Roma Imperial y la Persecución de los
cristianos
En la Roma Imperial de Nerón, da inicio la
persecución de los Cristianos.
Para introducirnos en el tema es necesario conocer
algo del despótico personaje y de cómo llevó a
cabo sus maldades en contra de los seguidores de
Jesús.
Roma Imperial
Sinopsis Histórica
La primera persecución contra los cristianos
Nerón: el reinado del Anticristo
A lo largo de la historia, en su eterna guerra contra el
Creador, el demonio manifestó su maldad de diferentes
maneras. En el año 54 de la era cristiana, un monstruo
cruel y depravado llegó al trono de Roma para instaurar
el reinado más terrorífico que recuerde la memoria
humana, no superado hasta ahora por ningún otro. Los
cristianos fueron las víctimas principales de ese
período
El 13 de octubre del año 54 ascendió al trono de Roma el último representante de la estirpe de
César: Lucio Domicio Enobarbo, años antes rebautizado Nerón, al contraer nupcias su madre, la
cruel Agripina, con Claudio emperador . El mundo ignoraba entonces que quien se sentaba en el
trono del mayor imperio de la Antigüedad era un monstruo perverso y depravado, que habría de
cometer las peores crueldades de que la humanidad tenga memoria.
En un principio, el joven Nerón, rodeado de los mejores hombres de la época, entre ellos el
filósofo Séneca y el comandante Afriano Burro, inició un gobierno prudente, que se prolongó por
espacio de cinco años. Sin embargo, el nuevo soberano no tardaría en demostrar su feroz
naturaleza.
Reino de terror En cierta ocasión, viajó a Grecia
En el año 55 Nerón mandó para participar de los juegos
asesinar a su hermanastro olímpicos y como nadie se animó a
Británico; en el 59 a su madre, competir con él, se alzó con un total
de la que había sido amante y de 16 triunfos en las carreras de
en el 62 a su esposa Octavia, carros, pese a que en una
hija de Claudio y hermana de oportunidad cayó del rodado en
Británico. Casado con Popea plena competencia.
Sabina, una de sus amantes, Hizo ejecutar a varias personas Nerón ambicionaba edificar en
mandó envenenar a Burro y por quedarse dormidas durante Roma un gran palacio, idea de la
desterró a Séneca, iniciando así la lectura de sus obras y que poco después derivó otra: la
su reinado de terror. Nerón arrancarle la lengua a otras que edificación de una nueva capital
tenía veleidades de músico y osaron criticarlas. que llevaría su nombre. Comenzó
poeta y no toleraba crítica por expropiar varios sectores de la
alguna. urbe sobre los que hizo avanzar sus
Agripina
jardines. Poco después se desató el
madre de horror.
Nerón
El incendio de Nunca antes, en ocasión de
Roma otros incendios, la población
había señalado como
Era evidente que desde hacía responsables a sus
tiempo Nerón tramaba algo y gobernantes y tampoco lo
pronto se supo de que se hizo cuando un incendio
trataba. El 19 de julio del 64 se espectacular se desató
desató en Roma un pavoroso durante el reinado de Tito .
incendio que redujo a cenizas a Hoy en día, corrientes
tres de los catorce barrios de la Nerón, impaciente por dar forma modernistas ponen en duda
ciudad y provocó considerables al proyecto de su gran capital, lo que hasta no hace mucho
daños en diez de los once ordenó incendiar la ciudad. No tiempo se sostuvo con total
restantes, entre ellos por nada se hallaba en Anzio, su convicción. De un día para
numerosas villas senatoriales. villa natal, cuando estalló la otro, el revisionismo
Centenares de personas catástrofe. No por nada innovador comenzó a hablar
murieron abrazadas por las comenzó la edificación del de un Nerón desesperado por
llamas y otras miles resultaron Domus Aurea una vez acabado el organizar partidas de
heridas mientras que las siniestro . Y no por nada el socorristas y atento a las
pérdidas fueron incalculables. pueblo lo hizo blanco de las necesidades de los
No tardó en saberse la verdad. acusaciones tan rápidamente. damnificados.
