Celebración de la liturgia de las
horas para Semana Santa
Solo laudes
Oración de la mañana
Capilla de San Mateo, Parra
Tepeaca, Puebla
2025
1
aquella generación me repugnó, y dije:
Lunes santo Es un pueblo de corazón extraviado,
LAUDES que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
V. Señor abre mis labios que no entrarán en mi descanso»
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Ant. A Cristo, el Señor, que por nosotros Santo.
fue tentado y por nosotros murió, venid, Como era en el principio, ahora y
adorémosle. siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
Salmo 94
Ant. A Cristo, el Señor, que por nosotros
INVITACIÓN A LA ALABANZA
fue tentado y por nosotros murió, venid,
DIVINA adorémosle.
Venid, aclamemos al Señor, Himno: DIERON MUERTE AL HEREDERO
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias, Dieron muerte al Heredero,
aclamándolo con cantos. su oblación es haz de luz,
reina Dios desde el madero,
Porque el Señor es un Dios grande, fulge el signo de la cruz.
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra, En los cielos contemplamos
son suyas las cumbres de los montes; nuestra prenda tan locuaz
suyo es el mar, porque él lo hizo, como símbolo divino
la tierra firme que modelaron sus manos. de salud, de amor, de paz.
Venid, postrémonos por tierra, ¡Resplandece, brilla, avanza,
bendiciendo al Señor, creador nuestro. oh estandarte del gran Rey!
Porque él es nuestro Dios, ¡Oh cruz, única esperanza
y nosotros su pueblo, y resumen de su ley!
el rebaño que él guía.
Que presidas nuestra suerte
Ojalá escuchéis hoy su voz: -cada cual con nuestra cruz-
«No endurezcáis el corazón como en y en la hora de la muerte
Meribá, nos conduzcas a Jesús.
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a Gloria al Padre con el Hijo
prueba y el Espíritu de amor;
y dudaron de mí, aunque habían visto las tres personas reciban
mis obras. por la cruz igual honor. Amén.
Durante cuarenta años
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SALMODIA tus torrentes y tus olas
me han arrollado.
Ant 1. Exclamó Jesús: «Siento en mi
alma angustias de muerte; aguardad aquí De día el Señor
y velad conmigo.» me hará misericordia,
de noche cantaré la alabanza
Salmo 41 del Dios de mi vida.
DESEO DEL SEÑOR Y ANSIAS DE
CONTEMPLAR EL TEMPLO Diré a Dios: Roca mía,
¿por qué me olvidas?
Como busca la cierva ¿Por qué voy andando sombrío,
corrientes de agua, hostigado por mi enemigo?
así mi alma te busca
a ti, Dios mío; Se me rompen los huesos
por las burlas del adversario;
tiene sed de Dios, todo el día me preguntan:
del Dios vivo: «¿Dónde está tu Dios?»
¿cuándo entraré a ver
el rostro de Dios? ¿Por qué te acongojas, alma mía,
por qué te me turbas?
Las lágrimas son mi pan Espera en Dios, que volverás a alabarlo:
noche y día, «Salud de mi rostro, Dios mío.»
mientras todo el día me repiten:
«¿Dónde está tu Dios?» Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
Recuerdo otros tiempos, Como era en el principio, ahora y
y mi alma desfallece de tristeza: siempre, por los siglos de los siglos.
cómo marchaba a la cabeza del grupo, Amén.
hacia la casa de Dios,
entre cantos de júbilo y alabanza, Ant. Exclamó Jesús: «Siento en mi alma
en el bullicio de la fiesta. angustias de muerte; aguardad aquí y
velad conmigo.»
¿Por qué te acongojas, alma mía,
por qué te me turbas? Ant 2. Ahora viene el juicio de este
Espera en Dios, que volverás a alabarlo: mundo; ahora el señor de este mundo va
«Salud de mi rostro, Dios mío.» a ser arrojado fuera.
Cuando mi alma se acongoja, Cántico: SÚPLICA EN FAVOR DE LA
te recuerdo, CIUDAD SANTA DE JERUSALÉN Sir. 36, 1-
desde el Jordán y el Hermón 7. 13-16
y el Monte Menor.
