FERNANDO LEÓN BOLAÑOS PALACIOS
Magistrado ponente
SP497-2025
Radicación Nº 67167
Aprobado Acta n°. 047
Bogotá D.C., cinco (5) de marzo de dos mil veinticinco
(2025).
I. ASUNTO
1. Decide la Corte la impugnación especial interpuesta
por el apoderado de EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR
OSPINO, contra la sentencia de segunda instancia proferida
por la Sala Penal del Tribunal Superior de Santa Marta, el 22
de mayo de 2024, que revocó la absolución emitida a favor
del procesado por el Juzgado Primero Penal del Circuito de
Impugnación Especial No. 67167
CUI 47001310400120170212901
EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
esa ciudad, para en su lugar, declararlo penalmente
responsable del delito de peculado por apropiación agravado
por la cuantía, en concurso homogéneo y sucesivo, en calidad
de interviniente.
II. SÍNTESIS FÁCTICA
2. De acuerdo con la acusación entre los años 2006
y 2007 se gestó un entramado criminal para desfalcar al
Instituto del Seguro Social, Seccional Magdalena (en
adelante ISS) , en el cual participaron varias personas, entre
ellas funcionarios del ISS de esa regional –—Gerente y
abogados internos—, Jueces de diferentes categorías de
Ciénaga y Santa Marta, así como abogados, entre otros.
Precisamente, según el pliego cargos, EUSTORGIO
ALBERTO ESCOBAR OSPINO, intervino en tal causa ilícita
mediante la promoción, ante el Juzgado Segundo Civil
Municipal de Ciénaga (Magdalena) , de dos procesos
ejecutivos, a saber: (i) el radicado N° 2007–00132, en el
que alegó la calidad apoderado judicial de PROFARMA
DISTRIBUCIONES LTDA., —representada legalmente por Osvaldo
Rafael Rodríguez Linero—; y (ii) el radicado N° 2007–00188 en
el cual sostuvo actuar en nombre de Carmenza Isabel
Verdeza de Ochoa —propietaria del establecimiento mercantil
DENTIMEDIC— .
2
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EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
3. En relación con esas actuaciones ESCOBAR
OSPINO se encargó de redactar el libelo genitor para
reivindicar el pago de facturas adeudadas por el ISS a sus
poderdantes; sin embargo, según se acreditó, los
respectivos poderes y títulos ejecutivos eran apócrifos,
documentos que letrado previamente recibió, a sabiendas
su condición espuria, de otros dos partícipes de la gesta
delictiva (Eduardo Leguia Bonet y Edgar de Jesús San Juan) .
Las comentadas acciones que fueron tramitadas en
forma expedita y con resultado favorable a la pretensión
del demandante, gracias a que la parte ejecutada no
presentó oposición a pesar ser obligaciones inexistentes,
y con la efectiva colaboración del entonces titular del
citado juzgado (Antonio Rafael Vives Cervantes), quien estaba
connivencia con los demás concertados, permitiendo todo
lo anterior que a ESCOBAR OSPINO le fuera pagado,
mediante depósitos judiciales, en el primer asunto
$138’460000, y en el segundo $161’61800, para un gran
total de $300.078.000, recursos que habían sido
embargados al ISS.
III. ANTECEDENTES PROCESALES
4. Las presentes diligencias iniciaron con fundamento
en el informe No. 674 de 29 de abril de 20081, rendido por
1
Cuaderno Original de Instrucción No. 1, folios 4-31.
3
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investigadores del Cuerpo Técnico de Investigación,
Seccional Santa Marta, sobre las labores de verificación
tendientes a establecer las posibles irregularidades en el
pago de títulos judiciales por parte del Juzgado Segundo Civil
Municipal de Ciénaga (Magdalena), según demandas
ejecutivas instauradas en contra del Instituto de Seguros
Sociales.
En razón de ello, el 20 de agosto de 2008, la Fiscalía 53
delegada ante los Jueces Penales del Circuito Especializados
dispuso adelantar investigación previa2. EUSTORGIO
ALBERTO ESCOBAR OSPINO rindió versión libre el 22 de
octubre siguiente3.
5. Una vez se abrió formalmente la instrucción penal en
su contra por el concurso delictual de peculado por
apropiación agravado, en calidad de interviniente, falsedad
en documento privado y falsedad material en documento
público; del 2 a 10 de febrero de 20114, EUSTORGIO
ALBERTO ESCOBAR OSPINO fue escuchado en indagatoria5;
y, el 28 de febrero siguiente6, se resolvió su situación jurídica,
absteniéndose el ente instructor de imponer medida de
aseguramiento en su contra.
2
Cuaderno Original de Instrucción No. 1, folios 35-37.
3
Cuaderno Original de Instrucción, No. 1, folios 40-45.
4
Cuaderno Original de Instrucción No. 1, folios 115-119.
5
Cuaderno Original de Instrucción No. 2, folios 2-57.
6
Cuaderno Original de Instrucción No. 2. folios 91-103.
4
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6. Una vez clausurada la investigación7, el 28 de abril
de 20168, la Fiscalía Diecinueve delegada ante los Jueces
Penales del Circuito de Santa Marta, adscrita a la Dirección
Nacional contra la Corrupción, calificó el mérito del sumario
con preclusión en favor de EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR
OSPINO por los delitos de falsedad en documento privado y
falsedad material en documento público; y, lo acusó como
interviniente de la conducta punible de peculado por
apropiación agravado9, en concurso homogéneo y sucesivo
(artículo 397 -inciso 2º- de la Ley 599 de 2000)10, con las
circunstancias de mayor punibilidad previstas en los
numerales 1º y 10º del artículo 58 del Código Penal11. Esta
decisión cobró ejecutoria el 11 de octubre siguiente12.
7. La fase del juicio correspondió al Juzgado Primero
Penal del Circuito de Santa Marta, despacho que por auto del
20 de febrero de 2017 asumió el conocimiento del plenario y
dispuso el traslado de que trata el artículo 400 de Ley 600 de
200013.
7
El 14 de marzo de 2016 se cerró la instrucción. Cuaderno Original de Instrucción No. 9, folio
154.
8
Cuaderno Original de Instrucción No. 9, folios 271-314
9
“ARTÍCULO 397. PECULADO POR APROPIACIÓN. El servidor público que se apropie en provecho
suyo o de un tercero de bienes del Estado o de empresas o instituciones en que éste tenga parte
o de bienes o fondos parafiscales, o de bienes de particulares cuya administración, tenencia o
custodia se le haya confiado por razón o con ocasión de sus funciones, incurrirá en prisión de
seis (6) a quince (15) años, multa equivalente al valor de lo apropiado sin que supere el
equivalente a cincuenta mil (50.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes, e
inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas por el mismo término. Si lo
apropiado supera un valor de doscientos (200) salarios mínimos legales mensuales
vigentes, dicha pena se aumentará hasta en la mitad. La pena de multa no superará los
cincuenta mil salarios mínimos legales mensuales vigentes. (…)”.
10
Sin las modificaciones de la Ley 890 de 2004.
11
“ARTÍCULO 58. CIRCUNSTANCIAS DE MAYOR PUNIBILIDAD. Son circunstancias de mayor
punibilidad, siempre que no hayan sido previstas de otra manera: 1. Ejecutar la conducta punible
sobre bienes o recursos destinados a actividades de utilidad común o a la satisfacción de
necesidades básicas de una colectividad. (…) 10. Obrar en coparticipación criminal”.
12
El defensor presentó recurso de reposición y, en subsidio, apelación. No se repuso; y, en
segunda instancia, se confirmó la providencia recurrida. Cuaderno Original de Segunda
Instancia de la Fiscalía, folios 3-13.
13
Cuaderno de Juzgamiento de Primera Instancia No. 1, folios 4 y 5.
5
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8. Celebrada las audiencias preparatoria14 y de
juzgamiento15, el 25 de mayo de 202216, el juzgado de la
causa dictó sentencia en la que absolvió a EUSTORGIO
ALBERTO ESCOBAR OSPINO de la conducta punible por la
que fue acusado.
9. Ante el recurso de apelación interpuesto contra de la
anterior decisión por parte del apoderado de la parte civil -
Patrimonio Autónomo de Remanentes del Instituto de Seguros Sociales
en Liquidación -P.A.R.I.S.S.-; mediante fallo de 22 de mayo de
202417, la Sala Penal del Tribunal Superior de Santa Marta
la revocó; y, en su lugar, declaró al procesado penalmente
responsable del ilícito de peculado por apropiación agravado
por la cuantía, en concurso homogéneo y sucesivo, como
interviniente.
En consecuencia, le impuso las penas de 144 meses de
prisión, multa de $225’058.500, inhabilitación para el
ejercicio de derechos y funciones públicas por el mismo
término de la sanción intramural y la intemporal prevista en
el artículo 122 de la Constitución Política18. Le negó la
suspensión condicional de la ejecución de la pena y la prisión
14
Se celebró el 15 de junio de 2017. Cuaderno de Juzgamiento de Primera Instancia No. 1,
folios 36-40.
15
Se adelantó en sesiones de 16 y 17 de agosto de 2018; y, 23 y 24 de mayo de 2019. Cuaderno
Original de Primera Instancia No. 1, folios 104-113, 114-118, 133-140 y 141-170 y 172-198.
16
Cuaderno Original de Primera Instancia No. 2, folios 1-40.
17
Cuaderno Original de Segunda Instancia, folios 13-79.
18
“ARTÍCULO 122. Sin perjuicio de las demás sanciones que establezca la ley, no podrán ser
inscritos como candidatos a cargos de elección popular, ni elegidos, ni designados como
servidores públicos, ni celebrar personalmente, o por interpuesta persona, contratos con el
Estado, quienes hayan sido condenados, en cualquier tiempo, por la comisión de delitos que
afecten el patrimonio del Estado o quienes hayan sido condenados por delitos relacionados con
la pertenencia, promoción o financiación de grupos armados ilegales, delitos de lesa humanidad
o por narcotráfico en Colombia o en el exterior”.
6
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EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
domiciliaria. Además, lo condenó a pagar la suma de
$300’078.500 a favor del Instituto de Seguros Sociales por
concepto de perjuicios.
10. La defensa presentó impugnación especial. Vencido
en silencio el traslado a los no recurrentes, se allegaron las
diligencias a la Corte para resolver de fondo.
11. Del asunto correspondió al despacho del Magistrado
Gerardo Barbosa Castillo, quien manifestó impedimento para
conocer de la impugnación especial en referencia, conforme
lo dispuesto en el artículo 99 -numeral 4º- de la Ley 600 de
2000. La Sala, en auto de 12 de febrero de esta anualidad
(AP713-2025), declaró fundado el mismo.
IV. LAS SENTENCIAS
De primera instancia (absolución)
12. Para el A quo, si bien EUSTORGIO ALBERTO
ESCOBAR OSPINO elaboró las demandas dentro de los
procesos ejecutivos No. 2007–00132 y 2007–00188 y cobró
los títulos judiciales, lo cierto es que ello per se no resulta
suficiente, a tono con el artículo 232 de la Ley 600 de 200019,
19
“ARTÍCULO 232. NECESIDAD DE LA PRUEBA. Toda providencia debe fundarse en pruebas
legal, regular y oportunamente allegadas a la actuación. No se podrá dictar sentencia
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para demostrar su responsabilidad en el delito de peculado
por apropiación agravado por la cuantía.
Lo anterior, debido a que las pruebas aportadas al
plenario impiden arribar, en grado de certeza, a la conclusión
de que efectivamente el acusado sabía del modus operandi
para defraudar al Instituto de Seguros Sociales; acción
criminal direccionada, para el caso concreto, por Édgar de
Jesús San Juan y Jesús Eduardo Leguia Bonett.
13. Consideró que, la presentación de las referidas
demandas ejecutivas, contrario a lo aseverado por la fiscalía,
no implicaba la existencia de un acuerdo de voluntades entre
el procesado, Édgar de Jesús San Juan y Jesús Eduardo
Leguia Bonett, ni el conocimiento por parte del abogado
ESCOBAR OSPINO sobre las irregularidades denunciadas.
Ello, en la medida en que las declaraciones de Édgar de Jesús
San Juan, soporte de la acusación, denotan una total falta
de congruencia y veracidad en cuanto a la narración de las
circunstancias de tiempo, modo y lugar, pues sus
aseveraciones son ambiguas; y, en cada uno de sus relatos,
por demás sesgados, incorporó para su conveniencia nuevos
actores en cada diligencia, tratando de eludir su
responsabilidad directa, lo que resulta contradictorio y
carente de aceptación frente a las demás pruebas
testimoniales vertidas.
condenatoria sin que obre en el proceso prueba que conduzca a la certeza de la conducta punible
y de la responsabilidad del procesado”.
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EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
14. Según el juez de primer grado, del análisis del
acervo probatorio se puede inferir que quien fraguó en este
asunto toda la gesta delictiva y tuvo el control del iter criminis
en cada una de las demandas ejecutivas presentadas fue
Édgar de Jesús San Juan en asocio con Jesús Eduardo
Leguia Bonett, alias el “Mono Leguia”; sin que ningún medio
de convicción soporte la responsabilidad penal de
EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO.
15. Así, en el fallo de primer grado se sostuvo que existe
un manto de duda en torno a la participación del procesado
en ese andamiaje criminal, dadas sus manifestaciones de
ajenidad en torno al conocimiento de la ilicitud de los
documentos que soportaron las demandas ejecutivas, las que
cobran relevancia acorde con los demás elementos
probatorios.
16. Por consiguiente, ante la imposibilidad de efectuar
el juicio de valor que de manera clara e inequívoca permita
atribuirle, en calidad de interviniente, la conducta punible de
peculado por apropiación agravado por la cuantía, profirió
sentencia absolutoria a favor de EUSTORGIO ALBERTO
ESCOBAR OSPINO.
De segunda instancia (primera condena)
17. El Tribunal Superior de Santa Marta consideró que,
del estudio completo de las pruebas, se evidencia la
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conformación de una asociación criminal, integrada por
funcionarios del Instituto de Seguros Sociales, jueces y
abogados como EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO,
cuyo objetivo era apropiarse de dineros del Estado, a través
de la presentación indiscriminada de demandas ejecutivas
contra dicha entidad, elaboradas con base en documentos
falsos y asignadas ante el despacho del funcionario judicial
con el que existía previo acuerdo para su tramitación.