Pero los relatos de Suetonio, Tácito, Plinio el Viejo,
Dión Casio y otros historiadores que vivieron mucho
más cerca de los hechos son contundentes . “Con el
pretexto de que había muchos edificios feos y viejos
en Roma y muchas calles estrechas, incendió la
ciudad. Vióse a esclavos mandados por él con
antorchas quemando casas y depósitos de
provisiones, y algunos edificios de piedra fueron
destruidos con máquinas de guerra...La plebe tuvo
que refugiarse en los monumentos públicos y los Las casas de vecindad eran de madera y
cementerios” . estaban muy amontonadas, de manera que
apenas dejaban pasar el sol a las calles. La
gente humilde vivía amontonada en unos
pocos metros cuadrados donde tenían que
apañárselas para caber todos los de la
familia. Necesitaban hacer fuego para la
comida y para tener luz. Un descuido sería
suficiente, y el viento fuerte que soplaba por
aquellos días hizo el resto.
Se desata la persecución
Pronto comenzaron a correr voces de que había sido el emperador quien había ordenado el
incendio. La gente no olvidaba su desagrado por las calles estrechas, el apiñamiento de los
pobladores, el calor sofocante y los olores hediondos que afectaban la ciudad, sobre todo en
verano.
“Que después de mi muerte, el fuego destruya
la Tierra – exclamó en cierta ocasión, agregando
inmediatamente – “No, será mejor viviendo yo”.
Lo cierto es que el monstruoso crimen debió
endilgarse a alguien y ese alguien fueron los
pacíficos miembros de la comunidad cristiana que
crecía considerablemente, no solo en Roma sino
en toda Italia.
Los cristianos van a ser sacrificados en el
anfiteatro o Coliseo.
Brutales espectáculos
A la par que se le prometía a la gente pan, aceite y vino, la guardia pretoriana, al comando del
feroz Tigelino, comenzó a arrestar a los cristianos para encerrarlos en las lóbregas prisiones de
la ciudad. No tardaron en verse escenas espantosas. En el Circo, ante desaforadas multitudes de
paganos, centenares de mártires inocentes fueron arrojados a los leones. Previo al número
principal, se arrojaban niños con pieles de cordero fuertemente atadas alrededor del cuerpo
para ser devorados por jaurías de lobos hambrientos.
Pero el espectáculo no solamente se limitó a las horas del día. Por la noche, el anfiteatro
de Nerón se sembraba de estacas y cruces, y atados a ellas, los cristianos eran quemados
vivos, entre alaridos de dolor que erizaban la piel de los presentes. Mientras esto ocurría,
la bestia contemplaba todo desde su palco, complacido y sin que nadie se atreviese a
reprocharle nada.
Nerón se deleitaba viendo el sufrimiento de los primeros mártires del
cristianismo
Quo vadis Domine
2-Cuando Pedro se
1-Nos dice la tradición que al arreciar disponía a salir de la
la persecución, y sabiendo los ciudad, tuvo una visión en
cristianos el interés que tenía Nerón donde se encontró con su
de encontrar al jefe de los cristianos, Señor y Maestro Jesús, que
consiguieron convencer a Pedro de venía hacia Roma cargando
que se marchase durante algún a las espaldas con una cruz.
tiempo a un lugar menos peligroso.
3-Pedro al verlo, humilde y confuso, solamente
acertó a decirle: "¿Adónde vas, Señor?" Y el
Salvador le respondió: "Voy a Roma para ser
crucificado otra vez". La visión desapareció, pero
Pedro comprendió la lección: Aquella cruz que
traía el maestro era su propia cruz, que debería
aceptar valientemente.
Martirio de San Pedro y San Pablo
Martirio de inocentes
Una vez llegado a Roma, Pedro se dirigió al
Coliseo con el fin de alentar a todos los
cristianos que iban a morir, él fue tomado
preso y conducido a las mazmorras en
donde se encontraban los cristianos.
Hombres, mujeres y niños fueron sacados
poco a poco y fueron llevados al anfiteatro
para que sufrieran los diferentes martirios a
los cuales iban a ser sometidos.
En medio de tanto horror hubo algo que
desconcertó a los romanos. Muchos de los
cristianos perecían rezando o entonando
himnos al Señor, incentivados por la
presencia de San Pedro.