Sálvanos, Dios del universo,
Una sima grita a otra sima infunde tu terror a todas las naciones;
con voz de cascadas: amenaza con tu mano al pueblo
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extranjero,
para que sienta tu poder. SALMO 18
ALABANZA AL DIOS CREADOR DEL
Como les mostraste tu santidad al UNIVERSO.
castigarnos,
muéstranos así tu gloria castigándolos a El cielo proclama la gloria de Dios,
ellos: el firmamento pregona la obra de sus
para que sepan, como nosotros lo manos:
sabemos, el día al día le pasa el mensaje,
que no hay Dios fuera de ti. la noche a la noche se lo murmura.
Renueva los prodigios, repite los Sin que hablen, sin que pronuncien,
portentos, sin que resuene su voz,
exalta tu mano, robustece tu brazo. a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje.
Reúne a todas las tribus de Jacob
y dales su heredad como antiguamente. Allí le ha puesto su tienda al sol:
él sale como el esposo de su alcoba,
Ten compasión del pueblo que lleva tu contento como un héroe, a recorrer su
nombre, camino.
de Israel, a quien nombraste tu
primogénito. Asoma por un extremo del cielo,
Ten compasión de tu ciudad santa, y su órbita llega al otro extremo:
de Jerusalén, lugar de tu reposo. nada se libra de su calor.
Llena a Sión de tu majestad Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
y al templo de tu gloria. Santo.
Como era en el principio, ahora y
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu siempre, por los siglos de los siglos.
Santo. Amén.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Ant. Jesús, caudillo y consumador de la
Amén. fe, sufrió con toda constancia la cruz,
pasando por encima de su ignominia; y
Ant. Ahora viene el juicio de este mundo; está sentado a la diestra del trono de
ahora el señor de este mundo va a ser Dios.
arrojado fuera.
Ant 3. Jesús, caudillo y consumador de LECTURA BREVE Jr 11, 19-20
la fe, sufrió con toda constancia la cruz,
pasando por encima de su ignominia; y Yo como cordero manso, llevado al
está sentado a la diestra del trono de matadero, no sabía los planes homicidas
Dios. que contra mí planeaban: «Talemos el
árbol en su lozanía, arranquémoslo de la
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tierra de los vivos, que su nombre no se atravesado por la lanza del soldado,
pronuncie más.» Pero tú, Señor de los *sana nuestras heridas.
ejércitos, juzgas rectamente, escudriñas
las entrañas y el corazón; veré tu Tú que converoste el madero de la cruz
venganza contra ellos, porque a ti he en árbol de vida,
encomendado mi causa. *haz que los renacidos en el bauosmo
gocen de la abundancia de los frutos de
RESPONSORIO BREVE este árbol.
V. Nos has comprado, Señor, por tu Tú que, clavado en la cruz, perdonaste al
sangre. ladrón arrepenodo,
R. Nos has comprado, Señor, por tu *perdónanos también a nosotros,
sangre. pecadores.
V. De entre toda raza, lengua, pueblo y Se pueden añadir algunas intenciones
nación. libres
R. Nos has comprado, Señor, por tu
sangre. Como Cristo nos enseñó, pidamos al
Padre que perdone nuestros pecados,
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu diciendo:
Santo.
R. Nos has comprado, Señor, por tu Padre nuestro...
sangre.
ORACION
CÁNTICO EVANGÉLICO
pagina 18 Dios todopoderoso, mira la fragilidad de
nuestra naturaleza y, con la fuerza de la
Ant. Padre justo, si es verdad que el pasión de tu Hijo, levanta nuestra
mundo no te ha conocido, yo si te he esperanza. Por nuestro Señor Jesucristo,
conocido y sé que tú me has enviado. tu Hijo, que vive y reina conogo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios, por
PRECES los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
Acudamos a Cristo, nuestro Salvador, que
nos redimió con su muerte y V. El Señor nos bendiga, nos guarde de
resurrección, y digámosle: todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
Señor, ten piedad de nosotros.