18. Así, después de resumir las actuaciones
adelantadas en los procesos ejecutivos No. 2007–00132 y
2007–00188, determinó, contrario a lo expresado por el juez
de primera instancia, que la elaboración de las demandas
ejecutivas con documentación espuria sí era de conocimiento
del procesado EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO,
como quiera que fue producto de su convenio y concertación
con Édgar de Jesús San Juan. Ello, según lo declarado por
el exjuez Antonio Rafael Vives Cervantes, el 6 de septiembre
de 2012, titular del despacho judicial donde se tramitaron
los procesos ejecutivos No 188-07 y 132-07, quien refirió que,
en un cuarto escalón de la organización criminal dedicada a
defraudar al Instituto de Seguros Sociales, se encontraban
los abogados que fungían como apoderados de los
demandantes designados por los cabecillas, de los que si bien
no dijo nombres, se infiere que fueron los doctores Paola
Beatriz Valdeblanquez García y EUSTORGIO ALBERTO
ESCOBAR OSPINO, actuando la primera de la nombradas
como apoderada suplente del procesado en el ejecutivo 188-
2007.
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19. De igual manera, el Tribunal trae a colación la
versión brindada por Antonio Rafael Vives Cervantes el 17 de
septiembre de 2009, en la que aludió al aquí sentenciado,
cuando dijo que no se valieron de “intermediarios para la
entrega de mi dinero, y dice no recordar qué abogados utilizó
(GUSTAVO GONZALEZ), en ese grupo se manejaron la señora
VALDEBLANQUEZ y EUSTORGIO ESCOBAR, un abogado
OSPINO o ESPINO”. De ahí, infirió el Tribunal Superior de
Santa Marta la “intervención del procesado ESCOBAR OSPINO
en el entramado criminal, pues era este quien presentaría las
demandas ejecutivas que dieron origen a los procesos
ejecutivos 132-2007 y 188-2007 hoy analizados en contra del
ISS Seccional Magdalena en el Juzgado Segundo Civil
Municipal de Ciénaga presidido por el juez Vives Cervantes”20.
20. En torno a lo manifestado por Édgar de Jesús San
Juan, en la sentencia de segunda instancia se concluyó, de
forma preliminar que, si bien el nombrado no fue conciso y
coherente, ello obedeció a su afán de evadir su
responsabilidad. Pero, finalmente, a él y a Paola Beatriz
Valdeblanquez García, se les comprobó que hacían parte del
entramado criminal que desfalcó al extinto Instituto de
Seguros Sociales, Seccional Magdalena. Además, para el Ad
quem, el deponente realizó manifestaciones importantes
acerca de los hechos en su condición de integrante de la
asociación criminal.
20
Sentencia de Segunda Instancia, folio 36.
11
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En efecto, resaltó la mención que Édgar de Jesús San
Juan realizó en torno a la experiencia profesional del
procesado -más de 9 años-, para concluir que: i) el acusado fue
enterado que la documentación no era legítima y que las
actuaciones que se estaban desarrollando al interior de las
dos demandas ejecutivas por el titular del Juzgado Segundo
Civil Municipal de Ciénaga (Magdalena) eran contrarias al
ordenamiento jurídico; ii) las demandas ejecutivas se
tramitaron con una extraordinaria rapidez, lo cual incluso
llamó la atención de EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR
OSPINO según su propio dicho, y fueron avaladas por el
abogado interno del Instituto de Seguros Sociales del
Magdalena; iii) el sentenciado presentó las demandas
ejecutivas con el conocimiento de que las obligaciones se
encontraban prescritas, sin atender lo dispuesto en el
artículo 2513 del Código Civil21; y, iv) la liquidación del
crédito en dichas actuaciones las realizó de oficio el juez, en
contravía de lo previsto en el artículo 521 del Código de
Procedimiento Civil22, vigente para la fecha de los hechos.
21
“ARTÍCULO 2513. <NECESIDAD DE ALEGAR LA PRESCRIPCION>. El que quiera aprovecharse
de la prescripción debe alegarla; el juez no puede declararla de oficio. La prescripción tanto la
adquisitiva como la extintiva, podrá invocarse por vía de acción o por vía de excepción, por el
propio prescribiente, o por sus acreedores o cualquiera otra persona que tenga interés en que sea
declarada, inclusive habiendo aquel renunciado a ella”.
22
“ARTÍCULO 521. Ejecutoriada la sentencia de que trata el artículo 507 o la contemplada en la
letra e), del numeral 2. del artículo 570*, se practicará por separado la liquidación del crédito y
la de las costas. Para la de éstas se aplicará lo dispuesto en el artículo 393; la del crédito se
sujetará a las siguientes reglas: 1. El ejecutante, dentro de los diez días siguientes a la ejecutoria
de la sentencia, o a la notificación del auto que ordene cumplir lo resuelto por el superior, según
el caso, deberá presentar la liquidación especificada del capital y de los intereses, y si fuere el
caso de la conversión a moneda nacional de aquél y de éstos, de acuerdo con lo dispuesto en el
mandamiento de pago, adjuntando los documentos que la sustenten, si fueren necesarios. 2. De
dicha liquidación se dará traslado al ejecutado por tres días, mediante auto que no tendrá
recursos, dentro de los cuales podrá formular objeciones y acompañar las pruebas que estime
necesarias. 3. Vencido el traslado, el juez decidirá si aprueba o modifica la liquidación por auto
apelable en el efecto diferido, recurso que no impedirá efectuar el remate de los bienes, ni la
entrega de dineros al ejecutante en la parte que no es objeto de la apelación.4. Expirado el
término para que el ejecutante presente la liquidación, mientras no lo hubiere hecho, el ejecutado
podrá presentarla y se aplicará lo dispuesto en los numerales anteriores. Si pasados veinte días
ninguno la hubiere presentado, la hará el secretario y se observará lo prevenido en los numerales
2. y 3. 5. De la misma manera se procederá cuando se trate de liquidación adicional.
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21. Para el Tribunal, las anteriores circunstancias
fueron advertidas por el sentenciado; pero, aun así, tramitó
de manera consciente y voluntaria las dos demandas
ejecutivas objeto de la presente causa. De manera que,
“realizada una valoración minuciosa y en conjunto de las
declaraciones rendidas por el Ex Juez Vives Cervantes, Édgar
de Jesús San Juan, Paola Beatriz Valdeblanquez García y el
procesado permiten colegir a la Colegiatura la responsabilidad
penal de EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO en el
entramado criminal con el que se logró defraudar al ISS y
apropiarse a partir de la presentación de demandas ejecutivas
con facturas espurias de la suma de trecientos millones
setenta y ocho mil pesos ($300.078.000) correspondiendo
$161.618.000 al ejecutivo N° 2007-0188 y $138.460.000 al
ejecutivo N° 2007- 0132”23.
22. Corolario de lo expuesto, revocó la sentencia
impugnada y declaró penamente responsable, por primera
vez, a EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO como
interviniente del delito de peculado por apropiación agravado
por la cuantía, en concurso homogéneo y sucesivo, descrito
en el artículo 397 -inciso 2º- del Código Penal, con las
circunstancias de mayor punibilidad previstas en los
numerales 1º y 10º del canon 58 de la misma normatividad,
al ejecutar la conducta punible sobre bienes o recursos
destinados a actividades de utilidad común o a la satisfacción
PARAGRAFO. En los procesos civiles y tratándose de liquidación de créditos si el demandante o,
en su caso, la parte demandada cuando esté asistida de apoderado judicial, no la presenta
dentro del término señalado en el Código de Procedimiento Civil, no podrá objetar la liquidación
realizada por el Secretario”.
23
Cuaderno de Segunda Instancia, folio 45.
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de necesidades básicas de una colectividad, y obrar en
coparticipación; pese a que la fiscalía en los alegatos de cierre
no solicitó condena por estas.
En consecuencia, le impuso la pena de 144 meses de
prisión, multa equivalente a $225.058.500 s.m.l.m.v. y la
accesoria de inhabilitación para el ejercicio de derechos y
funciones públicas por el mismo lapso de la sanción privativa
de la libertad. Le negó la suspensión condicional de la
ejecución de la pena y la prisión domiciliaria. Además, lo
condenó a pagar la suma de $300’078.500 a favor del
Instituto de Seguros Sociales por concepto de perjuicios.
V. IMPUGNACIÓN ESPECIAL
23. Para el defensor, no se acreditó el dolo en la
conducta de EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO. Tal
y como fue demostrado a lo largo del proceso penal, el
procesado no tuvo conocimiento del carácter fraudulento de
los soportes de las demandas ejecutivas presentadas. Por el
contrario, fue utilizado por Édgar de Jesús San Juan con ese
propósito criminal, quien no era un extraño, ya que lo
conocía anteriormente de un diplomado, resultando por ello
víctima de su buena fe, al querer ganarse unos honorarios
profesionales.
24. En ese orden, resaltó que los documentos que
fundamentaron de las demandas ejecutivas tramitadas bajo
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los radicados 2007–00132 y 2007–00188 fueron entregados
al procesado por parte de Édgar de Jesús San Juan, quien,
junto con Jesús Eduardo Leguia Bonett, llevó al abogado
ESCOBAR OSPINO a Ciénaga (Magdalena), y le presentó a
personas distintas a los verdaderos representantes legales de
las empresas PROFARMA DISTRIBUCIONES LTDA. y
DENTIMEDIC, haciéndole creer que estaban allí para recibir
el dinero de los títulos cobrados de los respectivos procesos,
situación que evidencia, de forma irrefutable, el engaño del
que fue objeto el acusado.
25. Agregó que, EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR
OSPINO nunca se relacionó con el Gerente o con los
apoderados del Instituto de Seguros Sociales, a excepción de
la doctora Paola Beatriz Valdeblánquez García, a quien le
presentó Édgar de Jesús San Juan, para atender
momentáneamente el proceso de DENTIMEDIC.
26. En su sentir, lo lógico era que, si el sentenciado
sabía de las defraudaciones, huyera o se ocultara, pero no,
ha atendido cada uno de los llamados de la justica. Incluso,
refirió que, 7 de abril de 2010, presentó denuncia por los
delitos de falsa denuncia contra persona determinada, falso
testimonio, calumnia y tentativa de fraude procesal, en
contra de la abogada Paola Beatriz Valdeblánquez García y el
contador Édgar de Jesús San Juan, adelantándose la misma
con el radicado No. 4700160010192010-01587.
27. Por otra parte, aseveró que el doctor Antonio Rafael
Vives Cervantes -Juez Segundo Civil Municipal de Ciénaga
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EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
(Magdalena)-en ninguna de sus diligencias expresó haber
tenido trato personal directo o indirecto con EUSTORGIO
ALBERTO ESCOBAR OSPINO, sobre él, indicó, solo hizo
mención en la indagatoria de 17 de septiembre del 2009, bajo
los siguientes términos: “(…) No recuerdo bien que abogados
utilizó, en ese grupo se manejaron la Sra. VALDEBLANQUEZ
(sic), EUSTORGIO ESCOBAR un Abogado OSPINO o ESPINO,
no recuerdo bien (…)”. No obstante, con fundamento en dicha
referencia, la fiscalía, al momento de calificar el mérito del
sumario, de forma errónea acusó al procesado de hacer parte
de un entramado criminal; cuando lo cierto es que de esa
declaración solo se puede deducir que el abogado ESCOBAR
OSPINO presentó las demandas ejecutivas, pero no su
participación en ese designio criminal; y, menos aún, su
responsabilidad en un plan de autor, con división del trabajo
delictual. Por ello, sostuvo que no es dable tener por
acreditaba la participación del procesado en calidad de
interviniente.
28. De igual manera, indicó que, el hecho de que las
facturas se encontraran prescritas en nada demostraba un
conocimiento de la ilicitud reprochada al condenado, por
cuanto la prescripción la debe alegar la parte que se beneficia
de la misma. Entonces, debido a que la función del abogado
es defender intereses bajo los límites legales y
constitucionales, él estaba en toda su potestad de exigir el
pago de dicha obligación, quedando la carga de excepcionar
la prescripción a la contraparte.
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CUI 47001310400120170212901
EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
29. En su sentir, el fallo condenatorio desconoció el
principio de confianza como criterio de imputación, por
cuanto, fue en el ejercicio de su profesión, que el abogado
EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO recibió los
documentos falsos de una persona a quien ya conocía por
haber compartido diplomado (Édgar de Jesús San Juan); y,
esperó que este se comportara conforme a derecho.
30. Además, indicó que, de no acogerse su petición de
absolución por ausencia de dolo, la posible conducta
negligente de su poderdante por no sospechar de algunas
situaciones que se dieron en el trámite de las actuaciones
ejecutivas -rapidez en su resolución, confianza entre el juez y Édgar
de Jesús San Juan y liquidación de las obligación por parte del
funcionario que conoció de las demandas- sería constitutiva, como
máximo, de un error de tipo vencible, lo que daría lugar a
aplicar el tipo culposo de peculado por apropiación, cuya
acción penal, a la fecha de emisión del fallo de segunda
grado, ya estaría prescrita.
31. Conforme lo descrito, solicitó se confirme el fallo
absolutorio de primera instancia, ante la duda existente
sobre el dolo en la conducta de EUSTORGIO ALBERTO
ESCOBAR OSPINO; y, reiteró que, las declaraciones Jesús
Eduardo Leguia Bonett y Édgar de Jesús San Juan solo
evidencian su marcado interés de exonerarse de toda
responsabilidad penal por estos hechos.
32. De forma subsidiaria, requirió se conceda al
procesado la prisión domiciliaria con fundamento en el
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EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
artículo 38 de la Ley 599 de 2000, toda vez que, en lo atinente
al requisito subjetivo -ya que en relación al objetivo no existe
discusión en cuanto a su cumplimiento-, como no se le impuso
medida de aseguramiento, de entrada, se desvirtúa o
descarta la posibilidad de que vaya a evadir la acción de la
justicia.
