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El Decreto de Graciano

El Decreto de Graciano, elaborado en 1140, es una obra clave del derecho canónico medieval que busca armonizar las normas de la Iglesia Católica. El Código de Cánones de las Iglesias Orientales, promulgado en 1990, regula la vida de las Iglesias orientales católicas, preservando sus tradiciones dentro de la unidad de la Iglesia. Además, se describen los tribunales eclesiásticos y documentos pontificios que estructuran la administración de justicia y la enseñanza en la Iglesia Católica.

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El Decreto de Graciano

El Decreto de Graciano, elaborado en 1140, es una obra clave del derecho canónico medieval que busca armonizar las normas de la Iglesia Católica. El Código de Cánones de las Iglesias Orientales, promulgado en 1990, regula la vida de las Iglesias orientales católicas, preservando sus tradiciones dentro de la unidad de la Iglesia. Además, se describen los tribunales eclesiásticos y documentos pontificios que estructuran la administración de justicia y la enseñanza en la Iglesia Católica.

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EL DECRETO DE GRACIANO

Elaborado alrededor de 1140 por el monje jurista Graciano en Bolonia, Italia, es una obra
fundamental del derecho canónico medieval. Su título original, Concordia discordantium
canonum ("Armonía de los cánones discordantes"), refleja su propósito principal: organizar,
armonizar y resolver las contradicciones presentes en las normas y textos que regían a la Iglesia
Católica.

El texto está dividido en tres partes: las Distinctiones, que abordan principios generales y fuentes
del derecho; las Causae, que presentan casos prácticos con soluciones basadas en los cánones;
y De consecratione, que trata sobre los sacramentos y la liturgia.

Esta obra marcó un hito al ser el primer texto sistemático de derecho canónico, sirviendo como
base del Corpus Iuris Canonici, el cual reguló la Iglesia hasta 1917. Además, fue ampliamente
estudiado en las universidades medievales, contribuyendo al desarrollo del derecho como
disciplina académica. El Decreto surgió en un contexto histórico de consolidación jurídica en
Europa, donde el derecho canónico tenía una gran influencia en la sociedad.

El Código de Cánones de las Iglesias Orientales (CCEO)

Es el conjunto de normas que regula la vida, disciplina y organización de las Iglesias orientales
católicas en comunión con la Santa Sede. Fue promulgado por el papa Juan Pablo II el 18 de
octubre de 1990 y entró en vigor el 1 de octubre de 1991. Este código responde a la necesidad
de un marco jurídico propio para estas Iglesias, preservando sus tradiciones, ritos y autonomía,
dentro de la unidad de la Iglesia católica.

El CCEO consta de 30 títulos y 1546 cánones, que abarcan temas como los derechos y deberes
de los fieles, la jerarquía, los sacramentos, la vida consagrada, la evangelización y las relaciones
con otras Iglesias. Es una obra clave para respetar y proteger la diversidad de las tradiciones
orientales, reconociendo su valor y especificidad dentro de la Iglesia universal.

En la estructura jurídica de la Iglesia Católica, los tribunales tienen la función de administrar


justicia en asuntos relacionados con el derecho canónico. A continuación, se describe cada tipo
de tribunal:

1. Suprema Signatura Apostólica


Es el máximo tribunal de la Iglesia Católica y supervisa la correcta administración de justicia en
todos los tribunales eclesiásticos. Tiene funciones similares a una corte suprema y puede
intervenir en apelaciones y conflictos de competencia entre otros tribunales. También supervisa
la legitimidad de las decisiones judiciales y administrativas dentro de la Iglesia.
2. Tribunales de la Rota Romana
Es el tribunal de apelación más importante después de la Signatura Apostólica. Se encarga
principalmente de resolver causas relacionadas con la nulidad matrimonial, además de otros
asuntos civiles y penales eclesiásticos en segunda o tercera instancia. Sus decisiones son
consideradas definitivas y de gran autoridad jurídica.
3. Tribunales Arquidiocesanos (Segunda Instancia)
Son tribunales regionales que funcionan como instancias de apelación para los casos juzgados
en los tribunales diocesanos. Se encuentran en las arquidiócesis y revisan las decisiones tomadas
en los tribunales de primera instancia.
4. Tribunales Diocesanos (Primera Instancia)
Son los tribunales que funcionan en las diócesis y son la primera instancia para la resolución de
casos judiciales en la Iglesia. Su jurisdicción incluye temas como nulidad matrimonial, cuestiones
penales y otros asuntos canónicos dentro de la diócesis correspondiente. El obispo es el juez
supremo en su diócesis, pero normalmente delega esta función a un vicario judicial.
Cada uno de estos tribunales cumple un papel específico para garantizar justicia, unidad y
disciplina dentro de la Iglesia, respetando las normas del derecho canónico.

