Presentación.
Nombres.
Jorge Lizandro.
Apellidos.
Bello Vasquez.
Matricula.
2021-3518.
Materia.
Responsabilidad Civil I.
Docente.
Simeon Del Carmen Severino.
La Falta como Elemento Constitutivo de la Responsabilidad Civil.
La responsabilidad civil constituye uno de los ejes fundamentales del sistema jurídico, en la medida
en que busca garantizar la reparación de los daños sufridos por un tercero debido a la conducta de
otro. Dentro de sus elementos constitutivos, la falta ocupa un lugar central, pues es a través de su
configuración que se determina la imputación de la responsabilidad. En este ensayo, se desarrollarán
los aspectos esenciales de la falta como requisito de la responsabilidad civil, desde una perspectiva
legal, jurisprudencial y doctrinal, tomando como base el análisis del Dr. Jorge Subero Isa.
La Falta: Concepto y Enfoque General.
El Código Civil dominicano, inspirado en el Código Napoleónico, establece en sus artículos 1382 y
1383 la obligación de reparar el daño causado, fundándose en la culpa o falta del autor. Sin embargo,
este texto no define de manera precisa qué se entiende por falta, dejando su interpretación al
desarrollo jurisprudencial y doctrinal.
Según Subero Isa, la falta puede considerarse un error de conducta que no habría cometido una
persona prudente y razonable en las mismas condiciones. Este concepto, aunque abstracto, permite
evaluar las acciones humanas en función de un estándar de comportamiento que varía según el
contexto social y cultural. En esencia, la falta denota la violación de una obligación preexistente, ya
sea legal, contractual o derivada de los principios de justicia.
La responsabilidad civil basada en la falta se inscribe dentro del régimen de responsabilidad
subjetiva, donde el elemento clave para determinar la obligación de reparar es la existencia de culpa.
No obstante, Subero Isa señala que, debido a los avances tecnológicos, la complejidad de las
actividades humanas y el aumento de los riesgos, el derecho ha evolucionado hacia regímenes de
responsabilidad objetiva, en los cuales la falta pierde su protagonismo. A pesar de esta tendencia
global, la falta sigue siendo un requisito predominante en el derecho civil dominicano, tanto en la
responsabilidad contractual como extracontractual.
La Falta como Elemento Necesario en la Responsabilidad Civil.
En la República Dominicana, la Suprema Corte de Justicia ha reafirmado constantemente la necesidad
de la falta como elemento constitutivo de la responsabilidad civil. Para que un tribunal pueda
condenar al pago de una indemnización, es indispensable demostrar no solo el daño sufrido, sino
también que este es resultado de una falta imputable al demandado.
Desde el ámbito contractual, el incumplimiento de una obligación no basta por sí solo para generar
responsabilidad, sino que debe estar acompañado por la falta. Esto se deriva del principio contenido
en el artículo 1147 del Código Civil, que establece que el deudor solo será responsable si no
demuestra que el incumplimiento se debió a causas ajenas a su voluntad. En el caso de las relaciones
extracontractuales, los artículos 1382 y 1383 del Código Civil reiteran este enfoque, exigiendo que el
daño sea producto de un acto culposo o negligente.
El carácter imprescindible de la falta en el sistema dominicano refleja la influencia del derecho
napoleónico, que defendía la autonomía individual y limitaba la responsabilidad a los casos en que
podía probarse culpa. Sin embargo, como señala Subero Isa, esta visión ha sido cuestionada por la
necesidad de adaptar el derecho a las realidades actuales, especialmente en áreas de alto riesgo como
la medicina, el transporte o la industria.
Clases de Faltas: Intencionales e Inintencionales.
Una de las aportaciones clave del análisis doctrinal radica en la distinción entre la falta intencional y
la falta inintencional. La falta intencional, también conocida como dolosa, implica que el autor del
daño actuó con el propósito deliberado de causar un perjuicio. En el ámbito contractual, este tipo de
falta recibe el nombre de "falta dolosa".
Por otro lado, la falta inintencional o cuasidelictual se refiere a aquellas conductas negligentes o
imprudentes que, aunque no buscan directamente causar daño, lo producen por omisión de los
estándares mínimos de cuidado. La distinción entre estos dos tipos de faltas tiene repercusiones
significativas, tanto en la calificación de la responsabilidad como en la determinación de las
indemnizaciones correspondientes.
La Apreciación de la Falta: Jurisprudencia Dominicana.
La jurisprudencia dominicana ha desarrollado criterios amplios para evaluar qué constituye una falta
en casos concretos. Como menciona Subero Isa, los tribunales han considerado faltas actos tan
diversos como:
• La cancelación unilateral de contratos sin justificación.
• La inadecuada gestión de establecimientos abiertos al público, como la falta de
mantenimiento de ascensores.
• La recomendación de productos o servicios que generan un daño por su defectuosa
aplicación.
En todos estos casos, los jueces deben valorar las circunstancias particulares para determinar si el
comportamiento del demandado constituye un error de conducta que compromete su
responsabilidad civil. Este análisis depende en gran medida del estándar del "hombre razonable",
que sirve como referencia para evaluar la prudencia o diligencia esperada.
Prueba de la Falta y Naturaleza de las Obligaciones
En cuanto a la prueba de la falta, el artículo 1315 del Código Civil establece que corresponde al
reclamante demostrar la existencia de la obligación cuyo incumplimiento generó el daño. Sin
embargo, la naturaleza de la obligación influye directamente en la carga probatoria:
- Obligaciones de resultado: En estos casos, basta con probar el incumplimiento para presumir
la falta, salvo que el deudor demuestre la existencia de una causa extraña que le exonere de
responsabilidad.
- Obligaciones de medios: Aquí, el acreedor debe probar que el deudor actuó con negligencia o
imprudencia, lo cual puede ser más complejo desde el punto de vista probatorio.
La jurisprudencia dominicana ha ampliado el ámbito de las obligaciones de resultado, buscando
proteger a las víctimas al eximirlas de la carga de probar la falta en ciertos casos. Esta tendencia
refleja un esfuerzo por equilibrar los principios tradicionales de la responsabilidad subjetiva con las
demandas de justicia social.
Conclusión
La falta sigue siendo un pilar esencial en el sistema de responsabilidad civil dominicano, aunque
enfrenta desafíos ante las tendencias modernas hacia la responsabilidad objetiva. Su apreciación
requiere un análisis contextual, tanto por parte de los jueces como de los doctrinarios, para adaptarse
a las necesidades cambiantes de la sociedad.
En última instancia, la falta no solo actúa como un criterio de imputación, sino también como un
mecanismo que garantiza la equidad en las relaciones sociales. La doctrina de Subero Isa enfatiza
que, aunque el derecho debe evolucionar para responder a los nuevos riesgos, no debe perder de
vista los principios fundamentales que sostienen el orden jurídico.