33. Finalmente, alegó la vulneración del non bis in idem,
cuando se atribuyó la circunstancia de mayor punibilidad
establecida en el numeral 1º del artículo 58 de la Ley 599 de
2000, en la medida en que, por la misma naturaleza de los
recursos, condenar por un delito especial grave como lo es el
peculado por apropiación, y a su vez legitimar la aplicación de
dicha agravante genérica, hace que se sancione dos veces por
un idéntico hecho y naturaleza de los recursos.
33.1. También, reprochó lo atinente a la causal 10º del
citado artículo 58 del Código Penal, porque no es aplicable la
circunstancia de mayor punibilidad inherente a la
coparticipación criminal. Ello, debido a que, si bien el
peculado por apropiación es un delito que puede ser cometido
por una sola persona, por lo que la participación de varias
puede dar lugar al nacimiento de la circunstancia de mayor
punibilidad, lo cierto es que esto solo aplica para los que
ostentan la calidad de intraneus; es decir, quienes tienen la
calidad exigida por el tipo penal y la relación funcional para
su materialización.
La jurisprudencia es clara y reiterativa en que un
interviniente por sí mismo no puede cometer el delito
especial. Entonces, condenar al procesado como
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Impugnación Especial No. 67167
CUI 47001310400120170212901
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interviniente; y, por la misma razón, aplicar la referida
agravación punitiva, constituye una vulneración manifiesta
de la prohibición de condenar dos veces por la misma
circunstancia.
33.2. En consecuencia, requirió se redosifique la pena,
para que parta de la mínima establecida en el primer cuarto
de movilidad.
VI. CONSIDERACIONES
De la Competencia
34. De conformidad con lo establecido en el numeral 7º
del artículo 235 de la Constitución Política24, modificado por
el Acto Legislativo 01 de 201825, corresponde a esta Sala
resolver la impugnación especial presentada contra la
sentencia proferida por el Tribunal Superior de Santa Marta,
que condenó por primera vez en segunda instancia a
EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO por el delito de
peculado por apropiación agravado por la cuantía, en
concurso homogéneo y sucesivo, en calidad de interviniente,
al desatar el recurso de apelación presentado por el
24
“ARTÍCULO 235. Son atribuciones de la Corte Suprema de Justicia: (…) 2. Conocer del derecho
de impugnación y del recurso de apelación en materia penal, conforme lo determine la ley”.
25
“POR MEDIO DEL CUAL SE MODIFICAN LOS ARTÍCULOS 186, 234 Y 235 DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA Y SE IMPLEMENTAN EL DERECHO A LA DOBLE INSTANCIA Y A
IMPUGNAR LA PRIMERA SENTENCIA CONDENATORIA”.
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EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
apoderado de la parte civil -Patrimonio Autónomo de Remanentes
del Instituto de Seguros Sociales en Liquidación -P.A.R.I.S.S.-, contra
la decisión absolutoria del Juzgado Primero Penal del
Circuito de esa ciudad.
35. La Corte, al activarse la doble conformidad judicial
contra la primera condena, se pronunciará sobre el
particular, atendiendo los principios de limitación y de la “no
reformatio in pejus”.
36. En el presente asunto no existe discusión en cuanto
a que para los años 2006 y 2007, como lo puntualizó el
juzgador de segundo grado26, se gestó un
entramado criminal concertado para desfalcar al Instituto del
Seguro Social Seccional Magdalena en el cual participaron un
sin número de personas, entre las que sobresalen
funcionarios del ISS – Gerente y abogados internos-, Jueces
de diferentes categorías de Ciénaga y Santa Marta y
empleados y abogados (…) cuyo objetivo era apropiarse de
dineros del Estado a través de la interposición
indiscriminada de demandas ejecutivas contra el Instituto de
Seguros Sociales Seccional Magdalena, logrando su cometido
y afectando ostensible y gravemente el patrimonio de la
entidad pública, lo que dio lugar a múltiples investigaciones
y condenas a los distintos participantes de la empresa
criminal.
26
Sentencia de Segunda Instancia, folios 29 y 30.
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EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
37. Precisamente, la declaración de justicia ahora
debatida afirma que de ese montaje o andamiaje delictivo
hizo parte el abogado EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR
OSPINO, quien, en el año 2007, invocando la calidad de
abogado de PROFARMA DISTRIBUCIONES LTDA.
(representada legalmente por Osvaldo Rafael Rodríguez Linero); y de
Carmenza Isabel Verdeza de Ochoa (propietaria del
establecimiento mercantil DENTIMEDIC), promovió ante el
Juzgado Segundo Civil Municipal de Ciénaga (Magdalena)
procesos ejecutivos en contra del Instituto de Seguros
Sociales (ISS), asuntos radicados bajo los números 2007–
00132 y 2007–00188. Las demandas se soportaron en
poderes, facturas y documentos falsos de las mencionadas
entidades, y las resultas de los correspondientes juicios
arrojaron como resultado la expoliación del patrimonio del
ISS, en cuantías de $138’460.000 y $161’618.000,
respectivamente.
38. Tal atribución penal fue soportada con base en que,
según los medios de prueba27:
(…) se estableció que Édgar de Jesús San Juan, quien tenía
la profesión de contador, era el encargado de la realización
de las facturas y como quiera que para poder presentar una
demanda ejecutiva en contra del Instituto del Seguro Social
Seccional Magdalena se necesitaba la participación de un
profesional del derecho, que en este caso sería el hoy
procesado EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO a quien
contactó para que elabore y presente dos demandas
27
Sentencia de Segunda Instancia, folios 30 y 31.
21
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ejecutivas en contra del ISS manifestándole ser el contador
de las empresas demandantes (DENTIMEDIC y PROFARMA
DISTRIBUCIONES LTDA), entregándole San Juan al abogado
ESCOBAR OSPINO unas facturas y poderes autenticados por
los supuestos representantes legales de las empresas para
que este elaborara las demandas ejecutivas, las cuales le
indicó debían ser presentadas en el municipio de Ciénaga
(Magdalena) alegando que las empresas demandantes
tenían allí su domicilio y se iba a estar pendiente de los
negocios.
39. Para el fallador de segundo grado, “(…) contrario a lo
expresado por el Juez de primera instancia, la elaboración de
las demandas ejecutivas con documentación espuria sí era de
conocimiento del procesado EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR
OSPINO, como quiera que [ello] fue producto del convenio (…)”
con Édgar de Jesús San Juan, y con el entonces Juez
Segundo Civil Municipal de Ciénaga, Antonio Rafael Vives
Cervantes, según lo infirió de las manifestaciones vertidas
por estos en la presente actuación.
40. Entonces, la censura se centra, principalmente, en
alegar una desacertada valoración probatoria que condujo al
Tribunal a afirmar que el procesado tenía conocimiento de
dicha defraudación, esto es, que EUSTORGIO ALBERTO
ESCOBAR OSPINO sabía de la falsedad en los documentos
que fundamentaron las demandas en los reseñados procesos
ejecutivos, y que, aun así, las presentó en cumplimiento del
convenio delictivo para apropiarse de dineros del Estado.
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Impugnación Especial No. 67167
CUI 47001310400120170212901
EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
41. Frente a lo anterior, en criterio del impugnante, los
medios de convicción que soportan la condena no evidencian
una conducta dolosa por parte de EUSTORGIO ALBERTO
ESCOBAR OSPINO.
42. Para la resolución del caso la Sala: (i) precisará
brevemente los elementos estructurales del delito de
peculado; (ii) se referirá, igualmente, al dolo como modalidad
de ejecución genérica de la mayoría de hipótesis punibles de
nuestro ordenamiento penal; (iii) detallará las exigencias de
la participación como “interviniente” en delitos de sujeto
activo calificado; y, (iv) con sujeción a esa plataforma revisará
la valoración probatoria del asunto concreto para responder
la inconformidad del impugnante, con sujeción al principio
de limitación de este suigéneris mecanismo de controversia,
asemejado, por la jurisprudencia, al recurso de apelación.
Del delito de peculado por apropiación
43. Este tipo penal, descrito en el artículo 397 de la Ley
599 de 2000, exige para su estructuración: (i) un sujeto
activo calificado que debe ostentar la condición de servidor
público; (ii) la apropiación dolosa en cabeza del funcionario o
de un tercero de bienes del Estado o de empresas o
instituciones en que éste tenga parte o de bienes o fondos
parafiscales, o de bienes de particulares cuya
administración, tenencia o custodia se le haya confiado por
razón o con ocasión de sus funciones; (iii) la acción se
23
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entiende como tomar para sí o para un tercero, según se
trate, haciéndose dueño; y, (iv) el servidor público debe
poseer competencia funcional para en su ejercicio
administrar, tener, custodiar y, en últimas, disponer material
o jurídicamente de esos bienes en perjuicio del patrimonio
del Estado.
44. En este orden, como lo tiene discernido esta
Corporación, “para la configuración del punible se requiere
que el servidor público en ejercicio de sus funciones desarrolle
ese acto de apoderamiento a su favor o de un tercero, privando
así al Estado de la disposición que pueda ejercer sobre sus
recursos, los cuales le habían sido confiados a aquél”28.
45. En lo concerniente a la potestad de administración,
tenencia o custodia de los bienes en razón de sus
atribuciones, la Sala ha indicado que esa relación entre el
funcionario público y los bienes oficiales puede ser material
o jurídica no necesariamente originada en una asignación de
competencia, basta con que esté vinculada al ejercicio de un
deber funcional29.
46. Además, conviene resaltar que por ser un reato de
ejecución instantánea, éste se consuma cuando el servidor
público sustrae el bien o bienes de la órbita de custodia del
Estado en provecho suyo o de un tercero, pues lo relevante
es el que “el acto de sustracción priva al Estado de la facultad
dispositiva de los recursos, sin que forzosamente quien cumple
28
CSJ, auto 28 de marzo de 2016, Rad. 32645; SP2831-2021, rad. 59519.
29
CJS SP, 22 nov. 2012, rad. 35606.
24
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la acción entre a disfrutar o gozar de aquellos, es suficiente
que impida al Estado seguir disponiendo de los recursos
confiados al servidor público"30.
En otros términos, la conducta punible se consuma con
independencia de si el sujeto activo se favorece con la
apropiación o disfruta de ella; y también al margen de
identificar al real beneficiado con el delito, pues, se itera, lo
penalmente relevante es que se impida al Estado disponer de
los recursos.
Del dolo
47. La Ley 599 de 2000, en el título dedicado a las
normas rectoras, en su artículo 12, prevé como característica
del hecho punible el “principio de culpabilidad”, en el sentido
de que no pueden imponerse penas sin dolo, culpa o
preterintención, y que en el ordenamiento jurídico penal
colombiano queda erradicada toda forma de responsabilidad
objetiva; a su vez, el artículo 9 idem, establece que para que
la conducta sea punible se requiere que sea típica,
antijurídica y culpable, advirtiendo perentoriamente que la
causalidad por sí sola no basta para la imputación jurídica
del resultado.
30
CJS SP18532-2017, rad. 43263, 8 de noviembre de 2017.
25
Impugnación Especial No. 67167
CUI 47001310400120170212901
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48. Desde esa perspectiva, la responsabilidad penal es
una consecuencia directa de la culpabilidad, entendida como
una categoría político-jurídica de raigambre constitucional,
dado que constituye el contrario de la presunción de
inocencia, según la cual, conforme al artículo 29 de la Carta,
“Toda persona se presume inocente mientras no se la haya
declarado judicialmente culpable”. El concepto, implica,
entonces, también una garantía ciudadana y un límite
inequívoco al ius puniendi, ya que sólo se puede ser culpable
por un acto cometido dentro de condiciones de elegibilidad,
vale decir, con la conciencia, tanto del acto que se ejecuta u
omite, como de la posición del sujeto frente a la conducta,
esto es, del papel que el Estado o la sociedad le asigne, o que
él mismo asume, y que, como tal, lo vincula con la sociedad,
ante la cual ese comportamiento trasciende. Es así como se
ha desarrollado el principio de culpabilidad por el hecho31.
49. Según lo prevé el actual ordenamiento penal
sustantivo (Ley 599 de 2000, artículo 21), en el sistema
colombiano se es responsable por conductas punibles
dolosas, culposas o preterintencionales, pero en los dos
últimos eventos sólo en los casos taxativamente señalados
por el legislador.
50. La conducta punible se entiende que es dolosa
cuando el agente conoce los hechos constitutivos de la
infracción penal y quiere su realización. El dolo, como
31
“Teoría político-criminal del sujeto responsable” en LECCIONES DE DERECHO PENAL. Vol. I.
P. 153 y ss. y Vol. II, p. 311 y ss. JUAN J. BUSTOS RAMÍREZ. HERNÁN HORMAZÁBAL
MALARÉE. Ed. Trotta. 197.
26
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manifestación o forma de culpabilidad (según el artículo 35 del
Decreto Ley 100 de 1980) o como modalidad de ejecución de la
conducta punible (Ley 599 de 2000, artículo 21), significa, en
términos elementales, disposición de ánimo hacia la
realización de una conducta definida en la ley como delictiva
(tipicidad objetiva) y causante de daño o de puesta en peligro,
sin justificación alguna (tipicidad o antijuridicidad material).
51. Tradicionalmente se ha definido al dolo como la
conjunción de un conocer y un querer, materializado en la
conciencia o psique del individuo. En consecuencia, el dolo
se integra de dos elementos: uno intelectual o cognitivo, que
exige tener conocimiento de los elementos objetivos del tipo
penal respectivo, y otro volitivo, que implica querer
realizarlos. Por lo tanto, en materia penal se dice que actúa
dolosamente quien sabe que su acción es objetivamente
típica y quiere su realización.
52. Dicho en otras palabras, el dolo requiere de lo
cognoscitivo como de lo volitivo, dado que la conducta
punible sólo es dolosa cuando se sabe, cuando se conoce y
se comprende aquello que se quiere hacer es un
comportamiento contrario a derecho, y voluntariamente se
hace.