Tú que subiste a Jerusalén para sufrir la
pasión y entrar así en la gloria,
*conduce a tu Iglesia a la Pascua eterna.
Tú que, elevado en la cruz, quisiste ser
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¡Cómo olvidé que erais fuentes
Martes Santo de aguas dulces y serenas! Amén.
Laudes
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza SALMODIA
Ant. 1. Defiende mi causa, Señor,
Ant. A Cristo, el Señor, que por nosotros
sálvame del hombre traidor y malvado.
fue tentado y por nosotros murió, venid,
adorémosle.
Salmo 42
Irá a la pagina 1: Salmo 94 DESEO DEL TEMPLS
Yo he venido al mundo como luz (Jn 12,
HIMNO 46).
Ojos muertos que miráis
con mirar indescriptible Hazme justicia, ¡oh Dios!, defiende mi
y con fuerza irresistible causa
atraéis y cautiváis, contra gente sin piedad,
sálvame del hombre traidor y malvado.
¿por qué, si muertos estáis,
tenéis tan viva expresión Tú eres mi Dios y protector,
que así turbáis mi razón ¿por qué me rechazas?
trocando vuestras miradas ¿Por qué voy andando sombrío,
en dos punzantes espadas hostigado por mi enemigo?
que parten mi corazón?
Envía tu luz y tu verdad:
Al veros, ojos piadosos, que ellas me guíen
todo mi ser se conmueve. y me conduzcan hasta tu monte santo,
¿Quién a miraros se atreve hasta tu morada.
sin llorar, ojos llorosos?
Que yo me acerque al altar de Dios,
Me cautiváis amorosos, al Dios de mi alegría;
me reprendéis justicieros, que te dé gracias al son de la cítara,
inspiráis dolor y calma, Señor, Dios mío.
sois tiernos y sois severos,
y las borrascas del alma ¿Por qué te acongojas, alma mía,
enfrenáis sólo con veros. por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:
¡Ah! Permitid ojos píos, «Salud de mi rostro, Dios mío».
ojos que sois el encanto
del cielo, que con mi llanto Ant. Defiende mi causa, Señor, sálvame
borre mis locos desvíos; del hombre traidor y malvado.
bebí en cenagosos ríos
aguas de ponzoñas llenas
que, al infiltrarse en mis venas,
causaron fiebres ardientes.
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Ant. 2. Tú defendiste, Señor, la causa de Los vivos, los vivos son quienes te alaban:
mi alma y rescataste mi vida, Señor, Dios como yo ahora.
mío. El padre enseña a sus hijos tu fidelidad.
Cántico. Sálvame, Señor, y tocaremos nuestras
ANGUSTIAS DE UN MORIBUNDO Y arpas
ALEGRÍA DE LA CURACIÓN todos nuestros días en la casa del Señor.
Yo pensé: «En medio de mis días
tengo que marchar hacia las puertas del Ant. Tú defendiste, Señor, la causa de mi
abismo; alma y rescataste mi vida, Señor, Dios
me privan del resto de mis años». mío.
Yo pensé: «Ya no veré más al Señor Ant. 3. Mi siervo justificará a muchos,
en la tierra de los vivos, porque cargó sobre sí los crímenes de
ya no miraré a los hombres ellos.
entre los habitantes del mundo.
Salmo 64
Levantan y enrollan mi vida SOLEMNE ACCIÓN DE GRACIAS
como una tienda de pastores. Cuando se habla de Sión debe entenderse
Como un tejedor devanaba yo mi vida, del reino eterno (Orígenes).
y me cortan la trama».
¡Oh Dios!, tú mereces un himno en Sión,
Día y noche me estás acabando, y a ti se te cumplen los votos,
sollozo hasta el amanecer. porque tú escuchas las súplicas.
Me quiebras los huesos como un león,
día y noche me estás acabando. A ti acude todo mortal
a causa de sus culpas;
Estoy piando como una golondrina, nuestros delitos nos abruman,
gimo como una paloma. pero tú los perdonas.