Martirio de inocentes
Nerón detuvo a Pedro y a Pablo y encargó su
vigilancia a un ilustre romano llamado Paulino,
el cual, a su vez, mandó a Mamertino que los
llevara a la cárcel. Mamertino encerró a los dos
apóstoles en un calabozo y confió la custodia de
los dos presos a dos solados cuyos nombres
eran Proceso y Martiniano, que, convertidos en
seguida a la fe por San Pedro, abrieron las
puertas de la prisión y dejaron en libertad a
ambos prisioneros. Este hecho costó la vida a
Proceso y Martiniano, pues Paulino, cuando
Pedro y Pablo fueron martirizados, juzgó a
ambos soldados y, al descubrir que eran
cristianos, dio cuenta de ello a Nerón y mandó Proceso y Martiniano, Santos
que fuesen inmediatamente decapitados.
Martirio de San Pedro
A San Pedro, Nerón le decretó una muerte
diferente a la de los otros Cristianos por Nombre: Pedro
considerarlo el dirigente principal. Fiesta: 29 de Junio
Es así como decreta la muerte de Crucifixión, Nacimiento: .Betsaida, Israel
tal como Cristo murió. Muerte: 67. Roma, Italia
Cuando iba a ser crucificado, Pedro pide que
lo crucifiquen con la cabeza para abajo,
pues él no era digno de morir en la forma
que Jesús murió.
Pedro fue crucificado en la Colina Vaticana,
el 29 de junio del año 67 de nuestra era.
A estos hombres, maestros de una vida santa,
vino a agregarse una gran multitud de elegidos
que, habiendo sufrido muchos suplicios y
tormentos también por emulación, se han
convertido para nosotros en un magnífico
ejemplo”.
Martirio de San Pedro
San Pedro murió crucificado. El no se consideraba digno de
morir en la forma de su Señor y por eso lo crucificaron con la
cabeza hacia abajo. El lugar exacto de su crucifixión fue
guardado por la tradición. Muy cerca del circo de Nerón, los
cristianos enterraron a San Pedro.
Las palabras de Jesús se cumplen textualmente.
“Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta
piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno
no prevalecerán contra ella".(Mateo, 16:18)
Hay testimonios arqueológicos de la necrópolis con la
tumba de San Pedro, directamente bajo el altar mayor.
Esta ha sido venerada desde el siglo II. Un edículo de
160 d.C. en el cual puede leerse en griego "Pedro está
aquí".
Converción de San Pablo
San Pablo Apóstol
De perseguidor de los cristianos se convirtió en el gran Apóstol de Jesucristo, encargado de
evangelizar a los gentiles. Prueba de ello son las numerosas cartas que dejó a todas las
ciudades por donde pasaba, de las cuales aún hoy la Iglesia se alimenta. Murió decapitado,
en Roma.
Nombre en el mundo:
Saulo de Tarso
Nombre:
Pablo
Significado:
Pequeño, del Hebreo
Fiesta:
29 de Junio
Nacimiento:
5. Tarso de Cilicia, Turquía
Muerte:
68. Roma, Italia
San Pablo predicando a los gentiles
Martirio de San Pablo
En el año 67 d. C. un poco después del crucifixión de Pedro, Nerón mandó decapitar a San Pablo
y a otros mártires e hizo iluminar sus jardines con aquellas mismas antorchas humanas que la
multitud contemplara en el circo, mientras se entregaba a sus frecuentes orgías y bacanales. Esta
misma envidia y rivalidad dio a Pablo ocasión de alcanzar el premio debido a la paciencia:
en repetidas ocasiones, fue encarcelado,
obligado a huir, apedreado y, habiéndose
convertido en mensajero de la palabra en
el Oriente y en el Occidente, su fe se hizo
patente a todos, ya que, después de
haber enseñado a todo el mundo el
camino de la justicia, habiendo llegado
hasta el extremo Occidente, sufrió el
martirio de parte de las autoridades y, de
este modo, partió de este mundo hacia el
lugar santo, dejándonos un ejemplo habiendo sufrido muchos suplicios y
perfecto de paciencia. A estos hombres, tormentos también por emulación, se han
maestros de una vida santa, vino a convertido para nosotros en un magnífico
agregarse una gran multitud de ejemplo”.
elegidos que,
El fin de la bestia
Pero el Señor, que todo lo ve y todo lo escucha, puso fin de manera abrupta a ese reinado
infernal.
En el año 68 hubo levantamientos en Hispania y Galia y las tropas, al mando de Galba , se
pusieron en marcha.