53. Ahora bien, de acuerdo con la dogmática, los
aludidos componentes del dolo no siempre presentan los
mismos grados de intensidad, ni de determinación, lo cual
ha dado lugar a que la doctrina dominante distinga, en
atención a la fluctuación de estos aspectos, tres clases de
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Impugnación Especial No. 67167
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dolo: el directo de primer grado, el directo de segundo grado
y el eventual. Sobre el particular esta Sala ha considerado:
El dolo directo de primer grado se entiende actualizado
cuando el sujeto quiere el resultado típico. El dolo directo de
segundo grado, llamado también de consecuencias
necesarias, cuando el sujeto no quiere el resultado típico pero
su producción se representa como cierta o segura. Y el dolo
eventual, cuando el sujeto no quiere el resultado típico, pero
lo acepta, o lo consiente, o carga con él, no obstante habérselo
representado como posible o probable.
En todos los eventos es necesario que concurran los dos
elementos del dolo, el cognitivo y el volitivo, pero en relación
con este último sus contenidos fluctúan, bien porque varía su
sentido o porque su intensidad se va desdibujando, hasta
encontrarse con las fronteras mismas de la culpa consciente
o con representación, que se presenta cuando el sujeto ha
previsto la realización del tipo objetivo como probable
(aspecto cognitivo), pero confía en poder evitarlo 32.
54. De acuerdo con lo anterior, al sujeto activo se le
atribuye el resultado dañoso, cuando obra con dolo directo
de primero o segundo grado, e igualmente cuando la
realización de la conducta implica el riesgo de causarlo, sin
que la probable producción detenga el actuar, con tal de
obtener el propósito inicial, es decir, cuando actúa con “dolo
eventual”, modalidad a la cual se refiere el ordenamiento
penal sustantivo (Ley 599 de 2000, artículo 22) al disponer que
32
Cfr. Sentencia de 25 de agosto de 2010, radicación Nº 32964.
28
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la conducta punible también será dolosa “(…) cuando la
realización de la infracción penal ha sido prevista como
probable y su no producción se deja librada al azar”.
55. Por último, no sobra apuntar que por ser el dolo una
manifestación del fuero interno, puede conocerse,
directamente por confesión, o indirectamente por
manifestaciones externas concretadas durante el iter
criminis, o con posterioridad a la consumación del delito. A
este respecto, la Sala sigue la línea de examinar cada caso en
concreto, probatoriamente, para establecer si racional y
razonablemente el sujeto agente asumió como probable o
posible el resultado que jurídicamente se le recrimina.
Del interviniente
56. En lo que respecta a esta figura, de acuerdo con el
artículo 29 de la Ley 599 de 200033, y en lo que interesa para
la resolución del presente asunto, la condición de autor de
una conducta punible la adquiere aquella persona que logre
realizarla por sí misma o a través de un tercero
instrumentalizado para tal efecto34. Esta misma norma
33
“ARTÍCULO 29. AUTORES. Es autor quien realice la conducta punible por sí mismo o utilizando
a otro como instrumento. Son coautores los que, mediando un acuerdo común, actúan con división
del trabajo criminal atendiendo la importancia del aporte. También es autor quien actúa como
miembro u órgano de representación autorizado o de hecho de una persona jurídica, de un ente
colectivo sin tal atributo, o de una persona natural cuya representación voluntaria se detente, y
realiza la conducta punible, aunque los elementos especiales que fundamentan la penalidad de
la figura punible respectiva no concurran en él, pero sí en la persona o ente colectivo
representado. El autor en sus diversas modalidades incurrirá en la pena prevista para la
conducta punible”.
34
CSJ SP1677-2024, 26 jun. 2024, rad. 63403.
29
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enseña que son coautores aquellas personas que “mediando
un acuerdo común, actúan con división del trabajo criminal
atendiendo la importancia del aporte”.
57. Por su parte, el artículo 30 del Código Penal35 hace
relación a aquellos sujetos que, no teniendo la calidad de
coautores, toman parte en la ejecución del hecho delictual
como determinadores, cómplices o intervinientes; y, en
cuanto a esta última denominación, la citada disposición la
identifica como aquella persona que, careciendo de las
calidades especiales exigidas en el tipo penal, concurre en su
realización. Sobre el particular, la Sala se ha referido en los
siguientes términos:
(…) el concepto de interviniente no permea toda modalidad de
concurrencia en la ejecución de la conducta punible, sino que
hace referencia a un dispositivo amplificador de la autoría en
la comisión de reatos especiales cuando no se cuenta con la
cualificación o condición prevista en el tipo penal. Puesto en
otros términos, la calificación legal del interviniente
corresponde a quien realiza «actos de (co)autor en delito
especial pero carece de las calidades exigidas en el tipo 36.
En este orden de ideas, la imputación de responsabilidad en
tal condición presupone que en el sujeto asista la ejecución
del verbo rector realizando la conducta como suya, es decir,
35
“ARTÍCULO 30. PARTICIPES. Son partícipes el determinador y el cómplice. Quien determine a
otro a realizar la conducta antijurídica incurrirá en la pena prevista para la infracción. Quien
contribuya a la realización de la conducta antijurídica o preste una ayuda posterior, por concierto
previo o concomitante a la misma, incurrirá en la pena prevista para la correspondiente infracción
disminuida de una sexta parte a la mitad. Al interviniente que no teniendo las calidades
especiales exigidas en el tipo penal concurra en su realización, se le rebajará la pena en una
cuarta parte”.
36
Cfr. CSJ SP, 12 sept. de 2012, rad. 37235.
30
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como un verdadero autor, ejerciendo cierto dominio o
codominio funcional o material sobre la comisión del ilícito 37.
De manera que la figura del interviniente corresponde a
quien, en concurso con el autor, ejecuta como suya la
conducta descrita en el verbo rector de un delito especial sin
tener la cualificación jurídica, profesional o natural, exigida
en él, de modo que la sanción penal, in abstracto, destinada
para los partícipes en este tipo de punibles no se ve alterada
por el hecho de carecer o no de las condiciones especiales
requeridas en el reato, en tanto el extraneus es el único
acreedor de la disminución punitiva prevista en el inciso final
del artículo 30 de la Ley 599 de 200038. (CSJ SP4091-2020,
reiterada en CSJ SP2551-2022 y CSJ SP159-2024)
Del caso concreto
58. La ponderación de los medios de prueba allegados
al proceso transmite a la Sala la certeza de que el acusado
EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO, cuando
promovió sendos procesos ejecutivos en contra del Instituto
de Seguros Sociales (asuntos radicados bajo los números 2007–
00132 y 2007–00188), sabía que la documentación que
soportaba los mismos era falsa. Ello, como lo consideró el
Tribunal, “producto del convenio y concertación de este con
37
Cfr. CSJ SP, 27 ago. de 2019, rad. 52001. En igual sentido, CSJ SP, 11 dic. de 2013, rad.
42312.
38
Cfr. CSJ SP, 1º jul. de 2020, rad. 51444.
31
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EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
Édgar de Jesús San Juan”39, lo que permitió la apropiación
de $300.078.000.
59. Del plenario se evidencia que el abogado ESCOBAR
OSPINO y Édgar de Jesús San Juan, previo a los hechos, se
conocieron en un diplomado al que asistieron en el año 2006.
Así lo relató el procesado en la versión libre de 22 de octubre
de 2008, cuando se le interrogó sobre los hechos que,
mediante memorial, puso de presente a la fiscalía: “A finales
de febrero del 2007 me visitó en la oficina el contador ÉDGAR
SAN JUAN, quien había realizado conmigo un diplomado en
docencia universitaria, en la corporación bolivariana del norte
acá en Santa Marta”40.
También, Édgar de Jesús San Juan, en indagatoria
rendida el 3 de febrero de 2010, adujo que, “al señor
EUSTORGIO lo conocí en un diplomado de docencia
universitaria que se realizó en la CBN41, a principios del año
2006, con duración hasta mitad de año, en el segundo
semestre dictamos clase en esa entidad” 42.
60. Ahora, fue en virtud de dicha relación, de acuerdo
con lo manifestado por EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR
OSPINO en la indagatoria de 3 de febrero de 201143, que
Édgar de Jesús San Juan lo contactó con el propósito de que
adelantara dos procesos ejecutivos en contra del ISS, para lo
39
Sentencia de Segunda Instancia, folio 31.
40
Cuaderno Original de Instrucción No. 1, folio 40.
41
Corporación Bolivariana del Norte.
42
Cuaderno Original de Instrucción No. 1, folio 176.
43
Cuaderno Original de Instrucción No. 1, folios 262-274.
32
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EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
cual, le entregó varios documentos apócrifos -como poderes y
facturas, cuya falsedad no se discute- para sustentar los mismos.
Por su parte, aunque Édgar de Jesús San Juan, en
todas sus salidas procesales durante la instrucción, negó su
participación en la adulteración de los poderes y facturas,
principalmente; y, mencionó que fue ESCOBAR OSPINO
quien, por el contrario, lo buscó, preguntándole si tenía
“alguna persona abogada que haya realizado trámites contra
el seguro social, le digo que no, pero que le voy a busca a un
amigo mío que de pronto lo podría ayudar, que se llama
JHOBANNY CIANCI RAMOS, quien fue representante legal de
la compañía SERCOOP Ltda., de la cual fui yo tesorero (…)”44;
lo cierto es que, en la audiencia pública de juzgamiento45,
reconoció que, en efecto, sí le dio al aquí procesado los
citados escritos:
PREGUNTADO. Diga ¿en qué dirección y nombre de la
tipografía donde consiguió los documentos falsos que le
entregó al doctor EUSTORGIO ESCOBAR para la presentación
de las dos demandas ejecutivas a que nos hemos venido
refiriendo? CONTESTÓ: No recuerdo, pero debe estar en la
copia de la factura de la tipografía. En este estado de la
diligencia el señor juez interroga al testigo, así:
PREGUNTADO: De acuerdo con las respuestas entregadas
por usted a las preguntas que se le han hecho, podemos
concluir que usted entregaba los documentos al doctor
EUSTORGIO ESCOBAR para presentar las demandas, que
44
Indagatoria de 3 de febrero de 2010. Cuaderno Original de Instrucción No. 1, folios 176 y
177.
45
Celebrada el 23 de mayo de 2019. Cuaderno Original de Juzgamiento No. 1, folio 139.
33
Impugnación Especial No. 67167
CUI 47001310400120170212901
EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
luego de que él las presentaba el señor JESÚS LEGUIA se
encargaba de participar realizando otras actividades, incluso
hasta llegar a estar presente el día del cobro de los títulos,
indique de manera clara y precisa ¿cómo transcurrió la
presentación de dichas demandas a partir de la entrega por
usted al señor ESCOBAR de las facturas? CONTESETÓ.
Efectivamente se le entregaban las facturas al señor
EUSTORGIO, elaboró las demandas, las presentó, y él y el
señor JESÚS les hacía el seguimiento y los contactos con el
gerente del ISS para que se le diera el trámite, no sé con quién
hablaba él, pero él hacía la gestión y con el juez para que le
agilizara en el juzgado (…)
61. Entonces, fueron los documentos que Édgar de
Jesús San Juan obtuvo de forma falaz los que empleó
EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO para elaborar las
demandas presentadas en representación de las empresas
PROFARMA DISTRIBUCIONES LTDA. y DENTIMEDIC; y,
respecto de los cuales, encuentra la Sala, era fácil advertir su
falta de idoneidad para adelantar esas acciones civiles. De
ahí, lo infundo del presunto engaño del que fue
supuestamente víctima el abogado ESCOBAR OSPINO.
Lo anterior, por un lado, debido a que las facturas46 y
certificados expedidos por la Cámara de Comercio de
PROFARMA DISTRIBUCIONES LTDA.47 y DENTIMEDIC
tenían como ciudad de domicilio Santa Marta y Barranquilla,
respectivamente. Sin embargo, las demandas fueron
presentadas por el aquí acusado en Ciénaga (Magdalena), por
46
Cuaderno Original de Instrucción No. 1, folios 141-145.
47
Cuaderno Original de Instrucción No. 1, folios 136-140.
34
Impugnación Especial No. 67167
CUI 47001310400120170212901
EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
cuanto, según dijo en indagatoria de 3 de febrero de 2011,
Édgar de Jesús San Juan le “(…) manifestó que era mejor que
presentáramos los ejecutivos en la ciudad de Ciénaga, porque
él tenía un juez amigo y una persona que era muy amiga del
juez y que allá los negocios podían salir más rápido”48.
Y, por otro, pese a que los documentos no contenían
una obligación clara, expresa y exigible para iniciar los
procesos ejecutivos; aun así, EUSTORGIO ALBERTO
ESCOBAR OSPINO elaboró las demandas, siendo dicho
hecho, aunado con el descrito en el párrafo precedente, lo
que originó su sanción disciplinaria, consistente en su
exclusión del ejercicio de la profesión de abogado49.
Sobre el particular, en decisión de 25 de octubre de
2011, el Consejo Superior de la Judicatura, Sala
Disciplinaria, dentro del radicado
470011102000200800178-01 (3447-11) SD, concluyó50:
Así las cosas, en el sub lite efectivamente se encuentra probado
que el abogado EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO en
calidad de apoderado judicial de las empresas DENTIMEDIC y
PROFARMA DISTRIBUCIONES Ltda., asumió su representación en
el despacho de conocimiento dentro de las dos acciones ejecutivas
iniciadas en contra del ISS con fundamento en unos títulos valores
-facturas cambiarias-, en los cuales el abogado inició el trámite
aún a sabiendas de las irregularidades que éste adolecía, valga
decir, la falta de competencia del Juzgado y la falta de
cumplimiento de los requisitos de las facturas cambiarías
48
Cuaderno Original de Instrucción No. 1, folio 266.
49
Cuaderno Original de Instrucción No. 2, folios 177-208.
50
Cuaderno Original de Instrucción No. 2, folios 198 y 199.
35
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EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
fundamento de las acciones ejecutivas, comportamiento que
permitió el detrimento patrimonial de la referida entidad estatal.
