Sexualidad en personas mayores
• Envejecer no significa que de repente pierde interés en el sexo. Es muy común que
las personas permanezcan sexualmente activas durante toda su vida.
• Cómo evoluciona su vida sexual a medida que envejece depende en gran medida de
cada persona. Su cuerpo cambiará a medida que envejezca, y su salud sexual
también cambiará. Estos cambios pueden requerir que se adapte, pero puede tener
una vida sexual sana y agradable a cualquier edad.
• El sexo es una parte importante de la salud emocional y física. En una relación, la
actividad sexual le permite establecer intimidad (cercanía) y expresar sus
sentimientos hacia su pareja. También beneficia su salud física al reducir el estrés y
hacerle sentir bien consigo mismo.
A medida que el cuerpo y su rendimiento sexual cambian, es posible que le preocupe
cómo reaccionará su pareja. Puede sentirse avergonzado o nervioso. Incluso podría evitar
la actividad sexual. Pero no se trata de rendirse. Hay muchas cosas que puede hacer para
compensar los cambios que el envejecimiento trae a su vida sexual.
HABLE CON SU MÉDICO. Aunque muchos adultos tienen
problemas sexuales a medida que envejecen, pocos de ellos hablan con
su médico sobre los síntomas. Su médico puede ayudarlo a mejorar su
salud sexual mediante el tratamiento de afecciones médicas, incluida la
disfunción eréctil (incapacidad de un hombre para mantener una
erección). Su médico puede encontrar medicamentos que no afecten su
actividad sexual. Además, puede sugerir formas para que usted y su
pareja disfruten del sexo.
HABLE CON SU PAREJA. Al principio, puede ser incómodo hablar abiertamente con su pareja
sobre el sexo. Pero es importante comunicarse entre sí. Cuéntale a su pareja sus sentimientos y
preocupaciones. Hable sobre lo que quiere de sus experiencias sexuales compartidas.
Si usted y su pareja tienen problemas sexuales, cambie su rutina. Permita más tiempo para la
excitación. Pruebe nuevas posiciones. Sea creativo. Podría descubrir que no tiene relaciones
sexuales tan a menudo como solía hacerlo, pero puede encontrar nuevas formas de tener
intimidad. Pasen tiempo tocándose, besándose y disfrutando de la compañía del otro.
PRACTIQUEN SEXO SEGURO. Las personas mayores aún corren el riesgo de contraer
infecciones de transmisión sexual (ITS). Pregúntele a su pareja sobre su historial sexual y
comparta el suyo. Considere hacerse pruebas de detección de infecciones de transmisión sexual
juntos antes de tener intimidad. Para prevenir las infecciones de transmisión sexual, use siempre
un condón cuando tenga relaciones sexuales.
MANTÉNGASE SANO. Para mantenerse en forma y ayudar a prevenir enfermedades, asegúrese
de hacer ejercicio, comer bien y consultar a su médico para recibir atención preventiva regular.
MITOS DE LA SEXUALIDAD EN LA ADULTEZ TARDÍA
Podemos resumir por tanto, los siguientes Factores Psicosociales que dificultan la Vida Sexual
Plena de los adultos mayores:
•El modelo de Sexualidad y de belleza dominante: cuerpos esbeltos, sin arrugas, delgados,
perfectos,… importancia imagen corporal, autoestima, confianza con la pareja y apoyo
mutuo.
•La falta de pareja sexual, se da con mucha frecuencia la viudedad.
•La falta de intimidad.
•La historia sexual previa, el tipo de relaciones mantenidas.
•Enfermedad y/o uso de fármacos, así como los efectos secundarios.
•Dificultades económicas, sociales,…
•Condiciones físicas inadecuadas.
•Ansiedad de ejecución, necesidad de replantear la Sexualidad en aquí y ahora.
•Actitud resistencias de los hijos o la convivencia con los hijos.
•Actitud de los profesionales e instituciones (vivir en instituciones).
•Actitudes y creencias personales erróneas sobre la edad y sobre los problemas de salud en
relación a la Sexualidad.
ASPECTOS A TENER EN CUENTA
Nuestro cuerpo cambia a medida que envejecemos. Es posible que no siempre demos la
bienvenida a estos cambios. La mejor manera de lidiar con ellos es ser honesto al respecto. Sea
honesto con usted, su médico y su pareja.
CAMBIOS PARA LAS MUJERES
Cuando una mujer se acerca a la menopausia, sus niveles de estrógeno comienzan a disminuir.
Esto puede provocar sequedad y adelgazamiento vaginal, lo que puede hacer que las relaciones
sexuales sean incómodas. Además, la mujer puede tener menos deseo sexual y puede llevarle
más tiempo excitarse sexualmente. Su cuerpo puede cambiar de tamaño o forma, lo que puede
afectar su autoestima.
CAMBIOS PARA LOS HOMBRES
A medida que un hombre envejece, sus niveles de testosterona comienzan a disminuir. Le puede
llevar más tiempo excitarse sexualmente. Puede tomar más tiempo para que el pene se ponga
erecto. Las erecciones pueden no ser tan firmes o durar tanto. También puede llevar más tiempo
eyacular. La disfunción eréctil es más común a medida que un hombre envejece. Sin embargo,
esta afección no le sucede a todos.