Los pretorianos se sumaron al
movimiento y el 9 de junio, tras
ser declarado fuera de la ley por
el Senado, Nerón se suicidó de la
mano de su esclava Actea,
clavándose un puñal en el pecho,
solo y abandonado por todos.
Calígula estuvo antes de Nerón, y
fue tenido como un monstruo.
Calígula casi parece un modelo de
maldad, a la par de Nerón. tales como Domiciano, Diocletiano y Maximiliano, los
Después de Galba, llegaron otros cuales persiguieron de igual forma a los cristianos.
emperadores tan malos como También hubo persecución de Cristianos con otros
emperadores, pero con menos maldad que los
Nerón,
anteriores.
Veracidad de los hechos
Suetonio, escritor prominente de principios del
siglo II corrobora la versión, señalando que
entre las obras públicas de Nerón se contaba
"persiguió a los cristianos".
No obstante, no hay registro explícito de esta
persecución en las escasas fuentes cristianas
del siglo I. Solamente, por la de Clemente
puede asociarse de alguna manera la citada
represión con el martirio de los apóstoles
San Pedro y San Pablo. Otro emperador que
se recuerda por su crueldad con los cristianos
fue Domiciano, entre los años 81 y 96. Se
calcula que fueron martirizadas un máximo de
2.000 víctimas cristianas durante la Gran
Persecución (303-313 D.C.) y un total de 4.000
en todas las persecuciones.
Juan Pablo II al referirse a estos
mártires romanos decía: “es necesario
recordar el drama que experimentaron en
su alma, en el que se confrontaron el temor
humano y la valentía sobrehumana, el
deseo de vivir y la voluntad de ser fieles
hasta la muerte, el sentido de la soledad
ante el odio inmutable y, al mismo tiempo, la
experiencia de la fuerza que proviene de la
cercana e invisible presencia de Dios y de la
fe común de la Iglesia naciente. Es preciso
recordar aquel drama para que surja la
pregunta: ¿algo de ese drama se verifica en
mí?”
SAN FELIPE APOSTOL
La Iglesia conmemora el tres de mayo su fiesta
El evangelio dice que era natural de Betsaida de Galilea, la ciudad de Pedro y Andrés, a
quienes tal vez le unían lazos de amistad, fue hijo de Alfeo. San Juan cuenta que Jesús lo
llamó a pertenecer al grupo de sus discípulos al día siguiente de haber llamado a San Pedro,
San Andrés y a San Juan; Jesús se encuentra con Felipe y le dice: "Ven y sígueme" (Juan, 1:
43); era la invitación que los rabinos dirigían a quienes querían constituir sus discípulos.
Felipe fue el que llamó a Natanael o Bartolomé y lo
llevó a donde Jesús, cuando le dijo: "Hemos
hallado a Aquel de quien escribió Moisés en la
Ley y los Profetas, a Jesús, hijo de José, de
Nazaret”. A las palabras de extrañeza o
admiración de Natanael, "¿Puede de Nazaret
salir cosa buena?", responde sin vacilar: "Ven y
verás".. Cuando el Señor eligió a los 12 apóstoles,
uno de los elegidos fue Felipe.
Y el día de la multiplicación de los panes, antes de
obrar el milagro, Jesús le preguntó a Felipe: "¿De
dónde crees tú que podremos conseguir pan para
tanta gente?". Él, echando una mirada sobre las
turbas, exclama: "Doscientos denarios de pan no
bastan para que cada uno reciba un pedazo".
Seguramente no sospechaba lo que iba a hacer el
Señor (Juan, 6: 5-7).
Un día en que unos griegos extranjeros quisieron
hablar con el Divino Maestro le pidieron a Felipe que
los llevara hacia Él. Habían éstos presenciado la
entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén
y querían verle de cerca. Tal vez Felipe, como podría
insinuar su nombre, tenía algunos conocimientos de la Se lo suele representar llevando una cruz
lengua griega y por ello se dirigieron a él. Felipe, a su en forma de "T", instrumento con el que,
vez, lo dice a Andrés y ambos lo comunicaron al según la leyenda, obró durante su vida
Señor (Juan, 12: 20). muchos milagros. También se suele
representar su crucifixión.
Y en la Ultima Cena este fue el apóstol que le dijo a Jesús: "Señor: muéstranos al Padre", y
Jesús le respondió: "Felipe, quien me ve a Mí, ve al Padre".