Mis ojos mirando al cielo se consumen:
¡Señor, que me oprimen, sal fiador por mí! Dichoso el que tú eliges y acercas
para que viva en tus atrios:
Me has curado, me has hecho revivir, que nos saciemos de los bienes de tu
la amargura se me volvió paz casa,
cuando detuviste mi alma ante la tumba de los dones sagrados de tu templo.
vacía
y volviste la espalda a todos mis pecados. Con portentos de justicia nos respondes,
Dios, Salvador nuestro;
El abismo no te da gracias, tú, esperanza del confín de la tierra
ni la muerte te alaba, y del océano remoto;
ni esperan en tu fidelidad
los que bajan a la fosa. tú que afianzas los montes con tu fuerza,
ceñido de poder;
tú que reprimes el estruendo del mar,
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el estruendo de las olas V. De entre toda raza, lengua, pueblo y
y el tumulto de los pueblos. nación.
R. Nos has comprado, Señor, por tu
Los habitantes del extremo del orbe sangre.
se sobrecogen ante tus signos, V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
y a las puertas de la aurora y del ocaso Santo.
las llenas de júbilo. R. Nos has comprado, Señor, por tu
sangre.
Tú cuidas de la tierra, la riegas
y la enriqueces sin medida; CÁNTICO EVANGÉLICO
la acequia de Dios va llena de agua, pagina 18
preparas los trigales; Ant. Glorifícame tú, Padre, con la gloria
que tenía junto a ti, antes que el mundo
riegas los surcos, igualas los terrones, existiese.
tu llovizna los deja mullidos,
bendices sus brotes; PRECES
coronas el año con tus bienes, Acudamos a Cristo, nuestro Salvador, que
las rodadas de tu carro rezuman nos redimió con su muerte y resurrección,
abundancia; y digámosle:
rezuman los pastos del páramo, Señor, ten piedad de nosotros.
y las colinas se orlan de alegría;
las praderas se cubren de rebaños, Tú que subiste a Jerusalén para sufrir la
y los valles se visten de mieses, pasión y entrar así en la gloria,
que aclaman y cantan. *conduce a tu Iglesia a la Pascua
eterna.
Ant. Mi siervo justificará a muchos,
porque cargó sobre sí los crímenes de Tú que, elevado en la cruz, quisiste ser
ellos. atravesado por la lanza del soldado,
*sana nuestras heridas.
LECTURA BREVE.
Derramaré sobre la casa de David y sobre Tú que convertiste el madero de la cruz en
los habitantes de Jerusalén un espíritu de árbol de vida,
gracia y de oración. Me mirarán a mí, a *haz que los renacidos en el
quien traspasaron, harán llanto como bautismo gocen de la abundancia de los
llanto por el hijo único y llorarán como se frutos de este árbol.
llora al primogénito. Aquel día será
grande el luto de Jerusalén.
Tú que, clavado en la cruz, perdonaste al
RESPONSORIO BREVE ladrón arrepentido,
V. Nos has comprado, Señor, por tu *perdónanos también a nosotros,
sangre. pecadores.
R. Nos has comprado, Señor, por tu
sangre.
8
Se pueden añadir algunas intenciones
libres.
Siguiendo la enseñanza de Jesucristo, que
nos ha hecho hijos de Dios, digamos
juntos a nuestro Padre: Padre nuestro.
Oración
Dios todopoderoso y eterno, concédenos
participar tan vivamente en las
celebraciones de la pasión del Señor que
alcancemos tu perdón. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo.
En el rezo individual o en una celebración
comunitaria presidida por un ministro no
ordenado, se dice:
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de
todo mal y nos lleve a la vida eterna. R.
Amén.
9
Miércoles Santo En mi angustia te busco, Señor mío;
de noche extiendo las manos sin
INVOCACIÓN INICIAL
descanso,
y mi alma rehúsa el consuelo.
V. Señor abre mis labios
Cuando me acuerdo de Dios, gimo,
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
y meditando me siento desfallecer.
