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Ana María Lugo León

PUBLICIDAD EN LA Luna Angely Matalla Rodríguez


Juan Diego Melo Pulido
María Jose Muñoz Barón

REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Ana Sofía Moreno Valderrama


8-D
Español
INICIOS DE LA PUBLICIDAD EN LA
REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
Por primera vez, a la gente le costaba menos comprar un producto que hacerlo. Por fortuna, los avances en el
transporte de carga pesada facilitaron la venta más allá de los mercados locales. También comenzó a aumentar la
necesidad de aplicar métodos de publicidad y de marketing masivo. Durante la era de la industrialización, que
duro más o menos hasta el final de la Primera Guerra Mundial, los fabricantes se concentraron en la producción.

Se servían de la publicidad principalmente como vehículo de información colocaban anuncios en publicaciones


denominadas corrientes de precios para que sus clientes detallistas conocieran las fuentes de abastecimiento y
los programas de envío de los bienes de consumo básico que ofrecían. Apenas unos cuantos fabricantes
innovadores previeron la eficacia con que la publicidad de medios masivos podría estimular la demanda de sus
productos más allá de su mercado inmediato. Para los estadounidenses, la profesión de la publicidad comenzó
cuando Volney B. Generalmente los mismos anuncios los preparaban los anunciantes. Me resulta realmente
sorprendente, que la primera vez que surge la publicidad como profesión, lo hiciera al más puro estilo de una
central de medios, ahora agencia de medios, y no como un ejercicio de creación e imaginación, más propio de lo
que se entiende por agencia de publicidad.
Así la primera visión de la publicidad como un negocio, consistió en la compra y venta de espacios
dedicados a ella, y no a la elaboración de la misma como tal. La primera agencia de publicidad española
moderna es Roldós, creada por Ruperto Roldós Viñolas, de familia de impresores. Empezará como agente
de compra y venta de espacios, y en 1870 pasará a llamarse Roldós y Compañía hasta 1929 , con oficinas
en Aglá, 9 y Escudillers, 41, anunciándose como centro de anuncios, año en el que se fusiona con una serie
de agencias de Madrid y Barcelona para fundar Roldós-Tiroleses, S. En 1939 se constituirá definitivamente
como Roldós, S. En Estados Unidos se funda James Walter Thompson , organización pionera de la
publicidad norteamericana. Por medio de la agencia, la publicidad afina sus mecanismos operativos, a la
vez que moderniza e inserta su actividad en las disciplinas de la organización, de la investigación y del
estudio.