AFECCIONES MÉDICAS
La salud general afecta la salud sexual. A medida que envejece, aumenta el riesgo de sufrir
problemas de salud. Las afecciones como la artritis, la enfermedad cardíaca, la presión arterial
alta, la diabetes, la obesidad y la depresión pueden hacer que el sexo sea más desafiante. Los
problemas de salud también pueden disminuir el deseo sexual o afectar la capacidad de
excitarse o de tener un orgasmo. Si su pareja se sometió a una cirugía o está enferma (por
ejemplo, si tiene cáncer o ha tenido un ataque cardíaco), es posible que tenga miedo de iniciar
una actividad sexual porque le preocupa que el sexo pueda dañarla.
MEDICAMENTOS
Muchas personas mayores toman uno o más medicamentos recetados. Todos los medicamentos
tienen efectos secundarios, y algunos pueden afectar su actividad sexual. Por ejemplo, ciertos
medicamentos pueden disminuir el deseo sexual o afectar la capacidad de excitarse o de tener
un orgasmo.
¿LAS EMOCIONES PUEDEN JUGAR UN PAPEL?
• A menudo la sexualidad es un delicado equilibrio de cuestiones emocionales y físicas. La
manera en la que una persona se siente puede afectar lo que puede hacer y lo que quiere hacer.
Muchas parejas mayores encuentran mayor satisfacción en su vida sexual que cuando eran
más jóvenes. En muchos casos, tienen menos distracciones, más tiempo y privacidad, no se
preocupan por causar un embarazo y disfrutan de una intimidad mayor con una persona que ha
sido su pareja de por vida.
• A medida que envejecemos, nuestros cuerpos cambian, incluyendo nuestro peso, piel y tono
muscular, y algunos adultos mayores no se sienten muy cómodos con sus cuerpos envejecidos.
Los adultos mayores, tanto los hombres como las mujeres, pueden preocuparse de que sus
parejas ya no los encuentren atractivos. Los problemas sexuales relacionados con el
envejecimiento como los mencionados anteriormente pueden causar estrés y preocupación.
Esta preocupación puede dificultar que una persona disfrute de una vida sexual plena.
FACTORES CULTURALES
Los cambios en la sexualidad del adulto mayor, en especial en la mujer, están muy vinculados a la
influencia del entorno psicosocial, es decir, de la sociedad, la familia y la cultura. Entre estos
factores culturales, que afectan tanto a hombres como a mujeres, el primero es la visión negativa
de la persona mayor que tiene interés sexual: en nuestra cultura se le llama viejo verde o vieja
verde. La persona mayor siente que ha llegado a la plenitud, que es madura, pero la palabra verde
la asimila a una persona inmadura, es decir, es un juicio peyorativo; aparentemente el término se
utilizó principios del siglo XX como un elogio: esta persona está verde, puede dar vida todavía,
pero ahora el sentido ha cambiado.
Los modelos afectivos que se difunden a través de los medios de comunicación social, las
campañas publicitarias, las películas, etc., en los cuales sólo las personas jóvenes disfrutan del
sexo, contribuye al deterioro de la sexualidad en el adulto mayor. En las películas, si aparece un
hombre mayor se oculta su cuerpo y jamás se muestra a una mujer mayor; el mensaje final que se
entrega es que a las personas mayores no les corresponde tener sexo ni disfrutar de la sexualidad.
La religiosidad propia de las personas mayores también resulta un obstáculo en este sentido. El
anciano siente que va a morir pronto y que debe seguir el camino de la salvación del alma, que
es, según la cultura judeo-cristiana, aquél en que se soporta el sufrimiento y se elimina el pecado
y toda fuente de placer, entre las cuales está, por supuesto, el sexo.
La ropa de las personas mayores no es sexy: la persona joven se viste para que la vean, mientras
que la persona mayor se viste para protegerse del frío y elige lo más cómodo, sin pensar en el
impacto que va a provocar, a lo que se suma la estética propia de nuestra cultura, que lleva a
rechazar a las personas viejas por considerarlas feas y faltas de atractivo. Por lo mismo, los viejos
son materia de chistes, en los cuales aparecen como impotentes, incapaces o disminuidos; cuando
el anciano intenta tener una relación sexual, se acuerda del chiste y se le quitan las ganas, porque
piensa que va hacer el ridículo. Finalmente, existe una importante falta de apoyo especializado
sobre este tema, cosa que es inaceptable; la vida sexual de las personas es tan importante como
el manejo de la diabetes o la hipertensión, incluso muchos piensan que es más importante.
MANTENCIÓN DEL INTERÉS SEXUAL
• Que la persona mantenga el interés sexual depende, en primer lugar, de la práctica: mientras
más se practica, mejor es el resultado; si se tienen relaciones sexuales con escasa frecuencia, el
desempeño se va deteriorando y la autoestima va bajando, hasta que la persona opta por no
hacerlo más. También depende de la actitud y colaboración de la pareja: la persona se puede
sentir muy bien, pero si el otro no demuestra interés no podrá tener un buen desempeño.
• Otros elementos importantes son los factores externos, como el espacio de privacidad, que
por lo general se empieza a deteriorar cuando los hijos son adolescentes. Éstos consideran a
su propia habitación como un recinto casi sagrado, mientras que la de los padres es, para
ellos, un espacio público al que pueden entrar y salir a cualquier hora; por tanto, los padres
esperan a que los hijos se duerman para tener relaciones sexuales, pero los adolescentes se
duermen en la madrugada, de modo que finalmente les resulta imposible.
Finalmente, mantener el interés sexual depende de los modelos culturales; en el nuestro falta
mucho para que se considere a los adultos mayores como seres sexuados y se comprenda que la
vida sexual no se acaba con la menopausia, que la última regla no significa que la mujer deja de
ser mujer y que el hombre puede tener sexo, e incluso procrear, hasta una edad muy avanzada.