(Juan. 13: 8-11).
El día de Pentecostés, Felipe recibió junto con los otros apóstoles y la Virgen María, al Espíritu
Santo en forma de lenguas de fuego.
Como los demás apóstoles, Se refiere, finalmente, que los
permanecería durante unos magistrados, viendo los
años en Palestina y progresos que hacía el
después marcharía a cristianismo,
predicar el Evangelio fuera le prendieron, azotaron y
de sus fronteras. La amarraron a una cruz
muriendo el día 1 de mayo
tradición afirma que predicó
del año 54 según Baronio.
en Frigia. Se dice que
Parte de sus reliquias fueron
convirtió muchas almas, llevadas a Constantinopla y
que hizo muchos milagros, otra parte se venera en la
que destruyó una iglesia de los Santos
monstruosa víbora que Apóstoles, de Roma.
adoraban los habitantes de
la región.
SANTIAGO APÓSTOL
La Iglesia conmemora el tres de mayo su fiesta
Santiago nació en Caná de Galilea, situada cerca
de Nazaret. Su padre se llamaba Alfeo. Su madre,
María, estaba emparentada (probablemente prima
hermana) con la Santísima Virgen, de modo que
Santiago era primo del Señor. Los evangelistas no
nos refieren intervención alguna particular de este
apóstol; únicamente lo enumeran en las listas de
los Doce (Mt. 10, 2-4; Mc. 3, 13-19; Lc. 6, 14-16).
San Pablo refiere que Jesucristo resucitado, le
distinguió con una aparición personal
(1 Cor. 15, 7).
Los Hechos de los Apóstoles y la Carta a los
gálatas ponen de relieve que Santiago ocupaba un
puesto preeminente en la iglesia de Jerusalén.
La primera vez que San Pablo subió a Jerusalén
después de su conversión dice que fue para visitar
a San Pedro y añade que no vio a ninguno de los
otros apóstoles, sino a Santiago (Gal. 1, 18-19).
Después de su liberación milagrosa de la cárcel
por el ángel, San Pedro se presenta en casa de la
madre de Juan Marcos, refiere cómo fue librado
de la prisión y les dio este encargo: "Haced saber
esto a Santiago y a los hermanos" (Act. 12, 17).
Refiriendo el último viaje de San Pablo a
Jerusalén escribe San Lucas que los hermanos le
recibieron con mucha alegría y que al día
siguiente fueron con San Pablo a visitar a
Santiago, a cuya casa concurrieron todos los
presbíteros
(Act. 21, 15-18). En su Carta a los gálatas San
Pablo le llama, juntamente con Pedro y Juan,
"columnas de la Iglesia" (2,9).
En el concilio de Jerusalén tuvo una acertada
intervención. Santiago defendía, lo mismo
que los apóstoles San Pedro y San Pablo,
que los gentiles estaban exentos del
cumplimiento de la Ley mosaica. Sin
embargo, conocedor como ninguno de la
situación y circunstancias de los judíos
convertidos, propuso que se impusiese a los
gentiles el abstenerse de comer las carnes
inmoladas a los ídolos, las no sangradas, la
sangre misma y abstenerse de la fornicación,
que, si bien está prohibida por la misma ley
natural, no era considerada como cosa grave
por los gentiles. El parecer de Santiago fue
aceptado por el concilio. Ello contribuiría a la
unión de todos los cristianos, judíos y
gentiles.
Los escritores eclesiásticos nos dan preciosas y
edificantes referencias sobre el apóstol Santiago. Se
dice que fue nombrado obispo de Jerusalén por los
apóstoles Pedro, Santiago el Mayor y Juan. Según
Eusebio, San Juan Crisóstomo y otros fue el Señor
mismo quien le había designado para tal misión. La
presencia de Santiago en la Ciudad Santa fue una
bendición especialmente para los judíos; su profundo
amor y observancia de la ley, su asiduidad en ir al
Templo a orar, su gran parecido con los santos del
Antiguo Testamento les cautivó y facilitó el camino para
la fe en Jesucristo al ver que podían conservar su
veneración por Moisés y adorar en el Templo al Dios de
Israel. Una tradición atestiguada por Hegesipo y
recogida por Eusebio dice que judíos y cristianos le
designaban con el apelativo "el justo", que llevó una
vida sin mancha y austerísima, absteniéndose de vino y
licores, y que su vestido era de lino
Se refiere también que se postraba con tal frecuencia
para orar al Señor que en sus rodillas se habían
formado gruesos callos. Sus miembros estaban como
muertos, dice San Juan Crisóstomo. A todo ello
añadió una bondad admirable y con todo ello supo
mantener la unión entre los cristianos de Jerusalén.