Visto el recuento procesal, se observó que el aquí investigado en el
desarrollo de la gestión encomendada se limitó a recibir de parte
del señor ÉDGAR SANJUAN los documentos para anexar a los
libelos de la demanda, sin verificar su información y permitir que
estos fueran radicados en un Municipio diferente al domicilio de
las empresas demandantes, además de presentar en unos de ellos
multiplicidad de memoriales en los cuales renunciaba a los
términos de notificación y ejecutoria del mandamiento de pago
como de la sentencia que ordenaba continuar con la ejecución y
del auto que corría traslado de la liquidación del crédito como
también del auto que las decidiera, nótese que éstas
irregularidades fueron permitidas por el abogado demandante
pues su gestión se prolongó hasta la entrega de los títulos
judiciales en los dos procesos ejecutivos pues en la causa ejecutiva
radicado No. 200700188 a pesar de la sustitución del poder el
reasumió el mandato para recibir los título judiciales, conducta a
todas luces antiética de la cual en grado de certeza se deriva la
responsabilidad disciplinaria del encartado, como autor de la falta
contra la lealtad debida a la administración de justicia.
61.1. Conforme lo descrito, la Sala comparte lo
considerado por la segunda instancia, en torno al
conocimiento que tenía EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR
OSPINO sobre la falsedad de los documentos que aportó con
las demandas ejecutivas, ello, en razón de su edad y
experiencia como abogado, “por lo que estima la Colegiatura
que el procesado fue enterado que la documentación que le fue
entregada por Édgar de Jesús San Juan no era legítima y que
las actuaciones que se estaban desarrollando al interior de las
dos demandas ejecutivas y por el titular del Juzgado Segundo
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EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
Civil Municipal de Ciénaga (Magdalena) eran contrarias al
ordenamiento jurídico”51.
61.2. Adicionalmente, el defensor en su escrito de
impugnación afirmó que EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR
OSPINO denunció a Édgar de Jesús San Juan por el aparente
engaño del cual fue víctima, así como, a la abogada Paola
Beatriz Valdeblanquez García, lo que evidencia su inocencia,
pues “lo lógico era que, si era parte conocedora de estas
defraudaciones, huyera o se ocultara, pero no, dio la cara
como lo ha venido haciendo en todo momento (…)”52.
No obstante, esta Corporación encuentra que tal hecho
no tiene la entidad que le atribuye el censor, en punto de
acreditar la ajenidad del acusado en los hechos delictuales
atribuidos, en la medida en que solo acudió ante las
autoridades para informar de la supuesta confabulación en
su contra en el año 2010, cuando lo cierto es que, desde el
2008, fecha en que rindió versión libre, ya tenía conocimiento
de las incriminaciones en su contra.
61.3. Entonces, para la Corte, demostrado como quedó
que ESCOBAR OSPINO promovió los procesos civiles como
apoderado de PROFARMA DISTRIBUCIONES LTDA. y
DENTIMEDIC, sin verificar como mínimo la existencia de una
obligación clara, expresa y exigible a favor de estas; es
razonable deducir el conocimiento que tenía de las
irregularidades de las facturas cambiarias sustento de las
51
Cuaderno Original de Segunda Instancia, folio 50.
52
Cuaderno Original de Segunda Instancia, folio 119.
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EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
demandas, pues, frente a las mismas era evidente que no
procedía la acción ejecutiva. No obstante, ante el entramado
criminal, del cual, incluso, hacía parte el juez que conoció de
las actuaciones, sabía que se resolverían a su favor las
pretensiones económicas, sin oposición, por demás, de los
abogados del Instituto de Seguros Sociales, seccional
Magdalena -previa concertación para ello-, lo que permitió la
apropiación de los recursos de dicha entidad.
62. Después de presentadas las demandas, según el
procesado, se percató de varias situaciones que llamaron su
atención, que ahora pretende sean consideradas a su favor
para evidenciar su inocencia en los hechos criminales. Al
respecto, el Tribunal Superior de Santa Marta se pronunció
en el siguiente sentido53:
Las demandas ejecutivas se tramitaron con una
extraordinaria rapidez, lo cual incluso llamó la atención de
EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO según su propio
dicho. Ambas demandas ejecutivas fueron avaladas por el
abogado interno del Instituto de Seguros Sociales del
Magdalena, esto es, todas y cada una de las pretensiones del
apoderado del demandante ya que no presentaron al menos
la más mínima excepción para el pago de la obligación,
mostrándose, por el contrario, por parte del Seguro Social un
particular interés en que los procesos ejecutivos fueran
agilizados y pagados. (…)
53
Cuaderno Original de Segunda Instancia, folio 50-
38
Impugnación Especial No. 67167
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EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
Se evidencia con el dicho del procesado como este desde la
presentación de las demandas ejecutivas percibió el trato
especial que tenían tanto en la oficina de reparto como en el
despacho del Ex Juez Vives Cervantes a quien le
correspondió el conocimiento de las demandas aunado al
hecho de lo dispuesto en la normativa procesal civil extinta
de conocimiento del procesado por ser un profesional del
derecho con nueve años de experiencia y catedrático,
además, la cual en su artículo 521 disponía:
“…Para la liquidación del crédito y las costas, se
observarán las siguientes reglas: 1. Ejecutoriado el auto
de que trata el inciso 2o del artículo 507, o notificada la
sentencia que resuelva sobre las excepciones siempre
que no sea totalmente favorable al ejecutado,
cualquiera de las partes podrá presentar la
liquidación del crédito con especificación del capital y
de los intereses causados hasta la fecha de su
presentación, y si fuere el caso de la conversión a
moneda nacional de aquel y de estos, de acuerdo con lo
dispuesto en el mandamiento de pago, adjuntando los
documentos que la sustenten si fueren necesarios. (…)”
No disponía la norma la realización oficiosa por parte del Juez
de la liquidación del crédito, por lo cual el hecho de que la
liquidación del crédito haya sido redactada por el despacho
del Juez conforme indicó el procesado, no hace más que
demostrar y reforzar lo que ya está más que demostrado y
probado en cada una de las causas penales en donde
aparece como parte civil el ISS respecto al plan criminal
orquestado para obtener dineros del Estado de manera ilegal
en el que buscaban abogados, como fue el caso del hoy
procesado ESCOBAR OSPINO, quienes presentaban
demandas ejecutivas en ciertos Juzgados, como lo era, el
Juzgado Segundo Civil Municipal de Ciénaga (Magdalena),
para de esa manera los procesos ejecutivos en contra de
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EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
Seguro Social salieran de forma más rápida dado que los
abogados de la entidad se allanaban a las pretensiones, no
proponían excepciones, renunciaban a términos al igual que
el demandante y el Juez de manera célere sacaba los
procesos adelante y emitía lo necesario para el cobro de los
correspondientes títulos judiciales, recibiendo los
profesionales del derecho su porcentaje al igual que los
demás miembros del entramado criminal.
62.1. De esta manera, las circunstancias referidas -la
rapidez en las que se resolvieron las acciones ejecutivas, trato especial
del juez que adelantó las mismas, liquidación del crédito por parte del
funcionario judicial y la ausencia de oposición a las pretensiones
económicas por parte del ISS-, si bien, según el procesado,
llamaron su atención; tal aseveración no es más que eso, una
simple manifestación que pretende sea tenida a su favor,
cuando lo cierto es que tales eventos obedecieron a lo
previamente acordado para sacar avante el objetivo criminal.
62.2. Justamente, el éxito de la empresa ilegal estaba
garantizado con la participación, principalmente, de un lado,
del funcionario que adelantaría las acciones civiles de forma
ágil y, por obvias razones, a favor de los demandantes; de
otro, con los abogados -entre estos, EUSTORGIO ALBERTO
ESCOBAR OSPINO- que promovían los procesos ejecutivos con
fundamento en documentos espurios que eran obtenidos,
para el caso concreto, por Édgar de Jesús San Juan; y,
finalmente, de los empleados del ISS seccional Magdalena,
cuya labor era no intervenir o no presentar oposición alguna
en las actuaciones judiciales.
40
Impugnación Especial No. 67167
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EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
63. En este orden, las circunstancias descritas no
hacen otra cosa que revelar que EUSTORGIO ALBERTO
ESCOBAR OSPINO hacía parte del engranaje delictivo que
con éxito se apropió del erario. No de otra manera, incluso,
se puede explicar que una vez librados los depósitos
judiciales, al cobro de los mismos acudiera el acusado en
compañía de Édgar de Jesús San Juan y de Jesús Eduardo
Leguia Bonett, este último quien fue vinculado mediante
indagatoria a la instrucción 54, con ocasión de los
supuestos fácticos aquí debatidos 55..
En efecto, EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO,
en la versión libre, rendida el 22 de octubre de 2008, se refirió
a Jesús Eduardo Leguia Bonett como la persona que le
presentó Édgar de Jesús San Juan, y quien le manifestó,
cuando fueron a recoger y cobrar los títulos de depósito
judicial, “que esperáramos más o menos 20 minutos para salir
porque él había llamado a unos amigos del DAS porque él
había sido funcionario del DAS, y más o menos en esos 20
minutos apareció una camioneta blanca con 4 personas que
portaban armas, como metralletas”56.
De igual manera, en la audiencia de juzgamiento de 16
de agosto de 2018, el procesado indicó que57:
54 Cuaderno original de la instrucción N° 1, folios 169-173 y Cuaderno original de la
instrucción N° 3, folios 324-328.
55 La Sala de Casación Penal, mediante SP2415 del 16 de junio de 2021, rad. 59171,
resolvió el recurso de casación interpuesto por el defensor del citado sin modificaciones
en cuanto a su declaratoria de responsabilidad. Solamente decretó la prescripción de la
acción penal « por el delito de uso de documento público falso, exclusivamente, respecto
de los hechos relacionados con los procesos 2007-132, 2007-188, 2007-420 y 2007-211,
al igual que, por el delito de peculado por apropiación tentado, atinente al radicado 2007-
00420».
56
Cuaderno Original de Instrucción No. 1, folios 41 y 42.
57
Cuaderno Original de Juzgamiento No. 1, folios 106 y 107.
41
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EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
PREGUNTADO: Indique ¿qué persona reclamó o tomó ese
noventa por ciento de los títulos reclamados por usted o qué
hizo el noventa por ciento del dinero reclamado? CONTESTÓ:
La verdad no sé, porque únicamente me limité a mi trabajo.
En el primer negocio de DENTIMEDIC se presentó a recibir el
dinero correspondiente el señor supuesto OCHOA, a quien
también ya describí en anteriores oportunidades, que era el
esposo de la supuesta CARMENZA VERDEZA DE OCHOA, fue
acompañado además de ÉDGAR SAN JUAN, de EDUARDO
LEGUIA BONETT y en el segundo caso estuvo para recibirlo
el señor supuesto RAFAEL RODRÍGUEZ LINERO, que también
he descrito en las versiones e indagatoria anterior, también
estuvo ÉDGAR SAN JUAN y el señor JESÚS EDUARDO
LEGUIA BONETT y en ambos casos llegó en una camioneta
blanca, doble cabina, acompañado por unos supuestos
miembros del DAS, que como manifestó lo acompañaban para
proteger porque en Ciénaga por esos días estaban atracando
y lo acompañaron esos funcionarios supuesto porque él dijo
que él había sido Subdirector del DAS en Santa Marta, cosa
que nunca supe antes de eso.
64. Ciertamente, Édgar de Jesús San Juan y Jesús
Eduardo Leguia Bonett fueron referenciados por Antonio
Rafael Vives Cervantes -fallecido y quien se acogió a sentencia
anticipada-, titular del Juzgado Segundo Civil Municipal de
Ciénaga (Magdalena) donde se adelantaron los asuntos
radicados bajo los números 2007–00132 y 2007–00188.
En ampliación de versión libre de 6 de septiembre de
2012, Antonio Rafael Vives Cervantes describió los roles de
42
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EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
cada uno de los integrantes de la red criminal, en los
siguientes términos58:
PREGUNTADO: Al usted catalogar la defraudación al ISS
Magdalena como una organización criminal o empresa delictiva,
podría determinar jerárquicamente las posiciones de las personas
denunciadas. CONTESTÓ: "A la cabeza de la organización estaba
NELSON VIVES LACOUTURE como gerente del ISS Magdalena,
igualmente el senador MIGUEL PINEDO, en el segundo renglón
tendría que contarse con el titular del juzgado, o sea yo, quien era
el que daba el trámite procesal a las demandas ejecutivas, por otro
lado, en tercer escalón era necesario la intervención de los
abogados y cabecillas intermediadores entre el juzgado y el ISS,
que eran PUPO YOHAID, HUGO QUINTERO, GUILLERMO VILLA
ROBLES, WILSON ÁVILA, ÉDGAR SAN JUAN, EDUARDO
LEGUIA, YURI YASSER MANJARRÉS, AMIRA TERESA EUGENIO,
GUSTAVO GONZALEZ. También en un cuarto escalón se
encontraban los abogados que actuaban como apoderados
de los demandantes designados por los cabecillas y el quinto
escalón los abogados del ISS ALFONSO SEGUNDO DURÁN
RAMÍREZ, PABON GARCIA, CAMPO, en el sexto escalón los
funcionarios de la oficina de apoyo judicial quienes eran ROSA
FONTALVO, uno de apellido CHARRYS y otro de apellido
CASTILLO, y en el último escalón los gerentes del banco Agrario
de Ciénaga y de Occidente de Santa Marta (…).
65. De esta forma, surge claro el papel que Édgar de
Jesús San Juan desempeñó en la organización criminal, de
profesión contador, y por ello, como parte de la división
funcional, para la presentación de las demandas ejecutivas,
recurría a profesionales del derecho conocidos, como es el
caso del procesado EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR
58
Cuaderno Original de Instrucción No. 3, folios 121 y 122.
43
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OSPINO, teniendo así conocimiento y control de cada
demanda ejecutiva promovida, en su rol de “cabecilla
intermediario”.
Además, se advierte que el exfuncionario Antonio Rafael
Vives Cervantes también hizo referencia, en un cuarto
escalón del plan ilegal, a los abogados que actuaban como
apoderados de los demandantes, respecto de los cuales, en
dicha oportunidad, no mencionó nombres; empero, en
declaración de 17 de septiembre de 2009, sí identificó con
nombres y apellidos a algunos de los profesionales en
derecho implicados en el desfalco al Instituto de Seguros
Sociales del Magdalena59:
PREGUNTADO: ¿Qué otros aspectos por tratar tiene dentro de
las irregularidades en el trámite de procesos contra el ISS?
