ROFMAN Y ROMERO – TERCERA Y CUARTA ETAPA
Tercera Etapa: Sustitución de Importaciones (1930-1952)
Introducción:
La crisis de la economía mundial de 1929 dañó irreparablemente el sistema
económico argentino basado en la producción agropecuaria exportable.
La nueva organización del mercado mundial impulsó un cambio lento y
dificultoso en la organización productiva argentina, donde se produjo un proceso de
sustitución de importaciones, acompañado por modificaciones en la estructura de poder.
1. Estructura de poder
El cambio se inició con la revolución de 1930, dando inicio a la década infame,
y prosiguió luego de 1943 con el peronismo.
1.1. La etapa 1930-1943
El proceso de expansión y desarrollo industrial en la Argentina tuvo como
objetivo no alterar la estructura social argentina, logrando que la oligarquía terrateniente
se adaptara a las nuevas condiciones de la economía nacional.
a) Política anticrisis y nuevo papel del Estado
El nuevo estado oligárquico establecido tras el golpe del 30, buscó responder a
las crisis de los países externos mediante la intervención estatal en el sistema económico
para regular la producción de materias agroganaderas.
Algunas de las políticas importantes que respaldaban esta postura fueron:
Creación de la Junta Nacional de Granos.
Ley de Carnes.
Creación del Banco Central y del Instituto Movilizador de Inversiones
Bancarias.
Tratado Roca-Runciman buscaba mantener una cuota exportable de carnes
hacia Gran Bretaña Favoreció al mayor eslabón ganadero.
b) Composición del Estado y Política de Protección Industrial
Las políticas mencionadas permitieron recuperar un mínimo equilibrio respecto
a la crisis mundial, sin embargo, se hacía necesario centrarse en el desarrollo de las
actividades productivas que permitiesen abastecer el mercado interno, Allí surgieron los
primeros planes de protección y estimulo a la industria local, como el Plan Pinedo, que
no se llevó a cabo, pero sirvió de maqueta para posteriores políticas económicas.
Si bien existía una oposición de intereses entre la porción terrateniente y la
industrial, la política de desarrollo se enfocó en industrias de estrechas relaciones con el
agro, logrando la aceptación de estos sectores, conformando también un nuevo bloque
dominante mixto.
Entre las políticas de protección industrial se destacan:
Control de importaciones para equilibrar balanzas de pagos.
Establecimiento de políticas antidumping.
Tarifas protectoras.
Otorgamiento de crédito industrial.
c) Características de la Industrialización
En el contexto establecido, la industrialización fue necesariamente limitada para
no rebasar los límites del sector dominante. A su vez, ante la falta de una oposición
fuerte, el estado podía mantener políticas salariales que beneficiaran la acumulación de
capital, sin modificar la presión ejercida por los movimientos obreros.
Sin embargo, la industrialización trajo aparejada una urbanización, lo que
desplazó y agrupó en las ciudades al proletariado, llevando así a un aumento en el
numero de huelgas entre 1939-1942. Finalizando con el Golpe del GOU en 1943, lo que
derivó en el ascenso político de quien marcaria las tendencias del país durante los
próximos años, Juan D. Perón.
1.2. La etapa 1943-1952
En esta etapa se produce el establecimiento del nacionalismo popular, con el
Estado popular industrializador de la mano de la doctrina peronista.
a) La nueva coyuntura Política
Tras la Revolución del 43, surgió un aglutinamiento político partidario de un
proceso industrializador que le brindase al país un nivel de autarquía, mediante el
desarrollo de la industria base, de la mano del apoyo de los movimientos obreros.
El movimiento peronista se presentó como una alianza entre los sectores
burgueses industriales y los sectores obreros, unidos a través de las mediaciones del
Estado.
b) Política peronista de promoción industrial
Una de las principales herramientas de la política peronista era la redistribución
de ingresos, que iba más allá de la presión obrera, sino que tenia como objetivo lograr
aumentar el consumo interno, para beneficiar las industrias en surgimiento.