Escribió una de las cartas apostólicas que lleva su
nombre, dirigida a las doce tribus de la dispersión. En
esta época los judíos se encontraban dispersos en
todas las provincias romanas y hasta más allá del
Eufrates, afirma Josefo.
Santiago les dirige una carta que viene a ser un
conjunto de preciosas sentencias más que un
conjunto lógicamente encadenado. En ella les exhorta
a la paciencia en las pruebas y tentaciones, lo cual
conduce a la perfección, al amor fraternal sin
acepción de personas;
les instruye sobre la doctrina de la fe y las obras, “la
fe —les dice—, si no tiene obras es de suyo
muerta" (2, 17); les recomienda que eviten los
pecados de lengua; les enseña a discernir la
verdadera de la falsa sabiduría; hace serias
advertencias a los ricos que han adquirido sus
riquezas con injusticias para con sus obreros y
ponen en ellas su corazón.
Termina con las palabras que el concilio Tridentino
ha interpretado como promulgación del sacramento
de la extremaunción: "¿Alguno entre vosotros
enferma? Haga llamar a los presbíteros de la
Iglesia y oren sobre él, ungiéndole con óleo en el
nombre del Señor; y la oración de la fe salvará al
enfermo, y el Señor le aliviará y los pecados que
hubiere cometido le serán perdonados"
(5, 14-15).
Josefo refiere que fue condenado a ser lapidado por el
sumo sacerdote Anás II, quien aprovechó para ello el
intervalo transcurrido entre la muerte del procónsul Festo
y la llegada de su sucesor Albino I el año 62.
Hegesipo refiere con detalle su martirio: dice que fue
arrojado de las almenas del Templo; pudo incorporarse y,
poniéndose de rodillas, oraba por sus asesinos; el
populacho arrojó sobre él una granizada de piedras y, por
fin, un batanero le golpeó en la cabeza con el cabestán
hasta dejarle muerto. Allí mismo se le dio sepultura. Hoy se
muestra su sepulcro frente al ángulo sudeste de la muralla
de la ciudad.
La Iglesia unió las festividades de ambos apóstoles
mártires y la ha celebrado el día 1 de mayo hasta el año
1955. En este año señaló dicha fecha para la fiesta de San
José Obrero y trasladó la festividad de San Felipe y
Santiago al día 3 del mismo mes. Muerte de Santiago
San Juan Apostol
La Iglesia celebra su fiesta el 27 de diciembre.
Juan significa: "Dios es misericordioso".
Este apóstol tuvo la inmensa dicha de ser el discípulo más
amado por Jesús. Y se ha hecho muy famoso por haber
compuesto el cuarto evangelio.
Nació en Galilea. Era hijo de Zebedeo y hermano de Santiago
el Mayor. Su oficio era el de pescador. Parece que fue uno de
los dos primeros discípulos de Jesús, junto con Andrés. Los
dos eran también discípulos de Juan Bautista y un día al
escuchar que el Bautista señalaba a Jesús y decía: "Este es el
cordero de Dios, que quita el pecado del mundo", se fueron
detrás de Él. Jesús se volvió y les dijo: "¿Qué buscan?". Ellos
le respondieron: "Señor: ¿dónde habitas?". Y Jesús les dijo:
"Vengan y verán". Y se fueron con él y estuvieron en su
compañía toda la tarde recibiendo sus enseñanzas. Durante
toda su vida, jamás Juan podrá olvidar el día, la hora y el sitio
en que se encontró por primera vez con Jesucristo. Fue el
momento más decisivo de su existencia.
Juan estaba después un día con su hermano Santiago, y
con sus amigos Simón y Andrés, remendando las redes a
la orilla del lago, cuando pasó Jesús y les dijo: "Vengan
conmigo y los haré pescadores de almas".
Inmediatamente, dejando a su padre y a su empresa
pequeña, se fue con Cristo a dedicarse para siempre y por
completo a extender el Reino de Dios.