LA SEDE APOSTÓLICA

También conocida como la Santa Sede, es el término que designa al gobierno central de la Iglesia
Católica y a la jurisdicción del Papa como sucesor de San Pedro. Representa la máxima autoridad
espiritual y administrativa de la Iglesia en asuntos de fe, moral y disciplina.

Dentro de la Sede Apostólica se encuentra la Curia Romana, que es el conjunto de organismos y


oficinas que asisten al Papa en el gobierno de la Iglesia. Su función principal es coordinar y
administrar los asuntos relacionados con las diócesis, las órdenes religiosas, las relaciones
internacionales de la Iglesia y otras cuestiones canónicas y pastorales.

Principales organismos de la Curia Romana:

1. Secretaría de Estado: Maneja las relaciones diplomáticas de la Santa Sede y coordina la labor
de los demás dicasterios.
2. Dicasterios: Encargados de áreas específicas como la doctrina, la evangelización, la liturgia y
los asuntos sociales. Por ejemplo:
– Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
– Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.
3. Tribunales: Incluyen la Rota Romana, la Suprema Signatura Apostólica y la Penitenciaría
Apostólica, responsables de temas judiciales y de indulgencias.
4. Congregaciones y Consejos Pontificios: Organismos que tratan temas como la educación
católica, los obispos, el clero y las causas de los santos.
La Curia Romana es un instrumento clave en la organización y funcionamiento de la Iglesia
universal, asegurando la unidad y la comunicación entre el Papa y las Iglesias locales.

REUNIONES ECLESIALES:

1. Concilios
Son asambleas solemnes de obispos y otros representantes eclesiásticos, convocadas para
tratar asuntos de fe, moral, disciplina o administración en la Iglesia.
– Concilios Ecuménicos: Incluyen a obispos de todo el mundo, bajo la autoridad del Papa.
Ejemplo: el Concilio Vaticano II (1962-1965).
– Concilios Locales: Reúnen a obispos de una región o país.
2. Sínodo de Obispos
Es una asamblea consultiva de obispos elegidos de diversas partes del mundo, convocada
por el Papa para reflexionar sobre temas específicos de la Iglesia.
– No tiene poder legislativo, pero sus conclusiones pueden influir en las decisiones del Papa.
– Ejemplo: Sínodo sobre la Amazonía (2019).
3. Cónclave
Es la reunión cerrada del Colegio Cardenalicio para elegir al nuevo Papa tras la muerte o
renuncia del anterior.
– Se celebra en la Capilla Sixtina, bajo estrictas normas de privacidad.
– La elección se realiza mediante votación secreta y se requiere mayoría de dos tercios.
4. Consistorio (Colegio Cardenalicio)
Es la reunión de los cardenales con el Papa para tratar asuntos importantes de la Iglesia.
– Puede ser ordinario (para asuntos regulares) o extraordinario (para temas de especial
relevancia).
– En estas reuniones, el Papa puede anunciar la creación de nuevos cardenales.
5. Reunión con Líderes de Otras Religiones (Reunión de la Paz)
Son encuentros entre el Papa y líderes de distintas confesiones religiosas para promover el
diálogo interreligioso, la paz y la cooperación mundial.
– Ejemplo destacado: El Encuentro de Asís (1986), convocado por el Papa Juan Pablo II, que
reunió a representantes de diversas religiones para orar por la paz.