Para sostener la política distributiva y a su vez, lograr acumular capitales, el
Estado peronista subsistió con las reservas de divisas, junto con la transferencia de
ingresos desde el agro hacia la industria. Para poder asegurar dichos acontecimientos, el
Estado llevó a cabo intervenciones importantes tales como:
Nacionalización de servicios o empresas como YPF.
Control y gestión de la producción y el comercio a través del IAPI.
Nacionalización de Recursos Bancarios.
Todas estas políticas tenían como objetivo facilitar y fomentar la inversión de
empresarios locales, sin embargo, las políticas (que tenían como principal sustento las
reservas de divisas) poco a poco comenzaron a sufrir un agotamiento.
2. El Proceso de Sustitución de Importaciones
a) Crisis Mundial y Desarrollo de la sustitución de Importaciones
La crisis mundial, no solo perjudicó a la Argentina por la caída de la demanda en
el mercado mundial de sus productos, sino que también afectó al libre flujo de capitales,
de ahí que proviene la necesidad de llevar a cabo una expansión industrial en reemplazo
de las importaciones. Como primeras medidas para la reducción de las importaciones, se
optó por:
Depreciación monetaria
Control de cambios
Aumentos de derechos aduaneros
Prohibición selectiva de importación
En un principio se logró aumentar la actividad económica y con ello se
generaron incentivos a invertir.
b) Agentes de Inversión
Durante este periodo, las inversiones principales se originaban de la reinversión
de las ganancias de grupos financieros locales obtenidas en el agro, esto debido a la
reducción de capitales extranjeros entrantes por la crisis del 29 y posterior guerra
mundial (la segunda).
En el período postguerra, el peronismo llevo a cabo políticas de nacionalización
de servicios, lo que parecería causar disminución de inversiones, pero, en realidad las
aumentó.
Para tener un panorama general de estas etapas, el país comenzó a otorgar
ventajas a las inversiones extranjeras, cuyo destino era el mercado interno, para que de
esta forma se acentúen grandes empresas monopólicas, con un conjunto de pequeñas
empresas a su lado que le proveían materias y subsistían gracias a la protección estatal y
a la resignación de no expandirse frente a las grandes firmas.
Una importante problemática, fue la pobre y pequeña inversión en
infraestructura, lo que terminaría afectando al proceso general de industrialización.
c) Localización de las Inversiones
El desarrollo manufacturero industrial en la Argentina tuvo otra negativa, y fue
precisamente la concentración de sus inversiones en los grandes focos urbanos
únicamente, principalmente Buenos Aires.
Si bien se fueron desarrollando otros centros urbanos con el tiempo, Buenos
Aires fue siempre el dominante, debido a una serie de factores:
Preexistencia de una base industrial
Mano de obra abundante
Presencia de altas cantidades de productos
Puerto
Infraestructura y servicios óptimos para el crecimiento industrial
d) Ramas de la industria en la sustitución de importaciones
Durante la época de industrialización en Argentina, las industrias que más
desarrollo lograron eran las de bienes de consumo, siendo la rama principal la textil, y
luego ramas de alimentos, maquinarias, artefactos eléctricos, de industria del caucho o,
por otro lado, del petróleo.
Todas estas fueron las que concentraron preferencialmente las inversiones
extranjeras.
Esto se debió también a la política estatal de protección y facilitación de acceso a
recursos para estas industrias de bienes de consumo, lo que, por el contrario, descuidó la
industria de bienes de capital.
e) La estructura productiva
Ante la llegada a los centros urbanos de firmas monopólicas grandes, estas
conformaron uno de los dos estratos de la estructura productiva, el otro se conformaba
por aquel gran numero de pequeñas empresas, cuya productividad era baja y sus costos
altos, dependiendo así del Estado.
La coexistencia de estas pequeñas empresas que no tenían capacidad económica
para expandirse y crecer, sumado a las grandes firmas que se veían beneficiadas por el
mercado reducido, generó en un punto el estancamiento del crecimiento industrial.
f) El papel del Estado
El Estado llevó a cabo políticas enfocadas en sustentar los distintos sectores de
la economía, primero enfocadas en los intereses obreros y en reactivar la inversión y
consumo luego del estancamiento (redistribución de ingresos, aumentos salariales).