Juan evangelista hizo parte, junto con Pedro y Santiago,
del pequeño grupo de preferidos que Jesús llevaba a
todas partes y que presenciaron sus más grandes
milagros. Los tres estuvieron presentes en la
Transfiguración, y presenciaron la resurrección de la hija
de Jairo. Los tres presenciaron la agonía de Cristo en el
Huerto de los Olivos. Junto con Pedro, fue este apóstol
encargado por Jesús de prepararle la Última Cena.
Al ver la mamá de Santiago y Juan que Jesús los
prefería tanto, y aconsejada por ellos dos, que
eran bien orgullosos, se atrevió a pedirle al
Señor una gracia muy especial: que cuando él
empezara a reinar, nombrara a Juan primer
ministro y a Santiago ministro también. Jesús le
respondió que el señalar los primeros puestos en
el Reino de los cielos le correspondía al Padre
Celestial, y que estos ya estaban determinados
para otros. Los demás apóstoles se indignaron
contra estos dos vanidosos, pero Jesús
aprovechó aquella ocasión para recordarles que
en el Reino de los cielos ocuparán los
primeros puestos los que se hayan dedicado
a prestar servicios humildes a los demás.
A Juan y su hermano Santiago les puso Jesús un
sobrenombre: "Hijos del trueno". Y esto se debió
a que un día fueron los apóstoles a pedir hospedaje
en un pueblo de samaritanos (que odiaban a los
judíos) y nadie les quiso proporcionar nada.
Entonces estos dos hermanos, que eran violentos,
le propusieron a Jesús que les mandara a aquellos
maleducados samaritanos alguno de los rayos que
tenía desocupados por allá en las nubes. Jesús
tuvo que regañarlos porque no habían comprendido
todavía que Él no había venido a hacer daño a
ninguno, sino a tratar de salvar a cuantos más
pudiera. Más tarde estos dos hermanos tan
vanidosos y malgeniados, cuando reciban el
Espíritu Santo, se volverán humildes y sumamente
amables y bondadosos. San Juan en la isla de Patmos
En la Última Cena tuvo el honor de recostar su cabeza
sobre el corazón de Cristo.
Juan Evangelista fue el único de los apóstoles que estuvo
presente en el Calvario al morir Jesús. Y recibió de Él en
sus últimos momentos el más precioso de los regalos.
Cristo le encomendó que se encargara de cuidar a la
Madre Santísima María, como si fuera su propia madre,
diciéndole: "He ahí a tu madre". Y diciendo a María: "He
ahí a tu hijo".
El domingo de la resurrección, fue el primero de los
apóstoles en llegar al sepulcro vacío de Jesús. Se fue
corriendo con Pedro (al oír la noticia de que el sepulcro
estaba vacío), pero como era más joven, corrió a mayor
velocidad y llegó primero. Sin embargo por respeto a
Pedro lo dejó entrar a él primero y luego entró él también
y vio y creyó que Jesús había resucitado.
Después de la resurrección de Cristo, cuando la
segunda pesca milagrosa, Juan fue el primero en
darse cuenta de que el que estaba en la orilla era
Jesús. Luego Pedro le preguntó al Señor señalando a
Juan: "¿Y éste qué será?". Jesús le respondió: "Y si yo
quiero que se quede hasta que yo venga, a ti qué?".
Con esto algunos creyeron que el Señor había
anunciado que Juan no moriría. Pero lo que anunció
fue que se quedaría vivo por bastante tiempo, hasta
que el reinado de Cristo se hubiera extendido mucho.
Y en efecto vivió hasta el año 100, y fue el único
apóstol al cual no lograron matar los perseguidores.
Después de recibir el Espíritu Santo en Pentecostés, Juan iba
con Pedro un día hacia el templo y un pobre paralítico les pidió
limosa. En cambio le dieron la curación instantánea de su
enfermedad. Con este milagro se convirtieron cinco mil
personas, pero los apóstoles fueron llevados al tribunal
supremo de los judíos que les prohibió hablar de Jesucristo.
Pedro y Juan les respondieron: "Tenemos que obedecer a
Dios, antes que a los hombres". Los encarcelaron, pero un
ángel llegó y los libertó. Otra vez los pusieron presos y les
dieron 39 azotes a cada uno. Ellos salieron muy contentos de
haber tenido el honor de sufrir esta afrenta por amor al Señor
Jesús, y siguieron predicando por todas partes.