La relación entre la Iglesia Católica y el poder político

se ha manifestado a través de diversos acuerdos y normas que buscan regular su interacción,


garantizando la autonomía de la Iglesia y, al mismo tiempo, estableciendo marcos de
cooperación con los estados. A continuación, se describen algunos de los principales
mecanismos de esta relación:

1. Concordatos
Son acuerdos o tratados entre la Santa Sede y un estado que regulan las relaciones entre la
Iglesia y ese gobierno en particular.
– Objetivo: Definir aspectos como la libertad religiosa, la enseñanza religiosa en las escuelas,
el nombramiento de obispos, y otros temas de interés mutuo.
– Ejemplo: El Concordato de 1929 entre la Santa Sede y el Estado italiano, que estableció el
Estado de la Ciudad del Vaticano como un ente independiente.
2. Convenios de Estado
Son acuerdos entre la Iglesia y los gobiernos que regulan aspectos específicos de la vida
religiosa, sin llegar a la formalidad de un concordato.
– Pueden tratar temas como el estatus legal de las instituciones religiosas, la exoneración de
impuestos a la Iglesia, o el reconocimiento legal de los matrimonios canónicos.
– A menudo, estos convenios son menos formales que un concordato, pero siguen siendo
mecanismos importantes para establecer relaciones cooperativas.
3. Exoneraciones Civiles
Son excepciones legales o fiscales otorgadas por los estados a las instituciones de la Iglesia.
– Exoneraciones fiscales: En muchos países, las iglesias están exentas de ciertos impuestos,
como el impuesto sobre la propiedad o el IVA, debido a su carácter religioso y no lucrativo.
– Exoneraciones legales: En algunos casos, la Iglesia puede tener inmunidad frente a ciertos
procedimientos civiles o penales, como los relativos a la enseñanza religiosa o la jurisdicción
eclesiástica en casos matrimoniales (por ejemplo, en casos de nulidad matrimonial).
– Estas exoneraciones buscan garantizar la independencia de la Iglesia en el ejercicio de sus
funciones y proteger su autonomía.
Estos mecanismos son fundamentales para entender cómo la Iglesia interactúa con los estados
y cómo se organiza la relación entre la autoridad religiosa y la política civil.

Documentos pontificios

Son escritos oficiales emitidos por el Papa que abordan diversos temas relacionados con la
doctrina, la moral, la disciplina y las necesidades pastorales de la Iglesia. A continuación, se
detallan algunos de los más importantes:

1. Cartas Encíclicas
Son documentos solemnes y amplios dirigidos a todos los fieles de la Iglesia, y en ocasiones a
toda la humanidad.
– Objetivo: Tratan sobre temas doctrinales, éticos o sociales de relevancia universal.
– Ejemplo: Rerum Novarum (1891) de León XIII, sobre la cuestión social y los derechos de los
trabajadores.
2. Epístola Encíclica
Aunque similar a las cartas encíclicas, las epístolas encíclicas se centran más en temas
doctrinales y teológicos, y suelen ser más breves que las cartas encíclicas.
– Objetivo: Exponer y desarrollar la doctrina de la Iglesia sobre un tema específico.
– Ejemplo: Humanae Vitae (1968) de Pablo VI, sobre la regulación de la natalidad.
3. Constitución Apostólica
Son documentos papales legales y doctrinales, que tienen una gran autoridad en la vida de la
Iglesia.
– Objetivo: Tratar cuestiones fundamentales de la organización de la Iglesia, como la creación
de nuevas diócesis, la fundación de órdenes religiosas o la modificación de normas
canónicas.
– Ejemplo: Fidei Depositum (1992) de Juan Pablo II, promulgando el Catecismo de la Iglesia
Católica.
4. Exhortación Apostólica
Son documentos dirigidos a los fieles para exhortarlos a la acción en algún aspecto particular de
la vida cristiana.
– Objetivo: Animar a los creyentes a aplicar enseñanzas en su vida cotidiana, a menudo
resultado de un sínodo o de un evento pastoral importante.
– Ejemplo: Evangelii Gaudium (2013) de Francisco, sobre la evangelización en el mundo
moderno.
5. Cartas Apostólicas
Son comunicaciones papales menos formales que las cartas encíclicas, dirigidas a grupos
específicos o comunidades dentro de la Iglesia.
– Objetivo: Tratar temas pastorales, o manifestar alguna orientación o enseñanza de manera
más personal.
– Ejemplo: Misericordia et Misera (2016) de Francisco, sobre el final del Jubileo de la
Misericordia.
6. Bulas y Breves
Ambos son tipos de documentos oficiales y formales emitidos por el Papa, con diferencias
en su estructura y finalidad:
– Bula: Se utiliza para decretos importantes o decisiones doctrinales, administrativas o de gran
relevancia. Las bulas suelen estar selladas con el "sello de plomo" del Papa.
– Ejemplo: Unam Sanctam (1302) de Bonifacio VIII, sobre la supremacía del Papa.
– Breve: Es un documento papal más corto y menos formal que la bula. Se utiliza para
comunicaciones o decretos menos solemnes.
– Ejemplo: Qui Pluribus (1846) de Pío IX, sobre la libertad religiosa.
7. Motu Propio
Son documentos emitidos por el Papa de manera personal y autónoma, sin necesidad de
consultar con otros órganos de la Iglesia.
– Objetivo: Introducir reformas o decisiones sobre asuntos específicos, en cualquier área de la
vida de la Iglesia.
– Ejemplo: Motu Proprio “Summorum Pontificum” (2007) de Benedicto XVI, que autorizó el
uso de la misa en latín según el rito tridentino.
Estos documentos son fundamentales para comprender la autoridad del Papa en la vida de
la Iglesia, así como para conocer la doctrina y las enseñanzas papales sobre diversos aspectos
de la fe y la moral.
DELICTA GRAVIORA
Los Delicta Graviora son delitos particularmente graves en la Iglesia Católica que han sido
reservados a la Congregación para la Doctrina de la Fe para su instrucción y juicio. Estos delitos
están relacionados con la fe, la moral y la disciplina de la Iglesia, y la reforma del 8 de diciembre
de 2021 actualizó las normas para abordar estos crímenes con una mayor claridad y eficacia. A
continuación, se detallan los delitos más graves:
1. Herejía, Cisma y Apostasía
– Herejía: Negación o distorsión pública de una verdad fundamental de la fe católica.
– Cisma: Separación o rechazo de la autoridad del Papa o del cuerpo jerárquico de la Iglesia.
– Apostasía: Renuncia total a la fe cristiana.
– Estos delitos son considerados gravísimos porque atacan directamente la unidad de la fe y
la autoridad eclesiástica.
2. Delitos contra el sacramento de la Eucaristía
– Este delito involucra el profanar o deshonrar la Eucaristía, como el robo o la utilización
indebida de las especies eucarísticas (el pan y el vino consagrados).
– También incluye la celebración de la Misa de manera inválida o la comunión sacrílega, donde
una persona que no está en estado de gracia recibe la Eucaristía de manera inapropiada.
4. Delitos contra el sacramento de la Penitencia
– Aquí se incluyen comportamientos que violan la santidad del sacramento de la confesión,
como la revelación de los pecados confesados por un sacerdote (violación del sigilo
sacramental).
– También puede involucrar abusos durante la administración del sacramento.
5. Conferir el orden sagrado a una mujer
– El sacramento del orden solo puede ser conferido a hombres. La ordenación de una mujer
es considerada un delito grave ya que va en contra de la doctrina y la práctica tradicional de
la Iglesia.
6. Delito contra el sexto mandamiento cometidos por clérigo con menor de 18 años
– Este delito incluye abuso sexual o conducta inapropiada por parte de un clérigo con un
menor de 18 años, violando el sexto mandamiento (que prohíbe la lujuria y los actos sexuales
ilícitos). Este delito tiene consecuencias muy graves y se maneja con una gran rigurosidad
dentro de la Iglesia.
7. Adquisición, retención, exhibición o divulgación de material pornográfico por clérigo
– Este delito se refiere a la posesión, distribución o exhibición de material pornográfico,
especialmente en relación con menores. En este contexto, es tratado con severidad por su
impacto en la moral y la dignidad humana.
– Nota: Estos delitos están reservados a la Congregación para la Doctrina de la Fe debido a su
gravedad y al impacto directo que tienen sobre la integridad y la credibilidad de la Iglesia.
Los clérigos involucrados en estos delitos pueden enfrentar la excomunión y otras sanciones
canónicas.

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