Ant. A Cristo, el Señor, que por nosotros Sujetas los párpados de mis ojos,
fue tentado y por nosotros murió, venid, y la agitación no me deja hablar.
adorémosle. Repaso los días antiguos,
Irá a la pagina 1: Salmo 94 recuerdo los años remotos;
de noche lo pienso en mis adentros,
HIMNO y meditándolo me pregunto:
En tus manos, Señor, pongo mi vida ¿Es que el Señor nos rechaza para
con todas sus angustias y dolores; siempre
que en ti florezcan frescos mis amores y ya no volverá a favorecernos?
y que halle apoyo en ti mi fe caída. ¿Se ha agotado ya su misericordia,
se ha terminado para siempre su
Quiero ser como cera derretida promesa?
que modelen tus dedos creadores; ¿Es que Dios se ha olvidado de su bondad,
y morar para siempre sin temores o la cólera cierra sus entrañas?
de tu costado en la sangrienta herida.
Y me digo: ¡Qué pena la mía!
Vivir tu muerte y tus dolores grandes, ¡Se ha cambiado la diestra del Altísimo!
disfrutar tus delicias verdaderas Recuerdo las proezas del Señor;
y seguir el camino por donde andes. sí, recuerdo tus antiguos portentos,
medito todas tus obras
Dame, Señor, huir de mis quimeras, y considero tus hazañas.
dame, Señor, que quiera lo que mandes
para poder querer lo que tú quieras. Dios mío, tus caminos son santos:
Amén. ¿qué dios es grande como nuestro Dios?
SALMODIA Tú, ¡oh Dios!, haciendo maravillas,
mostraste tu poder a los pueblos;
Ant. 1. En mi angustia te busco, Señor, y con tu brazo rescataste a tu pueblo,
extiendo las manos sin descanso. a los hijos de Jacob y de José.
Salmo 76 Te vio el mar, ¡oh Dios!,
RECUERDO DEL PASADO GLORIOSO DE te vio el mar y tembló,
ISRAEL las olas se estremecieron.
Alzo mi voz a Dios gritando,
alzo mi voz a Dios para que me oiga.
10
Las nubes descargaban sus aguas, los hartos se contratan por el pan,
retumbaban los nubarrones, mientras los hambrientos no tienen ya
tus saetas zigzagueaban. que trabajar;
la mujer estéril da a luz siete hijos,
Rodaba el fragor de tu trueno, mientras la madre de muchos se
los relámpagos deslumbraban el orbe, marchita.
la tierra retembló estremecida.
El Señor da la muerte y la vida,
Tú te abriste camino por las aguas, hunde en el abismo y levanta;
un vado por las aguas caudalosas, da la pobreza y la riqueza,
y no quedaba rastro de tus huellas: humilla y enaltece.
mientras guiabas a tu pueblo, como a un Él levanta del polvo al desvalido,
rebaño, alza de la basura al pobre,
por la mano de Moisés y de Aarón. para hacer que se siente entre príncipes
y que herede un trono de gloria;
Ant. En mi angustia te busco, Señor, y pues del Señor son los pilares de la tierra,
extiendo las manos sin descanso. y sobre ellos afianzó el orbe.
Ant. 2. Si hemos muerto con Cristo, Él guarda los pasos de sus amigos,
tenemos fe en que viviremos también con mientras los malvados perecen en las
él. tinieblas,
porque el hombre no triunfa por su
Cántico. fuerza.
ALEGRÍA DE LOS HUMILDES EN DIOS
Derriba del trono a los poderosos y El Señor desbarata a sus contrarios,
enaltece a los humildes; a los el Altísimo truena desde el cielo,
hambrientos los colma de bienes (Lc. 1, el Señor juzga hasta el confín de la tierra.
52-53). Él da fuerza a su Rey,
exalta el poder de su Ungido.
Mi corazón se regocija por el Señor,
mi poder se exalta por Dios; Ant. Si hemos muerto con Cristo, tenemos
mi boca se ríe de mis enemigos, fe en que viviremos también con él.
porque gozo con tu salvación.
No hay santo como el Señor,
no hay roca como nuestro Dios.
No multipliquéis discursos altivos,
no echéis por la boca arrogancias,
porque el Señor es un Dios que sabe;
él es quien pesa las acciones.