Juan, para cumplir el mandato de Jesús en la cruz, se encargó
de cuidar a María Santísima como el más cariñoso de los hijos.
Con Ella se fue a evangelizar a Éfeso y la acompañó hasta la
hora de su gloriosa muerte.
El emperador Dominiciano quiso matar al apóstol
San Juan y lo hizo echar en una olla de aceite
hirviente, pero él salió de allá más joven y más
sano de lo que había entrado, entonces fue
desterrado de la isla de Patmos, donde fue
escrito el Apocalipsis.
Después volvió otra vez a Éfeso donde escribió
el Evangelio según San Juan, que es el libro que
lo ha hecho tan famoso. Este libro tiene un estilo
elevadísimo e impresionantemente hermoso.
Agrada mucho a las almas místicas, y ha
convertido a muchísimos con su lectura.
A San Juan Evangelista lo pintan con un águila al
lado, porque es el escritor de la Biblia que se ha
elevado a más grandes alturas de espiritualidad con
sus escritos. Ningún otro libro tiene tan elevados
pensamientos como en su evangelio.
Dice San Jerónimo que cuando San Juan era ya
muy anciano se hacía llevar a las reuniones de los
cristianos y lo único que les decía siempre era esto:
"hermanos, ámense los unos a otros". Una vez
le preguntaron por qué repetía siempre lo mismo, y
respondió: "es que ese es el mandato de Jesús, y
si lo cumplimos, todo lo demás vendrá por
añadidura".
San Epifanio dice que San Juan murió hacia el año cien, a los 94 años
de edad. Poco antes había ido a un monte tenebroso a convertir a un
discípulo suyo que se había vuelto guerrillero, y lo logró convertir
volviéndolo bueno otra vez. Dicen los antiguos escritores que amaba
mucho a todos pero que les tenía especial temor a los herejes porque
ellos con sus errores pierden muchas almas.
Sinopsis
Éfeso
San Ireneo, Padre de la Iglesia, quien fue discípulo de San
Policarpo, quién a su vez fue discípulo de San Juan, es una
segura fuente de información sobre el Apóstol. San Ireneo
afirma que este se estableció en Éfeso después del martirio
de San Pedro y San Pablo, pero es imposible determinar la
época precisa. De acuerdo con la Tradición, durante el
reinado de Domiciano, San Juan fue llevado a Roma, donde
quedó milagrosamente frustrado un intento para quitarle la
vida. La misma tradición afirma que posteriormente fue
desterrado a la isla de Patmos, donde recibió las
revelaciones celestiales que escribió en su libro del
Apocalipsis.
Maravillosas revelaciones celestiales
Después de la muerte de Domiciano, en el año
96, San Juan pudo regresar a Efeso, y es
creencia general que fue entonces cuando
escribió su Evangelio. El mismo nos revela el
objetivo que tenía presente al escribirlo. "Todas
estas cosas las escribo para que podáis creer
que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios y para
que, al creer, tengáis la vida en Su nombre". Su
Evangelio tiene un carácter enteramente distinto
al de los otros tres y es una obra teológica tan
sublime que, como dice Teodoreto, "está más
allá del entendimiento humano el llegar a
profundizarlo y comprenderlo enteramente". La
elevación de su espíritu y de su estilo y
lenguaje, está debidamente representada por el
águila que es el símbolo de San Juan el
Evangelista.
También escribió el Apóstol tres epístolas: a la
primera se le llama Católica, ya que está dirigida
a todos los otros cristianos, particularmente a
los que él convirtió, a quienes insta a la pureza y
santidad de vida y a la precaución contra las
artimañas de los seductores. Las otras dos son
breves y están dirigidas a determinadas
personas: una probablemente a la Iglesia local,
y la otra a un tal Gayo, un comedido instructor
de cristianos. A lo largo de todos sus escritos,
impera el mismo inimitable espíritu de caridad.
No es éste el lugar para hacer referencias a las
objeciones que se han hecho a la afirmación de
que San Juan sea el autor del cuarto Evangelio.
Queridos hermanos, seguid el
ejemplo que estos santos nos
muestran en la consecución de
sus ideales, al colocar a Jesús
como el principio y fin de la
humanidad.
Francisco Martínez Arias
Septiembre 2008