Los adelantos tecnológicos de la Revolución Industrial posibilitaron los cambios más importantes de la
publicidad desde 1400. Cabe decir que dentro de la historia de la publicidad a nivel mundial, la
participación de España resulta muy modesta, teniendo únicamente relevancia en las últimas
décadas, concretamente en los años 90 del siglo XX, donde se convierte en cabeza de serie de la publicidad
audiovisual, fruto del sobre esfuerzo realizado tras el parón de la posguerra y la previa Guerra Civil.
En el siglo XV, la aparición de la imprenta de tipos móviles, atribuida a Gutenberg, no
es sólo un fenómeno de gran trascendencia desde el punto de vista comunicativo, sino
que marca un punto de inflexión que señala el inicio de la industrialización y de la
producción en serie. Aunque la invención de la imprenta propicia la aparición de
determinadas muestras publicitarias relativas a hechos puntuales, como por ejemplo la
invención de medicamentos o la existencia de distintas mercancías, lo cierto es que, al
igual que en épocas pasadas, no se pueden entender estos indicios como actividad
publicitaria mínimamente consolidada. El escaso desarrollo de los medios de
comunicación, el miedo de la competencia entre los gremios, el elevado grado de
analfabetismo y la escasa capacidad de consumo no permitieron la maduración de la
publicidad como actividad sistemática. Este hecho justifica la aparición de un
determinado número de anuncios, primero en hojas o fijados en las paredes a modo de
carteles, y después incorporados en los diarios como noticias de cariz comercial.
A pesar de todo, cabe decir que pocos años después de su invención la imprenta se
utilizaba básicamente para imprimir carteles vinculados mayoritariamente a la
Iglesia, para confeccionar breves folletos de carácter informativo sobre las
mercancías de los comerciantes de las grandes ciudades y para imprimir catálogos
con el repertorio de libros editados por los impresores. Como hemos comentado
anteriormente, la Iglesia utilizaba desde la Edad Media los carteles con el objetivo de
convencer a los feligreses de la necesidad de adquirir indulgencias papales. En este
sentido es obvio pensar que el estamento eclesiástico aprovechaba la imprenta para
facilitar la edición de carteles con contenidos similares a los tradicionales. Así
pues, coincidiendo con la visita del Papa a Francia, el cartel prometía el perdón de
los pecados a cambio de la entrega de una cantidad de dinero a la Iglesia.
La importancia de este elemento radica en el hecho de que no es un simple cartel con
palabras, sino que nos encontramos ante el uso deliberado de un recurso visual de acuerdo
con el pensamiento de la época. Demuestra cómo la Iglesia sabía utilizar las formas de
persuasión utilizando los recursos que le ofrecía la imprenta, y cómo llegó a explotar las
posibilidades de este invento hasta el punto de que el uso de panfletos por parte de esta
institución como medio de transmisión de las ideas tiene un papel fundamental en la Europa
del siglo XVI. Efectivamente, aunque la Iglesia tenía claro que mediante esta forma de
divulgación podía ejercer una gran influencia sobre aquellas personas que sabían
leer, también sabía que la influencia ejercida sobre aquellos que no sabían leer sería muy
superior, visto el gran poder de fascinación que producían las imágenes que acompañaban y
reforzaban los textos. Conscientes de la necesidad de ganarse la simpatía del
pueblo, utilizaron las lenguas vulgares y recurrieron al uso de imágenes que sirvieran a sus
intereses, de tal manera que denuncian el comercio de indulgencias, la inmoralidad de la
Iglesia de Roma y, especialmente, la corrupción.
En el año 1477, William Caxton, editor de los Cuentos de Canterbury, imprimió lo que se considera el primer
cartel comercial de la historia, un cartel que ofrecía un libro en el que quedaban recogidas toda una serie de
normas para la Pascua y que señalaba también dónde se podía encontrar este libro a muy buen precio. Igual que
Caxton, muchos otros editores anuncian las obras de sus editoriales por medio de estas primeras muestras
publicitarias, ya sea en forma de carteles para fijar a las paredes o como folletos de mano. Durante el siglo XVI
se daba mucha importancia al cartelismo oficial. Esta tendencia se extendió en el siglo XVII, en el que se
continuaba castigando a aquellos que imprimiesen y expusieran carteles sin permiso oficial.

En este sentido, eran frecuentes los carteles de espectáculos y los que animaban a la gente a enrolarse al ejército
con un tono tan informal que incluso había algunos que señalaban las tabernas donde el sargento invitaba a
beber a aquellos que se alistaran. Es importante señalar que en el siglo XVII la imprenta empieza a estar al
servicio de particulares, que aprovechan para hacer uso de la misma imprimiendo hojas informativas con
finalidades comerciales. Así pues, lentamente y partiendo de una situación de monopolio por parte de la Iglesia
y el Estado, carteles y folletos empiezan a ser cada vez más utilizados en el campo comercial. Libros, anuncios
de objetos de consumo, espectáculos y medicinas se incorporan a la publicidad impresa.
Losmercuries

Así, por ejemplo, en los folletos donde aparecían anuncios que explicaban el


funcionamiento de un paraguas, se empezaron a añadir los reclamos para
espectáculos de toros. Aun así, hay que decir que estas primeras muestras tenían tal
cantidad de letra que hoy día resultarían antipublicitarias.
ORÍGENES

La Revolución Industrial se inició en Inglaterra a finales del siglo XVIII. Otro dato significativo de la época es la
movilidad, que llevó a la población a desplazarse del entorno rural a las ciudades, lo cual se tradujo en un importante aumento
demográfico en las grandes capitales. Es imposible precisar la influencia de la publicidad en la Revolución Industrial, ya que
los estudios se han planteado siempre a la inversa. A pesar de esto, es muy importante señalar que la publicidad ayudó a la
divulgación de conocimientos científicos y técnicos, entre muchos otros, ya que, por ejemplo, las conferencias y charlas sobre
química, matemáticas y física se anunciaban en folletos y carteles.

Igualmente, muchos inventores utilizaron la publicidad para dar a conocer sus inventos. A lo largo del siglo XVIII, el público
se fue acostumbrando a la publicidad. Muy pronto se descubrió que la primera acción de la publicidad tenía que ser la ayuda a
los canales de distribución, donde se podían formar tapones que bloquearan el ritmo de las fábricas. Además, se constató que
por medio de la publicidad aumentaba la confianza del público hacia unos productos determinados.

Explosión demográfica y económica en Inglaterra

Entre 1781 y 1831, la población en Inglaterra pasó de los 13 millones a los 24 millones de habitantes, y la producción textil se
multiplicó por cuatro.

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