesis iniciales.
Cabe por último señalar el papel que tienen en esta investigación los valores, puesto que no se exige como en los
enfoques positivistas una posición de neutralidad axiológica, ya que dichos valores van a ser parte de la evaluación
de la evidencia empírica.
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Desarrollo de proyectos atípicos o
complejos
Estudio de casos-problemas3
Investigación sobre diversas lógicas
proyectuales
Tabla 7. Estudio de casos de Investigaciones sobre el proyecto. Fuente: Elaboración propia
El carácter anticipatorio del proyecto nos permite de manera audaz construir conocimiento sobre el futuro,
planificando escenarios, proponiendo opciones y explicitando las decisiones que en un contexto de incertidumbre
deberemos tomar minimizando riesgos y evaluando alternativas. Es por ello que el proyecto no resulta un
conocimiento “débil” sino un conocimiento necesario y oportuno, pero indispensablemente riguroso.
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investigaciones ambientales o patrimoniales, donde la mirada predictiva permite la intervención mediante una acción proyectual.
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