Se rompen los arcos de los valientes,
mientras los cobardes se ciñen de valor;
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Ant. 3. Cristo Jesús ha sido hecho por Alegraos, justos, con el Señor,
Dios para nosotros sabiduría, justicia, celebrad su santo nombre.
santificación y redención.
Ant. Cristo Jesús ha sido hecho por Dios
Salmo 96 para nosotros sabiduría, justicia,
EL SEÑOR ES UN REY MAYOR QUE TODOS santificación y redención.
LOS DIOSES
Este salmo canta la salvación del mundo LECTURA BREVE. Is 50, 5-7
y la conversión de todos los pueblos (S. El Señor me abrió el oído; yo no me resistí
Atanasio). ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los
que me golpeaban, las mejillas a los que
El Señor reina, la tierra goza, mesaban mi barba; no me tapé el rostro
se alegran las islas innumerables. ante ultrajes ni salivazos. El Señor me
Tiniebla y nube lo rodean, ayuda, por eso endurecí el rostro como
justicia y derecho sostienen su trono. pedernal, sabiendo que no quedaría
defraudado.
Delante de él avanza fuego
abrasando en torno a los enemigos; RESPONSORIO BREVE
sus relámpagos deslumbran el orbe, V. Nos has comprado, Señor, por tu
y, viéndolos, la tierra se estremece. sangre.
R. Nos has comprado, Señor, por tu
Los montes se derriten como cera sangre.
ante el dueño de toda la tierra; V. De entre toda raza, lengua, pueblo y
los cielos pregonan su justicia, nación.
y todos los pueblos contemplan su gloria. R. Nos has comprado, Señor, por tu
sangre.
Los que adoran estatuas se sonrojan, V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
los que ponen su orgullo en los ídolos; Santo.
ante él se postran todos los dioses. R. Nos has comprado, Señor, por tu
sangre.
Lo oye Sión, y se alegra,
se regocijan las ciudades de Judá CÁNTICO EVANGÉLICO
por tus sentencias, Señor; pagina 18
Ant. La sangre de Cristo, que por medio
porque tú eres, Señor, del Espíritu eterno se ofreció inmaculado
altísimo sobre toda la tierra, a Dios, purificará nuestra conciencia de las
encumbrado sobre todos los dioses. obras muertas, para dar culto al Dios vivo.
El Señor ama al que aborrece el mal, PRECES
protege la vida de sus fieles
y los libra de los malvados. Acudamos a Cristo, nuestro Salvador,
que nos redimió con su muerte y
Amanece la luz para el justo, resurrección, y digámosle:
y la alegría para los rectos de corazón.
12
Señor, ten piedad de nosotros.
Tú que subiste a Jerusalén para sufrir la
pasión y entrar así en la gloria,
*conduce a tu Iglesia a la Pascua
eterna.
Tú que, elevado en la cruz, quisiste ser
atravesado por la lanza del soldado,
*sana nuestras heridas.
Tú que convertiste el madero de la cruz en
árbol de vida,
*haz que los renacidos en el
bautismo gocen de la abundancia de los
frutos de este árbol.
Tú que, clavado en la cruz, perdonaste al
ladrón arrepentido,
*perdónanos también a nosotros,
pecadores.
Se pueden añadir algunas intenciones
libres.
Ya que la fuerza para no caer en la
tentación nos viene de Dios, repitamos
juntos la oración que Cristo nos enseñó y
pidamos al Padre que nos libre siempre
del mal: Padre nuestro.
Oración
Dios nuestro, que, para librarnos del
poder del enemigo, quisiste que tu Hijo
muriera en la cruz, concédenos alcanzar la
gracia de la resurrección. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de
todo mal y nos lleve a la vida eterna. R.
Amén.
13
Pastor de Israel, escucha,
Jueves Santo tú que guías a José como a un rebaño;
tú que te sientas sobre querubines,
INVOCACIÓN INICIAL
resplandece
V. Señor abre mis labios
ante Efraím, Benjamín y Manasés;
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
despierta tu poder y ven a salvarnos.