Luego mantuvo las políticas intervencionistas para controlar importaciones y fomentar
inversiones.
El problema llegó cuando, a la intervención en el fomento económico se le
agrega la redistribución de ingresos a actividades no productivas, cosa que fue común
durante el peronismo y desembocaba en una reducción de los niveles de productividad.
g) Los límites de la sustitución de importaciones
La sustitución de importaciones se vio limitada por diversos factores, generados
por la incapacidad de cambiar la estructura productiva (coexistencia de producción
agraria masiva y baja industria) lo que termino en saldos negativos y la generación de
una nueva crisis.
Escasez de inversiones en bienes capitales e industrias pesadas.
Dependencia de insumos importados.
Infraestructura inadecuada.
Producción local dependiente del Estado.
Insuficiencia de divisas agrarias.
Cuarta Etapa: Penetración del Capital Internacional (1952-1970)
1. Formación del Estado Autoritario y modernizador.
La crisis del modelo de Estado peronista, sumado a la idea de Estados Unidos de
alinear los países latinoamericanos a su dominio mundial, llevaron a la Argentina a un
período de búsqueda de apertura al capital internacional, iniciado con la Revolución
Libertadora, lo que marcó una tendencia futura de gobiernos en manos del ejército o
rígidamente controlados por este.
Resumen de las políticas de gobiernos en el lapso temporal analizado:
Peronismo: Acumulación económica y redistribución de ingresos. Control
Estatal alto para fomentar la inversión y el pleno empleo. Derivó en un
estancamiento y perdida de fiabilidad en el modelo por parte de los sectores
económicos.
Revolución Libertadora: Busco recortar gastos estatales y estabilizar la
moneda. Puso su acento en la cuestión política y en la represión peronista,
continuó el Estancamiento Industrial y derivó en la asunción de Frondizi.
Frondizismo/Desarrollismo: Asumió con apoyo Peronista. Su modelo fracasó
por los conflictos sociales del país, pero su Desarrollismo fue sensato en la
búsqueda de resolver el estancamiento industrial. Creía necesario atraer
inversiones en Industria Pesada Básica mientras que se ajustaba el déficit del
Estado. Quería modernizar el país, pero la mala situación económica y la presión
social lo impidieron.
Arturo Illia: Intento de mantener el sistema democrático-representativo. Quiso
aplicar la doctrina CEPAL, pero fue lento e ineficiente. Su gobierno cayó en
manos militares nuevamente en 1966.
Revolución Argentina: Gobierno dictatorial de alto nivel de represión, congeló
la política en el país para enfocarse en un intento de mejorar la economía,
dejando el rumbo económico en manos de técnicos e intelectuales. Implementó
el plan Krieger Vasena para abrir paso al capital internacional, este constaba de
reducir gastos públicos y congelar salarios, entre otras medidas para frenar la
inflación.
2. La Acción de las Inversiones Extranjeras
En el inicio de la segunda presidencia peronista, el Estado buscó la promoción
de las inversiones con la Ley de Radicación de Capitales (1953), con ciertas
restricciones al giro de las utilidades generadas. Sin embargo, años después, se
eliminaron estas restricciones de utilidades, promoviendo inversiones de firmas
monopólicas que, en vez de industrializar al país, conllevaban a la dependencia del
exterior en otra forma.
Durante estos años se desarrollaron industrias petroquímicas, automotrices,
siderúrgicas y electrónicas. El capital norteamericano (mayor inversor) se ubicó en las
actividades de mayor orden en los procesos económicos, modificando así la totalidad
del sistema productivo a su favor, y debido a la ventaja con la que contaban frente a las
empresas nacionales, estas no podían modernizarse y quedaban rezagadas.
3. Los responsables de las decisiones y su comportamiento espacial.
La incursión de capitales extranjeros libremente, desembocó como dijimos en
una dependencia llamada tecnológico-industrial, cuyo principal protagonista es la
empresa multinacional.