CONTESTÓ: Hubo unas demandas presentadas por
CEDIULECO por una Dra. AMIRA EUGENIO, estas demandas
eran del sobrino del magistrado SAADE, que le dicen el Bebé
Saade, se presentaron las demandas y se tramitaron, puedo
dar fe de componencias con NELSON VIVES, para evitar que
se surtiera oposición en el proceso que yo tramité, por eso
llegó como abogado JORGE LUIS CAMPO, quien se allanó a
las pretensiones, a mí me reconocieron también un porcentaje
por tramitarlo de la manera a que ya he hecho referencia,
rápido y reconociendo el máximo de las costas. En estos
procesos yo hablé con el Bebé Saade y la Dra. AMIRA
TERESA, fueron en una ocasión a Ciénaga al juzgado y yo
me acerqué en otra ocasión a su casa, porque ellos dos son
esposos, viven en el Rodadero. En esas reuniones me
anunciaron que presentarían las demandas y cuadramos mi
59
Cuaderno Original de Instrucción No. 1, folios 166 y 167.
44
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EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
porcentaje, aunque no puedo dar fe si eran falsos o
verdaderos los documentos soporte, en todo caso si hubo
acuerdo con NELSON VIVES para permitir mediante el
allanamiento el pago de esos procesos, cuando esto ocurría
los abogados que venían eran CAMPO o DURÁN. En este caso
el porcentaje me lo entregaron directamente, no utilicé a
WILSON AVILA para esto. Sobre el abogado GUSTAVO
GONZÁLEZ preciso que él primero se dirigió a mi esposa, y le
comentó que tenía unos procesos contra el ISS, él los llevaba
dentro del grupo de LEGUIA, posteriormente él se dirigió al
juzgado, me dijo que tenía unas demandas contra el ISS para
presentar, cuadramos los términos de mi porcentaje, no
utilizamos intermediarios para la entrega de mi dinero, no
recuerdo bien qué abogados utilizó, en ese grupo
manejaron la Sra. VALDELANQUEZ, EUSTORGIO
ESCOBAR un abogado OSPINO o ESPINO, no recuerdo
bien, ni los demandantes de los procesos, pero fueron 5 o 6,
no fueron tantos los que manejé para este señor GONZÁLEZ,
pero allí operó exactamente el mismo manejo de este señor
con NELSON VIVES y los abogados del ISS que no se
opusieron en los procesos, demás irregularidades que se me
han impuesto y que acepté en el trámite de sentencia
anticipada. (Resalta la Sala)
65.1. Bajo este entendido, es claro el conocimiento que
Antonio Rafael Vives Cervantes tenía del plan ideado para
apropiarse de recursos del ISS gestado por diversos actores,
cada uno con un rol específico, según su profesión, cargo o
utilidad para dicho objetivo criminal. Así, precisó el provecho
monetario obtenido, las personas que lo contactaron y le
informaban tanto de las demandas ejecutivas que serían
presentadas como de los encargados de llevar los procesos
45
Impugnación Especial No. 67167
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civiles, entre estos últimos el aquí procesado, junto con Paola
Beatriz Valdeblanquez García, quien fungió como apoderada
suplente de ESCOBAR OSPINO en la actuación No. 188-2007
que constituye junto con el radicado 132- 2007 la génesis de
la presente actuación.
65.2. Ahora, que el declarante Antonio Rafael Vives
Cervantes haya empleado el verbo “utilizar” para referirse a
los abogados que adelantaban las demandas ejecutivas, no
permite inferir, como lo propone el recurrente, que
EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO fue
instrumentalizado y asaltado en su buena fe para
materializar la apropiación de los recursos del ISS. Dicha
propuesta es equivocada y por lo tanto inaceptable. La tesis
defensiva desconoce lo eficiente y contundente que fue la
sindicación efectuada por el exjuez en torno al plan criminal
orquestado, que con base en la misma se conoció la
participación de cada uno de sus integrantes, incluidos los
abogados que adelantaban las acciones civiles.
En este orden, la expresión “no recuerdo bien qué
abogados utilizó” no puede acogerse y apreciarse de forma
aislada; por el contrario, valorada con las demás pruebas
recaudadas; incluso, de los diversos relatos del exjuez Vives
Cervantes, se concluye que este tenía pleno conocimiento de
la estructura de la organización conformada para defraudar
al ISS -de la que hizo parte-, en la cual, en uno de sus eslabones
mencionó a los profesionales del derecho, como lo fue
ESCOBAR OSPINO, a quien en diligencia posterior identificó
por su nombre, según se expuso.
46
Impugnación Especial No. 67167
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65.3. La Sala no encuentra ningún error en la
valoración que realizó el Tribunal Superior de Santa Marta
de las diversas manifestaciones de Antonio Rafael Vives
Cervantes, a quien le otorgó plena credibilidad por cuanto60:
es un testigo directo que integró la organización delictiva que
desfalcó al Instituto del Seguro Social Seccional Magdalena
cuya actuación era preponderante para lograr la afectación
patrimonial, esto es, tenía una injerencia directa en los
acuerdos previos a la presentación, trámite y pago de las
demandas ejecutivas en el Juzgado Segundo Civil Municipal
de Ciénaga que presidía, de allí que para la Sala sea un
testigo que goza de credibilidad y cuyas aseveraciones gozan
de entidad suficiente para señalar sin equivoco alguno a cada
uno de los participantes en la organización criminal que
derivó en la defraudación al Seguro Social. Aunado al hecho
de que su declaración la hizo con el fin de acogerse a las
bondades de la justicia premial, lo que permitió esclarecer los
acontecimientos, señalar a los responsables y en definitiva,
ilustrar episodios de relevancia jurídico penal que fueron
percibidos por sus sentidos, producto de sus propias
experiencias sensoriales de los sucesos acaecidos entre los
años 2006 y 2007 en el municipio de Ciénaga (Magdalena).
En esa posición de actor directo del episodio fáctico y delictivo
pudo relatar circunstancias de tiempo, modo y lugar en que
ocurrieron los hechos y la forma en que estos llegaron a su
conocimiento. Como juez que facilitaba y agilizaba los
procesos ejecutivos para la consecución del plan criminal
60
Cuaderno Original de Segunda Instancia, folios 46 y 47.
47
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pudo identificar nombres completos, profesión y actividad de
cada uno de los integrantes de la organización delictiva al
igual que los roles que estos ejercían al interior de la misma.
Por ello, la Sala no encuentra motivos que afecten la
veracidad del testimonio de Vives Cervantes, quién en razón
de su oficio estaba en capacidad de facilitar la labor delictual,
dado que como titular del Juzgado Segundo Civil Municipal
de Ciénaga se comprometió a tramitar las demandas
presentadas contra el ISS, hecho este evidenciado en el
plenario y con su decisión de someterse a sentencia
anticipada sumado a que buscó beneficios por colaboración
con la Fiscalía, sin que este motivo per se desdiga de su
versión. Primero, tal trámite está permitido por la ley.
Segundo, la credibilidad de su testimonio no depende del
trámite sino de la verosimilitud que ofrezca la colaboración
ofrecida, en torno a la cual no existe reparo, como quiera que
permitiese el desvertebramiento de la asociación criminal y la
vinculación de la mayoría de sus integrantes, entre ellos, la
del acusado ESCOBAR OSPINO.
66. Conforme lo descrito, los medios de convicción
allegados se ofrecen suficientes para revelar que el acusado
junto con otros partícipes se apropió de recursos del Instituto
de Seguros Sociales. Es infructuoso el esfuerzo de la defensa
por acreditar que el implicado es ajeno al delito atribuido,
haciendo una lectura distinta de la prueba, para aseverar
que EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO limitó su
actividad a presentar las demandas ejecutivas, con total
desconocimiento del entramado criminal referido.
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EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
67. Así, aspectos relacionados con que el procesado no
se reunió con otros de las partícipes del desfalco al ISS y que
solo conoció a Paola Valdeblanquez García por la sustitución
de un poder, no permiten inferir, per se, que es ajeno al
mismo. El censor pasa por alto que la atribución de
responsabilidad penal a ESCOBAR OSPINO en ningún
momento se centró en que haya participado en encuentros
con las demás personas involucradas en el accionar
delictual. Por el contrario, esta se fundó en su intervención
en la presentación de las demandas ejecutivas, sustentadas
en documentos falsos, a sabiendas de la licitud de estos, para
con ello, lograr la apropiación de los recursos del ISS, como
en efecto ocurrió.
68. El censor no puede desconocer la intervención del
acusado en el asunto, bajo consideraciones generales acerca
de la poca credibilidad o insinuando la mendacidad de las
declaraciones de los demás partícipes en la empresa
criminal, especialmente, del exjuez Antonio Rafael Vives
Cervantes.
Los hechos debidamente demostrados, como la evidente
ausencia de idoneidad de los documentos que sustentaron
las acciones ejecutivas, que incluso llevaron a su sanción
disciplinaria -exclusión del ejercicio de la profesión de abogado-, las
circunstancias que calificó de inusuales -rapidez en la resolución
de los procesos, trato amistoso del juez con Édgar de Jesús San Juan,
ausencia de oposición por parte del ISS a las pretensiones pecuniarias,
entre otras descritas- y la presencia de personas ajenas en el
cobro de los depósitos judiciales; son hechos incuestionables
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Impugnación Especial No. 67167
CUI 47001310400120170212901
EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
y demostrativos de que la participación del procesado no se
limitó, como lo quiere hacer ver el defensor, a la simple
promoción de los procesos ejecutivos, sino que, revelan que
él hacía parte del engranaje criminal que con éxito se apropió
del erario.
69. La responsabilidad penal de EUSTORGIO ALBERTO
ESCOBAR OSPINO, en calidad de interviniente en el delito de
peculado por apropiación agravado por la cuantía, en
concurso homogéneo y sucesivo, obedece a que junto con
otros realizó la conducta punible. Así, fue quien, en febrero y
marzo de 2007, presentó sendas demandas en calidad de
abogado de PROFARMA DISTRIBUCIONES LTDA. -
representada legalmente por Osvaldo Rafael Rodríguez Linero- y de
Carmenza Isabel Verdeza de Ochoa -propietaria del
establecimiento mercantil DENTIMEDIC-, sustentadas en poderes,
facturas y documentos falsos que le fueron entregados por
parte de Édgar de Jesús San Juan.
Con el conocimiento del acusado que ningún
funcionario o abogado del ISS seccional Magdalena se
opondría a las pretensiones, ambas demandas fueron
tramitadas y falladas en el Juzgado Segundo Civil Municipal
de Ciénaga (Magdalena), despacho judicial del cual era titular
Antonio Rafael Vives Cervantes.
70. Por tanto, es evidente la división de funciones y el
aporte de ESCOBAR OSPINO decisivo para el éxito del plan
criminal. Édgar de Jesús San Juan se encargó de reunir los
documentos falsos, el procesado de promover las demandas
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EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
ante el Juez -quien garantizó el trámite de los procesos, la expedición
de los mandamientos ejecutivos y títulos judiciales- y el posterior
cobro de los títulos ejecutivos dictados en cada uno de los
procesos. De ahí que, sin su intervención, no habría podido
llevarse a cabo el delito, pues fue a raíz de las acciones
ejecutivas entabladas que se ordenaron los pagos ilegales.
Por ello, debe responder a título de interviniente, por no
reunir las calidades exigidas en el tipo penal.
71. Ahora, en lo relativo al argumento del impugnante,
consistente en que “el señor EUSTORGIO al recibir los
documentos falsos de una persona a quien ya conocía por
haber compartido diplomado, atendiendo al principio de
confianza, esperaba que se comportara conforme a derecho y
que los documentos entregados tenían lícita procedencia”61;
tal planteamiento no tiene acogida toda vez que el principio
de confianza legítima, por regla general, opera respecto de
delitos culposos y las más de las veces se ha hecho valer en
accidentes de tránsito, aun cuando ocasionalmente también
tiene vigencia en actividades laborales complejas, pero con
determinadas restricciones, como lo ha reconocido la Sala,
cuando se presentan las siguientes circunstancias62:
(i) Cuando la ley establece expresamente a quien encomienda
la labor, que lo haga bajo su responsabilidad; (ii) en los
eventos en que existe división de trabajo y el que dirige la
tarea dentro del ámbito de sus competencias, es garante de
que las personas a su cargo lo desempeñen correctamente;
61
Cuaderno Original de Segunda Instancia, folio 131.
62
CSJ. SP. 5 dic 2011, Rad. 35899; SP16915 18 DIC. 2017, Rad 48321.
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Impugnación Especial No. 67167
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EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
(iii) siempre que se incumple un deber y por ello, se transgrede
el derecho.
72. De igual manera, no es de recibo para la Sala el
argumento del recurrente consistente en que EUSTORGIO
ALBERTO ESCOBAR OSPINO actuó bajo error de tipo
vencible63.
Según el defensor, “al señor EUSTORGIO ESCOBAR
OSPINO se le censura que pudo sospechar por algunas
situaciones que se dieron en el proceso ejecutivo, de la
existencia de un entramado criminal que tenía como objetivo
desangrar al seguro social. De ser esta la situación, en caso
de no considerar la atipicidad absoluta por falta de dolo al no
tener conocimiento sobre lo espurio de los documentos que
soportaron las demandas, esa actuación negligente de no
darse cuenta de todo lo que rodeaba el proceso ejecutivo sería
constitutiva COMO MÁXIMO de un error de tipo vencible”64. Sin
embargo, no es cierto que la declaratoria de responsabilidad
del procesado se fundara, exclusivamente, en su actuar
negligente frente a ciertas circunstancias que llamaron su
atención -rapidez en la resolución de los procesos, trato amistoso del
juez con Édgar de Jesús San Juan, ausencia de oposición por parte del
ISS a las pretensiones pecuniarias, entre otras descritas-. Por el
contrario, en el fallo impugnado se estableció que65,
63
CSJ, AP5629-2017, Rad. 49.772. “(…) el error de tipo hace referencia al desconocimiento o
conocimiento defectuoso de las circunstancias objetivas del hecho que pertenecen al tipo legal,
con independencia de que estas tengan carácter fáctico, esto es, de naturaleza descriptiva (cosa,
cuerpo, causalidad), o normativa, de esencia comprensiva (ajenidad, documento, funcionario)”
64
Cuaderno Original de Segunda Instancia, folio 132.