Ant. A Cristo, el Señor, que por nosotros ¡Oh Dios!, restáuranos,
fue tentado y por nosotros murió, venid, que brille tu rostro y nos salve.
adorémosle.
Señor Dios de los ejércitos,
Ir a la página 1: Salmo 94 ¿hasta cuándo estarás airado
mientras tu pueblo te suplica?
HIMNO
No me mueve, mi Dios, para quererte Le diste a comer llanto,
el cielo que me tienes prometido; a beber lágrimas a tragos;
ni me mueve el infierno tan temido nos entregaste a las disputas de nuestros
para dejar por eso de ofenderte. vecinos,
nuestros enemigos se burlan de nosotros.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido; Dios de los ejércitos, restáuranos,
muéveme ver tu cuerpo tan herido, que brille tu rostro y nos salve.
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Sacaste una vid de Egipto,
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal expulsaste a los gentiles, y la
manera, trasplantaste;
que, aunque no hubiera cielo, yo te le preparaste el terreno y echó raíces
amara, hasta llenar el país;
y, aunque no hubiera infierno, te temiera.
su sombra cubría las montañas,
No tienes que me dar porque te quiera; y sus pámpanos, los cedros altísimos;
pues, aunque cuanto espero no esperara, extendió sus sarmientos hasta el mar,
lo mismo que te quiero te quisiera. Amén. y sus brotes hasta el Gran Río.
SALMODIA ¿Por qué has derribado su cerca
para que la saqueen los viandantes,
Ant. 1. Mira, Señor, y contempla que la pisoteen los jabalíes
estoy en peligro, respóndeme en seguida. y se la coman las alimañas?
Dios de los ejércitos, vuélvete:
Salmo 79 mira desde el cielo, fíjate,
VEN A VISITAR TU VIÑA ven a visitar tu viña,
Ven, Señor Jesús (Ap 22, 20). la cepa que tu diestra plantó,
y que tú hiciste vigorosa.
14
La han talado y le han prendido fuego: «¡Qué grande es en medio de ti
con un bramido hazlos perecer. el Santo de Israel!».
Que tu mano proteja a tu escogido,
al hombre que tú fortaleciste. Ant. Él es mi Dios y Salvador: confiaré y no
No nos alejaremos de ti: temeré.
danos vida, para que invoquemos tu
nombre. Ant. 3. El Señor nos alimentó con flor de
harina, nos sació con miel silvestre.
Señor Dios de los ejércitos, restáuranos,
que brille tu rostro y nos salve. Salmo 80
SOLEMNE RENOVACIÓN DE LA ALIANZA
Ant. Mira, Señor, y contempla que estoy Mirad que no tenga nadie un corazón
en peligro, respóndeme en seguida. malo e incrédulo (Hb 3, 12).
Ant. 2. Él es mi Dios y Salvador: confiaré Aclamad a Dios, nuestra fuerza;
y no temeré. dad vítores al Dios de Jacob:
Cántico. Is 12, 1-6 acompañad, tocad los panderos,
ACCIÓN DE GRACIAS DEL PUEBLO las cítaras templadas y las arpas;
SALVADO tocad la trompeta por la luna nueva,
El que tenga sed que venga a mí y que por la luna llena, que es nuestra fiesta;
beba (Jn 7, 37).
porque es una ley de Israel,
Te doy gracias, Señor, un precepto del Dios de Jacob,
porque estabas airado contra mí, una norma establecida para José
pero ha cesado tu ira al salir de Egipto.
y me has consolado.
Oigo un lenguaje desconocido:
Él es mi Dios y salvador: «Retiré sus hombros de la carga,
confiaré y no temeré, y sus manos dejaron la espuerta.
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación. Clamaste en la aflicción, y te libré,
Y sacaréis aguas con gozo te respondí oculto entre los truenos,
de las fuentes de la salvación. te puse a prueba junto a la fuente de
Meribá.
Aquel día, diréis:
Dad gracias al Señor, Escucha, pueblo mío, doy testimonio
invocad su nombre, contra ti;
contad a los pueblos sus hazañas, ¡ojalá me escuchases, Israel!
proclamad que su nombre es excelso.