Estas son las que, en su proceso decisorio de inversión, generan un desequilibrio
regional y una concentración económica-geográfica, debido al alto control que ejercen a
su vez sobre la economía nacional.
A continuación, características locacionales de las filiales multinacionales:
Innovación tecnológica creciente, lo que margina sectores de la fuerza de trabajo
y genera diferenciaciones salariales.
Deslocalización de la planta productora respecto a unidades gerenciales,
administrativas o decisorias.
Localización de planta inducida por factores de infraestructura o acceso a
recursos necesarios para la actividad.
El Estado, por su parte, ha llevado a cabo inversiones en infraestructura básica,
políticas de promoción industrial que favorezcan la deslocalización, políticas crediticias
de predominio en Capital o Gran Buenos Aires, debido a su localización.
Este accionar estatal, directa o indirectamente, lleva a las empresas a asentarse
en las zonas pobladas y desarrolladas, diversificando así dichos mercados, pero
perjudicando otras zonas del país.
Características del proceso de inversión externa:
1. Las regiones más desarrolladas, reciben más radicaciones. Por ejemplo, vemos
que Buenos Aires, Córdoba o Santa Fe concentran altos porcentajes de ramas
desarrolladas por las inversiones, ligadas a la petroquímica o mecánica.
2. Especialización sectorial-regional que aumenta la brecha de desarrollo, a causa
de las proporciones de desarrollo entre industrias dinámicas e industrias
vegetativas.
3. Las plantas productivas de alta productividad generaban a su vez diferencias en
el ingreso regional geográfico a causa de la baja retención de excedente
económico.
RESUMEN GENERAL DEL TEXTO: (narración histórica simple)
Tras las disconformidades generadas por los gobiernos radicalistas, en 1930, a la
par que se daba una crisis del sistema financiero mundial, en Argentina un Golpe de
Estado daba inicio a la Década Infame. Este gobierno golpista tuvo que reajustar las
políticas económicas del país (basadas en el modelo agroexportador) para prevenir los
daños indirectos que el Crack de Wall Street podría generar en el modelo económico.
La Argentina, incapaz de seguir exportando materias primas de la forma que
solía hacerlo, tuvo que buscar la forma de producir sus propios insumos a través del
desarrollo industrial, con políticas de protección del comercio nacional, controles de
precios o tratados que permitan mantener cuotas exportables.
En un principio, el desarrollo industrial perseguido se limitó únicamente a
aquellas industrias que beneficien a su vez el modelo productor agrícola, en parte
también, por las tensiones generadas en los terratenientes ante el posible surgimiento de
un nuevo sector dominante, sin embargo, la “nueva burguesía” se consolidó con ambas
partes incluidas.
Con el ascenso político de Juan Domingo Perón, surgió en la argentina un
movimiento político que intentaba buscar el desarrollo industrial sin dejar a un lado al
sector obrero, el cual terminaría siendo su principal aliado.
En la etapa peronista, el Estado tuvo un rol fundamental en lo que fue la
promoción de inversiones, generación, acumulación y distribución de riquezas, un
modelo que se sustentaba con divisas que el Estado generaba mediante la intervención
económica (Fundamental el rol del IAPI).
Sin embargo, el modelo peronista poco a poco comenzaba a mostrar sus fallas
hasta llegar al agotamiento que desembocó en un Golpe Militar.
En una etapa donde la política se vio fuertemente restringida, el país buscaba
abrirse paso hacia el capital internacional y al poder que sus inversiones podían traer.
Fue así como comenzaron a implementarse políticas de control financiero para reducir
los gastos y déficits estatales, a la par que se eliminaban trabas a los capitales externos
en búsqueda de inversores.
Así, la Argentina empezó a recibir en el tiempo inversiones en ramas textiles,
petroquímicas o automotrices (entre otras), pero lejos de industrializar al país,
generaban una nueva forma de dependencia económica, causando inclusive brechas de
desarrollo entre regiones del país, sin poder además reparar la escena política y
económica del país.