65
Cuaderno Original de Segunda Instancia, folio 57.
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Impugnación Especial No. 67167
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EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
realizada una valoración minuciosa y en conjunto de las
declaraciones rendidas por el Ex Juez Vives Cervantes,
Édgar de Jesús San Juan, Paola Beatriz Valdeblanquez
García y el procesado permiten colegir a la Colegiatura la
responsabilidad penal de EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR
OSPINO en el entramado criminal con el que se logró
defraudar al ISS y apropiarse a partir de la presentación de
demandas ejecutivas con facturas espurias de la suma de
trecientos millones setenta y ocho mil pesos ($300.078.000)
correspondiendo $161.618.000 al ejecutivo N° 2007-0188 y
$138.460.000 al ejecutivo N° 2007- 0132.
Bajo este entendido, fue la valoración de las diversas
declaraciones del exjuez Vives Cervantes, Édgar de Jesús
San Juan, Paola Beatriz Valdeblanquez García y el
procesado, lo que permitió determinar que, “actuando como
apoderado judicial de las empresas DENTI MEDIC y
PROFARMA DISTRIBUCIONES LTDA, el procesado asumió su
representación ante el Juzgado Segundo Civil Municipal de
Ciénaga (Magdalena) presentando demandas ejecutivas en
contra del ISS a sabiendas de la inexistencia de las
obligaciones exigidas”66.
72.1. Las situaciones que el abogado ESCOBAR
OSPINO advirtió en el trámite de los procesos 2007-1321 y
2007-188, y que ahora pretende hacer valer, alegando un
actuar negligente frente a las mismas, fueron valoradas en
estricto sentido, para inferir que, en efecto, el acusado era
consciente que tales circunstancias hacían parte del
66
Cuaderno Original de Segunda Instancia, folio 58.
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entramado criminal; de ahí, que no se tratara de un actuar
descuidado de su parte.
Lo anterior, en la medida que, como se demostró, desde
la presentación de las demandas, el enjuiciado tenía pleno
conocimiento que los documentos soporte de estas, por
demás falsos, no contenían una obligación clara, expresa y
exigible; sin embargo, aun así, promovió las acciones
ejecutivas, incluso, hasta el cobro de los títulos de depósito
judicial.
72.2. Por ende, es el propio actuar del sentenciado el
que enerva la alegada tesis del error. Los hechos de los cuales
se percató y que usualmente no se presentan en el desarrollo
de las actuaciones judiciales, no pueden catalogarse como
una simple equivocación o ignorancia al respecto, cuando fue
el mismo EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO quien
expuso su supuesta extrañeza al respecto, pero solo en el
curso de esta actuación seguida en su contra, en aras de
sacar avante su estrategia defensiva.
72.3. Por consiguiente, es evidente que la conducta del
acusado obedeció a su conocimiento de los hechos
constitutivos de la infracción penal y voluntad para su
realización, motivo que lo llevó a proseguir, sin las
formalidades debidas -que eran de su saber en razón a su
experiencia como abogado-, con las acciones ejecutivas; pues, de
antemano, estaba enterado que las mismas iban a prosperar,
dada la previa concertación, principalmente, con el juez que
adelantó los procesos y los funciones del ISS.
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Impugnación Especial No. 67167
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EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
72.4. En consecuencia, resultan inanes todos los
esfuerzos de la defensa dirigidos a justificar el
comportamiento del procesado como producto de un actuar
errado, más no doloso. Ningún elemento de convicción
permite considerar que el proceder de EUSTORGIO
ALBERTO ESCOBAR OSPINO haya sido producto de un
comportamiento negligente.
Conclusión
73. Para la Sala está verificado en grado de certeza la
concurrencia del delito de peculado por apropiación agravado
por la cuantía, en concurso homogéneo y sucesivo, que se
atribuye al procesado en calidad de interviniente, así como
su responsabilidad penal en el mismo, dado que, ESCOBAR
OSPINO, actuando como apoderado judicial de las empresas
PROFARMA DISTRIBUCIONES LTDA. y DENTIMEDIC ante el
Juzgado Segundo Civil Municipal de Ciénaga (Magdalena),
presentó demandas ejecutivas en contra del Instituto de
Seguros Sociales, con conocimiento de la inexistencia de las
obligaciones exigidas y de la falsedad de los documentos que
las soportaban, lo que llevó al apoderamiento de recursos de
dicha entidad. Por ello, se confirmará el fallo recurrido en
este punto.
Peticiones subsidiarias
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Impugnación Especial No. 67167
CUI 47001310400120170212901
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74. Ahora bien, sobre la inconformidad del impugnante
respecto de las circunstancias genéricas de mayor
punibilidad atendidas por el Tribunal para individualizar la
sanción en el máximo primer cuarto medio, previstas en el
artículo 58 del Código Penal, numeral 1° «Ejecutar la conducta
punible sobre bienes o recursos destinados a actividades de
utilidad común o a la satisfacción de necesidades básicas de una
comunidad», y 10 «Obrar en coparticipación criminal», la crítica es
solo parcialmente acertada.
75. Para empezar, esos supuestos normativos fueron
deducidos en forma explícita en el pliego de cargos, y pese a
que, en los alegatos de clausura del juicio, el fiscal pidió que
no fueran imputadas, por considerar, esencialmente, que con
su atribución se vulneraba el non bis in idem, el juez plural
se apartó de tal solicitud, de una parte, por ser vinculante.
Y de otra, porque concluyó: acerca de la causal del
numeral 1°, que si bien el delito de peculado proscribe la
apropiación de caudales estatales, la “especificidad de los
recursos” es lo que permite una respuesta punitiva más
severa; mientras que la del ordinal 10°, de acuerdo con
decisiones de esta Sala67, como el injusto por el que se
procede “no es de sujeto activo plural”, esta se aplica siempre
“cualquiera sea la calidad en la que dos o más personas
concurran a la realización de la conducta punible”,
67
Cfr. CSJ. SP16186-2015, rad. 46102; AP2374-2019, rad. 48773, SP143-2023, rad. 60842.
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independientemente de que si son “autores, coautores,
determinador, cómplices e intervinientes”.
76. Pues bien, el delito de peculado, es indiscutible,
resguarda o protege la apropiación indebida de “bienes del
Estado, de empresas o instituciones en que éste tenga parte,
o de bienes o fondos parafiscales, o de bienes de particulares
cuya administración, tenencia o custodia” se le haya confiado
a un funcionario público, y dentro de esa masa de haberes
que en forma amplia integran los caudales a los se les irroga
protección bajo la aludida hipótesis punible, la ejecución de
la acción típica sobre aquellos “destinados a actividades de
utilidad común o a la satisfacción de necesidades básicas de
una comunidad”, como indudablemente lo eran los fondos del
Instituto de los Seguros Sociales, apareja mayor grado de
censura, objetivada en la respuesta punitiva, como con
acierto lo discernió el Tribunal al aplicar el artículo 58-1° del
Código Penal.
No ocurre lo mismo, en cambio, acerca de la causal
genérica prevista en el numeral 10º del citado precepto, a
pesar de los precedentes invocados por el Tribunal, cita que,
valga destacar, sirvió al fallador como un vacío criterio de
autoridad sin consideración de los supuestos fácticos que en
ellos se tuvieron en cuenta para las respectivas reflexiones.
Así, por ejemplo, la SP16186-2015 que, según el fallo
de segundo grado, se apareja con la radicación 46102, no
corresponde a este sino al número interno 46012, y en ésta
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ninguna consideración alude al tema de la causal de
intensificación tratada.
En la radicación 46102, SP10546-2015, la discusión
acerca de la aplicación del comentado motivo se centró en
que la intervención de un tercero con posterioridad a la
ejecución de la conducta, como lo sostenía el impugnante en
ese caso, no permitía su deducción, argumento desvirtuado
por la Sala al corroborar que de acuerdo con las pruebas la
participación del tercero fue concomitante con los actos
“ejecutivos y consumativos” de un delito de concusión.
Por su parte, en el AP2374-2019 (18 de junio), radicación
48773, no fue admitido un cargo en casación con el que se
aspiraba a remover la comentada causal de intensificación,
debido a que la crítica no acató el principio de corrección
material; y, a título de obiter, se adveró que por ser
“unipersonal” el delito de peculado, cuando en su ejecución
participa más de una persona, el comentado agravante se
justifica, ya que la “cooperación de otra” en la consumación
del ilícito “añade al desvalor del resultado un especial e
intenso desvalor de la acción, ya que el sujeto activo, en esas
condiciones, obtiene una evidente ventaja que hace más
probable la producción del resultado delictivo”.
Finalmente, en la SP143-2023, radicación 60482, sobre
la configuración del motivo previsto en el artículo 58-10 de la
Ley 599 de 2000, lo allí indicado no pasa de ser una
enunciación sin contexto de lo que fue objeto de debate en la
radicación 46102, SP10546-2015, máxime cuanto lo
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considerado en ambos pronunciamientos se reduce a que,
genéricamente, dentro de la coparticipación criminal “se
ubican los autores, coautores, determinador, cómplices e
intervinientes, figuras reguladas en los artículos 28, 29 y 30 del
C.P.”.
77. En contra vía de lo sostenido por el Tribunal, en
reciente decisión (SP2491-2024, radicación 62354) y a propósito
de la controversia aquí propuesta, la Sala reconoció, frente a
la comisión de un delito de prevaricato por acción de un juez
plural, que como su consumación exigía la suscripción de la
decisión ilegal, mínimo, por dos de los integrantes de la sala
concertados para ese fin, en ese supuesto fáctico “la
concurrencia de distintos servidores públicos está inmersa en
los elementos objetivos que componen el tipo penal” y en
consecuencia al imputar, como se hizo allí, a la vez “la
circunstancia de mayor punibilidad de obrar en
coparticipación criminal, [se] adiciona un reproche equivalente
y con la misma consecuencia, lo cual sería violatorio del
principio de non bis in idem”, razón por lo cual fue retirada en
frente a ese evento la causal de intensificación punitiva.
78. Para este caso, al procesado se le atribuyó la
condición de “interviniente” en un delito de peculado, y como
se sabe, según criterio jurisprudencial ya antes citado:
(…) el concepto de interviniente no permea toda modalidad de
concurrencia en la ejecución de la conducta punible, sino que
hace referencia a un dispositivo amplificador de la autoría en
la comisión de reatos especiales cuando no se cuenta con la
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cualificación o condición prevista en el tipo penal. Puesto en
otros términos, la calificación legal del interviniente
corresponde a quien realiza «actos de (co)autor en delito
especial pero carece de las calidades exigidas en el tipo» 68.
En este orden de ideas, la imputación de responsabilidad en
tal condición presupone que en el sujeto asista la ejecución
del verbo rector realizando la conducta como suya, es decir,
como un verdadero autor, ejerciendo cierto dominio o
codominio funcional o material sobre la comisión del
ilícito69 (negrillas ajenas al texto).
De manera que la figura del interviniente corresponde a
quien, en concurso con el autor, ejecuta como suya la
conducta descrita en el verbo rector de un delito
especial sin tener la cualificación jurídica, profesional
o natural, exigida en él, de modo que la sanción penal, in
abstracto, destinada para los partícipes en este tipo de
punibles no se ve alterada por el hecho de carecer o no de las
condiciones especiales requeridas en el reato, en tanto el
extraneus es el único acreedor de la disminución punitiva
prevista en el inciso final del artículo 30 de la Ley 599 de
200070.»71 (negrillas ajenas al texto).
Cabe recordar que la condición de interviniente
presupone, necesariamente, algo así como una subespecie
coautoría por dominio o co-dominio de los factores
indispensables para concreta la acción típica (materialmente,
68
Cfr. CSJ. SP. de 12 de septiembre de 2012, Rad. 37235.
69
Cfr. CSJ. SP. del 27 de agosto de 2019, Rad. 52001. En igual sentido, CSJ. SP. de 11 de
diciembre 2013, Rad. 42312.
70
Cfr. CSJ. SP. de 1º de julio de 2020, Rad. 51444.
71
Cfr. CSJ. SP4091-2020, reiterada en SP2551-2022, SP159-2024, y SP1677-2024.
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no desde la órbita funcional, claro está) respecto de la
ejecución de un delito con sujeto activo calificado.
De ahí que, en la misma vía de discernimiento, con
sujeción a lo expresado en la decisión citada párrafos atrás
(SP2491-2024, radicación 62354), lógico es concluir que en el
asunto que se examina, como en el tratado en el citado
precedente, la concurrencia de varias personas queda
inmersa en los elementos objetivos del tipo penal, de suerte
que la atribución, simultánea, a quien es responsable a título
de interviniente, de la circunstancia de mayor punibilidad de
la coparticipación criminal, “adiciona un reproche equivalente
y con la misma consecuencia, lo cual es violatorio del principio
de non bis in idem”, y por lo mismo debe ser retirada en el
presente asunto.
79. En consecuencia, con acatamiento de los criterios
de dosificación acogidos por el Tribunal, puesto que con base
en la concurrencia de las dos causales genéricas de
agravación —y una de atenuación—, ese juez plural concluyó
que “la sanción se establecer[ía] dentro del primer cuarto
medio en su extremo máximo en atención a lo expresado en el
artículo 61 del estatuto punitivo”, “esto es, ciento veintiocho
(128) meses y quince (15)72 días de prisión por la comisión del
delito de peculado por apropiación agravado por la cuantía en
calidad de interviniente”, al decaer la atribución de uno de los
motivos invocados, ésta Corporación estima proporcional
fijar la pena en la mitad de la franja del primer cuarto medio.