No tendrás un dios extraño,
Tañed para el Señor, que hizo proezas; no adorarás un dios extranjero;
anunciadlas a toda la tierra; yo soy el Señor Dios tuyo,
gritad jubilosos, habitantes de Sión: que te saqué del país de Egipto;
15
abre tu boca y yo la saciaré. R. Nos has comprado, Señor, por tu
sangre.
Pero mi pueblo no escuchó mi voz,
Israel no quiso obedecer: CÁNTICO EVANGÉLICO
los entregué a su corazón obstinado, pagina 18
para que anduviesen según sus antojos. Ant. Con verdadero anhelo he deseado
comer esta Pascua con vosotros antes de
¡Ojalá me escuchase mi pueblo padecer.
y caminase Israel por mi camino!:
en un momento humillaría a sus PRECES
enemigos Oremos a Cristo, Sacerdote eterno, a
y volvería mi mano contra sus adversarios; quien el Padre ungió con el Espíritu Santo,
para que proclamara la redención a los
los que aborrecen al Señor te adularían, cautivos, y digámosle:
y su suerte quedaría fijada;
te alimentaría con flor de harina, Señor, ten piedad.
te saciaría con miel silvestre».
Tú que subiste a Jerusalén para sufrir la
Ant. El Señor nos alimentó con flor de pasión y entrar así en la gloria,
harina, nos sació con miel silvestre. *conduce a tu Iglesia a la Pascua
eterna.
LECTURA BREVE. Hb 2, 9b-10
Vemos a Jesús coronado de gloria y de Tú que, elevado en la cruz, quisiste ser
honor por haber padecido la muerte. Así, atravesado por la lanza del soldado,
por amorosa dignación de Dios, gustó la *sana nuestras heridas.
muerte en beneficio de todos. Pues como
quisiese Dios, por quien y para quien son Tú que convertiste el madero de la cruz en
todas las cosas, llevar un gran número de árbol de vida,
hijos a la gloria, convenía ciertamente que *haz que los renacidos en el
perfeccionase por medio del sufrimiento bautismo gocen de la abundancia de los
al que iba a guiarlos a la salvación. frutos de este árbol.
RESPONSORIO BREVE Tú que, clavado en la cruz, perdonaste al
V. Nos has comprado, Señor, por tu ladrón arrepentido,
sangre. *perdónanos también a nosotros,
R. Nos has comprado, Señor, por tu pecadores.
sangre.
V. De entre toda raza, lengua, pueblo y Se pueden añadir algunas intenciones
nación. libres.
R. Nos has comprado, Señor, por tu
sangre. Como Cristo nos enseñó, pidamos al
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Padre que perdone nuestros pecados,
Santo. diciendo: Padre nuestro.
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Oración
Dios nuestro, digno, con toda justicia, de
ser amado sobre todas las cosas, derrama
sobre nosotros los dones de tu gracia,
para que la herencia celestial, que la
muerte de tu Hijo nos hace esperar
confiadamente, logre ser alcanzada por
nosotros en virtud de su resurrección. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de
todo mal y nos lleve a la vida eterna. R.
Amén.
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Cántico de Zacarías. anunciando a su pueblo la
Lc 1, 68-79 salvación,
el perdón de sus pecados.
EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Por la entrañable misericordia de
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
nuestro Dios,
porque ha visitado y redimido a su
nos visitará el sol que nace de lo
pueblo,
alto,
suscitándonos una fuerza de
para iluminar a los que viven en
salvación
tiniebla
en la casa de David, su siervo,
y en sombra de muerte,
según lo había predicho desde
para guiar nuestros pasos
antiguo
por el camino de la paz.
por boca de sus santos profetas.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Es la salvación que nos libra de
Santo.
nuestros enemigos
Como era en el principio, ahora y
y de la mano de todos los que nos
siempre,
odian;
por los siglos de los siglos. Amén.
ha realizado así la misericordia que
tuvo
con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro
padre Abraham.
Para concedernos que, libres de
temor,
arrancados de la mano de los
enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros
días.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del
Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
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