72
El juzgador cometió un yerro aritmético al fijar este extremo, ya que en verdad es 128,25
meses. El factor que permite establecer cada cuarto es de 37 meses y 3,75 días.
61
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De suerte que si ese ámbito fluctúa de noventa y uno
coma ciento veinticinco (91,125) meses, a ciento veintiocho
coma veinticinco (128,25) meses, la sanción correspondiente
será ciento nueve (109) meses y diecinueve (19) días, guarismo
que se incrementará en el mismo monto indicado por el
Tribunal por el concurso con la otra conducta punible de
peculados, esto es, quince (15) meses y (15) días, para un total
de ciento veinticinco (125) meses y cuatro (4) días de prisión.
La sanción pecuniaria no sufre modificación alguna con
ocasión de lo atrás considerado, dado que aquella está
determinada por el monto de lo apropiado, sin superar de
cincuenta mil salarios mínimos mensuales legales vigentes,
y en este caso se fijó en $225’058.000, una vez hecho el
descuento de una cuarta parte, por la condición de
interviniente, sobre el total de lo esquilmado al Estado
($300’078.000).
80. Corresponde ahora ocuparse a la Sala de la queja
concerniente a la negación de la prisión domiciliaria, regida
por la ley vigente al tiempo de los hechos (original artículo 38 de
la Ley 599 de 2000)73, por cuanto el Tribunal concluyó que a
pesar de estar satisfecha la condición subjetiva, “no ocurría
73
«ARTÍCULO 38. La ejecución de la pena privativa de la libertad se cumplirá en el lugar de
residencia o morada del sentenciado, o en su defecto en el que el Juez determine, excepto en los
casos en que el sentenciado pertenezca al grupo familiar de la víctima, siempre que concurran
los siguientes presupuestos:
1. Que la sentencia se imponga por conducta punible cuya pena mínima prevista en la ley sea
de cinco (5) años de prisión o menos.
2. Que el desempeño personal, laboral, familiar o social del sentenciado permita al Juez deducir
seria, fundada y motivadamente que no colocará en peligro a la comunidad y que no evadirá el
cumplimiento de la pena.
3. Que se garantice mediante caución el cumplimiento de las siguientes obligaciones: …»
62
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lo mismo con el requisito subjetivo referido a que el desempeño
personal, laboral, familiar o social del sentenciado permita
deducir seria, fundada y motivadamente que no colocará en
peligro a la comunidad y que no evadirá el cumplimiento de la
pena, toda vez que la forma en que acaecieron los hechos y la
afectación notoria de dineros públicos sumado a que por la
pena a imponer, no existe seguridad que no evadirá el
cumplimiento de la misma” (subrayado ajeno al texto).
81. Está Sala coincide con el fallador en cuanto a que
la procedencia del subrogado en cuestión, por favorabilidad,
debe estudiarse con base en la norma vigente al tiempo de
los hechos (2007), la cual como requisito objetivo exigía,
ciertamente, que la condena se imponga por conducta
punible cuya pena mínima prevista en la ley sea de cinco
años de prisión o menos, factor satisfecho en esta causa,
habida cuenta que la sanción para el delito de peculado por
apropiación agravado por la cuantía, conforme al artículo
397, inciso segundo, de la Ley 599 de 200074, atendida la
condición de interviniente endilgada al acusado, oscila de 54
meses a 202 meses y 15 días.
Sin embargo, no comparte esta Sede lo puntualizado
por el fallador de segundo grado en cuanto al
condicionamiento subjetivo que echó en falta, porque tal
ausencia no la coligió de los criterios explícitamente
indicados en la norma, sino, según se advierte de la única e
74
Es imperioso resaltar que en la acusación no se tuvo en cuenta el incremento general
dispuesto para todos los delitos en el artículo 14 de la Ley 890 de 2004, de una tercera parte
en el mínimo y en la mitad para máximo.
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insular consideración transcrita con antelación, de “la forma
en que acaecieron los hechos y la afectación notoria de dineros
públicos sumado a … la pena a imponer”, no obstante que el
respectivo precepto ordena que la deducción fundada y
motivada acerca de que el sentenciado “no colocará en peligro
a la comunidad”, ni “evadirá el cumplimiento de la pena» debe
sustentarse en su «desempeño personal, laboral, familiar o
social”.
Sobre esos aspectos ninguna consideración hizo el
fallador plural, a pesar de que la foliatura permite concluir
fundada y motivadamente un pronóstico favorable de cara a
la exigencia normativa.
En efecto, para empezar: (i) al día de hoy, de acuerdo
con la fecha de nacimiento del encausado —24 de septiembre
de 1951—75, se trata de un ciudadano de más de 73 años de
edad; y según la información que aportó en sus
intervenciones procesales, (ii) es una persona con un hogar
constituido —compañera permanente y 4 hijos hoy mayores de
edad—; (iii) su vida laboral curso como docente en derecho en
diferentes universidades, hasta su jubilación, y empezó a
ejercer como litigante a partir del año 1998; (iv) desde el año
2011 el procesado acreditó con documentos sus
antecedentes de salud por problemas cardiacos e
hipertensión arterial.
75
Según se corrobora en la fotocopia de su documento de identidad obrante en el archivo en
pdf del cuaderno original # 2 de la instrucción, pág. 82.
64
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82. Adicional a lo anterior, el devenir procesal informa
que: (v) el 22 de octubre de 2008 voluntariamente concurrió
a rendir versión, al conocer de los señalamientos que
pesaban en su contra por este proceso; (vi) siempre atendió
las citaciones que se le hicieron desde entonces en desarrollo
de la instrucción y el juicio; (vii) nunca estuvo privado de la
libertad, pues cuando fue resuelta su situación jurídica de
manera provisional, el fiscal de turno se abstuvo de
gravarlo con medida cautelar alguna; (viii) cuando se
profirió en su contra resolución de acusación, en el año 2016,
tanto en primera como en segunda instancia, a pesar del
delito por el cual se concretó el pliego de cargos, los
correspondientes funcionarios tampoco consideraron
necesaria la limitación del derecho a la libertad del
encausado; y (ix) dada la ausencia de otras investigaciones o
condenas penales, al adoptarse la decisión condenatoria -el
22 de mayo de 2024- le fue reconocida la carencia de
antecedentes como causal genérica de menor punibilidad.
La apreciación conjunta de los anteriores aspectos
impide afirmar que el procesado represente un peligro para
la comunidad, pues, es evidente que estos hechos, ocurridos
hace más de 17 años, han sido el único desborde del
ordenamiento jurídico por parte del acusado, sin que haya
continuado en actividades afines al mismo propósito, y
tampoco puede sostenerse que la connivencia o aquiescencia
del procesado para adelantar las dos acciones judiciales con
documentación espuria, obedeciera a un ánimo de
permanencia dentro de la asociación que se gestó para la
comisión de las concretas conductas punibles, pues no existe
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evidencia que ante el mismo juzgado u otros haya promovido
juicios civiles semejantes, aspectos con base en los cuales
para la Corte resulta palmario que el sentenciado no
representa un peligro para la sociedad, y que en este asunto
no es necesaria la reclusión intramural para que la pena
cumpla sus fines de resocialización y prevención especial.
83. Desde esta última arista, la de los fines de la pena,
en proyección a su satisfacción mediante la concesión del
subrogado de la prisión domiciliaria, y la posibilidad de que
su otorgamiento favorezca que el aquí procesado evada su
cumplimiento, impera indicar que una tal posibilidad resulta
especulativa y contra evidente al comportamiento observado
por aquél durante esta dilata actuación, sin que esté de más
recordar, como lo ha puntualizado la Sala, que:
[L]os subrogados penales han sido entendidos como
mecanismos que definen el límite mínimo (no el máximo) de la
retribución justa y confirman el fin de resocialización de la
pena. Por ello, en cada caso deberá determinarse, valorados
todos los aspectos exigidos por la ley, si la reinserción del
individuo a la comunidad se puede alcanzar o no con
opciones distintas a la privación efectiva de la libertad del
individuo. Es por eso que se ha aludido a un ejercicio
valorativo, en el que se deberá analizar cada requisito y
determinar el peso concreto que tiene cada elemento frente a
las funciones legalmente reconocidas para la pena76.
76
CSJ. AP4975-2024, septiembre 4, rad. 67037.
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Y en esa dirección no puede dejar de resaltarse que,
además de la satisfacción advertida por la Corte en torno a
las exigencias contenidas en el original artículo 38 de la Ley
599 de 2000 para conceder el subrogado de la prisión
domiciliaria, un mecanismo sustitutivo semejante también
sería pasible de ser estudiado y concedido con base en el
artículo 471 de la Ley 600 de 2000 -régimen procesal de este
asunto- inherente al “Aplazamiento o suspensión de la
ejecución de la pena” en “(…) los mismos casos de la
suspensión de la detención preventiva”, establecidos en el
artículo 362 del citado ordenamiento, entre los cuales es
procedente cuando el procesado “(…) fuere mayor de sesenta
y cinco (65) años, siempre que su personalidad y la naturaleza
o modalidad de la conducta punible hagan aconsejable la
medida”.
84. Aquí el diagnostico positivo acerca de la
personalidad del enjuiciado ya ha sido concluido con
sujeción a lo atrás precisado. Mientras que la naturaleza y
modalidad de la conducta punible no puede operar, como lo
hizo funcionar el fallador de segundo grado, dentro de una
lógica exclusivamente retributiva, a manera de criterio
objetivo que en todos los casos imponga la negación del
beneficio, ya que bajo la figura normativa que ahora se
sopesa, con apego a la teleología del subrogado y atendiendo
el marco conceptual relativo al fin de la pena, esta Sala en su
jurisprudencia:
(…) ha concedido la suspensión de que trata el art. 471 de la
Ley 600 de 2000, en conexión con el 362-1 ídem, a
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sentenciados por delitos de peculado por apropiación en el
contexto del desfalco a Foncolpuertos que, siendo mayores de
65 años, se encontraban en circunstancias particulares que
mostraban innecesaria la ejecución de la pena.
En tales casos, respecto a juezas mayores de 70 años,
condenadas como autoras de peculado por apropiación en
favor de terceros, agravado por la cuantía, en concurso real
homogéneo … la Corte emitió un diagnóstico negativo sobre
posibilidades reales de reincidencia y, por consiguiente,
determinó la falta de necesidad de ejecución de la sanción
penal. Ello, atendiendo a que los delitos fueron cometidos
hace más de 20 años, época en la que las sentenciadas,
habiendo gozado de libertad, mostraron buen
comportamiento y no transgredieron la ley penal, sin que,
entonces, se mostraran como peligrosas para la sociedad. De
ahí que, en los términos de la prevención especial negativa,
se consideró inadecuado y desproporcionado enviarlas a
prisión en condición de adultos mayores sin posibilidad
plausible de reincidencia delictiva.
(…)
La prevención especial, que recae sobre el sentenciado, tiene
lugar en la fase de ejecución y, en ésta, por excelencia, debe
propenderse por la resocialización. Así se desprende del art.
9° del Código Penitenciario y Carcelario, según el cual la pena
tiene función protectora y preventiva, pero su fin fundamental
es la resocialización. En consecuencia, mecanismos como la
suspensión de la pena son totalmente compatibles con la
prevención especial positiva, pues entre menos se afecte la
libertad personal del condenado, mayores son sus
posibilidades de reintegración social, tanto más cuanto se
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trata de una persona de la tercera edad, cuya expectativa de
vida es menor.»77.
85. Suficientes resultan, entonces, las anteriores
consideraciones para otorgar al aquí procesado el subrogado
de la prisión domiciliaria, para efectos de lo cual deberá
prestar caución prendaria, y para ello, con base en el
numeral 3º del original artículo 38 de la Ley 599 de 2000 y
en armonía con en el artículo 369 de la Ley 600 de 2000,
atendida la capacidad económica del procesado señalada por
este en su indagatoria y en razón a la naturaleza y gravedad
de la conducta punible, se fija en el equivalente a diez (10)
salarios mínimos mensuales legales vigentes de la época de
los hechos, aval destinado a garantizar el cumplimiento de
las obligaciones establecidas en la norma sustantiva
inicialmente citada, las cuales se harán constar en acta
suscrita por el procesado, en la que determinará el lugar de
su residencia.
En mérito de lo expuesto, la Sala de Casación Penal de
la Corte Suprema de Justicia, administrando justicia en
nombre de la República y por autoridad de la ley,
VII. RESUELVE
Primero: MODIFICAR PARCIALMENTE la sentencia
proferida el 22 de mayo de 2024, por la Sala Penal del
77
CSJ. SP3371-2022, septiembre 28, rad. 61904.
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Tribunal Superior de Santa Marta, conforme quedó expuesto
en la parte considerativa.
Segundo: En consecuencia, declarar que EUSTORGIO
ALBERTO ESCOBAR OSPINO queda condenado a la pena de
CIENTO VEINTICINCO (125) MESES Y CUATRO (4) DÍAS
DE PRISIÓN y a la accesoria de inhabilitación para el
ejercicio de derechos y funciones públicas por el mismo
lapso, como interviniente del delito de peculado por
apropiación agravado por la cuantía, en concurso homogéneo
y sucesivo.
Tercero: REVOCAR PARCIALMENTE el numeral
TECERO de la parte resolutiva del fallo impugnado; y, en su
lugar, sustituir a EUSTORGIO ALBERTO ESCOBAR OSPINO
la pena privativa de la libertad por la prisión domiciliaria en
el lugar de su residencia, con la obligación de cumplir con los
compromisos fijados en el numeral 3º del artículo 38 de la
Ley 599 de 2000, previa caución para su cumplimiento por
la suma de diez (10) salarios mínimos mensuales legales
vigentes de la época de los hechos, en los términos referidos.
Cuarto: Confirmar en lo demás la sentencia recurrida.
Quinto: Devuélvase al Tribunal de origen para que se le
imparta el trámite pertinente.
Sexto: Contra esta decisión no proceden recursos.
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Notifíquese y cúmplase.
Presidenta de la Sala
GERARDO BARBOSA CASTILLO
No firma impedimento
Salvamento parcial de voto
Salvamento parcial de voto
Salvamento parcial de voto
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Aclaración de voto
Aclaración de voto
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